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PECADO Y CASTIGO DE LOS ÁNGELES MALOS

M. Flick - Z. Alszeghy nos propone una versión del pecado diabólico, tomada de la
Vida de Adán y Eva (c. 11-16), obra apócrifa judía compuesta probablemente en el siglo I y
que puede considerarse un ensayo de la enseñanza sinagogal en tiempos de Jesucristo.

Adán, lamentándose del mal que le infligió el diablo, le pregunta por qué tiene tan gran odio a
la humanidad. El diablo responde que odia y envidia al hombre, porque precisamente a causa de
él fue privado de la gloria que poseía en el cielo y precipitado a la tierra. «Cuando espiró en ti el
soplo vital dice el diablo e hizo tu rostro a su imagen y semejanza, Miguel te llevó a la
presencia de Dios y mandó adorarte. Y el Señor dijo: Mira, Adán, te he creado a imagen mía, a
mi semejanza. Y Miguel se alzó y gritó a los ángeles: Adorad la imagen del Señor Dios, como
el Señor Dios ha mandado. Miguel mismo adoró el primero, después me llamó a mí y me dijo:
Adora la imagen de Yahvé. Y yo respondí: No tengo que adorar a Adán. Y puesto que Miguel
insistía, le dije: ¿Por qué insistes? No adoraré a quien vale menos que yo y es más joven. Yo fui
creado antes que él. Es él quien debería adorarme a mí. Cuando oyeron esto, los ángeles a mis
órdenes no quisieron adorarlo. Miguel dijo: Adora la imagen de Dios. Si no lo hicieres, el Señor
Dios se irritará contra ti. Si se irrita contra mí, levantaré mi trono sobre las estrellas del cielo,
seré semejante al Altísimo. Y el Señor Dios se enfadó contra mí y me expulsó, junto con mis
ángeles, de la gloria. Así fuimos expulsados de nuestra morada y arrojados a la tierra». 1

En este texto vemos que la rebelión angélica tiene cierta relación con la dignidad del
hombre, envidiado por el diablo, y hunde sus raíces en la soberbia. La cita de Isaías 14, 13-14
se aplica al pecado de los ángeles. El pecado lo cometieron muchos ángeles; pero uno solo de
ellos, de naturaleza más perfecta, tiene un papel prevalente. Es de notar que la lucha entre
ángeles buenos y malos se desarrolla en el plano espiritual y que el pecado del diablo explica
su odio contra el hombre.

Sin embargo, si lo leemos en clave cristiana, puede arrojar mucha luz a las cuestiones
que Santo Tomás se plantea.
Esta clave cristiana es releer el texto a luz del misterio de Cristo, el segundo Adán,
Imagen perfecta de Dios; en este sentido, cuando es presentado Adán a Dios, se puede pensar
que Dios mostró el misterio de la encarnación de su Hijo, el cual iba a asumir la naturaleza
humana del linaje de Adán. La adorable segunda Persona de la Trinidad iba hacerse hombre,
misterio estricto de nuestra fe. Advirtamos que en el texto los ángeles todavía no son
bienaventurados. Por tanto el mandato de adorar a la imagen del Señor (Adorad la imagen del
Señor Dios, como el Señor Dios ha mandado) no era idolatría, y además, implicaba un
mandato de ley natural, ya que siempre hay que obedecer a Dios. Por lo cual, este mandato
implicaba para los ángeles un acto de obediencia, en la fe, a Dios, era una invitación en creer
en el misterio de la Encarnación y por consiguiente en la vida intima de Dios, que son tres
Personas. El pecado angélico consistió en un pecado contra la fe, la esperanza y la caridad, en
el orden de la gracia y un pecado de desobediencia en el orden de la naturaleza. ¿No será esto
la prueba y el pecado de los ángeles, que si ellos hubieran obedecido, habrían pasado a la
Visión de Dios y por tanto contemplar el misterio de la Trinidad y de la Encarnación? ¿No fue
para ellos la Noche Oscura del espíritu, que solamente queda obedecer a Dios? El pecado del
demonio y sus ángeles fue así un pecado de soberbia contra Dios y de envidia contra el
hombre.

1. EL MAL DE CULPA (PECADO) EN GENERAL


1
M. Flick - Z. Alszeghy, Los comienzos de la salvación, Sigueme, Salamanca 1965, pág. 637. Cf. J. B. FREY:
DBS I, 102-106.
1.1. Existencia (I q. 63, 1)

Santo Tomás en primer lugar se plantea la posibilidad del pecado de los ángeles. Y en
el orden natural cualquier criatura espiritual puede pecar.

