Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
S. García Olivares
Moderador. Junta Directiva Sociedad Pediatría Extrahospitalaria.
11
Por el contrario. la leche y derivados inhiben la vos centrales superiores y a veces pueden oca-
acción del flúor. sionar problemas como subluxaciones que pue-
La higiene dental debe iniciarse desde el den producir la obliteración del paquete vascular
comienzo de la erupción dentaria. Los padres lim- y posterior necrosis y fracturas, que pueden favo-
piarán la boca con una gasa humedecida hasta los recer la entrada de microorganismos a la pulpa
2 años de edad. De 2-4 años se permitirá que lo dental.
hagan con una pasta dentífrica sin flúor, porque a El pediatra debe valorar el problema, para remi-
estas edades suelen deglutir parte de la pasta. A tirlo, o no, al odontopediatra, considerando que las
partir de los 5 años se los limpiarán con una pasta restricciones de tiempo pueden afectar negativa-
de bajo contenido en flúor. De 6-7 años, la limpieza mente al pronóstico de ciertos traumatismos.
de los dientes debe convertirse en una medida de Resumiendo podemos decir que las funciones
rutina diaria, incorporada a los hábitos higiénicos del pediatra y del odontopediatra son instaurar en
del niño. edades tempranas de la vida programas de salud
Por último, no podemos dejar de anotar en este buco-dental, para detectar problemas y modificar
breve bosquejo el problema de los traumatismos conductas que pueden ser potencialmente dañi-
dentales, que afectan principalmente a los incisi- nas para la salud del niño.
La exploración bucodental en Pediatría
M. López Nicolás
13
presencia de una fisura o paladar hendido. Tam-
bién podremos detectar la presencia de nódulos,
quistes o tumores.
- En el paladar podemos encontrar las perlas
epiteliales de Epstein y las aftas de Bednar; ambos
procesos aparecen junto al rafe medio. Longitud y
tamaño de la úvula.
-Valoraremos el tamaño de la lengua (macro-
glosia, hipoglosia y aglosia) y su movilidad, a
veces limitada por los frenillos linguales (anquilo-
glosia). Presencia de tumefacciones o grietas.
-Valoraremos el color de la mucosa bucal, pro-
rezca una actitud positiva para recibir un trata- fundidad del vestíbulo, engrosamientos por suc-
miento posterior. ción de la mucosa labial (callo de succión).
Nos vamos a encontrar con dos variables que -Valoración del suelo de la boca, su coloración,
nos condicionan y limitan en nuestras actuaciones: elevaciones, conductos salivares, etc.
la comunicación y la cooperación del niño, que - En raras ocasiones podemos encontrarnos
van a estar intimamente relacionadas con la edad con dientes en el momento del nacimiento o que
y desarrollo de éste, pero que también se van a ver erupcionan en el primer mes de vida, suelen apa-
influidas por factores como las experiencias pre- recen a nivel de incisivos inferiores y generalmente
vias, ya sean propias y de su entorno familiar y es imprescindible la extracción para no dificultar la
social1. Todas estas variables van a favorecer o lactancia.
limitar la realización de la exploración. En el lactante (hasta los 24 meses de vida pos-
natal) realizaremos la exploración con ayuda de los
EXPLORACIÓN CLíNlCA padres3. El pediatra y la madre se sientan uno
Generalidades. frente a otro con las rodillas juntas, sosteniendo al
La forma en que vamos a abordar al niño para niño con sus piernas. La cabeza del niño des-
explorarlo va a depender fundamentalmente de la cansa sobre las rodillas del pediatra y la madre
edad que tenga. Nos vamos a encontrar con cinco sostiene las manos y controla las piernas con los
grupos diferentes de pacientes, con una capaci- codos. En esta posición, la madre puede observar
dad de colaboración diferente y que pueden agru- la exploración del niño y recibir las instrucciones
parse en, recién nacido, lactantes, preescolares, pertinentes (Fig.1).
escolares y adolescentes. Haremos una especial En los restantes grupos de edades, la explora-
mención a la exploración del neonato y lactante, ción se realiza ayudados por la colaboración del
por la peculiar dificultad que plantea abordar al niño y según sea la edad se realizará con el
niño con tan corta edad. paciente acostado o bien sentado en una silla.
En el recién nacido, una vez comprobado el La exploración del niño en edad preescolar
estado vital del neonato realizaremos la explora- (de 2 a 6 años) puede plantear dificultad,
ción de la boca, en donde destacaremos las pecu- pudiendo ser útil recurrir a que sea la madre
liaridades siguientes: quien se siente en el sillón con el niño puesto en
- Inspección en busca de malformaciones en los su regazo y abrazándolo para limitar sus movi-
labios (labio leporino) y valoración de su movilidad, mientos físicos.
que puede estar limitada por los frenillos labiales. Mientras realizamos la exploración debemos
Anotaremos el color, grietas, hendiduras, etc. disminuir la ansiedad del niño informándole en
-El examen interno de la boca lo realizaremos todo momento de lo que estamos realizando y pro-
por inspección directa cuando el niño llora y curando utilizar la mayor cantidad de refuerzos
mediante la palpación con un dedo2 para buscar la positivos.
Recogeremos todas las desviaciones morfológi-
cas o funcionales de lo que se considera normal,
para lo que resulta imprescindible tener en cuenta
los cambios previstos según la edad del niño.
Examen extraoral.
Nos centraremos en la exploración de la
cabeza y cuello, valorando el tamaño y forma del
cráneo; el color, simetría y pigmentaciones de la
cara; t a m ñ o y forma de la nariz; tamaño y locali-
zación de los oídos; situación y movilidad de los
ojos y exploración de la articulación temporoman-
dibular.
Si nos centramos en la esfera buco-dental reali-
zaremos la valoración de los labios, de la articula-
ción tempero-mandibular y el estudio del perfil en
sentido sagital y vertical.
* Exploración de los labios:
La piel debe estar intacta con textura firme y se-
mihúmeda. Debe estar libre de lesiones, cambios
de color, tumoraciones o sobrecrecimientos’.
Para su exploración realizaremos una inspec-
ción y una palpación con compresión bidigital bila-
teral, desplazándonos desde la linea media hasta
las comisuras (Fig. 2). meato auditivo externo y se pide al paciente que
En situación de reposo valoraremos la presen- abra y cierre la boca lentamente varias veces4 (Fig.
cia de: 3). Lo normal es encontrar una simetría en la fun-
- Fisuras o lesiones vesiculosas o úlceras. ción, con desplazamiento uniforme, sin dolor y sin
- Incompetencia del sellado (típico del respira- limitaciones.
dor oral). Junto a la inspección y palpación podemos rea-
-Asimetrías (lesión de un par craneal) lizar la auscultación para detectar la presencia de
-Sequedad de labios, queilitis. chasquidos de apertura o cierre.
-Presencia de hinchazones o edemas (cuadros Se le pide al paciente que realice movimientos
alérgicos). de lateralidad derecha e izquierda, con los dientes
-Presencia de lesiones traumáticas o grietas juntos y separados, valorando también los movi-
producidas por mordeduras. mientos protusivos.
Entre las anomalías más frecuentes que pode- La presencia de dolor, ruidos asimétricos o limi-
rnos encontrar destacamos: taciones en los desplazamientos son indicativos de
- Microstomía congénita o adquirida. anormalidad en la función de la ATM, que originará
- Labio leporino. el síndrome de disfunción temporomandibular.
- Labio doble. Palparemos los músculos maseteros y tempora-
- Hipertrofia congénita del labio. les pidiendo al paciente que apriete los dientes y a
- Fístulas mucosas. continuación se valora el tamaño y las asimetrías
* Exploración de ATM (articulación temporo- de las masas musculares.
mandibular): - Exploración facial:
Se palpa de forma bilateral colocando los Nos limitaremos a estudiar las proporciones de
dedos índice de cada mano justo por delante del la cara y su simetría en los planos frontal y lateral,
den ser origen de diastemas interincisales a nivel
superior y retracciones gingivales a nivel inferior.
* Exploración de la mucosa bucal:
Para su correcta inspección necesitamos
retraerla y separarla de los dientes de forma que
pueda verse hasta las zonas retromolares. La
retracción la realizaremos con los dedos de ambas
manos, pidiéndonos ayudar con un espejo intra-
oral, un separador o un depresor.
Al examinar la mucosa bucal debemos valorar
también todos los fondos de saco que están pre-
sentes a nivel vestibular. Además de la inspección,
permitiéndonos establecer la posición de las también realizaremos la palpación de la mucosa,
bases óseas y dientes en relación con la nariz, para lo que introduciremos dos dedos de una
mentón y labios. Toda valoración debe hacerse con mano en la boca y con los dedos de la otra mano
una perfecta orientación de la cabeza, encontrán- aguantamos los tejidos extraoralmente.
dose el plano de Frankfort y el plano bipupilar Buscaremos la presencia de tumefacciones,
paralelos al suelo y sin que exista ningún tipo de grietas, pigmentaciones y cambios de color. Fre-
rotación ni inclinación. cuentemente podemos encontrar mucosa mordis-
Ante una asimetría mandibular deberemos inda- queada, que suele aparecer en la mucosa yugal a
gar si es funcional o esquelética. En las funciona- nivel de la oclusión dentaria (linea Alba). Es fre-
les existe un desplazamiento lateral sin asimetria cuente que encontremos úlceras por decúbito y
estructural. En las asimetrías mandibulares esque- úlceras traumáticas.
léticas suele deberse a un crecimiento desigual de A nivel de molares superíores, nos encontramos
los cóndilos que ocasiona una diferente longitud con la papila parotidea, pudiendo estimularla con
de las ramas. el roce de un algodón y explorar su permeabilidad.
En niños pequeños (<6 años), el perfil suele ser - Exploración del paladar.
un poco convexo. Valoraremos el paladar duro y el blando
En niños mayores (6-12) el perfil suele ser un mediante la inspección simple y la palpación con
poco convexo y recto. presión digital de 1 ó 2 dedos contra los tejidos
Cuando el perfil es muy convexo o cóncavo duros. Hay que ser muy cautos y no presionar
tenemos que intentar establecer qué componente sobre el paladar blando, que puede desencadenar
esquelético o dental es el origen de la alteración. un reflejo nauseoso.
Examinaremos las estructuras anatómicas pre-
Examen intraoral. sentes: papila interincisiva, rafe medio, rugas pala-
- Exploración de la mucosa labial: tinas y fóvea palatina. Hay que observar la úvula pa-
Para realizar una buena inspección retraemos la latina buscando desviaciones en su forma y color.
mucosa labial separándola de los dientes, de Podemos encontrar cambios en la forma o
forma que nuestro dedo pulgar se coloque intra- deformidades producidas por hábitos (succión del
oral y los restantes, extraoralmente. pulgar, respiradores bucales, etc.).
Valoraremos la coloración roja y húmeda nor- Frecuentemente podemos encontrar masas
mal, así como la existencia de lesiones anormales óseas duras a nivel palatino que se corresponden
(aftas, úlceras de Mickulict, lipoidoproteinosis, con exostosis o protuberancias óseas que se sue-
lesiones ampollosas, etc.), masas, cambios de len localizar a nivel de la línea media del paladar
coloración y habitualmente pueden asentar úlceras (toro palatino), que están carentes de significación
traumáticas. No debemos olvidar la valoración del patológica.
frenillo labial superior e inferior (Fig 4). que pue- - Exploración de la lengua:
La revisaremos de forma independiente en sus
cuatro superficies (superior, inferior y caras laterales).
Para la exploración necesitamos retraer la len-
gua y nos ayudamos envolviendo el 1/3 anterior
con una gasa y traccionamos hacia afuera y late-
ralmente (Fig. 5). Ademas de la inspección, tam-
bién debemos realizar la palpación mediante la
compresión digital de la superficie.
