Es la disciplina, la investigación y la curiosidad, la catapulta que permite llegar a un

verdadero auto aprendizaje, pues estos estimulan al individuo a encontrar la resolución de

sus propias incógnitas y la búsqueda de dicha información, adicionalmente incentiva la

práctica y el aprender a aprender. Según Calvo (1998) “el aprendizaje autónomo como

filosofía de aprendizaje ofrece a los estudiantes más control, responsabilidad e

independencia. Parte de la idea de que el aprendizaje es una actividad humana por

naturaleza que el ser humano realiza por si mismo” (p.1). Podemos decir que este tipo de

aprendizaje requiere de una emancipación por parte de un plantel y un maestro o profesor.

A lo largo de nuestras vidas hemos relacionado de una manera absurda la educación con

el aprendizaje, y hemos creído que la única verdadera fuente de conocimientos verídicos es

una institución con maestros, lo cual se ha venido desmintiendo en estos últimos tiempos,

pues las instituciones en su gran mayoría fomentan la educación en un método lineal con

arquetipos que tienen como finalidad un producto mas no una persona multidimensional,

con niveles de creatividad y resolución de problemas. Los centros educativos se han ido

convirtiendo en empresas con moldes nada razonables, en creadores de ladrillos para su

perenne muro. Los claustros educativos son importantes, pero también lo es la formación

de personas investigativas y curiosas.

De acuerdo con Manrique (2004), “se es autónomo cuando la persona es capaz de

gobernarse a si misma y es menos gobernado por los demás. La decencia de la autonomía

es que las personas lleguen a ser capaces de tomar sus propias decisiones…” (p.3)

Es allí cuando juega la importancia de ser nosotros los creadores de conocimiento,

donde yo me pregunto algo que quizá me guste y yo misma intervenga en la búsqueda y

análisis de una determinada respuesta, o donde yo aprendo porque quiero más no porque
me toque, así que podemos decir que el aprendizaje autónomo permite la creación de

profesionales a distancia, pues no es necesario que un profesor se encuentre tiempo

completo con el estudiante, sino por el contrario, el profesor fomenta la investigación y la

motivación para que el estudiante genere su propio lugar de investigación activa.

En conclusión, podemos decir que la autodidáctica requiere disciplina, entrega propia y

más investigación, de este modo se verán claramente los resultados de profesionales

igualmente preparados, que llevan consigo la creatividad y el liderazgo de su sapiencia,

donde soy yo quien genero mi propio campo de autorreflexión.