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Abortos naturales: causas y tipos de aborto

No es fácil hablar de abortos en un blog de bebés, pero es un realidad que afecta a


muchas parejas que desean ser padres. Por eso, hemos preparado una serie de
posts especiales sobre el aborto, empezando por este en el que nos centraremos
en la definición, las causas y los tipos de aborto.

El aborto es la interrupción del embarazo de menos de 20 semanas de gestación,


ya sea natural o provocada. El desarrollo del feto se detiene antes de que tenga
capacidad para vivir fuera del útero materno. En el caso de pérdida intencionada se
lo llama aborto provocado, mientras que a la pérdida involuntaria del embarazo, se
la llama aborto natural o espontáneo.

Nos detendremos en explicar las causas (por qué pueden producirse) y


los diferentes tipos de abortos naturales o abortos espontáneos.

La mayoría de los abortos naturales se producen en el primer trimestre de


gestación. Cuando ocurre antes de las 10 semanas se lo llama aborto precoz, entre
la semana 11 y la 20, aborto tardío, y pasadas las 20 semanas se lo considera parto
prematuro.

Se cree que uno de cada cinco embarazos acaba en aborto, aunque en la mayor
parte de los casos la madre no llega a enterarse. A veces la gestación es tan breve
que se produce antes de saber que ha habido embarazo y la pérdida se confunde
con la menstruación o con un retraso de la misma.

Causas fetales y causas maternas del aborto

Es muy difícil identificar por qué se produce la interrumpción del embarazo. Las
causas pueden ser multifactoriales, y la mayoría de las veces no se llegan a saber,
pero hablaremos de las más frecuentes.
Más de la mitad de los abortos se deben a causas fetales, por anomalías
congénitas del feto, con frecuencia fallos cromosómicos en los primeros estadios
de gestación. Pero también debido a anomalías genéticas no cromosómicas,
anomalías del trofoblasto (una capa de células formada alrededor del huevo entre
el quinto y el séptimo día después de la fecundación) u otro tipo de anomalías.

El aborto también puede producirse por causas maternas, ya sea por alteraciones
uterinas (miomas, sinequias, insuficiencia cervical, anomalías congénitas,etc.),
infecciones, endocrinopatías (patología tiroidea, déficit de progesterona, etc.),
agresiones externas (radiaciones, toxicomanías, factores ambientales,
traumatismos), inmunológicas (síndrome antifosfolípido, etc), estados de
desnutrición, enfermedades sistémicas o infecciosas (diabetes, nefritis,
toxoplasmosis, brucelosis, sífilis, listeriosis, hepatitis B, etc.)

Amenaza de aborto

Una amenaza de aborto supone el riesgo padecer una pérdida del embarazo.

Una metrorragia (hemorragia vaginal no procedente del ciclo menstrual) en el


primer trimestre de gestación es una amenaza de aborto hasta que no se
demuestre lo contrario.

El test de embarazo es positivo. Hay sangrado ligero o moderado, contracciones


uterinas, más o menos dolorosas o ambos síntomas a la vez.

En caso de sangrado vaginal en el embarazo hay que acudir inmediatamente al


médico quien realizará una ecografía para comprobar la vitalidad del feto, el
estado del cuello uterino (si está abierto o cerrado) y si es la primera ecografía,
verificar la ubicación y desarrollo del feto en el útero para descartar anomalías
como una embarazo ectópico, un embarazo molar, etc.

Ante una amenaza de aborto, el médico suele recomendar reposo absoluto para
intentar retener el embrión, aunque no está del todo comprobada su eficacia, y no
mantener relaciones sexuales.

Tipos de aborto
Según el momento en que se produce el malogro del embarazo y sus
características, el aborto espontáneo se clasifica en:

 Aborto incipiente: cuando el cuello del útero está entreabierto es una señal de
que el aborto se está iniciando.

 Aborto en curso inevitable o inminente: cuando el cuello uterino está abierto


y se ha iniciado el paso del feto. Es cualquier de estos dos casos el sangrado
vaginal y los dolores de las contracciones uterinas se acentúan, lo cual indica
que el cuello del útero se está dilatando.

 Aborto completo o consumado: cuando después de la muerte fetal todos los


productos de la concepción han sido expulsados del útero, ya no hay dolor, el
sangrado es escaso y se ha vuelto a cerrar el cuello uterino. No suele requerir
tratamiento alguno.

 Aborto incompleto: cuando no se expulsa por completo el contenido del útero


después de la muerte fetal. Requiere tratamiento médico para eliminar los
restos que pudieran haber quedado y así evitar hemorragias o infecciones, que
suponen un verdadero riesgo para la madre. Un aborto incompleto podría
derivar en un aborto séptico si se infectara el tejido fetal o placentario que
permanecen en el útero.

 Aborto diferido o retenido: cuando muere el embrión pero la mujer no logra


eliminar el saco gestacional durante varias semanas o incluso meses. Ocurre
normalmente entre las semanas 8 y 12, desaparecen poco a poco los síntomas
de embarazo, el útero deja de crecer y las pruebas de embarazo se vuelven
negativas aproximadamente 10 días después de la muerte fetal. Requiere
tratamiento (legrado) para eliminar el contenido del útero.

