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LA OMNIPRESENCIA
DE LA IMAGEN
ESTUDIOS
INTERDISCIPLINARES DE
LA CULTURA VISUAL
ISBN: 978-84-15665-18-2
Índice
Introducción ................................……………………………………………………......................................… 7
I. Imagen y Cultura
Oro parece plata no es
La operación cognitiva de tres semánticas visuales en la era digital .......................................... 11
Rocío Villalonga y Amparo Alepuz
La máquina pensante
Entre razón y moción………………………………....……………………………………….............................… 89
Jacobo Sucari
Autorrepresentação em Vídeo:
O Eu como Espessura, a Experiência como Ritmo………………..………………………………............ 199
Ana Azevedo
La ruta a seguir
El diseño de información como mediador para la movilidad……………………………..............… 245
Mario Fernando Uribe Orozco
L
a antología de textos que se presenta a continuación ofrece al lector una
perspectiva interdisciplinar sobre la omnipresencia de la imagen y la comu-
nicación en la sociedad actual.
La cultura visual contemporánea en sus diversas áreas: pintura, literatura, foto-
grafía, cine, diseño, tipografía, arquitectura, publicidad, etc. se aborda, en este libro,
desde cuatro dimensiones básicas: la dimensión cultural, la dimensión social, la di-
mensión publicitaria y la dimensión cinematográfica.
El primer módulo de estudios está dedicado a analizar la cultura visual a través
de la semántica (Villalonga y Alepuz), la poesía visual de Padín y Parra (Kuzmins-
kaité), el Surrealismo (Mantovani), la realidad aumentada (Medina), el arte y la lite-
ratura (Salas), la luz y el color (Crespillo), la tecnología (Sucari) y el Informalismo
(Pérez Castillo), un análisis de temas heterogéneos que nos ayudan a profundizar
en la inevitable conexión entre la imagen y la cultura.
La imagen y la influencia de ésta en las cuestiones relativas a la vida y a la acción
social se presenta en el segundo módulo, en el que se tratan temas como la violencia
en la sociedad del espectáculo (González-Fernández y Oliveira), las distopías panóp-
ticas de Foucault y Orwell (Santamaría y Zanón), el fenómeno social del tele evange-
lismo (Abreu), los rituales y la fotografía (Getino), la fotografía española en el periodo
de entreguerras (Salvador, Olivera y Sánchez), la autorepresentación (Azevedo), las
interfaces gráficas (Gutiérrez), el uso de formatos visuales entre estudiantes (Araujo
y Micó), los seniors digitales (Domínguez) y el diseño de información (Uribe).
La imagen tiene un papel indiscutiblemente relevante en la comunicación pu-
blicitaria, así se muestra a través de los estudios presentados en el tercer módulo,
en el que los autores analizan la tipografía como herramienta de identidad visual
corporativa (Mena), las imágenes violentas en campañas publicitarias contra el
maltrato de la mujer (Sans), la relación de la publicidad y los trastornos de la con-
ducta alimentaria (Añaños y Grau), los adolescentes y la publicidad de productos
de alimentación (Rodríguez-Muñoz y Añaños), la narrativa transmedia y el sistema
educativo (Moya), la convergencia mediática (Fernández Martínez) y la conducta
del consumidor (Rodriguez).
Por último, y no por ello menos importante, es el estudio de la imagen como
material esencial del lenguaje cinematográfico. Los autores analizan desde el expe-
rimentalismo futurista y la vanguardia digital (Fernández), el cine que mira a la te-
levisión (Iturbe), el cine mudo italiano (Longhi y Rotondi), el cine negro (Valhondo)
y el cine colombiano (Gasca y Dueñas) hasta el conflicto materno-filial en el cine de
la postmodernidad (Moya).
Este libro pone de manifiesto la importancia de la cultura visual en todo aquello
que nos rodea y que nos comunica, de alguna manera, con el mundo y la sociedad.
Palabras clave: semántica objetual; Roland Barthes; medios digitales,; dadá; surrealismo;
ilustración; collage; fotografía; Walter Benjamin; Lyotard
E
l objeto ha sido y es fuente de inspiración de numerosos movimientos
artísticos hasta la actualidad. El semiólogo Roland Barthes analiza en su
texto “La semántica del objeto”1, cómo desde la semiótica y apoyándose
en la lingüística, dentro de nuestra cultura actual que el denomina Cultura téc-
nica, el objeto desarrolla una serie de mecanismos de significación. El lingüis-
ta Ferdinand Saussure ya vaticinó a principios del siglo XX que la lingüística
acabaría siendo una parte de la ciencia que ya por entonces bautizó como se-
miología. Es pues a partir de entonces y hasta la actualidad como esta ciencia
se ocupa de cómo los hombres dan sentido a las cosas. Ello ha facilitado a lo
largo de la historia ciertas investigaciones antropológicas a partir del estudio
de los objetos de utilidad que fueron y son creados por el hombre para dar
solución a una necesidad. La creación de esos objetos dará lugar a su nomen-
clatura incorporándolos a la lingüística. Y del sentido de esos objetos, de sus
valores semánticos, se ocupará la semiótica. La lingüística estudia como los
hombres dan sentido a los sonidos articulados, pero la semiótica va más allá
estudiando como los hombres dan sentidos a las cosas que no son sonidos.
(…) estos objetos que tienen siempre, en principio, una fun-
ción, una utilidad, un uso, creemos vivirlos como instrumen-
tos puros, cuando en realidad suponen otras cosas, son tam-
bién otras cosas: suponen sentido; dicho de otra manera, el
objeto sirve para alguna cosa, pero sirve también para comu-
nicar informaciones, todo esto podríamos resumirlo en una
frase diciendo que siempre hay un sentido que desborda
el uso del objeto (Barthes, 1966, p. 36).
Desde otro punto de vista, con Morris y Carnap, la tradición del positi-
vismo lógico su derivado funcionalista clasifica la semiótica en: sintáctica,
semántica y pragmática. La sintáctica estudia las relaciones formales entre
1
Conferencia pronunciada en septiembre de 1964, en la Fundación Cini, en Venecia, dentro
del marco de un coloquio acerca de “El arte y la cultura en la civilización contemporánea”. Pu-
blicado en el volumen Arte e Cultura nella civilita contemporánea, preparado por Piero Nardi.
Sansoni, Florencia, 1966.
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Fuente: Man Ray, Max Morise, André Breton, Yves Tanguy. 1927.
3
Joan Fontcuberta, “Elogio del Vampiro”, en El beso de judas, fotografía y verdad, 3 ed. Barce-
lona, Editorial Gustavo Gili, 2000. p. 37-51.
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Lee Miller era una mujer de belleza fascinante y vida novelesca: varios
novios, amantes y maridos de diversas nacionalidades surcan como estelas
su vida. Pasó de ser la modelo, musa y colaboradora de Man Ray, y actriz
con Jean Cocteau, a ser fotoperiodista de guerra y fotografiar campos de
exterminio y ciudades arrasadas en Alemania. En el entreacto protagonizó
otra foto icónica, lavándose las cenizas y el horror en la bañera privada del
führer en Berlín
De entre todas sus fotos escogemos la tomada durante los
bombardeos de Londres, con gafas de soldador junto a una amiga enmasca-
rada; ambas ocultan sus ojos. Sin embargo, esos ojos son los que Man Ray
retrata y recorta obsesivamente para crear su Objeto para destruir, 1932,
dedicado a Lee Miller, con este texto:
Corté el ojo de una fotografía de alguien que ha sido amado
pero que ya no ve más. Pegue el ojo al péndulo de un metróno-
mo y regule el peso hasta encontrar el tiempo deseado. Conti-
nué así mientras pueda soportarlo.
Con un martillo bien preparado, intente destruirlo de un solo
golpe.
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piz... Sobre ellos las letras que componen DADA+ al azar una O, y un sinfín de
posibles combinatorias: ADO; DODO; DADA; ADORODADA, todas ellas sin
rigor y compuestas con un fin meramente estético. Una cita a DADA, rojo de
fondo que contemporáneamente da un efecto velvet, de alfombra roja. Tras
indagar todo el alfabeto se seleccionan aquellos iconos que evocan DADA,
en un ejercicio de apropiacionismo como el que realizaban los dadaístas al
recortar los periódicos para componer sus poemas y sus carteles. El resulta-
do pretende evocar Dadá a través del contexto contemporáneo de las tribus
urbanas y sus símbolos, los juegos de palabras y la poética visual.
4
Andre Bazin, “Ontología de la imagen fotográfica”, en ¿Qué es el cine?, trad. José Luis Muñoz,
Madrid, Editorial Rialp, 1990. P. 32.
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Fuente: Mise en Plis: Amparo Alepuz, Rocío Villalonga, Lou & Syl (Lou
Santamaría/Syl Leaners)
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Lyotard, J. F. (1984). La Condición Postmoderna. Madrid, España: Cátedra.
Teorema.
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Las vanguardias como continuum: Clemente
Padín y Nicanor Parra
Dovilė Kuzminskaitė, Universidad Complutense de Madrid, España
Universidad de Vilnius, Lituania
Palabras clave: vanguardias; poesía visual; artefactos; Clemente Padín; Nicanor Parra
E
l artículo que se presenta a continuación tiene como objetivo proporcio-
nar al lector un breve análisis de la poesía visual de dos autores latinoa-
mericanos: Clemente Padín y Nicanor Parra, procurando centrarse en
las tendencias creativas heredadas de las vanguardias históricas. El propósito
de este texto es plantearse cómo las vanguardias han sido retomadas del con-
tinente latinoamericano y cuál ha sido su impacto en su literatura.
Debido a los estrechos vínculos interculturales e interpersonales las
vanguardias históricas dejan en la poesía latinoamericana una innegable
huella, que a lo largo del desarrollo de las tendencias poéticas del conti-
nente adquiere facetas diferentes. Por una parte, se observa el surgimiento
de la poética conversacional/comprometida (encabezada por tales autores
como Mario Benedetti o Juan Gelman), por otra destacan los intentos a se-
guir las tendencias vanguardistas a pie de la letra (como se puede apreciar
en la poesía de Saúl Yurkievich). Sin embargo, los casos de mayor interés
son aquellos que parten de las propuestas vanguardistas y las desarrollan
desviándose por sus propios caminos, algo que permite observar las trayec-
torias creativas de chileno Nicanor Parra y uruguayo Clemente Padín.
Para empezar, la poética de los autores recién mencionados permite
apreciar el trabajo meticuloso con la faceta visual del texto poético: ambos
escritores acuden a la poesía experimental para buscar nuevas vías creati-
vas y reformular el aspecto visual del poema. Este interés en el poema como
en una superficie que puede significar no solo a través de sus vocablos, sino
también gracias a su forma, se debe en gran medida a las vanguardias histó-
ricas, ya que la poesía visual, encabezada por Stephane Mallarmé y Gillau-
me Apollinaire, en América Latina renace en su esplendor hacia 1952 con
el surgimiento del grupo brasileño de la poesía concreta Noigandres.1 Las
propuestas de dicho grupo se divulgan rápidamente, formando una red de
escritores bastante consolidada (dentro de la misma figurarían tales nom-
bres como Octavio Paz o Amanda Berenguer).
Clemente Padín afirma que en el caso de su generación la poesía vi-
sual, a la que el poeta dedica la mayor parte de su obra, emerge como un
enfrentarse a las generaciones literarias anteriores (principalmente a la
del 45), que se habían apropiado del espacio cultural e impidieron que los
jóvenes poetas emergentes pudieran publicar en fuentes que en aquel en-
1
Esta afirmación no significa que antes no hubiera ciertos precursores que trabajaron la visual. Sin
embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, estos intentos se ven más estéticamente anclados.
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LAS VANGUARDIAS COMO CONTINUUM. KUZMINSKAITÉ
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Figura 3. Signografías
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LAS VANGUARDIAS COMO CONTINUUM. KUZMINSKAITÉ
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LAS VANGUARDIAS COMO CONTINUUM. KUZMINSKAITÉ
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Nadja, de André Breton: o Surrealismo entre
a Fotografia e a Literatura
Introdução
A
fotografia, longe das discussões sobre sua condição de arte, alterou
e criou novas possibilidades para a natureza artística, conforme dis-
cutem e demonstram teóricos como Walter Benjamin, Philippe Du-
bois e Susan Sontag. E, certamente, o advento da fotografia, dessa forma de
representação técnica aguardada pela sociedade industrializada do século
XIX, configurou-se como uma possibilidade de realização de um forte desejo
da humanidade: a fixação artística e técnica dos momentos da existência, a
fixação do instante que passa.
Conforme Walter Benjamin declara, em “A obra de arte na era da sua
reprodutividade técnica” (1987), a fotografia causou muitos dilemas e con-
trovérsias sobre seu estatuto de arte e, segundo o teórico, essa não era a
questão primordial acerca da fotografia. Para Benjamin “Muito se escreveu,
no passado, de modo tão sutil quanto estéril, sobre a questão de saber se a
fotografia era ou não era uma arte, sem que se colocasse sequer a questão
prévia de saber se a invenção da fotografia não havia alterado a própria na-
tureza da arte” (Benjamin, 1987, p. 176).
E essa é a questão crucial. De fato, os finais do século XIX e o século XX
configuram-se como um tempo que se converteu na sequência de instantes
fragmentados. Diante de uma realidade moderna e fragmentada, a lingua-
gem literária também se fragmentou para poder apropriar-se e ser capaz de
abarcar essa realidade. Nesse contexto, a linguagem fotográfica tem a ofere-
cer à linguagem literária o seu caráter de captura, de tomada da realidade
instantânea, do instante.
O Surrealismo e a Fotografia
Acerca das proximidades da proposta da estética surrealista e o processo
fotográfico, é importante resgatar as considerações de Annateresa Fabris,
em Fotografia e arredores (2009). E, sem a pretensão de perpassar todas
as possibilidades de vínculos entre o Surrealismo e a fotografia, é possível
demonstrar certa predileção, defesa e associação da imagem técnica com
o movimento Surrealista, conforme se pode constatar em observações de
Louis Aragon e André Breton.
A fotografia surrealista já não se encontra no interior dos estúdios, por-
quanto a fotografia do início do século XX perdeu seu caráter acadêmico e,
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NADJA, DE ANDRÉ BRETON. ATAÍDE MANTOVANI
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NADJA, DE ANDRÉ BRETON. ATAÍDE MANTOVANI
loca diversos fatos decorridos entre 1918 até o momento de sua escrita, que
ocorre entre os anos de 1927 e 1928, ano de publicação da obra.
A constituição da obra, para fins de análise, pode ser dividida em três
partes: a primeira, em que Breton mescla suas reflexões e críticas artísticas
a diversas reflexões filosóficas e metalinguísticas. Nessa primeira parte, o
narrador apresenta eventos anteriores ao encontro com a personagem Nad-
ja, descreve momentos marcantes e decisivos para o movimento surrealista
e faz comentários sobre seus passeios errantes por Paris e observações so-
bre a cidade e seus palcos artísticos.
Após sua habitual flânerie, que permitia as reflexões literárias e os exa-
mes das paisagens urbanas e cotidianas de Paris e suas apreciações artísti-
cas, Breton é confrontado com ela, com a esfinge, com o enigma. Nadja surge
em seu caminho no interior da multidão urbana, em 4 de outubro de 1926,
na rue Lafayette, no Boulevard Bonne Nouvelle, um dos pontos centrais de
Paris para os surrealistas.
Este evento dá novo tom e nova forma à obra. A partir deste ponto, a se-
gunda parte da narrativa configura-se em ordem cronológica e é estruturada
como um diário, entre os dias 4 e 13 de outubro de 1926, seguidos de lapsos
de tempo que revelam ter havido encontros posteriores a estas datas; este
diário, no entanto, é finalizado com a afirmação do distanciamento de Nadja,
até o surgimento de sua loucura e internação em um hospital psiquiátrico – o
que suscita em Breton comentários sobre realidade e loucura, sobre psiquia-
tria e, notadamente, sobre liberdade: tema invocado constante por Nadja.
A última parte da obra, breve parte, constitui-se de maneira fortemente
metalinguística e recupera o tom difuso e fragmentário, à guisa, talvez, de
um posfácio. Nesta parte final, observam-se novas reflexões sobre Nadja,
sobre um novo amor, sobre Paris e comentários sobre a sua obra Nadja.
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IMAGEN Y CULTURA
peculiares. Em sua primeira edição, de 1928, essa obra era composta por
44 fotografias; em sua edição revisada pelo autor, em 1963, passou a con-
ter 48. Nadja conta com a composição de fotografias de lugares, de pessoas
e de objetos, como obras de arte, quadros e monumentos; e há também a
presença de ilustrações dos desenhos feitos por Nadja. Algumas ilustrações
aparecem sem crédito (e talvez possam ser do próprio autor), mas é possí-
vel notar que, dentre as fotografias escolhidas, há apenas uma de Valentine
Hugo, uma de Pablo Volta e uma de André Bouin; os retratos de pessoas são
dos fotógrafos Man Ray e Henri Manuel e a maior parte, em geral fotografias
de lugares, são do fotógrafo Boiffard. Trata-se de nomes relevantes que en-
riqueceram, com suas obras, o início do século XX francês e que, portanto,
reforçam a ânsia de perfeição entre o texto e a fotografia.
Nadja é uma obra moderna, que se estrutura, segundo Breton, em dois
“principais imperativos ‘antiliterários’ aos quais a obra obedece” (Breton,
2007, p. 19). Nos comentários presentes no “Antes de tudo (telegrama re-
tido)” – no original, Avant-dire (dépêche retardée) – espécie de prefácio
do autor à edição de 1963, Breton esclarece que os dois “imperativos an-
tiliterários” consistem na abundante inserção de ilustrações fotográficas,
que objetiva a “eliminação de qualquer descrição – acusada de inanição no
Manifesto do Surrealismo” (Breton, 2007, p. 20), e no uso do tom narrati-
vo de relato calcado na observação médica, cuja tendência é registrar com
neutralidade o que fora examinado, sem preocupação com o estilo, visando
alcançar um documento “tomado ao vivo” (como denomina o autor, no ori-
ginal, “le document ‘pris sur le vif’”).
Ambos os “imperativos antilitérios” estão pautados nos objetivos e pro-
postas presentes no Manifesto do Surrealismo. No que tange às ilustrações
fotográficas, certamente a eliminação da descrição defendida por Breton
está relacionada à atitude antirrealista presente no Surrealismo, assim
como a aparente descontinuidade e o caráter fragmentário presentes na na-
rrativa também podem ser compreendidos nessa mesma recusa realista. A
atitude realista, segundo Breton, “tem um ar hostil a todo arrojo intelectual
e moral” (Breton, 1997, p. 176).
O que se vê em Nadja, no entanto, não é a substituição ou a eliminação
da atividade descritiva do texto literário. Em nenhuma das ilustrações foto-
gráficas utilizadas comprova-se a inanidade e a possibilidade de eliminação
das descrições. Se algumas fotografias substituem uma descrição do texto, a
maioria delas são completares à descrição, ou aparecem com comentários e
são vinculadas às descrições.
Aliando-se os princípios antiliterários que a obra deve obedecer, é possível
considerar que Breton busca propor que a fotografia e sua pretensa neutralida-
de, se comparada à descrição, seja um equivale, pela imagem, ao tom neutro da
observação médica da narrativa. Novamente, é imperioso notar que, ao passo
que o tom narrativo encontrado não é neutro, igualmente as fotografias não são
imagens neutras, desprovidas de ponto de vista ou de intencionalidade.
A fotografia, no projeto surrealista, estaria, sim, ligada à proposta de cap-
turar o instante, mas antes para encontrar um equivalente à captura pelo
inconsciente e não-racional e não para assegurar qualquer neutralidade.
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NADJA, DE ANDRÉ BRETON. ATAÍDE MANTOVANI
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NADJA, DE ANDRÉ BRETON. ATAÍDE MANTOVANI
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IMAGEN Y CULTURA
Conclusão
Dessa maneira, de fato, a fotografia surrealista, bem como o movimento su-
rrealista, aparecem intimamente relacionados a paisagens urbanas e banais
de Paris, porquanto a relação entre cidade, fotografia e Surrealismo parece
surgir novamente, seja pela prática da flânerie e de seus registros, seja pela
possibilidade de vislumbre da verdadeira face do Surrealismo, como já dis-
sera Benjamin, já que a face surrealista encontra-se no verdadeiro rosto de
uma cidade.
Certamente Breton permite a captura de Paris pelas lentes fotográficas
na composição de sua obra, mas é pelas lentes dos “olhos de avenca” que
ele constrói aquelas imagens parisienses antes desconhecidas. Nadja per-
sonifica e materializa as inovações filosóficas e as concepções modernas de
arte e de estética. Nadja exala e vive o Surrealismo – o que se vê em seus
atos e na construção do seu discurso. Nadja representa a força criadora da
arte inconsciente e moderna. E, no plano de fundo da narrativa subjetiva do
amor e da liberdade, encontra-se o retrato e a descrição ainda espantada
do narrador diante da nova e desconhecida Paris, que é descortinada pelo
encontro com Nadja.
Referências
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NADJA, DE ANDRÉ BRETON. ATAÍDE MANTOVANI
44
La utilización de la realidad aumentada en
diversos ámbitos de la historia del arte
Sandra Medina Bueno, Universidad de Málaga, España
Palabras clave: nuevas tecnologías; realidad aumentada; arte; educación; patrimonio; museografía.
E
l siglo XXI constituye un cambio de paradigma en el sentido en el que
nos enfrentamos al conocimiento e interactuamos con nuestro entor-
no. El nacimiento de nuevas tecnologías y su rápido desarrollo en la
sociedad están haciendo que se generen nuevos y diversos modelos didác-
ticos que van más allá de los libros en las aulas, a la vez que surgen nuevos
soportes en el campo artístico, lo que a su vez genera diferentes formas de
conocimiento sobre nuestros museos y patrimonio. Todos estos cambios
influyen en la manera en la que nos comunicamos y hacemos uso de la in-
formación que se nos da, además de que se intentan aprovechar al máximo
las ventajas que le ofrecen dichas herramientas tecnológicas: mayor acce-
sibilidad, información más completa, más atractivo para un determinado
público, novedad, etc.
También sucede algo así en el ámbito de la Historia del Arte, la cual, si
bien aún sigue sirviéndose de las herramientas tradicionales, parece querer
ampliar sus posibilidades con estos hechos, bajo ese afán de renovación, lo
que la hace enriquecer aún más este complejo campo, al introducir la tecno-
logía y los avances digitales en las propias humanidades.
Debido a su corta edad, nos encontramos con que no existen muchos
escritos acerca de la realidad aumentada, pero sí de las posibilidades que
ofrece, si bien de forma más práctica que teórica1. Así, como consecuencia
de ello, el ámbito de la Historia del Arte aún se encuentra en su nivel más
primario tanto de investigación como de aplicación, por lo que en dicho es-
tudio intentaremos ahondar en gran parte de estas tecnologías que se están
aplicando al arte y que constituyen un complejo campo más de estudio para
el historiador del arte debido a su reciente surgimiento.
La Historia del Arte en nuestro país debería plantearse críticamente qué
papel le corresponde jugar en la próxima sociedad del conocimiento, cómo
se va a imbricar en ella, con qué instrumentos. Y lo que no es menos impor-
tante, ¿con qué finalidad? (Rodríguez, 2010:15).
Los tópicos que siempre han diferenciado a la ciencia y al arte han cla-
sificado al primero de empírico y objetivo frente al segundo, el cual ha sido
concebido como un producto subjetivo y fruto de los sentimientos del artista
1
Además de la parte lúdica que generan estas nuevas herramientas a la hora de crear videojue-
gos o juegos para dispositivos móviles tales como el recién Pokémon Go, también se aprovecha
su utilidad para hibridarse con otros dispositivos tales como Microsoft. Ejemplo de ello es el
proyecto Comradre, llevado a cabo por el pionero de estas nuevas tecnologías, Jaron Lanier.
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LA UTILIZACIÓN DE LA REALIDAD AUMENTADA. MEDINA BUENO
Tanto es así que, al igual que sucede en otras épocas anteriores, nos
encontramos actualmente ante un bombardeo constante por parte de la
imagen. Del mismo modo, algo similar pasa con el texto, al ver que la in-
formación con la que contamos es casi infinita y el principal problema que
deviene de ello es el exceso de información existente.
Sin embargo, lo interesante de la posmodernidad es que nos situamos
ante un período en el que se abren nuevos caminos a la hora de enfrentarnos
a la imagen, al estar cada vez más relacionada con diferentes tecnologías y,
por ende, con nuestra cultura. Es decir, el término cultura visual nos viene
a mostrar la ‘’realidad generada por la creciente influencia de las tecnolo-
gías audiovisuales’’ (Cáceres-Péfaur, 2010: 75-76), por lo que es innegable la
unión entre la cultura visual y las nuevas tecnologías, así como la relación
que se establece entre individuo e imagen, constituyendo, pues, un relevante
fenómeno social a tener en cuenta en nuestro estudio de los objetos artísticos.
A su vez, debido a los cambios sociales y tecnológicos, la Historia del
Arte también se ve afectada en lo que a la información, investigación y ad-
quisición del conocimiento se refiere, tomando cada vez más consciencia de
esta nueva era digital y, por ende, dando lugar a la era de la cultura digital
en la que actualmente nos encontramos. Con ello vemos que este cambio no
sólo constituye una modificación en cuanto a las herramientas sino, y, sobre
todo, a la cantidad de información existente y la manera de gestionarla, así
como la relación multidireccional que se establece entre aquel que produce
y aquel que consume dicha información, al ser el conjunto de la sociedad la
que lo genera y adquiere (Rodríguez, 2010: 12-26).
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la obra desde otros puntos de vista, a través de una visita que juega con la
historia, la ficción, la geografía y el arte.
Dentro del ámbito andaluz se da el caso de que el único museo que ha
ido un poco más allá en este sentido es el Museo de la ciudad de Antequera,
el cual ofrece una aplicación gratuita al visitante (a través de la herramienta
Junaio), para que éste se recree en la contemplación de las 22 esculturas que
contiene el espacio, con vídeos explicativos de las mismas.
A pesar de que son pocos los museos que emplean la realidad aumenta-
da en sus espacios expositivos (debido en muchos casos a factores econó-
micos, medios y personal disponibles, etc.), todos estos ejemplos parecen
suponen un cambio en la manera en la que visitamos un museo y, por ende,
el contacto que se desarrolla entre el espectador y la obra. Y es que con ello
se pretende que las obras nos resulten más cercanas, así como que generen
en nosotros mayor atractivo, y con ellas se logre, además, una mayor aten-
ción por parte del visitante a la hora de ir a un museo.
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Son, por tanto, numerosas las posibilidades que ofrecen estas nuevas he-
rramientas digitales en el aula, si bien el problema suele ser generalmente
la disponibilidad de los medios necesarios para ello. No obstante, en cuanto
a la aplicación de la realidad aumentada en la educación, varios han sido los
experimentos realizados durante estas dos últimas décadas (Reinoso, 2012:
175) y en la que muchos docentes están buscando nuevas experiencias y
formas de enseñar y aprender.
De entre las posibilidades que permite la Realidad Aumentada en el ám-
bito educativo encontramos algunas como: ‘’aprendizaje basado en el des-
cubrimiento, desarrollo de habilidades profesionales, juegos educativos con
R.A, modelado de objetos 3D, libros con R.A y materiales didácticos’’ (Reino-
so: 2012: 184). Estos proyectos, como veremos, tienen en común el afán por
despertar la creatividad en el alumnado, al mismo tiempo que se pretende
lograr una mayor actividad y participación en las aulas.
Uno de ellos es el que tiene por nombre La Historia del arte a través de
códigos QR, la cual plantea la utilización de dichos códigos para enseñar
la Historia del Arte a alumnos de Bachillerato y Grado, si bien siendo los
propios alumnos los que crean el discurso y formato, utilizando el ‘‘método
constructivista’’5. Para ello se realizó un blog que albergase toda la infor-
mación, se determinó la información que tendría cada código, así como las
obras de arte, vídeos explicativos, etc., y, finalmente, se procedió a la gene-
ración de los códigos6. Además de aprender mediante los contenidos gene-
rados, de este modo, el alumno también asumiría el rol de profesor a la hora
de seleccionar la información, ordenarla y divulgarla, esto es, el llamado
‘‘método sinéctico7’’ (Moreno Vera y López Vera, 2013: 4-8).
Dentro de estas TIC también podemos señalar uno de los proyectos reali-
zados para el C.E.I.P. Gabriel y Galán de Cáceres, en concreto para la asignatu-
ra de música que allí se imparte. Docentes y alumnos se sirven de la realidad
aumentada para aprovechar las cualidades interactivas que ésta contiene,
tomando como base un libro para posteriormente incluir ‘‘elementos virtua-
les representando notas e instrumentos musicales para aumentar la fijación
de conocimientos y añadimos sonidos para crear una interacción sonora que
completa la aplicación educativa’’ (Gallego, 2012: 81). El resultado es una
aplicación educativa denominada ‘‘AR-Learning’’ que, aunque si bien es cierto
que es bastante básica al estar enfocada a alumnos de Educación Primaria,
no deja de ser interesante si pensamos la cantidad de proyectos que podrían
presentarse para cursos superiores hasta llegar a la universidad8.
5
Los códigos QR se caracterizan por su facilidad de uso (considerados hasta ahora como el
‘hermano pequeño’ de la realidad aumentada), tanto en los generados por los docentes y des-
cifrados por los alumnos como en los realizados por los propios alumnos, por lo que pueden
resultar ser una práctica interesante dentro de las aulas.
6
En otros casos encontramos que algunos profesores elaboran sus propios códigos QR que
remitan a los apuntes que se encuentran en la red.
7
Dicho método tiene como finalidad despertar la capacidad creativa en cualquier persona.
Tanto es así que dentro de las aulas se está forjando como estrategia didáctica que ayuda al
desarrollo de las capacidades psíquicas del alumnado, para lograr una mayor motivación y
unos mejores resultados.
8
Tal es el impulso que están teniendo las TIC en las aulas que, incluso, desde el Ministerio de
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Perú’, en donde los propios niños han sido los creadores de los marcadores,
así como la recopilación de información.
Algo similar ocurre con lo que el profesor Pedro Colmenero, en su blog
personal nos muestra, al elaborar una serie de objetos en 3D que utiliza en
relación con la arquitectura romana, la cual se proyecta sobre una serie de
marcadores con un resultado tridimensional.
Por otro lado, también relacionado con el campo educativo, otra de las
herramientas que están resultando bastante eficaces en las aulas son las
PDI (Pizarras Digitales Interactivas).
Estas proporcionan nuevos recursos y posibilidades didácticas tanto a
docentes como a alumnos, generando una mayor interacción por parte del
segundo. A estas PDI, además, se les pueden añadir sistemas basados en la
realidad aumentada, en donde, en asignaturas relacionadas con el dibujo y
el arte pueden resultar ser muy interesantes.
Dentro del campo del dibujo técnico es interesante resaltar la labor rea-
lizada por el alumno de bachillerato Víctor Valbuena quien, ante la dificul-
tad de dibujar en 3D algunas figuras sobre papel, diseña una serie de marca-
dores sobre el cual se proyecta la realidad aumentada en el momento en el
que se sitúa ante la webcam del ordenador o la cámara del móvil.
Tras este recorrido podemos apreciar que, a pesar del factor económico
de estos dispositivos, así como de la reaccionaria actitud a los cambios que
ha caracterizado generalmente a la educación, en este epígrafe podemos ob-
servar que, parte del ámbito educativo parece querer servirse del potencial
que supone la aplicación de estas nuevas tecnologías, resultándoles impres-
cindible la búsqueda de nuevos métodos que, además, estén enfocados a
la motivación del estudiante, así como a la posibilidad de crear emoción y
deleite en el mismo, incluso, defiende Forés Miravalles (2012: 51): ‘’Hay que
seguir humanizando la red, haciéndola cada vez más amable, más cercana’’.
Es interesante, pues, saber hacia dónde queremos dirigirnos, qué nuevas
preguntas queremos plantearnos en cada uno de estos campos para, de este
modo, hallar nuevas y diferentes respuestas en la materia histórico-artística
que nos competa.
Conclusiones
El uso de la realidad aumentada en la actualidad se expande a campos de
muy diversa índole, tal y como hemos podido comprobar. Sin embargo,
la finalidad de esta investigación es considerar estos nuevos dispositivos
enfocados al ámbito artístico como una herramienta y no como un fin (la
realidad aumentada no pretende desbancar nuestra realidad, sino plantear-
se como otra forma diferente de conocerla), pues ante todo debe primar la
obra de arte sobre el sistema tecnológico que se aplica sobre la misma.
Con dicha herramienta se buscan mejorar los métodos más tradicionales
para lograr un estudio más profundo y completo que incremente el deleite en
el espectador, de manera que se consiga, así, mayor interés del público por
el conocimiento de la Historia del Arte. Esto también supone un cambio de
paradigma en la experiencia que tiene el individuo con la obra, alejando el
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LA UTILIZACIÓN DE LA REALIDAD AUMENTADA. MEDINA BUENO
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La imagen o la aparición
María Cecilia Salas Guerra, Universidad Nacional de Colombia, Medellín
E
l arte y la literatura muestran que en la condición del hombre está
la posibilidad de ser luciérnaga, luz trémula que resiste y sobrevive
pese a todos los voraces resplandores de la historia. También está en
él buscar la luz —como el perro al hueso— y la imagen —como la falena a la
llama—. Más aún, cumple en sí mismo una suerte de metamorfosis al estilo
de la mariposa. ¿Hemos sido quizá más favorecidos que ella?
como larvas ¿no carecemos acaso de mirada y de palabra,
asfixiados en la masa de nuestras formas embrionarias? ¿Y
sin embargo ya fantasmas, pronto aparecidos (larvae), puesto
que se disponen a darnos un nombre y un apellido que unos
muertos, mucho antes que nosotros, ya habían llevado? Como
crisálidas, ¿no carecemos acaso de experiencia y sabiduría,
asfixiados en nuestros pañales o nuestras desazones infanti-
les? ¿Y sin embargo, ya espectros de este origen que nos atra-
viesa, nos reviste y nos habita por entero? Como imagos, ¿no
carecemos acaso de la opción de cambiar de piel –de forma y
de color-, asfixiados en las elaboradas simetrías de nuestros
hermosos ornamentos? ¿Y por tanto destinados ya a servir
de trofeo, de representación, de antepasado traspasado, para
quienes de pronto querrán usarnos como fantasmas, trans-
mitir nuestro nombre a sus pequeñas larvas, e così via…?
(Di-di-Huberman, 2015b, p. 171).
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
Mariposear: un método
Walter Benjamin, cuya obra es errancia, diletancia genial o mariposeo, rela-
ta su experiencia infantil como cazador de mariposas. En Infancia en Berlín
(1982), el pensador judío deja testimonio de la pasión que anticipa al colec-
cionista, al trapero, al excavador, al montajista y al cazador de imágenes en
el que se convertirá luego, y a partir de lo cual llegó a trastornar sustancial-
mente la perspectiva de la historia del arte, de la imagen, de la mirada. Nos
relata el goce con el que –en las vacaciones de verano en el entrañable Brau-
hausberg, ese memorable “monte de la infancia envuelto en color azul”- se
adentraba en los jardines en “acaloradas persecuciones”, lejos de los sende-
ros trazados, tras el aleteo de las seductoras imagos: “arrastrándome hacia
las partes silvestres donde me enfrentaba, impotente, a la confabulación del
viento y de los perfumes, de las hojas y del sol, que posiblemente regían el
vuelo de las mariposas.” Con aleteo suave y azaroso, las mariposas van de
una flor a otra y sin apenas rozarlas, embriagadas con el aroma o
prodigándoles una sombra fugaz. Seducido por las formas y colores, o hip-
notizado por el incansable aleteo, el joven Benjamin se deja ir, se lanza en
la búsqueda creyendo que podrá atrapar eso que le maravilla, pero termina
reiteradamente burlado por la vacilación, el titubeo y la demora de cada
mariposa; en su evasión, ya quisiera entonces convertirse en luz y en aire
para aproximarse inadvertido y reducir la difícil presa. Pero cuanto más se
asimila a la mariposa, tanto más adoptaba ésta las facetas de la resolución
humana, por tanto, solo con su captura podrá el joven recobrar su existencia
humana. Exhausto, con la presa ya condenada a muerte, se dirige al campa-
mento en procura del éter, el tablero y el alfiler, con la clara conciencia, no
obstante, de que, detrás suyo, queda la destrucción del lugar de cacería.
Aquel aire en el que se mecían las mariposas sobrevivirá en el Benjamin
adulto, preñado de una palabra que por mucho tiempo no volvió a pronun-
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IMAGEN Y CULTURA
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IMAGEN Y CULTURA
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
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La imagen mariposa
[La falena] parece emblemática de cierta relación entre los
movimientos de la imagen y los de lo real, incluso de cierto
estatus, por supuesto que inestable, de la aparición como
lo real de la imagen (Didi-Huberman, 2015b, p. 12).
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
Se trata para esta especie artesana de sobrevivir por medio no solo del
trabajo, sino también de la metamorfosis, de la dolorosa y esforzada labor
que implica mudar una y otra vez de piel, de atuendo, y de rehacer los ór-
ganos requeridos para cada etapa. En tal sentido, la mariposa es un artista
total, pues “está condenado a procrearse siempre a través de una serie de
partos, hasta que llegue a su última transformación.” Tras cada muda o cada
máscara que se lleva el viento, la oruga se creerá liberada, pero aún no, to-
davía falta: más trabajo y otras máscaras. Pero un día, “alguna irritación o
alguna inquietud lo abraza y un aguijón misterioso lo empuja a un nuevo
trabajo. Diríamos que en él se mueve otro él, se agita, sigue un objetivo ya
trazado y quiere llegar a ser… ¿qué? ¿lo sabe él? No podemos decirlo, pero
finalmente se le ve actuar y conducirse sabiamente, como si
verdaderamente lo supiera” (Michelet, 2002, pp. 60-1).
Ahora es ninfa o crisálida, duerme en su capullo o en su sepulcro, en su
inmunda oscuridad, es su noche más cerrada … de allí resurgirá luminosa
alada, aérea. ¿Estaban ya esbozadas en la oruga las sutiles alas y la diminuta
espiritrompa que luce el nuevo yo? Michetet coincide con Swammerdam en
que sí. ¿Contiene el diminuto animal todos los elementos necesarios para
sus metamorfosis y todos los huevos que deberá poner cuando sea adulto?
Preguntas suficientes para inquietar la imaginación. Larva-oruga, ninfa-
crisálida, imago-mariposa: ¿tres nacimientos, tres muertes, tres yo, o “una
sola vida continua”? “¡Qué maravillosa seguridad en este ser que abandona
todo, que sin dudar deja su fuerte existencia, el complicado organismo que él
fue poco antes, su propia persona! Decimos su larva, su máscara, ¿pero por
qué? La personalidad parece al menos tan enérgica en la vigorosa oruga
como en la delicada mariposa” (Michelet, 2002,p. 65).
Cada forma, cada muda, cada máscara, hace presente energías de “apa-
rición, deseo, muerte”, y en ello coinciden el arte y la naturaleza, orugas y
hombres. El mismo Michelet llega a decir de sí mismo que cada día muere
y nace, que ha sufrido dolorosas metamorfosis. “Todo ello de mí a mí, pero
así mismo de mi a aquellos que también fueron yo, que me amaron y me
hicieron, o bien que yo amé y que yo hice. Ellos también han sido o serán
mis metamorfosis.” Cuantas veces somos sorprendidos viendo aparecer en
nosotros mismos el gesto del padre, de la abuela, los dichos y los esbozos
de los ya idos, pero aún vigentes. De repente, “mi padre totalmente vivo en
mí. ¿Somos dos? ¿Fuimos uno solo? ¡Oh! Él fue mi crisálida. (...) No soy de
un hombre más que la crisálida” (Michelet, 2002, p. 66).
Metamórficos por igual, aunque siguiendo direcciones contrarias: la in-
forme larva batallando en la oscuridad y el frío, deviene momia gris, para-
lizada en la inercia, que resucita como imago-fénix aérea para morir glo-
riosa… el hombre, en cambio, vive primero los fulgores de la imago y de su
indiscutible belleza, para languidecer después en los sombríos años de la
vejez de camino hacia la decadente y fría crisálida. En ambos casos, sobre-
vive la imago como energía visible de la aparición, el deseo y la muerte. Con
razón, a la mariposa parlante del relato de Grandville -en cuyo vagabundeo
pareciera creer que la tierra, las flores, la luz y la creación le pertenecen- se
le oye decir muy oronda: “si yo no fuera mariposa, habría sido artista, habría
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IMAGEN Y CULTURA
La imagen luciérnaga
…organizar el pesimismo, [es decir] descubrir en el espacio de
la acción política el ámbito de las imágenes de pura cepa. Ámbi-
to de imágenes que no se puede ya medir contemplativamente.
Benjamin, 1998, p. 60.
