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Día I II III IV V VI
1º 31-Dic 20-Feb. 26-Mar 28-Abr 13-Jul 05-Nov
12º 11-Ene 03-Mar 06-Abr 09-May 24-Jul 16-Nov
Segunda parte (primera semana) Conocimiento de sí mismo
13º 12-Ene 04-Mar 07-Abr 10-May 25-Jul 17-Nov
19º 18-Ene 10-Mar 13-Abr 16-May 31-Jul 23-Nov
Tercera parte (segunda semana) Conocimiento de María
20º 19-Ene 11-Mar 14-Abr 17-May 01-Ago 24-Nov
26º 25-Ene 17-Mar 20-Abr 23-May 07-Ago 30-Nov
Cuarta parte (tercera semana)
Conocimiento de Jesucristo
27º 26-Ene 18-Mar 21-Abr 24-May 08-Ago 01-Dic
8 de
2 de 25 de 28 de 31 de 15 de
Cons. diciemb
febrero marzo abril mayo agosto
re
Preparación para la Consagración Total 3
La fórmula de
consagración total a Jesús
por María de San Luis María
Grignion de Montfort no se
debe tomar a la ligera. Esto
queda probado por el hecho
de que el mismo santo aboga
por una seria preparación,
que consiste en doce días
preliminares, para que el
alma trate de vaciarse del espíritu del mundo, que es todo lo opuesto al
espíritu de Jesucristo. A éstos seguirán tres semanas de oración y
meditación, durante las cuales el alma buscará un mejor conocimiento de
sí misma (primera semana), de María (segunda semana) y de Jesucristo
(tercera semana).
Aunque se recomienda mucho este período preliminar, es obvio que
el tiempo empleado en dicha preparación puede variar según las
necesidades personales y las circunstancias. Para provecho de aquellas
personas que quieran hacer la preparación completa, recomendada por el
santo, se han reunido en un libro las oraciones y meditaciones que
proporcionan una preparación adecuada para la consagración total a
Jesús por María. También figura un gráfico de las seis fechas sugeridas
para la consagración y facilitar el control de los días de preparación.
Esperamos que este libro, además de posibilitar la labor de preparar
la consagración, también anime a otras muchas personas a emprender
este precioso camino de vida espiritual: a Jesús por María.
Primera parte
Veni Creator
Preparación para la Consagración Total 5
Magnificat
Día 1º
Día 2º
Día 3º
Día 4°
Discípulo:
Día 5°
4. Gracias a Ti, de quien todo viene cada vez que algo bueno me sucede.
Yo soy vacío y nada ante Ti, soy persona inconstante y débil. ¿De qué
puedo alabarme o por qué deseo ser reconocido? ¿Acaso por nada? Esto
es de lo más inútil.
Verdaderamente, el prestigio infundado es una mala peste, vanidad
máxima que nos aparta de la verdadera gloria y nos despoja de la gracia
celestial.
Cuando alguno se agrada a sí mismo, desagrada a Dios; cuando aspira a
las alabanzas humanas, se priva de la verdadera virtud.
Día 6°
1. Mira bien los vivos ejemplos de los santos fundadores en los que
resplandece la verdadera perfección y religión, y verás qué poco o casi
nada es lo que hacemos. ¡Qué viene a ser nuestra vida si la comparamos
con la de ellos...!
Los santos y amigos de Cristo sirvieron al Señor con hambre y sed, con
frío e indigencia, con trabajo y cansancio, en vigilias y ayunos, en medio
de persecuciones y muchas ofensas.
¡Qué abundantes y graves tribulaciones padecieron los apóstoles, los
mártires, los confesores, las vírgenes y todos los demás que quisieron
seguir los pasos de Cristo!
Día 7°
Para el mundo eran ajenos pero eran muy cercanos y amigos íntimos de
Dios. A sí mismos se consideraban como sin ningún valor y
despreciados del mundo entero pero a los ojos de Dios eran preciosos y
queridos. Eran ciertamente humildes y vivían obedeciendo con sencillez.
