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ORIGEN DEL PRINCIPIO DE PARETO

 Wilfredo Pareto, sociólogo y economista postuló la teoría al descubrir en el año


1900 que el 80 por ciento de la riqueza en Italia estaba controlado por un mero 20
por ciento de la población. Esta idea de la regla 80/20 llegó a ser conocida como
el principio de Pareto.

EJEMPLOS DEL PRINCIPIO DE PARETO

 Tiempo: El 20% de nuestro tiempo produce el 80% de los resultados.

 Productos: El 20% de tus productos es responsable del 80% de las ventas.

 Lectura: El 20% de un libro tiene el 80% del contenido.


 Trabajo: El 20% de tu trabajo/proyectos aportan el 80% del resultado.

 Clientes: El 20% de los clientes representan el 80% de tus ventas.

¿DÓNDE SE OBSERVA EL PRINCIPIO DE PARETO?

 El principio de Pareto se puede observar en muchas situaciones, por ejemplo en


las empresas, el 80% de la facturación viene de solo 20% de los clientes y los
departamentos técnicos saben que un 20% de los usuarios causan el 80% de los
problemas.

¿DÓNDE ACTÚA EL PRINCIPIO DE PARETO?

 El principio de Pareto no solo actúa en las tareas, también está presente en tus
proyectos, áreas de responsabilidad y metas porque puede ser que estás trabajando
en proyectos que te van a costar mucho tiempo y que no te darán muchos
resultados.

¿CÓMO MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD CON EL PRINCIPIO DE PARETO?

 Para poder mejorar tu productividad personal es importante saber que solo 20%
de las tareas ya dan el 80% del resultado. El truco está en identificar el 20% y
enfocarte en esas tareas.
 Si eliminas el 80% de las tareas no-productivas te puedes concentrar en las tareas
realmente importantes.
EFICIENCIA Y EFECTIVIDAD

 Eficiencia es hacer las cosas rápidamente, o hacer bien las cosas.


 Efectividad es hacer las cosas correctas.
 En nuestras vidas es mucho más valioso lograr efectividad que eficiencia.

En otras palabras la eficiencia busca lograr resultados... va derecho al objetivo. La


efectividad engloba a la eficiencia. Ya que la efectividad es un equilibrio entre lograr los
resultados deseados y hacer sostenible en el tiempo esos resultados.

ENTONCES DEBEMOS:

EN NUESTRO DESARROLLO PERSONAL:

 Trabajar ese 20% del tiempo que somos productivos para llegar al 80% de los
resultados que se espera de nosotros.
Por ello una de las razones de trabajar libremente en casa o fuera de un horario 9-
18h es que puedes buscar que par de horas del día te van mejor para ser híper-
productivo y conseguir los mismos resultados que si estuvieras 7 horas sentado en
la oficina.

Esto se puede aplicar a cualquier ámbito profesional si se estudia con cuidado y se


hacen algunos cambios en tu rutina laboral actual.

 Eliminar tareas, acciones, obligaciones, etc. que estén fuera de ese 20% que genera
la mayoría de cosas que solo nos quitan tiempo sin beneficios ni resultados óptimos.

 Ejecutar aquellas acciones que proporcionan el 80% de los resultados que


esperamos, es decir, ir a lo grande, en vez de sumar poco a poco, focalizarnos en
aquello que nos proporciona de inmediato el mayor número de resultados deseados.
algo que se puede extrapolar a cualquiera de las actividades que realizamos.

EN OPTIMIZAR NUESTRA VIDA, EN NUESTRAS ENERGÍAS Y EN


NUESTRO TIEMPO:

 Con este principio en nuestra mente, y con solo un poco de esfuerzo y análisis,
podemos llegar a quitarnos de encima todo aquello que no es parte de ese 20% de
actividad que nos genera el 80% de los resultados.

 El cambio puede ser espectacular, pues de repente puedes ver liberado una gran
cantidad de tiempo que puedes usar para cualquier actividad por puro placer y
diversión, o para descansar o para lo que quieras.

 Sobre todo, para conseguir algo más de paz mental al haber reducido el nivel de
estrés que puede generar el tener tantas cosas que queremos hacer a la vez, sin que
estas proporcionen los resultados óptimos que esperamos de ellas.

APLICADO EN:

 El principio de Pareto se puede aplicar a casi cualquier situación y es una herramienta


útil para la evaluación de cualquier cosa, desde la gestión del tiempo hasta el servicio
al cliente.

 Este principio es especialmente útil en la gestión empresarial, aunque cualquier


persona puede utilizarlo para ayudar en el proceso de toma de decisiones
ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO.

¿ Qué es el tiempo?

Para los griegos de la época clásica el tiempo era un dios: Cronos. Los modernos
diccionarios de la actualidad lo definen:

 La enciclopedia ilustrada ilustrada cumbre: “Relación que se establece entre


dos o más fenómenos, sucesos, cuerpos u objetos”
 Diccionario Larousse: “ Duración de los fenómenos… época, siglo”
 Diccionario de la Real Academia: “Duración de las cosas sujetas a mudanza”
 Diccionario de Psicología: “Aspecto mensurable de la duración”

La mejor definición, si bien no la mas clara para el lector moderno, sigue siendo la
antiquísima definición de Aristóteles: el número, o la medida, del movimiento según
antes y después.

El tiempo es, pues, la dimensión del cambio. Ya que si nada cambiara, no habría
tiempo.

Resulta toda una confusión que sorprenderá a más de uno. El tiempo en sí no existe.
No existe porque es una simple medida. No existe el tiempo como no existe ni el
kilómetro ni el litro, sino únicamente las cosas que son medidas por tales patrones
convencionales.

