Você está na página 1de 115

 

ENERGÍA SOLAR FOTOVOLTAICA.

APUNTES SOBRE TEMAS


SELECCIONADOS

Antonio Sarmiento Sera

 
 

AL LECTOR

Durante varios años he estado compartiendo los análisis de sistemas

fotovoltaicos con mis compañeros de trabajo del Centro de Estudio de

Tecnologías Energéticas Renovables (CETER) en el Instituto Superior

Politécnico “ José Antonio Echevarría” (CUJAE), y con otras muchas personas

con perfiles e intereses diversos, algunos iniciándose en esta opción de las

fuentes renovables de energía y otros con algún interés específico, que van

desde la sana curiosidad, hasta la necesidad de participar en la aplicación de

esta tecnología.

En todas las circunstancias he observado algunas dificultades en la

comprensión de los principios básico del comportamiento de los módulos y

sistemas fotovoltaicos, lo que limita la rápida y adecuada asimilación de los

métodos de análisis o sencillamente, la apreciación adecuada de estos

sistemas.

La energía solar fotovoltaica está vinculada a diversas vertientes del

conocimiento humano, en específico a temas como:

El movimiento del Sol, el espectro de la radiación solar, el proceso de

conversión de la energía solar en energía eléctrica a través del fenómeno

fotovoltaico, la influencia de la orientación de los módulos en la generación de

electricidad, el criterio del peor mes para el diseño de sistemas fotovoltaicos,

los procesos químico y físicos en la producción de celdas fotovoltaicas, entre

otros, teniendo en cuenta además, que la interacción de todos estos temas

influye en la comprensión del comportamiento general de los sistemas

fotovoltaicos.

 
 

Pero donde más se manifiestan las dificultades básicas es en la comprensión

de algunas unidades de medición o parámetros que son específicos de las

aplicaciones fotovoltaicas, como son:

La hora solar pico, el watt pico, el día de autonomía, el tiempo característico,

la distancia crítica de extensión de red y el factor de forma de las celdas.

Esto resulta comprensivo, dado que estas unidades o parámetros no son de

uso común en las diversas ramas de las industrias y los servicios, por lo que

pueden convertirse en una barrera inicial para la introducción al tema de la

energía solar fotovoltaica.

Con el tiempo, las dificultades expuestas se convirtieron en la motivación

principal para la escritura del presente documento. No se trata de exponer

todos los elementos que participan en los sistemas fotovoltaicos, sino de la

intensión de preparar al lector para que pueda avanzar en la comprensión y

adecuada apreciación de los sistemas fotovoltaicos, a través de la exposición

de algunos temas seleccionados.

Pudiera considerarse que basta un diccionario para conocer las definiciones

de un conjunto de unidades de medición y algunos conceptos de fenómenos

meteorológicos, físicos, químicos, energéticos e industriales, pero la

experiencia me indica que resulta más provechoso analizar cada uno de estos

aspectos en su interacción con los demás y usar además, como método para

su comprensión, la aplicación en algún caso real.

Por lo anterior es que el documento va desarrollando un ejemplo y dentro de

su análisis se van presentando los conceptos que deben esclarecerse para

muchos otros casos. El ejemplo es específico, representa el medio donde se

exponen los conceptos, los conceptos son relativamente generales.


 
 

Dada la diversidad de lectores posibles, se ha considerado una presentación

que permita a los más interesados en algunos detalles, recibir una cierta

orientación, pero de forma que otros lectores puedan obviarlos para encontrar

una descripción más general.

Esos apuntes sobre temas seleccionados de la energía solar fotovoltaica, los

he ajustado para los alumnos de la Maestría en Fuentes Renovables de

Energías de Ciudad Bolívar, utilizando además, cierta experiencia con temas

similares impartidos hace unos años en la Maestría de Coro, Falcón y

Cabimas, Zulia, así como otras relaciones de trabajo que he tenido con

colegas venezolanos.

Espero que sirva este documento para iniciar un intercambio de

conocimientos de mutuo provecho.

El autor

 
 

ÍNDICE Pg.

Introducción 6

1 Generalidades 18

El movimiento del Sol 18

Distribución de la energía solar 23

Conversión de la energía solar en energía eléctrica 32

2 Sistemas fotovoltaicos 39

La demanda energética 43

Evaluación del recurso solar 46

3 Procedimiento básico de análisis 53

Modelo de comportamiento anual 54

Modelo de comportamiento mensual 55

Modelo de comportamiento horario 75

Análisis económico 79

4 Características eléctricas externas 86

5 Fabricación de celdas fotovoltaicas 94

6 ANEXOS 113

 
 

INTRODUCCIÓN

La tecnología para el uso de la energía solar fotovoltaica ha tenido un

desarrollo sostenido e impresionante en los últimos 20 años, en lo que ha

influido el siguiente conjunto de características de la tecnología fotovoltaica:

• No tiene partes móviles.

• Su generación de electricidad es instantánea.

• Sus instalaciones posen potencias desde fracciones de watt (Reloj,

calculadora, etc.) hasta cientos de megawatt en plantas conectadas a la red.

• Su instalación es modular.

• Prácticamente no utiliza agua.

• Es de simple traslado e instalación, su montaje es aditivo.

• Puede generar energía para su almacenamiento en hidrógeno combustible.

• Es de poco impacto al medio ambiente.

• Se utiliza en corriente directa y corriente alterna.

• Tiene bajos costos de operación y mantenimiento.

• Resulta versátil, silenciosa y disponible en la mayor parte de las regiones

habitadas por la humanidad, donde hay suficiente radiación solar.

• Posee poco riesgo tecnológico y su costo se mantiene disminuyendo con los

años.

Antes de los años 90.

El efecto fotovoltaico siempre existió, de lo que se trata a continuación es de

cómo fue que las personas lo conocieron y comenzaron a utilizarlo.

 
 

El término fotovoltaico viene del griego foto (luz) y del físico italiano

Alessandro Volta (1745 – 1827), de donde proviene también el término volt

para la unidad de tensión eléctrica. Fotovoltaico significa luz y electricidad.

El efecto fotovoltaico fue reconocido por primera vez en 1839 por el físico

francés Alexadre-Edmond Becquerel. Sus estudios sobre el espectro solar,

magnetismo, electricidad y óptica son pilares científicos de la energía

fotovoltaica.

El siguiente paso se dio en 1873 cuando el ingeniero eléctrico inglés

Willoughby Smith descubre el efecto fotovoltaico en sólidos. En este caso

sobre el selenio.

Pocos años más tarde, en 1877, El inglés William Grylls Adams profesor de

Filosofía Natural en King College de Londres, junto con su alumno Richard

Evans Day, crearon la primera celda fotovoltaica de selenio.

En 1883 el inventor norteamericano Charles Fritts construye la primera celda

solar con una eficiencia del 1%. La primera celda solar fue construida

utilizando el selenio como semiconductor con una delgada capa de oro.

Debido al alto costo de esta celda, se utilizó para algunos usos específicos de

la generación de electricidad, como los sensores de luz en la exposición para

cámaras fotográficas.

La celda de silicio que hoy día se utiliza proviene de la patente del inventor

norteamericano Russell Ohl. Fue construida en 1940 y patentada en 1946.

La posibilidad de una aplicación práctica del fenómeno no llegó hasta 1953

cuando Gerald Pearson, de Bell Laboratories, mientras experimentaba con las

aplicaciones en la electrónica del silicio, fabricó casi accidentalmente una

celda fotovoltaica basada en este material que resultaba mucho más eficiente

 
 

que cualquiera hecha de selenio. A partir de este descubrimiento, otros dos

científicos, Daryl Chaplin y Calvin Fuller, también de la Bell Lab.,

perfeccionaron este invento y produjeron celdas solares de silicio capaces de

proporcionar suficiente energía eléctrica como para que pudieran obtenerse

aplicaciones prácticas de ellas. De esta manera empezaba la carrera de los

módulos fotovoltaicos como proveedores de energía eléctrica. Observe Ud.

que de esto no hace tanto tiempo, pues los actuales más viejos electricistas

de nuestras ciudades, ya habían nacido y se está mencionando una fuente

energética del futuro.

Descubierto el efecto fotovoltaico como fenómeno de difícil aplicación práctica,

poco a poco los avances técnicos fueron permitiendo aprovecharlo más

eficientemente hasta lograr que se convirtiera en una fuente de energía

práctica y fiable.

Si bien en todos estos descubrimientos la cantidad de electricidad que se

obtenía era reducida y quedaba descartada cualquier importante aplicación

práctica, se demostraba la posibilidad de transformar la luz solar en

electricidad por medio de elementos sólidos sin partes móviles.

Pese a los avances técnicos alcanzados en el aumento del rendimiento de las

celdas, los costos eran altos entonces y limitaban su aplicación práctica.

Mientras que en 1956 el costo del kWh de electricidad producido por centrales

convencionales rondaba los 50 céntimos de dólar, el producido por módulos

fotovoltaicos llegaba los 300 dólares lo que descartaba el uso de esta

tecnología como suministrador de grandes cantidades de electricidad.

La demanda de módulos solares solo venía de la industria de los juguetes,

que los empleaba para suministrar potencia a pequeños aparatos como


 
 

maquetas de aviones y automóviles, o de la industria electrónica, para

aplicarlos en pequeños equipos eléctricos sencillos como radios portátiles

para la playa. Esta situación limitaba el desarrollo de la tecnología.

La situación cambió cuando se encontró una aplicación ideal para el estado

del desarrollo de los módulos solares fotovoltaicos en aquel momento; el

suministro energético para equipos en los satélites espaciales de la incipiente

carrera espacial. El costo no fue un factor limitante en los recursos dedicados

a la carrera del espacio. Primaba la capacidad de proveer energía eléctrica de

manera fiable en áreas de muy difícil acceso. En eso la energía solar

fotovoltaica resultaba muy competitiva.

Pese a la desconfianza y a las reticencias iniciales, la tecnología fotovoltaica

acabó por ganarle el puesto a las otras dos tecnologías que se estudiaron

para alimentar los satélites; las baterías químicas y la energía nuclear. Las

baterías una vez agotadas inutilizaban todo el equipo mientras que la energía

nuclear ofrecía muchas complejidades y apenas fue utilizada en unos pocos

proyectos. Los módulos solares por el contrario eran capaces de suministrar

energía de manera fiable por muchos años sin grandes complicaciones.

Así, en 1955, se le asigna a la industria el encargo de la producción de

módulos fotovoltaicos para aplicaciones espaciales. Esto significó sin duda un

importante impulso que permitió un crucial desarrollo tecnológico del sector.

Como ejemplo cabe citar que la empresa Hoffman Electronic ofreció, en 1955,

celdas de 14 mW con un rendimiento del 3% a un costo de 1 500 $/W. Dos

años después esta misma empresa desarrolla celdas solares ya con un

rendimiento del 8%.

 
 

El 17 de marzo de 1958, finalmente, se lanza el Vanguard I, el primer satélite

alimentado con módulos solares fotovoltaicos. El satélite llevaba 0,1W

fotovoltaicos en una superficie aproximada de 100 cm2 para alimentar un

transmisor de 5 mW. Si bien en este satélite los módulos solares

representaban solo la fuente de energía de respaldo, acabaron por convertirse

en la fuente principal cuando las baterías, consideradas fuente de

alimentación principal, se agotaron en tan solo 20 días. El equipo estuvo

operativo con la alimentación fotovoltaica por 8 años.

La fiabilidad que habían demostrado los módulos solares fotovoltaicos propició

su empleo sistemático en gran número de misiones espaciales y generó un

enorme impulso para la industria fotovoltaica. Sin lugar a dudas la carrera

espacial tal como la conocemos hoy no hubiera sido posible sin la existencia

de los módulos solares fotovoltaicos. De igual manera se puede afirmar que el

actual desarrollo de los módulos solares fotovoltaicos y su importante

proyección de futuro hubieran sido muy difíciles sin el impulso que le dio la

carrera espacial.

No sólo Estados Unidos de Norteamérica utilizó esta tecnología, La Unión

Soviética también empleó sistemáticamente los módulos solares fotovoltaicos

para alimentar sus satélites en esos primeros años de la industria fotovoltaica.

Pese al gran éxito de la tecnología fotovoltaica en el espacio, el costo de los

módulos solares seguía siendo alto para hacerlo competitivo en aplicaciones

terrestres.

Esta situación cambió cuando a principios de los años 70 el Dr. Elliot Berman

consiguió crear una celda solar mucho más barata que reducía el costo por

watt de 100 $ a 20 $.
10 

 
 

Esta importante rebaja de los costos cambió totalmente la situación e hizo

posible que el empleo de módulos fotovoltaicos empezara a ser

económicamente viable en instalaciones aisladas de la red eléctrica. Empezó

a resultar más barato en algunas regiones, instalar celdas solares que trazar

toda una línea de cableado para extensiones de las redes de distribución

eléctrica.

TABLA I.1. Algunos hitos de instalaciones fotovoltaicas en satélites espaciales


de EE.UU.

AÑO PROYECTO POTENCIA


ESPACIAL INSTALADA

1958 Vanguard I 0,1 W


1962 Telstar 14 W

1964 Nimbus 470 W


1966 Observatorio 1 000 W
Astronómico Espacial
1973 Skylab 20 000 W

Las aplicaciones prácticas de la energía solar fotovoltaica empezaron

entonces a multiplicarse: electricidad para la protección contra la corrosión de

oleoductos y gaseoductos, iluminación de boyas marinas y faros, repetidores

de sistemas de telecomunicaciones, sistemas de iluminación en líneas

férreas, etc. Para todas estas finalidades, la instalación de módulos solares

resultaba en diversas situaciones, más rentable económicamente y más

eficiente en su labor.

Tal fue el impulso que esta tecnología recibió, que en el año 1975 las

aplicaciones terrestres habían ya superado a las espaciales.

11 

 
 

Poco a poco, en las siguientes décadas, se fueron encontrando nuevas

aplicaciones para la energía solar fotovoltaica que siguieron desarrollando el

uso de esta tecnología.

En los años 70 del siglo XX, surgió la idea de potenciar las bombas de pozos

para la extracción de agua con módulos solares. De esta manera se hacía

viable la obtención de agua de acuíferos en zonas rurales donde hasta

entonces se tenía un difícil acceso a la electricidad. Esta aplicación se ha

extendido por todo el mundo desde entonces, incluso en zonas electrificadas,

y ha sido especialmente beneficioso en las zonas empobrecidas del planeta.

En la década de los 80 surgieron con fuerza las iniciativas para electrificar

regiones de países en desarrollo. En estos países la electrificación no logra

basarse en el modelo energético usado en países desarrollados de grandes

centrales y con sistemas o redes de distribución. Resultaba excesivamente

costoso instalar toda una red eléctrica en países en las que gran parte de la

población estaba distribuida de manera muy dispersa en asentamientos

rurales. Por estas razones se desarrollaron opciones de sistemas de

generación eléctrica en el mismo lugar del consumo y entre ellos por los

módulos solares fotovoltaicos.

Los módulos solares ofrecían grandes ventajas frente a otras opciones

empleadas como los generadores de gasolina o diesel. Una vez comprado el

módulo ya no era necesario la adquisición cada cierto tiempo de combustible

para hacerlo funcionar lo que suponía un menor grado de dependencia

económica. Por otro lado, buena parte de los países en desarrollo del planeta

se encuentran en zonas tropicales y subtropicales con abundante y potente

Sol lo que facilita y favorece el empleo de la energía solar. Además los


12 

 
 

módulos se adaptan muy bien a las demandas energéticas básicas,

relativamente reducidas de las comunidades rurales.

También a partir de los años 80 aparecen las primeras casas o viviendas con

electrificación fotovoltaica en los países desarrollados. Este concepto propone

establecer un sistema de provisión de energía descentralizado en el que cada

hogar se genera su propia energía eléctrica en vez de establecer como opción

única una gran central eléctrica y un sistema de distribución de la misma.

En la década de los 90 y en los primeros años del siglo XXI las celdas

fotovoltaicas han experimentado un continuo descenso en su costo junto con

una continuada mejora de su eficiencia. Estos factores unidos al apoyo por

parte de algunos gobiernos hacia esta tecnología han provocado un gran

impulso a la electricidad solar en los últimos años.

Entre las medidas de apoyo al sector llevadas a cabo por algunos gobiernos,

destacan las leyes de primas que obligan a las compañías de electricidad a

comprar la electricidad fotovoltaica a una tarifa más alta que la de venta, lo

que ayuda a rentabilizar la instalación en un período de tiempo pequeño. Esta

medida se ha aplicado de forma destacada en España y Alemania, entre otros

países, con un gran éxito propiciando un importante despegue de este tipo de

tecnología. Además las instalaciones de equipos fotovoltaicos han contado

con subvenciones en diversos países y administraciones que financian una

parte de los costos facilitando su adquisición.