En caridad y paciencia caminaban y por eso cada día progresaba su
espíritu y obtenían grandes dones de Dios. Fueron propuestos como
ejemplo para todos los religiosos y más nos deben animar a obrar bien
que la multitud de los tibios a descuidarnos.
Día 8°
Preparación para la Consagración Total 15
Día 9°
Día 10°
Discípulo:
3. Todas las cosas son tuyas, las que tengo y con las que te sirvo. Pero
por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti.
El cielo y la tierra, que creaste para el servicio de los seres humanos
están dispuestos y hacen cada día todo lo que les mandas. Va más allá
que todo esto que Tú hayas querido servir al hombre y le prometiste que
te darías Tú mismo.
Día 11°
Día 12°
Preparación para la Consagración Total 20
Segunda parte
Preparación para la Consagración Total 21
Día 13º
Día 14°
Jesucristo:
2. Pero ¿qué tanto será que tú, que eres como polvo y nada por causa de
Dios te sometas a otra persona cuando Yo, Todopoderoso y Altísimo,
que creo [sic] todas las cosas de la nada, me sometí humildemente a los
demás por ti?
Me hice el más humilde e ínfimo de todos para que venzas tu presunción
con mi humildad.
Aprende, polvo, a despreciarte aprende, tierra y barro, a humillarte y a
permanecer a los pies de todos. Aprende a dominar tu voluntad y
ofrecerte al servicio de todos.
Día 15°
Día 16°
Día 17°
¿Por qué no te previenes para el día del juicio cuando ninguno podrá
disculparse o alegar por otro sino que cada uno tendrá bastante con
llevar su propio peso?
Ahora es fructífera tu labor, tu llanto es aceptable, atendibles tus
gemidos, tu dolor compensatorio y purificador.
Día 18°
Dijo a sus discípulos: "Es inevitable que hayan escándalos; pero, ¡ay de
aquel por quien sucedan! Más le valdría que le pongan al cuello una
piedra de molino y sea arrojado al mar, antes que escandalizar a uno de
estos pequeños.
Cuidaos de vosotros mismos. Si tu hermano peca, repréndelo; y si se
arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces
se vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", lo perdonarás."
Dijeron los apóstoles al Señor; "Auméntanos la fe."
Preparación para la Consagración Total 35
Jesucristo:
Día 19°
Tercera parte
Litaniae Lauretanae
¡Salve, María, amadísima Hija del Eterno Padre; salve María, madre
admirable del Hijo; salve, María, fidelísima Esposa del Espíritu Santo;
salve, María, mi amada Madre, mi amable Maestra, mi poderosa
Soberana; salve, gozo mío, gloria mía, mi corazón y mi alma! Sois toda
mía por misericordia, y yo soy todo vuestro por justicia, pero todavía no
lo soy bastante. De nuevo me entrego a Vos todo entero en calidad de
eterno esclavo, sin reservar nada, ni para mí, ni para otros.
Si algo ves en mí que todavía no sea tuyo, tómalo enseguida, te lo
suplico, y hazte dueña absoluta de todos mis haberes para destruir y
desarraigar y aniquilar en mí todo lo que desagrada a Dios y plantar y
levantar y producir todo lo que os guste.
La luz de tu fe disipe las tinieblas de mi espíritu; tu humildad profunda
ocupe el lugar de mi orgullo; tu contemplación sublime detenga las
distracciones de mi fantasía vagabunda; tu continua vista de Dios llene
de su presencia mi memoria, el incendio de caridad de tu corazón abrase
la tibieza y frialdad del mío; cedan el sitio a tus virtudes mis pecados;
tus méritos sean delante de Dios mi adorno y suplemento. En fin,
queridísima y amadísima Madre, haz, si es posible, que no tenga yo más
espíritu que el tuyo para conocer a Jesucristo y entender sus divinas
voluntades; que no tenga más alma que la tuya para alabar y glorificar al
Señor; que no tenga más corazón que el tuyo para amar a Dios con amor
puro y con amor ardiente como Vos.
