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Paradigm as, Met áforas y resolución de

problem as en Teoría de la organización


Au t or : Ga r e t h M or ga n - Adm in ist r a t ive Scie n ce Qu a r t e r ly/ 6 0 5

El pr opósit o de e st e e n sa yo e s pr e se n t a r los e le m e n t os
de u n a cr ít ica h u m a n ist a r a dica l qu e su gie r e qu e la disciplin a
de la t e or ía de la s or ga niza cion e s se h a e n ca r ce la do por su s
m e t á for a s, y e st im u la r u n a con cie n cia m e dia n t e la cu a l pu e da
e m pe za r a libe r a r se .
El e n sa yo e x plor a la r e la ción e n t r e pa r a digm a s,
m e t á for a s y solu ción de pr oble m a s, m ost r a n do com o la t e or ía
de la s or ga n iza cion e s y la in ve st iga ción se con st r u ye n e n u n
e n t or n o de a su n cion e s da da s por cie r t a s. Son e x a m in a da s la
n a t u r a le za m e t a fór ica de la t e oría y la s im plica ncia s de l u so de
m e t á for a s pa r a la con st r u cción de t e or ía . Se su gie r e u n
plu r a lism o m e t a fór ico y m e t odológico qu e pe r m it a e l
de sa r r ollo de n u e va s pe r spe ct iva s pa r a e l a n á lisis de
or ga n iza cion e s. M ie n t r a s qu e la or t odox ia se ba sa e n u n a s
poca s m e t á for a s ca r a ct e r íst ica s de l pa r a digm a fu n cion a list a ,
m e t á for a s ca r a ct e r íst ica s de ot r os pa r a digm a s - qu e de sa fía n
los pr e su pu e st os bá sicos de la or t odox ia - m u e st r a n t e n e r
m u ch o que ofr e ce r .

Para el hij o de un granj ero que fue criado en los est rechos
confines de su pueblo y pasó t oda su vida en el lugar donde nació, el
m odo de pensar y hablar caract eríst ico de su pueblo es algo que se
da com plet am ent e por asum ido. Pero para el chico de cam po que va
a la ciudad y se adapt a gradualm ent e a la vida en la ciudad, el m odo
rural de vivir y hablar dej a de ser algo dado por sent ado. Ha
conseguido un ciert o alej am ient o de ese est ilo, y ahora dist ingue, t al
vez bast ant e conscient em ent e, ent re los m odos “ rural” y “ urbano” de
pensar. En est a dist inción reside el principio del acercam ient o que la
sociología del conocim ient o busca desarrollar en det alle. Eso que en
un grupo dado es acept ado com o absolut o, aparece para alguien de
afuera com o condicionado por la sit uación del grupo y reconocido
com o parcial ( en est e caso, com o “ rural” ) . Est e t ipo de conocim ient o
presupone una perspect iva m as despoj ada. ( Mannheim )
Mannheim ut iliza est e ej em plo de la urbanización del chico de
cam po para ilust rar com o los m odos de pensar el m undo son
m ediados por el ent orno social, y com o la adquisición de nuevos
m odos de pensar dependen del salir de la ant igua visión del m undo.
Est e ej em plo es un punt o de part ida convenient e para un análisis de
la t eoría de las organizaciones que pret enda exam inar, t ant o el m odo
en que los t eóricos de las organizaciones t rat an de ent ender su
obj et o de est udio, com o la form a en que pueden em pezar a conseguir
- en ciert a m edida- un alej am ient o de las m aneras ort odoxas de
pensar. Los t eóricos de las organizaciones, com o cient íficos de ot ras
disciplinas, abordan su m at eria frecuent em ent e desde un m arco de
referencia basado en presupuest os que son t om ados por ciert os. A t al
punt o que est as asunciones son cont inuam ent e afirm adas y
reafirm adas por cient íficos colegas, y ot ros con los que int eract úa la
organización, pudiendo perm anecer, no solo sin ser cuest ionados,
sino sin ser advert idos conscient em ent e. En est e sent ido, el m odo
ort odoxo de ver el m undo puede asum ir un est at us de realidad
rut inaria, y puede ser dado por ciert o t al com o el m odo de ver el
m undo del granj ero de Mannheim que se quedó en la casa. La
nat uraleza parcial y aut osuficient e de la ort odoxia solo se t orna
aparent e, al grado que los t eóricos exponen presupuest os básicos al
desafío de los m odos de ver alt ernat ivos y com ienzan a apreciar est as
alt ernat ivas a su m anera.

PARAD I GM AS, M ETÁFORAS Y SOLUCI ÓN D E PROBLEM AS

Para ent ender la nat uraleza de la ort odoxia en t eoría de las


organizaciones, es necesario ent ender la relación ent re los m odos
específicos de t eorización e invest igación y los m odos de ver el
m undo que reflej an. Es út il em pezar con el concept o de paradigm a
que se hizo popular con Kuhn , aunque el concept o ha sido obj et o de
un rango am plio y confuso de int erpret aciones. Est o es - en part e-
porque el m ism o Kuhn ut ilizó el concept o de paradigm a en no m enos
de veint iún m aneras diferent es ( Mast erm an) , consist ent es con t res
grandes sent idos del t érm ino: ( 1) com o una visión com plet a de la
realidad, o form a de verla, ( 2) com o relacionado a la organización
social de la ciencia en t érm inos de las escuelas de pensam ient o,
relacionadas con form as part iculares de logros cient íficos, y ( 3) Com o
relacionado a la ut ilización concret a de t ipos específicos de
herram ient as y t ext os para el procesam ient o de la solución cient ífica
de problem as. ( Figura 1)

Pa r a digm a s
Realidades
alt ernat ivas

M e t á for a s
Bases de las
escuelas de
pensam ient o

Act ivida de s de solu ción de pr oble m a s


Basadas en herram ient as y t ext os específicos

Figu r a 1 . Pa r a digm a s, m e t á for a s y r e solu ción de pr oble m a s:


Tr e s con ce pt os pa r a e n t e n de r la n a t u r a le za y or ga n iza ción de
la s cie n cia s socia le s.
Probablem ent e una de las im plicancias m as im port ant es del
t rabaj o de Kuhn surge de la ident ificación de paradigm as com o
realidades alt ernat ivas; el uso indiscrim inado del concept o de
paradigm a con ot ros sent idos t iende a t apar est e abordaj e básico. El
t érm ino “ paradigm a” , es, por lo t ant o, ut ilizado aquí - en su sent ido
m et at eórico o filosófico- para denot ar una visión im plícit a o explícit a
de la realidad. Cualquier análisis adecuado del rol de los paradigm as
en la t eoría social debe descubrir los presupuest os de base que
caract erizan y definen cualquier m odo de ver el m undo, para que sea
posible encont rar lo que es com ún a las perspect ivas de los t eóricos,
cuyo t rabaj o puede parecer, de ot ro m odo y a un nivel m as
superficial, diverso.
Cualquier paradigm a m et at eórico o visión del m undo puede
incluir diferent es escuelas de pensam ient o, que son generalm ent e
diferent es m aneras de abordar y est udiar una realidad com part ida o
visión del m undo ( El nivel de m et áfora de la figura 1) . Se va a argüir
en est e art ículo que las escuelas de pensam ient o en ciencias sociales,
( esas com unidades de t eóricos que se subscriben a perspect ivas
relat ivam ent e coherent es) se basan en la acept ación y uso de
diferent es t ipos de m et áforas com o bases para la invest igación.
En el nivel de análisis de resolución de problem as ( Figura 1) , es
posible ident ificar m uchos t ipos de act ividades de invest igación que
buscan operacionalizar las im plicaciones det alladas de las m et áforas,
definiendo una escuela de pensam ient o en part icular. En est e nivel de
análisis det allado, m uchos t ext os específicos, m odelos, y
herram ient as de invest igación, com pit en por la at ención de los
t eóricos, y gran part e de la invest igación y debat e en ciencias
sociales est án concent rados en est e nivel. Est o abarca lo que Kuhn
( 1962) describió com o “ ciencia norm al.” En la t eoría de las
organizaciones, por ej em plo, el libro de Thom pson ( 1967) , Las
organizaciones en acción, t erm inó sirviendo com o declaración,
m odelo y principal punt o de part ida para los t eóricos int eresados en
la t eoría de cont ingencia, que desarrolla abordaj es desarrollados por
la m et áfora organisist a ( Burrel y Morgan, 1979) . Las num erosas
proposiciones ofrecidas en el libro de Thom pson han generado una
gran cant idad de invest igación sobre resolución de problem as, en las
que los presupuest os m et afóricos subyacent es al m odelo de
Thom pson, son dados por sent ado com o una form a de ent ender las
organizaciones.
Viendo lo est recham ent e conect adas que est án las act ividades
específicas de resolución de problem as a las m et áforas favorecidas,
que a su vez est án de acuerdo a una visión del m undo favorecida, el
t eórico puede est ar m ucho m as al t ant o del rol que j uega en relación
a la const rucción social del conocim ient o cient ífico. Com o en el caso
del chico “ urbanizado” de Mannheim , una m irada cosm opolit a en la
t eorización depende de que el t eórico se vaya, en algún m om ent o, de
la com unidad de pract icant es con quien él o ella se sient e com o en su
casa, para apreciar los reinos de t eorización definidos por ot ros
paradigm as, y las variedades de m et áforas y m ét odos por los cuales
la t eoría y la invest igación pueden ser llevados a cabo.

PARAD I GM AS COM O REALI D AD ES ALTERN ATI VAS

El rol de los paradigm as com o form as de ver la realidad social


fue explorada recient em ent e por Burrel y Morgan , quienes
argum ant aron que la t eoría social en general, y la t eoría de las
organizaciones en part icular, podía analizarse provechosam ent e en
t érm inos de cuat ro grandes form as de ver el m undo, que se reflej an
en diferent es conj unt os de supuest os m et at eóricos, sobre la
nat uraleza de la ciencia, la dim ensión obj et iva- subj et iva, y la
nat uraleza de la sociedad ( la dim ensión del cam bio regulado- o
radical) ( Figura 2) . Cada uno de est os cuat ro paradigm as – el
funcionalist a, el int erpret at ivo, el hum anist a- radical, y el
est ruct uralist a- radical – reflej an un ent orno de escuelas de
pensam ient o relacionadas, con diferent es abordaj es y perspect ivas,
pero com part iendo presupuest os fundam ent ales sobre la nat uraleza
de la realidad que est udian.

Sociología de l ca m bio r a dica l

Paradigm a Paradigm a
Hum anist a Radical est ruct uralist a radical
Prisión
psiquica I nst rum ent o de dom inación
Cism át ico
Cat ást rofe
Teoría
Ant i- Organizacion Teoría de la
organización
radical

Su bj e t ivo Obj e t ivo


Paradigm a Paradigm a
int erpret at ivo funcionalist a
Conduct ism o, Máquina
Realización, det er m inism o y
Creación de sent ido em pirism o abst ract o
Herm enáut ica Organism o
Et nom et odología e Población- ecología
Juego de lenguaj e I nt eraccionism o Teoría del sist em a social Sist em a cibernét ico
sim bólico Sist em a débilm ent e
Text o fenom enológico acoplado
Marco de acción
de referencia
Pluralism Cult ura
Teat ro