 Aborto por óvulo detenido: cuando el aborto es tan precoz que el óvulo ha
sido fecundado pero el tejido fetal definido no alcanzó a formarse. No necesita
ningún tratamiento y se elimina con la menstruación, la mayoría de las veces
pasando desapercibido.

Abortos de repetición

Los abortos de repetición o abortos recurrentes son los que ocurren de manera
consecutiva tres veces o más. Hasta ese punto no se considera que pueda haber
algún problema para concebir. En ese caso, sería recomendable recurrir a un
estudio genético para descartar alteraciones cromosómicas.

De cualquier modo, la mayoría de los abortos no son recurrentes, por lo que el


pronóstico para el próximo embarazo es bueno. Haber tenido un aborto no
significa que esto volverá a suceder.

El Embarazo Molar/ El Embarazo Molar

El Embarazo Molar: Los Síntomas, El Riesgos Y El Tratamiento

Un embarazo molar es una anomalía de la placenta, causada por un problema


cuando el óvulo y el espermatozoide se unen en la fecundación. Los embarazos
molares son raros, ocurriendo en 1 de cada 1.000 embarazos. Los embarazos
molares también se les llama enfermedad trofoblástica gestacional (ETG), mola
hidatiforme o simplemente se refiere como “mola”.

¿Qué Es Un Embarazo Molar?

Un embarazo molar es el resultado de un error genético durante el proceso de


fertilización que conduce al crecimiento de tejido anormal dentro del útero. Los
embarazos molares rara vez implican un embrión en desarrollo, y el crecimiento de
este material es rápida en comparación con el crecimiento normal de un feto. Tiene
el aspecto de una colección grande y aleatoria de células en grupos como las uvas.
Hay dos tipos de embarazos molares, el “completo”, y el “parcial”.

¿Qué Es Un Embarazo Molar Completo?

Los embarazos molares completos sólo tienen partes de placenta (no hay bebé), y
se forman cuando el espermatozoide fecunda un óvulo vacío. Debido a que el
huevo está vacío, no se forma ningún bebé. La placenta crece y produce la
hormona del embarazo, la hCG. Desafortunadamente, un ultrasonido mostrará que
no hay un feto, sólo la placenta.

¿Qué Es Un Embarazo Molar Parcial?

 Un molar parcial se produce cuando la masa contiene tanto las células anormales y
un embrión que tiene graves defectos de nacimiento. En este caso el feto será
superada por la creciente masa anormal con bastante rapidez.

 Una versión extremadamente rara de un molar parcial es cuando se conciben


gemelos pero un embrión comienza a desarrollarse normalmente, mientras que el
otro es un molar. En estos casos, el embrión sano será consumido rápidamente por
el crecimiento anormal.

¿Quién Está En Riesgo De Un Embarazo Molar?

 En los EE.UU., aproximadamente 1 de cada 1,000 embarazos es un embarazo molar

 México, el Sudeste Asiático y las Filipinas tienen tasas más altas que los EE.UU.
para embarazos molares en las mujeres

 Las mujeres blancas en los EE.UU. están en mayor riesgo que las mujeres negras

 Las mujeres mayores de 40 años

 Las mujeres que han tenido un embarazo molar antes

 Las mujeres con antecedentes de aborto espontáneo

¿Cuáles Son Los Síntomas De Un Embarazo Molar?

 Manchado o sangrado vaginal

 Náuseas y vómitos

 El desarrollo de complicaciones raras como la enfermedad de la tiroides

 La preeclampsia temprana (presión arterial alta)

 El aumento de los niveles de hCG


 Ningún movimiento fetal o tono del corazon detectado

¿Cómo Puedo Saber Si Tengo Un Embarazo Molar?

 Un examen pélvico puede revelar un útero más grande o más pequeño,


agrandamiento de los ovarios, y cantidades anormalmente altas de la hormona del
embarazo hCG.

 Un sonograma a menudo muestra un apariencia de un “racimo de uvas ” , lo que


significa una placenta anormal.

¿Cómo Se Trata Un Embarazo Molar?

 La mayoría de los embarazos molar terminaran espontáneamente y el tejido


expulsado aparecerán en forma de uva.

 Los embarazos molar se eliminan por aspiración con raspado, dilatación y


evacuación (D&C), o, a veces a través de medicamentos. La anestesia general se
utiliza normalmente durante estos procedimientos.

 Aproximadamente el 90% de las mujeres que tienen un molar eliminado no


requieren tratamiento adicional.

 Los procedimientos de seguimiento que monitorizan los niveles de hCG pueden


ocurrir cada mes por seis meses o como su médico prescriba.

 El seguimiento se hace para asegurar que el molar se ha eliminado por completo.


Rastros de el molar pueden comenzar a crecer de nuevo y pueden poseer una
amenaza de tipo canceroso a otras partes del cuerpo.

 Debe evitarse el embarazo durante un año después de un embarazo molar.

 Cualquier método anticonceptivo es aceptable, con la excepción de un dispositivo


intrauterino.

