Você está na página 1de 2

IMPERIO OTOMANO

El mundo moderno y contemporáneo de la era Moderna, Gloria M. Delgado. Editorial Pearson.


Alumna: Mariana Rios Hernández 2EM2
1. ORIGEN Y EXPANSIÓN
Los orígenes del que llegaría a ser un vacío imperio cuya duración se prolongaría hasta 1924, fueron en principio muy
modestos. Ene l siglo XII, los otomanos era un grupo de turcos de religión musulmana, que habitaban un principado
muy pequeño en la región de Anatolia, situado entre las ciudades de Doriles y Nicea, junto al mar de Mármara. A fines
de ese siglo un líder llamado Osman o Utman, c inspirado por la ideología islámica de la guerra santa, combatió al
Imperio Bizantino y a los tucos selyuqles, logrando conquistas que le permitieron apropiarse de territorios vecinos y
extender las fronteras del principado.

A la muerte de Osman en 1324, su hijo Orján se puso al frente del principado con el titulo de sultán, continuando con
gran éxito la serie de conquistas iniciadas por su padre. En 1326 tomo la ciudad e Bursa y en 1330 capturo Nicea,
convirtiéndola en capital del principado. Siete años más tarde, orján conquisto Nicomedia, a orilla del mar de Marma.
Con estas hazañas, los otomanos consiguieron apoderarse de una zona de vital importancia para el Imperio Bizantino,
desde donde se controlaba el acceso a la ciudad de Constantinopla, capital de Bizancio. Para 1362, fecha de la muerte
de Orján, el Estado otomano se hallaba sólidamente establecido en la región y se había extendido hacia el noroeste del
estrecho de Bósforo, al ocupar la ciudad de Adrianopolis.

El Imperio Otomano alcanzó su punto de mayor esplendor entre los siglos XVI y XVII, abarcando parte del Sudeste de
Europa, del Medio Oriente y también el norte del continente africano. Estaba dividido en 29 provincias además de
poseer tres estados vasallos: Valaquia, Transilvania y Moldavia, y sus fronteras limitaban con Marruecos, Sudán, Somalia,
Arabia, Etérea y el Mar caspio. Pero aparte de las conquistas territoriales, el Imperio Otomano adquirió los conocimientos
de los pueblos que anexionaba y los desarrolló aún más, destacando sus aportaciones en campos como la
administración, la arquitectura, las ciencias o incluso la gastronomía, lo cual llevó a crear una identidad cultural propia
y única.

La llegada del siglo XIX trajo consigo el principio del fin para el imperio, cuando el auge del nacionalismo y las ansias de
independencia dentro de sus fronteras comenzaron a hacerse incontrolables. A su desgaste también contribuyeron la
Primera Guerra Mundial que agotó gran cantidad de recursos y la aparición de movimientos de corte revolucionario. El
día 1 de noviembre de 1922 se abolía el sultanato, y un año más tarde desaparecía también el califato. El 23 de Octubre
de 1923 nace oficialmente la República de Turquía, aunque su extensión tras las escisiones distaba ya mucho de lo que
antaño abarcase el imperio

