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III. La protección judicial de la víctima (CADH, 8.1 y 25) no se satisface con el sólo
ingreso formal de ésta al proceso como querellante particular, ya que los referidos
derechos implican también la garantía de que su pretensión sea resuelta por un órgano
jurisdiccional competente, imparcial e independiente. Es que, todo aquel a quien la ley
reconoce personería para actuar en juicio en defensa de sus derechos está amparado
por la garantía del debido proceso legal consagrada por el art. 18 de la Constitución
Nacional, que asegura a todos los litigantes por igual el derecho a obtener una
sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma. Ello en el marco del derecho a
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la jurisdicción consagrado implícitamente en el art. 18 de la Carta Magna y cuyo
alcance, como la posibilidad de ocurrir ante algún órgano jurisdiccional en procura de
justicia y obtener de él sentencia útil relativa a los derechos de los litigantes, es
coincidente con el que reconocen los arts. 8º, párrafo primero, de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14.1. del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
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una irrazonable desigualdad de trato entre la víctima que ha padecido el daño con el
autor del hecho que lo ha generado, pues este último puede impugnar sin
condicionamientos una resolución contraria a sus intereses en la específica materia que
aquí se analiza, cuando la impugnación de aquél queda a las resultas del
mantenimiento del Fiscal General con relación a una cuestión ajena a la incumbencia
del Ministerio Público.
T.S.J. "Sala Penal", S. n° 76, 8/4/2010, "González, Antonio Domingo y otro p.ss.aa.
defraudación -Recurso de casación-”. Vocales: Tarditti, Cafure de Battistelli, Blanc
G. de Arabel.
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SENTENCIA NUMERO: SETENTA Y SEIS
En la ciudad de Córdoba, a los ocho días del mes de abril de dos mil diez, siendo
las doce horas, se constituyó en audiencia pública la Sala Penal del Tribunal
Superior de Justicia, presidida por la señora Vocal doctora Aída Tarditti, con asistencia
de las señoras Vocales doctoras María Esther Cafure de Battistelli y María de las
Mercedes Blanc G. de Arabel, a los fines de dictar sentencia en los autos "González,
30/08), con motivo de recurso de casación deducido por el Dr. Juan Pablo Bastos en su
Abierto el acto por la Sra. Presidente se informa que las cuestiones a resolver
A LA PRIMERA CUESTION
Las señoras Vocales, doctoras Aída Tarditti, María Esther Cafure de Battistelli y
Séptima Nominación de esta ciudad –en lo que aquí interesa- resolvió: “suspender por
el término de dos años y seis meses el juicio a prueba de los imputados Antonio
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Domingo González y Nilda Esther Herrera, acusados de los delitos de defraudación
agravada y hurto simple, en concurso real (arts. 174, inc. 2°, 162 y 55 del C.P.) que le
nombrados como reglas de conducta a seguir durante ese período las siguientes: a)
bebidas alcohólicas; c) reparar el daño causado con la suma de pesos veinticinco mil ($
25.000), en cuotas mensuales y consecutivas de pesos un mil ($ 1.000) que deberá ser
abonarse lo acordado del uno al diez de cada mes, a partir del mes de septiembre del
artículo 464 y 471 del Código Procesal Penal, que condiciona la actividad impugnativa
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Ahora bien, todos los derechos referidos supra que motivan el planteo, están
III. Corrida la vista pertinente, el Sr. Fiscal Adjunto, por dictamen P- n° 637, la
inconstitucionalidad del artículo 474 del CPP, resultan insuficientes para demostrar la
que el derecho que acuerda dicha norma supranacional no es extensible, sin más, a
todos los posibles sujetos de un proceso judicial, sino que debe ser apreciado en
consonancia con todas las garantías en juego, a fin de no afectar las garantías
sólo en favor del imputado. Siendo así, el derecho a la tutela judicial efectiva, se debe
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entender formando parte de todo el andamiaje de garantías constitucionales, de las
materia de debate requiere aclarar que no constituye objeto del presente análisis la
cordobés, en sus artículos 471 y 464 del CPP, que condiciona el progreso de la
que la misma sea mantenida por el Fiscal General, es aplicable cuando la aludida
impugnación fue interpuesta por el referido sujeto eventual del proceso en contra del
auto que concede la suspensión del juicio a prueba, a fin de obtener una respuesta por
los autos "Bonfigli" (S. nº 79, 17/05/2007), “Denuncia formulada por Bellotti” (S. nº
92, 24/05/2007) “Almada”, (S. nº 184, 10/08/2007); por lo que las consideraciones que
allí efectuamos resultan de toda utilidad para el caso que nos ocupa.