Para el ser humano el tiempo es la vida. Con mayor razón que el tan trillado refrán
castellano: “El tiempo es oro”, y que el refrán anglosajón: “ Time is Money”, debería
difundirse este refrán filosófico y universal: “El tiempo es vida”. Es la vida que se procesa
y que se construye, se despliega y hacia el final se repliega.

LA ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO.


Es el arte de hacer que sirva para el beneficio de las personas y de las sociedades.
Como el tiempo no existe en sí, la administración del tiempo es la administración de sí
mismo; el manejo adecuado de los recursos de todo orden, ya que no hay una sola realidad
que se sustraiga al tiempo.

La "Administración del tiempo" es un concepto interesante. Implica que podemos


poseerlo o controlarlo. El Tiempo, en si mismo, es parte de las tres dimensiones y no creo
que por ahora podamos "hacerle" algo, mucho menos administrarlo. Lo que podemos, en
cambio, es administrarnos nosotros mismos "a tiempo". Tomar conciencia de lo que
estamos haciendo, y de cómo estamos, dentro del tiempo. "Si quieres hacer buen uso de
tu tiempo, debes saber qué es lo más importante y entonces, darle todo lo que tengas".

REALIDADES Y MITOS.

En torno al tiempo han creado un sinnúmero de conceptos falsos, auténticos mitos,


que ocultan la realidad de las cosas creando ilusiones deletéreas.

“No tengo tiempo”, “No me alcanza el tiempo”, “El tiempo vuela”, “Se nos
viene el tiempo encima”, “Tenemos que recuperar el tiempo perdido”, “Hay que ir
contra el reloj”, “Soy esclavo del tiempo”, “Vamos a ahorrar el tiempo” etc.

Todas las expresiones anteriores son falsas. El tiempo del día y del año transcurre
a un ritmo matemático uniforme y parejo: a nadie se le echa encima el tiempo y nunca se
pone a volar ni a tiranizar a la gente. Tampoco se recupera, ejemplo de esto puede ser, si
un piloto sale de París a Nueva York con una hora de retraso, podrá recorrer ese trecho
en menos tiempo del acostumbrado, pero tendrá que pagar un precio adicional: mayor
esfuerzo de las máquinas, mayor gasto de combustible, mayor tensión de los operadores
y mayor riesgo para todos.

La tan sonada escasez de tiempo es un engaño que nace de administrarlo mal,


confundiendo prioridades, ignorando objetivos, obsesionándose por hacer más cosas de
las razonablemente posibles y que se nutre de la incapacidad de decir “no” a las
distracciones y a las solicitaciones extrañas.
TIEMPO FÍSICO Y PSICOLÓGICO.

Una cosa es el tiempo del reloj ( tiempo físico) y otra el tiempo psicológico.

En primer lugar esta el tiempo físico, que es un fenómeno aplicado a la realidad


objetiva y por encima de las vicisitudes de los seres humanos.

En segundo lugar esta el tiempo psicológico, que es una experiencia subjetiva,


como vivencia, como interiorización de caracteres, de los caprichos y de las neurosis.

La física NO consigue explicar la relación entre el tiempo físico y el tiempo


psicológico (el tiempo de los relojes y el tiempo de la conciencia). Tales tiempos parecen
tener vínculos que los unen, pero poseen propiedades diferentes, y a veces hasta
contrarias.

De entrada, sus estructuras difieren: el tiempo físico transcurre idéntico a sí


mismo, el subjetivo en cambio sucede con ritmos diferentes y con discontinuidades. El
tiempo físico (concentrado siempre en el presente) separa el infinito del pasado del
infinito del futuro, mientras que el psicológico mezcla dentro del presente un poco de
pasado reciente y un poco de futuro próximo.

En el tiempo físico, los instantes sucesivos nunca, existen juntos; el psicológico


elabora dentro del presente una especie de coexistencia entre el pasado inmediato y el
futuro inminente. El psicológico une lo que el físico separa continuamente, conserva lo
que el físico se lleva, incluye lo que el físico excluye, manteniendo lo que el otro elimina.

Es el tiempo del que se dice: “Una enfermedad terrible, que duro dos largos años”,
“Quince días de vacaciones que pasaron en un santiamén”, “Cinco minutos de angustia
que me parecieron cinco años”.
LA EXPERIENCIA DEL TIEMPO.

Antes de toda filosofía, el tiempo es una experiencia inmediata: sentimos el paso


del tiempo, lo observamos en el ritmo de la naturaleza y lo sentimos y vivenciamos en
nuestra esfera corporal, psicológica y social.

En la corporal. La vida fisiológica es una ejecución de ritmos: la inspiración y la


espiración, el hombre y la sociedad, la atención y la dispersión, el cansancio y el
descanso… se presentan día con día.

Además, se vive el tiempo en el paso de las estaciones cada año, en las variaciones del
cuerpo a través de la infancia y de la adolescencia, en la fuerza de la juventud, en la
resistencia de la madurez, en el debilitamiento progresivo de la vejez y en el curso
evolutivo de las enfermedades.

En la esfera psicológica. Nuestra psique tiene su tiempo interno: sentimos el influir de


los acontecimientos: ejemplo, 10 minutos alegres son una experiencia temporal muy
diferente de 10 de extrema tensión o dolor; tomamos distancia con respecto a los hechos
del pasado, localizándolos en el tiempo; podemos decir, “Hace una semana”, “Hace tres
meses”, “Hace cinco años”; y experimentamos el mundo del paso de la niñez, de la
adolescencia, de la juventud, de los años maduros…

En la esfera social. Esta se da por ejemplo, cuando dejamos de ver 15 años a un


compañero de escuela y al encontrárnoslo, advertimos y observamos el paso del tiempo.
Comparamos a nuestra cuidad o a nuestro barrio con lo que era hace 20 años, por donde
quiera encontramos la huella del paso del tiempo.