Fechas y hechos importantes en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica:

1839. Alexadre-Edmond Becquerel descubre el efecto fotovoltaico en una

celda electrolítica compuesta de 2 electrodos metálicos sumergidos en una


13 

 
 

solución conductora, la generación de energía aumentaba el exponer la

solución a la luz.

1873. Willoughby Smith descubre la fotoconductividad del selenio.

1877. W.G. Adams y R.E. Day observan el efecto fotovoltaico en selenio

sólido. Construyen la primera celda de selenio.

1904. Albert Einstein (1879 – 1955) publica su trabajo con la explicación del

efecto fotovoltaico externo, por el cual recibe el Premio Nobel en 1921. No lo

recibió por la Teoría de la Relatividad pues en aquella época no fue aceptada

del todo.

1918. Czochralski desarrolla su método de crecimiento de monocristales de

silicio.

1932. Se descubre el efecto fotovoltaico en el CdTe.

1953. Los investigadores de los Laboratorios Bell, G.L. Pearson, D.M. Chapin

y C.S. Fuller, publican los resultados de su descubrimiento sobre celdas

solares de silicio con una eficiencia del 4,5%.

1954. La eficiencia en celdas alcanza el 6 %

1955. Se comercializa el primer producto fotovoltaico, con una eficiencia del

2% al precio de $ 25 cada celda de 14 mW.

1958. El 17 de marzo se lanza el Vanguard I, el primer satélite artificial

alimentado parcialmente con energía fotovoltaica. El sistema fotovoltaico de

0,1 W duró 8 años.

1963. En Japón se instala un sistema fotovoltaico de 242 W en un faro.

Comienza la era terrestre de la fotovoltaica.

1973. La Universidad de Delaware construye "Solar One", una de las primeras

viviendas con energía solar fotovoltaica. Las placas fotovoltaicas instaladas en


14 

 
 

el techo tienen un doble efecto: generar energía eléctrica y actuar de colector

solar (calentado el aire bajo ellas, el aire era llevado a un intercambiador de

calor para utilizarlo en la calefacción).

1974-1977. Se fundan las primeras compañías de energía solar. El Lewis

Research Center (LeRC) de la NASA coloca las primeras aplicaciones en

lugares aislados. La potencia fotovoltaica instalada supera los 500 kW.

1980. La empresa ARCO Solar es la primera en producir más de 1 MW en

módulos fotovoltaicos en un año.

1981. Vuela el primer avión fotovoltaico.

1981. Se instala en Jeddah, Arabia Saudita, una planta desalinizadora por

ósmosis inversa abastecida por un sistema fotovoltaico de 8 kWp.

1982. Entra en funcionamiento la planta ARCO Solar Hisperia en California de

1 MWp.

1983. El Solar Trek, un vehículo alimentado por celdas fotovoltaicas con

1 kWp atraviesa Australia; 4 000 km en menos de 27 días. La velocidad

máxima es 72 km/h, y la media 24 km/h. ARCO Solar construye una planta

fotovoltaica de 6 MW en California, en una extensión de 0,5 km2 ; conectada a

la red eléctrica, suministra energía para 2 000 – 2 500 casas.

1985. Las celdas alcanzan el 20 % de eficiencia.

1986. Surge el primer módulo comercial de capas delgadas de silicio amorfo.

1990. En la década de los años 90 comienza el gran salto del crecimiento de

la industria fotovoltaica.

2001. El avión fotovoltaico Helios alcanza los 30 km de altura.

Después de los 90.


15 

 
 

En la Fig. I.1 se muestra una distribución de la producción mundial de

módulos fotovoltaicos, por años. Se puede observar un cambio en el

comportamiento a partir de la década de los años 90.

Fig. I.1. Producción mundial de módulos fotovoltaicos.

En la Fig. I.2, se muestran los precios anuales del Wp, también puede

observarse un cambio en el comportamiento en los mismos años 90. A partir

de estas observaciones, la historia de la energía solar fotovoltaica puede

dividirse en dos períodos, antes y después de los años 90. De cierta manera,

parece que a partir del 2005 comienza un nuevo período.

16 

 
 

Fig. I.2. Distribución anual del precio del Wp fotovoltaico.

Durante los años 2002 – 2007 se produjo un ligero incremento en el precio de

los módulos, debido a que la demanda de los productos sobrepasó a la oferta,

lo cual también impulsó la inversión en nuevas fábricas de silicio cristalino y

módulos, lo que en breve tiempo produjo una reducción en los precios. En el

capítulo 3 (Fig. 3.8) se volverá sobre los precios más recientes. Esta segunda

parte de la historia (Después de los 90) todavía se escribe y quizás concluya

(para comenzar una nueva etapa) con la estabilidad del precio del Wp en

0,5 $, mientras el precio del barril de petróleo avanza hacia los 200 $.

Fig I.3. Ejemplo de aplicación de la energía solar

fotovoltaica. Alimentación energética del faro La

Macoya, Falcón.

17 

 
 

GENERALIDADES

La radiación que se recibe en La Tierra proveniente del Sol, es uno de los

elementos indispensables para la existencia de la vida en nuestro planeta.

Dentro del Sol se desarrollan reacciones nucleares, entre las cuales, la básica

es la transformación continua de cada cuatro núcleos de hidrógeno en uno de

helio. Dado el volumen y masa del Sol, en estas reacciones se libera una

inmensa cantidad de energía en forma de radiación electromagnética.

Considerando la distancia que separa al Sol de La Tierra, la proporción de

energía radiante que recibe nuestro planeta en relación al total emitido por el

Sol, es de apenas una milésima parte por millón, pero aún así, a La Tierra

llegan 1,5 x 1018 kWh/año, esta cantidad equivale a varios miles de veces la

energía que utiliza toda la humanidad. Poder trasformar y aprovecha a

voluntad tan solo el 0,01 % de la radiación solar que recibe nuestro planeta es

una tarea por realizar aún, y será un enorme logro después de haber ya

obtenido el dominio del fuego.

El movimiento del Sol

Hoy, ya el hombre ha llegado a conocer con abundante nivel de detalles, el

papel que tiene el Sol en el surgimiento, desarrollo y mantenimiento de la vida

en nuestro planeta. Incluso desde hace algunos milenos ya las civilizaciones

primitivas sabían de esa esencial condición del Sol, lo cual reflejaban

asociándolo a sus mayores valores culturales, como es darle categoría de

dioses. Ejemplos se tienen en Atón Ra para los egipcios, como Tonatiuh en

18 

 
 

los aztecas, es Orún según los yorubas, Helios fue en los griegos, Inti para el

Imperio de los Incas, entre otros.

Fig. 1.1. a) Inti b) Tonatiuh

El período para el ciclo de iluminación solar sobre una región de nuestro

planeta, conocido como un día, resulta una unidad de tiempo fundamental

para la vida y también para nuestra actividad social cotidiana. Otra importante

característica del Sol está vinculada a los cambios en las trayectorias que

sigue en nuestra bóveda celeste, los cuales pueden describirse entre otras

formas, a través de la observación que una persona puede realizar con el

punto en el horizonte por donde aparece el Sol en la mañana y asocia el

fenómeno del amanecer con algún accidente geográfico (montaña o colina

lejana). Con alguna paciencia se puede detectar a lo largo de los días, que el

punto de salida del Sol se desplaza sobre el horizonte, y después de cierto

tiempo, regresa al punto del horizonte donde comenzó a moverse en el mismo

sentido inicial, ese tiempo es precisamente un año. Posteriormente se repite el

ciclo anual. Algo similar sucede con la puesta del Sol.


19 

 
 

A partir de los dos elementos expuestos anteriormente, se concluye que con

el Sol se confeccionaron las primeras unidades de tiempo que el hombre

utilizó, resultando: el día y el año. También es de destacar el reloj solar, como

invento humano desde tiempos inmemorables, con una exactitud y tiempo de

duración difícilmente alcanzable por cualquier otro reloj de producción

humana.

También es importante destacar otras características del movimiento del Sol

sobre la bóveda celeste. Antes puede resultar interesante recordar que ya a

Galileo Galilei (1564 – 1642) por poco le cuesta la vida ante la Inquisición,

haber declarado que La Tierra era la que giraba alrededor del Sol y no el Sol

alrededor de La Tierra, como se establecía en su época. Hoy en día, al

movimiento del Sol en la bóveda celeste se le llama “movimiento aparente”,

También una leyenda cuenta que Galileo, después de abjurar públicamente,

comentó en voz baja: “,,, y sin embargo se mueve,,,” . El autor de este libro

considera que el movimiento es inherente a la materia y siempre es relativo

desde el sistema de referencia en que se observe. El propio sistema solar se

mueve y cambia su posición dentro de nuestra galaxia y ésta se mueve con

respecto a otras. El movimiento que vemos del Sol no debía ser llamado

aparente, más bien puede ser real y visto desde la superficie de La Tierra.

En la siguiente Fig.1.2 se representan tres trayectorias solares de un año,

para un lugar del hemisferio Norte . En la Fig. 1.2, el Sol se encuentra

representado por un pequeño círculo, al mediodía en cada una de las

trayectorias. Las trayectorias corresponden (de izquierda a derecha en la

figura) a los días, 21 de diciembre (solsticio de invierno), 21 de marzo (o

20 

 
septiembre, llamados equinoccios de primavera u otoño) y 21 de junio

(solsticio de verano). Se destacan los siguientes aspectos:

La salida del Sol, no es siempre exactamente por el Este. En verano, se

presenta cierta desviación de la salida hacia el noreste, mientras en invierno,

cierta desviación de la salida hacia el sureste. Similar efecto se observa con la

puesta del Sol. Solo sale el Sol exactamente por el Este, en dos

oportunidades al año.

La mayor parte del año, la posición del Sol se encuentra inclinada hacia el

Sur (en el hemisferio Norte), esto resulta importante para la orientación de los

módulos fotovoltaicos fijos y para muchas aplicaciones arquitectónicas.

En cada día, la mayor altura del Sol sobre el horizonte, se alcanza al

mediodía. En la Fig.1.2 se observa que solo en días cercanos al 21 de junio,

el Sol ocupa la posición del Cenit. Solo en algún período del año, el Sol ocupa

la máxima altura de 90o . La menor altura del mediodía de todo el año, se

alcanza con unos 60 grados, cerca del 21 de diciembre, en Ciudad Bolívar.

Fig. 1.2. Trayectorias solares en la bóveda celeste

Una ilustración sobre las evidencias de las diferentes trayectorias del Sol, se

presenta en las Fig. 1.3a y 1.3b.


21 
 

Fig. 1.3a y 1.3b. Fotos de la salida del Sol.

(a, superior) En diciembre del 2010.

(b, inferior) En julio del 2011.

Ambas fotos están tomadas desde un edificio en el barrio del autor del

presente libro (Ciudad Habana), ambas fotos orientadas aproximadamente en

la dirección Este. La Fig. 1.3a el 25 de diciembre del 2010 y la Fig.1.3b el 24

de julio del 2011, como decir “,,,de Pascuas a San Juan,,,” y suficiente tiempo

para observar la diferencia del lugar de la salida del Sol. En la foto (a) se

aprecia la salida del Sol a la derecha de la foto (unos 25 grados a la derecha

del Este), mientras que en la (b) se observa la salida a unos 20 grados a la

izquierda del Este.

En la Fig. 1.4 se presenta un diagrama del movimiento del Sol para una

localidad en Ciudad Bolívar, con el azimut en el eje horizontal y la altura solar

en el eje vertical.

22 

 
 

Fig. 1.4. Ejemplo de representación de trayectoria solar

Distribución de la energía solar

La distancia entre La Tierra y el Sol varía en el año, entre 1,47 x 108 km y

1,52 x 108 km, por lo que la radiación solar que llega a la estratosfera

terrestre, medida como potencia incidente en cada m2 de superficie

perpendicular a los rayos solares, varía entre 1 325 W/m2 y 1 412 W/m2 . Se

23 

 
 

denomina Constante Solar, al valor promedio de 1 367 W/m2 (Irradiancia solar

extraterrestre).

Dada la forma esférica aproximada de La Tierra, la inclinación con que los

rayos solares inciden sobre la superficie de La Tierra, cambia desde muy

frecuentes posiciones perpendiculares con alto efecto de calentamiento, hasta

mantenidas inclinaciones de muy poca altura con respecto al horizonte, con

bajos efectos de calentamiento solar.

Fig.1.5. Distribución de radiación solar en La Tierra

En la Fig.1.5 se representa la distribución de la irradiación anual (kWh/m2)

para las diferentes regiones de La Tierra, destacándose el amplio conjunto de

zonas donde la irradiación anual es mayor de 1 400 kWh/m2 , con amplias

posibilidades para la utilización de la radiación directa de Sol.

Además del efecto antes mencionado, aunque en la estratosfera incidan

24 

 
 

1 367 W/m2 y se analice el caso de una incidencia de rayos solares

totalmente perpendicular a la superficie de La Tierra, al mediodía y con un

cielo despejado; en la mayoría de las oportunidades en que esto suceda, los

valores detectados en la superficie de La Tierra a nivel del mar, son solo

cercanos a 1 000 W/m2 . Esto refleja la atenuación de la radiación solar

mientras atraviesa la capa atmosférica, debido a la reflexión, absorción (por el

ozono, vapor de agua, oxígeno, dióxido de carbono, etc. existentes en el aire)

y el esparcimiento (por las moléculas y partículas de polvo).

Como un modelo para el estudio de la absorción producida por la atmósfera,

se introduce el concepto de “masa de aire”, definido por:

1
m=
cos( z )

Donde z es el ángulo que forma la vertical con la dirección de los rayos

incidentes (Ver Fig.1.6)

En el caso de z = 0 , se obtiene m = 1 y se simboliza (AM 1), representando

con la unidad, el espesor mínimo de la atmósfera a ser atravesada por los

rayos solares.

Si z = 48º , m =1,5 ; se simboliza (AM 1,5) y puede interpretarse como

Air Mas = 1,5 (1.1)

La condición AM 1,5 se utiliza en la normalización del control de calidad de los

módulos fotovoltaicos. En la Fig. 1.6 puede apreciarse la diferencia entre el

espesor de la atmósfera que debe atravesar un rayo de luz con entrada

perpendicular a la superficie de La Tierra y otro con incidencia inclinada.

25 

 
 

Fig.1.6. Representación gráfica de la “masa de aire”

Sol
z

Inclinación 
h Oeste

Sur  Este 

Figura 1.7. Parámetros geométricos en el movimiento del Sol

En la Fig.1.7 se representan:

Altura solar sobre el plano horizontal (h):


26 

 
 

Azimut (a):

Cenit (z): Complemento de (h)

Resulta de interés reconocer que la energía solar puede considerarse como la

superposición de radiaciones electromagnéticas de diferentes longitudes de

onda (o diferentes frecuencias de oscilaciones), las que cubren desde

regiones de radiaciones infrarrojas, hasta zonas ultravioletas, incluyendo la

región visible del espectro solar.

Para ilustrar la distribución de las componentes de la radiación solar, se utiliza

un gráfico llamado distribución espectral de la radiación solar, el cual se

muestra en la Fig.1.8. En el gráfico, el eje vertical contiene la densidad

espectral de energía y en el horizontal, los valores de la longitud de onda,

medida ésta en micrómetros ( 1 μm = 10-6 m ). En esta figura se muestra el

espectro de la radiación extraterrestre, es decir, la que llega a las altas capas

de la estratosfera de La Tierra. También aparece la distribución espectral del

modelo teórico del cuerpo negro, desarrollado por Max Planck (1858 – 1947),

mediante la expresión:

C1
Gλ =
⎡ ⎛ C2 ⎞ ⎤
λ5 ⎢exp ⎜ ⎟ − 1⎥
⎣ ⎝ λT ⎠ ⎦

La curva de respuesta del cuerpo negro presentada en la Fig.1.8 fue calculada

para una temperatura de 5 800o Celsius o centígrados.

27 

 
 

Fig.1.8. Espectro energético de la radiación solar

Dada la relativa buena coincidencia entre ambos comportamiento, se puede

considerar que el Sol se comporta aproximadamente como un cuerpo negro a

la temperatura de 5 800o Celsius, es decir, cercano a un radiador perfecto o

ideal. En la Figura 1.8 se ha colocado además, el espectro de la radiación solar

a nivel del mar, para una incidencia perpendicular (M=1) de los rayos del Sol.

