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De nuevo las calles son testigos de la protesta social, tan frecuente en los últimos meses,
aunque haciendo una retrospección de la historia Contemporánea colombiana se podría
decir que hace parte ya de nuestra cultura, una cultura en la que identificamos tantos
años de inconformismo, tantos años de insatisfacción, de opresión, de sometimiento;
palabras tan propias de los años 70 y 80, en el discurso que siempre fue tachado de
comunista en esa época y que ahora con las mismas o diferentes palabras se habla de
izquierdista, en un concepto que encierra los temas sociales sin reconocimiento de
reivindicación sino de rebeldía, la protesta revoltosa sin comprender de que las luchas son
justas que tienen que ver con beneficios para todos y no para unos pocos.
El concepto de Paro Nacional es una estrategia que utilizan las organizaciones sindicales
para opinar y protestar ante lo que se considera injusto y arbitrario, y en este caso del 25
de abril y el 1 de mayo son fechas que puede marcar un hito en esta historia social
reciente del país. Sabemos de antemano que los gobiernos y los gobernantes nunca
están dispuestos a ceder en las peticiones de los trabajadores, o gobernar para todos por
aunque en nuestra constitución reza en el mismo comienzo del articulo 1 Colombia es un
Estado Social de Derecho, lo cual en palabras concretas quiere decir que para el estado
debe primar sobre todas las cosas los derechos sociales de los ciudadanos, en la práctica
no es asi.
Entonces no debería ser necesario que los trabajadores hicieran pliegos de peticiones o
de solicitudes, como principio fundamental de la soberanía de los pueblos, los gobiernos
existen para servir, regir, establecer normas y favorecer intereses colectivos, no de unos
pocos poderosos económicamente, sino de todos los ciudadanos que integran un país,
sin distingos de clase, raza, etc. Pero este podría ser un discurso trajinado y desgastado
después de tantos años quizá siglos de existencia, pero en Colombia país que todo
sucede y vuelve a suceder, He aquí el motivo de las recientes marchas del 25 de abril y 1
de mayo, el plan de desarrollo de Duque, que se considera nefasto para los trabajadores
colombianos en cuanto al régimen laboral, en cuanto a pensiones en cuanto a
presupuesto para la educación y la salud.
Las principales centrales obreras y del gremio docente movilizaron por las principales
ciudades del país en contra del plan de desarrollo, a estas protestas se unieron
estudiantes universitarios también para exigir al gobierno el cumplimiento de los acuerdos;
parece una información repetitiva, parece la información de la última marcha, o la que
hubo hace seis meses, o hace un año, o hace diez, lo cierto es que de nuevo los mismos
motivos, con otros protagonistas tal vez, pero el mismo régimen que somete a Colombia
desde siempre.
Para nosotros es claro que mientras esto no se debata en un marco de justicia y garantía
social la situación y la relación con el gobierno nacional va a estar muy complicada y
según la legitimidad de la ley los paros y las movilizaciones se incrementaran y con mayor
fuerza y mayor decisión.