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En los referidos precedentes se señaló que, la intervención del querellante
particular en el proceso penal, como es sabido, se presenta como una manifestación del
prescripto en el artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional, que establece que
Rica- (en adelante, CADH), cuyos artículos 8.1 y 25, respectivamente, consagran los
tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable,
cualquier carácter. La segunda establece: “1. Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
violación sea cometida por personas que actúan en ejercicio de sus funciones oficiales.
prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona
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que interponga tal recurso; b) A desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c) A
Derechos Humanos señala en referencia a los deberes que les cabe a los Estados partes
través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que
humanos" (cfr. Corte I.D.H., caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio de
Const. Prov., 172 inc. 3°), el Código Procesal Penal de la Provincia (CN, 28, 121 y
C.P.P.), a la vez que admite la posibilidad de que ella actúe en el proceso penal como
C.P.P.).
penalmente por un delito de acción penal pública a intervenir en el proceso penal como
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para acreditar el hecho delictuoso y la responsabilidad penal del imputado (art. 94
C.P.P.).
leyes acuerdan a los particulares [ofendidos]” (Const. Prov., 173 inc. 2°), ha respetado
los principios trazados por la normativa supra nacional aludida al limitar la facultad
casatoria deducida por el querellante particular sea mantenida por el Fiscal General
(CPP, 471) resulta respetuosa de los principios que tienen una prelación normativa
superior (CN, 31 y 75 inc. 22), cuando la misma es impetrada por el referido sujeto
d. La lectura de las normas y principios que deben ser llamados para la solución
del caso permite señalar que, la protección judicial de la víctima (CADH, 8.1 y 25) no
se satisface con el sólo ingreso formal de ésta al proceso como querellante particular,
ya que los referidos derechos implican también la garantía de que su pretensión sea
aquel a quien la ley reconoce personería para actuar en juicio en defensa de sus
derechos está amparado por la garantía del debido proceso legal consagrada por el
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art. 18 de la Constitución Nacional, que asegura a todos los litigantes por igual el
derecho a obtener una sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma... Ello
la Carta Magna y cuyo alcance, como la posibilidad de ocurrir ante algún órgano
derechos de los litigantes, es coincidente con el que reconocen los arts. 8º, párrafo
Se agrega que no se debe optar por una interpretación que vaya “en
desmedro de una adecuada hermenéutica de las normas en juego, con serio menoscabo
e. No resulta ocioso recordar aquí que esta Sala Penal, con base en la opinión
destacó que la norma debe ser interpretada como lo expusiera destacada doctrina
comparada, ya que "...no implica que en todos los casos se otorgue un tratamiento
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jurídica. Toda desigualdad no constituye necesariamente una discriminación, siempre
desproporcionada con el fin que se persiga” (López González, José Ignacio, "El
Instituto García Oviedo, Universidad de Sevilla, Nro. 52, año 1988, pág. 67).
elementos que han de ser objeto de análisis: si la diferencia de trato está dotada de
trato que se efectúa y los objetivos que con ella se persiguen..." (T.S.J., Sala
"Danguisse c/ADAC", S. 82, 20/9/2000. Cfr. López González, José Ignacio, ob. cit.,
pág. 67).
