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INTRODUCCIÓN

El derecho a la vida es un derecho universal, es decir que le corresponde a todo ser


humano. Es un derecho necesario para poder concretizar todos los demás derechos
universales. El derecho a la vida significa tener la oportunidad de vivir nuestra propia
vida. Si no hay vida, no tiene sentido que existan los demás derechos fundamentales.
El derecho a la vida constituye uno de los derechos básicos del hombre, reconocido por
los ordenamientos jurídicos a nivel internacional, no siendo la excepción el ordenamiento
civil peruano, que presenta una posición personalista o humanista, más aún si se reconoce
al derecho a la vida como un derecho esencial de la persona y en tal sentido es objeto de
protección jurídica.
Nuestro ordenamiento concibe que el derecho a la vida detenta un carácter irrenunciable
y además resulta inherente a la persona humana, en tal sentido resulta primordial entre
los demás derechos de la persona y sobre todo que constituye presupuesto de los demás.
Es evidente que si no existiera el derecho a la vida carecería de sentido pronunciarse con
relación a los demás derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico, es por ello que
se afirma que constituye un presupuesto de los demás, y bajo esta perspectiva ha sido así
tratado en los diferentes ordenamientos, como en el peruano.
A pesar que es evidente la importancia dentro del mundo del Derecho, el reconocimiento
al Derecho a la Vida, sin embargo resulta más evidente aún, que éste no constituye un
derecho absoluto, pues es inevitable que existan conflictos con otros derechos, debido a
la diferente concepción o visión que se puede adoptar con relación a ella.

EN EL MUNDO
 LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN
UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos
los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como
las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por
medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados
Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
 Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona
Las personas que redactaron la Declaración Universal de Derechos Humanos
(DUDH) en 1948 tenían frescos en su memoria los campos de concentración nazis
y la matanza de millones de seres humanos organizada por el Estado simplemente
porque no eran el tipo de persona "correcta".
El artículo 3, y los artículos 5 y 9, contra la tortura y el arresto arbitrario, están
íntimamente relacionados y son una firme renuncia a la creencia de Hitler en la
supremacía del Estado para controlar la vida de las personas.
Cuando se adoptó la DUDH el 10 de diciembre de 1948, sólo 14 países habían
abolido la pena de muerte. Setenta años después, más de dos tercios de los Estados
miembros de la ONU lo han hecho y ya no la aplican
El derecho a la vida se ha convertido en uno de los derechos fundamentales
aceptado por muchos países; el 77 por ciento de las constituciones del mundo
incluyen este derecho; en 1945, fecha en que se fundó la ONU, sólo el 27 por
ciento de las constituciones vigentes lo contenían.
Las amenazas a la vida no sólo provienen de ejecutores estatales, sino a veces por
parte de las parejas, por parte de extraños, por parte de padres; y las mujeres
de todas las edades siguen sufriendo una protección legal y física inadecuada por
parte de las autoridades e instituciones del Estado.
El artículo 3 abarca mucho más que la prohibición de la pena de muerte. Este
artículo es fundamental para disfrutar de todos los demás derechos: al fin y
al cabo, hay que estar vivo para ejercer la libertad de expresión, casarse o tener
una nacionalidad.
Algunas personas han argumentado que el artículo 3 abarca muchos otros
temas: la falta de atención médica que conduce a la muerte, las ejecuciones
extrajudiciales, incluso el uso de municiones por parte de la policía contra
manifestantes anónimos.

EN EL PERÚ
 CONSTITUCION POLITICA DEL PERU – 1993
TITULO I : DE LA PERSONA Y DE LA SOCIEDAD
CAPITULO I: DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA PERSONA
Artículo 2.- Derechos fundamentales de la persona Toda persona tiene derecho:
A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre
desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
favorece.

 Desde su concepción
EMBRIÓN DEBE SER PROTEGIDO COMO PERSONA. El Derecho peruano
reconoce la personalidad jurídica del embrión como ser humano en sentido pleno
y protege la vida desde la fecundación hasta la muerte natural. Es sujeto de
derechos desde su concepción. Por lo tanto tenemos normas protectoras de la vida
humana y de la persona física.
El Código civil, en su artículo 1° regula lo siguiente: LA VIDA HUMANA
COMIENZA CON LA CONCEPCIÓN. EL CONCEBIDO ES SUJETO DE
DERECHO PARA TODO CUANTO LE FAVORECE. LA ATRIBUCIÓN DE
DERECHOS PATRIMONIALES ESTÁ CONDICIONADA A QUE NAZCA
VIVO.

