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SIGUE
EN ORDEN
Cuatro décadas de historia en dibujos
HERMENEGILDO SÁBAT
LA CASA
SIGUE
EN ORDEN
Cuatro décadas de historia en dibujos
AGUILAR
O ÁGUILÁR
• Santillana S.A.
Torrelaguna 60 28043, Madrid, España
• Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. de C.V.
Avda. Universidad 767, Col. del Valle, 03100, México
• Ediciones Santillana S.A.
Calle 80, 1023, Bogotá, Colombia
• Santillana S.A.
Avda. San Felipe 731 - Jesús María, Lima, Perú
• Ediciones Santillana S.A.
Javier de Viana 2350. 11200, Montevideo, Uruguay
• Aguilar Chilena de Ediciones Ltda.
Dr. Aníbal Aríztía 1444, Providencia, Santiago de Chile, Chile
• Santillana de Ediciones S.A.
Avenida Arce 2333, Barrio de Salinas, La Paz, Bolivia
• Santillana S.A.
Prócer Carlos Argüe -filo 288, Asunción, Paraguay
ISBN: 950-511-959-1
Hecho el depósito que indica la Ley 11.723
Diseño de cubierta:
María Rosa Iannuzzi
O Material gráfico:
Hermenegildo Sábat
¿Qué libro de historia contemporánea puede ser más útil, más significativo, más lleno de vivencias
que esta colección de dibujos? Aquello que los historiadores podríamos tal vez explicar en varias
páginas, Sábat lo hace en diez trazos, y la evocación que se despliega a lo largo de sus creaciones
llena con tanta plenitud los tiempos que hemos vivido los argentinos en las últimas décadas, que
uno se avergüenza de las muchas palabras que gastó para describir situaciones, personajes o pro-
cesos. Dan ganas de decir: "Tiren todos los libros y limítense a mirar y entender los dibujos de
Sábat. Allí está todo...".
Porque lo está, ciertamente. Ha bastado su talento para que revivan los protagonistas, positivos o
negativos, de nuestra evolución como país. Le basta al artista un toque para enjuiciarlos: aquel, con
alitas de ángel petiso, aquel otro con un vaso de whisky en la mano, tal aferrando su sillón de mando,
cual con un rostro protervo. Y entonces uno los recuerda. Muchos estaban piadosamente olvidados,
porque saber olvidar lo malo también es tener memoria; pero al conjuro de los lápices de Sábat salen
de su infierno (algunos pocos, de su cielo) y retornan para hacernos acordar que dispusieron de
nuestra vida individual y de nuestro destino colectivo.
Y ahí está la galería de ilusiones, de infamias, de esperanzas, no todas fallidas. Seguramente, cada lec-
tor puede asociar estas imágenes con momentos de su propia vida, y hasta podría recordar el día que
las vio en el diario, como si fueran editoriales burlescos y cachadores, pero siempre con contenidos
que alertaban, definían y en cada composición reflejaban lo que íntimamente sentíamos entonces.
¡Qué extraordinario poder! Un poder que Sábat usa humildemente. Los historiadores tratamos de
comprender el pasado y a veces nos permitimos enjuiciarlo. Sábat, simplemente, dibuja, no pone
palabras a sus creaciones. Pero basta el gesto que coloca a sus personajes o el simbolismo que les
agrega para que todo quede dicho. Y, curiosamente, maravillosamente, lo que queda dicho lo ha-
cemos nuestro, pasa a formar parte de la memoria general.
Recuento histórico implacable pero justo. Galería de personajes queribles o detestables. Recorro estas
páginas y me duelen y me alegran. Algunas nos provocan risa y otras nos hacen un nudo en la gar-
ganta. Y es que así es la historia: triunfos, fracasos, mezquindades. La sustancia misma de la natu-
raleza humana en clave nacional. En este caso, volcada en imágenes a las que da vida este genio de la
plástica, nuestro rioplatense Hermenegildo Sábat.
FÉLIX LUNA
Década del '60
12
eón Trotski, en realidad Lev Davidovich Bronstein, había que traicionó a la revolución, e intentó combatirlo a través de
sido, después de Lenin, la principal figura de la Revo- la IV Internacional y de varios textos convertidos en clásicos
Li ución Rusa de 1917 como teórico y como organizador
del Ejército Rojo. Tras la muerte de Lenin, Trotski, que lidera-
del ensayo marxista. Un militante comunista español, Ramón
Mercader, lo asesinó en su exilio en Coyoacán, México, el 21 de
ba la fracción de izquierda del partido bolchevique, fue derro- agosto de 1940. En los '60, su concepción de la "revolución per-
tado por Stalin y expulsado de la URSS en 1928. Desde el exi- manente" fue una de las influencias teóricas de mayor peso en
lio, siguió denunciando al stalinismo como una desviación la izquierda occidental, con especial fuerza en América latina.
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n los primeros años de la década del '60, en plena escala- sidente constitucional Janio Quadros —se dice que había ido muy
El ensayo desarrollista
a Argentina inició la década en pleno ensayo de su pro- jeras en sectores básicos de la economía, como el petróleo o la
a reunión secreta con Ernesto "Che" Guevara —en agos- de marzo. Sobre todo por la consagración del dirigente textil
Arturo ¡tu;
l radical Arturo Umberto Illia era ya un más que para impedir el regreso de Perón al país, y de algunas medidas
El "jaque al régimen"
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a década del '70 se inició con promesas de grandes cam- 1973. Con el correr del tiempo, esas expectativas se irían frus-
SalValfill' Allende
a Argentina, el Uruguay, y en menor escala el Brasil, vi- quierda Unidad Popular, resultaba electo presidente en las e-
Salvador Allende
El acecho y el golpe
a
L.
a "vía chilena al socialismo" fue, desde su comienzo, jaque-
da de modo permanente por los factores de poder locales, y
bien por el gobierno estadounidense y las grandes empre-
sas norteamericanas con intereses en Chile. En la lógica de la gue-
rra fría, las iniciativas socializantes de Allende, sus propuestas de
reforma agraria y de nacionalización de los sectores básicos de la eco-
25
nomía nacional, así como su política exterior de apertura a Cuba y el sabotaje económico, las Fuerzas Armadas concretaron un san-
a los países del Este, resultaban inaceptables. La CIA y grupos eco- griento golpe, con el liderazgo del comandante del Ejército, Au-
nómicos como la Telefónica ITT conspiraron casi sin disimulo, en gusto Pinochet. Allende murió en plena resistencia —algunos
connivencia con los sectores duros de las Fuerzas Armadas y la pa- sostienen que fue asesinado—, y miles de obreros, estudiantes, inte-
tronal empresaria. FI 11 de septiembre de 1973, con el gobierno de- lectuales y militantes fueron detenidos y torturados, y muchos de
teriorado por los conflictos en el seno de la Unidad Popular y por ellos muertos. Se iniciaba así un régimen que duró 17 años.
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La ola golpista
•
27
Henry Kissinger
El gran arquitecto
a realidad internacional de los '70, o cuando menos de negociaciones de paz con Vietnam para disimular los efectos
ue también Kissinger el que, por esos años, cuando se presiva del gobierno de Emilio Garrastazú Medici. El lo de
Un paréntesis liberal
una suerte de socialdemócrata inclinado a lo social. Pero fue una ristas, como la del brasileño Ernesto Geisel, o a gobiernos constitu-
"fiebre de sábado por la noche", fugaz como el filme que protago- cionales obedientes, como el del venezolano Carlos Andrés Pérez
nizó John Tramita. Carter ayudó a los estadounidenses a elaborar antes de que la corrupción lo llevara a la cárcel. Cuatro años des-
el duelo por la derrota en Vietnam y la vergüenza por el Watergate. pués, en 1980, Carter quedaría sin futuro. Lo desplazaron la hu-
También acercó algún aliento en favor de los derechos humanos de millación por los rehenes norteamericanos en Irán y la impotencia
los latinoamericanos, pisoteados por sus dictadores.Y a través de su por la invasión soviética a Afganistán. Y, sobre todo, el arrasador
secretario de Estado, Cyrus Vance, premió a dictaduras apertu- encanto de la "revolución conservadora" de Ronald Reagan.
—4
32
33
Un paquete a desatar
l mundo había empezado a cambiar hasta tal punto, en a Juan Carlos de Borbón y Parma, nieto del último rey, Alfonso
E esa mitad de los '70, que se sacudió aun de las que pare-
cían inamovibles rémoras autoritarias en la Europa más
occidental. El 25 de abril de 1974, la "Revolución de los Clave-
XIII. Pero el propio sucesor, ya convertido en Juan Carlos I, se
encargó de empezar a desatar el paquete. Garantizó una tran-
sición democrática, avalada en el gobierno de todos los días por
les» terminó con el régimen que Oliveira Salazar había inaugu- algunos personajes surgidos del propio régimen franquista,
rado 40 años antes en Portugal. El 20 de noviembre de 1975, como Adolfo Suárez. Lo apuntalaba el acuerdo con un joven se-
después de una larga agonía, moría el "Generalísimo" Francisco villano conocido como "Isidoro" cuando —en 1974— fue electo jefe
Franco, el ganador de la Guerra Civil Española en 1939. Franco del socialismo español en el congreso partidario de Suresnes,
se ufanaba de haber preparado, para después de su muerte, un en Francia. El mismo que en los '80, ya identificado como Felipe
"paquete bien atado" cuando en 1970 nombró como su sucesor González, haría bastante más ruido.
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Albino Luciani
Karol Wajtyla
de Pablo VI para continuar el estilo renovador de Juan XXIII. ria y política del Vaticano para acercarla a un catolicismo más
Un obispo veneciano, Albino Luciani, fue entronizado en su re- tradicional y rígido, duro con la Teología de la Liberación lati-
emplazo el 26 de agosto, con el nombre de Juan Pablo I. Pero noamericana, y militante contra Ios regímenes socialistas. Su
apenas 33 días después, el 28 de septiembre, moría de una en- propia tierra, Polonia, lo comprobaría pronto: en 1980, tras
fermedad no precisada. La asunción de Juan Pablo II no sólo una larga huelga, nació el sindicato independiente Solidari-
rompió con una larga tradición de papas italianos. Rápida- dad, con Lech Walesa a la cabeza y con el Papa como principal
mente marcó, también, un cambio en la orientación doctrina- apoyo, en lo que sería el inicio del fin del régimen comunista.
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entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. En octubre de '70, los protagonistas de ese juego peligroso eran el premier
1973, una nueva guerra, la "de Yom Kippur", y la paralela conservador israelí Menahem Beguin, el premier soviético Leonid
decisión de los grandes productores árabes de petróleo de mul- Brezhnev, el presidente norteamericano James Carter, el líder pa-
tiplicar su precio —lo que desató una crisis en el núcleo de la lestino Yasser Arafat; el presidente sirio y referente del ala dura
economía capitalista—, transformaron la región en centro defi- del mundo árabe Hafez Assad, el presidente egipcio Anuar Sadat,
nitivo de la tensión internacional. En la segunda mitad de los y el líder religioso chiíta iraní Ruhollah Khomeini.
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del repudio de los jefes árabes más intransigentes, como el Beguin, antiguo líder de la organización Irgún, que en 1946
sirio Hafez Assad, el libio Muammar Kadafy e incluso el rey había volado el hotel King David de Jerusalén, le permitió com-
Hussein de Jordania. Pero los acuerdos de Camp David pron- partir el premio Nobel de la Paz de 1978 con el premier israelí.
to demostraron ser sólo una ilusión para la resolución de la Pero también lo "condenó" a muerte: el 6 de octubre de 1981,
cuestión árabe-israelí. A Sadat —heredero del proyecto panara- en pleno desfile militar en El Cairo, una bomba integrista ter-
bista y socializante de Gamal Nasser—, su acercamiento con minaba con su vida.
1
40
41
,
1)
Ruhollah Khomeini
l integrismo religioso ya tenía una larga historia, tanto muerte, en 1989, el gran jefe del movimiento insurgente que
Roberto M. Levingston
19 de junio de 1970, al jefe del "partido militar" y coman- nato del caudillo sindical Augusto Vandor un mes después. Re-
La dialéctica de la venganza
n 1955, cuando desplazó a Eduardo Lonardi de la pre- ducción de la recién nacida organización armada peronista
Mario Firmenich
El otro polo
l secuestro y el asesinato de Aramburu, y en esos mis- Liberación o las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Y el Ejército
Alejandro A. Lanusse
l fracaso de la experiencia Levingston convenció al malidad democrática, y terminar con el factor de conflicto
La tentación sindical
espués de las ásperas internas de los años 67, 68 y 69, peso. Como en los últimos años, de todos modos, quedaban
por SITRAC y SITRAM —los sindicatos de empresa de la Fiat— y intentó convertir a la cúpula cegetista en uno de los interlocutores
el Peronismo de Base relacionado con la CGTA, había obligado de su armado político. Le fue mucho mejor con el sector "partici-
al recambio presidencial. Con la "muñeca" y los contactos de su pacionista" —conducido por el dirigente de la construcción Rogelio
ministro de Trabajo, Rubens San Sebastián, el general Lanusse Coria— que con un Rucci negociador pero incondicional de Perón.
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a otra "pata» esencial de la estrategia de Lanusse consis- de acuerdo, la Hora de los Pueblos, precisamente con el obje-
Jorge D. Paladirto
M
ientras Francisco Manrique, ministro de Bienes- de la Resistencia Jorge Daniel Paladino. Si durante un tiem-
tar Social y antiguo capitán de la Armada visce- po el aparato político del justicialismo consideró la actua-
ralmente antiperonista, creaba el Prode para ayu- ción de Paladino como la expresión de "la voz del amo" (Pe-
dar a solucionar problemas de los jubilados, Mor Roig era rón), pronto su creciente funcionalidad respecto del armado
la cara civil del armado político del GAN. El objeto prefe- del GAN lo convirtió, a los ojos del peronismo combativo,
rido de sus negociaciones estaba representado por el dele- mucho más en "un delegado de Lanusse ante Perón" que lo
gado personal de Perón en la Argentina, el antiguo militante contrario.
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orno correlato del trabajo de Mor Roig con la dirigencia confianza, el coronel Cornicelli, con la intención de establecer un
54
ZIMIZ IEKX
fr
Jaque al GAN
erón recibió "conmovido y con ira" los maltratados ciales" —así llamaba a las organizaciones armadas peronistas— y
Líder. Además, a fines de 1971, Perón decidía el reemplazo del odontólogo Héctor Cámpora, considerado la quintaesencia de
ya sospechado Jorge Paladino y lo dejaba al margen de los la "lealtad" al Líder. Y lo convertía, junto a José Rucci, en figu-
planes para su retorno. En su lugar designaba al antiguo titu- ra central de la aplicación de su estrategia de jaque al GAN en
lar de la Cámara de Diputados en sus primeros gobiernos, el territorio argentino.
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58
El GAN y el establishment
a estrategia del "partido militar" encarnada por el GAN dos en la CGE liderada por José Gelbard, cuya empresa,
Perón en la contraofensiva
cíficamente destinados a armar una alianza electoral, resucitó en otros potenciales aliados, como la Democracia Cristiana o la
encuentros madrileños el pacto que ya había tejido en 1958 con rama de un viejo tronco representada por el Partido Conserva-
el ex presidente Arturo Frondizi, jefe del Movimiento de Inte- dor Popular, cuya principal figura era Vicente Solano Lima. Na-
gración y Desarrollo, MID. También fortaleció los lazos con cía así el Frente Cívico de Liberación Nacional, FRECILINA.
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Juan a Perón
ara contener a los sectores combativos, representa- dencia revolucionaria del peronismo, más afecta a la visión
Juan D. Perón
n 1972, no sólo los militares sino también buena parte bio de chicanas, un ejercicio de presiones mutuas para termi-
El "cuero" y la trampa
a realidad económica y social, la protesta social y sus presidente constitucional. Informó además que ningún ar-
a provocación de Lanusse no hizo sino acrecentar el va- es, para cumplir con los tiempos impuestos por el régimen: Pe-
El mito consumado
pudieron ver en vivo esa imagen del General al pie de la es- do por las fuerzas que comandaba el brigadier Ezequiel Mar-
calera del avión, acompañado por Abal Medina y protegido tínez, quedaba en claro la fortaleza política que adquiría Perón
por el paraguas que sostenía Rucci. Y pese al cerco militar y a al consumarse el mito del retorno, y la directamente propor-
su virtual detención de una noche en el hotel de Ezeiza, rodea- cional parálisis del juego de Lanusse.
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Juan D. Perón, Ricardo Balbin, Leopoldo BraV17, Florado Vicente Solano Lima y II cror J. Crimpora
gobierno tardó sólo algunas horas en comprender que la tes. "La Casa Rosada cambió de dirección. Está en Vicente López
E
,
detención de Perón dibujaba un escenario de confronta- por orden de Perón", cantaban los militantes. Como para demos-
ción generalizada. En el día siguiente a su llegada se le trarlo, Perón reunía allí, o muy cerca, en el restaurante "Nino", a to-
permitió trasladarse a su casa de la calle Gaspar Campos, en Vicen- da ]a dirigencia política. El radical Ricardo Balbín, el bloquista san-
te López. Su estadía de algunos días transformó los alrededores juanino Leopoldo Bravo, el demoprogresista Horacio Thedy fue-
de la casa en punto de cita permanente de centenares de militan- ron algunos de sus interlocutores, y Héctor Cámpora, su ladero.
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-F1 l gesto fundamental de Perón, con el que quiso demos- de la casa de Perón de la de unos vecinos. Fue también un "salto
, i trar a un tiempo su condición de figura central de la rea- del cerco" político construido con años de enfrentamientos, y ac-
lidad política y el sentido de "pacificación nacional" que tualizado en la interna del entorno de Perón con la sinuosa figu-
tenía su retomo, fue el célebre abrazo con su adversario de ra de su secretario personal, José López Rega, quien empezaba a
décadas, el caudillo radical Ricardo Balbín. Para concretar el tratar de probar que estaba dispuesto a imponer su concepción
encuentro, Balbín debió saltar el cerco que separaba los fondos personal sobre la nueva etapa que se iniciaba.