Valoraremos el tamaño y disposición de las
papilas (filiformes, fungiformes y circunvaladas),
así como el tamaño, volumen y movilidad de la len-
gua (inspeccionaremos el frenillo lingual, que si es
corto puede limitar la movilidad “anquiloglosia”). o levemente comprometido o si, por el contrario,
Descartaremos la presencia de masas anorma- presenta una patología periodontal severa.
les o induraciones mediante la palpación digital. Lo primero que valoraremos es la higiene oral,
Frecuentemente, nos encontraremos en el buscando cambios en la coloración y en la textura
dorso de la lengua con zonas depapiladas (glosi- de las encias, así como la presencia de cálculos y
tis), aftas, mordeduras, usuras, hipertrofia de papi- sarro. En ocasiones puede ser necesario recurrir
las (lengua vellosa negra), etc. a soluciones reveladoras de placa para eviden-
Aveces vemos en la lengua como unas huellas ciarla.
dentarias que pueden deberse a una macroglosia Además de la simple inspección y palpación
(aunque el diagnóstico de macroglosia requiere un podemos recurrir al empleo de una sonda gra-
estudio más profundo, relacionando la posición y duada (sonda periodontal) que nos permite medir
motilidad de la lengua dentro de su continente), a los milimetros que hay desde el límite amelo-
la falta de espacio o es consecuencia del hábito cementado hasta el fondo de la bolsa gingival.
de comprimirla contra los dientes. Esto nos permite determinar el nivel de inserción y
El aspecto más importante del estudio clínico la profundidad de sondaje.
de la lengua es el funcional. en donde valoraremos Cuando el niño no tiene dientes podemos notar
la respiración, la deglución, la fonación y la pre- los abultamientos que presentan los rodetes gingi-
sencia de hábitos. vales y que se corresponde con las zonas de
Valoraremos también la presencia de halitosis y emergencia de los dientes primarios.
la cantidad y consistencia de la salivas Cuando la erupción está muy próxima podemos
- Exploración del suelo de la boca: apreciar un bultoma azulado que se corresponde
Se le pide al paciente que levante la lengua con el hematoma de erupción.
todo lo que pueda, valorando principalmente las Una vez han erupcionado los dientes buscare-
venas linguales, los pliegues fimbriados el frenillo mos la presencia de inflamaciones, fístulas o abs-
lingual, carúnculas sublinguales, pliegues sublin- cesos por patología dentaria, movilidades, úlceras
guales y pliegues linguales o aftas, etc.
Palparemos el suelo de la boca colocando una Registraremos la presencia de hipertrofías pro-
mano intraoral y otra extraoral y palpando los teji- ducidas por la falta de higiene tratamientos odon-
dos entre ambas manos en busca de masas o di- tológicos recibidos o por medicación. La presencia
ferencias de tamaño entre las glándulas sublin- de recesiones gingivales suele vincularse a los fre-
guales. nillos labiales inferiores y a un cepillado inade-
- Exploración de las encías: cuado o hábitos de tipo autodestructivo. La sola
Creemos que el pediatra debe poder realizar un tracción de los labios, si produce isquemia a nivel
diagnóstico correcto que le permita conocer si se de la inserción del frenillo demuestra que se está
encuentra frente a un niño con el periodonto sano alterando la integridad del periodonto.
Podemos encontrar gingivitis localizadas o * Caries (oclusales y proximales).
generalizadas que se van a manifestar por cam- * Afecciones no cariosas (atricción, abrasión,
bios en el color y en la forma gingival. Debe explo- hipoplasias, resorciones, decoloraciones, etc.).
rarse con una sonda periodontal, sangrando habi- * Cambios en el tamaño y forma.
tualmente con la simple exploración clínica. . Patología periodontal.
Cuando la gingivitis está establecida y evolu- * Traumatismos.
ciona hacia la destrucción de los tejidos de . Tratamientos recibidos.
soporte, se instaura una periodontitis, que cursa - En el conjunto de la arcada valoraremos:
con formación de bolsas periodontales y migración * Tipo de dentición (temporal, mixta, definitiva).
de la adherencia epitelial. . Recuento y enumeración de cada pieza den-
Entre las formas clínicas que podemos encon- taria, identificando los temporales y definitivos,
trar destacamos por su gravedad la gingivitis ulce- valorando las ausencias ya sean naturales o por
rativa necrotizante aguda, que suele aparecer en extracciones terapéuticas, registrando si se trata
adolescentes y se caracteriza por la necrosis y de agenesias, inclusiones o dientes supernume-
ulceración de la encía interproximal. Las úlceras se rarios.
cubren con una pseudomembrana y suelen gene- * Valoraremos la forma de arcada y la simetría,
rar halitosis. Otra forma de presentación sería la así como la disposición de los dientes dentro de
periodontitis juvenil, que suele afectara incisivos y ella.
primeros molares, con gran pérdida del hueso * Valoraremos la presencia de diastemas, api-
alveolar. ñamiento y malposiciones dentarias.
* Exploración de los dientes: -Valoración de las relaciones intermaxilares:
El pediatra debe estar preparado para recono- Para su examen, le pedimos al niño que cierre
cer la anormalidad en el desarrollo de las estructu- la boca, estudiando la oclusión de forma estática y
ras dentales y valorar en qué medida va a tener dinámica en los tres planos del espacio: transver-
una repercusión temporal o definitiva sobre el resto sal, sagital y vertical.
del conjunto buco-dental. . Análisis transversal: valoramos las compresio-
Debemos determinar con total exactitud el nes uni o bilaterales de las arcadas, simetría y mor-
número de piezas dentarias presentes, el tamaño y didas cruzadas laterales. Buscaremos la coinci-
la forma, sus posiciones (apiñamientos, ectopias. dencia o no de la linea media dentaria con la línea
etc.), caries, malformaciones coronarias, facetas media del maxilar superior o mandibular. Estudia-
de desgaste y mutilaciones, terapéuticas recibi- remos la relación transversal entre ambas arcadas,
das, movilidad de dientes temporales, etc. para comprobar si es normal o si hay mordida cru-
Realizaremos una exploración aislada para zada o mordida en tijera, uni o bilateral.
cada diente y otra exploración valorando todo el * Análisis sagital: estudiamos la relación canina
conjunto de la arcada, en donde revisaremos las y molar a nivel de los sectores laterales, utilizando
relaciones interoclusales de incisivos, caninos y la clasificación de Angle: clases I, ll y III. Se consi-
molares. dera clase I cuando la cúspide mesiobucal del 1er
La exploración individual de cada diente la molar superior ocluye en el surco bucal del 1er
haremos mediante la inspección simple con espejo molar inferior y el canino superior ocluye por detrás
y sonda exploradora o depresor lingual en su del inferior. En la clase ll, la relación del molar
defecto, intentando revisar todas las superficies de superior y del canino con respecto al inferior es
la pieza en cuestión. Emplearemos, además, la más adelantada. En la clase III, el molar y el canino
palpación digital y la percusión. Todos los datos superior se sitúan más hacía atrás con respecto a
deben ser reflejados de forma gráfica mediante un la arcada inferior.
odontograma, que nos tiene que permitir reflejar la En este plano también valoraremos el overjet o
dentición primaria, mixta y la adulta. resalte incisivo. Lo normal es que el incisivo supe-
- En cada diente valoraremos: rior se encuentre por delante del inferior en 2 mm.
* Análisis vertical: valoramos el Overbite o
sobremordida que presentan los incisivos. Lo nor-
mal es que los incisivos superiores sobrepasen el
borde incisal de los inferiores en 2-3 mm. En los
casos en que este solapamiento no se produce,
hablamos de valores negativos o mordida abierta,
con gran trascendencia funcional para la disclu-
sión de premolares y molares.
- Examen funcional de la boca:
Se realiza valorando la coordinación de los
movimientos necesarios para la deglución, respira-
ción, fonación y masticación. El examen funcional
precoz tiene por objeto descubrir anomalías que Como el tema que hemos tratado puede
puedan impedir la realización de estas funciones. exponerse mucho más intensamente pedi-
Podemos detectar la presencia de hábitos mos disculpas al lector por si lo encuentra
bucales, entre los que destacamos6: breve en su contenido o exposición. Nuestra
* Bruxismo: frotamiento con fuerza de los dien- intención es motivar y estimular al lector intere-
tes, sin guardar relación con la alimentación. Pro- sado para que consulte obras especializadas al
duce un desgaste intenso a nivel de molares y respecto.
dientes anteriores.
f Automutilaciones: se suele tratar de traumatis- BIBLIOGRAFíA
mos repetidos en una zona que se realiza 1. Planells del Pozo P, de Nova García JM, Barbería
mediante objetos o con el dedo (Fig. 6). Leache E. Historia clínica y exploración. En:
- Mordida del carrillo o labio. Barbería Leache E, Boj Quesada JR, Catalá
- Succión del labio. Pizarro M, García Ballesta C, Mendoza Mendoza
. Succión digital. A, eds. Odontopediatría. Barcelona: Masson;
. Exploraciones complementarias: 1995 .p.1-33.
El empleo de radiografías para completar la 2. Cruz M, Tapia M. Exploración de boca y gar-
exploración buco-dental, nos permite hacer un ganta. En: Galdó A y Cruz M. Tratado de explo-
diagnóstico temprano de la patología existente, ración clínica en Pediatría. Barcelona: Masson;
valorando toda su extensión y permitiéndonos 309-23.
observar estructuras no accesibles con la explora- 3. Burzynski NJ, Snawder KD. Examen clínico. En:
ción clínica simple. Snawder KD, ed. Manual de Odontopediatría
Podemos utilizar: clínica. Snawder KD, Barcelona: Labor; 1982
* Radiografías de aleta de mordida y periapica- .p.1-20.
les: nos permite conocer la morfología de las coro- 4. Woodall IR, Dafoe BR, Young NS, Weed-Fonner
nas dentarlas y diagnosticar las lesiones incipien- L, Yankell SL. Tratado de higiene dental. Barce-
tes a nivel interproximal. lona: Salvat; 1992 .p. 183-224.
f Ortopantomografias o radiografías panorámi- 5. McDonald RE, Avery DR. Examen de la boca y
cas: nos permite ver las alteraciones de las estruc- otras estructuras pertinentes. En: McDonald RE,
turas óseas, el desarrollo de los dientes permanen- Avery DR, eds Odontología pediátrica y del
tes, valorar las alteraciones en el número de los adolescente. Buenos Aires. Médica Panameri-
dientes (inclusiones, agenesias, etc.). cana; 1990 .p.11-32.
- Telerradiografías: nos aporta información 6. Morris ME, Braham RL. Hábitos bucales y su
sobre las estructuras craneofaciales y la relación manejo. En: Braham RL, Morris ME, eds. Odon-
que guardan los incisivos respecto a los maxi- tología pediátrica. Buenos Aires: Médica Pana-
lares. mericana; 1984. p..p. 420-4.
Enfermedades congénitas dentales: diagnóstico
de las alteraciones del color
C. García Ballesta
28
que se caracteriza clínicamente por la triada ano-
doncia, anhidrosis e hipotricosis, que son el resul-
tado del desarrollo defectuoso de las estructuras
de origen ectodérmico. La alteración oral más
importante es la hipodoncia y en muchos casos la
anodoncia, , que no es más que la manifestación de
la supresión total del ectodermo dentario. Los
niños con displasia ectodérmica tienen, por lo
general, un coeficiente intelectual normal y sus
expectativas de vida, igualmente, son normales.
En cuanto al diagnóstico de la agenesia, se
deberá realizar tanto por la clínica (figura 1) como
por el examen radiográfico.
Dientes supernumerarios.
La hiperodoncia se caracteriza por un número
de dientes superior al normal. El término de diente
supernumerario se emplea para definir toda pieza
dentaria que se presenta en la dentición, aumen-
tando el número normal de dientes en las arcadas.
No obstante, la mayoría de estos dientes suelen
estar retenidos en los maxilares y sólo se pueden
visualizar radiográficamente.
Adopta una rica variedad de formas respecto a
las piezas colindantes. La más comúnmente
adoptada es en cono o triangular (figura 2), siendo
de tamaño inferior a los incisivos superiores nor-
males. Aunque pueden tener una vía de erupción
normal, la mayoría suelen estar retenidos, incluidos
total o parcialmente en el hueso. FIGURA 2
Generalmente, nos debe hacer sospechar su Diente supernume-
existencia cuando uno de los incisivos centrales rario. El diente pre-
presenta un retraso largo en su erupción o lo hace senta una forma
en posición anómala, esto es, por la mucosa, con anormal (conoide).
la corona excesivamente vestibulizada.