Sociología de la r e gula ción Sist em a


polít ico
El paradigm a funcionalist a se basa en el presupuest o de que la
sociedad t iene una exist encia real y concret a, y un caráct er sist ém ico
orient ado a producir un est ado de cosas ordenado y regulado.
Privilegia un abordaj e de la t eoría social que se enfoca en ent ender el
rol de los seres hum anos en sociedad. El com port am ient o es siem pre
vist o com o algo cont ext ualm ent e lim it ado en un m undo real de
relaciones sociales concret as y t angibles. Las asunciones ont ológicas
invit an a creer en la posibilidad de una ciencia social obj et iva, y libre
de valores, en la que el cient ífico est á dist anciado de la escena que
analiza, m ediant e el rigor y la t écnica del m ét odo cient ífico. La
perspect iva funcionalist a es prim ariam ent e regulat iva y pragm át ica
en su orient ación básica, ocupándose de ent ender la sociedad en un
sent ido que genera conocim ient os em píricos út iles.
El paradigm a int erpret at ivo, por el cont rario, se basa en la
visión de que el m undo social t iene un est at us ont ológico precario, y
que lo que pasa com o realidad social no exist e en un sent ido
concret o, sino que es el product o de experiencias subj et ivas e int er-
subj et ivas de los individuos. La sociedad es ent endida desde el punt o
de vist a del part icipant e en acción m ás que del observador. El t eórico
int erpret at ivo social int ent a ent ender el proceso por el cual se
present an, sost ienen y cam bian m últ iples realidades com part idas.
Com o el funcionalist a, el abordaj e int erpret at ivo se basa en la
asunción y creencia de que hay un pat rón y orden subyacent e en el
m undo social; de t odos m odos, los t eóricos int erpret at ivos ven el
int ent o de los funcionalist as de est ablecer una ciencia social obj et iva
com o una causa perdida. La ciencia se ve com o una red de j uegos de
lenguaj e, basados en grupos de concept os y reglas det erm inadas
subj et ivam ent e, que los pract icant es invent an y siguen. El est at us de
conocim ient o cient ífico es, por lo t ant o, vist o com o algo t an
problem át ico com o el sent ido com ún de t odos los días.
El paradigm a hum anist a radical, t al com o el paradigm a
int erpret at ivo, enfat iza el m odo en que la realidad es creada y
sost enida socialm ent e, pero anuda el análisis al int erés por lo que
puede ser descrit o com o pat ología de la conciencia, por la cual los
hum anos quedan prisioneros en los lím it es de la realidad que crean y
sost ienen. Est a perspect iva se basa en la visión que el proceso de
creación de realidad puede est ar influenciado por procesos psíquicos
y sociales que encam inan, obligan y cont rolan las m ent es hum anas,
de m odos que los alienan de las pot encialidades inherent es en su
verdadera nat uraleza com o hum anos. La crít ica hum anist a radical
cont em poránea hace foco en los aspect os alienant es de varios m odos
de pensar y hacer que caract erizan la vida en sociedades indust riales.
El capit alism o, por ej em plo, es vist o esencialm ent e com o
t ot alit arism o; la idea de la acum ulación de capit al com o aquello que
da form a a la nat uraleza del t rabaj o, la t ecnología, la racionalidad, la
lógica, la ciencia, los roles, el lenguaj e, y los concept os ideológicos
m ist ificadores, com o luj o, escasez, et c. Est os concept os, que el
t eórico funcionalist a puede ver com o los ladrillos que form an el orden
social y la libert ad hum ana, para los hum anist as radicales son m odos
de dom inación ideológica. El hum anist a radical se int eresa por
descubrir com o los hum anos pueden conect ar el pensam ient o y la
acción ( praxis) com o una form a de t rascender su alienación.
El paradigm a est ruct uralist a radical define la realidad com o el
hum anist a radical, predicándose una visión de la sociedad com o
fuerza pot encialm ent e dom inadora. De t odos m odos, t iende a una
concepción m at erialist a del m undo social que est á definida por
est ruct uras reales duras, concret as y ont ológicas. La realidad es vist a
com o exist ent e por si m ism a, independient e del m odo en que la
gent e la percibe y reafirm a en las act ividades diarias. Est a realidad se
ve caract erizada por t ensiones int rínsecas y cont radicciones ent re
elem ent os opuest os, que inevit ablem ent e llevan a cam bios radicales
en el sist em a com o un t odo. El est ruct uralism o radical se int eresa por
ent ender est as t ensiones int rínsecas, y la form a en que aquellos con
el poder en la sociedad buscan m ant enerlos en j aque m ediant e varias
form as de dom inación. El énfasis est á puest o en la im port ancia de la
praxis com o m edio de t rascender est a dom inación.
Cada uno de est os cuat ro paradigm as define las bases de m odelos
opuest os de análisis social y t ienen im plicancias radicalm ent e
diferent es para el est udio de las organizaciones.

EL ESTATUS EPI STEM OLÓGI CO D E LA M ETÁFORA

Los seres hum anos est án const ant em ent e int ent ando
desarrollar concepciones del m undo, y com o Cassirer y ot ros han
argüido, lo hacen sim bólicam ent e, t rat ando de hacer un m undo
concret o; dándole una form a. A t ravés del lenguaj e, el art e, la ciencia
y los m it os, por ej em plo, los hum anos est ruct uran su m undo de
form as significat ivas. Est a int ención de obj et ivar una realidad in-
corpora int enciones subj et ivas en los significados inscript os en las
const rucciones sim bólicas ut ilizadas. El conocim ient o y ent endim ient o
del m undo no les son dados a los hum anos por event os ext ernos; los
hum anos int ent an obj et ivar el m undo m ediant e procesos
esencialm ent e subj et ivos. Com o enfat izó Cassirer, t odos los m odos
de ent endim ient o sim bólico post ulan est a cualidad. Los nom bres,
palabras, concept os, ideas, hechos, observaciones, et c., no denot an
“ cosas” ext ernas, sino concepciones de cosas act ivadas en la m ent e
por una form a select iva y significat iva de percibir el m undo, que
puede ser com part ida con ot ros. No deben ser vist as com o la
represent ación del m undo “ allá afuera” , sino com o herram ient as para
capt urar y m anipular lo que es percibido de lo que est á “ allá afuera” .
El cient ífico - en est e regist ro- así com o ot ros en la vida diaria, dibuj a
const rucciones sim bólicas para hacer concret as las relaciones ent re
los m undos obj et ivo y subj et ivo, en un proceso que capt ura una
visión abreviada de am bos. La ciencia, com o ot ras form as de
act ividad sim bólica, est á const ruida m ediant e el uso de herram ient as
epist em ológicas im perfect as, hospedando lo que Cassirer describió
com o el “ curso de m ediación” , y proveyendo lo que Whit ehead
describió com o “ ficciones út iles” para la m anipulación del m undo.
Para ent ender la form a en la que la t eoría cient ífica se
const ruye com o una form a sim bólica, es im port ant e prest ar at ención
al rol de la m et áfora. El proceso de concepción m et afórica es un
m odo básico de sim bolism o, cent ral al m odo en que los hum anos
forj an sus experiencias y conocim ient os del m undo en que viven. La
m et áfora usualm ent e se ve com o no m ás que un elem ent o lit erario y
descript ivo y hast a decorat ivo, pero fundam ent alm ent e es una form a
creat iva que produce efect o m ediant e el cruzam ient o de im ágenes. La
m et áfora procede m ediant e afirm aciones o en el proceso de
com paración, sust it ución e int eracción ent re las im ágenes de A y B
que act úan com o generadores de nuevo significado ( Black) .
La m et áfora ha dem ost rado ej ercer una influencia im port ant e
en el desarrollo del lenguaj e ( Muller) ; m ient ras que el significado va
siendo t ransferido de una sit uación a ot ra, nuevas palabras y
significados - creadas com o “ significados raíces” , se usan
m et afóricam ent e para capt urar nuevas aplicaciones. Est o est á
ilust rado claram ent e, por ej em plo, en la hist oria de la palabra
“ organización” . El diccionario inglés de Oxford indica que ant es de
1879, el t érm ino “ organización” se ut ilizaba prim ariam ent e para
describir la acción de organizar o el est ado de ser organizado,
part icularm ent e en un sent ido biológico. En 1816, el t érm ino se
ut ilizaba para el arreglo y coordinación de part es en un t odo
sist ém ico. Cerca del 1873, Hebert Spencer ut ilizó el t érm ino para
referirse a un “ cuerpo, sist em a o sociedad organizados” . El est ado de
ser organizado en un sent ido biológico fue la base de la m et áfora del
arreglo o coordinación en un sent ido general y de un cuerpo, sist em a
o sociedad en un sent ido general. El uso del t érm ino “ organización”
para represent ar una inst it ución social es relat ivam ent e m oderno, y
crea un nuevo significado m ediant e la ext ensión m et afórica de
significados ant eriores.

