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En ética, los principios son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano cambiando las facultades
espirituales racionales y sexuales. Se trata de normas de carácter general y universal, como, por ejemplo: amar al
prójimo, no mentir, respetar la vida de las demás personas, etc. Los principios morales también se llaman máximas
o preceptos.
Los principios éticos son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad,
los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la
historia de la humanidad.
Immanuel Kant fundamenta la ética en la actividad propia de la razón práctica. Considera principios aquellas
proposiciones que contienen la idea de una determinación general de la voluntad que abraza muchas reglas
prácticas. Los clasifica como máximas si son subjetivos o leyes si son objetivos.1
Los principios éticos son declaraciones propias del ser humano, que apoya su necesidad de desarrollo y felicidad.
Se hace un principio ético como consecuencia del descubrimiento humano para catalogar una acción beneficiosa o
perjudicial para sí mismo o su raza. Estas declaraciones guían su conducta, su percepción de la realidad y su
pensamiento.2
Entre los valores éticos más relevantes se pueden mencionar: justicia, libertad, respeto,
responsabilidad, integridad, lealtad, honestidad, equidad, entre otros.
Los valores éticos se adquieren durante el desarrollo individual de cada ser humano con experiencia
en el entorno familiar, social, escolar e, inclusive, a través de los medios de comunicación.
Por ejemplo, el individuo que lucha por la justicia y la libertad, valores considerados como positivos,
son el reflejo de una persona justa. Pero, de lo contrario, se observa un ser humano apático ante
dichos valores y que da cierto apoyo a las injusticias.
Por tanto, los valores éticos permiten regular la conducta del individuo para lograr el bienestar
colectivo y, una convivencia armoniosa y pacífica en la sociedad.
Este punto es esencial para mantener una atmósfera de trabajo agradable y positiva. Es inevitable que los
empleados hablen de todo, incluso de sus superiores. Pero esto produce una atmósfera totalmente negativa. El
empleado que habla mal de sus autoridades tiene no solo una falta de ética sino de agradecimiento por el trabajo
que le ha ofrecido esa empresa. Sin duda alguna, a veces pueden no gustarnos algunas decisiones o
determinaciones que tomen los superiores de la empresa; pero eso no debería dar lugar alguno a la crítica, ya sea en
forma abierta o secreta.
El lugar de trabajo es lo que la misma palabra indica: Un lugar para trabajar, un lugar para estar enfocado y producir.
Esto significa que cada día el empleado debe rendir bien, a pesar de los problemas o contratiempos que tenga. Es común
ver a un empleado condicionado por sus sentimientos: cuando todo le va bien, entra sonriendo y es la persona más feliz
del mundo y cuando tiene problemas, el mundo se le viene abajo y su rendimiento laboral también. Cuando uno ve a un
empleado entrar por la puerta con la “cara larga” o amargado, uno ya sabe que esa persona vivirá toda la jornada
laboral afectada por lo que le ha pasado fuera del trabajo. Para mejorar y maximizar el rendimiento en las horas de
trabajo es necesario adiestrarse para dejar afuera todos los problemas personales.
4. Ir a la fuente principal
En todos los ámbitos se escuchan comentarios o chismes relacionados a la vida de otros y a la vida de la empresa. “¿Te
enteraste de los cambios que van a hacer en el área de ventas?”. “¿Te enteraste que van a despedir al director de
marketing?”, etc. Estos comentarios de pasillo, crean un microclima d
Hay empleados que parecen deleitarse de hablar siempre de las cosas que están mal, y que viven enfocados en los
comentarios negativos. Son aquellos que lo único que pueden ver son problemas. Lo increíble es que siempre
encuentran un oído que los escucha. Es indispensable que el personal de una empresa trabaje con una actitud positiva y
que no se detenga a hablar de los problemas, sino que colabore en traer soluciones. Las empresas que prosperan y
avanzar tienen más empleados que suman y multiplican, y menos que restan y dividen.
Una de las cosas más habituales en los lugares de trabajo es encontrar empleados que, a pesar de ser parte de la
compañía y de recibir una retribución financiera, se la pasan hablando mal de la empresa y de sus directivos. A ellos
todo les parece mal, pero aun así siguen trabajando allí. Esto no solo es una falta de ética laboral, sino una falta de
agradecimiento por empleo recibido.
