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UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

FACULTAD CIENCIAS SOCIALES

SEPTIMO SEMESTRE DE PSICOLOGÍA

INVESTIGACIÓN

ASIGNATURA:

PSICOLOGÍA DE LA SEXUALIDAD

AUTOR:
CRISTHIAN NOVILLO

DOCENTE:
PSC. GLORIA SOLÍS. Msc

MILAGRO-ECUADOR

2018
DISFUNCIONES SEXUALES

Es necesario elaborar una historia clínica completa y llevar a cabo un examen físico, pero los
resultados casi siempre es normal. Si el problema comenzó después de iniciar un
medicamento, esto se debe discutir con el médico que lo prescribió. Un especialista
calificado en terapia sexual puede ayudar.

Tratamientos

Para el trastorno de excitación sexual los objetivos del tratamiento van destinados a técnicas
de recuperación del foco y estímulo sensorial, habilidades de auto estimulación e interacción
sexual progresivas con la pareja, como también el entrenamiento de la musculatura
pubococcígea perineal o también llamados ejercicios de Kegel.

Para el trastorno orgásmico puede involucrar educación, terapia conductual cognitiva,


enseñanza de la forma de obtener orgasmos enfocándose en estimulación agradable y
masturbación dirigida.

La mayoría de las mujeres requiere estimulación del clítoris para alcanzar un orgasmo y la
incorporación de este aspecto en la actividad sexual puede ser todo lo que se necesita. Si esto no
resuelve el problema, enseñarle a la mujer a masturbarse puede. Una serie de ejercicios de
pareja para practicar comunicación, estimulación más efectiva y un jugueteo pueden ayudar. Si
las dificultades en la pareja están relacionadas con el problema, el tratamiento puede incluir un
entrenamiento en comunicación y un trabajo de mejoramiento de la relación.

Para el trastorno del deseo sexual requiere la terapia de pareja, sus integrantes aprenden a
comunicarse mejor entre sí, mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad.
Además, respeto por los sentimientos de cada uno; aprender cómo expresar la ira de manera
constructiva y reservar tiempo para actividades en pareja, al igual que mostrar afecto con la
finalidad de estimular el deseo sexual.
Muchos individuos también necesitarán concentrarse directamente en la relación íntima por
medio de la educación y las tareas de pareja; algunos tendrán que concentrarse en las distintas
formas de seducción sexual.

Por otra parte, es inevitable abordar directamente los problemas en la excitación sexual o en
el desempeño que afectan el impulso sexual. Algunos médicos recomiendan tratar a las
mujeres, ya sea con cremas o testosterona oral, a menudo combinada con estrógenos; sin
embargo, todavía no existe evidencia concluyente al respecto. Hay estudios en curso examinando
el posible beneficio de los suplementos de testosterona para las mujeres con disminución del
libido.

Para el trastorno sexual por dolor es recomendable una evaluación médica para descartar
posibles aspectos orgánicos. En la mayor parte de los casos en el hombre se refiere a dolor en la
eyaculación, bien centrado en el pene (lo más frecuente), bien en los testículos o en los
órganos internos.

En la mujer este trastorno puede ser origen de: agentes infecciosos, enfermedades genito-
urinarias, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos,
diafragma, dispositivo intrauterino -DIU-, espermicidas) y, en la tercera edad, vaginitis senil.

Al eliminar ese aspecto orgánico, la mejor y más efectiva herramienta de tratamiento para la
dispareunia se basará en terapias psicológicas, tales como desensibilización progresiva del
miedo aldolor durante el coito.

Medidas preventivas para atender las disfunciones sexuales

Se identificarán unos factores a considerar para tomar acción y realizar una visita médica para ser
consultado y evaluado. La consulta con un especialista en sexología es pertinente y un
especialista en psicología. A continuaciones medidas a considerar:
 Tomar en serio la falta de deseo sexual

