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Universidad Nororiental Privada

“Gran Mariscal de Ayacucho”


Facultad de Derecho
Escuela de Derecho
Núcleo – Cumana
Sección 1° Turno Mañana

La Servidumbre/ Uso, Habitación y Hogar

Profesora: Estudiante:

Berta Santaella Edgardo Sánchez

C.I 27.295.430

Cumana, 14 de mayo de 2019


El concepto de servidumbre, tal y como se señaló en el apartado referente al derecho
real de usufructo, era mucho más amplio en épocas remotas, puesto que antes de la
publicación de las Institutas de Justiniano, todos los derechos reales sobre cosa ajena eran
conocidas como Servidumbres, servidumbres que si favorecían a una persona eran llamadas
“servidumbres personales” y si favorecían a un fundo se denominaban “servidumbres
prediales. Según la doctrina, conforme a lo planteado por Piña Valles, la servidumbre es un
derecho real que, en principio, tiende a la perpetuidad, el cual consiste en limitaciones
impuestas por un predio dominante a otro predio conocido como sirviente, sin tomar nunca en
consideración la titularidad de los mismos, es decir, sin importar quienes sean los propietarios
de esos inmuebles. También se define, en palabras de Eloísa Sánchez, como “un derecho real
sobre ciertos usos de un predio (llamado predio sirviente), establecido a favor de otro predio
(llamado predio dominante).

Consigo una respectiva clasificación como pueden ser

1. Según su Constitución

a. Servidumbres Naturales: Son aquellas que se constituyen por la ubicación de


los lugares sin que medie la mano del hombre. La más característica de esta
modalidad es la Servidumbre de Aguas Pluviales, dispuesta en el artículo 647
del Código Civil, el cual dispone que “Los predios inferiores están sujetos a
recibir las aguas que naturalmente, y sin obra del hombre, caen de los
superiores, así como la tierra o piedras que arrastren en su curso…”

b. Servidumbres Legales: Tienen su origen en la ley. Estas servidumbres se


exigen por medio de un juicio cuando el propietario del fundo sirviente se
niegue a constituirla a favor del predio dominante.

c. Servidumbres Voluntarias o Convencionales: Son aquellas que se constituyen


por voluntad de las partes, siempre que no atenten contra el orden público, la
moral y las buenas costumbres.

2. Según el Bien Afectado (Hoy han perdido su vigencia, pues proviene del derecho
romano)

a. Servidumbres Rústicas (Servitutes Praediorum Rusticorum): Aquellas que se


constituían para provecho y comodidad de un objeto agrícola, con
independencia de si está en la ciudad o en el campo.

b. Servidumbres Urbanas (Servitutes Praediorum Urbanorum):Aquellas que se


imponían para provecho o comodidad de un edificio o de una construcción,
independientemente de su ubicación en la ciudad o en el campo.

3. Según la Facultad que Concedan[9]

a. Servidumbres Positivas: Son aquellas que le permiten al propietario del predio


dominante hacer algo que no podrían hacer si no existiera la servidumbre.
b. Servidumbres Negativas: Se impone al propietario del predio sirviente el
impedimento de hacer algo que pudiera hacer de no existir la servidumbre.

4. Por el modo de ejercicio[10], clasificación distinguida en el artículo 710 del Código


Civil Venezolano, de acuerdo con lo planteado por Juan y Miren Garay[11], según
sean usadas por el hombre o no necesiten ese uso.

a. Servidumbres Continuas: Son aquéllas que se encuentran presentes y no


necesitan del ejercicio ni la intervención del hombre.

b. Servidumbres Descontinuas (sic): Aquéllas que necesitan de la actuación del


hombre para ejercitarse.

5. Por el modo de manifestarse[12], modalidades consagradas en el artículo 711 del


Código Civil Venezolano las cuales atienden, como indican Juan y Miren Garay[13], a
las señales visibles en los inmuebles que conforman la servidumbre.

a. Servidumbres Aparentes: Son aquéllas cuyo ejercicio se manifiesta por la


existencia de un signo exterior.

b. Servidumbres No Aparentes: Son aquéllas que no requieren la existencia de


signos externos.

El artículo 720 del Código Civil Venezolano, en su encabezado, señala las tres formas
de constitución de las servidumbres. En ese sentido, el mencionado artículo dispone que “Las
servidumbres se establecen por títulos, por prescripción o por destinación del padre de familia.”