Respondeo dicendum quod tam Angelus quam Hay que decir: Tanto el ángel como cualquier
quaecumque creatura rationalis, si in sua sola otra criatura racional, si sólo se considera su
natura consideretur, potest peccare, et naturaleza, puede pecar. Si hay alguno que no
cuicumque creaturae hoc convenit ut peccare pueda pecar, se debe a un don de la gracia y
non possit, hoc habet ex dono gratiae, non ex no a la condición natural. El porqué de esto
conditione naturae. Cuius ratio est, quia radica en que pecar, trátese del pecado de
peccare nihil est aliud quam declinare a naturaleza, de profesión o de conducta,
rectitudine actus quam debet habere; sive consiste en que el acto se desvía de la rectitud
accipiatur peccatum in naturalibus, sive in que debe tener. El único acto que no puede
artificialibus, sive in moralibus. Solum autem desviarse de la debida rectitud es aquel cuya
illum actum a rectitudine declinare non regla es la virtud de quien obra. Así, si la
contingit, cuius regula est ipsa virtus agentis. mano del artesano fuese la regla de cortar la
Si enim manus artificis esset ipsa regula madera, siempre la cortaría como se debe.
incisionis, nunquam posset artifex nisi recte Pero si la rectitud del corte está sujeta a otra
lignum incidere, sed si rectitudo incisionis sit regla, a veces cortará derecho, y, otras,
ab alia regula, contingit incisionem esse torcido. Sólo la voluntad de Dios es la regla de
rectam et non rectam. Divina autem voluntas sus propias acciones, porque no está ordenado
sola est regula sui actus, quia non ad a otro fin superior. En cambio, toda voluntad
superiorem finem ordinatur. Omnis autem de cualquier criatura no obra rectamente a no
voluntas cuiuslibet creaturae rectitudinem in ser que esté regulada por la voluntad divina a
suo actu non habet, nisi secundum quod la que pertenece el último fin. De aquí que
regulatur a voluntate divina, ad quam pertinet toda voluntad del inferior deba ser regulada
ultimus finis, sicut quaelibet voluntas por la del superior, como la del soldado por la
inferioris debet regulari secundum voluntatem del jefe del ejército. Por lo tanto, sólo la
superioris, ut voluntas militis secundum voluntad divina está exenta de pecado; y, en
voluntatem ducis exercitus. Sic igitur in sola cambio, en toda voluntad de la criatura puede
voluntate divina peccatum esse non potest, in haber pecado por su condición natural.
qualibet autem voluntate creaturae potest esse
peccatum, secundum conditionem suae
naturae. (I q. 63, a. 1 co)

Pero Santo Tomás señala en las respuestas a las objeciones que el pecado de ángel ha
sido tanto en el orden natural

Praeterea, appetitus non est nisi boni, vel 4. Por último. El apetito no tiende más que a
apparentis boni. Sed in Angelis non potest lo bueno o a lo que parece bueno. Pero es
esse apparens bonum, quod non sit verum imposible que para los ángeles haya un bien
bonum, quia in eis vel omnino error esse non aparente que no sea verdadero bien, porque en
potest, vel saltem non potest praecedere ellos no cabe error alguno, o por lo menos, no
culpam. Ergo Angeli non possunt appetere nisi puede preceder a la culpa. Por lo tanto, los
id quod est vere bonum. Sed nullus, appetendo ángeles no pueden apetecer sino lo que es
id quod est vere bonum, peccat. Ergo Angelus realmente bueno. Pero por apetecer lo
appetendo non peccat. (I q. 63, a. 1 obj. 4) realmente bueno nadie peca. Por lo tanto, el
ángel, apeteciendo, no peca.

Alio modo contingit peccare per liberum Otra, consiste en hacer algo que en sí mismo
arbitrium, eligendo aliquid quod secundum se es bueno, pero no con arreglo a la debida
est bonum, sed non cum ordine debitae medida, de suerte que el defecto causante del
mensurae aut regulae; ita quod defectus pecado no viene por parte de lo elegido, sino
inducens peccatum sit solum ex parte de la elección, que no guarda el orden debido.
electionis, quae non habet debitum ordinem, Ejemplo: Quien determina orar
non ex parte rei electae; sicut si aliquis desentendiéndose de lo prescrito por la
eligeret orare, non attendens ad ordinem ab Iglesia. Estos pecados no presuponen
Ecclesia institutum. Et huiusmodi peccatum ignorancia, sino solamente falta de
non praeexigit ignorantiam, sed absentiam consideración de aquello que debe ser tenido
solum considerationis eorum quae considerari presente. Así es como pecaron los ángeles, los
debent. Et hoc modo Angelus peccavit, cuales, por el libre albedrío, se inclinaron al
convertendo se per liberum arbitrium ad propio bien sin someterse a la regla de la
proprium bonum, absque ordine ad regulam voluntad divina.
divinae voluntatis. (I q. 63, a. 1 ad 4)

Como en el orden sobrenatural

Praeterea, id quod est naturale, semper inest. 3. Todavía más. Lo que es natural, siempre se
Sed naturale est Angelis quod moveantur motu conserva. Pero en los ángeles es natural que se
dilectionis in Deum. Ergo hoc ab eis removeri muevan con movimiento de amor a Dios. Por
non potest. Sed diligendo Deum non peccant. lo tanto, no pueden perderlo. Pero amando a
Ergo Angeli peccare non possunt. Dios no pecan. Por lo tanto, los ángeles no
(I q. 63, a. 1 obj. 3) pueden pecar.

