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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

3.1. MODALIDADES DE PROPAGACIÓN

En este capítulo se va a introducir al lector en los principales modelos de propagación


de las ondas electromagnéticas en los distintos entornos y bandas de frecuencias en las que
tiene lugar habitualmente la comunicación por ondas de radio, así como en los factores que
afectan a la propagación, haciendo énfasis en aquellos que en los que se centra este Proyecto
Fin de Carrera.

Se ha tomado como base para la elaboración de esta documentación el Capítulo 3,


“Radiopropagación” del libro “Transmisión por Radio” de José María Hernándo Rábanos [1],
aunque también se nutre básicamente de otros capítulos de este mismo libro, así como de las

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Recomendaciones de la UIT-R Serie P: Propagación de ondas radioeléctricas [4] y otras


publicaciones, como “The mobile radio propagation channel” de J. D. Parsons [2], “Radio
system design for telecomunications” de Roger L. Freeman [3], las transparencias del profesor
de la asignatura de radiación y radiocomunicación, J. J. Murillo, de la titulación de Ingeniero de
Telecomunicación de la Universidad de Sevilla [5] y el tema de propagación del Open Source
Ware del profesor Rafael Herradón Díez de la Universidad Politécnica de Madrid [6]. El resto de
referencias necesarias irán siendo nombradas en el desarrollo de este capítulo.

Parece claro que la propagación de ondas electromagnéticas y, en concreto, las ondas


radioeléctricas en las que se centra este estudio, estará condicionada por las características
del medio de propagación, en este caso la Tierra y la atmósfera.

En la Figura 3.1.1, Referencia [9], se muestra un esquema de las capas de la


atmósfera junto con algunas de sus características que hacen que puedan ser usadas o no
para establecer radioenlaces.

Figura 3.3.1. Capas de la atmósfera.

Las modalidades de propagación de una onda radioeléctrica dependen de su


frecuencia y del tipo y características eléctricas del terreno subyacente. Según la frecuencia,
pueden clasificarse los modos de propagación como:

♦ Onda de superficie (OS), para frecuencias inferiores a 30 MHz, con largos alcances
y gran estabilidad de las señales. El tipo de terreno influye de forma notable en la
propagación.

♦ Onda ionosférica (OI), para frecuencias comprendidas entre 3 y 30 MHz. La


propagación tiene lugar por reflexión de las ondas en las capas ionizadas que
circundan la Tierra a gran altura (ionosfera). Se consiguen grandes alcances, pero
hay cierto grado de inestabilidad en las señales.

♦ Onda espacial (OE), para frecuencias superiores a 30 MHz. La propagación se


realiza a través de las capas bajas de la atmósfera terrestre (troposfera).
Eventualmente, puede tomar parte el suelo. Se distingue entre tres sub-modos:

• Onda Directa (OD), que enlaza transmisor con receptor.

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• Onda Reflejada (OR), que conecta el transmisor y el receptor a través de


una reflexión en el terreno subyacente.

• Ondas multitrayecto (ORM), que son ondas que alcanzan el receptor tras
sufrir reflexiones en capas frontera de estratos troposféricos.

La onda espacial es, en general, estable, aunque está limitada, aproximadamente,


al alcance de la visión óptica entre el transmisor y el receptor. Puede, no obstante,
ser perturbada por las componentes de reflexión especular en el suelo (OR) y
reflexión difusa multitrayecto (ORM), produciéndose, en tales casos, una
disminución de la potencia recibida, como consecuencia de la interferencia
destructiva entre todas estas componentes de ondas, fenómeno que se denomina
desvanecimiento.

♦ Onda de dispersión troposférica (ODT). La propagación ODT se basa en


reflexiones difusas ocasionadas por discontinuidades debidas a variaciones
turbulentas de las constantes físicas de la troposfera. Se producen variaciones en
el índice de refracción que provocan una reflexión dispersiva, llegando las ondas a
tierra a una distancia más allá del horizonte. Este mecanismo de propagación tiene
asociadas unas pérdidas muy elevadas y además está sujeto a desvanecimientos
profundos.

3.1.1. MODALIDADES DE PROPAGACIÓN EN LAS DISTINTAS BANDAS DE


FRECUENCIAS

La Tabla 3.1.1.1 da una visión general de la propagación para diferentes bandas de


frecuencias, donde se recogen también los servicios típicos a los que está atribuida cada
banda. No existen límites abruptos para la propagación entre una banda y otra, por lo que en
cada caso, debe hablarse de un modo de propagación dominante.

Banda Designación Modo de Alcance típico Tiempo de Utilización típica


métrica propagación disponibilidad

VLF Ondas Guía-ondas Todas horas Radionavegación


miriamétricas Tierra-
(3-30 Ionosfera Servicio móvil
kHz) marítimo

LF Ondas Onda de <1000 km (sobre Todas horas Frecuencias


kilométricas superficie agua) patrón
(30-
300
kHz)

MF Ondas Onda de Distancias cortas Todas horas Radiodifusión


hectométricas superficie (<100 km)
(300-
3000
kHz) Onda Distancias largas Noche Radiodifusión
ionosférica (<500 km, sujeta
a
desvanecimiento)

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HF Ondas Onda
decamétricas ionosférica
(3-30
MHz) (3-8 MHz)
<300 km Día Servicios fijos
(3-12 MHz)
>500 km Noche Servicios móviles
(6-25 MHz)
>500 km Día Radiodifusión

Onda de Distancias cortas Todas horas Radiodifusión


superficie (<100 km)

VHF Ondas Onda Visión directa (50 Todas horas Servicios móviles
métricas espacial km)
(30- Radiodifusión
300 sonora y TV
MHz)
Radionavegación

Dispersión 2000 km Todas horas Servicio fijo


ionosférica
(f<50 MHz)

UHF Ondas Onda Visión directa (40 Servicio fijo


decimétricas espacial km) (radioenlaces)
(300-
3000 Servicios móviles
MHz)
Radiodifusión

Dispersión 600 km Servicio fijo


troposférica
(f<500 MHz)

SHF Ondas Onda Visión directa (40 Servicio fijo


centimétricas espacial km) (radioenlaces
(3-30 terrenales)
GHz)
Telecomunicación
y radiodifusión
por satélite
Radionavegación

Tabla 3.1.1.1. Modalidades de propagación para las diferentes bandas de frecuencias.

3.1.1.1. Modalidades de propagación en VLF

En la banda de muy bajas frecuencias VLF (3-30 kHz) tanto el suelo como la ionosfera
se comportan como buenos conductores. La distancia que separa al suelo de la ionosfera
(entre 60 y 100 km) es comparable con la longitud de onda en dicha banda (entre 100 km a 3
kHz y 10 km a 30 kHz).

La propagación de ondas se puede modelar como una guía esférica con pérdidas. Las
aplicaciones para las que se emplea este mecanismo de propagación son comunicaciones a
larga distancia (navales y submarinas) o aquellas que deseen cobertura global (telegrafía
naval, ayuda a la navegación, etcétera).

Las antenas que se utilizan son verticales, eléctricamente pequeñas, aunque de

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dimensiones físicas muy grandes.

La Figura 3.1.1.1.1 muestra un esquema de dicho mecanismo de propagación.

Figura 3.1.1.1.1. Esquema de propagación en VLF.

3.1.1.2. Modalidades de propagación en LF, MF, HF

A las frecuencias de LF (30-300 kHz) y MF (300-3000 kHz) se produce la propagación


mediante onda de tierra u onda de superficie. Esta onda se propaga en la discontinuidad tierra-
aire debido a las corrientes inducidas en la Tierra. Este modo sólo propaga la polarización
vertical, porque la polarización horizontal se atenúa muy rápidamente debido al carácter
conductor de la superficie de la tierra en estas frecuencias.

El alcance que se obtiene varía con la frecuencia, la potencia transmitida y el tipo de


suelo (tierra seca, húmeda, mar, etcétera) En LF se pueden conseguir alcances de hasta unos
2000 km, en MF de hasta unos 300 km, mientras que ya en frecuencias más altas como HF,
apenas se llega a los 50 km. Las aplicaciones más importantes son los sistemas de
comunicaciones navales y los sistemas de radiodifusión (LF y onda media en AM).

Las antenas que se utilizan habitualmente son monopolos verticales con alturas entre
50 y 200 m que radian polarización vertical.

La figura 3.1.1.2.1 muestra un esquema de propagación en estas bandas de


frecuencias.

Figura 3.1.1.2.1. Esquema de propagación en las bandas LF, MF y HF.

3.1.1.3. Modalidades de propagación en MF, HF

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

En las bandas de MF (300-3000 kHz) y HF (3-30 MHz) la ionosfera “refleja” las ondas
radioeléctricas, haciendo que éstas retornen a la tierra. Este mecanismo se denomina reflexión
ionosférica, aunque realmente el mecanismo es de refracción y no de reflexión.

Los enlaces radio transoceánicos sugirieron la existencia de esta capa ionizada en la


atmósfera que reflejaba las ondas enviadas al espacio. En dichos enlaces estas ondas
llegaban al mar y se reflejaban de nuevo, y de este modo, en varios saltos, se conseguía cruzar
el océano. El alcance que se consigue para un solo salto depende de la frecuencia, la hora del
día y de la dirección de apuntamiento de la antena. En MF, durante la noche, es de hasta unos
2000 km mientras que en HF se pueden alcanzar hasta 4000 km tanto de día como de noche.

Este mecanismo de propagación lo utilizan los radioaficionados, comunicaciones


navales y, antes de existir los satélites, era el medio más utilizado para comunicaciones de voz,
punto a punto y a largas distancias.

Se utilizan antenas elevadas con polarizaciones horizontales y verticales.

La Figura 3.1.1.3.1 muestra un esquema de la propagación en MF y HF.

Figura 3.1.1.3.1. Esquema de propagación en MF y HF.

3.1.1.4. Modalidades de propagación en VHF y superiores

Para las frecuencias de VHF (30-300 MHz) y superiores el mecanismo de propagación es


el de onda espacial. En estas frecuencias la ionosfera se hace transparente y los mecanismos
de propagación se ven afectados por la influencia del suelo (mediante reflexiones o
difracciones) y por la troposfera (mediante los procesos de refracción, atenuación y dispersión).

El alcance es muy variable: en VHF y UHF la difracción permite alcances algo más allá
del horizonte visible, mientras que a frecuencias superiores los radioenlaces punto a punto
necesitan visión directa, por lo que la distancia se reduce a algunas decenas de km (el valor
depende de la frecuencia y las alturas de las antenas). En comunicaciones vía satélite se
puede llegar hasta 36000 km (satélites geoestacionarios) y en aplicaciones de observación de
espacio profundo hasta millones de km.

La propagación por onda espacial es el mecanismo que se utiliza en la mayoría de los


sistemas de comunicaciones: radiodifusión de FM y TV, telefonía móvil, radioenlaces fijos,
radiocomunicaciones vía satélite, sistemas radar, etcétera El más común es el radioenlace
terrenal, donde hay que tener en cuenta los efectos del suelo (reflexión y difracción) y los
efectos de la troposfera (atenuación y refracción). En los enlaces vía satélite el nivel de señal

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

recibido es muy bajo, por lo que es importante escoger frecuencias suficientemente altas para
que la ionosfera sea transparente. Además hay que considerar los efectos de la atenuación
troposférica.