31
La fluorosis suele ser simétrica, pero el grado de displasia de esmalte con diferentes niveles. La
de afectación puede ser variable de un diente a displasia afecta a los dientes de forma simétrica y
otro. Pueden estar afectados parte o toda la denti- bilateral, es decir, que se afectan de igual modo
ción permanente, dependiendo de la duración de dientes homólogos de cada lado de la arcada.
la ingestión de flúor y el momento de la vida en que
se ingiere. INFECCIONES PRENATALES
Debido a que los ameloblastos son suscepti-
DÉFICITS NUTRICIONALES bles a las noxas ambientales es lógico pensar que
Varios déficits vitamínicos (A, C, D y K) se han la displasia ocurra cuando el feto queda expuesto
relacionado, en animales, con hipoplasia de a la acción de ciertos microorganismos durante las
esmalte, pero en el hombre sólo el déficit crónico etapas de calcificación de los dientes. Las infec-
de vitamina D se ha demostrado estar asociado a ciones prenatales más características son.
la displasia.
De los niños que padecen raquitismo, sólo el NEFROPATÍAS
50% tendrán clínica de displasia de esmalte. Ésta Los niños afectados por este síndrome presen-
se puede mostrar como hipoplasia o como tan en sus piezas permanentes un porcentaje alto
hipocalcificación. Lo más frecuente es que el de hipoplasias, existiendo una correlación entre el
diente aparezca con hileras horizontales que se momento de la enfermedad renal y el momento en
corresponden exactamente con la zona de la que ocurrió la displasia del esmalte.
matriz formada en el momento del déficit vitamí-
nico. Es característico que la zona hipoplásica pre- ENDOCRINOPATÍAS
sente manchas y tinciones extrínsecas. La exten- Los hijos de madres diabéticas tienen una alta
sión de la hipoplasia es proporcional a la duración probabilidad de presentar hipoplasia de esmalte
del proceso. Cuanto mayor sea el tiempo, mayor la en los dientes primarios. Esta prevalencia dismi-
zona de hipoplasia. nuye ostensiblemente si las madres están cuida-
Además de la displasia es característico en la dosamente controladas de su diabetes mellitus en
deficiencia de vitamina D el retraso en la erupción el embarazo.
de los dientes.
LESIONES CEREBRALES
ENFERMEDADES EXANTEMÁTICAS La parálisis cerebral cursa, en un porcentaje
Las infecciones severas, sobre todo aquellas importante de casos, con alteraciones en la forma-
que causan con fiebre alta y exantemas en parti- ción del esmalte. En general, la hipoplasia es fre-
cular en el primer año de vida, afectan a veces a la cuente en niños con bajo coeficiente intelectual y/o
actividad ameloblástica y provocan lesiones hipo- alteraciones neurológicas. Incluso los defectos del
plásicas en el esmalte que se conocen categórica- esmalte constituyen una ayuda para establecer la
mente como hipoplasia febril. Incluso, en algunos cronología del daño cerebral en pacientes en los
niños un leve estado febril o una afectación sisté- que la causa no esté bien definida.
mica sin síntomas clínicos agudo puede interferir
con la actividad de los ameloblastos, afectando de ALERGIA
una manera permanente al esmalte en desarrollo. En niños con alergia congénita presentan áreas
El alcance de la displasia (anchura de las líneas de hipoplasia en la dentición temporal. Las lesio-
hipoplásicas) refleja la duración de la enfermedad, nes del esmalte se localizan en el tercio oclusal de
mientras que el patrón de la displasia (número y los caninos primarios y primeros molares, lo que
tipo de diente afectado) refleja la edad aproximada indica el inicio del último trimestre de la gestación.
del paciente en el momento de la enfermedad. Por
regla general, la hipoplasia febril afecta a múltiples TRASTORNOS NEONATALES
dientes en forma de líneas estrechas y horizontales Una variedad de factores etiológicos asociados
32
con el período neonatal (nacimiento prematuro, temporal con desplazamiento apical puede interfe-
hipocalcemia, etc.) puede causar hipoplasia de rir el proceso formativo adamantino. Además, el
esmalte. Tales displasias se llaman líneas neonata- trauma puede secundarse de una infección que
les. En su forma leve se refleja como una estría de producirá defectos en la superficie del diente per-
Retzius acentuada en los dientes temporales. En manente correspondiente. La extensión de la dis-
su forma grave, a veces, se detiene la formación plasia producida por el trauma es dependiente de
del esmalte, mostrando una zona de esmalte hipo- la extensión e intensidad de la lesión al igual que
Iásico. Las líneas neonatales se ven normalmente del estado de desarrollo de los dientes permanen-
en el tercio medio de los incisivos temporales y en tes en el momento de la lesión.
las puntas de las cúspides de los caninos y mola-
res, bien bajo la forma de hipoplasia, hipocalcifi- Cirugía.
cación o hipomaduración. La dentición perma- La cirugía reparadora de labio leporino y fisura
nente no se afecta. palatina se la considera responsable de una alta ta-
sa de displasia de esmalte en dientes anterosupe-
FACTORES LOCALES riores, tanto en dentición temporal como perma-
Infección apical. nente, con mayor porcentaje en estos últimos por
La hipoplasia localizada del esmalte de los encontrarse su estadio de desarrollo más temprano
dientes permanentes puede ser causada por en el momento del acto quirúrgico reparativo y. por
infecciones apicales de los predecesores tempo- lo tanto, ser más susceptibles de ser dañados.
rales. Tal displasia se conoce como "Dientes de
Turner”. En esencia, el mecanismo patogénico es Irradiación.
bastante sencillo. Una infección en el diente tem- La radioterapia a dosis curativas, por ejemplo
poral se difunde alrededor de los gérmenes per- ante una neoplasia, puede causar displasia de
manentes subyacentes, destruyendo el epitelio esmalte. Los dientes temporales no se suelen afec-
adherido del esmalte, exponiendo a éste a los tar por la irradiación a no ser que la mujer embara-
efectos de la inflamación y tejido de granulación. zada reciba tratamiento radioterápico y el feto esté
La extensión y la naturaleza de la displasia pueden expuesto accidentalmente a ello. Generalmente,
variar desde leve, en la que hay una ligera colora- se ve la displasia por irradiación en niños que
ción café del esmalte, hasta grave, en la cual exis- sufren neoplasias de cabeza y cuello en los prime-
ten zonas de hipoplasia que pueden extenderse ros años de vida.
por toda la corona. La intensidad del defecto Es frecuente observar secuestros dentales,
depende de la fase formativa en que se encuentre microdoncias, alteración de la morfología coronal y
el diente permanente y de la intensidad del esti- radicular y retraso de la erupción.
mulo nocivo del predecesor temporal.
Los dientes posteriores se afectan más que los Ventilación mecánica.
del grupo anterior, ya que en éstos las infecciones Moylan y Cols observaron que el 18% de los
apicales se producen normalmente después de niños que habían recibido tras el nacimiento respi-
iniciada la calcificación de los permanentes. ración asistida presentaban defectos dentales,
como consecuencia del trauma constante en la
Traumatismos. zona. Los dientes afectados eran principalmente
Los traumatismos en la dentición temporal pue- los incisivos primarios superiores del lado
den causar un patrón de displasia similar al causa- izquierdo (proporción 7 a 1), porque la laringosco-
do por la infección apical de un diente primario. A di- pia se realizaba desde el lado derecho de la boca.
ferencia de ésta, la displasia inducida por trauma-
tismos es más frecuente en los dientes anteriores. ALTERACIONES DE LA ESTRUCTURA DE LA
El mecanismo patogénico es similar al de los DENTINA
dientes de Turner; un trauma local en un diente Dos tipos principales de enfermedades genéti--
33
cas pueden afectar a la estructura y forma de la que los permanentes, ya que en éstos el desarrollo
dentina: tiene lugar cronológicamente más larde: incluso las
1. Enfermedades primarias: este primer grupo piezas que se calcifican posteriormente (segundo y
incluye aquellas enfermedades genéticas que úni- tercer molar) pueden verse no afectadas.
camente dan como resultado alteraciones en los La alteración es particularmente frecuente en el
dientes. borde incisal de incisivos y cara oclusal de dientes
2. Aquellos trastornos que afectan, además de posteriores, llegando incluso a una amputación
la dentina, a otros sistemas corporales. Es conve- coronal. La atricción marcada, visible sobre todo
niente señalar que en casos de síndromes comple- en la dentición temporal, puede llegar en casos
jos o alteraciones sistémicas, la lesión de la den- extremos hasta el desgaste total, observándose la
tina no es aislada, pues generalmente se afectan superficie dentaria en el ámbito de la encía. Las
otras estructuras dentales (esmalte, cemento). No fracturas espontáneas de raíz son frecuentes.
obstante, por motivos de claridad expositiva se Es característico de la dentinogénesis imper-
analizarán dentro del apartado de las alteraciones fecta que las caries progresen más lentamente de
de la dentina. lo normal. Incluso existe una resistencia importante
a padecerla y que puede ser debida a la gran
ENFERMEDADES PRIMARIAS DE LA DENTINA atricción.
La dentina en formación puede ser asiento de Tipo I:
diversas entidades nosológicas. Varios autores La dentinogénesis imperfecta ocurre concomi-
han propuesto clasificaciones de los defectos tantemente con la osteogénesis imperfecta. Esta
hereditarios primitivos de la dentina. Actualmente, entidad se hereda de forma autosómica domi-
se clasifican en dos grupos: dentinogénesis imper- nante, aunque la tercera parte de los afectados no
fecta y displasia dentinaria. presentan progenitores afectados clínicamente, lo
que sugiere o bien que algunas formas de la enfer-
DENTINOGÉNESIS IMPERFECTA medad se heredan de manera autosómica recesiva
Ha sido descrita con diferentes nombres: “Den- o la enfermedad tiene un alto índice mutacional.
tina opalescente parda hereditaria”, “Displasia de Se afectan las dos denticiones, aunque en la
Capdepot”, “Dientes sin corona” o “Dentinogéne- permanente las piezas que se desarrollan primero
sis hereditaria”. (incisivos y primeros molares) se afectan en mayor
Sobre la base de criterios clínicos, radiológicos grado que los que se desarrollan más tardíamente
e histológicos, Shield y Cols, clasificaron a la enfer- (premolares y segundos molares). Clínicamente,
medad de tres tipos: I , ll y III. los dientes son blandos, de consistencia terrosa,
Se transmite de forma autosómica dominante que tienden a fragmentarse fácilmente, por lo que
con penetrancia completa. La afección no salta las exodoncias deben ser muy cuidadosas.
generaciones y presenta un bajo índice de muta- Tipo III de Shields:
ciones. Afecta aproximadamente a uno por cada Es una forma de dentinogénesis imperfecta
8000 habitantes (I-700, I-9000). extremadamente rara que se hereda de forma
Clínicamente, el aspecto dental varía de color autosómica dominante. Esta variación fue descrita
oscilando desde el amarillo al pardo azulado u en un aislado genético, conocido por el nombre de
opalescente con brillo translucido. Los dientes al Brandywine.
erupcionar son normales en forma y estructura,
pero de color amarillento. Posteriormente, y más DISPLASIA DE DENTINA
en la dentición permanente, la coloración se torna Son un grupo de alteraciones de la dentina de
azul o grisácea opalescente. Las raíces también carácter hereditario y etiología desconocida que
adoptan un color ámbar. afectan a la dentina peripulpar y a la morfología
Todos los dientes en ambas denticiones se alte- radicular. Shields y Cols, clasificaron a las displa-
ran. Los temporales lo hacen más intensamente sias de dentina en dos tipos:
34
Raquitismo familiar hipofosfatémico. debidas a la edad y momento en que las alteracio-
También llamado raquitismo resistente a la vita- nes químicas de la enfermedad se producen en el
mina D, es una enfermedad debido al metabolismo niño.
anormal de la vitamina D, que ocasiona un déficit
en la absorción intestinal de calcio y como conse- Otros síndromes.
cuencia hipocalcemia, hipoparatiroidismo secun- Alteraciones en la dentina semejantes a los que
dario e hiperfosfaturia. Se hereda con carácter se observan en la displasia de dentina radicular se
autosómico dominante ligado al sexo, por lo que han visto en pacientes con el síndrome de Ehlers-
es más frecuente en niñas y más grave en varones. Danlos y en la calcinosis generalizada.
