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La danza es el sistema de comunicación animal que tienen las abejas obreras para
transmitir a sus pares la dirección y distancia de la fuente de polen (flores), regresan a
su colmena y proceden a informar al resto de las abejas de la colonia. Para transmitir
dicha información las abejas recurren a una serie de desplazamientos y movimientos,
que sus compañeras observan e interpretan.
Se describe el recorrido que hace una abeja obrera sobre un panal, y representan en
este baile una figura en ocho horizontal, la línea ondulada (central) indica el
movimiento que hace con el abdomen, moviéndolo a la derecha y a la izquierda. Este
movimiento suele describirse en la literatura con el nombre de meneo. Las flechas
indican el sentido de los movimientos.
Una obrera que encuentra una fuente importante de alimento llega a la colmena, se
sitúa sobre un panal y comienza la danza, en ese momento las abejas hermanas
observan y repiten copiando el baile, de esta manera toda la colonia de abejas obreras
pecoreadoras o abejas obreras recolectoras toman conocimiento que en determinada
dirección y distancia hay alimento.
Un excelente programa que conjuga meses del año, hora del día, dirección y distancia
del recurso alimenticio, puede observarse en el sitio web de la Universidad de Carolina
del Norte, Estados Unidos. Variando la distancia de la fuente alimenticia, es posible
observar que el meneo aumenta cuanto mayor es la distancia, por lo cual la abeja
tarda más en recorrer la línea ondulada, mientras que, al disminuir la distancia de la
fuente alimenticia, recorre más rápido la línea central.
Descubrimiento
Fue Karl R. von Frisch quien estudió y descubrió el mecanismo, motivo por el cual fue
galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973. Aristóteles
describe esta conducta en Historia Animalium en el 330 a. C.
La danza es el sistema de comunicación animal que tienen las abejas obreras para
trasmitirle a sus pares, la distancia y dirección de la fuente de alimento (flores), de
donde pueden obtener el néctar y polen necesario para la producción de la miel. Fue
Karl R. von Frisch quien estudió y descubrió el mecanismo, motivo por el cual fue
galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973. Aristóteles
describe esta conducta en Historia Animalium en el 330 adC.
También en las diferentes especies del género Apis, como Apis dorsara existen danza
en círculo o circular para indicar distancia menores a 3 metros, danza semicircular sin
meneo de abdomen para indicar distancias de 5 metros, y la danza semicircular para
distancias de más de 8 metros a la fuene de alimento.
El análisis del lenguaje de la danza en las abejas de von Frisch es todavía uno de los
descubrimientos más fascinantes en comunicación no humana. Fuera de los humanos,
las abejas aparecen como las únicas que se apoyan en un lenguaje simbólico para
transmitir a sus congéneres la posición de una fuente de alimento provechosa.
Después de que las obreras forrajeras exitosas vuelven a la colmena, desarrollan una
clara serie de patrones motores estereotipados en forma de ocho. La velocidad de esas
danzas codifica la distancia y la dirección de la posición en relación a la gravedad,
codifica la dirección de la comida en relación al sol. El lector encontrará en von Frisch
(1965) una excelente y detallada monografía sobre "la danza de las abejas". ¿Como
evolucionó esta fascinante conducta? Sorprendentemente, han habido intentos de
entender la evolución de la danza de las abejas fuera de todo razonamiento
filogenético (Gould & Towne 1986). Como se esperaba, estos intentos no han sido
exitosos, al igual que los intentos de entender la evolución del lenguaje de las abejas
en base a estudios de conductas similares en insectos solitarios así como las moscas o
polillas (von Frisch 1965). Esas observaciones, aunque interesantes, no pueden ser
usadas en un análisis evolutivo dado que la relación filogenética entre esas especies es
demasiado lejana. El estudiante más exitoso de von Frisch, Martin Lindauer, estaba en
lo cierto cuando planteó que la respuesta podría ser encontrada solamente si se
comparaban especies cercanas filogenéticamente a nuestras abejas de la miel (ver von
Frisch 1965). La reconstrucción de Lindauer de la evolución de la danza de las abejas es
una obra maestra en cuanto al seguimiento de la evolución de rasgos de conducta
compleja. El examinó tres especies tropicales de abejas de la miel y una variedad
cercana a esta última, la abeja sin aguijón (stingless). Nosotros aludiremos aquí sólo
brevemente a estos resultados porque ellos han sido descrito en otra parte (Lindauer
& Kerr 1958, von Frisch 1965).