 Prestar atención si no eres capaz de excitarte

 No ignorar el dolor durante el coito

 Proporcionar una historia médica y sexual completa

 Controlar las causas físicas

 Considerar los cambios hormonales en especial durante la menopausia

 Conversar con su médico acerca de sus medicinas y sus efectos secundarios

 No descuide las causas físicas, ni las psicológicas

 Analizar su relación de pareja, es estresante, agotadora o abusiva

 Tome en cuenta los factores sociales, de crianza, culturales y religiosos

 Intente con terapia física para el dolor en el coito

DIAGNOSTICO DE DISFUNCIONES SEXUALES MASCULINAS Y FEMENINAS


Y LOS PROBLEMAS DE PAREJA

De todos los trastornos psiquiátricos y psicológicos que examinamos en este texto,


los trastornos y disfunciones sexuales son los que representan la mayor dificultad
para aquellos que intentan distinguir entre la conducta “anormal” (inadaptada) y
algunas variaciones inofensivas que reflejan los valores y gustos personales
derivados de diferentes normas sociales (Balon, Segraves y Clayton, 2007). Las
definiciones de conducta sexual normal varían mucho y están influidas por los juicios
morales y legales. Por ejemplo, las leyes de algunos estados definen el sexo oral-
genital como un “crimen en contra de la naturaleza”.

Se puede clasificar la violación como una conducta desviada, pues incluye los
elementos de falta de consentimiento, fuerza y victimización. Pero, ¿qué pasa con
la excitación sexual debida a un objeto inanimado (fetichismo), la disminución del
impulso sexual o el conflicto de identidad sexual? Estas condiciones no son una
amenaza para la sociedad, no causan angustia a quienes las experimentan y no
perjudican el funcionamiento social u ocupacional. Son desviaciones sólo porque no
coinciden con los “patrones de actividad y excitación normales”. Se consideran
desviaciones aun cuando lo que se tiene como patrón sexual normal es el objeto de
la controversia. (Morrison, 2015)

TRATAMIENTO DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES Y LOS PROBLEMAS DE


PAREJA

Los profesionales necesitan estar motivados e interiorizar la sexualidad como una


dimensión positiva y fundamental del ser humano, y la educación sexual como el
recurso necesario para los pacientes.

Para abordar las disfunciones sexuales, es útil el asesoramiento individualizado.


Consiste en ofrecer al paciente información y recomendaciones sobre el trastorno,
que se adapten a sus características y necesidades, tomando en consideración los
aspectos psicosexuales y sus relaciones interpersonales. Es un proceso dinámico
que se adapta y se reevalúa según se vaya desarrollando la visita.

¿Qué se necesita saber y hacer para ofrecer asesoramiento sexual?

1. Saber preguntar y favorecer que se pregunte. Ser proactivo: preguntar y saber


escuchar. Se puede empezar con preguntas abiertas que generalicen situaciones,
utilicen estadísticas o expliquen rutinas habituales del terapeuta a la hora de realizar
su labor asistencial.

2. Disponer de información objetiva y científica sobre sexualidad.

Se debe proporcionar la siguiente información:

Información objetiva y adecuada al lenguaje de la paciente.

Explicación del problema.


Anatomía y fisiología de la respuesta sexual.

Mensajes positivos y de bienestar, de reconocimiento del derecho al placer y


activación de circuitos de recompensa.

3. Poseer habilidades terapéuticas sencillas para poder orientar y, en algunos


casos, resolver problemas sexuales y de relaciones de pareja. En el asesoramiento
hay que ofrecer orientaciones prácticas adaptadas a cada caso en particular:

Técnicas para incrementar la conciencia corporal (ejercicios de Kegel, pensar en


sexo de manera positiva, fantasías sexuales...).

Potenciación sensorial en pareja, habilidades eróticas (masajes sensoriales y


eróticos, sexualidad lúdica).

Aumentar el tiempo de interacción de ocio: caminar juntos, cenar un día al mes...

4. Prescripción de un tratamiento farmacológico si se considera necesario.

5. Visita de seguimiento: a los 2 o 3 meses, recomendar una visita con la pareja.

6. Disponer de una red de profesionales para la derivación, en caso necesario.

¿Cuándo derivar?

En el caso de que no hubiera resultados, porque se observaran problemas de pareja


o trastornos psicológicos, se ha de derivar el caso a especialistas en terapia sexual
y de pareja.

