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JUSTICIA TRANSICIONAL Y JUSTICIA RESTAURATIVA:

TENSIONES Y COMPLEMENTARIEDADES – RESUMEN –

JAMES YESID CELIS CEPEDA

JAVIER EDUARDO MORENO GARCÍA

CARLOS ORLANDO SANDOVAL MARTÍNEZ

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR SEDE CUCUTA

JUSTICIA TRANSICIONAL

SAN JOSÉ DE CÚCUTA

2019
JUSTICIA TRANSICIONAL Y JUSTICIA RESTAURATIVA:
TENSIONES Y COMPLEMENTARIEDADES – RESUMEN –

Autores:

JAMES YESID CELIS CEPEDA

JAVIER EDUARDO MORENO GARCÍA

CARLOS SANDOVAL

DOCENTE: MG. SERGIO HERNANDO CASTILLO GALVIS

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR SEDE CUCUTA

JUSTICIA TRANSICIONAL

SAN JOSÉ DE CÚCUTA

2019
JUSTICIA TRANSICIONAL Y JUSTICIA RESTAURATIVA:
TENSIONES Y COMPLEMENTARIEDADES – RESUMEN –

Este documento, elaborado por los doctores Rodrigo Uprimny y Maria Paula Saffon Sanín,
tiene como eje central un interrogante que, a su vez, pretende resolver; dicho interrogante es:
“¿conviene o no utilizar el esquema de la justicia restaurativa como paradigma dominante
para enfocar los problemas planteados por la justicia transicional en Colombia?” (Uprimny
y Saffon, 2005, p.1). Adicionalmente, puede encontrarse el siguiente cuestionamiento en la
primera parte del texto: “¿hasta qué punto es posible enfocar los complejos problemas que
plantea la justicia transicional (en adelante JTr) en Colombia tomando como paradigma
dominante un enfoque de justicia restaurativa (en adelante JRe)?”

Es importante hacer énfasis en que este documento se redactó en el año 2005; esto es, durante
el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez; pero, ¿qué importancia reviste este hecho en
lo concerniente al presente análisis? Mucha. Las primeras “pinceladas” de lo que puede
llamarse un proceso de justicia transicional en Colombia se dieron durante este Gobierno,
más exactamente en este mismo año, período en el que se desmovilizaron las Autodefensas
Unidas de Colombia, evento para el cual se creó la Ley 975 de 2005, denominada también
“Ley de Justicia y Paz”. Esta distinción es importante, además, porque esta ley, aun cuando
no se tratara de una norma enmarcada dentro de la justicia transicional, y a pesar de que ya
se habían presentado escenarios de amnistías a grupos al margen de la ley, así como otros
procesos de desmovilización, fundó las bases para lo que posteriormente iba a ser el proceso
de diálogos de paz con la guerrilla de las FARC – EP y la firma del acuerdo.

Ahora bien, en cuanto a la diferenciación entre la Justicia Transicional y la Restaurativa, los


autores expresan que “la mejor forma de enfrentar los dilemas que plantea la JTr en Colombia
consiste en recurrir de manera dominante a los planteamientos y recomendaciones que surgen
del llamado paradigma de la JRe” (Uprimny y Saffon, 2005, p.2).
Otro elemento importante de rescatar de este texto es el hecho de que los autores hacen
especial énfasis en la importancia del Gobierno de ese momento en que se aplique el esquema
de Justicia Restaurativa en Colombia. Este aspecto se evidenció en el momento en que se
tuvo que defender el proyecto de ley de alternatividad penal presentado en 2003, en los
siguientes términos:

“La propuesta legislativa se orienta hacia una concepción restaurativa que


supera la identificación de castigo con venganza, propia de un discurso en el
que lo principal es reaccionar contra el delincuente con un dolor similar al que
él produjo en la víctima y, sólo en segundo lugar, buscar la no repetición
(prevención) y la reparación de las víctimas. Es importante tener en cuenta
que al hacer justicia el derecho apunta hacia la reparación y no hacia la
venganza. Ante la evidencia de que la pena privativa de la libertad, como
única respuesta al delito, ha fracasado en muchas ocasiones en su cometido
de lograr la resocialización de los delincuentes, el derecho penal
contemporáneo ha avanzado en el tema de las sanciones alternativas”. (Gaceta
del Congreso N° 436 de 2003, citado por Uprimny y Saffon, 2005, p.2)

El mismo Uprimny, en otro documento elaborado junto a Luis Manuel Lasso en el año 2004,
propuso una tesis en la que planteó que en Colombia las transiciones deben estar fundadas
en perdones para los responsables de violaciones masivas de derechos humanos, siempre y
cuando dichos perdones sean proporcionados y “responsabilizantes”.