No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos, ni contentos, ni aun
espirituales. Para Vos el ver claro, sin tinieblas; para Vos el gustar por
entero sin amargura; para Vos el triunfar gloriosa a la diestra de tu Hijo,
sin humillación; para Vos el mandar a los ángeles, hombres y demonios,
con poder absoluto, sin resistencia, y el disponer en fin, sin reserva
alguna de todos los bienes de Dios. Esta es, divina María, la mejor parte
que se te ha concedido, y que jamás se te quitará, que es para mi
grandísimo gozo. Para mí y mientras viva no quiero otro sino
experimentar el que Vos tuvisteis: creer a secas sin nada ver ni gustar;
sufrir con alegría, sin consuelo de las criaturas; morir a mí mismo,
continuamente y sin descanso; trabajar mucho hasta la muerte por Vos,
sin interés, como el más vil de los esclavos. La sola gracia, que por pura
misericordia os pido, es que todos los días y en todos los momentos de
mi vida diga tres amenes: amén a todo lo que hiciste en la tierra cuando
vivías aquí; amén a todo lo que haces al presente en el Cielo; amén a
todo lo que obras en mi alma, para que en ella no haya nada más que
Preparación para la Consagración Total 47
Día 20º
Día 21º
Para ascender y unirse a Él, es preciso valerse del mismo medio de que
Él se valió para descender a nosotros, para hacerse hombre y para
comunicarnos su gracia; y ese medio es la verdadera devoción a la
Santísima Virgen.
Hay muchas devociones a la Virgen Santísima y verdaderas: no me
refiero aquí a las falsas.
Consiste la primera en cumplir con los deberes de cristiano, evitando el
pecado mortal, obrando más por amor que por temor, rogando de tiempo
en tiempo a la Santísima Virgen y honrándola como Madre de Dios, sin
ninguna otra especial devoción para con ella.
La segunda tiene para la Virgen más altos sentimientos de estima, amor,
veneración y confianza; induce a entrar en las cofradías del Santo
Rosario y del escapulario, a rezar la Corona o el Santo Rosario, a honrar
las imágenes y altares de María, a publicar sus alabanzas, a alistarse en
sus congregaciones. Y esta devoción (con tal que nos abstengamos de
pecar) es buena, santa y laudable; pero no tan a propósito como la que
sigue para apartar a las almas de las criaturas y desprenderlas de sí
mismas a fin de unirlas a Jesucristo.
La tercera manera de devoción a la Santísima Virgen, de muy pocas
personas conocida y practicada; es la que os voy a descubrir: Consiste en
darse todo entero, como esclavo, a María y a Jesús por Ella; y además
en hacer todas las cosas con María, en María, por María y para María.
Hay que escoger un día señalado para entregarse, consagrarse y
sacrificarse; y esto ha de ser voluntariamente y por amor, sin
encogimiento, por entero y sin reserva alguna; cuerpo y alma, bienes
exteriores y fortuna, como casa, familia, rentas; bienes interiores del
alma, a saber: sus méritos, gracias, virtudes y satisfacciones.
Día 22º
a. Devoción interior
b. Devoción tierna
c. Devoción santa
d. Devoción constante
e. Devoción desinteresada.
Día 23º
Día 24º
* Es camino fácil
Es el camino abierto por Jesucristo al venir a nosotros y en el que no hay
obstáculos para llegar a Él. Ciertamente que se puede llegar a Jesucristo
por otros caminos, pero en ellos se encuentran cruces más numerosas,
muertes extrañas y dificultades apenas superables; será necesario pasar
por noches obscuras, temibles combates y agonía, escarpadas montañas,
Preparación para la Consagración Total 52
* Es camino corto.
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino corto para encontrar a
Jesucristo. Sea porque en él nadie se extravía, sea porque como acabo de
decir se avanza por él con mayor gusto y facilidad y, por consiguiente,
con mayor rapidez.