Además de las formas de tratamiento biológico, la mayoría de los enfoques de


tratamiento psicológico general incluyen los siguientes componentes:

1) Educación.- El terapeuta reemplaza los mitos y las concepciones erróneas


sexuales con información precisa acerca del funcionamiento y la anatomía
sexuales
2) Reducción de ansiedad.- El terapeuta utiliza procedimientos como la
desensibilización o las aproximaciones graduales para mantener la ansiedad
al nivel mínimo. Explica que la “observación y la evaluación” constantes del
desempeño personal pueden interferir en el funcionamiento sexual.
3) Ejercicios de conductas estructuradas.- El terapeuta da una serie de
tareas graduales que poco a poco incrementan la interacción sexual entre las
parejas. Cada integrante tendrá su turno para acariciar y ser acariciado en
diferentes partes del cuerpo exceptuando el área genital. Después, las
parejas acarician el cuerpo y las regiones genitales sin hacer demandas de
excitación u orgasmo. La etapa final de los ejercicios estructurados es el acto
sexual exitoso y el orgasmo.
4) Entrenamiento en la comunicación.- El terapeuta enseña a las parejas las
formas apropiadas de comunicar sus deseos sexuales al otro y a resolver
conflictos.

Algunos tratamientos específicos no médicos para otras disfunciones son los


siguientes:

1) Disfunción orgásmica femenino.- El enfoque general que se acaba de


describir ha sido exitoso en el tratamiento de los trastornos de excitación
sexual en la mujer y los trastornos eréctiles en el hombre. La masturbación
parece ser el modo más eficaz para que las mujeres con disfunción
orgásmica tengan un orgasmo. El procedimiento incluye la educación acerca
de la anatomía sexual, autoexploración visual y táctil, uso de fantasías e
imágenes sexuales, y practicar la masturbación individual y con la pareja. Se
han reportado tasas de 95 por ciento de éxito al utilizar este procedimiento
con las mujeres con disfunción orgásmica primaria (LoPiccolo y Stock, 1986).
Esta aproximación no por fuerza dirige la capacidad de la mujer para
conseguir un orgasmo durante la relación sexual.
2) Eyaculación precoz.- Una de las técnicas es que la pareja estimula el pene
mientras está fuera de la vagina hasta que el hombre siente la sensación de
no poder evitar la eyaculación. En este punto, la pareja detiene la
estimulación por un breve periodo y luego continúa. La pareja repite esto
hasta que el hombre puede tolerar periodos cada vez más largos de
estimulación antes de eyacular. Masters y Johnson (1970) y Kaplan (1974)
utilizaron un procedimiento similar, llamado “técnica del apretón” Reportaron
una tasa de éxito cercana a 100 por ciento. El tratamiento se aprende
fácilmente. Aunque la tasa de éxito a corto plazo para el tratamiento de la
eyaculación precoz es muy alta, las recaídas fueron muy comunes.
3) Vaginismo.- Los resultados para el tratamiento del vaginismo han sido
uniformemente positivos (Kaplan, 1974; LoPiccolo y Stock, 1986). Los
espasmos involuntarios o el estrechamiento de los músculos vaginales
pueden ser descondicionados con un primer tratamiento enfocado en
entrenar a la mujer para relajarse y luego insertar dilatadores cada vez más
grandes mientras está relajada hasta que sea posible la inserción del pene.

NIVELES DE INTERVENCIÓN

Nivel de apoyo

El trabajo al nivel de apoyo es básicamente con la estructura de la pareja. Esto se


hace con los pacientes que muestran las funciones yoicas disminuidas. En esta
paciente-pareja, predomina la relación simbiótica donde la falla básica se encuentra
en el proceso de individuación. La estrategia es lograr romper la identificación
proyectiva para que el paciente empiece a mirarse a sí mismo y reconozca que este
proceso, es el único camino para encontrar alternativas de mejoría, sin que se culpe
por todo lo que sucede, ya que esto lo llevaría a abortar el tratamiento. Este factor
es el aspecto más difícil de manejar, pues los pacientes continuamente sabotean
los cambios por una condición de vínculo psicopatológico dependiente, que resulta
muy angustiante romper. El abordaje tiene varios objetivos fundamentales. El
primero, es lograr el desarrollo de la pareja para lograr autonomía, pues en
ocasiones la dependencia infantil los incapacita incluso para ejercer las labores
cotidianas de sobrevivencia, dependiendo para ello de otro sistema familiar, sea el
de ella o de él; el segundo, es disminuir la ansiedad y lograr que ésta se convierta
en motor de cambio y no en un elemento paralizador; el tercero, consiste es abatir
los síntomas; y el cuarto, es abrir la posibilidad de hacer proyectos de vida a corto
plazo, dentro del manejo de su vida diaria. Esto abre la posibilidad de percatarse de
sus necesidades y exponerlas de manera clara y directa a la pareja, poner límites
en distintos niveles, de las relaciones interpersonales, distinguiendo entre sus
propias tareas y las de los demás, evitando riesgos que los puedan poner a merced
del maltrato. (Sanchez & Carreño, 2007)