¿Cómo Me Sentiré Emocionalmente Después De Un Embarazo Molar?

Aunque la eliminación de un embarazo molar no es la terminación de un niño en


desarrollo, sigue siendo una pérdida. Incluso cuando un embrión está presente, no
tiene la oportunidad de desarrollarse en un niño. La mayoría de las mujeres
descubren que se trata de un embarazo molar después del descubrimiento y la
anticipación de estar embarazada. Los sueños, los planes y las esperanzas se
cancelan todos de una vez; sigue siendo una pérdida significativa.

 Habrá que hacer el tiempo para recuperar de la tristeza y el dolor para todos los
involucrados.

 Reconozca que las personas pueden tratar de consolarla con frases como, “Bueno, al
menos no era un bebé. “Esto no ayuda, pero al menos sabe que están tratando.
Hágales saber lo que usted necesita.

 Lo que hace este tipo de pérdida más diferente de un “aborto espontáneo normal” o
pérdida es la continua preocupación por la salud de la madre. Asegúrese de que es
firme con sus citas de seguimiento.

 Los grupos de apoyo y la consejería pueden resultar beneficiosos.

¿Puedo Tener Otro Embarazo Molar?

 Si usted tuvo un embarazo molar sin complicaciones, su riesgo de tener otro


embarazo molar es de aproximadamente 1 á 2%.

 La asesoría genética antes de concebir de nuevo es útil para algunas parejas.

EN EL EMBARAZO MOLAR
Diagnóstico

Ecografía transvaginal

Si el médico sospecha que tienes un embarazo molar, te pedirá análisis de


sangre, entre ellos, uno para medir el nivel de coriogonadotropina humana (una
hormona del embarazo) en la sangre. También te recomendará una ecografía.

En una ecografía estándar, se dirigen ondas sonoras de alta frecuencia a los


tejidos de la región abdominal y pélvica. Sin embargo, al principio del embarazo, el
útero y las trompas de Falopio están más cerca de la vagina que de la superficie
abdominal, por lo que es posible que se realice la ecografía por medio de un
dispositivo con forma de varilla, que se coloca en la vagina.

Una ecografía de un embarazo molar completo, que puede detectarse ya a las


ocho o nueve semanas de embarazo, puede mostrar lo siguiente:

 Ausencia de embrión o feto

 Ausencia de líquido amniótico

 Placenta gruesa y con quistes que ocupa el útero casi por completo

 Quistes de ovario

Una ecografía de un embarazo molar parcial puede mostrar lo siguiente:


 Un feto con crecimiento restringido

 Bajo nivel de líquido amniótico

 Placenta gruesa y con quistes

Si el proveedor de atención médica detecta un embarazo molar, es posible que


compruebe la presencia de otros problemas de salud, como los siguientes:

 Preeclampsia

 Hipertiroidismo

 Anemia
Tratamiento

Un embarazo molar no puede continuar como un embarazo normal viable. Para


prevenir complicaciones, debe eliminarse el tejido placentario anormal. El
tratamiento generalmente comprende uno o más de los siguientes pasos:

 Dilatación y legrado. Para tratar un embarazo molar, el médico extraerá el


tejido molar del útero con un procedimiento llamado «dilatación y legrado». El
procedimiento de dilatación y legrado suele hacerse de forma ambulatoria en
un hospital.

Durante el procedimiento, te administrarán anestesia local o general y te


recostarás boca arriba sobre la mesa del quirófano con las piernas en los
estribos. El médico insertará un espéculo en la vagina, igual que durante un
examen pélvico, para poder observar el cuello uterino. Luego, dilatará el
cuello uterino y extraerá tejido del útero con un dispositivo de vacío.

 Histerectomía. En raras ocasiones, si hay un riesgo elevado de neoplasia


trofoblástica gestacional y no hay ningún deseo de futuros embarazos, puede
extraerse el útero (histerectomía).

 Control de la coriogonadotropina. Después de extraer el tejido molar, el


médico repetirá las mediciones del nivel de coriogonadotropina hasta que
vuelva a la normalidad. Si continúas teniendo coriogonadotropina en la
sangre, es posible que necesites un tratamiento adicional.
Una vez finalizado el tratamiento para el embarazo molar, puede que el
médico siga controlando los niveles de coriogonadotropina durante seis
meses a un año para asegurarse de que no quede ningún tejido molar.

Debido a que los niveles de coriogonadotropina del embarazo también


aumentan durante un embarazo normal, el médico puede recomendarte que
esperes de 6 a 12 meses antes de intentar quedar embarazada otra vez. El
profesional recomendará una forma confiable de anticoncepción durante este
tiempo.
Estrategias de afrontamiento y apoyo

Perder un embarazo es devastador. Date tiempo para el duelo. Habla sobre tus
sentimientos y permítete experimentarlos plenamente. Recurre a tu pareja, familia
y amigos para buscar apoyo. Si tienes problemas para controlar tus emociones,
consulta con el proveedor de atención médica que atiende tu embarazo o con un
consejero.