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
dejar de retornar una y otra vez a La Divina Comedia, no solo por su estilo,
sino por la “descripción de las cosas terrestres y de las pasiones humanas”,
no tanto por la gran luce sino por las “innumerables y erráticas luciole.” En
esta época de formación, Pasolini entra en contacto con la obra del filólogo
y crítico literario alemán Erich Auerbach: Dante, poeta del mundo terrestre
(1929), y con los trabajos del historiador del arte Roberto Longhi, quien
pone en relación las reflexiones de Dante sobre la sombra humana y la luz
divina, con la visión humanista de Masaccio, Giotto y Masolino. Pero ante
lo inédito de las luces y las sombras del momento actual, Longhi recurre
también a Jean Renoir: La gran ilusión (1937), y a Charles Chaplin, El gran
dictador (1940), y con estas nuevas imágenes el autor intenta discernir algo
de lo que está en juego. Este concierto de voces y de imágenes le muestran
al joven Pasolini que en Europa, calcinada por el fascismo y el totalitarismo,
se está produciendo una gran inversión: la gran luce ya no es la del paraíso,
sino la que proviene del reflector que envuelve al dictador, obnubilando la
gran masa hasta la ceguera. Los consejeros pérfidos -que en La Divina Co-
media, canto XXVI, habitaban en trémulas e infernales bolsitas de luz- se
pasean ahora recubiertos de gloria luminosa; mientras tanto, los resistentes
de todo tipo devienen pequeñas y huidizas luciérnagas con sus intermiten-
tes señales, tratando de escapar de las amenazas pero también inquietando
la noche cerrada.
También en 1941, Pasolini le narra en una carta a su amigo Franco Fa-
rolfi una eufórica escena nocturna de alegría, deseo e inquietud, cuando en
medio del campo contempla con sus amigos una nube de luciérnagas con
sus impersonales cuerpos líricos: “las envidiábamos porque se amaban,
porque se buscaban con amorosos vuelos y luces, mientras que nosotros
estábamos secos y no éramos más que machos en un vagabundeo
artificial” (cita Didi-Huberman, 2012, p.14). Pese a su fragilidad y fugacidad,
la danza de las luciérnagas es un momento de gracia, ni optimista ni
pesimista, que resiste al terror del mundo. En tal sentido, la celebración y
reivindicación de estos pequeños destellos del deseo y la esperanza en
medio de la oscuridad se convertirá luego en un motivo de la obra
cinematográfica de Pasolini. Allí se mantiene vigente el frenesí y la euforia que
resiste ante los amenazantes reflectores del poder, de ello dan cuenta los
excepcionales momentos en que los “seres humanos se vuelven luciérnagas –
seres luminiscentes, danzantes, erráticos, inaprehensibles y, como tales,
resistentes- ante nuestra mirada maravillada” (Didi-Huberman, 2012, p. 16).
Mientras las falenas se consumen en el contacto con el fuego, las luciér-
nagas o gusanos de fuego, luccioles, fireflies, son fuego y luz viva. Luz discreta
y titilante que reclama la oscuridad para hacerse intermitentemente visible.
Parecen hechas de la materia superviviente de los fantasmas: luminiscente,
pálida, verdosa, y en su vuelo incierto insinúan “una reunión de espectros
en miniatura, seres extraños de intenciones más o menos buenas”. Aunque
el poeta y cineasta italiano se alimenta de la metáfora de este fuego, y en ese
sentido se diría que su obra es producción de imágenes luciérnaga, sin embar-
go, dicha metáfora parece agotarse para él cuando denuncia de modo tajante
la terrible coincidencia de lo que denomina “genocidio cultural” con la crisis
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IMAGEN Y CULTURA
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
mundo tan totalmente sometido como han soñado -como proyectan, pro-
graman y quieren imponernos- los “consejeros pérfidos” en las distintas
épocas? Creer que sí lo está es dar crédito a lo que la máquina quiere hacer
creer, es no ver más que la noche negra o la luz cegadora de los reflectores.
Es actuar como vencidos, con el convencimiento de que la máquina trabaja
sin descanso y sin resistencia que se le oponga. En esta dirección parece
orientarse igualmente Giorgio Agamben, cuando, en El reino y la gloria y en
sus lecturas acerca de la noción de experiencia en Walter Benjamin, parece
coincidir con Pasolini, asumiendo que cuando el pensador judío dice ocaso,
declive, destrucción o decadencia –del arte de narrar, de la experiencia, del
aura- está sentenciando de una vez para siempre la desaparición…
Ante la desazón de Pasolini y el luto por la infancia y por la experiencia
que sostiene Agamben, Didi-Huberman nos recuerda el reclamo ético que
hacía Benjamin acerca de la necesidad de “organizar el pesimismo10, [es de-
cir] descubrir en el espacio de la acción política el ámbito de las imágenes
de pura cepa. Ámbito de imágenes que no se puede ya medir
contemplativamente” (Benjamin, 1998,p.60). ¿Acaso no son imágenes
luciérnaga –o bolas de fuego, veloces cometas que atraviesan e inquietan
el horizonte de la historia- lo que el pensador judío supo ver en las obras
de Paul Klee, James Ensor, Eugène Atget y August Sander, e incluso en el
Surrealismo? Todos ellos, con el solo recurso de la imagen, ponen en
entredicho los diagnósticos lúgubres de quienes predican el apocalipsis. En
medio del fascismo creciente, padeciéndolo, Benjamin reivindica la imagen pese
a la ferocidad cegadora del poder y la gloria de los consejeros pérfidos, pues
la imagen es potencia contestación, desmontaje, emancipación y supervivencia.
Lejos del tiempo mesiánico apocalíptico, donde el tirano no acaba de
triunfar, las imágenes luciérnaga son el primer operador político de protes-
ta, de crisis y de crítica, capaces de atravesar el vasto horizonte de las ambi-
ciones totalitarias. Esos pequeños destellos nocturnos, tan poca cosa, esas
visualidades carentes de garantía, fugaces insignificancias, arden, queman
y declinan, pero no desaparecen sin recurso, no declinan sin incidencias.
Se trata de no perder de vista que en la imagen está ej juego el deseo como
potencia: que crea, hace fugas, se transforma, transgrede, resiste. Es preci-
so retornar a las palabras de Benjamin, donde el declive del arte de narrar
abre espacio a la renovación de los lenguajes, y donde la baja cotización de
la experiencia no impide extraer algo decoroso, procediendo como nuevos
bárbaros, en sentido positivo, es decir, arreglárselas con poco y empezar de
cero. Será justo decir entonces que “la experiencia es indestructible, aunque
se encuentre reducida a las supervivencias y a las clandestinidades de
simples resplandores en la noche” (Didi-Huberman, 2012,p. 115).
En medio del verbalismo o el “muro del lenguaje” que, paradójicamente,
se opone a la palabra, allí, en medio de nuestra “cultura profusa” –de sujetos
delirantes y hablados por los símbolos- no dejan de aparecer subjetividades
creadoras, “para renovar el poder nunca agostado de los símbolos [imágenes]
10
Esta expresión la toma Benjamin de Pierre Neville, en La révolution et les intellectueles
(1928), donde propone que “Es necesario organizar el pesimismo. La organización del pesi-
mismo es la única consigna que nos impide perecer.”
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IMAGEN Y CULTURA
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LA IMAGEN O LA APARICIÓN. SALAS GUERRA
Si la imagen arde por lo real que toca, tiene entonces carácter de letra11:
enigmática, imposible de traducir, ilegible, agujero, abismo. Si la imagen es
contacto con lo real, si arde de muchas maneras y por muy diversas causas,
¿cómo orientarse entonces en la imagen, hoy, cuando es objeto como nunca
de manipulación, trivialización, saturación y desgarro? ¿Cómo escribir una
historia del fuego, del polvo, de la ceniza, del humo, de las sobrevivencias
enigmáticas que ella encarna? Por el saber crítico y calcinante que transmi-
te es preciso aprender a dudar de lo que vemos, contar con lo no sabido, o,
al modo de lo que sugiere Rabelais a sus lectores:
11
La imagen es el “efecto producido por el lenguaje en su brusco ensordecimiento. Saber eso
equivaldría a saber que, en la crítica estética así como en el psicoanálisis, la imagen es congela-
ción del lenguaje, el instante de abismo de la palabra” (Fedida, cita Didi-Huberman, 2015b:170).
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IMAGEN Y CULTURA
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72
Hacia la configuración de un espacio
desmaterializado. Dos supuestos distantes
en el tiempo, una misma aplicación práctica:
La instalación artística de luz
contemporánea y la catedral gótica
Del concepto al espacio: un abandono de la visualidad
tradicional
Leticia Crespillo Marí, Universidad de Málaga, España
Palabras clave: luz; color; instalación artística; catedral gótica; estética; arte contemporáneo;
metáfora visual; desmaterialización; cultura visual.
E
l presente estudio plantea una hipótesis en torno a este recurso lumíni-
co como elemento creador de metáforas visuales en dos ámbitos con-
cretos como son la instalación artística de luz contemporánea y la ca-
tedral gótica medieval. En ambos casos la iluminación es capaz de configurar
ambientes etéreos, abstractos y utópicos, los cuales, representan visiones del
mundo que pueden ser experimentadas a través de la performatividad del
cuerpo a modo de vivencia, convirtiendo estos hechos artísticos en una suerte
de ritual que se reafirma como acontecimiento. La participación del sujeto en
estos espacios que se hallan entre lo real y lo imaginario, desemboca en una
extensión de un concepto mental que rompe los límites de la fisicidad y se ma-
terializa artísticamente a través de luz, color, volumen y movimiento, dando
validez a las palabras de Robert Morris que cito a continuación:
Es ahora cuando el arte es mutable y no precisa de una finali-
zación física para ser fijado en el tiempo y el espacio con for-
mas definidas o acabadas. Se trata de un arte aleatorio y capaz
de encarnarse en diferentes materias o en ninguna, ocupando
diversos espacios alejados de la perdurabilidad física donde
lo que se valora es el proceso y la acción puesto que el arte
ahora se halla en la experiencia propia y en la relación
del cuerpo en el espacio (Maderuelo, 2008, pp. 301-303).
73
HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
jetual para pasar a una comprensión de la misma como obra de arte. El ca-
rácter objetual de los artefactos había dejado de ser dócil para una cultura
visual que comenzaba a invitar a los espectadores a superar una ausencia
difícil de asimilar a través de su contenido discursivo, filosófico y teórico. Un
contenido revelador de una verdad que había que experimentar a través
de ejes cognitivos (Crow, 2002, pp. 217-220).
75
HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
76
IMAGEN Y CULTURA
una obra que rompe con los planteamientos convencionales del arte y se
dirige hacia una descentralización de lo material9.
Lo antiobjetual no está desligado de lo emocional lo que permite plan-
tearse hasta qué punto la obra de arte desmaterializada incita y transmite
sentimientos al espectador que la experimenta como intérprete o lector de
un lenguaje y sus conceptos que se encuentran dentro de un campo expre-
sivo y significante inmaterial donde adquiere mayor conciencia de los fe-
nómenos sensoriales viendo, escuchando, percibiendo y materializando la
idea a través de la receptividad10.
Es el medio o el espacio el que se convierte en puente entre la idea y el
espectador que la recibe de manera activa impulsado por su actividad men-
tal perceptiva que participa de la configuración final del concepto a través
de un proceso comunicativo que se genera en el mismo momento del con-
tacto entre ambas realidades11.
El proceso de autoconsciencia de la obra de arte, y del espectador que la expe-
rimenta en ese espacio-tiempo construido a través de la misma acción, permite
ese compromiso mental en la interpretación de los conceptos, discursos y narra-
tivas produciendo una materialización que acontece y se completa por el movi-
miento del cuerpo que rellena ese espacio que deja la obra para ser concluida12.
La forma y la apariencia externa de la obra no basta para fabricar una
estructura de significado dentro de un espacio configurado para alterar la
percepción visual donde la lírica temporal se superpone al ojo logrando la
percepción plena de la idea imbricada en una dialéctica conceptual desma-
terializada donde el proceso creativo se consigue a través del desarrollo de
esa condición, a priori de su naturaleza, donde arte y vida se enlazan ofre-
ciendo sentido al sujeto que la experimenta a través de un lenguaje dado
que se ofrece como «material inmaterial» (Morgan, 2003, pp. 25-27)
La obra, en este caso, no es tanto el resultado de una organización formal
de los materiales como la representación directa de los mismos mostrando
sus cualidades de tensión, despliegue y energía donde la acción del espec-
tador rompe las barreras de un acontecimiento que se vive a través de un
proceso de descubrimiento en tiempo y espacio concreto y que sustituye
en importancia a la estructura y a la materia sensible13. Una propuesta que
9
Como afirma Marchán Fiz «De lo que se trata es de desplazar el énfasis sobre el objeto a favor de
la concepción y el proyecto, de la conducta perceptiva, imaginativa o creativa del receptor» refirién-
dose a que este arte marcó una ruptura tal que puso al espectador ante un arte más complejo, más
generoso no en el sentido de un objeto como tal, sino de unas ideas a las que había que acceder.
10
Isaza Echeverry, M.I., Prácticas estético-artísticas expandidas hacia la experiencia participa-
tiva del espectador,http://recursosbiblioteca.utp.edu.co/tesisd/textoyanexos/30647176.pdf
(consulta: 17/08/2016)
11
Isaza Echeverry, M.I., Prácticas estético-artísticas expandidas hacia la experiencia participa-
tiva del espectador,http://recursosbiblioteca.utp.edu.co/tesisd/textoyanexos/30647176.pdf
(consulta: 17/08/2016)
12
Liñan, J.L., Representación, concepto y formalismo. Gadamer, Kosuth y la desmaterializa-
ción de la obra artística, 2008, http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/
view/36577/38493 (Consulta: 28/08/2016)
13
Rocca Vásquez, A., Arte conceptual y posconceptual; la idea como arte: Duchamp, Beuys,
Cage y Fluxus (2ª parte) Arte procesual y arte efímero, http://www.margencero.com/almiar/
arte-conceptual-postconceptual-duchamp-beuys-fluxus-cage/ (consulta: 17/08/2016)
77
HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
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IMAGEN Y CULTURA
La luz ofrece infinitas posibilidades como materia en sí, de una idea ele-
mental. Contrastes, colores, temperaturas, ópticas etc., son elementos que
aborda este lenguaje aplicado a lugares que se diluyen desdibujando los lí-
mites. La luz atraviesa el espacio y establece un diálogo corporal con el es-
pectador que se involucra en la duración temporal del propio espacio como
experiencia que transcurre y ocurre.14
Mediante la luz se recrean espacios tridimensionales que remiten a un
mundo abierto, cargado de sensaciones, desatando un efecto psicológico en el
espectador. Son espacios sensitivos e inmersivos donde se produce una
estetización a gran escala, donde la obra se desmaterializa sugiriendo un
mundo metafísico paralelo con gran fuerza arquetípica y valor ontológico
propio (McEvilley, 2007, pp. 330-331). La reducción del material al puro signo
permite la recepción de la metáfora acogida por el pensamiento estético. Las
modulaciones de luz hacen que los elementos que participan de ella se
conviertan en materias cósmicas que desaparecen en ese ambiente creado
estableciendo una experiencia dialéctica e intermediaria entre el sujeto y el
mundo que le rodea de forma espiritual (Caputo Jaffe, 2010, pp. 85-87).
Los ambientes que la luz configura determinan ciertos juegos estéticos que
se encuentran recogidos en el propio espacio. Se valora lo cromático y se
muestra la importancia de la propia manifestación del recurso lumínico como
lenguaje plástico (Borobio, 1995, pp. 76-77). El matiz filosófico, simbóli-co,
místico y perceptivo de la propia luz, evidencia esa realidad no visible del
mundo como metáfora inscribiéndose en el ámbito de la experiencia ne-cesaria
para entender el acontecimiento (Mir Sánchez, 2016, pp. 27-40).
El espacio amplía su propio contexto, uniendo concepto y acción y ha-
ciendo de la obra un producto meta-conceptual. Esta procesualidad del es-
pacio artístico evidencia un carácter de devenir temporal que se reflexiona
desde el punto de vista filosófico. Los significados se abren y se expanden a
través de los sentidos en esa mediación producida por la polisemia tempo-
ral de los significados que se suceden (Urbina, 2005, pp. 2-4).
La obra abierta se camina y se practica para conseguir una verdadera
comprensión de sí misma desentendida de la objetualidad. Se vive y se ex-
perimenta, se manipula y reflexionan en el propio espacio donde las relacio-
nes y concepciones de la misma se expanden y permiten una sucesión de
la realidad como suceso mutable (Urbina, 2005, p. 5).
El espectador, aquí, no queda relegado a un segundo plano, sino que es
consciente de que su presencia es necesaria y resulta imprescindible para
completar el acto de reflexión. La revelación, a partir de la intervención del
público que opera en ella, sustituye la objetualidad por el proceso, gene-
rando esa relación temporal, dinámica y cambiante que acaba con la idea
de espacio y tiempo estático transformándola en otra más dinámica donde
lo corporal es potencial para superar fronteras y realizar lecturas
mentales, intelectuales y sensoriales múltiples Giannetti, 2004, pp. 1-6).
Este espacio experimentado se introduce en lo teatral gracias a la natu-
raleza performativa que lleva implícita. Requiere de la presencia activa del
14
Llabaca, M., Light Show: el poder de la luz y el espectáculo de la mirada, http://artishockrevis-
ta.com/2016/06/16/light-show-poder-la-luz-espectaculo-la-mirada (Consulta: 23/08/2016)
79
HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
15
Casas, L., Augusto Ballardo: luz metafísica, arquitectura amalgamada, http://artishockre-
vista.com/2015/05/03/augusto-ballardo-luz-metafisica-arquitectura-amalgamada/ (consul-
ta: 09/10/2016)
16
Soto Solier, P.M., Metáforas de flujos lumínicos. Redefinición de la ciudad-instalación como
escenario y laboratorio de arte contemporáneo (Extracto de su Tesis Doctoral). Universidad de
Granada, http://www.iluminet.com/metaforas-de-flujos-luminicos/ (Consulta: 09/10/2016)
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IMAGEN Y CULTURA
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HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
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IMAGEN Y CULTURA
18
Abad Molina, J., J., Experiencia estética y arte de la participación: Juego, símbolo y celebra-
ción. Universidad Autónoma de Madrid, pp. 8-12 http://www.oei.es/historico/artistica/expe-
riencia_estetica_artistica.pdf (Consulta: 01/09/2016)
19
Abad Molina, J., Experiencia estética y arte de la participación: Juego, símbolo y celebración.
Universidad Autónoma de Madrid, pp. 12-23 http://www.oei.es/historico/artistica/experien-
cia_estetica_artistica.pdf (Consulta: 01/09/2016)
20
Abad Molina, J., Experiencia estética y arte de la participación: Juego, símbolo y celebración.
Universidad Autónoma de Madrid, pp. 12-23 http://www.oei.es/historico/artistica/experien-
cia_estetica_artistica.pdf (Consulta: 01/09/2016)
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HACIA LA CONFIGURACIÓN DE UN ESPACIO... CRESPILLO MARÍ
CONCLUSIONES
Una vez concluido este estudio podemos ver como el recurso estético de
la luz es capaz de construir ambientes abstractos y polisensoriales que re-
presentan metáforas visuales del espacio, haciendo uso de las diferentes
teorías y estrategias de la luz como lenguaje. En los dos casos que aquí se
estudian, estos escenarios evocan una dimensión de carácter poético que
hace posible una experiencia estética, metafísica y sagrada al mismo tiempo
y en un espacio-tiempo determinado.
Este recurso lumínico con carácter estético implica conceptos tanto sim-
bólicos como filosóficos debido a su carácter inmaterial activando y a trayen-
do al espectador que debe habitar el espacio para despertar emociones que le
permitan acceder a la idea que nunca se agota y que se conjuga entre la teoría
y la praxis existencial. A través de estas referencias, y la cognición pura, auto-
comprende el fenómeno y se autocomprende a sí mismo dentro de él.
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IMAGEN Y CULTURA
La obra comunica algo que debe comprenderse por lo que los sentidos del
espectador participante deben involucrarse. El espacio intervenido genera un
diálogo a lo largo de todo el recorrido estableciendo unidades de sentido, a tra-
vés de las cuales, el espectador puede entender las ideas y los planteamientos
del reto espacial. El sujeto alcanza la comprensión ontológica total del hecho a
través de la virtualidad que se expande y se resignifica constantemente trans-
formando la realidad. Esto se consigue a modo de ritual, en el ambiente lumí-
nico construido, donde se reafirma este espacio como una realidad dotada de
sentido y en la cual se vive el acontecimiento de manera experiencial.
Ambas arquitecturas trascienden y de desmaterializan a través de la ilu-
minación. Los valores cromáticos y los volúmenes creando atmósferas que
despiertan una actitud y/o comportamiento estético ante el espacio utópi-
co sublimado que presenta un tiempo propio, pero en consonancia con el
tiempo vivido y experimentado sensible. En este espacio el espectador se
des-ubica y se des-temporaliza imbuido por la fenomenología de un espacio
que se recorre corporalmente y que se desoculta a medida que se va reco-
nociendo y se descifra el concepto oculto en su interior.
La cognición, junto a la propia performatividad del cuerpo, activan la
actitud estética del sujeto desvelándole de forma procesual, el hecho que
allí acontece, evocando la idea, la cual aprehende y comprende mediante el
intelecto. Esto le permite fabricar una imagen mental como traducción de
ese espacio donde idea, teoría y pensamiento cobran fuerza en detrimento
de puramente objetual y material.
En ambos casos la intervención del espectador es crucial para establecer
un diálogo obra-sujeto, puesto que este influye en la misma y la experimen-
ta tanto física como mentalmente. El proceso genera una relación temporal,
dinámica y cambiante en la cual el objeto material se desintegra en pos de la
idea de espacio abierto y donde el espectador, de forma perceptiva, constru-
ye su conocimiento y accede al significado que la envuelve.
Lo material e inmaterial, la ausencia o la presencia, lo real o lo imaginario
etc., despiertan emociones en el sujeto participante en relación a su cuerpo
en movimiento, completando la obra y convirtiéndose en una extensión del
concepto mental que la luz ya se encarga de materializar volumétricamente.
Hablamos, por tanto, de espacios que se viven, se experimentan, se prac-
tican y se configuran en torno a la experiencia y la imaginación del sujeto
que busca comprender conceptos como la dualidad, la simultaneidad o la
interactividad. Esto es importante, puesto que la comprensión de la metá-
fora reafirma esta dimensión espacial y temporal, así como la experiencia
artística y estética que el espectador tiene ante una obra desmaterializada y
procesual que se configura como «espacio de vivencia» y que se materializa
plásticamente, a través del arte.
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Referencias
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la rut a a seguir. uribe orozco
88
La máquina pensante
Entre razón y moción
Jacobo Sucari, Universidad de Barcelona, España
L
a tecnología varía las formas de conocimiento de nuestro entorno, es
decir, las formas en que el sujeto es capaz de comprender el mundo y
constituirse así como ser social y político. De ahí que a medida que las
tecnologías varían y evolucionan, la observación del pasado precise actuali-
zarse, ya que los puntos de anclaje que habíamos determinado en algún mo-
mento de nuestro devenir técnico necesitan adaptarse a una epistemología
sugerida por las nuevas herramientas técnicas que vamos desarrollando.
El lenguaje, que también puede entenderse como una tecnología, confi-
gura y adiestra el pensamiento, estableciendo categorías y un discurso crí-
tico sobre lo que acontece. Este pensamiento crítico hace posible tomarse
una distancia de la inmediatez de los hechos y de la propia compulsión bio-
lógica y motora, elaborando entonces un discurso que se quiere expresión
de nuestra experiencia sensible.
Hacer frente a esta dualidad entre lenguaje y mundo ha sido parte fun-
damental del trabajo de la filosofía, así como de las vanguardias artísticas y
políticas de la modernidad, en los comienzos del siglo XX. Algunas, negando
la posibilidad de sentido frente a esta dualidad, otras, como las del positi-
vismo lógico, intentando validar una cientificidad negada a las paradojas
del lenguaje y sosteniendo que las proposiciones lingüísticas son un mo-
delo sintético de lo real. Lenguaje y mundo compartirían de esta manera
una misma dimensión formal, de ahí la posibilidad de existencia del cono-
cimiento y del intercambio entre la experiencia y las formas del nombrar.
Las tecnologías que los humanos hemos desarrollado no solo crean fun-
ciones operativas, sino que, como sostenía Martín Heidegger (1962), una
forma de ser en el mundo. El Dasein, un término en alemán que denomina
ese estar en el mundo donde la acción se expresa intuitivamente a sí misma.
El hombre de la modernidad que inicia el siglo XX descubre con la ope-
ratividad maquínica unas formas del pensar y actuar que anuncian una nue-
va razón, una nueva forma de estar en el mundo mediante unas tecnologías
con las que se puede expresar el orden objetivo de los elementos. Una idea
de máquina, que amalgama técnica e invención, política y nomadismo,
arte y teatralidad, percepción y transformación (Raunig, G. 2008).
La cámara de cine, la máquina que mejor simboliza la promesa de la moder-
nidad, es capaz de reproducir el mundo sin la mediación expresiva del sujeto.
Maravillado por el ritmo de la máquina, el hombre de la cámara se deja llevar
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1
La primera generación, a la manera de John Ford: hace, experimenta y crea las formas
convencionales del lenguaje cinematográfico; la segunda analiza estas películas y su lenguaje
a partir de la actividad de las cinematecas y revistas (Cahieres du cinéma como modelo) y
la tercera generación es la que estudia en las universidades optimizando y categorizando las
formas convencionales.
97
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IMAGEN Y CULTURA
Referencias
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L’Ecran Français, 144.
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Editions Jacques Melot.
Fluser, V. (1983). Una filosofía de la fotografía. Madrid: Síntesis.
99
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José María Moreno Galván
Primeras ideas sobre la abstracción española
María Regina Pérez Castillo, Universidad de Granada, España
Palabras clave: informalismo; abstracción; franquismo; política; José María Moreno Galván.
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JOSÉ MARÍA MORENO GALVÁN. PÉREZ CASTILLO
el mundo del arte, y esta vez se abría ante mí, virgen aún de sensaciones, el
intrincado sendero de lo moderno” (Moreno Galván, 2011: 145). Aquel esta-
llido de su sensibilidad hacia el arte moderno se consumaría poco después
gracias a la revista The Studio, que dedicó un número especial a Van Gogh.
Éste fue una revelación esencial, a través de la cual no sólo descubrió el arte
moderno, sino también una nueva forma de mirar.
En 1942, José María se trasladó junto a su familia a Sevilla, donde por en-
tonces ya se encontraba su hermano Francisco, que estaba estudiando Bellas
Artes gracias a una beca del Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla. Al poco
tiempo de instalarse en Sevilla, a José María le ofrecieron un puesto burocráti-
co y aceptó, lo que le posibilitó instalarse en la capital andaluza y vivir allí par-
te de su juventud. Llegaba a Sevilla para “vivirla intensamente”, para leer ese
“otro lenguaje de sensaciones” con que está escrita la ciudad (Moreno Galván,
2011: 145,146). Lo decisivo de su llegada a la capital fue que allí pudo entrar
en contacto con el círculo de jóvenes artistas y escritores que ya por entonces
frecuentaba su hermano Francisco. También aprovecha dicha estancia para
seguir nutriendo sus conocimientos sobre arte, extendiendo su horizonte
desde el panorama nacional al foráneo, gracias a publicaciones como Cahier
de Art, Art New, Arquitectural Review..., con las que se fue haciendo “de las ma-
neras más inverosímiles”, y que, según confesión propia, contribuyeron a que
él mismo empezara entonces a darse “respuestas a los problemas candentes
del arte” (Moreno Galván, 2011: 146,147).
En 1944 se marchó a Madrid, donde estuvo hasta 1946 realizando el ser-
vicio militar en El Pardo, dentro del Regimiento de Transmisiones. José Ma-
ría aprovechó dicha estancia para acudir asiduamente al Museo del Prado
y a algunas de las exposiciones que se empezaban a organizar en las salas y
galerías madrileñas del momento, desde las cuales pudo continuar profun-
dizando en sus reflexiones estéticas. Además de este contacto directo con
el arte, en el que Madrid jugaba un papel fundamental, José María siguió
completando su formación con la lectura de la obra de importantes críticos
e historiadores del arte: Walter Pater, Eugenio D’Ors, Wöllflin, Berenson...
Gracias a la influencia de su hermano Francisco, de Caballero Bonald y
de otros amigos, en 1952, José María comienza a trabajar en la I Bienal His-
panoamericana de Arte, donde desempeñó todo tipo de tareas burocráticas,
administrativas, organizativas... Fue su primer contacto de peso con el mun-
do del arte contemporáneo, y debió marcarle profundamente ya que pudo
contemplar su propio sino, el camino que habría de transitar en el futuro.
Estando en Madrid, decide que es el momento de instalarse en la capital,
logrando subsistir de algunos trabajos y gracias a la ayuda de su hermano.
Pero José María debía buscar el modo de estabilizar su estancia en Madrid,
para lo cual tramitó la solicitud de ingreso en la Escuela de Periodismo, a
la que accedió ese mismo año a través de una vía excepcional, una serie de
plazas reservadas para quienes no habían realizado los estudios de bachi-
ller, como era su caso. No solo consigue acceder a la Escuela de Periodis-
mo sino también una beca económica que le permite subsistir en la capital
española. Ese mismo año comenzó su carrera universitaria de periodismo,
que finalizó en 1955. Fueron años de intenso estudio en los que combinó
102
IMAGEN Y CULTURA
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JOSÉ MARÍA MORENO GALVÁN. PÉREZ CASTILLO
104
IMAGEN Y CULTURA
colecciones de Latinoamerica de arte del siglo XX. Sabemos por la narración del
pintor José Balmes, que la idea partió de José María Moreno Galván, con quien
había estado almorzando en el bar “Dominó”, cerca del Palacio de la Moneda.
En aquel almuerzo surgió el proyecto, que en el mismo día propusieron al
presidente Allende, encontrándose con el compromiso de este para seguir
adelante con el mismo. Poco después se crearía el Comité Internacional de
Solidaridad Artística con Chile, que presidiría el crítico de arte brasileño Mario
Pedrosa, quien vivía exiliado en Chile, y junto a él, además de Moreno Galván,
Rafael Alberti, Louis Aragon, Carlo Levi, Giulio Carlo Argan… Ese mismo año, se
empezaron a recibir obras, ocupándose Mario Pedrosa de la recepción de las
mismas para el futuro museo, que entretanto se guardaron en el Museo de Arte
Contemporáneo de la Universidad de Chile, organizándose incluso en 1972
una primera exposición con las obras hasta entonces recibidas.
Lamentablemente, en septiembre de 1973, el golpe de Estado de Pinochet
detuvo el proyecto que, no obstante, resurgió en 2006 bajo el nombre de
Museo de la Solidaridad Salvador Allende.
La autoridad como crítico de arte de José María Moreno Galván era en-
tonces indiscutible en España: su larga trayectoria intelectual, avalada por
sus libros, artículos, conferencias y catálogos de exposiciones. Era un refe-
rente tanto para el público como para los artistas emergentes.
José María Moreno Galván falleció en Madrid, el 23 de marzo de 1981,
con apenas 57 años, tras una enfermedad que se prolongó durante los úl-
timos años de su vida. Padeció una arteriosclerosis que degeneró en de-
mencia senil. Envejeció a gran velocidad y perdió las facultades cognitivas
e intelectuales que en un pasado le habían sido intrínsecas. Es bastante cla-
rificador el texto homenaje a la muerte de Moreno Galván que el director
de la revista Triunfo, José Ángel Ezcurra, le dedicó, ya que aporta algunas
descripciones de su deterioro físico y mental:
Su hueco entre nosotros ya se había producido hace
tiempo, cuando la enfermedad le fue apartando, poco apoco,
inexorable, de su quehacer. Se iban espaciando demasiado
sus ya solo visitas a la redacción: recogía sus cartas
parsiomoniosamente, inquiría noticias a uno o a otro y, a
veces, se te quedaba mirando sin más. Era como un cruel
recorte, a tope, que su padecimiento imponía a lo que antes
había sido cálida irrupción, sonriente incitación a conversar,
a considerar el cariz de la actualidad o volcar preguntas que
nacían de su abierta curiosidad, con aquel comportamiento
entrañablemente llano, antípoda del que adoptaría
cualquier autoclasificado (Ezcurra, 1981: 95).
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La comunión entre vida y arte, que según José María acontece de manera
definitiva en el Informalismo, era una de las metas más importantes de las
1
El crítico prefiere utilizar el término “Aformalismo” al término “Informalismo”.
111
JOSÉ MARÍA MORENO GALVÁN. PÉREZ CASTILLO
La teoría que José María plantea - un arte marcado por la forma crista-
lizadora frente a un arte en el que la vida se expresa- entronca, como decía
anteriormente, con la disyuntiva clásica planteada por importantes filóso-
fos y teóricos del arte del siglo XIX y XX como Nietzsche. Más cercano a Mo-
reno Galván será Wilhelm Worringer y su Abstracción y Naturaleza (1908),
una lectura de juventud que no marcaría solamente su pensamiento, sino el
de toda una generación de artistas. En esta obra, Worringer recogía hábil-
mente las ideas del historiador vienés Alois Riegl, a las que añade algunas
observaciones de otros intelectuales finiseculares, como Theodor Lipps, Ro-
bert Visher o Adolf von Hildebrand. La idea que articula, a rasgos generales,
este libro es que el arte o el impulso estético del hombre oscila entre dos
polos: el naturalismo y la abstracción. Concluía Worringer anunciando que
en el comienzo del siglo XX, la estética, la psicología de la visión, el impulso
artístico, el espíritu de la época o la voluntad inmanente de las formas artís-
ticas exigían al artista la práctica de la abstracción. Worringer opone a las
tendencias clásicas y el modernismo imperante de finales de siglo, la ma-
nifestación abstracta, más original e instintiva. De este modo afirmará que
la sensibilidad estética o contemplativa del hombre frente a la naturaleza
ofrece dos posibles respuestas: una proyección sentimental que da lugar a
un impulso psíquico hacia la imitación del modelo natural (Einfühlung), o el
afán de abstracción, presente en todas las culturas primitivas y en sus mani-
festaciones artísticas. Dicho afán, comenta Worringer, ha ido decayendo en
Occidente poco a poco hasta ser sustituido por el Einfühlung, sin embargo,
el espíritu abstracto regresa a Occidente a principios de siglo XX.
Como podemos observar, la teoría del arte que construye José María se
basa principalmente en las ideas que Worringer plantea en Abstracción y
Naturaleza. No obstante, discrepará del alemán cuando éste describa el im-
pulso a la abstracción como la supresión de la profundidad y del espacio
tridimensional por el plano bidimensional con objeto de lograr un mayor
dominio de la forma. Para Worringer lo más importante es la represen-
tación mental y no la percepción visual, ya que lo realmente valioso es la
interpretación del arte como una creación puramente formal que apela a
nuestros sentimientos estéticos más profundos y elementales. A diferencia
de Worringer, José María combate la disyuntiva clásica situando, en primer
lugar, la forma frente a la expresión, y en segundo lugar, repensando o rede-
finiendo el término “abstracto” como cómplice de la forma y enemigo de las
manifestaciones expresivas vitales.
113
JOSÉ MARÍA MORENO GALVÁN. PÉREZ CASTILLO
Conclusiones
Como habrán podido observar, José María Moreno Galván fue uno de los
principales defensores en el ámbito teórico y práctico de la corriente infor-
malista. Su defensa y puesta en valor de las nuevas generaciones de artistas
españoles rompieron con un academicismo vetusto y abrieron las puertas
de la contemporaneidad a España. Moreno Galván configuró un aparato crí-
tico y teórico para estos jóvenes, logrando consolidar, junto a otros pocos
compañeros, los planteamientos artísticos del momento y facilitando el na-
cimiento de una estructura contemporánea - un circuito de compra, de ex-
posiciones, … - que los integraba y les daba visibilidad de cara al público. Por
otra parte, sus teorías siempre parten de supuestos madurados que pueden
rastrearse en sus textos (Worringuer, Margarita Nelken...), lo cual significa
que las suyas son aportaciones teóricas reflexivas y juiciosas.
Su trabajo y su compromiso ético siempre fueron de la mano. Moreno
Galván desempeñó un importante papel como periodista y agitador social
en las últimas décadas del régimen Franquista. Su labor como crítico de arte
se basó en aproximar conceptos artísticos al público español mediante un
lenguaje no críptico y cercano, comportando de este modo, un cambio so-
cial, una “teoría del arte democrática”, por eso nunca se deshizo de ese estilo
sencillo y amable que cuidaba al lector, siempre didáctico y siempre dis-
puesto a enseñarnos a mirar el arte de otra forma, desde la pasión y el amor
absoluto por la creación artística, e invitándonos a abrir los ojos y la mente
ampliamente ante la obra de arte.
Referencias
114
IMAGEN Y CULTURA
115
II. Imagen y Sociedad
La violencia en streaming como protagonista
de la sociedad del espectáculo
Sara González-Fernández, Universidad de Sevilla, España
Julieti-Sussi Oliveira, Universidad de Sevilla, España
L
a violencia siempre ha sido un contenido mediático cargado de espec-
tacularidad e impacto capaz de provocar múltiples emociones encon-
tradas, desde la fascinación y la atracción hasta el horror y la congoja.
Y es que, en la era de información y la comunicación digital, los contenidos
violentos se han convertido en una parte indestructible de la sociedad del
espectáculo virtual, pues la inmediatez y la capacidad de multiplicar la difu-
sión de mensajes, vídeos o imágenes violentas a través de la red es infinita e,
incluso, casi imparable. De ahí que, a pesar de que se genere una sensación
de inestabilidad y miedo en la sociedad, lo cierto es que no se registra “un
incremento cuantitativo de hechos violentos sino la omnipresencia de su
representación” (Imbert, 2004: 11). Así, la violencia, entendida como “el uso
deliberado de la fuerza física o el poder […]que cause o tenga muchas pro-
babilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones” (OMS, 2002: 5), ha encontrado en Internet y en las
redes sociales un nuevo canal de difusión, sobre todo, entre el público joven,
ya que son los que hacen mayor uso de las nuevas tecnologías.
Navegar por Internet e interactuar a través de las redes sociales se ha
convertido en una de las actividades a las que más tiempo dedica la po-
blación, tanto así que, según la Asociación para la Investigación de Medios
de Comunicación, cerca del 80% utiliza las redes sociales a diario (AIMC,
2016), principalmente, entre los jóvenes y adolescentes, un sector de la po-
blación para el que publicar, compartir y difundir contenidos es una prác-
tica habitual con la que construir su identidad virtual, fortalecer su socia-
bilidad y configurar una nueva forma de relacionarse con los demás. Con
todo ello, en una sociedad en la que todo lo que no se publica a través de las
redes sociales parece no existir y en la que una de los principales propósitos
de sus usuarios es ganar popularidad y un mayor número de seguidores, la
difusión de contenidos extremos, transgresores y morbosos está cada vez
más justificado para lograr dicho fin.
En este contexto, es donde se pone de manifiesto la relevancia de este
estudio y donde entra en juego la propagación de contenidos violentos
a través de Internet, concretamente, en las redes sociales. La evolución
contante que estas experimentan para dar respuesta a las necesidades de
119
LA VIOLENCIA EN STREAMING. GONZÁLEZ-FERNÁNDEZ Y OLIVEIRA
Propuesta metodológica
Para alcanzar los objetivos de esta investigación se ha recurrido al método
exploratorio, ya que el tema a analizar se corresponde con un fenómeno re-
ciente y de actualidad y, por ello, no dispone de demasiada base teórica que
ayude a orientar y limitar el objeto de estudio. Igualmente, también se hace
uso del análisis de contenido, que se define como:
120
IMAGEN Y SOCIEDAD
Propuesta de trabajo
Para llevar a cabo este estudio, se ha realizado una revisión bibliográfica de
fuentes documentales digitales a través del buscador Google. Si se tiene en
cuenta el objeto de estudio a analizar, que son las noticias que se han hecho
eco de la retransmisión en redes sociales de violencia en directo en el pe-
riodo comprendido entre abril de 2016 a abril de 2017, se realiza una bús-
queda de las mismas con los siguientes términos: violencia en streaming,
violencia en directo, violencia en redes sociales, violencia en Facebook Live.
De la indagación resultante se obtienen 21 noticias, aunque 9 de ellas fueron
excluidas porque no respondían a la delimitación del objeto de estudio. Así, o no
estaban dentro del periodo elegido o se trataba de reportajes que analizaban el
fenómeno de la violencia en las redes sociales o eran noticias en las que el acto
de violencia había sido grabado y emitido en Internet, pero no reproducido en
redes sociales ni en directo. Además de ello, en esta búsqueda exploratoria se
ha observado que, en muchas ocasiones, la misma noticia se repetía en otros
medios. En estos casos, se ha optado por seleccionar aquellas que se recogían
en los medios con mayor trascendencia y repercusión en España.
Por otro lado, hay que señalar que en este estudio no se hace un análisis
sobre la totalidad de las noticias referentes a la retrasmisión de violencia en
streaming en las redes sociales entre abril de 2016 y abril de 2017, sino so-
bre una muestra representativa de aquellos casos que han tenido una gran
repercusión, hasta el punto de ser recogidas por distintos diarios y tanto
por la versión escrita como digital.
Del material obtenido para llevar a cabo este estudio, se ha realizado un
análisis a partir de las siguientes variables y categorías:
121
LA VIOLENCIA EN STREAMING. GONZÁLEZ-FERNÁNDEZ Y OLIVEIRA
• Medio de comunicación:
• Sección del medio:
• Tratamiento de la noticia:
• Objetiva:
• Crítica:
• Sensacionalista:
• País de origen:
122
IMAGEN Y SOCIEDAD
Resultados y conclusiones
Tras analizar los 12 casos seleccionados en el período comprendido entre
abril de 2016 y abril de 2017, se han obtenido los siguientes resultados en
el bloque de variables generales.