Vivimos en una sociedad muy egoísta e individualista donde a muchos les cuesta trabajar en equipo. El trabajo en
equipo es compartir habilidades, no competir. El trabajo en equipo valora las fortalezas y habilidades del otro, reconoce
que el aporte de cada uno es muy importante y que sin cada uno de ellos no se podrían llegar a cumplir los objetivos y
las metas. No hay equipo ganador o empresa exitosa que no tenga una visión de trabajo en equipo.
Dar rienda suelta a los nervios y gritar en medio de la oficina a la vista de todos no es la manera de resolver los
desacuerdos. Una actitud sabia y prudente ante los desacuerdos es hablar en privado, a solas. Sin duda todos hemos
presenciado situaciones donde un entredicho o discusión pública en el lugar de trabajo terminó de la peor manera. Esto
se puede evitar sencillamente haciendo silencio en público e ir a hablar a solas con la persona o las personas
involucradas en el problema.
Es imposible agradar a todo el mundo y es difícil tener afinidad con todos. Pero en el lugar de trabajo, donde invertimos
muchas horas por día, es necesario esforzarnos por ser atentos, simpáticos, amables con todos, incluso con quienes nos
cuesta entablar un diálogo o con aquellos que nos disgustan como personas. Debemos ver al otro principalmente como
un trabajador y valorarlo por lo que hace, no necesariamente por lo que es como persona.
10. ¡Di todo con una sonrisa!
Muchas veces la expresión del rostro lo dice todo. Por eso cuando la expresión viene acompañada de una sonrisa
amable, no ficticia, se pueden lograr muchas cosas buenas. Por algo Williams Shakespeare dijo “Es más fácil obtener lo
que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”. No hay mejor compañero de trabajo que aquél que no solo
es positivo, gentil y honesto; sino que también nos regala cada día una sonrisa. ¡Di todo con una sonrisa y todo resultará
mejor!
10 valores éticos
1-Ser veraz
2-Ser justo
3-Ser responsable
4-Ser tolerante
5-Ser dialogante
6-Ser solidario
7-Trabajar honradamente
8-Mantener la palabra dada
Autenticidad
Creatividad
Felicidad
Placer
Amistad
Ternura
Profesionalidad
Valores Eticos Publicos son los valores establecidos en la sociedad para la sana convivencia entre
las personas.
Solidaridad
Igualdad
Tolerancia
Paz
Dialogo
Libertad
Estos son solo algunos valores eticos fundamentales que deben de estar presentes en cada
individuo, en entregas futuras describiremos cada uno de estos valores.
El valor moral lleva a construir como hombre a hacerte más humano dependiendo exclusivamente de la elección libre
donde el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible a base de esfuerzo perseverancia. El ser humano
de sexo masculinopuede comportarse como sujeto y no como pasivo ante los valores morales porque lo obtienen a base
de premio o castigo.
En otras palabras los valores espirituales pueden aludir a la importancia que se le brinda a los aspectos no-materiales
de nuestras vidas; que forman parte de las necesidades de los individuos y permiten que estos se sientan realizados
como personas e influyen en la interacción con las personas de su alrededor, otorgándole fundamento y sentido a la
vida del ser humano, que tal es el caso de las creencias religiosas.
Los valores cívicos deben ser transmitidos a través de las generaciones para que el desarrollo de la sociedad sea
continuo, positivo y para que no se pierdan u olviden en el tiempo.
Es decir, estos valores forman parte del legado cultural del entorno donde las personas se forman como ciudadanos
responsables, respetuosos y honestos. Los valores cívicos aportan la paz y el entendimiento en la ciudadanía.
Si se desvalorizan estas conductas cívicas y se adoptan posturas menos positivas, se podría generar el desorden, falta de
autoridad e, incluso, caos social en diversos grupos o comunidades.
De allí la importancia de enseñar, transmitir y poner en práctica los valores cívicos a fin de procurar el incentivo de
buenas conductas entre las relaciones personales como sociales.
El acervo cultural de una sociedad, comunidad o etnia está recopilado en los valores culturales, por ello, son diferentes y
exclusivos en cada grupo social.
