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HISTORIA DEL FMI.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un organismo de crédito y financiamiento


internacional que surge en 1945, finalizada la Segunda Guerra Mundial, destinado a
evitar que se repitieran crisis como la Gran Depresión de 1929. Su principal propósito
es asegurar la estabilidad del sistema monetario financiero. Para ello, supervisa las
medidas económicas de cada uno de los 189 países que lo integran, les proporciona
asesoramiento y otorga créditos a aquellos que lo requieren para corregir sus problemas
en la balanza de pagos. Sin embargo, muchas veces estos países son sometidos a las
condiciones que les exigen y esto impacta negativamente en sus economías como
también suele generar crisis aún mayores.

Como mencionamos, el FMI otorga ayudas económicas a sus países miembros cuando
lo necesitan y muchos de ellos son emergentes, es decir que no han alcanzado un
desarrollo total de la economía y que avanzan de la situación de subdesarrollo a otra de
mayor, lo que significa también que son más propensos a acudir a este fondo por no
tener poder económico a nivel mundial.

Cuando acuden, obtienen los créditos que piden y pueden superar las crisis o problemas
económicos que presenten pero, a cambio, deben aceptar las directivas que les son
impuestas, tomar medidas de ajuste e incluso recortes presupuestarios en el Estado,
además de la deuda que contraen y que luego deben pagar en cuotas que incluyen
intereses y que a la larga los perjudican más que al principio.

Existe una clara diferencia entre las experiencias con negociados con el FMI de países
emergentes y países desarrollados. Por ejemplo, la experiencia de nuestro país con el
Fondo nunca fue buena.

“Para los países emergentes nunca ha sido bueno recurrir al Fondo. Nunca nos ayudó
demasiado porque nos piden casi las mismas condiciones que a un país desarrollado. En
cambio, a los países más potentes les ha servido este auxilio para pasar un mal
momento, pero ese no es nuestro caso”. (Martínez:2018).

La diferencia entre las experiencias de ambos sectores se basa en que países como la
Argentina no son estados fuertes y tienen problemas económicos que, a pesar del paso
del tiempo, se repiten muchas veces, lo que genera desconfianza y provoca que las
inversiones externas no lleguen porque piensen que también van a perder.
Casos similares al nuestro, dentro del continente americano, son los de Colombia y
México, el primero ya bajo los condicionamientos del organismo, como la suba de
impuestos, y el segundo con un gran crecimiento que puede echarse a perder si los
Estados Unidos abandonan el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que
comparten con Canadá y si no adopta las condiciones que le exigen para reducir la
relación con la deuda pública.

Fuera del continente, en Europa, el caso más parecido al argentino es el de Grecia ya


que éste cuenta con fuertes crisis políticas y continúa con una deuda inmensa a pesar de
que el Fondo le ordenó recortar sueldos, jubilaciones y asignaciones, bajando mucho la
calidad de vida de sus habitantes.

Sin embargo, para hablar de la experiencia que tuvo la Argentina y compararla con
otros países, es necesario comenzar desde el principio. Su relación con el FMI empezó
en 1956, incorporándose como miembro número 59 de la institución por iniciativa del
presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu y recomendación del economista Raúl
Prebisch, luego de que el mandatario Juan Domingo Perón fuera derrocado por la
Revolución Libertadora. La primera ayuda financiera que nuestro país recibió consistió
entonces en un crédito de 1.000 millones de dólares.

Más tarde, precisamente en diciembre de 1958, el organismo asistió al gobierno


democrático de Arturo Frondizi, quien buscaba equilibrar la balanza de pagos y sentar
las bases de su plan de desarrollo. Para afianzar este trato, dicho presidente nombró a
Álvaro Alsogaray como Ministro de Economía, quien se encargó de recortar el gasto
público, eliminar los controles de precios y las restricciones a las importaciones,
congelar los salarios y liberar el dólar. Las medidas pedidas por el FMI dejaron
consecuencias negativas que afectaron principalmente a los trabajadores: “el salario real
cayó 23 por ciento y la participación de los trabajadores en el ingresó se redujo del 44,4
al 37,7 por ciento”. (Brenta:2018)

En el siguiente gobierno de facto de José María Guido, se suscribió un nuevo acuerdo


con el Fondo Monetario Internacional. Así, la deuda contraída con éste rondaba ahora
en unos 2.100 millones de dólares.