Preparación para la consulta

Es probable que comiences por conversar con tu médico de familia o con el


proveedor de atención médica que atiende tu embarazo. La siguiente información
te ayudará a prepararte para la consulta y a saber qué esperar del médico.

Qué puedes hacer

Antes de la consulta:

 Anota cualquier síntoma que tengas, incluso cuándo empezaron por


primera vez y cómo han cambiado con el tiempo.

 Anota la fecha de tu último período menstrual, si la recuerdas.

 Anota tu información personal más importante, como otras enfermedades


para las cuales estés recibiendo tratamiento.

 Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos
que tomes.
 Pídele a un amigo o familiar que te acompañe a la consulta, si es posible.
La persona que vaya contigo puede recordar algún detalle que hayas pasado
por alto u olvidado, y puede brindar el apoyo emocional tan necesario para
ese momento.

¿Qué es el embarazo ectópico? – Tipos, síntomas y diagnóstico

El embarazo ectópico tiene lugar cuando se produce la implantación


embrionariafuera de la cavidad uterina. Una vez ha fecundado el óvulo, al
descender por la trompa de Falopio, éste no llega al útero materno e implanta en
otro tejido diferente, lo cual acaba provocando un aborto.
En el 95% de los casos, los embarazos ectópicos se localizan en la trompa y se
conocen como embarazos a nivel tubárico. También existen otros lugares menos
frecuentes como el ovario, la cavidad abdominal o el canal cervical.
Esta clase de embarazo puede provocar complicaciones graves en la mujer si no es
tratado correctamente una vez ha sido detectado.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este
artículo.
Lectura recomendada
Definición de embarazo ectópico
La fecundación del embrión tiene lugar en las trompas de Falopio después de
la ovulación. Sin embargo, el lugar adecuado para la implantación y posterior
desarrollo embrionario es el útero, donde el endometrio está preparado para la
formación del saco gestacional.
La gestación ectópica, también conocida como embarazo extrauterino, surge
como consecuencia de alguna complicación durante el descenso del embrión por la
trompa. Éste no es capaz de llegar al útero e implanta en un lugar anómalo que no
permite su desarrollo.
El embarazo ectópico es la causa más frecuente de muerte materna durante el
primer trimestre de gestación. La tasa de mortalidad es de 1,8 fallecimientos cada
1.000 embarazos ectópicos.
Tipos
Los tipos de embarazo ectópico se clasifican en función de la ubicación en la que
implanta el embrión. La localización más frecuente es la trompa de Falopio debido a
que el embrión realiza este trayecto en su camino al útero.
A continuación, enumeramos los tipos de embarazo ectópico que existen:
Embarazo ectópico tubárico o ampular
el embrión anida en la trompas de Falopio. Produce inflamación y obstrucción
tubárica.
Embarazo ectópico ístmico
la implantación tiene lugar en el istmo, al final de la trompa de Falopio.
Embarazo ectópico ovárico
el embrión implanta en el ovario y puede confundirse con un quiste.
Embarazo ectópico cervical
la anidación tiene lugar en el cuello uterino o cérvix.
Embarazo ectópico abdominal
el embrión implanta dentro de la cavidad peritoneal, aunque es muy
infrecuente.
Embarazo ectópico intramural
se localiza en el miometrio, la capa muscular interna del útero y es el tipo
más raro de todos.
También existe la posibilidad de que se produzca un embarazo ectópico
heterotópico, en el que al mismo tiempo tienen lugar un embarazo normal y uno
extrauterino.

