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Artículo 26.- Los menores que no hubieran sido inscritos dentro de los plazos
establecidos en los Artículos 23 y 24 de este Reglamento, podrán serlo a solicitud
de:
a) Cualquiera de sus padres, de sus hermanos mayores o de quienes ejerzan su
tenencia.
b) Sus tutores o guardadores.
c) Las personas mencionadas en el Artículo 48 de la Ley en caso de orfandad del
menor, de que se desconozca quienes son sus padres, de ausencia de familiares o de
abandono; a saber:
fiscal, Donde se puede precisar que el Señor Justino Salon Condori declara
domiciliar en el Jr. VILCANOTA S/N – Urbanización Mariano Melgar - I etapa
Mz. K – lote N° 3 de la ciudad de Juliaca, domicilio distinto al que señalo en
su solicitud inscripción extemporánea de la agraviada , lo que hace notar una
irregularidad más en la Inscripción extemporánea en la partida de nacimiento.
D) La prueba de la edad cronológica, en todo caso, tiende a objetivarse
al máximo; de modo general, la Corte Suprema ha expuesto que con efecto se
debe contar con la partida de nacimiento o supletoriamente con el certificado
médico de edad (Ejecución Suprema del 27 de enero de 1994, recaída en el
R.N. número 816–92/Junín). Prima, por cierto, la partida de nacimiento o, en su
defecto, la partida de bautismo o el certificado médico de nacimiento —en tanto
prueba instrumental preconstituida—, así como la prueba testimonial del hecho
del nacimiento y demás circunstancias concomitantes y/o periféricas, y, tal vez,
con mayor grado de objetividad la prueba pericial supletoria de edad, con las
pericias auxiliares indispensables (odontograma u otras). No es de olvidar,
empero, que la edad es un hecho que debe ser probado y las evidencias deben
apreciarse con extrema rigurosidad y razonabilidad, alejadas por completo de
consideraciones formales o enunciados abstractos. No se puede decir,
simplistamente, que una pericia médica supletoria de edad debe apreciarse con
una diferencia de dos años en sus extremos inferior y superior y que en esos
casos ha de estarse a lo más favorable al reo (Ejecución Suprema recaída en
el R. N. número 526– 80/Lima), desconociendo otras evidencias o indicios que
pueden ayudar a precisar ese dato; incluso, eventualmente podría rechazarse
la propia partida de nacimiento si se advierten inexactitudes e
incompatibilidades con la prueba actuada en ese orden (Cfr.: Castillo Alva)
E) En consecuencia, la edad la presunta víctima hasta la emisión de la
sentencia condenatoria quedaba incierta, pese a que la defensa requirió
PERICIA ANTROPOLOGICA esta fue rechazada tanto a nivel fiscal como
judicial. Extremos que si resultan relevantes en tanto a la pericia psicológica de
la agraviada y la entrevistan en cámara gesell actuados durante el juicio oral.