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Oh, Jesús santo, eres Tú solo el que amas a los simples e inocentes. Tú di-
jiste: “Mis delicias son con los hijos de los hombres” (Proverbios 8:31), con
todos aquellos que están dispuestos a venir a ser “como niños”. (Mateo
18:3) Tú eres el único que puedes hacer que este pequeño libro tenga al-
gún valor. Amado Señor, escríbelo en el corazón de aquellos que lo lean y
guíalos a que te busquen en lo profundo de su ser. Es allí donde Tú per-
maneces, como en el pesebre, esperando recibir pruebas de su amor, y
darles, en correspondencia, testimonios del tuyo. Oh, es verdad que la
culpa es de ellos por no experimentar todo lo que Tú estás tan dispuesto a
dar. Y sin embargo —oh, Niño todopoderoso, Amor increado, Palabra si-
lenciosa y omnímoda —realmente depende de ti hacerte amar, disfrutar y
comprender. Tú puedes hacerlo, y sé que lo vas a hacer por medio de este
pequeño libro, porque te pertenece enteramente; salió totalmente de ti; y
señala solamente a ti.
El lector que venga —sin prejuicio— a este libro, habrá de hallar, escondi-
da debajo de las más simples expresiones, una unción secreta. Esta unción
lo provocará a buscar esa plenitud interior que todos los discípulos del Se-
ñor deben desear asir y disfrutar.
PADRE ETERNO,
Y sin embargo,
Y le provoco a abandonarme.
Introducción
La plenitud de Dios
Conocer Su plenitud
La plenitud de la Deidad
El agrado del Padre
Aquel que lo llena todo
Plenitud y gracia en los Santos
La estatura del varón perfecto
Tomar de Su plenitud
Vivir en Su plenitud
Permanecer en Su plenitud
La gracia para los gentiles
La plenitud para sus Hijos
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“Plenitud mediante
Aquel que nos amó”
MAYCON J. RAMIREZ
Introducción
8
e
stamos viviendo los últimos tiempos nosotros los
hijos de Dios tenemos que saber este verdadero
hecho la Venida de nuestro Gran Señor y Salvador
Jesucristo por su iglesia está cerca, esto es causa de
gozo en mi corazón Dios quiere que vivamos la vida
de Cristo es necesario que la plenitud de su amor
habite en nosotros mientras estemos de paso en esta tierra empero, ne-
cesitamos un toque de su gracia la plenitud de Dios sobrepasa todo en-
tendimiento en este libro El Señor quiere mostrarnos como experimentar
la plenitud de su vida, el cristiano de este siglo tiene que tomar de la pleni-
tud de Dios que es en Cristo Jesús la plenitud que nuestro Dios da es com-
pleta el cristiano no tiene que buscar la paz fuera de sí muchas veces, lu-
chamos por encontrar la paz empero la verdadera paz la encontramos, en
nuestro Dios esto es en su plenitud las Sagradas Escrituras “Porque de su
plenitud tomamos todos”- Juan 1:16 de la plenitud de Cristo tomamos la
plenitud de amor de paz de gozo etc. y todo lo que es aprovechamiento
para la piedad Dios quiere que tomemos de su plenitud para que disfru-
temos de su Gracia que el Santo Espíritu alumbre los ojos de nuestro en-
tendimiento para captar lo que queremos transmitir que sea un fuerte de-
seo, vehemente de disfrutar la plenitud de aquel que nos amó A.W Tozer
dijo: “El grado de plenitud en cualquier vida concuerda perfectamente con
la intensidad del verdadero deseo”
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Capítulo 1
La Plenitud de Dios
«Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria,... para que seáis llenos
de toda la plenitud de Dios» (Efesios 3:16-19).
tud de Dios “Para que seamos llenos de toda la plenitud de Dios” esto es
para disfrutar la plenitud de Dios en nuestra vida diaria.
La plenitud de Dios trae ricas frutas de gracia para aquellos que quie-
ran, disfrutar la plenitud en la plenitud de Dios encontramos la paz de
Dios que es algo, que el hombre ha buscado desde el principio de las
edades. La plenitud de Dios es para nosotros sus hijos, plenitud es lo
que Dios da aquella alma que tiene hambre y sed de justicia, la biblia
nos dice que de Dios es la tierra y su plenitud nosotros somos del Se-
ñor entonces la plenitud de Dios es mía gracias a la obediencia de Je-
sús.
que sea una ancla que este reposando en la sala de tu corazón ¡Oh que
paz! ¡Oh que gozo!