Posibles localizaciones del embrión en embarazo ectópico


¿Por qué se produce un embarazo ectópico?
La causa de este tipo de embarazo es el bloqueo o retraso del trayecto del óvulo
fecundado a través de la trompa.
Existen una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer un embarazo
ectópico. Entre ellos están:
 Endometriosis
 Salpingitis: infección en la trompa.
 Defectos congénitos en trompas de Falopio
 Edad materna mayor de 35 años
 Embarazo ectópico previo
 Tabaquismo
 Dispositivo intrauterino (DIU)
 Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
 Cirugía pélvica o abdominal previas
 Tratamientos de reproducción asistida
 Cirugía de reversión de ligadura de trompas
En algunos casos, es difícil conocer la causa e incluso es posible que las hormonas
jueguen un papel importante.
Cabe destacar que la frecuencia de los embarazos ectópicos ha aumentado en los
últimos 20 años debido, en primer lugar, a los nuevos métodos clínicos para el
diagnóstico y, a continuación, por la aparición de nuevos factores de riesgo, como
el desarrollo de las técnicas de reproducción asistida.
La frecuencia del embarazo ectópico es de 1 caso cada 100 embarazos, es decir, del
1%.
Síntomas
Cuando una mujer tiene una implantación en otro tejido distinto al endometrio
uterino puede no presentar ninguna molestia en su etapa inicial o que los síntomas
sean similares a un embarazo normal, como la fatiga, náuseas o dolor abdominal.
A medida que avanza la gestación, aparecerán otros síntomas que pueden ser más
graves y que pondrán a la mujer en alerta. Éstos son los siguientes:
 Dolor abdominal muy fuerte que suele ser unilateral
 Sangrado vaginal anormal
 Debilidad y sensación de desmayo
 Dolor de lumbago
 Dolor en los hombros
 Presión intensa en el recto
 Palidez y tensión baja
Estos síntomas pueden empeorar en caso de producirse un embarazo ectópico
roto. A medida que crece el embrión, la trompa se expande hasta que llega a
romperse, puesto que no hay suficiente espacio. La consecuencia de esto es muy
grave, ya que lleva a una hemorragia interna que puede acabar en shock e
incluso provocar la muerte de la paciente.
En conclusión, es muy importante que la mujer acuda al médico si se sospecha el
embarazo ectópico y poder hacer un diagnóstico rápido que evite complicaciones
como la extirpación de la trompa.
Si ́ntomas que pueden indicar embarazo ectópico
Diagnóstico
Los dos métodos más importantes a la hora de diagnosticar un embarazo ectópico
son la determinación de la hormona beta-hCG en sangre y la ecografía
transvaginal.
La medición de la hormona β-hCG en sangre es una prueba cuantitativa que informa
a las mujeres de una posible gestación en función de las semanas de embarazo. Se
realiza sobre todo a las pacientes sometidas a una técnica de reproducción asistida.
Si el test de embarazo en sangre es positivo, posteriormente se confirma el
embarazo con una ecografía de ultrasonido 2 semanas después para poder ver la
presencia del saco embrionario.
En caso de no observarse ningún saco dentro del útero con una β-hCG positiva, debe
valorarse la posibilidad de un embarazo ectópico, el cual deberá confirmarse con un
nuevo análisis de los valores de β-hCG y otros marcadores bioquímicos como la
progesterona, la proteína placentaria 14, Ca-125 y creatina fosfoquinasa entre otros.
En un embarazo ectópico, la hormona beta-hCG no se eleva rápidamente como en
un embarazo normal y, por tanto, los niveles se mantienen bajos.
Tratamiento
Muchos de los embarazos ectópicos suelen resolverse solos, mediante un aborto
espontáneo que generalmente es tubárico. Si esto no se produce de manera natural,
será necesario interrumpir el embarazo mediante tratamiento quirúrgico o
tratamiento médico con fármacos quimioterapéuticos como el metotrexato.
La elección médica de un tratamiento u otro se valora según las pruebas diagnósticas
y los síntomas que presenta la paciente, la cual debe ser informada de las ventajas
e inconvenientes de cada tratamiento.
En el supuesto grave de rotura de la trompa y shock, será necesario llevar a cabo
otras intervenciones como la transfusión de sangre e incluso una salpingectomía si
la trompa estuviera muy dañada.
Preguntas de los usuarios
¿A cuántas semanas puede detectarse el embarazo ectópico?
Con el análisis de la hormona beta-hCG en sangre, el embarazo ectópico puede
empezar a sospecharse ya con 5 semanas de gestación si no se produce un aumento
normal de esta hormona, la cual debe duplicarse cada 48 horas aproximadamente.
¿Un embarazo ectópico puede llegar a término?
La respuesta en sí, aunque en todo el mundo se han dado muy pocos casos de éxito
en cuanto al nacimiento de bebés de embarazos ectópicos ováricos y abdominales.
No obstante, un embarazo ectópico puede resultar muy peligroso para la madre y
los médicos recomiendan abortar cuanto antes.
¿Cuánto tiempo dura un embarazo ectópico?
Un embarazo ectópico no va más allá del primer trimestre. Normalmente, las
pacientes empiezan a sangrar y a tener fuertes molestias en la semana 6 o 7 de
gestación, lo cual les provoca un aborto espontáneo o las lleva a acudir al hospital
para tener un diagnóstico. Tan pronto como se confirme el embarazo extrauterino,
deberá eliminarse con fármacos quimioterapéuticos o una intervención quirúrgica.

Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia es una complicación del embarazo que causa hipertensión
arterial (presión alta), daños a los riñones y otros problemas. Es una condición
potencialmente mortal que afecta a alrededor del 5 % de las mujeres
embarazadas.

Aunque no siempre se presenten síntomas, la preeclampsia puede ser muy


peligrosa para ti y para tu bebé, incluso si te sientes perfectamente bien. Es por
eso que tu médico te hará pruebas a cada consulta prenatal, verificando tu presión
arterial y, si está alta, haciéndote una prueba de proteína en la orina.

La preeclampsia se manifiesta con más frecuencia en el último trimestre. No


obstante, puede aparecer en cualquier momento durante la segunda mitad del
embarazo, así como también durante el parto o incluso en las primeras seis
semanas después de dar a luz.

La preeclampsia puede ser de leve a severa y progresar lenta o rápidamente. Si


no se trata, esta condición puede derivar en complicaciones muy serias para ti y
para tu bebé, como el síndrome de HELLP y la eclampsia (más detalles a
continuación).
GALERÍA DE FOTOS
Embarazo sano en 10 pasos
Consejos para tu alimentación y bienestar.
¿Cómo puede la preeclampsia afectarme a mí y a mi bebé?
La mayoría de las mujeres que tienen preeclampsia presentan un caso leve poco
antes de la fecha prevista para el parto, y tanto ellas como sus bebés evolucionan
bien con el cuidado médico adecuado.