Las antenas que se emplean son elevadas y directivas, como yagis, bocinas, arrays,
reflectores.

Existe también un mecanismo de propagación, en frecuencias superiores a unos 100


MHz, denominado dispersión troposférica, que aprovecha el fenómeno de dispersión de la
onda electromagnética debida a las irregularidades dieléctricas de la troposfera asociadas a
variaciones de densidad y temperatura de gas. Con este mecanismo se conseguían alcances
bastante mayores que la visión directa, pero su poca estabilidad y la necesidad de muy altas
potencias transmitidas lo han dejado prácticamente en desuso, aunque sigue siendo utilizado
por los radares transhorizonte.

En la Figura 3.1.1.4.1 se presentan varios mecanismos de propagación por onda


espacial.

Figura 3.1.1.4.1. Esquema de propagación en VHF y superiores.

3.2. PROPAGACIÓN EN EL ESPACIO LIBRE

La propagación en espacio libre es definida en la Recomendación UIT-R P.310-9 como


la propagación de una onda electromagnética en un medio dieléctrico ideal homogéneo que se
puede considerar infinito en todas las direcciones.

3.2.1. PÉRDIDA BÁSICA DE PROPAGACIÓN EN ESPACIO LIBRE

Cuando se trata de un enlace punto a punto, se calcula la atenuación en el espacio


libre entre antenas isótropas, denominada pérdida básica de propagación en espacio libre, Lbf,
con la expresión:

⎛ 4πd ⎞
2

Lbf = 10 log⎜ ⎟ dB (3.2.1.1)


⎝ λ ⎠

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

donde:
Lbf: pérdida básica de propagación en el espacio libre (dB)
d: distancia del enlace
λ: longitud de onda de la señal
d y λ se expresan en las mismas unidades.

La Ecuación (3.2.1.1) puede también escribirse en función de la frecuencia en vez de la


longitud de onda:

Lbf = 32,4 + 20 log f + 20 log d dB (3.2.1.2)

donde:
f: frecuencia de la señal (MHz)
d: distancia del enlace (km).

3.3. PROPAGACIÓN EN EL ESPACIO REAL

El suelo, la troposfera y la ionosfera son responsables de que el modelo ideal de


propagación en espacio libre no sea correcto en la mayoría de los casos reales. La orografía
del suelo y sus características morfológicas, que condicionan sus propiedades eléctricas,
afectan a la propagación de las ondas electromagnéticas.

Como se ha descrito en el Apartado 3.1.1, a bajas frecuencias (por debajo de MF), la


Tierra se comporta como buen conductor, excitándose una onda de superficie que se adapta a
la orografía del terreno y transporta los campos electromagnéticos mucho más allá de la zona
de visibilidad directa. Sin embargo, a más alta frecuencia, la atenuación de este mecanismo es
muy elevada y es necesario elevar las antenas respecto al suelo. En este caso, la
comunicación se establece normalmente como suma de una onda directa y otra reflejada en el
suelo, que interfieren entre sí.

La concentración no uniforme de gases en la troposfera, que típicamente es mayor a


menor altura, produce una curvatura de los rayos debido al cambio del índice de refracción del
medio con la altura. Por otra parte, en las bandas de microondas se produce una atenuación
adicional en las moléculas de los gases que constituyen la atmósfera. Además, el agua en
forma de vapor de agua, o de hidrometeoros como lluvia, niebla, nieve, etcétera, produce
atenuaciones adicionales en la propagación y cierta despolarización.

En estas condiciones, los agentes que más afectan a la propagación en espacio real son
la atmósfera y la Tierra, como se introdujo durante el Apartado 3.1, de modo que ya no son
válidas las condiciones de propagación en el espacio libre.

3.3.1. FÓRMULA DE FRIIS PARA EL ENLACE

La caracterización de un enlace básicamente se realiza en términos de balances de


potencia. La pérdida básica de transmisión o de propagación a través de un medio cualquiera

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

se puede expresar en dB como la diferencia entre la potencia transmitida por una antena
isótropa y la potencia recibida por otra antena similar, según:

Lb = Pt − Pr dB (3.3.1.1)

Esta pérdida básica de propagación puede descomponerse en varios factores como


son:

Lb = Lbf + AE dB (3.3.1.2)

donde:
Lbf: pérdida básica de propagación en espacio libre (dB)
AE: atenuación de campo o pérdida en exceso (dB).
La atenuación de campo recoge pérdidas producidas por las características específicas
del medio de propagación como son: la presencia de obstáculos, desvanecimientos, influencia
de la lluvia, gases atmosféricos, etcétera. Estos factores serán detallados en los siguientes
apartados.

Se denomina pérdida de transmisión entre dos antenas cualesquiera a través de un


medio arbitrario a:

Lt = Lbf + AE − Gt − G r dB (3.3.1.3)

donde:
Gt: ganancia isótropa de la antena transmisora (dB o dBi)
Gr: ganancia isótropa de la antena receptora (dB o dBi).

En estas condiciones, la fórmula de Friis para el enlace, que relaciona la potencia


recibida con la transmitida, viene dada por la expresión:

Pr = Pt + Gt − Lbf − AE + G r (3.3.1.4)

donde:
Pr: potencia recibida en el receptor
Pt: potencia transmitida
y Pt y Pr están en las mismas unidades logarítmicas.

La ecuación de Friis es válida sólo en campos lejanos, cuando las antenas están
suficientemente alejadas con relación a su tamaño.

3.3.1.1. Conceptos de PIRE y PRA

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Se denomina potencia isotrópica radiada equivalente (pire) de una estación transmisora


al producto de la potencia suministrada a la antena por la ganancia isótropa de ésta, que en
unidades naturales toma la forma:

pire = pt ⋅ g t (3.3.1.1.1)

y en logarítmicas:

PIRE = Pt + Gt dBW (3.3.1.1.2)

Se denomina potencia radiada aparente (pra) de una estación transmisora al producto


de la potencia suministrada a la antena por la ganancia de la misma con respecto al dipolo en
λ/2:

pra = pt ⋅ g d (3.3.1.1.3)

donde:
gd: ganancia de la antena transmisora con respecto al dipolo en λ/2 (dBd).

Como el dipolo tiene una ganancia de 2,15 dB respecto a la antena isótropa, la relación
entre la ganancia isótropa G(dB) de una antena y su ganancia respecto al dipolo Gd(dBd) será:

G = Gd + 2,15 dB (3.3.1.1.4)

y, en consecuencia:

PIRE = PRA + 2,15 (3.3.1.1.5)

donde PIRE y PRA están en las mismas unidades logarítmicas.

3.3.2. MODELO DE TIERRA PLANA

Cuando el transmisor y el receptor están situados sobre la superficie terrestre y existe


visibilidad directa entre ambos, se modela la propagación mediante un rayo directo y otro
reflejado en el suelo.

Esta representación de la propagación se muestra en la Figura 3.3.2.1.

La expresión general del campo recibido, en estas condiciones viene dada mediante la
llamada “ecuación general de la propagación”:

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

e = e0 [1 + R ⋅ exp(− jΔ) + (1 − R) ⋅ A ⋅ exp(− jΔ)] (3.3.2.1)

Figura 3.3.2.1. Esquema de propagación con visibilidad directa.

donde:
e: intensidad de campo en recepción en las condiciones reales.
e0: intensidad de campo en condiciones de espacio libre.

El primer término del paréntesis representa la componente de onda directa, el segundo


la onda reflejada en el suelo y el tercero la onda de superficie. Δ es el ángulo de desfase entre
la componente directa y la reflejada; R, el coeficiente de reflexión en el suelo y A un término de
atenuación de la onda de superficie.

El ángulo de desfase es:

2πΔl
Δ= (3.3.2.2)
λ

donde Δl es la diferencia de recorridos entre el rayo reflejado y el rayo directo y λ la longitud de


onda.

El coeficiente de reflexión complejo R, se especifica en términos de su módulo y fase:

R = R e − jβ (3.3.2.3)

tanto |R| como β son función de la frecuencia, polarización, características eléctricas del terreno
y ángulo de incidencia.

A efectos de propagación radioeléctrica, se caracteriza el terreno por los parámetros


eléctricos permeabilidad, que se puede considerar normalmente como la del vacío, constante
dieléctrica relativa, εr, y conductividad σ (mS/m). La Recomendación UIT-R P.527-3 muestra
una gráfica en la que se dan valores típicos de conductividad y permitividad para diferentes tipo
de terrenos en función de la frecuencia y la Tabla 3.3.2.1 muestra tipos de suelo en función de
estos parámetros.

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Tipo de suelo εr σ (mS/m)


Agua de mar 80 4000
Agua dulce 80 5
Tierra húmeda 15-30 5-20
Suelo rocoso 7 1-5
Tierra seca 4 1-10

Tabla 3.3.2.1. Conductividad y permitividad


de distintos tipos de suelo.

Pues bien, el modelo de Tierra plana, aplicable a distancias cortas, hace una
simplificación de este esquema, despreciando la curvatura terrestre y suponiendo que el
terreno es liso. La Figura 3.3.2.2 muestra el esquema de rayos propio de este modelo.

Figura 3.3.2.2. Modelo de propagación de Tierra plana.

Aplicando óptica geométrica se puede deducir que el ángulo de incidencia viene dado
por la expresión:

⎛ ht + hr ⎞
ψ = tg −1 ⎜ ⎟ (3.3.2.4)
⎝ d ⎠

y la diferencia de trayectos se puede aproximar por:

2ht hr
Δl ≈ (3.3.2.5)
d

de modo que la diferencia de fase es:

4πht hr
Δ= (3.3.2.6)
λd
Sustituyendo estos valores en la Ecuación (3.3.2.1) podemos obtener la relación entre
el campo recibido y el campo en condiciones de espacio libre como:

1
e
= 1 + R ⋅ e − j ( Δ + β ) = 1 + R + 2 R ⋅ cos(Δ + β )
2 2
(3.3.2.7)
e0

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

La pérdida básica de propagación toma entonces la forma:

(
Lb = Lbf − 10 log 1 + R + 2 R ⋅ cos(Δ + β )
2
) dB (3.3.2.8)

La zona habitual de trabajo en los modelos de Tierra plana la distancia toma el valor:

12ht hr
d= (3.3.2.9)
λ

y la pérdida básica por propagación se puede aproximar a:

Lb = 40 log(d ) − 20 log(ht ⋅ hr ) + 120 dB (3.3.2.10)

donde:
d: distancia del enlace (km)
ht: altura de la antena transmisora (m)
hr: altura de la antena receptora (m).

En el desarrollo realizado no se ha tenido en cuenta la onda de superficie. Sin


embargo, para frecuencias inferiores a 150 MHZ, alturas de antenas reducidas y polarización
vertical, el efecto de la onda de superficie, además de los rayos directo y reflejado. La onda de
superficie es dominante para frecuencias inferiores a 10 MHz, polarización vertical y terreno
buen conductor, provocando que deje de ser válido el modelo de Tierra plana.

