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INTRODUCCION

La hormona tiroidea es esencial para el desarrollo normal, en especial del sistema nervioso
central (SNC). En el adulto, dicha hormona mantiene la homeostasis metabólica e influye
en la función de prácticamente todos los aparatos y sistemas. La hormona tiroidea contiene
yodo que debe suministrarse a través del consumo dietético. La glándula tiroides contiene
grandes reservas de hormona tiroidea en la forma de tiroglobulina. Tales reservas
mantienen las concentraciones sistémicas de dicha hormona tiroidea pese a las variaciones
en la disponibilidad de yodo y el consumo en la dieta. La secreción tiroidea es de manera
predominante en forma de la prohormona tiroxina, que se convierte en el hígado y en otros
tejidos a la forma activa, triyodotironina. La activación local de tiroxina también ocurre en
los tejidos en los que ejerce sus efectos (p. ej., cerebro e hipófisis) y se reconoce cada vez
más a menudo como un importante paso regulatorio en la acción de las hormonas tiroideas.
Las concentraciones séricas de hormona tiroidea se regulan con precisión a través de una
hormona hipofisaria, la tirotropina (TSH), por medio de un sistema clásico de
retroalimentación negativa. Las acciones predominantes de la hormona tiroidea son
mediadas a través de la unión a receptores nucleares de hormona tiroidea (TR) y mediante
la modulación de la transcripción de genes específicos. Las hormonas tiroideas comparten
un mecanismo de acción común con hormonas esteroides y esteroideas, como la vitamina D
y los retinoides, cuyos receptores pertenecen a la superfamilia de receptores nucleares. Las
acciones predominantes de la hormona tiroidea son al nivel del núcleo, pero se han
reportado acciones fuera de éste.

Son comunes los trastornos de la glándula tiroides. Entre las anomalías más comunes se
encuentran los nódulos tiroideos, bocio, tiromegalia, que pueden corresponder a trastornos
benignos o malignos. En la mayoría de estos pacientes, las concentraciones circulantes de
hormona tiroidea son normales. El hipertiroidismo y el hipotiroidismo evidente, el exceso o
deficiencia de hormona tiroidea por lo común se asocian con manifestaciones clínicas
espectaculares. Las enfermedades leves a menudo tienen manifestaciones clínicas más
sutiles y se identifican con base en pruebas bioquímicas anormales que valoran la función
tiroidea. Los estudios de detección de hipotiroidismo congénito en la población de recién
nacidos se llevan a cabo en todos los países desarrollados y a menudo se continúa con el
inicio precoz de tratamiento apropiado de sustitución de hormona tiroidea, con lo que se ha
disminuido de manera notable la incidencia de retraso mental y cretinismo.
1. QUE ES ANTI TIROIDEOS

Los antitiroideos, como el propiltiouracilo y el carbimazol, están indicados para el


tratamiento de la tirotoxicosis. También se utilizan para la preparar al paciente para la
tiroidectomía. Habitualmente son bien tolerados; pueden producir leucopenia leve o
erupciones en un bajo porcentaje de casos, habitualmente durante las primeras 6-8
semanas de tratamiento. Durante este período, se debe realizar un recuento de células
sanguíneas cada 2 semanas o si el paciente presenta dolor de garganta u otros signos de
infección. En general, al inicio los fármacos se administran a dosis altas hasta que el
paciente está eutiroideo, después la dosis se puede reducir de manera gradual hasta una
dosis de mantenimiento que se sigue durante 12-18 meses, con vigilancia para identificar
recaídas. Hay un intervalo de unas 2 semanas entre que se alcanza el eutiroidismo
bioquímico y el eutiroidismo clínico. Los bloqueadores beta-adrenérgicos (bloqueadores
beta) (habitualmente, propranolol) se pueden administrar como adyuvante a corto plazo
de los antitiroideos para aliviar los síntomas, pero su uso en la insuficiencia cardíaca
asociada con tirotoxicosis es controvertido.

El tratamiento se puede administrar, si es necesario, en la gestación, pero los antitiroideos


atraviesan la placenta y a dosis altas pueden producir bocio fetal e hipotiroidismo. Se debe
administrar la menor dosis que regule el estado hipertiroideo (las necesidades en la
enfermedad de Graves tienden a ser menores durante la gestación). El propiltiouracilo se
excreta por la leche materna, pero no impide la lactancia mientras se siga una vigilancia
estrecha del desarrollo neonatal y se administre la mínima dosis eficaz.

