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INTRODUCCIÓN

GENEROSIDAD: Dar y darse sin esperar nada a cambio.

Si nos preguntamos, se podría identificar algunas de las causas por las que
nuestra sociedad actual padece de tantos males como el consumismo, la violencia, la
drogadicción, etc.

¿Qué hace falta? ¿Cómo podremos contribuir, aunque sólo fuese en un


miligramo a la curación de un medio social desgarrado y enfermo por tantos males y
desdichas? ¿Será acaso que hemos olvidado que vivimos en una relación con los
demás, que, aunque a veces nos parezca innecesaria, nos hace ser lo que somos?
¿Qué ha pasado con la generosidad? Se ve en nuestra actual sociedad como, de
manera inconsciente, colocamos la comodidad, el dinero y la imagen como los
valores supremos dentro de las virtudes que todo ciudadano moderno debe de tener.
¿Y la generosidad, dónde queda? Esa capacidad dentro del corazón humano que nos
despierta la necesidad de ayudar a los demás, de entregar parte de nuestro tiempo a
causas nobles, de desprendernos de algunas cosas que atesoramos, pero que nunca
usamos. ¿Será que nuestra madre cultura nos está convenciendo de la importancia de
la egolatría como medio de figurar más en el teatro social?

En esta época nuestra, que exalta como valores supremos la comodidad, el


éxito personal y la riqueza material, la generosidad parece ser lo único que
verdaderamente vale la pena en esta vida.

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Capitulo II

LA GENEROSIDAD

2.1 Definición de la generosidad

La generosidad es un valor o rasgo de la personalidad caracterizado por ayudar a


los demás de un modo honesto sin esperar obtener nada a cambio. Una persona que
practica la generosidad se la suele calificar como generosa. Procede del
latín generosĭtas, generositātis. Formada por gen- (generar, raza, estirpe, familia) y que
originariamente se utilizaba para referirse a la cualidad de una persona hidalga, de
familia noble e ilustre.

La generosidad se asocia normalmente al altruismo, la solidaridad y la


filantropía. Los conceptos opuestos a la generosidad podrían ser la avaricia, la tacañería
y el egoísmo.

La persona generosa es noble, desprendida, dadivosa. Al niño pequeño hay


que educarle esta virtud, y la mejor forma de hacerlo es el ejemplo personal de quien
o quienes lo educan.

La persona generosa piensa en repartir aquello que tiene con otros menos
afortunados. Su conducta se basa en reconocer las necesidades del prójimo y tratar de
satisfacerlas en la medida de sus posibilidades. Por ejemplo: una persona que cena en
un restaurante tiene la posibilidad de ser generosa y dejar una propina importante al
camarero que lo atendió. En caso contrario, se tratará de un sujeto egoísta o avaro
que no tiene en cuenta la importancia de la propina para el trabajador y, por lo tanto,
no le interesa el bienestar del otro.

La generosidad no sólo está asociada al dinero o a lo material. Un individuo


puede ser generoso con su tiempo y dedicarse a labores solidarias, sin pedir nada a
cambio. Cuidar a un enfermo, limpiar una playa, acompañar a un anciano o dar
refugio a un perro callejero son acciones que también forman parte de la
generosidad.

Puede decirse que la generosidad busca el bien común de la sociedad. La


persona generosa no pretende una recompensa por su accionar, sino que hace lo que
cree correcto y justo. La lógica de su pensamiento señala que, si todos los seres
humanos fueran generosos y donarían parte de sus recursos materiales o abstractos,
el mundo sería un lugar mejor. Dar sin esperar nada a cambio, entregar parte de tu
vida, volcarse a los demás, ayudar a los que lo necesitan, dar consuelo a los que
sufren, eso es generosidad. Y no es un valor pasado de moda. La generosidad es la
llave que abre la puerta de la amistad, es una semilla que siembra el amor, y puede
ser la luz que nos saque del oscurantismo dentro del cual, muchos de nosotros
estamos viviendo en la más negra de las ignorancias.

Al reflexionar sobre esta virtud, encontramos que la vida del ser humano está
llena de oportunidades para servir y hacer un bien al prójimo. Una persona generosa
se distingue por:

- La disposición natural e incondicional que tiene para ayudar a los demás sin
hacer distinciones.

- Resolver las situaciones que afectan a las personas en la medida de sus


posibilidades, o buscar los medios para lograrlo.

- La discreción y sencillez con la que actúa, apareciendo y desapareciendo en


el momento oportuno.

2.2 El valor de la generosidad

La generosidad se entiende como un valor y una cualidad en las personas. No


sólo hace referencia a compartir u ofrecer bienes materiales, sino que también se
entiende como estar disponible y ofrecer ayuda.

La generosidad en las relaciones sociales se suele apreciar bastante y se


considera como un rasgo de bondad entre las personas. Como muchos valores
sociales, se relaciona con la empatía y la acción de 'ponerse en el lugar del otro.

Como muchos valores, la idea de generosidad puede variar en función de


cada persona y está influida en gran medida por el entorno cultural y social. Por
ejemplo, lo que en ciertos lugares puede considerarse un simple acto de cortesía o de
educación, en otras culturas puede verse como una manifestación de enorme
generosidad.
Del mismo modo, la generosidad tiene unos límites que no están definidos.
En algunas ocasiones, un exceso de generosidad puede provocar situaciones de
incomodidad. Igualmente, pueden darse casos de injusticia cuando una persona
puede tratar de aprovecharse de la generosidad de otra.