3.3.3. PROPAGACIÓN POR ONDA DE SUPERFICIE

La onda de superficie es el modo de propagación dominante en frecuencias bajas,


entre 10 kHz y 10 MHz. Los modelos creados para este tipo de propagación suponen una tierra
lisa y de características eléctricas uniformes, lo que implica una longitud de onda mucho mayor
que las posibles discontinuidades. Además, se suponen que tanto la antena transmisora como
la antena receptora se encuentran muy próximas a la superficie terrestre de modo que:

♦ Una onda de superficie se propaga en la discontinuidad tierra-aire. La componente


vertical se propaga sobre la superficie sin apenas pérdidas, mientras que la
componente horizontal se atenúa por el efecto de la conductividad del suelo. La
atenuación por absorción es tanto mayor cuanto menor sea la conductividad del
suelo. Además de la atenuación por absorción, se produce una atenuación por la
dispersión de la energía.
♦ La onda de espacio compuesta por el rayo directo y el rayo reflejado en el suelo se
anula a nivel del suelo, ya que el coeficiente de reflexión en el suelo es
prácticamente igual a -1 y los caminos de ambos rayos son prácticamente iguales.

La propagación de estas señales depende fundamentalmente de la frecuencia y del


tipo del suelo. La caracterización correcta del suelo es fundamental para una correcta
predicción de la propagación mediante onda de superficie, como es obvio. El suelo se
caracteriza, según se ha venido exponiendo, como un dieléctrico con pérdidas, aunque en

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

función de su conductividad y su permitividad, se asemeja más a un dieléctrico o a un


conductor.

Para el cálculo del alcance mediante este mecanismo de propagación se emplea un


modelo aproximado de tierra plana, válido para distancias cortas en la que, a efectos prácticos,
se sustituyen las alturas físicas de la antena por otras ficticias, alturas que tienen en cuenta las
características eléctricas del terreno y la polarización de la onda, y un modelo de tierra esférica
para distancias largas.

En la Recomendación UIT-R P.368-8 se facilitan curvas de propagación por onda de


superficie para frecuencias comprendidas entre 10 kHz y 30 MHz. Por ejemplo, un caso de
propagación sobre superficie marítima es mostrado en la Figura 3.3.3.1.

Figura 3.3.3.1. Intensidad de la onda de superficie en mar.

3.3.4. INFLUENCIA DE LA TROPOSFERA EN LA PROPAGACIÓN

Para frecuencias superiores a 30 MHz, dejan de ser utilizables los modos de propagación
por onda de superficie y por onda ionosférica. Las radiocomunicaciones se efectúan a través
de las capas bajas de la atmósfera terrestre, en la región denominada troposfera, entre antenas
elevadas varias longitudes de onda sobre el suelo. El principal mecanismo de propagación es
debido a la onda espacial. En la propagación de onda espacial influye tanto la presencia de la
superficie terrestre mediante los fenómenos de reflexión y difracción, como la troposfera,
mediante fenómenos de refracción y absorción. De ahí que sea necesario conocer la
trayectoria de la onda en estos casos y sobre todo su posición relativa respectos de los
accidentes del terreno, puesto que éstos pueden interceptar el rayo, produciendo una
atenuación importante.

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Como se ha citado, puede producirse modos de propagación por trayectos múltiples


como consecuencia de la reflexión de las ondas en el suelo o en las fronteras de separación
entre capas de una atmósfera estratificada. Este fenómeno puede degenerar en la formación
de conductos troposféricos que crean un alcance mayor y pueden producir interferencias.

Las ondas que viajan por la troposfera experimentan una refracción a causa de la no
uniformidad de las capas atmosféricas, que se manifiesta como una variación del índice de
refracción con la altura. Como consecuencia de la refracción, la trayectoria del rayo es
curvilínea, lo cual, en radioenlaces terrenales, puede influir sobre el efecto de los obstáculos
del terreno y en los radioenlaces espaciales afecta a la puntería de la antena hacia el satélite.

Los gases y vapores atmosféricos, principalmente el oxígeno y el vapor de agua,


producen una absorción de la energía electromagnética, lo que se traduce en una atenuación
adicional para las ondas. Este efecto se manifiesta por encima de unos 10 GHz. Lo mismo
sucede con las precipitaciones, sobre todo la lluvia. Las absorciones atmosféricas y por lluvia
producen, además, la despolarización de la señal.

Por último, también tienen lugar en la troposfera efectos de dispersión, que aumentan
el alcance de la comunicación, permitiendo constituir enlaces radio que con visión directa no
serían posibles. Un aspecto negativo es que pueden producir también trayectos interferentes.

Las radiocomunicaciones por la troposfera tienen un alcance del orden de la distancia


de visión óptica entre las antenas. Más allá, pueden lograrse enlaces, pero con pérdidas
adicionales por difracción.

3.3.4.1. Variación del índice de refracción

El índice de refracción radioeléctrica de la atmósfera, n, se puede calcular mediante la


siguiente fórmula, facilitada en la Recomendación UIT-R P.453-9:

n = 1 + N × 10 −6 (3.3.4.1)

donde:
N: coíndice de refracción radioeléctrica expresado por:

77,6 ⎛ e⎞
N= ⎜ P + 4 810 ⎟ (unidades N) (3.3.4.2)
T ⎝ T⎠

donde:
P: presión atmosférica (hPa)
e: presión del vapor de agua (hPa)
T: temperatura absoluta (K).

Esta expresión se puede utilizar para todas las frecuencias; a frecuencias de hasta 100
GHz, el error es inferior a 0,5%.

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Se ha determinado que el valor medio a largo plazo del índice de refracción depende
de la altura, h, y se expresa adecuadamente mediante la ley exponencial siguiente:

n( h) = 1 + N 0 × 10 −6 × exp( − h / h0 ) (3.3.4.3)

donde:
N0: valor medio del coíndice o refractividad atmosférica considerada a nivel del mar
h0: altura de escala (km).
N0 y h0 pueden determinarse estadísticamente para distintos climas. A título de
referencia, pueden tomarse los siguientes valores medios, como atmósfera de referencia,
válidos únicamente para trayectos terrenales:

N 0 = 315 (3.3.4.4)

h0 = 7,35 km (3.3.4.5)

En la práctica, para alturas de hasta 1 km se aproxima la atmósfera de referencia


mediante una ley lineal:

N = N S ⋅ ⎛⎜1 − h ⎞⎟ (3.3.4.6)
⎝ h0 ⎠

donde:
Ns: coíndice o refractividad en la superficie terrestre.

Las características de referencia pueden utilizarse para calcular el valor de refractividad


en la superficie terrestre, a partir de N0 y según la siguiente fórmula:

−h
N S = N 0 ⋅ exp⎛⎜ S ⎞⎟ (3.3.4.7)
⎝ h0 ⎠

donde:
hS: altura de la superficie terrestre por encima del nivel del mar (km).

La Recomendación UIT-R P.453-9 proporciona mapas mundiales de valores medios


mensuales de N0 para ciertos meses del año.

3.3.4.2. Trayectoria de los rayos

Al disminuir el índice de refracción con la altura, el rayo experimenta sucesivas


refracciones que le van alejando de la normal, por lo que se trayectoria es curvilínea.

23
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Según la ley de Snell, aplicada a la atmósfera de referencia, tenemos una situación


como la de la Figura 3.3.4.2.1, situación recogida en la Referencia [7]:

n1 senφ1 = n2 senφ 2 = ... = ni senφi = cte (3.3.4.2.1)

donde:
ni: índice de refracción de la capa i de la troposfera, que depende de la altura
φi: ángulo del trayecto del rayo.

Figura 3.3.4.2.1. Modelo de troposfera para estudio de la refracción.

El radio de curvatura del rayo definido como:

dl
R= (3.3.4.2.2)

donde:
dl: diferencial del trayecto del rayo
dφ: diferencial del ángulo del trayecto

se obtiene diferenciando la Expresión 3.3.4.2.1. En el caso de radioenlaces terrestres, donde el


ángulo φ es prácticamente 90º y el índice de refracción, prácticamente la unidad, se obtiene la
aproximación de la Expresión 3.3.4.2.2:

dn dφ ⎫
⋅ senφ + n ⋅ cos φ ⋅ = 0⎪
dh dh ⎪ 1 dφ 1 dn dn
⎬⇒ = =− senφ ≈ − (3.3.4.2.3)
dh ⎪ R dl n dh dh
cos φ =
dl ⎪⎭

o, en función del gradiente del coíndice, ΔN:

dN 1
ΔN = = −10 6 ⋅ (3.3.4.2.4)
dh R

24
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

donde el signo menos indica que el rayo se incurva hacia la Tierra.

De la Ecuación (3.3.4.6), para la atmósfera de referencia, se deduce que:

ΔN = −0,136 N S (3.3.4.2.5)

por lo que la curvatura del rayo, inversa del radio de curvatura, en función de la refractividad
superficial, es:

1
= 1,36 ⋅ 10 −7 ⋅ N S (3.3.4.2.6)
R

A la hora de diseñar radioenlaces terrestres se hace difícil trabajar con dos radios de
curvatura, el de la Tierra y el del rayo. Por ello, se suele trabajar con un modelo de Tierra plana
y se modifica el radio de la Tierra de modo que se mantenga la distancia entre ambas curvas.
Esta modificación permitirá analizar de una forma más sencilla los efectos de reflexión y
difracción que afectan a la propagación de la onda. En la Figura 3.3.4.2.2 se representa el
efecto de dicha modificación del radio de la Tierra, crear una Tierra ficticia.

Figura 3.3.4.2.2. Radio de curvatura equivalente de la Tierra

Introduciendo el valor del radio de la Tierra de 6370 km, se obtiene el llamado radio
equivalente o ficticio de la Tierra, en función de la derivada del coíndice con la altura:

1 1 1 1 dn ⎛ dN ⎞ −6
= − ≈ + = ⎜157 + ⎟ ⋅ 10 (3.3.4.2.7)

R0 R0 R R0 dh ⎝ dh ⎠

Normalmente el radio equivalente de la Tierra se suele expresar como un factor k que


multiplica al radio de la Tierra:

R0′ = kR0 (3.3.4.2.8)

Este factor k se denomina factor de radio efectivo y, para los valores de la atmósfera de
referencia recogidos en las ecuaciones (3.3.4.4) y (3.3.4.5) y considerando que R0=6370, n=1 y
senφ=1, toma el valor k=4/3.

25
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

En estas condiciones el alcance es mayor que el que se produciría con visión directa,
por lo que el fenómeno de propagación troposférica supone, para condiciones de atmósfera de
referencia, una mejoría. En la Figura 3.3.4.2.3 se puede observar el efecto del radio
equivalente de la Tierra para distintos valores de k.

Es importante tener en cuenta que esta modificación del radio equivalente de la Tierra
afecta también al perfil del terreno subyacente al radioenlace, cuyas alturas también serán
modificadas por este fenómeno.

Figura 3.3.4.2.3. Alcance y despejamiento para distintos valores de k.

También hay que considerar que la atmósfera es muy variable y la pendiente del
coíndice de refracción varía desde valores ligeramente positivos, que producen refracción
negativa y curvatura de los rayos contraria a la de la Tierra, hasta valores de superrefracción
(dN/dh<-157) que da lugar a propagación por conductos superficiales, con alcances
extraordinariamente elevados. Los conductos se forman a través de reflexiones múltiples
sucesivas sobre la tierra y el mar. Sin embargo, son de aparición esporádica y no se pueden
utilizar para establecer canales de comunicaciones, aunque sí pueden ser los causantes de
interferencias en bandas de VHF y superiores.