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ras su primer retorno, y ya de vuelta en Madrid, Perón estrategia de respuesta, Perón acrecentó los signos de su apoyo
l General ya lo había determinado en Madrid, en algu- cal —las 62 Organizaciones de Lorenzo Miguel y la CGT de
La fórmula de Perón
r
Héctor J. Cámpora y Juan D. Perón
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datura oficialista. Con los miembros de su "tanque de ideas" la candidatura de un militar publicitado como "joven" y dis-
—Mor Roig; Edgardo Sajón; el jefe de los distribuidores de diarios, tinto, el brigadier Ezequiel Martínez. La alternativa era la candi-
"Cholo" Peco; el director de La Opinión, Jacobo Timerman; y datura del ex ministro de Bienestar Social, Francisco Manrique.
algunos más—, el Presidente pergeñó un "operativo" de dos Parecía demasiado poco para arruinar el banquete de Cámpora
brazos. Por un lado, el más abiertamente oficialista, proponía y Perón.
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n el medio de la puja entre el peronismo y el régimen mili- dobés Eduardo Gammond. Fue una primera derrota del ala iz-
tar, la Unión Cívica Radical intentaba sus propios cami- quierda, el Movimiento de Renovación y Cambio que lideraba el
nos para aspirar al éxito electoral. En una elección interna bonaerense Raúl Alfonsín con el apoyo de la agrupación univer-
directa, sus militantes preferían a los dirigentes más tradicionales sitaria Franja Morada y los sectores de la Juventud Radical. Pasa-
y consagraban la fórmula integrada por Ricardo Balbín y el cor- rían diez años hasta que Alfonsín pudiera tomarse su revancha.
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Ricardo Balbín, Américo Ghioldi, Francisco Manrique, Juan C. Coral, Raúl Chamizo, Néctar J. Campal -a, Ezequiel Martínez, Oscar Alende y Jorge A. Ramos
Héctur J. Cámpora
inalmente, el 11 de marzo las urnas demostraron que la de los votos. La alquimia electoral del "partido militar" fue clara-
l poder militar se resignó ante la contundencia de las de condicionar al gobierno constitucional. Al que dejaban, por
vivar a Cámpora y a los más populares de sus invitados, el pre- gir la liberación de los presos políticos, y una urgente reunión
sidente chileno Salvador Allende y su colega cubano Osvaldo del nuevo Congreso para aprobar una ley de amnistía. Las lu-
Dorticós, como para reafirmar el contenido ideológico y geo- ces de la alegría de ese día dibujaban sus propias sombras: los
político del nuevo gobierno. El día terminó con una moviliza- datos de la escalada hacia la violencia de las contradicciones
ción —que amenazó ser trágica— a la cárcel de Devoto, para exi- internas del peronismo.
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El equipo de la discordia
la rama política. Esteban Righi, en Interior, era el ministro más co sin inserción en el peronismo. También el médico de Perón,
próximo a la tendencia revolucionaria y a la JP. El dirigente me- Jorge Taiana, en Salud, expresaba la equidistancia respecto del
talúrgico Ricardo Otero, en Trabajo, era la expresión del poder conflicto interno. José López Rega, en cambio, con el poderoso
sindical. José Gelbard, en Economía, representaba a la "bur- aparato de Bienestar Social en sus manos, era la clave del entor-
guesía nacional". El canciller Juan Carlos Puig era un académi- no" del General y la de un proyecto esotérico y de ultraderecha.
90
os primeros días del gobierno de Cámpora, con el espí- res de poder se agitaban, el gobierno convocó a un Pacto Social
a sensación de la primavera camporista en pleno otoño represión para ser un instrumento de emancipación", diría en
os nuevos aires no hicieron más que agudizar la lucha en el propio Movimiento. Y de que, con el apoyo de esos sec-
interna en el peronismo. En los sectores de la "ortodoxia" tores, estaba tratando de construir un liderazgo propio para
sindical y política arreciaron las acusaciones contra el pre- enfrentar y reemplazar el de Perón. Por el lado de López Rega
sidente Cárnpora. Lo acusaban, fundamentalmente, de favore- y de la dirigencia sindical, Perón era bombardeado en Madrid
cer la "infiltración" de la izquierda en el gobierno peronista y con denuncias e iniciativas conspirativas contra el Presidente.
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Lorenzo Miguel
lguna vez, en los '60, el todopoderoso líder metalúr- el de aquellas épocas, para terminar con lo que consideraba la
Juan D. Perón
fue trágicamente frustrada. Los aparatos paramilitares de la de un centenar—, y muchas otras personas murieron en los cen-
derecha peronista se hicieron cargo del palco y de los alrede- tros de tortura montados en el Hotel Internacional de Ezeiza. El
dores, desde donde recibieron a tiros a las nutridas columnas de avión de Perón fue desviado a Morón, bajo la acusación de que
militantes de las organizaciones combativas. Los tiroteos deja- los Montoneros preparaban un atentado para matarlo. Ezeiza
ron un número nunca precisado de víctimas —algunos hablaron señaló el fin de la ilusión de poder del peronismo revolucionario.
96
El "león herbívoro"
dio pautas de lo que se venía. Consideró buena la versión de la de- sucesos. El mensaje estaba claramente dirigido a los sectores com-
recha del aparato del peronismo sobre las responsabilidades por bativos del Movimiento y a Cámpora, quien según aquella versión
los enfrentamientos del 20 de junio. Y anunció que la` juventud ma- se había dejado "copar" por los "infiltrados". "Los peronistas —dijo
ravillosa" estaba seriamente cuestionada, "en penitencia", por los Perón— debemos retomar la conducción de nuestro Movimiento..::
98
os días posteriores a Ezeiza fueron de permanentes reu- problema de la acefalía —y mientras se preparaba una nueva con-
Alberto Vignes
Tiempos de "limpieza"
a asunción de Lastiri fue aprovechada para agudizar la aliados sindicales. Los cambios en el gabinete ministerial
da vez más violentos enfrentamientos internos en el pero- cuerdo con el máximo líder radical, Ricardo Balbín, para
nismo. La alianza sindical-lopezreguista ya había intentado convertirlo en su candidato a vicepresidente. Las maniobras
desplazar a las gobernaciones combativas de Ricardo de la derecha peronista, por un lado, y de la izquierda radi-
Obregón Cano, en Córdoba, y de Oscar Bidegain, en la pro- cal, por el otro, terminaron frustrando el intento a principios
vincia de Buenos Aires, cuando Perón intentó llegar a un a- de agosto.
102
La fórmula Perón-Perón
rustrado el acuerao con los radicales, la pelea entre secto- próximos al poder creciente del ministro de Bienestar Social im-
La réplica radical
os radicales ya habían suspendido el plenario de su con- la exclusivamente radical. Ricardo Balbín volvió a ser el elegi-
Juan D. Perón
Votos en catarata
123 de septiembre, los votos en favor de la tercera presi- sangriento golpe militar encabezado por Augusto Pinochet, en
a asunción del nuevo mandato de Perón no pudo produ- La respuesta inmediata fue matar a un dirigente de la JP y atacar
losé B. Geíbard
erón solía decir: "Para hacer una tortilla, hay que romper exportaciones de productos agrarios, en un contexto interna-
El frente militar
demás de los enfrentamientos internos —que no cesa- jefes de la combativa JP el trabajo común de militantes y sol-
Juan D. Perón
La muerte del Líder
a escisión de las dos alas del peronismo pareció atem- flanqueado por Isabel y López Rega, que su "único heredero"
Segundo Palmo
La dinámica sindical
n el contexto de vacío de poder institucional del gobier- fue la intervención del sindicato gráfico y la detención de su
Celestino Rodrigo
l año 1975 ya había empezado con los signos de una de Economía a Celestino Rodrigo, un hombre del riñón del
116
E
ción a la Plaza de Mayo, el poder sindical obligó a la presiden-
por el aparato sindical. Gracias al consenso social que ta Isabel Perón a poner fin a la gestión de Rodrigo. Pero tam-
encontró su actitud, la dirigencia gremial aprovechó la bién la forzó a pedir la renuncia de José López Rega, a quien envió
coyuntura para jugar todavía más a fondo. Con el liderazgo de al exterior con un vago cargo de embajador itinerante. Aunque
Lorenzo Miguel y el nuevo secretario general de la CGT, el tex- todavía intentaría alguna jugada de resistencia, Isabelita debió
til Casildo Herreras, y tras un paro de 48 horas con moviliza- someterse a la influencia casi exclusiva de la "patria metalúrgica".
117
Pedro Dorman°
El equilibrio isabelista
Carlos Villano
cierto poder a través del secretario técnico de la presidencia y renuncia, mientras en las alas política y sindical del peronismo
secretario privado de Isabel, Julio González, y también de su su- aparecían signos de enfrentamiento entre los "verticalistas" y
cesor en Bienestar Social, Carlos Villone, personaje de su pro- los "antiverticalistas': Hasta que Isabel retomó el cargo, el 4 de
pio riñón. La pelea interna ya amenazaba la estabilidad de la agosto, el manejo efectivo del gobierno quedó en manos de los
propia Presidenta, quien el 12 de julio, por una súbita y sospe- ministros de Justicia, Antonio Benítez, y de Relaciones Exte-
chosa enfermedad, pidió licencia para descansar en Córdoba. riores, Alberto Vignes, dos sobrevivientes de la etapa de la hege-
Durante varios días crecieron los rumores sobre su inminente monía lopezreguista.
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La pendiente de la crisis
Morales y Celestino Rodrigo —cada uno con sus característi- y un muy joven Carlos Ruckauf, estrechamente vinculado a las
cas—, tampoco encontró solución de la mano de Pedro Bonnano. 62 Organizaciones, en el conflictivo ministerio de Trabajo.
Sin ninguna convicción, la Presidenta ensayó una nueva rees- Pero la jugada clave fue la convocatoria de Antonio Cafiero en
tructuración ministerial destinada a consolidar la imagen del el ministerio de Economía, al que llegaba con su prestigio de
fin de la influencia de López Rega, aunque con una excepción: negociador con el exterior, sus buenas relaciones con los po-
el coronel Damasco se hizo cargo del ministerio del Interior. líticos de la oposición y su eterna proximidad con la dirigencia
Como compensación, Ángel Robledo asumió en la Cancillería, sindical y con las jerarquías de la Iglesia Católica.
122
La ofensiva empresaria
didas de fuerza por 180 días. Además, mientras negociaba con económicos, con la excepción de los pequeños y medianos em-
el FMI formas de pago de la deuda, Cafiero intentó formalizar presarios de la CGE de Gelbard, rechazaron la nueva política y
la concertación a través del INAREPROPA (Instituto Nacional pasaron a combatirla. Reunidos en la APEGE (Asamblea Per-
de Remuneraciones, Productividad y Participación), en el que manente de Entidades Gremiales Empresarias), esos grupos, con
patrones y sindicatos deberían acordar estrategias comunes de un planteo claramente liberal, presionaron sobre la economía
gestión de empresas y de fijación de salarios. Pero los grupos hasta desatar una inflación superior al 900 por ciento anual.
124
7?s- \
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a actitud patronal, promovida por la Sociedad Rural, la to Numa Laplane. Como un nuevo signo de su extrema debi-
Ítalo Luder
El sueño "antiverticalista"
as presiones cruzadas pusieron a Isabel al borde de la ines- y los jóvenes diputados Julio Bárbaro, Nilda Garré y Julio Mera
abilidad fisica y emocional. El 13 de septiembre de 1975 Figueroa. Lorenzo Miguel y varios gobernadores, entre ellos el rio-
Lt idió licencia y fue interinamente reemplazada por el titu-
lar del Senado, halo Luder. El interinato disparó la ilusión de poder
jano Carlos Menem, militaban en el "verticalismo". El radicalis-
mo, con Ricardo Balbín a la cabeza, parecía dispuesto a apuntalar
del sector "antiverticalista" del peronismo, convencido de que una un gobierno de Luder hasta el final del mandato. Pero el "vertica-
salida definitiva de Isabel del gobierno y un acuerdo de gobema- lismo" pudo más, y Luder debió devolver el gobierno a Isabel el 16
bilidad con la oposición y los sectores sociales podrían resolver de octubre, no sin haber firmado antes un decreto que ordenaba a
la crisis. En el "antiverticalismo" convergían el gobernador bo- las Fuerzas Armadas "aniquilar el accionar subversivo", usado des-
naerense Victorio Calabró, Jorge Taiana, Enrique Osella Muñoz pués por la dictadura militar para justificar el terrorismo de Estado.
126
Maria E. Martínez de Perón, Jorge R. Videla, Emilio E, ~era, Roberto Viola, kilo Luder, Antonio Cafiero, Ángel Robledo y Raúl Matrera.
bledo y Mattera— estaba puesta en la participación en el acuer- esos jefes militares contemplaran seriamente tal posibilidad.
do para encontrar una salida dentro del marco institucional En todo caso, la licencia de Isabel duró apenas una semana,
con los jefes militares de más peso del momento: los generales durante la cual el nivel de la crisis, también en el interior del
Videla y Viola, en el Ejército, y el almirante Emilio Eduardo peronismo, determinó que ni siquiera se pudiera designar un
Massera, en la Armada. Nunca hubo indicios concretos de que titular provisional del Poder Ejecutivo.
128
Humberto Martiarena
l regreso de Isabel al gobierno pareció una contraofen- Cruzada de Solidaridad que la Presidenta habría usado en su
José B. Gelbard, Alfredo Gómez Morales, Celestino Rodrigo, Pedro Bonnano, Antonio Cafiero y Emilio Mondelli
El camino al abismo
De "borrados" y negadores
su política monetarista. Tampoco consiguió organizar una medida "entorno". Cuando llegó el final, como el "Intocable" Nicolino Locche,
de neutralización del paro empresario. El secretario general de la el boxeador más popular de la época, Herreras "se borró" con un rá-
CGT Casildo Herreras, en cambio, se mostró más crítico, y hasta pido cruce al Uruguay. Miguel siguió negando tozudamente, hasta
anunció que pediría explicaciones a Isabel sobre las actitudes de su el último minuto, la inminencia del final del gobierno de Isabel.
132
mos tienen cura hasta cinco minutos antes de la muerte", pero aquel amable filme protagonizado por Robert Redford y Paul
poco después sostuvo que "no tenía soluciones", una actitud Newman, el anunciado golpe militar se concretó en la madru-
que algunos leyeron como de resignación frente a lo que ve- gada del 24 de marzo de 1976 para arrojar al país en el perío-
nía. Tan familiar para los argentinos de la época como El golpe, do más horroroso de su historia moderna.
134
Terror y negocios
esas horas, la mayor parte de ellos sin destino conocido. Algunos, ral Albano Harguindeguy como ministro del Interior y responsable
como el ex delegado de Perón y militar retirado Bernardo Alberte, de los niveles centralizados de la política represiva. Junto al terror
fueron asesinados en el lugar. El núcleo del nuevo poder, basado en como elemento esencial del régimen, un representante del capital
un reparto de áreas de influencia entre las tres armas, con preemi- más concentrado, José Alfredo Martínez de Hoz, era el encargado de
nencia del Ejército, tenía a Jorge Videla como presidente y al gene- consumar una compulsiva reestructuración del modelo económico.
136
odo el diseño del régimen militar puso en marcha, ción a la imposición del modelo económico. La Armada, con
Ramón Camps
ambién el Ejército extendió eI método por todo el país. la democracia, a partir de 1983, las investigaciones formalizadas
12 de abril, Martínez de Hoz mostró sus cartas al país. depresión del salario real de cerca del 40 por ciento, la elimi-
a política de Martínez de Hoz suscitaba, además del Julio González del Solar. Aunque los preferidos del Minis-
Central y uno de los ideólogos de la reforma financiera de deudamiento con el exterior, que permitía a los grupos más
1977, mecanismo fundamental para definir dos de los signos concentrados hacer enormes diferencias tomando créditos a
esenciales del modelo económico de la dictadura. Uno de ellos tasas internacionales para prestarlos con las altas tasas del mer-
fue el proceso de valorización financiera del capital, median- cado local. En 1975, la deuda externa total de la Argentina era de
te el cual la especulación bancaria captó la mayor parte de los 7.875 millones de dólares. En 1982 había aumentado a 43.634
fondos de la economía productiva. El otro, impulsado por la millones, de los que 14.362 millones correspondían a empre-
"tablita" cambiaria desde fines de 1978, el del gigantesco en- sas privadas.
141
P
142
l correlato de la aplicación del plan económico fueron tionados por hombres de las Fuerzas Armadas, quienes im-
Adolfo Tortolo
l 4 de julio de 1976, un grupo de tareas secuestró, tor- y, en algunos casos, de abierto compromiso con la dictadura.
1
men era repudiado en el exterior por sus violaciones a
los derechos humanos, y su política económica estaba lejos de
dar los resultados prometidos. También crecían las desavenen-
cias en el seno del poder, sobre todo entre Videla y su círculo, y
1
145
Massera, con su propio proyecto; un enfrentamiento que pro- notti —mimado por el régimen pese a su discurso izquierdista—
vocó varias muertes. En esa realidad, el Mundial de Fútbol de terminó imponiéndose después de algunas situaciones oscu-
1978 se convirtió en un objetivo propagandístico estratégico ras, como el 6 a O contra Perú. En la final contra Holanda, en
de la dictadura. Pese a algunos intentos de sabotaje de organi- el estadio de River, Massera, Videla y Agosti festejaron alboro-
zaciones de derechos humanos del mundo, el campeonato tuvo zados el 3 a 1 definitivo en compañía de un amigo, el brasileño
lugar ente el 1° y el 25 de junio. La Selección de César Luis Me- Joáo Havelange, presidente de la FIFA.
146
erminado el Mundial, el régimen intentó resolver sus integrar la Junta Militar como nuevo comandante del Ejército.