2. EL ESTADO OTOMANO
El Estado Otomano, el Estado Político, estaba dividido en treinta y seis gobiernos generales, Vilayatos, su
gobernador se denominaba Wali, y llevaba el título honorífico de Pacha, subdivididos en Sanjak, el
gobernador, se denominaba Kaimakan, dependía del wali, los sanjaks estaban subdivididos en “cazas”,
gobernados por un “mudir”. Analógicamente, Regiones, Provincias y Municipios.
El actual Estado del Líbano en la época del Estado Político, formaba parte de dos vilayatos, el Vilayato de
Damasco del que dependían, como sanjak Sidon, y Beirut. El Vilayato de Trípoli del que dependían Homs y
Hama, en la actual Siria. Sidón, en 1660, fue elevada de categoría pasa de sanjak a Vilayato, del que
dependió el Monte Líbano. Los actuales “libaneses” durante este periodo están instalados en tres partes de
este. Una zona montañosa, el Djebal (Montaña), un gran anticlinal de calizas jurásicas, de unos 170 Km2
cuya mayor altitud es de 3.089 metros que corre paralela a la costa Mediterránea. En esta cordillera se
encuentran instaladas tres comunidades diferenciadas por la religión, la maronita, la drusa, la griega
ortodoxa.
El centro y sur del Djebal, fue conocido, hasta finales del XVIII, como el Monte Druso, y a partir del siglo XIX,
como el Monte Líbano, del que tomara el nombre el actual Estado. Dependía de Damasco hasta 1660 que
pasó a depender del nuevo Vilayato, el de Sidón. La comunidad ortodoxa asentada en el norte del Djebal
dependía del Vilayato de Trípoli. La comunidad maronita y la drusa asentadas en el Centro, Monte
Líbano/Monte Druso, convivían bajo un régimen político prácticamente autonómico, denominado
“emirato”. El emirato es una vieja institución árabe que procede de la autoridad que ejerce el jefe, el Emir –
del verbo “amara”, ordenar, de aquí emir, el que “ordena”-, manda por delegación del califa sobre las
poblaciones. El emir, es un cargo político, el emirato, por tanto, no es una división administrativa, el Monte
Líbano, administrativamente dependía del Vilayato de Sidón.1 Al Este del Djebal, en un profundo sinclinal,
un valle, de connotaciones bíblicas, el Valle de la Bekaa. En el Valle vivían tres comunidades, también
diferenciadas por la religión, los chiitas, los sunitas y los griegos católicos, también conocidos como
unionistas o melkitas. Dependían del Vilayato de Damasco. Por último, la costa mediterránea, la zona se
conocía como las “Tierras del Estado” porque las dos comunidades que la habitan, la sunita y la griega
ortodoxa, dependen directamente del wali de Sidon y Trípoli.
Sus poblaciones no tendrán ningún protagonismo político hasta 1900 cuando el Estado Otomano entro en
“caída libre”. Las comunidades religiosas mencionadas, sunitas, chiitas, maronitas, griegas ortodoxas, y
drusas, no formaban parte, hasta 1919, del Estado Otomano, no estaban sometidas al Estado Imperio
Otomano, eran el Estado-Imperio Otomano. Ellas lo hicieron viable hasta 1918. Las comunidades religiosas,
Naciones, las llamó el gobierno de su Estado, se mantuvieron independientes a lo largo de los 6 siglos,
1453-1923, que duro su Estado. No sufrieron ningún proceso de uniformidad ni en su religión, ni en su
lengua, ni en sus leyes. Sabido es que el patriarca de Constantinopla ejerce jurisdicción civil y administrativa
sobre sus correligionarios, de suerte que todos los litigios de los griegos son llevados al tribunal del
Patriarca. El Imperio Otomano, es un Estado federal de “naciones”, microestados, que han realizado un
pacto, un foedus, para formar el Gran Leviatán.
El Estado otomano estaba organizado, pues, federalmente con la diferencia de que, si entendemos por
Estado federal el compuesto por “naciones”, con unos límites geográficos determinados, cuyos poderes
regionales gozan de autonomía para administrar la jurisdicción territorial. En este caso, el estado federal
estaba formado por “naciones” con una organización interna, semejante a un Estado, con una
particularidad no están asentadas en una zona determinada, sino diseminadas por toda la tierra que
conforma el Estado. Allí donde este un miembro de su comunidad estará sometido a las leyes de su
comunidad, nunca a las de la comunidad mayoritaria de esa zona.

Esta estructura, hundió tan profundamente sus raíces que los Estados por Adquisición no ha podido
romperla. - Le Liban esta une démocratie consesensuelle basée sur la repréntation de communautés
religieuses non territoriales, c’est à`dire disséminée sur tout le territoire national.
El gobierno de su Estado pasó al acervo universal con el nombre de La Puerta Sublime. Su cometido era
estrictamente el de protección los hombres acuerdan entre ellos mismo someterse voluntariamente a algún
hombre o una asamblea confiando que serán protegidos por ellos frente a los demás. Cuando transgredió
este cometido, las comunidades le retiraron su “confianza”. Fue el comienzo del fin del Estado Otomano.

Esto tuvo lugar a partir de las Reformas Tanzimat. 1837 y culminara en 1919. Es el espacio temporal, que
abarcaremos para el análisis del Estado Político Otomano. Si para estudiar la formación de los Estados
occidentales, el Estado-nación, hay que partir del proceso que puso fin a la estructura feudal propiciando la
unión de condados, principados y reinos, primero en una unidad territorial, después jurisdiccional. En el
caso del Estado Otomano sucede lo mismo. Hay que partir de las partes, en este caso, no condados,
principados y reinos, sino naciones religiosas, para llegar a comprender el fracaso de la constitución de un
todo a semejanza del Estado Nación europeo.

Você também pode gostar