Se vio t am bién que la m et áfora j uega un papel im port ant e en el


uso de lenguaj e, el desarrollo cognit ivo, y el m odo general en que los
hum anos forj an las concepciones de su realidad ( Burke; Jakobson y
Halle; Ort ony) . Se le ha dado considerable at ención al rol de la
m et áfora en el desarrollo cient ífico y del pensam ient o social, y Brown
ha proveído un análisis de la influencia de la m et áfora en la
sociología.
El t rabaj o de invest igación de est os diferent es t eóricos
cont ribuye a una visión de la invest igación cient ífica com o un proceso
creat ivo en la que los cient íficos ven el m undo m et afóricam ent e,
m ediant e el lenguaj e y los concept os que filt ran y est ruct uran las
percepciones de su m at eria de est udio y m ediant e las m et áforas
específicas que elij en im plícit a o explícit am ent e para desarrollar su
m arco de t rabaj o para el análisis. El foco de at ención en est e art ículo
est á en el últ im o uso de la m et áfora, con m iras a m ost rar com o las
escuelas de pensam ient o - en la t eoría de las organizaciones- se
basan en los insight s asociados a las diferent es m et áforas en el
est udio de las organizaciones, y com o la lógica de las m et áforas t iene
im port ant es im plicancias para el proceso de su const rucción.
La ut ilización de una m et áfora sirve para generar una im agen
para el est udio de una m at eria. Est a im agen puede proveer la base
para la invest igación cient ífica det allada, basada en int ent os de
descubrir la ext ensión en la que se encuent ran los elem ent os de la
m et áfora en la m at eria de est udio. Gran part e de la act ividad de
resolución de problem as de la ciencia norm al es de est e t ipo:
cient íficos int ent ando exam inar, operacionalizar, y m edir las
im plicancias det alladas del insight m et afórico en el que se basa
im plícit a o explícit am ent e su invest igación. Tal confinam ient o de la
at ención denot a un gran com prom iso - ant erior y hast a irracional- con
la im agen de la m at eria de est udio, por lo que cualquier insight
m et afórico no provee m ás que una visión parcial y unilat eral del
fenóm eno al que se aplica.
El pot encial creat ivo de la m et áfora depende de que haya o no
un ciert o grado de diferencia ent re los t em as involucrados en el
proceso m et afórico. Por ej em plo, un boxeador puede ser descrit o
com o “ un t igre en el ring” . Al escoger el t érm ino “ t igre” , convocam os
im presiones específicas de un anim al feroz, que al m ism o t iem po se
m ueve con gracia, poder, fuerza y velocidad en act os agresivos
dirigidos a su presa. I m plícit am ent e, la m et áfora sugiere que el
boxeador posee est as cualidades al pelear cont ra su oponent e. La
ut ilización de est a m et áfora requiere que ignorem os el lom o naranj a
rayado del t igre, sus cuat ro pat as, garras y rugido para enfat izar las
caract eríst icas que el boxeador y el t igre t ienen en com ún. La
m et áfora, por lo t ant o, se basa en una verdad parcial; requiere que el
usuario haga una abst racción de alguna m anera unilat eral en la que
ciert os elem ent os se enfat izan y ot ros se suprim en, en una
com paración select iva. La figura 3 ilust ra el significado crucial de la
diferencia en una m et áfora. Si los dos t em as com parados se perciben
com o com plet am ent e diferent es, com o por ej em plo, un boxeador y
una cacerola ( Figura 3a) , o casi idént icos, por ej em plo, un boxeador y
un hom bre ( Figura 3c) , el proceso m et afórico produce im ágenes sin
sent ido o débiles. El uso m as poderoso de m et áforas se ve en
inst ancias com o la t ipificada en la figura 3b, en la que las diferencias
ent re los dos fenóm enos se perciben com o significant es pero no
t ot ales. La m et áfora efect iva es una form a de expresión creat iva que
confía en la falsedad const ruct iva com o m edio para liberar la
im aginación.
( a) X Y

(b)
X Y

( c)

X Y

Figu r a 3 . El rol de la difer encia en la m et áfora.

La lógica de la m et áfora t iene im plicancias im port ant es para la


t eoría e las organizaciones, ya que sugiere que ninguna m et áfora
puede capt urar en su t ot alidad la nat uraleza de la vida en las
organizaciones. Un pluralism o t eórico conscient e y am plio m ás que un
int ent o por forj ar una sínt esis de base angost a, em erge com o
obj et ivo apropiado. Diferent es m et áforas pueden const it uir y capt urar
la nat uraleza de la vida en una organización de diferent es m odos,
cada una generando t ipos de insight poderosos, dist int ivos pero
esencialm ent e parciales. La lógica aquí nos sugiere que las nuevas
m et áforas deberían ser ut ilizadas para crear nuevas form as de ver las
organizaciones que superen las debilidades y punt os ciegos de las
m et áforas t radicionales, ofreciendo abordaj es suplem ent arios o
incluso cont radict orios para el análisis de las organizaciones.
Reconocer que la t eoría de las organizaciones es m et afórica, es
reconocer que es una em presa esencialm ent e subj et iva, relacionada a
una producción de análisis unilat eral de la vida en las organizaciones.
Est o t iene consecuencias im port ant es: Alient a un espírit u de
invest igación crít ica, y adviert e en cont ra de un com prom iso excesivo
con punt os de vist a favorecidos. Los abordaj es t radicionales del
análisis de organizaciones se basan frecuent em ent e en concept os y
m ét odos bien probados, que son vist os com o axiom át icos en lo que
respect a al ent endim ient o de las organizaciones. En t ales sit uaciones,
la nat uraleza m et afórica de la im agen que generó t ales concept os se
pierde de vist a, y el proceso de análisis organizacional, se t orna
sobre- concret izado en t ant o los t eóricos e invest igadores ut ilizan los
concept os com o descripciones de la realidad. Volviendo a la
ilust ración present ada ant eriorm ent e, el boxeador es t rat ado com o un
t igre, y el “ at igram ient o” provee el foco de la t eoría det allada y la
invest igación, frecuent em ent e excluyendo el rest o. Tal perspect iva
result a en una clausura prem at ura t ant o en cuant o a la invest igación
com o en cuant o al pensam ient o. Las escuelas de t eóricos
com prom et idos con un abordaj e y concept o en part icular,
frecuent em ent e perciben las perspect ivas alt ernat ivas com o
equivocadas, o present ando una am enaza a la nat uraleza de su
em prendim ient o básico. Los abordaj es, concept os, t écnicas y
descubrim ient os que generan est as perspect ivas alt ernat ivas son
int erpret adas y evaluadas frecuent em ent e de form as inapropiadas,
con una alt a pérdida de significado. El m al ent endim ient o, la
host ilidad, o la indiferencia calculada usualm ent e t ienden a
perm anecer, haciendo difícil o incluso im posible un debat e abiert o y
const ruct ivo. La advert encia sobre la nat uraleza m et afórica de la
t eoría, puede ayudar a rom per con la com part im ent alización falsa y
rest rict iva de la invest igación y el ent endim ient o, que caract erizan la
conduct a de la t eoría de las organizaciones m oderna. Para ent ender
cualquier fenóm eno organizacional, de deben poner en j uego m uchos
insight s m et afóricos.
El est at us m et afórico de la t eorización cient ífica t iene t am bién
im port ant es im plicancias para la form a en la que se puede guiar la
invest igación, alent ando una apert ura de perspect iva y flexibilidad de
abordaj e. Rom piendo con la división rígida ent re lo que const it uye el
art e y la ciencia, una advert encia sobre el est at us epist em ológico de
la m et áfora sensibiliza a los cient íficos a la idea de que las disciplinas
no cient íficas pueden t ener insight s, abordaj es, y m ét odos de
invest igación relevant es, que pueden cont ribuir al análisis de las
organizaciones ( Brown) . La conciencia de que los cient íficos est án
usualm ent e t rat ando de operacionalizar una m et áfora, sirve com o
influencia en el com prom iso con la invest igación em pírica y la
resolución de problem as det allada, com o un fin en si m ism a. Est a
conciencia enfat iza la necesidad de obt ener un ent endim ient o firm e
de los lazos que hay ent re la t eoría y el m ét odo, y la brecha de
abordaj es m et odológicos que hay disponibles para invest igar
diferent es punt os de vist a m et afóricos ( Morgan y Sm ircich) .