En este caso se pueden observar los efectos de absorción de los diferentes

componentes de la atmosfera. A partir del análisis del espectro de la radiación

solar, puede obtenerse que el 48 % de la irradiancia espectral extraterrestre

está comprendido en el espectro visible {longitudes de onda en el rango (0,4 –

0.8) μm }. Al ultravioleta le corresponde el 6,4 % y el infrarrojo contiene el 45,6

%. Para su estudio, la radiación solar en la superficie de La Tierra se considera

constituida por las componentes: directa, difusa y albedo. La componente

directa está formada por los rayos solares que directamente inciden sobre el
28 

 
 

objeto analizado, es la componente que produce una sombra definida de los

objetos con la luz solar. La componente difusa no presenta ninguna dirección

definida y resulta fundamentalmente de la dispersión de la luz en las nubes. Se

denomina albedo a la componente de la radiación que resulta de la reflexión en

la tierra o suelo cercano al objeto analizado. En la Fig.1.9 se muestra un

esquema con las componentes mencionadas incidiendo en la ventana.

Fig. 1.9. Componentes de la radiación solar

Desde el punto de vista energético, se puede considerar el flujo luminoso,

como un flujo de partículas llamadas fotones, pudiendo analizarse su

distribución según la energía de las partículas. En la Fig.1.10 se expone la

distribución de la densidad de fotones por unidad de energía, que fluyen en

cada segundo, a través de un metro cuadrado donde incide

perpendicularmente la luz solar. La energía es medida en [eV] (electrón - volt),

esta unidad es de común uso en el escenario de los fotones, aunque pequeña

para nuestra vida cotidiana, pues un kWh de energía, equivale a 2,2 1025 eV

y 1 eV equivale a 4,5 x 10-26 kWh. El gráfico de la Fig. 1.8 se ha realizado para

una irradiancia solar (estándar) de 1 000 W/m2 , que refleja aproximadamente

29 

 
 

la del mediodía claro de un día muy soleado de una región con abundante

radiación solar.

Fig.1.10. Espectro de la radiación solar

La Fig.1.10 resulta otra forma de representar la información de la Fig.1.8

aunque ahora destacando que cada nivel de energía en la región visible del

espectro, está vinculado a un color, lo cual está representado en la Fig.1.10, al

mostrar barras con los colores Rojo, Amarillo, Verde y Azul, como colores

representativos del espectro visible, aunque el espectro es continuo. Se

destaca en la Fig.1.10 que en la radiación solar existen además, las

componentes infrarroja y ultravioleta, aunque no son visibles a nuestro sentido

de la vista, tienen un papel importante en la naturaleza.


30 

 
 

Para calcular la relación entre la longitud de onda de una componente (o

armónica) de la radiación solar y la energía de su correspondiente fotón,

puede utilizarse la expresión:

E=hc/λ (1.2)

Donde:

E: energía del fotón [ J ]

h. constante de Planck (6,63 x 10-34 [J-s] )

c: velocidad de la luz (3 x 109 [m/s] )

λ: longitud de onda [ m ]

Un fotón representa una cantidad de energía extraordinariamente pequeña en

nuestro escenario cotidiano, lo cual se precisa al declarar que los valores de la

escala vertical de la Fig.1.10 deben multiplicarse por 1023 , esto da una idea

del orden de magnitud de la cantidad de fotones que fluyen en cualquier caso

típico de radiación solar. En la Fig.1.10 se observa que la densidad de

fotones para la zona infrarroja es mayor que para la ultravioleta, aunque los

fotones de la zona ultravioleta son más energéticos (poseen menor longitud

de onda, (ver ec. 1.2) y esto resulta importante para analizar los diferentes

efectos que estas zonas del espectro causan en la naturaleza.

Cuando estamos cerca de una fogata, sentimos el calor que proviene de la

llama, compuesto fundamentalmente por lo que llamamos calor por radiación,

de gran componente infrarroja. Por otra parte, la existencia de la capa de

ozono, protege la biosfera de los dañinos efectos de excesivos rayos

ultravioletas del Sol sobre la superficie de La Tierra, por lo que las medidas

31 

 
 

para la protección de la capa de ozono resultan de necesidad para la especie

humana.

Para el aprovechamiento de la radiación solar, se fabrican celdas

fotovoltaicas, las que se construyen con diferentes materiales y cada material

responde de forma diferente a cada componente energética del espectro de la

radiación solar, cuyo estudio resulta importante para conocer la eficiencia de

conversión de energía solar en energía eléctrica para cada tipo de celda

fotovoltaica.

Conversión de la energía solar en energía eléctrica

Aunque existen variadas estructuras y materiales para las celdas

fotovoltaicas, se ilustra ahora con una estructura simple y usando como

material al silicio. En la Fig.1.11 se muestra un ejemplar de celda fotovoltaica

y en la Fig.1.12 se presenta un esquema con las partes fundamentales.

Fig. 1.11. Celda fotovoltaica


32 

 
 

Fig. 1.12. Estructura general de la celda fotovoltaica

En la Fig. 1.12 se muestra una capa superior (antirreflectante), que se coloca

como protección y además para reducir el efecto de reflexión de la luz (Fig.

1.13), el que puede provocar una pérdida del 40 % de energía. Con una capa

antirreflectante simple puede reducirse la pérdida a un 6 % y con una

multicapa puede reducirse a un 1% .

33 

 
 

Fig.1.13. Componentes energéticas en la incidencia de la luz

En la Fig.1.13 se muestra un esquema de la radiación incidente a una celda y

su posterior descomposición en las componentes reflejada y transmitida a

través de la capa antirreflectante. Resulta interesante señalar que en el efecto

de atenuación de la pérdida por reflexión con la capa antirreflectante, se

manifiestan las propiedades ondulatorias de la luz, y como en páginas

anteriores se han señalado propiedades corpusculares de la luz (con los

fotones), se reafirma el carácter dual de la luz (corpuscular – ondulatorio)

Eficiencias en la conversión o transformación de la energía

En la Fig.1.12 la capa inferior (p+) sirve de colector posterior de la corriente

eléctrica generada, donde se pierde cerca del 2% de la corriente. Las capas

centrales ( n+ y p) constituyen la zona de generación de electricidad.

Resulta interesante observar que dentro de los relativos pequeños espesores

de las capas, existen importantes diferencias entre ellas, los espesores están

dados en micrómetro (μm) . En la Fig. 1.14 se ilustra la estructura cristalina de


34 

 
 

un material y la interacción de algunos fotones incidentes con electrones de

determinados átomos de la red cristalina. En los casos (a) y (b) se ilustran las

posibilidades de que el electrón capture o no al fotón.

Para que el fotón sea capturado, debe tener una energía superior a una

cantidad dada, llamada ancho de banda prohibida, que en el caso del silicio,

es de Eg = 1,1 eV. No todos los fotones poseen energía superior a ese valor,

por lo que sólo cerca del 47 % de los fotones solares pueden ser capturados

por electrones para ser liberados. Ese valor en % es conocido como eficiencia

espectral.

Fig. 1.14. Representación de la captura del fotón. (a) Incidencia de fotones a


ser capturados por electrones. (b) Fotón no capturado por
electrones

35 

 
 

La entrega de energía eléctrica de la celda, también depende del circuito

eléctrico exterior que reciba la energía, por lo que ambos deben diseñarse

para que la celda ofrezca la máxima transferencia de energía, llamándose a la

tensión eléctrica de la celda, en tal caso, V(PMP). (Punto de Máxima Potencia

y en inglés MPP Maximun Power Point) Considerando que la mínima energía

que se le entrega al electrón es Eg, se tiene:

Eficiencia por transferencia eléctrica = e V(PMP) / Eg ≈ 0,7 / 1,1 = 65 %

En el lugar que era ocupado por el electrón al liberarse, queda la falta o

vacancia del electrón, llamado “hueco” (Ver Fig. 1.14 y 1.15)

Fig. 1.15. Representación de los electrones liberados dejando huecos en las


posiciones que ocupaban

En la Fig.1.15, se muestra a través del movimiento promedio ordenado de los

electrones liberados, hacia la derecha, la representación de la corriente

eléctrica, como resultado de la intelección de la luz con la celda. Esta corriente


36 

 
 

eléctrica, ya fuera de la celda, a través de los contactos de salida y entrada

(Fig.1.12) es la que permite el uso de una calculadora solar o el televisor en

una escuela rural primaria alejada de la red eléctrica.

En el fenómeno de captura del fotón, se manifiestan las propiedades

corpusculares de la luz, además de su comportamiento cuántico, pues o se

captura completo el fotón o no se captura. Resulta importante destacar la

posibilidad de una recombinación, es decir, que el electrón, después de haber

sido generado, sea atrapado en su trayectoria hacia la salida, por un hueco.

Esta posibilidad se ilustra en la Fig.1.15 al considerar que electrón liberado

que se encuentra en el centro de esta figura, sea capturado (recombinado) por

el hueco que tiene frente a él, perdiéndose la oportunidad de que ese electrón

salga de la celda, en forma de electricidad. La recombinación representa una

pérdida del orden del 10 %. Para reducir la recombinación, se realizan

procesos de purificación y cristalización del silicio, lo cual representa una parte

importante del costo económico de la celda.

Resumiendo los elementos de eficiencia que se han señalado:

Eficiencia por transmisión = 99 % (Pérdida por reflexión de la luz = 1%)

Eficiencia espectral = 47 %

Eficiencia eléctrica = 65 % (Máxima transferencia, PMP)

Eficiencia por recombinación = 90 % (Pérdida por recombinación = 10%)

Eficiencia en contacto posterior = 97 % (Pérdida del 2 %, más otras pérdidas)

De aquí que la eficiencia energética integral de la celda, sea

aproximadamente:

Eficiencia = (0,99) (0,47) (0,65) (0,90) (0,97) = 26 %

37 

 
 

Este valor representa un límite teórico para el silicio monocristalino, En la

práctica, se han logrado valores cercanos en condiciones especiales de

laboratorio y se fabrican celdas comerciales de silicio monocristalino, con gran

estabilidad y garantía, con eficiencia entre el 15 y el 20 % . Se trabaja en otros

materiales con eficiencias mayores.

Es decir, que si en un módulo fotovoltaico, con eficiencia del 17 % y con un

metro cuadrado de superficie efectiva de celdas, incide una irradiancia de 800

W/m2, la potencia eléctrica que entrega el módulo es de (0,17) (800) = 136

watt

38 

 
 

SISTEMAS FOTOVOLTAICOS

Es común clasificar los sistemas fotovoltaicos según la participación o no de

otras fuentes de energía, de donde pueden ser:

• Sistemas fotovoltaicos puros

• Sistemas híbridos (poseen más de una fuente primaria de energía)

Si el sistema fotovoltaico se encuentra o no conectado a la red de distribución

eléctrica, entonces se clasifica como:

• Sistema autónomo.

• Sistema conectado a la red.

Se puede considerar que desde el punto de vista del funcionamiento, los

elementos básicos que cumplen las tareas fundamentales de los sistemas

fotovoltaicos autónomos están reflejados en la Fig. 2.1.

Fuente
Primaria Fuente
(Sol)  secundaria

Captación y Control del


transformación Demanda
sistema o consumo
de la energía

Almacenamiento
de la energía

Fig. 2.1. Esquema funcional del sistema fotovoltaico autónomo

39 

 
 

Las funciones de captación y transformación de la energía solar en energía

eléctrica, son realizadas por los módulos fotovoltaicos. La fuente secundaria

de energía cumple la función de suministrar la energía en los casos en que la

fuente primaria no tenga suficiente disponibilidad. Puede ser un generador

eléctrico con suministro de petróleo o biogás, un aerogenerador, u otra fuente.

La fuente secundaria de energía puede no existir en algunos casos.

La función de almacenamiento de energía considera el carácter inestable de

la fuente primaria (el Sol), la cual posee fluctuaciones durante el día debido a

la nubosidad, así como el carácter periódico del día y la noche o las

variaciones entre el verano y el invierno. Es esencial tener en consideración

que la demanda y el consumo energético poseen sus requerimientos en nivel

y estabilidad. En múltiples ocasiones, cuando se tiene una demanda de

energía, la energía solar no está disponible o no posee la estabilidad

requerida, entonces, la energía que se almacenó en los momentos en que la

disponibilidad fue superior a la demanda, puede utilizarse para satisfacer los

requerimientos de una posterior demanda. Una idea simplificada resulta al

señalar que la energía que se almacena durante el día (con Sol) se utiliza por

la noche en iluminación y televisión. Posteriormente se verá que aunque esto

último puede ser cierto, el asunto es algo más complejo aún. En algunos

casos, como el bombeo fotovoltaico de agua hacia un tanque acumulador, por

lo regular no requiere de baterías, pues el papel de reserva de energía, en

este caso lo cumple el tanque de agua con su reserva de agua (y energía). La

demanda representa una de las metas a cumplir, es uno de los problemas

básicos a resolver, el sistema fotovoltaico existe porque existe una demanda

energética que satisfacer. La demanda tiene sus propias características. Las


40 

 
 

funciones de control resultan por comparación, a las del cerebro automático

que toma las decisiones. Automático al fin, tiene la ventaja de estar siempre

atento y trabajando, pero automático al fin, tiene la limitación de sólo

responder ante situaciones estudiadas y programadas anteriormente, no

pudiendo encontrar la solución adecuada ante una situación no prevista. Hoy

en día, existe suficiente desarrollo electrónico para satisfacer con una alta

confiabilidad, las tareas encomendadas a estos sistemas de control

automáticos.

En la Fig. 2.2 se muestra el esquema técnico de los componentes de un

sistema híbrido. Por su carácter general, puede utilizarse como básico para

los sistemas autónomos, con las siguientes consideraciones. La fuente

secundaria de energía representada es la eólica, pero puede ser otra como

un generador que consuma biogás o diesel, etc. De no tener fuente

secundaria, se tendría un sistema fotovoltaico puro. Si dentro de las fuentes

utilizadas, se encuentra la red eléctrica, entonces el comportamiento del

sistema se modifica notablemente y se le llama “sistema fotovoltaico

conectado a la red” y en algunas aplicaciones, no lleva baterías. En la Fig. 2.2

también se señala la posibilidad de existir demanda de energía en forma de

Corriente Directa (CD) o Corriente Alterna (CA).

41 

 
 

Sol

Aerogenerador
Radiación

Módulos 
Control Inversor Consumo C.A.

Regulador
Baterías Consumo C.D.
de Carga

Fig. 2.2. Esquema técnico de componentes del sistema híbrido.

42 

 
 

En el esquema de la Fig. 2.2 se ha considerado que tanto la energía

suministrada por los módulos fotovoltaicos como por el aerogenerador están

en forma de corriente directa, de ahí que a través del sistema de control, se

pueda almacenar la energía en las baterías. El regulador cumple las funciones

de protección de las baterías, mientras que el inversor transforma la corriente

directa en corriente alterna, para ser utilizada, dado que la mayoría de los

equipos electrodomésticos (y otros) requieren de corriente alterna para su

utilización. En el esquema se muestra la posibilidad de la utilización de

consumo en corriente directa.

La demanda energética

La demanda y el consumo energéticos constituyen como generalidad, las

necesidades a satisfacer para el usuario o cliente, resulta por tanto necesario

en cada caso, para poder darle una solución satisfactoria, conocer detalles y

características de la demanda energética. A continuación se exponen algunas

propiedades de la demanda y el consumo energéticos, en particular

considerándolos de tipo eléctrico. Para ello se usa el caso de una vivienda

específica, como ejemplo para ilustrar diversas situaciones, aunque debe

verse como expresión del análisis para variadas aplicaciones. Una de las

características generales a considerar en la demanda, es la distribución de su

magnitud en el tiempo. Se utiliza el ejemplo de una vivienda de relativamente

bajo consumo energético.

En la Fig. 2.3 se representa la demanda promedio en [W] para cada una de

las 24 horas de un día. Puede observarse una mayor demanda en el horario


43 

 
 

de 7 PM a 11 PM, baja en la madrugada y con alguna consideración alrededor

de las 7 AM y 12 M. Esta distribución no uniforme es consecuencia de los

hábitos y necesidades en el uso de equipos eléctricos. El consumo total en el

día representado es de 2,64 kWh (72 kWh al mes). También es importante

analizar cómo se manifiesta el consumo a lo largo de las semanas, pues

resulta común que se presenten diferencias en los fines de semana.

Por otra parte, al analizar la distribución a lo largo del año, en la Fig. 2.4, se

observa en este ejemplo, un mayor consumo en los meses del verano.