En este orden de ideas planteado, se sigue con el análisis de cada una de estas
modalidades previstas en la legislación sustantiva civil, tomando como base la tesis
desarrollada por Juan y Miren Garay. Por Título. Se establece una Servidumbre cuando los
propietarios de los inmuebles pactan y suscriben un contrato por medio del cual el objeto
principal o una cláusula accesoria constituye este derecho real. Por Prescripción. Cuando no
consta un contrato que contenga la manifestación de voluntad entre las partes, suple tal
ausencia la presunción de que el derecho se ha venido ejercitando durante varios años. Por
Destinación del Padre de Familia. Así conocida por ser frecuente cuando el mismo
propietario, dueño de uno o más inmuebles, los parcela para sus hijos, resultando una
servidumbre de un predio sobre otro.

Si se observa detenidamente el encabezado del artículo 709 del Código Civil


Venezolano, se tiene que la servidumbre “… consiste en cualquier gravamen impuesto sobre un
predio para uso y utilidad de otro perteneciente a distinto dueño, y que no sea en manera alguna
contraria al orden público.”, esta última frase señala que no existen límites en cuanto a las
atribuciones conferidas al predio beneficiario, el margen máximo de facultades viene dado
por el orden público.
Esto hace suponer que las servidumbres, en palabras de Aguilar Gorrondona, son un
tipo de derechos reales contemplados en la ley que les autoriza a tener cualquier contenido
lícito.

No obstante, este derecho real puede ser modificado en los aspectos del convenio de los
propietarios de los predios, efectos del tiempo y la posesión y el Cambio de cualquiera de
los fundos que revistan una importancia que amerite la alteración del contenido de la
servidumbre.

En concordancia con el desenvolvimiento de este tema no hay que dejar de lado los modos
de extinción tipificados legalmente en nuestro código civil para este derecho real

 Por la consolidación o confusión en la misma persona de la cualidad de propietario de


ambos predios (Art. 750 C.C.V.)

 Por prescripción extintiva, esto es, por el no uso durante 20 años (Art. 752 C.C.V.)

 Por la alteración de los fundos que imposibilite el ejercicio de la servidumbre (Art. 748
C.C.V.)

 Por la renuncia del propietario del predio dominante.

 Por el vencimiento del término o el cumplimiento de la condición resolutoria a los


cuales estuviera sometida la servidumbre.

 Por la resolución del derecho del constituyente (Solo en caso de enfiteusis Art. 751
C.C.V.)

 Por abandono del predio sirviente.

 Por la voluntad entre los propietarios, bien a título gratuito o a título oneroso.

Aunado a esto El derecho de uso y el derecho de habitación son derechos reales de


características comunes. Suelen regularse conjuntamente, pero constituyen derechos
diferentes.

Se entiende por derecho de uso aquel derecho real que legitima para tener y utilizar una
cosa o bien ajeno de acuerdo con las necesidades del usuario y, en su caso, su familia. Los
derechos y obligaciones del usuario se definen en el título constitutivo y, a falta de éste, se
regulan por lo que la legislación establezca al respecto.

El derecho de habitación es aquel derecho real que otorga a su titular el derecho a ocupar
en un inmueble la parte necesaria para él y su familia, con la finalidad de satisfacer sus
necesidades de vivienda. Los derechos reales, son derechos civiles patrimoniales en los
cuales hay dos elementos: a. Un sujeto activo, titular del derecho; y b. La cosa, objeto de la
relación. Los derechos de uso y habitación se constituyen del mismo modo y con las
mismas limitaciones que el usufructo, pero no existe uso ni habitación establecido por la
ley. Es aquel derecho subjetivo que atribuye a su titular un poder o señorío directo e
inmediato sobre una cosa determinada, sin necesidad intermedio alguno personalmente
obligado, y que impone asimismo a todo el mundo (erga omnes) un deber de respeto y, a
veces, cuando se trata de derechos reales limitados, un "hacer" o un "no hacer"
posiblemente conectado a un soportar.

El hogar constituye un caso típico de patrimonio separado, investido de los caracteres


del derecho real inmobiliario en el estado actual del ordenamiento jurídico venezolano,
dada la anomalía anotada, y excluido absolutamente el patrimonio del beneficiario
(constituye o no) y de la prenda común de sus acreedores (Código Civil, arts. 632 y 639).

El conjunto unitario verificable en el Derecho Comparado se escinde en Venezuela en


dos institutos con rangos distintivos propios: el hogar, recogido orgánicamente en el
Código Civil, y el denominado patrimonio familiar, normado en la Ley de Reforma
Agraria de 5 de marzo de 1960, cuya integración y mecanismo fueron explicados en otros
capítulos (retro, Capitulo 1, N° 4, G). presente estudio se refiere únicamente al hogar.

