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Y vimos Su

Gloria…

Un relato sobre la manifestación real de la


Presencia de Dios en las últimas décadas, a
través de los ojos de un Testigo

“..y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno
de gracia y de verdad…”
Juan 1:14

Por Pablo David Anibaldi


En memoria de Jorge Lacovara: mi Amigo,
Músico y Adorador, Profeta, Pastor y Maestro; y
un verdadero Padre espiritual; quien ya disfruta
en la presencia de su Amado…
“Nunca seremos manantiales hasta que Dios venga a
nosotros. Nunca seremos renovados, fructíferos o útiles
para los demás hasta que Dios nos visite. Si no
experimentamos visitaciones constantes de Dios, pronto
dejaremos de ser “manantiales” y volveremos a los días
antiguos de sequedad y esterilidad..”

Helen Garratt (Manantiales en el desierto)

ESTE LIBRO ES DE DISTRIBUCION GRATUITA – “De gracia recibisteis, dad de gracia”

Compartalo libremente con quien desee ser bendecido.

Derechos Reservados en Creative Commons – Abril de 2013, Buenos Aires, Argentina.


Introducción

YO FUI TESTIGO…

“ Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al
Verbo de vida…ESO OS ANUNCIAMOS…” 1ª. Juan 1:1

Hace unos años atrás, el Espíritu Santo habló a mi corazón..."escribe la Visión, y declárala
en tablas, para que corra el que leyere en ellas..." (Habacuc 2:2)

Entiendo simplemente que una “Visión”, es algo que Dios te ha revelado, sea a tus ojos
naturales o espirituales…o ambos! Y que eso que has visto, atrapa tu corazón; motivándote a
correr en pos de El…por el resto de tus días. La Visión que me ha sido revelada no es la
única…pero es la que El revelo a mi vida desde pequeño. No soy escritor, ni tengo un talento
especial con las letras. Pero siento la urgencia en mi interior, de contar lo que mis ojos han
visto, y el privilegio que Dios me dio de presenciar desde niño, la manifestación del Espíritu
Santo, visitando la Tierra.
Lo que vi, con mis ojos naturales, y más aún, lo que vieron mis ojos espirituales, son cosas
que no olvidaré jamás...y poco a poco, El Señor fue dejando caer en mi corazón la certeza que
estas cosas no solo fueron otorgadas para mí, sino para otros cuyos corazones tienen hambre
y sed de Su manifestación y Su Venida…creo que es algo que debe ser compartido!

Dios es una Persona. Y como tal, Él se manifiesta a los Suyos. Compartir el testimonio de
esos “Encuentros” con Jesús, es una manera de alentarte a que eso también es posible para ti!

Con este sentimiento, también nació una pregunta en mi interior… ¿Por qué? ¿Por qué
compartir algo que es un TESORO personal, pero que tal vez puede ser malinterpretado, o
menospreciado por otros? ¿Por qué exponer al riesgo de la opinión pública, algo que es lo más
valioso que he encontrado en este mundo?
Porque El me hizo ver...que hay nuevas generaciones que no han visto, ni oído...aquellas
cosas que impactaron mi vida y la de tantos otros, que no han descubierto la sobrenatural
Presencia de Jesús en medio de ellos, que no tienen con que comparar lo que hoy en muchos
lugares llaman la "Presencia de Dios", pero que en el mejor de los casos, sólo son Sus Atrios...

¿Cómo poner en palabras, cosas que pertenecen al Reino de lo espiritual? ¿Cómo transmitir
a los sentidos humanos, cosas que se perciben en nuestro espíritu, que traspasan nuestra
alma, y que tantas veces causan un impacto en nuestros cuerpos, pero que “eso” solo es un
reflejo, un resplandor de Su gloria?

Sin duda que la labor de comunicar lo que “ojo no vio, ni oído oyó”…sin plantearse estas
preguntas, es algo casi imposible. Pero confío en este inicio, en la ayuda de Su Santo Espíritu,
y el cumplimiento de lo que Su palabra dice: “Él os recordara todas las cosas...”.Y de este
modo también...refrescar la memoria de "aquellos", que en algún momento u otro, fueron mis
compañeros en esta aventura sin igual, de experimentar el mover del Espíritu Santo en medio
de los Suyos; y quizás, de este modo, inspirarles a culminar juntos esta carrera que empezó
muchos años atrás...porque la Meta ya está más cerca...

Y porque Él dijo..."me seréis Testigos...”


Capítulo 1:

CUANDO ERA UN NIÑO…

“..Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino
de Dios…” Lucas 18:16

Nací en una hermosa ciudad frente al Océano Atlántico, llamada Mar del Plata, en Argentina,
allí por Mayo de 1964. Creo que hay lugares bendecidos por Dios sobre esta Tierra, y Mar del
Plata es uno de ellos. ¿La razón? Las cosas que Dios ha hecho en esta ciudad, milagros,
sanidades, conversiones a la fe verdadera, visitaciones sobrenaturales del Espíritu...vez tras
vez tras vez...por diferentes ministerios, en diferentes ocasiones, durante varias décadas...ha
habido una "Gracia soberana" sobre esta ciudad, desde mediados del Siglo XX, hasta la
fecha...y yo no he sido ajeno a ello.
Cuando aún estaba en el vientre de mi Madre, el Espíritu Santo ya había comenzado a
inquietar a los Suyos, a través de lo que luego se conoció mundialmente (por haberse
producido en muchísimos lugares) como "el Mover Carismático". Cristianos de las
denominaciones más tradicionales, fueron Despertados por así decirlo, hacia una búsqueda
intensa de "algo más" en Dios...y El comenzó a llenarlos de Su Espíritu.
Hablaban en Lenguas, humanas (idiomas) y angelicales, danzaban en el Espíritu, guerreaban
en el Espíritu también, eran librados, sanados física y espiritualmente...y llenos de Su unción,
eran comisionados por el Espíritu mismo para la Obra del ministerio. NADA de esto se hacía
como sistema. TODO sucedía de una manera natural (quizás corresponda mejor decir,
sobrenatural…), a medida que el Espíritu tomaba lugar en las vidas, El llevaba por el camino
que había que recorrer para cada uno en particular, y para todos en general...
Si el Mundo conoce a la Década del `60 como una Década Revolucionaria, no lo fue menos
en el ámbito de lo espiritual. Revolución en la Iglesia, a nivel musical, ministerial, de formas, de
desiciones.El mismo Dios. Pero de una forma totalmente NUEVA en el más amplio sentido de
la palabra.
En esa Década nací. Y a los pocos años, mis Padres decidieron dejar la Iglesia formal donde
se congregaban, y partir a la aventura de incorporarse a un mover nuevo y fresco del Espíritu
de Dios.
En un lugar alejado del centro de la ciudad, en un barrio llamado "Los Pinares", y en un solar
conocido como el Instituto Bíblico Peniel, que funcionaba junto al Hogar de Niños Los Pinares,
y más precisamente en un pequeño Salón de cultos llamado "El Tercero", cada semana,
durante meses, se realizaban cultos que comenzaban a las 20:30 Hs..Y terminaban cuando el
Espíritu de Dios así lo determinaba...
Uno de los mayores milagros que creo se producía allí, era como durante tanto tiempo, el
hambre por más del Señor, y las fuerzas físicas de los que trabajaban diariamente, no
menguaban en absoluto a pesar de semejante trajín semanal, y esto por meses! Cada noche,
mis Padres cruzaban la ciudad en su coche, para participar de las reuniones. Al poco rato de
iniciadas en un ambiente de alabanza y danza, junto a mi hermano más pequeño, yo me
dormía, sobre los almohadones que se usaban para sentarse. Tenía 6 años de edad. No había
guardería para niños. Los niños dormíamos en medio de la manifestación de Su
Presencia...como el pequeño Samuel...y nada alteraba lo que allí sucedía.
¿Puede un niño de 6 años de edad ser impresionado de tal modo que no olvidará mientras
viva, lo que sus ojos vieron? Ténganlo por seguro!
A veces, en medio de la noche, despertaba...para ver a todo un pueblo guerreando
espiritualmente, intercediendo por la Nación, o luchando y peleando hasta ver librados a
algunos de los allí presentes de ataduras espirituales, o hereditarias, que sin duda querían
destruir su vida y apartarlo de Dios...a veces, veía a todos ellos llorando, clamando a Dios que
no se alejara de Argentina, que Su misericordia prevaleciera...a veces, sumergidos en un río de
lagrimas, pidiendo a Dios que limpiara sus corazones como solo Él sabe y puede hacerlo, para
poder entrar en el Lugar Santísimo limpios por Su Sangre...a veces, derramando sus oraciones
en adoración y rendición...a veces, tan enamorados de la Presencia de Jesús en medio de
ellos, que estaban más "del otro lado", que de éste, y sus voces solo relataban lo que el
Espíritu de Dios les daba ver, y profetizaban de cosas que "ojo no vio, ni oído oyó"...muchas de
las cuales..Se han ido cumpliendo al pasar los años...
Así, noche tras noche, por meses, durante varios años... ¿quién controlaba las reuniones? El
Espíritu Santo. Y si tal cosa no sucedía en alguna de ellas (y no faltó ejemplo de esto) era tan
notoria la falta de Su Presencia, que inmediatamente convicción del Espíritu y arrepentimiento
caían sobre TODOS los presentes allí, y el río de limpieza, amor y misericordia de Dios corría
fuertemente...hasta que todo era limpio y perdonado; y la comunión con El era restaurada!
Los cultos no tenían horarios, ni esquema o programas. Se entraba por Sus puertas con
alabanza y acción de gracias (Salmo 100), pero luego, quien ministraba era Su Espiritu. El
decidía que sucedería ese día. El indicaba que Palabra o porción bíblica compartir...y en
ocasiones, usaba a cualquiera de los allí presentes, bajo la total influencia del Espíritu, para
predicar, profetizar o amonestar...según Su Santa Voluntad.

Hubo tiempos…en que el Espíritu Santo llevaba a todos a un arrepentimiento y limpieza de


corazón, que excedía toda experiencia previa. Por meses, Dios indicaba colocar una “silla”, en
medio del Salón de reunión, donde en un momento de esta, alguno de los allí presentes
tomaba la iniciativa y se sentaba, y comenzaba a confesar sus pecados delante de Dios, bajo
una tremenda convicción del Espíritu Santo…esto también provocaba que otros, que también
tenían pecados ocultos, esperaran con impaciencia su turno, para traer delante de Su
Presencia cada cosa escondida, hasta que no quedara nada oculto a Sus ojos…en esos días,
Él era “como jabón de lavadores..” y se había “sentado para afinar y limpiar a los hijos de
Levi”…

Luego de esto, la Nube de Su amor nos cubría y rodeaba de tal forma, que nadie podía
recordar que se había dicho, solo podíamos llorar y reír, abrumados por Su Presencia…para
más tarde, comenzar a interceder con una intensidad sobrenatural, por nosotros, por otros, por
la Nación…

Y solo momentos después, sentir el gozo de Su Espíritu brotar incontenible en una


danza/marcha de victoria y celebración, porque el León de la tribu de Judá había prevalecido
una vez más sobre todos sus enemigos, Su palabra había sido librada, y los cielos se abrían!

Dios producía en nosotros tanto el querer como el hacer; Su Gracia nos atraía
irresistiblemente hacia Él, con hambre y sed de Su Espíritu, despertaba el deseo, mas allá de
toda otra cosa…y EL se manifestaba en medio nuestro, en santidad, en fuego, en amor, en
danza, en gozo, en limpieza. Cada noche era diferente. Cada momento era distinto. No era por
fuerza. No era por ejército. No era por la multitud, ni por la elocuencia, ni por el carisma de los
que dirigían...era porque EL estaba allí! Y no había nadie que pudiera ser indiferente a eso…o
te rendías delante de Él…o salías para nunca más volver!

Las cosas que allí sucedieron, fueron grabadas a fuego en los corazones de toda una
generación, cosas que nunca olvidarán, porque fue El quien las hizo;

y son ETERNAS, como El es ETERNO...


DIOS USA…VASOS DE BARRO

“.. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder
sea de Dios, y no de nosotros...” 2da. Corintios 4:7

Desde aquellos días, muchas personas forman parte de mi historia, y de la de muchos que
vivimos aquellas cosas...casi sin darme cuenta, pasaron a ser parte de mi infancia, de los
recuerdos más vívidos de mi niñez. Como un niño, vi a Dios usar de una forma poderosa a
personas, las cuales con el tiempo, pasaron a ser modelos o ejemplos a mi vida ("sed
imitadores de mi, como yo de Cristo" dijo el Apóstol Pablo).

Solo quisiera aclarar, que el punto de vista de este relato, en relación a personas, ministerios
y eventos, en modo alguno pretende ser Objetivo…no podría serlo, dado que es parte de las
vivencias atesoradas en la memoria de la infancia, a veces sobredimensionadas, a veces
relativas; pero siempre fiel al impacto original en mi espíritu y persona! Y que sobre todo y cada
uno de los nombrados aquí, prevalece la persona de JESUCRISTO, Aquel quien ha usado Sus
Vasos de Barro de acuerdo a Su buena voluntad!

Apellidos como Miller, Schisler, Ravenhill, Pedrini, Lacovara y tantos otros que injustamente
no vienen a mi memoria en este momento, pero que fueron ministerios usados por Dios para
guiar a varias generaciones al conocimiento del Dios trino .Vasos en Sus manos. Usados para
transmitir Su gloria, en diferentes maneras, pero en la misma dirección…

A riesgo de ser injusto con muchos, pero como ejemplo de tantos, quiero mencionar a una de
esas personas, que Dios usó para impactar mi vida en esos días.

Su nombre es Judy Dalson.

Ella era una misionera nacida en Estados Unidos, que vivía en el Instituto Peniel y servía allí.
Y también era la Encargada de la Escuela Dominical de la incipiente Iglesia Peniel de Mar del
Plata. Había dedicado su vida por entero a Dios, no se había casado, y vivía por fe.
En la Escuela Dominical que Judy dirigía, estaba yo. Y teníamos Cultos de niños...pero...que
cultos!! El Espíritu de Dios se movía poderosamente en nosotros, y así como sucedía con los
"grandes", así también con los pequeños...había alabanza, danza, adoración, guerra
espiritual...NADA era fingido, no era un "juego"...sucedía de verdad!
En uno de esos cultos memorables, a los cuales "secretamente" asistían algunos mayores,
fui lleno del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas...no podía dejar de alabar a
Dios y hablar en lenguas!!! Tenía solo 10 años. Era el año 1974. Y este hecho marcó mi vida.
En algún lugar de mi interior, supe que El me llamaba a Su servicio. Y que desde allí en
adelante, hiciera lo que hiciera, sucediera lo que sucediera...mi prioridad sería servirle a Él,
más que todo. EL me había traído a este mundo, porque me amaba. Y yo quería amarle y
servirle por el resto de mis días! Mi corazón de niño de 10 años parecía estallar de gozo!
Judy Dalson fue uno de los canales por los cuales el Espíritu Santo fluyó en esos días...para
marcar mi vida y la de tantos otros, niños y no tan niños…Ella, como otros, se entregó sin
reservas, para que Su Espíritu pudiera fluir y tocar más vidas.

El tiempo ha pasado desde aquellos días. Y circunstancias suceden a todos, grandes y


pequeños. Pero más allá de la condición humana...hoy más que nunca creo que Dios usa
VASOS DE BARRO...para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros...
A través del ministerio y la vida de estas personas, y otros muchos más como ellos, el
Espíritu de Dios fluyó hacia niños, jóvenes, adultos, creyentes, no creyentes…muchos de ellos,
como el Apóstol Pablo, no midieron el esfuerzo ni el sacrificio, sino que bien podrían decir: “por
amor del cual, lo he perdido todo…”,y gastaron sus vidas y su mejores años, sirviendo a su
generación y a Aquel que los había llamado… pero la Obra de Dios, perdura más allá de
edificios, reconocimientos públicos o anónimos…queda escrita con letras eternas en los
corazones de aquellos que, como yo, fuimos alcanzados!.
Y desde este rincón, quiero agradecer a Dios por la vida de aquellos "vasos de barro", a Judy
y a tantos otros...que se entregaron a El de todo su corazón desde aquel tiempo, y que El usó
como instrumentos de Su gloria para alcanzarnos, aun en nuestra niñez, y guiarnos a conocer
la Presencia sobrenatural y manifiesta de Jesús!

Capítulo 2

Tiempos de cambios

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”

Eclesiastés 3:1

A medida que fue avanzando la Década de los 70`s, muchas de las palabras proféticas que
el Espíritu de Dios había hablado a través de sus canales, comenzaron a cumplirse. De a poco,
como si una espesa niebla de oscuridad comenzara a cubrir todo, el País entro en una espiral
de violencia. El gobierno democrático de Argentina estaba dividido en sí mismo, y la lucha por
el poder comenzó a causar muerte y destrucción en aumento. Asesinatos, atentados,
persecución, secuestros, caos político y social…hasta que las Fuerzas Armadas del País
decidieron intervenir nuevamente (1976), restringir todos los derechos civiles, y reprimir
violentamente, a sangre y fuego, y sin consideraciones ni clemencia. Algunas de las visiones
que nos habían advertido que un “baño de sangre” sobre una generación se aproximaba,
comenzaron a cumplirse delante de nuestros ojos.

Pero el Espíritu de Dios guardó a los Suyos, y mientras fuera, la oscuridad se hacía cada vez
más densa...”en las casa de los hijos de Israel en tierra de Gosèn, había luz...”. Ninguno de
aquellos que semana tras semana se reunían para buscar Su rostro, sufrieron daño. Aun los
estudiantes del Instituto Bíblico que, cada Viernes y Domingo, caminaban en grupo desde las
instalaciones hasta la Iglesia (unas 30 calles de distancia) no tuvieron ninguna clase de
contratiempo… a pesar de la prohibición gubernamental de no juntarse “más de 2 o 3
personas”, luego del “Toque de Queda” nocturno…

Dios seguía obrando…pero aquellos tiempos de gloria comenzaban a menguar…y poco a


poco, a medida que los años fueron pasando, junto el crecimiento natural, dentro mío, como de
otros, fue creciendo el deseo de volver a ver a Dios moverse de forma sobrenatural!

Su Espíritu había quedado con nosotros, para atravesar el “Desierto”, hasta llegar a la Tierra
Prometida…pero la espera se hacía larga…y el cumplimiento de Sus palabras y promesas eran
la esperanza que mantenía a un pueblo caminando hacia delante.

Hacia 1980, el Espíritu de Dios comenzó a hablarnos que un tiempo nuevo sobre Argentina
se aproximaba, que era un “año de jubileo”, y que venía el cumplimiento de las promesas que
Él había dado, aun desde los lejanos tiempos de City Bell y la visitación angelical (ver
“Secretos del avivamiento en la Argentina”, por R. Edward Miller, Ed. Peniel).

Poco imaginábamos, que aquellas promesas proféticas que “miles serian sanados y correrían
a los pies de Jesucristo”, que “los Cines y Teatros se convertirán en Iglesias” y que “Estadios
serian llenos de gente que buscaría salvación”..se cumplirían en un breve tiempo…el País
estaba saliendo de una guerra civil cruenta, con miles de muertos…la economía parecía
desplomarse, la “guerra de Malvinas”, había humillado a la Nación, y el comienzo de una nueva
etapa de democracia parecía traer nuevos vientos de conflicto…

Pero lo más importante de todo, era que Dios, en Su perfecto plan…estaba preparando el
terreno para un tiempo de visitación y cumplimiento de profecías, como Argentina nunca había
experimentado anteriormente a nivel masivo!

Argentina había sido sacudida por el terremoto político/militar, por el viento de una economía
que se desplomaba, por el fuego de una guerra sin sentido…y ahora estaba lista para recibir el
soplo de un “viento apacible”…el soplo de Su Espíritu, que se convertiría en un huracán que
arrebataría a cientos de miles para Su reino!

como un viento recio

“Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba…”

Juan 1:6
Su nombre es Carlos Annacondia. Era argentino. Se había entregado al Señor de todo su
corazón no hacía mucho, y el Espíritu de Dios lo había llevado a lejanas tierras, para prepararlo
para la Obra que El tenia determinada. No se había graduado en ninguno de los Seminarios o
Institutos Bíblicos reconocidos. No era conocido por la mayoría de los Pastores ni Ministros del
País. Pero era conocido por Dios, y Él lo había elegido para esta hora, como un instrumento
para el cumplimiento de las promesas que Dios había dado desde tanto tiempo atrás.

