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Manejo de la muerte y el duelo

Veronica de los Ángeles Fernández Rojas ID:673699

Corporación Universitaria Minuto de Dios

-Programa Psicología-

Adultes vejes y muerte

Profesora:

María Fernanda medina

Neiva-Huila

2019
Introducción

En el siguiente trabajo a realizar vamos a dejarles a conocer como es la muerte

Examinaremos patrones de duelo y la manera en que la gente afronta las pérdidas

significativas. Revisaremos las preguntas planteadas sobre el soporte de la vida y

reflexionaremos sobre si la gente tiene derecho a morir. Por último, consideraremos la

manera en que afrontar la muerte puede dar mayor propósito a la vida


Manejo de la muerte y el duelo

¿Qué es la tanatología?

 La Tanatología es una disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al

proceso de la muerte, sus ritos y significado concebido como disciplina profesional,

que integra a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para

vivir en plenitud y buscar su transcendencia. También se encarga de los duelos

derivados de pérdidas significativas que no tengan que ver con la muerte física o

enfermos terminales.

¿Enfrentar la muerte?

 cambios físicos y cognoscitivos que preceden a la muerte: aquí podremos ver el

deceso o deterioro terminales se refiere a la decadencia general que se observa en

las habilidades cognoscitivas poco antes de la muerte, incluso cuando se controlan

factores demográficos y de salud. Y, algunas personas que estuvieron a punto de

morir hablan acerca de experiencias cercanas a la muerte, las cuales involucran la

sensación de estar fuera del cuerpo o de ser succionado en un túnel de luz con

encuentros místicos. Estas afirmaciones son subjetivas y escépticas, por lo general

se interpretan como el resultado de cambios fisiológicos que acompaña al proceso

de morir.

 de cara a la propia muerte:

 patrones de aflicción: La muerte propia parece para la mayoría un suceso alejado

del presente y que no ocurrirá en un tiempo cercano al presente. Pero la pérdida de

alguien cercano a nosotros puede tomarnos por sorpresa; el proceso de ajustarse a


esa pérdida se llama duelo. Con frecuencia, el duelo genera un cambio de estatus y

rol, por ejemplo, de ser esposa a viuda y de hijo a huérfano. Puede tener

consecuencias sociales y económicas, pero primero se presenta la aflicción que es la

respuesta emocional en las primeras fases del duelo. El patrón clásico de aflicción

incluye 3 etapas:

 Choque e incredulidad: Los supervivientes suelen sentirse perdidos y confundidos,

esta primera etapa puede durar varias semanas, en especial si la pérdida fue

inesperada.

 Preocupación por la memoria de la persona: El superviviente trata de aceptar la

muerte, pero no puede todavía, este proceso puede durar de 6 meses a 2 años.

 Resolución: la última etapa habrá llegado cuando la persona doliente renueva el

interés en las actividades cotidianas.

¿actitudes hacia la muerte y los moribundos a lo largo del ciclo vital?

 No hay una sola forma de ver la muerte a cualquier edad; las actitudes de las

personas al respecto reflejan su personalidad y experiencia; es probable que la

muerte no signifique lo mismo para un hombre de 85 años con diferentes tipos

de dolencias, una mujer de 56 años en la cima de una brillante carrera que

descubre tiene cáncer de mama, y un chico de 15vv años que muere por

sobredosis de dogas. Los cambios típicos en las actitudes hacia la muerte a lo

largo del ciclo de vida dependen tanto del desarrollo cognoscitivo como de del

momento normativo del momento. En niños de etapa preescolar, la muerte

puede llegar a ser entendida y en general, la mayoría de los niños la interpretan

como irreversible. Investigaciones recientes indican que, desde los 4 años, los
niños logran una comprensión parcial de lo que sucede después de la muerte, la

cual puede no completarse sino hasta muy adentrados en los años escolares. Los

adolescentes no suelen pensar mucho en la muerte a menos que se enfrenten

directamente con ella. Muchos de ellos corren riesgos innecesarios en una

urgencia por descubrir y expresar su identidad, tienden a concentrarse más en

cómo viven que en cuanto tiempo es probable que vivan.