 Aborto y derecho a la vida


El aborto es la interrupción del proceso de desarrollo fisiológico del embarazo,
causando la muerte del producto de la concepción o feto dentro o fuera del claustro
materno.
CODIGO PENAL
CAPITULO II: EL ABORTO
ARTÍCULO 114: AUTOABORTO
La mujer que causa su aborto, o consiente que otro le practique, será reprimida
con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio
comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.
Artículo 115.-Aborto consentido El que causa el aborto con el consentimiento
de la gestante, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro años. Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo
prever este resultado, la pena será no menor de dos ni mayor de cinco años.
Artículo 116.-Aborto sin consentimiento El que hace abortar a una mujer sin su
consentimiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de cinco años. Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever
este resultado, la pena será no menor de cinco ni mayor de diez años.
Artículo 117.-Agravación de la pena por la calidad del sujeto El médico, obstetra,
farmacéutico, o cualquier profesional sanitario, que abusa de su ciencia o arte
para causar el aborto, será reprimido con la pena de los artículos 115 y 116 e
inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 4 y 8.
Artículo 118.-Aborto preterintencional El que, con violencia, ocasiona un
aborto, sin haber tenido el propósito de causarlo, siendo notorio o constándole
el embarazo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos
años, o con prestación de servicio comunitario de cincuenta y dos a ciento
cuatro jornadas.
Artículo 119.-Aborto terapéutico No es punible el aborto practicado por un
médico con el consentimiento de la mujer embarazada o de su representante
legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante
o para evitar en su salud un mal grave y permanente.

 Eutanasia
Se define como la acción u omisión que acelera la muerte de un paciente
desahuciado con la intención de evitar sufrimientos. El concepto está asociado a
la muerte sin sufrimiento físico.
Eutanasia (del griego "eu" -bien- y "thanatos" -muerte) es la actuación de darle
una muerte digna a un ser humano para evitarle sufrimientos, generalmente con
el consentimiento del paciente. Se distinguen tres variantes, según se dé muerte al
paciente mediante un acto positivo (eutanasia activa),
Otra dificultad vinculada al derecho a la vida es la eutanasia, proviniendo de las
voces griegas eu (bueno) y thanatos (muerte), es decir “muerte buena”. Este
concepto se degeneró a tal forma que se pensaba que la población en exceso debía
eliminarse, así como los miembros menos necesarios, lo que recaía lógicamente
en los viejos y los infantes.

Frente a la problemática de la eutanasia, debemos precisar entre la aplicación de


un tratamiento médico donde es inadmisible la eutanasia; y la prolongación
artificial de la vida humana, en donde lo único que cabe es que la naturaleza siga
su proceso normal. El ser humano nace, crece y muere. Es contrario al más
elemental sentimiento de lo justo y lo bueno prolongar la agonía de un enfermo,
pero para proceder a ello, es necesaria, previamente, una autorización judicial. Tal
posición ha asumido la jurisprudencia comparada.

Para el caso peruano en nuestro Código Penal se regula el “homicidio piadoso” y


lo tipifica en su art. 112º del modo siguiente: "el que, por piedad, mata a un
enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a
sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de tres años".
Este tipo legal resulta una figura delictiva bastante atenuada, si la comparamos
con el homicidio simple (art. 106 del mismo cuerpo normativo) el cual condena
al sujeto activo con una pena privativa de libertad no menor de seis, ni mayor de
veinte años.

Las legislaciones penales han abordado el problema de la muerte buena desde dos
ángulos primordialmente, ya sea sancionándola o eximiendo de responsabilidad.
Actualmente muchas tratadistas han contemplado que el derecho a la vida no se
limita solamente al estado biológico de la existencia, sino al de vivir con ciertas
condiciones mínimas, y es por ello que en determinadas circunstancias, la persona
puede decidir tener una muerte digna, evitando la prolongación artificial de la
agonía.