EL HOMBRE CONTROLA EL TIEMPO.


Ya desde épocas inmemoriales el hombre trató de dividir y controlar el tiempo;
muchos siglos antes de la era cristiana se inventaron los relojes de sol y los de arena.

La misión del hombre no es someterse pasivamente a la naturaleza, sino


dominarla, se ha dado a descubrir diversos expedientes, algunos muy sofisticados para
negar la fatalidad del tiempo.

El tiempo ha inquietado realmente al hombre en muchas formas y desde muchos


puntos de vista. No a los animales, porque ellos se limitan a vivir en el presente,
careciendo de la triple dimensión del pasado, presente y futuro.

Sólo el hombre, capaz de concientizarse y reflexionar y por lo mismo, capaz de


trascender su propio presente, se ha abierto las puertas al dominio del universo,
dominando el tiempo y el espacio; y también angustiándose ante la fatalidad del devenir
y la seguridad del término en la muerte..

No sólo la humanidad sino cada persona, al enfrentar su futuro y pasado, adopta,


o bien crea, una filosofía del tiempo.

ENEMIGOS DEL TIEMPO: VISIBLES Y OCULTOS, INTERNOS Y


EXTERNOS.

¿ Quién podría asegurar que saca el máximo partido de su tiempo? ¿ Que lo emplea
del mejor modo posible para su plena realización y para el logro d los más valiosos
objetivos? ¿ Que se sirve de él para construir la felicidad propia y la de los seres queridos?.

Existen “ Ladrones del tiempo” bastante numerosos y tanto más temibles cuanto
más ocultos y disimulados. Identificarlos es el mejor camino para acabar con ellos.

Entendemos por “ Enemigo o desperdiciador del tiempo “, cualquier


circunstancia que se opone a la realización de nuestros objetivos, o simplemente que nos
aparta de nuestros valores. Existen enemigos visibles y ocultos, externos e internos,
controlables y no controlables.
Con facilidad caemos en la ilusión de que los enemigos de nuestro tiempo son
externos, pero la verdad es que muchos de los más temibles se encuentran en nosotros
mismos.

A continuación se muestra el siguiente cuadro:

ENEMIGOS DEL TIEMPO.

EXTERNOS. INTERNOS.

Interrupciones del teléfono. No saber decir “No”.

Interrupciones por visitas inesperadas. Querer acaparar actividades pero no saber delegarlas.

Urgencias Sobreestimar las propias capacidades.

Mobiliario incómodo. Subestimar las propias capacidades.

Incapacidad de los subalternos. Aplazar, dejar las cosas para después.

Falta de información adecuada. Indisciplina en el cumplimiento de los propios planes.

Exceso de reuniones. Confusión y desorden en la propia oficina.

Liderazgo deficiente Falta de motivación; indiferencia.

Trámites excesivos (burocracia). Tensión y preocupaciones.

Ruidos y distracciones visuales. Obsesión por lo trivial.


Sistemas de comunicación deficientes. Inconstancia, hábito de dejar tareas inconclusas.

EL USO DEL TIEMPO: REFLEJO DE LA PERSONALIDAD.

Toda administración implica la personalidad del administrador, y aun más cuando


se trata del tiempo, que no es algo externo a la persona.

Administrar el tiempo es administrar la vida; malgastar el tiempo es malgastar la


vida.

La administración del tiempo no puede ser sino un reflejo de la personalidad:


“Dime cómo gastas tu tiempo y te diré quién eres“.

Nos encontramos, no ante un problema de técnicas, sino de actitudes básicas; no


de aprendizaje conceptual, sino de compromisos vitales; no de recetas, sino de
reeducación; no de simples estrategias, sino de madurez humana; no de adoctrinamiento,
sino de expresión espontánea, vital y creativa.

TIEMPO Y VALORES HUMANOS.

De aquí que manejen su tiempo en formas muy diversas, el individuo materialista,


el perfeccionista, el idealista soñador, el bohemio, el burócrata, el artista, el científico, el
empresario, el religioso, el político, etc.
De igual manera todos manejamos nuestro tiempo de maneras diversas a los 5
años de edad, a los 15, a los 25, y a los 60. Están de por medio los valores de cada
individuo: los conscientes y los inconscientes. Ellos nos motivan a obrar y determinan
nuestros intereses y nuestros gustos.

Por ello, es muy importante y posible hasta cierto punto programar “ Desde fuera
“ el tiempo de trabajo de un individuo, no es posible programarle el tiempo vital. Eso
seria una burla y violación a la intimidad personal. Esto es una cuestión de valores,
voluntad, autodisciplina y madurez.

REFLEXIÓN Y PERCEPCIÓN DEL TIEMPO.