Se adelanta más en poco tiempo de sumisión y obediencia a María que
en años enteros de hacer nuestra propia voluntad y apoyarnos en
nosotros mismos. Porque el hombre obediente y sumiso a María cantará
victorias señaladas sobre todos sus enemigos.
* Es camino perfecto.
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino perfecto para ir a
Jesucristo y unirse con Él. Porque María es la más perfecta y santa de las
creaturas y Jesucristo que ha venido a nosotros de la manera más
perfecta, no tomó otro camino para viaje tan grande y admirable que
María.
El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible y EL QUE ES ha querido
venir a nosotros, gusanillos de la tierra y que no somos nada. ¿Cómo
sucedió esto?
El Altísimo descendió de manera perfecta y divina hasta nosotros por
medio de la humilde María, sin perder nada de su divinidad ni santidad.
Del mismo modo, deben subir los pequeñuelos hasta el Altísimo perfecta
y divinamente y sin temor alguno, a través de María.
* Es camino seguro.
159. Esta devoción a la Santísima Virgen es camino seguro para ir a
Jesucristo y alcanzar la perfección uniéndonos a Él.
1) Porque esta práctica que estoy enseñando no es nueva. Es tan antigua
que no se pueden señalar con precisión sus comienzos. Y es que no se la
podría condenar sin trastornar los fundamentos del cristianismo.
Consta, pues, que esta devoción no es nueva. Y si no es común se debe a
que es demasiado preciosa para ser saboreada y practicada por toda clase
de personas.
164. 2) Esta devoción es un medio seguro para ir a Jesucristo.
Efectivamente el oficio de la Santísima Virgen es conducirnos con toda
seguridad a Jesucristo, así como el de Este es llevarnos al Padre Eterno.
Preparación para la Consagración Total 53
Día 25º
2º Participación en la fe de María.
La Santísima Virgen te hará partícipe de su fe. La cual fue mayor que la
de todos los patriarcas, profetas, apóstoles y todos los demás santos.
3º Madurez cristiana
Esta Madre del Amor Hermoso quitará de tu corazón todo escrúpulo y
temor servil desordenado y lo abrirá y ensanchará para correr por los
mandamientos de su Hijo con la santa libertad de los hijos de Dios y
encender en el alma el amor puro, cuya tesorera es Ella.
Día 26º
Cuarta parte
Ven, ¡Oh Jesús!, que vives en María; ven a vivir y reinar en nosotros,
que tu vida se exprese en nuestra vida para vivir tan sólo para Ti.
Forja en nuestra alma, ¡Oh, Cristo!, tus virtudes, tu Espíritu divino y
santidad, tus máximas perfectas y tus normas y el ardor de tu eterna
caridad.
Danos parte, Señor, en tus misterios para que te podamos imitar; tú que
eres Luz de Luz, danos tus luces, y en pos de ti podremos caminar.
Reina, Cristo, en nosotros por tu Madre, sobre el demonio y la
naturaleza, en virtud de tu nombre soberano, para la gloria del Padre
celestial. Amén.
Día 27º
El fin último de toda devoción debe ser Jesucristo, Salvador del mundo,
verdadero Dios y verdadero hombre. De lo contrario, tendríamos una
devoción falsa y engañosa. Jesucristo es el Alfa y la Omega, el principio
y el fin de todas las cosas. La meta de nuestro misterio, escribe San
Pablo "es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe... y
con eso se logrará el hombre perfecto que, en la madurez de su
desarrollo, es la plenitud de Cristo". Efectivamente, sólo en Cristo
"permanece toda la plenitud de Dios, en forma corporal" y todas las
demás plenitudes de gracia, virtud y perfección. Sólo en Cristo hemos
sido beneficiados "con toda clase de bendiciones espirituales".