Clínicamente llaman la atención las intensas Síndrome de Ehlers-Danlos.
alteraciones óseas tipo raquítico, nanismo, defor- Es un complejo patológico del que se han des-
midades óseas, cráneo cuadrangular, hipotonía crito siete variantes, tres de las cuales se heredan
muscular, etc. De las alteraciones radiológicas de de forma autosómica dominante, tres con carácter
los huesos largos destaca la intensa osteoporosis recesivo y una ligada al cromosoma x.
y que la trama ósea ofrece un aspecto de “malla’ En el ámbíto dental se observan irregularidades
característico. en las uniones amelodentinarias y dentinocemen-
Con relación a las alteraciones dentales, éstas tales, formándose una dentina patológica, con
pueden ser las primeras manifestaciones de la mayor frecuencia en la raíz, que contiene inclusio-
enfermedad, siendo la evidencia cínica del sín- nes vasculares.
drome la aparición espontánea de abscesos y fís- Calcinosis.
tulas en dientes que no presentan otra patología. Es una enfermedad caracterizada por un depó-
La enfermedad, que afecta a las dos denticiones, sito anormal de calcio en los tejidos. Existen tres
se limita a la dentina, siendo raro que se altere el formas de presentación: generalizada, localizada y
esmalte. Radiográficamente, se observan grandes tumoral. Los depósitos calcificados son periarticu-
cámaras pulpares, llegando las astas pulpares lares, densos y se localizan en el tejido subcutá-
incluso hasta la punta de las cúspides. neo. Los dientes afectados presentan en el tercio
coronal calcificaciones intrapulpares que obliteran
Seudohípoparatiroidismo. la pulpa e incluso llegan a expandir la zona de la
Llamado también osteodistrofía hereditaria de raíz. Esta anomalía se piensa que es debida a la
Albright, es una enfermedad metabólica caracteri- calcificación de la papila dental.
zada por una alteración en la acción periférica de
la paratohormona. Lo más probable es que se ANOMALíAS DEL COLOR.
herede de forma dominante ligada al cromosoma Diferentes tinciones extrínsecas e intrínsecas
x, estando más afectados los varones que las pueden afectar tanto a la dentición temporal como
niñas. a la permanente. En tabla V podemos observar
Desde el punto de vista químico, la enfermedad una clasificación de los diferentes agentes causa-
se caracteriza porque el túbulo renal es insensible les de las tinciones dentales. Debido a su impor-
a la paratohormona, por lo que falta el efecto fosfa- tancia en el desarrollo dental, sólo vamos a anali-
túrico de la misma. Existe, por tanto, hipocalcemia zar, ya que la fluorosis dental fue estudiada, las
e hiperfosfatemia, asemejándose el cuadro a un pigmentaciones intrínsecas siguientes:
hipoparatiroidismo, pero que no puede corregirse
con la administración exógena de la hormona. PIGMENTACIÓN TETRACICLÍNICA.
Las alteraciones dentales afectan fundamen- La asociación entre la tinción intrínseca de los
talmente a la dentición permanente. En el esmalte dientes y la ingesta de tetraciclinas es conocida
se observan zonas de hipoplasia que varían desde desde 1956.
orificios en la superficie dental a líneas y bandas La pigmentación por tetraciclinas es una dicro-
de depresión. Estas variables quizás puedan ser mía adquirida, que va a afectar a todos los tejidos
claro hasta el gris oscuro. Junto con la tinción es
frecuente encontrar displasias del esmalte.
La localización de la tinción depende del perío-
do formativo del diente en que se administra el fár-
maco. Generalmente, se ve como bandas difusas,
de anchura variable, y en diferentes niveles de la
corona. Los colores varían y se dividen en tres
categorías:
1. Un color gris marrón causado normalmente
por la clortetraciclina.
2. Amarillo producido por la demetilclortetraci-
clina, tetraciclina y oxitetraciclina; ésta tiñe los
dientes en menor intensidad (figura 6).
3. Por último, los dientes pueden adoptar un
color marrón, pero es poco frecuente. No todas las
tetraciclinas producen tinción de los dientes. Este
es el caso de la doxiciclina, que no produce dis-
cromía alguna.
Hay una asociación significativa entre la ampli-
tud de la tinción y la dosis y el tiempo de adminis-
tración, en el sentido de que la tinción se incre-
menta si la terapia con el fármaco continúa por
más de tres días o se administra a una dosis supe-
rior a 21-26 mg/kg o más.
Debido a que la droga es capaz de atravesar la
duros. Cuando un tejido se encuentra en fase de barrera placentaria, los dientes primarios pueden
mineralización, como es el diente, las tetraciclinas ser afectados si la madre la toma en el embarazo.
se incorporan a la matriz del esmalte y la dentina El período crítico para la pigmentación tetraciclí-
combinándose con el calcio y formando un com- nica en la dentición temporal es entre los cuatro
plejo ortofosfato de calcio-tetraciclina insoluble. meses intraútero y los nueve meses después del
Provoca, de esta manera, una coloración irreversi- nacimiento. Para la dentición permanente entre el
ble que al erupcionar los dientes y estar expuestos nacimiento y los 7-8 años de vida. Por todo ello,
a la oxidación por la luz ultravioleta (luz solar) tiñen podemos concluir que las tetraciclinas no deben
los dientes de un color que va desde el amarillo administrarse ni en mujeres embarazadas ni en
niños menores de 8 años, salvo que otros fárma-
cos no sean eficaces y exista riesgo vital. No obs-
FIGURA 6 tante se han descrito coloración amarilla en terce-
Pigmentación gris ros molares (sus coronas terminan de calcificarse
oscura por la entre los 12-16 años) en jóvenes que han tomado
ingesta -durante el tetraciclinas para el acné juvenil.
período de calcifi-
cación- de demetil- ERITROBLASTOSIS FETAL
clortetraciclina. Otra de las causas que van a producir discro-
mías dentales es la producida por la incompatibili-
dad de Rh materno-infantil o por una transfusión
previa de eritrocitos Rh positivos. La patogenia de
la eritroblastosis fetal es bien conocida y no entra-
remos con detenimiento. Recordemos que la hemopatías como en la anemia drepanocítíca y en
causa más frecuente es la siguiente. Una mujer Rh la talasemia cuando éstas se presentan en período
negativa queda embarazada de un varón Rh posi- formativo dental.
tivo. Entonces, entre la madre Rh - y el feto Rh +
(heredado del padre) se produce una incompatibi- PORFIRIA ERITROPOYÉTICA CONGÉNITA
lidad debido a que por mecanismos no muy bien Es una afección muy rara, heredada de forma
aclarados, los hematíes del feto atraviesan la autosómica recesiva en la que hay depósitos de
barrera feto-placentaria y llegan a la madre inmuni- uroporfirinógeno I. Los síntomas principales son
zándola, respondiendo ésta con la producción de fotosensibilidad, lesiones cutáneas de tipo ampo-
anticuerpos frente a los hematíes del niño. Los anti- Iloso y a veces anemia hemolítica. La orina tiene un
cuerpos maternos atraviesan, a su vez, la pla- color típico rojo (vino de oporto). Un hallazgo cons-
centa, provocando la destrucción de los eritrocitos tante es la tinción de los dientes, de un color que
del feto, coexistiendo la anemia hemolítica con un varía entre amarillo y marrón rojo, a veces con un
excesivo número de eritrocitos nucleados en san- tinte rosa o púrpura.
gre periférica.
En cualquier caso, cuando un niño sufre una FIBROSIS QUÍSTlCA
ictericia hemolítica neonatal intensa y prolongada, Es frecuente observar dientes pardos, oscuros,
debido al depósito de bilirrubina y biliverdina en el grisáceos, en niños con fibrosis quística. Se ha
esmalte en formación, sus dientes temporales pue- sugerido que estas tonalidades sean consecuen-
den presentar una coloración amarillo verdosa. La cia de la propia patología o del tratamiento utili-
pigmentación no afecta de manera uniforme a las zado en la infancia, a afectados por esta enferme-
coronas de todos los dientes. Los incisivos centra- dad (tetraciclina a altas dosis). Hay autores que
les están completamente teñidos, pero los incisi- indican que quizás sea debido a la combinación
vos laterales, caninos y molares pueden estar sólo de ambos factores: enfermedad y su tratamiento.
parcialmente manchados.
En la eritroblastosis suelen coexistir fenómenos BIBLIOGRAFÍA
de hipoplasia de esmalte, similares a los que apa- García Ballesta C. Alteraciones congénitas de los
recen en la hipoplasia febril, en los bordes incisa- dientes. En: Barbería Leache E, eds. Odontope-
les de los dientes anteriores y en el centro de la diatría Barcelona: Masson; 1994.
corona de los caninos. Gorlin RJ, Pindborg JJ, Cohen MM. Síndromes de
Se han descrito tinciones dentarias en otras cabeza y cuello. Barcelona: Toray; 1979.
37
Enfoque diagnóstico por el laboratorio
en patologías frecuentes en Pediatría
J. Pellegrini Belinchón
Moderador. Pediatra Centro de Salud de Vitigudino. Salamanca.
El tema a tratar en esta mesa redonda es el Desde cualquier ámbito de la medicina, cuan-
enfoque diagnóstico por el laboratorio en patolo- do el profesional decide utilizar el laboratorio, el
gías frecuentes en Pediatría. Dada la amplitud de inicio es siempre la identificación de los exáme-
la cuestión, nos hemos centrado en tres apartados nes y pruebas apropiadas que confirmen o recha-
que, por su importancia y frecuencia, hemos con- cen una impresión clínica o bien para hacer un
siderado que son de primordial interés para el seguimiento del tratamiento. El segundo paso es
pediatra extrahospitalario, como son: la patología el establecimiento del orden o secuencia y la
nefrológica, excluida la infección urinaria, tema agrupación, cuando esto sea apropiado, de las
ampliamente tratado en el XI Congreso de Pedia- pruebas, importante en niños para evitar traumas
tría Extrahopitalaria celebrado en San Sebastián; el innecesarios.
laboratorio en el diagnóstico de la diarrea crónica En cuanto a la valoración de los datos obteni-
y el despistaje de la enfermedad alérgica. dos deben ser interpretados en el contexto de la
La Atención Primaria es la que el ciudadano historia clínica del niño y su exploración y en la
tiene más cerca, acoge de entrada cualquier pro- presunción del esclarecimiento de la fisiopatología
blema de salud de los niños percibido por la fami- o de la historia natural de la enfermedad, sin olvi-
lia o por el mismo pediatra. Históricamente, la falta dar, por otra parte, las limitaciones de los datos de
de una enseñanza práctica, así como la falta de laboratorio.
recursos humanos y/o materiales han sido el ori- Es necesario comparar los resultados con el
gen de la derivación sistemática de problemas que rango de referencia específico para las distintas
podrían resolverse en la Atención Primaria. En el edades del niño y el laboratorio concreto, sin olvi-
momento actual, estos problemas o han desapare- dar que éstos no son indicadores absolutos de
cido o están o deberían estar en vías de solución. salud o enfermedad -esto resulta más difícil para
En la medida en que el pediatra extrahospitalario lactantes y niños-, ya que algunos laboratorios nos
resuelva los problemas, los niños no irán al hospi- proporcionan solamente los rangos correspondien-
tal, la necesidad y capacidad que tenemos los tes a adultos, lo que puede llevar a conclusiones
pediatras de Atención Primaria para poder desa- erróneas.
rrollar nuestra especialidad en el ámbito extrahos- Para otros análisis es importante la fuente de la
pitalario redunda en beneficio de los niños y su muestra, problema sobreañadido en Atención Pri-
familia, evitando desplazamientos, problemas maria, sobre todo en centros de salud rurales,
laborales de los padres, gastos y hospitalizaciones donde se toman las muestras y se envían al labo-
innecesarias, al poder solucionar la mayor parte de ratorio de referencia, con los inconvenientes de
los problemas que no sean tributarios de técnicas conservación y transporte, las respuestas se alar-
que precisen hospitalización o prácticas muy sofis- gan en el tiempo y la comunicación entre clínica y
ticadas de especialistas en las distintas áreas laboratorio es difícil.
específicas pediátricas. Cuando el Comité Organizador de este XII Con-
El laboratorio es una herramienta cada vez más greso de Pediatría Extrahospitalaria acordó some-
necesaria y utilizada desde la Atención Primaria. ter a aprobación esta mesa redonda, sobre el enfo-
Como los signos de exploración, los datos de labo- que diagnóstico por el laboratorio de patologías
ratorio tienen su “jerarquía” y es preciso situarlos frecuentes en Pediatría a la dirección de la Socie-
en el plano que les corresponde al hacer el razo- dad de Pediatría Extrahospitalaria, propuso, no por
namiento diagnóstico. casualidad, que los ponentes llamados a
llar los distintos temas que vamos a ver en la pró- esto coordinar los distintos enfoques o aproxima-
xima hora y media fueran personas de reconocido ciones que sobre un mismo tema, una misma pato-
prestigio en sus áreas de actuación o especialida- logía, un mismo enfermo puede tener un pediatra
des hospitalarias y que la mesa fuera moderada desde el ámbito de la Atención Primaria o desde el
por un pediatra extrahospitalario, intentando con ámbito hospitalario.