La administración del tiempo es, hoy, uno de los temas claves del mundo laboral,
aunque la importancia de esta cuestión no es nueva en absoluto. Bien lo revelan estas
palabras:
“Aquel que prepara las cosas que tiene que hacer durante el día, y luego se atiene a
ese plan, lleva consigo el hilo que le guiará a través del laberinto de una vida ocupada.
Pero allí donde no se traza plan alguno, donde la disposición del tiempo se deja
exclusivamente en manos del azar, no tarda en reinar el caos”.
Esta cita no es de ningún autor contemporáneo especialista en el manejo del
tiempo, sino de uno de los más célebres escritores del siglo pasado, el francés Víctor
Hugo.
Es importante señalar que el buen uso del tiempo va mucho más allá de nuestro
trabajo.
El gran escritor argentino José Ingenieros lo expresó así: “Nada hay que iguale
el valor del tiempo. El dinero mismo no puede comparársele, pues éste vuelve y aquél
no; en una vida se pueden rehacer diez fortunas, pero con diez fortunas no se puede
recomenzar una vida”.
“El tiempo es oro” es, por lo tanto, un refrán poco preciso. Si bien el tiempo es la
dimensión en la que se crea y se utiliza el dinero, es mucho más: es la propia vida.
Además, vale la pena repetirlo: el tiempo no se puede comprar, ni con todo el
oro del mundo. Y no sólo en el terreno laboral, no se puede comprar el tiempo para
estar con la familia, o los amigos, o para cultivarse internamente. Por eso, “el tiempo,
por lo común, es algo más que dinero. Porque sea cual sea su fortuna personal, no
podrá comprar un minuto más del tiempo que tengo yo, o del que tiene el gato echado
frente a la chimenea”.
Todos tenemos la misma cantidad cada día, y sólo algunos sabemos sacarle
verdadero partido. El tiempo no se puede ganar, pero sí se puede perder. Lo que
debemos aspirar es a emplearlo mejor. Este es un principio muy importante: no
podemos gestionar el tiempo, lo único que podemos hacer es gestionarnos a nosotros
mismos en relación al reloj: es decir, organizarnos inteligentemente.
Para ello, debemos comenzar por comprender dos puntos importantes:
1) El tiempo es el único bien real que tenemos.
2) El tiempo no es algo vago, general, es el ahora, es el presente, es el hoy.
Porque el ayer es un cheque sin fondos, el mañana es un pagaré, pero el hoy es el
efectivo que debemos aprovechar.
Por lo tanto, “Quien gana tiempo, lo gana todo”. No hay que malgastar el tiempo. Una
vez pasado, no se puede volver a tener; se va para siempre. El tiempo, usado con
acierto, nos puede proporcionar no sólo dinero, sino, además, la realización de
nuestros sueños y el logro de nuestros objetivos.

En nuestro muy mexicano estilo de manejar el tiempo, especialmente en lo que


se refiere a la cultura del trabajo y a la forma de integrar el recurso tiempo a ese
trabajo:

1. Para dar prioridades tendemos a colocar en primer lugar de nuestra rutina diaria lo
que nos agrada o se nos facilita más, inmediatamente después lo urgente, y en
ocasiones dejamos para el último momento lo importante.
2. Somos gregarios y sociales para las festividades y ceremonias, aunque
paradójicamente solitarios para trabajar. Se nos dificulta confiar y trabajar en equipo.
3. Nuestra laboriosidad la desperdiciamos en detalles, la mayoría de las veces por no
delegar responsabilidades (incluso en labores poco agradables) y que alguien más
podría hacer, como recopilar información, fotocopiar documentos, etc.
4. Llegamos a creer que mantenernos en una oficina “sacando pendientes” nos hace más
eficientes. ¿La eficiencia no sería evitar esos pendientes, usando mejor nuestro tiempo
laboral?

En el cine existe el tiempo circular, cuando el filme empieza en el punto donde


concluye; el tiempo lineal donde las acciones ocurren cronológicamente y de
manera ordenada; y el tiempo espiral, donde hay saltos en el presente y en el pasado.
Estos tiempos pueden mezclarse, pero en la vida real no tenemos más que tiempo
lineal, al cual podemos clasificar en dos formas:

A. Tiempo de respuesta. Aquel que no está bajo nuestro control, pero que sigue
consumiendo nuestro tiempo de vida. Puede, si lo permitimos, manejar a los
demás con sus solicitudes, exigencias y problemas.
B. Tiempo discrecional. El que puede ser controlado. (Drucker dice que ningún
gerente tiene más de un 25% de tiempo discrecional); es el tiempo disponible (Si
Drucker tiene razón, yo solo controlaré 12 años de mis 48 de vida profesional. La
respuesta debe ser que todo gerente debe estar disponible para su gente y colegas,
pero no a toda hora).
Los recursos para utilizar el tiempo discrecional son:

a) El aislamiento, para restringir las interrupciones sin tener que retirarnos del lugar.
b) El retraimiento, que significa separarse del sitio habitual de trabajo para tener tiempos
sin interrupciones.
c) Reservación de trozos de tiempo de dos horas intocables a la semana, por ejemplo.

Sin embargo ninguna de estas estrategias funciona si caemos en la postergación,


que es la manía de dejar las cosas para después (Cociente de postergación es el
grado en que acostumbramos dejar para después las actividades que tenemos que
hacer, y que puede traer consecuencias de una mala administración del tiempo).

FILOSOFIA Y CIENCIA.

EL HOMBRE EXPLÍCA Y CONTROLA EL TIEMPO.-


Ya desde épocas inmemoriales el hombre trató de dividirlo, en el afán de
controlarlo. Muchos siglos antes de la era cristiana se inventaron los relojes de
sol y los de arena.

Con frecuencia los artistas –más sensibles a los fenómenos humanos- sintieron
con espanto su fluir inexorable y sin retorno. Lo percibieron como un torrente
que corre en caída acelerada, hasta precipitarse en la cascada de la muerte, o
como un monstruo implacable que estrangula y devora a los vivientes. Es la
concepción de Goya en el célebre cuadro “El tiempo”, que se exhibe en el Museo
del Prado en Madrid.