3.3.4.3. Geometría del trayecto respecto al suelo

La variación del índice de refracción de la atmósfera, como se ha expuesto, provoca


una curvatura en la trayectoria del rayo y su propagación puede ser estudiada con un modelo
de Tierra plana, si se crea la anteriormente denominada Tierra ficticia modificando el radio de la
Tierra.

En la Figura 3.3.4.3.1 se ha presentado el esquema de un posible perfil del terreno,


siguiendo el modelo de Tierra ficticia, con sus parámetros más importantes.

26
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Figura 3.3.4.3.1. Representación de un perfil del terreno.

Se denomina “flecha” o protuberancia de la Tierra a la elevación de la superficie


terrestre sobre la línea horizontal que une los pies de las antenas de transmisión y recepción, y
viene dada, en unidades prácticas, por la expresión:

x ⋅ (d − x)
f ( x ) = 0,07849 ⋅ m (3.3.4.3.1)
k

donde:
x: abscisa del punto genérico P del terreno (km)
d: distancia del radioenlace (km).

La altura z(x), sobre la horizontal del punto P a distancia x del transmisor es igual a su
cota geográfica c(x) más la protuberancia f(x):

z ( x) = c( x) + f ( x) (3.3.4.3.1)

de modo que si ht y hr son las alturas de los mástiles soporte de las antenas, como en los
extremos la protuberancia es cero, se tiene que:

z (0) = c(0) + ht (3.3.4.3.2)

z (d ) = c(d ) + hr (3.3.4.3.3)

Si yR(x) es la ordenada de la recta TR que representa al rayo directo, el despejamiento,


en un punto arbitrario de la abscisa x, es:

h( x ) = z ( x ) − y R ( x ) (3.3.4.3.4)

Como la protuberancia es función de k, al variar este parámetros cuando lo haga el


gradiente de la refractividad, también variará la protuberancia y, por tanto, en la misma cuantía,
el despejamiento. Si estas variaciones son denominadas Δh y Δf, se tiene:

27
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

⎛ 1 1⎞
Δh( x) = Δf ( x) = 0,07849 ⋅ x ⋅ (d − x)⎜⎜ − ⎟⎟ (3.3.4.3.5)
⎝ k 2 k1 ⎠

Si k2<k1, Δf es positivo y el despejamiento se reduce en el valor Δh(x).

3.3.5. MODELO DE TIERRA CURVA

Si las protuberancias debidas a la curvatura terrestre son superiores a unos 5 m, el


modelo de Tierra plana deja de ser válido, pasando a regir el modelo de Tierra curva. Esto
sucede para longitudes del orden de la distancia de visibilidad radioeléctrica o mayores. En
este modelo se considera una trayectoria del rayo rectilínea y una Tierra ficticia de radio
R’0=kR0. Se supone una Tierra lisa, como sucede en propagación sobre mar, grandes lagos o
llanuras con terreno muy poco ondulado.

3.3.5.1. Distancia de visibilidad

Se denomina distancia de horizonte de una antena, dh, a la distancia entre el pie de la


antena y el punto S de tangencia con su superficie terrestre de un rayo trazado desde la
antena. Se denomina distancia de visibilidad radioeléctrica para dos antenas, dv, a la suma de
sus distancias de horizonte. La Figura 3.3.5.1.1 muestra un esquema que contempla estas
distancias.

Para el caso del transmisor, la distancia de horizonte se obtiene mediante la relación:

(kR0 + ht )2 = d ht2 + (kR0 )2 (3.3.5.1.1)

Desarrollando y simplificando:

d ht2 ≈ 2kR0 ht (3.3.5.1.2)

Figura 3.3.5.1.1. Distancia de visibilidad radioeléctrica.

28
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Efectuando un cambio de unidades y sustituyendo el valor del radio terrestre R0:

d ht = 3,57 kht km (3.3.5.1.3)

donde:
ht: altura absoluta de la antena transmisora sobre el nivel del mar (m).
Análogamente:

d hr = 3,57 khr km (3.3.5.1.4)

donde:
hr: altura absoluta de la antena receptora sobre el nivel del mar (m).

Luego la distancia de visibilidad es:

(
d v = d ht + d hr = 3,57 kht + khr ) km (3.3.5.1.5)

donde se aprecia que crece con √k. Para la atmósfera de referencia, k=4/3 y la distancia de
visibilidad toma el valor:

(
d v = 4,1 ht + hr ) km (3.3.5.1.6)

3.3.5.2. Modelo de reflexión

En la Figura 3.3.5.2.1 se representa un trayecto de propagación por reflexión sobre


Tierra curva.

Figura 3.3.5.2.1. Trayecto de propagación por reflexión sobre Tierra curva.

El método, pues, consiste en hallar el nuevo coeficiente de reflexión de la Tierra, que


debe corregirse debido a la divergencia que produce la reflexión del rayo sobre una superficie
esférica convexa. Para ello, se calculan el nuevo valor de la diferencia de recorrido de los
rayos, a partir de las nuevas alturas h’t y h’r:

29
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

2ht′hr′
Δl = ⋅ 10 −3 m (3.3.5.2.1)
d

donde:
d: distancia del radioenlace (km)
y h’t y h’r vienen expresadas en metros.

La diferencia de fases, por tanto, toma el valor:

2πΔl πfΔl
Δ= = rad (3.3.5.2.2)
λ 150
donde:
f: frecuencia de la señal (MHz)
λ: longitud de onda de la señal (m)
y Δ está comprendida entre 0 y 2π radianes.

El coeficiente de reflexión se puede expresar como:

Re = R ⋅ D (3.3.5.2.3)

donde D<1 y toma la siguiente expresión:

−1
⎡ ⎛ 5 ⎞ d12 ⋅ d 2 ⎤ 2
D = ⎢1 + ⎜ ⎟ ⎥ (3.3.5.2.4)
⎣ ⎝ 16k ⎠ d ⋅ ht′ ⎦

Además, se puede corregir el coeficiente de reflexión introduciendo una atenuación en


el rayo reflejado debida a la rugosidad del terreno.

En estas condiciones, el valor del campo en recepción se calcula aplicando la ecuación


de propagación. Despreciando el efecto de la onda de superficie, se tiene, en módulo:

e
e0
[
= 1 + Re + 2 Re ⋅ cos(Δ + β )
2
]
1
2
(3.3.5.2.5)

donde Δ se calcula a partir de la Expresión (3.3.5.2.2) y Re se ha actualizado


convenientemente.

La pérdida básica de propagación toma, entonces, la forma:

30
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

[
Lb = Lbf − 10 log 1 + (D ⋅ R ) + 2 D ⋅ R ⋅ cos(Δ + β )
2
] dB (3.3.5.2.6)

3.3.6. PROPAGACIÓN POR DIFRACCIÓN

La difracción de las ondas radioeléctricas sobre la superficie de la Tierra se ve afectada


por las irregularidades del terreno. En este contexto, antes de abordar en detalle los métodos
de predicción utilizados para este mecanismo de propagación en el presente Proyecto Fin de
Carrera, se definen algunos conceptos básicos.

3.3.6.1. Elipsoides de Fresnel y zonas de Fresnel

Al estudiar la propagación de las ondas radioeléctricas entro dos puntos T y R, el


espacio correspondiente puede subdividirse en una familia de elipsoides, llamados elipsoides
de Fresnel, todos con sus focos en los puntos T y R, de manera que cualquier punto Pn de uno
de esos elipsoides satisface la relación:

λ
TPn + Pn R = TR + n (3.3.6.1.1)
2

donde n es el número entero que caracteriza el elipsoide correspondiente, n=1 corresponde al


primer elipsoide de Fresnel, etcétera, y λ es la longitud de onda.

A efectos prácticos, se considera que la propagación se efectúa con visibilidad directa,


es decir, con fenómenos de difracción despreciables, si no existe ningún obstáculo dentro del
primer elipsoide de Fresnel. De hecho, debido al carácter oscilatorio del campo eléctrico, es
innecesario que el trayecto pase muy por encima de los obstáculos; sino que basta con que
quede libre la primera zona de Fresnel.

El radio de un elipsoide, en un punto situado entre el transmisor y el receptor, puede


tener un valor aproximado de:

1/ 2
⎡ n λ d1 d 2 ⎤
Rn = ⎢ ⎥ (3.3.6.1.2)
⎣ d1 + d 2 ⎦

o, en unidades prácticas:
1/ 2
⎡ n d1 d 2 ⎤
Rn = 550 ⎢ ⎥ (3.3.6.1.3)
⎣ (d1 + d 2 ) f ⎦

donde f es la frecuencia (MHz) y d1 y d2 son las distancias (km) desde el transmisor y desde el
receptor al punto en que se evalúa el radio Rn (m) del elipsoide.

31
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

En la Figura 3.3.6.1.1 quedan representados los parámetros que caracterizan a los


elipsoides de Fresnel.

Figura 3.3.6.1.1. Parámetros del elipsoide de Fresnel

Para ciertos problemas hay que tener en cuenta las zonas de Fresnel, que son las
zonas obtenidas tomando la intersección de una familia de elipsoides con un plano. La zona de
orden n es la parte comprendida entre las curvas obtenidas con los elipsoides n y n-1. Las
secciones de los elipsoides normales al trayecto de propagación TR, son círculos concéntricos.

Puede estudiarse la variación del campo eléctrico recibido en R cuando se suprime la


contribución al mismo de diversas zonas de Fresnel, por ejemplo mediante un diafragma,
desde un punto determinado situado a la distancia d1 del transmisor. Se puede apreciar que el
campo varía en forma oscilatoria alrededor de su valor en espacio libre (atenuación 0 dB). Con
una determinada la apertura del diafragma el campo puede ser igual al del espacio libre, e
incluso, puede lograrse una ganancia teórica cuando el radio de la apertura es igual al de la
primera zona de Fresnel. En algunos casos, aún cuando existe visibilidad, resulta un campo
cero (atenuación infinita). Estas últimas propiedades se deben a que, en el primer caso, las
componentes de la onda se suman en fase en el receptor y en el segundo, lo hacen en
oposición de fase.

En general, al ser la diferencia de camino entre sucesivas zonas de Fresnel igual a λ/2,
las zonas impares refuerzan la señal, mientras que las pares tenderán a anularla. Además, las
zonas de orden inferior son las que transportan mayor energía y, por tanto, serán las más
importantes.

Se aplican estos principios a la propagación troposférica cuando el trayecto de la onda


pasa cerca de un obstáculo o, incluso, está obstruido por uno o más obstáculos, como pueden
ser la propia curvatura de la tierra, accidentes del terreno, árboles, edificios, etcétera.

Cuando el rayo pasa cerca de un obstáculo o es interceptado por éste, experimenta


una pérdida debida a la difracción. Se llama despejamiento a la distancia h entre el rayo y el
obstáculo. En la Recomendación UIT-R P. 526-9, se considera, por convenio, h>0 cuando hay
interceptación del rayo y h<0 cuando el rayo para por encima del obstáculo. La Figura 3.3.6.1.2
refleja este convenio.