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vida con la tal fuerza, que solo dependamos de ÉL. Una vida en pecado
lo único que hace es que perdamos la plenitud de Dios con esto no
quiero decir, que tenemos que hacer santos para que la plenitud de
Dios habite en nuestras vidas, me refiero que para que la plenitud de
Dios llene nuestras vidas lo que tenemos que tomar en cuenta es que,
no tenemos que practicar más el pecado alimentado con la tentaciones,
ejerciéndolo en nuestros miembros alimentándolo con lo que a él le lo
nutre.
Para tener una vida en plena consagración usted debe desnutrir al pe-
cado, o el pecado hará que usted no experimente la plenitud de Dios.
Usted y el pecado son dos, si usted mantiene su postura como cristiano
en el pecado no podrá vivir una vida en la plenitud que Dios quiere pa-
ra usted.
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El pecado tiene un hijo, se llama muerte sus nietos los deleites tempo-
rales. Si usted resiste al pecado ya no quedara, en el centro de su vida,
ahora su pecado es limpio por la Sangre de Jesucristo, ahora la plenitud
de Dios ocupara el centro de sus atenciones.
Efesios 3:19
Seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la
anchura, la longitud, la profundidad y la altura
mos.”-A.W Tozer
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Capitulo
2
CONOCER SU PLENITUD
Colosenses 1:19
me ha indicado, creo que son los más importantes para conocer la ple-
nitud de Él.
En la obediencia
En el estudio de Su palabra
Jos 7:24 “Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán
hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus
hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto
tenía, y lo llevaron todo al valle de Arco”
plenitud de Dios en nuestras vidas. Así como pereció Acán con toda sus
posesiones materiales así también nosotros si desobedecemos, la voz
de Dios perderemos las posesiones espirituales por cierto tiempo si no
nos arrepentimos y nos, sometemos a la santa voluntad de Dios.
Juan 14:15
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En el estudio de Su palabra
2Ti 3:15 “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escritu-
ras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe
que es en Cristo Jesús”.
Las palabras del anciano Pablo a Timoteo eran consejos sanos para que
Timoteo, verdaderamente experimentara la plenitud de Dios. Pablo le
dijo a Timoteo desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras las
cuales te pueden hacer sabio para la salvación
que nos acercamos ante el trono de Su gracia como dice Hebreos, se-
remos más aptos en permanecer más tiempo en Su Gloria.
La gloria de Nuestro Cristo es eterna, no hay materia de mortalidad. Él
quiere que nosotros mengüemos, para que nosotros podamos experi-
mentar la plenitud que tiene para cada uno de nosotros. Todos los san-
tos tendremos una corona incorruptible de Gloria, esta es una recom-
pensa eterna. Todo lo que tenemos y obtenemos hasta este día, es por
que la gracia de Dios lo ha permito. Todo lo que padecemos hasta este
día, es por la gloria de Dios que quiere sacar brillo de tu vida. Todo lo
que acontece a nuestro mundo hoy en día, es por qué Su venida está
muy cerca y es una alarma a tu vida. Cada circunstancia que pase en tu
vida déjala en las manos suaves de Jesús. Si no dependemos totalmente
en Dios no dependemos del todo, que nuestra vida no sea una vida
compartida partida en mitad que sea, una sola vida en Cristo Jesús Se-
ñor nuestro.
¡Oh! Que glorioso momento cuando todos los santos en gloria, poda-
mos cantar al Señor como Él se lo merece.