Un país aislado
La fantasía belicista
os problemas externos de la Argentina crecieron en los limítrofes entre los dos países. La Argentina rechazó el laudo y,
Antonio Samoré
Samoré como representante especial del Papa para buscar una macan el 8 de enero, en Montevideo, un acta de compromiso:
salida pacífica al conflicto. Tras varias reuniones con los jefes evitarían el uso de la fuerza, o la amenaza de usarla, y aguar-
militares, el canciller Pastor y el experto argentino en el tema darían una propuesta concreta de solución del conflicto de las
limítrofe, Ricardo Etcheverry Boneo, y con sus pares chilenos, islas del canal de Beagle, que sería elaborada por el propio
Samoré consiguió que los representantes de ambos países fir- Vaticano.
151
l conflicto por el Beagle no terminó con la estrecha re- dad del enfrentamiento armado, sobre todo porque el go-
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Jorge R. Videla
general de la etapa de la dictadura. Muchos dirigentes termi- considerado un "blando". Para superar la crisis, fueron pasados
naron en la cárcel. En septiembre, fue el turno de los conflictos a retiro tanto Menéndez como Viola, quien recién pudo ser de-
internos en el Ejército. El general Menéndez protagonizó desde signado sucesor de Videla el año siguiente. El general Leopoldo
Córdoba un levantamiento contra el comandante del arma, Viola, Galtieri llegó así al cargo de comandante del Ejército.
154
manos, dispuestos a escuchar miles de denuncias sobre viola- comunicadores ligados al régimen —con José María Muñoz y
ciones a los derechos humanos; entre ellas, el informe firmado José Gómez Fuentes a la cabeza— convocaron a quienes salie-
por los dirigentes peronistas Deolindo Bittel y Vicente Saadi. La ron a la calle para festejar el título a reunirse ante la sede de la
visita coincidió con un nuevo triunfo argentino en fútbol, esta OEA, donde atendía la CIDH, y demostrar que en la Argentina
vez en el Mundial Juvenil de Japón, con la selección en la que de los desaparecidos, los torturados y los centros de detención
deslumbraba un casi adolescente Diego Maradona. Algunos clandestina éramos "derechos y humanos':
Década del '80
158
esos profundos cambios en el mundo. Uno de ellos, en cuestionamiento al régimen. Pero detrás de Walesa estaba el
agosto de 1980, fue el estallido de las huelgas en los astille- nuevo diseño geopolítico de la Iglesia del papa polaco Karol
ros de Gdansk, en la costa polaca del Báltico. Un electricis- Wojtyla, convergente con los cambios que se preparaban en
ta de bigotes como manubrios, Lech Walesa, era el líder del la política norteamericana. El ingreso del Papa en la primera
movimiento que se generalizó hasta arrancar el permiso pa- línea de fuego de la guerra fría se patentizó poco después
ra la fundación —en septiembre— de Solidaridad, el primer con los tres balazos que, disparados el 13 de mayo de 1981
sindicato independiente de la órbita comunista. Un golpe del por el joven turco Mí Agca, le complicaron la salud definiti-
ejército polaco puso fin provisorio a ese radical ensayo de vamente.
160
Ronald Reogon
l año 1980 fue, también, el de la restauración del po- derrotó a Carter en las presidenciales del 4 de noviembre. Una
George Bush
lesse Jackson
dos como única potencia y viabilizado a través de la guerra del ra amenazar las victorias electorales de Reagan y Bush. Sólo en
Golfo de 1991 contra el líder iraquí Saddam Hussein. El Par- su ala izquierda —internamente minoritaria— los demócratas
tido Demócrata quedó, por esos años, reducido a su mínima ex- alcanzaron a mostrar un fenómeno testimonial interesante, el
presión política. Ni Walter Mondale en 1984 ni Michael Dukakis del pastor y líder de la comunidad negra Jesse Jackson, quien
en 1988 —sucesivos candidatos demócratas— consiguieron siquie- nunca pudo ser más que precandidato.
163
Mijail Gorbachov
l correlato necesario de la era Reagan en los Estados no de Gorbachov, con su intento de renovar el "socialismo
Deng Xiaoping
a otra gran potencia comunista, la China de Mao, ha- y los otros miembros de la "banda de los cuatro", nostalgiosa
bía empezado bastante antes el camino de su adecua- de las épocas de la Revolución Cultural. El constructor de la
ción a la realidad de la hegemonía del capitalismo, pero vía china hacia el capitalismo, consolidada en los '80, fue otro
bajo el comando del Partido Comunista. El viejo líder, ya en miembro de la vieja guardia del PC chino, Deng Xiaoping.
minoría dentro del Comité Central, había muerto en 1976, Una vía que no contemplaba la liberalización de la vida políti-
unos meses después que Chou En-Lai, su histórico brazo dere- ca del país, como lo probó la violenta represión ordenada por
cho. La lucha interna por el poder había culminado en 1981 Deng en junio de 1989 contra los estudiantes que ocuparon la
con el juicio y la condena de la viuda de Mao, Chiang Ching, plaza de Tiananmen, en Pekín.
165
Anastasio Somoza
Sociedades golpeadas
Alfredo Stroessner
josa residencia, un comando conformado por antiguos gue- tiguo dictador, Alfredo Stroessner, mandamás del Paraguay
rrilleros del ERP argentino terminó con su vida. A Somoza, desde 1954. En febrero de 1988, ya repudiado por las po-
heredero de la dinastía que reinó en su país durante décadas tencias occidentales, Stroessner fue derrocado por hombres
—con la ayuda norteamericana—, hasta el triunfo de la Re- de su régimen —y hasta de su familia— y obligado a exiliarse
volución sandinista en 1979, le había dado refugio otro an- en el Brasil.
168
Augusto Pinochet
La parábola pinochetista
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Augusto Pinochet
nómica, y las jornadas de protesta que —violentamente reprimi- convocado según los términos de la Constitución del 80 le resul-
das— sacudieron al país desde 1982, generaron las condiciones tó adverso. No podría presentarse para un nuevo período presiden-
para la alianza de los sectores políticos de la oposición. El dicta- cial en los comicios de 1989, en los que resultó electo el democristia-
dor salió indemne del atentado que el Frente Patriótico Manuel no Patricio Aylwin. Sin embargo, gracias a aquella Constitución,
Rodríguez organizó en su contra en 1986. Pero en octubre de Pinochet siguió condicionando por años la flamante democracia,
1988 debió tragar de su propio e impiadoso arsenal. El plebiscito primero al frente del ejército y después como senador vitalicio.
170
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miento Democrático Brasileño—, el veterano dirigente conser- del jefe de la oposición y presidente de la Cámara de Dipu-
vador Tancredo Neves. Pero en marzo, el mismo día en que tados, Ulysses Guimaráes, fue clave para garantizar el desa-
debía asumir, enfermó: murió tras una agonía de más de un rrollo de la transición en esa etapa, durante la cual algunos
mes. El poder quedó en manos del vicepresidente electo, José hombres de la "comunidad de Inteligencia" de las Fuerzas Ar-
Sarney, curiosamente titular del partido del oficialismo mili- madas pensaron seriamente en mantener por la fuerza el régi-
tar, ARENA, hasta pocos meses antes. La "muñeca" política men de facto.
172
El fundamentalismo avanza
n el otro extremo del Tercer Mundo, el Medio Oriente, Cairo. Lo sucede, después de un plebiscito convocado de urgen-
Hafez Assad
Yasser Arafat
ocuparon Beirut durante meses. El 18 de septiembre, milicias la población musulmana de El Líbano, triunfaba militarmente
derechistas libanesas —con el visto bueno de las tropas isra sobre las sectas fundamentalistas de su país. Sólo un año des-
elles— ingresaron en los campamentos civiles palestinos de Sabra pués, las tropas sirias enfrentaban en territorio libanés a las
y Chatila y asesinaron a más de cien habitantes. Para entonces, milicias palestinas de Al Fatah, leales a Yasser Arafat, y obliga-
el jefe del Estado sirio, Hafez Assad, uno de los líderes del ban al líder palestino a dejar El Líbano y trasladar su cuartel
frente de los países árabes más radicales y virtual protector de general a Túnez.
176
Felipe González
Un señorito andaluz
a ola socialdemócrata, en este caso sin ninguna ilusión "iz- quista Adolfo Suárez —heroico resistente del intento restaurador
La crisis de la sucesión
n el primer año de la nueva década, la dictadura mili- za Aérea, cuyos jefes reales seguían siendo Emilio Eduardo
sión del "milagro económico" liberal de Martínez de Hoz. Ni los lización de la "bicicleta financiera", favorecida por su famosa
hados de los payadores Gabino Ezeiza y José Betinotti hubie- "tablita" cambiarla, que mantenía un peso altamente sobreva-
ran podido ayudar al Ministro a improvisar explicaciones para luado y promovía, por eso, fabulosos gastos de la clase media
la multiplicación geométrica de la deuda externa, que ese año en el exterior, un fenómeno que la crónica caracterizaría como
alcanzaba ya los 29 mil millones de dólares. O para la genera- el reino de la "plata fácil".
180
Un mutis vergonzoso
n la etapa inmediatamente previa, tanto el comandante bilitar el funcionamiento de los partidos políticos. Algunos de
as ilusiones duraron lo que un suspiro. El deterioro de la gún tipo de "seguro de cambio", mientras desde las cúpulas mili-
penas dos días después de la marcha del sindicalismo médico personal, aseguró el 4 de diciembre que no tenía pro-
Lami Dozo en la de la Fuerza Aérea, y Roberto Alemann en la el 2 de abril de 1982, inmediatamente después de sofocar —el 30
conducción de la economía, el país fue administrado como si se lo de marzo de ese año— con inusitada violencia una movilización de
mirara al revés. La más absurda de las consecuencias fue la deci- protesta convocada por la CGT de Ubaldini. Fue esa corrida la que,
sión de recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas por la fuerza, inevitablemente, condujo a la dictadura a su fin.
186
ue en la madrugada del 2 de abril de 1982 cuando unos jeron al gobernador de las islas, Rex Hunt, y al escaso contin-
lgunos datos sostienen que, para convertir en hechos vencidos de que Washington presionaría a Londres para que
El imperio contraataca
Reina Victoria
de Troilo. La "dama de hierro" aprovechó el incidente en sus ana- espera de que llegara al teatro de operaciones, hizo valer en el te-
crónicas colonias de los mares del Sur para convocar al espíritu rreno diplomático las condiciones de Gran Bretaña como princi-
imperial de las épocas de la Reina Victoria. El 5 de abril despachó pal aliado de los EE.UU. en la Organización del Tratado del Atlánti-
hacía las Malvinas una poderosa task force (fuerza de tareas) y, a la co Norte y como miembro de la Comunidad Económica Europea.
190
a Argentina quedó así virtualmente aislada de los países Reagan abandonó la actitud de neutralidad y pasó a apoyar
odos los intentos diplomáticos fracasaron mientras la el 2 de mayo, el submarino británico "Conqueror" atacó y
con varios artistas y dirigentes sindicales. A fines de abril, los gremios lica y de los embargos decretados por los países aliados de Gran
hicieron en la Plaza de Mayo una manifestación de apoyo a la Bretaña. El desencanto de la gente se agravó con la desconfianza
"posición argentina en el conflicto", pero en las columnas obre- que despertaba el triunfalismo oficial sobre la marcha de la gue-
ras había muchos carteles contra el gobierno por temas políticos rra. Y más aún cuando el gobierno montó un sistema de apoyo
y sociales. La marcha de la economía, en manos del ultraliberal económico a los soldados, con donaciones populares sobre cuyo
Roberto Alemann, había empeorado a causa de la situación bé- verdadero destino surgieron, muy pronto, enormes sospechas.
194
namiento de los argentinos. La visita del papa Juan Pablo II al militares argentinas en las islas, Mario B. Menéndez, firmaba la
país —había visitado Gran Bretaña primero—, del 10 al 12 de ju- rendición ante su par británico, Jeremy Moore. Los 74 días de
nio, sirvió para los millones de personas que lo acompañaron recuperación de la soberanía argentina sobre las Malvinas lle-
en sus misas públicas en Luján y en el Monumento a los Espa- gaban a su fin. Atrás quedaban los sufrimientos de soldados
ñoles como la certificación de la derrota inminente y, al mismo casi adolescentes, cientos de los cuales nunca volverían. Los de-
tiempo, como un consuelo concreto. En la noche del 14 de junio, rrotados, evacuados por los propios británicos, regresaban poco
después de tres días de terribles combates, el jefe de las fuerzas después casi escondidos, como si se tratara de indeseables.
196
115 de junio, mientras la población empezaba a ente- sidente usó la cadena de radio y televisión para lanzar una ame-
institucionales. La junta militar quedaba disuelta. Nicolaides su asunción, el I° de julio, y tal como lo había anticipado el
fue, entonces, el único elector y aval formal del nuevo presi- comunicado del Ejército que anunció su designación, Bigno-
dente, el general Reynaldo Bignone. Antes del día fijado para ne se reunió con la dirigencia de los partidos políticos para
199
tratar de acordar una transición "rápida" hacia la democracia. diatas: fecha precisa de elecciones presidenciales, levantamien-
Los partidos reunidos en la Multipartidaria aceptaron sen- to de la veda política y sindical, y liberación de los detenidos
tarse a negociar, pero también expusieron exigencias inme- políticos.
200
p.—
Reynaldo Bignone, Jorge R. Meta, Roberto Viola, Leopoldo E Galtieri y Emilio E. Massera.
tardaron en profundizarse. Primero fue en la Fuerza Aérea, Después fue la Armada la que sustituyó a Anaya, su coman-
convertida en el arma más "constitucionalista" a partir de las dante, por Rubén Franco, apenas unos días antes de que el
relaciones de varios de sus jefes con sectores del justicialismo, almirante Horacio Zaratiegui —hombre de Massera— prota-
cuando Lami Dozo planteó la necesidad de conformar una gonizara una virtual rebelión interna tras acusar a sus mandos
fuerza política oficialista al estilo del frustrado MON de de ineficiencia y ocultamiento en el manejo de la guerra de
Galtieri. Por ese planteo, y además como uno de los respon- Malvinas. Fue arrestado, pero su planteo anticipó lo que sería
sables de la derrota en la guerra, Lami Dozo fue reemplazado el informe oficial sobre las responsabilidades en la derrota
en la jefatura de la fuerza por el brigadier Augusto Hughes. elaborado por el general Calvi.
202
bsolutamente consciente de su descomposición, el ré- lantamiento de las elecciones presidenciales para el último
n los primeros meses de 1983, las resistencias de la Mul- nos cometidas a partir de 1976. Se trataba, claramente, de una
Jorge Wehbe
El "cobro yo, pagan ustedes"
or la misma época, mientras se desataba una imparable cas de ajuste que generaron recesión y mayor deterioro de los
Perón, Rojas, Lonardi, Lanusse, María Estela Martínez de Perón, Videla y Bignone
cada en duras divisiones internas, esperaba una definición. Tras Videla y el encarcelamiento de la Presidenta, Bignone trató de
la historia de enfrentamientos iniciada con el golpe de septiem- acercarla sin mayor éxito. En aquel momento, el almirante
bre de 1955 que —protagonizado por el general Eduardo Lonardi Emilio Massera insinuó tener mejor llegada cerca de la viuda de
y el almirante Isaac Rojas— desalojó del gobierno a Juan Do- Perón, quizá por sus antiguas relaciones facilitadas por José
mingo Perón, luego continuada con la guerra verbal y política López Rega. De hecho, además de marinos había varios repre-
de los primeros '70 entre el líder exiliado y el general Eduardo sentantes de la derecha peronista en la gestación de un partido
Lanusse, con el derrocamiento de Isabel vehiculizado por Jorge de Massera, el denominado Partido de la Democracia Social.
207
La euforia predemocrática
a dinámica abierta para la restauración democrática y el de 5 millones de argentinos respondieron a las distintas cam-
Herminio Iglesias
n el peronismo, el proceso de reorganización fue mucho 25, cercano a Cafiero. La izquierda peronista se nucleó en In-
El raid alfonsinista
a campaña electoral tuvo un tono apasionado y contó un "pacto militar-sindical", que obviamente comprometía a
más importantes quedaban en manos del nuevo oficialismo, los cuatro generales-presidentes de la dictadura: Jorge Videla,
con la excepción de Santa Fe. En ese sentido, el resultado más Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone. Pero
espectacular había sido el de la provincia de Buenos Aires, don- también quedaban fuertemente golpeadas las caras visibles del
de el radical Alejandro Armendáriz superó por 600 mil votos a justicialismo: Lorenzo Miguel —quien ya había sido silbado por
Herminio Iglesias en la pelea por la gobernación. Por el discur- los propios peronistas durante la campaña, en un acto masivo
so y la plataforma de los triunfadores, parecía claro que los en la cancha de Vélez—, el candidato presidencial derrotado halo
grandes derrotados, las "viudas" de la elección de octubre, eran Luder y el jefe del aparato bonaerense Herrninio Iglesias.
212
i10 de diciembre de 1983, una multitud, eufórica y plural Alfonsín. Con sus discursos del día, Alfonsín alimentó la ilusión.
—había allí también muchos peronistas, intransigentes y Anunció la derogación de la ley de autoamnistía de los militares
de otras fuerzas que iban a celebrar el fin de la dictadura—, y la supresión de la doctrina de la seguridad nacional como base
acompañó en la Plaza de Mayo la asunción de Raúl Alfonsín. La de sustentación del accionar de las Fuerzas Armadas, y además el
gran ilusión en marcha era visualizada también desde el exterior fin de las listas negras en cualquier ámbito. También una política
como el retorno de la Argentina al mundo civilizado. Para pro- exterior independiente, con pluralismo ideológico y estrecha-
barlo, habían llegado al país muchos de los más prestigiosos miento de las relaciones con los otros países latinoamericanos.
políticos de los países centrales, sobre todo las figuras de la so- En el plano económico, anticipó la protección a la industria na-
cialdemocracia, con el premier socialista español Felipe Gon- cional y un plan de emergencia social, el Plan Alimentario Na-
zález como gran vedette, en cuyo sendero parecía encaminado cional, para socorrer a los sectores más golpeados por la crisis.