Bajo la dirección del Espíritu Santo, y casi sin apoyo de las Iglesias (¿Quién es este
hombre?) hacia 1983, comenzó con una pequeña Cruzada evangelistica en la ciudad de La
Plata, y el Espíritu de Dios comenzó a manifestarse fuertemente, en sanidades, milagros y
liberaciones de demonios. Llamaba la atención, pero aun, la Iglesia no podía ver…que la
siguiente movida ya había comenzado…que Su Espíritu otra vez se estaba manifestando
sobrenaturalmente, de otra forma, en otras maneras..pero SIEMPRE El mismo…

Después de la breve experiencia de La Plata, ya en 1984, el Espíritu Santo lo guio a


comenzar una segunda campaña, esta vez en la ciudad de Mar del Plata. Con el apoyo de
algunos pocos Pastores, se consiguió un predio cerca del Centro de la ciudad, sobre la
Avenida Independencia, frente al conocido Club Kimberley. Allí se instaló una pequeña
Plataforma, y una Carpa. Con unos altavoces prestados, y casi sin publicidad, se dio comienzo
a las reuniones abiertas a todo público.

Y de repente, las compuertas de los cielos se abrieron.

Al principio cientos, luego miles, luego decenas de miles, comenzaron a correr hacia este
lugar, hasta que quedo pequeño, y mudaron la Cruzada al Viejo Estadio de Futbol San Martin.
Mis Padres, obreros de la Iglesia Peniel en Mar del Plata, también comenzaron a asistir para
colaborar, junto a otros hermanos..en esta “extraña” pero formidable forma en que Dios estaba
alcanzando a los perdidos…los miembros de las Iglesias se movían más rápido aun que ellas y
sus Pastores…otra vez, el Espíritu Santo movía, y la gente acudía con hambre y sed de El!

Una noche, mientras oraban por los enfermos…mi Madre, que estaba como “Consejera” en
la Cruzada (y que necesitaba una cirugía a la brevedad) sintió un “fuego” en su vientre…para
darse cuenta días más tarde, al hacerse los análisis previos a la operación…que había sido
completamente sanada! Dios estaba moviendo fuertemente, su “Viento” soplaba sobre toda la
ciudad…muchos de los niños del Hogar Los Pinares, llevados a las reuniones, regresaron con
sus muelas emplomadas. La Gracia de Dios se derramaba sobre Mar del Plata, y desde ese
tiempo, sobre Argentina toda, la cual en pocos años vería como la puerta de Salvación,
sanidad y liberación barrería con denominaciones, prejuicios, pecado…para que decenas de
miles se encontraran con Su Salvador y Señor!

Muchos recibían liberación de demonios. Lo que se había visto con “cuentagotas” durante “la
Renovación”…lo que había sucedido solo en algunos pocos lugares…ahora se multiplicaba por
miles! La gente cantaba, danzaba, aplaudía, caía bajo el poder del Espíritu de Dios, era
sanada, alababa y adoraba a Dios postrada delante de Él…y ese “rio” de Su Espíritu, comenzó
a correr hacia y dentro de las Iglesias, renovándolas también!! El “desierto” había
terminado…la nueva tierra se abría delante de nuestros ojos…y mucho pueblo entraba en
ella…todo por Su Gracia y Amor…

La historia de cómo miles fueron sanados, librados y arrebatados para el Reino de Dios sin
dudas esta mejor relatada en otros libros (“Oime bien, Satanás!” – por Carlos Annacondia).
Pero mi testimonio con respecto a esto, es que en los tempranos años 80`s, toda una
generación de nuevos creyentes y jóvenes, fueron impactados por el poder del Espíritu de
Dios, entrando a través de las puertas de Salvación a la Iglesia establecida, pero con hambre y
sed de la manifestación de Su gloria!

El ministerio del Evangelista Annacondia, recorrería Argentina y el mundo, llevando el


mensaje de Salvación y poder de Dios a millones de personas. Hasta el día de hoy, el Espíritu
de Dios sigue moviéndose en salvación, sanidad, milagros y liberación a través de su
ministerio, guardado por el poder de Dios, en cumplimiento de las palabras y profecías libradas
desde el año 1952…

A mediados de la década de los 80`s, yo ya había estado colaborando como músico y obrero
por 15 meses en Uruguay, en una pequeña e incipiente Obra misionera llamada “ ElBetel” (hoy,
Iglesia Peniel), iniciada y dirigida por los Pastores Kenneth y Annie Schisler. Luego, cursado
durante 1 año en el Instituto Bíblico Peniel de Mar del Plata (con el Pastor Jorge Lacovara) y el
último año, en “La Quinta”, en el Seminario Peniel en Buenos Aires (González Catan) bajo la
dirección del Pastor Juan Carlos Miller.

Mi corazón, como el de mis compañeros, anhelaba ver el próximo paso, lo nuevo que Dios
traería a nosotros, a nuestra generación…habíamos tenido “tiempos intensos” (mes intenso de
búsqueda), y toques de Su Espíritu…pero deseábamos ver más…

Muy pronto, el Espíritu de Dios movería en Salvación…DENTRO de las Iglesias…para todos


aquellos creyentes nominales y dormidos…y los despertaría fuertemente!

Así como El Señor había sacudido las estructuras de Argentina, trayendo salvación a cientos
de miles…así también sacudiría las estructuras de nuestra Iglesia…
Capítulo 3

Salvo…como por fuego

“Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego.”

1ª. Corintios 3:15

A mediados del año 1987, recibí una invitación como alumno del último año de Seminario,
para viajar a los Estados Unidos para asistir a una Conferencia Internacional que se realizaría
en el mes de Julio, en la ciudad de Atlanta (Georgia), organizada por la Iglesia Peniel Worship
Center, que pastoreaba el Dr. Edward Miller junto a su hijo Roberto. Tenía una gran expectativa
por ver al Espíritu Santo mover, sumado al entusiasmo de mi primer viaje al gran país del
Norte, y viajamos con un grupo numeroso de Pastores y Ministerios de Argentina, más algunos
compañeros de Seminario.

Pronto al pasar los primeros días del viaje, mientras paseábamos como turistas, algunos
conflictos y controversias fuertes entre el nutrido grupo, comenzó a traer revelación que “algo”
interior se estaba gestando y que indudablemente Dios no nos había llevado para un “viaje de
placer” precisamente…sino que era el principio de un tiempo de fuerte confrontación de Su
Espíritu con Sus hijos…pero nada nos había preparado para lo que iba a suceder!

La Conferencia comenzó el primer día como habitual y rutinariamente eran nuestros cultos en
los últimos años. Uno de los Oradores invitados era el pastor Mike Reed de Londres, Inglaterra.
Pero el segundo día, a poco de comenzar a cantar…el Pastor a cargo paró toda la alabanza,
mando a los músicos y demás bajar de la Plataforma, y comenzó a declarar que toda la
congregación debía venir al frente y clamar (sin música…a voz en cuello...sin nada de
“ambiente”…) para que Dios limpiara de pecados su corazón y tuviera misericordia de ellos
para Salvación… ¿para Salvación? ¿Había escuchado bien?

Nuestro grupo se componía mayormente de Pastores, ministerios y estudiantes avanzados


de Seminario…así que nos miramos entre nosotros, y luego nuestra mirada se dirigió
lastimeramente a la congregación local, tratando de imaginar qué clase de cristianos serian
estos, que Dios había tenido que interrumpir la Conferencia por causa de “sus” pecados…

Sin darnos cuenta, nos habíamos colocado en la posición del Fariseo junto al Publicano (de
la parábola…). Sin darnos cuenta, habíamos dado por descontado que la obra de Dios en años
pasados, las veces que habíamos visto a Su Espíritu mover (y participado en ello) nos
“aseguraba” un lugar preeminente dentro del concierto de los salvos…sin darnos cuenta, que
aun en el viaje previo, el escaso “fruto del Espíritu” en nuestro corazón y la abundancia de
nuestra boca, revelaba que “algo” no andaba bien dentro nuestro…sin darnos cuenta, que aun
Pablo el Apóstol había dejado escrito “..sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre,
no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado..” (1a. Cor.
9:27), dicho esto cuando ya era Pablo, y ya era Apóstol, y ya había fundado y supervisaba
cierto número de Iglesias…

El mensaje era de confrontación. O lo aceptabas, o lo rechazabas, no había posibilidad de


término medio. De repente, venían a mi mente las palabras del Dr. Edward Miller, una, y otra, y
otra vez: “ Si no puede recordar el día y la hora de su Salvación, dudo que Ud. Sea salvo de
verdad!” Prácticamente, yo había nacido en una Iglesia evangélica. Había experimentado el
toque de Su Espíritu muchas veces…pero, era como que en ese momento, necesitaba la
seguridad de mi Salvación! Si cabía la más mínima duda…entonces, que?

El mensaje confrontaba con mi alma! Y lo que tus ojos naturales podían ver, era más
controversial aun. Las “formas” en que el Espíritu movía, eran fuertes. Totalmente diferentes a
todo lo que había visto hasta ese momento. La gente que recibía ministración, caía fuertemente
hacia atrás. Algunos comenzaban a gritar a voz en cuello, mientras tenían visiones del infierno
y gente que se deslizaba hacia él, sin darse cuenta de ello. Luego, eran conscientes de sus
pecados (y esto, en creyentes de años y décadas de Iglesia) y bajo tremenda convicción,
clamaban a Dios por misericordia y perdón.

Personalmente, “sentía” que el Espíritu de Dios estaba en ese lugar, pero era como una
presión insoportable, algo que no podía aguantar en mi actual condición, era El, pero en una
forma que nunca lo había experimentado anteriormente. Era fuego.

Era el Dios que es fuego consumidor.

Finalmente, después de una larga “ministración” del pastor que nos había llevado allí, y bajo
la certeza mental que “o Dios se revela a mi corazón en esto, o salgo de aquí para nunca más
volver..”, me dirigí hacia el frente. Si Dios estaba allí, yo quería encontrarlo.

Nunca llegué. Antes de eso, el Pastor Reed oro pidiendo que “fuego del cielo” cayera sobre mí,
y volé literalmente cayendo hacia atrás. Comencé a estremecerme incontrolablemente,
mientras el Espíritu de Dios sacudía mi cuerpo, y sacudía al mismo tiempo mis estructuras
mentales y espirituales…era algo que yo no podía controlar!

Clame, y rogué al Señor por un buen rato, que me mostrara que era lo que no agradaba a
Sus ojos…entonces, El me mostro una visión. En ella, veía como yo había estado intentando
construir un nido, un lugar para la Paloma de Su Espíritu. Veía como era yo quien había
elegido la rama, la forma, los materiales, cada cosa! Y como había llegado el tiempo..este
tiempo…en que consideraba que casi lo tenía terminado, por lo cual le pedía que Su Espíritu
posara en el! Que El me usara A MI, para “Su” gloria…

Entonces, con su inconfundible Voz, me dijo “ Yo no habito en nidos que forman manos
humanas, no comparto Mi Gloria con carne…solo habito en nidos que Mi Espíritu forma, donde
Yo quiero, de la manera que Yo quiero, en el tiempo que Yo decido hacerlo!”

Bajo la convicción de Su Espíritu, reconocí y me arrepentí de mi pecado…y entonces, Jesús


se acercó diciéndome: “en mi amor y misericordia, yo voy a deshacer tus intentos, para formar
con Mis propias manos, un lugar donde Mi Espíritu se pueda posar…hoy he comenzado esta
Obra en ti”. Bajo su poder y convicción, allí en el piso de un salón de Iglesia alquilado en un
lugar llamado Jonesboro, al sur de la ciudad de Atlanta, en USA…me puse a cuentas con Dios,
a Su manera, como dice el profeta Isaías… “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:
si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos
como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. “ (Isaías 1:18)

Meses más tarde, al comienzo del año 1988, este “mover” del Espíritu de Dios llegaría a
nuestras Iglesias en Argentina. En Buenos Aires, en Mar del Plata, en Córdoba…y en varios
lugares más, Su Espíritu comenzó a traer fuerte convicción, bajo el poder de Dios…así como
visiones sobrenaturales…muchos creyentes de años, “nominales”..eran despertados y
confrontados…algunos, era tal su enojo con la Palabra compartida, que se dirigían hacia el
frente rápidamente para increpar al predicador…y caían fuertemente bajo el poder de Dios
antes de llegar!
Otros, clamaban días y noches…bajo convicción..hasta que Su Espíritu venia
sobrenaturalmente sobre ellos, revelando la Cruz de Jesús a su vidas, y literalmente “veían”
como sus pecados, eran los que habían clavado a Jesús a la Cruz…arrepintiéndose, y
recibiendo la seguridad de Su salvación en ellos!
Durante esos días, la obra del Espíritu de Dios continuaba en nosotros. Yo había terminado
mi ciclo de 3 años en el Seminario, y estaba en mi hogar de Mar del Plata otra vez…pero el
Espíritu de Dios me alcanzo nuevamente allí, para mostrarme una gloriosa noche de Mayo del
`88, en una reunión en la Iglesia Peniel , que El había pagado TODAS mis cuentas en la Cruz,
que con Su sangre, había comprado el terreno de mi corazón, y que NUNCA MAS (y enfatizo
esto fuertemente) dijera en mi corazón que mi vida no tenía arreglo…porque El había pagado
el precio más alto que existe por ella: el precio de la sangre de Su Hijo, por mi…

Así como El Señor había sacudido Argentina trayendo Salvación a cientos de miles que
estaba fuera de Su Reino, así también había venido dentro de Su Iglesia, para lavar, purificar y
traer seguridad de su Salvación, a muchos de sus hijos.

La forma en que sucedió, fue controversial. La manera en que las personas que el Espíritu
de Dios tomaba para enviar el mensaje, lo comunicaban, también. Muchos fueron ofendidos,
muchos también pudieron apreciar “errores”. Algunos cristianos maduros, pudieron solo por la
Gracia de Dios sobrellevar estas cosas, “examinando todo, y reteniendo lo bueno”, y el fruto del
Espíritu prevaleció por sobre toda carne. Otros, no pudiendo soportarlo, se alejaron por un
tiempo…algunos al tiempo regresaron…

Desde mi punto de vista de testigo y participe de ese tiempo, y luego de los años que han
pasado desde aquel tiempo, pienso que algunos vasos resisten el fuego, y otros deberían
haber pasado por agua…

“todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en
las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que
no resiste el fuego.” Números 31:23

Personalmente, no puedo negar que el Espíritu de Dios se movió fuertemente, y que Su obra
en nosotros fue real, como así también, que en el fragor del mover y el deseo de correr junto a
Su Espíritu, muchos pastores y ministerios intentaron que todos pasaran por el fuego…los que
lo resistían… y los que no…muchas veces también…

Y en esto, rescato una lección para mí: que solo Dios sabe en su totalidad, como, cuando y
de qué forma sus hijos pueden recibir lo que Él envía…nosotros solo podemos ser en el mejor
de los casos...fieles administradores de la gracia de Dios…

Sin duda, como en mi anterior etapa de niño, y ahora de joven también…habrá habido
problemas, malos entendidos y todo lo que implica una relación entre seres humanos
imperfectos, en proceso de regeneración…pero aun así, en esos días la Presencia del
Espíritu Santo era tan fuerte en las reuniones, que ponía “aceite” al roce inevitable de la
convivencia, y Su manifestación en medio nuestro, era tan real y tangible, que “aliviaba”
toda presión extra que no venía de Su Espíritu, sino de nuestros torpes esfuerzos por
“ayudarle”…cuando El está, todo lo demás pasa a segundo plano…

Cuando finalmente, la ola de Su mover paso...la Iglesia estaba esperando el próximo paso.

Después de una limpieza tan profunda, y de tantas lágrimas… ¿Qué es lo que vendría?

Dios levantaría otro argentino, también desconocido hasta ese momento…para bendecir la
Iglesia con manifestaciones de Su Espíritu.
Capítulo 4

Días de gozo y unción

“..éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del
día.
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas
en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.” Hechos 2:15 a 18

Al comenzar la década del `90, me había casado con Miriam, la hija mayor del Pastor Jorge
Lacovara, y en Setiembre de 1991 nació mi hija Ana Paula. En esos años, luego del mover de
fuego del `88, algo extraño había estado ocurriendo…en ocasiones, en medio de las reuniones
allí en Mar del Plata, el gozo del Señor inundaba el lugar, y los hermanos danzaban en el
Espíritu…pero como borrachos! Algunos no podían ni sostenerse en pie…otros, debían ser
llevados en su coche hasta su casa, porque no podían conducir…

Luego de un sueño reparador en sus casas, volvían en sí. No ocurría todo el tiempo, ni
tampoco era algo promovido ni sugestionado por los que dirigían. Pero de vez en cuando…

En ese tiempo también, El Señor levantó a un músico nacido en México, de padres


misioneros estadounidenses: su nombre era Marcos Witt. Y a través de la música que Marcos y
su grupo componían y ejecutaban, Dios comenzó una vez más, una revolución en las Iglesias
evangélicas de habla hispana, trayendo un despertar de la alabanza y adoración, como la gran
mayoría de ellas no habían experimentado! Y toda una generación de jóvenes, hijos de
creyentes y hasta algunos nuevos, entraron en un tiempo de alabanza, danza, guerra espiritual
y adoración, de forma generalizada.

No era tan fuerte y profundo como lo había visto suceder cuando niño. No tenía esa
intensidad, ese contraste ni era tan determinante. Por decirlo de alguna manera,
proporcionalmente era algo más “de este lado”, que del “otro lado”… Pero, sin lugar a dudas,
era del Señor. Y quizás, había que tener en cuenta la última lección acerca de vasos que
resisten una intensidad y otros que no tanto…y que el Espíritu Santo deseaba alcanzar a toda
una generación con las verdades que El venia comunicando desde principios del Siglo XX…

Recuerdo haber tenido una conversación con mi Suegro, Jorge Lacovara, al respecto de
“¿Por qué hay gente que se acerca donde Dios esta y mueve, y hay otros que participan, pero
a una distancia “segura”? ¿No se ofende Dios con aquellos que le siguen, pero “de lejos”,
donde ellos se sienten más seguros? Y Jorge me dijo: “Dios nos ama tanto..El quisiera
tenernos a TODOS tan cerca cómo se pudiera…pero si no nos puede tener cerca (por causa
nuestra, no de Él..) por lo menos nos tiene y nos alcanza hasta donde estamos…si no
soportamos Su fuego, Él envía Su agua..” Sin lugar a dudas, Dios estaba alcanzando a
aquellos que entraban en esta hora, y usaba a Sus siervos para ello, bendiciendo a Su pueblo!

Casi al mismo tiempo, en el año 1992, un pastor de una pequeña congregación como tantas
en la ciudad de Buenos Aires, sintió el impulso del Espíritu de Dios de viajar a los Estados
Unidos, porque recibiría algo especial. Este hombre se llamaba Claudio Freidzon, y viajo para
ser ministrado en una Campaña por el Evangelista Benny Hinn. La unción del Espíritu Santo
cayó con poder sobre él, y a su regreso a Argentina, las manifestaciones del Espíritu
comenzaron a multiplicarse!

La gente se sanaba, recibía el bautismo del Espíritu Santo, hablaba en lenguas, recibía
Dones del Espíritu…miles y miles llenaban los Estadios de Futbol de Argentina…mientras la
música de Marcos Witt renovaba el cancionero de las Iglesias…y la música de adoración
guiaba a los miles a los pies de Jesús, mientras cientos eran sanados y librados!

Para ese tiempo, en medio de la renovación musical de la alabanza, nació nuestro segundo
hijo, Gianluca. Corría el año 1994, y en la Iglesia de Mar del Plata, nos hicimos cargo del
Liderazgo de los jóvenes. Dentro de mi corazón, había un fuerte anhelo para que esa
generación pudiera conocer el Dios sobrenatural que yo había visto de niño.

Los jóvenes y las Iglesias en ese tiempo estaban recibiendo el gozo, risa santa (que se había
desatado en Toronto, Canadá - 1995)…pero el fruto de aquello no tenía la profundidad ni los
efectos de un cambio determinante en las vidas de la gran mayoría de ellos.

Dentro de todo lo que estaba sucediendo, una pregunta surgía en mi interior..: ¿Dónde está
el Dios de mis padres? ¿Dónde está el Dios sobrenatural, que impactaba las vidas, que
cambiaba no lo “externo”, sino de adentro hacia afuera…donde esta ese Dios que manifestaba
Su Presencia, de tal modo que nadie quedaba en pie…nadie podría ministrar?