Si se considera la cirugía (tiroidectomía parcial), puede ser necesario administrar yodo


durante 10 a 14 días, además de los antitiroideos, para ayudar a la regulación y reducir la
vascularización del tiroides. No se recomienda administrar yodo para el tratamiento
prolongado, dado que su acción antitiroidea tiende a disminuir. En los pacientes en los
que el tratamiento farmacológico no consigue remisiones a largo plazo, es preferible el
tratamiento definitivo con cirugía o (cada vez más) yodo radioactivo.
2. CAUSA

Cuando la tiroides no produce suficientes hormonas, el equilibrio de reacciones químicas


en tu cuerpo puede verse afectado. Puede haber numerosas causas, entre ellas,
enfermedad autoinmunitaria, tratamientos para el hipertiroidismo, radioterapia, cirugía
de tiroides y ciertos medicamentos.

La tiroides es una glándula pequeña con forma de mariposa, ubicada en la base de la parte
frontal del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. Las hormonas que produce la glándula
tiroides, triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), causan gran impacto en tu salud y afectan
todos los aspectos de tu metabolismo. Estas hormonas también influyen el control de las
funciones vitales, como la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.

El hipotiroidismo surge cuando la glándula tiroides no produce la suficiente cantidad de


hormonas. El hipotiroidismo puede deberse a muchos factores, por ejemplo:

 Enfermedad autoinmune. La causa más frecuente de hipotiroidismo es un


trastorno autoinmunitario conocido como tiroiditis de Hashimoto. Los trastornos
autoinmunitarios ocurren cuando el sistema inmunitario produce anticuerpos que
atacan tus propios tejidos. Algunas veces, este proceso involucra a la glándula
tiroides.
 Los científicos no están seguros de por qué sucede esto, pero probablemente sea
una combinación de factores, como los genes y un desencadenante ambiental. De
cualquier manera, estos anticuerpos afectan la capacidad de la tiroides de producir
hormonas.
 Respuesta al tratamiento para el hipertiroidismo. Las personas que producen
demasiada hormona tiroidea (hipertiroidismo) suelen recibir tratamiento con yodo
radioactivo o medicamentos antitiroideos. El objetivo de estos tratamientos es
normalizar la función tiroidea. Sin embargo, a veces, corregir el hipertiroidismo
puede acabar disminuyendo demasiado la producción de la hormona tiroidea, lo
que ocasiona un hipotiroidismo permanente.
 Cirugía de tiroides. Extirpar toda o gran parte de la glándula tiroides puede
disminuir o detener la producción de hormonas. En ese caso, necesitarás consumir
hormona tiroidea de por vida.
 Radioterapia. La radiación que se utiliza para tratar el cáncer de cabeza y cuello
puede afectar la glándula tiroides y conducir al hipotiroidismo.
 Medicamentos. Hay un gran número de medicamentos que pueden contribuir al
desarrollo del hipotiroidismo. Uno de ellos es el litio, que se utiliza para tratar
ciertos trastornos psiquiátricos. Si consumes algún medicamento, pregúntale a tu
médico acerca de los efectos que puede tener sobre la glándula tiroides.
 Enfermedad congénita. Algunos bebés nacen con una glándula tiroides defectuosa
o sin ella. En la mayoría de los casos, la glándula tiroides no se desarrolló de
manera normal por razones desconocidas, pero algunos niños presentan una
forma heredada de este trastorno. A menudo, los niños con hipotiroidismo
congénito parecen normales al momento de su nacimiento. Esa es una de las
razones por las que en muchos estados se piden análisis para detección de
problemas de tiroides en los recién nacidos.
 Trastornos de la glándula hipófisis. Una causa relativamente rara de
hipotiroidismo es la incapacidad de la glándula hipófisis para producir la cantidad
necesaria de la hormona estimulante de la tiroides o tirotropina (TSH),
generalmente debido a un tumor benigno de la glándula hipófisis.
 Embarazo. Algunas mujeres desarrollan hipotiroidismo durante o después del
embarazo (hipotiroidismo posparto), a menudo debido a que producen
anticuerpos contra su propia glándula tiroides. El hipotiroidismo no tratado
aumenta el riesgo de aborto, parto prematuro y preeclampsia, un trastorno que
causa un aumento significativo de la presión arterial de la mujer durante los
últimos tres meses de embarazo. También puede afectar seriamente el desarrollo
del feto.
 Deficiencia de yodo. El yodo, un oligoelemento que se encuentra principalmente
en los mariscos, las algas, las plantas que crecen en suelos ricos en yodo y la sal
yodada, es esencial para la producción de hormonas tiroideas. La deficiencia de
yodo puede ocasionar hipotiroidismo, mientras que el exceso de yodo puede
empeorar el hipotiroidismo en personas que ya tienen esta enfermedad. En
algunas partes del mundo, la deficiencia de yodo es común, pero la adición de
yodo a la sal de mesa prácticamente ha eliminado este problema en los Estados
Unidos.