Los adultos jóvenes que han concluido su educación y han empezado sus

carreras, matrimonio o paternidad están impacientes por vivir la vida para la que

se han preparado. Si de repente son golpeados por una enfermedad o lesión

potencialmente fatal, es probable que presenten una extrema frustración e ira.

En la mediana edad, la mayoría de los adultos entiende que realmente van a

morir. Sus cuerpos les envían señales de que ya no son tan jóvenes, ágiles y

fuertes como alguna vez lo fueron, piensan con frecuencia cuantos años más les

quedan y en aprovecharlos. Los adultos mayores pueden encontrar sentimientos

encontrados acerca de la perspectiva de morir. Los quebrantos físicos pueden

disminuir su gusto por la vida y la voluntad de vivir. Algunos adultos mayores,

desisten de alcanzar metas no satisfechas, otros pueden esforzarse más en

aprovechar el tiempo que les queda. Muchos tratan de prolongar el tiempo

restante adoptando estilos de vida más sanos o luchando por la vida incluso

cuando están muy enfermos

¿Pérdidas significativas?

Las pérdidas especialmente difíciles que pueden ocurrir durante la adultez son la muerte del

cónyuge, de un padre y de un hijo.


 sobrevivir al cónyuge: dado que las mujeres tienden a vivir más tiempo que los

hombres y a ser más jóvenes que sus maridos, es más probable que enviuden. El

estrés de la viudez a menudo repercute en la salud física y mental. El dolor de la

pérdida puede afectar el sistema inmunológico y dar por resultado dolores de

cabeza, mareos, indigestión o dolor en el pecho. El dolor ocasionado por la

pérdida también puede dar lugar a problemas de memoria, pérdida del apetito,

dificultad para concentrarse y a un riesgo mayor de sufrir ansiedad, depresión,

insomnio y disfunción social. La viudez también puede dar lugar a problemas

prácticos. Las viudas cuyos esposos eran el principal sostén pueden

experimentar penurias económicas o caer en la pobreza. Por su parte, es

probable que los viudos tengan que pagar por los servicios domésticos que

proporcionaba su esposa como ama de casa. Cuando ambos cónyuges

trabajaban, la pérdida de un ingreso puede ser un evento difícil de superar. Para

las mujeres, la consecuencia principal de la viudez probablemente sea la presión

económica, mientras que para los hombres las consecuencias mayores pueden

ser el aislamiento social y la pérdida de intimidad emocional.

 pérdida de un padre en la adultez: En cuanto a la pérdida de un padre en la

adultez es difícil en cualquier momento. Un estudio realizado a adultos entre 35

y 60 años encontró que la mayoría de los hijos dolientes seguían

experimentando aflicción emocional. Sin embargo, la muerte de uno de los

padres puede ser una experiencia que obliga a madurar porque empuja a los

adultos a resolver importantes problemas del desarrollo, a obtener un sentido

más fuerte de sí mismos y a adquirir una conciencia más apremiante y realista


de su propia mortalidad, junto con un mayor sentido de responsabilidad,

compromiso y apego a los otros.

 pérdida de un hijo: La pérdida de un hijo es un evento que no importa a qué

edad ocurra, representa un golpe duro y antinatural, un suceso prematuro que, en

el curso normal de las cosas, no debería haber ocurrido nunca. Los padres

pueden sentir que fracasaron, no importa cuánto hayan amado y cuidado al hijo,

y puede resultarles difícil dejarlo ir. Si el matrimonio es sólido, la pareja puede

acercarse más, apoyándose uno al otro en su pérdida compartida. En otros casos,

la pérdida debilita y a la larga destruye al matrimonio. El efecto del duelo de los

padres puede variar de acuerdo con factores como la edad del hijo, la causa de la

muerte y el número de hijos que sobreviven. Aunque cada padre doliente debe

afrontar a su modo la aflicción, algunos han descubierto que la pena disminuye

cuando se sumergen en el trabajo, en sus intereses o en otras relaciones o se

unen a un grupo de apoyo. Algunos amigos bien intencionados aconsejan a los

padres que no piensen demasiado en su pérdida, pero recordar al hijo de una

manera significativa puede ser lo que necesitan hacer.

¿ Aspectos médicos, legales y éticos: el “derecho a morir?

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