A pesar que multitudes acudían a las Iglesias, podía ver que la obra solo “arañaba” lo
superficial en la mayoría de ellos…cambiaba unas cosas por otras, pero no cautivaba y
enamoraba a los creyentes de Jesús, al punto de entregarse en su totalidad a El…alababan,
“adoraban”…pero sus vidas de Lunes a Sábado continuaban sin cambios. Jesús, el Espíritu
Santo, la vida de Iglesia...pasaban a ser algo muy atractivo que añadían a sus vidas, bastante
llenas ya de por si con planes, metas e intereses personales…y con ideas propias de quien y
como era Dios…sin una revelación personal del Altísimo. Todo el mundo “conocía” a Dios.
Todos querían “la Unción”. Todos recibían la bendición. Todos “alababan y adoraban”. Todos
querían ser “usados” para Su gloria. Poco a poco, un clamor comenzó a nacer en mi corazón.

Quería ver Su gloria otra vez. No me satisfacía la bendición. Quería ver Al que bendice.
Los recuerdos de niño, los tiempos de Su visitación soberana, se agolpaban en mi mente.
Cada vez que nos reuníamos con los Jóvenes, cada vez que teníamos clases, les hablaba de
un Dios sobrenatural, de un Dios que manifiesta Su Presencia, del Dios que me alcanzo y que
cuando era un joven, me aparto del mundo para El! Del Dios que me enseño a tocar y ministrar
el teclado para El. Les hablaba del Dios de luz, que revela lo que nadie puede ver; del Dios de
amor que cuando te ama, te derrites…del Dios que es fuego…Las voces me decían que eso
era “algo del pasado”, que había sucedido en los 60`s, que las “cosas” habían cambiado…que
esta era “otra generación”, mas “light”…

Olvídate! Me decían…no va a volver a suceder. No vivas del pasado. “Esto es lo que hay”. A
estos jóvenes se les llega de esta manera. No van a responder a las cosas que ustedes
respondían. El desánimo comenzó a hacer mella en mi espíritu, y lentamente empecé a creer
que era verdad, que “eran otros tiempos”.

Sin embargo, una pregunta repercutía en mi interior: ¿Si El Señor ya no va a manifestarse de


la manera en que yo lo vi…si eso nunca más va a suceder..porque me dejo verlo? ¿Por qué
me dio memoria de aquellas cosas, y porque me dejo ver, algo que nunca voy a alcanzar?
¿Acaso lo hizo sin propósito?

O no es que: “... no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los


hombres.” Lamentaciones 3:33
¿Dónde estaba el Dios de mis padres, Aquel que se manifestaba en medio nuestro?
¿Dónde está el Dios de Elías, el Dios que responde por fuego?

Esa pregunta, El mismo la iba a responder en muy breve tiempo…

El dios de mis padres

“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie
cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de
lavadores.” Malaquías 3:2

A principios del año 1997, junto a mi esposa habíamos ya liderado por tres años el Grupo de
Jóvenes en la Iglesia Peniel de Mar del Plata, era un grupo diferente, la mayoría eran hijos de
“aquellos” que habían conocido a Dios y entrado en Sus caminos en los 60`s y 70`s…teníamos
clases con ellos una vez a la semana, y cultos los Sábados por la noche. Era un lindo grupo,
con deseos de aprender de Dios…pero era una generación que no había conocido al Dios de
sus padres, ni había experimentado la realidad de Su presencia. Tenían el deseo, pero no
veían. Habían escuchado, pero no habían palpado con sus manos…

La Empresa para la que trabajaba, me envió por un mes y medio a México, en un Curso de
entrenamiento. Nunca había estado en ese País, así que una vez allí, busque contactarme con
un ex compañero mío de Seminario, que ahora pastoreaba una Iglesia en la ciudad de
Querétaro, su nombre era Juan Carlos Manzewistch. Allí, junto a otro amigo, el Pastor y
Tecladista Pablo Pérez, ministraban en Visión Cristiana Internacional. Yo había escuchado que
“algo” estaba sucediendo en México…pero a la vez, también había escuchado las voces de
algunos ministros, que desacreditaban en cierta forma, lo que se decía de ellos…

Motivado por la curiosidad, y la necesidad de hacer contacto con hermanos y conocidos en la


fe, llame por teléfono, e inmediatamente me contactaron con un hermano en el DF, para que
me llevara el fin de semana a Querétaro, distante 200 Kms. De la Capital.

Era un viernes de enero a la noche, y el lugar de reunión era una Carpa o Tienda tipo
evangelistica…el frio y el viento del invierno septentrional se colaba por los huecos…cuando
llegamos, el culto ya había comenzado, y al entrar, la música de adoración y el calor de la
Presencia de Jesús llenaban ese lugar…los rostros de los mexicanos allí congregados,
jóvenes, adultos, niños..los músicos, los que dirigían, todos con lágrimas de adoración, sus
rostros dirigidos al cielo, sus manos levantadas…mientras cantaban suavemente, y vez tras
vez, una canción cuya letra solo decía: “ Jesús…Jesús…”

De golpe, sentí que el Espíritu Santo fluía en esa reunión, por los corazones de los allí
reunidos…y por la música y las palabras de mis compañeros, muchos de ellos más jóvenes
que yo…entonces, la voz inconfundible del Espíritu de Dios hablo a mi corazón: “¿Qué dices
ahora? ¿Todavía crees que no es para esta generación? ¿Todavía piensas que es para un
solo lugar, o un cierto tiempo? ¿Todavía dices que “es algo del pasado” Yo puedo hacerlo de
nuevo!”
En el poco tiempo pasado allí, Dios renovó en mi la esperanza y la fe que Él tenía un
propósito con mi generación y con esos jóvenes. Que no estaba todo acabado, y que según Su
voluntad, Él podía manifestarse otra vez, Él podía hacerlo de nuevo!

Volví a mi ciudad y a mi tierra con nuevas fuerzas, y entonces, al principio muy lentamente,
pero cada vez más y más según pasaban los días y meses de ese año, el Espíritu de Dios
comenzó a despertar a los jóvenes. Teníamos una “Casa Bíblica”, donde algunos de ellos
vivían, trabajaban durante el día o estudiaban, y por las noches teníamos clases y cultos. Los
demás jóvenes de la Iglesia, comenzaron a pedir venir a los cultos de los días miércoles
también, luego de salir de clases. Y los Sábados, teníamos clase y culto. Había gozo, había
danza, había palabra de enseñanza…pero todavía faltaba lo mejor…

El Espíritu de Verdad se manifiesta

Era un clásico viernes de Agosto de Mar del Plata, muy frio! Y estábamos en un culto en la
Iglesia. Yo había acabado de dirigir la primer parte, y el Pastor Lacovara estaba guiando a la
congregación. Detrás mío, escuche como alguien sollozaba fuertemente…era una de las
jóvenes del Coro, hija de una de las familias fundadoras de la Iglesia. Su voz se alzaba cada
vez más y más, de forma tal que me acerque para ver que le sucedía…cuando le pregunte,
casi con un clamor lleno de convicción del Espíritu me contesto: “ Dios está aquí! DIOS ESTA
AQUÍ!! Y yo tengo pecados ocultos…y no puedo ocultarlo más! Tengo que decirlo, tengo que
confesarlo!”. Me dirigí al Pastor, comunicándole lo que sucedía..después de meditar un
momento, me indico que le dijera que esperara el momento para hacerlo, porque la reunión no
iba en esa dirección. A duras penas pude contenerla…y al terminar la reunión, veía como se
iba a su casa, sollozando…entonces, un repentino pensamiento atravesó mi mente: “Vuelve la
Silla”. Me quede helado, y me dije a mi mismo: “Vamos Pablo! Te traiciona la memoria de las
cosas que has visto”…y lo deseché.

Al siguiente día (Sábado) teníamos nuestra habitual Reunión de Jóvenes, en “el Tercero”, en
el predio de la Casa Bíblica. Tras el tiempo de alabanza y gozo habitual, compartí la Palabra.
Sinceramente, no recuerdo de que predique (será porque no tuvo nada que ver con lo que
paso después..), pero al finalizar, y siendo la hora ya avanzada, cerré mi Biblia y comencé a
orar para despedir el culto. En ese momento, el Espíritu de Dios claramente hablo a mi corazón
y me dijo: “No despidas el culto. Diles que el altar está abierto, y que si alguno siente en su
corazón pasar y tomar el micrófono, está a su disposición”. Obedecí, sabiendo que esta joven
de la noche anterior estaba presente, y que seguramente pasaría al frente. Y así sucedió!

Sin preámbulos, comenzó a confesar a voz en cuello y llorando, sus pecados, declarando
que Dios estaba allí! Mientras tanto, yo agache mi cabeza y rogaba con lágrimas a Dios,
pidiéndole que El cerrara los oídos de sus amigos y compañeros, pues literalmente se estaba
“incinerando” delante de los de su generación…cuando en un instante, levante mi
cabeza…para ver una larga fila de TODOS los jóvenes, esperando su turno para tomar el
micrófono y abrir sus corazones en arrepentimiento! Un escalofrío sobrenatural recorrió mi
cuerpo, mientras escuchaba Su voz en mi espíritu: “Te lo dije!”

Uno a uno, luego de confesar, dejaban el micrófono y se echaban al piso sobre sus rostros,
mientras El Señor lavaba y limpiaba sus pecados…concientes por primera vez de sus
iniquidades, “viendo” sus vidas y sus corazones como Dios los ve, y siendo llevados por Su
Espíritu a la Cruz para salvación de su almas! De forma urgente llame a uno de los últimos de
la fila, y le ordene que buscara al Pastor Lacovara, que vivía a 50 mts de allí. Esto superaba
todos mis recursos.

Cuando Jorge llegó, comenzó a sonreír y me dijo: “Dios está aquí!”…Si! le dije, por favor,
dime que debo hacer! – Nada!- fue su respuesta…”solo deja que el Espíritu fluya como
quiera…y abre tu corazón tú también”. Por más de dos horas, la convicción del Espíritu estaba
muy fuerte en todo el lugar. Todos sentíamos que El Señor mismo estaba presente allí, y Su
santidad , luz y pureza contrastaba con nuestras vidas de tal manera que entrabamos en
arrepentimiento de una forma instantánea y natural! La reunión termino muy tarde, llamamos a
los padres de los jóvenes y los alcanzamos hasta sus hogares…porque al otro día, Domingo,
había culto general por la mañana. Algunos de ellos iban en el coche, aun bajo la convicción de
pecado…estremeciéndose, llorando y orando!

Ese Domingo por la mañana, intentamos que el culto fuera por los cauces normales,
canciones, alabanza…pero a poco de comenzado, los jóvenes vinieron todos juntos hacia
delante, y comenzaron a clamar a viva voz a Dios bajo una tremenda convicción…el resto de la
congregación, miraba como espantada lo que estaba sucediendo, y el Pastor Lacovara les
hablo invitándoles a abrir sus corazones al Espíritu de Dios que estaba fluyendo. De repente,
aquellos de la Iglesia que parecían ser los más fríos o distantes, comenzaron a venir al frente,
llorando y estremeciéndose bajo la convicción del Espíritu. NADIE los traía, ni les ordenaba
hacerlo. El Espíritu de Dios había tomado lugar, y EL mismo dirigía la reunión. Mientras unos
clamaban, otros lloraban, otros eran perdonados y llenos de Su Espíritu, comenzaban a hablar
en lenguas, otros recibían visiones. El “orden” y el “tiempo” del culto desaparecieron…

Sanidad Interior…ministrada por Su Espíritu

Una dama de la Iglesia, que era creyente de muchos años y había sido obrera, y que asistía
con su esposo y familia, pasó al frente. En su personalidad era reservada, amable y discreta, y
nunca le habíamos escuchado levantar la voz, o manifestar públicamente sus sentimientos.

En un instante, comenzó a llorar como una niña, se estremecía fuertemente…y declarando


con su voz: “ Dios, yo te he odiado toda mi vida!”…¿Por qué no me dejaste estar con mi Abuela
cuando ella falleció? Yo la amaba!!! ¿Por qué?” y quebrada en su corazón, tras un tiempo de
lágrimas, de pronto revelación vino a su alma, y comenzó a pedir perdón a El Señor…diciendo:
“¿Quién soy yo para demandarte a Ti algo, si Tu entregaste a Tu Hijo por mí!” Perdóname
Jesús!” y el amor y el perdón del Señor la rodeo fuertemente, levantándose del piso con una
sonrisa en su rostro como nunca antes habíamos visto…para dar testimonio públicamente de lo
que El había hecho en su corazón, como había sanado esa herida que permanecía abierta y
oculta en lo más profundo de su intimidad, desde su niñez!

Un fiel hermano de la Iglesia, padre de familia y parte del grupo de colaboradores de la


Iglesia desde hacía años, paso al frente. Esto fue algo MUY sorpresivo, dado que siempre
estaba ocupado en sus labores durante las reuniones, y nunca le habíamos visto responder a
ningún llamado al altar, ni alzar su voz, ni siquiera cerrar sus ojos para orar…

Al llegar el al frente, me acerque y vi como literalmente lágrimas “volaban” de sus ojos hacia
delante, mientras se esforzaba por cerrarlos…y comenzó a clamar en voz alta y fuerte diciendo
“ Siempre me he escondido de Ti!” Siempre he estado ocupado con cosas, para que no me
hallaras…pero hoy he llegado al último rincón…y allí estas Tu!!!” perdóname Señor, lávame y
límpiame con Tu sangre…quiero conocerte, revélate a mí, por favor!” Y la convicción del
Espíritu y Su inmenso amor cayeron sobre El, encontrándose con Su Salvador…

El Señor se había manifestado nuevamente, como en los tiempos antiguos…jóvenes,


adultos, niños…eran tocados por Su mano sobrenatural, y algo cambiaba! No era algo dirigido,
ni premeditado…no era un curso o una instrucción. Era EL MISMO, tratando con Sus hijos,
limpiándolos, renovándolos y sanándolos…como solo EL sabe hacerlo! Durante más de diez
días, cada noche teníamos cultos donde Él se manifestaba a una nueva generación, los que
habían entrado en los últimos años, y los hijos de aquellos que habían conocido Su gloria,
puesto que “Dios no tiene nietos, solo hijos”, y Él quería revelarse a ellos también!
Por último, en forma personal, de tantas cosas que El Señor hizo y habló a mi vida en esos
días, solo quiero compartir estas palabras grabadas por El Señor en mi corazón: “Las cosas
que Yo hago, llevan mi sello, mi naturaleza. Yo soy Eterno, y las cosas que pertenecen a mi
ámbito, también son eternas. No creas que “algo” es del pasado, porque en Mi no hay pasado,
hay un continuo “Presente”. Y si algo sucedió en el pasado, bien puede volver a
suceder…siempre y cuando sea en Mi voluntad, y haya algunos que lo deseen de todo su
corazón!”

Capítulo 5

Su espíritu se derrama sobre


una nueva generación

“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi


Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos”

Isaías 44:3

La visitación de Su Espíritu en Agosto de 1997, había sido tan intensa como breve. Tras dos
semanas, las reuniones naturalmente cambiaron de dirección, pero la marca sobre los
corazones de aquellos que estuvieron presentes era imborrable.

Años más tarde, uno de los jóvenes de ese grupo, me compartió su testimonio. Pasado
bastante tiempo, luego de ingresar en la Universidad y comenzar a estudiar una Carrera de
orientación humanista, su corazón comenzó a enfriarse más y más, hasta alejarse de la Iglesia
y de toda actividad cristiana. Al leer y estudiar a los pensadores ateos, entro en su mente la
idea que todo era una gran mentira, que Dios no existía, que era pura manipulación humana, y
había llegado al punto de decidir deshacerse de su Biblia y los libros cristianos que le habían
acompañado desde su niñez y adolescencia.

Cuando este pensamiento cruzo por su mente, se levantó de su cama decidido a hacerlo en
el acto…y entonces, las imágenes de uno de los cultos donde el Espíritu se había manifestado
fuertemente, vinieron delante de sus ojos, y una Voz fuerte le hablo diciéndole: “Dime que no
experimentaste la presencia de Dios ese día, niégalo ahora mismo…y te dejaré hacer tu vida,
no te perseguiré más…”. La convicción de Su Espíritu vino nuevamente sobre él, allí en su
habitación…y entrego su vida a Jesús nuevamente, para comenzar a salir del pozo de
oscuridad en que estaba…y para cumplir las palabras y el propósito de Dios sobre su vida!
Hoy, es Pastor en otra Nación, donde El Señor le ha llevado…

La limpieza, convicción y arrepentimiento, una vez más; había sido la preparación para un
derramamiento de Su Espíritu…al finalizar el año 1997, los Líderes de las Iglesias anunciaron
un Seminario especial para todos aquellos jóvenes, un “Tiempo de encuentro con Dios”, para
una nueva generación. Ese Seminario se realizaría en Mar del Plata, en las Instalaciones del
Instituto Bíblico Peniel. Y los Pastores nos pidieron que fuéramos Coordinadores, bajo la
Dirección de los Pastores Jorge y Susana Lacovara. Dios tenía pensado manifestar Su Espíritu
a una nueva generación, y nosotros seriamos testigos privilegiados en primera fila, de este
acontecimiento sobrenatural!
Sobrepasados!... El Seminario de 1998

Según el Diccionario de la Real Academia Española, esta palabra significa: “Superar un


límite, exceder de el – superar, aventajar”, y esto fue lo que sucedió al comenzar el año 1998.
La respuesta a la convocatoria de los jóvenes, excedió la capacidad que teníamos…debíamos
recibir a… 80 jóvenes! Que venían de diferentes Iglesias, diferentes edades, entornos,
familias…rápidamente tuvimos que correr para adecuar las instalaciones disponibles, y
“ensanchar las estacas”. El predio del Instituto Peniel en Mar del Plata, que disponía de 36
plazas para estudiantes, era pequeño ante la demanda de lugar. En ese año, el “extenderse”
también había alcanzado al Salón de la Iglesia Local, ampliándose más del doble de su tamaño
original; a la inauguración de una Radio FM de contenido cristiano…y aun, sobre el final, a la
ampliación del Gimnasio de la Escuela Cristiana Los Pinares, que funcionaba en el mismo
predio! Dios estaba moviéndose, y nosotros corríamos en pos de El…era como que “el que
sembraba alcanzaba al que araba..”

Pero la sorpresa mayúscula, fue la que el Espíritu de Dios nos tenía reservada…para el
principio de clases! Como solía suceder, pensábamos que llevaría un tiempo razonable hasta
que los estudiantes se adaptaran al lugar, y con el devenir de los cultos y devocionales, más el
trabajo de la Palabra en clases y predicas; daría como fruto un encuentro personal de ellos con
El Señor…pero no fue así!

Al entrar en la segunda semana de clases, en medio de una de las reuniones… el Espíritu de


Dios se hizo presente sobrenaturalmente, llenando con gozo, risa y lenguas a varios de los
jóvenes allí. Al siguiente culto, y al posterior, casi todos ellos estaban bajo el poder del Espíritu
de Dios, siendo librados, sanados, lavados por Su sangre…la gran mayoría de ellos ignoraba
casi todo: No conocían la Biblia, ni siquiera los nombres de los Libros; no tenían un “testimonio”
muy cristiano, ni tampoco grandes ambiciones de ministerio…pero algo era común en todos
ellos: reconocían su necesidad de Jesús! Las reuniones volvieron a estar bajo la exclusiva
dirección del Espíritu Santo. Cuando creíamos que debían terminar, por ser la hora avanzada,
ordenábamos a los estudiantes bajar del salón de Cultos, a tomar un Té en la Planta Baja,
antes de ir a dormir…y con sus tazas en las manos, sentados por el parque del predio, eran
tomados por el Espíritu de Dios…algunos de ellos cayendo bajo el poder entre los canteros de
las flores, en el parque alrededor…profetizando, hablando en lenguas, alabando a Dios,
recibiendo visiones…

Durante varias semanas, el Espíritu de Dios nos siguió visitando, sorprendiéndonos… a la


mayoría de los Profesores!, pues Él estaba en control…una vez más aprendiendo que EL ES
DIOS, y EL hace según Su Voluntad…y llenando a los jóvenes en el lugar.

