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Análisis relacional entre “ La unificación del mundo” de Hobsbawm y “El

ferrocarril, el telégrafo y la prensa impresa en la construcción del mundo

globalizado de hoy” de Mac Donald.

A continuación se establecen algunos puntos en común entre las ideas principales del capítulo III de

Hobsbawm y el ensayo de Mc Donald. El primero de ellos, afirma que el proceso de la falta de

interdependencia entre las diversas partes del mundo, previo al año 1848 se fundamenta en un

sistema de ausencia de relaciones diplomáticas, políticas y administrativas, junto a la existencia de

debilidad en lazos económicos entre regiones lejanas del mundo configurada en dicha época.

La exploración de nuevos territorios implicó llevar a la luz las ideas de civilización y progreso a

aquellas regiones donde primaba lo atrasado, bárbaro e inmoral; en términos de la concepción del

liberalismo económico y cultural.

La comunicación entre zona remotas fue fundándose en los avances económicos de la época, siendo

pilares y pioneros aquellos sucedidos en Inglaterra, Estados Unidos, y luego en el resto de Europa;

para después acontecerse en el resto del mundo con menor grado de desarrollo. Así es el caso de las

redes ferroviarias que se suplementan con las líneas de navegación industrial. La construcción de

redes ferroviarias en Asia, Australia, África y América Latina permitió un lazo más fluido con

regiones productivas de materias primas mediante un puerto donde facilitaba el transporte por mar a

las zonas urbanas e industriales del mundo.

Como indica Mac Donald, el barco de vapor de 1880 (claro triunfo de la marina mercante

británica), así como la transformación de la comunicación de mensajes que combinaban elementos

políticos y comerciales, con la llegada del telégrafo eléctrico y la construcción real de los cables
submarinos, permitieron la construcción de un mundo económico sensible a lo que acontecía en

distintos lugares del mundo.

Esta nueva tipificación internacional no solo se limitaba a la economía y a la tecnología, sino que

ilustraba la idea de un nuevo mundo a imagen de la burguesía. Profundizaba, según Hobsbawm, en

una nueva tipificación internacional interlingustica y de carácter global.

Al respecto, el ensayo de Mac Donald describe relacionándolo con la historia posterior y actual:

“El mundo es uno, porque habla un idioma, tiene aspiraciones de tener una sola cultura y manejar

una única moneda. Estos son sus símbolos: el inglés, la cultura popular de Hollywood y el dólar,

como elementos dominantes y aspiracionales de las masas en todo el globo terráqueo… o por lo

menos de una gran parte. Una mundialización total de un poder único que se ha erguido con toda

su fuerza imperial y se ha instituido en el gendarme del mundo postindustrial: el gobierno de los

Estados Unidos de Norteamérica y su sistema capitalista. Y por si fuera poco, su modelo de

democracia ha sido convertido en proyecto de vida de casi todas naciones y pueblos” (Mac

Donald, 2006, pág. 6)

Ambos trabajos describen la relevancia del ferrocarril, la comunicación por telégrafo, el barco a

vapor como los grandes fundamentos del nuevo orden mundial a nivel comercial, político, civil y

tecnológico. Asimismo, también incluyen la dimensión cultural, como ello fue consolidando la idea

de un modelo centralizado en las regiones más prosperas de la Europa Occidental.

Pueden observarse en el caso del descubrimiento de oro en California (Estados Unidos) y luego en

Australia, el acceso a la comercialización de tal producto de zonas que en la etapa anterior era

impensable imaginar, como China. Ello ilustra el nuevo orden mundial y la reconfiguración y/o

consolidación de la tipificación internacional economía y política. Esto es; un proceso que ya venía

de una etapa antecesora que lo venía gestando, y que sería de gran relevancia para los procesos
posteriores en la historia acerca de la globalización y la división internacional de trabajo, así como

las corrientes de nacionalismo y de libre comercio mundial.

Referencias Bibliográficas

 Hobsbawm, E. (1998) La Era del Capital, 1848-1875. Capítulo III. Págs. 61-79.

Barcelona: Editorial Crítica.

 Mac Donald, Ramiro. (2006) "El ferrocarril, el telégrafo y la prensa impresa en la

construcción del mundo globalizado de hoy.". Revista La hora. Guatemala

Breve reseña de autores.

 Ramiro Mac Donald, nacido en 1953. guatemalteco, docente y académico en la Universidad

Rafael Landívar. Es Licenciado en CC de la Comunicación y Magister Artium en

Comunicación para el Desarrollo de la Universidad Nacional de San Carlos. Doctorando en

Comunicación por la Universidad de las Artes, las Ciencias y la Comunicación -UNIACC-

Imparte cursos de Teorías de la Comunicación I y II, Semiótica e Introducción a la

Comunicación. Escribe la columna “Semióticamente” semanalmente en el Diario La Hora y es

constantemente consultado por los medios informativos en torno a temas de política, cultura y

actualidad, desde su perspectiva académica y docente.

 Eric John Ernest Hobsbawm; Alejandría, 1917 - Londres, 2012: Historiador británico, uno de

los más prestigiosos en el ámbito de la historiografía contemporánea de orientación marxista,


autor de diversas obras sobre la revolución industrial, los movimientos sociales preindustriales,

la historia europea contemporánea y la metodología de la historia

Eric Hobsbawm se especializó en el estudio de la historia contemporánea, sin excluir de su campo

la historia más reciente, que caracterizó en El siglo breve (1996), título que alude al siglo XX y que

el historiador circunscribió al período comprendido entre 1914 (inicio de la Primera Guerra

Mundial) y 1991 (desaparición de la URSS). Entre sus libros destacan La era de la revolución

(1962), La era del capitalismo (1975), La era del imperio (1987), Historia del siglo

XX (1994), Sobre la historia (1998) y Guerra y paz en el siglo XXI (2007).

La aplicación de su visión marxista contribuyó a la construcción de la disciplina de la historia

social, que aspiraba a enterrar la tradición historiográfica victoriana, orientada a los grandes

personajes. De forma paralela, centró sus estudios en el desarrollo de las tradiciones, la crítica hacia

las invenciones de las élites y los contextos de la construcción de los modernos estados-nación,

señalando asiduamente las conexiones entre el devenir político y sus causas económicas. El

materialismo histórico de Hobsbawm alcanzó una influencia muy notable en los ámbitos

académicos de todo el mundo occidental durante el siglo XX, y en especial en los centros

británicos. Personaje abiertamente polémico, fue blanco de numerosas críticas por sus convicciones

marxistas, a las que nunca renunció, aunque sí hizo una profunda autocrítica.

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