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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO : CONTRATOS

DOCENTE : Dr. FIDEL REYES NORABUENA

TEMA : ENSAYO ENREQUICIMIENTO SIN CAUSA

INTEGRANTES : CASTILLO PICON FERNANDO

CICLO : VIII

HUARAZ- ÁNCASH

INTRODUCCION
El artículo 1954 del Código Civil define el enriquecimiento sin causa como aquella situación en

donde un sujeto se enriquece indebidamente a expensas de otro, quedando el primero

(enriquecido) en la obligación de indemnizar al segundo (empobrecido).

Mientras que en otros ordenamientos jurídicos el enriquecimiento sin causa ha comenzado a

tomar relevancia, en el mismo grado que la responsabilidad civil; en el nuestro, su aplicación es

diminuta, y cuando lo es, incorrecta. De hecho, en el Derecho comparado, desde hace buen

tiempo, los elementos del enriquecimiento sin causa han comenzado a ser redefinidos (si

pensamos en la subsidiariedad y en el perjuicio), por lo que su aplicación y estudio han devenido

en aumento. Me parece que esto último no ha pasado en nuestro ordenamiento jurídico, por lo

que la concepción tradicional de la mencionada fi gura aún sigue vigente.


2. EXPOSICICION O ARGUMENTO

El enriquecimiento sin causa se presenta cuando el patrimonio de una persona se


transfiere a otro individuo sin existir una causa jurídica que justifique ese traspaso.

Para que exista el enriquecimiento sin causa es necesario que se presenten los
siguientes requisitos:

Enriquecimiento del demandado. Se puede producir por un aumento del activo o por
una disminución del pasivo. El enriquecimiento negativo se da cuando es evitada
una disminución del patrimonio.

Empobrecimiento del demandante. El empobrecimiento es una


pérdida económica apreciable, y puede ser un valor salido del patrimonio, una
prestación de servicios, la pérdida de un lucro cierto y positivo

Relación causal entre esos hechos. Debe existir un lazo causal entre el
enriquecimiento del demandado y el empobrecimiento del actor. A veces puede
darse de manera directa el desplazamiento de valores del patrimonio del actor, o de
forma indirecta con otro patrimonio de por medio.

Ausencia de causa justificante. Por ejemplo la existencia de un contrato válido


elimina la posibilidad de acción.

Esta figura jurídica permite que quien resulte empobrecido de esta forma pueda
exigir el reintegro de ese empobrecimiento hasta el importe del beneficio que sin
título o causa haya experimentado otra persona. (Dicciionario Juridico, 2016).

2. EL ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA EN EL MARCO DE LA TUTELA RESTITUTORIA El sistema

jurídico reconoce en los privados diferentes mecanismos de tutela o remedios que son los

medios que permiten la satisfacción de sus intereses o necesidades. De hecho, sin estos

mecanismos de tutela, la satisfacción del interés del privado vendría a ser una simple ilusión

destinada al fracaso. Así, el titular de un crédito, cuenta con innumerables mecanismos de tutela

para proteger su interés frente a una situación patológica: la resolución, la acción pauliana, la

acción subrogatoria, la responsabilidad por inejecución de obligaciones, etc. De hecho, sin estos

mecanismos de tutela, el crédito simplemente sería un derecho ilusorio sin una efectiva garantía

de su cumplimiento. En atención a ello, se ha dicho que “entre los roles primarios de un

ordenamiento jurídico esta de proporcionar una efectiva tutela de los derechos, que estos sean
reconocidos y garantizados. Vendría a menos, en sus funciones, un ordenamiento que se

limitase a reconocer la abstracta titularidad de los derechos o el reconocimiento de

determinadas clases de intereses, sino se preocupase de garantizar la tutela de tales derechos

o la satisfacción de los intereses (…). El discurso sobre la tutela de los derechos implica, pues,

necesariamente, la reflexión sobre los medios de tutela que el ordenamiento prevé en la

hipótesis de violación del Derecho. El argumento de la tutela tendría valor meramente

declamatorio si no se confronta con las previsiones de Derecho Positivo sobre los medios a

través de los cuales los derechos son tutelados.

I. Ahora bien, otro mecanismo de tutela que resulta ser distinto a los mencionados

anteriormente es la restitutoria, en tanto que viene a ser un tipo de remedio que busca restaurar

las condiciones (fácticas o jurídicas) en las que se encontraba un sujeto antes del evento que dio

lugar a la modificación. De hecho, si un sujeto se enriqueció a expensas de otro sin una justa

causa que lo justifique, quedando el patrimonio del primero incrementado y el patrimonio del

segundo disminuido, el enriquecido deberá restituir a favor del empobrecido lo recibido.

Justamente el remedio que permite restaurar esta situación es la tutelatoria.

II. EL ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA EN EL SISTEMA JURÍDICO PERUANO

El sistema jurídico peruano es heredero del Derecho francés o italiano.