Ad tertium dicendum quod naturale est 3. A la tercera hay que decir: En el ángel es
Angelo quod convertatur motu dilectionis in natural que se vuelva con movimiento de
Deum, secundum quod est principium amor natural a Dios, como principio del ser
naturalis esse. Sed quod convertatur in ipsum natural. Pero que se vuelva a Dios en cuanto
secundum quod est obiectum beatitudinis objeto de la bienaventuranza sobrenatural, le
supernaturalis, hoc est ex amore gratuito, a viene del amor gratuito, del cual pudo
quo averti potuit peccando. (I q. 63, a. 1 ad 3) prescindir pecando.

1.2. Naturaleza (I q. 63, 2-4)

La naturaleza de este pecado fue por tanto de soberbia

Respondeo dicendum quod peccatum aliquod Hay que decir: De dos maneras puede haber
in aliquo esse potest dupliciter, uno modo, algún pecado en alguien: una, en cuanto al
secundum reatum; alio modo, secundum reato; otra, en cuanto al efecto. En cuanto al
affectum. Secundum reatum quidem omnia reato, los demonios tienen todos los pecados,
peccata in Daemonibus esse contingit, quia porque al inducir a los hombres a cometer
dum homines ad omnia peccata inducunt, todo género de pecados incurren en el reato de
omnium peccatorum reatum incurrunt. todos ellos. En cuanto al efecto, solamente
Secundum affectum vero illa solum peccata in puede haber en los ángeles malos aquellos
malis Angelis esse possunt, ad quae contingit pecados a los que puede tender la naturaleza
affici spiritualem naturam. Spiritualem autem espiritual. Pero la naturaleza espiritual no
naturam affici non contingit ad bona quae sunt tiende a los bienes propios del cuerpo, sino a
propria corpori, sed ad ea quae in rebus los que pueden encontrarse en las cosas
spiritualibus inveniri possunt, nihil enim espirituales, ya que nada tiende más que a lo
afficitur nisi ad id quod suae naturae potest que, de algún modo, puede convenir a su
esse quodam modo conveniens. naturaleza. En los bienes espirituales, cuando
In spiritualibus autem bonis non potest esse alguien se aficiona a ellos, no puede haber
peccatum dum aliquis ad ea afficitur, nisi per pecado, a no ser que en tal afecto no se
hoc quod in tali affectu superioris regula non observe la regla del superior. Pero no
servatur. Et hoc est peccatum superbiae, non someterse a la regla del superior en lo debido
subdi superiori in eo quo debet. Unde es precisamente lo que constituye el pecado de
peccatum primum Angeli non potest esse aliud la soberbia. Por lo tanto, el primer pecado del
quam superbia. (I q. 63, a. 2 co) ángel no pudo ser más que el de soberbia.

Como de envidia
Sed consequenter potuit in eis esse etiam Pero, y como consecuencia, pudo haber en
invidia. Eiusdem enim rationis est quod ellos también el de envidia. En efecto, la
affectus tendat in aliquid appetendum, et quod misma razón que el apetito tiene para
renitatur opposito. Invidus autem ex hoc de inclinarse a una cosa, la tiene para rechazar la
bono alterius dolet, inquantum bonum alterius contraria. Por eso, el envidioso se duele del
aestimat sui boni impedimentum. Non autem bien del otro, pues estima que el bien ajeno es
bonum alterius poterat aestimari un obstáculo para el propio. Pero el bien de
impedimentum boni affectati per Angelum otro no pudo ser tenido como obstáculo del
malum, nisi inquantum affectavit excellentiam bien al que se aficionó el ángel malo, a no ser
singularem, quae quidem singularitas per en cuanto que apeteció una grandeza que
alterius excellentiam cessat. Et ideo post quedaba eclipsada por la grandeza de otro. Por
peccatum superbiae consecutum est in Angelo eso, tras el pecado de soberbia apareció en el
peccante malum invidiae, secundum quod de ángel prevaricador el mal de la envidia,
bono hominis doluit; et etiam de excellentia porque se dolió del bien del hombre y también
divina, secundum quod eo Deus contra de la grandeza divina, en cuanto que Dios se
voluntatem ipsius diaboli utitur in gloriam sirve del hombre para su gloria en contra de la
divinam. (I q. 63, a. 2 co) voluntad del demonio.