Porque Él es
el único Maestro que debe enseñarnos,
el único Señor de quien debemos depender,
la única Cabeza a la que debemos estar unidos,
el único Modelo a quien debemos conformarnos,
el único Médico que debe curarnos,
el único Pastor que debe apacentarnos,
el único Camino que debe conducirnos,
la única Verdad que debemos creer,
la única Vida que debe vivificarnos y
el único Todo que en todo debe bastarnos.
Preparación para la Consagración Total 66
"No se ha dado a los hombres sobre la tierra otro Nombre por el cual
podamos ser salvados", sino el de Jesucristo.
Dios no nos ha dado otro fundamento de salvación, perfección y gloria,
que Jesucristo. Todo edificio que no esté construido sobre la roca firme,
se apoya en arena movediza y tarde o temprano caerá infaliblemente.
Por Jesucristo, con Jesucristo, en Jesucristo lo podemos todo: tributar al
Padre en unidad del Espíritu Santo todo honor y gloria, hacernos
perfectos y ser olor de vida eterna para nuestro prójimo.
Por tanto, si establecemos la sólida devoción a la Santísima Virgen es
sólo para establecer más perfectamente la de Jesucristo y ofrecer un
medio fácil y seguro para encontrar al Señor. Si la devoción a la
Santísima Virgen apartase de Jesucristo, habría que rechazarla como
ilusión diabólica. Pero como ya he demostrado y volveré a demostrarlo
más adelante sucede todo lo contrario. Esta devoción nos es necesaria
para hallar perfectamente a Jesucristo, amarlo con ternura y servirlo con
fidelidad.
Día 28º
Cuando Jesús hubo terminado estas palabras, dijo a sus discípulos: "Ya
saben que dentro de dos días se celebrará la Pascua, y el Hijo del hombre
será entregado para ser crucificado".
Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y
lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman, esto es mi Cuerpo".
Después tomó el cáliz, dio gracias y se lo dio, diciendo: "Beban todos de
él, porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que será
derramada por muchos para la remisión de los pecados. Les aseguro que
ya no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que lo beba con
ustedes de nuevo en el Reino de mi Padre".
Entonces Jesús llegó con sus discípulos a una propiedad llamada
Getsemaní, y les dijo: "Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar". Y
llevando con él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a
entristecerse y a angustiarse. Entonces les dijo: "Mi alma siente una
tristeza de muerte. Quédense aquí, velando conmigo".
Preparación para la Consagración Total 67
Día 29°
Día 30º
Muy dura parece esta frase: "Niégate a ti mismo, carga con tu cruz [sic]
y sigue a Jesús" (Lc 9, 23) pero más duro será oír esta frase final
"Aléjense de mí, malditos y vayan al fuego eterno" (Mt 25, 41).
Preparación para la Consagración Total 69
2. ¿Por qué, pues, tienes temor de cargar la cruz por la que va el camino
al Reino?
En la cruz está la salud, en la cruz está la vida, en la cruz está el refugio
contra los enemigos en la cruz está la infusión de la superior suavidad en
la cruz está la fuerza de la mente en la cruz está el gozo en el Espíritu en
la cruz está la virtud en la cruz está la perfección de la santidad. No
existe salvación ni esperanza de vida eterna sino en la cruz.
Carga con tu cruz y sigue a Jesús; así irás hacia la vida eterna. Él fue
delante, llevando su propia cruz y murió por ti en la cruz para que tú
lleves tu propia cruz y estés dispuesto a morir en ella.
Porque si mueres con Él, con Él igualmente vivirás. Y si eres su
compañero en la pena, también lo serás en el triunfo.
Día 31°
Discípulo:
1º para honrar e imitar la dependencia inefable que Dios Hijo quiso tener
respecto a María para gloria del Padre y para nuestra salvación.