De acuerdo al esquema propuesto por los sistemas jurídicos mencionados, los presupuestos de

la pretensión de enriquecimiento sin causa son los siguientes: Presupuestos configuradores del

enriquecimiento sin causa 1. Perjuicio En doctrina sobre la noción de perjuicio existen dos

posiciones: la concepción restrictiva y la concepción amplia. Por la primera, se entiende que para

que proceda la restitución por enriquecimiento sin causa a favor de un sujeto, se requiere que

otro haya sufrido un menoscabo o daño en su esfera económica patrimonial. De hecho, solo una

persona que ha sufrido pérdidas en su patrimonio se encuentra legitimada para solicitar la

restitución de lo enriquecido en favor de otro. Sobre el particular se ha dicho que “según una
concepción, que es probablemente la más difundida sobre todo en Italia y Francia, el concepto

de perjuicio viene entendido en sentido restringido e individualizado en la existencia de un daño

o pérdida patrimonial verdadera y propia en cabeza de la parte perjudicada; en esa perspectiva,

el perjuicio constituiría la otra cara del enriquecimiento”22. Se trata de una concepción que

toma como punto de partida el pago indebido, pues aún está presente la idea de que se requiera,

para la procedencia del enriquecimiento sin causa, la transferencia de una cosa material de un

sujeto a favor de otro. No obstante, esta concepción ha sido superada por la mejor doctrina que

se ha encargado de realizar importantes contribuciones sobre el tema. En ese sentido, con base

en la segunda concepción (amplia), para la procedencia del enriquecimiento sin causa no es

requisito esencial la transferencia de riqueza de un sujeto a favor de otro, en tanto que resulta

suficiente que el enriquecido haya obtenido un beneficio a expensas de otro, es decir, con base

en la intromisión de otra esfera jurídica debidamente tutelada. Basta con que el enriquecimiento

se haya producido de forma injusta, a través del derecho de otro, para que se active este

mecanismo. Piénsese en los beneficios que obtiene un sujeto por usar el bien material o la

imagen de otro sin su consentimiento, que no necesariamente se produce por culpa. En ese

orden de ideas, no resulta necesaria la prueba del daño o de la pérdida patrimonial, ya que

resulta suficiente la prueba de que el beneficio se haya obtenido mediante un comportamiento

que lesiona los derechos o situaciones debidamente tutelada de los demás. A fi n de un

esclarecimiento del tema resulta relevante lo mencionado por Gallo: “Para la solución de este

problema parece fundamental la distinción de aspectos diferentes: Por un lado, el momento del

comportamiento lesivo del derecho ajeno en sí mismo considerado, y por el otro, las eventuales

consecuencias patrimoniales positivas y negativas en cabeza respectivamente del titular del

derecho lesionado y del sujeto agente. En esa perspectiva, la no existencia del daño no es

considerada por la doctrina por sí misma preclusiva de la posibilidad de actuar cualquier remedio

atinente a la responsabilidad civil, con mayor razón, la carencia del daño no debe considerarse

preclusiva de la posibilidad de actuar un enriquecimiento. De hecho, presupuesto esencial de la


acción de enriquecimiento sin causa no es tanto el daño, sino, por el contrario, la existencia de

una ganancia como consecuencia del comportamiento lesivo del derecho ajeno. En efecto, el

perjuicio no implica un daño verdadero o propio, o una pérdida patrimonial, sino esta ínsito en

el hecho mismo de la lesión. De conformidad con la teoría del beneficio creado, para poder

actuar el enriquecimiento es por tanto suficiente la prueba de que se haya enriquecido a

expensas de otro, es decir, a través del comportamiento lesivo de las otras situaciones

debidamente protegidas”23. Un ejemplo que nos permite graficar mejor lo señalado

anteriormente nos lo brinda Sacco: “Supongamos que Tizio sea propietario de una villa, cuyo

valor de goce sea, según el mercado actual, diez por cada año; supongamos que Tizio está a

punto de hacer un largo viaje al exterior, cierra la villa y rechaza cada propuesta de terceros

interesados en tomar la villa, declarando que no tiene la intención de ceder el bien para el goce

de alguno, incluso por un precio más alto de lo normal; supongamos ahora que Caio, apenas

Tizio viaja, usurpa la villa, la entrega a favor de un tercero interesado al precio de doce al año, y

la recupera puntualmente, en el tiempo conveniente para poder entregar el bien antes que Tizio

entre a ocuparla.

2. Enriquecimiento El sentido común nos indica que si un sujeto se enriquece a expensas, de

otro, el enriquecido deberá restituir lo entregado a favor del empobrecido con la fInalidad de

restablecer el patrimonio afectado de este último. La justificación se centra en que el Derecho

no puede tolerar comportamientos injustificados e indebidos que solo benefician a una persona.

