Principio protectorio, reglas y medios técnicos Los principios son directrices políticas. Las directrices son un tipo de estándar que propone un objetivo que ha de ser alcanzado, en general como una mejora en algún rasgo económico, político, social de la comunidad. Los principios le otorgan al derecho su identidad y autonomía y se definen con directrices que orientan en general la disciplina y son producto de una valoración social con vocación de permanencia y universalidad. Lo que se designa como principio del derecho del trabajo cuya finalidad o meta que se pretende alcanzar es la protección de las personas que trabajan, con (característica) doble vocación de permanencia y universalidad, no necesariamente imperecedera. Ello no supone establecer la vigencia de un derecho natural del trabajo. El principio del derecho de protección es una directriz política que reclama que en las relaciones laborales se otorgue una tutela o amparo preferente a las personas que trabajan. El principio protectorio emana del art 14 bis de la CN al establecer… Respecto de la ubicación a aquellos principios que la doctrina suele presentar como propios del derecho del trabajo, que se dividen en dos grandes grupos: El primer grupo: Los de preferencia axiológica, que no son exclusivos del derecho del trabajo y podríamos definir como principios generales del derecho aplicados y adecuados al derecho del trabajo, como los de buena fe, igualdad de trato, justicia social, equidad y primacía de la realidad. El segundo grupo: No incluye principios sino medios técnicos de los que se vale la disciplina para proteger al trabajador, son aquellas reglas o formas de aplicación o manifestaciones particulares que materializan el principio de protección, que son variables y contingente, que conforman el modo de proteger y cuya ausencia no pone en cuestión la identidad del derecho del trabajo, como la irrenunciabilidad y continuidad en el empleo. Algunos de los medios técnicos posibles y contingentes de los que se vale el derecho del trabajo para hacer operativo el principio de protección: 1. In dubio pro-operario: son reglas para interpretar las normas jurídicas. 2. Norma más favorable: selecciona las reglas de derecho aplicable en supuestos de concurrencia conflictiva de normas. 3. Condición más favorable: es para resolver cuestiones que plantea la sucesión de normas. 4. Irrenunciabilidad: son para definir los límites de la autonomía de la voluntad. Fundamentos La fundamentación del principio de protección se confunde con la razón de ser el derecho del trabajo. La doctrina en general, entiende que su fundamento se hallan en la desigualdad de las partes vinculada por el contrato de trabajo e intenta corregir esa desigualdad con la creación de otras desigualdades. Según el autor, el fundamento del principio de protección está en la falta de libertad inicial y consecuente del trabajador, por la necesidad de trabajar, causa inmediata de la desigualdad como la explicación de la protección. Esto es así porque el derecho del trabajo es un sistema normativo que reconoce la falta de libertad de quien es contratado como consecuencia de su necesidad económica, como la resignación de la libertad que supone la sumisión a los poderes jerárquicos del empleador para acceder a un sustento. Es por eso que el derecho del trabajo establece un conjunto de reglas y diseña medios técnicos par aponer limites tanto al ejercicio de la posición de supremacía del empleador como a la entrega de libertades del trabajador. Funciones Las funciones de los principios del derecho del trabajo son tres, según el autor De Castro: 1. Informadora: Implica que debe orientar y dar fundamento al legislador para el diseño de su política legislativa en materia laboral. 2. Normativa/ Integradora: opera sobre la actividad judicial para resolver los problemas que planteas las lagunas legales, es decir, la ausencia de una normativa expresa para la solución del caso. 3. Interpretativa: Orienta al magistrado judicial y a la doctrina jurídica marcando el sentido de la interpretación de las normas cuando estas admiten mas de uno. Estas tres se agotan en el sistema de fuentes. Hay otras dos funciones que la dotrina no las considera como tales: 1. Identidad y autonomía: implica que sin el principio de protección no hay derecho del trabajo porque ello explica su existencia, su identidad y autonomía. 