En lo que respecta a la fecha de publicación de la noticia, el 75% de los
casos analizados han tenido lugar entre los meses de enero y abril de 2017,
mientras que el 25% restante se han registrado entre abril y diciembre de
2016. Con estos datos, se puede observar que las noticias que recogen la
violencia en streaming emitida en las redes sociales se ha incrementado
notablemente de un año a otro. Así, se puede deducir que el interés y la
repercusión de estos hechos registra una tendencia creciente tanto para la
sociedad como para los medios de comunicación que son los que recogen
estos actos violentos como noticia.
En cuanto a las redes sociales en las que se emiten los actos violentos, el
80% de los casos analizados se dan en Facebook Live, un 10% en Instagram
y otro 10% en Periscope. Estos datos se corresponden con la magnitud con
la que cuenta Facebook a nivel mundial, ya que es la red social más utilizada
del mundo al contar con más de 1800 millones de usuarios y la que mayor
influencia tiene para leer, compartir y comentar noticias.
Los medios de comunicación que más casos de violencia en streaming
recogen son ABC y El País, con un 25%. Le sigue El Mundo, con un 18%, y
El Español, La Vanguardia, El Periódico e Ideal, con un 8% cada uno. Así, los
periódicos digitales con mayor repercusión nacional son los que más se ha-
cen eco de este tipo de noticias, aunque llama la atención que el 42% de los
casos analizados, todos aquellos que corresponden a suicidios, aparecen re-
cogidos en la sección ‘Internacional’, equiparándolos a noticias de temática
política o económica de ámbito global, y no en la de ‘Sucesos’, que es donde
realmente encajarían y donde tan solo se ha registrado un caso y cuenta
con una representación de un 8%. Las noticias de violencia en streaming
123
LA VIOLENCIA EN STREAMING. GONZÁLEZ-FERNÁNDEZ Y OLIVEIRA
Figura 1. Agresor del acto violento. Figura 2. Víctima del acto violento.
Como se puede observar el estos dos gráficos, hay una gran diferencia
entre el número de personas que configuran al agresor y a la víctima del
acto violento. Así, mientras el primero se caracteriza por ser colectivo y co-
meter la agresión entre dos o más personas, la figura de la víctima es, sin lu-
gar a dudas, individual. Tan solo se registra un caso en el que la víctima sea
colectiva y es aquel en el que un padre mata a su bebé y después él mismo se
suicida, por lo que la víctima es múltiple al haber dos muertes en un mismo
acto violento. En este sentido, hay que señalar que en los casos de suicidio,
el agresor y la víctima se contabilizan en la misma persona que se quita la
vida, ya que, al mismo tiempo es agresor por ejecutar su propio suicidio y
víctima al morir como consecuencia de ello.
En lo que respecta al género de los protagonistas de las acciones violen-
tas, se observa cómo tanto el agresor como la víctima son, de forma mayo-
ritaria, masculinos, aunque hay que señalar que en el caso de la figura de la
víctima no lo es de forma tan manifiesta como en el de agresor. Y es que el
género femenino adquiere una gran relevancia en el rol de víctima, pues tie-
nen un protagonismo muy importante en los casos de suicidios y violación,
sobre todo, en estos últimos, ya que son siempre mujeres las que reciben la
agresión sexual independientemente de la edad que tengan.
124
IMAGEN Y SOCIEDAD
Por otro lado, es muy llamativa la edad que presentan tanto el agresor
como la víctima del acto violento, ya que los jóvenes y los adolescentes son
los que dominan esta variable, algo que se corresponde con la edad con la
que cuentan los usuarios que más uso hacen de las redes sociales y de sus
plataformas en streaming. Hay que señalar que los menores de 18 años tie-
nen una participación muy activa en la emisión de videos violentos en direc-
to, tanto como agresores, como víctimas, sobre todo, en los casos de suicidio
y violación. Por el contrario, tanto los niños, como los adultos y los ancianos
tienen una participación mínima o casi inexistente, manifestándose, así, el
poco uso que hacen de las redes sociales las personas de esta franja de edad.
125
LA VIOLENCIA EN STREAMING. GONZÁLEZ-FERNÁNDEZ Y OLIVEIRA
Por último, el acto violento que ha registrado más casos de todos los ana-
lizados ha sido el suicidio, seguido por la violación, el asesinato y, en último
lugar, el maltrato. Llama la atención que sea el suicidio el caso violento que
más repercusión y trascendencia ha tenido para la prensa digital, sobre todo,
si se tiene en cuenta que la prensa no informa sobre los suicidios a no ser que
se trate de personajes relevantes para la opinión pública. Así, se persigue no
contribuir al efecto contagio. Por otro lado, destacan también las violaciones
y los actos de maltrato grupales, ya que juegan un papel relevante en cuanto a
la tipología de violencia emitida en streaming por las redes sociales.
Con todo ello y, a modo de conclusión, se puede señalar que llama la
atención que en 2017 haya habido un incremento notable de la difusión de
estos casos por parte de la prensa digital con respecto a 2016. Así, se pone
de manifiesto que este tipo de actos está cobrando cada vez mayor rele-
vancia por parte de los medios de comunicación y que, al mismo tiempo,
se están convirtiendo en un fenómeno, sobre todo, para la gente más joven,
debido a su necesidad de publicar todo lo que les ocurre y de ganar popu-
laridad y seguidores entre los usuarios de las redes sociales, dejando a un
lado los límites entre lo correcto y lo incorrecto, lo racional y lo irracional.
Por otro lado, cabe destacar que la prensa digital española se hace eco
de aquellos casos de violencia en streaming que, mayoritariamente, tienen
lugar en Estados Unidos, ya que en la búsqueda previa de las noticias para
elaborar el cuerpo de estudio se encontraron muchas noticias procedentes
de países de América Latina pero no aparecían recogidas en los medios di-
gitales españoles, con lo que quedaron excluidas de la búsqueda selectiva
para el posterior análisis. Sin embargo, cuando aparecen casos de violencia
en streaming de otros países es porque el caso ha tenido una repercusión
global al ser muy llamativo o relevante por la difusión y las características
que presenta. Por tanto, el foco de interés se centra en lo que ocurre en el
país estadounidense, bien porque en él se producen muchos casos de vio-
lencia en streaming emitida a través de las redes sociales, bien porque todo
lo que ocurre en este país se convierte en noticia por la trascendencia e
influencia global con la que cuenta. En este sentido, es característico que no
se haya dado, o, por lo menos, no haya sido recogido por la prensa, ningún
caso de violencia en directo ocurrido en España.
En otro orden de cosas, llama la atención la sección del medio en la que
se suele ubicar este tipo de noticias, concretamente, los casos de suicidio
que son retransmitidos a través de las redes sociales, ya que se enmarcan
dentro de la sección ‘Internacional’ equiparándolos a las noticias de índole
política, económica o de relaciones internacionales que, normalmente, se
encuentran en ella. El que los casos de suicidio aparezcan recogidos en esta
sección y no en otra que podría ser más adecuada como la de ‘Sucesos’, pone
de manifiesto la intencionalidad y la perspectiva desde la que son consi-
derados este tipo de hechos, pues no los dotan de la gravedad con la que
cuentan, sino como un fenómeno o tendencia más que tiene lugar en paí-
ses extranjeros. Hay que tener en cuenta que los medios de comunicación
tienen, como práctica habitual, una norma no escrita mediante la cual no
ofrecen en la sección de sucesos ningún tipo de suicidio a no ser que el pro-
126
IMAGEN Y SOCIEDAD
tagonista del mismo sea una persona relevante para la opinión pública. La
razón atiende a cuestiones de responsabilidad moral con la que se intenta
evitar que se produzcan nuevos casos por imitación o contagio. Se trata de
un tema delicado, ya que solo se puede hablar de la muerte que se ha pro-
vocado una misma persona, y, por tanto, no puede ser abordado de forma
simplista y banal. Sin embargo, y, como se observa en las noticias analiza-
das en este estudio, a pesar de que en la mayoría de ellas la información
se trata de forma objetiva y sin caer en aspectos sensacionalistas, sí que se
hace de manera simplista, como si de un acontecimiento más se tratara, al
no hacer referencia a la complejidad que encierra este tipo de situaciones.
¿Está condicionando la sociedad del espectáculo a la prensa hasta el punto
de pasar por alto sus propios códigos éticos y deontológicos? Lo cierto es
que se observa que el acto de violencia se convierte en noticia no por lo que
es, sino por la plataforma en la que se distribuye y la difusión que tiene. Las
noticias de suicidio se han convertido en un espectáculo más de la sociedad
de la información por la forma en la que se ejecutan, es decir, porque se
emiten en directo a través de las redes sociales y pueden ser vistos por mi-
llones de personas llevados por el morbo o la curiosidad. Los límites entre
la racionalidad y la irracionalidad quedan en entredicho en una sociedad
en la que la rapidez por consumir una información que sea capaz de captar
la atención del lector deja a un lado la reflexión, la sensatez y el razona-
miento. Pero, ¿qué papel juegan las redes sociales en todo esto? ¿Potencian
la emisión de actos violentos o son una herramienta más de comunicación
cuya funcionalidad depende del uso que se le dé? Las redes sociales, al igual
que cualquier otro tipo de plataforma de comunicación e interacción son
meros instrumentos. No hay que quitarles parte de responsabilidad, ya que
pueden poner más medios para evitar que se difundan o se propaguen este
tipo de contenidos, pero, en última instancia, los verdaderos responsables
son los propios usuarios. Ellos, a través de sus valores, motivaciones o edu-
cación, entre otras cuestiones, son los que deciden lo que publican y lo que
no, dónde está el límite a la hora de compartir contenidos y la gravedad o
frivolidad con la que tratarlos.
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abci-facebook-tres-detenidos-suecia-emitir-violacion-directo-face-
book-201701231950_noticia.html
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130
Las distopías panópticas de Foucault y Orwell
La escoptofilia pública de las webcams y el voyerismo
privado en el Big Brother#Peep Show virtual
Lourdes Santamaría Blasco, Universidad Miguel Hernández, España
M.ª José Zanón Cuenca, Universidad Miguel Hernández, España
Palabras clave: Foucault; Orwell; Freud; panóptico; voyeur; escoptofilia; webcam; Laura
Mulvey; arte; cine
L
a mirada es una manifestación del deseo, ejercido como una forma de
control y de poder sobre el cuerpo/sujeto/objeto mirado. El análisis
de la mirada es una parte fundamental para la comprensión del vo-
yerismo, término de uso corriente al que relacionamos habitualmente con
un acto privado de carácter sexual, y de la escoptofilia o pulsión escópica:
término psicoanalítico relacionado con el control visual al que daremos una
dimensión pública. Aunque ambos términos son prácticamente sinónimos,
en este análisis establecemos una sutil diferenciación según el ámbito y fun-
ción dónde se practican: público o privado, de forma individual o colectiva.
El adjetivo escópico es un cultismo formado sobre la raíz griega skóp,
que significa ‘mirar’ y se dirige primero al cuerpo propio para después ex-
ponerse a las miradas de los demás. En psicoanálisis, la pulsión escópica
es un impulso psíquico de excitación o tensión interna relacionado con el
deseo de mirar y/o de ser mirado. Freud estableció en su obra Tres ensayos
sobre Teoría Sexual, escrita en 1905, el término científico de pulsión escó-
pica, relacionándolo con el placer de ver y el afán de saber, y buscó en las
raíces de la mitología los ejemplos adecuados a su tesis. Basándose en los
mitos de Diana y Acteón y en el de Narciso, Freud los sintetizó como una
metáfora sobre la fascinación y el fetichismo de la mirada, concentrando
en la escoptofilia la filia sexual que se autosatisface a través de la vista, no
siendo necesario el contacto corporal o genitalidad con el sujeto deseado y
observado (Freud, 2006).
El mito se diversifica: la pulsión escópica está latente en el interés des-
medido de los gobiernos por vigilar, controlar, legislar y castigar a sus ciuda-
danos, como nos demostró Michel Foucault en su texto clave de 1975 sobre
las políticas represoras del cuerpo: Vigilar y castigar. El presente texto traza
una línea continua entre el mito primigenio (Diana y Acteón) y la sociedad
distópica orwelliana contemporánea, analizando una serie de creaciones
artísticas y discursos teóricos que reflejan tanto el voyerismo privado como
la escoptofilia pública desde diferentes perspectivas, que van de lo personal
a lo social, de lo mediático a lo político, de lo artístico a lo sexual.
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fue el apodo que dio la prensa sensacionalista a una joven aspirante a actriz, Eli-
zabeth Short, que apareció mutilada en un descampado de Hollywood en 1947.
Las fotografías brutales de su cadáver son el paradigma de la representación de
los cuerpos de mujeres que acaban siendo carne de psicópata o de fetichistas
necrófilos en los mass-media, la publicidad, las artes plásticas y el cine. Su his-
toria ha sido narrada por James Ellroy con el título de La Dalia negra en 1987
y llevada al cine por Brian de Palma con el mismo título en 2006; también Ma-
rilyn Manson ha pintado obsesivamente su cuerpo en una serie de acuarelas.
Al respecto Pilar Pedraza señala en su capítulo “Del Objeto Mujer a la Mujer
Basura”, contenido en Maquinas de amar. Secretos del cuerpo artificial, 1998:
En los años 70 y 80 hay en el cine europeo y americano inde-
pendiente un flore-cimiento discreto pero notorio de pelícu-
las en las que el cuerpo femenino se utiliza como objeto no ya
del deseo sexual sino de algo más profundo e insaciable: del
ojo que mira a través de la cerradura, de un orificio tras un
cuadro en la pared, del sadismo de la cámara o del dispositivo
voyeurístico que es el propio cine (Pedraza. 1998, p. 257).
Pilar Pedraza establece una analogía entre Étant donnés y la imagen ini-
cial de la película Henry, retrato de un asesino, 1986, de John MacNaughton:
“La mujer no sólo era un cadáver: el montaje la califica de residuo del festín
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Fuente: Michael Powell. Cartel inglés y cartel italiano del film. 1960.
Sexo y violencia son los motores del voyerismo sádico, como vemos en la
película Peeping Tom, (El fotógrafo del pánico) de Michael Powell, 1960. El
título del film, nada inocente, nos retrotrae de nuevo al sastrecillo medieval
que espiaba a Lady Godiva. La represión o impotencia sexual del protago-
nista, Karl Heinz Böhm, un cámara de cine, unido a su terror hacia las mu-
jeres, le lleva a la búsqueda de su éxtasis visual, congelando con su cámara,
arma fálica y asesina, el rostro horrorizado de las mujeres en el momento
del clímax mortal. El opening del film es una obra maestra del voyerismo:
el fotógrafo, al que no vemos en pantalla, se fija a través de su cámara en
una prostituta que contempla un escaparate; ella se da cuenta del interés
que despierta y se va contoneándose hasta su casa cercana, seguida por la
cámara que devora cada movimiento de su cuerpo, hasta que se desviste en
la cama de su habitación, donde finalmente se acerca en un close-up fálico
y mortal. Este opening ha sido calcado plano a plano por Steven Klein para
la campaña de verano de 2014 de Alexander MacQueen, con la prostituta
siendo interpretada por Kate Moos.
Un ejemplo de escoptofilia fetichista, exacerbada y autosuficiente lo te-
nemos en el film Blow Up, de Michelangelo Antonioni, 1966. Hay una se-
cuencia clave en la que David Hemmings, el protagonista, fotógrafo de moda,
dirige las poses corporales de la modelo hasta tumbarla y poseerla metafó-
ricamente con su cámara fotográfica que actúa como un falo, consiguiendo
de este modo tener prácticamente un éxtasis orgásmico sólo con el control
visual que ha ejercido sobre el cuerpo de la bella joven, Veruschka, que yace
finalmente desechado en el suelo, obviamente insatisfecha.
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Fuente: Autor anónimo. Fan art sobre la obra de Orwell, 1984: Consignas
del partido.
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3
Grove citando a Menner (16 / 08 / 2011). El “arte del disfraz” y otras tácticas de los agentes
de la Stasi. 20 minutos. Recuperado de http://www.20minutos.es/noticia/1134118/0/stasi/
espionaje/fotografia/
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Uno de los ejemplos de este control obsesivo del Estado por las sexuali-
dades es el vídeo de George Michael titulado Outside, 1989, prácticamente
un ajuste de cuentas de George Michal contra los policías que le detuvieron
en unos urinarios públicos de Hollywood. Un helicóptero y miles de cáma-
ras de vigilancia van grabando a diversas parejas en actitudes sexuales y
deteniéndolas. Es una crítica hacia la vídeo-vigilancia como una forma de
practicar la pulsión escópica llevada al límite: un sistema vicioso para man-
tenernos controlados e indagar en nuestras vidas. Como comenta Cortés a
propósito de este vídeo: “… el intento de poner en marcha una vigilancia
constante de la ciudad, con la cual el Estado pretende llevar a cabo, a través
de una militarización del espacio y un estrecho control, una supervisión que
le permita la prohibición de los denominados actos “impúdicos”. (Cortés,
2010, p. 177).
Cada palabra que escribes en Internet o escribes en tu móvil está siendo
grabada, tus movimientos son filmados por las cámaras que inundan nues-
tras calles, o son recogidos para Google maps; todos tus datos son transfe-
ridos a las empresas que te envían publicidad personalizada en internet y
hasta la fecha y la hora de nuestra última conexión al Whatsap desvela tus
movimientos. El Estado de vigilancia, el moderno panóptico, se esparce in-
visible e implacable como el dios bíblico. Hasta el mismo Mark Zuckerberg,
vigilante de cada imagen que colgamos en nuestro / su Facebook, puede ser
espiado a través de su webcam, y su gran invento tecnológico para evitarlo
es tapar el ojo del ciclope una vulgar titira.
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REFERENCIAS
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150
El último “gran despertar” y el fenómeno
del tele-evangelismo
José Antonio Abreu Colombri, Universidad de Alcalá, España
E
xiste una línea evolutiva muy irregular de las mentalidades y las pa-
siones religiosas en los Estados Unidos de América. El cristianismo,
desde una posición cultural dominante, ha desarrollado sus estrate-
gias de evangelización en diferentes contextos socio-políticos y de opinión
pública y ha mostrado una gran capacidad de adaptación y un significativo
posicionamiento hacia la reconversión de los mensajes y la gradación lin-
güística. Las fases de repunte de religiosidad y acercamiento de la masa
social cristiana hacia las estructuras confesionales siempre han tenido,
entre otras muchas cosas, un importante despliegue comunicativo y de
adoctrinamiento.
El mitificado Gran Despertar (colonial o primero, de los años previos a la
emancipación política de las colonias angloamericanas) fue un movimiento
de resurgimiento de la espiritualidad cristiana, este complejo acontecimien-
to cultural se analiza bajo el prisma de la espiritualidad individual, provo-
cando un sentimiento de pertenencia a un credo común supra-eclesiástico.
Cronológicamente, el siguiente Gran Despertar (segundo o decimonónico)
es mucho más polémico, porque su periodización es muy discutida, dife-
rentes marcos temporales y, por consiguiente, muy contradictorias inter-
pretaciones de los efectos sobre la comunidad protestante estadouniden-
se. Aunque se puede afirmar de forma general que fue un resurgimiento
de religiosidad comunitaria, un despertar social del sentido de pertenencia
y organización de grupo, por lo que se desató una permanente búsqueda
de conversión y asimilación de nuevos miembros y, de manera muy expe-
rimental, de construcción organizativa a imagen y semejanza de las comu-
nidades cristianas primitivas. Ambos procesos de resurgimiento religioso
tuvieron sendos proyectos de evangelización y sendas predisposiciones a la
utilización de nuevos soportes informativos y nuevas tecnologías de la co-
municación, donde el discurso y la fuerza de la palabra, de forma natural y
siguiendo un trazo histórico, tenían preponderancia y una posición de prio-
ridad en el proceso de comunicación religiosa, relegando a la imagen como
soporte comunicativo a una elemento excepcional y a una posición marginal
en el proceso de comunicación religiosa.
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En los primeros años del siglo XX, coincidiendo con la eclosión popular del
fundamentalismo y sus apelaciones a la nostalgia de la tradición litelarista, las
grandes Iglesias y congregaciones del baptismo, el evangelismo y el pentacos-
talismo se posicionaron públicamente en contra del protestantismo liberal y
reformista y se identificaron con un ideal de pureza tradicionalista (que no
podía verse condicionada por las modas ideológicas) mediante la utilización
de la nueva tecnología comunicativa-informativa y la instrumentalización de
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Fuente: Graham, W. “Billy Graham Crusade, New York City (1957)”, Pinte-
rest, (2017): en línea.
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La cultura visual cristiana se ha visto muy reforzada con este tipo de for-
mas creativas en el proceso de creación y por la compleja red institucional
de la derecha cristiana estadounidense.
La televisión religiosa… está obviamente dominada por los
fundamentalistas, los baptistas-evangelistas y los pentecos-
tales, requiere un esfuerzo mental consciente no tratar como
sinónimos el tele-evangelismo y la televisión religiosa […] A di-
ferencia de las religiones que hacen hincapié en la liturgia y la
participación ritual, el protestantismo reduce en gran medida
la religión a un asunto de creencias que viene de ‘oir la Palabra’.
De la ‘Galaxia Gutenberg’ a la aldea global, el protestantismo
ha hecho uso de los medios de comunicación que permitían el
‘acceso sin cuerpo’ a la fe salvadora (Burce 1990a: 40-41).
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Conclusiones
El uso de la imagen en los procesos de comunicación del protestantismo, en las
décadas centrales del siglo pasado, supuso toda una revolución en las formas
de producir contenidos audiovisuales (material pregrabado para televisión, do-
cumentales, publicidad, cortometrajes de ficción televisiva y largometrajes de
ficción cinematográfica) y realizar programas en directo para televisión. Dicha
revolución sólo es comparable a las innovaciones previas de la radiodifusión en
los años veinte y treinta y a las transformaciones posteriores del la comunica-
ción digital en los años noventa y los que llevamos del presente siglo.
La imagen tiene un componente de transgresión tradicional, ya que la
imagen siempre fue un elemento residual para la evangelización y la trans-
misión cultural en la tradición protestante. La imagen no tenía una fun-
ción de culto sino de estímulo de la imaginación, de soporte pedagógico y
de significado alegórico para el creyente. La imagen tenía la capacidad de
contribuir a plasmar lo inefable en el proceso comunicativo y a formalizar
cuestiones intangibles en la cooperación con el discurso religioso (la cultura
visual de la tele-predicación emergió como una fuerza auxiliar de lo que la
tradición protestante denominaba “fuerza” de la Palabra).
Desde la crisis del literalismo bíblico entre los protestantes norteame-
ricanos se vino produciendo una tendencia retórica, interpretativa y argu-
mental con fines de eficacia comunicativa. Los discursos y los trabajos de
evangelización se volvieron menos doctrinales y dogmáticos y se avanzó
hacia posiciones dialécticas con más componentes morales y filosóficos. En
este sentido se buscó la transmisión de los mensajes mediante la inclusión
de elementos sugestivos, empíricos y sentimentales en el discurso religioso.
El tele-evangelismo utilizaba la razón argumentativa cuando le convenía y
se echaba en brazos de la retórica de los sentimientos y la interiorización de
los hechos religiosos cuando la temática se enfangaba. Los comunicadores
carismáticos del protestantismo reformado fueron magos de la palabra y
artesanos del relato, que consiguieron que interpretaciones del Evangelio
propias de tiempos pasados encontrasen vigencia social en la época de la
carrera espacial o en el contexto de la informatización de la comunicación.
Referencias
Abelman, R. (1985).How is Religious Television Programmaing?, Journalism
of Communication, 35(1), 98-110.
— (1988).Motivations for viewing ‘The 700 Club’”, Journalism Quarterly,
65(1), 112-118.
— (1987).Religious television uses and gratifications”, Journal of Broadcas-
ting and Electronic Media, 31(1), 293-307.
— (2006).Without Divine Intervention: Contemporary Christian Music Radio
and Audience Transference, Journal Media and Religion, 5(4), 209-231.
Agudíez, C. (1995).Los telepredicadores, los talk shows y la primera enmienda.
¿Cómo hay que mirar y cómo hay que escuchar en los Estados Unidos de
América?, Cuadernos de Información y Comunicación. 1( 1), 143-156.
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Romualdo García
El ritual del angelito y la fotografía post mortem
Jesús Getino Granados, Universidad de Murcia, España
Introducción
L
os rituales en torno a la muerte son prácticas socio-culturales con con-
notaciones religiosas y cargadas de simbolismo que se han realizado a lo
largo de la historia de la humanidad. Estos rituales se manifiestan de for-
ma distinta en cada cultura, pero a su vez están íntimamente relacionados por
elementos comunes. Por una parte, se reafirma el deseo de vivir, encontrando
un significado a la vida, y por otro, la creencia de una vida eterna más allá de la
muerte, la arqueóloga Chávez considera que los rituales funerarios tienen una
función práctica y otra simbólica. Sirven para disponer del cadáver, para que
los deudos elaboren el duelo y para auxiliar al difunto a incorporarse al
mundo de los muertos. Así mismo, Louis sostiene que estos rituales nos
introducen de lleno en un campo simbólico afirmando que:
Esos ritos indican ante todo el pasaje de la muerte (aquí aba-
jo) al renacimiento (en el más allá). Incluyen toda una serie
de actitudes a propósito del cadáver, del ser del difunto, de
los dolientes, de las gentes del poblado (Louis, 1993, p. 519).
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La creencia del alma pura del niño se fundamenta en palabras del nuevo
testamento, en el que Jesús dice:
En verdad os digo: quien no reciba el reino de dios como un
niño, no entrará en él (Marcos, 10, 13-16).
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Estas primeras fotografías son muy distintas a las de finales del XIX, ya
que con la invención del Gelatino-bromuro (la placa seca), las clases más
pobres tuvieron la posibilidad de retratar a sus niños. En estas fotografías,
la postura, la mirada, la vestimenta y el resto de los elementos que rodean al
personaje son radicalmente distintos a los que podemos ver en los primeros
daguerrotipos.
Los retratos de angelitos se dividen en dos modalidades, los que se rea-
lizaban en el estudio, y otros en los que el fotógrafo se desplazaba al lugar
del velorio, en estos retratos “in situ” podemos darnos cuenta, aunque con
limitaciones, como se realizaba el ritual. En muchas de estas fotografías po-
demos ver la colocación y vestimenta del muertito o la posición de las flores
y velas, sin embargo, la iluminación podía ser un problema, en muchas oca-
siones se improvisaba un altar con una mesa en el patio donde se colocaba
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Fuente: Juan de Dios Machain, col. particular, finales del siglo XIX.
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agua alcanzó hasta cuatro metros de altura, y que muchísima gente murió
ahogada entre el fango. Un año después volvió a abrir su estudio en la
misma calle de Cantarranas, pero ahora, en los números 43 y 45 como
“Romualdo García e hijos”.
Romualdo García continúa al frente de su estudio hasta 1914, año en que
se retira dejando al mando a sus hijos Sara, Manuel y Salvador. Estos últimos
años fueron muy complicados para su quehacer fotográfico, ya que en 1910
estalla la revolución, generando una crisis económica en todo el país que
afectó notablemente la estabilidad del estudio, y además se suspendió la im-
portación de los materiales y equipos fotográficos que venían desde París.
En 1930 Romualdo García muere a causa de un tumor renal.
En la actualidad, la Fototeca Romualdo García cuenta con más de 10 mil
piezas que en su mayoría son posteriores a la inundación de 1905. Los retratos
de “angelitos” que se conservan en la fototeca son aproximadamente cien,
pero algunos aún están en proceso de investigación, ya que no se sabe si son
obra de Romualdo o de uno de sus hijos.
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Conclusiones
El ritual del angelito llego de España en el siglo XVI, y se fusionó con las
tradiciones prehispánicas, en este sincretismo cultural se incorporaron ele-
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Referencias
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Difusión de la fotografía española
en el periodo entreguerras (1917-1931)
Antonia Salvador Benítez, Universidad Complutense de Madrid , España
María Olivera Zaldua, Universidad Complutense de Madrid , España
Juan Miguel Sánchez Vigil, Universidad Complutense de Madrid , España
Introducción
L
a fotografía española en el periodo de entreguerras tuvo una difusión
limitada. Mientras en Europa y Estados Unidos se producía un cambio
radical por influencias de las vanguardias, en España se continuó prac-
ticando el pictorialismo. Hasta la proclamación de la Segunda República en
1931, España vivió tres lustros de indefinición política, marcados por el ase-
sinato de Eduardo Dato en 1921, por la guerra de África que se desarrolló entre
1921 y 1925, y por el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera. Durante el
periodo que comprende esta investigación se publicaron una de-cena de
revistas de fotografía, en su mayoría de contenidos técnicos en las que se
dieron a conocer las actividades realizadas en el extranjero.
Los primeros veinte años del siglo XX han sido denominados por Alsina
Munné (1954: 73) como “época de la fotografía artística”, cuya difusión se rea-
lizaba principalmente a través de las publicaciones especializadas. Hasta 1914,
año del comienzo de la Primera Guerra Mundial, se había editado La Fotografía,
primero bajo la dirección de Antonio Cánovas del Castillo Vallejo entre 1900 y
1913, y un año más coordinada por Antonio Prast. Se produjo después un vacío
hasta que salió Lux en Barcelona en 1916, que prolongaría su existencia hasta
1922. En 1919 apareció Unión fotográfica, en 1920 El Progreso fotográfico y en
1921 Criterium; es decir que estas tres últimas se solaparon durante un tiem-
po. Entre 1923 y 1931, etapa dictatorial, surgieron: Revista Fotográfica (1923),
Fotografía para todos (1926), Arte Fotográfico (1927) y Foto (1928). A las pu-
blicaciones citadas hay que añadir los boletines de las asociaciones, dedicados
fundamentalmente a la difusión de sus actividades pero con notas técnicas so-
bre procedimientos, maquinaria y accesorios.
Algunas agrupaciones y sociedades fotográficas llevaron a cabo una im-
portante labor, apostando por la convocatoria de concursos, eventos y pu-
blicaciones que fueron espejo de las diferentes actividades, entre ellas el
denominado “salonismo”, término empleado para referirse a las exposicio-
nes artísticas. Modelos destacables fueron la Real Sociedad Fotográfica de
Madrid, la Agrupación Fotográfica de Cataluña o la Sociedad Fotográfica de
Zaragoza. Estas agrupaciones fueron clave en el desarrollo de la fotografía y
propiciaron el intercambio de experiencias y la muestra de los trabajos per-
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Salones y concursos
De todas las actividades realizadas por las agrupaciones y sociedades, las de
mayor impacto por la difusión de las obras fueron los salones, es decir las
exposiciones elaboradas con el fin de reunir las mejores obras de los mejo-
res autores. Los salones fueron por tanto canales de difusión que, en ocasio-
nes llevaban emparejados los concursos. El patrocinio de las empresas pri-
vadas contribuyó a su organización, mantenimiento y difusión, con ejemplo
en la perfumería Gal cuya experiencia en la convocatoria de eventos para
dibujantes e ilustradores fue habitual en la segunda y tercera década del
siglo XX. Esta empresa convocó concursos de retratos fotográficos para di-
vulgar sus productos, e incluso de paisajes, como el de Jardines de España
de 1924, evento en el que actuaron de jurados el Conde de la Ventosa, Adolfo
de Landecho y Antonio Prast (miembros de la Real Sociedad Fotográfica), el
ilustrador Federico Ribas y Salvador Echandía, fundador de la empresa Gal.
En cuanto a los concursos, las convocatorias respondieron a varios mo-
delos en función del tema (general o específico) o de la técnica (papel, po-
sitivo en vidrio, estereoscópica, procedimientos pigmentarios, etc.). En ge-
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DIFUSIÓN DE LA FOTOGRAFÍA... SALVADOR BENÍTEZ, OLIVERA ZALDUA, SÁNCHEZ VIGIL
Con todo, los concursos fueron la forma de darse a conocer, aunque los
autores dejaron de manifestar su preocupación por el abuso de las institu-
ciones organizadoras en aspectos tan importantes como la propiedad in-
telectual. El pictorialista Gerardo Bustillo escribió sobre la pérdida de de-
rechos en La Fotografía en diciembre de 1905: “Es verdaderamente muy
extraño y poco justo que un expositor, por el solo hecho de ser premiado,
aun cuando sea de una modestísima mención honorífica, pierda todo su de-
recho sobre sus trabajos, que pasan a manos, la mayoría de las veces, de
corporaciones o personalidades que ni la aprecian ni tal vez la conservan”.
Sobre la organización, el desarrollo y participación en los concursos y
exposiciones de las sociedades, Cánovas del Castillo Vallejo estableció dos
categorías o etapas: “Edad dorada”, con participación amplia y activa, pre-
miada con medallas y diplomas, y “Decadente”, con mayor número de aficio-
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Fueron seleccionados 50 autores, que aportaron una obra cada uno, repro-
ducidas en las 64 páginas del libro, estructurado en cuatro partes: Introducción,
Índice de autores y obras, Fotografías seleccionadas y Publicidad (9 páginas de
64), con anuncios de empresas dedicadas a la fabricación de cámaras, óptica,
mecánica, películas y papeles: Voigtlander, Cappelli, Perutz, Agfa, Eastman, Ba-
yer y Reitzschel. Las áreas temáticas de las fotografías fueron: Paisajes, Retra-
tos, Escenas de costumbres y Bodegones, equilibradas en su cantidad.
El editor advierte en el preámbulo sobre la situación de la fotografía es-
pañola: “Los concursos escasean, las exposiciones son mínimas y la organi-
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Anuario de 1924
AUTORES TÍTULOS
Aguiló Casas, M. (Barcelona) Refugio Ciudadano
Algueró, Augusto (Barcelona) El zinc Caló (El Zíngaro)
Andrada, Francisco (Madrid) Beatas
Archilla, P. (Madrid) Catedral de Toledo
Areñas, Rafael (Barcelona) Retrato
Arissa, Antoni (Barcelona) España Clásica
Azcona, José María (Calahorra) Hacia el Mercado
Basas Bardají, Juan (Barcelona) Nocturno
Bausells Brandia, Mateo (Barcelona) Moll del Peix
Belda, J. (Albacete) Retrato
Caldés Arús, V. (Barcelona) Si esta Ciudadana
Cano, P. J. (Melilla) En el Zoco
Castellano, J. (Sevilla) Uña Cañí
Compairé, Ricardo (Huesca) Alto Aragón
Cuesta, F. (Madrid) Del Puente de Toledo
Danís, E. (Madrid) Uclés (Cuenca)
Duarte, G. (Oviedo) El Maestro Casadó
Espadaler, Luis (Barcelona) Iglesia de Valldoreig
Gallifa, M. (Barbastro) Oración
Graupera, J. (Barcelona) Rincón de mi Tierra
Lasso de la Vega, Manuel F. (Sevilla) Infraganti
Llobet, D. (Sabadell) La Soledad del Viejo Campanario
López, Daniel (Madrid) Claustro de Belem (Lisboa)
López Beaubé, Fernando L. (Ávila) En la Romería, puesto de caramelos
Mañas, José (Albacete) Descanso
Martínez del Carnero, A. (Vigo) Gerona
Martínez Sanz, Vicente (Valencia) Dómine
Massana, Josep (Barcelona) Estudio
Montanya, Pedro (Barcelona) Marina
Novella, Vicente (Valencia) Retrato
Ortiz Echagüe, José (Madrid) Rosita y su Hermano
Prast, Antonio (Madrid) Idilio
Puga (Madrid) Anochecer
Puig Pascual, Esteban (Barcelona) Coll de Nou Creus (Pirineo Catalán)
Retes, Pedro (Madrid) Piedralabes
Revenga, Antonio (Madrid) Cementerio de Brihuega
Reyes, José (Guadalajara) Cabeza de estudio
Sánchez García, José (Barcelona) Vegetación
Santa María del Villar, Marqués (Madrid) Costumbres Navarras
Santos Peña, F. (Valladolid) La Niña de las Uvas
Soriano, A. (Madrid) Rincón de la Moncloa
Suñé, S. (Gerona) Retrato de la Srta. Margarita S.
Susanna, Eduardo (Guadalajara) Las dos Cluecas
Tarragó, A. (Madrid) La Alhambra
Torcida, José María (Mytolh’s y Granada) Del Sacro Monte de Granada
Torres Molina, Manuel (Granada) Zambra gitana
Trajano (Mérida) Autorretrato
Ventosa, Conde de la (Madrid) Aguadoras castellanas
Vilatobá, Joaquín (Sabadell) Reposo
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Conclusiones
La fotografía española en el periodo de entreguerras estuvo encorsetada
por la situación sociocultural y política del país, ya que en los años estu-
diados se produjo la guerra de África (1921-1925) y el golpe de Estado de
Miguel Primo de Rivera (1923-1930) que cercenó las libertades. En este
ambiente desarrollaron su actividad las agrupaciones y sociedades, muchas
de ellas con publicaciones de relevancia dedicadas a las actividades sobre la
materia además de a la técnica.
Una vez analizados los eventos culturales que llevaron a cabo las aso-
ciaciones y agrupaciones se concluye que su papel fue de gran relevancia,
ya que gracias a los salones, concursos y demás actividades se posibilitó el
intercambio de experiencias y en consecuencia se conocieron los trabajos
en distintos puntos de la geografía española.
Las revistas especializadas fueron nexo de unión entre amateurs y tam-
bién entre profesionales, con una decena publicadas en el periodo de entre-
guerras. Las editadas por agrupaciones y sociedades cumplieron su papel
de órgano de difusión, en el caso de las empresas comerciales la tarea fue
informativa sobre aspectos técnicos, en el de las entidades representantes
de los empresarios cumplieron una misión más específica al tratar la pro-
blemática del sector, y en el de las revistas generales se aunaron todo estos
aspectos más el divulgativo y el crítico.
Las agrupaciones y sociedades, así como las revistas especializadas, fue-
ron el espejo de los movimientos culturales y de los trabajos personales que
se llevaron a cabo en torno a la fotografía en el primer tercio del siglo XX.
Por consiguiente fueron el cauce para su difusión, y en este sentido son la
fuente fundamental para su estudio general o en cualquiera de las materias
que la conforman.
Referencias
Abril, M. (1932). Rumbos, exposiciones y artistas. Blanco y Negro, 17 de julio.
Alsina Munné, H. (1954). Historia de la fotografía. Madrid: Ediciones del Nordeste.
Cánovas, A. (1906). Las exposiciones y concursos de fotografía. La Fotogra-
fía, julio, 291-296.
Francés, J. (1932). La fotografía artística. Madrid: CIAP.
— (1922). El salón de fotografía. La Esfera, 11 de marzo, 9.
— (1921). Primer Salón Internacional de Fotografía. Sección española, La
Esfera, 5 de febrero.
— (1915). Bellas Artes. Exposición de Fotógrafos, en La Esfera, 10 de julio.
— (1915). Exposición fotográfica. El Año Artístico. Madrid: Mundo Latino, 17-34.
Garofano, R. (2005). El Propagador y el Eco de la fotografía. Almería: Conse-
jería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Insenser, E. (2000). La fotografía en España en el periodo de entreguerras,
1914-1939. Girona: CCG Editores.
Lluch, S. y Demestres, J. (1998). “Agrupació Fotogràfica de Catalunya”, en
Butlletí Informatiu, junio, pp. 117-123.
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Autorrepresentação em Vídeo
O Eu como Espessura, a Experiência como Ritmo
Ana Azevedo, FCSH - Universidade Nova de Lisboa, Portugal
Introdução
E mbora a musicalidade e o papel que ela pode ter numa obra cinema-
tográfica ou de videoarte nunca tenham sido a minha prioridade de
análise, cada vez mais me aperce-bo, apoiada pela minha investigação,
de que a predisposição para a com-preensão da imagem em
movimento – sobretudo quando ela se cruza com um trabalho do
sujeito sobre si próprio - se assemelha mais àquela que é adoptada na
composição ou na escuta de uma peça musical do que à leitura da
imagem estática.
Este artigo foca-se nas especificidades do contar de si mediado pelo ví-
deo, também do ponto de vista da construção, e como estas características,
ao revelarem-se em paralelo com novas percepções de tempo e de espaço,
potenciam a redefinição da experiência, da vida vivida.
Partindo do trabalho de Paolo Jedlowski sobre narrativa e experiência,
pretendo dar relevo e repensar duas dimensões: a espessura do sujeito e
o ritmo de apropriação da experiência na construção da obra e na sua re-
ceção. A reflexão sobre estas duas dimensões procura, por sua vez, abrir o
caminho para a compreensão de como as práticas de autorrepresentação
atuais reproduzem ou interferem com as tecnologias contemporâneas de
(auto)dominação do ser humano.
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Composição /ritmo
As obras de Chantal Akerman, assim como alguns dos mais célebres filmes
autobiográficos lançados nos últimos anos - como é o caso de Tarnation
(2003), de Jonathan Caouette - têm a capacidade de absorver o espectador
e levá-lo a reflectir sobre a relação com os outros e com o mundo mas, pro-
vavelmente, tornam-lhe difíci uma explicação ou delimitação de um tema.
O filme constitui-se, sobretudo, em dois tipos de momentos: existem, por
um lado, sequências narrativas, em que Jonathan tent,a através da sua na-
rração visivelmente estruturada, dar um sentido coerente e até cronológico à
sua história e à história da sua família, apresentando os factos que marcaram
as suas vidas. Estas sequências são intercaladas com pequenos sketches que
fixam episódios quotidianos e de diálogo com a sua família, confissões e pen-
samentos que lhe fazem sentido gravar em tom diarístico ou, ainda, represen-
tações que ele faz, desde tenra idade, de personagens por ele criadas.