Su pecado fue apetecer ser como Dios

No como equiparación

Respondeo dicendum quod Angelus, absque Hay que decir: Sin duda, el ángel pecó
omni dubio, peccavit appetendo esse ut Deus. apeteciendo ser como Dios. Pero esto puede
Sed hoc potest intelligi dupliciter, uno modo, entenderse de dos maneras: Como
per aequiparantiam; alio modo, per equiparación o como semejanza. Del primer
similitudinem. Primo quidem modo, non modo no pudo apetecer ser igual a Dios,
potuit appetere esse ut Deus, quia scivit hoc porque, por conocimiento natural, sabía que
esse impossibile, naturali cognitione; nec esto es imposible, y, además, porque a su
primum actum peccandi in ipso praecessit vel primer acto pecaminoso no precedió en él
habitus vel passio ligans cognoscitivam ipsius ningún hábito ni pasión que entorpeciese su
virtutem, ut in particulari deficiens eligeret capacidad cognoscitiva, de forma que errase
impossibile, sicut in nobis interdum accidit. en aquel caso concreto eligiendo lo imposible,
(I q. 63, a. 3 co) como a veces nos ocurre a nosotros.

Sino como semejanza (lo cual se puede entender de dos maneras):

Uno modo, quantum ad id in quo aliquid 1) La primera, en cuanto a aquello en que es


natum est Deo assimilari. Et sic, si aliquis capaz una criatura de asemejarse a Dios.
quantum ad hoc appetat esse Deo similis, non Quien así apetece ser semejante a Dios no
peccat, dummodo similitudinem Dei debito peca, con tal que aspire a la semejanza con
ordine appetat adipisci, ut scilicet eam a Deo Dios según el orden debido, esto es, a recibirla
habeat. Peccaret vero si quis etiam appeteret de Dios. Pero peca si aspira a ello exigiéndola
secundum iustitiam esse similis Deo, quasi en nombre de la justicia, como si fuera debida
propria virtute, et non ex virtute Dei. a su esfuerzo y no a la acción de Dios.
(I q. 63, a. 3 co)

Alio vero modo potest aliquis appetere similis 2) La segunda, si alguien apeteciera ser
esse Deo, quantum ad hoc in quo non natus est semejante a Dios en lo que no es apto para
assimilari; sicut si quis appeteret creare asemejarse a Dios, como, por ejemplo, el que
caelum et terram, quod est proprium Dei; in apeteciera crear el cielo y la tierra, cosa que
quo appetitu esset peccatum. (I q. 63, a. 3 co) sólo pertenece a Dios, pues en este apetito hay
pecado.

Y de las dos maneras peco el demonio

Et hoc modo diabolus appetiit esse ut Deus. De esta manera es como el diablo apeteció ser
Non ut ei assimilaretur quantum ad hoc quod como Dios. Y no porque apeteciera ser
est nulli subesse simpliciter, quia sic etiam semejante a Dios en cuanto a no estar
suum non esse appeteret, cum nulla creatura sometido absolutamente a nadie, porque, de
esse possit nisi per hoc quod sub Deo esse ser así, hubiera querido su propio no ser, pues
participat. Sed in hoc appetiit esse similis ninguna criatura puede existir a no ser en
Deo, quia appetiit ut finem ultimum cuanto que participa del ser que Dios le
beatitudinis id ad quod virtute suae naturae comunica. Su deseo de ser semejante a Dios
poterat pervenire, avertens suum appetitum a consistió en apetecer como fin último de la
beatitudine supernaturali, quae est ex gratia bienaventuranza las cosas que podía conseguir
dei. (I q. 63, a. 3 co) por la capacidad de su naturaleza, desviando
por ello su apetito de la bienaventuranza
sobrenatural, que proviene de la gracia de
Dios.

Vel si appetiit ut ultimum finem illam Dei O si deseó como último fin la semejanza con
similitudinem quae datur ex gratia, voluit hoc Dios que tiene por causa la gracia, quiso
habere per virtutem suae naturae, non ex alcanzarla por la capacidad de su naturaleza, y
divino auxilio secundum Dei dispositionem. no con la ayuda divina, según la disposición
Et hoc consonat dictis Anselmi, qui dicit quod de Dios. Esto concuerda con la opinión de
appetiit illud ad quod pervenisset si stetisset. Anselmo cuando dice que apeteció aquello a
Et haec duo quodammodo in idem redeunt, que habría llegado si hubiera perseverado. De
quia secundum utrumque appetiit finalem cualquier modo, estas dos explicaciones
beatitudinem per suam virtutem habere, quod coinciden, porque lo que una y otra dicen es
est proprium Dei. (I q. 63, a. 3 co) que apeteció obtener la bienaventuranza final
por su capacidad, lo cual sólo es propio de
Dios.

Agregándose el deseo de dominar todo los demás.