El laboratorio en patología nefrológica
(1) Prof. Titular de Pediatría. Jefe de Sección de Nefrología Pediatrica. Universidad de Oviedo. Hospital General
de Asturias. (2) Servicio de Inmunología. Hospital Central de Asturias. Universidad de Oviedo. Asturias.
mente y de iniciar el diagnóstico etiológico pen- mento urinario la mejor forma de confirmar una
sando en las enfermedades responsables más fre- hematuria, considerando como tal la presencia de
cuentes. Sólo en algunas ocasiones será aconse- más de 5 hematíes/mm.c en muestra aislada, más
jable la remisión del enfermo a una unidad espe- de 3-5 hematíes/campo en muestra centrifugada y
cializada en nefrología pediátrica. superiora 5000 hematies/minuto en muestras minu-
tadas (3).
EL PEDIATRA, ANTE UNA HEMATURIA
La constatación de una hematuria en el queha- Caracterización de la hematuria.
cer pediátrico no es un hallazgo infrecuente. La detección de una hematuria en el sedimento
Según el programa japonés de despistaje de de una orina recién emitida permitirá conocer de
enfermedades renales llevado a cabo en alumnos entrada si se acompaña de proteinuria y cilindros
de escuelas primarias y secundarias entre 1974 y hemáticos. El interrogatorio de la familia facilitará
1986, la prevalencia de hematuria fue del 0.54% en conocer cómo fue el color de la orina, que apare-
niños de 6 a 11 años y del 0.94% en el grupo de cerá de diferente aspecto según se trate de hema-
edad de 12 a 14 años . 1 turia glomerular (color oscuro como coca-cola) o no
Los primeros pasos irán encaminados a confir- glomerular (aspecto rosado o rojo intenso, presen-
mar que se trata de una verdadera hematuria. El cia de microcoágulos, dolor lumbar, disuria) (4).
De mayor precisión se ha mostrado el examen de la microhematuria aislada (10). De los 251 niños
de la orina utilizando un microscopio de contraste detectados con esta anomalía se excluyeron 115
de fase, que permitirá conocer la morfología de que presentaban una causa renal subyacente. Da
los hematíes. La hematuria glomerular se caracte- los 136 restantes, 35 presentaron anomalías urina-
riza por la presencia de hematíes de diferentes rias 6 años después del diagnóstico y 100 mantu-
tamaños, dismórficos y de contornos irregulares (5). vieron la microhematuria sin proteinuria durante
Más concluyente aún puede resultar obtener, todo el período de seguimiento, pero ninguno
mediante autoanalizador, curvas de distribución desarrolló hipertensión arterial ni insuficiencia
volumétrica de los hematíes presentes en la orina. renal crónica tras un seguimiento medio de 7.4
Cuando éstos tienen un origen glomerular se años (rango 6-13 años). Estos hallazgos confirman
muestran de pequeño tamaño y presentan curvas el buen pronóstico de la microhematuria aislada
de distribución irregulares y asimétricas, por lo en niños y las limitadas indicaciones de biopsia
que el cociente volumen corpuscular medio (VCM) renal en estos pacientes.
de los hematíes urinarios/VCM de los hematíes de
la sangre es siempre menor de 1(6). Más sugerente EL PEDIATRA, ANTE UNA PROTEINURIA
si cabe es la presencia de más de un 5% de En condiciones normales, la excreción diaria de
hematíes dismórficos de tipo G1, que adoptan la proteínas por la orina no supera los 100 mg/m2/día
forma de “donuts” con una o más gemaciones (7). (4 mg/m2/hora), de los que el 30% es albúmina y el
70%, globulina. La existencia de una proteinuria
Aproximación diagnóstica. entre 4 y 40 mg/m2/hora sugiere enfermedad renal
Los niños con microhematuria no suelen pre- y cuando supera el límite de 40 mg/m2/hora se ca-
sentar patología glomerular subyacente de impor- taloga como de rango nefrótico.
tancia (8). Recientemente, se ha llevado a cabo un La prevalencia de proteinuria en niños de 6 a
estudio de metaanálisis (9) que ha revisado los cinco 11 años es del 0.08% y del 0.37% en los de 12 a
estudios llevados a cabo sobre microhematuría 14 años (1). Una vez confirmada la protenuria, el
detectada con motivo de screening en niños asin- laboratorio permite clasificarla como glomerular o
tomáticos, los tres trabajos sobre pacientes estu- tubular. La proteinuria glomerular es el resultado
diados por microhematuria como único dato de de una alteración de la permeabilidad del filtro
nefropatía y las cinco encuestas sobre biopsias glomerular que sobrepasa la capacidad de reab-
renales realizadas a niños con hematuria macro y sorción proteica de las células tubulares, lo que
microscópica. El estudio ha confirmado que la da lugar a que la albúmina y otras proteínas de
mayoría de los niños con microhematuria, ya fuera mayor peso molecular aparezcan en la orina. Por
detectada por screening o por motivo de consulta, el contrario, la proteinuria tubular, compuesta por
no presentaban una significativa enfermedad proteínas de bajo peso molecular como la liso-
renal subyacente. Sólo algunos padecían trastor- zima, la B-2-microproteína, la proteína ligadora del
nos con posibilidades de beneficiarse de una pre- retinol, etc., se produce por un fallo en la reabsor-
c o z detección y tratamiento (glomerulonefritis ción de las proteínas filtradas (11).
mesangiocapilar, uropatías obstructivas y urolitia- Mención aparte merece el término microprotei-
sis), nefropatías hereditarias o enfermedades nuria, que hace referencia a la cantidad de albú-
quísticas susceptibles de consejo genético. La mina que excede a la que de forma flsiológica se
prevalencia combinada de estos cinco procesos elimina por la orina, pero que no puede detectarse
varió entre 0.7.2% en niños con microhematuria por los métodos habituales en clínica. Esta micro-
detectada por screening y entre 3.3.13.6% para albuminuria subclínica constituye el primer signo
los que consultaron por este problema. de nefropatía diabética y su presencia en el ado-
A idénticas conclusiones ha llegado el pro- lescente diabético exige un riguroso control meta-
grama de screening llevado acabo en Japón, gra- bólico de la enfermedad con vistas a que regrese
cias al cual podemos conocer la historia natural o, al menos, se estabilice.
411
tre el aclaramiento de IgG y el aclaramiento de
transferrina. Valores inferiores a 0.1 definen a
una proteinuria como selectiva, propia del sín-
drome nefrótico a cambios mínimos. Por el con-
trario, valores superiores a 0.2 son característi-
cos de una protenuria no selectiva, propia de
otro tipo de glomerulopatías (13). Este índíce puede
realizarse también en muestra aislada con idén-
tica fiabilidad que en orina de 24 horas (14).
42
bajos de la fracción C3 del complemento orientará partidarios de biopsiar al niño con proteinuria, en
hacia el diagnóstico de tres entidades: nefropatía su mayor parte por interés académico y por la
Iúpica, glomerulonefritis aguda postinfecciosa o posibilidad de que pudiera favorecerse con un tra-
glomerulonefritis membranoproliferativa tipo II (17,18). tamiento apropiado(20).
Parecida opinión sostienen las compañías de
ACTITUDES POSIBLES ANTE UN NIÑO PORTA- seguros sanitarios, como ha puesto de relieve un
DOR DE HEMATURIA Y/O PROTEINURIA reciente trabajo(21) que ha tratado de conocer, a tra-
Más del 80% de los 109 pacientes registrados vés de un cuestionario enviado a 200 compañías
en el programa de detección de enfermedades aseguradoras de New York (EE.UU.), los inconve-
renales del Gobierno japonés (19) presentaron alguna nientes para asegurar a un niño con hematuria
de las tres siguientes entidades: nefropatía IgA asintomática o protenuria en forma de dos casos
(43.1%), enfermedad de membrana fina (19.3%) o clínicos idénticos al trabajo precedente. De las 97
glomérulos normales (18.3%). Se observaron remi- compañías (48.5%) que respondieron, 66 (68%) no
siones completas en el 60% de los niños con glo- expresaron inconvenientes en asegurar al paciente
mérulos normales, en el 14.3% en los portadores con hematuria, si bien 38 (58%) exigirían una
de enfermedad de membrana fina y en el 19.1% prima adicional. En cuanto al niño con proteinuria.
de las nefropatías IgA. Ningún paciente con enfer- 61 (63%) no pondrían reparos para asegurarlo,
medad de membrana fina o glomérulos normales aunque 50 (82%) requerirían el pago de altas pri-
desarrolló proteinuria importante o insuficiencia mas para hacerlo (p< 0.002 comparado con la
renal. Del grupo de portadores de nefropatía IgA, hematuria).
un solo paciente abocó a insuficiencia renal termi- Estas opiniones constituyen un argumento de
nal y dos se hallaban en insuficiencia renal crónica peso para recomendar un tratamiento conservador
en el momento de la publicación de los resultados. a los niños asintomáticos con hematuria o protei-
El 74.5% de los enfermos de nefropatía IgA y el nuria aisladas y con estudios analíticos y radiográ-
85.7% de los pacientes con enfermedad de mem- ficos normales, si bien teniendo presente que la
brana fina han seguido presentando alteraciones proteinuria implica siempre un mayor riesgo de
urinarias incluso hasta la edad adulta, sin que se sufrir una enfermedad renal grave que la hematuria
haya demostrado en ninguno de ellos deterioro de aislada.
la función renal.
La decisión de realizar o no una biopsia renal a EL PEDIATRA, ANTE UNA CIFRA ELEVADA DE
niños con hematuria o proteinuria como único dato CREATININA PLASMÁTICA.
de nefropatía sigue siendo una controvertida deci- Con el fin de evitar los errores atribuibles a la
sión para los pediatras. Con el f i n de conocer qué recolección de orina, labor siempre difícil durante
opinión tenían al respecto los expertos en nefrolo- la infancia, se ha introducido en clínica el uso de la
gía pediátrica, se ha llevado a cabo una encuesta concentración plasmática de creatinina como indi-
a 349 nefrólogos pediátricos norteamericanos en cador de la función renal y, a pesar de que no es
la que se les preguntaba su actitud ante dos situa- un buen marcador cuando la afectación de la fun-
ciones: 1ª) varón de 9 años con una microhematu- ción renal es leve, ha demostrado una excelente
ria de 20 hematíes/campo sin proteinuria y 20) correlación con el aclaramiento de inulina.
varón de 9 años con proteinuria de 2+ (600 mg/24 La creatinina es una sustancia endógena deri-
horas) sin hematuria(20). De los 256 (73%) que res- vada del metabolismo muscular que se produce
pondieron, sólo un 5% afirmó que biopsiarían al en cantidad proporcional a la masa muscular total.
niño con microhematuria. Las principales razones Su determinación en sangre se realiza mediante la
esgrimidas fueron interés académico y la presión técnica de Jaffé, que tiene el inconveniente de
familiar por conocer el diagnóstico y el pronóstico reaccionar con otros cromógenos circulantes
de la enfermedad renal. En contraste con estas como glucosa, cuerpos cetónicos y bilirrubina,
respuestas, 96 especialistas (38%) se mostraron capaces de provocar una sobreestimación de esta
43
hacia la mitad de la segunda semana postnatal.
Tras esta disminución inicial, la creatinina plasmá-
tica se mantiene estable durante los dos primeros
años de vida. A partir de esta edad aumenta, si
bien los varones presentan siempre valores más
altos que las niñas, de forma que al finalizar la ado-
lescencia la creatinina plasmática alcanza los 0.9
+/- 0.2 mg/dl en niños frente a 0.7 +/- 2 mg/dl en
niñas. A pesar de ello, el filtrado glomerular co-
rregido para la superficie corporal se conserva
casi constante y no presenta diferencias entre
sexos (25,26).