Estes sketches são captações num tempo delimitado, sem conexão umas
com as outras, mas que revelam um lado, de certo modo, superficial - por-
que há um entendimento da presença da câmara - e, por outro lado, profun-
do - porque são revelados neles os pensamentos mais íntimos do autor. É
também neles reforçada a impossibilidade de coerência quando é contada
esta história cheia de intervalos por preencher. Estes planos mais estáticos
em termos de imagem, que fixam momentos quotidianos da vida do autor e
as suas confissões aparecem de forma desorganizada sendo impossível, na
ausência de texto, acompanhá-los de uma narrativa coerente.
Dito de um modo simplificado: a narrativa que Jonathan criou para si
próprio não pode ser acompanhada por imagens, pois elas não existem e as
imagens que ele gravou não podem ser organizadas com coerência porque
ele próprio ainda não é capaz de a conferir.
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Conclusão /teia
Na imagem em movimento, o contar de si tem uma potência específica, so-
bretudo quando se trata de um contar de si numa relação com outros ou com
outros temas (documentário): deixa entender a fragilidades do autor peran-
te o espectador, dando-lhe espaço para identificar-se ou questioná-las. Nas
palavra de Bergala, a narrativa de si no filme está “a ponto de se converter
num espaço de liberdade no qual o “eu” do outro não é forçosamente perce-
bido como um ego competidor e odioso, mas como a expressão de alguém
que seria de novo nosso semelhante” (Bergala, 2008, p.33).
A vida do autor, do “eu” apresentado, passa, explica Bergala, a dizer-me
“respeito precisamente por não se tratar da minha, mas porque é vivi-
da num grau de perceção, de consciência, de sentimento de contingência
verdadeira, muito próxima aquela em que eu vivo a minha” (ibidem), - e,
acrescento à frase de Bergala, com diferenças que também debloqueiam o
questionamento.
Esta possibilidade ganha outra dimensão quando os milhares de refe-
rentes externos e a ausência de coesão e crença em narrativas sociais trans-
forma o eu dos autores num “eu fracturado que necessariamente se vê con-
denado a instalar-se na recriação e no vazio” (Quílez, 2008, pp.86-7).
A empatia que se dá entre autor e espectador flui num ritmo de apreensão
e não apreensão que é análogo, por exemplo, ao da construção de uma músi-
ca experimental. Como lhe pode ser dada coerência? Por exemplo, da forma
imaginada por Carlos Sequeira Costa “pensar a teia, como aracnídeo, pensar
a colmeia, como abelha, pensar o labirinto, como Dédalo” (Costa, C. S., 2000,
p.38), isto para criar uma estrutura que redefine a própria experiência do
espectador. Também aqui me parece pertinente o conceito de espessura,
uma coerência entre os fragmentos que não depende de uma coerência ló-
gica ou formal, mas de um entendimento global de sobreposições, ritmos,
de modo. Como num diário, que dificilmente é escrito todos os dias com
o mesmo interesse. Como no filme de Chantal Akerman, onde a sua deam-
bulação ganha outro sentido quando surgem sobrepostas as cartas que lhe
foram enviadas: a memória, batendo o compasso daquele caos sem âncora.
Ao mesmo tempo esta teia gera diferentes intensidades de compreensão
e empatia naquele que vê. Como nos relatos orais do quotidiano, que nunca
são totalmente coerentes, compreensíveis, e que se sujeitam a diferentes
graus de compreensão conforme o interlocutor. Podemos dizer que é su-
blinhado na narração fragmentária o papel do espectador como também
ele construtor.
Tecer a teia de fragmentos íntimos na era contemporânea pode não sig-
nificar uma coerência narrativa e menos ainda temporal, mas a partilha de
um cuidado de si como prática social libertadora da acção na medida em
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que olhamos para cada história pessoal como, ela própria, um fragmento
que se encaixa numa grande rede humana de seres conviventes e com um
legado - o “fluxo vital” é a expressão utilizada por Jedlowski.
Este “fluxo”, revela-se num uso comum dos corpos, e, ao ser expressado,
não se deve fixar apenas na imagem mas sim no seu ritmo de sucessão: tal
como o músico, nas palavras de Messiaen, deve ser sensível às várias “esca-
las de tempo, sobrepostas umas sobre as outras, que nos cercam: o tempo
infinitamente longo das estrelas, o tempo muito longo das montanhas, o
tempo mediano do ser humano, o tempo curto dos insetos, o tempo muito
curto dos átomos (isto, sem mencionar as escalas de tempo inerentes a nós
mesmos - o fisiológico, o psicológico)” (Rossler; 1988, p. 40).
Mais que na Literatura e que nas outras artes, a imagem em movimento tem
dificuldades em forjar a consistência de uma narrativa que condiga com aquilo
que realmente acontece, ou seja, a narrativa de si em Cinema obriga sempre a
um gesto de reorganização e, mais que isso, a partilha dá-se também mediante
a atribuição de um ritmo. No fundo, imita em grande parte as limitações que o
sujeito vive quando busca um sentido para si próprio, buscando a compreensão,
a co-construção e a apropriação da experiência através de uma sensação de em-
patia com aquilo que presencia que chega a ser do domínio físico.
Referências
207
AUTORREPRESENTAÇÃO EM VÍDEO. AZEVEDO
208
El análisis de las interfaces gráficas
de usuario como elementos condicionantes
para la interacción y el aprendizaje mediado
con tecnología
Martha Gutiérrez Miranda, Universidad Autónoma de Querétaro, México
Introducción
D
e acuerdo con Salomón, Perkins y Globerson (1992), el efecto media-
cional de las tecnologías en el aprendizaje, pueden ser de dos clases:
aquello que se puede aprender con la tecnología (Produce cambios
en el pensamiento y en la forma de actuar de los alumnos )y aquello que se
aprende de la tecnología(Produce cambios en el rendimiento académico
de los alumnos.). Ambos expresan efectos mediacionales tecnológicos en
los modos de aprender y pensar. Lo que se aprende y se construye configu-
ra una nueva realidad, mas aún cuando esta mediada por los instrumentos
propios de los entornos tecnológicos de aprendizaje. El conocimiento, como
construcción del ser humano, se establece a partir de los esquemas que ya
posee el individuo, es decir, lo que ha construido y vive en su relación con el
contexto que le rodea.
En la mediación entre hombre y máquina, la interfaz es lo que “media”, lo
que facilita la comunicación, la interacción entre dos sistemas de diferente
naturaleza, típicamente el ser humano y una máquina como la computadora.
Yussef Hassan Montero define a la Interacción Persona-Ordenador como
el diseño de lo visual en la concreción Persona-Computadora (IPC) como la
disciplina dedicada al estudio de la relación interactiva entre las personas
y la tecnología y a cómo mejorar dicha relación a través del diseño. Estos
tres elementos (tecnología, personas y diseño) conforman los ejes centrales
de la disciplina, lo que implica que todos los profesionales de la IPC deben
tener un amplio conocimiento sobre cada uno de ellos, así como una visión
multidisciplinar de su interrelación en fenómenos interactivos. De todos los
aspectos tecnológicos, a los que mayor atención presta la IPC son precisa-
mente aquellos que permiten la interacción del usuario, es decir, la interfaz
de usuario, entendida como el conjunto de dispositivos de hardware (de en-
trada y salida), y el software que posibilitan el intercambio de mensajes o
instrucciones entre el usuario y el producto interactivo.
Por definición, una interfaz es un dispositivo que permite comunicar dos
sistemas que no hablan el mismo lenguaje. En disciplinas como la informá-
tica, esta noción sirve para señalar a la conexión que se da de manera física
y a nivel de utilidad entre dispositivos o sistemas. Es posible entender la
209
EL ANÁLISIS DE INTERFACES GRÁFICAS...GUTIÉRREZ MIRANDA
La evolución
Al inicio, la única manera de interactuar con los distintos sistemas, era usan-
do hardware complejo basado en interruptores, sin ninguna clase de retro-
alimentación gráfica. Posteriormente, el desarrollo de pantallas bicolor per-
mitió el uso de interacción directa usando teclados, que a su vez permitió la
creación de las primeras interfaces basadas en texto. Dichas interfaces fue-
ron las primeras en proveer retroalimentación directa al usuario. Avances
en otras tecnologías, como tarjetas gráficas, procesadores y la aparición del
mouse permitieron la creación de interfaces graficas más complejas y avan-
zadas, donde el texto era solamente una parte del software, y otras estruc-
turas como diagramas, ilustraciones gráficas de objetos y representaciones
tridimensionales de conceptos, se convirtieron en elementos importantes
de la interfaz. Hace algunos años, otros modelos de interacción aparecieron,
como dispositivos táctiles, interacción basada en gestos, interacción a través
de la voz, ambientes de realidad virtual e incluso interfaces que funcionan
directamente con información proveniente desde el cerebro, que cambiarán
aún más la manera en que interactuamos con los sistemas, computadoras y
demás dispositivos.
Hoy vivimos el progreso en el diseño y desarrollo de interfaces que si-
mulen la interacción del humano con el mundo real (usualmente conocidas
como “interfaces naturales”) y que se está volviendo cada vez más comunes.
Nuevas tendencias tecnológicas, como sistemas multitáctiles, cuartos lumi-
nosos, interpretación de gestos e interfaces tangibles de usuarios apuntan a
que estas sean capaces de proveer una interacción más natural entre huma-
nos y máquinas más similares a “interacciones en el mundo real”.
Adicionalmente, los dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y
tabletas, han hecho popular el uso de atractivas interfaces denominadas ge-
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IMAGEN Y SOCIEDAD
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EL ANÁLISIS DE INTERFACES GRÁFICAS...GUTIÉRREZ MIRANDA
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EL ANÁLISIS DE INTERFACES GRÁFICAS...GUTIÉRREZ MIRANDA
Entonces, ¿qué debe tener una interfaz gráfica de usuario para enrique-
cer y facilitar el uso y aprendizaje del sistema y por ende, enriquecer y favo-
recer la experiencia de los usuarios?
Las interfaces en el campo de la interacción cumplen funciones comu-
nicativas que responden a objetivos que espera satisfacer el usuario final,
pero estos objetivos son conducidos por los distintos estímulos visuales del
mensaje que participan en el diseño de la interfaz, entonces se constituyen
en elementos que orientan la conducta de acción en el canal de la reflexión
consciente del usuario. Esta reflexión asociada a la experiencia positiva y
satisfactoria en la consecución de los objetivos es la que puede llevar a que
216
IMAGEN Y SOCIEDAD
217
EL ANÁLISIS DE INTERFACES GRÁFICAS...GUTIÉRREZ MIRANDA
Notas finales
Para el hombre del siglo XXI la realidad y su percepción constituyen un con-
cepto híbrido que transcurre entre entornos materiales y virtuales. El mun-
do actual está determinado por las tecnologías digitales y su influencia en
los procesos de socialización, aprendizaje, comunicación y relación con los
otros. La “tecnología remite hoy no a unos aparatos sino a nuevos modos de
percepción” (Barbero, 1999).
Entonces, se deben replantear las misiones y funciones de disciplinas
como la del Diseño, dónde como dice Frascara (1993:14) “La tarea del dise-
ñador gráfico es la de satisfacer las necesidades de comunicación visual de
toda clase, en todo sector de la sociedad, desde pequeños elementos hasta
complejos sistemas de comunicación. De tal manera que se entienda la im-
portancia de factores como el diseño de lo visual en la concreción de procesos
como el aprendizaje de la misma tecnología. Como refiere Vaireda (2004)
Hay “nuevas modalidades de comunicación, nuevas formas de ser, nuevos la-
zos sociales, y con ellos nuevos colectivos. En definitiva, una nueva sociedad”.
Es fundamental que a la hora de diseñar cualquier signo, símbolo, menú
o control o algún dispositivo informativo, herramienta tecnológica o entorno
de aprendizaje, ocio, comunicación o socialización, especialmente hablando
de la interfaz como mediadora, tengamos en cuenta el tipo de información
que se ha de percibir, los niveles de distinción y comparación, la valoración
de la información recibida, la carga de estímulos recibidos, la frecuencia y el
tiempo disponible de reacción, el tiempo compartido entre la persona y la
máquina para dar respuesta, las posibles interferencias, la compatibilidad
entre persona y máquina, etc.
Las interfaces siempre han existido, pero en la actualidad, y bajo entor-
nos informáticos y digitales, han alcanzado una mayor relevancia, por su
poder de mediación. Hoy sabemos que como medio de comunicación re-
fieren a las funciones mentales o cognitivas de un individuo, cuyas señales
eléctricas son captadas, pre-procesadas y clasificadas para poder comuni-
carse a un medio externo, ya sea una computadora, dispositivo o cualquier
tipo de hardware.
218
IMAGEN Y SOCIEDAD
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219
EL ANÁLISIS DE INTERFACES GRÁFICAS...GUTIÉRREZ MIRANDA
220
Estudiantes visuales en la universidad textual
El caso de los estudios en periodismo
Alex Araujo, ESCSET – Universitat Pompeu Fabra, España
Josep Lluís Micó, Universitat Ramon Llull, España
E
l texto sigue mandando cómo principal formato de consumo de noti-
cias en España aunque los porcentajes cambian de forma considerable
si tenemos en cuenta los usuarios con edades comprendidas entre los
18 y los 24 años. En esta franja de edad uno de cada tres usuarios se informa
con el vídeo online y el uso de aplicaciones móviles alcanza el 24%. Además,
el 53% de los menores de 35 años tienen las redes sociales como principal
vía de acceso a noticias (Negredo, Vara-Miguel, & Amoedo, 2016).
Cabe matizar que cuando nos referimos al texto no implica que nos
refiramos a texto impreso. De hecho si nos fijamos en los datos compara-
dos del estudio a nivel internacional impulsado por el Reuters Institute for
the study of journalism en todos los países analizados, un total de trece, el
consumo de noticias online supera el consumo de noticias impresas, casi
triplicándolo en algunos países (Newman, Fletcher, Levy, & Nielsen, 2016).
A nivel español, la encuesta anual AIMC con una base de 17.928 usuarios
confirma que el 46,2% de los usuarios consulta solamente la versión digi-
tal de los periódicos, por encima del 37,3 de usuarios que consultan ambas
ediciones y muy lejos del 6,1% de los usuarios que solo consultan la versión
impresa (AIMC, 2016).
En 2014 el New York Times, en un ejercicio de auto revisión, publicó un
documento donde radiografiaba cómo el medio estaba –y debía- aprender
del contexto digital (New York Times, 2014). En 2017 el mismo medio pu-
blicaba otro documento con la mirada puesta en el horizonte 2020 en el
que afirma que “hay que reducir el rol dominante que la edición impresa
todavía ejerce en la organización” para mejorar, precisamente, esta edición
(Leonhardt et al., 2017).
Pero ¿Hablamos de la industria o hablamos de la universidad? Si nos fija-
mos en los profesionales del periodismo menores de 30 años, los graduados
en estudios relacionados a la profesión son una inmensa mayoría (Deuze,
2002). En 2007 Simon Frith y Peter Meech publicaban un trabajo centrado
en UK donde se evidenciaba la creciente oferta en estudios en periodismo y
la influencia de esta etapa educativa en el ejercicio de la profesión (Frith &
Meech, 2007). A nivel español el trabajo publicado en 2014 por Humanes y
Roses planteaba a más de 1500 estudiantes de cinco universidades públicas
españolas que valoraran los estudios en periodismo y su utilidad para ejer-
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ESTUDIANTES VISUALES... ARAUJO Y MICÓ
222
IMAGEN Y SOCIEDAD
Metodologia
La metodología principal de este trabajo se centra en un análisis estadístico
a partir de una encuesta realizada a un total de 276 estudiantes del Grado
en Periodismo de dos universidades distintas. Concretamente se analizan
dos centros universitarios españoles de distintas tipologías: la Universitat
Pompeu Fabra (UPF), de titularidad pública, y la Facultad de Comunicación
y Relaciones Internacionales de Blanquerna, Universitat Ramón Llull (URL),
de titularidad privada. En ambos casos ofrecen Grados en Periodismo en
modalidad presencial con un total de 240 ECTS. Los datos relativos a los es-
tudiantes han sido recogidos en el segundo semestre del curso 2015/2016
y se basan en un total de 276 muestras.
La encuesta resulta una metodología apropiada para obtener resultados
acerca de la visión de los estudiantes en relación a temáticas concretas. En-
contramos distintos trabajos realizados en universidades españolas en los
que se utiliza esta técnica para abordar distintos temas des de la perspecti-
va de los estudiantes (Gómez-Escalonilla, Santín, & Mathieu, 2011; Martín
Murillo & Armentia Vizuete, 2009).
La cuestión principal analizada en este estudio es la frecuencia de uso de
distintos formatos en función de tres variables de corte: a) el centro, sea UPF
o URL; b) el curso, agrupando los estudiantes entre los dos primeros cursos
y los dos últimos cursos; y c) el contexto, sea este universitario o no univer-
sitario. Los datos agrupados para cada una de las tres variables de corte son:
139 muestras para el Grado de la UPF y 137 para el Grado de la URL.
144 muestras de primer y segundo curso, y 132 de tercer y cuarto curso.
276 muestras para el contexto universitario y 276 para el contexto no
universitario.
Para el análisis de los resultados se realiza en primer lugar un análisis
descriptivo de cada variable y en segundo lugar una prueba estadística ba-
sada en el contraste de hipótesis de las medias. Para poder realizar esta
223
ESTUDIANTES VISUALES... ARAUJO Y MICÓ
prueba debemos asumir que estamos trabajando con variables que siguen
una distribución normal y que tienen una similitud en su varianza. Descri-
biremos Ho=0 como hipótesis nula i Ha: diff != 0 como hipótesis alternativa.
Para determinar los principales formatos a analizar se han tomado como
referente los formatos analizados en distintos trabajos de la industria que
tratan la cuestión relativa a los principales hábitos de consumo de los usua-
rios españoles: El 18º informe AIMC Navegantes en la red (AIMC, 2016).
Este trabajo se basa en un total de 17.928 encuestas entre Octubre y Di-
ciembre de 2015. La segunda ola del estudio EGM 2016 (EGM, 2016). En
este caso se han realizado 32.372 entrevistas multimedia de Octubre 2015 a
Mayo 2016. El Digital News Report de España publicado en 2016 (Negredo
et al., 2016). Este trabajo se basa en una muestra de 2.104 usuarios realiza-
da entre enero y febrero de 2016. Así, los formatos objeto de análisis son: el
papel, el PDF, el formato Web o HTML, el ePub, la imagen, el audio, el vídeo
y los interactivos.
Teniendo en cuenta que las edades de los estudiantes incluidos en la
muestra oscila entre los 17 y los 35 años siendo 20 años la edad media y
con el 92% de las muestras correspondientes a estudiantes menores de 22
años, podemos afirmar que son completamente aplicables las caracterís-
ticas asociadas a la generación digital (Jaramillo et al., 2013; Lai & Hong,
2015; McHaney, 2012; Oblinger, 2003; Oblinger & Oblinger, 2005).
Resultados
En función de la universidad de los estudiantes
La primera variable de corte que examinaremos es la procedencia de los
estudiantes. En este caso estamos trabajando con los estudiantes del Grado
en Periodismo de dos universidades, la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y la
Universitat Ramon Llull (URL); concretamente 139 muestras corresponden
a estudiantes del Grado de la UPF y 137 a estudiantes del Grado de la URL.
La Facultad de Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra incluye es-
tudios de enseñanza superior en Comunicación Audiovisual, Periodismo y
Publicidad y Relaciones Públicas. Los estudios en periodismo se iniciaron el
curso 2009/2010 con el Grado adaptado al Espacio Europeo de Enseñanza
Superior (EEES). Este tiene una duración de cuatro años y la posibilidad de
seguir uno de estos cuatro itinerarios: Humanidades, Derecho, Ciencias Po-
líticas o Ciencias Económicas. El objetivo principal de la carrera es formar
profesionales capaces de desarrollar el ejercicio del periodismo en cualquier
medio de información y comunicación, de manera que su orientación es pro-
fesionalizadora. Una de las particularidades del grado de la UPF es el hecho
de contar con cuatro itinerarios. Estos itinerarios complementan la forma-
ción básica y transversal que aportan los estudios en periodismo para dar al
alumno una especialización en alguna de estas cuatro áreas de conocimiento.
Inaugurada en 1994 la Facultad de Comunicación y Relaciones Interna-
cionales Blanquerna es un centro privado que forma parte de la Universitat
Ramon Llull (URL). El centro ofrece cuatro titulaciones diferentes en estu-
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IMAGEN Y SOCIEDAD
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ESTUDIANTES VISUALES... ARAUJO Y MICÓ
te. Esto nos permite afirmar que los estudiantes de la UPF utilizan de forma
más intensiva el formato PDF, el formato Web y las imágenes.
Podemos observar que las medias del grupo formado por los estudiantes
de los dos últimos cursos son ligeramente superiores en todos los formatos
excepto en dos, el formato ePub y los interactivos. En el caso del formato
ePub los valores son prácticamente iguales mientras que en el caso de los
interactivos el uso de estos por parte de los estudiantes de los dos primeros
cursos es ligeramente superior.
Para comprobar si las diferencias observadas son estadísticamente sig-
nificativas procederemos a realizar el contraste de hipótesis de medianas
asumiendo la igualdad de los dos conjuntos como hipótesis nula.
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IMAGEN Y SOCIEDAD
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ESTUDIANTES VISUALES... ARAUJO Y MICÓ
Discusión
Este trabajo refleja el resultado de un estudio de caso concreto realizado en
dos Grados afines en universidades distintas con sede en la misma ciudad,
Barcelona. Tomando como punto de partida la aproximación que mostra-
ba un panorama dual entre la indústria y la universidad en relación a los
dispositivos, formatos y lugares de acceso (Araujo, 2016), hemos analizado
como las características de la generación que actualmente ocupa las aulas
de las universidades, se ven reflejadas en los formatos de consumo en base
a tres variables: el contexto, la universidad de procedencia y el curso en
el que están matriculados.
Si nos centramos en analizr los resultados en función de la universidad
en la que están cursando el Grado en Periodismo, encontramos diferencias
significativas en el uso de tres de los ocho formatos analizados. Podemos
afirmar que los estudiantes del Grado de la UPF utilizan de forma más
intensiva el formato PDF, el formato Web y las imágenes.
Cuando nos planteamos si los estudiantes dan un uso más o menos intensi-
vo a ciertos formatos en función del curso en el que están matriculados, la res-
228
IMAGEN Y SOCIEDAD
puesta es negativa excepto para el formato web. En este caso podemos afirmar
que los estudiantes matriculados en tercer y cuarto curso usan de forma sig-
nificativamente más intensiva este formato. Una explicación puede ser que en
estos últimos cursos se encuentran las asignaturas optativas y los trabajos fina-
les de Grado. Otro motivo podría ser que en estos dos últimos cursos es cuando
más flujo de estudiantes erasmus hay, tanto de salida como de entrada, “siendo
estos los que dan un uso más intensivo del campus virtual” (Araujo, 2016:196).
Finalmente abordamos la cuestión en función del contexto con el ob-
jetivo de comprobar si el uso que se le da a cada formato depende de si se
realiza en el contexto universitario o fuera de él. En este caso los resultados
muestran dos formatos en los que el uso no es significativamente distinto en
función del contexto. Se trata del formato Web (o html) y del formato ePub.
En relación al formato web observamos además que es el más usado de los
ocho formatos analizados en ambos contextos mientras que con el formato
ePub ocurre todo lo contrario.
La conclusión más relevante que podemos extraer de esta tercera varia-
ble es que el contexto determina de forma significativa la intensidad de uso
de seis de los ocho formatos analizados. Además, observamos como estas
diferencias nos generan dos conjuntos diferenciados de formatos. En un pri-
mer conjunto encontramos los formatos textuales (el papel y el PDF), y en
un segundo conjunto tenemos los formatos audiovisuales (imagen, audio,
video e interactivos). El contexto universitario refleja un uso significativa-
mente superior del conjunto de formatos textuales mientras que el contexto
no universitario refleja una situación inversa siendo el conjunto de forma-
tos audiovisuales los que se usan de forma más intensiva.
Podemos afirmar que en el conjunto de muestras recogidas en este tra-
bajo, la variable relativa al contexto es la que más influye en el uso que los
estudiantes hacen de los formatos. Además los resultados muestran como
el contexto universitario inhibe una de las principales características de la
generación que actualmente está en esta etapa formativa: la preferencia por
la alfabetización visual (Lai & Hong, 2015).
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ESTUDIANTES VISUALES... ARAUJO Y MICÓ
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232
Los Nuevos Seniors Digitales en la Cuádruple
Hélice
La herencia inmaterial en la era digital
Manuel Domínguez Gómez, Universitat Abat Oliba, España
Palabras clave: senior labs; living Labs; Citilab; cuádruple hélice; triple hélice; envejecimiento
activo; innovación abierta; herencia inmaterial; cocreación; laboratorio digital ciudadano;
gente mayor; memoria, patrimonio inmaterial
L
a sociedad del Conocimiento en la era digital está produciendo nuevos
fenómenos sociales en innovación, promoviendo una nueva convivencia
entre generaciones: envejecer no es un problema, sino una oportunidad
para seguir ejerciendo un papel activo. El año 2012 se declaró el Año Euro-
peo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional (Latorre
Santibáñez, 2013). Concepto establecido como paradigma por la OMS en la 2ª
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento activo (OMS 2002) como marco
de actuación para promover la adaptación de nuestra sociedad al envejeci-
miento (Ezquerra, et al. 2016). Edades en transición. Envejecer en el siglo
XXI. Significando que, el envejecimiento activo comprende todas las activida-
des significativas para el bienestar de la persona, su familia, la comunidad y la
sociedad. Actividad significa implicación, lo que supone desde la perspectiva
formulada por la OMS un error restringir esta noción a la esfera de la emplea-
bilidad o de la productividad. Se proyecta un nuevo enfoque de planificación
y actuación y el posicionamiento del nuevo paradigma iniciado por la OMS.
La aparición de los laboratorios urbanos como el ejemplo del Citilab
en la ciudad de Cornellà de Llobregat (Barcelona), es la referencia de un
nuevo proceso evolutivo en la era digital y del conocimiento. El proceso de
empoderamiento senior se ubica en el Citilab, como laboratorio ciudada-
no (http://www.Citilab.eu/qui-som/laboratori-ciutada/) para la
innovación social y digital, en Cornellà de Llobregat, Barcelona. Explora y
difunde el impacto digital en el pensamiento creativo, el diseño y la
innovación que surge de la cultura digital.
El Citilab es un proyecto ciudadano que ha conseguido obtener
importantes resultados de integración social a través de la
innovación con gente mayor. Este laboratorio ciudadano
permite observar cómo se puede pasar de un envejecimiento
asistido a uno de activo para desembocar en un
envejecimiento socialmente productivo y válido. Es decir, la
gente mayor, en lugar de consumir recursos sociales, pueden
crearlos. La antropología y la etnografía tienen un papel
determinante a la hora de incorporar participativamente la
gente mayor a las dinámicas de innovación social (Bezos,
2012: 38).
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LOS NUEVOS SENIORS DIGITALES... DOMÍNGUEZ GÓMEZ
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protagonizan este nuevo ciclo, con edad comprendida entre los 60 años y los
75 años, este grupo de personas regresan a las “nuevas fábricas industriales¨
ahora reconocidas como –laboratorios ciudadanos-. Han sido protagonistas
de cambios muy drásticos. Es un factor de coincidencia social, de un cambio
de referente. Es una circunstancia social única.
Los retos se muestran en movimiento, todo dentro de una transición civi-
lizacional que muestra su génesis dentro del mundo agrario, que la proyectan
a una sociedad industrializada. Se inician nuevos comportamientos y pautas
diferenciadas en contraste con lo aprendido en su infancia tanto en el mundo
rural, como posteriormente en la trayectoria industrial. Otro cambio se mani-
fiesta en su entorno social, el tercero. Dentro de su capacidad de reacción se
enfrenta al modelo digital, al significado de la memoria como un nuevo gran
activo social. El Citilab se muestra en este sentido como el potenciador, con ca-
pacidad de activar mecanismos de pensamiento y de actitudes de la persona,
usado la tecnología que se le ofrece. Dentro de estas nuevas magnitudes de
actuación se proyecta que la Sociedad de la Información también desarrollará
memoria social como patrimonio inmaterial.
El Citilab se encuentra en una dinámica de visión, también de ensayo vital,
por el cual se pretende avanzar en procesos de construcción de la memoria
ciudadana como patrimonio social, indica Dolors Solano, coordinadora y for-
madora del Senior lab, Este es un proceso vital que transforma y modifica la
conducta conjunta de los seniors labers, participando en el desarrollo de la
memoria que se transmite y acapara una dinámica de competencia. Es una
situación de privilegio, por primera vez los seniors labers van a poder trans-
mitir la historia, porque existen a su vez tecnologías, herramientas muy di-
versas que también lo facilitan. Dentro de este proceso de actividad aparece
otro concepto muy interesante la “herencia inmaterial” como componente de
la Sociedad del Conocimiento. Se presenta como hecho inequívoco de futuro,
que se empieza a construir. Tan importante es el legado material como lo in-
material en la trayectoria vivencial de la propia historia de la persona. Es la
traducción de poner en valor ambos conceptos, de lo material a lo inmaterial.
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IMAGEN Y SOCIEDAD
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LOS NUEVOS SENIORS DIGITALES... DOMÍNGUEZ GÓMEZ
Con todo y ante este nuevo estado vital emerge el nuevo valor de la he-
rencia inmaterial en la sociedad de la información del senior digital, con su
traslación de experiencia y memoria a las nuevas generaciones, a la futura
sociedad; construyendo y ensayando experiencias personales en herencia
de comunidad. Esta realidad como patrimonio inmaterial convierte al ciu-
dadano en parte del patrimonio social. El patrimonio material se suma al
patrimonio inmaterial, a las historias de vida, utilizados en el futuro por los
centros de interpretación de las ciudades. Que existe una transición civiliza-
cional con biografía extrema y de adaptación al cambio. Con lo que conlleva
finalmente que la era digital provoca la primera generación de seniors digi-
tales de envejecimiento activo innovando, abierta a las ideas, modulando un
nuevo paradigma que como sociedad no podemos ignorar.
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Cordero del Castillo, P. (2012). Año europeo del envejecimiento activo y la soli-
daridad intergeneracional. Humanismo y Trabajo Social, (11), 101-117.
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IMAGEN Y SOCIEDAD
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244
La ruta a seguir
El diseño de información como mediador para la movilidad
Mario Fernando Uribe Orozco / Grupo de Investigación DMI,
Universidad Autónoma de Occidente, Colombia
Palabras clave: diseño de información; transporte público; movilidad; usuarios; BRT; seguri-
dad; certeza; esfuerzo cognitivo; mapa de red; orientación, lenguaje gráfico; sintaxis visual
Introducción
L
a investigación basada en el sistema de buses de tránsito rápido (BRT)
denominado Masivo Integrado de Occidente MIO de la ciudad de Cali-
Colombia, se enfocó en los factores que, desde el diseño de información,
contribuyen a desarrollar un lenguaje gráfico para mejorar las condiciones de
entendimiento de los usuarios frente al transporte público y su orientación en
las ciudades; reconocer los vacíos comunicativos más habituales y garantizar
la permanencia en ellos de la “sensación de seguridad y certeza”.
La investigación se centró en identificar las barreras que la información
constituía para comprender el uso de su oferta de servicios, su óptimo empleo y
la percepción de eficiencia. Desde la dimensión proyectual buscó prever
alternativas que desde el diseño de información optimizarán el funcionamiento
del sistema otorgando una mejora en la percepción de los usuarios.
Asuntos como la movilidad en las ciudades actuales y la organización de
un sistema de transporte público eficiente, suponen un reto para adminis-
tradores, políticos, técnicos, arquitectos y diseñadores. Entre las cuestiones
esenciales que se deben tener en cuenta, está la necesidad de informar al
gran público o sea, al conjunto de ciudadanos, usuarios potenciales y obje-
tivos de los distintos medios de transporte público acerca de las posibilida-
des reales que cada sistema de transporte ofrece, presentándoles, mediante
sistemas de señales gráficas y comunicados visuales, toda la información
necesaria sobre condiciones de uso y funcionamiento del sistema, así como
los procedimientos adecuados para utilizarlo y las normas que los rigen.
Un público informado debería utilizar el sistema con toda
naturalidad y confianza, sintiéndose tranquilo y seguro, convencido que el
sistema funciona bien y le llevará a buen puerto. Ayudar a conseguirlo
será una de las tareas que le compete al diseño de información, esa
especialidad del diseño profesional que se ocupa precisamente de
presentar visualmente la infor-mación de modo que, para un usuario
cualquiera, los datos informativos sean visibles, fácilmente localizables,
asequibles cuando se los precisa, comprensibles e interpretables y útiles
en el momento de tomar decisiones.
Los objetivos de investigación se centraron en: caracterizar la rutina
de uso del MIO, identificar los vacíos comunicativos, suplir los vacíos
comunicativos y analizar la manera como los signos visuales dispuestos
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1
Todas las figuras del presente documento fueron elaboradas al interior de los grupos de
investigación en Diseño Mediación e Interacción y Comunicación de la Universidad Autónoma
de Occidente en el marco del desarrollo de la investigación: Plan de mejoramiento integral
del sistema de información de Masivo Integrado de Occidente, MIO: Formulación desde
criterios contextuales y de usuario para su componente BRT; todas hacen parte del infor-
me final de la investigación y sus anexos.
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IMAGEN Y SOCIEDAD
Orientaciones Comunicativas
“Seguir un plan” para Guillermo Gonzales Ruiz (2002) podría definirse
como, establecer criterios y condicionantes que emplean un tiempo deter-
minado para realizar el proyecto de diseño.
Definir para esta investigación las condicionantes que seguiría el pro-
yecto, contribuyeron a los acuerdos que adoptaron la forma y se tradujeron
en el manual de normas gráficas, documento que recogió los lineamientos
para la implementación de la plataforma semiótica en el caso de estudio y
orientaría nuevas implementaciones y ajustes según se requirieran.
Dichos lineamientos se emplearon para el desarrollo del Programa de
Señales, documento que consigna los lineamientos para la implementación
formal de las señales a lo largo del sistema MIO. A continuación, se presentan
las condicionantes conceptuales tenidas en cuenta durante la investigación.
Desde la perspectiva del comportamiento humano y la manera como los
estímulos visuales –las señales- afectan a un usuario, se buscó determinar
la incidencia de éstas en su utilización por parte del público, se caracterizó
la manera como este proceso se da, se observó una relación de mutua afec-
tación donde se evidenció por un lado el canal que sustenta el mensaje (la
señal) y por el otro, la manera en que opera la percepción de ese canal por
parte del usuario (el estímulo en función de un uso en el contexto).
Teniendo como referente un usuario racional, autónomo y con un sis-
tema perceptivo propio e independiente, se evidenció que la percepción se
tornó emotiva y conativa; así, las duplas: lo afectivo / subjetivo y lo motiva-
dor / descifrador cobran relevancia en una comunicación con una intencio-
nalidad y normativa prevista en el diseño de mensajes proyectados desde
la premisa del diseño de información, que prioriza al intérprete (usuario)
como el foco de la comunicación. (Ver figura 3).
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tor y lo conativo en el usuario o intérprete (ver figura 6), al centro hay situa-
ciones funcionales relacionadas con el contexto donde se instaura el men-
saje y sobre el mensaje como tal que se conjuga de manera particular para
establecer un lenguaje de interacción propio que facilita el entendimiento,
disminuye el esfuerzo cognitivo y promueve la utilización de la información
del programa de señales para emplear el sistema de transporte.
Premisas Comunicativas
Son las condicionantes que establecen los lineamientos que deben seguir
las formas gráficas buscando adecuarse a las posibilidades y limitantes de
los usuarios.
Dentro de las premisas se tuvo en cuenta el proceso cognitivo denominado
‘consultas visuales’, siendo estas las que se refieren al rastreo y asimilación de
información en la memoria de trabajo de una persona (Ware, 2008), todo con
el fin de construir en el usuario una imagen mental y un concepto sobre algo.
Las premisas fundamentadas en este concepto y la forma que adoptan
los contenidos y las indicaciones, se disponen a conducir a la ampliación
consciente de la sensación seguridad y certeza en un viaje.
Premisas comunicativas a la hora de desarrollar el proyecto:
1. Relaciones del Sistema de Transporte MIO y cómo se articula a la
actual lógica urbana de la ciudad de Cali mediante la infraestructura
física instalada en particular y del espacio urbano en general.
2. Eficiencia y eficacia comunicativa con que se proyecte el sistema de
señales y su respuesta gráfica final. Al ser este el aspecto que concreta
el trabajo con las orientaciones comunicativas permite:
a. Determinar los aspectos formales estructurales y funcionales pre-
sentes en el lenguaje no verbal y el sistema de señales MIO, en tanto
su contenido y continente.
b. Diferenciar aspectos de contenido a comunicar: objetos, acciones
en situaciones concretas y fenómenos o hechos expresados a través
de esas señales.
c. Determinar la correcta implementación gráfica de los códigos y
sistemas gráficos asociados y en consonancia a la morfología física
de las señales.
d. Distinguir aspectos de funcionamiento y uso a propósito de la re-
lación establecida entre la emisión no verbal y las acciones que ellas
implican en el usuario contextualizado en el sistema MIO.
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Figura 6: Representación esquemática del mapa con las rutas, los colores y las
denominaciones propuestas. A partir de la figura 4 es posible armar las llaves
(emplear el código) correspondientes a todas las rutas posibles con este mapa.
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El mapa
El mapa es la estructura principal para la orientación del sistema de
transporte. Para su definición, se estudiaron soluciones de sistemas de
transporte en el mundo como: Londres, Barcelona, Chile, México y en
Colombia (Bogotá, Medellín, Pereira y Bucaramanga).
Figura 10: Representación gráfica del mapa Troncal del sistema MIO.
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Conclusiones
En la actualidad, la mitad de la humanidad vive en ciudades y, según Naciones
Unidas, dentro de dos décadas, el 60% de la población mundial habitará en nú-
cleos urbanos. El crecimiento urbano es mayor en los países en desarrollo y sus
ciudades están aumentando su población en 5 millones de habitantes al mes.2
América Latina y el Caribe (ALC) es la segunda región más urbanizada del pla-
neta. Ha pasado de una tasa de urbanización del 64% en 1980 al 79% en 2010. A
raíz de ello, el Banco Mundial creó la llamada Iniciativa Ciudades Emergentes y
Sostenibles (ICES) un programa de asistencia técnica que busca ayudar a ciudades
intermedias de América Latina y el Caribe en la identificación, priorización y es-
tructuración de proyectos para mejorar su sostenibilidad ambiental, urbana y fiscal.3
Se hace necesario entonces procurar por el desarrollo de ciudades más
amables y sostenibles, ciudades más entendibles y accesibles que no superen
la escala humana. La sostenibilidad de las ciudades constituye un reto para el
diseño de información, actividad que, en su dimensión profesional, puede con-
tribuir eficazmente y de modo significativo en la mejora de los servicios públi-
cos facilitando a sus habitantes la lectura misma de la ciudad y participando así
en el desarrollo de ciudades amables, accesibles, equilibradas y más humanas.
Identificar la necesidad y posibilidades del uso del diseño en asuntos como
la movilidad, el acceso al transporte público y la información para acceder a los
servicios que ésta presenta plantea un campo de investigación amplio e intere-
sante, cuya necesidad se ha demostrado en el desarrollo de esta investigación
al estudiar la incidencia de la información disponible para que usuarios tomen
decisiones y puedan a partir de dicha información crearse un mapa mental que
incida en la orientación y toma de decisiones así como en la generación de nue-
vos imaginarios y representaciones sociales al emplear el transporte público.
Los nuevos sistemas de transporte están ocasionando una ruptura sim-
bólica con mapas mentales asociados a la movilidad ciudadana que se han
construido históricamente y que han formado parte de la identidad cultu-ral
de una ciudad. En este sentido y como lo dice Lotman (1996) Santiago de Cali
va construyendo su semiósfera asociada a la historia del sistema de transporte
donde el color ha sido un elemento fundamental de su codifica-ción, identidad
y reconocimiento.
Las rupturas frente a códigos naturalizados e históricamente construidos
han sido abruptamente rotos por nuevos códigos que han privilegiado sistema-
tización de información y con ello la adopción de denominaciones que dificultan
su identificación en los mapas de rutas de las ciudades. La nueva información,
por tanto y de acuerdo con Uribe (2014), “se establecía como una barrera y no
como un vehículo para facilitar el manejo del sistema por parte de los usuarios,
así como también, que el sistema de información gráfica aún no se encuentra
consolidado y no genera confianza en los usuarios para aportar positivamente a
la movilidad, la orientación y la seguridad de los mismos” (2014:19).
La mayor parte donde se han implementado los nuevos sistemas de transpor-te
masivo tipo BRT, han desconocido la experiencias de otro sector en cuanto a
2
Naciones Unidas en: .http://www.un.org. Consultado en 2014
3
BID en http://www.iadb.org/es/temas/ciudades-emergentes-y-sostenibles. Consultado en
2014
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la representación de los recorridos de las rutas y las vías por donde cruza.
La justa medida entre los detalles del contexto en el mapa y la simplicidad
gráfica para representar los recorridos otorga una herramienta fácil de in-
terpretar y una guía para orientarse al emplear el transporte de superficie
como medio de transporte.
En el caso concreto de esta investigación, uno de los focos principales fue
trabajar con ésta pieza dada la importancia manifiesta a lo largo de la investi-
gación y aplicar en ella todas las premisas y orientaciones comunicativas. Un
sondeo a 150 personas distribuidas en las 5 zonas definidas para la encuesta
aplicada en la etapa 1 fue el mecanismo que se estableció. Para el instrumento
se diseñó una prueba basada en la medición del tiempo que un usuario tipo tar-
daría para tomar decisiones frente al mapa, éstas se denominaron como tareas;
identificar si en la propuesta nueva era posible ver una disminución evidente y
que propusiera en consecuencia un mejor desempeño del mapa corroborando
empíricamente la mitigación del esfuerzo cognitivo de las personas.