LA M ETÁFORA EN LA TEORÍ A D E LAS ORGAN I ZACI ON ES

La visión ort odoxa en la t eoría de las organizaciones se ha


basado predom inant em ent e en las m et áforas de m áquina y
organism o. La m et áfora de la m áquina es subsidiaria del t rabaj o de
dos t eóricos gerenciales clásicos ( Taylor y Fayol) , y de la
especificación de Weber de la burocracia com o un t ipo ideal. Aunque
las concepciones subyacent es en los t rabaj os de est os t eóricos t an
dist int os apunt aban a diferent es obj et ivos, com o ser, la m ej ora de la
eficacia en la t eoría clásica gerencial, y el ent endim ient o de la
sociedad en la t eoría de Weber, am bas líneas de pensam ient o se han
fusionado para proveer las bases de la t eoría m oderna de las
organizaciones. Las im ágenes m ecánicas son m uy claras. Las
m áquinas son ideadas para t rabaj ar y obt ener ciert a perform ance
respect o de fines especificados. La m et áfora de la m áquina - en la
t eoría de las organizaciones- expresa t ales fines com o logros, y la
relación m edios- fines com o racionalidad orient ada a un propósit o. De
hecho, los m odelos de organización basados en la m et áfora de las
m áquinas han sido invariablem ent e descript os en la lit erat ura de la
t eoría de las organizaciones com o “ m odelos de racionalidad”
( Gouldner, Thom pson) y “ m odelos de logros” ( Georgiou, Et zioni) . Los
det alles de est os m odelos de m áquinas se derivan de concept os
m ecánicos. Le dan una im port ancia prim ordial, por ej em plo, a los
concept os de est ruct ura y t ecnología en la definición de
caract eríst icas organizacionales. Las m áquinas son ent idades
t ecnológicas en las cuales la relación ent re los elem ent os
const it uyent es form a una est ruct ura. En la t eoría de las
organizaciones clásica y burocrát ica, el principal énfasis est á puest o
en el análisis y el diseño de la est ruct ura form al de una organización
y su t ecnología. De hecho, est as t eorías, esencialm ent e, const it uyen
m odelos para t al diseño; buscan diseñar organizaciones com o si
fueran m áquinas, y pret endiendo que los hum anos t rabaj en con t ales
est ruct uras m ecánicas, siendo valorados por sus habilidades
inst rum ent ales. La concepción de Taylor del hom bre económ ico y el
concept o de Weber del burócrat a sin rost ro, van m ás allá de los
principios de la m et áfora de la m áquina para definir la visión de la
nat uraleza hum ana que m ej or cabe en la m áquina organizacional. De
hecho, com o sugiere Weber, el m odo de organización burocrát ico se
desarrolla m ás perfect am ent e cuant o m ás m odela la nat uraleza de
las act ividades de la vida. Un organism o es t ípicam ent e vist o com o
una com binación de elem ent os, diferenciados, aunque
int errelacionados, t al com o am or, odio, y t odas aquellos elem ent os
puram ent e personales, irracionales y em ocionales ( Weber) . Más aún,
la operación de t odo el em prendim ient o burocrát ico es j uzgada en
t érm inos de su eficacia ( ot ro concept o derivado de la concepción
m ecánica de una organización) com o inst rum ent o para llegar a
det erm inados obj et ivos.
La ot ra m et áfora im port ant e en la t eoría de las organizaciones
es la del organism o. El t érm ino “ organism o” pasó a ser ut ilizado para
referirse a cualquier sist em a de part es m ut uam ent e conect adas y
dependient es com part iendo una vida en com ún y enfoca la at ención
en la nat uraleza de las act ividades diarias. Un organism o es
t ípicam ent e vist o com o una com binación de elem ent os, diferenciados
aunque int egrados, int ent ando sobrevivir en el cont ext o de un
ent orno m as am plio ( Spencer) . Los lazos ent re est a m et áfora del
organism o y m uchas de las t eorías m odernas de las organizaciones,
son fuert es y claros. El principal énfasis de los abordaj es de sist em a
abiert o, por ej em plo, es la est recha relación int eract iva ent re la
organización y el ent orno, y cóm o la cont inuidad de vida o
supervivencia de un organism o depende de que se logre una relación
adecuada. Tam bién se pone énfasis en la idea de que la organización
t iene necesidades o funciones im perat ivas, que deben ser sat isfechas
para que la organización pueda lograr est a relación con su ent orno.
Los est udios de Hawt horne, las t eorías funcionalist as est ruct urales de
Selznick y Parsons, el abordaj e de sist em as sociot écnico ( Trist y
Bam fort h) , el abordaj e de sist em as general ( Kat z y Kahn) , y m uchas
de las t eorías m odernas de cont ingencia ( Burns y St alker, Lawrence y
Lorsch) est án t odas basadas en el desarrollo de la m et áfora del
organism o. Mient ras que en la m et áfora de la m áquina el concept o de
organización es una est ruct ura cerrada y est át ica, en la m et áfora del
organism o el concept o de organización es una ent idad vivient e, en
const ant e fluj o y cam bio, que int eract úa con su ent orno para
sat isfacer sus necesidades. La relación ent re la organización y su
ent orno ha acent uado el que ciert os t ipos de organizaciones t ienen
m ás posibilidades de sobrevivir en un am bient e que ot ro. El foco en
las necesidades y en las funciones im perat ivas perm it ió a los t eóricos
ident ificar act ividades que esencialm ent e la m ant ienen con vida. El
im perat ivo de sat isfacer las necesidades psicológicas de los m iem bros
de la organización ( Trist y Bam fort h, Argyris) , y de adopt ar est ilos
gerenciales apropiados ( Mc Gregor, Likert ) , t ecnología ( Woodward) ,
m odelos de diferenciación, int egración y resolución de conflict os
( Lawrence y Lorsch) , y form as de cont rol y elección est rat égica
( Child, Miles y Snow) , fueron t odas incorporadas en la t eoría
cont em poránea de cont ingencia, que, en esencia, carga las
im plicancias de la m et áfora organisist a en su conclusión lógica. Por lo
t ant o, las organizaciones son vist as desde est a perspect iva no solo en
t érm inos de red de relaciones que caract eriza la est ruct ura int erna de
los organism os, sino que t am bién en t érm inos de las relaciones que
exist en ent re la organización ( organism o) y su ent orno.
La dist inción ent re m áquina y organism o ha sido la base de un
cont inuo de form as organizacionales ( Burns y St alj er) y ha
influenciado m uchos int ent os de m edir las caract eríst icas de las
organizaciones. La invest igación en las organizaciones desde fines de
los ` 60, por ej em plo, ha sido dom inada por int ent os de conducir
est udios em píricos det allados de varios aspect os del abordaj e
cont ingent e. Aunque est os est udios han generado num erosos insight s
det allados, que inform an nuest ro ent endim ient o de las organizaciones
com o m áquinas y organism os, es im port ant e apreciar que el t ipo de
insight generado est á lim it ado por las m et áforas en las que se basan.
En los años recient es, los t eóricos organizacionales han reconocido
est o, y han dado cuent a de que ver a las organizaciones en base a
nuevas m et áforas, perm it e ent enderlas de nuevas m aneras. Ver a las
organizaciones sist em icam ent e, com o sist em as cibernét icos, sist em as
débilm ent e acoplados, j uegos de lenguaj es, t ext os, logros, prisiones
psíquicas, inst rum ent os de dom inación, sist em as ecológicos, t eat ros,
cult uras, sist em as polít icos, sist em as cism át icos, cat ást rofes, et c.,
hace posible el agregar dim ensiones ricas y creat ivas a la t eoría
organizacional.