Nivel de esclarecimiento

En este nivel se trabaja con los pacientes que cuentan con un yo más integrado y
fuerte, pero tienen algunas funciones disminuidas. El manejo está dirigido al
esclarecimiento de sus problemas y sus afectos, mostrando cuál es la participación
dentro de las diferentes áreas de su vida que los han llevado a situaciones de
extremo conflicto. Consiste en promover la auto observación y la reflexión, mediante
una labor de rastreo de los conflictos de pareja, para poder clarificar qué conflicto
tiene que ver con la relación de pareja y cuál con la problemática de cada uno de
ellos. Esto tendrá el efecto de aclarar el caos con el que generalmente ingresan a
psicoterapia, al analizar la compulsión a la repetición, explorar el desarrollo de la
vida familiar (para hacer la conexión con el aquí y el ahora) e identificar los modelos
establecidos desde la infancia dentro de la familia de origen (que son repetidos
durante toda su vida); pero con la diferencia de que a través del proceso grupal
puedan tomar conciencia y hacerse de los recursos para cambiarlos; trabajar con la
reestructuración de la pareja, asumiendo cada uno su parte en la conflictiva,
trabajando con la complementariedad y los afectos de ambos, además de la
promoción de un proyecto de vida propio. Al haber un rompimiento con las formas
de vida anteriores, la fantasía predominante es la de separarse, lo que incluso
puede suceder durante el proceso terapéutico. Esto no es alarmante, siempre y
cuando la pareja no abandone el tratamiento, pues a veces puede favorecer este
trabajo por la posibilidad de tener un mayor espacio para la reflexión. Cabe señalar
que dentro del proceso terapéutico se puede iniciar en un nivel y luego pasar al otro,
puesto que es un proceso dinámico, con un abordaje tanto de estructura, como de
las emociones de la pareja.

PSICOTERAPIA DE GRUPO Y DE PAREJA


Intervención sistémica

Si bien existen muchas escuelas de terapia de pareja, con diversos enfoques,


presupuestos, técnicas y definiciones, todas hacen hincapié en la importancia de la
comunicación y la necesidad de desarrollar estrategias de resolución de conflictos.
Los objetivos generales de la terapia de pareja son:

 Manejar la queja motivo de consulta, que en muchas ocasiones requiere una


mayor exploración.
 Promover un cambio que favorezca la meta comunicación y que siempre
respete los valores y creencias de sus integrantes Permitir redefiniciones y
evitar las interacciones rígidas.
 Aunque no se reconoce como un objetivo general, intentar mantener la
definición de los integrantes como pareja luce coherente con la expectativa
de los miembros que la organizaron dentro de un proyecto vital compartido.
 De no ser posible, mantener la unión o procurar una separación con el menor
grado de traumatismo.

La psicoterapia, aplicable también a la terapia de pareja, estableció algunos


principios como: expresar opiniones terminantes, sentar objetivos, ocupar la
posición de experto, imponer determinadas estructuras a las sesiones y asumir la
responsabilidad directa por los resultados.

También es necesario tener en cuenta que “la complejidad de las expectativas que
se depositan en la pareja ya debería ser motivo suficiente para intentar alejarse de
ámbitos comunes y dedicarle un estudio que respete su originalidad” (de la Espriella
Guerrero, 2008); por lo tanto, cualquier esquema descrito debe ser tomado como
un punto de partida, pues la terapia de pareja es un proceso creativo, estético y
único; no se trata únicamente de aplicar una técnica.

Como ventajas del abordaje de pareja encontramos que se trata de una intervención
en un grupo natural formado, con una situación establecida y estructurada, que
cuenta con reglas, definiciones e interacciones. Se puede realizar terapia en vivo
con los integrantes que demuestran en el consultorio las interacciones observables
y no sólo referidas, con un enfoque, sobre las quejas actuales.