Se aplicaron 5 tareas a las personas participantes y se midió el tiempo en
cada uno de los casos, de manera particular se pudo observar un desempe-
ño superior del material propuesto por el grupo de investigación frente al
material que emplea el MIO en la actualidad. (Ver tabla 1).
inicio el recorrido
inicio el recorrido
próxima a su casa
recorrido
recorrido
N Válido 150
Perdidos 0
150
0
150
0
150
0
150
0
150
0
150
0
149
1
150
0
150
0
Media 20,25 7,05 5,30 3,13 14,59 4,29 15,62 6,31 41,80 13,51
Error 2,075 ,587 ,778 ,216 1,619 ,467 1,618 ,778 3,517 1,041
estándar
de la
media
Mediana 12,00 5,00 3,00 2,00 6,00 2,00 8,50 4,00 29,00 10,00
Moda 6 3 2 2 2 2 3 2 4 3a
Desviación 25,410 7,185 9,533 2,648 19,829 5,724 19,820 9,492 43,077 12,754
estándar
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IMAGEN Y SOCIEDAD
Agradecimientos
El presente texto da cuenta de la investigación titulada “Plan de mejoramien-
to integral del sistema de información de Masivo Integrado de Occidente, MIO:
Formulación desde criterios contextuales y de usuario para su com-ponente
BRT” adelantada en conjunto con los investigadores Jairo Benavidez y
Ricardo Castro Ramos de los grupos de investigación Diseño Mediación e
Interacción y Comunicación de la Universidad Autónoma de Occidente - UAO.
La investigación fue aprobada mediante resolución 6991 de 2015 por
la Dirección de investigaciones de la UAO. El presupuesto para su realiza-
ción se dio de manera equitativa entre las partes, Universidad Autónoma
de Occidente y Metro Cali S.A. En el desarrollo participaron en calidad de
pasantes de investigación los estudiantes Sofía Villegas Syro, Sandra Mar-
cela Marín, David Hernández y en calidad de colaboradores Carlos Duque
y Susana Márquez, en calidad de expertos el diseñador Lucas López y por
parte de Metro Cali, Carlos Rengifo y Víctor Gómez.
Referencias
Benavides, J. (2014). Imaginarios sociales en el diseño de los pósteres: caso
póster de mundiales de fútbol. En: Actas del IX Congreso Argentino y
IV Congreso Internacional de Semiótica de la Asociación Argentina de
Semiótica: derivas de la semiótica. Teorías, metodologías e interdiscipli-
naridades. Mendoza, Argentina. Edit. Universidad Nacional de Cuyo.
Disponible vía web en: http://www.aasemiotica.com.ar/wp-content/
uploads/2014/11/Actas_Congreso_Semi%C3%B3tica_2013_FINAL.pdf
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III. Imagen y Publicidad
Análisis de la dimensión simbólica
de la tipografía como herramienta
de identidad visual corporativa
María Pérez Mena, UPV/EHU, España
Palabras clave: comunicación visual; diseño tipográfico; EHU tipografía; identidad visual
corporativa
Introducción
E
n la cotidianidad del día a día las letras están presentes casi sin darnos
cuenta. La estructura de sus formas viene siendo compartida por con-
vención desde hace más de quinientos años como herramienta visual
de transmisión del pensamiento, lo que ha generado en nosotros la sensa-
ción de que las letras son entes transparentes, meros transportadores del
significado verbal que construyen las palabras que forman.
Este hecho, nos lleva a considerar el sistema alfabético como la frontera vi-
sual entre «las palabras y las cosas», lo que lo convierte en un artefacto tangi-
ble y visible para la comunicación. Pero es precisamente desde su visualidad
que las letras son además contenedoras de otro tipo de información —que
podemos entender como metalingüística— a partir de las particularidades de
su propia forma, con las cuales el individuo es capaz de generar asociaciones
de ideas en un contexto determinado. En base a esto, entendemos que el alfa-
beto no es solo un artefacto de representación del habla sino que a través de
su sustancia visual tiene el potencial de generar significados, lo que le permite
«contar», además de «decir» a través de su percepción gráfica.
Los caracteres alfabéticos tienen en la acción de marcar la razón de su
existencia. Denotado en su propio nombre —del griego kharakter, «el que
graba»—, el carácter alfabético surge como elemento de marcaje ante la ne-
cesidad de trasmitir y fijar la palabra en el tiempo y en el espacio (Innis,
1971). Su condición de ser representante del habla en el plano visual le ha
conferido tradicionalmente su identificación como signo de un código lin-
güístico, en el que cada letra representa arbitrariamente un sonido; y de
cuya combinación surgen las palabras y en extensión, el discurso verbal.
Esta particularidad ha generado que el estudio de las letras desde cam-
pos como la Lingüística, haya limitado por lo general su potencial comuni-
cativo a un plano secundario como mera herramienta del habla en el plano
visual. Esta perspectiva restrictiva del signo alfabético que subordina su
entidad a la palabra hablada, fue formulada en primer lugar y dentro de la
lingüística moderna por Ferdinand de Saussure, que retoma la definición
tradicional de la escritura según Platón y Aristóteles. Sus planteamientos
distan de los propuestos por autores como Harold Innis (1971), Walter Ong
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ANÁLISIS DE LA DIMENSIÓN SIMBÓLICA... PÉREZ MENA
(1982), Jack Goody (1985) y Marshall McLuhan (1985), que definen la in-
fluencia de la evolución de la «tecnología de la palabra» sobre el desarrollo
de la comunicación y la evolución de las culturas.
La aproximación de Jacques Derrida (1986) desde la Lingüística plantea
una reflexión en esta misma dirección cuando propone una «ciencia de la
escritura», a la que denomina Gramatología y que liga el lenguaje con su
representación a través de la palabra escrita.
[…] la escritura no es solo un medio auxiliar al servicio de la
ciencia —y eventualmente de su objeto— sino que es en primer
lugar, como lo recuerda en particular Husserl en El origen de la
geometría, la condición de posibilidad de los objetos ideales y,
por lo tanto, de la objetividad científica. Antes de ser su objeto,
la escritura es la condición de la episteme (Derrida, 1986, p. 37).
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visual». Su raíz común versa en las «ideas, cosas y acciones, expresadas por
dos medios diferentes» (Fernández, 2007, p. 619), de modo que incorpora-
mos conceptos tanto a nuestra memoria verbal como a nuestra memoria
gestáltica, lo que convierte a la letra en una sola unidad semántica portado-
ra de una doble función.
En línea con estos postulados, Stefan Rögener, Albert-Jan Pool & Ursu-
la Packhäuser (1995) apuntan que antes de que una palabra sea leída, el
subconsciente responde a las características morfológicas del alfabeto, de
manera que la palabra leída y la imagen vista son interiorizadas como sím-
bolo y almacenadas conjuntamente con una información asociada, la cual
tornará al estado consciente al ver de nuevo dicho símbolo. Los caracteres
alfabéticos tienen así el potencial de generar metáforas a través de sus for-
mas, «transformando la prosa en poesía».
Este principio nos dirige a comprender los caracteres alfabéticos como
elementos eminentemente significantes, capaces de trasladarnos a lugares,
épocas, ideas, sensaciones y sentimientos que ya hemos vivido con anterio-
ridad y han quedado almacenados en nuestra memoria como experiencia
vital. En este sentido, la tipografía —como sistema que reúne un conjunto
de caracteres alfabéticos y no alfabéticos (signos de puntuación, números
y otros signos)— es una poderosa herramienta para la comunicación de lo
que podríamos llamar «lo atmosférico» (Ovnik, 1938). Esto es, tal como ex-
ponen Kapr & Schiller (citado por Herrera, 1994, p. 188), el ojo no solo ve
las cosas en sí, sino que las aprecia simultáneamente en múltiple relación
con el entorno y con el individuo como ser social.
Deducimos de lo anterior que la recepción de la forma alfabética se rea-
liza de dos maneras: (1) reconocemos las letras como estructuras mínimas
dentro de un sistema mayor que es el alfabeto como código visual del len-
guaje —conocimiento científico—; (2) apreciamos la forma alfabética des-
de una dimensión plástico-expresiva, desencadenando asociaciones y senti-
mientos o sensaciones estéticas —conocimiento estético— (Herrera, 1994,
p. 188). Por lo tanto, en la medida en que estos sentimientos y sensaciones
sean compartidos por un conjunto de individuos, podrán ser comunicados,
pues habrán saltado del ideario del sujeto al ideario colectivo. Este camino
nos permite su comprensión dentro de un contexto específico.
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En este sentido, para Peter Behrens (citado por Herrera, 1994), la tipo-
grafía es, junto a la Arquitectura, uno de los medios de expresión más elo-
cuentes de una época ya que proporciona el retrato más característico de
un periodo y, con él, el testimonio más fidedigno del espíritu de un pueblo.
Las constricciones de la forma alfabética en relación con su cualidad le-
gible, no han impedido, sin embargo, que, desde la introducción de la im-
prenta, se haya producido la incorporación de un sin fin de variantes mor-
fológicas en su diseño. Emil Ruder (citado por Swann, 1991, p. 56) señala
cómo a raíz de la profusión de la imprenta en los distintos centros culturales
de Europa, cada lugar empezó a imprimir textos en sus lenguas vernáculas.
Según el célebre tipógrafo suizo, el desarrollo de modelos tipográficos dis-
tintivos de cada nación estaría así estrechamente relacionado con la identi-
dad lingüística de cada pueblo.
Estas manifestaciones tipográficas han ido desde entonces, calando en
la retina de la sociedad y convirtiéndose en parte de nuestra herencia cultu-
ral, en la que se encuentra profundamente enraizada. En relación con esto,
Jadette Laliberté (citado por Hyndman, 2014, p. 80), en un estudio sobre la
tipografía moderna relaciona Fraktur con Alemania, Garamond con Francia,
Bodoni con Italia y Caslon con Inglaterra. La autora expone también, cómo
con el movimiento de la «nueva tipografía» iniciado en la Bauhaus, los dise-
ñadores comenzaron a rechazar estas tipografías en favor de otras nuevas
libres de antecedentes históricos y culturales, lo que construyó los cimien-
tos del posterior «estilo internacional».
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genera una presencia firme, pero con cierta organicidad, lo que le per-
mite generar cierta tensión en la configuración de las formas curvas a
través de un ángulo de inclinación muy reducido.
5. Proporción vertical: Hemos interpretado la amplitud espacial de la obra
gráfica de Eduardo Chillida, en la configuración de una proporción vertical
amplia, que se ajusta, además, a las constricciones del medio informático
cuando visualizamos los textos a baja resolución. Por ello, hemos optado por
una altura reducida y equivalente de ascendentes y descendentes.
6. Proporción horizontal: Como transmisión de la reciedumbre y fuer-
za que inspira la obra del artista vasco, hemos optado por una estruc-
tura más bien ancha de la letra, aconsejable, además, para una lectura
cómoda en textos largos en pantalla, así como para la correcta visuali-
zación a distancia, reduciendo los efectos producidos por situaciones
de anamorfosis gracias a una proporción horizontal generosa.
7. Densidad: En línea con los postulados gráficos de Eduardo Chillida, el
trazo negro se plantea como una masa vigorosa que está en una constante
interlocución con el espacio blanco. Por ello, hemos determinado una den-
sidad amplia que viene motivada, además, por la necesidad de generar unas
formas que no «se pierdan» en cuerpos pequeños y en baja resolución.
8. Curvatura: La gestualidad del trazo de la obra gráfica de Eduardo
Chillida, genera un discurso plástico en el que la forma orgánica se con-
figura a través de una constante tensión con el espacio y en él, creando
masas geométricas tan solo en apariencia. Esta característica la hemos
interpretado en términos tipográficos a partir de una curvatura de or-
ganicidad media, en la que la solidez de las formas se construye desde
la tensión creada en la unión de los trazos curvos.
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ANÁLISIS DE LA DIMENSIÓN SIMBÓLICA... PÉREZ MENA
Conclusiones
La posibilidad de realizar una doble lectura del signo tipográfico —en su
dimensión verbal y plástica—, propone una consideración de la tipografía
como una herramienta para la creación de cultura, puesto que su doble ca-
riz la hacen testigo y portavoz del cambio y evolución de las sociedades en
el tiempo y el espacio.
La tipografía adquiere sentido como sistema que atiende a las normas
del lenguaje, debiendo atender a cuestiones que atañen a la legibilidad, pero
sin subestimar su potencial como elemento simbólico desde su sustancia vi-
sual. Entendemos así la tipografía como un producto cultural diseñado para
la comunicación visual, en cuyo designio encontramos una doble función:
sirve para usar —como representación estandarizada del código visual del
lenguaje verbal— y sirve para pensar —por su cualidad evocadora de signi-
ficados a través de su sustancia gráfica—.
Por este motivo, consideramos la letra como una herramienta de gran efi-
cacia para identificar, distinguir y transmitir visualmente valores corporati-
vos más allá de su uso en la marca gráfica, a través de su capacidad de influir
en «qué» se dice a partir de «cómo» se dice, alzándose como la «voz» de la
corporación en la comunicación de sus mensajes a través del medio visual.
Referencias
Barthes, R. (1986). Lo obvio y lo obtuso: Imágenes, gestos, voces. Barcelona:
Paidós.
Blanchard, G. (1988) (ed.). La letra. Barcelona: CEAC.
Bringhurst, R. (2004). The elements of typographic style. Vancouver, Canadá:
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Chillida, E. y Muniozguren, J. (Ed.) (1998). Chillida, doctor honoris causa. Bil-
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Costa, J. (1987). Imagen global: Evolucin del diseo de identidad. Barcelona:
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— (2006). Imagen corporativa en el siglo XXI. Argentina: La Crujía.
Dair, C. (1977). Design with type. Toronto, Canadá: University of Toronto Press.
Derrida, J. (1986) De la gramatología. México D.F., México: Siglo XXI.
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284
El uso de imágenes violentas
en las campañas digitales contra
el maltrato de la mujer
Análisis cualitativo del uso de la violencia como
recurso de concienciación
Alexandra Sans Serrano, Universitat Abat Oliba CEU, España
Palabras clave: violencia de género; violencia doméstica; campañas sociales; violencia; virali-
dad; eficacia publicitaria
Introducción
E
n el presente trabajo se analiza el uso de imágenes violentas como recur-
so estratégico de sensibilización en las campañas de concienciación social
sobre la violencia de género, promovidas por organizaciones sin ánimo de
lucro a nivel internacional, y que hayan sido difundidas tanto en medios offline
como online a nivel. También se ha tenido en cuenta que hayan obtenido una alta
tasa de notoriedad, alcance y viralidad. Para ello se ha llevado a cabo un análisis
cualitativo del contenido gráfico de un total de 30 campañas seleccionadas.
Metodología
La metodología escogida para el presente trabajo se ha centrado en el análi-
sis de un total de 50 campañas publicitarias de prevención y sensibilización
en violencia de género, tanto gráfica como audiovisual, con difusión online y
offline, y promovidas por ONGs internacionales defensoras de los derechos
humanos y de los derechos de la mujer.
El estudio de las campañas se ha recogido en formato de ficha técnica
para la que se han tenido en cuenta dos modelos semióticos. Por un lado,
el análisis multimodal de Kress & van Leeuwen (2006), un paradigma que
implica mirar la comunicación como un paisaje semiótico, donde el lengua-
je asume un status distinto en los distintos contextos. Autores que señalan
los distintos elementos que en las composiciones audiovisuales interactúan
con los receptores, como son la imagen, los actos y la mirada “ofertas” son
aquellas imágenes donde no se establece contacto visual entre los sujetos
representados y los receptores, y las “demandas”, aquellas que buscan la
implicación y compromiso del público- ; la distancia social y la intimidad; el
ángulo horizontal y la implicación; y el ángulo vertical y el poder.
Por otro lado, también nos hemos basado en la teoría de las es-tructuras
modales de Halliday (2004) para transmitir el mensaje, según la cual
tenemos que hablar de tres grandes tipos de estructuras: las declarativas —
las predominantes—, imperativas, interrogativas/reflexivas.
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EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
Definición de violencia
La violencia no está compuesta por un conjunto de actos, sino que además
tiene componentes culturales y sociales, con significados específicos para los
perpetradores y para las víctimas que varían según el contexto social (Boyle,
2005; Berns, 2009, O’Toole et al. 2007; Radford et al. 2000). Se trata de actos
encaminados a obtener el poder o a mantenerlo. Su uso implica siempre arro-
llar el derecho del otro y se asocia indefectiblemente a su miedo.
Nos encontramos en una sociedad donde los focos de violencia son innu-
merables y se extienden por todos los espacios y tiempos.
La violencia se nos presenta hoy como el problema cardinal,
el que más preocupa, sobre el que más se escribe y debate en
innumerables reuniones internacionales y al que se le trata de
dar las más diversas explicaciones. Las cuales revelan inme-
diatamente, en la pugna de tesis, la misma latente violencia,
aunque ahora profesada por los mismos hombres de
ciencia que se consagran a estudiarla (Carballo, 1991).
286
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Legislación
A nivel internacional existe una constitución universal proclamada por la
Asamblea General de la ONU en París (1948) que impera sobre el resto, la De-
claración Universal de los Derechos Humanos, donde además de fijarse todos
los derechos del ser humano se busca, y es una tarea activa, la igualdad entre
mujeres y hombres, así como la eliminación de todas las formas de discrimi-
nación contra la mujer. De ella, citamos algunos de los más relevantes:
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad
y a la seguridad de su persona.
Artículo 12: Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su
vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni
de ataques a su honra o a su reputación.
Artículo 16: Los hombres y las mujeres, a partir de la edad
núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de
raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, du-
rante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
287
EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
Artículo 14: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pue-
da prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o cir-
cunstancia personal o social.
Artículo 17: Toda persona tiene derecho a la libertad y a la
seguridad (...)
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EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
“#TheDress: por qué es tan difícil verlo negro y azul”. Acción que bajo el
lema de #StopAbuseAgainstWomen, una rama de Sudáfrica del Ejército de
Salvación difundió la imagen de una mujer vestida con el vestido más viral
del año 2015. Vestido que una usuaria compartió en Tumblr preguntando
a sus seguidores de qué color lo veían, blanco y dorado, o azul y negro, ante
lo que según el usuario cambiaba la opinión. Para esta ocasión, la chica que
aparece está completamente llena de cardenales y heridas causadas por
una paliza y va acompañada del mensaje “¿Por qué es tan difícil verlo negro y
azul?”. La campaña fue muy aplaudida y alcanzó una grandísima notoriedad
y viralidad a nivel internacional.
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IMAGEN Y PUBLICIDAD
Conclusiones
En la sociedad del Internet, la actual, el vídeo se ha convertido en el forma-
to favorito por los usuarios para el consumo de contenidos. Para hacernos
una idea del alcance que ha asumido, según la INE (2016), un 72,4% de los
usuarios acceden a Internet para ver contenidos de vídeo de sitios para
compartir; un 44,3% para ver programas emitidos por Internet de canales
291
EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
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EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
Asimismo, las campañas en formato vídeo se dividían entre las que in-
cluyen música, la cual suele ser una melodía densa y sugerente, con puntas
en los momentos críticos con el objetivo de provocar tensión. Por ejemplo,
en la campaña americana de Coalition Against Battered Women: Domes-
tic abuse (https://www.youtube.com/watch?v=s5lULB1qOeE), donde una
mujer intenta taparse las heridas de su cuerpo causadas por una paliza, y
por cada una que intenta tapar aparece otra, así hasta que la imagen se vuel-
ve negra, el final. Y, por otro lado, están aquellas acciones que mantienen el
sonido de ambiente, y donde escuchamos claramente los signos de violen-
cia, para la que volveremos a utilizar como ocurre en el caso de la campaña
francesa de “¿No es momento de que alguien grite ‘corten’?”.
Siguiendo el análisis multimodal de Kress i Van Leewen, comprobamos
que el plano general es el más utilizado, lo que transmite lejanía con el su-
jeto, como si se tratara de un problema externo a nosotros; los planos de
perfil, en los que la víctima se esconde, es mirada pero ella no mira; los án-
gulos frontales, para establecer contacto directo con la audiencia y llamar la
atención; picado, para expresar relación de control y subyugación; y, nor-
mal, habitualmente utilizado en el formato vídeo, incide en los efectos de la
violencia de forma directa, buscando la cercanía con el receptor.
En línea de lo anterior, observamos que hay un número similar de ofertas
y de demandas, aunque el abundante uso de primeros planos y planos gene-
rales muestra la intención de conseguir un acercamiento con el receptor. No
obstante, en numerosas ocasiones se establece dicha conexión al margen de
la víctima, es decir, buscan despertar un sentimiento de indignación ante la
violencia, pero sin contar con quien la sufre.
La posición en la que suele representarse a la víctima, en la mayoría de
los casos, es de subordinación, que no logra escapar de la situación, o que,
si lo ha hecho, continúa atrapada en un espiral de la que le maltratador no
la deja salir. Volvemos al estereotipo de la víctima incapaz de defenderse y
escapar. Aunque se muestre de esta forma la víctima, las campañas suelen
tener un doble enfoque, un doble mensaje, el de la víctima indefensa y a la
víctima a la que se la incita a actuar.
También es importante prestarle atención al mensaje que buscan trans-
mitir las campañas: el más destacado es el de motivar a las víctimas a pedir
ayuda – vía teléfonos de atención a las víctimas que las ONGs tienen acti-
vados-; en un segundo plano, surge otro mensaje dirigido a los familiares y
amigos de las víctimas, centrado en hacerles ver los casos que tienen cerca
y al mismo tiempo que reacción yendo en su ayuda. De las acciones anali-
zadas solo difunde este mensaje la titulada “Le film choc” (Francia, 2010)
(https://www.youtube.com/watch?v=Cuh0jAixtUM) donde se muestran
diferentes escenas en las que una mujer es golpeada por amigos y familiares
en situaciones dispares y sin sentido, incluyendo el abuso sexual.
Llegado a este punto, nos cuestionamos el hecho de porqué no se lanzan
campañas dirigidas directamente a los maltratadores. Es otro de los pro-
tagonistas de la problemática, y quizás con una correcta estrategia de co-
municación se podría llegar a despertar su compasión y su sentimiento de
culpabilidad. Todo es posible.
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EL USO DE IMÁGENES VIOLENTAS...SANS SERRANO
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297
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Efectos de la publicidad basada en la imagen
corporal en las mujeres con y sin Trastorno
de la Conducta Alimentaria (TCA)
Estudio comparativo
Elena Añaños, Universidad Autónoma de Barcelona, España
Antoni Grau, Instituto de Trastornos de la Alimentación (ITA), España
Introducción
V
ivimos sometidos a un gran número de mensajes e impactos publici-
tarios (Royo, 2015) que, de manera consciente o inconsciente, afectan
nuestras decisiones de compra (Serra y Añaños, 2016b). A menudo
estos mensajes llevan consigo, de manera más o menos implícita, la repre-
sentación de unos cánones de belleza, de unos estereotipos relacionados con
los valores sociales de la sociedad en la cual se encuentran inmersos, una so-
ciedad que ofrece un amplio abanico de opciones en el mercado de consumo,
con una gran preponderancia de los valores estéticos (Garcés y Ramos, 2011).
El objetivo de este trabajo es estudiar los efectos de la publicidad alimen-
taria basada en la imagen corporal, puesto que, juntamente con la publicidad
de productos de culto al cuerpo, es la que contiene más mensajes de este tipo.
Y es que, aunque su finalidad es ofrecer al consumidor información sobre un
producto para generar en él una motivación hacia su consumo (Elika, 2014), la
preocupación por el aspecto físico es una constante de la publicidad alimenta-
ria (Díaz-Méndez y González-Álvarez, 2013). Pero modelar el propio cuerpo no
es tan fácil como nos muestra la publicidad y del intento extremo frustrado de
ser como las modelos, especialmente por parte de las mujeres (Fanjul, 2008),
surge un sentimiento de frustración que puede desencadenar en la adquisición
de nuevos hábitos alimentarios o, en el caso extremos, en un trastorno de la
conducta alimentaria, un TCA (Cassalé y Añaños, 2013), que afecta de forma
desproporcionada a un mayor número de mujeres que hombres.
En este trabajo se analizan los efectos de la publicidad de productos de
alimentación cuyo mensaje se basa en la imagen corporal, en las mujeres
con y sin trastorno de la conducta alimentaria.
Marco teórico
La imagen corporal como reclamo publicitario
Hablar de la imagen corporal como reclamo publicitario en nuestra socie-
dad, es hablar del estereotipo de mujer que se ha ido posicionando en las
últimas décadas: la mujer delgada. Este modelo ha sido resultado de varios
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EFECTOS DE LA PUBLICIDAD...AÑAÑOS Y GRAU
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nales. Del mismo modo, las personas intentan evitar el consumo de aquellos
alimentos que contengan grasas, azúcares e hidratos de carbono, generando,
a veces, una obsesión por ingerir aquellos que sean nutritivos, sanos y que no
engorden (González-Díaz, 2013). Así, uno de los efectos que estos estímulos
publicitarios provocan en los consumidores es la de un mayor consumo de
aquellos productos con presencia de reclamos de salud que de los productos
con ausencia de estos, por lo que algunos autores destacan la necesidad de
utilizar los medios masivos de comunicación para promover hábitos alimen-
tarios saludables (Pérez-Salgado, Rivera-Márquez y Ortiz-Hernández, 2010),
aunque otros defienden que esto no es tan fácil ya que para el consumidor no
es suficiente alimentarse bien, sino que prefiere consumir aquello que pro-
porciona o que conduce a la belleza (Rey, 2010).
303
EFECTOS DE LA PUBLICIDAD...AÑAÑOS Y GRAU
de los estereotipos de belleza actual aunque, de acuerdo con Fay (2006), con-
sideramos que la publicidad es la encargada de potenciar los estereotipos ya
creados por la sociedad, no la creadora de los mismos. Estas investigaciones
hacen hincapié en los sujetos femenino de edad joven (Contreras y González,
2010), en los que la publicidad y la moda son los principales referentes de este
patrón de delgadez femenina que se vincula con la belleza, el atractivo y el éxito.
En definitiva, la importancia creciente del factor estético en la sociedad
desemboca en muchos casos, en comportamientos que afectan a la salud,
llegando a ocasionar psicopatologías asociadas a los trastornos de la con-
ducta alimentaria, con efectos graves e incluso originando la muerte de una
parte de las mujeres afectadas.
Objetivos e hipótesis
Los objetivos generales de esta investigación son dos: 1) Comparar los efec-
tos de la publicidad de alimentación, especialmente la relacionada con la
estética corporal, en las actitudes incitadas en pacientes ingresadas por pa-
decer un TCA y en la población normalizada, en función de la edad y del
diagnóstico de las pacientes. 2) Analizar en ambos grupos los efectos de
dicha publicidad en la incitación a determinados comportamientos negati-
vos (relacionados con las dietas) y positivos (relacionados con una alimen-
tación saludable) en función de la edad y del diagnóstico de las pacientes.
En base a los objetivos y a los planteamientos teóricos, las hipótesis
planteadas son:
Hipótesis 1: Las actitudes desencadenadas por la publicidad de produc-
tos de alimentación difieren entre las mujeres en función del diagnóstico y
especialmente entre las que padecen un TCA y las que no, en el sentido que
serán más negativas en las pacientes con TCA y hacia los spots relacionados
con la estética corporal.
Hipótesis 2: Las actitudes desencadenadas por la publicidad de produc-
tos de alimentación difieren en función de la edad de las mujeres, siendo
más negativas en las mujeres más jóvenes.
Hipótesis 3: Los comportamientos desencadenados por la publicidad de
productos de alimentación difieren entre las mujeres en función del diag-
nóstico y especialmente entre las que padecen un TCA y las que no, en el
sentido que serán más negativos en las pacientes con TCA y hacia los spots
relacionados con la estética corporal.
Hipótesis 4: Los comportamientos desencadenados por la publicidad de
productos de alimentación difieren en función de la edad de las mujeres,
siendo más negativos en las mujeres más jóvenes.
Metodología
Material
Se seleccionan 6 spots de televisión de productos de alimentación. Se selec-
ciona este medio porque es uno de los que emite más spots relacionados con
la alimentación y la estética corporal y porque la TV ocupa el primer lugar en
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IMAGEN Y PUBLICIDAD
Se crean 6 escalas tipo likert (una para la valoración de cada spot), don-
de los sujetos valoran del 1 al 7 su grado de desacuerdo (1 = totalmente en
desacuerdo) o acuerdo (7 = totalmente de acuerdo) cinco enunciados que
hacer referencia a las actitudes y los comportamientos que les suscitan la
visualización de cada spot. Los enunciados correspondientes a cada actitud
valorada son:
• El anuncio me gusta (agrado).
• El anuncio es creíble (credibilidad).
• El anuncio se dirige a gente como yo (identidad).
Los enunciados correspondientes a los comportamientos valorados son:
Para el grupo TCA:
• El anuncio me incita a hacer síntoma —recaída— (comportamiento
negativo).
• El anuncio me incita a esforzarme en mi recuperación (comporta-
miento positivo).
Para el grupo de mujeres sanas:
• El anuncio me incita a hacer una dieta para adelgazarme (compor-
tamiento negativo).
• El anuncio me incita a comer mejor y más saludable (comporta-
miento positivo).
Sujetos participantes
Puesto que los TCA afectan en una proporción más alta a las mujeres que a
los hombres y la mayoría de publicidad relacionada con la disminución de
calorías y la consecución del ideal de belleza de la delgadez también va dirigi-
305
EFECTOS DE LA PUBLICIDAD...AÑAÑOS Y GRAU
da a este target, los sujetos que participan en esta investigación son mujeres.
Concretamente participan 285 mujeres de edades comprendidas entre los 12
y los 50 de años que pertenecen a dos grupos: El primer grupo lo forman175
mujeres sanas que no sufren ni han sufrido ningún tipo de trastorno de la
conducta alimentaria (TCA); el segundo grupo lo forman 100 pacientes diag-
nosticadas de un trastorno de conducta alimentaria (60 de anorexia, 29 de
bulimia y 11 de TCANE –trastorno de la conducta alimentaria no específico-)
y que se hallan ingresadas en un centro específico para su recuperación. Las
sujetos se dividen en tres grupos en función de la edad; esta clasificación se
realiza a partir de la categorización de edades utilizada por el centro que aco-
ge a las pacientes con TCA: adolescentes (edad inferior a18 años), jóvenes
(edad entre 18 y 23 años inclusive) y seniors (edad entre 24 y 50 años inclu-
sive). Todas participan de forma voluntaria en la investigación.
Diseño
Los estímulos son los 6 spots de productos de alimentación (ya descritos) y
un spot de prueba (para ensayar el procedimiento), cuyo contenido es ajeno
a la publicidad de alimentación. Los estímulos se presentan de forma con-
trabalanceada, cuyo orden final es: AN2- SB2- EC2- AN1- SB1- EC1.
Las variables independientes y sus categorías son: el tipo de anuncio
(estética corporal, sentirse bien o anuncio neutro), la edad (adolescentes,
jóvenes y seniors) y el diagnóstico (anorexia, bulimia, TCANE, sanas).
Las variables dependientes son: la valoración de cada una de las actitu-
des (agrado, credibilidad e identidad) que desencadenan cada uno de los
anuncios y la valoración de cada uno de los comportamientos (positivo o
negativo) a los que incitan cada uno de los anuncios presentados.
Se utiliza un diseño quasi experimental, intrasujeto en la que todas las
participantes pasan por la misma situación experimental y estimular.
Procedimiento
La parte experimental de la investigación se realiza de forma colectiva en
las mujeres con TCA y en las adolescentes y jóvenes sanas, pero de forma
separada en cada grupo; las mujeres con TCA se evalúan todas juntas en
el centro donde siguen su recuperación mientras que las mujeres sanas se
evalúan, separadas por edades, en el aula del centro docente al que per-
tenecen. Por cuestiones de logística, las mujeres sanas seniors se evalúan
individualmente. El procedimiento sigue las siguientes fases:
Fase 1: Bienvenida y explicación general de la investigación: “A continua-
ción veréis unos anuncios y tendréis que contestar unas preguntas. No hay
preguntas buenas ni malas si no que tan sólo interesa su nos des to valoración
sincera. Los datos son completamente anónimos”.
Fase 2: Se muestra el anuncio de prueba y las participantes contestan las
escalas de Likert correspondientes a este anuncio.
Fase 3: Una vez comprobado que el procedimiento se ha entendido, se mues-
tra el primer spot y a continuación las participantes contestan las escalas de Li-
kert correspondientes; este proceso se repite para el resto de spots (2, 3, 4, 5 y 6).
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IMAGEN Y PUBLICIDAD
Resultados
En primer lugar se analiza, en el grupo de mujeres con TCA, la existencia
de posibles diferencias entre las tres categorías de diagnóstico (anorexia,
bulimia y TCANE) en la valoración de las actitudes y los comportamientos.
Los resultados (Kruskall Wallis Test) muestran que en las sujetos que pa-
decen un TCA no hay diferencias estadísticamente significativas (p>.05) en
función de su diagnóstico ni en las actitudes ni en los comportamientos a los
cuales incitan los spots de alimentación estudiados.
En segundo lugar se analiza, en cada grupo de sujetos (TCA y Sanas), la
existencia de posibles diferencias entre las tres categorías de edad (adoles-
centes, jóvenes y seniors) en la valoración de las actitudes y los comporta-
mientos. Los resultados (Kruskall Wallis Test) muestran que en ambos gru-
pos y en la casi totalidad de variables, existen diferencias estadísticamente
significativas (p<.05) en función de la edad.
En base a estos resultados preliminares, los resultados analizados a con-
tinuación se realizan considerando las mujeres con TCA como un único gru-
po (con independencia del diagnóstico) y controlando la variable edad en
ambos grupos.
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Jóvenes SANAS 4 5 5 4 5 1
P **.000 *.000 **.000 .351 .186 **.002
TCA 1 1 3 3 2 2
Seniors SANAS 3 3,5 3 4,5 5 1
P **.004 *.025 .122 .135 .135 *.001
* Diferencia estadísticamente significativa (p<.05)
** Diferencia estadísticamente significativa (p<.01)
Fuente: elaboración propia.
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Conclusiones
Los spots de alimentación provocan actitudes similares en las mujeres afec-
tadas por un TCA independientemente del diagnóstico; sin embargo, difie-ren
entre éstas y las sanas, especialmente en los anuncios cuyo mensaje está
relacionado con la estética corporal. En general, a las pacientes con TCA les
gustan menos todos los spots de alimentación que a las sanas. La credibilidad
también es inferior en las mujeres con TCA que en las sanas, destacando el he-
cho que las mujeres más mayores (seniors) afectadas por un TCA no se creen
nada los mensajes relacionados con la estética corporal, mientras que cuando el
mensaje es sentirse bien o neutro su credibilidad es superior. Considera-mos
que todo ello es debido al efecto de la terapia que siguen las pacientes
ingresadas en el centro para su recuperación, fundamentada en un abordaje
bio-psico-social y socio-familiar de los TCA que incluye, entre otros, talleres
sobre la alfabetización mediática de los mensajes publicitarios relacionados,
básicamente, con la mitificación social de la consecución del modelo social
estereotipado de la delgadez (ITA, 2017). Las pacientes con TCA se identifican
más con todos los anuncios que las mujeres sanas, puesto que están relacio-
nados personalmente con el foco de su trastorno, la obsesión por la alimenta-
ción. Estas conclusiones permiten aceptar parcialmente la primera hipótesis.
El agrado y la credibilidad de los spots disminuyen a medida que au-
menta la edad, si bien hay que matizar que las adolescentes se creen por
igual y bastante todos los spots de alimentación, lo cual pone en evidencia
su mayor vulnerabilidad ante los mensajes publicitarios (Rodríguez-Muñoz,
2016; Serra y Añaños, 2016a, 2016b). Sin embargo, la identificación con los
spots es alta en todas las edades, lo cual, de acuerdo con Fanjul (2008, 2009)
pone en evidencia que la publicidad consigue en las mujeres su objetivo,
transmitir el modelo de identificación que le puede llevar a la necesidad de
adquirir el producto anunciado, lo cual en el caso de los productos relacio-
nados con la estética corporal, no es bueno para las mujeres con TCA. Consi-
deramos pues, que la terapia debería abordar más este aspecto. Así pues, la
segunda hipótesis queda parcialmente aceptada.
Los spots de alimentación incitan los mismos comportamientos en las
mujeres afectadas por un TCA, independientemente del diagnóstico; sin
embargo, difieren entre éstas y las sanas en función del mensaje transmiti-
do. Así, los anuncios cuyo mensaje está relacionado con la estética corporal,
sentirse sano y el alimento hipercalórico anunciado, incitan más a un com-
portamiento negativo a las pacientes con TCA (recaída) que a las sanas (ha-
cer dieta adelgazante), mientras que los mensajes relacionados con produc-
tos lácteos hipocalóricos y las ensaladas incitan a hacer dieta a las mujeres
sanas. Además, los spots relacionados con la estética corporal son los que
incitan más a la recaía a las pacientes con TCA. En definitiva, podemos con-
cluir que en general la visualización de los spots de alimentación no ayuda
a la recuperación de las pacientes con TCA e incitan a “comer saludable” a
las mujeres sanas más mayores (jóvenes y seniors), que identifican el comer
sano con los productos adelgazantes, los que ayudan a sentirse bien y las
ensaladas; de acuerdo con Iris y Miño (2015), esta publicidad consigue así
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EFECTOS DE LA PUBLICIDAD...AÑAÑOS Y GRAU
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316
Los valores percibidos por los adolescentes
en las diferentes categorías de la publicidad
de productos de alimentación
Lorena Rodríguez-Muñoz, Universidad Autónoma de Barcelona, España
Elena Añaños Carrasco, Universidad Autónoma de Barcelona, España
Introducción
L
a mayoría de las investigaciones afirman que el público que está más
influido por los mensajes transmitidos en la publicidad son los ado-
lescentes, puesto que se encuentran en una fase de evolución física y
psíquica y esto ocasiona, en muchos de los casos, que se genere una situa-
ción de inseguridad hacia el propio cuerpo, por lo que pueden prestar más
atención a los mensajes en los que se realiza una promesa de consecución
de valores positivos y de cambios que les acerquen más al ideal de belleza
establecido por la sociedad.
El presente estudio se centra en la publicidad de productos de alimenta-
ción, ya que es la que normalmente, emite mensajes que hacen alusión a las
diferentes conductas relacionadas con la alimentación y como consecuen-
cia, a la percepción de la imagen corporal.
Marco teórico
La publicidad de productos de alimentación
La publicidad y principalmente la de productos de alimentación es un refe-
rente para los hogares, ya que si atrae a su público objetivo también incre-
mentará el nivel de ventas del objeto publicitado. Díaz-Ramírez y sus cola-
boradores (2011) afirman que los anuncios aumentan, por parte de niños
y madres, la compra de los alimentos anunciados. Del mismo modo, la pu-
blicidad tiene un rol muy importante en los hábitos alimentarios de muchas
familias y en gran parte favorece la concepción de una perspectiva positiva
o negativa acerca de determinados productos que hasta el momento no eran
conocidos. Tal y como explica Gómez (2008), los medios de comunicación y
la publicidad son los que indiscutiblemente tienen un papel muy importan-
te en la formación (o deformación) de las prácticas alimentarias, aunque,
como detallan Carrillo y Tato (2012), la publicidad se considera un elemen-
to más en este contexto social, no el único factor causante o predisponente
hacia el adelgazamiento. También se puede observar un gran cambio en la
publicidad en el transcurso del tiempo, tanto en los objetos publicitados
como en los mensajes transmitidos, ya que el estilo de vida, la variedad de
317
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Valores publicitarios
Todo mensaje publicitario, tanto el visual como el textual, está cargado de
valores acordes al público al que se dirige; esto es lo que hace posible que se
genere cierta atracción por el objeto publicitado, o lo que es lo mismo, que
se dé la persuasión. Las definiciones globales hacen referencia al término
valor como una cualidad, por lo tanto, como un atributo positivo, aunque la
RAE (2014) es la que profundiza más, ya que señala que los valores tienen
una jerarquía y un doble sentido y a pesar de su connotación positiva en lo
que se refiere al vocablo cualidad, señala que éstos también pueden conte-
ner aspectos negativos. En este sentido, las definiciones específicas de los
valores en dicho ámbito son adaptaciones de la definición genérica acordes
al ámbito de la comunicación y se conserva el vocablo cualidad.
Rodríguez, Montoya y Mas (2012) consideran que los valores son aque-
llos elementos de sus contenidos y aquellos rasgos de sus características
formales que configuran el conjunto de cualidades que otorgan importan-
cia, validez o mérito a una producción audiovisual y la hacen ser apreciada
por su adaptación a las necesidades del hombre y la sociedad. De modo que
la eficacia comunicativa es imprescindible para que se dé la adaptación de
este tipo de necesidades y dé lugar a la transmisión de valores. Rodríguez
(2008) explica que los problemas de interés para una perspectiva comuni-
cológica orientada hacia el análisis y la obtención de eficacia son justamente
319
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Adolescencia y publicidad
La adolescencia es un término empleado para identificar a los sujetos que se
encuentran en la fase vital comprendida entre la infancia y la adultez, Ras-
covan (2000) especifica que el término significa ir creciendo, desarrollarse
hacia la madurez, hacerse adulto. Las edades que engloban la adolescencia
varían según el autor, aunque la mayoría coincide en que es una etapa en la
que surgen diversos conflictos emocionales y en la que se forja la personali-
dad del ser humano. Por lo tanto, los adolescentes son el grupo más suscep-
tible de ser influido por los diferentes mensajes que se transmiten a través
de sus grupos sociales, sus familiares, los medios de comunicación, etc.