Cuanto más temprano se manifieste la preeclampsia en el embarazo y cuanto más


intensa sea, mayores serán los riesgos para ti y para tu bebé, ya que esta
condición siempre aumenta considerablemente la posibilidad de desarrollar
complicaciones graves.

Cuando la preeclampsia es fuerte, puede afectar muchos órganos y causar


problemas graves o incluso potencialmente mortales. Por esto será necesario
que des a luz prematuramente si tu estado es grave o empieza a empeorar.

La preeclampsia provoca que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que genera


hipertensión y disminución del riego sanguíneo. Esto puede afectar a muchos
órganos de tu cuerpo, como el hígado, los riñones y el cerebro.

Las alteraciones en los vasos sanguíneos a causa de la preeclampsia pueden


hacer que los capilares "pierdan" líquido en los tejidos, lo cual produce hinchazón
(edema). Cuando los pequeños vasos sanguíneos de los riñones pierden líquido,
la proteína que hay en el torrente sanguíneo se elimina al orinar. (Es normal tener
una cantidad pequeña de proteína en la orina pero si sobrepasa un nivel
determinado, esto puede indicar algún problema).

Además, si hay un menor riego sanguíneo hacia el útero, el bebé puede tener
problemas como bajo crecimiento, muy poco líquido amniótico y desprendimiento
prematuro de placenta (cuando la placenta se separa de la pared uterina antes del
parto).

También ten en cuenta que, si es necesario que des a luz antes de tu fecha de
parto para proteger tu salud y salvar la vida del bebé, el bebé puede tener
problemas relacionados con su nacimiento prematuro.

Síntomas de la preeclampsia
La preeclampsia no siempre tiene síntomas obvios, sobre todo durante su fase
inicial, y los síntomas pueden variar de una mujer a otra.
Algunos de los síntomas de la preeclampsia, como la hinchazón, las náuseas y el
aumento de peso, podrían ser vistos como molestias normales del embarazo. Es
por ello que es importante saber reconocer los signos de alerta de esta condición.

Una hinchazón inexplicable es la señal más común. Llama a tu médico o partera


inmediatamente si notas, además, alguno de los siguientes síntomas:

 Hinchazón en la cara o alrededor de los ojos.


 Hinchazón notable en las manos.
 Hinchazón repentina o excesiva en los pies o tobillos.
 Aumento de peso superior a 2 kg (unas 4 libras) en una semana (normalmente
esto se debe a la retención de líquidos).

Nota: no todas las mujeres con preeclampsia presentan hinchazón muy visible o
un incremento de peso drástico, y no todas las mujeres que presentan hinchazón
o rápido aumento de peso tienen preeclampsia.

Llama a tu doctor inmediatamente si tienes cualquiera de los siguientes signos de


alerta de la preeclampsia severa:

 Dolor de cabeza fuerte o persistente.


 Alteraciones de la vista, como visión doble, borrosa, con puntos o destellos de luz;
sensibilidad a la luz o pérdida temporal de la visión.
 Molestias fuertes o dolor intenso al palpar la parte superior del abdomen.
 Náuseas o vómitos (en el segundo o tercer trimestre).
 Dificultad para respirar.
¿Cómo se diagnostica la preeclampsia?
Tu doctor revisará tu presión arterial y te hará un análisis de orina. Si
tienes hipertensión y proteína en la orina te diagnosticarán preeclampsia. Incluso
si no presentas proteína en la orina pero tienes hipertensión, el doctor podría
pedirte que te realices otras pruebas.

Hipertensión

Se considera que tienes hipertensión arterial si tienes un valor sistólico de 140 o


mayor, o un valor diastólico de 90 o superior. Debido a que la tensión arterial
puede fluctuar durante el día, será necesario que la revisen más de una vez para
verificar que esté constantemente alta.

Proteína en la orina

La enfermera también introducirá una tira reactiva en la muestra de la orina para


averiguar si hay proteína. Si la hay, es posible que te pidan que recolectes orina a
lo largo de 24 horas para después analizarla. Esta es la forma más precisa de
medir el contenido de proteína en la orina. Un resultado de 300 miligramos de
proteína en un plazo de 24 horas es un signo de preeclampsia.

Relación proteína/creatinina

Otra prueba para detectar la preeclamsia es la relación proteína/creatinina. (La


creatinina es un subproducto de nuestro metabolismo que se filtra a través de los
riñones).

Este examen es más fácil de realizar porque requiere una muestra única de orina,
y que se puede colectar en cualquier horario, y muchas veces se ofrece como
sustituto a la prueba de orina de 24 horas. Si los resultados son superiores a 0.3
miligramos por decilitro, podrías tener preeclampsia.
¿Qué es el síndrome de HELLP?
Algunas mujeres con preeclampsia grave presentarán un trastorno denominado
"Destrucción de glóbulos rojos o hemólisis, transaminasas elevadas y bajo conteo
de plaquetas" (HELLP por sus siglas en inglés).