Ahora bien, la pregunta que surge, en ese escenario, es la siguiente ¿Qué debemos entender

por enriquecimiento? De modo general, podemos señalar que el enriquecimiento viene a ser el

incremento o beneficio patrimonial que favorece a un sujeto, a expensas de otro, de modo que

la esfera económica del primero encuentra una mejora, respecto de la posición en la que se

encontraba antes. El ejemplo paradigmático del enriquecimiento de un sujeto se presenta

cuando existe un traspaso directo y real de dinero u otros bienes a favor de un sujeto sin una
causa que lo justifi que. Piénsese en la apropiación que realiza un sujeto de las ganancias de otra

persona, o quien vende un bien que no le pertenece. En estos supuestos existe una mejora

económica del enriquecido, pues su patrimonio se incrementa como consecuencia del hecho

que dio lugar al enriquecimiento.

3. La relación de causalidad La doctrina tradicional entiende que el enriquecimiento sin causa

procede cuando un sujeto se ha enriquecido injustificadamente, y otro se ha empobrecido, de

modo que a fi n de restablecer este desbalance patrimonial, el empobrecido podrá accionar a

su favor la pretensión de enriquecimiento con la finalidad de restablecer su patrimonio

afectado. Ahora bien, para que proceda la acción de enriquecimiento sin causa, según la doctrina

tradicional, se requiere que exista un nexo de correlación o causalidad entre el enriquecimiento

del demandado y el empobrecimiento del actor, puesto que solo así se justifica la restitución de

un sujeto a favor de otro. Sobre el modo de entender el nexo de causalidad o correlación entre

el empobrecimiento y el enriquecimiento la doctrina tradicional se ha encargado de elaborar

dos concepciones de la misma: una concepción restrictiva y una concepción amplia. Por la

primera se entiende que el nexo de causalidad se presenta cuando existe una relación directa o

inmediata29, en el sentido de que el enriquecimiento sea una causa directa del

empobrecimiento o que ambos sean consecuencia de un mismo hecho jurídico, excluyéndose,

según este punto de vista, aquellos provechos de carácter económico que se obtienen a través

de terceros, es decir, de forma indirecta Existe un nexo directo, y no indirecto, según la

concepción restrictiva entre el enriquecimiento y el empobrecimiento cuando hay un

desplazamiento patrimonial directo e inmediato de un sujeto a favor de otro sin una causa que

lo justifi que. (GHeldres, 2014)

4. La subsidiariedad El artículo 1955 del Código Civil señala que “La acción a que se refiere el

artículo 1954 no es procedente cuando la persona que ha sufrido el perjuicio puede ejercitar

otra acción para obtener la respectiva indemnización.


5. La falta de una justa causa La circulación de bienes y servicios importa la existencia de un

título jurídico que justifique el intercambio de los mismos, de modo que ante la ausencia del

título, nos encontraríamos ante un supuesto de enriquecimiento de un sujeto36. De hecho, el

comprador que recibe el bien y el vendedor que recibe el dinero se enriquecen cada uno en su

patrimonio, pero este enriquecimiento se justifica en el contrato de compraventa que han

celebrado. En efecto, la compraventa es el título jurídico que permite justificar la transferencia

de propiedad del bien y del dinero. Existe, en este supuesto, una justa causa.

6. Los alcances de la indemnización restitutoria Un aspecto importante a considerar es el objeto

de la tutela restitutoria. Nuestro Código Civil nada señala sobre el particular, de ahí que sea

importante la labor de la doctrina para esclarecer este punto. En principio, si el objeto que se

pretende restituir a favor del empobrecido (demandante), se encuentra en poder del

enriquecido (demandado), este último deberá restituir al primero el referido objeto. Se trata de

una restitución específica o in natura a cargo del demandado. Si la restitución fuese imposible

por cualquier circunstancia, se llevará a cabo la restitución por equivalente o en dinero,

estableciendo su valor en función del mercado.

CONCLUSIONES El enriquecimiento sin causa previsto en el artículo 1954 del Código Civil

pertenece a un grupo de remedios llamados restitutorios, que tienen por objeto restablecer la

situación jurídica o fáctica que ha sido alterada en virtud de un hecho que dio lugar al

enriquecimiento. Su análisis, por consiguiente, resulta independiente de los elementos de la

responsabilidad civil (daño por ejemplo). Los elementos del enriquecimiento sin causa son los

siguientes: el enriquecimiento, el perjuicio, la relación de causalidad y la subsidiariedad. El

enriquecimiento viene a ser el beneficio que obtiene un sujeto a expensas otro. Por

consiguiente, no se requiere una transferencia directa de bienes a favor del enriquecido, pues

también se verifica cuando se lesiona el derecho de otro. El perjuicio no viene a ser la pérdida o

disminución patrimonial, como ha sido entendida por la doctrina tradicional. Esta noción de

perjuicio debe ser dejada de lado


Referencias Bibliográficas.

Dicciionario Juridico. (mayo de 2016). Obtenido de


ttps://definicionlegal.blogspot.com/2012/08/enriquecimiento-sin-causa.html

GHeldres, R. (2014). BREVES APUNTES SOBRE EL ENDEUDAMIENTO SIN CAUSA. Actualidad Civil
y Procesal Civil, 81-94.

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