Según pasaron los días y meses, Dios siguió obrando, estableciendo Sus principios en la
vida de ellos, y dejando marcas en muchos corazones. Él había derramado Su Espíritu sobre
esta generación también, pero ahora tocaba a ellos decidir que iban a hacer con lo que
Dios les había mostrado. Muchos de ellos eran muy jóvenes, apenas adolescentes, y no eran
conscientes de la dimensión de lo sucedido…aunque al pasar los años, y encontrarnos
recordando aquellos días, la memoria vivida de lo que El Señor hizo en sus vidas aquel año,
surgen como un sello indeleble de la Obra de Dios sobrenatural!

Pero la cantidad de trabajo natural realizado en las instalaciones, más el número de jóvenes
que había sobrepasado toda previsión, y los distintos eventos de ese año, habían hecho mella
en las fuerzas de todos allí. Sobre el final de ese año, un sentimiento de desánimo
generalizado, fruto quizás del cansancio físico, había entrado en muchos corazones. El deseo
de regresar para un segundo año de Seminario no estaba en la mayoría de los jóvenes, y así lo
decidieron…
Pero Dios tenía guardado algo especial para el año entrante. Ninguno de nosotros lo sabía ni
lo esperaba. Pero Él siempre sirve el mejor vino, sobre el final…

Nuestro tiempo de vida en Mar del Plata se estaba terminando. Y solo deseo agregar, que
cada cosa que habíamos vivido hasta allí, fueron fruto de la Gracia y Amor soberanos de Dios;
pero también, que mucho de lo logrado en la Iglesia y los Jóvenes esos años, fue por el apoyo
incondicional y la confianza en Dios, en Su Guía y en Su control, de los Pastores Jorge y Susy
Lacovara. Cuando damos libertad a Su Espíritu, Él está en control perfecto de toda situación!

Capítulo 6

El rio de dios

“Visitas la tierra, y la riegas;


En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones” Salmo 65:9

A finales de 1998, dos noticias nos sorprendieron: La primera, que el Seminario continuaría
un segundo año, pero esta vez se mudaría al predio de “La Quinta”, en González Catan,
Buenos Aires, y que nosotros estaríamos Coordinándolo otra vez…por lo cual, debíamos
mudarnos hacia allí, junto a toda mi familia.

La segunda, que el Fundador de la Obra Peniel en Argentina, el Rvdo. R. Edward Miller, el


cual estaba muy enfermo, volvía para radicarse, y probablemente pasar sus últimos días en
Argentina…y que cabía la posibilidad que los Seminaristas de ese año pudieran tener “algún
tiempo” de ministración con este Varón de Dios…en su última etapa de vida!

Empacamos nuestras cosas, y junto a mi familia nos mudamos a González Catan, Buenos
Aires. Y cuando comenzamos a recibir las solicitudes de aquellos jóvenes interesados en
cursar ese año de Seminario, fue grande el asombro, al ver que la gran mayoría de aquellos
que habían estado el ciclo anterior, no deseaban estar este año…pero también, que muchos
jóvenes de otras Iglesias que no eran de nuestra denominación, así como de Iglesias distantes
que nunca habían enviado jóvenes, estaba anotándose…varios de ellos luego de haber leído
“Secretos del avivamiento en Argentina”, del Dr. E. Miller…y expectantes de un encuentro
similar dado que aquel varón estaría ministrando!

El tiempo estipulado de clases, cultos y devocionales comenzó, y en estos últimos compartía


la Palabra y ministraba el Dr. Miller. Débil físicamente, pero fuerte como el primer día en su
espíritu, este hombre de Dios inicio un “Estudio sobre el Espíritu Santo”, casi de a un versículo
por día…a un grupo de jóvenes que nunca habían sido llenos de Su Espíritu!

A medida que fueron pasando los días y meses, era sembrado en sus corazones la Palabra
de vida…pero aún no se veía ni una hojita asomar a la superficie! Cada reunión (así durante
siete meses…), al terminar su prédica, el Dr. Miller decía “Vamos a orar...” y la presencia del
Espíritu Santo inundaba ese lugar. Luego, llamaba al frente a todos los que quisieran recibir el
Espíritu Santo, y oraba por cada uno de ellos…pero ninguna manifestación sobrenatural tenía
lugar. Así fue pasando el tiempo, y tras la Conferencia habitual de Setiembre de 1999, en Mar
del Plata, regresamos al predio del Seminario, con el desánimo ganando nuestros corazones, y
ya perdiendo las esperanzas de ver a Dios manifestarse en este grupo de jóvenes.

Particularmente, llegue a pensar “Señor, si no pasa “algo”, no sé quién de ellos querrá volver
a este lugar el año entrante!”…y también varios de los estudiantes nos pidieron permiso para
levantarse a las 5 am, y orar en el Salón de Cultos, buscando a Dios en oración y suplica
porque El viniera a su vidas!

Pero El Señor tenía preparado algo tremendo, pronto a desatarse en pocos días…

Aguas que fluyen

El martes 19 de octubre de 1999, teníamos nuestro habitual Devocional por la mañana.


Como cada vez desde principio de año, cantamos, alabamos, elevamos nuestras
oraciones…luego, el Dr. Edward Miller compartió la Palabra, hablo (una vez más) sobre el
Espíritu Santo…e hizo el repetido llamado al frente, a aquellos que quisieran recibirlo…

Pasaron algunos jóvenes. Y mientras “Papi” Miller oraba por ellos, y algunos caían bajo el
poder de Dios (como siempre…) una joven del norte del País, comenzó a temblar fuertemente
en el piso, y a tartamudear…y a llorar en alta voz, recibiendo el Espíritu Santo en su corazón!
“Gloria a Dios!” dije en mi corazón…al menos una!! Ya creía que terminaría el año sin ver a
Dios manifestarse…durante toda esa reunión, Lucy (así la llamare) no podía dejar de alabar a
Dios en otras lenguas…y aunque era la única en ese momento, una luz de esperanza lleno el
corazón de los otros jóvenes.

Sin siquiera sospecharlo, Él ya había venido en medio nuestro. Y solo había comenzado!

A la noche, en nuestro culto habitual, después de dos o tres canciones de alabanza, tres
jóvenes más cayeron solos bajo el poder de Dios…y comenzaron a ser llenos del Espíritu
Santo también! Y a la mañana siguiente, en el Devocional, ni había terminado la primera
canción, cuando el Espíritu de Dios tomo el control del lugar, y casi todos estaban caídos en el
Salón, siendo llenados por Su Espíritu…nadie oro por ellos, ni impuso sus manos esta vez.
Nadie los dirigió a hacer algo determinado, nadie les indico “que hacer”, o “como
hacerlo”…apenas alcanzábamos a acercarnos, solo para “atajar” los cuerpos de los jóvenes
que caían, y Su Espíritu venía con poder sobre ellos…

El piso estaba sembrado de jóvenes que estaban siendo limpiados de sus pecados, bajo
fuerte convicción y arrepentimiento, y clamaban a Dios fuertemente…para luego ser llenos de
Su Espíritu, y comenzar a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen…

Luego, extrañamente en la forma (no lo habíamos visto así nunca antes) los jóvenes
comenzaban a “nadar”…en el piso! Y hablaban de las “aguas” que fluían, y del “Rio” que
estaba allí…con sus ojos cerrados, sonreían, y agitaban sus brazos como lanzando aguas
unos a otros; y también declaraban que Jesús mismo estaba allí, en medio del “Rio” y que
tomaba a algunos de ellos y los lanzaba por el aire…para tomarlos en Sus brazos cuando
caían y chocaban con el agua!

En una especia de “realidad virtual” (por describirlo de alguna manera) los estudiantes allí
presentes, de distintas Iglesias, denominaciones, ciudades y hasta naciones…fluían bajo la
dirección del Espíritu Santo de la misma forma…eran lavados y limpiados de sus pecados;
“veían” como Jesús derramaba “aguas” sobre sus corazones y sus “manchas” o “heridas” se
sanaban…para a continuación, ser llenos de Su Espíritu, y hablar en lenguas, o en idiomas
desconocidos para ellos, profetizando a los estudiantes de otras nacionalidades y razas allí
presentes, en sus idiomas nativos…hasta en Chino Mandarín con una pronunciación perfecta!!

Durante las primeras dos semanas, este “fenómeno” solo sucedía en los cultos del
Seminario…Dios había tomado el control de este; y necesariamente tuvimos que suspender las
clases habituales, dado que cuando comenzábamos a exponer la Palabra de Dios, el Espíritu
Santo irrumpía en medio de la clase, y los jóvenes caían solos bajo el poder, desde sus bancas
de estudio al piso…para comenzar a alabar a Dios a voz en cuello, en lenguas o en otros
idiomas. Bajo el consejo del Dr. Miller, se suspendió toda actividad y se dio total libertad al
Espíritu Santo…no seriamos nosotros los que le diríamos a El “cómo hacer las cosas en un
Seminario”…

El Señor se había instalado en ese lugar. Y El mismo dirigía las reuniones y nos llevaba a los
Lugares Celestiales en Cristo Jesús (Efesios 1:3).

Lágrimas, Clamor, Gozo, Profecías, Intercesión

Pasados los primeros días, vimos que El Señor tomaba a los estudiantes, y después de caer
bajo el poder de Dios, eran lavados, expresando con sus voces en un fuerte clamor la
convicción de Su Espíritu en ellos, para luego ser llenados con Su Espíritu en Lenguas y
Gozo…después de unos días, El Señor les daba profetizar, la mayoría de las veces en idiomas
que ellos mismos desconocían, pero que otros allí hablaban o entendían perfectamente… y a
veces, cuando lo hacían en lenguas angelicales, una de las estudiantes presentes allí, que
tenía el Don de Interpretación, recibía esta también del Espíritu. Luego, Dios nos guiaba en una
intercesión fuerte y profunda, con lágrimas y clamor, por aquellos lugares que El mismo
revelaba a los jóvenes. Esto podía durar durante horas…en las cuales, el Espíritu Santo, como
“olas”, iba y venía sobre ellos. Algunos debían ser llevados “en andas” por sus compañeros
hasta sus habitaciones, y allí seguían en “el mundo del Espíritu”… a veces hasta el día
siguiente!

Algunos de los testimonios escritos por ellos mismos, están añadidos como un Apéndice al
final de este relato…pero serian innumerables si citáramos cada cosa que el Espíritu Santo
hizo en esos días, “Días de los Cielos sobre la tierra”.

Pasadas las primeras semanas, el Espíritu comenzó a fluir también en las Iglesias Locales,
de González Catan y de la Capital…y miembros de aquellas congregaciones comenzaron a
viajar hasta 2 horas a veces entresemana, para llegar hasta el remoto lugar de “La Quinta”,
puesto que el Espíritu Santo estaba moviendo allí! Y de allí, el “Rio” iba con ellos y en ellos,
para seguir moviendo en sus reuniones de fin de semana.

El “Rio” corre hacia Mar del Plata

A principios de Noviembre de 1999, mis Suegros los Pastores Jorge y Susy Lacovara,
estaban de visita ministerial por España; y habían dispuesto que diferentes personas
cubriéramos en su ausencia los cultos. El viernes 5 de noviembre, estábamos allí junto a mi
esposa Miriam, para tomar el culto de esa noche y el siguiente Domingo. Nos acompañaban un
pequeño grupito de seminaristas. La reunión transcurría de forma habitual…y cuando iba a
compartir la Palabra preparada, el Espíritu hablo a mi corazón…para que contara lo que estaba
sucediendo con “El Rio”. Al mismo tiempo, en España, en una de las reuniones, el Espíritu
sorprendentemente se había manifestado de ese modo, y Jorge nos había contado…pero esto
no estaba sucediendo en Mar del Plata!

Al subir a la plataforma, oraba diciendo dentro de mí: “Dios, dame una señal que debo hacer
esto!. Dame una señal!” No deseo hacer algo por mi cuenta, o porque este sucediendo en otro
lado! Subí, abrí mi Biblia, y mientras saludaba al pequeño grupo presente…en la primera fila
de sillas, pude ver a una antigua compañera de seminario. Era una mujer que en su carácter
reflejaba siempre un rostro muy serio y muy reservada. Al observarla, vi que se estremecía…de
risa! Temblaba casi a punto de caerse de su silla. Me miraba…y se tapaba la boca para no
hacer ruido con sus carcajadas!…ante mi sorpresa, el Espíritu me dijo: “Ahí tienes tu señal!”

No hizo falta más. Comencé a dar testimonio de lo que Dios estaba haciendo en medio
nuestro ya hace semanas…y a fundamentarlo con Su palabra! Anime a la gente e impulsado
por Su Espíritu, les dije que el Domingo vinieran preparados, porque “El Rio” correría en medio
de ellos. Luego ore, y pedí al Espíritu Santo que respaldara Su palabra.

Cuando llego el Domingo, el hermano que dirigía las alabanzas al comienzo de la reunión,
prontamente me cedió el lugar. Entonces llame al frente a todos aquellos que desearan recibir
lo que Dios tenia para ellos, y les indique que alabaran al Señor con sus ojos cerrados, y que el
Espíritu les diría que hacer…la primera en pasar, fue la “Abuela” Margot, una de las hermanas
fundadoras de la Iglesia, junto a su nietos que estaban en el Seminario. De pronto, el Espíritu
tomo a la “Abuela”, y empezó a danzar y reír fuertemente, hasta que el poder de Dios vino
sobre ella, y cayo para comenzar a profetizar y fluir en el Espíritu! Dios la renovó, mientras casi
todos los allí presentes “entraban” en el Rio también, llorando, riendo, profetizando, recibiendo
palabra del Señor…el Espíritu de Dios estaba en control…y la reunión una vez más, había
perdido toda su forma o programa!

Los más necesitados fueron los primeros en recibirle. El Señor también uso a mi esposa
Miriam para dar palabras a aquellos que estaban desanimados, o “enfriados”, a veces en otros
idiomas que eran interpretados…la gran mayoría eran ministrados directamente por el Espíritu
Santo. A la vista natural, era un “santo” descontrol…y esto fue tropiezo para algunos hermanos
que miraban las cosas con sus ojos naturales. Pero gracias a Dios, la gran mayoría había
decidido no juzgar, sino entrar…para ellos, lo mejor era participar! Y Dios no los defraudo!

Al regreso de los Pastores Jorge y Susy Lacovara de España, el “Rio” siguió fluyendo más y
más, durante meses, sanando, librando, limpiando y renovando a los Suyos.

El “Rio de Dios” se había desatado en Mar del Plata también, así como en Buenos Aires y de
allí en poco tiempo en varias ciudades más. Dios nos había hablado que “el Rio estaba hecho
para que corra, no para que se estanque…”, y donde había necesitados, ese Rio fluía!

Capítulo 7

En la Casa de Banquetes

“Me llevó a la casa del banquete,


Y su bandera sobre mí fue amor.”

Cantares 2:4

La versión inglesa de la Biblia Lexham sobre este mismo pasaje dice: “me llevó a la Casa del
Vino…” y a principios del año 2000, el Espíritu comenzó a guiarnos hacia nuevas y diferentes
profundidades de Su Rio. Durante las reuniones, muchos comenzaron a “ver” con los ojos del
Espíritu, algo nuevo: Uvas, que se rompían sobre ellos cuando estaban bajo el poder de Dios,
“Bodegas” debajo de sillas, pulpitos, plataformas….”lugares celestiales” donde el Espíritu nos
llevaba, y literalmente bebíamos del vino del Espíritu, reíamos, bebíamos, gozábamos y nos
embriagábamos en el Rio de Su Espíritu! Como la letra de la canción, “no había tristeza que
aguante”, Dios borraba la memoria de las viejas ofensas, curaba las heridas del alma y
corazón, y todos éramos uno, sobre el piso de aquellos lugares llenos de Su Presencia.
Éramos uno con El, éramos uno, grandes y pequeños, no había diferencias de cargos ni de
edad…y Su amor nos llenaba de tal forma que no queríamos salir de allí. Aun desde Taiwán,
Australia, España, Italia…hermanos que acudían a ver lo que estaba sucediendo…tan solo al
llegar, era introducidos por Su Espíritu inmediatamente a la “Casa del Banquete” espiritual…y
rebosaban de vino y vida!

Un Domingo, en la Iglesia Peniel de Buenos Aires, tan solo había comenzado la reunión
cuando varios de los estudiantes del Seminario ya estaban “en Su Rio”. Me acerque a dos
estudiantes que estaban en el piso, y una de ellas profetizaba con sus ojos cerrados señalando
hacia personas allí presentes. Al levantarla del suelo, me miro a los ojos y como pudo, con voz
y cara de embriagada, me dijo “llévame hacia esa persona”…y el olor fuertísimo a vino me
impregno, al punto de marearme yo mismo! Hasta ese momento creía que esas cosas eran
solo “impresiones espirituales”, solo reales en el mundo espiritual! Me sorprendió como el
mundo espiritual había invadido nuestro mundo natural, al punto que aun nuestros sentidos
naturales podían percibir el “vino de Dios”…en una muchacha “llena de mosto del Espíritu”…a
las 10 de la mañana de un Domingo en una Iglesia!!

El Espíritu de Dios daba mensajes a través de múltiples personas, El escogía a Sus vasos, y
comunicaba las cosas que habrían de suceder. Una mañana en un devocional, mientras fluía
Su Rio entre los estudiantes, estaba un grupo de estudiantes de origen chino, sentados juntos,
mientras la estudiante Koni Pan, hija de Pastores Taiwaneses en Argentina y que conocía el
idioma castellano, les traducía lo que se decía en la reunión. De repente, mi esposa Miriam,
que estaba bajo el poder de Dios, comenzó a profetizar en alta voz en chino, y otros de los
estudiantes allí también…y los hermanos chinos comenzaron a llorar y a estremecerse. Me
acerque y pregunte a Koni que sucedía…y ella me contesto: “Miriam les está diciendo cosas
que solo ellos saben, cosas de sus vidas, y palabras que Dios les envía…en perfecto Chino
mandarín!!” Así también sucedía con estudiantes y otras personas que profetizaban en idiomas
que desconocía, pero que otros presentes allí si podían interpretar…Inglés, Portugués…aun
hasta en Hebreo!

Era notable que mientras la dirección de las reuniones pertenecía al Espíritu Santo, algunos
podían estar profetizando, otros arrepintiéndose, otros danzando, algunos más hablando
palabras de amor a Jesús…todo esto al mismo tiempo, en un extraño “orden” divino! Dios
estaba en control, los Pastores y ministerios solo podíamos orar o ayudar a algunos de los
cuales El Señor nos indicaba hacerlo, y quizás participar un poco más al principio de la
reunión…pero en ocasiones, hasta la totalidad de los músicos caía bajo el poder del Espíritu
Santo, y no había música “audible” de este lado…sin embargo, la gran mayoría de los que
estaban “en el Rio”, cantaban y danzaban a una voz…guiados por la música del Cielo…

Lleno del Espíritu..desde el vientre de su madre!

En uno de los fines de semana de aquellos días, el Pastor Juan Rodríguez de la Iglesia
Peniel en Azul, Prov. De Buenos Aires, nos invitó a compartir cultos especiales en un Salón
alquilado para la ocasión y abierto a los que desearan participar. Fuimos hacia allí con los
estudiantes de Seminario, el Dr. Miller y algunos Pastores. Después de las canciones de
introducción, el Dr. Miller compartió brevemente la Palabra, y dio lugar a la ministración…y
como siempre, el Espíritu Santo tomo el control de la reunión: primero los seminaristas, y luego
muchos de los allí presentes, comenzaron a fluir en el Rio de Su Espíritu! La gente que había
acudido a la reunión, paso al frente para recibir lo que Dios estaba haciendo…entre ellos, una
mujer joven con un embarazo avanzado. Pusimos una silla para que se sentara, y luego Miriam
y algunos seminaristas comenzaron a orar por ella. De repente, ella comenzó a llorar
suavemente..pero su vientre comenzó a moverse de forma sorprendente! Visiblemente
podíamos ver como de un lado a otro, y aun hacia fuera como si fuera a estallar, su bebé se
movía en su interior…mientras su madre era llena del Espíritu Santo! Así durante casi toda la
reunión, la joven madre nos decía que nunca se había movido en esta forma!!

