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Actividades de Medición

Matemática en el Nivel Inicial


El Nivel Inicial se ha convertido en el primer espacio y tiempo donde, se producirá, con
intencionalidad la iniciación matemática de nuestra infancia, revittiéndose así la creencia
generalizada de considerarlo como un período preparatorio de la escolaridad que
comenzaba en primaria.
Los saberes matemáticos —de tan larga trayectoria histórica- se presentan en el seno de una
cultura. Los niños, desde muy temprana edad, toman contacto con múltiples estímulos de su
cultura, entre los que el lenguaje de los números, de las formas, de los movimientos, de las
representaciones, les es requerido permanentemente.
El quehacer matemático de Inicial estará vinculado con la organización y ampliación de sus
experiencias cotidianas relacionadas con los conocimientos matemáticos que
informalmente y de forma aislada e inconexa vienen construyendo. En tal marco, podrán
establecer relaciones y representaciones mentales que son condiciones necesarias para la
construcción de dichos conocimientos.
En este contexto, se hace necesario pensar la Matemática como un proceso de pensamiento,
no como una acumulación de resultados; ello implicará abarcar a todos los alumnos, no
solamente a algunos.
Los niños, como los adultos en variadas situaciones, no necesitan definir los conceptos para
poder usarlos. No necesitan efectuar clasificaciones, señaciones, correspondencias como
requisito para leer, para escribir..., en síntesis, para usar el número.
Los niños progresarán en la construcción de los números, de las formas, de las relaciones,
porque la necesitarán para resolver situaciones problemáticas que les resulten interesantes;
y en esta actividad estarán dando sentido a los conocimientos matemáticos.
Pero además, estarán aprendiendo un modo de trabajo matemático, que designamos como
hacer Matemática, que sintetiza las múltiples acciones desplegadas ante un problema, como
por ejemplo: darse tiempo para pensar; buscar datos, materiales, alternativas; hacer dibujos,
gráficos; discutir, explicar o comunicar 10 que ha hecho; aceptar errores; valorar su trabajo
y el de los compañeros.
La maestra se encontrará con nuevos o viejos contenidos, pero mirados desde otra óptica, 10
que lleva implícito un nuevo modelo pedagógico, que no es lo mismo que mejorar el
existente.

En el niño la iniciación a la medida comienza desde su nacimiento


En el niño todo conocimiento supone - para consumarse - una participación y comunión
intensa con la experiencia, un contacto permanente con la materialidad de su vida cotidiana.
En ese contexto, todo aquello que lo rodea le brinda, ocasiones y fuentes de aprendizajes.
El niño capta el espacio y las cosas de manera subjetiva, las deforma de acuerdo con sus
propias dimensiones y las transforma, interpreta y “mide” según su imaginación, sus
intereses, sus afectos. Vive observando, comparando, relacionando.

La medida del objeto


No se mide el objeto. Al medir- y dar el número que es la medida- estamos valorizando
cuantitativamente una cierta cualidad del objeto, una particular magnitud abstraída del
mismo. Se nenecita aislar, en el objeto considerado, cierta magnitud pasible de medición;
poder medirla de manera no ambigua, con criterios estables con el tiempo.
Al medir el largo de una mesa, dejamos de lado su ancho, su peso, su altura, espesor de su
tabla, su superficie o el volumen que ocupa.
No se trata de “ la mesa mide se trata de “ la medida del largo de la mesa es. .
En el quehacer infantil, “medir” longitudes, pesos o capacidades significará, en la mayoría
de los casos, manipular los correspondientes objetos y, en cierto sentido, los
correspondientes modelos concretos que juegan como unidades.
En ese accionar con los objetos, se va enriqueciendo el sentido de la medida: objetos que
perceptivamente son diferentes (un lápiz, una maden'ta, un señalador, una bombilla) pueden
resultar equivalentes en cuanto a cantidad de longitud ( “miden lo mismo” ). Un bloque de
madera, un paquete de caramelos, una piedra, un pote de tempera, una revista, pueden
equivaler en cuanto a su peso.