La creatinina plasmática refleja el filtrado glo-
merular sólo en condiciones de estabilidad, de tal
forma que ante situaciones de fracaso renal agudo
es necesario esperar varios días hasta que alcan-
ce un nuevo valor constante. Por otra parte, y co-
mo norma de aplicación práctica en situaciones de
insuficiencia renal crónica durante la infancia, una
reducción del 50% de la función renal implica que
los valores de creatinina plasmática duplican el va-
lor normal para la edad y sexo(26). La concentración
sérica de creatinina, cuando se determina en for-
ma seriada proporciona un buen conocimiento de
la función renal del paciente y su evolución. Así, por
ejemplo, en presencia de nefropatías evolutivas, en
las que es difícil discernir si la elevación de la cre-
atininemia es debida al incremento de la masa
muscular experimentada con la edad o a la propia
concentración (22). Para atenuar estas interferencias, nefropatía, el cociente 1/creatinina plasmática (in-
se prefieren los métodos cinéticos de la reacción versa de la creatinina) ha demostrado su utilidad.
de Jaffé, de mayor especificidad para la creatinina,
ya que el picrato reacciona más rápidamente con Valoración de la función renal a partir de las
la creatinina que con el resto de cromógenos (23). cifras de creatinina plasmática y medidas
A diferencia de lo que ocurre en el adulto, para antropométricas:
interpretar un valor de creatinina plasmática en un Basado en el hecho de que la excreción renal
niño es preciso conocer cuáles son los valores nor- de creatinina es proporcional a la producción de
males para cada edad y sexo (Fig. 1). Los princi- esta sustancia y que ésta depende de la talla,
pales factores que influyen en los niveles de crea- desde hace algunos años, y con vistas a prescindir
tinina plasmática durante la infancia son: el de la recolección de orina, se utilizan profusa-
aumento progresivo del flujo glomerular, el incre- mente las fórmulas que permiten calcular el filtrado
mento de la masa muscular y los valores de creati- glomerular a partir de la creatinina plasmática y la
nina materna cuando se trata de recién nacidos en talla. La más utilizada en niños de 2-12 años es la
los primeros días de vida . Así, en el neonato a tér-
24 propuesta por Schwartz y Cols (27), que facilita el fiI-
mino, la creatininemia aumenta en 0.09 + 0.04 trado glomerular estimado (FGE):
mg/dl durante las primeras horas de la vida; poste- K,talla (cm)
FGE (ml/min/l.73 mZ) =
riormente desciende hasta alcanzar 0.4 mg/dl Creatinina plasmática (mg/dl)
Valor de K: Los valores de K son variables 11. Cooper EH, Morgan B. Proteinuria. AACC Prot
según la edad y sexo del niño en función de la 1984;1:1-11.
composición corporal, hábitos dietéticos, elimina- 12. Elises JS, Griffiths PD, Hodking MD, et al. Sim-
ción urinaria de creatinina, errores en la obtención plied cuantification of urinary protein excretion
de orina y falta de precisión en la medición de la in children. Clin Nephrol 1988;30:225-9.
creatinina (tabla ll)(28). Teniendo en cuenta que tanto 13. Cameron JS, Blanford G. The simple assess-
la obesidad como la desnutrición conllevan una ment of selectívíty in heavy proteinuria. Lancet
disminución del porcentaje de peso corporal 1966;2:242-3.
correspondiente a músculo y, en último término, 14. Sánchez Jacob M, Molino A del, Diéguez MA,
del contenido proteico corporal, el valor de K en Santos F, Málaga S, Crespo M. Selectividad de
estos grupos de sujetos es siempre menor. proteinuria en muestra aislada. Libro de actas
de la XIII Reunión Nacional de la Sección de
BlBLlOGRAFÍA Nefrología Pediátrica. Sitges. 1986.
1. Murakami M, Tamamoto H, Ueda Y, Murakami K, 15. Larson TS. Evaluation of proteinuria. Mayo Clin
Yamauchi K. Urinary screening of elementary Proc 1994;69: 1154.8.
and junior high-school children overa 13 year 16. Glassock RJ. Postural (orthostatic) proteinuria.
period in Tokio. Pediatr Nephrol 1991;5:50-3. No cause for concern. N Engl J Med 1981;
2. Cochat P, Dubourg L. Koch Nogueira P, Peretti 305:639-41.
N, Vial M. Analyse d’urine par bandelette réac- 17. Frémeaux-Bacchi V, Blouin J, Weis L. L’explora-
tive. Arch Pediatr 1998;5:65-70. tion du systéme du complement en practique
3. Rodríguez Soriano J. Hematuria y proteinuria en clinique. Arch Pediatr 1994;1:71-7.
la infancia. En: Pediatría Práctica. Barcelona: JR 18. Fleisher TA, Tomar RH. Introduction to diagnos-
Prous Editores; 1995 .p. 93-l 10. tic laboratory immunology. JAMA 1997;278:
4. White RHR. The investigation of haematuria. 1823.34.
Arch Dis Child 1989;64:159-65. 19. Takebayashi S, Yanase K. Asymptomatic
5. Birch DF, Fairley KF. Hematuria: Glomerular o abnormalities found via the Japanese School
non glomerular. Lancet 1979;2:845-6. Screeening Program: a clinical, morphological
6. Lettgen B, Hestermann C, Rascher W. Differen- and prognostic analysis. Nephron 1992;61:
tiation of glomerular and non-glomerular hema- 62-8.
turia in children by measurement of mean cor- 20. Feld LG, Stapleton FB, Duffy L. Renal biopsy in
puscular volume of urinary red cells using a children with asymptomatic hematuria or protei-
semi-automated cell counter. Acta Paediatr nuria: survey of pediatric nephrologists. Pediatr
1994;83:946-9. Nephrol 1993;7:441-3.
7. Lettgen B, Wohlmuth A. Validity of G1-cells in the 21. Feld LG. Stapleton FB. Insurability for asympto-
differentiation between glomerular and non-glo- matic hematuria or proteinuria during childhood.
merular hematuria in children. Pediatr Nephrol Am J Kidney Dis 1993;22:261-3.
1995;9:435-7. 22. Hadj-Aïsa A, Cochat P, Dubourg L, et al. La
8. Fitzwater DS, Wyatt RJ. Hematuria. Pediatr mesure de la fonction rénale chez I’enfant. Arch
Review 1994;15:102-8. Pédiatr 1994; 1:273-80.
9. Benbassat J, Gergawi M, Offringa M, Drukker A. 23. Goldsmith DI, Novello AC. Clinical and labora-
Symptomless microhematuria in schoolchildren: tory evaluation of renal function. En: Edelman
causes for variable management strategies. CM Jr, ed. Pediatric Kidney Disease. 2ª ed. Litle
QJM 1996;89:845-54. Brown; 1992 .p. 461-73.
10. Hisano S, Kwano M, Hatae K, Kaku Y, Yamane 24. Málaga S, Santos F, Rodríguez LM, Rey C, Ore-
I, Ueda K, Uragoh K, Honda S. Asymptomatic jas G. Exploración básica en Nefrología Pediá-
isolated microhematuria: natural history of 136 trica. Bol Pediatr 1989;30:315-23.
children. Pediatr Nephrol 1991;5:578-81. 25. Gouyon JB, Guignard JP. Fonction rénale et
45
equilibre hydroélectrolytique chez le nouveau- tion rate in children derived from body length and
né. Arch Fr Pediatr 1987;44:57-64. plasma creatinine. Pediatrics 1976;58:259-63.
26. Atiyeh BA, Dabbagh SS, Gruskin AB. Evalua- 28. Schwartz GJ, Brion LEP, Spitzer A. Uso de la
tion of renal function during childhood. Pediatr concentración plasmática de creatinina para
Rev 1996;17:175-80. estimar el índice de filtración glomerular en lac-
27. Schwartz GJ, Haycock GB, Edelman CM Jr, tantes, niños y adolescentes. Clin Pediatr Nort
Spitzer A. A simple estimate of glomerular filtra- Am (ed. esp.) 1987;3:615-36.
El laboratorio en el diagnóstico de la diarrea
crónica
La diarrea crónica es el síntoma con que se Para hacer un correcto enfoque de una diarrea
expresan algunas enfermedades del aparato crónica, necesariamente tenemos que apoyarnos
digestivo y puede ser la consecuencia de altera- en los datos de la historia clínica, que son los que
ciones de la digestión luminal, parietal, del trans- van a orientar para hacer un uso racional de los
porte, de la morfología del intestino, de la micro- métodos de laboratorio.
flora o de la motilidad. Es importante investigar los antecedentes fami-
En los defectos de la digestión luminal, la insu- liares: familiaridad, enfermedades digestivas, pul-
ficiencia del páncreas exocrino o las alteraciones monares, respiratorias o alérgicas, así como los
de secreción de sales biliares son las causas más antecedentes personales: peso y talla al naci-
frecuentes. Las dos enfermedades más comunes miento, cronología de expulsión de meconio, intro-
son la fibrosis quística y las colostasis; ésta no se ducción de alimentos y relación de esto con la
manifiesta con diarrea crónica. aparición de los síntomas, evolución de las curvas
Entre los trastornos de la digestión parietal, las de peso y talla, etc.
entidades clínicas más frecuentes son las intole- El análisis pormenorizado de la semiología del
rancias secundarias a los azúcares, que pueden síntoma guía, la diarrea, debe incluir averiguar la
ser debidas a diversas etiologías. Las formas pri- edad de comienzo, la relación con la ingesta de un
mitivas de origen congénito son excepcionales. determinado alimento, el número de deposiciones
Las alteraciones de la morfología, la atrofia de por día, las características de las mismas: olor,
las vellosidades intestinales son características de coloración, si son brillantes y adherentes, si se
la enfermedad celiaca y con frecuencia están tam- acompañan de ruidos a la emisión, de gas, de eri-
bién presentes, aunque en menor grado, en la into- tema perianal, si contienen moco, sangre o restos
lerancia a las proteínas alimenticias. de alimentos sin digerir, etc.
El cuadro más común de alteración de la motili- También es preciso investigar los síntomas y
dad, aunque este trastorno no está totalmente signos que acompañan a la diarrea, como vómitos,
demostrado, es la diarrea crónica inespecífica que modificaciones del carácter, pérdida de peso
puede considerarse un equivalente del síndrome estancamiento de la velocidad de crecimiento, dis-
del colon irritable del adulto. tensión abdominal, signos carenciales, desnutri-
ción, alteraciones respiratorias, lesiones de la piel,
Enfermedades más frecuentes que consultan enfermedades asociadas, etc.
por diarrea crónica. Conocer todos los datos anteriores es esencial
1. Alteraciones de la digestión luminal: para llegar a una aproximación diagnóstica clínica
- Fibrosis quistica. y utilizar posteriormente de forma racional las prue-
- Colostasis. bas complementarias.
2. Alteraciones de la digestión parietal: Para seleccionar adecuadamente los exáme-
- Intolerancia a los azúcares. nes de laboratorio, se debe comenzar por las
3. Alteraciones de la mucosa intestinal pruebas más simples, pasando posteriormente a
- Enfermedad celiaca. pruebas más complejas cuando con las primeras
- Intolerancia a proteínas alimenticias. no se llegue a una confirmación diagnóstica. Por
4. Alteraciones de la motilidad. supuesto, siempre es preciso individualizar cada
- Diarrea crónica inespecífica o síndrome de caso y cada patología y se deben evitar las peti-
colon irritable. ciones globales.
A.I. Tabar’, B.E. García, J.M. Olaguibel, B. Gómez, N. Labarta,
M.T. Aldunate, I . Lázaro, I. Larrea, S. Echechipía
’ Jefe de la Sección de Alergia. Sección de Alergia. Hospital Virgen del Camino. Pamplona.