44 

 
 

Distribución horaria de la demanda

300
[W]
250
200
150
100
50
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24
hora
Fig. 2.3. Ejemplo de distribución horaria de la demanda eléctrica

Distribución del consumo mensual


120
[kWh]
100
80
60
40
20
0
jul

oct
m ay

nov
m ar
abr
ene
feb

jun

ago
sep

dic

mes

Fig. 2.4. Ejemplo de distribución del consumo mensual de electricidad

45 

 
 

En el ejemplo considerado, se parte del análisis del consumo diario, para lo

cual la TABLA 2.1 resulta representativa de la situación de la vivienda

utilizada.

TABLA 2.1 Consumo energético diario (mes: mayo)

Equipo Potencia Cantidad Hora/día Energía %


(W) (h/día) (Wh/día)
Refrigerador 100 1 12 1 200 45,5
Luminaria (sala) 20 2 6 240 9,1
Luminaria (cuartos) 15 2 4 120 4,5
Luminaria (baño) 15 1 4 60 2,3
Luminaria (cocina) 20 2 3 120 4,5
Televisor 80 1 4 320 12,1
Ventilador 10 2 11 220 8,3
Plancha 500 1 0,15 75 2,8
Batidora 300 1 0,15 45 1,7
Otros 80 1 3 240 9,1
TOTAL 1 205 2 640 100,0

En la TABLA 2.1 , se ilustra la situación promedio de un día. La información

que brinda, permite el análisis del aprovechamiento o uso eficiente de la

energía, lo cual ha de ser uno de los primeros objetivos en el proceso de

electrificación solar (o cualquier otra aplicación energética).

Evaluación del recurso solar

Una de las magnitudes que más caracteriza el recurso energético en las

aplicaciones de la energía solar, es la irradiación. En la Fig. 2.5 se muestra un

ejemplo con valores de promedios mensuales, para un sitio en Ciudad Bolívar,

a través de una representación gráfica. Resulta común exponer los datos

primarios considerando una superficie receptora horizontal y posteriormente


46 

 
 

analizar las variaciones según la orientación o inclinación que se le coloque a

los captadores. En la Fig. 2.5, se destaca la variación de los valores según los

meses del año, lo cual resulta importante en el aprovechamiento del recurso

solar.

Considerando inicialmente la situación más clásica o simple, se supone que la

irradiación durante cada mañana y su correspondiente tarde son como

promedio anual, simétricas alrededor del mediodía. Para los captadores con

orientación fija (sin sistema de seguimiento solar), pero considerando la

orientación como variable independiente que ha de permitir la captación (o

generación) de energía total en todo el año, se puede obtener la condición de

máxima captación a través de un proceso de optimización. El resultado que se

obtiene señala que la máxima captación total del año corresponde con la

orientación de los receptores hacia el Sur (Azimut = 0) y con Inclinación igual

a la latitud del lugar. Este resultado es para el hemisferio Norte y es

consecuencia de la simetría del problema planteado, pues la orientación al

Sur se corresponde con las trayectorias preferentes del Sol, (para regiones del

hemisferio Norte, (ver Fig.1.1) y con una orientación de Azimut = 0, se le

ofrece igual oportunidad a la captación durante las mañanas y las tardes. En

muchas aplicaciones, este criterio es el utilizado, aunque no siempre debe

considerarse válido.

Resulta interesante destacar la influencia de la inclinación de los receptores

(con Azimut = 0). En la Fig. 2.5 se presenta la captación de energía, para

cuatro diferentes inclinaciones de los receptores o módulos fotovoltaicos, en el

sitio o localidad utilizada de ejemplo. Para este lugar de aplicación que ha de

usarse como ejemplo, en los cálculos se utilizará su latitud como 8o N, lo cual


47 

 
 

es una aproximación redondeada para simplificar la ilustración con los

cálculos, pues además, una imprecisión de ± 1o tiene baja influencia en la

captación energética, como se verá más adelante. En la Fig. 2.5 se

superponen valores con inclinaciones de 0o , 8o , 16o y 24o. Puede observarse

que para la inclinación menor, se logra mayor captación en los meses de

verano, (dada la mayor altura del Sol); así como mayor captación en invierno,

para la inclinación mayor del captador.

Fig. 2.5. Distribución mensual de la irradiación

Valores representados en la Fig. 2.5 también se presentan en la TABLA 2.2 ,

los que servirán para posteriores cálculos.

48 

 
 

TABLA 2.2. Irradiación [kWh/m2 día] del sitio utilizado de ejemplo, para tres
valores del ángulo de inclinación (β) de los módulos
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC PROM
0 grados 4,89 5,53 6,11 5,78 5,81 5,31 5,89 6,03 5,97 5,89 5,53 5,19 5,66
8 grados 5,19 5,75 6,19 5,68 5,58 5,05 5,6 5,86 5,95 6,07 5,86 5,57 5,70
16 grados 5,41 5,89 6,18 5,5 5,26 4,72 5,24 5,6 5,87 6,16 6,1 5,87 5,65

En ocasiones se utiliza el criterio de aumentar o disminuir 5o ó 10o la

inclinación de los receptores, para favorecer la captación (o generación) de

energía, en un determinado período del año. Se puede ratificar este criterio a

través del análisis de la Fig. 2.5. Variadas situaciones se presentan en

aplicaciones agrícolas, de turismo y otras, donde las demandas de energía

poseen características diferenciadas en las dos épocas del año.

En la Fig. 2.6 se muestra la influencia de la inclinación del receptor, en la

captación de la energía solar, con orientación del receptor al Sur (Azimut = 0).

En este caso, para una región con latitud 8o. Puede observarse que la

inclinación que logra mayor captación de energía solar, es la que coincide con

la latitud del lugar.

También se observa que para desviaciones de ± 8o (Inclinaciones de 0o y 16o),

las disminuciones relativas de la captación anual corresponden

aproximadamente con un 0,8 % y 0,4 % respectivamente.

También resulta interesante observar la influencia del Azimut (para inclinación

constante e igual a la latitud del lugar). En la Fig. 2.7, para el sitio del ejemplo,

con inclinación para los receptores, de 8o, se observa una reducida influencia

de las variaciones del Azimut en la captación anual, ya que una desviación de

49 

 
 

15o en el Azimut, solo produce una disminución en la captación del orden del

0,2%.

Fig. 2.6. Influencia de la inclinación de los módulos


en el % de captación energética.

Fig. 2.7. Influencia de la orientación con respecto al Sur (Azimut) de los


módulos en el % de captación energética

Debe destacarse la influencia de la latitud del lugar, pues las conclusiones

relacionadas con las Fig. 2.6 y 2.7, son sólo válidas para una latitud como la

50 

 
 

utilizada en el ejemplo. Para ilustrar con otro caso extremo, en un lugar

situado en el ecuador, la inclinación óptima es la de 0o (receptores

horizontales) y en esas condiciones, no tiene sentido la orientación en el

Azimut, siendo la captación independiente del mismo. En un lugar de alta

latitud, una relativa pequeña desviación en el azimut, tendrá una destacada

influencia en la captación.

En la Figura 2.8 se muestran las dependencias combinadas de la inclinación y

el Azimut, para el sitio del ejemplo.

Fig. 2.8. Influencia de la inclinación y el azimut de los módulos en el % de


captación energética. Presentación por franjas de valores.

A continuación, se muestra una foto en la Figura 2.9 con módulos

fotovoltaicos colocados en una región de latitud 10º N, en Venezuela, y en la

Figura 2.10, la fachada de un edificio situado en una localidad de latitud 55o N,

en Gran Bretaña. En la Figura 2.11 se muestra una foto con módulos para el

bombeo de agua en una vivienda, en La Habana, latitud 23o N. En los tres

51 

 
 

casos se puede apreciar el ajuste de la inclinación de los módulos a valores

cercanos a la latitud del lugar de aplicación, buscando la mayor captación

promedio del año.

Figura 2.9. Módulos en Venezuela, latitud 10o N.

Figura 2.10. Módulos en Gran Bretaña, latitud 55o grados N.

Figura 2.10. Módulos en La Habana, latitud 22o N.

En los Anexos se muestran otras fotos de sistemas fotovoltaicos.

52 

 
 

PROCEDIMIENTO BÁSICO DE ANÁLISIS

El sistema fotovoltaico autónomo, concebido como sistema tecnológico de

aplicación energética, tiene la misión de ajustar dos flujos de energías. Por

una parte, la energía solar disponible y por la otra, la demanda energética de

la instalación donde se aplicará el sistema.

Estos dos elementos tienen características diferentes, aunque ambos poseen

una apreciable variación en el tiempo.

a) La radiación solar cambia durante el día, debido a la presencia ocasional de

nubes y los días muy nublados, así como las variaciones entre el verano y el

invierno, teniendo años más o menos soleados. También depende de la zona

o región geográfica donde se encuentre el sistema energético.

b) La demanda energética de una instalación, que puede ser una vivienda,

escuela, hospital, farola de alumbrado público, vaquería de ordeño, faro

marítimo, etc., posee amplias posibilidades de variación tanto en el nivel

energético como en su distribución en el tiempo.

El éxito del diseñador del sistema energético fotovoltaico dependerá de su

habilidad o capacidad de predecir o estimar el comportamiento de los dos

flujos energéticos mencionados, para lograr un buen ajuste que contenga la

menor probabilidad posible de fallo energético con el financiamiento

considerado.

La precisión del diseño depende de la cantidad y calidad de la información

que se posea sobre los dos flujos energéticos mencionados, por lo que es

posible considerar la presencia de tres niveles de modelos para el trabajo del

dimensionamiento del sistema fotovoltaico autónomo.


53 

 
 

1. Modelo de comportamiento anual.

2. Modelo de comportamiento mensual.

3. Modelo de comportamiento horario.

Modelo de comportamiento anual

Este modelo es adecuado cuando se posee un mínimo de información y ésta

se refiere a los niveles energéticos promedios anuales.

Como un ejemplo para ilustrar el procedimiento con este modelo, se considera

que solo se posee como información específica, que una vivienda posee un

consumo de 964 kWh / año en una región donde la irradiación solar se

caracteriza por un valor promedio anual de 5,7 kWh / m2 día.

La pregunta básica está vinculada a la cantidad de módulos fotovoltaicos que

se requiere (o potencia fotovoltaica) para satisfacer ese consumo.

Considerando que el sistema fotovoltaico puede tener una eficiencia eléctrica

del 67 % y los módulos fotovoltaicos un 15 % de eficiencia, como valores

típicos, se tendrá como eficiencia de conversión total o integral a:

η = (0,67) (0,15) = 0,1 (10 %)

Entonces podrá aprovecharse o convertirse en energía útil (eléctrica) a:

E = (0,1) (5,7 kWh / m2 día) = 0,57 kWh / m2 día

Como se requiere servir o entregar 964 kWh / año , que en cada día promedio

equivale a:

(964) [kWh / año] (1/365) [año / día] = 2,64 [kWh / día]

La cantidad de metros cuadrados de módulos a instalar ha de ser:

Superficie = 2,64 [kWh / día] / 0,57 [kWh / m2 día] = 4,63 m2


54 

 
 

Lo que significa que se debe instalar una superficie de módulos fotovoltaicos

de 4,63 m2

La cantidad de módulos puede obtenerse con los datos de los módulos

seleccionados:

Aunitaria = 0,425 m2 / módulo (Superficie del módulo seleccionado)

Potencia de cada módulo = 64 Wp

Entonces

Superficie / Aunitaria = 4,63 m2 / (0,425 m2 / módulo) = 10,9 módulos

Cantidad de módulos ≈ 11 módulos (3.1)

La potencia fotovoltaica total resulta:

P = (11 módulos) (64 W/ módulo) = 704 W

Los dos últimos cálculos realizados concluyen las respuestas a las preguntas

básicas realizadas

Modelo de comportamiento mensual

Para la aplicación del modelo de comportamiento mensual, en la TABLA 3.1

se ilustran valores mensuales necesarios o de interés. Puede observarse la

cuarta columna, la que contiene los valores de consumos mensuales, ahora

para cada mes, ampliando la información anterior de la TABLA 2.1.

Se destaca el mes de agosto como el de mayor consumo de energía. Pudiera

pensarse que si el sistema fotovoltaico es capaz de suministrar el consumo en

el mes de agosto, entonces, habrá energía suficiente o capacidad excedente

el resto de los meses, ya que el consumo en los demás meses es menor.

Pero sucede que agosto tiene mayor radiación que el promedio del año, por lo
55 

 
 

que pudiera ocurrir que aunque la cantidad de módulos instalados logre

satisfacer el consumo de agosto, en otros meses no se logre la satisfacción

energética, pues aunque esos otros meses, con menor consumo, pueden

tener aún menor radiación solar. (Ver quinta columna con datos de irradiación

solar por mes en TABLA 3.1). Por esta razón se debe buscar una cifra de

mérito que indique las mejores y peores condiciones entre el consumo y la

disponibilidad de energía. En la TABLA 3.1 se ha colocado en columnas, el

consumo y la irradiación (a la inclinación seleccionada para los módulos), para

cada mes. El análisis del coeficiente (Consumo / Irradiación) para todos los

meses, permite concluir que en el mes de junio, el consumo relativo con

respecto a la disponibilidad de energía, es máximo (la disponibilidad de

energía esta aquí representada por la irradiación solar, considerando que la

generación de energía es proporcional a la irradiación solar). Por lo que si el

sistema logra cubrir justamente los 90 kWh en junio, entonces tendrá

capacidad excedente de energía en agosto con su consumo de 97,7 kWh.

Entonces, los datos primarios para el problema del dimensionado serán los de

junio:

Consumo: 90 kWh/mes (3,0 kWh/día) Irradiación: 5,05 kWh/m2.día

El procedimiento para obtener el mes de mayor relación (Consumo /

Irradiación) recibe el nombre de procedimiento o criterio del peor mes.

Si el consumo fuera constante todos los meses, entonces el peor mes sería el

de menor radiación, como caso particular del realizado anteriormente.

Una confirmación del resultado obtenido con el análisis a través de la

búsqueda del peor mes, se logra si se hubiera calculado la cantidad de

módulos necesarios independientemente para cada mes (siguiendo un


56 

 
 

procedimiento similar al utilizado con el modelo de comportamiento anual), lo

cual se presenta como una columna adicional a la derecha en la TABLA 3.1,

donde no se han redondeado los valores obtenidos. Esta columna adicional

no es necesaria para el trabajo cotidiano, aquí se presenta solo para confirmar

el procedimiento del peor mes. Analizando esta columna se puede concluir la

cantidad de módulos que debe colocarse para satisfacer la demanda en el

año completo y cuál es la cantidad que cada mes requiere. Resulta

interesante la interpretación del coeficiente (Consumo / Irradiación) a partir de

sus unidades (m2).

TABLA 3.1. Relaciones mensuales de Consumo / Irradiación

Consumo día/mes Consumo Irradiación Co / I Módulos


(kWh /
(kWh/mes) (kWh/día) m2.día) m2
Ene 71 31 2,29 5,19  0,44 10,38
Feb 64,4 28 2,30 5,75  0,40 9,41
Mar 74,4 31 2,40 6,19  0,39 9,12
Abr 75 30 2,50 5,68  0,44 10,36
May 81,7 31 2,64 5,58  0,47 11,11
Jun 90 30 3,00 5,05  0,59 13,98
Jul 96,1 31 3,10 5,6  0,55 13,03
Ago 97,7 31 3,15 5,86  0,54 12,65
Sep 85,5 30 2,85 5,95  0,48 11,27
Oct 82,2 31 2,65 6,07  0,44 10,28
Nov 73,5 30 2,45 5,86  0,42 9,84
Dic 71,3 31 2,30 5,57  0,41 9,72

57 

 
 

Dimensionado de módulos

Sol

Radiación
Co
Co 
Fuente
Ee
Ee  auxiliar

Regulador Control Consumo C.A.


Inversor
de carga

Módulos 
Baterías

Fig. 3.1. Esquema del sistema autónomo

El esquema que se muestra en la Fig. 3.1, representa un sistema autónomo, y

es el seleccionado para ilustrar el procedimiento del dimensionado de

módulos. El modelo que se utiliza se denomina “Modelo de comportamiento

mensual”.

Con el apoyo de la Fig. 3.1, la relación entre la energía diaria entregada por

los módulos (Ee) y la energía eléctrica diaria consumida (Co) es:

Co = ηe Ee

Donde:

ηe es la eficiencia total del conjunto de dispositivos eléctricos conectados entre

los puntos señalados, y


58 

 
 

ηe = ηR ηB ηI

Donde: ηR: eficiencia del regulador

ηB: eficiencia de las baterías

ηI: eficiencia del inversor

Aunque aún no se han seleccionado los dispositivos electrónicos, en una

primera aproximación, puede considerarse:

ηR = 0,95 ηB = 0,95 ηI = 0,95

ηe = ηR ηB ηI = 0,86 (86 %)

Es decir, se aprovecha en el consumo, aproximadamente el 86% de la

energía eléctrica entregada por los módulos, o también puede interpretarse

como que el sistema electrónico (sin considerar los módulos) consume un

14% de la energía eléctrica para cumplir sus funciones.

