Este documento discute la situación política y económica en Venezuela desde la perspectiva de un peruano común. Argumenta que los medios de comunicación peruanos presentan una visión sesgada de Venezuela al describirla como secuestrada por un dictador, cuando en realidad el presidente Maduro fue elegido democráticamente. Atribuye la crisis en Venezuela al bloqueo económico de los Estados Unidos hacia los gobiernos socialistas de Venezuela y Cuba. Concluye que la solución ideal es buscar una salida pacífica a través del diálogo y la
Este documento discute la situación política y económica en Venezuela desde la perspectiva de un peruano común. Argumenta que los medios de comunicación peruanos presentan una visión sesgada de Venezuela al describirla como secuestrada por un dictador, cuando en realidad el presidente Maduro fue elegido democráticamente. Atribuye la crisis en Venezuela al bloqueo económico de los Estados Unidos hacia los gobiernos socialistas de Venezuela y Cuba. Concluye que la solución ideal es buscar una salida pacífica a través del diálogo y la
Este documento discute la situación política y económica en Venezuela desde la perspectiva de un peruano común. Argumenta que los medios de comunicación peruanos presentan una visión sesgada de Venezuela al describirla como secuestrada por un dictador, cuando en realidad el presidente Maduro fue elegido democráticamente. Atribuye la crisis en Venezuela al bloqueo económico de los Estados Unidos hacia los gobiernos socialistas de Venezuela y Cuba. Concluye que la solución ideal es buscar una salida pacífica a través del diálogo y la
Los peruanos comunes y corrientes somos testigos de la masiva
inmigración de miles de venezolanos a nuestra patria y a otros países del continente. Lo que nos lleva a preguntar ¿Qué pasa en Venezuela? Nuestros medios de información, ligados a los intereses del gran capital internacional, nos informan a diario y repetidas veces que Venezuela está “secuestrada por un Dictador y una cúpula de militares”. Sin embargo, ocultan que, “ese Dictador” fue democráticamente elegido por su pueblo (con veedores internacionales), y que, cuantas veces es necesario, sale a las calles a defender el proceso de transformación social que inició su presidente Hugo Chávez.
Acusan al Gobierno de Maduro de haber sucumbido al país a una política
populista, porque todos, absolutamente todos, tienen acceso a la educación y salud que es completamente gratuita. ¿Por eso será que no vemos a ningún inmigrante venezolano desnutrido ni analfabeto? Situación que sí vemos en nuestros propios inmigrantes nacionales.
NO ES COSA DE AHORA, ES COSA DE SIEMPRE
Desde que estaba Chávez en el Poder, los EEUU de Norteamérica veían
con ojos de encono la política internacional e independiente de Venezuela, que acusaba en su cara su política intervencionista y criminal en el mundo. Al no poder derrocarlo políticamente en las urnas, los EEUU alentaron el boicot económico de sus grandes empresas que perdieron el privilegio de despedir y abusar de sus trabajadores, llevándose sus capitales y especulando con la moneda, el crudo, los alimentos y las medicinas.
¿Es posible llamar dictador a un presidente que tiene satisfecho a más de la
mitad de su población, que desarrolla políticas de vivienda, educación, salud para los más necesitados? Como sucedió en Cuba en la década del 60, los Estados Unidos provocan la crisis social y humanitaria del nuevo Gobierno Socialista a través del bloqueo económico y la amenaza intervencionista
La gran diferencia de esa época y la de ahora, es que, en aquella
oportunidad, el Perú respetó la soberanía del pueblo cubano de libre determinación y votó en contra de la intervención militar y hoy en cambio los áulicos del gobierno de Vizcarra, el Apra y el Fujimorismo, alientan el bloqueo económico y reconocen un presidente que se autoeligió, caso sin precedentes en la política internacional.
A todos los latinos nos preocupa la situación en Venezuela y como lo hace
Bolivia, Nicaragua, Cuba, México y Uruguay, lo ideal es buscar una salida pacífica que parta de la no intervención y no boicot, el diálogo de la parte, la no violencia y la salida democrática con el respeto de los resultados en las urnas. Los pueblos tienen el derecho de establecer el modelo económico y social que beneficie a la mayoría de los ciudadanos, sin ninguna represalia de las potencias económicas mundiales.