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La escucha dicótica es una técnica experimental originalmente desarrollada por el Dr. Donald
Broadbent (1952) con el fin de estudiar la “atención selectiva” y posteriormente Doreen Kimura
(1961) lo adaptó como técnica neuropsicológica. El test permite demostrar que las habilidades
lingüísticas del ser humano se encuentran en el hemisferio izquierdo del cerebro.

La técnica consiste en la presentación simultánea de dos estímulos auditivos diferentes, uno en cada
oído. Estos pueden ser palabras, sílabas, dígitos, letras, sonidos musicales, o sonidos no verbales,
como toses, cantos de pájaros o ladridos, “basándose en el hecho generalmente aceptado de que
cualquier cosa experimentada en la parte derecha del cuerpo será procesada por el hemisferio
izquierdo del cerebro y viceversa”. En diferentes investigaciones realizadas con dicha técnica, se
evidencia un efecto de predominancia cerebral: el sujeto tiende a identificar mejor lo que ha
escuchado por el oído derecho y la explicación propuesta es que una señal lingüística recibida a través
del oído izquierdo es enviada primeramente al hemisferio derecho del cerebro y nuevamente enviada
al hemisferio izquierdo para ser procesada, lo que supone una ruta más larga que cuando el estímulo
se recibe por el oído derecho, que se envía directamente al hemisferio izquierdo del cerebro.

El objetivo de la prueba de escucha dicótica fue en un principio estudiar la atención selectiva del
sistema auditivo, después de cuantificar y cualificar sus resultados, se hizo de esta prueba una
herramienta importante sobre el estudio del comportamiento de la lateralización cerebral1 en cuanto
a la percepción de los sonidos del habla y así mismo identificar cualquier tipo de asimetría y
corroborar lesiones hemisféricas que afectan esta función cognitiva tan importante como lo es el
procesamiento del lenguaje.

Durante un experimento de escucha dicótica existen dos posibilidades: 1) atender a un solo mensaje
(en cuyo caso se habla de escucha selectiva) o 2) atender a ambos mensajes simultáneamente, donde
se hablaría de tener la capacidad de escucha dicótica. Al sujeto, así mismo, puede pedírsele que
recuerde todo el mensaje o que detecte y aísle la presencia de ciertos elementos a lo largo del mensaje.

A través de esta prueba, como se mencionó anteriormente, se llegó a la conclusión de que los sujetos
presentan una Ventaja del Oído Derecho, que se traduce a una predominancia del hemisferio
izquierdo del cerebro en cuanto al procesamiento del lenguaje. Este hemisferio predomina en el 90%
de sujetos diestros normoyentes y en el caso de sujetos zurdos, la tasa de predominancia de este
hemisferio es del 60%. Por otra parte, existe un aumento exagerado de la ventaja de oído derecho en
personas con depresión y todo lo contrario (déficit de VOD) en individuos que padecen de trastornos

1
Es un fenómeno de predominancia cerebral, en este caso la predominancia del lenguaje se encuentra en el
hemisferio izquierdo del cerebro.
de ansiedad. Se evidencian también asimetrías y déficit del procesamiento auditivo en individuos con
autismo, dislexia, esquizofrenia, esclerosis múltiple, entre otros trastornos ya sean de aprendizaje,
mentales o del sistema nervioso.