Todo creyente tiene que disfrutar las bendiciones espirituales que Dios
tiene para su vida. Tenemos que estar disfrutando de la tierra la leche y
miel que fluye de Canaán sembrando y cosechando en abundancia, mu-
chos han pensado que Canaán es el cielo todo creyente tiene que darse
cuenta que Canaán es la vida abundante y solo en Cristo es posible di-
cha bendición (Juan 10:10), ¿Estas disfrutando a Cristo Él sumo Sacer-
dote de los bienes venideros? Amado lector, Canaán es la vida en
abundancia que Dios te quiere dar por medio de Jesucristo nuestro Se-
ñor. Un creyente que este apegado a los principios bíblicos será un cre-
yente gozoso y sobre todo victorioso tenemos que encontrarnos en Su
presencia cada día como dice Oswald Smith:
“Amigo mío, si deseas mantener la espiritualidad que Dios te ha
dado, si deseas un avivamiento perenne en tu corazón, tendrás que
aprender a encontrarte con Él Señor Jesucristo cada día”
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El cristiano y la Palabra
Solo entendemos el plan providencial de Dios por medio de Su palabra
solo ahí encontramos la respuesta para nuestra necesidad, debemos
regocijarnos en Su palabra (Salmo 119:70) y no apartarnos, de ella
siempre como una ancla firme, en nuestros corazones (Salmo 119:51)
el cuidado amoroso del Señor y su amor inquebrantable nos instruye,
también por medio de Su palabra (Salmo 94:12) cuando su palabra ha-
bita en nosotros nunca resbalaremos, siempre estaremos en pie (Salmo
37:31) la palabra de Dios es perfecta, y jamás será quebrantada, Su pa-
labra cambia, convierte, transforma, moldea siempre y cuando obede-
cemos como verdaderos hijos de luz (Salmo 19:7-8) es la palabra pro-
fética más segura (2Pedro 1:19) permanece para siempre (1Pedro
1:25) es viva y eficaz (Hebreos 4:12) también es la espada del Espíri-
tu (Efesios 6:17) todo creyente tiene, que estar completamente equi-
pado con la palabra de verdad, usar bien la palabra de verdad como le
escribió Pablo a Timoteo trazando bien la palabra (2 Timoteo 2:15b)
el deleite para el hombre espiritual es la palabra de Dios, en ella medi-
ta día y noche (Salmo 1: 2) con tal diligente meditación siempre mira-
ra las maravillas de Su palabra (Salmo 119:18) cuando conocemos la
bendita palabra de verdad somos bendecidos, con el roció de sus pro-
mesas. En todo creyente tiene que habitar la palabra de verdad, y esto
en abundancia para que podamos de ser de gran bendición a los oyen-
tes. Colosenses 3:16: “La palabra de Cristo more en abundancia en voso-
tros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, can-
tando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y
cánticos espirituales.” Como conclusión todo creyente que quiere vi-
vir una vida plena, o una vida en el Espíritu (Gálatas 5:16) disfrutando
la plenitud de Dios para su vida, tendrá que gozar de la palabra de Dios
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Colosenses 2:9
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”
Alguien ha dicho que "el estudio apropiado de la humanidad es el hombre". No vaya negar
este concepto, pero pienso que es igualmente cierto que el estudio apropiado para los elegi-
dos de Dios es Dios mismo; el estudio apropiado para el cristiano es la Deidad. La ciencia más
elevada, la especulación más encumbrada, la filosofía más vigorosa, que puedan jamás ocupar
la atención de un hijo de Dios, es el nombre, la naturaleza, la persona, la obra, los hechos, y la
existencia de ese gran Dios a quien llama Padre.-Charles Haddon Spurgeon
Todas las cosas pertenecen a Dios y todo lo que nos pasa a nosotros
como sus hijos, sabemos que en Dios no hay despropósitos, somos sa-
cerdotes del nuevo pacto para anunciar las virtudes de aquel que nos
llamó de las tinieblas a su luz admirable. Cuando comenzamos a entre-
garnos por completo a Dios, siempre obtendremos tremendas bendi-
ciones, Él nos dice claramente que tomemos la cruz cada día y le siga-
mos. Un cristiano no se torna santo con una vida mediocre en la igle-
sia, o en las reuniones constantes, o en los ayunos prolongados, solo se
forma en una vida entregada a Él y nada implica más que una vida to-
talmente apartada para l completamente solo y solo para El para que
obtengamos la plenitud para nuestro andar diario. Mathew Henry es
cribe: De la plenitud que hay en Jesucristo hemos de sacar constante-
mente, por fe, gracia sobre gracia, gracia para todos los ejercicios y ac-
tividades piadosas, gracia para tener ayuda en tiempo de necesidad.
Siempre cuando experimentamos la verdadera plenitud de Dios, ob-
tendremos la gracia necesaria para vivir piadosamente en la tierra. La
completa plenitud de la Deidad tiene que obrar constantemente en
nuestras vidas, una vida entregada a Él solo somos bienaventurados
disfrutando lo que Cristo nos dio por Su sangre bendita. Si en el habita
la plenitud en mi tiene que obrar esa plenitud, en El habita en mi obra
somos uno con El nada cambia Él no tiene sombra de variación. Todo
creyente que no ha experimentado la plenitud de Dios, les invito a be-
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son llevados por la corriente del mundo y son sacudidos por las burlas
públicas. El que depende de Dios, siempre consultara a Dios en los
momentos de dificultad y de sufrimiento y ahí donde encuentra gracia
para el oportuno socorro.