32
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

En la práctica se utiliza el despejamiento normalizado, esto es, h/R1, de modo que la


zona correspondiente a la propagación por difracción es la comprendida entre -1≤h/R1≤∞. En
radioenlaces suele trabajarse en la gama -0,6≤h/R1≤0,5.

Para evaluar el despejamiento y la consiguiente atenuación por difracción, debe


representarse el perfil del terreno sobre una tierra de radio kR0 y procederse a un análisis del
número, situación e influencia de los obstáculos del perfil.

Figura 3.3.6.1.2. Convenio de signo de h.

3.3.6.2. Representación de perfiles


El desvanecimiento por difracción debida a la obstrucción de obstáculos en condiciones
de propagación adversas es uno de los factores que hay que tener en cuenta en la
propagación de la señal radioeléctrica en radioenlaces con visibilidad directa. Por ello, es de
suma importancia conocer cómo es el perfil de terreno entre el transmisor y el receptor.

En este apartado, se expondrá el método utilizado para calcular el perfil entre dos
puntos cualesquiera, siendo conocida la posición de éstos dentro de un sistema de
coordenadas.

3.3.6.2.1. Perfil entre dos puntos cualesquiera

La representación de los perfiles del terreno se efectúa llevando las cotas de los puntos
sobre una línea de base o “curva de altura cero” parabólica, que representa la curvatura de la
Tierra ficticia con radio kR0. La geometría del trayecto del rayo con respecto al suelo fue ya
descrita en el Apartado 3.3.4.3, así como los parámetros necesarios para el cálculo del perfil
del terreno.

Tradicionalmente, los perfiles se representan a partir de datos obtenidos manualmente


de mapas topográficos. Es muy frecuente la utilización de mapas de escala 1:50.000. Se van
obteniendo los pares distancia-cota por intersección entre la línea que une las ubicaciones del
transmisor y receptor y las curvas de nivel del terreno, que para la escala anterior, tiene una
equidistancia de 20 m.

33
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Aunque esta tarea es sencilla, resulta tediosa y consume mucho tiempo, sobre todo en
las primeras fases del proyecto de una red, que requieren el análisis y evaluación de múltiples
emplazamientos posibles para ubicar estaciones, hasta llegar a la topología de red más
conveniente. La automatización del trazado de perfiles requiere, en consecuencia, disponer de
una amplia base de datos topográficos obtenidos mediante muestreo de los mapas.

Los mapas digitales del terreno se presentan, en general, en forma de una retícula
tridimensional con coordenadas UTM: X, Y y la cota Z, que en el plano adopta la forma de
rejilla cuadrada. Cada vértice V de la rejilla representa la atura media o representativa del
cuadro centrado en ese punto, que puede corresponder a un vértice o depresión dominante o
un promedio de alturas de los puntos del interior. Cabe la posibilidad de que en el interior de
cada cuadrado de rejilla se incluyan uno o más puntos notables PN, como pueden ser cimas de
montañas, vértices geodésicos, depresiones, etcétera. La Figura 3.3.6.2.1.2 representa una
disposición típica de una base de datos reticular.

Para el estudio de perfiles y aplicación de métodos de predicción de propagación,


resulta fundamental la elección del paso de muestreo Δ, que es la distancia entre vértices
consecutivos, y que depende de la orografía del terreno, de la capacidad de almacenamiento
de la base de datos, de la resolución y precisión deseadas y del tiempo de cálculo.

Figura 3.3.6.2.1.2. Retícula tridimensional de datos.

Si se quiere estimar el perfil radioeléctrico entre el transmisor y el receptor, el problema


se reduce a determinar la celda en la que está cada punto de la recta que une dichos puntos.

Para ello, es necesario caracterizar a la retícula de datos, definiendo los límites de las
celdas y el paso de éstas y definir una serie de parámetros como son: las coordenadas del
transmisor y receptor, (x0,y0) y (xN,yN), respectivamente; la separación constante entre dos
puntos de la recta que los une, δ, y la pendiente de la misma, θ.

En la Figura 3.3.6.2.1.3 se representa una retícula de datos, en las que cada celda se
designa con el par ordenado de números enteros (m,n) y cuyo paso es Δ. Cada celda [m,n]
correspondiente al punto genérico (xi,yi) está definida por:

m = E⎡ i ⎤
x
(3.3.6.2.1.1)
⎢⎣ Δ ⎥⎦

34
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

n = E⎡ ⎤
yi
(3.3.6.2.1.2)
⎢⎣ Δ ⎥⎦

donde E[x] designa la parte entera de x, e i=1,...,N-1.

Figura 3.3.6.2.1.3. Retícula de datos.

La estimación de la cota de un punto cualquiera P, del interior de una de las celdas de


la rejilla, se realiza en función de las alturas de los vértices de la celda, de las alturas de los
puntos notables y de las distancias a todos esos puntos. Estos parámetros son mostrados en la
Figura 3.3.6.2.1.4.

Figura 3.3.6.2.1.4. Parámetros necesarios para la estimación


de la cota de un punto P.

La cota del punto P se determina según:

∑c i
d i2
cP = i =1
N
(3.3.6.2.1.3)

i =1
1
d i2

donde i=1,...,4 representa los vértices de la celda, i=5=N el punto notable, cuando lo hay (en
caso contrario, N=4); ci son las cotas geográficas de los puntos y di las distancias de los puntos
a P.

35
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Las distancias del punto (xi,yi) a los vértices de su celda son:

[
d1i = ( xi − mΔ) 2 + ( yi − nΔ) 2 ] 1
2
(3.3.6.2.1.4)

[
d 2i = ( xi − (m + 1)Δ) 2 + ( yi − nΔ) 2 ] 1
2
(3.3.6.2.1.5)

[
d 3i = ( xi − mΔ) 2 + ( yi − (n + 1)Δ) 2 ] 1
2
(3.3.6.2.1.6)

[
d 4i = ( xi − (m + 1)Δ) 2 + ( yi − (n + 1)Δ) 2 ]
1
2
(3.3.6.2.1.7)

y, análogamente, la distancia del punto (xi,yi) al punto notable de la celda (nos se considera
más que uno) es:

1
d 5 = [( xi − x5 ) 2 + ( yi − y 5 ) 2 ] 2
(3.3.6.2.1.8)

Llevando estas distancias, junto con las alturas a la expresión X, se obtiene la corta cpi
del punto analizado.

Para obtener la sucesión de puntos (xi,yi) del perfil, es decir, los puntos equidistantes
de la recta que une transmisor y receptor, así como las cotas finales, se procede como sigue:

Paso 1: Se determina el ángulo de la recta que une los extremos:

( y N − y0 )
θ = arctg (3.3.6.2.1.9)
( x N − x0 )

A θ se le deberá añadir π si xN-x0<0.

Paso 2: Dado un punto (xi,ci) se obtiene el siguiente de la sucesión (xi+1,ci+1) mediante las
relaciones:

xi +1 = xi + δ ⋅ cos θ (3.3.6.2.1.10)

y i +1 = y i + δ ⋅ senθ (3.3.6.2.1.11)

36
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Paso 3: A las alturas cpi se les suma la protuberancia correspondiente a la curvatura terrestre,
que viene dada en metros por:

fi =
{[ ][
0,07849 ⋅ ( x 0 − xi ) 2 + ( y 0 − y i ) 2 ⋅ ( x n − xi ) 2 + ( y n − y i ) 2 ]}
1
2
(3.3.6.2.1.12)
k

siendo k el factor de corrección del radio terrestre.

3.3.6.3. Difracción en obstáculos

La valoración de la pérdida por difracción en obstáculos requiere que haya una


distinción entre obstáculos de tipo agudo o “filo de cuchillo”, que poseen espesor despreciable,
y obstáculos de tipo redondeado, con una arista gruesa y redondeada definida por el radio de
curvatura en su cima. Así mismo, también es necesario discernir si se está ante un caso en el
que existen obstáculos aislados u obstáculos múltiples.

Aunque la difracción se produce únicamente por la superficie del suelo u otros


obstáculos, para evaluar los parámetros geométricos situados en el plano vertical del trayecto
(ángulo de difracción, radio de curvatura, altura del obstáculo) han de tenerse en cuenta la
refracción media de la atmósfera en el trayecto. Para ello, se traza el perfil del trayecto con el
radio ficticio de la Tierra que convenga, recogido en el Recomendación UIT-R P. 834-5. En
climas templados, suele tomarse como radio ficticio de la Tierra kR0, con k=4/3.

3.3.6.3.1. Obstáculo aislado

Un obstáculo puede considerarse aislado si no existe interacción entre dicho obstáculo


y el terreno circundante. Dicho de otra manera, la atenuación del trayecto se debe únicamente
al obstáculo y el terreno que lo rodea no contribuye a dicha atenuación.

Numerosos trayectos de propagación comprenden un obstáculo o varios obstáculos


separados, e interesa calcular la pérdida que éstos introducen. Para realizar el cálculo hay que
idealizar la forma de tales obstáculos, considerándola bien como de arista de grosor
despreciable o como de arista en filo de cuchillo gruesa y lisa, cuyo radio de curvatura en la
cima está bien definido. Claro está que los obstáculos reales tienen formas más complejas y,
por consiguiente, las indicaciones dadas en la Recomendación UIT-R P.526-9 se han de
considerar nada más que como una aproximación.

El modelo de obstáculo aislado es válido en los trayectos que, salvo la obstrucción del
obstáculo, son de visibilidad directa. Debe observarse que habrá pérdidas por difracción
aunque el rayo pase por encima del obstáculo si -0,6R1<h<0 (despejamiento insuficiente).

Los datos que se facilitan a continuación son aplicables cuando la longitud de onda es
suficientemente pequeña con relación a las dimensiones del obstáculo, o sea, principalmente
en el caso de ondas métricas y más cortas (f>30 MHz).

3.3.6.3.1.1. Obstáculo agudo

37
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Este es un caso extremadamente idealizado, en el que todos los parámetros


geométricos se agrupan en un solo parámetro adimensional, que normalmente se designa por
ν, y cuya definición puede tomar distintas formas equivalentes según los parámetros
geométricos elegidos para tal efecto, entre ellas están:

2 ⎛ 1 1 ⎞
ν = h ⎜⎜ + ⎟ (3.3.6.3.1.1.1)
λ ⎝ d1 d 2 ⎟⎠

2
ν = θ (3.3.6.3.1.1.2)
⎛ 1 1 ⎞
λ ⎜⎜ + ⎟
⎝ d1 d 2 ⎟⎠

donde:
h: altura (m) de la cima del obstáculo sobre la recta que une los dos extremos del
trayecto, denominada despejamiento. Si la cima queda por debajo de esa
línea, h es negativa.
d1, d2: distancias (km) desde los dos extremos del trayecto a la cima del obstáculo.
d: longitud del trayecto (km).
θ: ángulo de difracción (rad); tiene el mismo signo que h.

A la vista de estas ecuaciones se puede deducir que:

ν = 2⋅ hR (3.3.6.3.1.1.3)
1

donde el cociente h/R1 es el denominado despejamiento normalizado.

En la Figura 3.3.6.3.1.1.1 se representan estos parámetros geométricos básicos para el


estudio del obstáculo agudo.