El problema al que hace la referencia la Justicia Transicional, según los autores, tiene que
ver con un par de interrogantes que se formula una sociedad sobre lo que deba hacer frente a
un legado de graves atentados contra la dignidad humana, en el momento en el que esta sale
de una guerra civil o de un régimen tiránico. Dichos interrogantes son: ¿debe castigar a los
responsables? ¿Debe olvidar esos atropellos para favorecer la reconciliación? (Uprimny y
Saffon, 2005, p.4).
Como bien lo expresan los autores, las respuestas a estos cuestionamientos no son fáciles de
encontrar, sobre todo porque dicha sociedad seguramente no está preparada para enfrentar
un escenario de transición, en donde el perdón se convierte en un elemento de vital
importancia.

En la Justicia Transicional, el sustantivo “justicia” se muestra como una exigencia que


cualifica de manera importante los procesos transicionales, pero que a la vez se ve
profundamente determinada por tales procesos (Uprimny y Saffon, 2005, p.4). Este concepto
se aleja de los contextos de normalidad, así como de lo que significaron las exigencias de
justicia en anteriores procesos transicionales.

Para Uprimny, la Justicia Transicional hace referencia a aquellos procesos mediante los
cuales se llevan a cabo transformaciones radicales de un orden social y político determinado,
que enfrentan la necesidad de equilibrar las exigencias contrapuestas de paz y justicia
(Uprimny y Saffon, 2005, p.4). Estos procesos implican, en la mayoría de los casos,
negociaciones políticas entre los diferentes actores, encaminados a lograr acuerdos
satisfactorios para todas las partes como para que estas decidan aceptar la transición;
asimismo, estos se ven regidos por las exigencias jurídicas de justicia impuestas desde el
plano internacional que se concretan en el imperativo de individualizar y castigar a los
responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la etapa previa a la
transición. Estas exigencias buscan proteger los derechos de las víctimas de tales crímenes a
la justicia, la verdad y la reparación, así como las necesidades de paz y de reconciliación
nacional propias de los procesos transicionales, pero con una presión opuesta, toda vez que
para que esta protección se logre es menester crear incentivos atractivos para hacerlo, tales
como el perdón y el olvido de sus actos.

Es importante tener en cuenta que el vocablo “Justicia Transicional” empezó a ser utilizado
solamente hace poco más de treinta años. A pesar de que se han dado transiciones,
especialmente en las posguerras mundiales, estos no estuvieron enmarcados dentro del
significado que se tiene hoy en día de la Justicia Transicional.
Aunque para algunos autores las transiciones posguerras del siglo XX fueron un primer
período de la Justicia Transicional, estas comprendieron exigencias propias de la Justicia
Restaurativa; esta fue comprendida como un valor universal y de primordial importancia
(Teitel, citado en Uprimny y Saffon, 2005, p.5-6). y los perpetradores de violaciones de
crímenes contra la dignidad humana fueron sometidos y juzgados severamente.

Uprimny y Saffon (2005) afirman que los contextos en los que se han desarrollado los
procesos transicionales en la última época han impuesto serios obstáculos prácticos a la
realización efectiva de dicha obligación, caracterizados como lo han estado por la necesidad
de que sus fórmulas sean aceptadas y vistas como satisfactorias, precisamente por quienes
han cometido magnas violaciones de derechos humanos; de igual manera, los autores ponen
como ejemplo las transiciones de regímenes dictatoriales a democracias en el Cono Sur, el
de la transición pos-Apartheid en Sudáfrica o el de la transición de la guerra civil a la paz
llevada a cabo en Irlanda del Norte.