Otros también en aquel lugar, tiempo después también en la ciudad de Córdoba, en una
Conferencia en el Salón de la Iglesia “Cita con la Vida”, donde cientos de personas recibieron
al Espíritu Santo en sus vidas y fluían en Su Rio…en cada lugar que se abrió al mover del
Espíritu, el Rio de Dios fluyo incontenible aquellos días…Dios nos repetía vez tras vez a través
de múltiples voces y canales, que “este Rio está hecho para correr, no para que se detenga o
se estanque…” y también que: “el Rio correrá mientras haya necesitados y quienes lo
deseen..”. Vidas cambiadas, jóvenes que habían sufrido traumáticas experiencias en su
juventud, violencia y abandono, abusos indescriptibles…otros que nunca habían
experimentado la Presencia de Jesús de esta manera, ni la manifestación de Su Espíritu en
forma visible…El Señor les sanaba, libraba, quitaba las heridas y las reemplazaba con Su
aceite, los llenaba de gozo y unción, y aun los usaba para expresar Su mensaje en diferentes
idiomas y de diversas formas…

Muchas cosas más podría escribir acerca de aquellos días, algunas pocas al final de este
libro. Pero todo aquel que participo de este tiempo, puede dar testimonio como yo de la
sobrenatural presencia de Dios en medio nuestro. Sin limitaciones humanas, Su Espíritu obro
e intervino en tantos y de tantas maneras, que sería imposible contar todo.

Poco a poco, a medida que la necesidad fue siendo satisfecha en la mayoría, y comenzaron
a volver a sus “vidas habituales”, el fenómeno fue menguando, y continuo un poco en el
Seminario de la Quinta Peniel, y en alguna Iglesia más…otra vez, el tiempo iba cambiando, y el
cumplimiento de los propósitos de Dios expresados a través de sus canales comenzaba a
acercarse…ese Rio debía correr hacia otros lugares…así como bíblicamente cada vez que
Dios movió en la Iglesia primitiva, el Espíritu se expandió hacia otros necesitados en diferentes
sitios. “Dad, y os será dado” dijo El Señor…y si queríamos recibir más de su inagotable
Gracia, venia el tiempo de compartir lo que Él había derramado. Si deseábamos seguir viendo
fluir Su Espíritu, nuestra misión era ir donde había necesidad. Si nos quedábamos quietos, esa
“agua” hecha para correr, se estancaría…

El final del año 2000 determino el cierre del ciclo del Seminario, y que cada seminarista
regresara a sus lugares de origen a compartir y buscar que Su Espíritu fluyera, así como lo
había hecho en ellos. Y (momentáneamente) junto a mi familia regresamos a Mar del Plata
también. El cierre de un ciclo espiritual se acercaba, tal como Él lo había expresado.

Durante esos días de inmenso e intenso gozo y risas, una mañana en una de las reuniones,
mientras el Espíritu de Dios fluía; el Dr. Edward Miller comento en voz alta al grupo de Pastores
y ministerios que estaba cerca: “Tanto gozo, risas y alegría…¿Qué será lo que vendrá
después? Por alguna razón Dios envía esta provisión abundante…las vacas gordas siempre
preceden a las vacas flacas…”

El Señor había dado abundantemente de sus riquezas, pero llegaba el tiempo de compartirlo!
Todo lo que El hace es para ser dado, es la ley en el Reino de los Cielos: “Dad, y os será
dado”, no es para ser ocultado o escondido para unos pocos. Prontamente Dios, como tantas
veces y en la Biblia tenemos ejemplo de esto, comenzaría a dispersar y enviar a cada uno a
lugares de necesidad, para que la buena noticia de Su visitación pudiera llegar donde hacía
falta! Y también para probar a aquellos que tenían sus vasijas llenas, que “el aceite no
escaseara..” siempre y cuando demos primero al necesitado. El Rio corre mientras haya
necesidad, avivamiento habrá siempre que haya hambre de Dios!
Capítulo 8

Su rio aun fluye…

“Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos,
vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán
sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.”

Ezequiel 47:9

La Escritura es clara, habla de dos ríos. Durante el tiempo de Su visitación, El Señor nos
habló del rio de aguas (gozo), y también del rio de Sangre (limpieza). También creo, que hay
un rio visible, el cual muchos pueden ver correr y fluir; y un rio secreto, escondido, a veces
subterráneo, que mantiene vivos a sus Profetas (como en el caso de Elías junto al arroyo de
Querit) mientras los tiempos designados por Dios se desarrollan. Hasta en ocasiones, el rio se
hace notorio y público, porque previamente fluyo en lo secreto.

A partir del año 2001, muchas cosas comenzaron a cambiar abruptamente, a nivel mundial y
a nivel personal. Durante ese año, viajamos intensamente por Argentina, visitando desde el
norte (Jujuy) hasta el Sur (Neuquén), viendo la necesidad, y el fluir de Sus aguas para saciar la
sed de aquellos que son Suyos. Pero al cabo de ese año, El Señor nos dio a entender que
debíamos salir del País, y El abriría las puertas para nosotros. También, llegando al final de
ese año, partió a la Presencia del Señor el Dr. Edward Miller, aquel Varón de Dios que Él había
usado tantas veces y de diversas formas, que había sido una especie de “Abuelo espiritual”
para nosotros (si es que existe algo llamado así, ja!) en este último tiempo, y que amorosa pero
firmemente nos había guiado durante los últimos dos años, en cultos y charlas casi a diario.

Asimismo, los acontecimientos del 11 de Setiembre de 2001, en Nueva York, habían


desatado “algo” en lo espiritual que rápidamente influía en este mundo, cambiando valores,
comportamientos, gobiernos y acciones; y acelerando los tiempos predichos por El Señor.

Hacia México

De acuerdo a Su Palabra, para principios de Marzo de 2002 salimos junto a nuestra familia
hacia Querétaro, México; en medio del caos político-económico que se desarrollaba en nuestro
País. Allí, permaneceríamos un año, colaborando con el ministerio de Visión Cristiana
Internacional, en la formación de un Seminario a nivel Local y en otras ciudades; y haciendo un
trabajo Pastoral/Misionero en la ciudad de Monterrey también.

Al darnos Su Palabra, El Señor nos había declarado que “ese Rio iría con nosotros donde Él
nos llevara”, y la incertidumbre de salir hacia otro País y cultura diferentes por vez primera, se
calmó cuando en la Conferencia de Mayo de 2002 en Querétaro, donde había sido invitado
como Orador el pastor Juan Carlos Miller, el Rio de Dios comenzó a correr!

Era la reunión de la mañana, en el pequeño Salón del primer piso, y era solo para Pastores.
Pero luego del tiempo de la Palabra, comenzó la ministración, y el Pastor Miller oro por
nosotros, repitiendo las palabras que Dios nos había dado: “ese rio esta en ustedes, déjenlo
correr!” Fue así como abrimos nuestro corazón, y el Espíritu de Dios comenzó a fluir en
nosotros una vez más, y en diversos pastores mexicanos allí presentes, llenándolos de gozo y
vida. También, en la reunión de la noche, abierta a todo el público, la esposa de uno de los
pastores fue llena de Su Espíritu, y literalmente “nació”, dando testimonio más tarde como
sentía una presión intensa que la llevaba por un túnel estrecho, sintiendo que hasta su piel se
estiraba y su rostro se presionaba…hasta que finalmente vio luz y agua se derramo, llenándose
de llanto y luego gozo indescriptible, como si fuera un “parto espiritual”!!! Durante esos días, el
Espíritu como rio se derramo en Querétaro también! Muchos fueron alcanzados y llenos de Su
Espíritu, en gozo, risa, danza, arrepentimiento…

Por nuestro trabajo académico y Pastoral, comenzamos a viajar intensamente por todo
México, visitando múltiples Iglesias cada fin de semana, desde Querétaro a Morelia, desde El
Fortín en Veracruz hasta Monterrey y Ciudad Juárez. En uno de estos fines de semana
“intensos” de clases y cultos, en Xalapa (Veracruz), estaba invitado a predicar en la Iglesia
local. Cuando subía a la plataforma, el Espíritu hablo a mi corazón, diciéndome: “háblales del
Rio de Dios”. Interiormente, protesté: “Señor, no conozco a esta gente! Es la primera vez que
vengo aquí…no sé si están cerrados o abiertos a Tu Espíritu…mira sus rostros! Muchos son
jovencitos, otros muy ancianos!”. Otra vez, suave pero firmemente, El Señor me dijo: “abre tu
Biblia en Ezequiel 47, y háblales del Rio de Dios!”

Obedecí a lo que el Espíritu me decía, y luego de una corta exposición, hice un llamado (sin
mucha expectativa de respuesta..la verdad sea dicha!). Sorprendentemente, la primera en
pasar fue la abuela del pastor, una señora de casi 80 años de edad! Comencé a orar con ella, y
de repente, el Espíritu de Dios vino con ímpetu, cayó bajo el poder y comenzó a reír con una
carcajada tan estridente, que no quedo nadie en la congregación sin enterarse que Su Espíritu
estaba fluyendo!!! Lo que yo no sabía, era que esta mujer hacía mucho tiempo que casi no
hablaba, tras la muerte de su esposo, ni se le escuchaba la voz…pero no paraba de alabar a
Dios, cantar, reír y profetizar! Esto causo tal impresión en los demás, que casi todos pasaron al
frente, recibiendo la gran mayoría de ellos el Espíritu Santo por vez primera!

Fluye donde hay necesitados

Unos meses más adelante, recibí otra invitación de un pastor, a un culto unido en un lugar
llamado “El Águila Real”. Contacte con él, y me dijo que me esperaría a la entrada de la ciudad
de Huichapan, con una camioneta roja (así sabría que era el, nunca nos habíamos visto ni
había estado allí); y que desde allí me guiaría unos cuantos kilómetros hasta el lugar de la
reunión. Intrigado, busque en el mapa el pueblo o ciudad llamado El Águila Real…para
descubrir que no figuraba allí! Cuando llego el día, junto a un joven tecladista mexicano
llamado Valentín que me acompañaba, nos dirigimos hacia Huichapan. Encontramos al pastor,
que nos guio por la ruta…luego un camino angosto…luego por camino de tierra..solo se veían
cerros, y el camino que terminaba en la ladera de uno de ellos! Pero justo antes de eso, había
como un pequeño bosque de “Cactus” gigantes a la derecha del camino, y se veía una carpa
como de Circo que emergía de en medio de ellos…allí era “El Águila Real”, un paraje en medio
de los cerros!

Descendimos de los coches, y vimos un gran número de hermanos allí reunidos, cantando y
alabando a Dios…sobre el piso de tierra, bajo la lona multicolor, en medio de los Cactus y la
llovizna que caía…el pastor me explico que esa gente vivía en medio de los cerros, y que
algunos de ellos habían caminado por la montaña y bajo la llovizna más de 10 kilómetros para
estar ese día allí! Impresionado, ore en mi corazón “Dios, dame pan para esta gente…que su
esfuerzo por venir no haya sido en vano!” El pastor, con su impecable traje gris, hizo las
presentaciones, canto algunas canciones…y luego me cedió su lugar. Al subir, veía sus rostros
arrugados por el duro trabajo y la exposición al sol, y comencé a orar otra vez: “Señor, por
favor!!”…entonces, el Espíritu una vez más me dijo “Háblales del Rio”…

Predique un buen rato, y al finalizar, hice el llamado, mientras cantábamos una suave
canción de adoración…el primero en pasar fue el pastor. Me acerque a él, y súbitamente cayó
bajo el poder de Dios…en el piso de barro, con su traje impecable! Y comenzó a reír y gozarse,
y a rodar de aquí para allá, hasta terminar bajo la plataforma! Los demás hermanos también
comenzaron a recibir el Espíritu Santo, la gran mayoría sin necesidad siquiera que alguno
pusiera sus manos sobre ellos…el gozo y la vida del Señor inundo aquel recóndito lugar por
más de cuatro horas, a punto tal que necesitábamos regresar antes que anocheciera, y un
hermano en su amabilidad (porque el pastor seguía bajo el poder y debajo de la plataforma)
accedió a guiarnos hasta la Ruta asfaltada de regreso! Allí quedaron aquellos maravillosos
hermanos, siendo llenos por Su Espíritu, bajo Su control y cuidado! Dias más tarde, el pastor
pudo comunicarse para decirme que aun al regresar a sus hogares, muchos de ellos seguían
bajo la influencia del Espíritu de Dios por días! Lloraban, reían, y hablaban que la Presencia de
Jesús estaba allí, mientras derramaba Su amor en ellos…

Sin lugar a dudas, el fluir de Su Espíritu SIEMPRE va hacia abajo, donde hay necesidad de El!

Ahora, hacia España!

En noviembre de 2002, se me pidió desde la Dirección del ministerio en México que viajara a
Andalucía, España. Allí, un contacto del ministerio había organizado una gira de presentación
del Seminario para las Iglesias españolas, en un formato en que cada una de ellas podía
desarrollarlo localmente. Luego de llegar a Madrid, tomamos el tren de alta velocidad (AVE)
hacia Sevilla, primera etapa del viaje. Al llegar, la belleza de la ciudad junto al rio Guadalquivir
me llamo la atención gratamente. Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño por la
diferencia horaria, en la casa de nuestro anfitrión; El Señor volvió a hablarme: “Yo te traeré a
esta ciudad en breve”.

Unas semanas antes, había visitado la Iglesia en Querétaro el pastor Don Pablo Manzewistch,
el cual nos conocía desde niños, en Argentina. Luego de una charla amena, Don Pablo me
miró fijamente y me dijo: “El Señor te trajo a este lugar, como un lugar de paso…como lo fue
Harán para Abraham. Pero Él tiene una tierra que El mismo te mostrara, a la cual debes ir!”.
Esas palabras, más la que acababa de oír en Sevilla, confirmaron a mi corazón, que debíamos
movernos nuevamente! Así que, al regreso, después de algunas idas y venidas, y tras algunos
preparativos no exentos de complicaciones; junto a mi esposa embarazada de 6 meses y mis
dos hijos, levamos anclas nuevamente…hacia Europa.

Y tras unas semanas de llegar, nos instalamos en Sevilla, sin conocer a nadie, ni la ciudad, ni
su gente. Solo teníamos el contacto de un joven pastor español, que acababa de comenzar
una muy pequeña obra, dependiente de una obra mayor de Barcelona, donde mi hermano
Diego era parte del Grupo de Músicos de alabanza. Busque un trabajo para mantener mi
familia, alquilamos un pequeño departamento y hacia allí nos dirigimos, y sentimos que El
Señor nos había llevado con un propósito mayor que lo que estaba a la vista, pero que
debíamos ayudar en esa congregación. Poco a poco, colaboramos con música, dirección de
alabanza…y hasta el pequeño Gianluca tocando la batería!

Con el correr de los meses, el Espíritu de Dios comenzó a acercarse a los corazones de los
sevillanos allí congregados, hasta que un Domingo…mientras alabábamos suavemente al
Señor, los jóvenes de la iglesia, fríos y apáticos, siempre recostados contra la pared del fondo y
cerca de la salida…comenzaron a llorar, bajo la convicción del Espíritu de Dios…eso nunca
pasaba, esto es Europa! Luego, el resto de la pequeña congregación también, muy despacio,
pero sin pausa, abrieron sus corazones, algunos por primera vez!…una vez más, fluía hacia los
necesitados! Hermanos comenzaron a caer bajo el poder de Dios..lo que motivo que otros
fieles, asustados..corrieran a poner sillas detrás de ellos! Evidentemente no estaban
acostumbrados a ver a Dios moverse así.
El nos había llevado a ese lugar, para que viviéramos allí, intercediéramos…y esperáramos a
ser testigos de lo que El haría…y algo ya estaba sucediendo! Fue un culto memorable para
aquellos que estuvieron ese día allí…y al principio, el pastor local estaba muy entusiasmado
con esto! En la semana, nos llamó a su casa, para comentar la reunión, y nos preguntó:
“¿Cómo puedo hacer para tener esto TODOS los cultos?” Esto es lo que quiero!

Entonces, le compartí que debía entregarle el control de la reunión al Espíritu Santo. Que
debía sujetar todo el “programa” de la reunión, actividades, testimonios, danzas, etc. A la guía
de Su Espíritu. Y que si el honraba al Espíritu Santo, dándole el lugar que merece en las
reuniones, el Espíritu Santo lo honraría viniendo a todos los cultos, como lo había
comenzado a ver…

Su rostro mostro algo de confusión, el esperaba que le dijera “como hay que hacer”, cual es
la fórmula! En las reuniones siguientes, el pastor decidió tomar el control de los cultos, para
evitar “desorden” y que los nuevos no se “escandalicen” de lo que se veía…obviamente esto
apago lo que el Espíritu venía haciendo…pero a nosotros nos mostró que El Señor nos había
traído a este País, para ver como Su Espíritu se acercaría a aquellos que necesitaban y
amaban a El más que a sus ritos o tradiciones eclesiásticas…y que sin duda varios habían sido
impactados por El! Donde está el Espíritu del Señor, hay libertad!

Hacia Barcelona

Después de unos años en Sevilla, a mediados del año 2006 nos fue ofrecido el pastorado de
la pequeña Obra Peniel en Barcelona. Después de haber orado y recibido confirmación, nos
trasladamos a esa ciudad. Luego de un tiempo de restauración e integración de la
congregación, comenzamos a buscar a Dios para una dirección determinada, y El nos guio a
realizar Campamentos de Jóvenes abiertos a todos los interesados, llamados así “Puertas
Abiertas”; para ello invite a mis amigos y pastores en Portugal Gabriel y Laura Díaz, quienes
apoyaron con su congregación IEFAV en Sintra (Lisboa) estos eventos, y más adelante al
evangelista de Italia Darío Scuoppo con su esposa Rebeca, y junto a jóvenes de diversas
congregaciones y de la nuestra, comenzamos a reunirnos en los meses de Julio (verano
europeo). Durante uno de estos Campamentos, el Espíritu de Dios invadió el lugar, y comenzó
a llevar en Su Rio a jóvenes y aun a nosotros los pastores, a Sus profundidades, algunos por
vez primera; otros siendo renovados y refrescados en medio de la dura lucha misionera; el
gozo, profecía, sanidad, que Jesús traía nos restauraba y refrescaba! La bendición de ver al
Espíritu de Dios fluir libremente en el continente europeo, como lo habíamos visto en
Sudamérica y otros lados, renovaba nuestra fe en un Dios que no tiene limitaciones, sino las
que nosotros a veces le ponemos por nuestra falta de fe! La Presencia de Dios inundo aquel
lugar, y mientras los lideres adorábamos postrados en el piso de aquel lugar de Campamentos,
con nuestros ojos llenos de lágrimas y el amor del Señor nos rodeaba; los jóvenes eran llenos;
muchos por vez primera, de Su Espíritu!

También, en el año 2008, habíamos comenzado unas reuniones de oración de damas de la


Iglesia, que se reunían durante la semana en los apartamentos de distintos miembros de la
Iglesia. Durante estos tiempos de oración y búsqueda del Señor, y aunque era un número
reducido de asistentes, de repente el Espíritu de Dios se hizo presente. Comenzó a llenar a las
damas allí presentes, y luego a mi hija Ana y su amiga Keren; estas por vez primera! Y
comenzaron a profetizar en chino e ingles, idiomas que ellas desconocían, pero que eran
reveladas las palabras a través del conocimiento del lenguaje o por interpretación dada por el
mismo Espíritu. El Señor se había hecho presente en un pequeño piso, en una pequeña ciudad
llamada Vilanova i la Geltru, con un pequeño grupo de mujeres deseosas de Su presencia y
abiertas al Espíritu! En ocasiones, lo primordial se encuentra en el lugar menos pensado…
Días mas tarde, el mismo Espíritu fluyo hacia la iglesia, tocando a algunos más de los
necesitados, llenando nuevamente a otros que habían experimentado Su toque…durante
algunas semanas, El Señor vino cada culto, invitando a entrar en Sus profundidades a los
congregados…y mientras hubo necesitados, Su Espíritu fluyo. Pero al tiempo, una vez más;
mientras algunos decidían participar antes que mirar, otros decidieron juzgar lo que se veía
naturalmente, sin poder verlo del lado del Espíritu…y finalmente el fenómeno cesó, quedando
como un testimonio de Su visitación aquellos que fueron renovados en estos días…

Es sorprendente como cada vez que Su Espíritu decide mover, se levanta oposición, la
mayoría de las veces, tristemente a cargo de los “hermanos” que no pueden esperar a ver el
FRUTO de aquello, y comienzan a juzgarlo desde su primer brote! Pero El sigue siendo fiel, en
acudir ante el clamor de los necesitados, llenándolos como solo Él puede hacerlo…

Durante aquellos tiempos, vimos a Su Espíritu como la paloma que Noé envió, buscando
donde posar, donde quedar...por toda aquella tierra. El aun habita en vasos imperfectos, “vasos
de barro”, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros! (2da. Corintios 4:7)

Capítulo 9

A manera de Epilogo…

“Porque aun un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardara.” Hebreos 10:37

Para el tiempo en que estoy terminando este pequeño relato, el Espíritu de Dios nos ha
traído de nuevo a nuestro País de origen, Argentina. En Sus propósitos eternos, Él nos ha
permitido ver que el fluir de Su Espíritu sigue, a veces visible, a veces sumergido; pero siempre
fiel.