2. Legitimación y limitación de los medios técnicos: Implica que los medios técnicos, jurídicos, colectivos, judiciales, administrativos y supranacionales, se hace operativo el principio de protección. Estos últimos pueden ser considerados como las funciones específicas del principio de protección. Irrenunciabilidad. Regla general y excepciones Las mismas reglas laborales que se dictan para tutelar a los dependientes necesitan ser resguardadas de la inferioridad negocial de los dependientes. Para ello el Derecho del Trabajo utiliza dos herramientas, el orden publico laboral y la irrenunciabilidad. Orden público laboral: se dictan normas básicas inderogables, y negociación colectiva revistiendo tales reglas de intangibilidad total o relativa como parte del orden público. El Estado parte de la premisa de que los trabajadores dependientes tienen falta de capacidad y potencial negocial, cultural y económica por ello no pueden defender los beneficios ya conseguidos frente a nuevos negocios jurídicos propuestos o impuestos por sus empleadores. Para resolver esa cuestión, y que los derechos y beneficios no sean perdidos en la negociación privada entre el dependiente y el empleador por presión de este último, se los dota de irrenunciabilidad. El principio de irrenunciabilidad es una garantía de cumplimiento protectorio porque quita todo efecto a la voluntad del trabajado, unilateral, bilateral, en todo o en parte, para privarlo del beneficio reconocido a su favor por cualquier fuente jurídica. Para su invalidez no se requiere un vicio de la voluntad, basta con el que el trabajador renuncia y pierda total o parcialmente un derecho o beneficio que ya se le había otorgado para que el acto resulte nulo. La irrenunciabilidad en la Ley de Contrato de Trabajo Art. 12. — Irrenunciabilidad. Será nula y sin valor toda convención de partes que suprima o reduzca los derechos (adquiridos) previstos en esta ley, los estatutos profesionales, las convenciones colectivas o los contratos individuales de trabajo, ya sea al tiempo de su celebración o de su ejecución, o del ejercicio de derechos provenientes de su extinción. Es decir que se prohíbe la renuncia a los derechos devengados e incorporados al patrimonio del trabajador, cualquiera será el contexto en que fuere expresado, unilateral, bilateral, expreso o tácito, total o parcialmente. Ejemplo: si el trabajador renuncia a la percepción del salario correspondiente a un periodo ya trabajado, es decir, un crédito incorporado a su patrimonio. Art. 58. —Renuncia al empleo. Exclusión de presunciones a su respecto. No se admitirán presunciones en contra del trabajador ni derivadas de la ley ni de las convenciones colectivas de trabajo, que conduzcan a sostener la renuncia al empleo o a cualquier otro derecho, sea que las mismas deriven de su silencio o de cualquier otro modo que no implique una forma de comportamiento inequívoco en aquél sentido Tambien provoca la ineficacia de cualquier acto jurídico por el cual el trabajador dependente pierda derechos aceptando para el futuro un nivel de beneficio inferior al que ya poseía. Ejemplo: si el trabajador acuerda para le caso de futuro despido sin causa una indemnización inferior a la estatuida por la norma vigente o suscribiera un convenio por el que renunciara gozar en lo futuro de vacaciones pagas. Excepción: Art. 15. — Acuerdos transaccionales conciliatorios o liberatorios. Su validez. Los acuerdos transaccionales, conciliatorios o liberatorios sólo serán válidos cuando se realicen con intervención de la autoridad judicial o administrativa, y mediare resolución fundada de cualquiera de ésta que acredite que mediante tales actos se ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes. La ley establece examinar esos negocios jurídicos no escondan renuncia a derechos adquiridos y verificar que impliquen una justa composición de los derechos e intereses de ambas partes. En relación a la renuncia a derechos o beneficios ya vigentes, pero todavía no devengados, como un plus salarial a partir del mes próximo, vacaciones del año siguiente, indemnización por un despido no producido, etc. El art aclara la irrenunciabilidad de todo derecho o beneficio ya incorporado al patrimonio jurídico del dependiente, cualquiera sea la fuente generadora, como una ley, un convenio colectivo, voluntad unilateral del empleador (derechos y beneficios concedidos por este), acuerdo privado de partes (contrato individual de trabajo), etc. Aun así, hay dudas acerca de la posibilidad de admitirse negociaciones que constituyan una novación equitativa de las condiciones del contrato y respeten la equivalencia de las prestaciones, en tanto no constituyan la renuncia o perdida unilateral del derechos por el dependiente. Ejemplo: Si las partes pactan la reducción de la jornada de trabajo con la consecuente y proporcional adecuación de la retribución.