como el que aquí se analiza las referidas máximas constitucionales con las limitaciones
particular, manteniendo todas las disposiciones en juego con pleno valor y efecto, a fin
la tutela judicial efectiva y el de igualdad de trato con los enunciados contenidos en los
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artículos 471 y 464 del CPP, en los casos en que el recurso de casación del querellante
institucional, que debe ser considerado como la "última ratio" del orden jurídico
(C.S.J.N., Fallos, 249:51) y al que sólo debe recurrirse cuando una estricta necesidad
lo requiera (C.S.J.N., Fallos 248:398; Corwin, The Constitution of the United States of
América, pág. 562, Washington, 1953; Fallos, 260:83, "Haydeé María del Carmen
resulta posible desde que, al disponer la ley procesal que en casos en que el recurso
del querellante particular fuese desistido por el Fiscal General, este Tribunal debe
devolver sin más las actuaciones al Tribunal a quo, por simple decreto (CPP, 471 y
Repárese que esta Sala Penal sostiene -de manera inveterada- que el dictamen
bis -párr. 4to.- C.P.) no deberá pronunciarse acerca de los presupuestos sobre los que
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debe construirse el juicio de razonabilidad de la oferta de reparación efectuada por el
imputado, por no ser ésta una cuestión relativa a su actuación material (SAYAGO,
Marcelo J., Suspensión del Juicio a Prueba -Aspectos Conflictivos-, 2da. edición,
que debe pronunciar el representante del órgano público de la acusación sólo debe
limitarse a los aspectos del referido beneficio atinentes al ejercicio de la acción penal
pública, se debe afirmar -a fortiori- que la regla que exige el mantenimiento del
la oferta.
Ello así, pues más allá de las implicancias que puede adscribirse a la oferta en la
vincula al acusado por el hecho delictuoso y a la víctima que resultó del mismo.
e. Por otra parte, la exigencia del mantenimiento por parte del Ministerio
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presupuestos para juzgar si la oferta de reparación resulta razonable), consagra una
diferencia injustificada de trato de uno de los justiciables en los que se enfoca el nuevo
a prueba.
que el autor del hecho sea obligado a dar cuenta de sus actos -procurando su
resocialización sin condena-, sino como medio idóneo para compensar a la víctima del
injusto cometido, aspecto éste que desborda la esfera de interés y actuación del
padecido el daño con el autor del hecho que lo ha generado, pues este último puede
específica materia que aquí se analiza, cuando la impugnación de aquél queda a las
resultas del mantenimiento del Fiscal General en relación a una cuestión ajena a la
querellante particular y su examen por este Tribunal a que el mismo sea mantenido por
Así votamos.
A LA SEGUNDA CUESTION
Las señoras Vocales, doctoras Aída Tarditti, María Esther Cafure de Battistelli y
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I. Bajo el motivo sustancial de casación, el Dr. Juan Pablo Bastos, en su
hipotética condena.
acusatoria hay que tener en cuenta que, a la época que se dispuso la elevación de la
causa a juicio, no había acontecido la venta del inmueble ejecutada por los encartados,
relevante para el devenir del proceso, que no puede pasar desapercibido al tribunal que
inmueble, el cual nunca poseyeron. Aún así, es decir teniendo pleno conocimiento del
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No es posible soslayar esta circunstancia, que si bien no forma parte del hecho
Código Penal, como indicadores objetivos de las pautas por las cuales es posible
que si bien aducen ser un grupo familiar que subsiste con la suma de dos mil
económicos y sólo cuenta con una legítima expectativa en el resultado de este proceso,
por los efectos que trae aparejado una sentencia condenatoria, a los fines de evitar la
pérdida de su vivienda.
resarcimiento íntegro del daño emergente provocado por el delito, pero si es lograr una
particulares del caso, teniendo en cuenta no sólo la conducta típica endilgada a los
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disponibilidad del referido bien inmueble obtenido tiempo atrás por medio de una
Tribunal para que no se conceda la probation y a la Fiscal de Cámara para que ordene
celebrado ningún acto jurídico de disposición del bien con posterioridad a la elevación
de la causa a juicio, a los fines que la víctima no quede expuesta, como consecuencia
II.1. Como cuestión liminar debe señalarse, por un lado, que el presente examen
errónea aplicación del artículo 76 bis del Código Penal, al considerar razonable la
Por el otro, que esta Sala Penal consideró plausible reconocer legitimidad
suspensión del juicio a prueba. En ese contexto se realizó una especial consideración
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razonabilidad de la oferta reparatoria (T.S.J. "Sala Penal", "Sariaga Contreras", S. n°
no considera en lo más mínimo los extremos fácticos dirimentes que ilustran las
una de las hipótesis que autoriza el presente control por esta Sala Penal.
a. Para ello debe repararse que, los acusados -a través de sus defensores -
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escritura, por el cual ella le vendió a ellos el inmueble ubicado en calle Sargento
Ayudante Ramón Acosta n° 284 de la ciudad de Jesús María, por la suma de catorce
mil pesos, monto que la Suárez no percibió. Los imputados de mención, a su vez, se
plateada una fuente de cristal, marca "pirex", un mate, un libro de la colección "Robin
Hood" y cinco revista "Vida Animal", de propiedad de Suárez, los que se encontraban
suspensión del juicio a prueba solicitada por los imputados, al entender que llamado el
acusados, al ser rechazado a quien se considera ofendida penalmente por los delitos,
Sin perjuicio de las circunstancias fácticas que surgen de los hechos por los
deducido "...acción civil destinada a obtener la restitución del objeto materia del
delito, y que pueda constituir una pauta orientativa bajo la cual examinar la
razonabilidad de lo ofertado por los imputados como reparación del daño causado.