La generosidad, en este sentido, está unida al concepto de asertividad, ya que


una persona puede ejercer su libertad y renunciar a sus derechos en cierto modo sin
dejar de ser asertiva.

2.3 Importancia de la generosidad

La generosidad es una virtud muy importante que con frecuencia, se asocia


únicamente con el plano económico como si solo fuese posible ser generoso dando
dinero a otra persona, un error muy propio de una sociedad materialista y
consumista.

La generosidad remite no sólo al plano material sino también, al emocional.


Es decir, una persona puede ser generosa en cariño, en paciencia, en sonrisas y en
palabras bonitas. Pero, además, una persona también puede ser generosa en tiempo al
estar disponible para los demás.

La generosidad muestra el modo ser amable y cercano en el trato de una


persona que no sólo piensa en sí misma, sino que también, se interesa por el bienestar
del otro. La generosidad es una de las cualidades necesarias para tener una relación
de pareja sana y también, para tener amigos de verdad.

La generosidad está vinculada con el amor, es decir, aquel que ama a alguien
de algún modo, desea mostrar lo mejor de sí mismo ante esa persona. La generosidad
refleja la apertura de corazón necesaria para sentar las bases de la confianza entre dos
personas. Las personas generosas tienen pensamiento positivo, tienen fe en las
personas, disfrutan del momento presente…

Las personas generosas tienen una buena autoestima, son conscientes de que
ellas son importantes pero también saben que los demás, lo son. Son personas
agradecidas que quieren corresponder al cariño de los demás con iniciativas positivas
y muestras de cariño. Las personas generosas tienen suerte en la vida porque ellas
mismas siembran su propia suerte gracias a su actitud abierta y desinteresada.

Por el contrario, las personas avaras sufren porque tienen miedo de quedarse
sin nada y terminan todavía más vacías. Viven a la defensiva por lo que pierden
muchas oportunidades por tener una actitud errónea.

La generosidad es sinónimo de la solidaridad, un valor muy importante que


en la sociedad actual, cobra cada vez más fuerza en un contexto de crisis económica
o también, en un mundo en el que todavía existen muchas desigualdades sociales. La
generosidad se puede poner en práctica con las personas más cercanas o también, con
los desconocidos. Por ejemplo, un gesto posible es el dar una ayuda económica a una
entidad de ayuda social.

La generosidad es una habilidad que se entrena a través de la práctica. Es


decir, el generoso lo es por sus hechos y no solo por sus palabras. La generosidad es
una virtud que suma felicidad, paz interior, ilusión y alegría a tu vida porque el amor
que das vuelve a ti con más fuerza.

2.4 formas de actuar con generosidad

La generosidad puede o no ser tangible. Por ejemplo: una acción hacia otra
persona es un acto de generosidad intangible, mientas que un obsequio es un acto de
generosidad tangible.

La generosidad no es dar aquello que no tenga valor o sea inservible. La


generosidad es dar aquello que tiene valor o se encuentra en buenas condiciones pero
que se destina con amor para que otras personas lo utilicen.

2.5 Ejemplos de Generosidad:

1. Ayudar a un anciano a cruzar una calle.

2. Servir el almuerzo en un comedor infantil sin percibir un salario o una


remuneración por ello.

3. Acompañar a una persona accidentada y desconocida mientras llega una


ambulancia.

4. Plantar voluntariamente árboles para evitar el sobrecalentamiento global.


5. Compartir alimento con una persona que no tiene recursos.

6. Donar dinero a organizaciones sin fines de lucro.

7. Donar tiempo a cualquier organización sin fines de lucro.

8. Donar recursos a personas carenciadas.

9. Escuchar quejas o dolencias de personas desconocidas y brindar consejos, ayuda


o recomendación de algún tipo.

10. Donar sangre a un banco de sangre.

11. Donar objetos o vestimenta en buenas condiciones a alguien que lo necesite sea
este conocido o no.

12. Prestar servicio frente a un desastre natural.

13. Cocinar para personas desconocidas y necesitadas.

14. Dirigirse a todas las personas (indistintamente de su condición social o estudios)


con respeto y educación.

15. Ayudar a una persona desconocida que haya sufrido un accidente.

16. Donar dinero para una persona a la que han asaltado.

17. Donar órganos y plaquetas.

18. Mostrar respeto por personas mayores y ancianos.

19. Ceder el asiento en un transporte público a personas mayores, niños pequeños,


personas con discapacidad física y mujeres embarazadas.

20. Ofrecer agua a una persona sedienta.


CONCLUSIÓN:

No olvides ser sencillo, haz todo discretamente sin anunciarlo o esperando


felicitaciones. El vivir con la conciencia de entrega a los demás, nos ayuda a
descubrir lo útiles que podemos ser en la vida de nuestros semejantes, alcanzado
la verdadera alegría y la íntima satisfacción del deber cumplido con nuestro
interior. Practicando la generosidad en silencio, sin reflectores y sin anuncios en
los medios sociales, es la única manera de que, no perdiendo su esencia, nos
proporcione paz interior.
BIBLIOGRAFIA:

Recuperado de: http://www.waece.org/webpaz/bloques/PDF/Generosidad.pdf

Recuperado de: http://www.elmundotenecesita.com/generosidad-no-sabras-


si-eres-generoso-hasta-que-leas-esto/

Recuperado de: http://www.educandojuntos.cl/wp-


content/uploads/2015/12/generosidad-nota-tecnica.pdf

Recuperado de:
http://www.waece.org/re_ep_actividades_programa_files/18%20Generosidad.pdf

Recuperado de: https://www.ejemplos.co/generosidad/#ixzz5lrY0g5kX

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