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Las Escuelas moralistas fundamentan el derecho en una autoridad bien

determinada (Dios, naturaleza, razón humana) que no tiene un carácter histórico, y


no es un producto político. Para tales escuelas el derecho es inmutable, estable y
permanente.
Empezamos pues con la Escuela Medieval o Teológica que es considerada la más
importante de las escuelas moralistas, esta escuela considera el derecho natural
como inmutable, estable y permanente aunque para ciertos autores cristianos el
susodicho no pueda ser observado directamente desde la naturaleza. Esta escuela
promulga que los hombres son considerados como mortales en cuanto el mundo
sea considerado como inmortal , y básicamente corresponde a la idea del
iusnaturalismo griego donde la naturaleza con sus leyes y limites se impone a los
seres humanos ; sin embargo existe otra cosmología más moderna que la filósofa
Hannah Arendt denomina “cosmología cristiana” y en la cual el hombre es colocado
en el centro del mundo , pues este es considerado como inmortal , colocándolo asi
en una posición de superioridad ante los demás seres.
La escuela teológica considera además el derecho natural como inmutable, estable
y permanente de tal manera que el Dios cristiano a al hombre el poder de dominar
el mundo y con él un código de leyes. Es evidente pues que la religión afectó la
sociedad feudal de Europa hasta el punto de exhortar a los intelectuales hacia una
serie de concepciones sociales que marcarían el paso a una nueva era.
Por otro lado tenemos la Escuela Racional que ocurre en el periodo racionalista a
partir del siglo XVI y hasta el siglo XVlll. Con esta corriente se desarrolla la economía
capitalista y surgen importantes avances en las ciencias exactas debido a la
aplicación de métodos experimentales; con esto vemos pues cambios políticos que
repercuten en áreas humanas y sobre todo en la filosofía. Este racionalismo
mantiene que el derecho constituye un orden preestablecido y derivado de la
naturaleza del hombre y la sociedad, noción que se aparta evidentemente de las
concepciones religiosa y/o espirituales que tocamos atrás con la escuela teológica.
La razón humana entonces es el único medio adecuado para descubrir los
fundamentos del orden jurídico natural, ya que los autores de la época resaltan la
capacidad de raciocinar, ponderar y reflexionar del hombre.
Con esta innovación los designios de Dios quedan en el olvido parcial y la
importancia de la razón humana asciende considerablemente, sin embargo Dios
queda en el “olvido parcial” porque estos autores aun no lo descartan ya que al no
adjudicarle a este las normas y los códigos sociales, le adjudican la capacidad de la
razón como don que Dios otorga al hombre. Para explicarlo mejor me tomo la
molestia de citar al autor Antonio Manuel Hespanha, quien con palabras sofisticadas
define el surgimiento de este nuevo movimiento: “la ciencia jurídica se vuelve laica,
y desarrolla una intensa actividad metodológica para reestructurar sus modos de
pensamiento”.
Así pues culminamos con las dos escuelas moralistas más representativas y en sí
las que en efecto describen la evolución de la sociología del derecho desde un punto
de vista moral/metafísico a uno más racional que da paso directo a las escuelas
contemporáneas que a continuación veremos.

Bibliografía:
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com

http://www.ecured.cu

http://seborania.blogspot.com.co

“Manual de Sociologia Juridica” – Ana Lucia Sabadell

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