Dependencia que se manifiesta de modo especial en este misterio en el
que Jesucristo se hace prisionero y esclavo en el seno de la excelsa
María, en donde depende de Ella en todo y para todo;
Día 32°
Hay que realizar las propias acciones por María es decir, es preciso
obedecer en todo a María, moverse en todo a impulso del espíritu de
María, que es Espíritu de Dios. "Todos aquellos a los que conduce el
Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios". De manera semejante, los que
son conducidos por el espíritu María son hijos de María, y por
consiguiente, hijos de Dios... Y entre tantos devotos de la Santísima
Virgen sólo son verdaderos y fieles devotos suyos los que se dejan
conducir por su espíritu. Porque el espíritu de María es el espíritu de
Dios, ya que Ella jamás se guió por su propio espíritu, sino siempre por
el Espíritu divino, que de tal modo se hizo dueño de Ella, que vino a ser
su propio espíritu. ¡Qué dichosa es un alma cuando está del todo poseída
y gobernada por el espíritu de María, que es un espíritu suave y fuerte,
celoso y prudente, humilde e intrépido, puro y fecundo.
Hay que realizar las propias acciones con María, es decir, mirar a María
como el modelo acabado de toda virtud y perfección, formado por el
Espíritu Santo es una pura creatura, para que lo imites según tus
limitadas capacidades. Es, pues, necesario que en cada acción mires
cómo la hizo o haría la Santísima Virgen, si estuviera en tu lugar.
Para esto debes examinar y meditar las grandes virtudes que Ella
practicó durante toda su vida, y particularmente:
1° su fe viva, por la cual creyó sin vacilar la palabra del ángel y siguió
creyendo fiel y constantemente hasta el pie de la cruz en el Calvario,
2° su humildad profunda, que la llevó siempre a ocultarse, callarse,
someterse en todo y colocarse en el último lugar,
3° su pureza totalmente divina, que no ha tenido ni tendrá jamás igual
sobre la tierra. Y finalmente todas sus demás virtudes.
Día 33°
Preparación para la Consagración Total 73
Discípulo:
Hay que realizar las propias acciones en María. Para comprender bien
esta práctica es preciso recordar:
1º que la Santísima Virgen es el verdadero paraíso terrestre del nuevo
Adán. El antiguo paraíso era solamente una figura de éste.
Hay en este paraíso riquezas, hermosuras, maravillas y dulzuras
inexplicables, dejadas en él por el nuevo Adán, Jesucristo. Allí encontró
Él sus complacencias durante nueve meses, realizó maravillas y ostentó
sus riquezas con la magnificencia de un Dios.
En este paraíso terrestre se halla el verdadero árbol de vida, que es
Jesucristo, fruto de vida eterna; el árbol de la ciencia del bien y del mal,
que ha dado la luz al mundo.
Hay en este divino lugar árboles plantados por la mano de Dios, regados
por su unción celestial y que han dado y siguen dando frutos de
exquisito sabor;
Preparación para la Consagración Total 74
Sólo el Espíritu Santo puede dar a conocer la verdad que se oculta bajo
estas figuras de cosas materiales.
2º El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a
María:
1. la puerta oriental, por donde entra al mundo el Sumo Sacerdote,
Jesucristo: por ella entró la primera vez y por ella volverá la segunda;
2. el santuario de la divinidad, la mansión de la Santísima Trinidad, el
trono de Dios, el altar y el templo de Dios, el mundo de Dios.
¡Qué riqueza! ¡Qué gloria! ¡Qué placer! ¡Qué dicha! Poder entrar y
permanecer en María en quien el Altísimo colocó el trono de su gloria
suprema.
Finalmente, hay que hacerlo todo para María.
No que la tomes por el fin último de tus servicios que lo es Jesucristo
sino como fin próximo, medio misterioso y camino fácil para llegar a
Él.
Conviene, pues, que no te quedes ocioso, sino que actúes como el buen
siervo y esclavo y, apoyado en su protección, realices grandes empresas
por esta augusta Soberana.