Tiempos cambian, Gobiernos cambian, hombres, lideres, denominaciones también…pero El


NUNCA cambia, es el mismo Hoy, Ayer y por los Siglos, como la letra de una vieja canción
cristiana…y Su propósito de revelarse a Sus hijos tampoco ha cambiado!

En ocasiones, las formas cambian por obra y gracia de Su Espíritu. Otras veces, intentamos
cambiar las formas por algunas nuevas, pero que no producen el mismo fruto! Cuan fútil es
nuestro esfuerzo por “ayudar” a Dios a encontrar nuevas maneras de manifestarse! Cuando Él
ha dejado de lado los medios que uso hace tiempo en Su venida (y a veces, intentamos
mantener vivo a través del recuerdo y la emoción aquellas cosas…) o cuando al constatar que
lo “viejo” sigue tocando (de algún modo) a las generaciones precedentes, pero que no hace
mella en las nuevas generaciones, intentamos modificar, renovar lo conocido…o aplicar las
recetas de otros pacientes a nuestro contexto!

Cualquier cosa, menos doblar nuestras rodillas en verdad, reconociendo que no podemos
hacer nada, que “separados de Mí, nada podéis hacer..” que TODO depende de Él y de Su
Gracia…que si El no viene, solo desarrollamos una Liturgia elaborada, moderna, mejor que
otras…pero rito al fin!
Vez tras vez, a través del tiempo, demostrado en la historia de la Iglesia…Dios ha traído una
nueva revelación, pero ese “vino nuevo” fue derramado en “odres nuevos”. Él ha despertado el
hambre, ha provocado que Le busquemos..y en Su gracia se ha revelado! Mientras nos
mantenemos mirándole y siguiéndole, esa frescura sigue fluyendo. Pero cuando nos
“asentamos” y “establecemos”, cuando la necesidad de “organizar, administrar y funcionar”
ocupa más tiempo que la necesidad de buscar…es cuando esa frescura comienza a perderse!

¿Cómo encontrar el equilibrio? La Biblia nos dice que al tiempo que la pequeña Iglesia en
Jerusalén comenzó a crecer más y más (Hechos 6: 1 al 8) la necesidad de organizarse
comenzó, entonces los Apóstoles se dieron cuenta de dos cosas: que había una necesidad
urgente; y que ellos estaban dejando de buscar aquello que era su llamado por “hacer” lo
que les era demandado! Buscaron entonces “varones llenos del Espíritu Santo” (extraño
Curriculum Vitae este donde la llenura del Espíritu es de mayor valor que las capacidades
naturales o las simpatías personales o familiares) para que cumplieran esta función
administrativa y de servicio…y extrañamente DELEGARON en ellos la responsabilidad,
CONFIANDO en que el Espíritu Santo les guiaría en cómo hacerlo (o les corregiría, como
había hecho con ellos)… y Dios les sorprendió levantando de ellos una nueva generación,
que a través de Esteban (y fruto de su martirio, en Pablo el Apóstol a los Gentiles) y de
Felipe el evangelista, llevaría la “Visión” mucho más allá, hacia los propósitos que El
Señor tenia planeados!

Sin duda que El Señor sabe como llevar adelante la Obra que El mismo ha iniciado, y como
mantener esa “frescura” del Espíritu en ella!

La parábola del Péndulo y el mover del Espíritu de Dios

Bill Hamon, reconocido en su ministerio profético a través del testimonio de su extensa vida,
comenta en uno de sus libros acerca de los “moveres” del Espíritu de Dios:

“Podemos comparar un nuevo “mover” fresco del Espíritu de Dios, con el movimiento de un
Péndulo; al comienzo, es un impulso muy fuerte, algo que se mueve con mucha rapidez; y que
lleva a los involucrados a un extremo muy alto; pero tan extremo que la mayoría queda en el
otro extremo, al principio casi enfrentados con este extraño movimiento! Luego, al pasar el
tiempo, el Péndulo comienza a volver, acercándose a los que quedaron lejos…ya no se mueve
tan rápido, pero todavía se mueve! Esto sucede hasta que alcanza a los que quedaron atrás…

Finalmente, el Péndulo alcanza el “equilibrio”: En el medio, ya no es tan “extremo” como al


principio, y ya ha alcanzado a los que quedaron en la otra punta; ahora está equilibrado,
balanceado, confirmado, establecido y hasta respetado! Pero ya no se mueve…”

Creo que esta es una descripción muy acertada de lo que suele suceder cuando El Señor
mueve, y su evolución a través del tiempo. También creo que TODA la Obra es de Dios a
través del Espíritu Santo, que ninguno de nosotros tenemos el “Copyright” o los derechos
exclusivos de lo que EL revela en su inmensa gracia y misericordia; a lo sumo llegamos a ser
“colaboradores de Dios, en SU labranza”, canales o medios por los cuales EL fluye; y lo sigue
haciendo en la medida en que reconocemos nuestra absoluta dependencia de El cada día!

Como alguien dijo, “el agua siempre encontrara la forma de llegar donde se necesita,
rodeara, persistirá y buscara hasta encontrar el canal o lugar por donde fluir. Si un lugar se
estanca, si construyes una cisterna o un dique para contener esas aguas para ti mismo o los
tuyos, el agua seguirá fluyendo! Hasta rebalsar por algún lado y continuar su camino, que
siempre es hacia abajo, donde hay necesidad”
Acerca de una “Visión”

A fines del año 2000, cuando el ciclo de 3 años del Seminario Bíblico Peniel estaba
terminando, el Dr. Edward Miller, en uno de los últimos Devocionales que tuvo con los jóvenes
estudiantes, comenzó este con una pregunta: “Quiero hacer una pregunta esta mañana, y que
ustedes me den su opinión cada uno… ¿Cual creen ustedes que es la “Visión” más alta?

Luego de un momento de reflexión, los alumnos comenzaron a responder de forma diversa: -


“La Cruz” dijo uno; “La Presencia de Dios”, otra – “Alcanzar a los que se pierden” – “Ministrar a
Dios” – “buscar Su rostro”…y así varias respuestas.

-“Muy bien” dijo “Papi” Miller. “Gracias por sus respuestas. Ahora les diré cuál es la Visión
más alta…” y todos nos preparamos para escuchar a aquel hombre de Dios, al cual le había
sido revelada la Visión Peniel, había fundado esta Obra y había establecido los principios en
nuestras vidas y en las de muchísimos más en el mundo…

- “La Visión mas alta es…la que Dios le revelara a Usted!” soltó de una manera simple y
sencilla, tal como era su costumbre. Ante nuestras caras de sorpresa, el expresó:

“Usted debe encontrarse con Dios (enfatizó). Y cuando este encuentro se produzca…Él le
dirá que tiene que seguir o hacer! Si El Señor le muestra que debe seguir aquello que me fue
mostrado a mí, bienvenido a este Club! Pero le advierto que este camino no es muy agradable
a su carne, ni tiene muchos seguidores…pero Usted debe recibir una revelación de parte
del Señor para esto! Usted debe buscar a Dios hasta que se encuentre con El!

Y a continuación, explicó: “Quiero usar a alguien como ejemplo: Carlos Annacondia. Este
varón de Dios, tuvo su encuentro con El Señor, y Dios le mostro la “Visión” para su vida:
alcanzar a los perdidos, predicar el Evangelio, sanar los enfermos y librar a los endemoniados.
Y me atrevo a decir que el Hermano Carlos está viviendo a un muy alto porcentaje de esta
Visión que Dios le dio, está cumpliendo su llamado! Ojalá “muchos” que dicen tener la Visión,
vivieran en esta en la medida que el Hermano Carlos está viviendo en la que Dios le dio!

De una manera tan simple y sencilla, como fue aclarado nuestro entendimiento! A través de
toda la Escritura, aquellos que “se encontraron con El”, vieron sus vidas cambiadas de una
forma radical! Es más, al comienzo de la Iglesia Primitiva, los que estaban en comunión eran
llamados “los del Camino” (más tarde, en Antioquia comenzaron a llamarlos “cristianos”).
Seguían el Camino que Jesús les había mostrado…caminaban en pos de Él. Y con el tiempo,
según registra la tradición cristiana, aun los 12 Apóstoles siguieron caminos diferentes,
cumplieron diferentes ministerios y llamados, siguiendo en pos de El…y cumplieron en sus
vidas el llamado de Aquel que los amó hasta el fin…pero fueran donde fueran, e hicieran lo que
hicieran…fuera de una manera pública y conocida; o anónima y secreta, SIEMPRE hablaban
de Aquel a quien habían visto, oído y aun palpado con sus manos! El trabajo de los siervos de
Dios es guiarte a un encuentro con El, porque eres Suyo!

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” 1ª.
Corintios 3:11

Tu Fundamento, Herencia, Visión y Fuente es EL. Cuando el Espíritu Santo revele a Jesús
a tu corazón, le seguirás! Y mientras continúes buscándole y hallándole, mientras el Espíritu
Santo te esté guiando, caminaras en pos de El! Y entonces, se cumplirá la palabra que dice:

“Me mostrarás la senda de la vida; en Tu presencia hay plenitud de gozo..” Salmos 16:11

El Señor tiene un camino para nuestras vidas, y es en Su Presencia donde es revelado. Si te


encuentras con El, caminaras en pos de Él. Si caminas en pos de Él, no hay camino imposible,
pues Él está contigo! Procura ser guiado por Su Espíritu, busca las corrientes de aguas, busca
el fluir del Espíritu de Dios, donde fluye en libertad, sin control, sin restricciones…y hallaras Al
que ama tu alma! Ese “Rio”, que comenzó en el Génesis, en el Edén…y que Juan el amado vio
en su Revelación (Apocalipsis) fluyendo del Trono de Dios…AUN SIGUE FLUYENDO!!

No ha terminado aún. No ha acabado. A veces visible, otros tiempos sumergido,


escondido…si lo buscas, lo hallarás! Fue el mismo Jesús el que dijo:

“..y he aquí yo estoy con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.” Mateo 28:20

APENDICE

Testimonios de “el Rio”

Jesica – 18 años
Martes 26 de Octubre de 1999 – Seminario Bíblico Peniel BsAs.

Estábamos en el Devocional de la mañana, y comencé a alabar a Dios por tanto amor


que tuvo y tiene sobre mi vida, y en ese momento desde lo profundo de mi ser una voz como
de Lírica (Opera) salía de mis labios, no era algo que yo pudiera hacer, caí al suelo hacia atrás
como en un colchón de plumas…

La visión de la Sangre y la Cruz

Entonces vi. una escena: veía todo oscuro, estaba en el espacio, vi. La Tierra (el mundo) todo
negro, era el Pecado…de pronto, algo cambio y el Mundo tenía una Cruz de la cual fluía mucha
sangre, Jesús me decía claramente que Él había muerto por toda la humanidad, y hasta que El
no murió, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, Su sangre fue derramada hasta lo
último, hasta que llego a cada ser humano…

Otra vez cambio la escena, y fue horrible: porque muchos rechazaron Su sangre, muchos
despreciaron la Cruz, muchos se burlaron; pero hubo unos que cuando vieron la Sangre
corrieron a ella. No miraron si eran dignos o no de recibir Su sangre, tan solo corrieron a ella,
porque sabían que en Ella había Salvación…

El llamado misionero

Jesús comenzó a hablarme y dijo: “De Argentina saldrán a las naciones..”


“Los he tenido a todos ustedes en este lugar, porque haré de ustedes aquellos que corren a la
Sangre, que buscan la Sangre; porque no buscan su propia gloria, porque no tienen nada de
que gloriarse, son tan poca cosa para todos, que no se pueden gloriar en sí mismos, pero
“esas pocas cosas” (como dicen muchos) voy a usar; quiero hacer de ustedes un vaso en el
cual Mi Gloria sea manifestada..”

Vi que estábamos un grupo de los jóvenes del Seminario clamando a Dios por el mundo
entero, por cada nación, un clamor genuino se encendió en nuestros corazones, que solo el
Espíritu Santo lo puso; pero mientras clamábamos yo veía como cada uno de nosotros salía a
distintos lugares del mundo…

Algunos salían juntos, otros iban solos…pero todos los que clamábamos salíamos a algún
lugar del mundo. Algunos iban a la “Ventana 10/40” de Misiones, y en ese momento recordé, al
misionero Gabriel Díaz de Portugal que vino a ministrarnos aquí al Seminario, y nos abrió un
panorama diferente de la necesidad y el sufrimiento de la gente…un día de esos nos hizo orar
por esos países, pero en ese momento ninguno de nosotros tenía un clamor genuino.

Jesús me dijo que ese clamor lo puso el Espíritu Santo ahora en nosotros, por eso antes no
podíamos ni orar ni clamar por aquellos que sufren tanto.

Luego, en un momento, Dios me mostró y me dijo que Él había traído una luz a este lugar, y
que esa luz era Edward Miller. Él me dijo que nosotros llegamos aquí como velas apagadas,
pero aquella luz que Él había traído encendió por Su Santo Espíritu nuestra vela, y ya no
estábamos apagados ahora éramos luces y brillábamos…

La visión del hombre de raza negra sufriente

Pero, en un momento la escena comenzó a cambiar nuevamente, y vi. un hombre de raza


negra que estaba atado a un poste, y debajo de sus pies tenía una hoguera con leña y mucho
fuego, un fuego que estaba quemándolo…cuando lo vi, comencé a llorar porque en mi corazón
no aguantaba tanto dolor como el que veía, lo que estaba sucediéndole a este hombre…con un
dolor muy profundo en mi corazón le dije a Jesús: ¡ Le están quemando los pies!...entonces,
algo en el pecho de este hombre de raza negra llamo mi atención; era sobre su corazón, tenía
unas letras de luz que en mayúscula decían JESUS, las letras brillaban con mucha luz…

Jesús en ese momento me dijo que a este hombre le quisieron borrar a Jesús de su mente y
de su corazón, que estos hombres querían (había a su alrededor gente de raza negra que le
pegaban, se burlaban de él y danzaban a su alrededor) querían que el negara a Jesús, pero
este hombre no podía, porque Jesús estaba en su corazón, este hombre estaba gozoso y eso
llamaba aún más mi atención en medio de su sufrimiento!

Entonces…Jesús me hizo una pregunta: “¿estas dispuesta a sufrir lo que está sufriendo este
hombre de raza negra? Pensé… le dije a Jesús que “en verdad no me sentía preparada”..y El
volvió a hacerme la misma pregunta: “ ¿Estas dispuesta? No podía contestarle…; después me
dijo que orara por este hombre, porque en ese mismo momento estaba sufriendo…un clamor
muy grande y profundo se encendió en mi corazón por aquel hombre…

El mensaje a mi familia

La escena volvió a cambiar, vi a mis Padres, los dos juntos tomados de la mano y llorando,
Jesús me dijo: “los quiero solos, no necesito que nadie los apoye, porque solo Mi apoyo los
sostendrá…quite a ustedes (mi hermana Emilce y yo) de su lado, porque en ustedes se
apoyaban, el hecho de verlas crecer, ya los levantaban…”

El amor especial de Dios por mí


…y me encontré en un camino todo rosado, en esta senda solo había amor…Jesús me dijo:
“solo has visto Mi amor, nunca has visto Mi ira, has sufrido soledad, dolor, pero siempre He ido
a ti con amor, eres especial no porque lo merezcas, simplemente porque yo quise que fueras
especial ¿No ves que tu color de pelo es diferente? Que no eres como los demás, pelirroja…Yo
te hice especial, Yo puse de Mi amor en ti, no para que lo guardes sino para que se lo des a
otros…”

La visión del hombre de raza negra – Conclusión

Volví a ver al hombre de raza negra, y Jesús otra vez me pregunto: ¿estas dispuesta a sufrir
como el?...no podía contestar…, y Jesús me volvía a preguntar lo mismo vez tras vez…sentí
como que tenía que rendir algo…inmediatamente pensé en mi cuerpo (ya que estaba
atravesando por un momento muy difícil de salud en ese tiempo), que tal vez debía
entregárselo a Él, pero Jesús me dijo: “¡No quiero tu cuerpo! Eso se quema y muere en poco
tiempo...quiero tu corazón…un corazón rendido...que me ame…que busque lo Mío… ¿estas
dispuesta a pagar el precio?” …En ese momento, fue como aflojarme, como una rendición a
Él, y le dije a Jesús: “bueno, si Tú quieres mi corazón rendido, si tienes una senda de muerte,
como la de este hombre de raza negra, está bien…no me negare..”

…Entonces, volví a ver al hombre de raza negra, y cuando lo vi, Jesús me dijo: “ ¡Mira sus
pies! Cuando mire los pies, vi que entre el fuego y los pies, estaba la mano de Jesús, no se
estaba quemando, porque Jesús estaba a su lado…Jesús volvió a decirme: “no se quema,
porque Yo estoy con él, esta gozoso! Porque muere por Mi causa, no por lo que él es,
simplemente porque no es nada para los demás”…

Entonces, las letras JESUS que estaba escritas con luz en el corazón del hombre, brillaron
tanto que la luz rodeo a todos a su alrededor, y el hombre murió. Jesús me dijo: “lo llevo
conmigo…¿estas dispuesta?” …le dije a Jesús que si más convencida que nunca…El siguió
hablándome: “mira que estarás más sola que nunca…que los valles serán aún más
profundos…que el Sol brillara…pero…muy poco, habrá más lluvias que soles… ¿Estas
dispuesta? …

Conteste que sí, si Tú vienes conmigo…está bien, porque podía ir por este mundo sola, pero si
era con Él no me importaba, ni me importa…

La visión profética

Todo volvió a cambiar entonces…y Dios me mostró al mundo entero, como un mapa, y yo iba
volando por encima de el…

Cuando mire, pasaba sobre Estados Unidos, vi un rey gordo y obeso como un Buda, y por
encima de él había unas palabras escritas que decían: “PODER Y GLORIA”…entonces Jesús
me dijo: “ese rey va a caer, Estados Unidos caerá, su poder y gloria caerán…”

Volví a mirar, y pasaba sobre España, y vi al rey de España, yo ya lo conocía, en otra visión
anterior Dios me lo había mostrado. Sentado sobre la fuente de colores de Plaza España,
Barcelona…era un Buda un poco más pequeño que el de Estados Unidos, y sobre el escrito:
HOMOSEXUALIDAD y LIBERTINAJE…Jesús me dijo que también caería…

Entonces me llamo mucho la atención que en parte de la India, parte de Afganistán y un poco
de China, había un rey Buda sentado sobre el Himalaya, era un ESQUELETO DE MUERTE, y
cuando lo vi, se reía de mí…
Después escuche a una muchacha que comenzó a gritar: “ ¡Ahí viene el Río!”, y yo veía venir
un Río que corría muy rápido, y tomábamos de ese Río que venia del cielo de parte de Dios,
para mojar nuestras vidas y saciar nuestra sed…

Y luego, comencé a sentir una carga y un clamor muy profundo por un lugar específico del
mundo…pero no tenía ni idea de donde era, solo podía ver la región, y clamaba por esa
nación, ese lugar!

En ese momento intente levantarme del piso, me sentía paralizada en mi cuerpo de los
hombros a los pies, no podía hablar en Castellano, así estuve 3 horas…finalmente, cuando
pude moverme y hablar, pedí un mapa. Busque el lugar que había visto y por el cual había
clamado muy fuertemente y había sentido tanto dolor. Sabía que algo allí pasaría…y encontré
el lugar, era Irak.

P.D.: Esta visión la encontré entre mis cosas el Domingo 26 de Octubre de 2008, justo 9 años
después que la vi y la escribí. Cuando lo hice aquella vez, jamás pensé que pudieran estar
ocurriendo tantas cosas que había visto, tanto en mi vida como en el mundo entero.

En un momento de mi vida estuve a punto de tirarla y no creer lo que había visto, pero hoy
justo 9 años después y viendo mi vida en Sus caminos, sirviéndole, sé que Dios ha sido fiel
conmigo, es y será.