Así mismo, es posible desarrollar un enfoque centrado en la queja o problema, no


solamente en un síntoma o diagnóstico. Esto da a la pareja un lugar propio,
independiente de otros sistemas, pues, como se mencionó al principio del texto, no
se trata únicamente de un subsistema familiar. Por lo tanto, permite incluir
elementos, como registros, diarios, prescripciones, rituales y ordalías, para
continuar entre sesiones con el trabajo terapéutico, lo que les da a los participantes
mayor responsabilidad en el cambio. Igualmente, permite realizar el seguimiento a
los cambios y evidenciar la característica dinámica de este grupo humano.

FACTORES ASOCIADOS A LAS DISFUNCIONES SEXUALES FEMENINAS Y


MASCULINAS Y A LOS PROBLEMAS DE PAREJA

En condiciones fisiológicas, la motivación sexual persiste hasta la edad de los 70 a


80 años, según Freeman, 1961 (citado por Labby, 1985). Otros dicen que los
hombres de edad reportan gran interés sexual y mayor actividad sexual que la mujer
de edad, aunque en ambos declina el interés al avanzar la edad (Labby, 1985). En
el 80% de los hombres mayores persiste el interés sexual cuando tienen buena
salud, en una proporción de dos por cada tres hombres a los 60 años y uno por
cada cinco, a los 80 años; en el caso de las mujeres, una de cada tres, a los 60
años (Labby, 1985).

Causa De Disfunción Sexual

Las disfunciones sexuales se presentan en cualquier individuo, en forma


independiente de la edad, sexo, raza, religión, estado civil, etc. Son muchas y
diversas las causas que conllevan a los trastornos de la respuesta sexual. Según
Haslam (1982), el 60% de los casos de trastornos de la respuesta sexual es debido
una respuesta de ansiedad intensa, específica al encuentro sexual. Otro 30% está
determinado por factores orgánicos, enfermedades psiquiátricas y alcoholismo.
Autores como Verhulst y Heiman (1985), agrupan las causas de las disfunciones
sexuales en tres grandes categorías, como son el Nivel Fisiológico, donde incluyen
algunos medicamentos como los1 psicotrópicos, diuréticos, antihipertensivos,
anticolinérgicos, cimetidina, etc. los cuales actúan como antiandrogénicos y pueden
afectar el deseo sexual y la erección; también refieren las bebidas alcohólicas y las
drogas como la heroína, cocaína, anfetaminas, etc. En segundo lugar, el Nivel
Psicológico General, el cual es necesario evaluar cuando no hay causas claras
diferentes a las antes señaladas, las cuales pueden ser desde problemas maritales
hasta factores de personalidad, según que los síntomas se presenten de manera
temporal o situacional como en el primer caso o durante toda la vida como en el
segundo caso. Refieren Verhulst y Heiman (1985), que pueden considerarse
factores situacionales a las pérdidas o ganancias importantes. Finalmente, el tercer
nivel o nivel Psicosexual en el cual muchas veces los problemas sexuales están
limitados a causas psicológicas independientes de la interacción sexual siendo uno
de los factores más comunes la sensación de preocupación por la separación,
manifestada por ansiedad constante, demandas, expectativas o asumiendo el rol de
observador. Casi siempre las causas psicológicas se manifestaron por una
preocupación ante el desempeño sexual en relación con la función, los movimientos
coitales o los toques o caricias, según un patrón previo. Esta presión puede ser real
o percibida solamente por el individuo o por su pareja, la cual lleva a la respuesta
de ansiedad o pánico y quizás a una observación constante de su actuación sexual
manifiesta por una pérdida sexual y afectiva en él o en ella. (Feo, 1993)
Bibliografía
de la Espriella Guerrero, R. (2008). Terapia de Pareja; Abordaje Sistémico. Revista
Colombiana de Psiquiatria, 175-186.

Feo, M. P. (1993). Sexualidad humana y causas de disfunciones sexuales . Revista de la


FAcultad de Medicina, Universidad de los Andes, 101-109.

Morrison, J. (2015). Guía para el diagnótico clínico DSM 5. Mexico: Manual Moderno.

Sanchez, C., & Carreño, J. (2007). Guía clínica de intervención psicológica de la


sexualidad humana en parejas. Perinatol Reprod Hum, 33-43.

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