Durante el gobierno de Arturo Illia se generaron los primeros conflictos con dicho
organismo, posteriores a la crisis económica de 1962-63. Sin embargo, con el golpe

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militar de Juan Carlos Onganía se pusieron fin a éstos y el país fue disciplinado con los
intereses de la "comunidad internacional”.

En 1973, con la llegada al poder del peronismo, se cuestionó la permanencia argentina


en el Fondo pero, aún así, las relaciones siguieron y durante la dictadura de Videla se
firmó un nuevo acuerdo para recomponer reservas y sustentar el plan de estabilización.
Además, las medidas de éste volvieron a ser aplicadas: se congelaron los salarios, se
liberaron los precios y se llevó a cabo la apertura de la economía y desregulación del
sistema financiero. El período de la última dictadura cívico-militar fue el de mayor
crecimiento de la deuda argentina, la cual pasó de 7.000 millones de dólares en 1976 a
42.000 millones en 1982.

Con la vuelta a la democracia, Bernardo Grinspun, primer ministro de Economía de


Alfonsín, se negó a firmar un acuerdo “stand by” con el FMI y trató de imponer sus
propios requisitos en la negociación para formar un "Club de deudores" luego de la
crisis de la deuda resultado de la dictadura militar. Por ello, fue reemplazado por Juan
Vital Sourrouille, el cual lanzó en 1985, apoyado por el organismo financiero, el Plan
Austral que consistía en un programa de estabilización monetaria y, más tarde, el Plan
Primavera, los dos fallidos, precursores de la hiperinflación de 1989.

La situación cambió en los 90 con la llegada de Carlos Menem al poder. El Fondo


Monetario Internacional estuvo vinculado con la Argentina en el Plan Brady que supuso
la reestructuración de la deuda soberana. Menem había impuesto la convertibilidad
(igualdad del valor del peso argentino con respecto al dólar) y llevó adelante la
privatización de servicios y empresas públicas, lo que significó un importante aumento
del número de trabajadores desocupados y por ende, de la pobreza. El organismo de
crédito internacional mostró su total apoyo a dicho sistema otorgando créditos para
solventarlo hasta 1998, cuando éste se vio perjudicado con el estancamiento económico
y la reducción del financiamiento internacional. Argentina entró en recesión y ya con
Fernando de la Rúa al poder, el FMI siguió optando por sostener la convertibilidad. Se
llevaron a cabo los llamados “blindaje” y el “megacanje”, 48.000 millones dólares que
le fueron entregados al país. Como resultado de esto y de los factores anteriormente
mencionados, en diciembre de 2001 todo terminó con el corralito y la cesación de pagos
de una deuda de 144.000 millones de dólares, estallando la mayor crisis política,

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económica y social de la historia argentina y, de esta manera, dando fin al sistema de
convertibilidad los primeros días de enero de 2002.

A partir de ese momento, se abrió una nueva etapa en la economía en la que los
siguientes gobiernos buscaron revertir procesos de la etapa anterior. El último crédito
solicitado fue en 2003, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, en la cual se firmó
un acuerdo de reprogramación de deuda.

El 15 de diciembre de 2005, el presidente Néstor Kirchner anunció el pago y


cancelación total de la deuda con el FMI, que fue llevada a cabo con parte de las
reservas de dólares del Banco Central el 3 de enero de 2006, terminando con las
condicionalidades de dicho organismo. En los ocho años siguientes de gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner, el país y el organismo financiero no tuvieron relación.

Sin embargo, el diálogo se retomó tras la asunción de Mauricio Macri a fines de 2015 y,
actualmente, el presidente anunció que volvió a solicitar una ayuda financiera al FMI
con el fin de fortalecer el programa de economía que propone el gobierno, afrontar la
fuerte caída del peso en los últimos días frente al dólar y la inflación, enfrentar el
"nuevo escenario global" y prevenir una nueva crisis. Se realizarán acciones que
incluyen la suba de tasas de política monetaria, la baja del tope de dólares que pueden
tener los bancos en sus bóvedas, un ajuste con respecto al déficit fiscal y, finalmente, se
reducirá el presupuesto para la obra pública.