Para los autores, el neologismo de Justicia Transicional es una expresión defendible, ya que
es una forma específica de justicia, con la característica especial de tener la difícil tarea de
encontrar un punto medio entre los polos de justicia retributiva plena, por un lado, y de
impunidad absoluta, por otro (Uprimny y Saffon, 2005, p.6). Esta labor se convierte en el
aspecto más difícil de asimilar por parte de la sociedad, toda vez que esta tiene arraigado el
concepto de justicia retributiva; esto es, la de juzgar y, posteriormente, condenar a quienes
estén dentro de un proceso de transición, alejándose de los elementos y principios propios de
la Justicia Transicional.

La Justicia Transicional surgió con el propósito esencial de equilibrar las exigencias de


justicia y de paz en contextos excepcionales de transición de la guerra a la paz o de la tiranía
a la democracia caracterizados por la necesidad de enfrentar la violación masiva y sistemática
de derechos humanos, en tanto que la Justicia Restaurativa apareció como un paradigma
alternativo a y crítico del funcionamiento del sistema penal en condiciones de normalidad y,
en concreto, de la manera como éste (Sic) castiga las formas ordinarias de crimen presentes
en una sociedad (Uprimny y Saffon, 2005, p.7).

La Justicia Restaurativa se enmarca dentro de un movimiento más amplio de crítica al


carácter represivo y retributivo del Derecho Penal; este tipo de justicia parte de la importancia
que tiene para la sociedad la reconciliación entre víctima y victimario. Todos los autores y
grupos que defienden a este tipo de justicia han coincidido en que el Derecho Penal debe
centrarse más en la víctima y el daño que esta sufre, antes que del acto criminal y su autor
(Minow; Gilman; braithwaite; Zehr, citados en Uprimny y Saffon, 2005, p.7). Para ellos, lo
importante es reconocer el sufrimiento ocasionado a la víctima, repararle el daño ocasionado
y restaurarla en su dignidad.

La Justicia Restaurativa fue ideada y ha sido utilizada como paradigma alternativo para
confrontar los delitos ordinarios que se suceden en una comunidad; sin embargo, este
paradigma fue aplicado a un proceso transicional, aquel que le dio fin al régimen político del
Apartheid en Sudáfrica. Es importante mencionar que la Justicia Restaurativa le otorga a la
Justicia Transicional un importante grado de legitimidad y mantiene en ella la centralidad de
los derechos humanos, pues si bien el derecho de las víctimas a la justicia es sacrificado de
manera importante, lo es en pro de la garantía de los derechos de estas a la verdad y a la
reparación. Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que la Justicia Transicional debe
concentrarse en el futuro y no en el pasado de la sociedad.

Un elemento en común entre ambos tipos de justicia es el ansia por superar el pasado y por
mirar hacia delante para refundar el futuro de una sociedad entera sobre la base de unos lazos
comunitarios fuertes (Uprimny y Saffon, 2005, p.10). Toda fórmula de Justicia Transicional
se orienta a buscar un equilibrio entre las exigencias de justicia y paz, con la finalidad
primordial de lograr una reconciliación democrática y una paz duradera.
Con el fin de alcanzar efectivamente la paz y la reconciliación, la Justicia Transicional admite
en ciertos casos y bajo circunstancias determinadas la concesión de perdones a los
responsables de crímenes atroces. A la vez, víctima y victimario de graves violaciones de
derechos humanos parecen admitir fórmulas restaurativas de Justicia Transicional fundadas
en perdones “recíprocos” entre los actores armados y sus bases.

Es paradójico ver cómo para los autores la desmovilización de los actores armados puede
dejar grandes vacíos en el ejercicio del control social, pues estos ejercían esas funciones
(Uprimny y Saffon, 2005, p.11).

Para la Justicia Restaurativa, la reconciliación implica necesariamente que todos los actores,
víctimas y victimarios estén absolutamente de acuerdo sobre la necesidad de perdonarse y
vean en el restablecimiento de sus vínculos sociales y en la armonía entre unos y otros valores
fundamentales (Uprimny y Saffon, 2005, p.12).

Para la Justicia Restaurativa, el concepto de reconciliación conlleva a ver en el castigo algo


indeseable y contrario al objetivo mismo de la reconciliación. El problema de las visiones
restaurativas es que confunden el castigo con la venganza y que ocultan las importantes
funciones que el primero puede cumplir en un proceso transicional (Uprimny y Saffon, 2005,
p.13).