1
La prevalencia de atopia, definida como la pre- miento es perfectamente conocido en nuestro país
disposición para desarrollar enfermedades alérgi- desde el año 1992, tras desarrollar, avalado por la
cas (propensión a producir IgE) es variable en el Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clí-
mundo, pero oscila en un rango entre un 10 y un nica, un estudio nacional, prospectivo, transversal
45% dependiendo de la raza, edad, sexo, factores y observacional en el que participaron 266 espe-
ambientales y criterios diagnósticos utilizados. Si la cialistas de todo el territorio, con un muestreo de
definición se realiza en términos de prick test posi- 4.029 pacientes, incluyendo cada especialista en
tivos a uno o más neumoalergenos habituales, esa un período de tiempo predeterminado los datos de
prevalencia se sitúa en el orden del 25 al 30%. 15 pacientes consecutivos de primera visita sin
No obstante, sólo una proporción de los sujetos diagnóstico previo alergológico3.
atópicos desarrollan la enfermedad (alergia equi- La edad media de los pacientes fue de 24.8 i
vale a la expresión de la enfermedad IgE 17.8 años, encontrándose el 40% de la muestra en
mediada). Hoy se acepta que el 20% de la pobla- edades pediátricas. Sabemos también que el 35%
ción general va a desarrollar en un momento de su de los pacientes derivados a la consulta del aler-
vida una enfermedad alérgica, por lo que estamos gólogo, lo es desde el área pediátrica extrahospi-
en condiciones de afirmar que las enfermedades talaria y que de ese porcentaje, un 75% fueron
IgE mediadas constituyen una de las patologías diagnosticados de enfermedad alérgica.
más frecuentes en el mundo. El diagnóstico final de los pacientes pediátricos
Estos datos epidemiológicos, unidos a la cer- fue de asma en un 52.6% de los casos, rinitis en un
teza de que el número de pacientes con asma, 47.5%, conjuntivitis en un 23%, urticaria en un
rinoconjuntivitis y eczema ha aumentado de forma 7.9%, dermatitis atópica en un 5.3%, alergia ali-
notable en los últimos 30 años (por ejemplo, la fre- mentaria en un 6%, alergia a medicamentos en un
cuencia de pacientes con asma ha pasado de ser 6%, dermatitis de contacto en un 0.6% y anafilaxia
entre 2.5 y 3% a ser entre 6 y 8% en este período) por himenópteros en un 0.4%.
y sigue aumentando en la actualidad, situando el Cabe destacar que, en alergia respiratoria, la
coste de su tratamiento a unos niveles difíciles de consulta del alergólogo supuso cambios impor-
asumir por los servicios de salud, nos obliga a la tantes en la actitud terapéutica, de forma que en
comunidad científica a investigar, conocer y esta- el 77% de los casos se introdujeron o eliminaron
blecer mecanismos de mejora tanto para la identi- más de dos fármacos del plan terapéutico previo
ficación de grupos de riesgo como para el diag- de los pacientes, sin tener en cuenta, por
nóstico precoz y tratamiento de estos pacientes. supuesto, los tratamientos específicos como inmu-
Estudios realizados en familias de atópicos y noterapia y/o medidas de deslergenización
gemelos indican que factores genéticos determinan el ambiental. En un porcentaje muy alto de los casos
origen de la respuesta inmune e inflamación alérgica, destaca la introducción de tratamiento antiinflama-
pero que la aparición de la enfermedad depende de torio preventivo.
factores ambientales y de la edad del paciente . 1,2 En el 80% de los pacientes con asma y rinocon-
juntivitis se logró realizar el diagnóstico etiológico:
FACTORES EPIDEMIOLÓGICOS DE LAS pólenes (57% en rinoconjuntivitis y 34% en asma
ENFERMEDADES ALÉRGICAS EN ESPAÑA. bronquial), ácaros (50% en rinoconjuntivitis y 53%
ALERGOLÓGICA de asma bronquial), epitelios (13% en rinoconjunti-
El perfil de los pacientes alérgicos y su trata- vitis y 15% en asma bronquial) y hongos aeróge-
52
nos (5% en rinoconjuntivitis y 8% en asma bron-
quial).
El tercer punto importante que se desprende
del estudio es la alta frecuencia de otras enferme-
dades alérgicas asociadas en los pacientes con
dermatitis atópica y alergia alimentaria (17% en
asma y 28% con rinoconjuntivitis:
Por último y en cuarto lugar llama la atención el
diagnóstico etiológico de alergia alimentaria (dife-
rente del clásicamente establecido), puesto que
destaca un grupo en cabeza formado por frutas y
frutos secos con porcentajes superiores al 20%,
seguido de los alimentos clásicos como leche,
huevo y pescado, con porcentajes entre el 10 y el
20% (tablas I y ll).
53
nos de hiperinsuflación u otras alteraciones torá- ra, UniCAP f5, como resultado de una mezcla ba-
cicas. lanceada de cinco alergenos alimentarios:
Si se sospecha asma debe ser realizada una cacahuete, leche, huevo, trigo y pescado.
espirometría basal. Un resultado positivo de la prueba demuestra la
No obstante los resultados de la historia clínica, presencia de anticuerpo IgE específicos frente a
la exploración física e incluso la exploración fun- los alergenos incluidos en la mezcla. Un resultado
cional en pacientes con asma no resuelven las pre- negativo demuestra la ausencia de anticuerpos
guntas que debemos plantearnos: específicos.
A) ¿Es el paciente atópico? La técnica viene avalada por ensayos de sensi-
B) ¿Los síntomas del paciente son de enferme- bilidad y especificidad.
dad alérgica? El primer ensayo de Phadiatop neumoalergenos
C) ¿Cuál es el alergeno o los alergenos relevan- fue realizado en 894 pacientes consecutivos, obte-
tes desde el punto de vista clínico? niéndose una sensibilidad del 91% y una especifici-
Para ello disponemos de los tests específicos cidad del 92%.
alergológicos tanto test “in vitro” cuantificación de El primer ensayo de UniCAP alimentos arroja
IgE Total e IgE alergeno específica. sensibilidad del 89% y especificidad del 96%. Si
Los tests “in vivo”, por su complejidad, no en estos datos fueran extrapolables a nuestra pobla-
cuanto a la realización técnica, sino en lo referente ción estaríamos ante una técnica de screening
a la elección adecuada del panel de alergenos y a absolutamente ínteresantee,‘3.
la interpretación de forma habitual, son reservados Con el objetivo de determinar la eficacia de
a especialistas. Phadiatop para identificar patología alérgica en
Sin embargo, los tests “in vitro” tanto IgE como pacientes con síntomas respiratorios crónicos,
el Phadiatop pueden resultar útiles como técnicas diseñamos un estudio comparativo en el que el
de screening. patrón oro era el resultado del estudio alergológíco
completo.
Determinación de IgE Total Partiendo de una población de 500.000 habi-
La determinación de IgE Total ha sido utilizada tantes, con una prevalencia estimada de atopia del
todos estos años como técnica de screening en 20%, una probabilidad de error x de 0.05% y una
procesos alérgicos. Su gran variabilidad individual, potencia de 0.95%, estimamos una muestra de
la baja especificidad, ya que puede estar aumen- 1.500 pacientes.
tada en más de dos desviaciones estándar en múl- Fueron incluidos en el estudio todos los pacien-
tiples procesos patológicos, como son ciertas tes remitidos a nuestro servicio para valoración de
infecciones, neoplasias, inmunodeficiencias, enfer- posible alergia respiratoria en las fechas compren-
medades cutáneas, síndromes renales, heptopatía das entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 1997.
e incluso grandes quemados y su baja sensibili- En el estudio participaron cuatro especialistas
dad (un 40% de los pacientes con patología aler- con un método clínico de trabajo protocolizado y
gológica tienen valores dentro de límites norma- con actividad en consulta clínica alergológica
les), limitan sus posibilidades. habitual que oscila entre 8 y 16 años.
Se considera el patrón oro del diagnóstico el
Phadiatop. estudio alergológico completo que determine el
UniCAP Phadiatop es una prueba “in vitro” basada especialista que estudió al paciente.
en la tecnología de Inmunocap (Fluoro enzimo inmu- A todos los pacientes se les realizó pruebas
noensayo) para determinar los diferentes anticuerpos cutáneas en prick, determinación de IgE Total,
específicos de IgE en alergenos inhalantes y alimen- determinación de IgE Específica (Phleum pratense
tarios en el suero y plasma humano. en pacientes con síntomas estacionales y D. pte-
En el momento actual disponemos en el mer- ronyssinus en pacientes con síntomas perennes) y
cado de dos presentaciones diferentes. La prime- UniCAP Phadiatop.
54
RESULTADOS nic airways obstruction in a sample from the
Los resultados del ensayo nos permiten afirmar general population. N Engl J Med 1987;317
que la determinación de Phadiatop UniCAP es una 1309-14.
técnica de screening adecuada en alergia respira- 7. Frew AJ, Kennedy SM, Can-Yeung M. Methacho-
toria, superando en especificidad y sensibilidad a line responsiveness, smoking and atopy as risk
la determinación de IgE Total. factors for accelerated FEV1 decline in male
El conocimiento del Mapa Alergológico en w o r k i n g populations. A m Rev Respir Dis
España, con un perfil definido del paciente pediá- 1992;146:878-83.
trico con enfermedades alérgicas, y los resultados 8. Jacobsen L, Dreborg S, Ferduosi HA, Moller C
del ensayo clínico de Phadiatop, nos permiten pre- Volovirta E, Wahn U, Nipgemann B, Sparholt S,
sentar los algoritmos de conducta deseables en Lowenstein H. Prevention of asthma by specific
Pediatría extrahospitalaria ante esta patología tan immunotherapy (The PAT study). Five year
prevalente y afinar los protocolos de derivación follow up. Allergy 43;53:169.
hacia atención especializada. 9. Paganelli R, Ansotegui IJ, Sastre J, Lange C-E,
Roovers MH, de Groot H, et al. Specific IgE anti-
BlBLlOGRAFíA bodies in the diagnosis of atopic disease. Clini.
1. Young RP, Hart BJ, Merett TG, Read AF, Hopkin cal evaluation o a new in vitre test system, Uni.
JM. House dust mite allergy: Interaction of CAPTM. in six European allergy clinics. Allergy.
genetic factors and allergen dosage. Clin Exp De próxima aparición.
Allergy 1992;22(2):205-11. 10. Zimmerman B, Fosyth S. Diagnosis of allergy in
2. Hamson B, Mcgue M, Segal NL, Blumenthal MN. different age groups of children: use of mixed
Atopic Disease and Immunoglobulin-E in Twins allergen RAST discs, Phadiatop and Pediatric
Reared Apart and Together. Am J Hum Genet mix. Clin Allergy 1988;18:581-7.
1991;48:873-9. 11. Warner JO. Early treatment of the atopic
3. Factores Epidemiológicos Clínicos y Socioeconó Child. Pediatr Allergy Immunol 1997;8 Suppl 10
micos de las Enfermedades Alérgicas en España. 46-8.
Alergología. Sociedad Española de Alergología e 12. Liappis N, Starke A, Mallmann R. In-vitro scree-
Inmunología Clínica. Madrid: Nilo; 1995. ning for allergies with the Pharmacia CAP Ige
4. Blair H. Natural history of childhood asthma: a 20 test, the SX-1 test for inhalative allergens, and
year follow-up. Arch Dis Child 1977;52:613-9. the fx5 test for nutritive allergens. The incidence
5. De Gooijer A, Brand PLP, Gerritsen J, Köeter GH, of atopia in children. Monatsschr Kinerheilkd
Postma DS, Knol K. Changes in respiratory 1996;144:271-4.
sumptoms and airway huperrresponsivenss 13. Moneret-Vautrin DA. Frémont S, Kanny G,
after 27 years in a population-based sample of Déjardin G, Hatahed R, Nicolas JP. The use of
school children. Eur Respir J 1993;6:848-54. two multitests fx5 and fx10 in the diagnosis of
6. Burrows B.Bloom JW, Traver GA., Cline MG. The food allergy in children: regarding 42 cases.
course anda prognosis of different foms of chro- Allergie et Inmmunologie 1995;27(1):2-6.
ticos en las enfermedades
infecciosas más frecuentes en Pediatría
M. Casanova Fernández
Junta Directiva de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria. Pediatra Consultor del I.S.M
Instituto Social de la Marina - Casa del Mar. Cádiz.
56
Por lo que respecta a los microorganismos 6) Debe tener un sabor agradable, para que
sabemos que los niños están más predispuestos sea bien aceptado por el niño.
que los adultos a padecer enfermedades infeccio- 7) Debe tener pocos efectos adversos gastroin-
sas, por factores inmunológicos, fisiológicos y ana- testinales.
tómicos, pero, sobre todo, por la carencia de con- 8) Debe ser de pocas tomas al día.
tacto previo. 9) Eligiremos, preferentemente, antibióticos
Algunas infecciones son propias de la edad bactericidas.
pediátrica, así destacan en el RN las infecciones 10) Los antibióticos han de ser de espectro
por Streptococcus agalactie, E. Coli o Listeria reducido, pero que incluyan al germen probable.
monocytogenes; en los lactantes, las infecciones 11) Los envases deben tener una jeringa dosifi-
por H. Influenzae o por la Bordetella pertussis y en cadora, a ser posible por kilo de peso.
los adolescentes, las infecciones por Mycoplasma 12) Entre antibióticos de igual espectro eligire-
pneumoniae. mos el menos tóxico y el más barato.