Pero el hombre no ha querido resignarse a este correr inexorable. Consciente de


que su misión no es someterse pasivamente a la naturaleza, sino dominarla, se
ha dado a discurrir diversos expedientes –algunos muy sofisticados- para negar
la fatalidad del tiempo.

 Así, en la antigüedad inventó mitos tan fantásticos como el del Árbol de la vida
y el de la Fuente de la Juventud.
 Hizo intentos por detener el tiempo y conferir a las personas notables, por encima
de los años efímeros y del polvo de la tumba, una perdurabilidad tangible. Y la
creyó garantizada en las momias y en las estatuas. En forma más reciente y
democrática, en los retratos, en las fotografías, videos, que aprisionan el momento
fugaz.
 La Biblia nos habla de patriarcas que vivieron centenares de años: antes del
diluvio, Adán vivió 930 años; Yered, 962; Matusalén, 969; etc. (GÉNESIS 5). Los
patriarcas postdiluvianos anteriores a Abraham viven entre 600 y 200 años: Sem
vive 600; Arfaxad , 438; Selaj, 533; Héber, 464; etc. (GÉNESIS 11). Finalmente
los patriarcas hebreos viven entre 200 y 100 años. La ciencia moderna ha
demostrado que jamás existieron hombres tan longevos. Los relatos bíblicos
echaron mano de la longevidad para encarecer los privilegios del hombre recién
salido de las manos del Creador. Y recíprocamente, diciendo que a medida que
la humanidad se alejaba de Dios, la vida se acortaba, ponderando los estragos de
la mala conducta.
 Un recurso más elaborado estuvo a cargo de los filósofos y de los teólogos. Los
espíritus torturados por el tiempo se sienten liberados de él al insertarlo en un
mito. Las concepciones cíclicas, que se encuentran en el acervo cultural de
muchos pueblos, hacen del tiempo, no ya una línea recta que avanza dejando atrás
irremisiblemente todo suceso, sino una espiral, más o menos apretada. De este
modo queda abierta la posibilidad de que se vuelva a pasar, si no exactamente por
el mismo sitio, si muy cerca del punto (momento) del pasado.

Podemos mencionar tres ejemplos de éstas teorías:

1. El mito del Dios que muere y resucita de manera indefinida. Muchas religiones de los
cinco continentes incluyeron este mito como elemento principal de sus creencias. Se
sabe que este mito, poco menos que universal, obedece a la interpretación imaginativa
de dos ciclos naturales; el ciclo diario del sol que nace en un extremo del mundo y
muere en el otro (oriente, palabra latina, que significa “naciente”, y occidente,
“muriente”), y el ciclo agrícola anual de la naturaleza que en muchas latitudes se
agota y desfallece durante el invierno, y que revive en primavera. Por una “unión
mística“ del creyente con los dioses resucitados, se podía esperar una inmortalidad
personal.

2. La filosofía de la metempsicosis o reencarnación enseña que, después de la muerte el


sujeto inicia una nueva vida, y luego otra y otra. . . . . . . Esta concepción, de sobra
conocida en el budismo y en otras ideologías orientales, pretende negar el carácter
fatal del paso del tiempo. También las liturgias religiosas operan en el mismo sentido.
Muchos ritos pretenden no sólo evocar, sino en cierto modo reactualizar hechos del
pasado. Así, para un devoto católico el 25 de diciembre nace el niño Jesús y el Viernes
Santo, es condenado y crucificado el Maestro, y el Domingo de Resurrección vuelve
triunfante a la vida. Además en cada misa se renueva “místicamente” la Pasión de
Cristo.
3. Otro recurso defensivo ante el tiempo consiste en las concepciones de la historia como
una cadena de alternancias y ritmos recurrentes. Ya los antiguos filósofos griegos
habían pensado en este orden de ideas. Para Empédocles el mundo estaba constituido
por cuatro elementos en constante concepción dialéctica (“estira y afloja” podríamos
traducir hoy), y movido por dos fuerzas antitéticas: el amor y el odio. Para Heráclito,
el devenir de la naturaleza y de la historia era una cadena de síntesis frágiles,
resultantes de la pugna de los elementos, y que daban paso una y otra vez al triunfo
de los unos o de los otros. Heráclito había observado que las realidades más notables
del cosmos aparecen en parejas de opuestos: frío, caliente; duro, blando; pesado,
liviano; esperanza, desesperación; amor, odio; audacia, miedo; salud, enfermedad;
vida, muerte; etc.

Platón, por su parte, imaginó una eternidad como contrapartida del tiempo; es decir,
al lado del tiempo efímero y fugaz de la experiencia humana, puso un tiempo lleno,
denso, inalterable, siempre igual a sí mismo: el tiempo de los dioses.

Ya en la época moderna fue el filósofo alemán Friedrich Hegel quien colocó las
alternancias o ritmos en el centro del escenario filosófico. Interpretó la historia, no
como una mera sucesión de fenómenos que estuvieran yuxtapuestos y encadenados,
sino como un inmenso y complejísimo campo de fuerza. La interacción de ellas,
predominando en diversos momentos una u otras (como suele suceder en una
batalla o en un partido de futbol), crea una dialéctica cuyas unidades constan de tres
fases recurrentes: la tesis, la antítesis y la síntesis. Notamos que la palabra dialéctica
es la versión elegante de nuestra expresión popular “estira y afloja”.