Quia vero quod est per se, est principium et No obstante, porque lo que existe por sí
causa eius quod est per aliud, ex hoc etiam mismo es causa y principio de lo que es por
consecutum est quod appetiit aliquem otro, de aquel apetecer se siguió que quisiera
principatum super alia habere. In quo etiam dominar todo lo demás. En esto también
perverse voluit Deo assimilari. perversamente quiso asemejarse a Dios.
(I q. 63, a. 3 co)

Y este pecado del demonio y de sus ángeles no implica que ellos sean malos por
naturaleza.

Respondeo dicendum quod omne quod est, Hay que decir: Todo lo que existe, por el
inquantum est et naturam habet aliquam, in simple hecho de existir, tiende naturalmente a
bonum aliquod naturaliter tendit, utpote ex algún bien, ya que procede de un principio
principio bono existens, quia semper effectus bueno. El efecto se reduce a su principio. Sin
convertitur in suum principium. Contingit embargo, es posible que a los bienes
autem alicui bono particulari aliquod malum particulares se una algún mal, como al fuego
esse adiunctum, sicut igni coniungitur hoc se le une el mal de consumir lo que toca. Pero
malum quod est esse consumptivum aliorum, el bien universal no puede llevar anexo ningún
sed bono universali nullum malum potest esse mal. Por lo tanto, si hay algún ser cuya
adiunctum. Si ergo aliquid sit cuius natura naturaleza está ordenada a un bien particular,
ordinetur in aliquod bonum particulare, potest por naturaleza puede tender a un mal, pero no
naturaliter tendere in aliquod malum, non en cuanto mal, sino accidentalmente, esto es,
inquantum malum, sed per accidens, en cuanto que está unido a un bien. Pero si
inquantum est coniunctum cuidam bono. Si existe algo cuya naturaleza esté ordenada a
vero aliquid sit cuius natura ordinetur in algún bien bajo la razón de bien, por
aliquod bonum secundum communem boni naturaleza nunca puede tender a algún mal. Es
rationem hoc secundum suam naturam non evidente que toda naturaleza intelectual está
potest tendere in aliquod malum. Manifestum ordenada al bien universal que puede conocer
est autem quod quaelibet natura intellectualis y que es objeto de la voluntad. Por lo tanto,
habet ordinem in bonum universale, quod como los demonios son sustancias
potest apprehendere, et quod est obiectum intelectuales, no pueden tener tendencia
voluntatis. Unde cum Daemones sint natural al mal. Por lo tanto, por naturaleza no
substantiae intellectuales, nullo modo possunt pueden ser malos.
habere inclinationem naturalem in aliquod
quodcumque malum. Et ideo non possunt esse
naturaliter mali. (I q. 63, a. 4 co)

2. EL MAL DE CULPA (PECADO) EN PARTICULAR

2.1 El cuándo y el cómo aconteció en los ángeles (I q. 63, 5-6)

Este pecado no fue cometido en el primer instante de la creación de los ángeles, ya que
esto implicaría que Dios fuese causa de pecado.

Et ideo aliter dicendum est, quod impossibile Fue imposible que el ángel pecara en el primer
fuit Angelum in primo instanti peccasse per instante por un acto desordenado de su libre
inordinatum actum liberi arbitrii. Quamvis albedrío. El porqué de esto radica en que, si
enim res aliqua in primo instanti quo esse bien algunas cosas desde que empiezan a ser
incipit, simul incipere possit operari; tamen pueden comenzar también a obrar, la
illa operatio quae simul incipit cum esse rei, operación que empieza al mismo tiempo que
est ei ab agente a quo habet esse; sicut moveri el ser la reciben de quien reciben el ser, como
sursum inest igni a generante. Unde si aliqua el moverse del fuego hacia arriba lo recibe de
res habeat esse ab agente deficiente, quod quien lo genera. Por eso, si algo recibe el ser
possit esse causa defectivae actionis, poterit in de un agente defectuoso que puede ser causa
primo instanti in quo incipit esse, habere de una acción defectuosa, desde el primer
defectivam operationem; sicut si tibia quae instante en que empieza a existir, puede
nascitur clauda ex debilitate seminis, statim realizar acciones defectuosas. Ejemplo: La
incipiat claudicare. Agens autem quod pierna que nace rota por la debilidad del
Angelos in esse produxit, scilicet Deus, non principio generante, inmediatamente empieza
potest esse causa peccati. Unde non potest dici a cojear. Pero quien produce a los ángeles,
quod diabolus in primo instanti suae creationis Dios, no puede ser causa del pecado. Por eso
fuerit malus. (I q. 63, a. 5 co) no puede decirse que el diablo fuera malo
desde el primer instante de su creación.