La m et áfora cibernét ica alient a a los t eóricos a ver las


organizaciones com o pat rones de inform ación, y enfoca la at ención
en el m odo en que est ados de balance hom eost át ico pueden ser
sost enidos m ediant e procesos de aprendizaj e basados en
correcciones negat ivas. Algunos t eóricos han em pezado a explorar las
im plicancias de est a m et áfora para las organizaciones y la gerencia
( Bickley, Hage, Argyris y Schön) , y la cibernét ica ha sido ut ilizada
am pliam ent e com o t écnica de m ej ora de sist em as de cont rol
organizacional ( Lawler y Rhode) . La m et áfora del sist em a débilm ent e
acoplado, int roducida a la t eoría de las organizaciones por Weick,
int ent a específicam ent e dar cuent a de los presupuest os im plícit os en
las m et áforas m ecánica y organísist a, sobre que las organizaciones
son sist em as prolij os, eficient es y coordinados. La m et áfora de la
población- ecología ( Hannan y Freem an) enfat iza la im port ancia de
hacer foco en la com pet encia y selección, en las poblaciones de las
organizaciones, en vez de en la adapt ación organización- ent orno. La
m et áfora del t eat ro se enfoca en com o los m iem bros organizacionales
son esencialm ent e act ores hum anos, com prom et idos con varios roles
y ot ras perform ances oficiales y no oficiales ( Goffm an) . La m et áfora
de la cult ura pone at ención en los aspect os sim bólicos de la vida
organizacional, y el m odo en que el lenguaj e, los rit uales, hist orias,
m it os, et c. form an redes de significados subj et ivos que son cruciales
para ent ender com o las realidades organizacionales se crean y
sost ienen ( Turner, Pondy y Mit roff) . La m et áfora del sist em a polít ico
se enfoca en los conflict os de int ereses y el rol de poder en las
organizaciones ( Crozier, Pet t igrew, Pfeffer y Salancik) .
Est as m et áforas crean form as de ver las organizaciones y su
funcionam ient o de form as que eluden las m et áforas t radicionales de
m áquina y organism o. De t odos m odos pueden ut ilizarse de un m odo
funcionalist a, generando m odos de t eorización basados en la
asunción de que la realidad de la vida organizacional yace en una red
de relaciones ont ológicam ent e reales, que est án relat ivam ent e
ordenadas y cohesionadas. Com o result ado, pueden sim plem ent e
desarrollar diferent es abordaj es del est udio de un paradigm a com ún.
Las m et áforas cibernét icas, de sist em as débilm ent e acoplados y de
población- ecología, t ienen sus raíces en las ciencias nat urales, y
t odas de una m anera u ot ra enfat izan la idea de que las
organizaciones pueden ser vist as com o sist em as adapt ables. La
corrección negat iva, acoplam ient o débil, y selección nat ural, son los
t res diferent es t ipos de m ecanism os de adapt ación que resalt an est as
m et áforas. Cada una de las m et áforas de cult ura, t eat ro y sist em a
polít ico, int roducen una dim ensión social explícit a al est udio de las
organizaciones, y prest an part icular at ención al m odo en que los
hum anos pueden int ent ar dar form a a las act ividades
organizacionales. Hast a el m om ent o, com o las act ividades
dram at urgicas, cult urales y polít icas involucradas, son vist as com o
ocurriendo en un escenario cont ext ualm ent e definido, y por lo t ant o
ont ológicam ent e real, y vist as com o una form a de act ividad de
adapt ación, est as m et áforas t am bién desarrollan un abordaj e
funcionalist a al est udio de las organizaciones. I nt ent an capt urar y
art icular los aspect os de una visión de la realidad subyacent e, pero
desde dist int os ángulos y de m odos diferent es.
Las m et áforas int erpret at ivas cuest ionan las bases sobre las
que la t eoría funcionalist a est á const ruida, haciendo foco en la form a
en que las realidades organizacionales son creadas y sost enidas. La
m et áfora del j uego de lenguaj e ( Wit t genst ein) , por ej em plo, niega el
est at us ont ológico concret o, y present a la act ividad organizacional
com o poco m ás que un j uego de palabras, pensam ient os y acciones.
Sugiere que las realidades organizacionales em ergen com o
est ruct uras sim bólicas gobernadas por reglas, desde el m om ent o que
los individuos conj ugan sus m undos a t ravés del uso de práct icas y
códigos específicos, con el obj et o de invest ir sus sit uaciones con una
form a significat iva. Desde est e punt o de vist a, las realidades
organizacionales yacen en el uso de dist int os t ipos de lenguaj e verbal
y no verbal. El lenguaj e no es sim plem ent e com unicacional y
descript ivo; es ont ológico. Adem ás, el ser gerent e en una
organización involucra un m odo part icular de exist ir en el m undo,
definido por el j uego de lenguaj e que debe j ugar una persona para
funcionar y ser reconocido com o gerent e. Los concept os
organizacionales que dan form a a las nociones de racionalidad,
est ruct ura burocrát ica, delegación, cont rol, et c. son concept os
gerenciales ( Bit t net ) , que rot ulan y dan cuent a de un m undo en el
que los gerent es pueden act uar com o gerent es. En un m odo sim ilar,
el concept o y lenguaj e det allado de liderazgo crea y define la
nat uraleza del liderazgo com o un proceso en m archa ( Pondy) .
Viéndolo en t érm inos de la m et áfora del j uego de lenguaj e, las
organizaciones se crean y sost ienen com o pat rones de la act ividad
social, m ediant e el uso del lenguaj e; const it uyen no m ás que una
form a especial de discurso.
La m et áfora del t ext o ( Ricoeur) sugiere que los t eóricos de las
organizaciones deberían ver la act ividad organizacional com o un
docum ent o sim bólico, y em plear m ét odos herm enéut icos de análisis
com o form a de desenredar su nat uraleza y significado. Los t ext os dan
form a a t ipos part iculares de j uegos de lenguaj e, explican t em át icas,
y nos ofrecen expresiones m et afóricas para form ar pat rones
significant es de significado. Una vez “ aut orizado” , el t ext o es
suscept ible de int erpret ación y t raducción por ot ros, quienes podrán
dot arlo de un significado diferent e al propuest o por el aut or. Todas
est as cualidades son evident es en el día a día de las organizaciones,
donde t odos son t ant o aut ores com o lect ores, aunque algunos lo son
m ás significat ivam ent e que ot ros. Los t eóricos que adopt an la
m et áfora del t ext o se int eresan por ent ender la m anera en que las
act ividades organizacionales son desarrolladas por un aut or, leídas y
t raducidas; y la form a en que la est ruct ura del discurso puede
explorar ciert os t em as clave y desarrollar t ipos part iculares de
im ágenes. La m et áfora puede ser ut ilizada para el análisis de
docum ent os organizacionales ( Huff) , y de la conversación y acción
organizacional ( Manning) .
Las m et áforas de “ logros” ( Garfinkel) y “ sent ido com ún
decret ado” ( Weick) proveen dos abordaj es int erpret at ivos al est udio
de las organizaciones. La et nom et odologia de Garfinkel se enfoca en
la form a en que los hum anos logran y sost ienen sit uaciones sociales
int eligibles, t ant o para ellos m ism os com o para ot ros. La m et áfora de
Garfinkel del sent ido com ún desarrolla insight s relacionados,
enfat izando en com o las realidades son decret adas por individuos