Aunque el término adolescencia está influido por la versatilidad que
tiene la sociedad, también es un concepto cambiante en función de la épo-
ca. Según Martínez y Lazo (2011) la adolescencia es otro concepto creado
por los adultos (instituciones, tutores, padres, educadores, maestros, in-
vestigadores, psicólogos), es más un término variable, en constante cam-
bio. Además, la conceptualización de adolescencia y juventud es distinta
para algunos autores, como Rascovan (2000), ya que diferencia tres fases
según las franjas de edad; éstas son: jóvenes menores o adolescentes (15-
19 años), jóvenes mayores o tardíos (20-24 años), y adultos jóvenes (25-
29 años).
320
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Objetivos e hipótesis
El objetivo general de este estudio es conocer cuáles son los valores per-
cibidos por los adolescentes en los spots de cada una de las siguientes ca-
tegorías de productos de alimentación: Estética Corporal, Sentirse Bien y
Anuncios Neutros.
Del objetivo general, se derivan los siguientes objetivos específicos:
Objetivo 1: Estudiar los valores percibidos por los adolescentes en los
spots de cada una de las categorías de productos de alimentación.
Objetivo 2: Comparar la evaluación de los valores percibidos que tienen
los adolescentes en función de sus características generales (curso y género).
En relación a la teoría previa relacionada con la temática de la investiga-
ción, y en concordancia con los objetivos, la hipótesis general planteada es
la siguiente:
321
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Metodología
Materiales
Se utilizaron seis spots de productos de alimentación seleccionados con el
siguiente criterio: extraídos de una misma base de datos específica de anun-
cios (anuncios.com1), duración de 20-35 segundos, el producto publicitado
siempre es de alimentación y cada uno de los estímulos está caracterizado
por pertenecer a la categorización que realizan Casalé y Añaños (2013), co-
rrespondiente según los elementos publicitarios que lo definen, como son:
el mensaje textual, el eslogan, el mensaje visual, el objetivo del mensaje y el
tipo de persuasión implícita en cada uno de ellos.
El primer spot pertenece a la categoría de Estética Corporal (EC1) y en él
la protagonista presenta a la nevera como un enemigo al que hay que vencer
y para ello, es necesaria la ayuda del producto anunciado. El segundo spot,
que también pertenece a la categoría de Estética Corporal (EC2), muestra la
tentación de un grupo de mujeres por consumir productos con un alto con-
tenido calórico y el castigo recibido por tener la incitación de consumirlos
son palmadas en las manos, se presenta al objeto publicitado como la sal-
vación para poder picar entre horas sin engordar. El tercer spot pertenece
a la categoría de Sentirse Bien (SB1), destaca que la salud está vinculada
de un modo directo al humor y a la importancia de consumir el producto
para sentirse bien con uno mismo y con el resto del grupo social. El cuarto
spot, que también está clasificado dentro de la categoría de Sentirse Bien
(SB2), relaciona el consumo del producto publicitado con una correcta sa-
lud digestiva y la felicidad reflejada con una sonrisa en las barrigas de los
diferentes personajes, con distintas edades y géneros, que aparecen en el
spot. El quinto anuncio, clasificado dentro de la categoría de Anuncios Neu-
tros (AN1), explica la importancia de comer alimentos caseros y equipara
al producto publicitado con la comida de una madre, ya que su sabor es el
mismo. El sexto spot, que también está clasificado dentro de la categoría de
1
http://www.anuncios.com/
322
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Sujetos participantes
En este estudio participaron 539 sujetos de cuatro institutos de Educación
Secundaria de titularidad pública, ubicados en distintas poblaciones de la
comarca del Vallés Occidental, que en general, poseen entre sí una diferente
clase social. En concreto, la muestra está compuesta por las diferentes cla-
ses (grupos) de primero de ESO, tercero de ESO y primero de Bachillerato,
sujetos de entre 12 y 18 años, que suman un total de veintiuna clases. La
selección de sujetos se realiza mediante un tipo de muestreo probabilísti-
co, aleatorio simple, mediante una repartición equitativa de los sujetos por
centro docente, curso y género.
Para evitar obtener resultados sesgados, se excluyen de la muestra ini-
cial (muerte experimental) los individuos diagnosticados clínicamente de
un Trastorno de la Conducta Alimentaria, los sujetos que no sean de raza
caucásica o padezcan una disminución psíquica o física. La muerte experi-
mental representa el 8,91%, de la muestra inicial, por lo que la muestra final
es de 491 sujetos, cuyas características se especifican en la (tabla 1).
Procedimiento
Se aplicó un diseño quasi-experimental durante el año 2016, en el que se
mostraron seis spots de productos de alimentación, con una presentación
323
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Resultados
En el primer spot, Estética Corporal 1 (Figura 1, 2 y 3), todos los sujetos
perciben el valor salud y las confiabilidades comprenden del 0,6 al 0,3, por
lo que son bastante heterogéneas. Todos los sujetos coinciden en la per-
cepción del valor bienestar y las confiabilidades son bastante bajas, ya que
van del 0,4 al 0,2. Las únicas que perciben el valor esfuerzo son las chicas
medianas, con una confiabilidad de 0,3.
En el segundo spot, Estética Corporal 2 (Figura 4, 5 y 6), todos los sujetos
perciben el valor salud y las confiabilidades comprenden del 0,4 al 0,3, por
lo que son bajas. En cuanto al valor bienestar es percibido por todos los su-
jetos excepto por los chicos más mayores y las confiabilidades son bastante
bajas, ya que van del 0,3 al 0,2.
En el tercer spot, Sentirse Bien 1 (Figura 7, 8 y 9), todos los sujetos perci-
ben el valor salud y las confiabilidades son en todos los casos de 0,3, por lo
que son bajas. Todos los sujetos coinciden en la percepción del valor bienes-
tar y las confiabilidades son bastante bajas, ya que van del 0,3 al 0,2. Todos
los sujetos, a excepción de los más mayores perciben el valor amistad y las
324
IMAGEN Y PUBLICIDAD
confiabilidades van de 0,3 al 0,2, por lo que son bastante bajas. En cuanto al
valor paz, únicamente es percibido por los chicos más jóvenes y la confiabi-
lidad es de 0,3.
En el cuarto spot, Sentirse Bien 2 (Figura 10, 11 y 12), todos los sujetos
coinciden en la percepción del valor salud y las confiabilidades comprenden
del 0,6 al 0,4, por lo que son heterogéneas. Todos los sujetos perciben el
valor bienestar y las confiabilidades son bastante heterogéneas, ya que van
del 0,6 al 0,3. Respecto al valor amistad, es percibido por todos los sujetos
excepto por los más mayores y las confiabilidades van de 0,4 al 0,3, por lo
que son bajas. El valor respeto únicamente es percibido por los más peque-
ños y la confiabilidad es bastante baja, 0,3.
En el quinto spot, Anuncio Neutro 1 (Figura 13, 14 y 15), el valor salud es
percibido por todos excepto por las chicas medianas, los chicos más peque-
ños y los chicos más mayores y las confiabilidades comprenden del 0,3 al
0,2, por lo que son bastante bajas. El valor familia es percibido por todos los
sujetos excepto por las chicas más mayores y por los chicos más pequeños y
las confiabilidades son en todos los casos de 0,2. Respecto al valor bienestar,
es percibido por todos a excepción de los chicos más mayores y las confiabi-
lidades van de 0,3 al 0,2, por lo que son bastante bajas.
En el sexto spot, Anuncio Neutro 2 (Figura 16, 17 y 18), todos los sujetos
coinciden en la percepción del valor salud y las confiabilidades comprenden
del 0,3 al 0,2, por lo que son bastante bajas. Todos los sujetos también coin-
ciden en la percepción del valor familia y las confiabilidades comprenden
del 0,8 al 0,5, por lo que son altas. Todos los sujetos perciben el valor bienes-
tar y las confiabilidades van del 0,4 al 0,3. Respecto al valor paz, es percibido
por todos excepto por los chicos más mayores y las confiabilidades van de
0,4 al 0,2, por lo que son bajas. El valor amistad es percibido por todos ex-
cepto por los más mayores y las confiabilidades comprenden del 0,4 al 0,3.
En relación al valor respeto, es percibido por todos excepto por los más ma-
yores y por los chicos medianos y se observa que la confiabilidad es de 0,3
en todos los casos. El valor libertad es percibido únicamente por las chicas
más pequeñas y por las medianas y la confiabilidad es en ambos casos de
0,3. Sobre el valor esfuerzo, sólo es percibido por las chicas más pequeñas y
por los chicos medianos y la confiabilidad va de 0,3 al 0,2. Respecto al valor
cooperación, es percibido por todos excepto por los más mayores y por los
chicos medianos y se observa que la confiabilidad es 0,3 en todos los casos.
Como patrón general, se observa que el valor salud y el valor bienestar
son percibidos por todos los grupos de sujetos en la mayoría de spots, con
confiabilidades medias que van del 0,6 al 0,2, la confiabilidad es el grado de
coincidencia en la elección y valoración del valor entre los sujetos; si hay
unanimidad, la confiabilidad será 1, si coinciden el 50%, la confiabilidad
será de 0,5. Los grupos de sujetos no coinciden en la percepción del valor
salud y del valor bienestar en el Anuncio Neutro 1, además, tampoco hay
coincidencia por parte de todos los grupos en la percepción del valor bien-
estar en el spot de Estética Corporal 2.
Se destaca que en el Anuncio Neutro 1 no hay ningún valor que haya sido
percibido por todos los sujetos, contrariamente a lo que ocurre con el Anun-
325
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
cio Neutro 2, que es el spot donde hay más valores que han sido percibidos
por todos los sujetos, en concreto, los valores bienestar, salud y familia, éste
último sólo es percibido por todos los sujetos en este spot.
Figura 1: Espectro de valores del spot EC1 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 2: Espectro de valores del spot EC1 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
326
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Figura 3: Espectro de valores del spot EC1 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 4: Espectro de valores del spot EC2 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
327
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Figura 5: Espectro de valores del spot EC2 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 6: Espectro de valores del spot EC2 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
328
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Figura 7: Espectro de valores del spot SB1 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 8: Espectro de valores del spot SB1 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
329
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Figura 9: Espectro de valores del spot SB1 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 10: Espectro de valores del spot SB2 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
330
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Figura 11: Espectro de valores del spot SB2 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 12: Espectro de valores del spot SB2 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
331
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Figura 13: Espectro de valores del spot AN1 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 14: Espectro de valores del spot AN1 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
332
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Figura 15: Espectro de valores del spot AN1 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 16: Espectro de valores del spot AN2 (1º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
333
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
Figura 17: Espectro de valores del spot AN2 (3º de ESO) en cada género.
Femenino Masculino
Figura 18: Espectro de valores del spot AN2 (1º de Bachillerato) en cada género.
Femenino Masculino
334
IMAGEN Y PUBLICIDAD
x (Sí
SB1 x (No 3) x x
1os)
SB2 x (No 3) x x (Sí 1) x
Conclusiones
Tal y como muestran los resultados de esta investigación, el valor salud se
percibe en la categoría de Estética Corporal y además, el valor bienestar
también se percibe en el spot donde aparece una celebrity explicando la difi-
cultad de “no atacar” la nevera después de cenar (EC1). Sólo en este último
caso, los valores percibidos (salud y bienestar), coinciden con la categoría
de Sentirse Bien. Además, el número de valores percibidos en los spots de
Estética Corporal y Sentirse Bien es inferior a los del spot donde aparece
una familia elaborando y consumiendo un producto (AN2), ya que éste es el
spot donde se perciben más valores: bienestar, familia y salud. Aunque por
lo contrario, en el spot donde aparece una madre que echa de menos a su
hijo por culpa de un producto que es equiparable a sus tuppers (AN1), es
el único donde no se percibe ningún valor. Se puede concluir pues, que los
adolescentes tienen cierta confusión para interpretar los mensajes publici-
335
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
336
IMAGEN Y PUBLICIDAD
Discusión
Los resultados de esta investigación permiten concluir que los valores que
los adolescentes atribuyen a los spots de productos de alimentación depen-
den de su categoría y están relacionados con el contenido de cada uno de
337
LOS VALORES PERCIBIDOS... RODRÍGUEZ-MUÑOZ Y AÑAÑAS CARRASCO.
los mensajes (visual y textual) transmitidos, igual que ocurre con el núme-
ro de valores percibidos en cada una de las categorías de spots. Muchos de
los mensajes de los spots estudiados emiten determinados estereotipos
comúnmente aceptados de “cómo” debe ser una mujer o un hombre para
lograr triunfar social o afectivamente en una sociedad. De acuerdo con Cas-
tillo (2006), la sociedad se enfrenta a ideales imposibles, que muestran la
delgadez femenina como símbolo de independencia, éxito social, personal
y profesional, los valores de antaño quedan relegados a un segundo plano,
enmascarados por el abuso de la moda y la publicidad. También estamos de
acuerdo con los resultados encontrados con Hernández (2002), en el senti-
do que la aceptación o rechazo de los mensajes, y su posterior manifestación
en un tipo determinado de conducta (efecto éste pretendido como finalidad
por el responsable de la comunicación), va a depender, considerablemente,
del modo en que es debido e interpretado el discurso publicitario.
Cabe destacar que el valor salud es atribuido a la mayoría de los spots y
el valor bienestar, en más de la mitad de los anuncios, debido a que en los
reclamos publicitarios relacionados con la alimentación se emplean dichos
valores para lograr una mayor aceptación del target. Por lo que se corro-
bora que este estudio sigue la línea de autores como Chapman, Nicholas y
Supramaniam (2006); Argarwall, Hordvik y Morar (2006); Jenkin, Wilson y
Hermanosn (2009); Abbatangelo-Craig, Byrd-Bredbenner y Austin (2008);
Williams y Gosh (2008) y Joo y Kuy Kim (2011), ya que todos ellos desta-
can la influencia de los health claims en la publicidad de alimentos. De este
modo, el consumidor tiene una actitud más asertiva a la compra (Tripj y
Vander Lans, 2007) y siguiendo la misma línea que la de la investigación de
Van y Leathwood y sus colaboradores (2007), esta estrategia se extrapola a
la marca. También estamos de acuerdo con Díaz-Méndez y González-Álvarez
(2013), que señalan que el consumidor está decidido a lograr la salud per-
fecta y duradera, por lo que la preocupación por estar sano comienza a ser
una cuestión muy relevante. Además, en los resultados de esta investigación
se ven reflejados los objetivos de los mensajes publicitarios transmitidos en
la publicidad de productos de alimentación, relacionándose el objeto publi-
citado con el concepto de salud y bienestar y, en la misma línea que propone
Vallone (2009), podemos concluir que la economía de la salud desemboca
en el actual consumo de salud.
Así pues, los resultados de esta investigación muestran que los adoles-
centes son un segmento de la población vulnerable a los reclamos publici-
tarios de los productos de alimentación relacionados con la belleza. Así, de
acuerdo con Prieto, Naranjo y García (2005), podemos concluir que la ado-
lescencia es la fase vital que tiene más riesgo de estar influida por la presión
sociocultural de la estética corporal, en la que se engloban sus habilidades y
destrezas motoras, su sexualidad, su género, etc. No obstante, se debe tener
en cuenta que, tal y como explican Carrillo y Tato (2012), la publicidad es un
elemento más en este contexto social, no el único factor causante o predis-
ponente hacia el adelgazamiento.
338
IMAGEN Y PUBLICIDAD
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Julia Moya, Universidad de Murcia, España
D
esde el siglo XVIII el predominio y la hegemonía del mecanicismo
hizo que los sistemas sociales se concibieran de modo análogo a los
sistemas físicos: de modo lineal, causal, con la lógica de la acción-re-
acción. Sucedió lo mismo con la comunicación. Durante mucho tiempo se
estandarizó y popularizó un diagrama para entenderla que debe ser juzga-
do hoy como inadecuado y distorsionador:
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Figura 4. Enfoque-perspectivas.
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Smart advertising
La narrativa transmedia se configura hoy como una nueva y eficaz forma
de comunicación y consumo (prosumo). Por eso, en los nuevos medios se
personalizan las ofertas; o, mejor aún, ofrecen lo que busca el cliente. Este
es un agente activo que no quiere la saturación del ruido publicitario. Es im-
prescindible, por ello, que los departamentos publicitarios de las empresas
conozcan la historia efectiva de las experiencias en entornos virtuales de los
potenciales clientes. Solo así podremos lograr una smart advertising.
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Consideraciones finales
Transmedia es hoy, en cualquier caso, mucho más que una estrategia de
comunicación publicitaria. Es, podemos decir, un nuevo paradigma en el
modo de generar y hacer circular los contenidos. No es extraño que entre
las key-words reconocidas por la literatura científica internacional encon-
tramos: Transmedia Storytelling, Transmedia Branding, Transmedia Play y
Transmedia Learning. Desde el punto de vista publicitario, la apuesta por
la narrativa transmedia significa defender que el alcance y éxito de una es-
trategia de comunicación corporativa, coordinada y unificada depende del
mix: contenido + inteligencia colectiva + participación de la audiencia. Solo
así puede hacerse evolucionar una marca, enriqueciendo su “storyworld”.
Nos atrevemos a decir que, conforme al nuevo paradigma comunica-
cional, la revolución en los medios y las transformaciones en las formas
de consumir y generar contenido por parte de las audiencias, la narrativa
transmedia se convierte en la estrategia publicitaria actual más potente. No
sólo refleja la nueva lógica interactiva de los digital media, sino que per-
mite superar los verdaderos motivos de la crisis de la publicidad tradicio-
nal: los medios masivos funcionaban por repetición y su principal objetivo
era transferir información sobre un producto que podía resultar, incluso,
atractivo, para el consumidor, pero este quedaba al margen. En la narrati-
va transmedia alcanza su centralidad. Es una auténtica revolución coperni-
cana en el lenguaje publicitario. Si la publicidad masiva y generalista basó
su éxito, desde Bernays, en el entendimiento de la masa, es el estudio y el
conocimiento de las multitudes inteligentes lo que nos debe orientar en la
publicidad transmedia.
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Narrativas transmedia en el contexto de la
convergencia mediática
Luis Manuel Fernández Martínez, Universidad CEU San Pablo, Madrid, España
L
as nuevas tecnologías han transformado la sociedad y han dado lugar
a una nueva cultura en la que el ser humano rompe las fronteras natu-
rales de la comunicación. Este nuevo enfoque digital de la información
va intrínsecamente ligado a la denominada convergencia. El término se re-
monta a la década de los 70 del S.XX, pero se ha visto impulsado a partir del
desarrollo de Internet y de la tecnología digital. Se trata de un concepto que
ha sido objetivo de análisis teóricos en ámbitos muy dispares.
Ithiel de Sola Pool aborda la convergencia como un proceso que “borra las
líneas que separan a los medios” y permite la “convergencia de los mecanis-
mos de distribución de información” (Pool, 1983). Se trata del primer teórico
de la convergencia entre relaciones personales y medios de comunicación.
En consonancia con esta teoría otros autores han aportado su particu-
lar interpretación sobre la convergencia. Winseck (1998) la trata como el
acercamiento entre tecnologías de la informática y telecomunicaciones;
Thompson (1999) habla de la integración de Internet con otros medios; Pa-
vlik (2004) incide en la singularidad de lo electrónico y digital de todas las
formas de comunicación mediatizada.
La aportación de Jenkins (2007) viene a tratar el concepto de la convergen-
cia cultural de los medios de comunicación. De acuerdo con este autor “la con-
vergencia es el flujo de contenido a través de múltiples plataformas mediáticas,
la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento mi-
gratorio de las audiencias mediáticas, dispuesta a ir a cualquier parte en busca
del tipo deseado de experiencias de entretenimiento.” Esta interpretación con-
firma un cambio en la forma de producir y consumir los medios. En la deno-
minada convergencia cultural los destinatarios asumen el rol de prosumidores
activos como productores y difusores en las redes de bienes y servicios cultu-
rales. Se desarrolla así una nueva etapa de la cultura del empoderamiento, de
participación de la ciudadanía como agente cultural proactivo.
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NARRATIVAS TRASNMEDIA. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
2.1. Concepto
El concepto de narrativa transmedia (transmedia storytelling) fue introducido
por Henry Jenkins en el año 2003 en un artículo publicado en la revista Tech-
nology Review, relacionándolo con su teoría de la cultura de la convergencia:
Cada medio hace lo que mejor sabe hacer, una historia puede
ser introducida en una película, expandida en una televisión,
en libros, y comics, y tal vez explorar experiencias interactivas
en videojuegos. Cada medio sirve como puerta de entrada al
mundo narrativo y no se necesita conocer la totalidad
para comprender las partes (Jenkins, 2003:4).
Para una definición más precisa del término, Jenkins (2003) lo define
“un proceso donde elementos integrantes de una ficción aparecen dispersos
a través de múltiples canales de distribución con el propósito de crear una
experiencia de entretenimiento unificada”. Las historias transmediáticas,
añadirá posteriormente Jenkins (2006), se caracterizan por el desarrollo de
múltiples plataformas mediáticas donde cada “texto” hace una contribución
específica a la totalidad.
Hay autores que anteriormente habían reflexionado sobre la transmedia-
lidad en otro tipo de escenarios y con diferentes objetivos. Según Corona Ro-
dríguez (2016: 36-37) la aportación de Jenkins ha sido la que en cierta forma
ha tenido mayor popularidad y aceptación por tres razones fundamentales:
primero por seguir trabajando e investigando posteriormente a partir de este
concepto, segundo por focalizar su investigación en el contenido generado
por el usuario y su dimensión participativa y tercero porque sus aportaciones
lograsen alcanzar visibilidad más allá de los círculos académicos.
En el ámbito español en cuanto a la investigación sobre las narrativas
transmedia, destacan autores como Carlos Alberto Scolari (2008 y 2013),
uno de los más prolíficos en este tema en castellano. Según Scolari, las na-
rrativas transmedia “son una particular forma narrativa que se expande a
través de diferentes sistemas de significación (verbal, icónico, audiovisual,
interactivo, etc.) y medios (cine, cómic, televisión, videojuegos, teatro, etc.).”
(Scolari, 2013: 24). Este autor incide en una estrategia que va mucho más
allá de la adaptación de un lenguaje a otro, sino aquella que desarrolla un
mundo narrativo con diferentes medios y lenguajes.
En cualquier caso, se trata de una nueva forma de contar historias a tra-
vés de diferentes medios expandiendo la historia. Se transmite un conte-
nido, una historia o pieza periodística mediante diferentes medios, ya sea
imagen, audio o vídeo.
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NARRATIVAS TRASNMEDIA. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
Hay por tanto un vínculo directo con el prosumidor, que adquiere un pa-
pel fundamental en la construcción en la construcción del mundo narrativo.
Su poder en el desarrollo de la producción audiovisual es inmenso y vital.
2.2. Prosumidores
Es evidente la importancia del consumidor en cuanto a la generación de
contenidos y a su participación en el proceso de creación del relato trans-
media. El usuario deja de ser un sujeto pasivo y pasa a considerarse prosu-
midor. Alvin Toffler aludía a este concepto hace más de tres décadas:
En esta era del prosumidor que señala Toffler, el contenido generado por
dicho usuario está adquiriendo cada vez mayor relevancia en la industria
audiovisual. Fernandez Castrillo incide en que el salto hacia este nuevo sis-
tema de producción producido a comienzos del S.XXI y basado en la
interacción con los internautas se debe a la consolidación del fenómeno
fandom debido al uso de las redes sociales. Así define dicho contenido:
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NARRATIVAS TRASNMEDIA. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
En esta nueva etapa en la que el transmedia cada vez más se está afian-
zando más gracias a las posibilidades de la web 2.0 podemos mencionar
algunos ejemplos clave:
• Star Wars. Esta exitosa saga cinematográfica no se concibió como
una narración transmedia desde el primer momento, pero poco a poco
fueron sucediéndose aportaciones desde diferentes soportes que enri-
quecían la historia: cómics, libros, series de animación, etc.
• Matrix. En este caso la saga si se concibió desde el principio como un
conjunto de relatos contados en diferentes medios. De hecho Jenkins
(2008) ejemplifica bajo esta película la magnitud del fenómeno transmedia
como emblema de las películas de culto en la cultura de la convergencia.
• Inteligencia Artificial: Este es uno de los ejemplos más recordados. La
productora, Warner Bros, diseñó un juego de realidad alternativa (“The
Beast) con el objetivo de promocionar la película. Eran los propios usuarios
los que iban descubriendo la mecánica del juego a través de diferentes pis-
tas. Incluso se ofrecía la oportunidad de conversar con personajes del juego.
Además se creó un portal en Yahoo donde sus miembros sugerían nuevas
líneas de juego, se ofrecían las imágenes durante el propio rodaje, etc.
Pero no sólo el cine cuenta con buenos ejemplos de narrativas transmedia.
Las series de televisión cuentan cada vez más con este tipo de estrategias:
• Juego de Tronos. La acción transmedia más destacada fue la evocación
de uno de los contenientes del universo de la serie a través de los sentidos
de ese lugar: se envió una caja de esencia a un grupo reducido de seguidores
(olor), se diseñó un paisaje sonoro en la web (oído), se creo una aplicación
móvil para describir la sensación climática (tacto), se diseño una aplicación
web de realidad virtual desde la que se podía visualizar dicho continente
(vista) y se ofreció un menú de comida especial en diferentes ligares de
Nueva York (gusta). La campaña obtuvo una viralización masiva.
• El Barco. Se emitieron mini episodios pensados específicamente para
Twitter, se diseñó un videojuego online con opción de jugar con otros
usuarios, se publicaba contenido exclusivo en la app mientras se emitía el
capítulo en televisión, se creo el blog específico de uno de los personajes de la
serie, etc. Este es un claro ejemplo representativo de una producción que
anima a su audiencia al uso de dos pantallas y a la plena participación. Ha sido
objeto de investigación en esta materia Deltell, la concibe como la primera
serie española con una estrategia de marketing 360ª plena:
Se realizan las acciones necesarias para integrar todos los me-
dios, canales y pantallas que se encuentren al alcance del target
de la serie, creando un tejido de inmersión para el espectador
y valiéndose de las iniciativas transmedia, esto es, la narración
de tales dimensiones que no pueda confiarse a un único medio.
La estrategia de El barco no es satisfacer simplemente a los es-
pectadores televisivos sino, sobre todo, atender al fenómeno de
las dos pantallas, que consiste en el consumo televisivo simul-
táneamente al uso del ordenador / portátil / tablet o teléfono
móvil. Los creadores de la serie proponen una nueva forma
de consumir su producto (Deltell, 2013: 350).
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3. Los retos
Los avances tecnológicos multiplican la oferta de entretenimiento en torno
al universo de un mismo producto. Entre todas las posibilidades, por sus
características y su capacidad de difusión, la web 2.0 es un medio idóneo en
el que afianzar las estrategias transmedia. No por ello, debe ser el único en
el que sustentarse.
Otro de los aspectos claves es la importancia del fenómeno fan en cuanto a
su aportación en este tipo de narrativas. Se hace necesario descubrir qué tipo
de públicos demandan esta forma de contar historias y ofrecerles diferentes
posibilidades para generar nuevos contenidos afines a las mismas. Estas co-
munidades de fans cuentan con un fuerte compromiso con dicho producto y
actúan como prescriptores respecto a otros potenciales consumidores.
Teniendo en cuenta este nuevo escenario cabe destacar la narrativa
transmedia como un escenario idóneo en el que generar mayor impacto,
vínculo y sinergias de los formatos televisivos con sus públicos.
Agradecimientos
Proyecto coordinado CONVERED: CSO2016-74980-C2-1-R, De la cultura de
masas a las redes sociales: convergencia de medios en la sociedad digital. Sub-
proyecto coordinador CONAUD: “Convergencia de medios y cambio cultural:
audiencias televisivas y uso de redes en el medio urbano”. Fondos FEDER.
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359
NARRATIVAS TRASNMEDIA. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
360
CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO SEGÚN SU
ESTILO DE VIDA
Sergio Rodríguez Rodríguez, Universitat Abat Oliba, España
Introducción
L
a fijación del público objetivo o target es fundamental en las estrate-
gias de marketing y comunicación. El errar en su definición tiene un
coste directo: se están realizando estrategias para un público quizás
no interesado en el producto o servicio. Por ende tiene un coste en términos
de oportunidad, se está desatendiendo un público afín al producto.
En la actualidad, salvo raras excepciones motivadas por la naturaleza
intrínseca del producto, las estrategias de marketing y comunicación de la
mayoría de empresas que se dirigen a un público mainstream (anglicismo
utilizado para designar público masivos en gran consumo) fijan como pú-
blico objetivo familias con hijos. Ahora bien, el marketing no es ajeno a las
modas y sucesivamente aparecen segmentos que acaparan la atención de
los expertos en mercadotecnia. En los últimos años los Millennials, por sus
características propias, han captado la atención de los departamentos de
marketing que intentan entender sus motivaciones para intentar lograr es-
tablecer un vínculo emocional con este target esquivo.
La imagen de las personas mayores y del envejecimiento parece obviada
de la cultura visual de nuestra sociedad. Una sociedad que enaltece las vir-
tudes de la juventud. En este contexto es lógico que a partir de cierta edad
los clichés impidan que las marcas utilicen en sus acciones comerciales a
personas que han dejado atrás la juventud.
La mayoría de planes de marketing y campañas publicitarias son ajenas a la
realidad sociodemográfica española. Los mayores de 50 años son excluidos de
las estrategias cuando su importancia en términos numéricos es creciente. El
envejecimiento de la población, con individuos que viven más años y con mejor
calidad de vida, hace que los “targets” mayores cobren especial relevancia.
En este contexto se fijó como hipótesis de Trabajo, el desarrollo de una
segmentación que permitiese determinar entre los hogares mayores aque-
llos que resultasen más interesantes para los departamentos de marketing.
Se decidió tomar como universo aquellos individuos con hijos independientes
económicamente entendiendo que eran estos los que tendrían un mayor po-
tencial en términos de propensión al consumo. Ya que al salir sus hijos del ho-
gar podrían destinar más recursos a satisfacer sus necesidades de consumo.
En el presente artículo se explica de manera somera cómo se realizó la
segmentación para focalizarse en el análisis de los grupos más relevantes.
361
CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.
Segmentación
La segmentación de mercados identifica, define y cuantifica el perfil de distin-
tos grupos de compradores que pueden tener necesidades distintas y pueden
ser susceptibles de acciones de marketing diferentes.
Según Kotler “en mercados tan amplios…, una empresa no puede atender a
todos los consumidores, ya que éstos son demasiado numerosos y diferentes en
cuanto a exigencias. La empresa, por tanto, debe identificar los segmentos de
mercado que puede atender con mayor eficacia” (Kotler, Cámara, et al. 2000).
En ocasiones interesa identificar perfiles de comportamiento para encontrar
grupos de consumidores que tengan características afines para poder adaptar
la oferta a sus necesidades concretas. (Grande, Idelfonso; Abascal 2007, p.359).
Siempre que estos grupos tengan un potencial de consumo lo suficientemente lu-
crativo para justificar el desarrollo de una estrategia y/o producto diferenciados.
Entre las muchas variables que se utilizan para segmentar mercados, se uti-
lizó la denominada segmentación por etapas de vida o ciclo de vida familiar
que divide los hogares según su estadio teórico vital. En concreto, se utilizó las
definiciones que la empresa de investigación de mercados TNS en colaboración
con ESADE estableció en 1998, definiendo 9 tipologías1 de hogares:
• Jóvenes independientes
• Parejas jóvenes sin hijos. Dinki’2
• Parejas con hijos pequeños
• Parejas con hijos medianos
• Parejas con hijos mayores
• Hogares monoparentales
• Parejas adultas sin hijos
• Adultos independientes
• Retirados
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Metodología
Para realizar la segmentación se utilizó el análisis tipológico no jerárqui-
co. En concreto se utilizó el método K-means propuesto por (MacQueen
1967)3. Con este método el investigador establece a priori el número de
grupos que deben formarse. Este algoritmo divide un conjunto de in-
dividuos en conglomerados, de tal forma que al final del proceso cada
caso pertenece al cluster cuyo centro está más cercano a él. Se utiliza
la distancia euclídea como medida para establecer la proximidad entre
cada caso y el centro de su respectivo cluster (Bisquerra Alzina 1989)4.
La distancia euclídea es la distancia geométrica en un espacio de unas
dimensiones determinadas:
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CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.
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Variables de segmentación
El cuestionario de AIMC Marcas posee una amplia batería de ítems, que en sus últi-
mas ediciones supera el centenar, sobre estilo de vida y actitudes que los entrevis-
tados han de contestar en la mayoría de las ocasiones utilizando una escala Likert
de cinco niveles desde el totalmente de acuerdo al totalmente en desacuerdo. Estos
atributos se revisan anualmente por los miembros de AIMC para incluir nuevas ac-
titudes o eliminar algunas.
Para realizar la segmentación, se tomó como punto de partida el cuestionario
del 2011. Se fijaron estos atributos y se cotejaron su continuidad en los años sucesi-
vos en aras de lograr una segmentación robusta en el tiempo. Se logró un listado de
80 ítems actitudinales que se repetían en los tres años disponibles.
Sobre estos 80 ítems, utilizando los datos de la base de datos de 2011 se realizó
un análisis de correspondencia con el fin de seleccionar las variables de segmentación
entre los atributos más discriminantes en función de su inercia. De los 80 atributos
iniciales se seleccionaron los 28 más discriminantes para utilizarlos como variables
activas para realizar la segmentación utilizando el método K-means ya comentado.
Se realizó la primera segmentación utilizando los datos del 2011. Se fijó un
máximo de 7 grupos, y se obtuvieron soluciones hasta un mínimo de dos grupos. En
la tabla 3 se observan los resultados obtenidos. Se consideró solución óptima la que
divide el colectivo en cinco grupos. Ya que no existían grupos con un tamaño menor
al 9% del total ni mayores del 30%.
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CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.
El proceso nos llevó a buscar las equivalencias entre los grupos en las
diferentes segmentaciones realizadas. En la tabla 5 se comparan los grupos
hallados en 2011 vs los de 2013.
Definición de grupos
El éxito de una segmentación estriba en que cuando se caracterizan los gru-
pos, sean plenamente identificables por parte del público al que va dirigido.
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Grupo A: Resignados
Parece un grupo que está en recesión. En 2011 representaban casi el 25%
del colectivo. En los últimos datos disponibles, los referentes a 2013, supo-
nen el 17,09% del total.
Tienen un sesgo femenino, un gran porcentaje de viudas y muchos son
de clase social media-baja y baja.
Este grupo encarna los estereotipos que tenemos asociados negativa-
mente a las personas mayores. No esperan mucho de su futuro porque opi-
nan que no pueden hacer mucho para cambiar su vida.
Es un grupo con unas actitudes tradicionales moderadas. Si bien es cier-
to que se declaran hogareños: “les gusta pasar gran parte de su tiempo libre
en casa” o “prefieren pasar una noche tranquila en casa que salir fuera”. Y
que tienen en su ADN el concepto tradicional de la responsabilidad, creen
que es “más importante cumplir con el deber que vivir sólo para disfrutar”.
Han alcanzado derechos de los que son conscientes, por ejemplo, creen
que el uso de los métodos anticonceptivos no son responsabilidad exclusiva
de la mujer. En temas más controvertidos, como la legalización de las drogas
blandas, se muestran más reacios.
Cuando compran su driver fundamental es el precio. Declaran que siem-
pre buscan los precios más bajos cuando van de compras y que habitual-
mente eligen los productos más baratos. No es extraño que suelan comprar
las marcas propias de los establecimientos comerciales.
Les gusta pasar tiempo con la familia, pero también es importante para
ellos sus amigos. Las nuevas tecnologías tienden a abrumarles e inter-
net les es ajeno. Su consumo de medios está muy focalizado a contenidos
televisivos.
Grupo B: Epicúreos
Es un grupo que parece estable en el tiempo. Si en 2011 eran el 27,86%, dos
años más tarde, en la base del 2013 representaban el 28,64% del total del co-
lectivo Nido Vacío.
No hay diferencias respecto al total del colectivo en la variable sexo. Grupo
con los individuos más jóvenes y mayoría de clase media. Resulta significativo
que, aunque son pocos, son el grupo con más individuos viviendo en pareja sin
casarse. Son el grupo con más activos laboralmente hablando.
Encarnan el prototipo de “a vivir que son dos días”. Han trabajado duro para
llevar adelante a su familia y creen que ahora se merecen disfrutar de la vida.
De esta forma declaran que lo más quieren en este mundo es disfrutar de los
placeres de la vida o que el éxito es aprovechar la vida, vivir la vida. Son extro-
vertidos y muy sociales.
Son los que menos dicen que les gusta pasar tiempo con su familia. Y en
cambio declaran que a diario pasan mucho tiempo libre con sus amigos. Tienen
un espíritu hedonista, les gusta ir a los sitios de moda, salir a tomar algo.
367
CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.
Si bien no se muestran inquietos ni por otros países ni por el arte. Son los
más liberales en relación a los derechos sociales como la legalización de las dro-
gas blandas.
En las compras se miman y se dejan llevar comprando cosas que no te-
nían previstas o que les resultan inútiles.
En su relación con los hijos parecen vivir, con esta situación de Nido Va-
cío, una liberación.
No se muestran muy entusiasmados con las nuevas tecnologías, pero uti-
lizan internet y algo más de un 10% Facebook de forma habitual.
En su consumo de medios destaca algo sobre la media su asistencia al
cine y la compra de revistas, esta última quizás por su preocupación por el
aspecto y el diseño.
Grupo C: “Nostálgicas”
Grupo ligeramente creciente, representaba el 14,45% del total del colectivo
en 2011, mientras que en 2013 llegó a representar el 18,84%.
Tiene un sesgo ligeramente femenino y están entre el grupo de más edad.
Son familiares “les gusta pasar tiempo con su familia” y hogareños “les
gusta pasar gran parte de su tiempo libre en casa”. Además, disfrutan mucho
cocinando con lo que son los perfectos anfitriones en las reuniones familiares.
Son muy tradicionales en sus valores. Son el grupo con mayor porcentaje
de individuos que piensan que el uso de los métodos anticonceptivos es res-
ponsabilidad de la mujer y los menos proclives a la legalización del cannabis.
Los hijos son fundamentales gran parte de su vida gira en torno a ellos
e incluso en este aspecto son clásicos y consideran que para el equilibrio de
los niños es importante que uno de los padres no trabaje.
Son el arquetipo de las abuelas. Siempre a disposición de los hijos a los
que les resulta difícil decir que no.
En la compra, cuando una marca les gusta tienden a serle fiel.
No son especialmente tecnológicos y tienen una vena nostálgica ya que
les gusta acumular objetos, souvenirs y recuerdos.
Televisión medio rey con alta implantación de los medios “print” (prensa
y revistas).
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Ahora bien, esto no es impedimento para que sus valores sean tradicio-
nales tanto en la visión del papel de la mujer como en otros temas. De hecho,
son el grupo que en mayor porcentaje suscribe la afirmación de que lo más
bonito en esta vida es tener/criar niños.
El reconocimiento social es algo importante para ellos, no desde el deseo
de destacar si no desde una necesidad de reconocer la valía.
Con las compras, también si una marca les convence tienden a serle fiel
y a comprar sólo marcas de confianza. La calidad es un driver importante en
su compra. Planifican sus compras
Los hijos son muy importantes sin llegar a alcanzar la posición totémica
del grupo de nostálgicas.
Son protecnológicos, los ordenadores y la red no les da miedo.
Su curiosidad les hace que sean grandes consumidores de medios para
estar totalmente al día.
A grandes rasgos parece la versión masculina del grupo D. Comparten
sus valores, pero al tener un sesgo más masculino hace que conceptos como
el trabajo y su posición cobren especial relevancia.
Grupo E: Ansiosos
Son el grupo más pequeño entre el colectivo Nido Vacío. En ambas segmen-
taciones están alrededor del 10% de la población. Entre los 566.000 indivi-
duos de 2011 y los 701.000 de 2013.
Son un grupo con un sesgo masculino, mucho más acusado en 2013. Es-
tán entre los más jóvenes y aunque en menor medida que en el grupo ante-
rior también destaca el porcentaje de clase alta y media-alta.
Son el segundo grupo, tras los epicúreos, más activo laboralmente.
Son la esencia del “show off”, es decir les gusta destacar, mostrarse, el
protagonismo, etc. En todos los ítems están por encima de la media con
lo que son casi imposible de definir. Porque, por ejemplo: compran en las
mejores tiendas, pero también suelen comprar marcas de las cadenas de
distribución
Hasta el punto que si revisamos las desviaciones de la media de las va-
riables activas en todas resulta positivo.
Conclusiones
Se han dado las claves para ayudar a cambiar el estereotipo asociado a la
edad. A romper el estigma que decidió que los mayores de 50 o más años no
son relevantes para las campañas de marketing y publicidad. Individuos que
buscan referentes propios no prototipos de una juventud ya pasada.
Se ha conseguido caracterizar cinco grupos dentro del colectivo nido
vacío que tienen, actitudes y características específicas. Estos segmentos,
pueden tener un tratamiento diferenciado por parte de los departamentos
de marketing y comunicación.
De esta forma podemos definir el foco estratégico para diseñar las es-
trategias de marketing y comunicación más adecuadas a cada grupo según
sus intereses:
369
CARACTERIZACIÓN DEL NIDO VACÍO. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ.