El principal dilema con el cual se enfrenta la Justicia Transicional está relacionado con el
hecho de que debe encontrar un equilibrio entre la tensión producida por las exigencias de
justicia y paz. Si las víctimas de crímenes atroces saben que sus victimarios serán
sancionados de alguna manera, tal vez se encuentren más dispuestas a reconciliarse con sus
agresores, una vez hayan pagado por sus afrentas. En cambio, si sus reclamos de justicia son
negados o ignorados, la posibilidad de que las víctimas sean incapaces de perdonar a sus
victimarios, de abandonar sus deseos de venganza y de aceptar la legitimidad del nuevo orden
instaurado aumenta considerablemente (Uprimny y Saffon, 2005, p.14).
Los autores afirman que

…el objetivo básico de toda transición consiste en la instauración de un nuevo


orden político y social, que deje atrás de manera definitiva el anterior estado
de cosas y que garantice que los actos atroces perpetrados antes de la
transición no volverán nunca a cometerse. (Uprimny y Saffon, 2005, p.14)

En el caso de la transición que viviría la sociedad colombiana no estaría enfocada en un


modelo de “doble transición”, cuyo sistema está basado en perdones recíprocos. Las razones
que ellos exponen para justificar su teoría son, en primera medida, porque

…el conflicto produce una victimización múltiple de la sociedad civil por


parte de los actores armados. De hecho, la guerra colombiana no se caracteriza
por una movilización ciudadana masiva a favor o en contra de los actores
armados. La sociedad civil no apoya activamente a uno u otro bando, sino que
sufre indiscriminadamente los ataques de todos. (Uprimny y Saffon, 2005,
p.15)

Como segundo aspecto, afirman que

…la violencia propia del conflicto armado colombiano se ha caracterizado de


tal manera por su masividad y sistematicidad, que hasta la relativamente
sencilla tarea de identificar a los actores que eventualmente participarían en
los procesos restaurativos de concesión de perdones recíprocos se torna
altamente compleja. (Uprimny y Saffon, 2005, p.15)

Como tercer argumento, exponen que

…los crímenes contra la dignidad humana que han sido cometidos a lo largo
del conflicto armado son actos abominables e imperdonables. Por eso, al
interior de un proceso transicional como aquél por el que podría pasar
Colombia, con algunas excepciones, el castigo se hace exigible, no sólo
porque produciría la condena pública de tales comportamientos, sino porque
el nuevo orden social y democrático que se construiría a través de la transición
implicaría la total exclusión de los mismos y encontraría en el respeto de los
derechos humanos su fundamento básico. (Uprimny y Saffon, 2005, p.16)

El cuarto y último argumento que esgrimen se basa en que los mecanismos propios de la
Justicia Restaurativa no tendrían los mejores resultados en el país, en relación con el objetivo
de la reconciliación nacional. Para los autores, “…la verdad del conflicto armado es todavía
ignorada por los miembros de la sociedad, que aún no compartimos un relato común acerca
de nuestro pasado” (Uprimny y Saffon, 2005, p.16).

En los procesos de Justicia Transicional, y en los que se lleven a cabo en Colombia, el castigo
de crímenes atroces juega un papel fundamental el objetivo de la reconciliación, en vez de
contradecirlo.

Una de las conclusiones a las que llegan los autores tiene que ver con el hecho de que

…la individualización y el castigo de los responsables de crímenes de guerra


y lesa humanidad resultan importantes para el éxito de un proceso de JTr y
para la estabilidad del nuevo orden social y político incubado en su seno, por
lo que el enfoque de la JRe no puede ser el imperante en estos contextos. El
perdón de los victimarios no puede ser, como lo pretende el paradigma
restaurativo, la regla general de un proceso transicional. (Uprimny y Saffon,
2005, p.17).

Los autores afirman que el perdón de crímenes atroces procede cuando se muestra como el
único medio existente para alcanzar los logros de la paz y la reconciliación nacional, y cuando
es proporcional a la gravedad de los crímenes, al nivel de mando del victimario y a las
contribuciones que este haga a la justicia (Uprimny y Saffon, 2005, p.18).
Bibliografía

Uprimny, R. y Saffon, M. P. (2005). Justicia transicional y justicia restaurativa: tensiones y


complementariedades. En Rettberg Beil, A. (Ed.), Entre el perdón y el paredón:
preguntas y dilemas de la justicia transicional (pp. 211-232). Colombia: Universidad
de los Antes. Recuperado de http://hdl.handle.net/10625/30921

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