La atenuación por difracción en obstáculos agudos, J(ν), viene dada por la ecuación:

⎛ [1 − C (ν) − S (ν)]2 + [C (ν) − S (ν)]2 ⎞⎟



J (ν) = − 20 log ⎜ ⎟⎟ (3.3.6.3.1.1.4)
⎜ 2
⎝ ⎠

donde C(ν) y S(ν) son las partes real e imaginaria, respectivamente, de la integral compleja de
Fresnel definida según:

38
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Figura 3.3.6.3.1.1.1. Parámetros geométricos de un obstáculo


agudo o de “filo de cuchillo”

ν ⎛ πs 2 ⎞
Fc (ν) = ∫ ⎜⎜ j 2 ⎟⎟
exp ds = C (ν) + jS (ν) (3.3.6.3.1.1.5)
0 ⎝ ⎠

donde j es el operador complejo que equivale a √-1, y C(ν) y S(ν) corresponden a las integrales
del coseno y seno de Fresnel definidas por las ecuaciones:
ν ⎛ πs 2 ⎞
C (ν ) = ∫ cos ⎜ ⎟ ds (3.3.6.3.1.1.6)
⎜ 2 ⎟
0 ⎝ ⎠
ν
⎛ πs 2 ⎞
S (ν ) = ∫
0
sen ⎜⎜
⎝ 2 ⎠
⎟⎟ ds (3.3.6.3.1.1.7)

Cuando el valor de ν es superior a -0,78 puede obtenerse un valor aproximado


mediante la expresión:

J (ν ) = 6,9 + 20 log ( (ν – 0,1) 2 + 1 + ν – 0,1 dB ) (3.3.6.3.1.1.8)

También se puede obtener un valor aproximado de la atenuación por difracción en


obstáculos agudos mediante curvas como la de la Figura 3.3.6.3.1.1.2. En esta figura se

39
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

presenta la pérdida por difracción en una arista en filo de cuchillo, o lo que es lo mismo, una
medida del campo recibido con respecto a la situación de espacio libre. Se puede observar que
en cuanto se libera una zona de Fresnel (ν=-√2), el efecto de la difracción es despreciable. De
igual modo, en cuando se oculta una zona de Fresnel (ν=√2) la pérdida es superior a 16 dB. En
la parte izquierda de la figura, el rizado de las pérdidas se debe a las contribuciones de fase o
en oposición de fase de cada una de las zonas de Fresnel.

Figura 3.3.6.3.1.1.2. Pérdidas por difracción en una arista en filo de cuchillo.

3.3.6.3.1.2. Criterio de rugosidad

Si la superficie del obstáculo presenta desniveles que no rebasan los 100 m, el


obstáculo debe considerarse redondeado y se aplicarán para el cálculo de la atenuación el
método expuesto en el Apartado 3.3.6.3.1.3. Este criterio es experimental y está adecuado a
los datos topográficos de la zona de estudio de este Proyecto Fin de Carrera.

3.3.6.3.1.3. Obstáculo redondeado

Cuando los obstáculos son redondeados la atenuación por filo se corrige añadiendo
otros factores de pérdidas que tienen en cuenta el ángulo de visión, los radios de redondeo, las
distancias del obstáculo a transmisor y receptor, etcétera.

En la Figura 3.3.6.3.1.3.1 se indica la geometría de un obstáculo de forma redondeada


de radio R. Se puede observar que las distancias y la altura h por encima de la línea de base,
se miden con respecto al vértice formado por la intersección de la proyección de los rayos
sobre el obstáculo.

40
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Figura 3.3.6.3.1.3.1. Geometría de un obstáculo redondeado.

La pérdida por difracción de esta geometría puede calcularse así:

A = J ( ν ) + T ( m, n ) dB (3.3.6.3.1.3.1)

donde:
a) J(ν) es la pérdida de Fresnel-Kirchoff debida a una arista en filo de cuchillo equivalente
cuya cresta esté en el vértice. Se puede evaluar el parámetro ν adimensional
mediante cualquiera de las ecuaciones (3.3.6.3.1.1.1) o (3.3.6.3.1.1.2). Por ejemplo, la
Ecuación (3.3.6.3.1.1.1) puede escribirse en unidades prácticas así:

1/ 2
⎡ 2(d + d 2 ) ⎤
ν = 0,0316 h ⎢ 1 ⎥ (3.3.6.3.1.3.1)
⎣ λ d1 d 2 ⎦

donde h y λ se expresan en metros, y d1 y d2, en kilómetros.


J(ν) puede obtenerse de la Figura 3.3.6.3.1.1.2 o de la Ecuación (3.3.6.3.1.1.8).
b) T(m,n) es la atenuación adicional debida a la curvatura del obstáculo:

T (m, n) = 7,2m1/ 2 − (2 − 12,5n)m + 3,6m3/ 2 − 0,8m 2 dB,

para mn ≤ 4 (3.3.6.3.1.3.2)

T (m, n) = − 6 − 20 log (mn) + 7,2m1/ 2 − (2 − 17n)m + 3,6m3/ 2 − 0,8m 2 dB,


para mn > 4 (3.3.6.3.1.3.3)

donde

⎡ d + d hr ⎤ 2 3 −1
m = 0,45708 ⎢ ht ⎥⋅r ⋅ f
3
(3.3.6.3.1.3.4)
⎣ d ht ⋅ d hr ⎦
2 −1
n = 4,787 ⋅ 10 −3 ⋅ h ⋅ f 3
⋅r 3
(3.3.6.3.1.3.5)

41
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

y r, dht, dht, h y λ se expresan en unidades coherentes.

Téngase en cuenta que, cuando r tiende a cero, T(m,n) tiende también a cero. Por ello,
la Ecuación (3.3.6.3.1.3.1) se reduce a la difracción en una arista en filo de cuchillo para un
cilindro de radio nulo.

3.3.6.3.2. Múltiples obstáculos

El método aquí expuesto, no sigue la Recomendación UIT-R P.526-9, pero al igual que
el recogido en dicha recomendación, corresponde a una solución empírica basada en la
hipótesis de que los obstáculos forman una arista en filo de cuchillo y se añade una corrección
para compensar las pérdidas más elevadas causadas por un radio de curvatura distinto a cero.
El cálculo tiene en cuenta la curvatura de la Tierra mediante el concepto de radio ficticio de la
Tierra, kR0.

El motivo de que no se haya utilizado el método expuesto en la Recomendación UIT-R


P.526-9, es que se ha considerado que suponer sólo la existencia de como máximo tres
obstáculos en el radioenlace es insuficiente para estudiar los posibles perfiles trazados en el
mapa topográfico de la zona en estudio.

El método utilizado en el presente Proyecto Fin de Carrera consiste en dividir el perfil


original del radioenlace en hasta quince subvanos y, en consecuencia, realizar la búsqueda de
hasta quince obstáculos. A cada uno de ellos, se le aplicará la corrección necesaria si
finalmente es considerado redondeado, pero al contrario que en la recomendación, no se aplica
la corrección empírica que recoge sólo la existencia de tres obstáculos como máximo. La
atenuación total debida a la difracción en obstáculos será la suma de las contribuciones de
todos los obstáculos.

Aún así, al igual que en el método recogido en la recomendación, se debe disponer de


una perfil de trayecto radioeléctrico que conste de un conjunto de muestras de la altura del
terreno sobre el nivel del mar ordenadas en intervalos a lo largo del trayecto, siendo la primera
y la última las alturas del transmisor y el receptor sobre el nivel del mar, y un conjunto
correspondiente de distancias horizontales desde el transmisor. A cada par de altura y
distancia se le llama punto de perfil y se le asigna un índice, incrementándose los índices en el
sentido del transmisor al receptor. Es preferible, pero no fundamental, que las muestras de
perfil tengan la misma separación horizontal.

Cuando se encuentra un obstáculo al rayo directo que va desde el transmisor al


receptor, el vano en estudio se divide en dos, ya que el obstáculo se convierte ahora en un
receptor ficticio para el transmisor y en un transmisor ficticio para el receptor. En cada subvano,
nuevamente se busca el principal obstáculo y se continúa con este procedimiento, a medida
que se van encontrando obstáculos, hasta llegar a estudiar como máximo los quince subvanos.

3.3.7. ATENUACIÓN DEBIDA A LA VEGETACIÓN

Cuando el receptor de un sistema de radiocomunicación se encuentra en el interior de


un terreno boscoso, hay una pérdida adicional por penetración de las ondas a través de la
vegetación. Pero la gran diversidad de condiciones y tipos de follaje dificultan la elaboración de
un procedimiento de predicción general. Además, existe una falta de datos experimentales
convenientemente verificados.

42
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Para su evaluación, la Recomendación UIT-R P.833-5, facilita una serie de


mecanismos en frecuencias comprendidas entre 30 MHz y 60 GHz. En concreto, se
proporciona unas curvas que dan el valor de la atenuación específica debida a la vegetación, γ
(dB/m), que dependen de la especie y de la densidad de dicha frecuencia. En la Figura 3.3.7.1
se recogen estas curvas, que muestran valores típicos de atenuación específica obtenidos a
partir de diferentes mediciones en la gama de frecuencias que va de 30 MHz a 30 GHz
aproximadamente en zona boscosa. Por debajo de 1 GHz, la señales polarizadas verticalmente
tienen tendencia a experimentar una atenuación superior a la que experimentan las polarizadas
horizontalmente, aunque esto se debe a la dispersión causada por los troncos de los árboles.

Figura 3.3.7.1. Atenuación específica γ (dB/m) en zona boscosa,


según la frecuencia y la polarización.

Cuando la atenuación que crea la vegetación es alta, debe considerarse la posibilidad


de difracción en obstáculo agudo o redondeado, según lo visto en el Apartado 3.3.6.3.

3.3.8. ATENUACIÓN DEBIDA A GASES Y VAPORES ATMOSFÉRICOS

En el diseño de sistemas terrenales con visibilidad directa, hay que tener en cuenta los
principales efectos vinculados a la propagación recogidos en la Recomendación UIT-R P.530-
11. Uno de estos efectos recoge que para frecuencias superiores a unos 10 GHz, siempre está
presente una cierta atenuación debida a la absorción del oxígeno y del vapor de agua, por lo
que debe incluirse en el cálculo de la pérdida total de propagación. La atenuación a lo largo de
un trayecto horizontal o ligeramente inclinado y próximo al suelo, de longitud d (km) viene dada
por:

Aa = γ a d dB (3.3.8.1)

43
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

La atenuación específica γa (dB/km) se obtiene de la Recomendación UIT-R P.676-6,


que además de contener un procedimiento para el cálculo de dicha atenuación para
frecuencias de hasta 1000 GHz, contiene algoritmos simplificados para una estimación rápida y
aproximada de la atenuación específica, debida al aire seco y al vapor de agua, y consideradas
a partir del nivel del mar hasta una altura de 10 km. La diferencia absoluta entre los resultados
obtenidos con estos algoritmos y con el cálculo exacto es generalmente menor de 0,1 dB/km.

El parámetro γa se desglosa en dos:

γa = γO +γw dB (3.3.8.2)

donde γO y γW, ambas en dB/km, son las atenuaciones para el oxígeno o aire seco y el vapor de
agua, respectivamente.