Esta complicación puede suceder antes del nacimiento del bebé o después del
parto, y puede generar en ti y en el bebé un mayor riesgo de presentar los mismos
tipos de problemas que tendrías en el caso de una preeclampsia severa. Si
desarrollas preeclampsia, te harán un análisis de sangre periódicamente para
verificar que no haya ningún signo del síndrome de HELLP.

¿Qué es la eclampsia?
En raras ocasiones, la preeclampsia puede desencadenar convulsiones, una
complicación llamada eclampsia. La eclampsia puede poner en riesgo la vida de la
madre y también la del bebé.

Antes de las convulsiones, una mujer puede tener otros síntomas como:

 Dolor de cabeza intenso o persistente.


 Alteraciones en la vista (visión borrosa o con puntos, sensibilidad a la luz).
 Confusión mental.
 Dolor intenso en la parte superior del abdomen.

A veces las convulsiones aparecen sin previo aviso. Por esta razón a todas las
mujeres que padecen preeclampsia severa se les da sulfato de magnesio, un
anticonvulsivo, antes y después del parto.

¿Qué causa la preeclampsia?


Los especialistas creen que la preeclampsia está relacionada con un riego
sanguíneo reducido a la placenta y que, en muchos casos, en realidad existe
desde el principio del embarazo, bastante antes de que se manifiesten los
síntomas.

Esto podría suceder si la placenta no se implanta correctamente en las paredes


del útero y las arterias de esa zona no se dilatan como deberían, de manera que
llega menos sangre a la placenta. La hipertensión crónica y la diabetes también
pueden disminuir el riego sanguíneo hacia la placenta.

Hay estudios que indican que los cambios en el riego sanguíneo hacia la placenta
pueden liberar en tu torrente sanguíneo altos niveles de ciertas proteínas de la
placenta. Esto puede producir una serie de efectos complejos, entre los que se
incluyen los siguientes:

 Vasoconstricción (que provoca hipertensión).


 Daños en las paredes de los vasos sanguíneos (que provocan hinchazón y
proteína en la orina).
 Una reducción del volumen de la sangre.
 Alteraciones en la coagulación sanguínea.

No está claro por qué les sucede a algunas mujeres y a otras no, y es posible que
no haya una única explicación. Podría deberse a la genética, a la nutrición, a
ciertas enfermedades subyacentes y a la manera en que el sistema inmunitario
reacciona al embarazo, entre otros factores.

Factores de riesgo de la preeclampsia


Es más común desarrollar preeclampsia en el primer embarazo. Sin embargo, una
vez que has tenido preeclampsia, el riesgo de que vuelva a manifestarse en los
embarazos siguientes es mayor.

Cuanto más grave es la preeclampsia y más temprano la padeces, mayor es el


riesgo. De hecho, si tuviste preeclampsia severa y esta comenzó antes de las 29
semanas del embarazo, el riesgo de que la vuelvas a padecer puede ser de un 40
% o más. Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:

 Tener un familiar cercano que haya tenido preeclampsia (por ejemplo: madre,
hermana, abuela o tía).
 Tener obesidad (tener un índice de masa corporal de 30 o más).
 Estar esperando dos o más bebés.
 Tener menos de 20 años o más de 35.
 Haberse sometido a una fertilización in vitro.

También eres más propensa a desarrollar preeclampsia si tienes algunos


problemas médicos, incluyendo:
 Hipertensión crónica o diabetes gestacional.
 Ciertos trastornos de coagulación sanguínea, como la trombofilia o el síndrome
antifosfolipídico.
 Diabetes o una enfermedad de los riñones.
 Una enfermedad del sistema inmunitario, como el lupus.

Si tienes un alto riesgo de desarrollar preeclampsia, tu médico querrá verte con


mayor frecuencia durante el tercer trimestre del embarazo para que sea más fácil
detectar temprano esta condición.

¿Cómo se trata la preeclampsia?


Depende del grado de gravedad, de cuántas semanas de embarazo tengas y de
cómo se encuentre tu bebé. Probablemente te hospitalizarán al menos para
hacerte una evaluación inicial y posiblemente durante el resto del embarazo.

Para determinar la gravedad del problema, tu médico verificará tu presión


sanguínea, te hará análisis de orina y te pedirá una serie de análisis de sangre.
También te harán una ecografía para controlar el crecimiento del bebé, un perfil
biofísico y una cardiotocografía en reposo para ver cómo se encuentra el bebé.

Si tienes preeclampsia y te encuentras en la semana 37 o más, probablemente


te provocarán el parto, especialmente si el cuello uterino está comenzando a
afinarse y dilatarse. (Si hay signos de que tú o tu bebé no pueden tolerar el parto,
te practicarán una cesárea).

Si todavía no estás en la semana 37, tu condición parece estable y tu bebé está


bien, posiblemente no necesites dar a luz de inmediato. Quizás permanezcas
internada para que te puedan hacer controles. O puede que te envíen a casa y te
pidan que controles tu tensión sanguínea regularmente.

