Você está na página 1de 2

ACCESIBILIDAD DE UNA REPRESENTACIÓN Y ACCESIBILIDAD CRÓNICA

Imagine que descubre que un amigo suyo que se honra de ser recto y honesto le ha pasado las preguntas
de un examen a un compañero de la clase. ¿Cómo interpretaría esta conducta? Usted podría interpretarlo
como un acto de colaboración o una conducta de deshonestidad. ¿De qué depende optar por una u otra
interpretación?
Básicamente de aquellos contenidos relevantes que tenga en ese momento
en su mente. La accesibilidad del conocimiento (la rapidez y facilidad con que
nos viene a la mente y es utilizado) ejerce una influencia poderosa sobre la
interpretación de la conducta. Si usamos como metáfora una caja de juguetes,
los juguetes accesibles son aquellos que se encuentran en la parte superior del
montón, en tanto que los menos accesibles son los que están cerca del fondo.
Cuanto más accesible es un conocimiento, más probabilidad tiene de llegar a la mente automáticamente
(sin un esfuerzo consciente para encontrarlo) y tiene más posibilidades de dirigir nuestra interpretación de los
indicios. De este modo, si usted tiene, en ese momento, muy activada la idea de ayuda y colaboración
interpretará el acto de transmitir las respuestas del examen como un acto de ayuda. Otra persona (quizás un
profesor, para quien el concepto de deshonestidad académica es más accesible) podría considerar la misma
conducta como deshonesta, una interpretación totalmente diferente.
Los estímulos que reciben nuestros sentidos deben ser siempre traducidos y convertidos en información
significativa, información que entienda nuestro cerebro. Sin embargo, esos estímulos no tienen un significado
unívoco ya que pueden ser interpretados de muchos modos. Ahora
bien, cuando llegan a nuestro cerebro sólo tienen una traducción.
Ello se debe a que tanto la información que está activa en nuestra
conciencia en ese momento como nuestro estado de ánimo
determinan su significado.
De hecho, la gente no utiliza cualquier representación cognitiva
para interpretar la información. Emplea la que es más accesible en
ese momento concreto. En consecuencia, cualquier cosa que traiga
una idea a la mente influye en nuestra interpretación de la nueva información.
Imagine que va por la calle con un amigo y que al pasar por delante de un
cine ve un cartel de Silvester Stallone en una actitud agresiva. ¿Podría aumentar
el cartel la accesibilidad de sus representaciones cognitivas relacionadas con la
hostilidad y la agresión? Si así fuera, ¿podría influir en sus interpretaciones,
llevándole a ver hostilidad en algún comentario ambiguo que le hace su amigo,
aunque no haya sido ésa su intención?
La respuesta a ambas preguntas es afirmativa. Para demostrar este efecto, Tory Higgins y colegas (1977)
pidieron a un grupo de estudiantes que memorizaran varias palabras mientras trataban de identificar colores
que se presentaban en un monitor. Un grupo memorizó palabras relacionadas con el rasgo positivo «amante
de la aventura» (por ejemplo, aventurero, independiente,…), en tanto que el otro grupo aprendió palabras
relacionadas con el rasgo negativo «temerario» (por ejemplo, tímido, apocado, …)... El procedimiento tenía el
propósito de activar el conocimiento almacenado por los estudiantes, sobre uno u otro de estos dos rasgos y,
por lo tanto hacer este conocimiento accesible en la etapa siguiente del experimento.
Más tarde, en lo que los estudiantes pensaron que se trataba de otro
experimento sin ninguna relación con el anterior, leyeron una descripción de
«Donald», que había escalado el K2, atravesado rápidos en kayac y conducido un
coche entre los escombros de una demolición. Finalmente, se les pidió a los dos
grupos que describieran a Donald. Sus descripciones mostraron que el primer grupo
de sujetos, que estaban memorizando palabras relacionadas con el rasgo amante de
la aventura, vieron la conducta de Donald como valiente, en tanto aquellos que
estaban memorizando palabras relacionadas con temerario, vieron su conducta
como imprudente y precipitada.