213
a primera medida importante del nuevo gobierno por las agrupaciones de derechos humanos más radicalizadas,
l tema de los derechos humanos seguía en plena ebulli- pación de las minorías en los cuerpos de conducción de sindi-
Bernardo C.aanspun
La democracia condicionada
Ifonsín había llegado al gobierno con la promesa de bía colocado al frente del área económica a un viejo compa-
Bernardo Grinspun
Bernardo Grinspun
de los intereses de la deuda externa por 750 millones de dó- Juan Manuel Casella, convocó en octubre a un primer paro
lares. Pero, en el plano interno, Grinspun no pudo avanzar en nacional —relativamente exitoso— en demanda de aumentos
su intención de alcanzar acuerdos con las entidades gremiales salariales y en repudio a los acuerdos con el FMI. La puja dis-
de empresarios y trabajadores para establecer políticas de pre- tributiva alimentó la inflación y, en febrero de 1985, los fac-
cios y de salarios consensuadas. La Unión Industrial rechazó tores de poder internacionales y nacionales —y hasta sectores
de forma tajante la posibilidad de observar precios máximos. importantes del alfonsinismo— presionaron para terminar con
La CGT, por su parte, tras un proceso de renovación de autori- la gestión de Grinspun. El amigo de Alfonsín se había queda-
dades habilitado por decreto por el nuevo ministro de Trabajo, do sin cartas en el mazo.
218
La contundencia de la verdad
dadanía fue sacudida por la actitud del general retirado folios convertidos luego en el libro Nunca más. No sólo se
Luciano Benjamín Menéndez, antiguo dueño y señor del III denunciaban allí más de 8 mil desapariciones. También se pre-
Cuerpo de Ejército y acusado de regentear varios centros clan- sentaba un detallado recuento de experiencias personales del
destinos de detención. Después de participar en el programa terror, y se explicaba hasta qué punto la política del terror no
"Tiempo Nuevo", de Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, constituyó una suma de "excesos" sino una estrategia sistema-
Menéndez amenazó con un largo cuchillo que extrajo de su tizada y generalizada, dedicada a la destrucción de cualquier
cintura a unos jóvenes que le reprochaban sus acciones abe- tipo de oposición. Como respuesta inmediata, y ante el males-
rrantes. El ruido se hizo estruendo cuando el 20 de septiembre, tar popular por la morosidad interesada de la justicia militar,
mientras más de 70 mil personas los apoyaban frente a la Casa el gobierno anunció el pase de la instrucción de la causa de los
Rosada, Ernesto Sábato y los otros miembros de la CONADEP comandantes de las tres primeras juntas de la dictadura al fue-
entregaron a Alfonsín el fruto de sus investigaciones, 50 mil ro civil.
220
Dante Caputo
zos televisivos de Mirtha Legrand, las razones de su dictamen en defensa del acuerdo, destrozó al senador peronista Vicente
—que concedía a Chile la soberanía sobre las principales islas Saadi, quien acusaba al gobierno de "traición a la Patria". Pero
de la zona—, y el gobierno asumió la posición de aceptarlo. En muchos otros peronistas, como el gobernador riojano Carlos
el peronismo, en cambio, surgieron algunas voces críticas. Menem, habían asumido la postura del gobierno durante la
Alfonsín decidió entonces convocar a una consulta popular no campaña. Los resultados de la compulsa fueron apabullantes:
vinculante sobre el tema para el 25 de noviembre. La campaña la participación llegó al 70 por ciento del padrón, y un 81 por
para la consulta fue virulenta y con algunos episodios sonados, ciento de los votantes se pronunció a favor del acuerdo. Sólo el
como el debate televisivo en el que el canciller Dante Caputo, 17 por ciento se opuso.
222
los años '50 y hasta los primeros '70, soñaron con el proyecto cordialidad— en la residencia de Olivos más de una vez. Tal vez
de convertir al "alfonsinismo" en eje de un "tercer movimiento en pos del mismo sueño, desde su asunción el Presidente no
histórico". El sueño se alimentó con las crecientes divisiones en había dejado de mostrar gestos de especial deferencia con
el justicialismo, y con gestos de algunos dirigentes peronistas Isabelita, devueltos por la ex presidenta con algunas declara-
como Carlos Menem, quien había compartido un palco con ciones complacientes y claros signos de su conflictiva relación
Alfonsín en La Rioja, a favor de la aprobación del acuerdo con con la dirigencia peronista local. Los meses siguientes demos-
Chile, y además se había entrevistado con él a solas —con mucha trarían que el sueño nunca se haría realidad.
224
Un juicio histórico
Armando Lambruschini y Omar Graffigna; Leopoldo Galtieri, trataba de un juicio histórico, casi sin antecedentes, muchos sec-
Jorge Maya y Basilio Larni Dozo. Los acusados optaron por des- tores políticos y las organizaciones de derechos humanos cues-
conocer la legitimidad del juicio. Pero las decenas de testigos a- tionaron la decisión del radicalismo de limitar las acusaciones sólo
portados por el fiscal Julio Strassera —y pese a la "desmemoria" de a los comandantes. Esas diferencias alrededor del criterio radical
algunos, como los gremialistas Jorge Triaca y Ramón Baldassini- de los niveles de responsabilidad, y el planteo de la teoría de "los
fueron delineando de manera implacable la política de sangre dos demonios" —militares y guerrilleros con culpas similares—,
que se había implementado. Aunque había conciencia de que se ganarían virulencia en los años siguientes.
226
sino fruto de decisiones particulares de las conducciones de cada Galtieri, Anaya y Lami Dozo resultaron absueltos, aunque los
arma. El criterio avalaba la decisión oficial de concentrar las tres últimos quedaron detenidos a raíz del juicio por las respon-
culpas en los ex comandantes. En todo caso, las sentencias, ra- sabilidades de la derrota en la guerra de las Malvinas. Alfonsín
tificadas por la Corte Suprema, determinaron la prisión per- y sus hombres defendieron con ardor los fallos frente a los
petua para Videla y Massera. Viola fue condenado a 17 años de críticos, y los militares condenados fueron alojados en la pri-
reclusión, Lambruschini a 8, y Agosti a 4 y medio. Graffigna, sión militar de Magdalena.
228
Juan V Sourrouille
La catarsis peronista
transparencia, y una inveterada tendencia a imponer sus deci- golpe interno. Autoconvocados en un congreso en Río Hondo,
siones apoyados en la fuerza de las "patotas". Con el horizonte designaron una nueva conducción encabezada por el puntano
de las elecciones legislativas de noviembre de 1985, en los Oraldo Britos. La respuesta "ortodoxa" fue la confirmación de
primeros meses del año los cuadros que ya entonces se carac- la conducción de Lorenzo Miguel y Herminio Iglesias. Un con-
terizaron a sí mismos como "renovadores" intentaron dar el greso que pretendió acercar posiciones, convocado para fines
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de mayo en Santa Rosa, La Pampa, terminó con un éxito "orto- ferentes de quienes querían rediseñar el rostro de la fuerza de
doxo" gracias a las divisiones del campo "renovador": Vicente Perón. En Santa Fe, en las internas para elegir los candidatos a
Saadi accedió a la jefatura real del PI. Pero el planteo "reno- diputados, la fuerza "renovadora" se hizo evidente con el
vador" se instaló definitivamente en la dinámica peronista. triunfa de Luis Rubeo sobre Italo Luder, el mismo que había
Carlos Menem, Carlos Grosso y Antonio Cafiero fueron los re- sido derrotado por Alfonsín en las presidenciales.
232
La "renovación" se consolida
el primer lugar. En la provincia de Buenos Aires, principal currir a las elecciones "por afuera" del PJ y con una lista propia
feudo del "vandorismo", Antonio Cafiero desafió sin éxito a de candidatos a diputados, en alianza con fuerzas menores
Herminio Iglesias para que convocara a elecciones internas como la Democracia Cristiana. El propio Cafiero encabezó la
directas para definir las listas partidarias de candidatos. lista. La separación entre "renovadores" y "ortodoxos" se pro-
Después de sufrir insultos y golpes en el congreso partidario fundizó aún más con la división en dos del bloque peronista de
de Avellaneda, los "renovadores" decidieron finalmente con- senadores nacionales.
234
El "contraliderazgo"
dente. A comienzos del año, la CGT mantenía una conducción Ubaldini, acompañado por los "25", próximos a la "renova-
colegiada en la que participaban los dirigentes "ortodoxos" li- ción", fue asumiendo un perfil propio y combativo. El 23 de
gados a Miguel, e integraba una inédita alianza social, el "gru- mayo convocó a un paro con movilización contra la política
po de los 11", del que también formaban parte los principales económica oficial, que reunió a miles de personas en la Plaza
nucleamientos patronales, como la UTA de De la Fuente. Pero de Mayo. Allí retrucó que "mentir es un pecado" a un Alfonsín
236
que unos días antes lo había calificado de "mantequita y llo- miento de los famosos "26 puntos" de la CGT, que reclamaban
rón". Después de un duro conflicto en la planta de Ford, que ter- el cese del pago de una deuda externa "ilegítima" y medidas de
minó cuando la policía desalojó a los trabajadores que la tenían promoción productiva y de redistribución de la riqueza. Sobre
ocupada y la empresa despidió a más de 300 obreros, Ubaldini el fin de ese año, el liderazgo de Ubaldini se formalizó con su de-
desafió al ministro de Trabajo Hugo Barrionuevo con el lanza- signación como secretario general único de la CGT.
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6
6
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Un paso tranquilizador
239
Raúl Alfonsín
riesgos de un traspié que habían asomado a principios del el 52 por ciento conquistado en las presidenciales—, el radi-
año. Los resultados fueron efectivamente tranquilizadores calismo aventajó sin problemas a un peronismo que mostró
para el oficialismo. Aunque perdió más de 8 puntos por- un descenso todavía mayor de su caudal: sólo consiguió el
centuales de los votos respecto del 83 —obtuvo el 43,3 contra 34,5 por ciento. Alfonsín creyó recuperada la euforia popu-
240
lar alrededor de su liderazgo, aunque su lectura no tardó en fueron los resultados de la provincia de Buenos Aires, donde
demostrarse demasiado simplista. El peronismo había paga- la lista de Cafiero, pese a no llevar el sello oficial del justi-
do el precio de sus divisiones, pero los comicios empezaron cialismo, consiguió más votos que la encabezada por Her-
a consolidar el impulso "renovador". La mejor prueba de ello minio Iglesias. La llegada a la Cámara de Diputados de los
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242
Un año engañoso
restaurador de la democracia luego de la larga etapa del terror veterano "zorro' de la política italiana, el democristiano Giulio
de la dictadura. El propio Alfonsín experimentó las diferencias Andreotti, y el del virtual jefe del peronismo renovador, An-
de valoración que merecía, por un lado, para el líder de la a- tonio Cafiero. La paradoja parecía aún mayor ante los virulen-
pertura soviética Mijail Gorbachov, cuando lo visitó en Mos- tos ataques que recibía de la izquierda local por su política de
cú, y por el otro, para el fiscal de Investigaciones Administra- derechos humanos, por su política económica y por su recha-
tivas, Molinas, tenaz crítico de aspectos del funcionamiento zo a revisar la legitimidad de la deuda externa, y las atenciones
institucional. O las existentes entre el trato que le prodigaba el que le prodigó Fidel Castro en su visita a La Habana.
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una pieza inalcanzable para un Presidente que ofrecía iniciati- sivo acatamiento de las bases obreras a sus repetidas convoca-
vas destinadas al control del disenso con la oposición más for- torias a los paros generales y a las gigantescas concentraciones
mal. Con el contenido radicalizado de sus "26 puntos", y el ma- de protesta, Ubaldini consiguió hacer todavía más laberíntica
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—como una creación de Jorge Luis Borges, quien ese año mo-
riría en Ginebra— la tradicional zona de desencuentro entre la
Unión Cívica Radical y el movimiento sindical.
248
n febrero de 1986, Alfonsín debió sufrir la sorpresiva para que se lo juzgara, pero quedó rápidamente en libertad.
a política militar del gobierno, y la de revisión de los crí- verso de militares procesados por casos de represión ilegal. A
organizaron nutridas marchas contra el proyecto. La ley fue por el poder económico concentrado, industrial y rural, que
aprobada en Diputados en agosto, pero en el Senado —por la añoraba políticas como la de Martínez de Hoz; con un pe-
acción conjunta del justicialista Vicente Saadi y del titular del ronismo fortalecido en la renovación de Cafiero; y con un
cuerpo, el vicepresidente Víctor Martínez— durmió el sueño gobierno norteamericano, el de Ronald Reagan, que pre-
de los justos durante 9 meses. Se sancionó recién en junio de tendía alineamientos más automáticos, sobre todo contra el
1987. Con este nuevo frente, Alfonsín se veía obligado a jugar régimen sandinista de Nicaragua. Y ya empezaban a agravarse
verdaderas partidas de ajedrez político con los principales las tensiones en el frente militar, por los juicios a los subordi-
líderes sindicales —simbolizados por Ubaldini y Miguel—; con nados de Videla y Massera por violaciones de los derechos
la realidad económica gestionada por Sourrouille y resistida humanos,
252
Visita santa
hizo claro en las palabras del titular de la Armada, Ramón ción entre la Iglesia y Alfonsín era conflictiva, cuando todavía
Arosa, quien sostuvo que su arma no estaba dispuesta a "per- se discutía en el Senado la ley de divorcio. Pero, en sus pre-
mitir que nuestros camaradas sean sometidos al escarneci- sentaciones ante miles de fieles, el Papa no dejó de abogar
miento de su honor". Abril trajo a la Argentina —por segunda por una "solución digna y justa" para el tema de los derechos
vez— al papa Juan Pablo II, en un momento en el que la rela-
. humanos.
254
La Pascua infeliz
Raúl Alfonsín, Aldo Rico, Jorge R. Videla, Roberto Viola, Leopoldo F. Galtieri y Reynahio Bignone
Córdoba, amparado por su jefe, Luis Polo, para eludir la con- judiciales, por violaciones a los derechos humanos, contra los
vocatoria judicial. Poco después, con invocaciones a la Virgen hombres de las Fuerzas Armadas. También exigían el relevo
y reivindicaciones de "dignidad", se anunciaba el levan- del comandante del Ejército Ríos Ereñú, acusado de no
tamiento de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, bajo defender a sus hombres. Así nacían los "carapintada", como
las órdenes del teniente coronel Aldo Rico. Los protagonistas un fantasma del retorno a los tiempos de Videla, Viola,
de los focos de rebelión reclamaban el fin de los procesos Galtieri y Bignone.
256
Aldo Rico
La casa desordenada
l gobierno reaccionó primero con fuerza discursiva. Ob- era angustiosa: el levantamiento continuaba firme, y el pueblo
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Raúl Aifansfn
as sospechas populares sobre las concesiones de Alfon- una figura mucho menos grave, la del amotinamiento.
Raúl Alfonsín
do de tropas, no serían considerados responsables de las viola- taló un grave conflicto. Alfonsín debió jugar todo su peso per-
ciones a los derechos humanos cometidas durante la última sonal, aún con más fuerza que en el caso de la ley de Punto Final,
dictadura. Se hacía valer el concepto de la obligatoriedad de la para asegurar la disciplina de sus legisladores. Finalmente, con
obediencia frente a las órdenes superiores. Con esa ley, que- la ayuda fundamental de su alter ego incondicional en el Con-
darían fuera del alcance de la Justicia varias centenas de cono- greso, el titular del bloque radical de Diputados César Jaros-
cidos represores. La decisión presidencial generó un extendido lavslcy, y con el apoyo de algunos legisladores del justicialismo
rechazo y el repudio de las principales organizaciones de dere- ortodoxo, el Presidente consiguió que la ley fuera aprobada el
chos humanos, con las Madres de Plaza de Mayo a la cabeza. 8 de junio, pese a la fuerte oposición de los diputados del pero-
La oposición se manifestó en contra, yen el radicalismo se ins- nismo renovador y los intransigentes.
260
Horario kW -Pan- k , Dame Capula. Antónia Tróccoii, luan K Sourrouille y Raúl Alfonsin
os costos políticos de la ley de Obediencia Debida que había asumido sin tapujos el sostén de los grupos que
La ola renovadora
a inminencia de las elecciones de renovación legislati- gada contra los Herminio Iglesias, los Miguel o los Saadi. Es-
Juan D. Perón
a campana para las elecciones del 6 de septiembre —con de Juan Domingo Perón y amputado y robado sus manos. El
Estrategias insuficientes
as perspectivas electorales se tornaban cada vez menos de Trabajo, y puso en su lugar a un hombre de Luz y Fuerza,
05
Un punto de inflexión
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Hipálito Yrigoyen, Raúl Alfonsín, Juan D. Perón, Antonio Cafeto y Carlos Sala Menem
lista del país, con un toque de diferenciación respecto del carisma de Raúl Alfonsín. Por el otro, el peronismo de Juan
modelo de los reaganomics, hegemónico en la región. Claro Perón según la flamante cara de la renovación, la que junto a
que, en su versión más coyuntural y anecdótica, la puja del su enfrentamiento con la "ortodoxia" insinuaba ya su propia
momento mostraba la acentuación de la pelea tradicional vía de división entre el paternalismo conservador del caudi-
entre las dos grandes fuerzas populares argentinas del siglo. llo riojano Carlos Menem y el perfil más socialdemócrata de
Por un lado, la UCR de Hipólito Yrigoyen, dependiente del Antonio Cafiero.
266
La paliza opositora
267
39,5 por ciento de los votos contra el 46,4 por ciento— fue el siguió 350 mil votos en la Capital. El Partido Intransigente,
mayor símbolo de la profundidad del golpe sufrido por Raúl en cambio, perdió cerca de 600 mil votos, hasta casi desapa-
Alfonsín en los comicios. Y también de la recuperación del recer de la escena. Con la mirada puesta en la renovación pre-
movimiento de Juan Perón. Sólo la Capital Federal y Córdoba sidencial de 1989, se insinuaba el retorno del tiempo del pe-
—donde el justicialista José Manuel de la Sota logró de todos ronismo. En todo caso, era evidente la dilución del poder de
modos una notable performance— dieron éxitos claros a la Alfonsín, un hecho que no pasó inadvertido para sus cole-
UCR. El otro gran fenómeno de la elección fue el crecimien- gas de los países vecinos, como el uruguayo Julio María San-
to de la UCD, el partido liberal de Alvaro Alsogaray, que con- guinetti.