Asimismo, los valores culturales posibilitan establecer la identidad cultural de las personas, sus hábitos, actitudes y
características sociales.
Por esta razón, los valores culturales se pueden diferenciar entre las diversas comunidades, más allá de que exista una
serie de valores humanos y sociales compartidos.
En este caso prevalece la importancia de los bienes materiales e inmateriales que conforman los valores culturales. Por
ejemplo, respetar un símbolo nacional, demostrar admiración un personaje ilustre de la historia, el cuidado a los
parques nacionales, el respeto a las etnias indígenas, entre otros.
Los valores culturales permiten que las personas se identifiquen con un grupo social, generen sentido de pertenencia y
arraigo a las costumbres que les fueron enseñadas a lo largo de su vida.
Sin embargo, hay otros comportamientos cívicos que no están recogidos por la ley, que pertenecen al ámbito de los
valores personales de cada uno. Por ejemplo, ser un mentiroso, en pequeñas cosas, no implica que vayas a ir a la cárcel,
pero si implica que cuándo las personas de tu alrededor se den cuenta dejen de confiar en ti y puedas tener problemas
para tener amigos, conservar un puesto de trabajo o tener una relación de pareja. Ser sincero es pues un valor personal
que te ayuda a convivir en la sociedad.
VALORES ESTÉTICOS
Los valores estéticos son aquellos que cuando dentro del estudio de la estética, se toma en consideración el estudio del
concepto de belleza.
Para esta escala de valores tomamos en cuenta la manifestación de lo bello a partir de la perfección de sus cualidades
estéticas.
Es decir, los valores materiales posibilitan y ayudan a que las personas puedan mantenerse y sostener una mejor calidad
de vida a lo largo del tiempo.
Estos valores están compuestos por los alimentos, la vestimenta, los medicamentos, el dinero y la vivienda. Estos
recursos son imprescindibles para satisfacer las necesidades humanas de alimentación, salud, ocio, vestimenta, así
como, para cumplir con diversas responsabilidades y actividades de la vida diaria.
Por tanto, los valores materiales aportan un equilibrio de subsistencia. No obstante, hay ocasiones en que estos valores
materiales se ven vulnerados porque las personas modifican su sentido real.
Es decir, le dan un valor extra al bien material, lo que muchas veces resulta innecesario, en especial cuando se busca
cubrir un vacío espiritual afectivo con los bienes materiales o monetarios.
Principios y Valores
PROFESIONALES POR LA ÉTICA inspira su trabajo en los siguientes Principios y Valores:
El entendimiento de los valores éticos como los principios objetivos, basados en la naturaleza
del hombre, que ordenan su comportamiento hacia la felicidad y el bien.
La afirmación del valor singular, absoluto y único de cada ser humano, dotado de una dignidad
y unos derechos inviolables, creado por Dios a su imagen y semejanza y llamado a una vida
trascendente. La afirmación, igualmente, de la libertad de las conciencias y de la responsabilidad
de la persona como puntos de partida de cualquier consideración ética.
La concepción del trabajo no sólo como un derecho y un deber, sino también como una actividad
que, lejos de considerar al hombre como un mero recurso, le permite construirse a sí mismo, al
tiempo que elabora un producto o realiza un servicio.
Con base en esta dignidad del trabajo, el entendimiento de la empresa como una comunidad de
personas que, sin perjuicio del incentivo del legítimo beneficio del empresario y sin menoscabo de
su competitividad, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un
grupo particular al servicio de la sociedad entera, generando riqueza en el contexto de una
economía de mercado socialmente responsable.
La vivencia de una ética de la subsidiariedad, que considera que los problemas sociales deben ser
resueltos, principalmente, por la propia sociedad, gracias a la acción responsable de sus
miembros. Sólo cuando ésta no sea posible, deben actuar los poderes públicos, y buscando
siempre, en primer término, que sean los grupos sociales quienes puedan afrontar los retos del
presente.
Una visión esperanzada del mundo de hoy, ante el cual se presentan, junto a evidentes amenazas,
inmensas oportunidades de desarrollo personal y comunitario que sólo se harán realidad a
través de la globalización de la dignidad de la persona y sus derechos y de la activa, responsable
y generosa participación de todos.