Sino un instante después

Respondeo dicendum quod circa hoc est Hay que decir: Sobre esta cuestión hay dos
duplex opinio. Sed probabilior, et sanctorum opiniones, pero la más probable y más
dictis magis consona est, quod statim post conforme con la doctrina de los Santos es que
primum instans suae creationis diabolus el diablo pecó inmediatamente después del
peccaverit. Et hoc necesse est dicere, si primer instante de su creación. Es preciso que
ponatur quod in primo instanti suae creationis afirmemos esto si admitimos que ejecutó un
in actum liberi arbitrii proruperit, et cum acto del libre albedrío en el mismo momento
gratia fuerit creatus, ut supra diximus. Cum en que fue creado, y que fue creado en gracia,
enim Angeli per unum actum meritorium ad como dijimos (a.5; q.62 a.3). Pues, como los
beatitudinem perveniant, ut supra dictum est; ángeles alcanzaron la bienaventuranza por un
si diabolus in primo instanti, in gratia creatus, solo acto meritorio, como también dijimos
meruit, statim post primum instans (q.62 a.5), si el diablo, creado en gracia,
beatitudinem accepisset, nisi statim mereció en el primer instante, habría recibido
impedimentum praestitisset peccando. la bienaventuranza inmediatamente después
(I q. 63, a. 6 co) del primer instante, si, pecando, no hubiera
puesto, también inmediatamente, el
impedimento.

2.2. Los sujetos que pecaron (I q. 63, 7-9)


Este pecado lo cometió un ángel superior

Si vero consideretur motivum ad peccandum, En cambio, si se considera el motivo de pecar,


maius invenitur in superioribus quam in encontramos que es mayor en los superiores
inferioribus. Fuit enim Daemonum peccatum que en los inferiores. Hemos visto ya (a.2) que
superbia, ut supra dictum est; cuius motivum el pecado de los demonios fue la soberbia,
est excellentia, quae fuit maior in cuyo motivo es la grandeza, y que poseyeron
superioribus. Et ideo Gregorius dicit quod ille en mayor grado los superiores que los
qui peccavit, fuit superior inter omnes. Et hoc inferiores. Por eso Gregorio dice: El que pecó
videtur probabilius. Quia peccatum Angeli fue el supremo entre todos. Esto parece lo más
non processit ex aliqua pronitate, sed ex solo probable. Porque el pecado del ángel no
libero arbitrio, unde magis videtur provino de ninguna propensión, sino sólo del
consideranda esse ratio quae sumitur a motivo libre albedrío, y por lo tanto, parece que
ad peccandum. (I q. 63, a. 7 co) preferentemente se ha de tener en cuenta el
motivo de pecar.

Y los inferiores lo siguieron a él.

Respondeo dicendum quod peccatum primi Hay que decir: El pecado del primer ángel fue
Angeli fuit aliis causa peccandi, non quidem para los otros causa de pecar, no coactiva,
cogens, sed quadam quasi exhortatione pero sí como exhortación persuasiva. Un
inducens. Cuius signum ex hoc apparet, quod indicio de esto lo tenemos en que todos los
omnes Daemones illi supremo subduntur; ut demonios están sometidos a aquel primer
manifeste apparet per illud quod dicit rebelde, como resulta claro por lo que dice el
dominus, Matth. XXV, ite, maledicti, in ignem Señor en Mt 25,41: Id, malditos, al fuego
aeternum, qui paratus est diabolo et Angelis eterno que está preparado para el diablo y para
eius. Habet enim hoc ordo divinae iustitiae, ut sus ángeles. En el orden de la justicia divina
cuius suggestioni aliquis consentit in culpa, está dispuesto que, si alguno consiente en la
eius potestati subdatur in poena; secundum culpa sugestionado por otro, en castigo quede
illud II Petr. II, a quo quis superatus est, huic sometido a su poder. Dice 2 Pe 2,19: Cada
servus addictus Est. (I q. 63, a. 8 co) cual es esclavo de quien le venció.

Y el número de los que pecaron fue inferior al número de los ángeles fieles a Dios.

Respondeo dicendum quod plures Angeli Hay que decir: Los ángeles que perseveraron
permanserunt quam peccaverunt. Quia son más que los que pecaron porque el pecado
peccatum est contra naturalem inclinationem, es contrario a la tendencia natural; y lo que va
ea vero quae contra naturam fiunt, ut in contra la naturaleza logra su efecto siempre,
paucioribus accidunt; natura enim consequitur por lo menos en la mayoría de los casos.
suum effectum vel semper, vel ut in pluribus.
(I q. 63, a. 9 co)

3. EL MAL DE PENA (CASTIGO)

3.1. En sí mismo (I q. 64, 1-3)

Por este pecado, la mente de los ángeles caídos quedo oscurecida.