3. SINTOMAS

Los signos y síntomas del hipotiroidismo varían según la gravedad de la deficiencia


hormonal. Los problemas tienden a desarrollarse lentamente, a menudo durante varios
años.

Al principio, los síntomas del hipotiroidismo son apenas perceptibles, como el cansancio o
el aumento de peso. O simplemente puedes atribuírselos al envejecimiento. A medida que
el metabolismo continúa ralentizándose, es posible que los problemas sean más
evidentes.

Estos son algunos signos y síntomas del hipotiroidismo:

 Fatiga
 Aumento de la sensibilidad al frío
 Estreñimiento
 Piel seca
 Aumento de peso
 Hinchazón de la cara
 Ronquera
 Debilidad muscular
 Nivel de colesterol en sangre elevado
 Dolores, sensibilidad y rigidez musculares
 Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones
 Períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal
 Afinamiento del cabello
 Ritmo cardíaco lento
 Depresión
 Memoria deficiente

 Glándula tiroides agrandada (bocio)

4. CLASES

 Bocio: Agrandamiento de la tiroides


 Hipertiroidismo: Cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo
que su cuerpo necesita
 Hipotiroidismo: Cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona
tiroidea
 Cáncer de tiroides
 Nódulos: Bultos en la tiroides
 Tiroiditis: Hinchazón de la tiroides
5. FARMACOS
A. FUNCIÓN DE LOS FÁRMACOS ANTITIROIDEOS
 Disminuir los niveles de las dos hormonas producidas por la tiroides: la tiroxina
(T4) y triyodotironina (T3).
 Los medicamentos antitiroideos pueden ser utilizados:
 Como tratamiento a corto plazo en personas con hipertiroidismo de Graves, para
prepararse para la cirugía o previo al tratamiento con yodo radioactivo.
 Como tratamiento a largo plazo (ver folleto de hipertiroidismo). Estos
medicamentos disminuyen de manera gradual la fabricación de hormonas
tiroideas. Si el paciente olvida frecuentemente tomar el medicamento, la
producción de hormona puede reanudarse rápidamente, prolongando o evitando
un control adecuado del hipertiroidismo.
B) DOSIS
 El efecto del fármaco en general se controla después de 4-6 semanas de iniciado el
tratamiento. Tipos de fármacos antitiroideos Hay dos fármacos antitiroideos: el
propiltiouracilo (PTU) y el metimazol (MMI), conocido también como Tiamazol.
Metimazol (MMI): El MMI se prefiere normalmente al PTU, ya que revierte el
hipertiroidismo con mayor rapidez y se asocia a un menor riesgo de efectos
secundarios.
 El MMI se puede tomar una vez al día aunque cuando se usan dosis mayores se
puede repartir en dos tomas. Se debe ingerir siempre junto a alimentos. Existen
comprimidos de 5 y 10 mg. Propiltiouracilo (PTU): El PTU está indicado cuando
existe contraindicación al uso del MMI (primer trimestre del embarazo,
intolerancia al MMI o efectos secundarios previos al MMI). El PTU debe tomarse
dos o tres veces al día siempre junto a alimentos. Existen comprimidos de 50 mg.
B. EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS ANTITIROIDEOS