272
El calvario educativo
dría frenar, en marzo, la larga y dura protesta de los docentes "marcha blanca". El secretario general del gremio era Marcos
que, organizada por el mayor gremio de nivel nacional, la Garcetti, pero ya entonces se perfilaba el liderazgo de Mary
CTERA, postergó durante 37 días el comienzo de las clases. La Sánchez, convertida en aliada preferida de Saúl Ubaldini. Re-
inicial intransigencia del gobierno contra los reclamos salaria- cién después de que el gobierno consiguió acuerdos con gre-
les de los maestros encontró a los padres, por primera vez, en mios provinciales no afiliados a CTERA, los maestros aceptaron
activo apoyo a las medidas de fuerza. El 25 de marzo, CTERA. la conciliación obligatoria y el 18 de abril, con promesas ofi-
—estrechamente ligada al peronismo renovador— concretó una ciales de una solución para el problema salarial, retornaron a
gigantesca movilización a la Plaza de Mayo, conocida como la sus tareas,
274
Un líder satanizado
taron durante un tiempo conformar una fórmula de unidad sido capaz incluso de sustentar desde la oposición a Alfonsin,
con ellos. Fue imposible, porque ninguno de los dos estaba dis- y al sistema, en los momentos de peligro. Además, era el que
puesto a resignar el primer lugar. Cafiero, porque creía tener el contaba con el apoyo casi unánime del aparato partidario. Me-
perfil exacto para la presidencia como el dirigente histórico que, nem, porque tenía una ilimitada confianza en su carisma, en su
sin embargo, había dado la pelea por limpiar al peronismo de estilo gestual, en su capacidad para representar la insatisfacción
sus imágenes más impotables para la clase media, el que había de los sectores populares del interior.
277
línea, muchos de ellos de escaso prestigio, como Juan Carlos Aires, vital para minar la solidez del búnker cafierista. Después
Rousselot. Con la mediación de Saadi, Menem optó por el dipu- de muchos vaivenes, Cafiero se decidió por el jefe de la renova-
tado Eduardo Duhalde, ex intendente de Lomas de Zamora, un ción cordobesa, José Manuel de la Sota, integrante de la "ban-
hombre del riñón de la renovación bonaerense distanciado de dita" de jóvenes renovadores junto a José Luis Manzano y Car-
Cafiero desde que lo descartó como candidato u vicegobernador los Grosso. Su decisión implicó desechar al ex gobernador san-
en 1987. Duhalde no era un dirigente de primera línea, pero tafesino José María Vernet, lo que le valió la ruptura con sus pa-
tenía capacidad de "armado" político en la provincia de Buenos drinos, los principales dirigentes de las 62 Organizaciones.
280
"Ortodoxos" y "socialdemócratas"
mocracia". Y en este sentido lo identificaba con Alfonsín y sus alfonsinismo. Además, el gobierno radical —seguro de que re-
cuadros de la Coordinadora. £1, en cambio, se presentaba como sultaría un rival más fácil de vencer que Cafiero— lo apoyó por
el cultor de la "pureza" peronista, como la expresión de la "or- lo bajo en la interna, una relación de la que se encargaron el mi-
todoxia". Para lo cual reiteró sus gestos hacia Isabelita, la viuda nistro del Interior Enrique Nosiglia y su colaborador Rafael
del general Perón. En realidad, él era quien más cerca del pre- Pascual a través de sus contactos con Luis Barrionuevo, el prin-
sidente radical había estado en los primeros años de gloria del cipal operador sindical de Menem.
282
La ola menemista
os últimos tramos de la campaña interna habían mos- había parado de sacarle concesiones a Cafiero, como la habili-
a definición de la fórmula presidencial justicialista, pero bernador de su provincia en el ejercicio de su segundo manda-
Primavera tormentosa
a personalidad y el discurso de Angeloz eran importan- Terragno para Aerolíneas, Entel y Gas del Estado no habían con-
El "jueves negro"
Acoso y soledad
Raúl Alfonsín
y un pasado como enlace entre el Ejército y las "Tres A" de López mente —hasta el punto de que hubo tres muertes— a grupos de
Rega— sublevó una vez más a la Escuela de Infantería de Cam- manifestantes que habían llegado a Villa Martelli sólo para repu-
po de Mayo, mientras un grupo afín de la Prefectura, los "Alba- diar la rebelión. Finalmente, Seineldín se entregó en función de
tros", escapaba de su cuartel con todas sus armas para apoyar un acuerdo por el que el general Caridi prácticamente hizo su-
el levantamiento. Después de dos intercambios de disparos con yos los reclamos del coronel. Cuando el incidente terminó, que-
tropas leales, Seineldín abandonó subrepticiamente la Escuela dó claro que la influencia de Seineldín en el Ejército subsistía, y
para reaparecer, junto a los "Albatros", en una guarnición mili- que además mantenía fluidos contactos con dirigentes de la de-
tar de Villa Martelli. Durante dos días, hubo negociaciones y recha del justicialismo. El propio candidato presidencial del PJ,
aprontes para el combate. Entretanto, la Policía reprimió dura- Carlos Menem, no dudó en elogiarlo pública y calurosamente.
288
i se verano se volvía insoportable para los argentinos por copó —en una típica acción de guerrilla urbana de los '70— el
ros muertos estaba el abogado Jorge Baños, y se suponía que el enfrentar los pelotazos disparados por la especulación y la in-
ataque había sido dirigido por el ex jefe del ERP Enrique Go- flación mediante un nuevo sistema cambiario, que incluía tres
rriarán Merlo. Algunos de los guerrilleros sobrevivientes, dete- bandas diferenciadas. Los grupos económicos más poderosos
nidos, denunciaron que varios de sus compañeros habían sido aprovecharon la iniciativa para dar el golpe de gracia al "Plan
ultimados después de rendirse. La conmoción por el suceso, que Primavera". Con demandas generalizadas en el mercado de di-
derivó también en la detención del sacerdote Antonio Puigjané, visas, hicieron trepar de golpe un 33 por ciento el valor del dó-
duró poco. El 6 de febrero, los responsables de la política mone- lar en la banda libre. Además, trasladaron de una sola vez el
taria del gobierno, el secretario de Hacienda Mario Brodersohn efecto de la depresión del valor real del austral a los precios. Fue
y el titular del Banco Central José Luis Machinea, trataron de lo que se conoció como "golpe blanco".
290
bierno de Raúl Alfonsín minaron su base de consenso social, mientos de los generales de la dictadura y vencer al peronis-
los grupos de poder que habían crecido al compás de las polí- mo. El Alfonsín de los últimos tiempos estaba acorralado por
ticas económicas de José Alfredo Martínez de Hoz le opusie- el establishnrent, que empezaba a hacer evidente su preferencia
ron una fuerza que no pudo superar. La acumulación del con- por la fuerza que, mientras reivindicaba la tradición de Juan
senso después perdido había permitido al Alfonsín de su pri- Perón, le hacía guiños a través del nuevo rostro encarnado por
mera etapa de gobierno pasar por encima de los condiciona- Carlos Menem.
292
La presión interna
a actitud del establishment tuvo rápidamente un reflejo Alfonsín se vio obligado a pedirle la renuncia tal como —en
dentro del propio radicalismo. El candidato oficialista a la función de presiones parecidas— lo había hecho, cuatro años
presidencia, Eduardo Angeloz, se plegó a las presiones atrás, con Bernardo Grinspun. Sorrouille había podido resistir
contra la política económica del gobierno en función de una los ataques en su contra, por "izquierda", del peronismo reno-
propuesta propia que se acercaba mucho más a las exigencias de vador de Antonio Cafiero y de su correlato sindical, la CGT de
un programa de ajuste liberal ortodoxo. Angeloz cuestionó pú- Saúl Ubaldini. También los del candidato justicialista a la pre-
blicamente al ministro de Economía, Juan Vital Sorrouille. Raúl sidencia, Carlos Menem. Pero no pudo con Angeloz.
293
Carlos S. Menem
nfrente, en el campo justicialista, la campaña electoral te, dispuesto a bailar, cantar, besar, abrazar, o compartir un mate
lar que lo distinguía en los años '70. Ahora, recorría el país nen tristeza...". Mientras, tejía crecientes contactos con los re-
hablando de "salariazo" y "revolución productiva", sin precisar presentantes del poder económico, y también con Mohamed
los cómo. O convocaba al triunfo con consignas de motivación Alí Seineldín, y se mostraba como un deportista de amplio
despolítizada: "Síganme, no los voy a defraudar", o "...por los espectro, capaz de manejar una pelota número 5, una de bás-
niños pobres que tienen hambre, por los niños ricos que tie- quet, o una raqueta de tenis.
296
pañado por un dirigente bonaerense al que se consideraba de propuesta en su propio y personal carisma, y había consegui-
bastante prestigio, Juan Manuel Casella, Y, en un intento de do disciplinar tras su proyecto también a la línea de su antiguo
contener el voto conservador del interior, en otra fórmula lo rival en la interna, Antonio Cafiero. En la pelea por el sillón de
acompañaba la dirigente del Movimiento Popular Jujeño Cris- Raúl Alfonsín, además de su avasalladora "Marcha Federal de
tina Guzmán. Carlos Menem, en cambio, concentraba toda su la Victoria" por todo el país, Menem tuvo la habilidad de
298
rehuir la confrontación directa con Angeloz, su antiguo com- por el más popular de los programas políticos de la época, se
pañero de estudios en la Facultad de Derecho de la Univer- trató de hacer jugar en su contra esa elusión. Pero todo fue en
sidad de Córdoba. Con una silla vacía, en un debate armado vano.
299
bio, ascendía de 108 a 127 diputados. La elección marcó ade- taba con la arraigada disciplina electoral de las bases pero-
más una definida polarización del electorado. La tendencia al nistas. La fórmula Alvaro Alsogaray-Alberto Natale, expre-
crecimiento que la derecha liberal había mostrado en los sión estricta de esa derecha, sacó sólo el 6,7 por ciento de los
últimos años frenó abruptamente, en buena medida porque votos, y obtuvo 15 diputados. La izquierda la pasó mucho
los sectores sociales que solían votarla habían adivinado en peor: en todas sus expresiones no llegó al 5 por ciento de los
Menem a un dirigente capaz de llevar adelante sus concep- votos, y no logró elegir legisladores.
ciones, con la enorme ventaja de que, al mismo tiempo, con-
302
Juan D. Perón, Néctar J. Cámpora, Ítalo Luden Antonio Cafiero y Carlos S. Menem
mar su gabinete, y la red de negociaciones que empezaba a sa e ineficaz pimienta que quiso usar el candidato halo Luder
tejer para crear una estructura de apoyo social a su gobierno, en el 83, después de la sofisticada cocina política que pre-
poco tenían que ver con la tradición popular y reparadora del tendió imponer Antonio Cafiero, la criatura de Juan Perón
peronismo. Después de la inesperada y efímera sal que le terminó reconstituida en la heterodoxia neoconservadora del
había echado Héctor Cámpora en los '70, después de la insul- menemismo.
304
Jesús Rodríguez
ajderrota electoral y el tipo de alianzas que el menemis- gobierno, y exigieron una estrategia de ajuste ortodoxa. Mien-
-1
-
mo triunfante estaba construyendo terminaron con los tras la convergencia entre el menemismo y el poder económi-
restos de poder que le quedaban a Alfonsín. La gran ex- co era cada vez más evidente, Menem había convertido a La
pectativa, en esos días, consistía en ver cómo haría el Presiden- Rioja en una especie de capital política paralela, y Alfonsín
te para atravesar los siete meses que debía permanecer al frente ensayó una última variante. Por un lado, trasladó a Juan Carlos
del gobierno hasta el 10 de diciembre, fecha prevista para el tras- Pugliese al ministerio del Interior, confiado en que el veterano
paso del mando a Menem. Las dudas sobre la gobernabilidad político podría hacerse cargo de la relación con el menemis-
actuaron como un fulminante combustible de la hiperinfia- mo. Por el otro, devolvió el manejo de la Economía al equipo
ción que, en mayo, arañó el 80 por ciento. El FMT y el Banco de Sourrouille, aunque el cargo de ministro quedó en manos
Mundial hicieron públicos cuestionamientos a la gestión del del joven diputado Jesús Rodríguez.
305
a jugada resultó inútil. Aunque públicamente lo nega- cuales Menem, en La Rioja, jugaba al tenis con un equipo perio-
a base del acuerdo entre el radicalismo y el justicialismo un plan de ajuste que incluiría, a cambio de leyes que favo-
9r1;1°Ií
'' i' '445.0110.„.#1111
La asunción de Menem
podamos recibir los frutos". Ya en el poder, junto a su vice que otro encarnizado enemigo de siempre del peronismo, Al-
Eduardo Duhalde, anunciaba también un combate frontal con- varo Alsogaray, sería el negociador de la refinanciación de la deu-
tra la hiperinflación. Un día antes había dado otras muestras da externa en su gobierno. Por otro lado, el entonces inminen-
muy visibles de lo que se venía. Por un lado, indicó claramente te nuevo presidente había revelado que propondría a Gran Bre-
309
La fugacidad de un proyecto
por ciento-; además, se determinó un tipo de cambio fijo de farto que acabó con su vida el 14 de julio. Lo reemplazó otro
650 australes por dólar, y se congelaron los precios. Al mismo hombre de Bunge y Born, Néstor Rapanelli, quien rápidamen-
tiempo, el gobierno envió al Congreso los proyectos de ley de te impuso una liberación de precios y un tipo de dólar comer-
Emergencia Económica y de Reforma del Estado. Pero ante la cial a 1.000 australes. El Congreso ya había aprobado la Refor-
dureza de las discusiones con los grupos económicos más po- ma del Estado y la Emergencia Económica, y se iniciaron los pro-
derosos, insertados en la internacionalización del capitalismo cesos de privatización de empresas públicas. Pero la inflación
de manera más decidida que Bunge y Born, Roig sufrió un in- siguió trepando sin pausas.
312
,-
zado por el pope liberal de la Argentina, Alvaro Alsogaray, menemismo había arrebatado al candidato más votado, el
convertido en asesor estratégico de Carlos Menem. Y tam- radical Fernando de la Rúa, la banca de senador nacional
bién por su hija, María Julia Alsogaray, con cuyo concurso el por la Capital, para otorgársela al justicialista Eduardo Vaca.
31.5
María Julia pasó a encargarse del proceso de privatización de Públicas Roberto Dromi; su sello marcó, sobre todo, la po-
la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, Entel. Aunque lémica transferencia de la empresa aérea estatal Aerolíneas
el gran operador de las privatizaciones fue el ministro de Obras Argentinas al capital privado.
316
Carlos S. Menem, Aldo Rico, Mohamed Alí Seineldín, Néstor Rapanelli, Alvaro Alsogaray y George Washington
poder mundial tras la caída del Muro de Berlín. En septiembre, Lincoln la nueva dirección de la política exterior argentina. Sólo
el Presidente, en plena producción de gestos políticos en todas las un mes después, en Madrid, como reflejo de esa nueva política,
direcciones —desde la seducción a Mohamed Mí Seineldín hasta se concretaba el comienzo de la recuperación de las relaciones
la relación con Bunge y Born o con Alsogaray—,11egó de visita a diplomáticas con Londres a través del instrumento del
los Estados Unidos para confirmar en la patria de Abraham "paraguas" para el conflicto de soberanía sobre las Malvinas.
318
La "pacificación nacional"
ocia el interior, el perfil crecientemente conservador de toda persecución judicial. Como compensación, también fue-
--
1
A 4 g
— — — — — —
a política económica, la alianza con los liberales y el po- de diciembre para asumir sus bancas —Carlos "Chacho"
La limpieza sindical
Saúl Ubaldini
tivo que la CGT, con el liderazgo de Saúl Ubaldini, había nem promovió un congreso de la CGT en el Teatro San
asumido durante el gobierno de Alfonsín. Con sus máximos Martín —el 11 de octubre— para pegarle fuerte a Ubaldini y
operadores en el área, el ministro de Trabajo y dirigente plás- terminar con su jefatura. La paridad de fuerzas entre los crí-
tico Jorge Triaca y el gastronómico Luis Barrionuevo, Me- ticos y los alineados con el Presidente provocó una nueva
322
división en la central obrera. El menemismo sindical eligió bativos, apoyados por la UOM de Lorenzo Miguel, conser-
al dirigente del gremio de Comercio Güerino Andreoni varon el nombre de CGT Azopardo, con una conducción co-
como nuevo secretario general. El ubaldinismo y los com- lectiva.
323
Carlos S. Meneen
La "hiper" menemista
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por 1.200 millones de dólares, muchos de cuyos poseedores zaba a estar en cuestión la propia gobernabilidad. El 15 de di-
eran grandes empresas. La medida tuvo como respuesta un ciembre, el Presidente le pidió la renuncia a Rapanelli y puso
nuevo brote hiperinflacionario. Los índices de aumento del fin a la experiencia Bunge y Born. El 18 designaba en el minis-
costo de la vida, para todo el año, alcanzaban ya la impresio- terio a su viejo colaborador de La Rioja, el contador democris-
nante cifra del 4.200 por ciento. Como muchos observadores tiano Antonio Erman González. Fue la última medida impor-
independientes, Carlos Menem sintió en esos días que empe- tante del gobierno en 1989.