Utilizando Co = ηe Ee

Ee = Co / ηe = 3,0 [kWh / día] / 0,86 = 3,49 kWh/día

(Utilizando el consumo del peor mes)

Es conveniente conocer la eficiencia del módulo que se seleccione, este

parámetro no es publicado en algunos casos por los fabricantes, pero puede

calcularse a partir de otros parámetros que normalmente ofrecen.

Tomando como ejemplo los datos de un módulo comercial de 64 Wp

Área = A = (0,329) (1,293) = 0,425 m2

Po = 64 Wp [Con (AM 1,5) Y 25 oC] (ver ecuación 1.1)

La potencia de operación en Wp se ofrece considerando que la irradiación

solar (estándar) es de 1 000 W/m2

Entonces: Po = ηp (IE A)

59 

 
 

Donde:

ηp: eficiencia del módulo

IE : irradiación solar estándar

A: área del módulo

De donde:

Po 64 (W )
ηP = = = 15, 1%
I E A 1 000 (W / m2 ) 0,425 (m2 )

Esta es la eficiencia nominal del módulo seleccionado. Posteriormente se

analizará la disminución de la eficiencia a lo largo de los años.

Cada uno de los módulos, en condiciones promedio de trabajo cercanas a las

reales, entregará una energía de:

(Ee)u = ηp (I A)

Donde (Ee)u es la energía diaria de cada módulo.

(Ee)u = (0,151) (5,05) (0,425) = 0,324 kWh/día módulo (3.2)

De aquí que la energía eléctrica entregada (Ee) por todos los módulos (n)

será:

Ee = n (Ee)u

Donde el número de módulos es:

n = Ee / (Ee)u = 3,49 / 0,324 = 10,8 módulos

Por aproximación, pueden seleccionarse 11 módulos.

La Hora Solar Pico.

Esta unidad es muy usada en el campo de la energía solar fotovoltaica y su

conocimiento resulta útil en el análisis de sistemas fotovoltaicos. El origen e


60 

 
 

interpretación de la Hora Solar Pico puede comprenderse a partir de lo

siguiente:

La irradiancia solar sobre la superficie terrestre en un día cualquiera puede

tener un comportamiento como el mostrado en la curva (1) de la Fig. 3.2 .

1200 [W/m2] 2 
1000
800
600 1 

400 N (HSP) 
200
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22
hora

9,5 horas  14.5 horas 

Fig. 3.2. Gráfico ilustrativo de la Hora Solar Pico

La presencia de las nubes modifica esta distribución, pero en el presente

análisis, no resulta esencial y no será tomada en cuenta, también la

característica de la distribución (1) de la Fig. 3.2 pudiera modificarse según el

verano o el invierno, elemento importante para un análisis integral a lo largo

del año, pero para la interpretación de la Hora Solar Pico, se puede usar la

distribución (1) de la Fig. 3.2 como ejemplo de un día dado. El cálculo de la

energía total diaria recibida en un metro cuadrado de superficie terrestre (o de

un módulo fotovoltaico) horizontal, es representado por el área bajo la curva


61 

 
 

de la distribución (1) de la Fig. 3.2, de donde puede obtenerse un valor diario

de

5 000 Wh/m2 ó 5 kWh/m2

Este valor diario de 5 kWh/m2 resulta de la suma o integración durante las 24

horas del día, de la energía incidente en cada hora, tanto de los menores

valores en las horas tempranas o tardes del día, como los de mayores valores

del mediodía. Con el objetivo de facilitar los cálculos, se considera el caso

hipotético de un Sol que logre una irradiancia constante de 1 000 W/m2 ,

durante un relativo corto período de tiempo, pero de modo que la energía total

que incidirá sobre el m2 considerado, durante todo el día, fuera igual a la que

produce el Sol verdadero.

En la distribución (2) de la Fig. 3.2 se ha representado la presencia del Sol

hipotético actuando desde las 9 ½ de la mañana, hasta las 2 ½ de la tarde

(14,5 horas en la Fig. 3.2), es decir, un tiempo total de 5 horas.

Gráficamente, las áreas bajo las dos curvas son iguales, ya que ambas

representan la misma energía total incidente.

El tiempo que requiere ese Sol hipotético de 1 000 W/m2 , expresado en

horas, será el número de Hora Solar Pico [ N (HSP) ]. En el ejemplo mostrado

resultan 5 (HSP) con unidades de [hora / día].

Por otra parte, la potencia de los módulos fotovoltaicos se especifica en Wp

(watt pico) lo cual representa la potencia eléctrica que entrega el módulo,

cuando la irradiancia sobre él es de 1 000 W/m2 (Estándar o norma de

certificación) con un espectro o composición similar a la radiación solar, con

AM 1,5 y con una temperatura de 25o C en el módulo. (Puede ver esquema

del espectro solar en la Fig. 1.8).


62 

 
 

Para calcular la energía total incidente en el día del ejemplo y en un m2 , se

tiene entonces dos métodos:

a) Irradiación = Área bajo la curva 1 (Fig. 3.2).

b) Irradiación = Área bajo la curva 2 (Fig. 3.2).

Evidentemente, el cálculo es más simple por el segundo método (b), ya que:

Irradiación = (Ancho) x (Alto) = N (HSP) x 1 000 (W/m2)

Utilizando ahora la unidad (kW/m2) y precisando que N (HSP) = 5 (h / día)

Irradiación = 5 (h/día) x 1 (kW/m2) = 5 (kWh/m2 día)

Observe que el valor numérico de 5 (en kWh/m2 día), es igual al valor

numérico del Número de Hora Solar Pico (5 h/día) , debe señalarse que esto

último es sólo válido con las unidades aquí utilizadas y gracias al valor unitario

de 1 kW/m2 para la irradiancia estándar. Por lo que al caracterizar la

irradiación solar del día analizado, puede hacerse por:

5 kWh/m2 día ó 5 (HSP).

Debe aclararse para el ejemplo (y en general) que 5 (HSP) no significa que

existan 5 horas de Sol. En la Fig. 3.2 se puede observar que en el ejemplo

existen unas 12 horas de Sol. Las 5 horas se refieren a un Sol hipotético de

1 000 (W/m2) que logra, en sólo 5 horas, producir la misma irradiación que

logra el Sol verdadero en 12 horas.

El objetivo práctico de todo lo anterior se observa al realizar el análisis o

cálculo de la energía que produce un módulo, dada una irradiación solar.

Con este nuevo concepto, se analiza ahora el caso de la vivienda donde se

utilizó la fórmula (3.2), para calcular la energía eléctrica que produce un

módulo fotovoltaico de 64 Wp, en un día caracterizado por 5,05 kWh/m2, el

nuevo procedimiento es:


63 

 
 

1) El valor de 5,05 kWh/m2 se interpreta como 5,05 (HSP)

2) La energía diaria se calcula por:

Energía diaria = (Potencia) x (tiempo)

Energía diaria = 64 (Wp) x 5,05 (h) = 323,2 Wh

Compare este procedimiento y el valor obtenido, con el procedimiento y valor

obtenido para llegar a la ecuación (3.2).

El cálculo es correcto, pues los 64 Wp se certificaron con una irradiancia de

1 kW/m2 , lo cual se ajusta a la definición de HSP.

Observe que en este procedimiento, no se requiere conocer, ni introducir, el

área del módulo, ni su eficiencia [ Lo cual hubiera sido necesario con el

método (a) ], sólo se requiere conocer la potencia del módulo (en Wp) y la

irradiación solar en kWh/m2 día, la cual se interpretará numéricamente en

HSP. Todo esto simplifica el proceso.

Día de Autonomía.

Los sistemas autónomos que utilizan como fuente primaria un tipo de fuente

renovable de energía como fotovoltaica o eólica, por lo regular contienen un

dispositivo acumulador de energía, donde pueden utilizarse las baterías. En

ellos, el concepto de “Día de Autonomía” resulta importante y es el objeto de

análisis a continuación.

Para ilustrar con un ejemplo de sistema fotovoltaico autónomo, en la Fig. 3.3

se muestra el comportamiento del estado de carga de las baterías. Se ha

considerado en este ejemplo, como esquema simplificado, que durante los

dos primeros días, sólo por el día, se cargan las baterías y tanto por el día,
64 

 
 

como por las noches (sombreadas), se realizan tareas comunes que requieren

consumo de energía eléctrica, con un equivalente del 10 % de la energía

acumulada,. En la Fig. 3.3 se ha representado el nivel máximo del estado de

carga del 100% y un nivel mínimo (al final de la noche) del 90% para los dos

primeros días. Así transcurren los dos primeros días y hubiera seguido

probablemente así (línea de puntos), pero se ha considerado que durante el

tercer y el cuarto días, no hubo generación de electricidad en los módulos por

tratarse de dos días nublados seguidos; en cambio, durante cada

% Carga Estado de carga de las baterías


100
90
80
70
60
50
40
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Días

Fig. 3.3. Comportamiento analizado del estado de carga (%) de las baterías
durante varios días

día y cada noche, se provocó un 10% de descarga, debido al consumo normal

de electricidad. Al cabo de los dos días nublados, el nivel de carga está al

50%. En este ejemplo se ha considerado que el límite de descarga de las

baterías es del 50 %, por lo que la energía acumulada en las baterías ha

llegado a su límite útil de aprovechamiento y de continuar la extracción de

energía, pueden dañarse o reducirse el tiempo de vida de las baterías.

65 

 
 

Si a partir de ese momento, las condiciones climáticas se restablecen, se

observa un período de recuperación de 3 ½ días, hasta que a partir del octavo

día, se restablece el ciclo de carga - descarga inicial. Se denominan “días de

autonomía” a la cantidad de días en que el sistema puede mantener sus

funciones (consumo de energía) sin que exista generación de la fuente

primaria. Esto se logra mediante la acumulación de la cantidad de energía

necesaria en las baterías.

En el ejemplo mostrado, se tienen dos días y medio de autonomía.

Existen tres aspectos importantes a considerar en el análisis de las baterías:

1. No resulta conveniente disminuir el nivel de carga de las baterías por

debajo de cierto límite que establece el fabricante, por lo regular cercano al

50%, pues en caso de sobrepasarse el límite, se reduce el tiempo de vida de

las baterías.

2. No resulta conveniente someter las baterías a un proceso de carga

(inyección de corriente) cuando ha alcanzado el 100% de carga, pues también

reduce el tiempo de vida de las baterías.

3. Para la protección de las baterías contra los inconvenientes señalados

anteriormente, se utilizan los reguladores (automáticos) de carga. En la Fig.

3.3 se han señalado los puntos (mediante pequeños círculos) donde el

regulador de carga desconecta (o conecta) las baterías del resto del sistema,

para su operación protegida.

A continuación se señalan otros aspectos importantes a tener en cuenta:

Considerando que como promedio, la capacidad diaria de generación de

energía en los módulos, coincide con el consumo diario de energía, al

terminar el período de los dos días nublados (Fig. 3.3), el sistema hubiera
66 

 
 

seguido la segunda línea de puntos mostrada. Pero en el caso real, puede

suceder que ningún día del año coincida con el día promedio, pues el día

promedio es sólo un modelo matemático. La capacidad de generación

coincide con el consumo sólo en el peor caso (Ver TABLA 3.1), por lo que es

de esperar, que en la mayoría de los días del año, la capacidad de generación

sea mayor que el consumo, por lo que el sistema ha de tener cierta capacidad

para recuperar el estado de carga máxima de las baterías (5to – 8vo días en

la Fig. 3.3). Aún así, este tema merece un análisis particular, de modo que el

tiempo de recuperación sea controlado, a partir de criterios de diseño. En la

Fig. 3.3 , la recuperación del sistema se realiza en 3 ½ días, este número no

tiene que coincidir con los días de autonomía. La cantidad de energía

almacenada en las baterías no representa el total de los días de autonomía.

En el ejemplo de la Fig. 3.3 se muestra que sólo el 50% de la energía

almacenada ha sido utilizada para los dos días nublados, pues el resto (50%)

no debe usarse, por protección de las baterías. Dos instalaciones con tres

días de autonomía no necesariamente requieren el mismo número (ni

propiedades) de baterías, pues en cada instalación, un día de autonomía

puede representar un diferente nivel de energía para el consumo.

Si hay más días nublados seguidos que días de autonomía, el sistema no

logra mantener el servicio o el nivel de entrega de energía establecido en el

diseño, más allá de los días de autonomía establecidos, por lo que el número

de días de autonomía de cada sistema participa en la calidad del servicio

energético e influye en el costo del sistema. Para cada caso, se establecen

números de días de autonomía, según las condiciones. Por ejemplo, para una

67 

 
 

vivienda o escuela, pueden ser tres días de autonomía, mientras que para un

hospital o repetidor de televisión pueden ser siete días.

Los días de autonomía, no dependen esencialmente, del número de módulos

ni de la irradiación solar, sólo dependen de la demanda y el nivel de reserva

que se decida.

Dimensionado de las baterías

En el ejemplo, en análisis anteriores se consideró como peor mes a junio, con

Consumo: 90 kWh/mes (3,0 kWh/día) Irradiación: 5,05 kWh/m2.día

Debe observarse que estos valores fueron seleccionados para la peor

condición de la relación (Consumo / Irradiación). En cambio, desde el punto

de vista absoluto de la demanda, el peor caso es de: Co = 3,15 kWh/día ( Ver

TABLA 3.1). Entonces, considerando que se diseña para tres días confiables

de autonomía, la energía que corresponde a tres días de autonomía es:

Ee = (3) (3,15) = 9,45 kWh

Esta energía debe estar disponible para ser entregada (Ee) por las baterías,

durante un período de 3 días, sin recibir carga. El tiempo de vida de las

baterías se puede medir en ciclos de (carga-descarga) y el número de ciclos

de vida de una batería, depende de la profundidad de descarga (PD) que se

utilice. En la Fig. 3.4, se muestra un ejemplo (experimental) de una batería

comercial y un comportamiento lineal (modelo) para simular de forma

simplificada su comportamiento.

68 

 
 

Ciclos de Carga - Descarga


6000 Modelo
5000
4000 Experimental
3000
2000
1000
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

% PD

Fig. 3.4. Ejemplo del ciclo de carga – descarga de una


batería vs % de la profundidad de descarga (PD)

El comportamiento mostrado presenta un compromiso, pues si se producen

cargas-descargas profundas, se puede usar prácticamente “toda” la energía

almacenada en las baterías y el número de baterías sería mínimo, pero

económicamente las baterías durarían menos tiempo y su reposición sería

más frecuente y costosa. Si se producen procesos de carga-descarga menos

profundos, se alarga el tiempo de vida de las baterías, pero al utilizar una

cantidad menor de la energía que almacenan las baterías, se requeriría un

mayor número de baterías, con un mayor costo.

En el caso mostrado en la Fig. 3.4, si se considera un ciclo de carga –

descarga por cada día, se esperan 1 750 ciclos de vida o días de utilidad,

aproximadamente 5 años. En el ejemplo de la vivienda desarrollado a lo largo

del documento, se utilizará una batería con 15 años de vida útil.

Para la profundidad de descarga (PD) ha de usarse un criterio intermedio a los

casos extremos mencionados, seleccionándose por sugerencia del fabricante,

una profundidad de descarga (PD) del 50 %. Esto significa que los 9,45 kWh

69 

 
 

que se requieren entregar, sólo representan el 50 % de la energía

almacenada (Ea).

Ee = (PD) Ea

Ee = (0,5) Ea

Ea = Ee/0,5 = 9,45/0,5 = 18,9 kWh

La energía se mide indirectamente en las baterías, a través de la “carga

eléctrica” (no confundir el proceso de carga con la cantidad de carga eléctrica

contenida), la cual se expresa en coulomb o también en amper-hora.

1 amperhora = 1 (coulomb/s) 3 600 (s) = 3 600 coulomb

Teniendo a:

E = V I ∆t pero I = Q/∆t { [amper] = [coulomb/s] }

De donde: E = V (Q/∆t) ∆t

Q = E/V

Utilizando Ea = 18,9 kWh = 18 900 Wh y seleccionando V = 24 volt

Se tiene:

18 900 ⎡ (W . h ) ⎤ ⎡ (V . A) (h ) ⎤ Q = 788 [Ah]


Q= Q = 788 ⎢
24 ⎢⎣ (V ) ⎥⎦ ⎣ (V ) ⎦

Por lo que se requiere que las baterías almacenen una carga de 788 Ah, a lo

cual también se le denomina “capacidad”.