Para otro gran filósofo moderno, Emmanuel Kant, el tiempo no existe; es una
necesidad de la mente humana y reside totalmente en ella. Kant enseña que sin la
artificial categoría “tiempo”no puede desarrollarse el pensamiento.

También algunas filosofías orientales postulan dos principios antitéticos y


complementarios: el yin y el yang, cuya interacción dialéctica resulta en una
historia recurrente.

Finalmente Albert Einstein y diversos sabios consideran al tiempo como la cuarta


dimensión: como una coordenada que, además de las tres tradicionales del espacio
(largo, ancho, alto), sirve para situar o ubicar a cada persona u objeto. Es un hecho
que sin la coordenada del tiempo, cualquier hecho o situación que podamos pensar
no queda suficientemente definido.

Se concluye que el tiempo ha inquietado realmente al hombre en muchas formas y


desde muchos puntos de vista. No a los animales, porque ellos se limitan a vivir en
el presente, careciendo de la triple dimensión “pasado, presente y futuro”. Sólo el
hombre es capaz de concientizarse y reflexionar y, por lo mismo, capaz de
trascender su propio presente, se ha abierto las puertas al dominio del universo,
dominando el tiempo y el espacio; y también angustiándose ante la fatalidad del
devenir y la seguridad del término en la muerte.

EL TIEMPO DEL EJECUTIVO.

UN TIEMPO DE ESPECIAL TRASCENDENCIA.-

¿Por qué el uso del tiempo es o parece ser más dramático para el ejecutivo
que para el resto de la gente?

Existen diversas razones:

 El ejecutivo maneja tiempo especialmente diseñado para la eficiencia y obtención


de resultados.
 El ejecutivo es responsable, no solo de su propio tiempo, sino también del tiempo
de otros.
 Comparado con el burócrata, el ejecutivo vive un mayor compromiso. Es natural
que sienta más las tensiones del trabajo y que caiga en el peligro de preocuparse
demasiado por sus tareas, olvidando que: “Se trabaja para vivir; no se vive para
trabajar”.

“LADRONES DEL TIEMPO” DEL EJECUTIVO.-

 Planeación deficiente, ya sea por que los objetivos no quedan claros, o por que
falla su distribución en las cuatro categorías: inmediatos, a corto, mediano y largo
plazo.
 Jerarquización insuficiente de prioridades.
 Incapacidad para decir “no”, fuente, a su vez, de múltiples interferencias extrañas.
 Poca habilidad en el manejo de interrupciones.
 Resistencia a delegar, o el no saber como delegar en forma adecuada.
 Falta de motivación y disciplina de él y su equipo.
 “Abarcar mucho y apretar poco”: el empeño de hacer demasiadas cosas al mismo
tiempo.
 Apoyo secretarial ineficiente.
MITOS.-

Existen también algunos mitos, que son otros tantos “ladrones del tiempo” del
ejecutivo.

El mito del activismo: “El ejecutivo más lleno de trabajo es el más eficiente”. Se
repite la ironía del caminante que, al perder la ruta, redobla el paso y se agita más. . .
. .para no llegar a ninguna parte.

El mito del centralismo: “Cuanto más alto sea el nivel en que se manejen los
asuntos, tanto mejor”. Se regatea la delegación, y se pretende hacer las cosas uno
mismo “para estar en todo”: invadiendo puestos, aplastando personalidades y
matando motivaciones.

El mito de los datos completos: “Hay que aplazar las decisiones hasta haber
recopilado todos los datos”. Lo que sucede es que no se decide a tiempo, o no se
decide.

El mito de la energía del desempeño laboral: “Los resultados son directamente


proporcionales al volumen de trabajo invertido”. Se centra el interés en trabajar más,
en vez de trabajar mejor.

El mito de la solución de los problemas: “Hay que canalizar el empeño y


esfuerzo a encontrar soluciones a los problemas que, por supuesto, ya conocemos”.
Se pasa por alto que en el manejo de problemas lo básico y anterior a la búsqueda de
soluciones son los planteamientos correctos, tan difíciles de lograr.

El mito de la simplificación: “Hay que ahorrar tiempo a través de soluciones


sencillas y fáciles”. Se regatea el tiempo que se debe de emplear en asuntos difíciles
tratándolos de manera superficial, de modo que se está condenando a repetir lo que
salió mal.

El mito del tiempo enemigo: “El tiempo presiona al ejecutivo: se le echa


encima”. El más precioso recurso queda convertido en estorbo y objeto de defensa.

El mito de la puerta abierta: “El ejecutivo-jefe debe estar disponible a todo el


mundo, listo siempre para dialogar”. Convirtiéndose en juguete de mil interrupciones
y en interlocutor de quienes andan buscando cómo matar el tiempo.
PRINCIPIOS SOBRE EL TIEMPO DEL EJECUTIVO.-