Nota del Escritor: al día de hoy, Jesica junto a su esposo sirven a Dios colaborando con un
Ministerio de alcance del Evangelio en Berlín, Alemania.

El cambio de las Vestiduras - M.L. 28 años

Al comenzar el Devocional esta mañana, antes de comenzar a alabar, Pablo nos leyó acerca
de los “convidados a las Bodas” en Mateo 22: 1 a 12, y dijo que nosotros éramos aquellos que
el Espíritu había encontrado en una “encrucijada”, en el cruce de los caminos, y que de los que
estaban invitados, muchos no quisieron venir, pero que ahora estábamos en medio de la fiesta,
y que Dios quería cambiar nuestros vestidos, para darnos los Suyos. Luego, comenzamos con
canciones, pero en pocos minutos “el Rio” estaba allí y caímos bajo el poder de Dios.
Suavemente sentía que Jesús nos llevaba como a las profundidades del Rio, donde solo se
escuchaba Su voz. Pasó un tiempo, y de repente sentí una voz que me dijo: Mira! Y mire hacia
un costado del Salón, donde pude ver un lugar donde había vestidos hermosos, y muchos
zapatos muy bonitos! Me levante, junto a mis compañeros, y nos dirigimos allí, donde cada uno
tenía un vestido para ponerse, y zapatos de cada talle y numero. También nos eran dados
anillos hermosos y grandes, y nos los mostrábamos unos a otros, asombrados…eran
maravillosos, indescriptibles!

Todos estábamos vestidos para una gran fiesta, como había visto en las películas antiguas, y
comenzamos a danzar con mucha alegría, unos con otros, la música parecía ser de antes, era
tan agradable! Y sentía que estábamos en la fiesta de El Señor, donde Él nos miraba. Nos
sentíamos dignos en El, aceptos. Había mucha alegría y fiesta, y Su amor nos rodeaba todo el
tiempo! Esto duro bastante, no nos cansábamos de danzar y reír; pero pasado un tiempo largo,
El Señor se acercó y nos dijo: “Ya es hora de volver, deja las vestiduras y los zapatos donde
las encontraste, pero quiero que sepas que siempre estarán allí para ti, cuando lo necesites”.
Así que fuimos al mismo lugar, cada uno, y dejamos allí las vestiduras y los zapatos, y volvimos
a caer en Su rio…hasta que despertamos allí en el suelo del Salón.

Nota del Escritor: mientras esto sucedía, no había música, pues hasta la Tecladista había caído
bajo el poder. Desde el piso, los estudiantes dejaban de orar, cantar o alabar, y a una se
pusieron de pie, como si alguien les hubiera dado una orden, y con sus ojos cerrados, se
dirigieron a un rincón del Salón de cultos, tomando y mostrándose unos a otros lo que recibían.
Luego, comenzaron a ponerse en fila unos frente a otros, y a danzaban en un estilo similar a
los bailes de la Edad Media. La tecladista, llena del Espíritu, se incorporó y comenzó a tocar en
el Piano una música acorde al ritmo de la danza. Ninguno se golpeó o choco con otro
compañero, ni iba en la dirección equivocada. Esto duro un buen tiempo, hasta que al mismo
tiempo, como si otra orden fuera dada, dejaron sus vestiduras en el mismo lugar, y se sentaron
u acostaron en el piso del Salón en total paz.

Esto me recordó algunos testimonios de lo que sucedía en los primeros años del Siglo XX,
durante la explosión del pentecostalismo y bajo el ministerio de Aimee Semple McPherson;
cuando ella predicaba bajo la unción del Espíritu, algo muy semejante sucedía entre los
miembros de la congregación, los cuales “interpretaban” lo que se iba compartiendo. (Más
tarde fue acusada por otros cristianos de “practicar teatro” en sus reuniones).

Jon -22 años


Sabíamos que no estábamos dignamente vestidos para estar en el Banquete del Rey, pero
que habíamos sido invitados igual. Comencé a pedirle a Dios que me cambie mis vestiduras, le
pedí durante un largo tiempo hasta que me dijo: “Levántate “porque yo estaba en el piso boca
abajo, y comencé a bailar, y me vi vestido con pantalones blancos zapatos blancos, camisa
blanca y hasta chaleco del mismo color, también mis compañeros y compañeras los veían, y
también tenían perlas incrustadas en las vestiduras.
Después seguí bailando por mucho tiempo porque era la Fiesta del Rey, y vi que el
piso era como de cristal blanco con muchas estrellas. Fue un hermoso momento con el Rey.

Nancy Raquel – 18 años


El día Jueves 21 de Octubre, después de luchar con Dios varios días y darme cuenta
que mi orgullo y todo lo que lo acompañaba no me llevaba a nada, pude encontrarme con Él,
hablarle y gozarme. Todo esto llevo un proceso previo, Dios me mostró todas las cosas por las
que yo pase, las cuales dejaron heridas muy profundas en mi corazón, y siempre le reclamaba
a Dios porque me habían pasado estas cosas. Pero ese día era diferente, Dios, a medida que
se revelaba, me decía que Él había estado allí, que nunca estuve sola, ni siquiera cuando
pase por una circunstancia muy dolorosa. Después de esto me empezó a decir: “Raquel, no
llores más, porque me haces llorar a mí” Me dijo que Raquel, la de la Biblia, a pesar que sufrió
mucho, tuvo una alegría muy grande, su hijo José, quien le dio la mayor alegría y el gozo que
nadie le había dado en la Tierra, y que hasta ahora ella se ríe. Él me decía: “Raquel ya no
llora!! Raquel se goza!!” Me pidió que lo proclame, que yo lo diga, y cuando comencé a decirlo,
un gozo incontrolable entro en mi corazón, era algo increíble, era la primera vez que me reía
así, era del Espíritu, el cual hablaba a mi corazón y me decía:” Raquel no llora más, se goza y
encima se ríe de sus enemigos!!” Ya no les tienes miedo!
Hoy para mí, el pasado es solo un recuerdo, casi ni me acuerdo, lo más importante es que
eso ya no es parte de mí, que todo le pertenece a Dios, y yo soy libre y sana de toda herida, y
ni siquiera quedan cicatrices.

El día 26 de Octubre entre muy contenta al devocional de la mañana, agradecida a Dios por
todo lo que está haciendo en mi vida en estos días, cosas que para mí eran imposibles, cosas
que yo no creía que eran reales, siempre que vi a personas que les pasaba esto decía en mi
interior “Están fingiendo”, “Esa risa no es real” hasta que me tocó a mí!!.
Lo que me sucedió hoy fue extraño, la primera vez que me pasa. Comenzamos a
cantar y alabar y danzar gozandonos. Cuando paramos de danzar y empezamos a alabar a
Dios, todo el gozo que tenía se fue, le pedí a Dios que me llenara con Su Espíritu, pero no
pasaba nada. Al rato, Pablo se acerca y comenzó a orar por mí, entonces comencé a reír al
sentir algo raro en mi cuerpo en mi interior, una alegría que venía de adentro, pero a la vez
mezclada con dolor, me reía y lloraba a la vez, en ese momento empecé a ver imágenes en mi
cabeza, :Eran dos personas, una era yo, el cuerpo de la otra persona no se veía, solo su mano,
y esta persona me llevaba de la mano, caminábamos por un pasillo largo y oscuro, al final del
pasillo pude ver a Jesús crucificado, pero con clavos por todo el cuerpo, no solo en las manos y
los pies, y esta persona me dijo que todos esos clavos se los puse yo, que cada clavo
representaba un pecado mío, y que la única manera de sacárselos eran arrepintiéndome, fue
todo lo que me dijo, esa imagen desapareció cuando yo empecé a pedirle perdón y se lo dije
muchas veces.

Pasado un tiempo, comencé a sentir que me mojaba los pies, eso me producía
cosquillas y otra vez empecé a reírme, parecía que me picaba y a la vez me mojaba, no podía
dejar de reírme.

Nota del Redactor: En el momento que describe acerca de sus pies, otros jóvenes
comenzaron a proclamar un Río de Dios que fluye, inmenso, y ella se tomaba sus pies y los
frotaba intensamente sin dejar de reír.

Emi – 19 años

Era el Jueves 21 de Octubre, el Culto por la noche había comenzado y el que dirigía estaba
cantando “Fluye, Espíritu, Fluye”, luego de leernos algunos pasajes de la Biblia en referencia al
Espíritu Santo., comencé a alabar a Dios por lo que estaba haciendo en mi vida, y darle
gracias, en eso caí bajo el poder, estaba en el piso pero con los brazos hacia arriba, intentaba
alcanzar algo, no sé bien qué, pero quería tocar algo, y en cuanto ponía mis manos como para
recibir algo, sentía que era llena y reía sin parar, curiosamente al momento que era llena
también era vaciada, El me llenaba y me vaciaba también.
Luego, sentí que Jesús había venido y que estaba al lado mío, yo hablaba con El y Él
conmigo. No veía nada pero tenía todos los sentidos abiertos, y la relación o charla que tenía
con Jesús no era como con mi Señor, sino como mi Esposo, Él era mi Esposo. Estaba casada
con Él, él me acariciaba mis manos, mi pelo, mi cara, y me decía que era de Él. En un
momento comencé a bailar con Él, me sentía tan bien, luego lo abrazaba y le hablaba al oído.
Me hacía cosquillas por todos lados y yo le decía que parara. Podía sentir su amor y vino a mi
memoria el Cantar de Cantares, y yo comencé a cantar, y me reía, porque yo no sé cantar, Él
también se reía conmigo.

Me dijo que no tenía que preocuparme, El ya no iba al lado mío, sino que iba dentro mío, había
venido para quedarse para siempre, y Él me cuidaría.

Esa noche sentí claramente como Dios, ya no venía como Señor, sino como nuestro Esposo,
alguien a quien serviríamos por amor, y no por obligación. No podía llorar, solo gozarme
porque estaba casada, y nunca, nunca estuve tan enamorada como ese día, estaba como
atontada de tanto amor derramado.

Nota del Redactor: Emi estaba con sus brazos en el piso haciendo como una danza y repetía
continuamente la palabra “ Ishi,Ishi” (ver Oseas 2:16)
El Martes 26, comenzó el Devocional, cantamos y danzamos, hasta que volví a caer. Le
estaba alabando y comencé a reírme, así por un buen rato, hasta que de pronto empecé a
llorar, sentí que yo misma, mi espíritu, clamaba a Dios por mí misma, después vino risa otra
vez, y en eso me sentí en medio de un Río., pero no estaba en la orilla, sino adentro y nadaba,
nadaba con fuerza hasta que una voz me dijo que me dejara llevar por la corriente del Río.
Después comencé a nadar otra vez y me reía porque el agua me salpicaba la cara. Nade hasta
que desemboco en un mar en el que tuve que nadar más fuerte, hasta que esa voz otra vez me
dijo que me dejara llevar.

Más tarde, sentí un dolor muy grande en mi pecho, y vi en el suelo un mapa muy grande de
toda España, y sobre ese mapa, Jesús mismo caminaba. Jesús estaba llorando, estaba
llorando mucho y me decía que su corazón se duele, se duele por el pecado de esa Nación, y
que mucha sangre había sido derramada, mucha sangre de gente que había ido, pero que esa
sangre estaba clamando por esa Nación, pero esa sangre pedía venganza. Yo le decía a Dios
que no podía con ese dolor, que era muy grande para mí y Jesús me dijo que ese dolor no era
nada comparado con el que tenía Él.

En un instante, Jesús me dijo que derramara lágrimas, que llorara por ellos, que
clamara. Y que Él contaría cada una de mis lágrimas, que contaría cada lagrima de aquellos
que lloran y que lloraron una vez por ellos. Pero esta vez Dios quería lágrimas que ablanden la
tierra.

Nota del Redactor: ese día, Dios nos habló sobre Ezequiel 47:1-12 y Emi hacia como que
nadaba de espaldas y de frente, bajo el poder del Espíritu.

Iván – 23 años
El martes 26 a la noche, fue una reunión como otras que habíamos tenido y casi todos
estaban ya en el piso bajo el poder del Espíritu de Dios hablando en lenguas, cantando en
lenguas, etc.
En mi cabeza resonaban las palabras del que dirigía la reunión: “Este es Su Rio, entra
en él” yo sabía que ese Rio estaba, podía sentirlo y aun verlo, al mirar a mis compañeros.

Pero mi pregunta era: “Sera esto para mí? ¿Yo puedo entrar en esto sin creer y
sintiéndome sucio?” (No sé porque pero cada vez que quiero entrar me empiezo a acordar de
todos los pecados que hice, sin duda que debe ser el diablo) hasta que sentí dentro mío “
Cree!! “ anda al medio! Si quieres el Río metete en el medio! Quema tu orgullo!!

Así que fui al medio del salón y solo comencé a repetir que creía y me nació un grito:
“Creo, creo, creo!!!” Caí bajo el poder y en el piso cante algo conocido pero con otras palabras
que no entendía, estaba gozoso! Un rato después vino una pena, algo triste, no sé porque si
todo era gozo y me vino la imagen de mi Tía abuela y de la novia de una amigo que habían
practicado el aborto, era muy feo y era como si yo lo hubiera hecho, algo muy triste, no podía
parar de llorar y clamar por ello.

De repente, me sentí como si uno mete la cabeza o el cuerpo completo bajo el agua y
se corta todo el bullicio, y había una profunda paz, algo parecido a esto que describo, no se
escuchaba nada más y hubo paz, algo muy gratificante e inigualable para mí.

Carla – 20 años
En los días anteriores Dios obro con su Espíritu en mí ser, dándome lenguas y risa, también a
veces guerreaba en lenguas y hablaba por horas en otro idioma. El martes 26 me sucedió algo
extraño, comencé a sentir una profunda angustia, pienso que es de días atrás cuando fui a mi
casa y vi a mi familia tan “fría” en relación a Dios. Esa fuerte angustia por todos ellos me
impedía reírme y al comenzar el Devocional no tenía animo de nada, ni de hablar con Dios por
toda esa angustia que sentía.
Pablo dirigía y nos guío a danzar y gozarnos en Dios, cuando comencé a hacerlo, era
como si mis pies se movían solos, y comencé a alabar al Rey. Todos empezaron a alabarle, la
mayoría en lenguas, todos lo hacíamos, y también empezó la risa, yo me sentía mal porque
dentro mío estaba esa angustia y por más que quisiera reírme no podía, eso que sentía era
más fuerte que yo. Empecé a expresarle esa angustia a Él, lo hacía y clamaba y lloraba, de pie,
entonces vino Pablo y abrió mis brazos y los levanto, eso fue como si me dieran alas, fue
como si hubiera abierto mis alas, y caí bajo el poder, caí en un Río, ese Río corría muy fuerte
entre nosotros y pude verdaderamente sumergirme en él, aunque no fue por el mover de gozo
sino por el clamor.

Luego, sentí un dolor muy grande en mi corazón, y clamaba y el dolor se hacía cada
vez más fuerte. Clame, pedí misericordia por mi familia, Dios me mostraba a cada uno de ellos
y a la vez que lo hacía, me mostraba el dolor que sentía por ellos. El dolor era cada vez más
grande, pero me dijo que era pequeño, en comparación con el dolor que le había causado esta
Nación y su Pueblo, aquellos que dicen serlo.

Después me mostró como la Iglesia, Su pueblo, juega con Él, como lo crucifican y tiran
sus lanzas en su cuerpo ensangrentado, al darle la espalda, al tener más interés en sus
intereses personales y económicos; y como lo dejan de lado y se van detrás de otras cosas
más “ divertidas” , los jóvenes de esta Iglesia y de otras.

Me mostró que cada vez que nos desviamos y luego volvemos, cada vez que hacemos
eso lo colgamos nuevamente en la Cruz, y así nos pasamos la vida, pidiéndole perdón y nos
perdemos todo lo que Él tiene para nosotros.

Ese dolor era muy fuerte en un momento creí que me moría de verdad, pero Él quería
que mi Espíritu clame pidiendo misericordia por cada integrante de Argentina, por los de la
Iglesia y aun los que han matado, por los que han cometido crímenes, pidiendo piedad, aun por
las mujeres que han matado a sus pequeños bebes que llevaban en su vientre. Dios, a través
del Espíritu Santo, me hacía sentir el dolor que Él sentía cuando ocurrían estas cosas.

De repente, el dolor cambio, era otro tipo de dolor, una angustia muy fuerte pero ahora
no era por gente de afuera, ahora era por los chicos de aquí dentro. Dios quiere que nos
santifiquemos, que honremos Su presencia, y que siempre seamos fieles en todo.

Y aun mi corazón está dolido, es como si una mano o una presión lo oprimiera, está en
todo mi pecho, esta dolorido y no puedo reírme. Aunque cuando quise levantarme, vi a Jesica
inmóvil en el piso y comencé a reírme, ella me pedía ayuda para levantarse y yo no podía parar
de reír. Pero aún me duele, es como si estuviera sensible a todo y a todos.

Realmente puedo decir que el dolor que siente Dios es muy grande por Su pueblo al
igual que el dolor que sintió al ver morir a Su Hijo en la Cruz, por sus amados, por Su creación.

Doy gracias a Dios que me mostró Su dolor por Sus hijos, me demostró cuanto me ama
y cuanta paciencia nos tiene. Doy gracias por Su misericordia, por mi vida y por su inmensa
Gracia con mostrasen mi corazón, está el deseo de llegar a ser algún día una hija en la cual Él
se agrade, seguramente con Su ayuda. Amén!!
Lucy – 16 años
Bueno, la verdad no me es muy fácil expresar lo que me paso y aún sigue pasando.
Desde que me puse en las manos del Señor, y clame por mi Gran fortaleza: El Orgullo, fue a
partir de ese culto que El Señor me llevo a renunciar a mis recuerdos dolorosos, Él ya los había
sanado, pero yo nos los quería dejar. Al fin pude dejarlos atrás, fue un día muy glorioso para
mí, le dije: Y ahora Señor, ¿qué vas a hacer conmigo?
El martes 19 comenzó el devocional y empecé orando y pidiendo al Espíritu que hiciera
algo en mí, le pregunte: ¿Qué harás en mí? Y sentí una voz que me dijo: “ Limpiar la
inmundicia de tu corazón” Yo me preguntaba ¿cómo hago?, y Él dijo “Simplemente déjate
llevar, que yo haré lo demás” Comencé a pedir perdón porque sabía que era pecadora, fue
cuando sin darme cuenta en que momento comencé a expresar lo que mi corazón hablaba y mi
espíritu intercedía pidiendo que me limpiara, en mi cuerpo solo sentía un dolor, el cual ardía,
sentía que todo mi cuerpo ardía, pero sabía que me estaba limpiando. Entonces, Papi Miller se
acercó y comenzó a orar por mí en lenguas, en ese momento sentí libertad en mi ser y la
seguridad de mi salvación, broto un gozo inmenso en mí y estalle en carcajadas, reía sin parar,
entonces mi Padre me enseño a hablarle en su idioma, solo me deje llevar y así lo hice.

El miércoles 20, el devocional comenzó y yo ya sabía cómo entrar en conversación con


Él, y empecé a expresarle mi corazón, después de eso no me acuerdo nada más, me sentía
como en el aire, trataba de agradecerle y no podía, entonces le pedí al Espíritu que me enseñe
y cuando pude darme cuenta, estaba cantando y adorándole pero no era yo, era como que mi
espíritu cantaba y mi cuerpo lo expresaba, mientras cantaba empecé a sentir que corría por mi
garganta hasta mi estómago una frescura como si una cascada corría dentro mío, y sentía que
le agradaba mi adoración. Al terminar, baje del salón y solo podía reírme, hablar en lenguas,
era como que Él quería que guarde eso, entendía el Castellano pero no podía hablarlo porque
sentía que Él me demandaba solo estar con Él ese día.

El Jueves 21, me sentía tan gozosa que no tuve en ningún momento bajones ni nada,
sabía que Él me amaba y me había perdonado y fue simplemente gozarme en Él y darle
gracias, me sentía mareada y gozosa de estar así, decidí renunciar a todo lo que me rodeaba y
darle mi vida para que hiciera lo que Él quiera, no fue fácil, había dolor pero a la vez gozo,
sabía que iba a estar más que segura con El y en sus manos, allí fue cuando deje de estar
conciente, solo estaba con El.