Década del '90
328
ue el 9 de noviembre de 1989. Pero para muchos histo- incapaz de frenar el proceso de éxodo de sus ciudadanos a tra-
Boris Yeltsin
l verdadero final del imperio soviético se precipitó en maban. De ahí en más, el disuelto régimen comunista dio lu-
Saddam Hussein
La guerra televisiva
l régimen baasista iraquí de Saddam Hussein había si- alianza occidental contra Hussein —en la que también partici-
Bill Clinton
muy santa, para evitar ser enviado a la guerra de Vietnam. Bill que gustaba compararse con luan Perón por algo más que la
Clinton no sólo consiguió terminar con Bush y la herencia rea- morfología de su apellido, Perot amenazó en alguna etapa de
ganiana. También se desprendió del multimillonario Ross Perot, la campaña presidencial del 92 convertirse en una sorpresa ga-
quien aspiró a la presidencia por afuera de los dos grandes par- nadora, aunque rápidamente perdió resuello hasta retirarse de
tidos. De discurso asumidamente populista, hasta el punto de la contienda.
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Hillary Clinton
El calvario de Hillary
años de mandato, para manejar un proceso de retirada progre- escaso margen, los israelíes elegían primer ministro a un opo-
siva de las tropas israelíes de los territorios ocupados en 1967. sitor a los acuerdos: Benjamn Netanyahu, el dirigente del dere-
A cambio, esa autoridad palestina debería garantizar a Israel el chista partido Likud. Clinton volvió a la carga. En octubre de
control y la represión de toda actividad contra la seguridad de 1998, Netanyahu y Arafat firmaron ante él un compromiso de
su Estado y sus ciudadanos. Tras su entrada en vigor, en 1994, impulso del proceso de paz con garantías mutuas. Pero tam-
el acuerdo quedó empantanado por el sabotaje de los sectores bién reaparecieron las resistencias en los dos bandos. A menos
fundamentalistas de uno y otro lado. En Israel, la ultraderecha de un año de la fecha en la que debería concretarse la creación
llegó hasta el asesinato de Rabin, el 4 de noviembre de 1995, de un Estado palestino independiente, la situación sigue siendo
mientras hablaba en un acto en Tel Aviv. En 1996, aunque por imprevisible.
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enómeno paralelo al de la locura de las guerras étnicas derick de Klerk, concretó en febrero de 1990 la legalización
tentado acentuar el perfil de su gestión, en 1991, cuando desig- poder al magnate Silvio Berlusconi. Pero en 1996 triunfó una
nó en el cargo de primer ministro a la figura de la izquierda so- alianza de centroizquierda, el Olivo, que puso en el gobierno
cialista Edith Cresson, la primera mujer que alcanzaba esa po- primero al profesor independiente Romano Prodi y luego, en
sición en su país. Pero en 1995 el socialismo perdió las eleccio- 1998, al verdadero líder de la coalición, Massimo D'Alema,
nes presidenciales a manos del eterno rival de Mitterrand, el quien había convertido al Partido Comunista más grande de
neogaullista Jacques Chirac. La alegría conservadora duró poco. Occidente en el socialdemócrata Partido Democrático de la
La reacción popular contra una política de ajuste devolvió el Izquierda. La socialdemocracia también llegó al poder en Ale-
cargo de primer ministro a un socialista, Lionel Jospin. En mania en 1998, de la mano de Gerhard Schrñder, tras los 14
Italia, el sacudón fue más violento. En 1993, la rebelión judi- años de gobierno del demócratacristiano Helmut Kohl. En
cial contra la corrupción política terminó con los partidos España, el fenómeno fue exactamente a la inversa: en 1996,
tradicionales y llevó a los tribunales o al exilio a sus principales después de 14 años en la presidencia del gobierno, el socialista
líderes, como el democristiano Giulio Andreotti y el socialista Felipe González perdió el poder a manos del conservador José
Bettino Craxi. Una primera reacción de centroderecha llevó al María Aznar.
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a socialdemocracia también hizo pie en Gran Bretaña, ciones de 1997. Su popularidad sólo fue superada unos meses
n América latina, el líder cubano Fidel Castro fue uno de Europea. Castro dio un paso fundamental para resistir las pre-
Subcomandantc Marcas
Augusto Pinochet
grada también por los partidos de centroizquierda. En 1993, esta poder paralelo hasta 1998, como titular del Ejército. Cuando en-
vez con un mandato de seis años, fue el turno de otro democris- tregó el mando, asumió la banca de senador vitalicio que tam-
tiano, Eduardo Frei, hijo del Eduardo Frei que había presidido bién se había garantizado a través de la Constitución. Pero en oc-
el país hasta 1970. Pinochet, gracias a la Constitución que él mis- tubre de 1998, su suerte cambió. Ya octogenario, viajó a Londres
mo había impuesto en 1980, se mantuvo como una suerte de para hacerse operar de un problema óseo. Un pedido de cap-
•
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tura por su responsabilidad en la coordinación de la represión detenido y con el riesgo de que se lo extradite a España para ser
ilegal entre las dictaduras latinoamericanas en los '70, dictado juzgado. La situación generó fuertes temblores en Chile, y una
por el juez español Baltazar Garzón, lo mantuvo en calidad de visible tensión diplomática entre Santiago y Madrid.
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pareció como una tromba política junto con la déca- fue reelecto. Después, su manejo autoritario, el poder de su
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ara la Argentina de Carlos Menem, el comienzo de la cario, puesto en jaque por la posibilidad de una corrida de los
La "actualización doctrinaria"
para establecer los límites doctrinarios y también orgánicos del Ocho, conducidos por Carlos "Chacho" Alvarez y Germán
justicialismo menemista, en una jugada que dejaba en "el afuera" Abdala. Menem, por cierto, sostuvo siempre que sus diseños
al naciente duhaldismo y a los sectores combativos que empe- expresaban una "actualización doctrinaria" del peronismo que
zaban a nuclearse alrededor de los diputados del Grupo de los hubiera sido aprobada por el propio Perón.
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a disputa ideológica en el seno del peronismo tenía que jadores del Estado, Víctor De Gen naro, respondía con grandes
Carlos S. Menem
había dicho Roberto Dromi, en el seno de la comisión bicame- italianos dueños de la empresa Ducati, le regalaron a Carlos
ral del Congreso encargada del seguimiento de las privatiza- Menem una poderosa Ferrari Testa Rossa. "¡Me la regalaron a
ciones, para explicar las concesiones que el gobierno hacía a mí; es miar, fue la indignada respuesta del Presidente, cuando
los inversores. Lo cierto es que esta política generó una cre- se quiso saber a qué entidad de bien público iba a donar el auto
ciente corriente de apoyo de los grandes grupos económicos y deportivo, valuado en 130 mil dólares. Las leyes, y las buenas
de la comunidad internacional de negocios al gobierno. El me- costumbres, impiden que un jefe de Estado reciba regalos va-
nemismo implicaba —cada vez más claramente— una nueva a- liosos, sobre todo de empresarios que, como los Castiglioni,
lianza social, con eje en el capital más concentrado. Sobre fines estaban tramitando permisos y tramos de créditos para cons-
de 1990, el apoyo del establishment encontró su propio y polé- truir cuatro hoteles de lujo y emprender otros negocios en el
mico símbolo cuando los hermanos Castiglioni, empresarios país. Finalmente, Menem debió donar el vehículo.
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Jorge R. Videla, Emilio E, Massera, Mohamed Aif Scineldín, Ardo Rico, Mario Firrnenich y Carlos S. Mesen
de hacerlo jefe del Ejército. Sobre todo después de la separa- tar definitivo se concretó pocos días después, el 30 de diciem-
ción de Menem y su esposa Zulema —el Presidente la había he- bre, cuando el Presidente completaba el indulto iniciado un
cho expulsar de la residencia de Olivos—, principal sostén del año antes. Esta vez —contra las movilizaciones y la opinión del
coronel. El 3 de diciembre, los hombres de Seineldín ocupa- 70 por ciento de los argentinos— los beneficiados eran los pro-
ron el edificio Libertador y el Regimiento 1 de Infantería, apo- pios comandantes de la dictadura, con Jorge Videla y Emilio
yados por el grupo Albatros de la Prefectura. Menem ordenó Massera a la cabeza. Como factor de compensación, también
una represión sin vueltas. Algunas horas más tarde, tras varios quedaba libre el ex jefe montonero Mario Firmenich. Vide-
tiroteos y la muerte de tres militares leales en la reconquista la no tardó en pedir una reivindicación global y oficial de la
del cuartel de Palermo, el motín estaba desactivado, Seinel- guerra sucia. En el peronismo, el indulto provocó el ale-
dín preso, y el "carapintadismo", del que Aldo Rico había to- jamiento definitivo del Grupo de los Ocho y los sectores
mado pública distancia, liquidado. El disciplinamiento mili- afines.
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1 diseño político menemista también había implicado, en mente un militante del menemismo ni de la sujeción de la Jus-
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las cuales "en este país, nadie hace la plata trabajando". Pero en taría de Justicia —transformada en ministerio— fueron reem-
enero de 1991, Carlos Menem se erizó cuando trascendió una plazados por Guido Di l'ella, Avelino Porto, Rodolfo Díaz y Raúl
carta del embajador de los Estados Unidos, Terence Todman, Granillo Ocampo. También cesó Dromi en Obras Públicas, mi-
en la que protestaba porque a la empresa norteamericana Swift nisterio que a partir de entonces fue rebajado al rango de se-
se le había exigido una coima para permitirle ampliar sus ins- cretaría, dependiente de Economía. El caso Swift mostró el po-
talaciones en Rosario. Rápidamente trascendió el nombre de un der del embajador norteamericano, a quien desde ese momen-
presunto responsable, el cuñado y asesor del Presidente, Emir to se empezó a llamar el "Virrey". En 1946, Juan Perón había
Yoma. Yoma renunció inmediatamente, y el Presidente aprove- usado su pelea con el embajador norteamericano Spruille Gra-
chó la oportunidad para hacer una reestructuración de su ga- den como eje de su campaña presidencial. Para una parte del
binete. Humberto Romero en Defensa, Alberto Kohan en Ac- peronismo, la relación entre Menem y Todman era exactamen-
ción Social, Jorge Triaca en Trabajo y César Arias en la secre- te la contrafigura de aquella controversia.
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360
austral. Los sucesivos planes de Erman González habían sido tan tros para ubicar a su hasta entonces canciller, Domingo Felipe
inútiles, frente al problema, corno aquel ensayo inicial del go- Cavallo, al frente de Economía. Cuido Di ''ella lo reemplazó en
bierno con el plan Bunge y Born. En febrero, cuando el precio el ministerio de Relaciones Exteriores. A su vez, González su-
del dólar saltó en pocos días de 5 mil a 8 mil australes, la suerte cedió al nuevo canciller en Defensa. Cavallo se venía preparan-
de González en Economía quedó echada. Por fin, Meneni se do hacía años para la ocasión. Acompañado por su equipo de
decidió a experimentar lo que había desechado en junio de 1989, economistas de la Fundación Mediterránea, de Córdoba, el 30
al definir su primer gabinete. Consumó un enroque de minis- de marzo anunció y puso en ejecución su plan económico. El
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— —
Alvaro Alsogaray, Jorge Born, Antonio Erman González, Domingo Cavallo y Carlos 5. Menem
eje sería la convertibilidad por ley entre el dólar y el peso, la nerado en los grupos económicos, el ritmo de la inflación se vio
nueva moneda nacional, equivalente a 10 mil australes. Ade- abruptamente desacelerado. Menem empezó a vivir una sen-
más, todo el dinero circulante y todos los depósitos bancarios sación ambivalente. Por un lado, sintió que había encontrado
debían tener respaldo en las reservas de divisas, con lo que se lo que buscaba. Por el otro, que la naciente estrella de Cavallo
ponía fin a la emisión de moneda sin respaldo. El plan se com- podía desdibujar su protagonismo como no lo habían hecho ni
pletaba con mecanismos de apertura global de la economía. su acercamiento a los liberales al estilo Alsogaray, ni la alianza
En sólo un mes, en buena medida por el shock de confianza ge- con los Born, ni los esfuerzos de Erman.
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de Amira, el presunto agente de Inteligencia sirio Ibrahim Al gate" quedó a cargo de la jueza federal María Servini de Cu-
Ibrahim, y al secretario de Recursos Hídricos de la Nación, el bría, que en julio procesó a Amira. Poco después, una emplea-
ultramenemista Mario Caserta, conocido además por sus con- da de su juzgado, Rita Auteiral, denunció ante una comisión del
tactos con el masserismo. La trama tiene varias complica- Congreso que la jueza mantenía reuniones con Carlos Me-
ciones. Ibrahim, quien apenas conocía unas palabras del caste- nem para informarlo acerca de la marcha del proceso. Tam-
llano, había sido designado jefe de la aduana del aeropuerto de bién, que escuchaba consejos sobre el caso de parte del secre-
Ezeiza por un decreto firmado por el vicepresidente Eduardo tario Legal y Técnico de la presidencia, Carlos Corach. La jueza
Duhalde, en ejercicio de la presidencia durante un viaje de Me- fue procesada por las denuncias y luego absuelta. También Ami-
nem al exterior. "Si quieren saber dónde está la droga, pregún- ra fue absuelta por la Justicia, en 1994, cuando Ibrahim estaba
tenles a Menem y a Duhalde", disparó en esos días Zulema Yo- prófugo en Siria; el único condenado por el "Yomagate" fue
ma, en defensa de su hermana. Además, la causa por el "Yoma- Caserta.
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Ramón Saadi
odavía faltaba otro trago amargo. El caso había causa- siones. Acusó de la muerte a un amante de la joven, Luis Tula,
La encrucijada electoral
Carlos S. Menem, Ramón Ortega, Eduardo Duhalde, Domingo Cavallo, Antonio Erman González, Amtra Yoma, Miguel Ángel Vicco y Carlos Reutemann
cretario del Presidente, Miguel Ángel Vicco, a quien se consi- siones para la política y para el oficialismo: Ramón "Palito"
deraba "socio" de Emir Yoma en el denunciado tráfico de in- Ortega, como candidato a gobernador de Tucumán, y Carlos
fluencias, y que además estaba comprometido en el caso de la "Lole" Reutemann, aspirante a la gobernación de Santa Fe, dos
provisión de leche no apta para el consumo para planes de asis- distritos en los que las dirigencias justicialistas tradicionales
tencia social. O el de los fracasos de Erman González. Había buceaban en el pero de los descréditos. Para juntar votos en la
más esperanzas acerca de la influencia electoral que pudieran más importante de las provincias, la de Buenos Aires, Menem
tener los primeros éxitos del Plan de Convertibilidad de Do- presionaba a un remiso Eduardo Duhalde para que aceptara
mingo Cavallo. O de la popularidad de dos recientes adqui- dejar la vicepresidencia y "bajara" a disputar la gobernación.
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La arquitectura de la victoria
I ministro del Interior Julio Mera Figueroa, un experi- vinciales. Una manera de evitar imágenes anticipadas, y tal vez
Caries Reutemann
siguió el 46,3 por ciento de los votos contra el 33 por ciento de roso despliegue de fondos que había hecho el interventor fede-
los radicales, y el resto se lo repartieron los partidos provin- ral en la provincia, Julio César Aráoz, logró frenar por el perío-
ciales y las fuerzas minoritarias. El traslado de Duhalde a la do 1991-1995 la ascendente carrera del gobernador de la dicta-
provincia de Buenos Aires resultó victorioso y, además, le dejó dura, el general Domingo Bussi. Los radicales conservaron su
a Menem un control sin acechanzas sobre el Ejecutivo na- feudo cordobés con la reelección de Eduardo Angeloz, impu-
cional. Su nuevo vicepresidente de hecho pasó a ser su propio sieron a su candidato Horado Massaccesi en Río Negro, y reite-
hermano Eduardo Menem, en su carácter de presidente provi- raron, con Fernando de la Rúa como cabeza de lista de los can-
sional del Senado. Las urnas mostraron también lo acertado de didatos a diputados, su hegemonía en la Capital. La sorpresa
haber recurrido a dos figuras de prestigio extrapolítico como de la elección fue el resultado del MODIN de Aldo Rico —elec-
Carlos Reutemann en Santa Fe y Palito Ortega en Tucumán. to diputado con otros dos correligionarios— en la provincia de
Reutemann, ayudado por la previa introducción de la ley de Buenos Aires: el 8 por ciento de los votos. En diciembre, en
lemas, consiguió revertir lo que asomaba como una muy posi- una pelea en soledad, el radicalismo y sus aliados imponían en
ble derrota peronista a manos del candidato radical a la gober- Catamarca a Arnoldo Castillo como gobernador, contra el in-
nación, Horacio Usandizaga. Ortega, beneficiado por el gene- tento de Ramón Saadi de volver al poder.
371
Carlos S. Menem
trategia oficial conformaban una estrategia sin resquicios. La una María Julia que había descubierto su costado frívolo y sexy
fórmula de Cavallo era aceptada sin traumas por la mayoría en la madurez, seguían viento en popa. Y los problemas del Pre-
del aparato del PJ, que —al mismo tiempo— repetía los rituales sidente con su esposa no parecían tener costos públicos. Me-
del peronismo de Perón. El radicalismo aparecía disminuido, nem, cada vez más confiable para el diseño de los países centra-
reducido al poder institucional de un conservador como An- les, ya era considerado internacionalmente como una persona-
geloz y descreído de la impronta, más audaz, de Alfonsín. Las lidad mucho más sofisticada que el candidato de las llamativas
relaciones con el liberalismo clásico de Alvaro Alsogaray, y con patillas del 89.
373
comienzos del 91, formaba parte de ese alineamiento. También del gobierno republicano de George Bush —en busca de su
el protagonismo asumido por Carlos Menem en las presiones reelección— tenía dos operadores centrales. Uno, el canciller
contra el líder cubano Fidel Castro, como cuando en la cumbre Guido Di "l'ella, sobreactuado según su particular sentido del
iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno en Madrid, en humor, hasta el punto de plantear su célebre tesis sobre la
julio de 1992, insinuó la conveniencia de la muerte de Castro. necesidad de mantener "relaciones carnales" con Washington.