Respondeo dicendum quod duplex est Hay dos clases de conocimiento de la verdad.
cognitio veritatis, una quidem quae habetur 1) Uno, se obtiene por la gracia. 2) Otro, por
per gratiam; alia vero quae habetur per la naturaleza. El que se obtiene por la gracia, a
naturam. Et ista quae habetur per gratiam, est su vez, se divide en otros dos: Uno que es
duplex, una quae est speculativa tantum, sicut solamente especulativo, como el de aquel a
cum alicui aliqua secreta divinorum quien se le revela algún secreto divino. Otro,
revelantur; alia vero quae est affectiva, que es afectivo y produce el amor de Dios.
producens amorem Dei; et haec proprie Este es el que propiamente pertenece al don de
pertinet ad donum sapientiae. la sabiduría.
(I q. 64, a. 1 co)

Aunque no perdieron el conocimiento natural

Harum autem trium cognitionum prima in De estos tres géneros de conocimiento, 1) el


Daemonibus nec est ablata, nec diminuta. primero ni fue suprimido ni tan siquiera
Consequitur enim ipsam naturam Angeli, qui atenuado en los demonios. Pues deriva de la
secundum suam naturam est quidam misma naturaleza del ángel, el cual por su
intellectus vel mens, propter simplicitatem naturaleza es un determinado entendimiento o
autem suae substantiae, a natura eius aliquid mente. En efecto, como debido a la
subtrahi non potest, ut sic per subtractionem simplicidad de su sustancia nada de ella puede
naturalium puniatur, sicut homo punitur per ser substraído, es imposible castigarle
subtractionem manus aut pedis aut alicuius privándole de una parte de su naturaleza,
huiusmodi. Et ideo dicit Dionysius quod dona como se castiga al hombre amputándole una
naturalia in eis integra manent. Unde naturalis mano, un pie o cualquier otra parte del cuerpo.
cognitio in eis non est diminuta. Por esto dice Dionisio que en ellos
(I q. 64, a. 1 co) permanecieron íntegros los dones naturales.
Por lo tanto, su conocimiento natural no pudo
ser disminuido.

El conocimiento sobrenatural fue disminuido en el orden especulativo

Secunda autem cognitio, quae est per gratiam, 2) Por lo que se refiere al segundo género de
in speculatione consistens, non est in eis conocimiento, el puramente especulativo,
totaliter ablata, sed diminuta, quia de obtenido por gracia, no fue totalmente
huiusmodi secretis divinis tantum revelatur eis borrado, sino disminuido, porque de estos
quantum oportet, vel mediantibus Angelis, vel secretos divinos solamente los más
per aliqua temporalia divinae virtutis effecta, convenientes les son revelados, o por medio
ut dicit Augustinus, IX de CIV. Dei; non de los ángeles, o por medio de algunos efectos
autem sicut ipsis sanctis Angelis, quibus plura temporales de la virtud divina, como dice
et clarius revelantur in ipso Verbo. Agustín en IX De civ. Dei. Aunque no les son
(I q. 64, a. 1 co) revelados como a los ángeles santos, a quienes
en la Palabra les son revelados más secretos y
con mayor claridad.

Y suprimido en el orden afectivo

A tertia vero cognitione sunt totaliter privati, 3) En cuanto al tercer género de conocimiento,
sicut et a caritate. (I q. 64, a. 1 co) están totalmente privados, como también lo
están de la caridad.

En este sentido es interesante ver la respuesta a la objeción cuarta.

Praeterea, Angeli in sua conditione 4. Y también. En el momento de su creación,


cognoverunt mysterium regni Dei, ut los ángeles conocieron el misterio del reino de
Augustinus dicit, V super Gen. Ad litt.. Sed Dios, como dice Agustín, en V Super Gen. ad
Daemones hac cognitione privati sunt, quia si litt.3 Pero los demonios fueron privados de
cognovissent, nequaquam Dominum gloriae este conocimiento, porque, como se dice en 1
crucifixissent, ut dicitur I Cor. II. Ergo, pari Cor 2,8: Si lo hubieran conocido, nunca
ratione, omni alia cognitione veritatis sunt hubieran crucificado al Señor de la gloria. Por
privati. (I q. 64, a. 1 obj. 4) lo tanto, y por lo mismo, fueron privados
también del conocimiento de toda otra verdad.

Donde Santo Tomás señala que los ángeles caidos tenían algún conocimiento del
misterio de Cristo
Ad quartum dicendum quod mysterium regni 4. A la cuarta hay que decir: El misterio del
Dei, quod est impletum per Christum, omnes reino de Dios realizado por Cristo fue
quidem Angeli a principio aliquo modo conocido de alguna manera por todos los
cognoverunt; maxime ex quo beatificati sunt ángeles desde el principio; y sobre todo lo fue
visione Verbi, quam Daemones nunquam a partir del momento en que consiguieron la
habuerunt. Non tamen omnes Angeli bienaventuranza por la visión de la Palabra.
cognoverunt perfecte, neque aequaliter. Unde Esto nunca lo tuvieron los demonios. Sin
Daemones multo minus, Christo existente in embargo, no todos los ángeles lo conocieron
mundo, perfecte mysterium incarnationis completamente ni por igual. Por supuesto que
cognoverunt. Non enim innotuit eis, ut mucho menos los demonios debieron de
Augustinus dicit sicut Angelis sanctis, qui conocer el misterio de la encarnación mientras
Verbi participata aeternitate perfruuntur, sed Cristo estuvo en este mundo. Dice Agustín:
sicut eis terrendis innotescendum fuit per No se les dio a conocer como a los ángeles
quaedam temporalia effecta. santos, que gozan por participación de la
Si autem perfecte et per certitudinem eternidad de la Palabra, sino que se les
cognovissent ipsum esse filium Dei, et notificó, para su espanto, por ciertos efectos
effectum passionis eius, nunquam Dominum temporales. Por lo demás, si hubieran
gloriae crucifigi procurassent. conocido con seguridad y certeza que era el
(I q. 64, a. 1 ad 4) Hijo de Dios y cuáles habían de ser los efectos
de su pasión, nunca hubieran dirigido la
crucifixión del Señor de la gloria.