En concreto, debes:
Defender sus privilegios, cuando se los disputan;
Defender su gloria, cuando se la ataca;
Atraer, si es posible, a todo el mundo a su servicio y a esta verdadera y
sólida devoción;
Y no esperar en recompensa de este humilde servicio sino el honor de
pertenecer a tan noble Princesa y la dicha de vivir unido por medio de
Ella a Jesús, su hijo, con lazo indisoluble en el tiempo y la eternidad.
encarnada, para llevar mi cruz tras Él, todos los días de mi vida; y a fin
de que sea más fiel de lo que he sido hasta ahora, os escojo hoy, ¡oh
María!, en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y Señora.
Os entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis
bienes interiores y exteriores, y aun el valor de mis buenas acciones
pasadas, presentes y futuras, otorgándoos entero y pleno derecho de mí y
de todo lo que me pertenece, sin excepción, a vuestro agrado, a la mayor
gloria de Dios, en el tiempo y la eternidad.
Recibid, ¡oh virgen benignísima!, esta pequeña ofrenda de mi esclavitud,
en honor y unión de la sumisión que la Sabiduría encarnada quiso
observar para con vuestra Maternidad, en homenaje del poder que ambos
tenéis sobre este pequeño gusano y miserable pecador, en acción de
gracias por los privilegios con los que os dotó la Santísima Trinidad.
Protesto que en adelante quiero, como verdadero esclavo vuestro,
procurar vuestra honra y obedeceros en todo.
¡Oh Madre admirable! Presentadme a vuestro Hijo en calidad de eterno
esclavo, a fin de que, pues me rescató por Vos, me reciba de vuestras
manos. ¡Oh Madre de misericordia!, concededme la gracia de alcanzar la
verdadera sabiduría de Dios, y de colocarme, por tanto, entre los que
Vos amáis, enseñáis, guiáis, alimentáis y protegéis como a vuestros hijos
y esclavos. ¡Oh virgen fiel! Hacedme en todo tan perfecto discípulo,
imitador y esclavo de la Sabiduría encarnada, Jesucristo, vuestro Hijo,
que por vuestra intercesión llegue, a imitación vuestra, a la plenitud de la
perfección sobre la tierra y de gloria en los cielos. Así sea.
Preámbulo
Preparación para la Consagración Total 77
tratado y vestido este cuerpo con gran modestia? ¿No has hecho de él un
instrumento de pecado, de escándalo, por trazas y costumbres ligeras,
llamativas o culpables? ¿Has castigado y reducido a servidumbre este
cuerpo pecaminoso con la práctica valiente de la mortificación cristiana,
restringiendo todo lo que es lujo y superfluo en el descansar, en las
comidas, en los muebles, en los vestidos, etc., yendo con valentía a
estorbarle en sus gustos y preferencias?
6º Estos oídos, ¿no han servido para oír canciones que turban,
conversaciones peligrosas, en oír aquello que no te incumbía, o en
cualquier uso solamente curioso?
11º Tus bienes temporales son míos... ¿Has hecho uso de ellos con poco
apego, sin depender de ellos? ¿No tienes un apego excesivo a estos
objetos: dinero, muebles, alhajas, vestidos? ¿No hay en tu vida un lujo
exagerado? ¿Has gastado en compras inútiles? ¿Has tenido en cuenta
mis deseos de dar una parte de tus bienes a obras piadosas o caritativas:
los pobres, las Misiones, las obras de propaganda mariana? ¿Has vivido
mirando hacia la sencillez y pobreza de Jesús y de tu Madre?
12º ¿Qué uso has hecho de tus fuerzas? ¿Cómo has empleado el tiempo
que me estaba consagrado? ¿Lo has utilizado de un modo serio, como lo
exigen tus deberes de estado y el reglamento de vida que te ha sido
prescrito? ¿Has dado el tiempo necesario a tus ejercicios de piedad, al
trabajo, etc.? Este precioso tiempo, ¿no se ha malgastado en naderías, en
cosas inútiles? ¡Qué responsabilidad, qué cargos a la hora del juicio!