Conforme al articulo 635 del Código Civil, el hogar puede ser una casa en poblado o
fuera de él, o una casa con terrenos de labor o cría, destinada a vivienda principal de la
familia. Por extensión, la constitución de hogar puede recaer sobre el apartamento
adquirido según las prescripciones técnicas de la Ley de Propiedad Horizontal.

Los procedimientos y efectos de la constitución del hogar están especificados en los


artículos del 637 al 639, del Código Civil venezolano, tal como se expresa seguidamente:
La persona que pretenda constituir hogar, deberá ocurrir por escrito al Juez de Primera
Instancia de la jurisdicción donde esté situado el inmueble destinado para aquel objeto,
haciendo la declaración correspondiente con designación clara y precisa de las personas a
cuyo favor lo constituya, si tal fuere el caso, y así mismo expresar la situación, cabida y
linderos del predio y demás datos que tiendan a describir dicho inmueble. Con la solicitud
mencionada acompañará su título de propiedad, y una certificación expedida por el
Registrador respectivo relativa a los últimos veinte (20) años, para comprobar que no
existe gravamen vigente sobre el inmueble que se va a constituir en hogar.

De este modo, el Juez de Primera Instancia mandará a valorar el inmueble por tres (3)
peritos, elegidos uno por el solicitante, otro por dicho Magistrado y el tercero por los
mismos dos peritos o por el Juez, cuando aquéllos no estuvieran de acuerdo. Sin embargo,
el interesado podrá convenir en que el justiprecio lo haga un solo perito nombrado por el
Juez. El mismo Juez ordenará que se publique por carteles la solicitud, en un periódico de
la localidad, durante noventa (90) días, una vez cada quince (15) días, por lo menos, y si no
hubiese ningún periódico en ella, en el que se edite en alguna de las poblaciones cercanas.
Transcurridos los noventa días de la publicación referida, y llenas las formalidades
exigidas en los artículos precedente, sin haberse presentado oposición de ningún
interesado, el tribunal declarará constituido el hogar en los términos solicitados, separado
del patrimonio del constituyente, y libre de embargo y remate por toda causa u obligación,
aunque conste de documento público o de sentencia ejecutoriada; y ordenará que la
solicitud y declaratoria se protocolicen en la Oficina de Registro respectiva, se publiquen
por la prensa tres veces, por lo menos, y se anoten en el Registro de Comercio de la
jurisdicción. Mientras no se haya cumplido con todas estas formalidades, el hogar no
producirá los efectos que le atribuye la Ley, y si ellas no se hubieren realizado en el
término de noventa días, quedará sin lugar la declaratoria del Tribunal. Si antes de la
declaración judicial hubiere oposición, el Tribunal la resolverá por los trámites del juicio
ordinario. Por su parte, en el artículo 640 del Código Civil, se deja claro que el hogar no
podrá enajenarse ni gravarse sin oírse previamente a todas las personas en cuyo favor se
haya establecido, o a sus representantes legales, y con autorización judicial, que no dará el
Tribunal sino en el caso comprobado de necesidad extrema, y sometiéndola a la consulta
del Tribunal Superior.

La extinción del hogar puede darse, en los siguientes casos, de acuerdo a lo dispuesto en
los artículos 641, 642 y 643:

1. Cuando hubiere fallecido el último miembro de la familia para quien fue


constituido el hogar, o cuando haya fenecido el derecho a gozar de él, según lo establecido
en los artículos 636, 642 y 643, volverá el inmueble al patrimonio del constituyente o de
sus herederos, a menos que el dominio se haya traspasado a la persona o personas en cuyo
favor se constituyó el hogar.

2. En caso de divorcio o de separación judicial de cuerpos, conservará el derecho al


hogar aquel a quien se atribuya la guarda de los hijos. Cuando no existan hijos, el hogar
quedará extinguido; sin embargo, si hubieren descendientes y el hogar hubiese sido
constituido también a favor de ellos, les corresponderá el derecho al hogar. En los casos de
separación de cuerpos convertida en divorcio, los interesados decidirán lo relativo al
hogar en el escrito de separación, sin perjuicio de los demás beneficiarios. Si no hubiere
acuerdo, el Juez determinará cuál de ellos gozará del hogar o lo declarará extinguido,
según las circunstancias.

3. En caso de nulidad de matrimonio el derecho al hogar se regirá según lo


dispuesto en el artículo 127.

4. Los beneficiarios, mayores de edad, que sean de mala conducta notoria, pierden
su derecho al hogar.

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