En el caso de aire seco, la atenuación γO (dB/km) para una frecuencia f ≤ 54 GHz,


correspondiente al presente caso, viene dada por las siguientes ecuaciones:

⎡ 7,2rt2,8 0,62ξ3 ⎤
γo = ⎢ 2 + 1,16ξ1
⎥ f 2 rp2 ×10−3 (3.3.8.3)
⎢⎣ f + 0,34rp rt
2 1,6
(54 − f ) + 0,83ξ 2 ⎥⎦

ξ1 = ϕ( rp , rt ,0,0717,−1,8132,0,0156,−1,6515) (3.3.8.4)

ξ 2 = ϕ( rp , rt ,0,5146,−4,6368,−0,1921,−5,7416) (3.3.8.5)

ξ3 = ϕ( rp , rt ,0,3414,−6,5851,0,2130,−8,5854) (3.3.8.6)

ϕ( rp , rt , a, b, c, d ) = rpa rtb exp[c(1 − rp ) + d (1 − rt )] (3.3.8.7)

donde:
f: frecuencia (GHz)
rp = p / 1013

rt = 288 / (273  t)
p: presión (hPa)
t: temperatura (°C), donde los valores medios de la temperatura pueden extraerse de
los mapas que aparecen en la Recomendación UIT-R P.1510, cuando no se
disponga de datos adecuados sobre la temperatura.

En el caso del vapor de agua, la atenuación γW (dB/km) viene dada por:

44
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

⎧ 3,98 η1exp [2,23(1 − rt )] 11,96 η1exp [0,7 (1 − rt )]


γw = ⎨ g( f ,22) +
⎩ ( f − 22,235) + 9,42η ( f − 183,31) 2 + 11,14 η12
2 2
1

0,081 η1exp [6,44 (1 − rt )] 3,66 η1exp [1,6 (1 − rt )]


+ +
( f − 321,226) 2 + 6,29 η12 ( f − 325,153) 2 + 9,22 η12
25,37 η1exp [1,09 (1 − rt )] 17,4 η1exp [1,46 (1 − rt )]
+ +
( f − 380) 2 ( f − 448) 2
844,6 η1exp [0,17 (1 − rt )] 290 η1exp [0,41 (1 − rt )]
+ g ( f ,557) + g ( f ,752)
( f − 557) 2
( f − 752) 2
8,3328 × 10 4 η 2 exp[0,99(1 − rt )] ⎫
+ g ( f ,1780)⎬ f 2 rt 2,5 ρ × 10 − 4
( f − 1780) 2

(3.3.8.8)

siendo:

η1 = 0,955 rp rt0,68 + 0,006 ρ (3.3.8.9)

η2 = 0,735 rp rt0,5 + 0,0353 rt4 ρ (3.3.8.10)

2
⎛ f − fi ⎞
g ( f , f i ) = 1 + ⎜⎜ ⎟⎟ (3.3.8.11)
⎝ f + f i⎠

donde ρ es la densidad de vapor de agua (g/m3). En trayectos largos, para frecuencias


superiores a unos 20 GHz, puede ser conveniente tener en cuenta las estadísticas conocidas
sobre la densidad de vapor de agua y la temperatura en las proximidades del trayecto,
recogidas en la Recomendación UIT-R P.836-3.

La Figura 3.3.8.1 muestra la atenuación específica de 1 a 350 GHz a nivel del mar para
aire seco y para vapor de agua con una densidad de 7,5 g/m3.

Se puede apreciar que tanto el aire seco como el vapor de agua presentan creas de
elevada atenuación que corresponden a las frecuencias de resonancia molecular. Entre estas
crestas aparecen ventanas de transmisión dentro de las cuales se utilizan las frecuencias en
los radioenlaces del servicio fijo. En el caso del vapor de agua, se producen fuertes líneas de
absorción para longitudes de onda de 1,35 cm, 1,67mm e inferiores. En el caso del oxígeno o
aire seco, la longitudes de onda de los picos de absorción son 0,5 y 0,25 cm. La atenuación
debida al efecto conjunto de los vapores de agua y oxígeno, como se ha visto, es aditiva. Por
ejemplo, para 0,5 cm la atenuación debida únicamente al oxígeno supera los 10 dB/km. En
aquellas bandas donde los valores de atenuación exceden los 10 dB/km el alcance de las
comunicaciones se encuentra enormemente limitado. Precisamente hay aplicaciones en las
que se desea tener una comunicación local de corto alcance. En tales casos, ésta puede
efectuarse en las frecuencias de las crestas de atenuación, con el fin de evitar que la señal se
propague lejos y pueda causar interferencias.

Pero escogiendo adecuadamente las frecuencias de trabajo es posible obtener niveles


de atenuación mucho menores: Por ejemplo, a 30 GHz la atenuación es inferior a 0,1 dB/km.

45
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Para frecuencias por encima de 300 GHz, en cambio, la atenuación mínima es todavía
elevada (6 dB/km o más) e impone una gran restricción en el caso de enlaces terrenales con
visión directa. Sin embargo, determinadas aplicaciones especializadas tales como
comunicaciones secretas de corto alcance (entornos “indoor” a 60 GHz) o enlaces entre
satélites (no les afecta la atenuación atmosférica) se aprovechan del uso de antenas de la
banda de frecuencias milimétricas. Estas longitudes de onda corta posibilitan el uso de antenas
de alta ganancia muy compactas que compensan parte de las pérdidas introducidas.

Figura 3.3.8.1. Atenuación específica debida a gases y vapores atmosféricos.

3.3.9. ATENUACIÓN DEBIDA A HIDROMETEOROS

En los radioenlaces troposféricos y por satélite, también puede producirse atenuación como
resultado de la absorción y dispersión provocadas por hidrometeoros como la lluvia, la nieve, el
granizo y la niebla. No obstante, la atenuación por dispersión es generalmente reducida en
comparación con las pérdidas por absorción.

La evaluación de la atenuación debida a la lluvia en radioenlaces terrenales es incluida


en la Recomendación UIT-R P.530-11, como uno de los métodos de predicción necesario para

46
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

el diseño de sistemas terrenales con visibilidad directa. En trayectos a latitudes elevadas o en


trayectos a latitudes bajas y altitudes elevadas, la nieve húmeda puede provocar una
atenuación significativa en una gama de frecuencias aun mayor. En la Recomendación UIT-
R P.840-3 figura información más detallada sobre la atenuación causada por hidrometeoros
distintos de la lluvia, que en el presente proyecto no se estudian.

Aunque puede hacerse caso omiso de la atenuación debida a la lluvia para frecuencias
por debajo de unos 5 GHz, debe incluirse en los cálculos de diseño a frecuencias superiores,
en las que su importancia aumenta rápidamente. En el Apartado 3.3.9.1 figura una técnica de
estimación de las estadísticas de la atenuación debida a la lluvia, para radioenlaces terrenales,
como corresponde al presente caso.

3.3.9.1. Estadísticas de la atenuación debida a la lluvia para radioenlaces


terrenales

Para estimar las estadísticas de la atenuación debida a la lluvia puede utilizarse la


siguiente técnica:

Paso 1: Se obtiene la intensidad de precipitación R0.01 superada durante el 0.01% del tiempo
(con un tiempo de integración de 1 min.). Si no se dispone de esta información a partir de las
fuentes locales de medidas a largo plazo puede obtenerse una estimación utilizando la
información que aparece en la recomendación UIT-R P.837-4 que proporcionan valores de R
excedidos durante determinados porcentajes de tiempo y para distintas zonas
hidrometeorológicas mundiales.

En el caso de España, las zonas hidrometeorológicas que afectan a la comunicación


son E, H y K, tal como se puede observar en el mapa de la Figura 3.3.9.1.1, donde se ha
resaltado la zona de interés en la que se va a desarrollar el presente Proyecto Fin de Carrera.
Los valores de R se resumen en la Tabla 3.3.9.1.1 para las zonas H y K, [10].

Figura 3.3.9.1.1. Mapa de zonas hidrometeorológicas en España

47
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Porcentaje de tiempo (%) R(mm/h) - Zona H R(mm/h) - Zona K

1,0 2 1,5

0,3 4 4,2

0,1 10 12

0,03 18 23

0,01 32 42

0,003 55 70

0,001 83 100

Tabla 3.3.9.1.1. Intensidad de lluvia excedida


para las zonas hidrometeorológicas H y K.

Paso 2: Se calcula la atenuación específica, γR (dB/km), para la frecuencia, polarización e


intensidad de precipitación de interés, utilizando la Recomendación UIT-R P.838-3. Ésta nos da
una relación potencial del tipo:

γ R = kR α (3.3.9.1.1)

Los valores de los coeficientes k y α se determinan en función de la frecuencia, f(GHz),


en la gama de 1 a 1000 GHz, a partir de las ecuaciones siguientes, que se han obtenido
mediante el ajuste de curvas a los coeficientes de la ley potencial derivados de cálculos de
dispersión:

4 ⎡ ⎛ log f − b ⎞
2⎤
log10 k = ∑ a j exp ⎢− ⎜ ⎟ ⎥ + m log f + c
10 j
(3.3.9.1.2)
⎢ ⎜ cj ⎟ ⎥ k 10 k
j =1
⎣ ⎝ ⎠ ⎦

5 ⎡ ⎛ log f − b ⎞ 2 ⎤
j⎟ ⎥
α = ∑ a j exp ⎢− ⎜
10
+ mα log10 f + cα (3.3.9.1.3)
⎢ ⎜ cj ⎟ ⎥
j =1 ⎢⎣ ⎝ ⎠ ⎥⎦

donde:
f: frecuencia (GHz)
k: puede ser kH o kV
α: puede ser αH o αV.

48
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

En la Tabla 3.3.9.1.2 se indican los valores de las constantes para el coeficiente kH de


polarización horizontal, y en la Tabla 3.3.9.1.3 para el coeficiente kV de polarización vertical. En
la Tabla 3.3.9.1.4 se indican los valores de las constantes para el coeficiente αH de polarización
horizontal, y en la Tabla 3.3.9.1.5 para el coeficiente αV de polarización vertical.

j aj bj cj mk ck

1 –5,33980 –0,10008 1,13098

2 –0,35351 1,26970 0,45400


–0,18961 0,71147
3 –0,23789 0,86036 0,15354

4 –0,94158 0,64552 0,16817

Tabla 3.3.9.1.2. Coeficientes para kH

j aj bj cj mk ck

1 –3,80595 0,56934 0,81061

2 –3,44965 –0,22911 0,51059


–0,16398 0,63297
3 –0,39902 0,73042 0,11899

4 0,50167 1,07319 0,27195

Tabla 3.3.9.1.3. Coeficientes para kV

j aj bj cj mα cα

1 –0,14318 1,82442 –0,55187

2 0,29591 0,77564 0,19822

3 0,32177 0,63773 0,13164 0,67849 –1,95537

4 –5,37610 –0,96230 1,47828

5 16,1721 –3,29980 3,43990

Tabla 3.3.9.1.4. Coeficientes para αH

49
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

j aj bj cj mα cα

1 –0,07771 2,33840 –0,76284

2 0,56727 0,95545 0,54039

3 –0,20238 1,14520 0,26809 –0,053739 0,83433

4 –48,2991 0,791669 0,116226

5 48,5833 0,791459 0,116479

Tabla 3.3.9.1.5. Coeficientes para αV

Para la polarización lineal y circular, y para cualquier geometría del trayecto, los
coeficientes de la Ecuación (3.3.9.1.1) pueden calcularse mediante los valores de las
ecuaciones (3.3.9.1.2) y (3.3.9.1.3) utilizando las ecuaciones siguientes:

k = [k H + kV + (k H − kV ) cos 2 θ cos 2 τ] / 2 (3.3.9.1.4)

α = [ k H α H + kV α V + (k H α H – kV α V ) cos 2 θ cos 2 τ ] / 2k (3.3.9.1.5)

donde θ es el ángulo de elevación del trayecto y τ es el ángulo de inclinación de la polarización


con respecto a la horizontal (τ = 45° para la polarización circular).