m ediant e racionalizaciones post - event o de lo que est uvo sucediendo.
Desde el punt o de vist a de est as m et áforas, las realidades
organizacionales deben ser vist as com o const rucciones sociales en
curso, em ergiendo de logros habilidosos m ediant e los cuales los
m iem bros de las organizaciones se im ponen sobre su m undo para
crear una est ruct ura significat iva y sensible. A diferencia de las
dem ás m et áforas int erpret at ivas, enfat izan que la rut ina ( los
aspect os de la vida organizacional dados por sent ados) son m ucho
m enos concret os y reales de lo que parecen.
Cuando las organizaciones son abordadas desde la perspect iva
del paradigm a radical hum anist a, t odos los concept os y m odos de
acción sim bólica que sost ienen la vida organizacional son analizados
por sus propiedades alienant es. La m et áfora guía –aquí- es la de la
prisión psíquica, una im agen que hace foco en la form a en que los
seres hum anos pueden ser guiados a llevar a cabo las realidades
organizacionales experim ent adas com o lim it ant es y dom inant es. Est a
m et áfora es evident e en un núm ero de filam ent os del pensam ient o
social. En la t eoría crít ica provenient e del t rabaj o de Marx y de
Luckács , el énfasis est a en el proceso de reificacion a t ravés de cual
los individuos sobre- concret an su m undo, percibiéndolo com o
obj et ivo y real, y algo independient e de su propia volunt ad y acción.
Com o se desarrollo en el t rabaj o de la llam ada escuela de Frankfurt
( Marcuse; Haberm as) , el principal énfasis est a puest o en com o las
form as de dom inación ideológicas pueden ser m anipuladas por
aquellos con poder, que persiguen sus propios fines. Los m iem bros de
las organizaciones son vist os efect ivam ent e com o prisioneros de un
m odo de conciencia que es form ada y cont rolada a t ravés de
procesos ideológicos. Muchos aspect os específicos de la vida
organizacional han sido exam inados baj o est e punt o de vist a.
Marcuse ha dest acado los aspect os alienant es de la racionalidad
proposit iva; Clegg el lenguaj e de la vida organizacional; Dickson la
adoración a la t ecnología; y Ant hony la ideología del t rabaj o m ism o.
La vida en el t rabaj o, cuando se la ve desde la perspect iva de la
t eoría crít ica, const it uye un m odo de vida alienant e en la que los
individuos son form ados, cont rolados y generalm ent e t ransform ados
en servidores de las - art ificialm ent e ideadas y deificadas-
necesidades de las organizaciones m odernas. El t rabaj o de Freud,
Jung, y ot ras t eorías psicoanalít icas, t am bién art iculan perspect ivas
consist ent es con la m et áfora de la prisión psíquica, viendo a los
individuos com o caut ivos de procesos inconscient es. Las
organizaciones, desde la perspect iva Freudiana, pueden ser vist os
com o basados en la ext ernalización de t endencias represivas
operando en la psique hum ana ( Marcusse) , y desde la perspect iva
Jungiana, com o la m anifest ación de una form a de relaciones de
expresión arquet ípica ent re m undos subj et ivos y obj et ivos. La
m et áfora de la prisión psíquica sient a las bases para una “ t eoría ant i-
organizaciones” ( Burell y Morgan) que desafía las prem isas de la
t eoría funcionalist a organizacional de m uchas m aneras.
El paradigm a est ruct uralist a radical, genera una t eoría
organizacional radical, basada en m et áforas com o la del inst rum ent o
de dom inación, el sist em a cism át ico y la cat ást rofe. El análisis clásico
de Weber de la burocracia com o m odo de dom inación ( Weber) , el
análisis de Michels de la “ ley de hierro de la oligarquía” , y el análisis
Marxist a de la organización ( Baran y Sweezy, Braverm an, Benson) ,
por ej em plo, est án t odos inform ados por la im agen de las
organizaciones com o inst rum ent os poderosos de dom inación, a ser
ent endidos com o una part e int egrant e de un proceso m as am plio de
dom inación de la sociedad com o un t odo. Aunque t ales análisis suelen
ut ilizar insight s derivados de la m et áfora de la m áquina, las
organizaciones com o m áquinas son est udiadas por sus cualidades
opresivas. Est o es claram ent e evident e, por ej em plo, en el t rabaj o de
Weber, que, despoj ado de su dim ensión radical, es la base de gran
part e de la t eoría funcionalist a basada en la m et áfora de la m áquina.
Los t eóricos que ut ilizaron las ideas de Weber desde un punt o de
vist a funcionalist a, ignoran com plet am ent e el hecho de que Weber
consideraba la burocracia com o una “ j aula de hierro” . La m et áfora del
inst rum ent o de dom inación prest a m ucha at ención a est e aspect o
negado de la organización, y alient a un análisis de los m odos en que
las form as de dom inación operan y son sost enidas. La m et áfora lleva
a un int erés en el ent endim ient o de cóm o la est ruct ura de poder de
las organizaciones se relaciona con las est ruct uras de poder del
m undo de la polít ica económ ica, y com o las divisiones sociales ent re
clases, grupos ét nicos, hom bres y m uj eres, et c., son evident es en el
lugar de t rabaj o. Los insight s generados por la m et áfora de la prisión
psíquica, son frecuent em ent e ut ilizados en el cont ext o de la t eoría
est ruct uralist a radical com o form a de art icular la nat uraleza de la
dom inación ideológica com o part e de una form a dom inación
socioeconóm ica m ás am plia. Aquellos que cont rolan las
organizaciones son vist os com o personas que ut ilizan m odos
ideológicos, polít icos, y económ icos de dom inar a sus m iem bros
( Friedm an) , y con el fin de dom inar un cont ext o m ás am plio en el que
operan. El est udio del rol de las m ult inacionales en la econom ía
polít ica m undial, ( Barnet y Muller) , y el rol del est ado m oderno
( Holloway, y Picciot t o) , han t enido aquí un fuert e cent ro de int erés.
La m et áfora cism át ica ( Morgan) enfoca la at ención en cóm o las
organizaciones pueden t ender a fragm ent arse y desint egrarse com o
result ado de t ensiones int ernam ent e generadas. Da cuent a
específicam ent e de la prem isa funcionalist a de que las organizaciones
son ent idades unificadas que buscan adapt ase y sobrevivir,
enfocándose en los procesos por los cuales las organizaciones se
dividen en facciones com o result ado de la cism ogénesis ( Bat eson) y
el desarrollo de pat rones de funcionam ient o aut ónom o ( Gouldner) .
La m et áfora de la “ cat ást rofe” , fue ut ilizada en la t eoría
Marxist a para analizar las cont radicciones int ernas del m undo de la
econom ía polít ica ( Bukharin) , que sient a las bases para form as
revolucionarias de cam bio. En la “ t eoría de la cat ást rofe” de René
Thom se desarrollan versiones de alguna m anera diferent es. Am bas
son relevant es para est udiar el rol de las organizaciones en el m undo
económ ico cont em poráneo, el proceso laboral, y las relaciones de
t rabaj o- gerencia. Mient ras que la m et áfora fue ut ilizada de m uchas
m aneras com o base para m odelos de resolución de problem as,
det allada en una perspect iva funcionalist a, no se ha ut ilizado
sist em át icam ent e para desarrollar un análisis com prensivo,
est ruct uralist a- radical, de las organizaciones.

