PREPARACION DE ALIMENTOS, ALMACENAMIENTO Y DISTRIBUCION
Una de las mayores dificultades a la que se enfrenta la industria alimentaria es la
eliminación y el control efectivo la actividad bacteriana. Para ello, una de las armas más eficientes en la lucha contra las bacterias es el uso de la congelación y la refrigeración de alimentos. Cuando la temperatura es inferior al punto de congelación, la velocidad de crecimiento de los microorganismos disminuye rápidamente, esto se debe no sólo al descenso de la temperatura del producto, sino también a que se reduce el contenido de humedad, por lo que se despoja a los microorganismos del agua que necesitan para metabolizarse. La velocidad de congelación determina la distribución y tamaño de los cristales en los tejidos. Si es lenta, serán grandes y aparecerán principalmente fuera de las células, generando su compresión mecánica, con el consecuente aplastamiento y ruptura de paredes celulares. A altas velocidades de congelación hacen que se formen cristales pequeños dentro y fuera de la célula, produciéndose así menos deterioro. Utilizando la congelación criogénica, se garantiza la formación de pequeños cristales de forma uniforme por todo el producto, el agua dentro y fuera de las células se congela a la misma velocidad, asegurando que las células permanezcan intactas y que el alimento conserve su frescor, sabor y textura. El dióxido de carbono (CO2) en estado sólido, también conocido como hielo seco, es una forma muy eficaz y fácil de usar para enfriar y transportar productos congelados. El hielo seco se obtiene reduciendo la presión y la temperatura del CO2 líquido de una manera controlada; esto hace que el CO2 se convierta en una nieve de CO2 limpia y blanca. Esta nieve puede ser utilizada tal cual o bien puede ser altamente comprimida para formar bloques, placas o pellets de diferentes diámetros. El hielo seco o la nieve carbónica son métodos extremadamente efectivos para el enfriamiento adecuado de productos en batidoras, amasadoras y recipientes de mezclas, así como para la refrigeración de alimentos en cajas de cartón y envases combinados de comida rápida. EJEMPLOS Lácteos Manipulación de productos lácteos delicados, destacando el endurecimiento de helados, la estabilización de postres, etc. Alimentos secos y productos de panadería Panes parcialmente horneados y congelados, congelación rápida de bollería y productos de panadería preparados, etc. Pescado y marisco Manipulación segura de pescados enteros y filetes de pescado, gambas, almejas y otros crustáceos Frutas y verduras Mantener la forma, textura y sabor después de la descongelación, especialmente con productos de alto valor como las fresas y las frambuesas Carne Minimizar los riesgos de contaminación de las hamburguesas, mejoras en procesos como son el fileteado de carne, loncheados de embutidos, amasado de carnes picadas, productos en cubitos IQF etc. Comidas preparadas y catering Mantener la calidad de alimentos IFQ (congelados rápidamente de forma individual), comidas preparadas, pizzas, productos fritos y rebozados, además de recubrimientos de productos. Se entiende por cadena de frío a una cadena de suministro donde la temperatura siempre está controlada. Es decir, una cadena de distribución donde se mantiene la calidad e inocuidad del producto en cada eslabón, desde la post cosecha, procesamiento, almacenamiento y transporte hasta llegar al consumidor final. Cada eslabón que conforma la cadena de frío es sumamente importante ya que asegura que los productos perecederos sean seguros y de buena calidad al momento de consumirlos. Además, reduce las mermas, alarga la vida útil, permite disponer de productos en cualquier época del año, integra mercados distantes, propicia una nueva tendencia alimenticia y regula la oferta y demanda de productos. Asimismo, el no mantener estos productos a la temperatura adecuada, puede ocasionar varios atributos negativos como la degradación en la textura, decoloración, magulladuras y crecimientos de bacterias que pueden causar al ser humano una intoxicación alimenticia u otras enfermedades. Es bien sabido, que un producto de calidad representa un cliente satisfecho, mayor demanda y sobre todo protección a la salud del ser humano. Para lograr el establecimiento de una cadena de frío adecuada se requiere infraestructura, adaptación de procesos, transporte especializado con temperatura regulada y tecnología de control, lo cual puede conllevar cierta inversión dependiendo la operación. La finalidad de la cadena de frío es preservar el producto de temperaturas críticas de riesgo y evitar la proliferación bacteriana que pueda afectar la salud de los consumidores finales. El frío es uno de los elementos más utilizados por la industria y en muchos sectores específicos es un elemento imprescindible para sus procesos de producción y almacenamiento. El frío está presente en todo momento en algunas industrias, cuando el material o producto es obtenido, cultivado o extraído, cuando es trasladado a la planta, fábrica o almacén, durante el periodo de almacenamiento, en los procesos de producción y preservación y, desde luego, cuando se pone a la venta en óptimas condiciones para el consumidor final.