La mayoría de los efectos secundarios de los fármacos antitiroideos son leves, pero
pueden haber algunos más severos, por lo que es importante estar informado de ellos.
Efectos secundarios menores Hasta el 15% de las personas que toman un fármaco
antitiroideo experimentan efectos secundarios menores. Tanto el MMI como el PTU
pueden causar picazón, sarpullido, urticaria, dolor e hinchazón de las articulaciones,
cambios en el gusto, náuseas y vómitos. Si esto ocurre, puede ser recomendable cambiar
a otro fármaco si su médico así lo determina. Cada vez que se presente alguno de estos
efectos secundarios debe discutir con su médico tratante la conducta a seguir. Efectos
secundarios mayores Afortunadamente, los efectos secundarios graves de los fármacos
antitiroideos son muy poco habituales. Agranulocitosis: Es una disminución severa en la
producción de glóbulos blancos de la sangre (encargados de las defensas). Si bien esta
condición es poco habitual (2 a 5 de cada 1.000 personas tratadas) puede llegar a ser
grave, presentándose principalmente en los primeros 3 meses, aunque de igual forma
puede ocurrir posteriormente. Si se presenta dolor de garganta, fiebre u otros signos o
síntomas de infección, se debe discontinuar el medicamento e inmediatamente dirigirse al
médico tratante o al servicio de urgencia lo antes posible. Problemas hepáticos: Si bien
esta condición es muy poco habitual (2 a 5 de cada 1.000 personas tratadas) puede llegar
a ser grave, presentándose principalmente en los primeros 3 meses, aunque de igual
forma puede ocurrir posteriormente, y ocurre más frecuentemente con el propiltiouracilo
que con el metimazol. Se puede manifestar con ojos y/o piel amarillos, orina oscura, dolor
abdominal, deposiciones claras, náuseas o vómitos. Si aparecen cualquiera de estos
síntomas, se debe suspender el medicamento y dirigirse al médico tratante o al servicio de
urgencia lo antes posible. La insuficiencia hepática relacionada con el PTU puede ser grave y
potencialmente mortal. El riesgo de daño hepático por esta causa es una preocupación
importante, sobre todo en los niños. Por esta razón, el MMI es la primera opción para el
tratamiento del hipertiroidismo. Vasculitis: También es una complicación muy poco usual. Se
puede manifestar por manchas en la piel palpables de color rojo oscuro, o bien por orina de color
rojo. Se debe consultar al médico si se presentan estos síntomas
6. RESUMEN
La tiroides tiene forma de pajarita. Sus dos lóbulos se sitúan a ambos lados de la tráquea
en la parte frontal de la garganta y se unen por una tira de tejido denominada istmo.
Aunque se encuentra cercana a la piel, la tiroides es normalmente pequeña y blanda, y
apenas puede ser palpada a través del contacto con la piel.

La tiroides está compuesta por dos conjuntos de células que segregan hormonas cuya
producción depende de la capacidad del organismo de extraer el suficiente yodo de los
alimentos ingeridos.

Millones de células foliculares segregan hacia la sangre las hormonas que contienen yodo.
La más importante de dichas hormonas es la tiroxina (T4), que representa el 99.9% de las
hormonas producidas por la tiroides. Otra hormona, la triyodotironina (T3), supone el
0.1% restante.

Las células restantes, conocidas como parafoliculares, se hallan aisladas o en pequeños


grupos y segregan una hormona denominada calcitonina.

El trastorno más común de la tiroides se produce por una baja actividad de dicha glándula.
Este trastorno es conocido como hipotiroidismo, por el que la tiroides no llega a producir
las hormonas necesarias debido a una insuficiente ingesta de yodo.

Es una enfermedad que puede pasar desapercibida durante muchos años, al poder dar
síntomas inespecíficos y desarrollarse lentamente, por lo cual el enfermo y sus familiares
no advierten esos cambios hasta que la enfermedad está muy avanzada.

Por ello, el hipotiroidismo puede permanecer años sin ser diagnosticado ya que los
síntomas, tales como el olvido y la fatiga, pueden ser fácilmente confundidos con otros
estados físicos como el envejecimiento natural, la menopausia o el estrés. Entre otros
síntomas se pueden citar ronquera, languidez, apatía, dificultad al tragar, intolerancia al
frío, ganancia de peso, edemas en las piernas, somnolencia, aspereza en la piel.
Sin embargo, el hipotiroidismo moderado puede ser detectado por un sencillo análisis de
sangre y se trata fácilmente mediante hormonas sintéticas en pastillas, a modo de
suplemento o sustitutivo de las hormonas producidas de manera natural por el
organismo. Dicha medicación es diaria y para toda la vida.

Por ello, es importante mantener un índice de sospecha elevado, y ante pacientes (sobre
todo mujeres), que presenten estos síntomas inespecíficos pero persistentes, realizar la
analítica mencionada.

7. LINKOGRAFIA
 https://www.google.com/search?ei=UyK-
XMyIEMi05gL3_57wAQ&q=resumen+sobre+tiroides&oq=resumen+sobre+tiroides&gs_l=p
sy-ab.3..0i30j0i8i30.10669.16154..16514...4.0..0.270.3167.0j19j1......0....1..gws-
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 https://medlineplus.gov/spanish/thyroiddiseases.html
 https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-
salud/san005158wr.html
 https://medlineplus.gov/spanish/thyroiddiseases.html
8. ANEXOS

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