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Obra de teatro Acto del 25 de mayo de 1810

Acto único:
Personajes:
Juana maestra
Joel alumno
Lucía alumna Tomás alumno
Aixa alumna
Franco alumno
Josefina alumna
(La acción transcurre en el aula. Juana, la maestra, se dirige a los alumnos,que están
sentados en sus bancos.)
Juana:- Buenos días.Alumnos:
- Buenos días señorita Juana
Juana:- ¿Prepararon la clase especial sobre el 25 de Mayo?
Joel: - Si, estuvimos trabajando sin desmayo
Aixa:- Pero… le queríamos preguntar… si podíamos…
Juana:- ¿Qué cosa?
Franco:- Preparamos una parte cada uno y estudiamos en serio, pero… pasar al frente nos
da un poco de nervios.
Tomás:- ¿Podemos ayudarnos entre nosotros, seño?
Juana:- Sí, cómo no. Cuando quieran pasen al frente y empiecen.
Franco:- Sí…este…tengo que empezar yo. ¿Cómo era?
Josefina: - Empezábamos por la colonia.
Franco:- Ah.. Sí. En el Virreinato del Río de la Plata se usaba mucho la colonia.
Josefina:- ¡No! No era así.
Franco:- Perdón, empiezo de nuevo. El Virreinato del Río de la Plata era una colonia de
España. Ahora te toca a vos Tomás.
Tomás.- ¿Qué tenía que decir?
Joel:- Hablás sobre Napoleón…
Tomás:- Ya me acordé. Un día Napoleón tomó preso al rey, que se llamaba Fernando. Y en
el Virreinato no se sabía quién tenía el mando. Ahora te toca a vos Lucía.
Lucía:- Hubo una reunión de vecinos, preocupados por su gobierno y destino. Entonces…
un momento… se me hizo una laguna…
Aixa:- ¡Cabildo abierto!
Lucía: - Ah, entonces, los vecinos, que vivían en estado de alerta fueron a la avenida
cabildo, que estaba abierta, porque en un tiempo había estado cerrada y no se podía
transitar para nada
Josefina:-¡No! No, era así.
Lucía:- Perdón, no era la avenida Cabildo. Los vecinos vieron el cabildo y dijeron: “Allí un
ave anida. El ave de la libertad”
Aixa:- Y llamaron a un cabildo Abierto. Y en ese momento decidieron un cambio de vida.
Juana:- ¿En que consistía ese cambió?
Franco:- Los vecinos dijeron: “O luchamos por nuestra libertad o seguiremos siendo una
colonia”
Joel:- Por eso vino el 25 de Mayo, en medio de la lluvia había patriotas que distribuían…
no me acuerdo qué…
Juana:- Yo te ayudo. Distribuían escara…
Tomás:- ¡Escarabajos!
Juana.: ¡No!
Josefina:- ¡Escarapelas! Que eran cintas de color blanco y celeste, que representaban el
deseo de ser libres e independientes.
Juana:- Muy bien.
Josefina:- Entonces se formó la Primera Junta.
Juana:- ¿Cómo estaba formada?
Aixa:- La primera Junta tenía un presidente llamado Saavedra.
Juana:- Muy bien. Eso es. ¿Y quiénes formaban el resto de la Primera Junta?
Joel;- El resto eran…
Juana:- Te ayudo un poco. Eran vocales.
Joel:- Decimos un nombre cada uno. Los vocales eran: Alberti
Aixa:- Azcuénaga
Lucía:- Castelli
Tomás:- Belgrano
Franco:- Matheu
Josefina:- Larrea
Juana:- Muy bien chicos. ¿No había secretarios?
Josefina:- Sí, eran Moreno y Paso.
Juana:- bastante bien. Creo que si se animan, podemos presentar esta clase especial para
la fiesta del 25 de mayo.
Todos juntos:- ¡Sí! ¡Viva la patria
20 de Junio - Unas preguntitas para el General

Personajes

Remigio, cadete.

Luciano, soldado a las órdenes de Manuel Belgrano.

Manuel Belgrano.

Rocío, joven costurera.

Soldado.

Escena

La acción se desarrolla en Jujuy, en mayo de 1812, en el patio de una modesta casa -cuya
parte trasera es visible para el público- que sirve a Belgrano como una especie de cuartel
general. Remigio y Luciano discuten en el patio.

Remigio: - ¿Así que el general está contrariado?

Luciano: -Bastante. Más que nada deprimido. El gobierno de Buenos Aires no quiere
reconocer la bandera azul y blanca que él creó.

Remigio: -¡Pero si ni siquiera la vieron!

Luciano: -No importa; ellos quieren que se mantenga la bandera realista.

Remigio: -¡La bande...! (Impresionado, no puede seguir hablando.)

Luciano: -Sí, Remigio, la misma que flamea entre nuestros enemigos.

Remigio (confundido): -Pero entonces ustedes, los soldados, ¿cómo saben a quién atacar?