El martes 26 comenzó el devocional cantando todos y dando gracias a Dios por lo que
estaba haciendo, me gozaba en Su grandeza y no podía contenerlo, eran demasiadas aguas, y
me desesperaba al no poder beberlas todas, no las veía pero las sentía y sentía esa frescura,
me goce mucho tiempo.

Luego, en un momento vino un dolor muy grande en mi pecho y sentía el dolor de la


gente que vive en China comunista, que aman a Dios y no pueden expresarlo libremente por
no tener libertad, también luego Dios puso una carga por los jóvenes de Jujuy y también un
clamor por los niños de África, podía ver esos niños hambrientos que no tienen ni para un
pedacito de pan y no podía sacar ese dolor sino gritando y pidiendo misericordia por ellos.

También vino carga por una amiga a la cual nunca le hable de Dios, le pedía a Él otra
oportunidad, mi cuerpo ardía no solo por dentro, sino por fuera, no sentía mi cuerpo, y según
me dijeron, mis compañeras, cuando estuve en la habitación pedía con gemidos sin parar de
llorar por mi madre también, eso yo no me acuerdo, me parece que mi espíritu fue quien siguió
clamando pero mi mente descanso.
Cristian – 22 años
Dios tuvo que quebrar todas mis formas y moldes que tenía, que adquirí en estos años en mi
Iglesia. Después de esto, me llevo a hacer cosas ilógicas, aun al punto llego que mi espíritu se
separó de mi cuerpo, esto no pasaba por mi mente, yo podía ver lo que Jesús hacía con mi
cuerpo y me hizo mucha gracia.
Siempre le pedía a Dios que algún día cuando estuviera con él iba a jugar con Él y le
haría cosquillas, pero fue al revés, Él me estuvo haciendo cosquillas durante más de una hora,
no sabía dónde meterme, me arrastraba por todos lados, me quería esconder pero Él no me
dejaba, hacia lo que quería conmigo, fue hermoso.

Otro día caí bajo el poder del Espíritu y Dios me dio interceder por los niños del Brasil,
yo no sabía pero hablaba en portugués e intercedía por ellos, después del culto al comentar
con mis compañeros, ellos me contaron que veían niños caer en un pozo, otros ir por una ruta
y caer muertos mientras caminaban. Eran niños de raza negra y desnutridos.

El día siguiente, Dios me llevo arrastrando por todo el salón de culto, yo creía que iba
hacia delante y atrás pero me contaron que recorrí todo el lugar. Hubo algo que me impacto:
nunca Dios me había hecho caer con su poder, siempre hubo alguien que me impuso las
manos, pero ahora El mismo soplaba sobre mí y sin darme cuenta estaba en el suelo. Él
cumplió lo que me prometió, me dijo que iba a poner Su boca en la mía, y en un devocional El
tomo mi boca. Pude sentir que no me agradaba que otro usara mi boca, pues tenía mucho
temor de fingir o cometer un error, pero era El que la estaba usando y hacia como quería,
también me hablo y me llamo “Hijo amado”, fue algo hermoso para mí, me dio el privilegio de
ser Su hijo, puso Su marca en mí, el sello que yo venía pidiéndole que ponga. Yo le había
dicho que no quería irme de aquí sin que El no viniera conmigo, y Él me contesto:” No te dejare
ni te desamparare”.

El Jueves 28 a la mañana (devocional) no fue el gozo el que me llevo, ni tampoco Su


poder me toco, sin emociones Él me pregunto: “Me seguirás?” tarde en responderle, no sé
porque tarde, y volví a darle todo a Dios, me pregunto tres veces lo mismo, y las tres veces me
rendí a Él.

Es algo hermoso y a la vez mucha responsabilidad. El Señor me dio un rumbo, me


metió en la huella de Su amor. No sé lo que me va a pasar o lo que pasara en el futuro, lo que
si se es que no lo voy a dejar por nada del mundo, y me dio una tarea que haga y eso lo tengo
que hacer.

Koni – 28 años
Lo que ha sucedido conmigo, no fueron unas experiencias más, sino una MARCA para toda la
vida. Por Su Gracia eterna, El comenzó a visitarme y llevarme al lugar donde Él está. Esto
comenzó en el Devocional del día 19 de Octubre.
Todos estábamos orando en voz alta, buscando a Dios, entonces el Hermano Pablo
vino a orar por mí y dijo: “Señor, si Tu no haces nada, nada podemos hacer nosotros, convierte
la letra muerta en Espíritu vivificante dentro de ella, porque ha intentado hacer de todo, pero no
pudo. Más Tú has visto sus lágrimas."” Esas palabras me tocaron mucho. Era así Entonces yo
comencé a gritar y llorar delante del Señor:
”Señor! Líbrame! No quiero ser una farisea religiosa que vive en la hipocresía y en el
razonamiento, yo quiero tener una relación real contigo, Cambia mi ser! Quiero vivir en la
esfera espiritual, La esfera de la fe..”
Caí al piso llorando y pidiendo a Dios Su misericordia, en ese momento “Papi” Miller se
acercó a mí y me dijo: “El Espíritu Santo esta en ti, no hables chino, ni inglés, habla el idioma
que El Señor te da.”
Deje de pedir y por la fe empecé a hablar en lenguas (yo había recibido lenguas antes,
pero esta vez estaba totalmente “fuera de mi control”), me lleno el Espíritu de gozo y me reía.
Reía como una niña feliz. Sentía que era como una nena de 2 o 3 años, y estaba en el cielo,
jugando con Jesús a “la mancha”. En un momento vino a mi mente una canción que cantan los
hermanos en China que dice:
“ Cuando el Espíritu esta en mi corazón, Quiero saltar!
Cuando el Espíritu esta en mi ser, quiero volar!
No hay dolor ni tristeza, Que feliz que soy!
Parece que estoy en la nube flotando
Que hermoso! Qué bueno!
El Gran Espíritu Santo, Tu eres maravilloso
Que hermoso! Qué bueno!
Mi corazón fue derretido totalmente en Ti.”

No sé cómo fue la circunstancia cuando escribieron esta canción, pero esta expresa
perfectamente lo que sentí en aquel momento.
En el devocional del día 20, pedí al Señor que me sellara con Su Espíritu Santo. En un
instante me caí en el piso y sentí el mover del Espíritu en mí como un fuego, hable en lenguas
sin poder parar. Él tomaba el control de todo mi ser. De repente, empecé a reírme y entonces
escuche la voz de Dios que me decía:
“Cuando estés en la persecución en el día de mañana, estarás gozosa y riéndote como ahora”
Me goce aún más al saber que Él estaría siempre conmigo, en todo tiempo.
Dios nos ha estado visitando por semanas, pero el día 27 en el devocional, solo había una
oración constante en mis labios: “ Jesús, te amo! Jesús, te amo! Por favor, que Tu amor no se
aparte de mí, solo eso te pido, que nunca, nunca quites ese amor por Ti en mí, no puedo vivir
sin ese amor.”
En un momento, escuche que el Pastor Juan Miller decía: “Padre, este es el día que
han esperado tanto y Tú has venido.”
Él hablo a nuestro espíritu del relato bíblico del encuentro del Siervo fiel de Abraham y
Rebeca, si ella seguiría adelante para encontrarse con Isaac y estar siempre con él. Sabía que
era para mí, que llegaba el momento en mi vida de ser marcada para siempre. Estaba tan feliz,
sentí que el Espíritu Santo ponía un anillo de compromiso en mi dedo, y que a partir de ese
momento, soy de Jesús, Soy suya!! Nada ni nadie nos puede separar (Rom.8:35-39) Es una
relación real de amor, no religiosa, he decidido ir en pos de Él.

Vidu – 22 años
Fue en uno de los devocionales en que yo tome conciencia por primera vez de la obra
de la Cruz. Me encontraba sentada en el piso, luego de caer bajo el poder y gozarme, pero en
un momento determinado comencé a llorar y llorar sin poder contenerme.
Jesús me mostraba Sus manos, lastimadas, y yo sabía que esas lastimaduras eran por
mi vida, yo me podía ver clavándole sus manos y pies, sabía muy bien que no eran los
soldados los que lo hacían, sino que yo misma era, Al mismo tiempo que lo hacía, mis manos y
mis pies me dolían mucho, era un dolor que nunca había experimentado.
En un instante, me podía ver entre la multitud de personas que lo apedreaban,
insultaban y escupían a Jesús cuando El cargaba esa Cruz, yo sabía que era una de esas
personas que también estaba haciéndolo allí.
Mientras estaba viviendo esto lo único que podía hacer era llorar y llorar como nunca lo
había hecho antes y las únicas palabras que salían de mi boca eran: “PERDON”
Como pude, me levante del piso y vi que alrededor mío no había nadie, el devocional
ya había terminado, entonces me fui a mi pieza pero casi sin poder caminar y llorando
continuamente.
Mis compañeras que me encontraron en el camino me llevaron hasta mi cama y allí me
dejaron porque yo seguía llorando de forma inconsolable.
Luego de un rato de estar allí pude ver que desde el cielo venia una Gran Luz, era algo
resplandeciente, y yo sabía que era Jesús que a pesar de todo lo que yo le había hecho, El
igual me amaba y me perdonaba.

La visita del Angel


Lo que sigue es un relato de una visitación especial dentro de la visitación de Dios en
Octubre-Noviembre de 1999, revelado por sus participantes a comienzos del año entrante,
porque Dios no les había permitido revelarlo antes.

Carla – 20 años
Luego de uno de los cultos, el Jueves 28 de Octubre, volvimos como pudimos a las
habitaciones, bajo el efecto del Espíritu de Dios, hablando en lenguas y riendo. Esa noche la
presencia de Dios era muy grande. En la habitación contigua a la mía, Gladis, la cual no podía
parar de hablar en lenguas acostada en su cama, me llamaba, pero yo no le entendía mucho,
sé que me decía algo sobre China. Se paró y abrió la ventana porque me dijo que estaba
esperando a los ángeles. Mientras tanto, Koni estaba acostada, casi dormida. Acudí a la
habitación, Vane, que estaba en la otra punta del corredor y ebria en el Espíritu, también vino
porque sintió que Gladis la llamaba. También acudieron al mismo tiempo Marian, Gise y Naty.
Nos sentamos en el piso e intentábamos hablar de lo que pasaba en el culto. La luz estaba
apagada. Gladis se desesperaba por decirnos algo en lenguas. Empezamos a orar por China,
porque ella repetía esas palabras. Marian comenzó a recibir interpretación (ella tiene el don) En
un momento, una dulce presencia descendió y una luz invadió el lugar, pero venia del exterior,
era una luz extraña pero que nos daba paz. Esa luz entraba, y se sentía viento, como cuando
alguien mueve sus alas. Gladis comenzó a hablarle a Koni acerca de China, a través de
Marian.
Luego comenzó a decirnos cosas a todas. Nos dijo que habría un segundo año de
Seminario, que ese año sería diferente. También que El quería que estuviéramos todos sin
excepción, porque de aquí nos llevaría a muchos lugares a compartir lo que El había hecho. El
quería que ninguno quedara afuera, pero que había todavía algunos que dudaban, y duros con
El. Dios quería entrar en ellos con Su Espíritu Santo, pero ellos están duros. El Espíritu de Dios
clama, sufre y llora por ellos porque los ama tanto que no los quiere perder. Dios quiere cumplir
su propósito en cada uno de nosotros. Nos pidió que oráramos por ciertos estudiantes y luego
nos pidió que oráramos por los Coordinadores, porque aún había dudas y tenían temores, pero
Él dijo que El los había puesto en ese lugar.
Luego nos dijo que Él estaba allí, que había ángeles en ese lugar. Se hizo un silencio, y
sentíamos como el agitar de alas, no las veíamos pero las sentíamos.
Luego Él nos vistió como con un manto de poder a cada una y nos dijo que lo quería dar a
todos, esto nos cubría enteramente.
Luego comenzó a hablarnos específicamente a cada una sobre nuestras vidas. A mí
me tocó la cabeza en una forma muy dulce, me llamo por mi nombre y me dijo que tendría
hijos, y que ellos tendrían herencia en El, que sus vidas serian para El y serían usados por El.
Luego que lo hizo con cada una de las presentes, comenzamos a alabar en canción.
Luego de eso, escuchamos a Gladis hablar claramente y decir: “Gabriel, es hora de
volver a casa”, y cuando Mariana termino de decirlo, fue inmediato, algo se levantó, se sentía el
aleteo de alas yéndose, pero Él nos dijo que dejaba guardianes en este lugar y para cada una
de nosotras. Dios prometió que no vendría a buscarnos hasta que Su propósito se cumpla en
cada una de nosotras, y que no comentáramos esto hasta que las cosas que nos había dicho
comenzaran a cumplirse.

Gladis – 29 años
Después que término el culto me fui a dormir pero no podía dejar de hablar en lenguas.
Pensé que pasaría todo pero cada vez era más fuerte. Sentía que todo mi cuerpo temblaba.
Sentía una presencia en mi habitación como si alguien estuviera a mi lado. En un momento me
encontré llamando a Koni y ella se acercó, al rato había siete en ese lugar. Dios comenzó a
darnos promesas a cada una de nosotras. Marian podía interpretar correctamente lo que yo
decía, lo cual no entendía pero entendía que la interpretación era correcta. En un momento yo
misma me señalaba con el dedo, Dios me exhortaba diciéndome que crea lo que estaba
diciendo, que era El que estaba hablando, comencé a llorar y a pedirle perdón, en ese
momento Dios me dio promesas, dijo que usaría mi vida de una manera que yo no imaginaba.
Después me pidió que oráramos por algunos chicos que todavía no habían podido abrirse,
muy en especial escuche como el Espíritu de Dios lloraba por uno. También me dijo que
oráramos por los Coordinadores.
Nos dijo que habría otro año, que nos iba a dar una doble porción para el año 2000.En un
momento escuchamos ruidos de alas de los ángeles cerca de la ventana. Toda la habitación
estaba iluminada, y nos invadió una paz que llenaba nuestros corazones.
Cuando termino de hablar Jesús, dijo:- Gabriel, es tiempo de volver a casa –todas pudimos
sentir al mismo tiempo que algo se levantó. Cuando todas las chicas se fueron yo quede muy
sorprendida. Sentí una voz como nunca antes había sentido, y no pude dejar de adorar a Dios
hasta muy tarde.

Naty – 20 años
Esa noche Su presencia era muy grande. Cuando estuvimos todas juntas, Dios comenzó a
hablarme a través de Gladis y Marian a mí. En ese momento yo tenía ganas de llorar por lo que
estaba sucediendo, y me dijo que no reprimiera lo que sentarme dijo que antes que me formara
en el vientre de mi madre Él ya me había escogido. Me dijo: “ No llores más , pequeña, porque
Yo ya sufrí por ti, no quiero que recuerdes más el pasado, cuando pensabas que estabas sola
Yo estaba contigo, cuando esa persona que tanto daño te hizo, en los momentos más
peligrosos Yo estaba contigo, siempre, a pesar que cuando lo contaste a tu madre no te
comprendió, Yo si lo hice. No llores más, pequeña, todo lo que sucedió es para ayudar a
aquellos jóvenes que han pasado y que están pasando lo mismo que vos. Te enviare a otros
lugares y yo iré contigo. Yo tengo una persona preparada para ti y tendrás hijos.
Luego me pidió que le contara lo que estaba en mi corazón y que no dejara de contarle
nunca, me dijo “Soy tu Padre”. Su manto descendió sobre mí. Él nos puso un ángel a cada una
de nosotras para que nos ayude en la tarea que Él nos encomendó, dijo que no vendría a
buscarnos hasta que hayamos cumplido lo encomendado aquí en la Tierra. Luego, pensamos
en contarlo, pero, pero Él nos dijo “No, hasta que comience a cumplirse lo dicho” Nos dijo “Esto
no es un juguete, es algo serio y frágil para Mi”
Nos fuimos a dormir pero la presencia sobrenatural nos acompañó toda esa noche.

Marian – 25 años
Luego de que el Espíritu de Dios obro en el culto, su obra seguía aunque nos fuimos a dormir.
Nos reunimos en la habitación de Gladis, ella nos llamaba, nos quería decir algo, Dios me hizo
entender lo que decía a todas nosotras. La Presencia de Dios era cada vez más fuerte, era
algo sobrenatural que iluminaba toda la habitación, mientras comenzamos a escuchar el aleteo
de ángeles, no era visible a nuestros ojos naturales pero lo oíamos.
Comenzó a dar palabras específicas a cada una de nosotras y luego dio palabras acerca del
Seminario, estas fueron:
Confirmación de un 2º año
Todos debíamos estar allí
Debíamos orar por el Coordinador y su familia porque habían sido escogidos para lo que
Él iba a traer.
También nos guio a orar por un grupo de estudiantes que debían definirse, y por un
estudiante en especial, el Espíritu comenzó a llorar y a poner carga sobre todas nosotras.
Luego nos habló que viajaríamos alrededor de la provincia de BsAs para ayudar, después de
esto descendió un manto sobre nosotras y prometió un doble manto sobre los chicos. También
nos dijo que el año entrante nos llevaría un paso más adelante.
Todo era muy sorprendente, pero muy real al mismo tiempo. Gladis que hablaba en lenguas
y daba el mensaje comenzó a dudar de lo que le era indicado decir, entonces el Espíritu le
exhorto a ella misma creer lo que estaba diciendo.
Sería muy largo contar todo lo que sucedió esa noche, pero lo que más nos impactó en
nuestro espíritu, fue cuando el Espíritu de Dios comenzó a despedirse y se escuchó decir:
“Gabriel, es hora de volver a casa”, cuando termine la interpretación, una quietud nos envolvió,
la luz y el sonido de aleteo que nos había acompañado todo el tiempo comenzó a
desvanecerse, pero una paz inexplicable nos quedó, inundando nuestro ser. Vale recalcar que
las promesas dadas se han ido cumpliendo y otras estamos esperando se cumplan.

Algunas de las Canciones dadas por el Espíritu de Dios en Lenguas,


Interpretadas durante este tiempo:
Gracias por Tu amor / Gracias porque vienes / Gracias porque te quedas, y aún falta mas

Gracias mi corazón te da

Te entrego el trono de mi corazón para que reines

Sé que adonde vaya Tu amor no me dejara

No me puedo esconder de Ti

En tus sendas me haces andar

Habrá una mañana para mí

Donde blanca me presentare ante Ti

Tu amor me cubrirá y me limpiara.

Mi voz escuchas ya / Es para ti mi amor


Por eso estoy aquí / mostrando mi amor

Escucho un gran clamor / morí en una cruz por tu paz

Por eso mira mi Cruz / en ella hay salvación, te cubrirá

No pierdas de vista mi amor / voy para tu salvación

Nadie sabe dónde vas / Yo te cuidare, Yo te guiare

No te perderás, conmigo estas, / Donde lo mires El esta

Él es igual, ayer, hoy y por siempre

No tiene fin / No cambia.

Hay muchos testimonios más sobre este tiempo, donde El Señor obro y hablo a muchos.
Esto es solo una pequeña muestra, de las cosas que como tesoros Él ha hecho en los
corazones de Sus hijos, cosas que perduraran por la eternidad.
Si este escrito ha sido de bendición para su vida y quiere comunicarse con nosotros, no dudes
en escribirnos!

Envíelo a anibaldi@gmail.com

O búsquenos en Facebook, bajo el nombre del Autor.

Acerca del Autor:

Los Pastores Pablo y Miriam Anibaldi comenzaron


ministrando como Músicos en la Iglesia Peniel Mar del
Plata desde el año 1983; a partir de 1993 colaboraron
como Lideres de Jóvenes de la misma congregación, y
Directores de Alabanza; hasta que fueron designados
Coordinadores del Seminario Bíblico Peniel de
Argentina desde 1998 hasta el año 2000, ya en la
ciudad de Buenos Aires. En el año 2002 viajaron como
misioneros hacia Querétaro, México, donde lideraron el
CCM (Seminario Local) del Ministerio Visión
Internacional. En el año 2003, se radicaron en Sevilla
(España) donde ministraron en las Iglesias locales, más
tarde en el año 2006, fueron designados Pastores de la
congregación Peniel en Barcelona. A través de ese
tiempo realizaron Campamentos de Jóvenes y
Conferencias en Europa. A partir de Octubre del 2011, el Señor les guio a regresar a Argentina.
Actualmente, son colaboradores Pastorales en la Iglesia Peniel en San Justo, Buenos Aires.
Tienen 3 hijos: Ana Paula (21) Gianluca Ezequiel (18) y Gabriel Stefano (9).

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