En la Tabla 3.3.9.1.6 se indican los valores numéricos de los coeficientes en


determinadas frecuencias dentro del rango de interés del presente proyecto.

Frecuencia
kH αH kV αV
(GHz)

5 0,0002162 1,6969 0,0002428 1,5317

5,5 0,0003909 1,6499 0,0003115 1,5882

6 0,0007056 1,5900 0,0004878 1,5728

7 0,001915 1,4810 0,001425 1,4745

8 0,004115 1,3905 0,003450 1,3797

9 0,007535 1,3155 0,006691 1,2895

10 0,01217 1,2571 0,01129 1,2156

50
CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

11 0,01772 1,2140 0,01731 1,1617

12 0,02386 1,1825 0,02455 1,1216

13 0,03041 1,1586 0,03266 1,0901

14 0,03738 1,1396 0,04126 1,0646

15 0,04481 1,1233 0,05008 1,0440

16 0,05282 1,1086 0,05899 1,0273

17 0,06146 1,0949 0,06797 1,0137

18 0,07078 1,0818 0,07708 1,0025

19 0,08084 1,0691 0,08642 0,9930

20 0,09164 1,0568 0,09611 0,9847

21 0,1032 1,0447 0,1063 0,9771

22 0,1155 1,0329 0,1170 0,9700

23 0,1286 1,0214 0,1284 0,9630

24 0,1425 1,0101 0,1404 0,9561

25 0,1571 0,9991 0,1533 0,9491

26 0,1724 0,9884 0,1669 0,9421

27 0,1884 0,9780 0,1813 0,9349

28 0,2051 0,9679 0,1964 0,9277

29 0,2224 0,9580 0,2124 0,9203

30 0,2403 0,9485 0,2291 0,9129

Tabla 3.3.9.1.6. Coeficientes que dependen de la frecuencia


para estimar la atenuación específica debida a la lluvia.

Paso 3: Se calcula la longitud efectiva del trayecto, Lef, del enlace multiplicando la longitud del
trayecto real, d, por un factor de distancia:

d
Lef = (3.3.9.1.6)
1 + d / d0

donde, para R0,01 ≤ 100 mm/h:

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

− 0 , 015 R 0 , 01
d 0 = 35 e (3.3.9.1.7)

Para R0,01 >100 mm/h utilícese el valor 100 mm/h en vez de R0,01.

Paso 4: Una estimación de la atenuación del trayecto excedida durante el 0,01% del tiempo
viene dada por:

A0, 01 = γ R Lef dB (3.3.9.1.8)

Paso 5: Para enlaces radioeléctricos situados a 30º o más (Norte o Sur) de latitud, como
corresponde al mapa de España, las atenuaciones excedidas durante otros porcentajes de
tiempo p en el margen de 0,001% a 1% pueden deducirse de la siguiente ley potencial:

Ap
= 0,12 p −(0,546 + 0,043 log10 p ) (3.3.9.1.9)
A0,01

Esta fórmula se ha elaborado de manera que dé 0,12, 0,39, 1 y 2,14 para el 1%, 0,1%,
0,01% y 0,001%, respectivamente, y sólo se utilizará dentro de este margen.

El procedimiento de predicción indicado anteriormente se considera válido en todo el


mundo, al menos para frecuencias de hasta 40 GHz y longitudes de trayecto de hasta 60 km.

3.3.10. DESPOLARIZACIÓN

3.3.10.1. Discriminación de la polarización

En los sistemas de radiocomunicación por radioenlaces de microondas se efectúan a


veces las transmisiones utilizando la misma frecuencia con polarizaciones ortogonales:
horizontal-vertical o circular levógira-dextrógira.

El medio de transmisión provoca variaciones en el plano de polarización de una onda,


de forma que si se transmite una señal, por ejemplo, de polarización horizontal, se recibe una
componente parásita de polarización vertical. A este fenómeno se le llama despolarización.

Supongamos una estación que transmite dos señales con polarizaciones horizontal y
vertical, de potencias isótropas pireH y pireV, respectivamente. Como consecuencia de la
despolarización, aparecen, en recepción, la componentes parásitas correspondientes p’rV y p’rH.
Sean prH y prV las señales recibidas con la polarización correcta. Entonces, se define
discriminación contrapolar o de polarización cruzada y se designa por XPD al cociente en
forma logarítmica entre las potencias de la componente recibida con la polarización correcta y
de la componente recibida de la polarización contraria.

Esto es:

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

p rV p
XPD(dB) = 10 log = 10 log rH (3.3.10.1.1)
p ′rH p ′rV

Como la pérdida básica de propagación se puede expresar según:

pireV pireH
Lb = 10 log = 10 log (3.3.10.1.2)
p rV p rH

se tiene que las potencias de la componentes parásitas serán:

′ = PIREV − Lb − XPD
p rH (3.3.10.1.3)

′ = PIRE H − Lb − XPD
p rV (3.3.10.1.4)

La XPD puede deteriorarse suficientemente como para causar interferencia cocanal y,


en menor medida, interferencia de canal adyacente. Debe tenerse en cuenta la reducción de la
XPD producida en condiciones de cielo despejado y de precipitaciones.

3.3.10.2. Interrupción XPD ocasionada por el efecto de la situación del cielo


despejado

El efecto combinado de la propagación por trayectos múltiples y los diagramas de


polarización cruzada de las antenas determinan las reducciones en la XPD que se producen
para pequeños porcentajes de tiempo. La Recomendación UIT-R P.530-11 muestra un
procedimiento para calcular el efecto de estas reducciones de la calidad de funcionamiento del
enlace.

3.3.10.3. Predicción de la interrupción XPD debido a los efectos de la lluvia

La lluvia intensa determina las reducciones de la XPD que se observan en pequeños


porcentajes de tiempo. Para trayectos de los que no se dispone de predicciones o mediciones
detalladas puede obtenerse una estimación aproximada de la distribución incondicional de la
XPD a partir de una distribución acumulativa de la atenuación de la componente copular (CPA)
debida a la lluvia, utilizando la relación de equiprobabilidad:

XPD = U − V ( f ) log CPA (3.3.10.3.1)

Los coeficientes U y V(f) dependen, en general, de cierto número de variables y


parámetros empíricos, incluida la frecuencia f. Para trayectos de visibilidad directa con
pequeños ángulos de elevación y polarización horizontal y vertical, pueden darse a tales
coeficientes los valores aproximados siguientes:

U = U 0 + 30 log f (GHz ) (3.3.10.3.2)

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

donde, por término medio U0 tiene un valor de unos 15 dB, y

V ( f ) = 12,8 f 0,19 para 8 ≤ f ≤ 20 GHz


(3.3.10.3.3)
V ( f ) = 22,6 para 20 < f ≤ 35 GHz

Las estadísticas de XPD correspondientes a un largo periodo, obtenidas en una


frecuencia, pueden extrapolarse a otra utilizando la fórmula semiempírica:

XPD2 = XPD1 − 20 log ( f 2 / f1 ) para 4 ≤ f1, f 2 ≤ 30 GHz


(3.3.10.3.4)

donde XPD1 y XPD2 son los valores de XPD no rebasados durante el mismo porcentaje de
tiempo a las frecuencias f1 y f2.

La Recomendación UIT-R P.530-11 muestra también un procedimiento paso a paso


para predecir la interrupción de la transmisión debida a los efectos de la lluvia.

3.3.11. DESVANECIMIENTO

La atmósfera real no presenta siempre las mismas características, de ahí que haya
variaciones continuas en la propagación de las ondas electromagnéticas. Existen periodos de
tiempo con grandes descensos de los niveles de señal recibidos, denominados
desvanecimientos, que son estudiados desde el punto de vista estadístico.

Hay diversos criterios para la clasificación de los desvanecimientos, que están


recogidos en la Tabla 3.3.11.1 y en la Referencia [8]. Las características tienen una cierta
coherencia dentro de una misma columna; esto es, un desvanecimiento muy profundo suele
ser selectivo, se produce por interferencia multitrayecto y se modela mediante una distribución
de Rayleigh.

Característica Tipo de desvanecimiento

Profundidad Profundo (∼ 3 dB) Muy profundo (> 20 dB)

Duración Lento Rápido

Característica especial Plano Selectivo

Mecanismo de producción Factor k Multitrayecto

Distribución probabilística Gaussiano Rayleigh/Rice

Dependencia temporal Continuado Puntual

Tabla 3.3.11.1. Clasificación de los desvanecimientos.

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CAPÍTULO 3: PROPAGACIÓN DE ONDAS RADIOELÉCTRICAS

Un desvanecimiento es plano cuando la caída de nivel afecta por igual a todas las
componentes del espectro de una portadora modulada. En cambio, los desvanecimientos
selectivos producen distorsión en el espectro de la señal modulada, al afectar de modo
diferente a unas frecuencias y a otras, provocando su degradación.

Se llaman desvanecimientos de “factor k” a los producidos por variaciones del índice de


refracción troposférica que, al aumentar la curvatura aparente de la Tierra, reducen el margen
libre de obstáculos, pudiendo llegar a convertir un trayecto con visibilidad directa en otro
obstruido. Este tipo de desvanecimiento suele ser lento, con duración larga y profundidades de
hasta unos 6 dB. Además varía con la frecuencia, pero dentro de la misma banda; de modo
que es un desvanecimiento plano, que puede controlarse con una elección adecuada de las
alturas de las antenas. Sin embargo, los desvanecimientos multitrayecto se originan por la
aparición de varios caminos de propagación entre el transmisor y el receptor, de forma que se
produce una interferencia entre el rayo directo y los rayos resultantes de la reflexión en el suelo
o en capas de la atmósfera. La señal resultante es la suma de una componente prácticamente
constante, correspondiente a la señal directa, y otras componentes de amplitudes variables y
fases aleatorias.

En condiciones normales de propagación, suele existir otro desvanecimiento, de


pequeña intensidad, originado por irregularidades en la troposfera, denominado “centelleo”, y
que se modela mediante una distribución gaussiana.

En la Recomendación UIT-R P.530-11 se incluyen, dentro de los efectos vinculados a


la propagación de ondas radioeléctricas con visibilidad directa, el desvanecimiento debido a la
propagación atmosférica por trayectos múltiples, asociados con la existencia de capas
refractivas anormales, y el desvanecimiento debido a la propagación por los trayectos múltiples
que se originan por reflexiones en distintas superficies. Además, se entiende que la difracción
debida a la obstrucción del trayecto por obstáculos en condiciones de propagación adversas y
la presencia de hidrometeoros en la atmósfera (fenómenos estudiados en los apartados 3.3.6 y
3.3.9, respectivamente) provocan también el desvanecimiento de la potencia recibida.

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