Hemos de tener en cuenta, a la hora de elegir
un antibiótico, la presencia de resistencia de BlBLlOGRAFÍA
algunos gérmenes que producen infecciones en 1. Alós Cortés JI, Casanova Fernández M., cols.
la infancia; así, la mayor parte de S. aureus y S. Antimicrobianos en Atención Primaria. 20 ed.
epidermidis son resistentes a la penicilina y Barcelona: Talleres Gráficos; 1997.
muchos también a la cloxacilina; del S. pneumo- 2. Argüelles Martín F. Manejo de antibióticos en
niae, el segundo germen en frecuencia, encon- Pediatría Extra-hospitalaria. An Esp Pediatr
trado en otitis media y sinusitis, han ido apare- 1994; Suppl 63:12.
ciendo cepas resistentes a la penicilina y 3. Baquero F, Loza E. Antibiotic resistance of micro-
macrólidos; algunas cepas de S. pyogenes organisms involved in ear and nose. Pediatr
(estreptococo beta-hemolítoc del grupo A) se han Infect Dis J 1994;13: 9-14.
vuelto “tolerantes” a la penicilina; el H. influenzae, 4. Breese BB, Disney FA, Talpey W. The nature of
probablemente el germen más importante en el small pediatric group. Practice Pediatrics
desarrollo de otitis media, sinusitis y reagudiza- 1966;38:264-76.
ciones de las bronquitis crónicas, en los últimos 5. Buss K. Classification of beta-lactamases. Anti-
años ha incrementado el número de cepas pro- microb Agents Chemother 1989;33:264-70.
ductoras de beta-lactamasas, que lo hacen 6. García Rodríguez JA y García Sánchez E. Activi-
resistente a la penicilina y animo-penicilinas; tam- dad antimicrobiana del Cefaclor en las infeccio-
bién, la Moraxella catarralis produce beta-lacta- nes pediátricas. Rev Esp Quimioter 1997;lO
masas y la N. meningitidis ha desarrollado resis- Suppl 3:1-9.
tencia a la penicilina. 7. Gold HS, Moellering RC. Antimicrobial drug resis-
A la vista de todo lo anterior, para seleccionar tence. New England J Med 1996; 335:1145-50.
un antibiótico en Pediatría extrahospitalaria, hemos 8. Howie VM. Natural history of otitis media. Ann
de considerar las siguientes premisas: Otol Rhinol Laringol 1975;84:67-72.
1) Casi siempre se elige de forma “empírica”. 9. Köler T, Pechere JC, Presial P. Un phenomen of
2) Hemos de basarnos, por tanto, en la etiología resistance inquietant. Press Med 1997;32:173-8.
“probable”. 10. Moffet HL. Common infections in ambulatory
3) El estudio bacteriológico sólo puede hacerse patients. Ann Intern Med 1978;89:743-5.
en contados casos y es poco útil para un trata- 11. Pichichero ME. Assesing the treatment alterna-
miento precoz. tives for acute otitis media. Pediatr Infect Dis J
4) Debe intentarse que el germen causal proba- 1994;13:24-34.
ble sea sensible al antibiótico elegido. 12. Zapatero E, Elorza JF, Berona R. Hipoacusia
5) Se emplearán antibióticos activos por vía profunda infantil por ototóxicos. Acta Pediatr
oral. Esp 1994;52:338-44.
Microbiología de la infección pediátrica
extrahospitalaria
J. A. García Rodríguez
Catedrático de Microbiología. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca.
En la edad pediátrica, las infecciones son la tienen lugar por primera vez en la edad pediátrica
principal causa de consulta en la comunidad. Este y con prácticas no usuales.
hecho es general, puesto que ocurre en nuestro El interés por la etiología se debe también al in-
país y en otros desarrollados, así como en los paí- cremento en la resistencia a los antimicrobianos de
ses en vías de desarrollo. Además son procesos muchas bacterias implicadas. No sólo en entero-
clínicos frecuentes. La mayoría se tratan a nivel bacterias, en las que el impacto de este fenómeno
ambulatorio, pero algunos son muy graves y se conoce desde hace tiempo en infecciones uri-
requieren que se deriven para su manejo a los hos- narias y entéricas, y que ha sido responsable de
pitales, como es el caso, entre otros, de meningitis, que los facultativos reconozcan la utilidad del uri-
pielonefritis con sepsis, epiglotitis, etc. nocultivo y coprocultivo en el tratamiento de estos
Tienen una etiología variada: vírica, bacteriana, procesos. También en bacterias que se pensaba te-
fúngica o parasitaria, aunque sin duda los agentes nían una sensibilidad constante a determinados an-
incluidos en los dos primeros grupos son los más timicrobianos, como sucede con los principales mi-
frecuentes e importantes en nuestro medio. En croorganismos responsables de infección respira-
algunas localizaciones, la etiología vírica es predo- toria (resistencia de Streptococcus pneumoniae a
minante. En numerosas ocasiones son específicas; penicilinas y cefalosporinas, de Haemophilus in-
serían aquellos cuadros clínicos y característicos fluenzae a amoxicilina y de Streptococcus pyoge-
que están producidos por un solo agente etioló- nes a macrólidos) o de patógenos frente a los que
gico (sarampión, escarlatina, etc.). Sin embargo, se creía se habían conseguido antimicrobianos ca-
en un número no desdeñable y probablemente si definitivos, como meticilina, cloxacilina y otras pe-
más alto son inespecíficas: un proceso infeccioso nicilinas antiestafilocócicas frente a Staphylococ-
puede estar producido por más de un agente etio- tus aureus. El incremento de los niveles de este ti-
lógico, como la otitis media aguda. po de resistencia ha dado lugar al impulso del
En el campo de la etiología, las infecciones en desarrollo de nuevas vacunas.
esta edad, como en otras épocas de la vida, han La resistencia que aparece en la edad pediá-
despertado interés por la implicación de agentes trica tiene un gran impacto epidemiológico: así, los
etiológicos desconocidos (Helicobacter pylori, neumococos resistentes a penicilina difunden a la
Clostridium difficile, diferentes herpesvirus...). Son edad adulta particularmente en guarderías o en el
los llamados patógenos emergentes. Además, se hogar y, desde aquí, se diseminan a otras localiza-
ha producido un rebrote de microorganismos que ciones. Dicha resistencia está correlacionada con
habían perdido importancia, que se denominan el elevado consumo de antimicrobianos en este
patógenos reemergentes, y que han dado lugar a período de la vida, si bien casi siempre por pres-
brotes de tosferina, a pesar de la vacunación anti- cripción facultativa, dado que, en general, los
persussis, en algunos países desarrollados (USA, padres tienden a evitar la automedicación.
Canadá, Holanda) o de difteria en Rusia, al haber El uso racional de los antimicrobianos es esen-
abandonado la vacunación. Los cambios socio- cial: deben seleccionarse correctamente de
culturales han determinado que los pediatras ten- acuerdo con la etiología sospechada o demos-
gan que pensar en agentes, hasta hoy poco fre- trada, a la dosis e intervalos adecuados y no utili-
cuentes, como, por ejemplo, los productores de zarse si no están indicados (infecciones víricas) o
enfermedades de transmisión sexual, debido a por complacencia. En esta edad, el empleo de la
que las relaciones sexuales, en muchas ocasiones, administración oral y de preparados aceptados
5 58 8
por los niños es esencial; no obstante, en algunas bios, etc. La otitis externa relacionada con las pis-
ocasiones es necesario recurrir a la vía parenteral cinas está fundamentalmente ocasionada por
(por ejemplo, el empleo de aminoglicósidos en Pseudomonas aeruginosa. La sinusitis reconoce
infecciones urinarias, por Proteus spp. o microor- una etiología similar a la de la otitis.
ganismos resistentes). El uso racional condiciona Las faringoamigdalitis son muy frecuentes en ni-
una disminución de la presión selectiva que deter- ños y tienen una etiología especialmente vírica (ri-
mina una menor aparición de resistencias, con novirus, coronavirus, parainfluenzavirus, influenza-
consecuencias positivas tanto en la disminución virus, adenovirus, virus Epstein-Barr, herpes virus,
de fracasos terapéuticos como del coste. Esta dis- virus coxackie...). Cuando la etiología es bacteria-
minución en el coste se produce no sólo por el na, S. pyogenes es el microorganismo más fre-
menor consumo, sino también por no tener necesi- cuentemente implicado y su participación reviste
dad de utilizar nuevos y más caros antimicrobia- especial interés por su relación con la fiebre reu-
nos, como ocurre cuando hay fracasos. Además, mática, por eso es muy importante el diagnóstico
cuando se emplean antimicrobianos en la infancia microbiológico y disponer de sistemas rápidos de
hay que pensar en los efectos tóxicos que algunos fácil realización. Otras bacterias, más raras, inclu-
de ellos tienen sobre este grupo poblacional. yen estreptococos de los grupos C y G, Neisseria
Las infecciones más frecuentes son las respira- gonorrhoeae (adolescentes), Arcanobacterium
torias, urinarias y digestivas. En algunas de ellas, haemolyticum, Corynebacterium diphtheriae (raro
no hay muchos datos etiológicos autóctonos, bien en la población vacunada), Mycoplasma pneumo-
porque no se solicitan estudios microbiológicos o niae, Chlamydia pneumoniae... La epiglotis es un
por la dificultad en la realización de las tomas de cuadro grave que requiere ingreso hospitalario y
muestras (otitis, sinusitis...), la poca validez de cuyo agente más frecuente es H. influenzae seroti-
algunas de ellas (esputos) o por la carencia de po B. Las bronquitis y traqueobronquitis son fun-
posibilidades técnicas en algunos laboratorios damentalmente víricas y Bordetella pertussis, My-
(pruebas diagnósticas de virus, clamidias, mico- coplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae
plasmas...). No obstante es necesario resaltar la son las únicas bacterias implicadas. La neumonía
importancia del diagnóstico microbiológico, tanto tiene como principal agente Streptococcus pneu-
para conocer la etiología como para saber la sen- moniae. Mycoplasma pneumoniae empieza a jugar
sibilidad a los antimicrobianos de los agentes ais- un papel importante a partir de los cinco años. La
lados. Existen claras variaciones geográficas entre tuberculosis ha aumentado y ocasionalmente pue-
ciudades, regiones y países. de tener un gran impacto en la infancia si la cepa
Dentro de la infección respiratoria, las víricas causal presenta multirresistencia.
inespecíficas, catalogadas como catarros o cua- Como en otras etapas de la vida, Escherichia
dros gripales, son las más frecuentes y están oca- coli es el principal responsable de la infección uri-
sionadas por numerosos y diversos virus. La otitis naria, al que le siguen Proteus mirabilis y Klebsiella
media es una de las principales causas de con- spp. Es más frecuente en niñas que en niños, salvo
sulta (la primera en USA) y la forma aguda, en en el primer año de vida, y suele producirse a con-
nuestro país. El agente más responsabilizado es el secuencia de alteraciones anatómicas o funciona-
neumococo, al que sigue H. influenzae, especial- les del tracto urinario. Su falta de control puede
mente el grupo de los no tipables. Moraxella tener consecuencias importantes en ulteriores
catarrhalis, que es el tercer agente en otros paises, periodos.
no se comunica en las series publicadas en Campylobacter spp., seguido de Salmonella
España. La otitis media con derrame o secretora spp., son los más frecuentes en gastroenteritis. En
tiene una etiología similar, aunque últimamente se nuestro medio tienen menor importancia Shigella
han implicado bacterias nuevas como Alloiococ- spp. y Yersinia enterocolítica. Algunos virus son
cus otitis o Turicella otitidis. En la otitis media cró- también responsables en enfermedades diarrei-
nica se aislan enterobacterias S. aureus, anaero- cas. Otras infecciones como las osteoarticulares y
59
de piel y tejidos blandos son menos habituales en los gusanos, Enterobius vermicularis (oxiuros).
nuestro medio. Por último, no hay que olvidar las infecciones
Las micosis tienen escasa importancia en víricas: exantemáticas, hepatitis, herpes, SIDA,
niños sin factores de riesgo, destacando el etc., cuyo diagnóstico, al menos, debe realizarse a
muguet producido por Candida albicans en nivel ambulatorio, aunque el tratamiento en algu-
el periodo neonatal y las tiñas en niños con nos casos se hará con control hospitalario, dado
mamíferos-mascota. De las parasitosis desta- que se usan fármacos solamente disponibles a
can, entre los protozoos, Giardia lamblia y, entre nivel nosocomial.