La creciente funcionalidad del menemismo para las políticas El otro, dirigido a los centros del poder económico, un Do-
375
Antonio Errnan Gonzalez, Domingo Cavallo, Julio César Aráoz, León Arslanián y Carlos S. Menem
n el verano del 92, el optimismo oficial empezó a en- la pobreza", sostuvo audaz el ministro de Salud y Acción Social,
espués, exactamente el 17 de marzo, los argentinos ción era total. También se comprobó que había un enorme crá-
El ajuste acreedor
a política económica seguía dando satisfacciones aI go- como un corsé que exige servicios anuales crecientes, y el con-
ririos liwchi
central de ese crecimiento de la recaudación tenía estrecha re- ceder al gobierno central una porción importante de lo que les
lación con el aumento de la tasa del IVA, del 16 al 18 por cien- hubiera correspondido según la ley vigente. De esos fondos —el
to. A cambio de una transferencia sin interrupciones y de ma- 10 por ciento de lo recaudado por el impuesto a las Ganancias—
yores montos para los fondos coparticipables, Cavallo había surgió el famoso Fondo de Reparación del Conurbano Bonae-
conseguido forzar a la mayor parte de los gobernadores pro- rense: unos 600 millones de dólares al año, fundamentales pa-
vinciales a firmar un Pacto Fiscal que implicaba, en la práctica, ra cimentar el consenso de Duhalde en su provincia.
383
,Vionzer Al K11SSlir
Un pasaporte explosivo
enem tenía la esperanza de que, con los logros ma- dientes en España y causas en otros países. Pronto se descubrió que
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dejó fuera de la banca en 1989, cuando la naciente alianza en- tica económica. Pero la historia se repitió. De la Rúa consiguió el
tre el menemismo y Alvaro Alsogaray impuso a Eduardo Vaca 50 por ciento de los votos contra el 32 por ciento de Porto. Ter-
en su lugar. Lo cierto es que la elección fue una paliza, aunque Me- cero, con el 7,5 por ciento de los votos, fue el candidato del Fren-
nem y el intendente Carlos Grosso —jefe del peronismo metro- te del Sur, una nueva alianza de peronistas disidentes y grupos
politano— habían sacado de la galera la candidatura del extrapar- de izquierda, el cineasta Fernando Solanas, quien un año antes
tidario Avelino Porto, antes ministro de Acción Social, para tratar había sido baleado en las piernas en un episodio nunca esclareci-
de valorizar con su perfil los tan publicitados éxitos de la poli- do, poco después de hacer duras acusaciones contra el gobierno.
386
Domingo Cavallo, Antonio Erman González, Terence Todman, Carlos S. Menem y José Juliá
cándalo cuando un avezado periodista parlamentario descubrió y grupos privados—, creadas en los aeropuertos de Ezeiza y Aero-
que en la votación de la ley de privatización de Gas del Estado parque para atender los depósitos aduaneros y otros servicios.
había colaborado con el PJ por lo menos un diputado trucho, En su presión por liquidar lo que consideraba sospechosos mo-
que resultó ser empleado de un legislador de la mayoría. Des- nopolios, Cavallo contaba con el apoyo del embajador nor-
pués recrudecieron con violencia las internas entre Domingo teamericano Todman. Y González, con el del brigadier Juliá,
Cavallo y Antonio Erman González a propósito de las empre- jefe de la Fuerza Aérea. Menem trinaba entonces por las filtra-
sas mixtas Edcadassa e Intercargo —sociedad de la Fuerza Aérea ciones a la prensa de la dinámica más reservada del gobierno.
388
Callos S. Menem
389
bajo el peso de las denuncias sobre varios negociados de su cación del libro de Horacio Verbitsky Robo para la corona, pre-
gestión, como la "escuela-shopping" y los contratos con em- cisamente una frase atribuida al Ministro, que la habría usado
presas privadas para los servicios de recolección de basura en para definir sus actitudes. En su lugar fue designado un hombre
la ciudad. Por decisión de Menem, Grosso cedió la brasa ardien- todavía más joven, ultracatólico, de discurso purista y colabo-
te de la intendencia a Saúl Bouer. En diciembre debió irse Man- rador en la confección de los mensajes del Presidente, Gustavo
zano, hasta entonces tan importante para el Presidente como Béliz. Además, Enrique Rodríguez pasó a ser el ministro de Tra-
Eduardo Bauzá y Eduardo Menem. Sobre Manzano también pe- bajo en lugar de Rodolfo Díaz, y Jorge Rodríguez el de Edu-
saban sospechas de corrupción, agravadas después de la publi- cación tras la renuncia de Antonio Salonia.
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Carlos S. Menem
n una visión retrospectiva, sólo fue un tímido anticipo zo de 1993, para desmentir una nota periodística que había
de flexibilización laboral del ministro de Trabajo Enrique Ro- vertirse en otra central obrera, armada alrededor de los gremios
dríguez. Tampoco ante el proyecto oficial —clave para la pro- combativos de ATE y CTERA, y con Víctor De Gennaro y Ma-
fundización del modelo— de privatización del sistema de jubi- ry Sánchez como líderes. El menemismo respondió con dureza.
laciones, destinado a generar un mercado de capitales, a través Por ejemplo, cuando algún sector intentó expresar su discon-
de Administradoras de Fondos de Jubilación y de Pensión, con formidad en el acto de apertura de la Exposición Rural de ese
los aportes de los trabajadores activos. Esa medida, impulsada año y un muy preparado operativo, con cientos de militantes,
con uñas y dientes por Carlos Menem y Domingo Cavallo, fue actuó como fuerza de violenta represión, que incluso alcanzó
en cambio combatida con tesón por el flamante Congreso de los a los periodistas.
Trabajadores Argentinos, una entidad con pretensiones de con-
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Fernando de la 1211a, Gustavo Béliz, Domingo Cavallo, Ramón Ortega, Eduardo Dulialde y Carlos S. Menem
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Carlos S. Menem, Gustavo Béliz, Eduardo Bauzá, Carlos Corach y Carlos Rackauji
neraron una airada reacción pública del ministro del Interior cibió el apelativo despectivo de "zapatitos blancos". De la prime-
Gustavo Béliz. "Estoy parado sobre un nido de víboras", dijo, ra línea del oficialismo, sólo con Cavallo y Palito Ortega man-
en clara referencia a los principales operadores menemistas, tenía buenas relaciones. Finalmente, ante el aval del Presidente
como Eduardo Bauza, Carlos Corach y Carlos Ruckauf. A par- a todas las operaciones destinadas a conseguir la reelección a
tir de entonces, además de ser considerado traidor, Béliz re- cualquier precio, Béliz renunció al ministerio a fines de agosto.
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Carlos 5. Menem
toria propia un inédito primer puesto en la ciudad de Buenos votantes radicales había preferido la nueva opción del Frente
Aires. Aunque no había conseguido para su partido más votos Grande —una alianza integrada por el Frente del Sur, entre
que en comicios anteriores, la lista peronista encabezada por otras fuerzas opositoras— que consiguió hacer elegir a sus dos
Antonio Erman González —una revancha personal frente a la re- primeros candidatos, Carlos "Chacho" Alvarez y Graciela Fer-
levancia del papel de su enemigo Domingo Cavallo— se vio favo- nández Meijide. La UCR había visto reducirse abruptamente
recida por un error de De la Rúa en la elección del primer can- su caudal electoral en todo el país. Menem, en cambio, se sen-
didato radical: la escritora Martha Mercader, de escasa voca- tía dueño del país y cada vez más cerca de la posibilidad de la
ción para la misión. Además, buena parte de los tradicionales reelección.
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403
El susto de la carótida
forma. Fue el terror a una nueva y definitiva derrota lo que im- elección por una vez, a cambio de algunas modificaciones ins-
pulsó al jefe de la UCR, Raúl Alfonsín, a participar en un en- titucionales destinadas a mejorar la transparencia de la políti-
cuentro secreto con Carlos Menem, a comienzos de noviem- ca: Consejo de la Magistratura para elegir jueces; mecanismos
bre, en la casa de su ex canciller Dante Caputo. La reunión, de control de gestión; figura del ministro jefe de gabinete; elec-
cuya operación estuvo a cargo de Enrique Nosiglia por el ra- ción directa de los senadores; elección directa del intendente
dicalismo y Luis Barrionuevo por el menemismo, abrió paso a de la Capital. La UCR consiguió, además, una garantía de pre-
un acuerdo que cambiaría la historia. El 14 de noviembre, en servación del poder partidario: un tercer senador por cada pro-
Olivos, ya públicamente, Menem y Alfonsín suscribían el de- vincia, en representación de la minoría. El Pacto generó mu-
nominado "Pacto de Olivos". Los radicales se comprometían chas polémicas y dificultades en el radicalismo, pero terminó
a apoyar la reforma constitucional, con una cláusula de re- imponiéndose.
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El "zapatismo" santiagueño
as elecciones del 10 de abril de 1994 dieron 135 de las de Menéndez, tercera candidata a constituyente del PJ por-
Carlos S. Menem
La reelección habilitada
a Asamblea Constituyente se inició el 25 de mayo en se incluyó una cláusula transitoria que indicaba que el perío-
l desarrollo de la Constituyente no fue lineal ni homo- quedado desubicado con el Pacto de Olivos. Convocó a una
Rico. Con el apoyo del MODIN, destrabó la Constituyente bo- ba que destruyó la sede de la Asociación de Mutuales Israelitas
naerense, que habilitó la convocatoria de un plebiscito en la Argentinas, AMIA, en la calle Pasteur. Murieron 86 personas y
provincia. Duhalde lo ganó con amplitud el 2 de octubre y más de 100 sufrieron heridas. Como en el caso de la Embajada,
—como Menem— quedó habilitado para la reelección. Pero el los culpables siguen sin ser descubiertos, aunque hay datos con-
período constituyente estuvo signado, sobre todo, por el segun- cretos sobre la complicidad de personal policial. Un comisa-
do y más grave atentado terrorista con la comunidad judía rio de la policía bonaerense, Juan José Ribelli, está detenido por
como blanco. El 18 de julio de 1994, explotaba otro coche bom- el caso.
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El caso Carrasco
desertor dos semanas atrás. Las largas y complicadas investiga- la repercusión del caso, el gobierno determinó el fin de la ley de
ciones determinaron que Carrasco había sido sometido a un servicio militar obligatorio para reemplazarlo por un sistema de
feroz castigo por personal del cuartel. El subteniente Ignacio profesionalización de las tropas. Fue también una manera de
Canevaro y los conscriptos Cristián Suárez y Víctor Salazar fue- reducir los gastos de las Fuerzas Armadas, cuyos cuadros pre-
ron condenados como culpables materiales del asesinato. El jui- sionaban constantemente al ministro de Defensa, el ex canci-
cio llegó a salpicar a las más altas autoridades del Ejército, in- ller Oscar Camilión, para que obtuviera algunos fondos más de
cluido el jefe de Estado Mayor Martín Balza. Como respuesta a su muy poco dispuesto colega de Economía Domingo Cavallo.
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lino", aludiendo a la tradicional confitería en la que se hizo la Storani. Bordón y Álvarez no tardaron en acordar una alian-
reunión. Después de la Constituyente, las diferencias de Bor- za entre PAÍS y el Frente Grande, de la que surgió el Frepaso.
dón con Carlos Menem y el PJ se profundizaron. Pronto, acom- El acuerdo no fue aceptado por uno de los jefes del Frente
pañado por un grupo de dirigentes y militantes —muchos de Grande, Fernando Solanas, quien dejó la fuerza. Quedaba claro
ellos de Mendoza— Bordón anunció la ruptura con el justi- que "Chacho" y Bordón iban a dirimir en una interna abier-
cialismo y la creación de una nueva fuerza, PAÍS. Fue el pri- ta quién sería el candidato presidencial del Frepaso en las elec-
mer paso para poner en práctica aquel espíritu, aunque sin ciones de 1995.
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rimero fue ante los mandos de la Policía Federal. Ape- la aparición de "nuevas generaciones de Madres de Plaza de
p nas un rato más tarde, ante unos 200 oficiales del Ejér-
cito. Era el 3 de octubre de 1994 y Carlos Menem, sin
pruritos, lanzó en los dos lugares la misma frase: "¡Menos mal
Mayo". Fue en referencia a la participación de muchos adoles-
centes en una multitudinaria marcha docente realizada en
Buenos Aires algunos días antes. Por cierto, la frase mereció
que la guerra sucia la ganaron los militares?". Menem ya había indignadas réplicas de las organizaciones de derechos huma-
hecho una reivindicación global de lo actuado por las Fuerzas nos. En cuanto a lo dicho el 3 de octubre de 1994, la reacción
Armadas durante la última dictadura militar a fines de 1992, fue todavía más dura. La Asamblea por los Derechos Huma-
aunque con una formulación algo menos contundente. Tam- nos, APDH, dispuso expulsarlo de sus filas.
bién en 1992, el 9 de julio, en Tucumán, había advertido sobre
416
La autocrítica de Balza
n la misma dirección, Menem reaccionó indignado, en los "vuelos de la muerte" en el Ejército. El jefe del arma, Mar-
Carlos Ruckauf
principios de 1995, los partidos ya tenían definidas sus a vicepresidente sería el ministro del Interior, Carlos Ruckauf,
candidaturas a presidente y vice para las elecciones de reemplazado en el cargo por Carlos Corach. En el radicalismo,
Am ayo. Carlos Menem, obviamente candidato a presi-
dente por el PJ tras la habilitación constitucional de la reelec-
las internas otorgaron un amplio triunfo al gobernador rionegri-
no, Horacio Massaccesi, sobre Federico Storani. En el Frepaso,
ción, también tenía la facultad de decidir quién lo acompaña- en una interna abierta sin precedentes y con un tenso escrutinio,
ría en la fórmula. El Presidente mantuvo durante largo tiempo se decidió declarar triunfador a Bordón sobre "Chacho" Álva-
la expectativa, aunque afirmaba que tenía el nombre in pectore. rez, con lo que la fórmula quedaría conformada por los dos, pero
Develó la incógnita en los primeros días de enero: su candidato con el senador por Mendoza como candidato a presidente.
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l camino hacia la reelección pareció empezar a compli- producto de un atentado y no de un accidente, aunque no con-
a verba cavallista produjo el efecto deseado. El denomi- bierno. Duhalde, quien contribuyó al éxito oficialista con una
Un país monocolor
Carlos S. Menem
Carlos Menem se mostraba como el dueño absoluto de la pelí- lar profusamente en esos tiempos, en los que el radicalismo
cula, con margen para dedicarse sin sobresaltos a su flamante aparecía aplastado por los costos políticos del Pacto de Olivos,
pasión deportiva, el golf, o a pilotear su nuevo y costoso heli- y el Frepaso empezaba a manifestar los primeros síntomas de
cóptero. "No hay oposición" fue una frase que empezó a circu- tensión entre sus dos líderes, Bordón y "Chacho" Álvarez.
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Carlos 5. Menem
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Guido Di Tela
Oscar CaMiiiÓ11
aparecido en Ecuador pese a que el decreto de autorización de —nada menos que 6.500 toneladas—, país en el que tropas ar-
la venta señalaba a Venezuela como país comprador, lo que in- gentinas integraban los contingentes de paz de las Naciones
dicaba una operación de triangulación fraudulenta. Tres minis- Unidas. Muy poco antes, el 4 de noviembre, la ciudad cordobe-
tros —el canciller Guido Di Tella, el de Defensa, Oscar Cami- sa de Río Tercero se convertía en un infierno por la explosión
lión, y el de Economía, Domingo Cavallo— habían firmado el de- de cinco polvorines de la planta de Fabricaciones Militares. Hu-
creto. La revelación periodística generó un cruce entre Can- bo 13 muertos, muchos heridos, y la ciudad quedó destruida.
cillería y Defensa. La situación se agravó en noviembre, cuan- Siempre se habló oficialmente de un accidente, pero 3 años
do se supo que entre 1991 y 1995, durante la cruenta guerra de después se empezó a relacionar la explosión con el caso de las
los Balcanes, también se habían introducido armas en Croacia ventas ilegales de armas.
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l anticlima respecto de la euforia postelectoral, sin em- señales de preocupación y descontento. En el gobierno, el equi-
C. .9
Alfredo Yabran
os signos del progresivo distanciamiento entre Menem do", lo cual comprometía directamente al más próximo entor-
po se encargaría de demostrar que cumpliría con ese designio. que se garantizó —por un tiempo— su permanencia en él. En cam-
Para ese momento, Menem pensaba seriamente en echar a Ca- bio, multiplicó en Diputados sus ataques contra Yabrán y sus
vallo, y su candidato al reemplazo era el ex ministro de Galtie- presuntos "empleados" en el Parlamento y la prensa. Y se de-
ri, Roberto Alemann. Pero ya estaba en marcha un impresio- fendió con uñas y dientes cuando el radical Leopoldo Moreau
nante juego de presiones a favor de la continuidad de Cavallo, instaló para siempre, en esa sesión, el tema del sobreprecio y
sobre todo desde el exterior. Además, Cavallo compareció el 23 las coimas pagadas alrededor del contrato entre IBM y el Banco
de agosto ante la Cámara de Diputados para explicar sus de- Nación para la compra de un sistema informático. Varios de los
nuncias, y allí salvó de toda responsabilidad al gobierno, con lo sospechados, directores del banco, integraban su equipo.
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431
a momentánea paz entre Carlos Menem y Domingo Ca- fueron innumerables los gestos y las frases que intercambia-
vallo no consiguió disimular que, a partir de las denun- ron, en una clara disputa por la paternidad del plan económi-
cias del Ministro, se había abierto un proceso de enfren- co, permanentemente alabado por el poder económico local e
tamiento que ya no podría detenerse. En los meses siguientes internacional. Los centros financieros internacionales mostra-
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ron varias veces que, para ellos, el mérito correspondía al Mi- escuchar quejas y sospechas de la comunidad de negocios nor-
nistro. El 24 de octubre, durante una visita a los Estados Unidos teamericana. La publicidad de sus dificultades le costó el pues-
para la que prefirió usar los contactos de los hombres del can- to de secretario de Medios de la presidencia a Guillermo Seda, un
ciller Guido Di Tella antes que los de Economía, Menem debió hombre considerado muy próximo a Cavallo.
