Você está na página 1de 16
SY tr za iy ITH hS) Vr igh oo io, Sergio Periees — 1* ed. - Buenos Aires : Interzona, 2004. 184 p. ; 22x15 cm. - (Interzona. Ficciones) ISBN 987-1180-04-7 1. Narrative Argentina |. Titulo CDD. A863 Interzona latinoamericana © 2004 Sergio Bizzio © 2004 Interzona editora S.A. Lavalle 750, piso 19° B Buenos Aires, Argentina www.interzonaeditora.com info@interzonaeditora.com Disefio: Trineo Comunicacién y a Fe F Taegan de tapa: Fotografia de Tomas Barry y Candelaria Gil Modelo: Mauro Buldo para Civiles Management www.civilesmanagement.net ISBN: 987-1 1800-4-7 Impreso en septiembre de 2004 cia 1 cualquier Queda prohibida la reproducci6n total o parcial de sn oben po q medio o procedimiento, sin permiso previo del editor y/o autor. Se terminé de imprimir en septiembre de 2004 en los talleres grdficos de Edigraf S.A., Delgado 834, Buenos Aires, Argentina. CINISMO Muhabid Jasan es un tipo “interesante”, Su esposa Erika es una mujer “con inquietudes”. Tienen un hijo, Alvaro (15 aiios, palido y alto), que representa a una categoria es- pecial: el sensible espontaneo. La gente con inquietudes y la gente interesante puede mezclarse y confundirse; el sen- sible espontaneo es algo nico, recortado. Tiene Tasgos del tipo con inquietudes, Pero nunca resulta interesante. Lo-suyo mas bien es repugnar. En un extremo esta el ge- nio, aquél capaz de convertirse en una industria de produ- cir historia personal, y en algunos casos obra. El sensible espontaneo esta en el extremo Opuesto. Alvaro era capaz de hacerte caer desde lo alto de un puente por alzar un brazo hacia la puesta de sol. Mente siempre dispuesta, curiosidad indiscriminada, lagrima facil, estas son algunas de las caracteristicas positivas del sensible espontaneo. Las negativas son mucho peores todavia: tor- peza, espiritu poético, caracter de mercurio, hiperadaptable, y algtin que otro rapto de impostaci6n maldita. El sensible espontdneo esta siempre lleno de buenas intenciones. Erika, la madre de Alvaro, era economista, pero le in- teresaban también la politica, la botdnica, la literatura, el ‘7 Cinismo sumié, la decoracion de interiores, la grafologfa, los viajes espaciales, el folklore andino, la misica, la energia, la mo- da, los lugares exdticos, el budismo zen, el tema OVNI, la pigmentaci6n de telas, la antropologfa, la psicologia, la alimentaci6n sana, y —quiza para sentirse mds cerca de su hijo- la informatica. El padre de Alvaro era misico de ci- ne. Habfa compuesto las bandas sonoras de muchos films argentinos y europeos y tltimamente estaba ganando mu- cho dinero. Un estudio de Los Angeles acababa de contra- tarlo para trabajar a partir de marzo en la misica de un film exquisitamente perverso, exquisitamente comercial, asi que, antes de irse para arriba, se fue a la derecha, a la casa de veraneo de unos amigos en Punta del Este. Los amigos eran Suli y Néstor Kraken. Suli era home6- pata y Néstor Kraken socidlogo. Los dos pertenecian a la categoria “interesante”. Eran cultos, eruditos. Por momen- tos incluso inteligentes. Tenian una hija llamada Rocio, de 12 afios, con un defecto fisico general, muy perturbador si uno esté sobrio cuando la mira: es hermosa por partes y horrible en su conjunto. Se dirfa que da la impresién de haber sido barajada mds que concebida. Observarla es meterse de Ileno en un vértigo aritmético, de dolorosas combinaciones. Sus ojos, por ejemplo. Un millén de muje- res (y de hombres) querrian tener ojos como los ojos de Rocio, pero ninguno los aceptaria si la condicién fuera que vinieran acompafiados por la nariz, que a la vez es perfecta (sola). Y asi en todas direcciones hasta el final. Lo perturbador del aspecto de Rocio tenia sin embar- go un atenuante, que era casi una bendicién: no encajaba con su caracter. “Si fuese igual por adentro que por afue- ra seria esquizofrénica”, le coment6 Muhabid a Erika du- rante el viaje en Ferry, en un momento en el que ambos 8/ Sergio Bizzio creyeron que Alvaro dormia. Muhabid estaba Preocupado porque iban a pasar dos semanas en la casa de los Kraken y Alvaro se aburriria como una ostra en compaiiia de Rocio, Erika no dijo nada; sabia que en realidad la preocupacién de Muhabid pasaba por otro lado... Muhabid sospechaba que Alvaro era gay. Y Rocio no le permitia hacerse ningu- na ilusin de sexo para su hijo. Ni se le cruzaba por la ca- beza que Alvaro pudiera sentirse atraido por ella. Era una lastima, una oportunidad perdida. Pero Muhabid tenia raz6n; Rocio era una chica total- mente normal (todavia virgen y caprichosa) aunque con una particularidad: era la chica mds cinica que habfa co- nocido. Hasta sus propios padres habian aceptado en al- guna ocasion que Rocio era “un Poco agria”. Durante esa semana, Muhabid, Suli y Néstor bebieron dos botellas de whisky por dia y mantuvieron largas con- versaciones muy interesantes que abarcaban el arco com- gaat las Aegis actividades humanas. Saltaban de ‘a politica al arte con una facilidad de gi ispa- rando allé y aqui nombres como Hitles mate ee Welles, en los momentos amables —cuando el alenkell ° is marihuana les bajaban las defensas y podian permitirse ci- tas y referentes simples-, y pulseando de tanto en tanto con sus erudiciones de la mano de algan Altieri o algun Morovsky, en los momentos en que todos sentian que dos semanas en la misma casa iba a ser demasiado. Erika sélo tomaba agua mineral. EI primer encuentro a solas entre Alvaro y Rocio fue en la playa, al atardecer del segundo dia. Hasta ese momen- to Alvaro se habia limitado a mirarla con temor, y Rocfo con desconfianza. A ella le molestaba la actitud de Alvaro, que seguia la conversacién de los padres con el cefio fruncido, /9

Você também pode gostar