La estructura conceptual de la noción de tiempo


Interrogantes acerca de la comprensión de su medida:
El niño ¿Ordena temporalmente los hechos?; ¿Qué significado tiene, para él, términos
como despacio, rápido, apurado; antes, mientras, después; ahora, ya, durante; rato,
momento; sucesión, siguiente; hace mucho, hace poco; ayer, hoy, mañana; la semana
pasada, el mes que viene; simultáneo, contemporáneo?
¿Cuándo dos intervalos de tiempo son iguales? ¿Cómo identificar el inicio u origen de un
intervalo? ¿y al final?.
¿Puede manipularse el intervalo a medir, para compararlo con el inte1valo-unidad que se
haya adoptado?.
Cuando el niño haya construido y consolidado la idea de duración y un dominio
sig1úficativo de su medida, habrá recorrido un largo camino. Se inició con el cúmulo de
experiencias personales, familiares y sociales vividas desde su nacimiento; se fue
afianzando con criterio subjetivos teñidos de afectividad. En ese transcurso, no habrá
precisado, para manifestarse, de las unidades “sociales” de la cultura adulta, su prioridad, el
evaluar la duración, no ha sido su cuantificación según correspondencias arbitrarias
preestablecidas. Su intuición o apreciación de cada medida habrá sido influenciada, en no
pocos casos, por las apariencias o los intereses. Llegará el tiempo, para cada niño, de dar
espacio a la objetividad, de reconocer la ventaja y la comodidad de algunas convenciones,
de afianzar el modelo numérico necesario para expresar las medidas, de sentirse
sig1úficativmnente integrado con ese aspecto de los usos y las costumbres sociales.

Actividades de medición:
- Rellenar el alimento y el agua para las mascotas del aula (y hacer una tabla con la
cantidad que comen).
- Usar cucharas y tazas de medición para ayudar a preparar y repartir las meriendas.
- Usar cronómetros para ayudar a turnarse (por ejemplo, a usar la computadora o para
compartir juguetes populares).
- Mirar un indicador de lluvia o termómetro e informar a la clase sobre los resultados.

Juegos para usar algunas habilidades de medición.


- Juegos que incluyan distancias (juegos de tejo o pata renga, perseguirse.(bolsitas para
tirar).
- Usar un cronógrafo o cronómetro para carreras de relevos y otros juegos

Actividades que se relacionen con la medición.


- Proveer instrumentos de medición (aro para medir, regla, cuentagotas, balanza, reloj)
para que los niños los estudien o los usen en el juego dramático.
- Los palos que usan en variados juegos motores pasan a ser “unidades convencionales” y
los niños construyen las distancias entre una pared y otra, el largo del patio, el ancho del
arenero. Algunos trabajan solos, otros en pareja. Discuten, cambian, corrigen.
- Un niño deja el palo y mide con pasos o pie a pie. La participación de la maestra da
cause a inquietudes, dudas o hallazgos que se van produciendo. Nace y crece el diálogo,
aflora la expresión: la medida cobra estatura.
- Se da lugar a cuestiones interesantes: ¿todos obtiene la misma medida? ¿Cómo la
expresa cada uno?. Si la medida no da “justa”, ¿aparecen “múltiplos de palo? ¿cómo se
expresan las aproximaciones? ¿Cómo se redondea? ¿Son cuidadosos al “cubrir” el
tramo a medir? ¿aparecen medidas “mixtas”? (“tres palos y dos pies”)
- La recreación de juegos tradicionales (balero, trompo, zumbador) prodiga interesantes
actividades. La preparación y el armado de diferentes baleros (el bale-tubo, el bale-lata,
el bale-tapa, el bale-doble) y los juegos posteriores multiplican estimaciones de fuerza y
distancia. Los juguetes giratorios permiten concretizar duraciones.
- Ayudar a los niños a utilizar objetos inusuales (las manos, una cuerda gruesa, los
zapatos, bloques de unidades) para describir el tamaño de los muebles, edificios de
bloques, el patio de recreo y los compañeros.
- Ofrecer tableros con patrones geométricos, juguetes que se encajan, engranajes, bloques
para armar, juguetes que se apilan, baldosas para mosaicos y trozos cuadrados de tela
para usar durante "el tiempo de elección libre".
- Proveer tubos y recipientes transparentes para el juego con arena y agua.
- Ofrecer cantidades específicas de pintura. "¿Podrían dos cucharadas de pintura para
dedos cubrir toda tu hoja de papel? ¿Qué piensas?"
- Invitar a los niños a ofrecerse como voluntarios para que los compañeros adivinen su
peso, luego compruebe sus estimaciones usando una balanza o báscula. Ayudar a hacer
una tabla con sus estimaciones y hallazgos. ¿Notan ellos cambios en su exactitud?
- Ayudar a los niños a notar los tamaños al hacer vestidos, disfraces 0 ropa para muñecas.
- Invitarlos a crear modelos a escala de objetos usando barro, trozos de madera, cajas o
cartón piedra.
- Cortar tiras de papel de diferente longitud y establece una sedación.
Pensar en la medición.
Utilizar el lenguaje de la medición: unidad, llenar, carga, balanza, metro, área. Pida a
los niños que comparen cosas: ancho 0 angosto, pesado o ligero, lejos o cerca, ahora o
más tarde.
Utilizar las preguntas de los niños para empezar estudios a fondo de cómo y por qué la
gente mide cosas. "¿Contienen todas las bolsas de almuerzo la misma cantidad de
cosas?" "¿Cuánto pesa el papel que vamos a reciclar. "
Ayudarlos a hacer encuestas a los adultos sobre las cosas que miden en casa y en sus
trabajos.

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