Como conclusión, con la realización de dicho informe, incorporamos conocimientos


sobre la relación histórica entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional. Desde
que nuestro país se unió al organismo en 1956, la relación pasó por etapas de mayor y
menor acercamiento, con deudas que no se podían pagar y cada vez se agigantaban más,
hasta que en el año 2006, la deuda total fue saldada por acción del presidente a cargo en
ese momento, Néstor Kirchner. Hoy, las relaciones con el Fondo vuelven a entablarse, y
sabemos que recurrir a él no es tan bueno como aparenta ser. Si bien brinda créditos con
el objetivo de lograr un desarrollo y crecimiento en los países que lo requieren, como
también para prevenir o afrontar crisis económicas o imprevistos, luego los termina
endeudando con el pago del préstamo pedido incluyendo intereses, siendo los
emergentes lo más perjudicados en toda esta situación.

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BIBLIOGRAFÍA.
- Anónimo. (2018). Qué es el FMI, un fondo creado para estabilizar el sistema
monetario internacional, La Nación, Buenos Aires, Argentina. Disponible en:
https://www.lanacion.com.ar/2132635-que-es-el-fmi-fondo-monetario-internacional-un-
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- Galarza, Florencia. (2018). “Para los países emergentes nunca ha sido bueno recurrir al
FMI”, Noticias Urbanas, Buenos Aires, Argentina. Disponible en:
http://www.noticiasurbanas.com.ar/noticias/para-los-paises-emergentes-nunca-ha-sido-
bueno-recurrir-al-fondo/

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Disponible en:
http://cnnespanol.cnn.com/2018/05/10/por-que-argentina-recurre-al-fmi/#0

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https://www.infobae.com/2005/11/28/224051-la-argentina-y-el-fmi-una-larga-historia-
desencuentros/

- Anónimo. (2002). Aprobaron el fin de la convertibilidad, La Nación, Buenos Aires,


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- Rivas Molina, Federico. (2018). El FMI en la Argentina de la dictadura, la


hiperinflación y el corralito, El País, España. Disponible en:
https://elpais.com/internacional/2018/05/11/argentina/1526060025_328226.html

- Brenta, Noemí. (2018). Una relación tóxica de seis décadas, Página 12, Buenos Aires,
Argentina. Disponible en:
https://www.pagina12.com.ar/113498-una-relacion-toxica-de-seis-decadas

- García, Rodrigo. (2018). El recuerdo del 2001 revive los miedos en Argentina por
nuevo acuerdo con FMI, La Vanguardia, Barcelona, España. Disponible en:
http://www.lavanguardia.com/vida/20180509/443434812679/el-recuerdo-del-2001-
revive-los-miedos-en-argentina-por-nuevo-acuerdo-con-fmi.html

5
- Anónimo. (2005). Kirchner decidió cancelar ya toda la deuda con el FMI: US$ 9.810
millones, Clarín, Buenos Aires, Argentina. Disponible en:
https://www.clarin.com/ediciones-anteriores/kirchner-decidio-cancelar-toda-deuda-fmi-
us-9810-millones_0_rJAWJtU1AKe.html

- Franco, Liliana. (2018). Argentina vuelve a financiarse con el FMI: Macri anunció el
inicio de negociaciones para un préstamo, Ámbito.com, Buenos Aires, Argentina.
Disponible en:
http://www.ambito.com/920594-argentina-vuelve-a-financiarse-con-el-fmi-macri-
anuncio-el-inicio-de-negociaciones-para-un-prestamo

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Colegio Sagrado Corazón.

Trabajo Práctico
“Historia del Fondo Monetario
Internacional (FMI)”

 Materia: Economía política.


 Profesora: Milne, Natalia.
 Integrantes: Lewczuk, Katherina y
Godoy Kühn, Melina.
 Curso: 5° B.
 Modalidad: Ciencias Sociales.

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