 Cada hora empleada en planear ahorrará tres o cuatro más a la hora de la


ejecución, aparte de que los resultados serán mejores.
 Iniciar cada jornada con un plan a realizar de inmediato, empezando en el extremo
opuesto de los objetivos vitales, y preguntándose ¿Qué es lo que tengo que -y
quiero- hacer hoy? Si se escribe una lista de “pendientes” y se jerarquiza, se
manejará mejor.
 Cuidar más la efectividad que la eficiencia. En otras palabras evitar la realización
demasiado correcta de tareas… que no son lasque se tienen que hacer.
 Concentrarse en las tareas más nobles, es decir, en las que con menores esfuerzos
se producen mayores resultados. “Tener presente el principio del 80/20” o
principio de Pareto: Unos pocos esfuerzos críticos producen la gran mayoría de
los resultados y viceversa. Evitar el empleo del tiempo en cantidades inversamente
proporcionales a la importancia de las tareas.
 No confundir manejo de problemas con solución de problemas. Antes de buscar
soluciones cerciorarse de tener bien definido el problema.
 En cuanto sea posible, delegar tareas completas, dando tanto responsabilidades
como la autoridad correspondientes. Si se hacen las cosas a medias no se logra la
autentica liberación del tiempo.
 También en la medida de lo posible, señalar en el programa diario tiempos de no
interrupción para poder concentrarse. Alternar las “horas de disponibilidad” con
“horas de privacía”.
 Asegurar la buena comunicación dentro de la institución. Se ahorra mucho tiempo
cuando prevalecen la claridad, la concisión de los mensajes y la retroalimentación
o FEEDBACK.
 Cuanto más alto sea el nivel jerárquico, tanto mas tiempo se debe asignar
proporcionalmente, a la planeación.
 Concentrarse en las oportunidades, antes que en los problemas. Recordar que
“aquellos que viven sepultados en los problemas, dejan pasar de largo las
oportunidades”
 Mejorar la administración del tiempo, no solo en algunos sino en todos los niveles
de la organización.
 Dividir las actividades en “paquetes”, y buscar formas de visualizar y de tener y
mantener a la vista estos bloques o unidades de cosas por hacer (principio del
visibilidad).
 Hacer altamente funcional el equipo “jefe secretaria”.

EL EQUIPO JEFE-SECRETARIA.-

La secretaria es la clave para el uso efectivo del tiempo del ejecutivo.


Su primera tarea consiste en ayudar al jefe a lograr sus objetivos y, de acuerdo con
esto, le compete ser la protectora de su tiempo.

Esta responsabilidad la coloca dentro del equipo administrativo, como parte


integrante y le concede facultad y responsabilidad para:

 “Filtrar” las llamadas y visitas.


 “Filtrar” la correspondencia, abriendo y contestando ciertos tipos de cartas y otros
documentos.
 Preparar memoranda para las reuniones.
 Asistir a la mayoría de las reuniones.
 Mantenerse enterada de los planes y de los compromisos del jefe.

Todo ello supone y requiere un grado tal de comunicación y de identificación, que


le permita considerar los asuntos desde el punto de vista del jefe.

Conviene a éste conversar periódicamente con ella sobre cómo van los asuntos de
la oficina, enterarla de sus propias intenciones, y enterarse de las de ella.

LA PERSONALIDAD DEL EJECUTIVO EXITOSO CON EL TIEMPO.-

La administración ejecutiva y gerencial presenta, por supuesto, facetas


especiales.

El ejecutivo sobresaliente en este punto:

 Es una persona muy organizada. Solo así es capaz de organizar también a otros
para un pleno aprovechamiento de sus aportaciones.
 Es una persona decidida, que no toma una y otra vez los problemas y los asuntos,
con el desperdicio del tiempo y demás recursos.
 Es una persona al mismo tiempo idealista y realista que busca e imagina nuevas
rutas y nuevos métodos, pero calcula los requerimientos de tiempo con los pies
firmes sobre la tierra.
 Es una persona empática, que capta las necesidades y las reacciones de su personal
y de todos los seres humanos que se cruzan en su camino.
 Es una persona intuitiva, que capta las situaciones, aun las más complejas, como
un todo y dentro de sus contextos.
 Es una persona flexible, que acepta la derrota y no se obstina en “dar patadas
contra los muros”; admite que se cometen errores y quiere que su equipo se
mantenga dispuesto a aprender.
 Es una persona que cree sinceramente en la gente y con facilidad sabe delegar; no
sucumbe a la tentación de actuar como “El hombre orquesta”.
 Es una persona considerada y respetuosa con el tiempo de los demás.
 Es una persona autocrática, que en forma periódica examina las cosas que se ha
propuesto hacer y ha hecho, y las que se ha propuesto y no ha logrado.

Alan Lakein, “El gurú de la administración del tiempo” según lo llamó el


New York Times, sintetiza todo en 6 puntos concisos:

1. Definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Escribirlos y ordenarlos por
grado de importancia.
2. Elaborar diariamente la lista de cosas por hacer.
3. Empezar con las “A”s y no con las “C”s, es decir, con los asuntos de primera y no
de tercera importancia.
4. En caso de duda preguntarse ¿Cuál es el mejor uso de mi tiempo en esos
momentos?
5. Manejar cada papel (documentos, correspondencia, recados) una sola vez.
6. Hacer las cosas de inmediato. No dejar que los asuntos se conviertan en
“pendientes”.

EFECTOS PATOLÓGICOS DEL MAL USO DEL TIEMPO:

EL MAL USO ES PATOGENO.-

Es normal que cuando una cosa cualquiera se usa mal, haya que sufrir las
consecuencias negativas. Para ilustrarlo con casos extremos, actúa torpemente quien
compra un coche de lujo y lo usa para acarrear borregos en una brecha.; o compra una
licuadora para triturar guijarros del arroyo; o usa vino del Rhin para limpiar manchas en
un piso.

El tiempo es la vida. USAR MAL EL TIEMPO ES USAR MAL LA VIDA.


SERÍA UN MILAGRO PODER HACERLO IMPUNEMENTE.

Semejante deformación origina, en diversos grados patologías, tanto somáticas


como psíquicas y sociales. Las sociales las dejaremos de lado. Compete a los
sociólogos, “politologos” y moralistas analizar como el mal uso comunitario del tiempo
repercute en estancamiento, subdesarrollo y vicios de todo genero.