De las baterías disponibles, se seleccionó el modelo con 6 volt que posee una

capacidad de 420 Ah, y como posee 6 volt, se requiere al menos de 4

unidades en serie para lograr los 24 volt

Como chequeo de los cálculos realizados, se tiene que:

Cada batería almacena una energía máxima de

420 [Ah] 6 [V ] = 2520 [ AVh] = 2520 [Wh] = 2,52 [kWh]

70 

 
 

Las 4 unidades poseen una energía almacenada de 2,52 (4) = 10,1 [kWh] .

Para obtener los 18,9 [kWh] que se requieren, ha de utilizarse 8 unidades, con

lo cual se obtiene 2,52 (8) = 20,2 [kWh] , lo que representa el 107 % de los

10,1 [kWh] demandados. En resumen, una línea de cuatro baterías en serie

y dos de estas líneas en paralelo, para el total de 8 baterías.

Dimensionado del inversor

Dentro de los variados parámetros que caracterizan al inversor, en el presente

documento sólo se analiza la potencia máxima.

En la Fig. 2.3, se observa para el día mostrado, que a las 21 horas, la

potencia máxima fue cercana a unos 300 W. En la TABLA 2.1 , se ha

colocado, como TOTAL, en la Columna de Potencia, el valor de 1 205 W, para

lo cual, se ha multiplicado para cada fila, la potencia de cada equipo, por la

cantidad de equipos. Este valor de aproximadamente 1 200 W, representa la

demanda si todos los equipos estuvieran funcionando simultáneamente. Un

inversor con una capacidad de potencia máxima de 1 200 W, sería entonces

la solución con máxima seguridad. Es de esperar que el valor máximo de

demanda en el año, sea un valor entre 300 y 1 200 W y dependerá entre otros

factores de la cultura energética de los residentes en la vivienda. En la medida

en que el pico de demanda sea mayor, se requerirá de un inversor de mayor

potencia máxima, representando esto una inversión económica mayor, no

siempre justificada. Un análisis de la TABLA 2.1 permite considerar que si se

ajusta o acuerda que nunca estén funcionando simultáneamente, dos o más

de los equipos: el televisor, la plancha, la batidora, y algún otro de 20 W,


71 

 
 

(dentro de Otros), nunca la demanda máxima sobrepasará los 800 W, lo cual

requeriría de un inversor con potencia máxima de 800 W, con una inversión

económica más favorable. La medida acordada, equivale a la técnica

conocida como “acomodo de carga”, utilizada como medida de ahorro en el

sector eléctrico. También puede colocarse un controlador automático de la

potencia, como sistema de control y protección, aunque a un determinado

costo económico. Resulta interesante observar en la TABLA 2.1, que los

equipos de mayor potencia, no necesariamente son los de mayor % de

consumo energético, pero tienen influencia económica, como también existen

equipos de alto % de consumo energético, que no tienen las mayores

potencias. Para el presente ejemplo, se decide un inversor de 1 kW de

potencia máxima.

Consideraciones adicionales

En el dimensionado de los módulos fotovoltaicos, resulta útil introducir la

estimación de otros dos elementos que estiman las pérdidas en la generación

de energía eléctrica, no considerados hasta ahora.

Uno es debido a que la eficiencia de los módulos se reduce en la medida en

que pasan los años y considerando que la eficiencia puede llegar a reducirse

hasta un 80 % de su valor inicial al cabo de 25 años, que es el período típico

para su vida útil en proyectos fotovoltaicos; es aceptable considerar una

disminución promedio de la eficiencia de los módulos y ajustar la eficiencia a

un 87% del valor inicial o considerar un factor de envejecimiento de los

módulos (Fem) de 0,87.


72 

 
 

El otro elemento está relacionado con la presencia de polvo o suciedades en

los módulos y otros aspectos de menor cuantía, para los cuales es típico

considerar una pérdida del 10 %, representándose a través de un factor de

suciedad óptica para los módulos de:

Fso = 0,90

Estos dos factores pueden incluirse en un coeficiente o factor de reducción de

la producción con valor de:

Fred = (0,87) (0,90) = 0,78 (78 %) (3.3)

De aquí que la cantidad de módulos debe incrementarse para suplir las

pérdidas antes señaladas y evitar que esas pérdidas se produzcan con

reducción de la energía ya comprometida para entregar como útil.

Entonces, si los 10,8 módulos (sin redondeo) que se habían calculado

inicialmente, entregan el 78 % de lo necesario, ¿Cuál será la cantidad de

módulos que entreguen el 100% de lo necesario?

Cantidad de módulos = 10,8 (100 / 78) = 13,8 módulos

Podría redondearse a 13 o 14 módulos, aunque considerando la posibilidad

de trabajar con 24 V en lugar de 12 V, entonces el número de módulos debe

ser par y debe decidirse 14 módulos.

Este valor de 14 módulos resulta diferente del obtenido de 12 módulos según

el modelo de comportamiento anual, debido a que los modelos y

procedimientos han sido diferentes, cada uno con su capacidad de

información y aproximación.

73 

 
 

Selección del regulador de carga.

El regulador de carga se ofrece comercialmente como equipo independiente,

aunque también en algunos sistemas viene incorporado dentro del inversor; en

todas las variantes, los requerimientos deben ser analizados. Para seleccionar

el regulador, deben considerarse las condiciones críticas o de máximo

requerimiento, tanto a la entrada como a la salida energéticas del inversor.

Entrada:

La máxima corriente de entrada al regulador, sucederá en el caso en que la

radiación solar sea máxima, la demanda nula y las baterías estén muy

descargadas, de modo que la máxima corriente de los módulos fluya hacia las

baterías (Ver Figura 3.1). Para trabajar a 24 V (CD) y con 14 módulos de 12 V,

se colocan cada dos módulos en serie y 7 de estas parejas en paralelo.

De los datos del módulo, se tiene para el punto de operación:

V = 17,5 V

I = 3,66 A

De donde los parámetros del conjunto de las 7 parejas de módulos serán:

V = (17,3) (2) = 34,6 V

I = (3,66) (7) = 25,6 A

El regulador seleccionado debe aceptar estos valores

Salida:

Para una potencia máxima requerida por el inversor y suministrada por el

regulador de:

Pmax = 1 000 W y con V = 24 V

Como P = VI
74 

 
 

I = P/V = 1 000/24 = 42 A

Debe comprobarse que los valores máximos de corriente de entrada y salida,

son permitidos por el regulador que se seleccione.

En el caso de que las intensidades de corriente resulten valores demasiado

altos que implique conductores de gran calibre y costo, debe reconsiderarse la

tensión [Volt] en la zona de Corriente Directa (CD) y elevar la tensión a 48 V ó

96 V, etc. hasta estabilizar el compromiso entre las magnitudes consideradas

Modelo de comportamiento horario

Modelar con un comportamiento que considere los cambios que se producen

cada hora del año, seguramente ofrece una visión mucho más cercana a la

realidad que la que ofrecen los dos modelos antes analizados, pero debe

tenerse en cuenta que el año tiene aproximadamente 8 760 horas, por lo que

sería necesaria una colección de datos similar a la TABLA 3.1 pero con 8 760

filas y no siempre una información como esa está disponible, tanto del recurso

energético como del consumo. Pero se pueden considerar dos posibilidades,

una es para aquellas situaciones donde la información existe y entonces se

procesan con Tablas de cálculo automatizadas o por computadoras, la otra

posibilidad es generar los datos horarios a partir de los datos mensuales y con

determinado conocimiento del comportamiento general esperado para las

variables analizadas. Ya hoy en día hay programas de computación que a

partir de los datos mensuales, generan un conjunto de datos horarios que

responden a los datos mensuales entregados siguiendo comportamientos

clásicos o probables. Esto significa que la información horaria así generada


75 

 
 

contiene una posibilidad de ocurrencia, aunque no es la única distribución

posible, pero aún con ese nivel de incertidumbre, la posibilidad de contar con

datos horarios facilita el análisis de comportamientos probables y facilidades

para el entrenamiento de las personas.

También se puede considerar un modelo que tenga en cuenta el

comportamiento diario, es decir manejar 365 filas de datos, lo que resulta un

valor intermedio entre las 12 filas del modelo anteriormente tratado y las

8 769 utilizadas en el presente modelo horario. El modelo de comportamiento

diario resulta una opción menos usada y por otra parte su tratamiento puede

comprenderse a partir de los modelos analizados en este documento.

Comportamiento simulado.

En la Fig. 3.5, se presenta el resultado simulado por computadora, de un

sistema fotovoltaico, similar al ejemplo tratado en este Capítulo. En el gráfico

superior aparece la irradiación y en el inferior, el estado de carga de las

baterías. Puede compararse esta Fig. 3.5 (Simulación de un posible

comportamiento), con la Fig. 3.3 (Un esquema simplificado para explicar

conceptos). La simulación con programas por computadora, permite el análisis

de numerosos parámetros a lo largo de un año, hora a hora, donde se pueden

estudiar numerosas situaciones, así como los probables momentos más

críticos del sistema y tomar medidas para evitar o reducir la probabilidad que

las situaciones críticas simuladas se conviertan en realidades.

76 

 
 

Fig. 3.5. Resultado de la simulación por computadora de un sistema fotovoltaico


autónomo

Las posibilidades del modelo de comportamiento horario se destacan en la

medida en que los sistemas son más complejos y se presenta mayor cantidad

de variables. En la Fig. 3.6 se presenta el comportamiento de cinco

parámetros durante cinco días, para una instalación híbrida que cuenta con

módulos fotovoltaicos, un aerogenerador, baterías y un generador diesel. En

la parte superior se muestra el comportamiento del consumo. En la parte

central se representa con línea de puntos la generación de electricidad con los


77 

 
 

módulos fotovoltaicos y con línea continua la del aerogenerador. En la zona

inferior esta el comportamiento del estado de carga de las baterías y del

generador diesel.

Fig. 3.6. Comportamiento de parámetros en una instalación híbrida.

Un análisis puede realizarse de la siguiente forma. Durante una relativa baja

generación de los módulos y el aerogenerador durante los primeros tres días

mostrados, debido a la reducción casual de la irradiación y la velocidad del

viento, las baterías llegaron a las 21 horas del tercer día, a un 30 % del estado
78 

 
 

de carga, por lo que el sistema estaba a punto de fallar y el control central

arrancó la planta diesel hasta las 10 de la mañana del cuarto día, en que ya

las baterías han sobrepasado el 80 % de su estado de carga. Durante los dos

últimos días mostrados, las generaciones fotovoltaica y eólica recuperaron

adecuados valores, así como el estado de carga de las baterías. Analizar en

cuántas oportunidades se utiliza el generador diesel en el año y a cual hora

del día es más frecuente que arranque, puede conducir a medidas de control

interno o de diseño del sistema.

Análisis económico. Cálculo aproximado.

Inicialmente se esclarecerá el concepto del parámetro nombrado “tiempo

característico”.

Una forma de llegar a este concepto es a través del cálculo de la energía

generada por 1 kWp de potencia fotovoltaica.

Energía = Potencia x tiempo

Ge [kWh/año] = 1 [kWp] HSP [hora / día] 365 [día / año]

Ge [kWh/año] = 365 HSP (3.4)

Hasta ahí con un planteamiento ideal sin pérdidas adicionales, pero

introduciendo ahora la eficiencia del inversor y el factor de reducción:

Ge [kWh/año] = 365 HSP ηinv Fred

No se ha considerado la eficiencia de las baterías ni del regulador, pues este

tiempo característico se establece fundamentalmente para sistemas

conectados a la red o sistemas aislados que no llevan baterías, como algunos

de bombeo de agua o regadío.


79 

 
 

Utilizando como valores típicos, los mismos que se han usado en el ejemplo

ηinv = 0,95 Fred = 0,78

De donde

Ge [kWh/año] = 365 HSP (0,95) (0,78)

Ge [kWh/año] = 270 HSP

Como esta generación es producida por 1 kWp de potencia, puede

representarse según:

Ge [kWh / año]
= t C = 270 HSP
1 kWp

tC
[kWh / año ] = 270 HSP
[kWp ] (3.5)

Calculando para el sitio del ejemplo

tC = 270 (5,7) = 1 539


[kWh / año]
[kWp ] (3.6)

El nombre de “tiempo característico” puede interpretarse a partir de que sus

unidades son [h/año], después de simplificar los kW en (3.6). En la ecuación

(3.4) se señala que cada kWp genera cada día, tantos kWh como valor

numérico tenga HSP (que tiene en cuenta a la irradiación solar) y eso en los

365 días del año. Si en la ecuación (3.5) se observan los 365 días del año,

reducidos al equivalente de 270 días al año, es debido a las pérdidas

consideradas en el inversor y por el factor de reducción.

El valor obtenido para tC en la ecuación 3.6 es utilizado a continuación, para

facilitar el cálculo de toda la energía aportada por la instalación en sus 25

años proyectados.

80 

 
 

En este análisis económico simplificado, no se considera el cambio del valor

del dinero, en el tiempo. Se utiliza el ejemplo del dimensionado para ilustrar el

procedimiento.

En el procedimiento simplificado se utilizan índices de costo y un tiempo de

cálculo de 25 años.

En la TABLA 3.2 , se representan los costos básicos

TABLA 3.2. Costos aproximados de la instalación

Cantidad Índice Costo ($)


Módulos (14) (64 Wp) = 896 Wp 0,60 ($ / Wp) 538
Baterías (8) 2,52 kWh = 20,2 kWh 75 ($ / kWh) 1512
Inversor 1 000 W 0,25 ($ / W) 250
Regulador (24 V) (40 A) = 960 VA 0,08 ($ / VA) 77
SubTotal 2377
Otros 20 % del Subtotal 475
Instalación 896 Wp 0,20 ($ / Wp) 179
Costo de inversión 3031
Costo de operación
896 Wp 0,50 ($ / Wp) 448
y mantenimiento
Costo de Baterías 1 512 1512
reemplazos Inversor y regulador (250 + 77) 327
Costo TOTAL 5318

La energía total producida en los 25 años del proyecto, utilizando el tiempo

característico calculado en la ec. (3.6), se obtiene a través de:

E = 1 539
[kWh / año ] 896
[kWp ] 25 [año ]
[kWp ] 1000

E = 34 474 [kWh]

Finalmente, el costo equivalente de la energía o costo del kWh se obtiene de:

Costo del kWh = 5 318 [$] / 34 474 [kWh] = 0,16 [$ / kWh]

81 

 
 

Resulta común comparar los costos del kWh producido por diversas fuentes o

tecnologías, independientemente del contexto o circunstancias específicas

para cada caso, lo cual resulta por lo regular, un enfoque demasiado

simplificado. Una de las características fundamentales de la energía solar

fotovoltaica reside en sus posibilidades de ser utilizada en regiones aisladas

de las redes de distribución eléctrica o de difícil acceso como para el

abastecimiento de diesel para grupos electrógenos o trabajos de

mantenimiento, también es importante señalar su bajo impacto ambiental y las

perspectivas a mediano y largo plazo en la necesaria sustitución de los

combustibles fósiles para la generación de energía.

En el ejemplo desarrollado, si no se consideran los costos debido a las

baterías, como forma de estimar la situación de un sistema conectado a la red,

se obtendría un costo inferior a 0,10 $/kWh. Mientras que otro estimado puede

realizarse para un sistema generador de electricidad con combustible fósil de la

siguiente manera.

Partiendo de un barril de petróleo con 1 580 kWh de energía térmica, la que se

transforme en energía eléctrica en una planta con el 33 % de eficiencia,

teniendo el barril un costo de $ 100; por solo el concepto de adquirir el petróleo,

el kWh de electricidad tendrá una componente en el costo de:

100 ($ / barril )
= 0,19 ($ / kWh)
(0,33) (1580) (kWh / barril )

Es posible estimar que el costo total del kWh esté cercano a los 0,25 $/kWh,

cuando se introduzcan todos los demás componentes del costo vinculados a

los otros elementos que participan en su generación. La mirada perspectiva

82 

 
 

indica a mediano y largo plazo, que este valor de 0,25 $/kWh a de ir

incrementándose, mientras que los estimados para el kWh de origen

fotovoltaico a de ir disminuyendo (Ver Fig. I.2).

Un parámetro que ayuda a ilustrar la situación a la hora de decidir por la

extensión de la red eléctrica, desde la línea de distribución más cercana hasta

la comunidad que ha de electrificarse, es el parámetro denominado “distancia

crítica a la red” (Dcri).