La mayoría de los médicos sugieren reducir las actividades o hacer algo de


reposo, ya que la presión sanguínea suele ser más baja mientras descansas. El
reposo absoluto, en el que te obligan a permanecer en cama por periodos
prolongados, no se recomienda y aumentaría el riesgo de que se formaran
coágulos de sangre.

No tendrás que seguir ninguna dieta especial, ni tampoco reducir tu ingesta de sal.
Pero no olvides que deberás descansar. Si normalmente eres tú quien se encarga
de ir al mercado y cocinar, por ejemplo, tendrás que dejárselo a tu pareja, o
solicitar la ayuda de familiares y amigos.

Independientemente de si te encuentras en tu casa o en el hospital, tú y tu bebé


serán sometidos a controles rigurosos durante el resto del embarazo. Si estás en
tu casa, esto significará que deberás hacer visitas frecuentes al médico para que
verifique tu tensión sanguínea y te haga análisis de orina (y posiblemente análisis
de sangre), y además para que te hagan ecografías y cardiotocografías en reposo.
También tendrás que contar los movimientos fetales todos los días.

Si en algún momento los síntomas indican que la preeclampsia está empeorando


o que tu bebé no está bien, te volverán a internar y posiblemente tendrás que dar
a luz. No es raro que la preeclampsia se agrave durante el parto, por eso te harán
controles rigurosos durante todo el parto.

¿Cómo se trata la preeclampsia grave?


Si te diagnostican preeclampsia grave, tendrás que pasar el resto del embarazo en
el hospital. Y puede ser que te trasladen a un hospital en donde pueda atenderte
un especialista en embarazos de alto riesgo. Te darán sulfato de magnesio por vía
intravenosa para prevenir convulsiones y otra medicación para bajar la tensión
arterial, si es que se encuentra demasiado alta.

Si estás en la semana 34 o más, te inducirán el parto o, en ciertas


circunstancias, te practicarán una cesárea.

Si todavía no llegaste a la semana 34, te administrarán corticoesteroides para


ayudar a que los pulmones del bebé maduren más rápido. Si no das a luz
inmediatamente, tú y tu bebé serán sometidos a controles sumamente rigurosos.

Te inducirán el parto o te practicarán una cesárea al primer indicio de que la


preeclampsia está empeorando o si tu bebé no está bien, independientemente del
momento del embarazo en que te encuentres.

¿Qué pasa si tengo preeclampsia durante o después del parto?


Si desarrollas preeclampsia durante o después del parto, te harán controles
rigurosos. Según tu situación particular, puede ser que te administren
medicamentos para prevenir convulsiones, y medicación para bajar la tensión.

Después del parto, permanecerás bajo estricta supervisión durante algunos días
para verificar tu tensión arterial y controlar que no haya indicios de otras
complicaciones. La tensión arterial empieza a bajar en un día más o menos, en la
mayoría de las mujeres, especialmente si tienen preeclampsia leve. En casos más
severos, la tensión arterial puede permanecer elevada por más tiempo.

Si tu presión arterial se mantiene elevada, seguramente te administren sulfato de


magnesio por vía intravenosa, durante por lo menos 24 horas después del
parto para ayudar a prevenir las convulsiones. (Lo más probable es que te
manden a casa con medicación para controlar la tensión arterial).

Algunas veces, la preeclampsia, eclampsia y el síndrome de HELLP ocurren


después del parto, generalmente durante las primeras 48 horas. Pero podrían
ocurrir hasta cuatro semanas después de dar a luz.
Probablemente te tomarán la tensión en la primera semana después de salir del
hospital, pero si notas cualquiera de los signos de preeclampsia o de HELLP,
como un fuerte dolor de cabeza, dolor en la parte superior del abdomen o cambios
en la visión, comunícate inmediatamente con tu médico.

¿Cómo puedo prevenir la preeclampsia?


No se sabe cómo se puede evitar la preeclampsia, aunque existen muchas
investigaciones en curso.

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus siglas en


inglés) y el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos
recomienda que las mujeres con alto riesgo de desarrollar preeclampsia empiecen
a tomar una baja dosis de aspirina después de las 12 semanas de embarazo.

La terapia a base de pequeñas dosis de aspirina se usa para prevenir la


preeclampsia, pero no para tratarla. Pregúntale a tu doctor si serías una buena
candidata para la terapia de aspirina. Si empiezas esta terapia y luego desarrollas
preeclampsia, asegúrate de verificar con tu médico si debes dejar de tomar la
aspirina.

Advertencia: no tomes nunca aspirina durante el embarazo a menos que te lo


recomiende tu doctor.

Aparte de eso, lo mejor que puedes hacer es recibir buena atención


prenatal durante el embarazo y asistir a todas las consultas.

En cada visita, tu médico controlará tu tensión arterial y analizará tu orina para


estar seguro de que no contenga proteína. Es también importante que sepas
reconocer los síntomas de la preeclampsia, de manera que puedas poner a tu
médico sobre aviso y recibir el tratamiento adecuado cuanto antes si los síntomas
se manifiestan.

https://espanol.babycenter.com/a700346/preeclampsia#ixzz5GTyHMeww

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