DOS TIPOS DE MAL USO.-

1. Por vaciedad (falta de actividad).


2. Por congestión (sobreactividad).

Podemos explicar esta distinción con una analogía: por ejemplo, una persona
puede sufrir malestares digestivos: (1) por no comer; o bien, (2) por comer demasiado.

MAL USO DEL TIEMPO POR VACIEDAD.-

Las personas que viven sin objetivos, sin ideales, matando el tiempo se exponen
a efectos patológicos que en generan resultan menos visibles en la juventud, pero que
hacen crisis en la segunda mitad de la vida, tomando las formas de esterilidad,
insatisfacción difusa y existencial, hastío de la vida y la tristeza honda de las manos
vacías.

MAL USO POR CONGESTION.-

Es el peligro de los líderes, de muchos artistas triunfadores, de los ejecutivos


ambiciosos y dinámicos, acosados por un mundo de presiones: diluvios de información,
agenda saturada de compromisos sociales y de trabajo, competencia ajustadísima,
exigencias del status social, etc.

Se habla entonces del stress. La palabra inglesa stress conjuga dos fenómenos
diferentes: por una parte jalar, estirar; y por la otra, comprimir, apretar.

Recientes estudios de Randall S. Schuler, de la Universidad de Ohio, han


demostrado una estrecha correlación entre el fenómeno stress y el manejo del tiempo.

Las manifestaciones más conocidas son Hipertensión, úlcera gástrica, colitis,


jaqueca enfermedades cutáneas y propensión al infarto.
Una de las necesidades humanas mas características es la “necesidad de
estructura”. Requerimos ubicarnos en la doble coordenada del espacio y del tiempo. Así
como nos sentimos mal cuando nos desorientamos, es decir, cuando nos desestructuramos
en el espacio, así también es natural que nos sintamos mal cuando nos desestructuramos
en el tiempo; y se desestructura con respecto al tiempo quien no logra visualizar y sentir
sus compromisos como acomodados en compartimentos (que son los calendarios, los
horarios y los programas de trabajo), sino como apiñados sobre sí en desorden.

PRINCIPIOS DEL TIEMPO CREATIVO.-

 Desarrollar el sentido de libertad personal. Considerar la vida como un reto que


cada persona debe afrontar y resolver airosamente.
 Crear en torno a uno mismo una atmósfera de serenidad, alegría, esperanza,
dinamismo, espontaneidad y de diálogo. El diálogo genuino, inspira, abre
horizontes y ahorra tiempo, enriqueciendo a las personas con experiencias.
 Valorizar y disfrutar lo que se hace. La actividad placentera indica más
compromisos, más agilidad, más eficiencia y menos gasto de energía.
 Dado que muchas de las actividades laborales se desarrollan en contextos de
grupos, valorizan al equipo. Reconocer las aportaciones de cada miembro,
disfrutando la interacción y permitiendo así que liberen las energías mas
autenticas de todos.
TIEMPO LIBRE Y DESARROLLO PERSONAL

FUNCIONES DEL TIEMPO LIBRE.-

Dentro de estas perspectivas dinámicas, el tiempo libre es ante todo:

 Elección de actividades.
 Compensación a las prisas, agitación y múltiples estímulos de la vida moderna.
 Mecanismo regulador de la personalidad.
 Principio de individualización “vs.” presiones a la conformidad.
 Campo de autodeterminación “vs.” hábitos dependientes.

En general, el mecanismo reductor de desequilibrios de diversa índole. Como tal, el


tiempo libre no es un apéndice al trabajo; no es un tiempo negativo y residual, sino
fuente fecunda de nuevos valores.
El reverso de la medalla está en los ricos saciados y hastiados, condenados a “matar el
tiempo” en un aburrimiento mortal.

TIEMPO DE VIVIR: UN TIEMPO DE PLENITUD.-

Vamos a cerrar con los párrafos de Joaquín Antonio Peñaloza, en un


artículo publicado en el Occidental de Guadalajara, el 1º de Julio del 83.

“SOLO HAY UNA COSA MAS BELLA QUE EL TRABAJO; ES EL


DESCANSO. SE TRABAJA PRECISAMENTE PARA DESCANSAR. SE SUDA
PARA ENJUGAR EL SUDOR. SE DESGASTA UNO PARA RECREARSE”.

Ya se que los ejecutivos que tienen corazón de kardex y alma de escritorio


metálico, los licenciados en administración de empresas, los capitanes de la producción,
los príncipes de la mercadotecnia, se rasgaran los coordinados de seda y acrilán, los trajes
de poliester y lana australiana, ¿Vacaciones cuando el país requiere el mayor trabajo?

Sufren el síndrome de esta época al aprovechar el tiempo a marchas forzadas.


Porque el “Tiempo es dinero”, como vulgarmente no debería decirse. En la mentalidad
consumista del hombre contemporáneo, el descanso y las vacaciones equivalen a perder
el tiempo, dejar de producir, dejar de ganar.
BIBLIOGRAFÍA

Bajonero Fernando, Administración del tiempo

*Principio de Pareto
1o de junio de 2010
ingelinux.wordpress.com/.../principio-de-pareto-y-la-administracion-del-tiempo

*Spacoacher
Principio de Pareto
10 de agosto de 2010
gestiondeltiempo.blogspot.com/.../principiodepareto.es.wikipedia.org/wiki/Principio_de
_Pareto

*Principio de Pareto
20 de julio de 2010
http://www.monografias.com/trabajos47/diagrama-pareto/diagrama-
pareto2.shtml#ejemp#ixzz2mSNYNHuZ

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