También por este pecado, se han obstinado en el mal

et tenendum est firmiter, secundum fidem Siguiendo la fe católica, hay que sostener que
catholicam, quod et voluntas bonorum la voluntad de los ángeles santos está
Angelorum confirmata est in bono, et voluntas confirmada en el bien. La de los demonios, en
Daemonum obstinata est in malo. el mal.
(I q. 64, a. 2 co)

La causa de su obstinación es su adhesión inmutable a su decisión

Differt autem apprehensio Angeli ab Pero el conocimiento del ángel difiere del
apprehensione hominis in hoc, quod Angelus conocimiento del hombre en que el ángel
apprehendit immobiliter per intellectum, sicut conoce por su entendimiento de un modo
et nos immobiliter apprehendimus prima inmutable, a la manera como nosotros
principia, quorum est intellectus, conocemos de modo inmutable los primeros
principios, que son el objeto del
entendimiento.

Unde et voluntas hominis adhaeret alicui De donde se sigue que la voluntad del hombre
mobiliter, quasi potens etiam ab eo discedere se adhiere a los objetos de una manera
et contrario adhaerere, mutable, ya que puede abandonar uno y
adherirse a su contrario

liberum autem arbitrium Angeli est flexibile …mientras que el libre albedrío del ángel lo es
ad utrumque oppositum ante electionem, sed antes de la elección, pero no después. Así,
non post. Sic igitur et boni Angeli, semper pues, los ángeles buenos, adheridos desde
adhaerentes iustitiae, sunt in illa confirmati, siempre a la justicia, están confirmados en
mali vero, peccantes, sunt in peccato obstinati. ella, mientras que los malos, los pecadores,
(I q. 64, a. 2 co) están obstinados en su pecado.

Y su pena implica un dolor en la voluntad

Et necesse est dicere quod in eis sit dolor. En ellos hay dolor. El porqué de esto radica en
Quia dolor, secundum quod significat que el dolor, en cuanto simple acto de la
simplicem actum voluntatis, nihil est aliud voluntad, no es otra cosa que una reacción
quam renisus voluntatis ad id quod est vel non contra lo que es y lo que no es. Pero es
est. Patet autem quod Daemones multa vellent indudable que los demonios quisieran que
non esse quae sunt, et esse quae non sunt, muchas cosas que existen, no existieran. Así,
vellent enim, cum sint invidi, damnari eos qui por ejemplo, y por estar llenos de envidia,
salvantur. Unde oportet dicere quod in eis sit quisieran la condenación de los que se salvan.
dolor, et praecipue quia de ratione poenae est, Por lo tanto, hay que decir: En los demonios
quod voluntati repugnet. Privantur etiam hay dolor. Primero, porque es esencial a la
beatitudine quam naturaliter appetunt; et in pena el que sea contraria a la voluntad.
multis eorum iniqua voluntas cohibetur. Además, porque están privados de una
(I q. 64, a. 3 co) bienaventuranza que desean naturalmente, y
también porque en muchas ocasiones
encuentran cohibida su perversa voluntad.

3.2. En cuanto al lugar (I q. 64, 4).

El lugar de la condena del demonio y sus ángeles se puede considerar de dos maneras:
antes del juicio final, donde el demonio está en el infierno y en este mundo (la atmósfera
tenebrosa).

Sic ergo Daemonibus duplex locus poenalis Así, pues, los demonios deben tener dos
debetur. Unus quidem ratione suae culpae, et lugares de tormento: Uno por razón de su
hic est infernus. Alius autem ratione culpa: el infierno; otro por razón de las
exercitationis humanae, et sic debetur eis pruebas a las que someten a los hombres: la
caliginosus aer. (I q. 64, a. 4 co) atmósfera tenebrosa.

Y después del juicio final, que será definitivamente en el infierno.

Sed post diem iudicii omnes mali, tam Pero, a partir del día del juicio, todos los
homines quam Angeli, in inferno erunt; boni malos, hombres o ángeles, estarán en el
vero in caelo. (I q. 64, a. 4 co) infierno; y todos los buenos, en el cielo.

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