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Para el desarrollo de una correcta gestión tecnológica, es necesario orientar la labor de la empresa
en función de seis estrategias u objetivos fundamentales que buscan garantizar el éxito
organizacional. A continuación, se explican los objetivos de la práctica de una gestión diaria dirigida
al logro de resultados positivos:
La dirección general del negocio de una empresa se establece mediante acciones que buscan crear
ventaja competitiva, y la tecnología debe estar inserta en la perspectiva del análisis estratégico. Para
esto es necesario considerar el mundo cambiante y complejo de las tecnologías de la empresa y sus
competidores. Conocer la realidad tecnológica del sector industrial, la de sus competidores y la
propia le da ventaja a la empresa en la definición de una estrategia de negocio acorde con las
circunstancias encontradas en los diferentes análisis.
Debido a que las innovaciones tecnológicas se producen a gran velocidad, es fundamental estar
informado sobre el estado del arte en cuanto a las tecnologías esenciales para la empresa, es
necesario explorar el cuerpo de conocimientos científicos y técnicos actuales para buscar las
soluciones que se requieren.
Adicionalmente esta vigilancia tecnológica se debe complementar con los análisis de la información
sobre los competidores actuales y potenciales, los datos referentes a clientes y proveedores, la
detección de hechos sociales, políticos, del medio ambiente y legales, por supuesto la revisión de
las tecnologías que acaban de aparecer y que son capaces de generar nuevos productos o procesos,
al igual que con procesos de auditoria tecnológica, que permita aclarar las tecnologías de las que
depende una organización.
A lo largo de la cadena de producción hay diferentes actividades claves para la generación de valor
de una empresa como la producción, la distribución, la comercialización, las compras, el servicio
postventa, la contabilidad, la gestión del personal y el mercadeo. Por consiguiente, es necesario
pensar en las diferentes tecnologías que se deben implementar y ajustar a la estrategia de la
empresa para lograr una ventaja competitiva en el terreno de la competencia.
La adquisición de una tecnología implica una larga relación con el proveedor, por lo cual las
condiciones que se acuerden en el proceso de negociación caracterizaran el tipo de transferencia
de información, de conocimiento, que la empresa pueda alcanzar.
4. Impulsar la innovación
La innovación en la gestión tecnológica hace referencia a los cambios técnicos que se realizan dentro
de la operación o funcionamiento de un proceso o producto. Sin embargo, la innovación debe
garantizar la existencia de la organización en medio de los cambios de tecnologías existentes. El
proceso de innovación se genera a partir de las diferentes áreas de la empresa, especialmente del
área comercial, puesto que esta presenta la facilidad de escuchar las necesidades del cliente y poder
así generar una nueva idea o de mejorar un producto o proceso.