Sin embargo, esto no resulta tan sencillo pues no siempre se puede hablar de
sufrimiento del enfermo, que es uno de los presupuestos del acto eutanásico; al
respecto solo basta imaginarse el caso referido al estado de coma prolongado
donde el enfermo no está consciente, y no es posible admitir si existe o no
sufrimiento, y por lo tanto, poner fin a un coma prolongado e irreversible no
debería ser definido como "eutanasia”.
Se afirma que: "de hecho, parece legítimo hablar de "derecho a la muerte",
expresión que no designa el derecho de procurarse o de hacerse procurar la muerte
como se desea, sino el derecho de morir con toda serenidad, con dignidad humana
y cristiana”.

La finalidad del acto eutanásico es aquel de provocar la muerte, mientras el dejar


morir significa no poner en obra aquellos medios terapéuticos que podrían sólo
prolongar la agonía del paciente, sin una razonable esperanza de suceso.
De acuerdo al código Penal
TÍTULO I: DELITOS CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LASALUD
CAPÍTULO I: Homicidio
Homicidio piadoso
Artículo 112°.-El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de
manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años.

 La Pena de Muerte
Solís Espinoza apunta que: "La pena es la restricción o eliminación de algunos
derechos, impuesta conforme a ley por los órganos jurisdiccionales competentes,
al culpable de una infracción penal”. Otros opinan que la pena es un mal jurídico
con el que se amenaza a todas las personas, y se aplica a los que delinquen en
calidad de retribución de los actos cometidos, cuyo fin primordial es el impedir la
comisión de otro delito.

Dentro de la variedad de penas existentes encontramos la de muerte, que ha sido


objeto de porfiadas discusiones, creyéndose que la seguridad social se puede
lograr por otros medios compatibles con la vida de los criminales. El mencionado
problema no puede ser resuelto en un plano puramente jurídico y técnico, pues
además se trata de una discusión moral cuya solución servirá para la aceptación o
no de la pena capital.
En nuestra Carta Magna la pena de muerte, tal como lo prescribe el art. 140, "sólo
puede aplicarse por el delito de traición a la patria en caso de guerra, y del
terrorismo, conforme a las leyes y a los tratados de los que el Perú es parte
obligada".

Es conocido que la finalidad de las penas debe dirigirse a la readaptación del


criminal. Es del todo inadmisible sostener que la seguridad social de un Estado
reposará sobre los cadáveres de los ejecutados por esta pena, que no debe pasar
de la oscura historia de la sociedad y del Derecho. La pena de muerte no readapta
al criminal.
CONCLUSIONES:
 El ser humano tiene derecho a concebir o a no concebir; pero no se puede
afirmar que tiene el derecho de eliminar al ser que ya está concebido, por
cuanto este último es titular del derecho a la vida en idéntica magnitud que
su progenitor.
 El derecho a la vida constituye un derecho irrenunciable y elemental del
ser humano y que sirve de presupuesto para los demás derechos.
 El concebido goza también de protección por parte del ordenamiento
jurídico y en tal sentido al ser el derecho a la vida un derecho
extramatrimonial o no patrimonial, debe gozar del mismo sin restricción o
limitación alguna.
 Los límites que el sistema jurídico ha recogido en relación al derecho a la
vida de las personas, son la pena de muerte, la legítima defensa y el estado
de necesidad; en el caso del derecho a la vida del concebido, el límite es
el aborto.
 Más allá de toda creación teórica, debemos recordar que la vida es un valor
que todos debemos respeta.
Bibliografía
Medina Frisancho, J. L. (01 de Mayo de 2019). LA EUTANASIA EN EL CÓDIGO
PENAL PERUANO. Obtenido de
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/temas/t_20100407_01.pdf
Ministerio de Jusiticia. (Mayo de 2016). Código Penal. Obtenido de
http://spij.minjus.gob.pe/content/publicaciones_oficiales/img/CODIGOPENAL.
pdf
Pacheco Zerga, L. (Mayo de 2007). EL “DERECHO DE MORIR” Y EL DEBER DE
MATAR” POR RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA". Obtenido de
https://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/11042/2623/deber_mori_deber_mat
ar_respeto_dignidad_humana.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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