Para su ilustración, se conforma un gráfico para presentar la dependencia del

costo del kWh para un proyecto de extensión de la red, en función de la

distancia de la extensión, simultáneamente con el costo del kWh para un

proyecto de instalación de un sistema fotovoltaico autónomo (pudiera

realizarse un análisis con otros sistemas energéticos). Es de destacar que el

costo del kWh para el sistema fotovoltaico es prácticamente independiente de

la distancia de la extensión de la red, representándose como una línea

horizontal (0,16 $/kWh) en la Fig. 3.7

Fig. 3.7. Representación de la distancia crítica a la red

83 

 
 

En la Fig. 3.7 se considera un relativo bajo costo del kWh en la línea de

distribución eléctrica de 0,12 $/kWh y un incremento de 0,1 $/kWh por cada

km que se añada en la extensión.

Puede observarse en la figura que para extensiones de la red mayores de

400 m (0,4 km), el costo del kWh es mayor mediante la extensión de la red,

mientras que para extensiones de la red menores de 400 m, el costo del kWh

es mayor mediante el sistema fotovoltaico, de donde la distancia crítica (para

la decisión relacionada sobre cual sistema provee mayor o menor costo del

kWh) es la distancia a la cual los dos procedimientos coinciden en el costo, lo

cual se reconoce en la figura por el punto de intersección de ambos

comportamientos gráficos.

El análisis económico es complejo debido a importantes factores no siempre

considerados, como los costos por externalidades e impuestos por

contaminación o impacto ambiental. Resulta importante considerar a mediano

plazo, cuál será la situación en la medida en que el precio del barril de

petróleo vaya aumentando.

También resulta importante considerar la disminución del costo del Wp en el

cálculo del costo de los módulos fotovoltaicos, lo cual fue tomado como la

principal limitación en décadas anteriores (Ver Fig. I.2) y ya hoy la situación

es diferente y se espera que el precio del Wp se estabilice a corto

plazo en un valor cercano a 0,60 $/Wp. (Ver Fig. 3.8).

Las proyecciones económicas indican que en unos dos o tres años, se

generalice la pariedad económica entre la energía solar fotovoltaica y la

obtenida del fuel o el diesel.


84 

 
 

Fig. 3.8. Precio del Wp en años recientes

85 

 
 

CARACTERÍSTICAS ELÉCTRICAS EXTERNAS

Condiciones estándar de operación para celdas y módulos

Con el objetivo de poder comparar la operación energética entre diferentes

celdas y módulos y para estandarizar el control de calidad de estos

elementos, se establecen las siguientes condiciones estándar:

• Irradiancia de 1 000 W / m2

• Temperatura de la celda: 25 oC

• Distribución espectral solar con masa de aire AM 1,5 (Ver Fig. 1.6)

La selección de estos tres parámetros está dada por la influencia que ellos

tienen sobre el comportamiento de las celdas, lo cual se describe en este

capítulo.

Un conjunto de curvas características permiten ofrecer una información básica

del comportamiento energético o eléctrico (externo) de celdas y módulos,

como se exponen a continuación:

Las curvas IV características (Fig. 4.1) poseen tres puntos principales, que

son:

• La intensidad de corriente de cortocircuito (Icc), que representa la intensidad

de la corriente cuando en los dos bornes de salida de la celda (o módulo) se

realiza un cortocircuito.

• La tensión de circuito abierto (Vca), para la tensión eléctrica entre los bornes

del dispositivo, cuando no circula corriente eléctrica entre ellos.

• El punto de entrega de la máxima potencia (PMP, también denominado MPP,

de Maximum Power Point), representado por un pequeño círculo en la

Fig. 4.1. Sus coordenadas son aquí : 0,54 V y 3,70 A

86 

 
 

Fig. 4.1. Curva característica de una celda fotovoltaica

El comportamiento reflejado en la Fig. 4.1 depende de la irradiancia. En la Fig.

4.2 se muestran cuatro curvas, cada una para un valor diferente de la

irradiancia, los que se señalan en la leyenda.

La curva superior, que coincide con la curva de la Fig. 4.1, está trazada para

las condiciones estándar de irradiancia, temperatura y espectro solar.

Puede apreciarse que la intensidad de corto circuito es proporcional con la

irradiancia solar. Si la irradiancia se reduce a la mitad, Icc también lo hace.

En cambio, en Vcc, la irradiancia tiene menor efecto.

1,00 kW /m2
0,75 kW /m2
0,50 kW /m2
0,25 kW /m2

Fig. 4.2. Comportamiento de una celda para diferentes irradiancias

87 

 
 

En la Fig. 4.3 puede observarse la influencia de la irradiancia en la tensión de

circuito abierto (Vca) y la intensidad de corriente de cortocircuito (Icc). La

escala de la izquierda es para Icc y en la derecha para Vca.

Fig. 4.3. Influencia de la irradiancia en Vca e Icc

Fig. 4.4. Distribución de la potencia entregada por una celda

En la Fig. 4.4 se muestra con línea discontinua, la curva I-V para las

condiciones estándar y se representa sobre ella, al PMP. También en la Fig.

88 

 
 

4.4 se muestra con línea continua, la característica de la potencia en función

de la tensión, donde la potencia se obtiene de:

P [W] = I [A] V [V]

En la Fig. 4.4, la escala de la izquierda es para la Intensidad de la corriente y

en la derecha para la potencia.

En la curva de la potencia también se señala el PMP con un pequeño círculo.

Factor de forma

Un parámetro que refleja la calidad de la celda es el Factor de Forma o de

llenado, el que se define mediante:

PPMP
FF =
VCA ICC

Una representación gráfica de FF puede lograrse, refiriéndose a la Fig. 4.4,

mediante:

Área del rectángulo menor


FF =
Área del rectángulo mayor

Si el PMP estuviera en la esquina derecha superior del rectángulo mayor,

implicaría que ambos rectángulos fueran iguales y FF = 1,0 , para eso, el PMP

tendría que estar a una tensión de Vca, con una intensidad de corriente Ica.

En ese caso ideal, la característica I-V no tendría la curvatura o codo que

presenta cerca del PMP, ni la reducción de la intensidad de corriente desde

V = 0 hasta V = Vca, y se aprovecharía toda la tensión y la intensidad de

corriente que puede ofrecer la celda.

Para celdas de silicio monocristalino se obtienen FF en el rango de (0,75 –

0,85).

89 

 
 

Efecto de la temperatura

La influencia de la temperatura en el comportamiento de las celdas se puede

observar en la siguiente Fig. 4.5.

Fig. 4.5. Curvas características para diferentes temperaturas

Se observa que la tensión de circuito abierto (Vca) se reduce en la medida en

que la temperatura de la celda se incrementa. Para celdas de silicio

monocristalino se puede estimar que la reducción es del orden del 0,30 al 0,45

% por cada grado Celsius que sobrepase la temperatura de la celda por

encima de los 25 oC que se toma de referencia. El coeficiente para la

estimación de la reducción de la tensión de circuito abierto según fue

explicado, recibe el nombre de “Coeficiente de temperatura” y para cada

modelo debe buscarse las especificaciones del fabricante.

También se observa una ligera influencia en el incremento de la intensidad de

corriente de cortocircuito (Icc), el que puede estimarse entre un 0,02 y 0,08 %

por cada grado Celsius que sobrepase la temperatura de la celda por encima

de los 25 oC que se toma de referencia.

En la Fig.4.5 puede observarse que el PMP también reduce su potencia con el

incremento de la temperatura, esto se destaca con más claridad en la Fig. 4.6


90 

 
 

Fig. 4.6. Distribución de potencia para diferentes temperaturas

Puede estimarse para este ejemplo, que la reducción de la potencia del PMP

es del orden del 0,35 al 0,50 % por cada grado Celsius que sobrepase la

temperatura de la celda por encima de los 25 oC que se toma de referencia.

Composición de un módulo a partir de celdas

Teniendo en cuenta que las primeras aplicaciones en sistemas fotovoltaicos

autónomos se realizaban con baterías de 12 V, los módulos con celdas de

silicio monocristalino se construyeron con una serie o línea (string en inglés)

de 36 celdas y cada celda con 0,62 V como tensión de circuito abierto, las que

entregaban 22,3 V de circuito abierto para el módulo, y esto provoca que la

tensión del PMP sea aproximadamente 17 V. Esta es una tensión adecuada, y

algo superior a los 12 V de las baterías, para que los módulos puedan cargar

las baterías, ya que esa era una función esencial para los módulos. Para

incrementar la intensidad de la corriente y además la potencia entregada, se

pueden colocar dos líneas (cada una de 36 celdas en serie) conectadas en


91 

 
 

paralelo, pudiendo ampliarse la intensidad de la corriente de 1,5 A hasta 3,0 A

para la intensidad de cortocircuito, mientas que la intensidad de corriente para

el PMP puede estar cerca de 2,7 A y la potencia del PMP en:

17 [V] 2,7 [A] ≈ 46 [W]

Si las 72 celdas se conectan todas en serie, con la misma potencia se obtiene

un módulo con unos 34 V de tensión en el PMP y utilizar entonces baterías

con un banco de 24 V.

Otras combinaciones se han establecido para obtener variedad de potencias

en el rango entre (40 – 300) W

Efectos de sombra

En un conjunto de celdas conectadas en serie dentro de un módulo, puede

suceder que por efecto de sombra de algún árbol, objeto cercano o una hoja

caída sobre el módulo (ver Fig. 4.7 superior), una (o varias) de las celdas no

reciba la irradiancia esperada o una magnitud muy inferior al resto de las

demás celdas y se convierta en una resistencia u obstáculo para la circulación

de la intensidad de la corriente y se produzca una baja sensible en la energía

generada (Fig. 4.7 superior). Para reducir este efecto, los fabricantes

acostumbran colocar unos diodos (diodos de paso o by-pass, ver Fig. 4.7

inferior) en la caja de conexiones del módulo. De esta manera una parte de la

corriente se “desvía” de la trayectoria obstaculizada y se incorpora después de

rebasar al obstáculo. Así se aprovecha al menos, una parte de la capacidad

de generación de las celdas. En la Fig 4.7 solo se representan ocho celdas en

el módulo, para simplificar el esquema, aunque manteniendo la concepción

para los diodos de paso.

92 

 
 

Fig. 4.7. Disposición eléctrica de los diodos de paso

93 

 
 

FABRICACIÓN DE CELDAS FOTOVOLTAICAS

Considerando el nivel de desarrollo alcanzado y su introducción en la

producción o mercado mundial, las diferentes tecnologías empleadas en la

fabricación de las celdas fotovoltaicas, se pueden clasificar según:

Celdas solares de primera generación. Las celdas de silicio han dominado

la producción de celdas de primera generación. En el 2010, un 91 % de la

producción mundial de celdas fotovoltaicas fue de silicio: el 33 %

monocristalino, el 53 % policristalino y 5% amorfo. La tecnología más madura,

barata y que predomina es la serigráfíca. (Ver TABLA. 5.2). Se prevé que

esta generación mantenga su predominio en los próximos 15 años.

Celdas solares de segunda generación. Están compuestas

fundamentalmente por celdas de capas delgadas policristalinas, de buena

perspectiva por los reducidos espesores, disminución del volumen de material

utilizado y por la posibilidad de lograr celdas extensas, con una identificación

muy cercana entre celdas y módulos fotovoltaicos Su mercado es aún

reducido, las diversas dificultades tecnológicas se van superando,. En el 2010

se produjo: en celdas de CdTe (cadmio-telurio) el 5 % y de CIS (cobre-indio-

selenio ; CuInSe2 ) el 1,6 % de todas las celdas. Las de silicio amorfo (Si-a)

obtuvieron un 5 % . Algunas tecnologías como las celdas en tándem

presentan posibilidades interesantes (Ver TABLA 5.2).

Celdas solares de tercera generación. Esta es la generación del futuro a

más largo plazo, unos 30 a 50 años, actualmente en desarrollo de sus

principios básicos. Entre este grupo están las celdas sensibilizadas con

colorante (DSSC). Se trabaja en la introducción de la nanotecnología en la

producción de celdas solares utilizando celdas polímeras basadas en


94 

 
 

semiconductores orgánicos. También se conciben los proyectos para cristales

fotónicos como materiales diseñados para reflejar y difractar la luz en

longitudes de onda específicas. Estudios teóricos señalan posibilidades de

llegar a eficiencias del orden del 65 %.

Desde otro punto de vista, las tecnologías actuales fundamentales para la

fabricación de celdas fotovoltaicas, pueden clasificarse de la siguiente

manera:

TIPOS DE CELDAS

A) Silicio cristalino

A1) Silicio monocristalino

A2) Silicio policristalino

A2.1) Celdas clásicas o multicristalinas

A2.2) Producción con cintas

B) Capas delgadas

B1) Silicio amorfo

B2) Diseleniuro de cobre e indio (CIS)

B3) Teluro de cadmio (CdTe)

C) Otras tecnologías

C1) Sensibilizadas con colorante (DSSC)

C2) Etero-unión con capas delgadas (HIT)

C3) Celdas en tándem

C4) Celdas con concentradores solares

95 

 
 

A) Silicio cristalino

La materia prima fundamental para las celdas fotovoltaicas es el silicio. Es el

segundo elemento más abundante en La Tierra, después del oxígeno.

Aparece fundamentalmente como dióxido de silicio. Para separarlo del

oxígeno, la arena de sílice se calienta a una alta temperatura en un horno,

donde se obtiene silicio con una pureza del 99,9999 % .

A1) Silicio monocristalino

El proceso básico para obtener silicio monocristalino es denominado

Czochralski (Ver Figuras 5.1 y 5.2) y se basa en la introducción de una barra

de cristal de silicio en un baño de silicio fundido y elevar lentamente el cristal

mientras rota, para que crezca en la medida en que se eleva, adquiriendo

material del baño. La lentitud del proceso y el control de la distribución de la

temperatura, determinan la calidad del cristal obtenido. Pueden producirse

lingotes cilíndricos de 0,3 m de diámetro y unos dos metros de longitud.

Posteriormente los lingotes son cortados en barras octogonales y en obleas

de 0,3 mm de espesor. Impurezas de boro y fósforo para generar las regiones

P y N se introducen en hornos con temperaturas de (800 – 1 200) oC. En el

proceso estándar de fabricación (Ver Fig. 5.12), se requiere además crecer la

capa superior antirreflectante de óxido de silicio y depositar la malla metálica

conductora de electricidad que realiza la recolección de los electrones

generados, la cual, junto con el contacto de la parte posterior de la celda, se

conectan a los bornes de salida de la electricidad. La eficiencia de conversión

energética que se logra es del orden del: (15 -18) %. Presentan una

coloración azul cuando tienen capa anti reflectante.

96 

 
 

Movimiento

Cristal de semilla Silicio fundido

Lingote de silicio cristalino

Crisol de cuarzo

Fig. 5.1. Esquema del método de Czochralski

Figura 5.2. Lingote de silicio obtenido por el método de Czochralski

A2) Silicio policristalino

A2.1) Celdas clásicas o multicristalinas

El proceso de fundición de lingotes es el más común para la producción de

silicio multicristalino o policristalino. El silicio primario es calentado al vacío a

1 500 oC y enfriado a unos 800 oC. Se producen bloques cúbicos de unos 40

cm de lado. Posteriormente cortado en barras y en obleas de 0,3 mm de

espesor. Las impurezas se añaden, así como los contactos y la capa anti

reflectante de forma similar a la utilizada en silicio monocristalino.


97 

 
 

En las celdas con silicio policristalino pueden fácilmente verse los cristales

individuales en la superficie (estructura tipo hielo) debido a la reflexión

diferente de la luz en cada cristal (Figura 5.3). Se obtienen eficiencias del

orden de: (13 -16) %. Presentan color azul con capa anti reflectante.

Fig. 5.3. Celda de silicio policristalino

A2.2) Producción con cintas

Durante la forma tradicional de producción de celdas cristalinas, en los

procesos de corte de las obleas se desecha cerca de la mitad del silicio y las

obleas deben tener un espesor de 0,3 mm por razones mecánicas (no

eléctricas). Esto ha impulsado el desarrollo de diferentes tecnologías de

obleas en cintas, que se producen fuera del baño de silicio y con el espesor

deseado (tendiendo a 0,1 mm), requiriendo solo que un laser corte las cintas

en obleas (Figura 5.4). A estas variadas tecnologías se les llama “Cinta

98 

 
 

estirada” del inglés Ribbon-drawn y sus tendencias son las de requerir menor

material y energía de fabricación.

Las cuatro variantes tecnológicas fundamentales son:

Polycrystalline EFG silicon cells. Sus siglas EFG provienen del inglés Edge-

Film-Growth. Presenta eficiencias del 14 %.