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i Tella había pasado, por entonces, a desempeñar una crecientes guiños de "seducción" dirigidos hacia Londres y
El fenómeno Graciela
espués del gran éxito nacional de mayo, hubo una se- nador, el ex socialista Héctor Cavallero, era derrotado por Jorge
ntes de terminar 1995, Carlos Menem tuvo otro dolor cial, con su indicador más notorio, el del gran crecimiento del
l ingreso en el nuevo año, 1996, tuvo un calor político permanentes charlas con uno de los jefes del Frepaso, José Oc-
Pérdida lamentada
Jorge Rodríguez
de ministro jefe del Gabinete. Los médicos habían conminado hombre de bajo perfil y, por lo tanto, con pocos enemigos en
a Bauzá: las exigencias del cargo podían agravar hasta niveles la interna. El elegido fue el ministro de Educación, Jorge Rodrí-
imprevisibles su hepatitis C, la crónica y dura enfermedad que guez. Bauzá —de ahí las sospechas sobre Bordón— iría a ocupar
lo acosa. En un momento político muy dificil, en el que las rela- la banca de senador que el ex presidenciable frepasista había de-
ciones con el ministro de Economía Domingo Cavallo se com- jado. Por origen, esa banca le correspondía al PJ, y la renuncia
plicaban día a día, Menem decidió reemplazar a Bauzá por un de Bordón le permitía al oficialismo recuperarla en la práctica.
440
Esranislaa Karlic
El endurecimiento de la Iglesia
os dolores de cabeza del gobierno, al compás del creci- tud de la Iglesia durante la dictadura militar. Poco más de un
Eduardo Duhaide
l año 96 había traído además la irrupción definitiva, entre abril y junio de 1996, cuando volvió a viajar en calidad
Eduardo Duhalde
Pedro Klodczyk
corporación, Pedro Klodczyk. En febrero, el Gobernador orde- la complicidad de oficiales de la bonaerense con el narcotráfi-
nó a la Policía el arresto "por si acaso" de 500 personas, para co. El colmo fue cuando se descubrió la conexión entre la
impedir un acto universitario. El acto se hizo igual y la Policía policía bonaerense y el atentado contra la AMIA, con la de-
reprimió duramente, incluso al periodismo. Frente a las pro- tención del comisario Juan José Ribelli, uno de los hombres de
testas, Duhalde decidió sanciones, pero defendió a la fuerza: confianza de Klodczyk. La "mejor policía" ya empezaba a ser
"Es la mejor policía del mundo", exageró. Con el correr de los señalada públicamente como la "maldita policía". Duhalde se vio
meses, tuvo que morderse los labios. Empezaron a sucederse obligado a iniciar una purga y a anunciar el retiro de Klodczyk
los casos de "gatillo fácil". Después, una cámara oculta reveló para fines de ese año, 1996.
444
dólares de coima a altos funcionarios. Además, en el contrato ex subsecretario general de la presidencia. Había llegado a ese
figuraba la compra de un sistema accesorio, provisto por la fir- cargo como hombre de confianza del secretario del área y figu-
ma CCR. Entre los funcionarios que habrían recibido las coimas ra clave del entorno de Menem, Alberto Kohan, uno de los
estaban el ex titular del Nación, Aldo Dadone, y su hermano grandes enemigos de Cavallo. En octubre, Cavallo declaró ante
Mario, estrechamente vinculados a Domingo Cavallo, quien Bagnasco que, en una charla con él y con Menem, Kohan había
incluyó las acusaciones sobre el caso como un tema de su cada revelado y justificado el pago de coimas de Cattáneo a los
vez más tenso conflicto con Carlos Menem y el menemismo. directores del Banco Nación. Menem y Kohan, por cierto, lo
La firma CCR, en cambio, pertenecía a Juan Carlos Cattáneo, desmintieron.
446
Carlos Corach
Un clima pesado
n ese mismo mes de abril, mientras los partidos se pre- paramilitares y de "mano de obra desocupada" de la antigua
unque había querido postergarla más allá de los plazos daban al sacrificio y rechazó las presiones. Finalmente, la candi-
Divorcio impiadoso
a los 6 mil millones de dólares. Cavallo ya había merecido estoy cansado de tus aprietes", le dijo. Dos días después, el
críticas incluso de sus eternos defensores, los sectores del Presidente tomaba la iniciativa y le pedía la renuncia. Un año
gran capital. Tal vez por todo eso, el 24 de julio, cuando el antes, cuando Cavallo caracterizó de "mafia" a parte del entor-
Ministro amenazó con renunciar si no se cumplía su deci- no presidencial, Menem había querido echarlo, pero se lo im-
sión de terminar con un impuesto a los depósitos bancarios pidió la presión del establishment. En julio de 1996, la imagen
que subsidiaba la obra social de los empleados de bancos, de Cavallo como garante imprescindible del modelo parecía
Menem pensó que era su oportunidad: "Andate si querés, haberse esfumado.
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V' ,d, ,,o,,, 4 Ó decisión de cambiarlo significó destruir un
virtual coliderazgo en el espacio que más va-
Domingo Cavallo y Carlos S. Menem loraba de su gestión, y a un competidor per-
451
manente a la hora de definir la paternidad del modelo. Des- estricta ortodoxia ultraliberal de su formación, Fernández ofre-
pués de cumplir el rito con final anunciado de ofrecer el minis- cía como una de sus mayores virtudes precisamente su bajísi-
terio de Economía a Roberto Alemann, el Presidente eligió co- mo perfil. Por si acaso, en el mismo momento en que lo desig-
mo reemplazante de Cavallo a un hombre del riñón del mode- nó, Menem se encargó de bajárselo aún más. Reveló pública-
lo, el hasta entonces titular del Banco Central Roque Fernán- mente que primero había pensado en Alemann y en el "gurú"
dez. Además de su máster en la universidad de Chicago y de la de la city Miguel Ángel Broda.
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jorre Dorninguez
Carlos S. Menem
ara Carlos Menem, fue sólo "una fantochada". Pero lo pequeños negocios del país apagaron sus luces, y muchos ciu-
l 9 de octubre, la dinámica política pegó un salto para una telenovela de la realidad, ventilada diariamente y hasta
se año había sido, también, el del espectáculo de la paro- mos el gesto que el presidente del tribunal, Alejandro Ortiz
ntes de terminar 1996, Bill Clinton había sido reelecto demostrado, también, que podía ser tan duro como Todman
presidente de los Estados Unidos. Pero su más perfecto cuando se trataba de defender los intereses del Estado o de las
epresentante en la Argentina, el desmañado pero extre- empresas privadas de los Estados Unidos, como —por ejemplo—
madamente amistoso embajador norteamericano James Cheek, en el caso del debate sobre la ley de patentes que Washington
debía cumplir con su muy postergada jubilación del servicio di- exigía a la Argentina. Por lo demás, tan bien sabía desempeñar
plomático. Carlos Menem lo despidió con tristeza. Como su an- su papel que hasta se hizo hincha fanático de un club de fútbol
tecesor republicano Terence Todman, Cheek se había converti- argentino, San Lorenzo de Almagro. Meses después de su retiro,
do en un habitual contertulio de Menem y de otras figuras del empezó a volver seguido a Buenos Aires, convertido —también
gobierno. Aunque en un envase mucho más amable, Cheek había como Todman— en lobbysta de una empresa de mucho peso.
458
Carlos Corach
las elecciones legislativas de 1997. Fue procesado por un caso operadores del Presidente y jueces, de ser empleados del miste-
de tráfico ilegal de oro. También por enriquecimiento ilícito, y rioso empresario. Su estocada más profunda se la dedicó al mi-
por un presunto delito de injurias contra el ministro de la Cor- nistro del Interior, Carlos Corach. Aseguró que, en una ocasión,
te Suprema Augusto Belluscio. Cavallo, según su estilo, se defen- Corach había escrito en su presencia, en una servilleta, los nom-
dió con furia. Y contraatacó. Acusó a Menem de estar atemo- bres de los jueces federales que respondían directamente a sus
rizado por la "mafia" de Alfredo Yabrán. Y a varios ministros, órdenes. Por supuesto, Corach rechazó indignado la acusación.
460
ara enero de 1997, los cruces entre Menem y Cavallo se de la iniciativa de elaborar una estrategia política del PJ para
a pelea se convirtió en guerra apenas controlada en la ma- término de una fiesta en una zona especialmente cuidada de
drugada del 25 de enero. Fue cuando se encontró el cadá- Pinamar. Lo que implicaba que eI secuestro sólo podía haber
er calcinado, torturado y baleado del reportero gráfico sido realizado con la complicidad de la Policía, que había con-
de la revista "Noticias" José Luis Cabezas, seguramente uno de vertido al lugar en una "zona liberada" para el crimen. Si el pe-
los crímenes más horrendos y de los que mayor nivel de sensi- riodismo se sintió brutalmente atacado, si toda la ciudadanía
bilización de la población en general alcanzaron. El cuerpo, sintió que trataban de condicionarla a través del terror, Duhalde
dentro de su automóvil incendiado, fue hallado en una cava al se convenció inmediatamente de que el crimen era un mensaje
costado de la ruta entre Pinamar y General Madariaga, la mis- en su contra, una concreta amenaza destinada a destruirlo. Y
ma que Duhalde recorría todas las mañanas, en ese enero de también pensó que los autores participaban en alguna oscura
vacaciones, para ir a pescar. Cabezas había sido secuestrado al trama relacionada con las "mafias" de las que hablaba Cavallo.
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metido por una asociación ilícita en la que participaban sectores poblada por antiguos represores de la época de la dictadura.
de la policía bonaerense desplazados por las purgas implemen- Para junio, ya habían sido detenidos como partícipes del cri-
tadas por Duhalde, y hombres de Yabrán, dueño de empresas que men el oficial de la policía bonaerense Gustavo Prellezo y una ban-
no reconocía como propias —como la telepostal privada OCA, o da, la de "los horneros", que reconocieron su participación en
las polémicas Edcadassa e Intercargos, responsables de las adua- el hecho. Prellezo había hecho numerosos trabajos para Yabrán
nas aeroportuarias— y de una estructura de seguridad privada a través del jefe de seguridad del empresario, Gregorio Ríos.
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La conexión Yabrán-gobierno
existía una profusa y antigua comunicación telefónica entre Ya- mente, el Presidente hizo una defensa pública del empresario,
brán y varios hombres del gobierno. Entre ellos, Erman Gon- al que consideró "víctima de una campaña de prensa". En la
zález, Alberto Kohan, y sobre todo Ellas Jassan, el ministro de Argentina, en cambio, Duhalde calificaba a Yabrán como "uno
Justicia. También Carlos Corach figuraba en la lista de las llama- de los sospechosos" del asesinato de Cabezas. Sólo los esfor-
das. Tras una mínima resistencia, Jassan tuvo que renunciar. zados oficios mediadores de Corach y Alberto Pierri, y la inmi-
Desde los Estados Unidos, Menem decidió reemplazarlo por el nencia de las elecciones de octubre, convencieron a Menem y
embajador en Washington, Raúl Granillo Ocampo. Paralela- Duhalde de establecer una tregua en la pelea que los enfrentaba.
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Susana Decibe
l gobierno tenía otros frentes preocupantes que aten- un grupo de docentes ayunantes. La carpa se convirtió en una
Carlos S. Menem
on toda su contundencia, la carpa blanca fue la más subversiva", el gobierno mandó a la Gendarmería, cuyos efec-
Matrimonio aterrador
y armó a dedo una lista de candidatos encabezada por su espo- partidarias, contra su propia decisión de febrero, Alfonsín deci-
sa Chiche Duhalde. Para ese escenario privilegiado de la pelea dió entonces aceptar una propuesta de acuerdo planteada por el
que seria la provincia de Buenos Aires, el radicalismo había líder frepasista "Chacho" Álvarez. El 2 de agosto nació la Alianza
jugado el ambivalente prestigio del ex presidente Alfonsín, pe- UCR-Frepaso, con listas combinadas según las realidades de ca-
ro las encuestas le daban mal en relación con la pelea palmo a da distrito. El oficialismo empezó a asustarse seriamente. Pero
palmo que protagonizaban, en los sondeos, Graciela y Chiche, no atinó sino a denunciar una renacida Unión Democrática, la
con ventaja para la segunda. Contra las más caras tradiciones coalición que en 1946 había enfrentado sin éxito a Perón.
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La pista de Anillaco
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Cardos S. Menem
ves. Tal vez del porte del nuevo Tango 01, el moderno y presarios amigos; y de una inversión del gobierno provin-
superequipado avión presidencial adquirido por Menem un cial para facilitar la exportación de olivos y dátiles produci-
par de años antes. Las explicaciones fueron muchas y con- dos en La Rioja. Ninguna satisfizo, pero la denuncia puso
tradictorias. Se habló de un emprendimiento de la Fuerza fin, antes de comenzar, a lo que se anticipaba como un in-
Aérea; de una donación al Presidente —para que pudiera lle- teresante programa de investigación periodística en la tele-
gar más seguro a su pueblo—, realizada por un grupo de em- visión.
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Carlos 'Chacho" Alvarez, Graciela Fernández Meijide, Fernando de la Rúa, Raúl Alfonsin y Carlos S. Menem
Signos de cambio
Carlos S. Menem
discriminación prohibida por el Pacto de San José de Costa Rica, luego sirvieran para justificar una reinterpretación del texto
también de rango constitucional. Después hubo muchas más constitucional por parte de la Corte Suprema, dominada en
presentaciones, según un diagrama argumental de mayor varie- una proporción de 5 a 4 por ministros considerados "amigos"
dad ideado por el ex ministro de Justicia, Rodolfo Barra, y ope- del gobierno. A la espera de la oportunidad de ese trámite, el
rado por Carlos Corach y otros hombres del Presidente. En rigor, menemismo jugó con la figura de Palito Ortega como can-
la idea central consistía en dejar sentados antecedentes que didato para oponerlo a Duhalde en la interna presidencial.
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476
posa del detenido Prellezo permitió al juez de la causa, José Luis una derivación insospechada. Después de unas horas de clan-
Macchi, abandonar la inercia y pedir la captura de Alfredo Ya- destinidad, Yabrán apareció muerto, supuestamente por un
brán, quien aparecía como el mentor ideológico del crimen. proyectil de escopeta que él mismo se disparó, en su estancia de
Hubo un intento de réplica de los amigos de Yabrán a través San Ignacio, en Entre Ríos. Las sospechas crecieron inmedia-
del juez federal Bernasconi, el mismo del caso Coppola, protegi- tamente. Muchos dudaban de que se tratara efectivamente del
do por los senadores menemistas. Pese a estar sometido a jui- empresario, aunque las pericias lo confirmaron. Según otros,
cio político, no había sido suspendido, y trató de quitarle la ju- había sido víctima de un asesinato o de un "suicidio inducido",
risdicción del caso a Macchi. La frustración de la jugada tuvo para evitar que hablara. El misterio, y las dudas, persisten.
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Eduardo Duhalde y Carros S. Menem
La paz imposible
ras la muerte de Yabrán, el menemismo intentó con- rrogar hasta el 2003 la jefatura de Menem en el partido. Duhal-
l compás de la pelea Menem-Duhalde, en los últimos Tella y, sobre todo, el ministro de Trabajo Antonio Erman Gon-
La rebeldía de la justicia
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cia Debida. Lo mismo sucedió en octubre con el antiguo hom- misma acusación en varios otros casos investigados por la Jus-
bre fuerte de la Armada, Emilio Massera, esta vez por una ticia gracias a la incansable lucha de la Abuelas de Plaza de Mayo.
causa de apropiación del hijo de una detenida-desaparecida en La detención de Massera coincidió en el tiempo con la del dic-
la ESMA. A los dos máximos paradigmas del terrorismo de tador chileno Augusto Pinochet en Londres, debida al pedido
Estado —indultados por Menem en 1990— se los acusa de ser de captura planteado en su contra por el juez español Baltasar
los autores mediatos de esas apropiaciones, y podría caberles la Garzón.
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Julio Nazareno
Un Senado para la retirada
1 oficialismo fue, ya entrado el mes de noviembre, el autor rías de las provincias de Chaco y Corrientes, Carlos Pavicich, radi-
De la Rúa candidato
la contundencia de los sondeos nacionales tamba- UCR-Frepaso —Fernando de la Rúa-Carlos "Chacho" Alvarez— en
l ó el 20 de diciembre, cuando el justicialista José Ma-
Ale las elecciones presidenciales de octubre de 1999. Fue un éxito
uel de la Sota quebró la historia de los últimos quince de la perseverancia de De la Sota, vencido ya dos veces —en
años en su provincia con la derrotar del radicalismo en la elec- 1987 y 1981— en el mismo intento. Fue, sobre todo, la derrota
ción por la gobernación cordobesa. Le ganó por más de 9 puntos de un estilo hosco y autoritario, el de Mestre, puesto al servicio
porcentuales al gobernador saliente, Ramón Mestre, y provocó de un ajuste sin contemplaciones, muy parecido al aplicado por
un golpe de efecto capaz de introducir un sello de imprevisibi- el gobierno nacional. Sin embargo, el presidente Carlos Menem
lidad en el mapa político nacional, hasta allí diseñado, aparente- no tuvo reparos en hacerse dueño de la victoria y plantearla como
mente, para un casi seguro triunfo de la fórmula de la Alianza un punto de partida para una nueva ofensiva "re-reeleccionista'
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l más inmediato de los efectos del triunfo de De la Sota en dor y a su proyecto presidencial, que incluye el del liderazgo ex-
hasta el punto de forzar los pasos políticos de su rival interno. Lo de, al borde del abismo, responder con un contragolpe: la acusa-
que el Presidente no logró modificar es la persistente demostra- ción pública de que Menem y sus hombres juegan a la derrota del
ción de la falta de consenso de su figura y de sus políticas, una y peronismo en las elecciones presidenciales. La suerte política del
otra vez graficada por las encuestas. Es lo que permitió a Duhal- `99 será, en gran medida, la de la guerra entre Menem y Duhalde.
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