13º Examina ahora, hijo muy amado y esclavo querido, si has respetado
bien en la práctica de tu vida «este derecho pleno» que me habías
reconocido «de disponer de ti y de cuanto te pertenece, según mi
beneplácito». ¿Has recibido con alegría, con sumisión, o por lo menos
resignado, lo que con Jesús decidí y dispuse respecto de ti?
16º ¿Cuáles han sido tus sentimientos cuando tuviste que sufrir merma
en tus bienes temporales, cuando tuviste que soportar los inconvenientes
de la pobreza o de la indigencia?
17º ¿Te has sentido satisfecho con humildad de los talentos que se te
otorgaron, de la condición social en que vives, de la situación de que
Preparación para la Consagración Total 80
disfrutas, del cargo que tienes que cumplir, de las circunstancias en que
tienes que vivir...? Todo ello es voluntad de Jesús sobre ti y es la mía.
22º ¿Has hecho por obedecerme todo cuanto dice Jesús? ¿Has pensado,
juzgado, obrado, vivido según las máximas, los preceptos y consejos del
Evangelio de Jesús, y no según las máximas y el espíritu del mundo, es
decir, el evangelio de Satán?
23º Fuiste fiel desechando el pecado grave sin duda, pero ¿lo has sido
también con el venial, sobre todo en la lucha contra el defecto
dominante?
Preparación para la Consagración Total 81
25º ¿Has sido, como esclavo mío de amor, modelo de obediencia a toda
legítima autoridad? ¿Has reconocido la autoridad de Jesús y la mía en
tus superiores: padres, esposos, maestros, poderes civiles, superiores
eclesiásticos y religiosos sobre todo, director de conciencia, etc.? ¿No ha
sido tu obediencia natural, inspirada en las cualidades o defectos de los
que están revestidos de este poder? ¿No has discutido y criticado las
órdenes y consejos dados? ¿No hubo nunca excepciones deliberadas,
quizá, en tu obedecer? ¿No has obedecido de mala gana, murmurando,
con tristeza consentida o con rencor? ¿Has estado verdaderamente
entregado como un niño a tus superiores, yendo hacia la obediencia en
vez de esquivarla?
Miércoles
26º ¿Has sido fiel, por depender de mí, al reglamento de vida que te he
prescrito, a la santa Regla que te he propuesto? ¿Has dado fielmente a la
oración, al trabajo, al estudio, a la distracción, el tiempo que se daba
para estos ejercicios? ¿No hubo tal o cual punto de la regla en el que con
frecuencia faltases? ¿Has sido especialmente asiduo en tus ejercicios de
piedad? ¿No los has omitido, abreviado, hecho a medias o con laxitud y
pereza?
33º ¿Has sido fiel a Jesús en todo, por todo, no amándolo más que a Él,
no viviendo sino por Él, no aspirando sino a sus intereses, a su reinado,
deseando siempre una más estrecha unión con Él?
Viernes 3º En María
38º ¿No te has dejado llevar de una vida disipada, frívola, no te han
absorbido completamente tus ocupaciones del exterior hasta el punto de
olvidar la vida interior con Dios, Jesús y su Madre, que tanto te aman?
40º ¿Has intentado vivir bajo mi mirada todas tus horas de oración, de
trabajo, de descanso y de entretenimiento, como el niño siente la
necesidad de estar cerca de su madre?
43º ¿Has pensado con frecuencia en ofrecer tus acciones por amor de
Jesús y mío, para glorificarnos y para agradarnos? ¿Has repetido a
menudo: «Todo por Jesús, todo por María, todo por amor tuyo, Madre
mía amadísima»?
44º ¿Ha sido mi reinado el ideal de tu vida, para llegar al bendito reinado
de Cristo Rey? ¿Has pensado en ello en tus momentos libres? ¿Has
ofrecido por esta intención tus horas de trabajo, sobre todo el que te
resulta penoso? ¿Tus oraciones, sufrimientos, contrariedades y pruebas?
¿Surge en tu mente todos los días ofrecer a este fin tu última
enfermedad, tu agonía y tu muerte?
Conclusión