La activación de una representación cognitiva con el objeto de aumentar su
accesibilidad e influir en el procesamiento posterior se llama priming (preparación
o facilitación). Los conceptos que han sido “preparados” permanecen accesibles e
influyen en interpretaciones posteriores durante un período de veinticuatro horas
y su impacto tiene lugar incluso cuando las personas no son conscientes de la activación.
En un paso más por comprobar la fuerza de la activación de ciertos adjetivos en los juicios, Bargh y
Pietromonaco (1982) llevaron a cabo un experimento en el que presentaban subliminalmente varios adjetivos.
Concretamente, en uno de los experimentos pedían a sus sujetos que presionaran una tecla tan rápidamente
como fuera posible cuando apareciera un flash en el monitor que tenían delante. Realmente los flashes eran
en el 80%, el 20% o el 0% palabras semánticamente asociadas a hostilidad y presentadas durante 100 ms. En
un segundo experimento, que se presentó como independiente del anterior, los participantes en los tres
grupos leyeron una descripción de las conductas ambiguas de un personaje. Cuando se compararon las
respuestas de esos grupos, aquellos que habían sido “primados” (preparados) con palabras relacionadas con
hostilidad, interpretaron las conductas como más hostiles y agresivas.
De modo que, aunque usted solamente le haya echado una mirada de soslayo al cartel de Silvester
Stallone, le podría hacer interpretar los sucesos posteriores como agresivos.
Accesibilidad crónica
El uso frecuente de una representación cognitiva, a través de los días, meses o años, puede convertirla en
crónicamente accesible. Cuando esto ocurre, las personas utilizan de forma repetida los mismos conceptos
para interpretar la conducta de los demás. Por ejemplo, la inteligencia podría
ser siempre importante en los juicios de una persona, mientras que la amistad
y la colaboración podrían interesar más a otra persona. De hecho, la gente
puede reconocer más fácilmente la información concerniente a sus rasgos
«preferidos» y la puede recordar mejor que la información no relacionada con
ellos. Imagine, por ejemplo, que usted observa a alguien que realiza varias
actividades (saluda a amigos, va a una fiesta, estudia en la biblioteca y trabaja
en un empleo a tiempo parcial). Si el concepto de la amistad es crónicamente accesible para usted, será más
propenso a tener en cuenta y a recordar más tarde las dos primeras conductas. Otro observador, para quien la
inteligencia es un concepto crónicamente accesible, notará y recordará con mayor facilidad el momento que la
persona pasó en la biblioteca.
Ilustremos la accesibilidad crónica relacionándola con la salud mental.
Recuerde que cuanto más frecuentemente una persona utiliza conceptos en
particular, éstos tienen más probabilidad de venir a la mente. De este modo,
los individuos para quienes determinados rasgos están crónicamente
accesibles, ven el mundo desde una sola perspectiva. Algunas veces el efecto
puede ser trágico. Por ejemplo, alguien que ha sido maltratado física y
emocionalmente durante un largo período (quizás en su infancia o en una
relación adulta) habrá experimentado amenaza y peligro de forma regular. Como el concepto de amenaza se
convierte en crónicamente accesible, la persona maltratada resulta particularmente sensible a los signos de
amenaza interpersonal. Así también, aun las conductas ambiguas de los demás pueden ser vistas como
amenazadoras. Por ejemplo, ese individuo puede interpretar una ligera crítica en el desempeño de su trabajo
como un rechazo total, y esto puede disparar una fuerte reacción emocional. Las representaciones con alto
nivel de accesibilidad dan forma al modo en que las personas interpretan la información que reciben, y la
víctima de malos tratos puede ver un serio ataque incluso en la crítica más constructiva. En su terapia, estos
individuos pueden aprender a ser conscientes de esto y a superar su tendencia automática de interpretar a los
demás y sus acciones de modo desviado.

Você também pode gostar