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En el caso concreto de autos, según surge del escrito presentado por los
imputados "el único ingreso es el sueldo que percibe el Sr. Antonio Domingo González
imputado González, en su declaración de fs. 238 de fecha 17/5/2002 dijo ser militar de
profesión, casado, con tres hijos, que vive en casa alquilada y percibe un ingreso de $
400; en tanto que Nilda Esther Herrera, en idéntica oportunidad refirió ser ama de
casa.
que, el Tribunal sólo valoró el ingreso mensual que tenían los acusados, sin ponderar
Inés Suárez.
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Este extremo, aunque no puede computárselo como una pauta negativa al
acusatorio, evidencia una capacidad económica no valorada por el iudex, que torna
Por todo lo expuesto, debe concluirse que el reproche traído por el impugnante
pronunciamiento del quo no valora todas las circunstancias relevantes que permiten
acusados.
Así votamos.
A LA TERCERA CUESTION:
Las señoras Vocales doctoras Aída Tarditti, María Esther Cafure de Battistelli y
querellante particular, Dr. Juan Pablo Bastos, en contra del Auto dictado el 20 de
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dispuso: “suspender por el término de dos años y seis meses el juicio a prueba de los
imputados Antonio Domingo González y Nilda Esther Herrera, acusados de los delitos
de Defraudación agravada y Hurto Simple, en concurso real (arts. 174, inc. 2°, 162 y
55 del C.P.) que le atribuye la requisitoria fiscal de elevación a juicio de fs. 446/464; e
imponer a los nombrados como reglas de conducta a seguir durante ese período las
pesos un mil ($ 1.000) que deberá ser depositado en una cuenta abierta en la sucursal
nombre de la presente causa, debiendo abonarse lo acordado del uno al diez de cada
prueba formulado por los imputados Antonio Domingo González y Nilda Esther
real (arts. 174, inc. 2°, 162 y 55 del C.P.) que le atribuye la requisitoria fiscal de
IV. Sin costas, atento al éxito obtenido en esta Sede (arts. 550 y 551, C.P.P.).
Así votamos.
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RESUELVE: I. Declarar la inconstitucionalidad de los artículos 471 y 464 del CPP en
querellante particular, Dr. Juan Pablo Bastos, en contra del Auto dictado el 20 de
dispuso: “suspender por el término de dos años y seis meses el juicio a prueba de los
imputados Antonio Domingo González y Nilda Esther Herrera, acusados de los delitos
de defraudación agravada y hurto simple, en concurso real (arts. 174, inc. 2°, 162 y 55
del C.P.) que le atribuye la requisitoria fiscal de elevación a juicio de fs. 446/464; e
imponer a los nombrados como reglas de conducta a seguir durante ese período las
pesos un mil ($ 1.000) que deberá ser depositado en una cuenta abierta en la sucursal
nombre de la presente causa, debiendo abonarse lo acordado del uno al diez de cada
por los imputados Antonio Domingo González y Nilda Esther Herrera, acusados de los
delitos de defraudación agravada y hurto simple, en concurso real (arts. 174, inc. 2°,
24
162 y 55 del C.P.) que le atribuye la requisitoria fiscal de elevación a juicio de fs.
446/464.
IV. Sin costas, atento al éxito obtenido en esta Sede (arts. 550 y 551, C.P.P.).
Con lo que terminó el acto que, previa lectura y ratificación se dio por la señora
Presidente en la Sala de audiencias, firman ésta y las señoras Vocales, todo por ante
Dra. María Esther C AFURE DE B ATTISTELLI Dra. M. de las Mercedes BL ANC G. DE ARABEL
Vocal del Tribunal Superior de Justicia Vocal del Tribunal Superior de Justicia
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