CONCLUSI ONES

La ort odoxia en la t eoría de las organizaciones se ha


desarrollado en base a m et áforas que reflej an los supuest os del
paradigm a funcionalist a. Est as asunciones son raram ent e explicit adas
y usualm ent e no apreciadas, con la consecuencia de que la
t eorización se desarrolla sobre una base no cuest ionada. Las
asunciones de los paradigm as int erpret at ivo, radical hum anist a, y
radical est ruct uralist a, desafían los presupuest os funcionalist as de
m odos fundam ent ales. Generan una variedad de m et áforas para el
análisis de las organizaciones, que result an en perspect ivas que
suelen cont radecir los dogm as de la t eoría ort odoxa. Por ej em plo,
m ient ras que la t eoría funcionalist a enfat iza que las organizaciones y
sus m iem bros pueden orient ar la acción y el com port am ient o para
lograr ciert os est ados, la t eoría int erpret at iva hace hincapié en que la
acción es orient ada t ant o para crear sent ido respect o del pasado,
com o respect o del fut uro. Mient ras que la t eoría funcionalist a ve a las
organizaciones y a sus m iem bros, int eract uando y com port ándose en
un cont ext o o ent orno de algún t ipo, la t eoría int erpret at iva cuest iona
el est at us y exist encia de t ales fact ores cont ext uales, que no serían
ot ra cosa que const rucciones sociales de individuos, que han pasado
a com part irse. La t eoría funcionalist a const ruye sobre prem isas que
la t eoría int erpret at iva sugiere que est án fundam ent alm ent e m al
concebidas.
Los paradigm as hum anist a radical y est ruct uralist a radical
ofrecen un desafío sim ilar, que enfoca la at ención en los aspect os
polít icos y explot adores de la vida organizacional. Desde la
perspect iva de est os paradigm as, t ant o la t eoría funcionalist a com o la
int erpret at iva no ent ienden que el aparent e orden en la vida social no
es t ant o el result ado de un proceso de adapt ación, o un act o libre de
const rucción social, sino m ás bien la consecuencia de un proceso de
dom inación social. Las organizaciones desde est e punt o de vist a
oprim en y explot an, y generan una lógica que sient a las bases para
su event ual dest rucción. El orden que busca ent ender la t eoría
int erpret at iva, y que la t eoría funcionalist a busca resalt ar, es desde
las perspect ivas hum anist a radical y est ruct uralist a radical, un orden
superficial que enm ascara cont radicciones fundam ent ales. El desafío
para la t eoría organizacional - que surge de est os paradigm as- es el
de penet rar en la apariencia superficial del m undo em pírico, y revelar
la est ruct ura profunda de las fuerzas que dan cuent a de la
nat uraleza, exist encia y t ransform ación en curso de las
organizaciones en la sit uación m undial t ot al. La t eoría organizacional
desde las perspect ivas hum anist a y est ruct uralist a radical no puede
proveer un ent endim ient o adecuado de la nat uraleza de la
organización a t ravés de un foco exclusivo sobre las organizaciones y
el com port am ient o de y en las m ism as. Est os paradigm as sugieren
que el est udio de t ales fenóm enos debe est ar relacionado con un
m odo m ás am plio de organización social, al que le dan form a y
cont enido em pírico det allado.
El desafío present ado a la t eoría organizacional ort odoxa por
est os diferent es paradigm as, es el de repensar la m ism a nat uraleza
de su obj et o de est udio. Los diferent es paradigm as im plican visiones
del m undo que favorecen ciert as m et áforas que const it uyen la
nat uraleza de las organizaciones, de m odos fundam ent alm ent e
diferent es, y que requieren repensar com plet am ent e aquello sobre lo
que la t eoría de las organizaciones debe t rat ar. El desafío se relaciona
con los presupuest os sobre los que se basa la t eorización, y solo
puede ser enfrent ado m ediant e la consideración de la pert inencia de
est os fundam ent os opuest os, com o base para el análisis de las
organizaciones.

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