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370
IMAGEN Y PUBLICIDAD
371
IV. Imagen Cinematográfica
Inmersión e interacción
Del experimentalismo futurista a la vanguardia digital
Carolina Fernández Castrillo, Universidad a Distancia de Madrid, España
Palabras clave: arqueología de medios; Ars Electronica; cine futurista; cultura visual; inmer-
sión; intercreatividad; nuevas tecnologías; vanguardia
Introducción
L
a reciente celebración del centenario de la publicación del manifiesto ci-
nematográfico futurista (1916) constituye el marco de acción ideal para
la revisión de los principales postulados de la primera vanguardia italia-
na y su posible impacto en el desarrollo de una cultura audiovisual inmersiva.
Pese a que desde la historiografía vanguardista se haya considerado al
cine futurista como acte manqué (Bertetto, 1983), en realidad el posiciona-
miento de Filippo Tommaso Marinetti, respecto al séptimo arte nos brinda
un modelo comunicativo experimental basado en nuevas formas de inte-
racción con el espectador y en la ruptura de los límites de la pantalla. Su
interés por el medio cinematográfico se remonta a los orígenes de la pri-
mera vanguardia italiana y culmina con la publicación del Manifiesto de la
cinematografía futurista (AA.VV., 1916) donde anuncia, junto a sus colegas
futuristas, su intención de reformular el papel de las viejas disciplinas ar-
tísticas a partir del renovador poder expresivo del medio cinematográfico.
Toda una declaración de intenciones que un siglo después podemos asociar
a las teorías más recientes sobre intermedialidad y a exitosos casos de es-
tudio basados en la implementación de estrategias transmedia al ámbito de
la cultura visual.
La presente investigación se centrará en la aportación futurista en la
creación de obras visuales inmersivas adoptando una perspectiva metodo-
lógica basada en las recientes investigaciones en el ámbito de la Arqueolo-
gía de medios llevadas a cabo por Erkki Huhtamo (2011), Siegfried Zielinski
(2006) y Thomas Elsaesser (2016), entre otros. Las aportaciones de estos
teóricos servirán como punto de arranque para evaluar la influencia del le-
gado futurista en algunas de las obras inmersivas más relevantes de las dos
primeras décadas del siglo XXI.
Tendremos ocasión de comprender cuál ha sido la evolución de la aplica-
ción de los principios de interacción e inmersión al ámbito creativo audiovi-
sual desde una perspectiva transhistórica en la que el papel de las vanguar-
dias resulta decisivo.
A partir del análisis de una selección de obras vinculadas a Ars Electronica,
intentaremos comprobar la evolución del discurso vanguardista introducido
por Marinetti hasta el desarrollo actual de las narrativas inmersivas en el Media
Art o Arte de los nuevos medios. De este modo, el festival de arte visual electró-
375
INMERSIÓN E INTERACCIÓN. FERNÁNDEZ CASTRILLO
nico de referencia internacional nos servirá como marco de acción para lograr
comprender el estado actual de los procesos de creación y exhibición de obras
audiovisuales en las que urge una revisión de la interrelación entre el “autor” y
su “público”. Tendremos ocasión de reflexionar sobre los límites y posibilidades
de la labor creadora en la era digital para vislumbrar las nuevas incógnitas que
entraña el futuro de la cultura visual inmersiva en la era digital.
376
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
377
INMERSIÓN E INTERACCIÓN. FERNÁNDEZ CASTRILLO
378
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
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INMERSIÓN E INTERACCIÓN. FERNÁNDEZ CASTRILLO
Figura 3. Corpocinema.
380
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Fuente: Neil Brown, Dennis Del Favero, Matthew McGinity, Jeffrey Shaw y
Peter Weibel, 2006.
Casi tres décadas más tarde, Shaw presentaba la primera versión de T_Visio-
narium (2003), donde el usuario debía situarse en el centro de un habitáculo hin-
chable donde podía colocarse un casco y unos auriculares como interfaces para
381
INMERSIÓN E INTERACCIÓN. FERNÁNDEZ CASTRILLO
382
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Conclusiones
El discurso futurista, basado en la improvisación y el contacto directo con
el público, resultaba difícilmente compatible con una captación pasiva de la
realidad. Por ello la relación de esta vanguardia con el ámbito cinematográ-
fico siempre estuvo marcada por el deseo de generar un evento total, más
allá de los límites marcados por la emergente industria cinematográfica.
Tal y como apunta Enzo Nicola Terzano “hallamos una contradicción
sustancial, presente en los futuristas, entre el no saber, o aún mejor, poder
elegir, entre una tecnología de lo ‘primario’ – los medios tradicionales – y
otra de lo ‘secundario’ – los medios electromecánicos” (1992: 74). Esta im-
portante encrucijada también ha sido advertida por Giovanni Lista, quien
recuerda que, pese a que la imagen mecánica fuera acogida por los futuris-
tas como referente expresivo de un arte que conjugara dinamismo, cinética
y energía, en múltiples ocasiones fue excluida como medio estético (2007:
34) al considerar que no podía aportar el sentido de inmediatez que logra-
ban conseguir mediante sus performances en directo.
Con el fin de paliar tan paradójica circunstancia, Marinetti exploró dis-
tintas opciones para “calentar” el medio cinematográfico basadas en buena
parte en un intento por comprender los límites y posibilidades existentes en
la relación entre viejos y nuevos medios, lo que posteriormente se denomi-
naría el principio de la “remediación” (Bolter y Grusin, 1999). En algunas de
sus propuestas hallamos la incorporación de proyecciones cinematográfi-
cas en espectáculos teatrales para generar una comunicación intermedial y
performativa. Un inspirador planteamiento para la distinción entre medios
fríos y calientes introducido posteriormente por McLuhan (1964) en la dé-
cada de los años sesenta.
La lucha futurista por expandir los límites de la pantalla e involucrar al
espectador de forma activa en el proceso de creación y exhibición de la obra
fílmica halla una línea de continuidad en las experiencias actuales dentro del
ámbito del Media Art. Ars Electronica supone un punto de referencia para
conocer las tendencias de la vanguardia digital en las que se produce el salto
definitivo del mundo de la ilusión al de la interacción. En la cultura visual
actual prima la creación de espacios inmersivos y reactivos al movimiento
físico del visitante. Surge así una nueva estética basada en la interacción en
tiempo real entre el hombre y el medio tecnológico. De este modo, irrumpe
un nuevo horizonte creativo en el que ya no se persigue la representación de
la realidad a través de narrativas lineales y tramas cerradas, sino la génesis
de experiencias que reflejen la relación entre acción y resultado. La pérdida
383
INMERSIÓN E INTERACCIÓN. FERNÁNDEZ CASTRILLO
de control por parte del artista sobre el resultado final de la obra revitaliza
las premisas vanguardistas que, a comienzos del siglo XX, ya presagiaban el
importante papel del medio cinematográfico como respuesta a la necesidad
de plasmar la naturaleza cambiante y en continuo proceso evolutivo de la
propia existencia humana.
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384
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
385
El cine que mira a la televisión
Lecciones sobre la construcción televisiva
en el universo fílmico español
Andoni Iturbe Tolosa, Universidad del País Vasco, España
Palabras clave: cine español; construcciones televisivas; Kika; REC; Zulueta; reportaje
Introducción
E
n el presente capítulo pondremos el énfasis en el modo en el que deter-
minados directores españoles han ido construyendo una visión particu-
lar de la televisión. Según nuestra hipótesis, la construcción televisiva
de determinados directores españoles es útil para reflexionar acerca de la
televisión. Una hipótesis más ambiciosa podría ir encaminada a sugerir que
muchas de esas operaciones han servido para, al menos, comprender las mu-
taciones del audiovisual y para enunciar y anticipar formas televisivas.
Habría que tener en cuenta que en los últimos años ha aumentado la
literatura científica y académica en torno a las formas y narrativas televisi-
vas, pero el material sobre una relectura revisionista y crítica sobre la his-
toria de la televisión en España ha sido proporcionalmente menor. No ha
ocurrido lo mismo con la historiografía del cine debido a la aportación de
antologías recientes.
Diversos estudios bibliográficos han analizado la influencia en la car-
tografía del cine español de determinados géneros teatrales, pictóricos o
literarios, tales como el sainete, o el esperpento. El propósito del presente
capítulo es abordar la construcción televisiva en el cine español, que posee
una serie de películas específicas que dialogan con la naturaleza discursiva
del mundo catódico. Serán cinco las películas (Historias de la televisión; 1, 2,
3
al escondite inglés; La casa de los Martínez, Kika y REC) seleccionadas. Las
cinco obras elegidas mantienen una sólida dialéctica con el universo cató-
dico y, a su vez, son una manifestación significativa tanto de la evolución de
la parrilla televisiva como de los modos de producción de la cinematografía
española. Proponemos así, un viraje desde el reportaje-ficción (Historias de
la televisión) a la ficción-reportaje (REC).
No es casual que los dos objetos de estudio sean la televisión y el cine,
dos de las manifestaciones visuales más significativas de nuestros días.
387
EL CINE QUE MIRA... ITURBE TOLOSA
388
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
invertido (11 millones de pesetas) por “su previsible éxito popular”. La nota
incide por segunda vez en la “brillante demostración de los medios técni-
cos de nuestra T.V.”, a través de relato que viene a contentar a la emergente
televisión española más que a la industria cinematográfica, razón suficien-
te para solicitar un aumento de precio en las entradas. Estamos, por tanto,
ante una película que ya desde la producción recalca el proceso estructural
de la televisión más que sus estrategias narrativas o los cauces de ficción,
centrándose en las “5 W”: El qué (la televisión), el cómo (organización), el
quién (el mundo de la televisión), el por qué (su incipiente desarrollo) y
dónde (España). “Por las características del film. Su explotación comercial
deberá centrarse principalmente en el mercado español, ya que tanto los
tipos, como los ambientes, situaciones y escenarios son típicamente espa-
ñoles y de difícil comprensión fuera de nuestra Patria”, argumenta las notas
de producción de la película. Y lo narra desde la perspectiva de un relato de
ficción. Un reportaje-ficción.
Historias de la televisión habla de la fenomenología de la televisión como
discurso-encrucijada (la televisión como marco irrenunciable y totaliza-
dor). El papel de los presentadores, representantes directos de la televisión
y actores principales de TVE, es un papel crucial para el reconocimiento
del relato: Jesús Álvarez; Carmina Alonso; José Luis Uribarri, Isabel Bouzas,
Antolín García y David Cubedo conforman la enunciación sobre el mundo
televisivo tras el discurso del narrador.
Historias de la televisión se posiciona en un momento de gran debate so-
bre el peligro de las dramatizaciones en la televisión y su apuesta por el en-
tretenimiento. La Comisión de Radiotelevisión Educativa de las Direcciones
Generales de Radiodifusión-Televisión y Enseñanza Primaria confecciona-
ban un manual (La televisión escolar, 1968: 68) editado en 1967-1968, ba-
sado en la tarea compartida de la revista escolar, que “abordó la difícil tarea
de dar con los contenidos propios de la que se ha llamado modernamente
cultura popular, entendiendo por tal la cultura de los hombres activos o la
cultura más apta para el desarrollo”.
389
EL CINE QUE MIRA... ITURBE TOLOSA
pop. Gracias a ese trabajo para TVE, Zulueta se posicionó como un valor
emergente de la cinematografía nacional.
El papel de RTVE fue decisivo para que la modernidad diera paso a pro-
ductos enérgicos y rompedores a finales de la década de los 60. Estamos,
por tanto, en una era específica de la televisión española donde emergen
nuevos productos audiovisuales que vendrían a introducir realizaciones
novedosas y originales dentro incluso de la producción televisiva europea.
Manuel Palacio (1992) readapta la historia de televisión de Ellis (2000)
y considera que después de la arqueología de la primera prototelevisión
viene una era histórica que empezaría con productos señeros como Último
grito, directamente ligado con Un, dos tres… al escondite inglés (1969), de
Iván Zulueta. Fue el programa que le dio el aldabonazo para poder filmar su
primera película.
Las conexiones entre el cine y la televisión eran constantes en el ámbito
de la música moderna como resalta Viñuela (2009). Y en ese contexto se
sitúa una producción como Último grito. Manuel Palacio (1992:38) señala
que “Iván Zulueta fue el principal responsable de los hallazgos expresivos
que convierten a Último grito en uno de los programas más interesantes
de toda la historia de la televisión en España”. Y sobre todo, añade Pala-
cio (1992:40), ocupa “una posición cercana a lo que internacionalmente
se denomina música visual, territorio prácticamente virgen en la historia
del audiovisual español (lugar que asimismo le corresponde a Un, dos, tres,
al escondite inglés)”. Un territorio que explotan, por lo tanto, tanto Último
grito como la película objeto de análisis, que desde su concepción general
se significaba como una prolongación de la experiencia televisiva de Último
grito, como incide Heredero (1989:161) En todo caso, estamos ante una era
donde aflora una sustanciosa manifestación creativa en el marco televisivo
gracias a visionarios como Iván Zulueta, que inscriben a Último grito en una
era de la modernidad española (y europea).
El filme narra la reacción de un grupo de jóvenes que asisten con rabia
a la selección de la canción ganadora de Mundo Canal. Se reúnen en una
tienda de música pop, y justo ahí comenzarán a urdir una serie de sabotajes
en contra de los supuestos grupos que podrían representar dicha canción
en el certamen internacional de la canción. Los saboteados son algunos de
los grupos más conocidos de la época, que bajo la batuta de José María Iñigo,
que presenta el programa de referencia para los musicales, intentan evitar
ser los siguientes saboteados. Finalmente, un miembro del grupo asaltará
el festival para dejar constancia de su desacuerdo y sabotaje. La acción la
convertirá en una celebridad.
El primer borrador de la película escrito por Jaime Chávarri mantiene
el corpus esencial del texto final. Sin embargo, conviene reparar en la pre-
sencia de la radio. Desde la primera secuencia, se observa la irrupción de la
radio (en el texto final la presencia de la televisión será primordial):
• Aparatos de radio de todo tipo y antigüedades, en P.P. mientras se
escucha una melodía dulzorrona y pegadiza.
La aportación significante de Un, dos, tres
al escondite inglés al lenguaje
del videoclip abre un sugestivo (re)planteamiento sobre la agudeza de las
390
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
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EL CINE QUE MIRA... ITURBE TOLOSA
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IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Kika (1993)
Historias de la televisión, Un, dos, tres
al escondite inglés y La casa de los
Martínez se inscribían en el género de la comedia. Kika, en cambio ofrece
una serie de superficies significantes en las que subyacen tanto las heridas
del noir como la gracia de la comedia naif.
El relato cuenta las vivencia de Kika, una maquilladora de televisión que
convive con Ramón, un fotógrafo voyeur y hermético con el que vive en un
ático de Madrid, cerca donde vivirá su padrastro, después de que se alejara
de él tras la muerte de su madre.
Kika no es la única película de Pedro Almodóvar en la que inserta la
presencia del objeto y del aparataje televisivo ya que prácticamente es una
constante dentro de su filmografía. Pero sí es la primera película que de-
dica en exclusiva a la construcción de un programa televisivo: Lo peor del
día, cuya presentadora es Andrea Caracortada. La presencia de dicho reality
show recorre todo el texto fílmico. Paul Julian Smith (2006:151) considera
que la television es un elemento indispensable: “Television, no less than the
393
EL CINE QUE MIRA... ITURBE TOLOSA
394
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
REC (2007)
En la opera prima de Jaume Balagueró, Los sin nombre (1999), basada en
una novela de Ramsey Campbell, guarda una presencia significativa al apa-
rato televisivo. El guión de la película convoca 16 veces al término “televi-
sor”, presencia que marca la compañía simbólica del personaje principal,
una madre aterrada por la desaparición de su hija, oficiosamente muerta.
Un ejemplo de la recurrencia y construcción televisiva en los autores convo-
cados en estas páginas.
Recordemos que tanto Balagueró como Plaza dirigieron la película
sobre “Operación Triunfo”, un talent show que marcó una época, antes de
embarcar en la dirección de la saga de terror, convertida en todo un acon-
tecimiento cinematográfico en España y en países menos interesados en el
consumo habitual de producciones españolas. Guillermo Tato (2014) ad-
vierte de que la política de Filmax, productora de REC, se enmarcaba en las
producciones más baratas ante “la nueva situación del mercado audiovisual
que empezaba a acusar los estragos derivados de la piratería y los inicios de
una crisis galopante”. Finalmente, el presupuesto de la primera película de
la saga ascendió a 1,2 millones de euros.
REC está protagonizado por una reportera y su cámara, que están ha-
ciendo un reportaje en una estación de bomberos con la intención de re-
tratar la profesión de estos, su modo de vida y sus situaciones de riesgo. El
reportaje construido en REC no tiene un objetivo claro: tan solo observar,
narrar o subrayar cómo trabajan y viven los bomberos. Ángela Vidal es la
reportera de “Mientras Usted duerme”, un programa que realiza reportajes
nocturnos.
Intenta hacer una entradilla del reportaje que está preparando: el se-
guimiento de una dotación de bomberos que espera su próxima salida. Lle-
gamos a ver incluso las tomas falsas: el punto de vista es el del cámara de
televisión llamado Paco con el que interactúa y prepara el reportaje. Está
en el interior de parque de bomberos y nos dice qué veremos “cómo viven,
cómo duermen y qué comen”, entrando por tanto en el terreno privado-ínti-
mo. Por tanto, dicha apertura coloca al espectador en una trama incontrola-
ble, mediatizada por la importancia del acontecimiento casual que tendrán
que cubrir. Aunque el reportaje ficticio de REC no se podría encontrar en la
parrilla televisiva española actual, los nuevos hipergéneros han fraguado
formatos que han primado tendencias docudramáticas justamente a partir
de 2008, un año después del estreno de REC (2007).
El vestíbulo del edificio precintado funciona como un laboratorio donde
se practica y se examina a los vecinos-concursantes que se eliminan y se
inculpan mutuamente. Las entrevistas de la reportera acentúan las dudas
y los reproches mutuos y evidencian la necesidad de confesarse ante la cá-
mara y conseguir un estatus quo frente a la audiencia potencial. Entiende
Lipovetsky (2009) que los juegos de telerrealidad se posicionan en el espa-
cio de la autenticidad, la intimidad y la emisión en directo y no en el gran
espectáculo ni en la ficción cinematográfica. REC textualiza la construcción
de la telerrealidad a través de las formas del reportaje.
395
EL CINE QUE MIRA... ITURBE TOLOSA
Conclusión
La cartografía del audiovisual español, especialmente interdependiente en-
tre la industria del cine y la televisión, merecía un estudio que contemplara
la utilidad del escrutinio de las películas elegidas.
Es indudable que muchos estudiosos han puesto la mirada en el análisis
de la presencia televisiva en caso de algunos directores icónicos como Al-
modóvar o José Luis Sáenz de Heredia, aportando diferentes metodologías:
estudios culturales (Paul Julian Smith); o trabajos recientes de Historia de
los Medios de Comunicación Social, o semióticos, pero esta investigación ha
sido la primera en centrarse en la evidente utilidad de la puesta en relación
de la construcción televisiva de determinadas obras y directores españoles,
que han subrayado de forma contundente, constante y coherente el texto te-
levisivo a lo largo de su carrera. Una práctica textual que se había abordado
de forma insólita, acentuando la influencia o las motivaciones casi genera-
cionales o posmodernas de la televisión, pero que según nuestra investiga-
ción habría que (re)ordenar y poner en relación.
El objetivo de la hipótesis inicial se ha visto recompensada por concluir
que es útil la forma en la que determinados directores españoles han reverti-
do del universo catódico, sobre todo en un momento en el que desde el cine se
establecen compartimentos entre ambas industrias y formas textuales.
A lo largo de las cinco películas hemos ido constatando la pertinencia de
articular un análisis crítico que tenía como objeto refrendar la utilidad de
una determinada forma de ver, analizar y construir el enunciado televisivo
en un filme, en un lugar de encuentro de elementos provenientes de univer-
sos conceptuales muy diferentes (Zunzunegui, 1994:40).
Se podría concluir que Kika supuso un punto de inflexión en la forma
en la que el director manchego se aleja de las referencias directas de la te-
levisión española para crear un formato que embebe de otras fuentes. Lo
396
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
peor del día, el espacio televisivo recreado en el filme, no tiene una trasla-
ción directa en la parrilla, de la misma forma que Historias de televisión y
Un, dos, tres… al escondite inglés recurren a Eurovisión, el espacio musical
por antonomasia de la televisión mundial, o La casa de los Martínez, basada
en el programa homónimo de TVE, asiste directamente a operarse sobre
sí misma. A partir de Kika, las películas españolas que han construido una
concreta forma televisiva se alejan de la referencialidad más directa.
En todo caso, consideramos pertinente la utilización del término reportaje
para contrastar la evolución y la conclusión de la construcción televisiva en el
universo fílmico español, desde la ficción-reportaje hasta el reportaje-ficción.
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397
398
Los Divafilmes: orígenes
Ma l’amor mio non muore, Sperduti nel buio y Assunta
Spina
Ludovico Longhi, Universitat Autònoma de Barcelona, España
Armando Rotondi, IAB - Institute of the Arts Barcelona, España
Palabras clave: Cine mudo italiano; Lyda Borelli, Francesca Bertini; Divismo Cinematográfico
E
s necesario ilustrar una breve premisa antes de estudiar el fenóme-
no del Divafilmes, como germen del posterior estrellado cinemato-
gráfico femenino (años 20 y 30). Hay que considerar las figuras de
la Grandes Actrices e implícitamente de los Grandes Actores, es decir, los
protagonistas de los escenarios teatrales, precedentes y contemporáneos a
los orígenes del cine. Efectivamente, a partir de la segunda mitad del siglo
XIX y hasta las primeras dos décadas del siglo sucesivo, el creciente rol del
director de escena es todavía secundario respecto a la figura de los
Grandes Intérpretes y del Capocomico (el jefe de la compañía que asumía
también responsabilidades productivas). Actores y dramaturgos consa-
grados realizaban incursiones (a veces con mucha difidencia como en el
caso de Pirandello) en aquel nuevo medio que, en aquella época, solo el
visionario Ricciotto Canudo consideraba una nueva forma expresiva. Los
artistas del teatro culto, sin excesivo entusiasmo, experimentaban esta no-
vedad. Eleonora Duse interpreta Cenere (Febo Mari, 1916) una adaptación
de la homónima novela de Grazia Deledda (1904); incluso el famoso Er-
mete Zacconi realiza esporádicas interpretaciones tanto en época del cine
mudo Padre (Dante Testa y Gino Zaccaria, 1912), como en siguientes pro-
ducciones sonoras: Processo e morte di Socrate (Corrado D’Errico, 1939).
La historiadora Anna Sica (2013) recuerda como el énfasis interpretativo
de Eleonora Duse, Ermete Zacconi, Ermete Novelli, Giovanni Emmanuel en
Italia y de Sarah Bernhardt en Francia, ha constituido un modelo dra-
matúrgico para la construcción del estrellado cinematográfico de Floren-
ce Lawrence, Asta Nielsen, de las transalpinas Lyda Borrelli y Francesca
Bertini (protagonistas de nuestro estudio) y, luego, de Lillian Gish, Greta
Garbo… Como testimonian las experiencias de los Meiningen en Alemania,
o de André Antoine, Lugné-Poe y, sobre todo, de Konstantin Stanislavskij,
en los escenarios fin de siècle la nueva figura del director teatral se hacía
responsable de toda una serie de decisiones de puesta en escena que valo-
rizasen el ars recitandi de los grandes intérpretes. Y no solo, a partir de la
revolución dramatúrgica inaugurada por los dramas de Henrik Ibsen, tam-
bién el texto literario (tradicionalmente en contradicción dialéctica con su
traducción escénica) alimentaba el áurea artística de los Grandes Actores y
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LOS DIVAFILMES...LONGHI Y ROTONDI
En otro artículo de 1925, titulado “La Duse! Ancora la Duse!”, Bracco re-
cuerda con inmutado entusiasmo un encuentro parisino entre Sarah Bern-
hardt y la gran actriz napolitana ocurrido dieciocho años antes. Reviviendo
la cuestión sobre quién fuera el mejor escritor defiende animadamente a
su predilecta.
1
Todos los artículos han sido recompilados en un primer volumen Tra l’arte e gli artisti (1918,
Nápoles: Giannini) luego reeditado y ampliado en 1941 con el titulo Nell’arte e nella vita (Lan-
ciano: Carabba).
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La Borelli y el borellismo
Ma l’amor mio non muore! se estrena en otoño de 1913 consiguiendo un
inmediato éxito mundial. Triunfo personal de Lida Isabella Lyda Borelli gran
diva de los coevos escenarios italianos, que sin la posibilidad de utilizar su voz
de contralto arriesga la reputación experimentando nuevas soluciones
interpretativas. Éxito comercial y artístico de Mario Caserini. Tras un pasado de
actor y luego de metteur en scène en la Cines, el decano de los directo-res
transalpinos finalmente obtiene plena libertad en demostrar las posibi-lidades
artísticas del cinematógrafo. Hacia finales del 1912 Mario Caserini, junto con el
empresario cinematográfico Domenico Cazzulino, crea la Film Artística Gloria…
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Bertini, protagonizada por una Virginia Balestrieri (gran actriz teatral sici-
liana, que en el cine, lamentablemente, no consiguió el estatus de diva). La
película en cuestión es Sperduti nel buio (Nino Matoglio, 1914), otra adap-
tación homónima de un texto teatral del crítico teatral y dramaturgo Ro-
berto Bracco (ya citado más arriba). El drama había sido representado a
principio de siglo con gran éxito en toda Italia y, ya en 1912 la productora
turinesa Itala Film había intentado convencer al autor napolitano a realizar
una versión cinematográfica. Bracco desconfiaba en la posibilidad expresiva
del cinematógrafo y se resiste por un tiempo considerable antes de ceder
los derechos de trasposición. Lo convence Nino Martoglio un comediógrafo
que apreciaba mucho y que trabajaba como director artístico único de la
productora Morgana Film de Roma. A pesar del hecho que la Balestrieri y su
pareja masculina Giovanni Grasso fueran sicilianos (al igual que el director),
el guion es redactado por el mismo Bracco que pretende respectar rigurosa-
mente la ambientación napolitana. Y efectivamente…
… en los exteriores de Sperduti nel buio se percibe el calor del
sol de Nápoles, que calienta con la misma intensidad el frac
del Duque de Vallenza como el pobre vestido remendado de
Paolina. La luz penetrante muestra todos los meticulosos de-
talles de los vestuarios (Umberto Barbaro, 1939: 264).
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habría sido seguramente suyo (Canosa, 2015, 7). Algunos años más tarde la
profecía se cumple. En 1914 Giuseppe Barattolo decide reconvertir su Cae-
sar Film (empresa de distribuición romana) en productora. Ficha a impor-
tantes figuras del cinematografo como Emilio Ghione, Camillo Riso, Gustavo
Serena, Francesca Bertini (estos tres últimos napolitanos) y adquiere del
mismo Di Giacomo los derechos de Assunta Spina y A San Francisco para sus
trasposición cinematográfica. Nominalmente ambas películas figuraban di-
rigidas (e interpretadas) por Gustavo Serena, que sin embargo, decide con-
centrase en la segunda, lamentablemente perdida. En el otro caso todas las
decisiones artísticas son asumidas por la Bertini…
¿Y quién podía pararla? Estaba tan exaltada por el hecho de in-
terpretar Assunta Spina que se había convertido en un torbellino
de ideas, iniciativas, sugerencias. Mandaba en perfecto dialecto
napolitano; organizaba, dirigía los extras decidía las angulacio-
nes de cámara y si no quedaba contenta de algunas tomas, las
volvía a rodar según su criterio (Martinelli, 1992, 96).
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Referencias
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Pesadillas existenciales Escandinavas
y su traducción al cine de Hollywood
El caso de “Insomnio” de Erik Skjoldbaerg
José Luis Valhondo Crego, Universidad de Extremadura, España
Palabras clave: existencialismo, cine negro, cine neo-noir, remake, rearticulación, mito, racio-
nalización
E
l género negro cinematográfico ha sido tradicionalmente asociado a
transiciones hacia nuevos modelos de sociedad que producían cues-
tionamientos por parte de los sujetos protagonistas respecto a sus
papeles en los escenarios de sus vidas. En este sentido el género comparte
mucho el existencialismo como corriente filosófica. El período de entregue-
rras y la posguerra de 1945 produjeron las manifestaciones más notables
de cine negro clásico hollywoodiense. No en vano, muchos de los filósofos
existencialistas se confesaban lectores del género.
El género negro decae coincidiendo con la recuperación económica de la
guerra y la llegada del Estado de Bienestar Social que promovió en Europa
y Estados Unidos una sociedad de consumo complaciente y despreocupada.
Sin embargo, a partir de la década de 1970, asistimos a un resurgir en lo que
se ha denominado el cine neo-noir, explicado como síntoma del agotamien-
to del modelo social hegemónico y de la Modernidad en general.
El neo-noir surge como renovación estética y política del género negro
clásico y entronca con la posmodernidad, recuperando los tintes existen-
ciales pero con significados diferentes respecto al contexto social. El tapiz
social sobre el que se inscriben los argumentos del neo-noir cambiaron y
con él los significados de eso argumentos. El género se ha extendido a países
como Suecia, que representa la quintaesencia del éxito de las políticas de
Bienestar europeo y que, sin embargo, también esconden una cara oscura
que ha sido expresada y/o explotada comercialmente a través del neo-noir
escandinavo1. Paradójicamente, las consecuencias no deseadas de eleccio-
nes racionales del modelo político escandinavo se han traducido en la au-
sencia de redes afectivas en las comunidades.
A finales de la década de 1990 se estrenó “Insomnia” de Erik Skjoldbaerg,
un ejemplo claro de rearticulación de las claves del cine negro aplicadas al
conexto escandinavo. Algo más tarde, Hollywood compró los derechos de la
película y encargó a Christopher Nolan la realización de remake.
Este artículo explora la rearticulación del discurso original de la trama
de “Insomnia” a partir del marco teórico del discurso tal y como se entiende
desde la perspectiva de Laclau y Mouffe (1985). En sí misma, una narración
1
http://elpais.com/elpais/2017/05/24/fotorrelato/1495615590_126816.html
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fílmica puede considerarse desde esta perspectiva como un discurso que pre-
tende invocar para el espectador lo Real lacaniano a partir de su representa-
ción imaginaria y simbólica. Para ello, intenta fijar una serie de significados
a través del establecimiento de relaciones entre los pivotes básicos que per-
siguen representar lo Real. La rearticulación supone la modificación de los
significados de los nodos respecto a los cuales ese discurso se construye.
La metodología aquí utilizada parte de la idea de que la película original
establece esos pivotes o nodos mientras que el remake desliza las relaciones
de significado entre esos pivotes; incluso, a veces, elimina algunos de ellos
y crea otros. Hemos empleado el método comparativo a partir del Análi-
sis de Contenido de ambas películas, sugiriendo como categorías o nodos
principales, por un lado, conceptos míticos como culpa, asesinato, alter-ego
o ley y, por otro, conceptos narrativos extraídos de la teoría de David Bord-
well (1996) sobre el canon clásico de Hollywood, a saber, causa-efecto, re-
dundancia, comunicabilidad o estilo. Además, hemos añadido conceptos
de Cultura Visual para apoyar estéticamente las cuestiones temáticas de la
comparación.
A continuación, se estructurará el texto en base a las ideas principales que
tienen que ver con los deslizamientos de sentido entre el original y el remake
a través de las comparaciones de las relaciones entre personajes y su signifi-
cado dentro del discurso de la película. Concluiremos con la reflexión, por una
parte, sobre el significado del cine neo-noir en relación al cine negro clásico y,
por otra, sobre la diferencia entre el original y su remake.
Los resultados indican que la rearticulación de Hollywood desliza el sig-
nificado de la culpa hacia acepciones más relacionadas con la redención del
protagonista, empleando para ello una estructura dramática típica del ca-
non de Hollywood.
La racionalización de la culpa
La culpa es un sentimiento vago y poderoso. Racionalizar la culpa viene a ser
cuantificarla lo más posible, materializarla de manera que puedan extraerse
consecuencias para la vida cotidiana del individuo. No es sólo “ponerla en pala-
bras”, “estructurarla en un relato”, es eso y algo más; en concreto, intentar me-
dir sus efectos, del modo en que la Modernidad pretende cuantificar cualquier
fenómeno, incluido el de los sentimientos. La racionalización de la culpa en el
relato fílmico hollywoodiense tiene que ver con la forma en que el protagonista
se enfrenta a sí mismo, a sus propios errores, elaborando un relato para repre-
sentarse su culpa, su responsabilidad existencial y, como colofón, concluir con
acciones de redención que permitan purificarle dentro de la comunidad.
La puesta en escena es diferente en ambas versiones de “Insominio”,
pero los hechos narrados no difieren en el acontecimiento principal: el ase-
sinato del compañero del protagonista a manos de este, por error. La dife-
rencia radica en cuál es el antecedente de esos nudos de acción y cuáles son
las consecuencias, es decir, qué tiene que ver el error edípico del asesinato
del compañero con el pasado del detective, y cómo se representa a sí mismo
el protagonistas los hechos en cada versión.
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Sin embargo, hay una diferencia aún mayor entre ambas y tiene que ver
con las consecuencias de la culpa. En la americana, el detective construye y
comunica un relato sobre las causas de su transgresión. Lo hace primero en
la escena de la cena con su compañero, cuando pretende persuadirle para
detener la investigación incoada por el departamento de Asuntos Internos,
evitando así que los criminales sean excarcelados. Pero es en el tercer acto
cuando Will Dormer, el detective, expresa verbalmente su elaboración del
relato con argumentos explícitos y racionales. Lo dice con una sentencia de
ecos maquiavélicos: “El fin justifica los medios”; además, acompaña el ar-
gumento con una retórica emocional, contando a la dueña del hostal el su-
frimiento del niño asesinado por el criminal a quien Will Dormer cargó con
la prueba falsa. Verbalmente explicita una razón para sus acciones, siendo
capaz de enfrentarse a su transgresión. En una escena posterior, Will com-
pletará el ciclo de pecado-culpa-redención cuando admita ante su discípula,
la detective Ellie, la verdad sobre la muerte de su compañero. En resumen,
estas racionalizaciones tienen tres implicaciones narrativas y morales que
distinguen ambas propuestas, la sueca y la americana:
1. Will es capaz de elaborar un relato sobre la culpa, es capaz de repre-
sentar lo Real e instituirlo dentro de una cadena simbólica como es el
lenguaje. Cuenta al público, a través de dos personajes interpuestos por
el guionista, las razones que subyacen a su conducta; en otras palabras,
es capaz de racionalizar lo impensable.
2. Will se redime cuando impide que Ellie haga desaparecer la prueba
(el casquillo de bala) que lo implica en el asesinato de su compañero.
Carga con las consecuencias de la racionalización de su culpa.
3. Con la representación de la subtrama clásica hollywoodiense de
maestro-discípulo, la película instituye el ciclo de pecado-culpa-reden-
ción propio de los dramas hollywoodienses.
En general, la versión americana nos muestra a un detective capaz de
contarse a sí mismo un relato verosímil y razonable sobre las causas de
su conducta transgresora, además de actuar coherentemente y conjurar
la amenaza identificada: fabricar pruebas falsas en aras de un Bien mayor
no consensuado (porque el detective decide quién representa el Mal). En
contraste con esto, la trama sueca no presenta a un protagonista capaz de
solucionar la amenaza a la que se enfrenta. Para empezar porque ésta no
está tan localizada como en la versión americana. La amenaza parece ser
algo tan elusivo como la desconfianza paranoica hacia el otro, “la mirada del
otro”; algo mucho más difuso que produce más angustia. Además, la versión
sueca no racionaliza a través de un relato comunicable el problema latente.
El inspector Jonas Ergstrom no se confiesa con ningún personaje de su tra-
ma, está incomunicado. Y esto oscurece sus motivaciones de cara al espec-
tador, que están bastante claras en el caso de Will Dormer. En resumen, otro
aspecto que distingue ambas versiones y ambos tipos de cine tienen que ver
con lo que Bordwell llama comunicabilidad, con el grado en que la narración
transmite claramente a su espectador las motivaciones de sus personajes.
Según lo dicho podríamos hablar de un personaje moderno en la versión
americana y de uno posmoderno en la sueca. El detective americano tiene
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La amenaza: el mal
La amenaza tradicional en el cine negro se identifica con el asesino, el crimi-
nal, aquel que transgrede la ley o el tabú. La versión americana de “Insom-
nia” presenta el Mal puro, criminales que han asesinado a niños. Antes de
ser desterrado, Will Dormer ha ejercido como “juez”, sin serlo, con ese tipo
de criminales clásicos, saltándose las reglas e incriminando al sospechoso
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PESADILLAS EXISTENCIALES ESCANDINAVAS. VALHONDO
con pruebas falsas. Sin embargo, con el nuevo caso en Alaska, la naturaleza
del antagonista cambia con respecto al cine negro clásico y se bifurca en
dos sentidos: por una parte, el criminal (Walter Finch) se sofistica y, sobre
todo, es testigo de cómo Will Dormer mata a su compañero. Por otra parte,
desde la propia institución policial, Asuntos Internos investiga las prácticas
de Will Dormer.
Anthony Giddens (2008) diría que el detective es un sujeto moderno que
se enfrenta a una institución moderna, ya que ambos reflexionan sobre su
identidad y la modifican. A diferencia de la década de 1940, cinco décadas
después, la institución vigila a los propios policías para que no se corrom-
pan. Y el asesino es un escritor acostumbrado a simular tramas, como el
policía está acostumbrado a experimentarlas. Es decir, toda la sociedad ha
ganado reflexividad respecto a la sociedad de los años 40. El detective no
sólo se enfrenta a un asesino sofisticado sino que, además, se enfrenta a una
institución sofisticada.
Aún así, la amenaza en la Insomnia americana está personificada, y no es
tan proteica o polimórfica como en el caso de la versión sueca. Will Dormer
se enfrenta a Asuntos Internos en la figura de Worfield, el jefe de la sección.
La vigilancia que ejerce Warfield sobre Dormer se continúa a través de Hap
(el compañero de Will Dormer), y tras la muerte de Hap, esa vigilancia se
lleva a cabo por el propio asesino (Walter Finch): los tres personajes encar-
nan la amenaza que Will racionaliza en su discurso. Por el contrario, en el
caso de Jonas, la amenaza dominante resulta ser un elemento más difuso. Al
principio, esa amenaza se traduce en el rumor maledicente de sus compañe-
ros de trabajo, que comentan la razón por la que Jonas ha sido desterrado.
Ese germen amenazante crece paranoicamente en la mente de Jonas gracias
a que se añade la mirada insidiosa de Jon Holt (el asesino), la de Froya (la
amiga de la víctima) y la de la recepcionista del hostal, aparte del estrés
producido por la falta de sueño.
En definitiva, la versión americana transforma una amenaza interna y
difusa (el deseo sexual del protagonista, Jonas Ergstrom, y la vigilancia so-
bre este deseo que ejerce la mirada ajena) en una amenaza externa y perso-
nificada (la vigilancia que ejercen Asuntos Internos y el asesino después de
que Will Dormer fabrique pruebas falsas).
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cados que dejen claro que él es el detective y Walter Finch el asesino, a pesar
de los avances de este por establecer esa equivalencia moral entre ambos.
En la escena en la que ambos se encuentran en un ferry, Finch emplea una
retórica propia para acercarse a la identidad del policía, señala qué tienen
en común ambos, desde que él era niño y admiraba a la policía, hasta el mo-
mento actual, cuando ambos acaban de cometer un asesinato por accidente.
Will Dormer rechaza esa identificación y establece la equivalencia entre
Finch y la cantidad de psicópatas con las que ha Will ha tenido que tratar en
el pasado. La amenaza de Finch está fuera y puede ser cosificada, convertida
en una cosa; de hecho, Dormer compara a Finch con un retrete atascado al
que un fontanero tiene que arreglar. Pretende despojarle del aura romántica
o intelectual con el que Finch quiere elevar su estatus hasta el propio del
detective. Para Dormer, Finch es un psicópata que viene mal de fábrica, por
eso puede ser comparado con una cosa que no tiene libertad para elegir.
De esa manera, le niega su humanidad y sus motivos, eliminándolo como
imagen especular con la que empatizar o confundirse. Dormer adopta no
solo el papel de detective punitivo sino de terapeuta capaz de distinguir la
psicopatía de Finch y mantenerla separada de su propia cordura.
En el caso sueco, Jonas sí tiende a fabricar una imagen especular con el
asesino al que persigue. No rechaza la identificación cuando se encuentran
en el teleférico (el escenario equivalente al ferry en la versión americana)
y más tarde, cuando todo se resuelve, reconoce que el asesinato de la chica
pudo deberse al accidente o al pánico. En cualquier caso, a algo incontro-
lable que, aunque extraño y alienante para ambos (para Jonas y Jon), es la
causa de su conducta transgresora. En el mismo sentido, podemos entender
el deseo sexual de ambos y la forma en que actúa en ellos como una fuerza
enajenadora, intrusiva, imposible de representar y, por tanto, de ser comu-
nicada a otros. Jonas entiende el pánico de Jon y la humillación que sintió
cuando la chica se rió de él. Lo entiende porque él mismo, en una escena an-
terior, estuvo acariciando el sexo de Froya en el coche, de una forma que pa-
recía incontrolable, como poseído por ese deseo. Esto nos lleva a comparar
la diferente relación de los detectives, americano y sueco, con un personaje
clásico en el cine negro, la femme fatale.