Luciano: -Fácil: al que se nos acerca mostrando los dientes y nos apunta poco
amistosamente con su fusil; usualmente ése es el enemigo. Cuestión de sentido común.

Remigio: -¡Y de gozar de una buena vista! Yo que no veo bien no podría distinguir esos
dientes apretados hasta que me estuvieran mordiendo la nariz.

Belgrano (saliendo de la casa con aire pensativo): -¿Hay algún mensaje para mí, Remigio?
Remigio (reverencial): - No, general Belgrano. (Duda; luego se decide a preguntar.)
General Belgrano... ¿puedo preguntarle algo?

Belgrano: -Desde luego, adelante.

Remigio: -¿Por qué nuestro ejército debe tener la bandera igual a la del enemigo?

Belgrano (soltando un suspiro): -¡Ojalá yo supiera! Según parece, el gobierno considera


que ya que gobierna en nombre del rey de España, Fernando VII, no puede usar otro
pabellón que no sea el suyo. ¿Entendiste, Remigio?

Remigio: -No. Quiero decir, tengo otra pregunta.

Luciano (aparte de Remigio): -Dejá tranquilo al general, o el que va a morderte la nariz so


yo.

Belgrano: -Preguntá tranquilo, Remigio.

Remigio: -Sí, gracias. Lo que no entiendo es por qué si los dos bandos tenemos la misma
bandera, luchamos tan furiosamente.

Belgrano: -Por la libertad, Remigio. Queremos ser independientes, dueños de nosotros


mismos, ¿no?

Remigio: -Creo que sí. Pero, tengo otra preguntita... (Luciano, fuera de la vista de
Belgrano, le muestra los dientes a Remigio en forma amenazante. Éste se aparta un poco.)

Belgrano: Te sigo escuchando, Remigio, preguntá lo que te preocupa. Yo se que no se


puede dormir tranquilo cuando a uno lo "muerde" la curiosidad.

Remigio (con mala intención, mientras mira de reojo a Luciano): -Mientras sea sólo la
curiosidad...

Belgrano: -A ver, ¿cuál es la pregunta?

Remigio: -¿Si queremos ser dueños de nosotros mismos, como usted dijo, no tenemos que
ser también dueños de nuestra propia bandera?

Belgrano: -Por supuesto.

Remigio: -¿Y entonces?

Belgrano: -Para contestar este "entonces" tendríamos que comenzar toda la discusión
desde el principio. Yo creé la bandera celeste y blanca porque nuestros hombres tenían
necesidad de alzar la vista y encontrar un sentido a esa lucha, un sentido que la bandera
realista compartida con el enemigo no puede dar nunca.

Luciano (apasionado por estas palabras): -¡Y ha resultado!

Belgrano (sonriendo algo triste): -Sí, sí que ha resultado. Me alegro que lo diga uno de
esos hombres.

Remigio: -Entonces no hay que preocuparse, general.

Luciando (a Belgrano): -Permiso, mi general, no queremos seguir molestándolo. (Toma del


brazo a Remigio y lo saca de escena hacia la casa, mientras lo reprende.) ¡Desconsiderado,
preguntando y preguntando al pobre general sobre el tema que lo agobia y deprime!
¡Esperá a que estemos solos..! (Salen de escena.)

Rocío (entra por otro costado del patio. Lleva dobladas unas banderas celestes y blancas.
Belgrano se alegra de verla): -General Belgrano...

Belgrano: -¡Rocío! ¿Cómo está usted?

Rocío: -Emocionada, como todo el pueblo, con su creación hecha en Rosario. Por eso me
permití coser éstas, a imitación de la que vimos flamear y que bendijo el cura Gorriti.
(Despliega dos banderas iguales.) Las hicimos varias mujeres del pueblo, con todo
entusiasmo.

Belgrano (feliz): -¡Se ven preciosas..!

Rocío: -Eso mismo. Es una para su ejército y otra para que mande a Buenos Aires.

Belgrano: -¿A Buenos Aires?

Rocío: -Sí, general. Estoy segura que cuando la vean, el espíritu patriótico los va a iluminar.
Le profetizo hoy, en este mes de julio de 1812, que no va a pasar un año para que su
bandera celeste y blanca sea oficialmente adoptada. (Le entrega las banderas.)

Belgrano (besándole las manos emocionado): -Gracias. Muchas gracias, Rocío. Me ha


levantado el ánimo.

Soldado (sale de la casa agitado): -¡Mi general, mi general!

Belgrano: -¿Qué pasa, soldado?

Soldado: -Hubo un pequeño incidente dentro.

Belgrano: -¿Qué clase de incidente?


Soldado: -No se bien cómo decirle... alguien le ha mordido la oreja al cadete Remigio.

Belgrano (a Rocío): -Si me disculpa... (Rocío lo saluda con un amable gesto. Belgrano se
encamina a su cuartel seguido del soldado.)

Soldado (a Belgrano): -Él no se queja de nada, pero dice que tiene que hacerle a usted una
preguntita... (Desaparece dentro.)

Telón

Fuente: Chicos... ¡a escena!, Estrada, 1994.

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