Movimiento

Silicio fundido Cinta de silicio cristalino


Dado o conformador
de carbón

Fig.5.4. Esquema del proceso básico en cintas

Polycrystalline string-ribbon silicon cells. Su nombre en inglés se refiere a dos

fibras o cintas que utiliza en el proceso. Alcanza eficiencia del 12 %.

“Mono” crystalline dendritic-web silicon cells. Tecnología similar a la anterior,

pero con solo una fibra de cuarzo (su nombre proviene de web, red o tejido y

del griego dendron, árbol ). No es realmente monocristalino ya que presenta

dos estructuras monocristalinas. Alcanza eficiencias del 13 %

Polycrystalline APex cells. Utiliza sustrato de cerámica, sobre el que se

deposita silicio policristalino, su eficiencia es del 9 % aunque promete bajos

costos.

B) Capas delgadas

99 

 
 

Desde el 1990, el desarrollo de procesos de capas delgadas para fabricar las

celdas solares se ha impulsado. Aquí los semiconductores con propiedades

fotovoltaicas son depositados en finas (o delgadas) capas, a un substrato

(vidrio en la mayoría de los casos). Los métodos usados incluyen la

vaporización y los baños electrolíticos. Como materiales semiconductores, se

utiliza: Silicio amorfo, diseleniuro de cobre e indio (CuInSe2) y teluro de

cadmio (CdTe). Debido a la alta absorción de la luz de estos materiales, un

espesor cercano a 0,001 mm resulta teóricamente suficiente para absorber la

luz del Sol. Estos materiales son propicios para la asimilación de elementos

con impurezas deseadas. Comparando las temperaturas industriales de unos

1 500 °C para las celdas de silicio cristalino con las de las celdas de capas

delgadas, estas últimas sólo requieren temperaturas entre 200 °C y 500 °C. La

menor cantidad de materia prima y consumo de energía así como el alto nivel

de automatización industrial, ofrecen considerables ahorros económicos en

comparación con las del silicio cristalino.

B1) Silicio amorfo

El silicio amorfo no adopta una estructura cristalina regular, de ahí su

denominación como amorfo. Como resultado de esto se forman enlaces

abiertos en las fronteras inter atómicas, las que pueden ser ocupadas por el

hidrógeno. El silicio amorfo hidrogenado (a-Si:H) se crea en reactores de

plasma a través de la deposición química del vapor (CVD, de Chemical

Vapour Deposition) del silano gaseoso (SiH4) a (200 – 250)°C. Las impurezas

se introducen a través de gases como el B2H6 para el tipo P y el PH para el

tipo N. Las celdas de silicio amorfo se pueden depositar sobre sustratos como
100 

 
 

metal o plástico (para módulos flexibles). La desventaja fundamental de las

celdas de silicio amorfo está en su relativa baja eficiencia, la cual disminuye

durante los primeros (6 – 12) meses de funcionamiento debido a la

degradación que induce la luz (efecto Staebler-Wronski), hasta que se logra

un nivel estable en la eficiencia. Con la producción de celdas en tamden y el

procedimiento (p-i-n), el efecto de variación inicial de la eficiencia se puede

reducir. Se obtienen eficiencias del (5 – 8) % cuando se estabiliza. Presentan

coloración del rojo-castaño al negro.

En la Fig. 5.5 se muestra un esquema con la luz incidiendo por la parte

inferior, con el contacto transparente de óxido de estaño, la estructura de

silicio amorfo (p-i-n) y el polímero de protección. En la Figura 5.6, en otro

esquema se muestran varias filas de silicio amorfo con las capas de aluminio

que las conecta en serie.

Polímero

n
i  a‐Si 
p
SnO2

Vidrio

Fig. 5.5. Esquema de la estructura en capas delgadas de celdas de


silicio amorfo

101 

 
 

Capa de
Substrato aluminio
Capa de Si (p-i-n)
SnO2
polímero

Fig. 5.6. Esquema de interconexión de capas delgadas con celdas de


silicio amorfo

B2) Diseleniuro de cobre e indio (CIS)

Debe su nombre (CSI) al material semiconductor que se usa: diseleniuro de

cobre e indio (CuInSe2). En ocasiones se mezcla con el galio o el azufre. El

sustrato inicialmente se cubre de una fina capa de molibdeno así como en el

contacto inferior usando deposición catódica. Se logran eficiencias del (7 – 9)

%. Su color es negro. (Figura 5.7)

ZnO:Al
i - ZnO
CdS
ClS
Contacto
Vidrio

Fig. 5.7. Esquema de la estructura en capas de celdas CIS

B3) Teluro de cadmio (CdTe)

Utiliza de material al teluro de cadmio (CdTe), de ahí su nombre. El sustrato

es de vidrio y utilizan capas frontales de óxido de estaño – indio. Se utilizan

procesos simples como deposición galvánica, espray pirolítico o pintura


102 

 
 

esparcida. Esta tecnología tiene posibilidades de introducir bajos costos de

fabricación. Presenta la dificultad de la toxicidad del Cadmio. (Figura 5.8)

Vidrio
ITO
CdS
CdTe

Contacto

Fig. 5.8. Esquema de la estructura en capas de celdas de CdTe

C1) Celdas solares sensibilizadas con colorante (DSSC)

Las celdas solares sensibilizadas con colorante (Dye-Sensitized Solar Cells,

DSSC) se introducen en 1991 por el profesor suizo Michael Gratzel, y esperan

desarrollarse como una alternativa económica a la tecnología de silicio. El

material esencial de la Celda Gartzel es el semiconductor dióxido de titanio

(TiO2). Este material no actúa como el procedimiento de la unión pn, sin

embargo, absorbe la luz en el tinte orgánico de forma similar a la vía en que

las plantas usan la clorofila para capturar la luz del Sol en la fotosíntesis.

En su estructura, una capa de dióxido de titanio teñida y una solución salina

conductora como electrolito se colocan entre dos electrodos conductores y

transparentes (TCO, Transparent Conducting Oxides). Los materiales usados

no son tóxicos y son relativamente baratos. El dióxido del titanio se produce

industrialmente en grandes cantidades y se usa por ejemplo, en las pinturas

de paredes, la pasta dentífrica y el papel. Los materiales costosos como el

platino y los tintes estables sólo son requeridos en pequeñas cantidades. Hay
103 

 
 

todavía sin embargo, problemas que deben resolverse antes de que pueda

entrar en la producción masiva industrial, particularmente los que se refieren

a la estabilidad a largo plazo y el sellado del sistema. (Figura 5.9)

Circulación
de
Radiación solar
electrones
Vidrio
TCO 

TiO2 con colorante

Platino
TCO 
Vidrio

Fig. 5.9. Esquema de la estructura en capas de celdas solares sensibilizadas


con colorante (DSSC)

C2) Etero-unión con capas delgadas.

Sus siglas (HIT) provienen de (Hetero-junction with Intrinsic Thin layer) y se

caracteriza por una estructura híbrida con silicio cristalino y amorfo. Con el

núcleo de una oblea monocristalina de silicio (tipo N), se cubre por la cara

frontal con una delgada capa de silicio amorfo (tipo P) y con una delgada capa

de silicio amorfo (tipo N) por la cara posterior. El silicio cristalino (N) con la

capa delgada amorfa (P) en la cara frontal forman la unión pn activa para el

efecto fotoeléctrico, aunque aquí, a diferencia de la celda monocristalina, se

realiza la unión con dos semiconductores estructuralmente diferentes,

104 

 
 

formando una etero-unión. Las celdas HIT presentan ahorro de energía y

materiales durante la fabricación. Se requiere solo unos 200 oC para las

deposiciones, lo cual permite que el espesor de las obleas sea de solo 0,2

mm. Se alcanzan eficiencias del 17 %. Su color es del azul oscuro al negro.

(Figura 5.10).

Malla
colectora
Silicio amorfo i-P

Contacto
posterior

Silicio amorfo i-N Silicio monocristalino N 

Fig. 5.10. Esquema de la estructura en capas de celdas de etero-unión con


capas delgadas (HIT)

COMPARACIÓN

En los sistemas conectados a la red, generalmente se usan celdas de silicio

monocristalino así como policristalino. La menor eficiencia de las

policristalinas se compensa con ventajas económicas de la fabricación. Las

celdas de silicio amorfo tienden a usarse en aplicaciones aisladas de menor

potencia, aunque en la medida en que su estabilidad mejora, se abren más

campos de aplicaciones. Las celdas HIT logran las mayores eficiencias. Las

tecnologías CIS y CdTe aún no logran espacios comerciales de apreciación,

pero se mantienen en desarrollo. Otras tecnologías que usan

semiconductores de los grupos III y V, como el GaAs, logran muy altas

eficiencias, pero a un costo económico que solo se justifican en aplicaciones


105 

 
 

espaciales. Las celdas solares sensibilizadas con colorante se mantienen

como alternativas interesantes para el futuro, incluyendo aplicaciones con

integración en edificaciones. En la TABLA 5.1 se muestran datos

comparativos entre las celdas y tecnologías mencionadas, mientras que en la

TABLA 5.2 se muestran datos de producciones en los últimos años.

TABLA 5.1. Eficiencias en algunas tecnologías o celdas

Eficiencia de Eficiencia de Eficiencia de


Material o
celda en celda en módulosen
tecnología
laboratorio (%) producción (%) producción (%)
Si-monocristalino 25 18 14
Si-policristalino 20 16 13
EFG 20 14 13
APex 19 10 8
Si-amorfo 13 10 8
HIT 20 17 15
CdTe 16 10 9
DSSC 12 7 5

TABLA 5.2. Producciones del 1999 al 2010 en % por tipos de celdas

% 2000 2002 2004 2006 2008 2010


Si mono 38 36 36 43 38 33
Si poli 48 52 55 46 48 53

CdTe 0,5 0,7 1,6 3 6 5


a:Si 9 6 4 5 5 5

CIS 0,5 0,3 0,4 0,2 1,0 1,6

Si cinta 4 5 3 3 1 1

Otros 0,1 1,0 1,4

106 

 
 

Esquema del proceso de producción.

A continuación se muestra una secuencia esquemática de los pasos

fundamentales del proceso de producción de una celda fotovoltaica partiendo

de una oblea de silicio monocristalino.

Silicio P

Fig. 5.11. Oblea inicial donde ya se realizó una difusión de impurezas tipo P

Silicio N
Silicio P

Fig.5.12. Difusión frontal de impurezas tipo N

Óxido de Silicio

Silicio N
Silicio P
Fig. 5.13. Crecimiento de capa de óxido frontal.

La capa de oxido de silicio sirve de capa protectora, aunque por ser aislante

eléctrico, se requiere de orificios para realizar los contactos eléctricos con el

semiconductor.

Contactos eléctricos
Capa anti reflectante para la malla colectora

Silicio N
Silicio P

Contacto eléctrico posterior

Fig. 5.14. Deposición de capa anti-reflectante y los contactos eléctricos.


107 

 
 

Malla colectora

Silicio tipo N
Capa de óxido de silicio

Silicio tipo P
Contacto eléctrico posterior

Fig. 5.15. Esquema final. No se destaca la superficie antireflectante para


simplificar la figura

C3) Celdas en tándem, cascada o pila de capas.

Dado que cada uno de los materiales mencionados hasta aquí tiene una zona

del espectro de la radiación solar donde logra su mayor absorción, que puede

ser la región de longitudes de onda largas, visibles o cortas, una posibilidad en

desarrollo es superponer varias capas de materiales, cada uno sensible a un

rango de longitudes de ondas, de modo que los primeras absorban las

componentes solares a las que son sensibles y dejen pasar (gracias al

pequeño espesor de las capas) las demás componentes para que las

siguientes capas lo absorban, De este modo se obtiene la absorción de un

alto por ciento del espectro solar. Puede obtenerse una eficiencia del 35 %, de

un valor teórico del 86 %

108 

 
 

Componentes de corta λ
Componentes de media λ
Componentes de larga λ

Vidrio

TCO
Estructura pin para
componente de corta λ 
Estructura pin para
componente de media λ 
Estructura pin para
componente de larga λ  
Reflector
Substrato

Fig. 5.16. Esquema de la estructura en capas de celdas solares en tándem,


cascada o pila de capas

C4) Celdas con concentradores solares

Están basadas en la concepción de utilizar una lente para concentrar la luz y

obtener valores de 100 soles, con lo que se puede aprovechar mejor el área o

los materiales semiconductores utilizados y poder usar materiales más

costosos (como el AsGa), logrando eficiencias del orden del 40 %. Las

desventajas están en las necesidades de sistemas de seguimiento solar

(debido a las lentes), así como el sistema de enfriamiento (para no elevar

demasiado la temperatura) y los propios sistemas ópticos de concentración.

109 

 
 

Han tenido uso en aplicaciones espaciales y se trabaja por llevarlas al uso

terrestre, donde ya existen algunos sistemas experimentales.

Espejo

Rayos Lente
solares concentradora

Celda Espejo

Fig. 5.17. Esquema de una celda de concentración solar

3 cm

10 cm
Marco de soporte
de las celdas

Fig. 5.18 Esquema de montaje de celdas en un módulo

Estructura de los módulos fotovoltaicos

Con el fin de brindar una eficiente protección a las celdas fotovoltaicas de la

humedad, tensión mecánica y efectos dañinos del medio ambiente, durante 25

años o más de permanencia a la intemperie, se fabrican módulos fotovoltaicos

con diferentes materiales, como vidrio, plásticos, acrílicos o aluminio.

110 

 
 

El vidrio frontal debe permitir el paso de la radiación solar, sobre todo en el

rango de longitudes de ondas que mejor aprovechan las celdas. Para esto se

utilizan vidrios de bajo contenido de hierro, así como con especiales

características de resistencia a la tensión térmica. En ocasiones el vidrio se

cubre de una capa antirreflectante, logrando transmisiones de radiaciones del

96%

Se utilizan fundamentalmente tres tipos de encapsulados, en base a:

• Acetato de polivinil (EVA, del inglés Ethylene Vinyl Acetate)

• Teflón

• Resinas

Marco de aluminio Vidrio frontal


EVA

EVA
Vidrio, metal, TEDLAR u
Celdas cristalinas
otra superficie posterior

Fig. 5.19. Esquema de estructura interna de un módulo de celdas cristalinas


con EVA

Los módulos estándar contienen entre 6 y 72 celdas y potencia de salida entre

50 y 140 Wp para celdas cristalinas, aunque existen módulos de 340 Wp.

Tendencias fundamentales del mercado mundial

La energía fotovoltaica conectada a la red se ha convertido en el motor

impulsor de la energía fotovoltaica a nivel mundial. Posee la virtud de generar


111 

 
 

la energía que en el propio lugar de demanda o consumo se requiere, con

gran reducción de las pérdidas en la distribución o transporte de la energía

eléctrica y además, en los momentos en que la generación fotovoltaica es

superior a la demanda del propio lugar de aplicación, el excedente de energía

se inyecta a la red, para poder utilizarlo en algún otro punto cercano de la red.

En 1999 el 39 % de la producción fotovoltaica de ese año se utilizó en

sistemas conectados a red, en el 2004 fue de un 80 % y en el 2011, un 99 %

de la producción mundial se utilizó en los sistemas conectados a red. Pero no

ha sido en detrimento de las aplicaciones aisladas de la red, por el contrario,

todas las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica han crecido de forma

absoluta.

Es impresionante el papel de China en la producción fotovoltaica. Actualmente

son líderes en costos y precios, factor importante en la disminución mundial

de costos. En el año 2000 la producción fotovoltaica mundial era solo cercana

a 200 MW, y la de China era insignificante, pero ya en el 2009, China

alcanzaba el 38 % de la producción mundial con 4 676 MW, en el 2010 el 47.8

% con unos 13 000 MW y en el año 2011 deben superar el 50% mundial con

cerca de 20 000 MW de celdas fotovoltaicas. Cuatro de los primeros cinco

productores mundiales y doce de los primeros veinte productores mundiales

de celdas fotovoltaicas son chinos. Unas 50 empresas fotovoltaicas chinas

producen en el 2011 más de 100 MW cada una.

112 

 
 

ANEXOS

Anexo 1. Sistema fotovoltaico. Zulia

Anexo 2. Sistema híbrido eólico fotovoltaico de la comunidad del Táparo.

113 

 
 

Anexo 3. Sistema hibrido eólico fotovoltaico de Jacuque.

Anexo 4. Sistema híbrido eólico fotovoltaico en una vivienda de Coro.

114 

 
 

Anexo 5. Sistema fotovoltaico en una escuela de Paraguaná.

115 

Você também pode gostar