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Referencias
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Las pequeñas voces de los desplazados
por la violencia en el cine colombiano
Un pilotaje con base en el filme Pequeñas voces (2003)
Luis Fernando Gasca Bazurto, Corporación Unificada Nacional de Educación
Superior CUN, Colombia
Lesly Catalina Dueñas, Corporación Unificada Nacional de Educación Superior
CUN, Colombia
Palabras clave: cine; conflicto armado colombiano; desplazado; diáspora; representaciones sociales
Introducción
E
l filme Pequeñas voces (2003) narra en técnica de animación y en viva
voz de cinco niños sus experiencias en algún lugar de la geografía
colombiana durante la violencia generada por conflicto armado y la
posterior expulsión de su territorio. La película hace parte de ese curioso
híbrido entre género documental y técnica de animación que se populari-
zo con el filme Vals con Bashir (2008). Este tipo de cine se encuentra en
el umbral de la veracidad del documento y la interpretación del artista. El
tradicional cine documental muestra el registro de imágenes y sonidos de
hombres y lugares que existen o existieron en un momento histórico y lugar
determinado. Un documental es una interpretación de la realidad pues el
director escoge los momentos de su interés, edita los fragmentos del filme
y los monta para narrar en orden coherente lo que a su juicio es la verdad.
Desde hace muchos años se ha discutido en el ámbito del género documen-
tal dónde termina la interpretación del artista y comienza la realidad. De
hecho existen enfoques de cine documental que esperaban ser muy fieles
a la realidad como el Cinema Verité o Cine Directo norteamericano. En otro
lugar del debate es sabido que géneros seudo documentales como el Cine-
ma Mondo también demostraron que la realidad es altamente manipulable
y susceptible de transformarse en ficción con el concurso de técnicas cine-
matográficas como el montaje, la fotografía y el maquillaje. El caso es que lo
que hoy se denomina animación documental se encuentra en un lugar muy
diferente pues este tipo del filmes se muestran abiertamente documentales
pero a la vez son objeto de expresión plástica al servicio de la realidad.
El conflicto armado colombiano se ha representado en diversos filmes
que han expuesto la complejidad del problema. En los escenarios cinemato-
gráfico y real el desplazado por la violencia es un actor constante y a la vez
la víctima. En la perspectiva expuesta se inició un proceso de investigación
en el que se propuso a manera de hipótesis que el desplazado por el con-
flicto armado colombiano a sido sujeto de representación por la cinema-
tografía nacional que ha determinado su imagen y esta misma es la que se
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LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
Marco teórico
¿Qué es la realidad? Lo que reconocemos como realidad se refiere a algo
muy diferente de lo real. El concepto de realidad deriva de lo que el hom-
bre entiende por mundo simbolizado pues este es una creación sistemas de
signos y significados. La respuesta la proporciona Jacques Lacan cuando ex-
plica el estadio del espejo. Según Capetillo (1991) dice Lacan que el hombre
se integra y participa del mundo simbolizado hacia los seis u ocho meses
de edad cuando se descubre ante el espejo. El niño que reconoce su ima-
gen también se observa completo. Ese reconocimiento le permite saberse
distinto a sus padres y lo comprende por analogía que lo hace consiente de
distinguirse de los otros. Capetillo (1991) declara que el niño ha entendido
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IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
esta instancia porque su madre se lo hizo saber verbalmente cada vez que lo
ponía frente al espejo y le expresaba: “Tú eres eres ese” (356). El enunciado
materno está cargado de significados que le permiten al niño identificarse.
Para Lacan el estadio del espejo es la entrada del individuo al mundo sim-
bólico a través de lo verbal. De esta manera la realidad es una construcción
simbólica en la que el lenguaje es parte fundamental pues le permite al indi-
viduo relacionarse y expresarse con sus semejantes. Y es que el lenguaje es
un complejo sistema simbólico que ayuda a construir el mundo, desde allí
se expresan los sentimientos, se constituyen las sociedades, la cultura y las
civilizaciones. Ahora bien, como expresa Eco (2012) “Recordemos, de paso,
que lo que Lacan llama lo simbólico es lo semiósico, aunque se trate de un
semiósico identificado con el lenguaje verbal” (p. 8). En al vía señalada por
Eco lo simbólico no sólo se ciñe estrictamente al lenguaje sino a imágenes
pues lo que observa el niño al situarse frente al espejo no es otra cosa que
una imagen en la que se reconoce. Asimismo la realidad está poblada múlti-
ples signos icónicos que nutren distintos sistemas simbólicos que remiten a
indistintos complejos culturales. Las lenguas, los metalenguajes, las icono-
grafías, entre otras hacen parte de la realidad pues todo ello de una u otra
manera significa algo para alguien. En el sentido señalado el mundo sim-
bólico es la realidad y su contrario lo real, o sea el mundo no simbolizado.
Así pues todo acto de la producción humana al igual que un ritual, una
obra de arte o un documental hacen parte de la realidad. Dadas así las cosas
la realidad vivida y el documental se encuentran en la instancia simbólica.
Esto significa que de una u otra manera ambas son susceptibles de inter-
pretación. Ahora bien, el proceso de construcción simbólica es una cualidad
inherentemente humana que devine de la capacidad de abstraer y crear sig-
nificados y la manera en que estos se representan. Representar es volver a
presentar lo que ya está. Un artista representa su concepto del mundo pero
no es el mundo sino una interpretación. Sin embargo, el artista no es el úni-
co que representa pues el individuo del común también lo hace. Un hombre
intenta comprender lo que tiene ante si, hace deducciones y las expresa a
sus semejantes quienes también crean supuestos. En ese proceso de com-
partir lo que a juicio de cada quien es la realidad surge lo que se denomina
representaciones sociales. El concepto de representación social es una “pre-
paración para la acción” según Sergei Moscovici (1979, p. 6). Moscovici en
principio desarrollo este concepto que básicamente expone las maneras en
que el sujeto social intenta constantemente comprender su entorno de ma-
nera práctica para aprovecharlo de la mejor manera posible. Sin embargo,
ese entorno es cambiante pues cada vez que ocurre algo que afecte a la co-
munidad esta lo resinifica o le da un nuevo sentido. Surgen entonces nuevos
significados o cambian los que ya existen. Esto también condiciona nuevas
prácticas en torno a un objeto. Para Banchs (1986) la representación social
se refiere “a aquellos conocimientos que se elaboran colectivamente en la
comunidad cara a cara y que versan sobre un objeto significativo dentro
de un colectivo” (p. 36). La explicación del autor alude a un conocimiento
elaborado en conjunto por el colectivo sobre una cosa particular. Esa cosa
u objeto es aquello que significa algo para el conjunto. Es decir, cuando se
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Metodología
El pilotaje se diseñó en tres fases: en la primera se analizó el filme Pequeñas
Voces (2003). En la segunda se proyectó el filme a un grupo de estudiantes a
quienes se les indagó sobre la película. Posteriormente, con algunas variantes,
se emuló la actividad anterior a un grupo de niños de familias desplazadas por
la violencia. La tercera fase consistió en comparar los resultados y extraer las
conclusiones. En primera instancia se observó el filme y se transcribieron la
totalidad de los testimonios. El análisis sobre el texto descubrió que salvo una
niña que dice llamarse Jazmín los demás niños no tienen nombre. Estos cinco
niños protagonizan el relato junto a Jazmín pero también intervienen dos más:
en una ocasión la hermana mayor de Jazmín y en otra un niño no identificado.
También se muestran otros personajes infantiles pero su presencia sólo sirve de
soporte al relato de los ya señalados. Aquí también se develó que el objeto hogar
era el principal aunque se manifestaba de manera tácita. Con base en el objeto
hogar se descubrieron otros que se manifestaban en rotación, alternancia y opo-
sición sobre el primero. En rotación: familia, madre, casa. En alternancia: campo,
ciudad. En oposición. Guerrilla, paramilitares y ejercito. Estos últimos además
generaban sentimientos de incertidumbre, violencia y peligro. Posteriormente
los testimonios transcriptos se cargaron al programa Atlas. Ti. En el software
se marcaron los momentos que correspondían a los objetos señalados que se
propusieron como categoría principal: hogar y los demás como categorías emer-
gentes. Este software permite ver las relaciones semánticas y numerar las veces
que se expresa cada categoría. Con los resultados del Atlas. Ti y el análisis her-
menéutico sobre el documento se dedujo el sentido del texto.
El objetivo de la segunda fase fue descubrir de qué manera el público per-
cibía el filme y por otro lado cómo lo observaba un grupo que había sido toca-
do directamente por la situación que allí se narraba. Para ello se dividió la fase
en dos momentos cada uno con un grupo específico de participantes. El primer
grupo era ajeno a la situación y el segundo eran víctimas de desplazamiento for-
zado. Para el primer grupo se tuvo en cuenta el sistema de clasificación de pelí-
culas colombiano que determina la edad del espectador. El filme Pequeñas Voces
(2003) se clasificó en el rango PG+7 (Paternal Guide). Esta clasificación indica
que parte del contenido es inapropiado porque presenta de manera moderada
violencia, desnudos, palabras soeces, etc. Esta clasificación recomienda que los
niños deben estar acompañados de sus padres o un adulto quién facilite la com-
prensión del contenido. Entonces se convocó a un grupo de veinte estudiantes
del programa de Dirección y Producción de Medios Audiovisuales con un pro-
medio de edad entre los 18 y veinte años. Para el segundo grupo se convocaron
a nueve niños entre los siete y los ocho años hijos de familias desplazadas por el
430
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
431
LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
cuatro dibujos y se solicitó a los autores que explicaran lo que habían dibuja-
do. Una vez recolectada la información de los dos grupos se procedió a hacer
el análisis y a extraer las conclusiones.
Resultados
El análisis del filme Pequeñas voces (2003) reveló que la idea de hogar apa-
recía de manera constante. Esta noción aparece de manera tácita pero enun-
ciada en oraciones que señalaban el apego hacia el lugar en el que crecieron
los niños, hacia los padres, a la casa, a la familia y la nostalgia que demostra-
ban por haberlo abandonado. Asimismo se enuncia la situación de agobio,
violencia y perdida que percibían en la gran ciudad que los había acogido.
Ello significaba que el sentido de hogar se encontraba unido a ideas de afec-
to o miedo que estaban presentes en el espacio temporal que habitaban ori-
ginalmente y se mantenía en el lugar de residencia posterior. El afecto se
relacionaba con la familia y los amigos. El miedo hacia los actores armados
fueran ejercito, guerrilla o paramilitares pues irrumpían y violentaban el
hogar. De esta manera el hogar se manifestaba como el objeto principal y
gran categoría que recogía dentro de sí elementos que fungían de manera
complementaria como la madre, la familia o la casa y otros opuestos que
representaban peligro para la estabilidad familiar. Entonces la noción de
hogar se relacionó con estas últimas para comprender el sentido que adqui-
ría en cada circunstancia. Las nuevas categorías se apilaron en tres grupos
divergentes: campo - ciudad, arraigo – violencia, familia – actores armados
(ejercito, guerrilla, paramilitares). Estas categorías se cargaron al programa
Atlas. Ti para señalar las partes del texto en que aparecían. A partir de allí el
software estableció una correlación inter categorial que se visualizó con la
generación de un documento en exxel que se reproduce en la tabla 1.
incertidumbre
Hogar: peligro
Hogar: ciudad
Hogar: campo
Paramilitares
Guerrilla
Ejercito
Hogar:
1 Ejercito 0 3 0 2 0 2 4 6 2
2 Guerrilla 3 0 1 8 0 3 7 6 2
3 Hogar: arraigo 0 1 0 5 1 0 0 0 0
4 Hogar: campo 2 8 5 0 0 3 4 4 2
5 Hogar: ciudad 0 0 1 0 0 4 2 1 0
6 Hogar: incertidumbre 2 3 0 3 4 0 4 3 1
7 Hogar: peligro 4 7 0 4 2 4 0 8 1
8 Hogar: violencia 6 6 0 4 1 3 8 0 3
9 Paramilitares 2 2 0 2 0 1 1 3 0
Fuente(s): generado por Atlas.Ti, 2017.
432
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Se observa que las casillas que tienen el tono de mayor intensidad son las
que menos relaciones convocan, mientras el tono menos intenso expresa las
más relacionadas. Por ejemplo, en la columna de la izquierda en la fila siete la
categoría Hogar: peligro (para expresar aquello que pone en peligro esa esta-
bilidad) tiene una intensidad de 7 y se relaciona con la columna 2 en la que se
encuentra el ejercito y la guerrilla. En esa misma fila la columna 9 (los paramili-
tares) tienen una intensidad de 2. Esto se explica porque en el filme aparece con
mayor frecuencia el ejercito y la guerrilla y ellos son los protagonistas del en-
frentamiento que casi destruye el pueblo. El software además permitió elabo-
rar una red semántica que permitía presentar de manera visual las relaciones
entre las categorías. En el gráfico 1 se presenta el resultado de la red semántica.
La red permite ver que el hogar rural está asociado al peligro que representan
los actores armados. También se muestra que el hogar urbano está impactado
por la violencia que genera incertidumbre y sensación de peligro. Sin embargo, al
contrario del campo en la ciudad el generador de esa situación es indeterminado.
Para la segunda fase del pilotaje se convocó a un grupo de veinte jóvenes que
no habían sufrido situación de desplazamiento. Las edades oscilaban entre los
diecisiete y los veinte años. Este grupo buscaba emular al público que bien pudo
haber asistido a las salas de cine a observar el filme. Se le explicó a los asistentes la
actividad, se proyectó el filme y se propusieron las cinco preguntas que se habían
diseñado. Las preguntas se plantearon de la siguiente manera: De acuerdo con el
filme Pequeñas voces qué piensa sobre el desplazado respecto a: ¿Cómo se mues-
tra el territorio Raizal? ¿Cree que debieron permanecer allí o escapar? ¿Cómo es
el nuevo territorio? ¿Qué cree que esperan de ese nuevo territorio? ¿Quién es el
desplazado? Las preguntas fueron contestadas por escrito. Los participantes po-
433
LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
dían responder con un dibujo o con una palabra. En los dos casos debían redactar
una breve explicación sobre el dibujo o la palabra que habían enunciado. Se les
solicito además que las respuestas debían concebirse en un adjetivo o en un ver-
bo. En la tabla 2 se muestran los resultados.
Tabla 2. Resultado del pilotaje con 20 participantes entre los 17 y los 20 años.
¿Cómo se ¿Cree que ¿Cómo es ¿Qué cree ¿Quién es el
muestra el debieron el nuevo que esperan desplazado?
territorio permanecer territorio? del nuevo
Raizal? o escapar? territorio?
Agradable 20 N/A 0 N/A 2
Indiferente 0 N/A 4 N/A 0
Desagradable 0 N/A 10 N/A 0
Desamparo 20 N/A 6 N/A 8
Peligroso 20 N/A 20 N/A 0
Permanecer N/A 0 N/A 4 2
Comenzar N/A 0 N/A 3 4
Escapar N/A 20 N/A 6 1
Regresar N/A 0 N/A 7 2
Fuente(s): generado por Atlas.Ti, 2017.
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IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Tabla 3: Resultado del pilotaje con nueve participantes entre los siete y los
ocho años en situación de desplazamiento
Hogar Familia Mascota Casa Madre Padre Campo Ciudad
Nº de
9 8 1 9 8 0 8 9
participantes
Fuente(s): generado por Atlas.Ti, 2017.
Para este grupo el resultado fue mucho más uniforme. La tabla 3 presen-
ta las imágenes que los niños dibujaron de manera recurrente. Se observa
la presencia constante de la madre, de la casa, la familia integrada con los
hermanos, los primos, e incluso de la mascota. Sin embargo, la figura pater-
na quedó ausente. Una constante fue que la casa siempre se dibujó al lado
izquierdo de la hoja y la mayoría le agregó un farol. Ya que los niños trabaja-
ron en grupo una posible explicación es que al observar a sus compañeros la
casa y el farol bien pudieron haber sido inducidos inconscientemente. Una
particularidad es que los niños añadieron a la casa elementos campestres
como un árbol, flores e incluso un río. La tabla intenta presentar esa sin-
gularidad en dos columnas denominadas casa y campo. Luego se pidió que
relataran de dónde venían y desde cuándo tiempo vivían en Bogotá. Para la
mayoría sus padres venían de otro lugar pero ellos siempre habían vivido
en la ciudad. Al interrogar por qué habían dibujado elementos del campo y
si aquello correspondía a un parque cercano declararon que era un sitio que
habían conocido alguna vez fuera de la ciudad. La tabla 3 además muestra
que de los nueve niños hubo uno que no dibujó a su familia ni a su madre.
Este niño que se presentó con el nombre de Esteban se dibujó solo junto a
la casa y al contrario de sus compañeros no intentó decorar ni hermosear
su obra. El boceto de Esteban se caracterizaba por líneas duras, formas cua-
dradas y se observaba que la representación de sí mismo era comprimida.
Cuando se le solicitó a Esteban que explicara su diseño fue muy parco. Asu-
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LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
Conclusiones
La película Pequeñas voces (2003) inicia con un fondo azul coloreado con
crayones sobre los que se ponen los créditos que evocan la caligrafía de un
niño. Este prenuncio muestra el contraste entre el universo visual evocado
por el niño en contrapunto sonoro con el sonido real de un espacio urbano
denso semejante al de cualquier gran metrópoli como Bogotá. La manera
en que inicia el filme advierte al espectador que se encuentra ante una in-
terpretación infantil de la realidad. En la secuencia que sigue los primeros
testimonios dejan entrever una ciudad fría, lluviosa y hostil, tras las imáge-
nes se mantienen los testimonios reales de los jóvenes protagonistas quie-
nes expresan su incertidumbre y temor ante una gran ciudad que constriñe
con el caos, la indiferencia y la violencia social. Los niños relatan que ese
lugar es peligroso pues ocurren asesinatos y escándalos generados por el
licor. Además añaden que sus padres deben salir a trabajar y regresan a al-
tas horas de la noche. Los niños quedan solos pero son consientes de que si
sus padres no trabajan no comen. El nuevo conflicto ocasionado por la gran
ciudad es expresado por uno de los niños: “Mí papá hay veces que trabaja
en echar asfalto, hay veces que no le sale trabajo, hay veces que llega a las
nueve porque hay veces que si llega a la nueve entonces se gana más plata
y si llega más temprano entonces se gana menos plata. Entonces con eso
estamos haciendo lo del mercado para comer” (Andrade y Carrillo, 2003,
Min. 1:10). En la ciudad al contrario del campo la comida no sale de la tierra
que se cultiva sino del salario que proporciona un empleo. Aquí el patrimo-
nio no es la cosecha sino la mano de obra como expresaría Marx. En todo
caso la ciudad es un territorio hostil que aprisiona a la familia pero a la vez
la separa. En la misma vía la niña que en el filme tiene el nombre de Jazmín
manifiesta contundente: “En la casa si estamos contentos pero en el barrio
no, porque por allá van señores y matan muchachos y mamá está buscando
a ver si se puede ir, pero la casita ¿cómo hace?” (Andrade y Carrillo, 2003,
Min. 01:10). La ciudad es un territorio de violencia del que hay que escapar
pero implica perder la casa que representa el patrimonio que cubre con su
436
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
437
LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
438
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
además del dolor y la muerte. Sin embargo, hay que adaptarse como dice el
niño que perdió sus extremidades: “Primero fue siempre dificultoso a pesar
de las ganas que uno le mete siempre que me talla por acá, que bueno, que
no uno tiene que irse acostumbrando a las cosas” (Andrade y Carrillo, 2003,
Min. 1:02:57). El desplazado no es sólo una víctima sino un sobreviviente.
El ejercicio de pilotaje en el primer grupo que emulaba al espectador del
común dejo entrever que el filme es bastante efectivo al describir las causas
y consecuencias del desplazamiento. A pesar de la dificultad para definir
quién era el desplazado aún así el conjunto de adjetivos permitían inferir
que era percibido como una víctima. La principal causa que consideraban
era la que más perjudicaba al individuo sin duda fue el desarraigo al que
se sometía. El grupo expresó que el filme mostraba una situación vívida y
sufrida. Lo que significa que la propuesta gráfica no influyó de manera ne-
gativa en la percepción de autenticidad ni de realidad. De todas maneras
el filme tiene el valor de que las voces son de los testigos que relatan al
público su experiencia. Por lo tanto el grado de ficción es poco perceptible
pues esas voces ponen el filme en un lugar que recuerda a la entrevista.
Así entonces la ficción de algunas escenas que recrean de manera visual
el contexto no desfiguran la percepción de realidad vivida ni distorsionan
la narración oral. Esta última es precisamente el soporte que mantiene al
espectador identificado con la situación de la víctima. En este sentido el fil-
me no alcanza a ponerse en el lugar de la implicación ya que se mantiene
una clara distinción entre lo ficcional ubicado en la imagen y la realidad
instalada en la voz. Lo que no resta su valor sino al contrario lo potencia
pues el grupo de participantes en su mayoría manifestó sentirse conmovido
con el relato fílmico pues sabían que esa situación se esta constantemente
presente en los campos colombianos. En contraposición consideraban que
lo que veían a diario en los medios de comunicación no lograba exponer de
manera tan real ni cercana como si lo hizo el filme. Ahora bien, la experien-
cia con el grupo de niños desplazados reveló otros tópicos que condicionó
la actividad diseñada originalmente dada la edad de los participantes y su
situación. La propuesta gráfica del filme que se basaba en los dibujos de
otros niños no logra acercarlos al relato audiovisual. Aunque se exponían
un concepto de realidad vista a través de los ojos de un niño las situaciones
narradas oralmente y recreadas visualmente provocaba en ellos un efecto
de distanciamiento hacia lo que allí observaban. En primer lugar, el que los
participantes observaran situaciones traumáticas ya vividas y reconocidas
por ellos. Por otro lado, el filme se centra en la descripción del testimonio
como relato universal. Es decir, narración de cierta manera reconocida por
todos. En este sentido dejaban de lado la realidad infantil que a la edad de
los siete a los ocho años aún muestra mayor preponderancia del pensa-
miento primario. De acuerdo con de Tavira (1996) todo individuo tiene dos
procesos de pensamiento: el primario o creativo y el secundario o secuen-
cial. El primero esta asociado a los niños y a los artistas y el segundo a la
lógica y a los adultos.
Si bien es cierto como afirma de Tavira (1996) el hombre nunca pierde
ninguno de los dos pensamientos según la edad va a prevalecer el uno sobre
439
LAS PEQUEÑAS VOCES... GASCA BAZURTO Y DUEÑAS
el otro. Particularmente el niño entre los siete y ocho años aún está muy con-
dicionado por el pensamiento primario. De hecho la experiencia con el grupo
de niños en situación de desplazamiento reveló a través del ejercicio que ellos
unían sin distinción su vida pasada y la presente adquiriendo esa simbiosis
una cualidad fantástica para el adulto que la observaba. La representación del
niño no es social sino subjetiva y en este sentido Pequeñas Voces (2003) que-
da imposibilitado para lograr una representación audiovisual integral en la
que ellos se vieran reflejados pero sólo lo logra tangencialmente por el dolor
compartido entre ellos y los protagonistas de la película. Antes del ejercicio
se había indagado de manera general sobre la situación de los niños así que
se sabía que todos eran víctimas de desplazamiento forzado y algunos había
sufrido de cerca la muerte de algún familiar. No obstante esta situación se
negaba. Ninguno de ellos admitió provenir de un lugar ajeno a Bogotá pero
si lo reconocían en sus bocetos. Posiblemente allí señalaban cierta nostalgia
hacia ese lugar que habían abandonado pero también enunciaban situaciones
internas mucho más complejas como el caso de Esteban quien en su mundo
se encontraba solo. La experiencia con los niños demostró que si el filme se
hubiera basado plenamente en los enunciados infantiles hubiera sido otro. Lo
que significa que si bien es cierto Pequeñas voces (2003) recrea una realidad
y la acerca al espectador esta no es la que un niño entre los siete y ocho años
de edad hubiera expresado. Debido a que aquella estaría mucho más carga-
da de simbolismos y abstracciones, incluso ni hubieran mencionado abierta-
mente el conflicto armado como ocurrió con el grupo de niños ya señalado.
Un filme basado concretamente en esta experiencia para una población como
la comentada requeriría de un ejercicio de análisis mucho más profundo
para detectar cómo los infantes están expresando esta realidad. Puesto que
el pensamiento del niño no se reduce simplemente a la realidad sino le da un
sentido particular que un adulto interpretaría como simple fantasía. Para ter-
minar esta experiencia también señala que sin el contexto externo a los niños
(narrado de manera general por la profesora) se hubiera creído que los niños
escogidos no eran víctimas porque ellos lo negaban. De esta manera el relato
contextual ayuda a determinar de una manera más clara el todo que ayuda a
ubicar el lugar del relato del individuo. Aún así Pequeñas Voces (2003) tiene
el enorme valor de que le da voz a la víctima.
Referencias
Araya Umaña, S. (2002). Las representaciones sociales. Ejes teóricos para
su discusión. Cuadernos de ciencias sociales. Costa Rica, Facultad Lati-
noamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Document Management
System (DMS). Obtenido 08, 2016, de http://unpan1.un.org/intra-
doc/groups/public/documents/ICAP/UNPAN027076.pdf
Banchs, M. A. (1986). Concepto de representaciones sociales. Análisis com-
parativo. Revista costarricense de psicología, 5(8), 27-40. Recuperado
de: http://rcps-cr.org/wp-content/uploads/2016/05/1986.pdf
Behar Rivero, D. S. (2008). Introducción a la Metodología de la Investigación.
Editorial Shalom.
440
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
441
442
De madres incorregibles e hijos imposibles
El conflicto materno-filial ante la muerte de la figura
paterna en el cine de la posmodernidad
Tamara Moya, Universidad Carlos III de Madrid, España
C
uando planteamos la existencia de una nueva tipología de películas que
abordan también desde una nueva perspectiva el conflicto materno-fi-
lial, debemos comenzar siguiendo los rastros de los imaginarios que nos
ha dejado el cine precedente. Indagar en anteriores tipologías para, de algu-
na manera, definir la nueva por oposición a todas ellas. De esta forma, cuan-
do evocamos la figura del niño conflictivo en el cine no podemos obviar tres
grandes tradiciones que sin duda han sentado las bases de la nueva tipología.
En primer lugar, lo hemos encontrado en la tradición del niño diabóli-
co característica del cine de género. A lo largo de la historia hemos encon-
trado niños terroríficos que encarnan diferentes variedades del Mal, desde
posesiones a invasiones extraterrestres, pasando por pactos con el Diablo
o lo más terrorífico aún: que el mal no tenga razón de ser aparente. Nos
podríamos remontar hasta La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968),
La profecía (Richard Donner, 1976) o El pueblo de los malditos, tanto en su
versión original de Wolf Rilla de 1960, como en la adaptación de 1995 de
John Carpenter, e incluso a la española ¿Quién puede matar a un niño?
(Narciso Ibáñez Serrador, 1976). Una tradición que en la posmodernidad
ha acabado derivando en las niñas vampíricas de Déjame entrar (tanto en
la adaptación de Tomas Alfredson de 2008 como en la americana dirigida
por Matt Reeves en 2010), donde la violencia se humaniza y los monstruos
forman parte de la vida cotidiana e incluso familiar. Sin duda, mucho le debe
el nuevo imaginario a esta tradición, cuyas derivas llevan hacia lo mons-
truoso y enlazan directamente con el género en algunas de las películas que
nos ocupan, como es el caso de Babadook, propuesta que parte del género
de terror para jugar con una tradición que enlaza con el imaginario de los
monstruos más físicos de la Universal de los años 30 hasta llegar al de la
posesión, pasando por, como decíamos, el del niño demoníaco. Y que termi-
nan acercándose a él en los monstruosos retratos de Tenemos que hablar de
Kevin o El niño que gritó puta.
No nos encontramos tampoco ante ese tipo de películas que retratan la
faceta social de niños o adolescentes proyecto de psicópatas en la línea del
cine de Gus Van Sant; principalmente hablamos de esa tradición impulsada
por Elephant (2003) y Paranoid Park (Gus Van Sant, 2007), y que cuenta
443
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
con precursoras como American History X (Tony Kaye, 1998). No nos situa-
mos ahora en la misma estrategia, pero sin duda nuestro corpus también
le debe mucho a aquellos imaginarios, y a ese otro tipo de retratos de hijos
que entran en conflicto con diferentes modelos familiares o institucionales
al llegar la adolescencia, como encontramos en películas tan dispares como
Las vírgenes suicidas (Sofia Coppola, 1999), Thirteen (Catherine Hardwicke,
2003), This is England (Shane Meadows, 2006), La clase (Laurent Cantet,
2008) o LOL (Lisa Azuelos, 2009), por nombrar algunas de ellas.
Tampoco nuestro corpus se puede enmarcar en esa tradición de pelí-
culas en las que el hijo se revela ante el modelo social establecido, tradi-
cionalmente simbolizado en la figura del padre autoritario e infranqueable,
personificación de la Ley. A menudo aquí el conflicto familiar es el desenca-
denante de un viaje iniciático relacionado con la etapa de la adolescencia.
Nos referimos a un imaginario que enlaza con Rebelde sin causa (Nicholas
Ray, 1955) o Una historia del Bronx (Robert de Niro, 1993) y que llega hasta
nuestros días con películas como la reciente A cambio de nada, debut en la
dirección del actor español Daniel Guzmán.
No estamos ante nada de eso, pero a la vez, estos nuevos imaginarios
enlazan directamente con todo ello, bien para subvertirlo, bien para adop-
tar una nueva deriva. Nos encontramos ante un nuevo imaginario que pa-
rece emerger como una cuestión tremendamente contemporánea, donde la
crisis de los grandes relatos ya no se manifiesta en un conflicto contra el
modelo social establecido, sino en una gran falla en la construcción de la
identidad de los sujetos, con un corpus que además reúne gran parte de las
características de los nuevos imaginarios sociales del cine de la posmoder-
nidad, como son los personajes borderline, la exploración de los límites, la
anomia, la ambivalencia, e incluso la aparición de nuevos monstruos.
Corpus de trabajo
El primer criterio a la hora de incorporar un título al corpus trabajado ha
sido el de la adecuación al tema elegido. En este sentido, hemos huido de
las tres tradiciones mencionadas anteriormente para establecer una pro-
blemática propia. Se ha pretendido así conformar un corpus con unas carac-
terísticas más o menos estables y luego varios títulos representativos de las
diferentes derivas hacia las que se puede inclinar el conflicto materno-filial,
incluyendo las del terror y la parodia.
La mayor parte de las películas que componen el corpus elegido tienen
la pluma de autores consolidados que han trabajado la cuestión de la iden-
tidad, con un valor autobiográfico añadido en el caso de las obras del joven
canadiense Xavier Dolan, como son su ópera prima, Yo maté a mi madre
(2009), y su penúltima obra estrenada en salas, Mommy (2014). Es también
el caso del autor francés Christophe Honoré, cuya adaptación de la novela
de Georges Bataille Ma mère (2004), se ha decidido incluir en el corpus para
trabajar la deriva hacia el mito edípico en el conflicto materno-filial. Del cine
latinoamericano tenemos el ejemplo del argentino Juan José Campanella,
si bien su ópera prima, El niño que gritó puta (1991), pertenece aún a esa
444
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
1
Consultar al respecto la crónica del estreno de la película redactada por Sergi Sánchez para
El Cultural (16/05/1999): http://www.elcultural.com/revista/cine/Santiago-Lorenzo-estre-
na-Mama-es-boba-una-de-las-peliculas-mas-radicales-del-ultimo-cine-espanol/14007
445
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
446
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
Síntomas
Los principales síntomas que manifiestas los personajes de las películas
analizadas son los siguientes:
• Conductas destructivas dentro del microsistema (madre, compa-
ñeros), así como hacia sí mismos
• Hiperactividad y falta de autocontrol
• Llamadas de atención y demanda afectiva continuas, que a menudo
se alcanzan mediante conductas delictivas (robo, agresión…)
447
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
Nuevas tipologías
Después de analizar las diferentes tipologías de niños/ adolescentes proble-
máticos que emergen en el corpus elegido podemos establecer tres grandes
categorías:
448
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
La ambivalencia
Encontramos personajes cuya conducta se caracteriza por ser completa-
mente ambivalente, que viven en una tensión constante como consecuencia
de tener que lidiar entre su lado racional y su lado pasional, que se mueven
entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte y que presentan sentimientos
ambivalentes hacia la madre. De acuerdo con la definición de Bauman:
Experimentamos ‘ambivalencia’ cuando nos debatimos en
medio de impulsos contradictorios. Algo, al mismo tiempo,
nos atrae y nos repele; deseamos un objeto con la misma fuer-
za que le tememos, ansiamos su posesión tanto como senti-
mos miedo de poseerlo. No se trata solo de la cuestión sobre
la incapacidad de decidirse; con mayor frecuencia sentimos
ambivalencia porque ese “algo” respecto al cual somos am-
bivalentes es ambiguo –a la vez malo y bueno, amenazante y
prometedor (…) No hay manera de gozar del ‘lado bueno’ sin
excluir al ‘malo’ (Bauman, 2005, 12).
449
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
450
IMAGEN CINEMATOGRÁFICA
La construcción de la máscara
Hay mucho de juego con las apariencias en todas estas mujeres, cuyo Yo
social parece no diferir demasiado de su Yo personal. Parecen soportar
máscaras permanentes a las que tampoco renuncian en la intimidad. Pero
también son personajes que actúan sin filtro, que se comportan de la mis-
ma forma de cara a la sociedad que en su entorno privado. En Retratos de
familia destaca esa madre continuamente preocupada por las apariencias2,
por el qué dirán, incapaz de comunicarse con su familia (el vínculo de unión
entre los tres miembros será la sirvienta filipina), pero que acude a sesio-
nes de autoayuda. Por otro lado, encontramos también madres excesivas,
extravagantes, que rozan lo ordinario, como en el caso de esa madre, que
no por casualidad se llama “Die” (Diane), que encontramos en Mommy, pero
cuyo comportamiento no varía en el entorno social (esa forma de mascar
chicle mientras le habla la funcionaria del centro o cuando acude a buscar
trabajo).
451
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
cuerpo como medio que lleva al horror, ya sea a través de la violencia o del
sexo. En Ma mère se produce un acercamiento entre horror y sexo en la línea
de lo que Pascal Quignard (2000, 47) denomina el espanto, “una relación
con el sexo marcada por la angustia y muy vinculada con la idea de muerte,
que traduce una forma de fascinación ambivalente”.
La fantasía
Otra manera de tocar los límites de lo real es la inclinación hacia la fantasía
y la construcción de mundos imaginarios. En efecto, la fantasía puede con-
vertirse en la expresión de huida del contexto familiar. En algunas de ellas
la expresión de la fantasía es más física que en otras, como ese niño atraído
por el mundo de la magia en Babadook o aquel que crea figuritas con la
goma de borrar como materia prima en Mamá es boba. También en Yo maté
a mi madre el protagonista elige la escritura y esa especie de videodiario
para verbalizar sus pulsiones más íntimas hacia la madre y crear una peque-
ña parcela de intimidad a la que su madre no pueda (o tal vez sí) acceder.
3
Resulta curioso aquí observar cómo el único aprendizaje obtenido del padre se vuelve con-
tra él en el parricidio final, como acto de renuncia total a la educación recibida.
452
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La deformación
La última de las vías posibles de juego con los límites es la propia deforma-
ción de la realidad. Esta puede adoptar dos vertientes:
La monstruosidad
La encontramos de manera más física en Babadook, que se presenta como
una película de terror pero establece un inteligente diálogo con las diferen-
tes tradiciones del género: desde los monstruos más físicos del expresionis-
mo alemán hasta la posesión diabólica, pasando por el thriller psicológico.
En realidad, el recurso del monstruo sirve aquí para realizar una metáfora
del proceso de duelo que realiza el personaje de la madre, que pasa de la
negación a la domesticación de la muerte, del monstruo, del trauma. De he-
cho, las palabras del propio cuento infantil que desencadena la paranoia
hacen explícita esta circunstancia: “Cuanto más lo niegues, más fuerte me
haré. El Babadook crece bajo tu piel. Mira abajo a ver lo que es”. El monstruo
que encontramos en Tenemos que hablar de Kevin es un monstruo menos
físico, un monstruo que entra a formar parte de lo cotidiano, que “está entre
453
MADRES INCORREGIBLES...MOYA
Lo grotesco
Hay en Mamá es boba algo de la cultura freak televisiva que comenzaba a
gestarse en los años noventa y que ha causado grandes estragos en la tele-
visión actual. Desde la cómoda posición de la parodia y la comedia negra,
resulta perturbadora la manera en que se presenta el niño de la película y la
definición que realiza de sus padres al comienzo de la misma:
Me llamo Martín Zamora Perdulí. Vivo en la calle Bustamante
25 de una ciudad que se llama Palencia, con Pe, España, Euro-
pa, la Tierra, el Universo… Mi padre se llama Toribio Zamora y
trabajaba donde los coches, pero le han despedido y ahora
está en el paro. Mamá se llama Gema Perdulí y antes trabajaba
en una mercería; tiene el graduado. Mis padres siempre hacen
el ridículo allí donde van, siempre me da vergüenza de ellos.
Son muy buenos con todo el mundo, pero me da vergüenza
cuando pienso en ellos. Y así soy yo y poco más (Mamá es
boba, Santiago Lorenzo, 1997).
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Recuérdese la escena final en la que es él mismo el que denuncia las condiciones laborales de
la madre al percatarse de que el contrato de Teleaquí era ilegal.
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Conclusiones
Más que conclusiones categóricas, este trabajo nos plantea una serie de cues-
tiones sobre las que reflexionar. En primer lugar, cuál es el papel de la sociedad
en todo esto es uno de los interrogantes que nos debemos hacer. En efecto, si
los personajes borderline son de alguna manera producto de la sociedad (ya
no se trata de una decisión voluntaria como en la modernidad), deberíamos
preguntarnos cuál es el papel de la sociedad para con este tipo de conflicto. En
el corpus analizado observamos que la comunidad interviene de dos maneras:
• Para la curación. A veces la sociedad interviene para intentar evitar
el conflicto, pero lo hace con más o menos éxito dependiendo de si em-
plea sus instituciones para ello. En efecto, encontramos la presencia de
la maestra, la vecina, la sirvienta, la familia e incluso de la policía como
figuras que aportan algo de luz al conflicto.
• Para la punición. Pero a veces la sociedad también interviene para
castigar al sujeto borderline. Es entonces cuando la comunidad se con-
vierte en un medio hostil que reclama la venganza o la custodia5.
Lo que parece quedar claro es la ineficacia de las instituciones para acabar
con el conflicto y corregir las distintas tipologías del hijo conflictivo que emer-
gen en el corpus estudiado, sobre todo cuando hablamos de la escuela. Se hace
aquí necesaria una reflexión en torno al verdadero papel de ésta en la educa-
ción y en torno a la ineficacia de los métodos que emplea, como si se pudiese
relegar la educación de una sociedad a una institución aislada de la misma.
Esta circunstancia nos lleva al eterno debate entre el determinismo cul-
tural y el determinismo genético, a la cuestión de la transmisión, a la pre-
gunta de si el mal nace o se hace.
Desde la tradición psicoanalítica Freud nos dice lo siguiente: “Si los pro-
cesos psíquicos no se continuaran de una generación a la siguiente, si cada
quien debiera adquirir de nuevo toda su postura frente a la vida, no existiría
en este ámbito ningún progreso ni desarrollo alguno” (en Wechsler, 2001, 45).
Esta es la línea que parece defenderse en Tenemos que hablar de Kevin, donde
encontramos la historia de una madre realizada profesionalmente, que no se
había planteado tener hijos, pero que decide hacerlo a los cuarenta años. Des-
de que él nace su vida se vuelve un infierno. Parece que la causa de tanto odio
viene incluso desde el momento de engendrar al bebé, como si este hubiese
mamado el malestar de la madre desde antes del alumbramiento. Hay esce-
nas de ella embarazada o del bebé recién nacido en las que parece rechazarlo.
En cierto modo, ella y Kevin son dos caras de la misma moneda, hecho que se
enfatiza en la escena en la que se moja la cara con agua y al levantarse aparece
el rostro de Kevin. En el caso de Babadook también vemos cómo el niño he-
reda los miedos y los traumas de la madre, incapaz de superar la muerte del
marido; mientras que en 15 años y un día la madre también tiene una falla con
su padre, al que describe como un auténtico desconocido.
Desde el punto de vista de la psicología del desarrollo y la genética cultu-
ral, psicólogos pioneros en analizar la influencia de los entornos en el desa-
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Recuérdese aquí cómo la protagonista de Tenemos que hablar de Kevin debe sufrir diariamen-
te el castigo de la sociedad por los crímenes de su hijo.
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Referencias
Bataille, G. (2007). El erotismo. Barcelona: Tusquets Editores (Primera edi-
ción: 1957).
Bauman, Z. (2005). Modernidad y ambivalencia. Barcelona: Anthropos (Pri-
mera edición: 1991).
Bronfenbrenner, U. (1987). La ecología del desarrollo. Barcelona: Paidós
(Primera edición: 1979)
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“Un mesosistema comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona
en desarrollo participa activamente (por ejemplo, para un niño, las relaciones entre el hogar,
la escuela y el grupo de pares del barrio; para un adulto, entre la familia, el trabajo y la vida
social)” (Bronfenbrenner, 1987, 44).
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A
na Beriain Bañares es doctora en Comunicación, licenciada en Ciencias de la
Información por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) y Diplomada
en Criminología por la Universitat de Barcelona (UB).
9 788415 665182