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Doctorado en Humanidades.
como un terreno óptimo para el rastreo del modo en que se han construido las
crítico analítico de caso atendiendo al drama ligero y realista Las horas contigo de
mostrando cómo esto afecta a su hija, a su nieta y las relaciones entre ellas. En este
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Referir a la ideas entorno a la maternidad como un fenómeno estereotipado de formas
Debe entenderse en este caso, que como en otros estudios culturales sobre la
tienen una historia y, por lo tanto, la maternidad ya no puede verse como un hecho
Así, dado este marcado ideario sobre la concepción femenina su comprensión lleva
de las tres generaciones, marcadas también, claro está, por pertenecer a contextos
una adulta joven, trabajadora, de clase privilegiada, hija, nieta y futura madre.
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película, prioriza la caracterización y el punto de vista de un personaje, Ema, la menor
de la progenie; una mujer entrada en los treinta años, quien por llevar una mayor carga
embarazo), pone en juego una distinción que será relevante para el asunto que se irá
tratando, ser madre se realiza en el otro, en los hijos, ella, hija, inclusive en cierta
de su historia”. (Palomar, 2005:46), será la visión cultural, según los patrones y los
Antes de fijar la atención en los elementos fílmicos habrá que dar cuenta de lo que el
caso, el cine mexicano ha sido, desde los inicios de la industria, un escaparate desde
donde pueden observarse los idearios en torno a las progenitoras, en ese sentido es
engrosar el recuento de más de más de mil películas con el tópico de la madre que
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Según Álvaro Fernández, quien cita a Patricia San Martín (2001) y Julia Tuñón (1998),
opone el tipo de mujer prostituta sexual, que algunos autores identifican con el
2016), una mujer que no se limita ante los placeres e instintos. De ahí “la otra madre”
la que, en contraste, abandona a los hijos, reúsa al rol social determinado según los
respecto a esta emblemática figura del cine nacional no será equiparable ya no sólo a
otras representaciones de los estereotipos femeninos, sino que no hay registros con
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Cien años después de que el cine fuera creando esta modalidad, las condiciones de
popularizadas.
Aun en tiempos más cercanos los paradigmas siguen latentes con pocas
maternidad está cada vez más integrada con la condición social del personaje y se
atributos sociales, la abnegación que era insufrible es ahora parte de asumir una
condición y una cualidad del sujeto de acción. Esta reformulación del personaje se ve
La madre como figura más cercana al sujeto histórico se gesta con más plenitud
opina que la protagonista de Lola (Maria Novaro, 1989) "es una madre que no se
había visto en el cine mexicano, por lo tanto su trazo es mucho más cercano a la
Pero finalmente el patrón melodramático se perpetúa no sólo por medio del acento en
manipulación de los códigos fílmicos que refuerzan los patrones, a decir de Robles:
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La subjetividad patriarcal de la madre en el discurso del melodrama doméstico
se representa un personaje que esté marcado por este sesgo de caracterización, sino
2002:69).
original sea la aparición del paradigma contemporáneo, una mujer que duda de sus
que en un sentido estricto este filme está sujeto a la tendencia cultural del contexto
mexicano más conservador que sacraliza a la madre como una figura determinante
para el ser.
Esta sacralización se representa en Las horas contigo, entre otros medios, través de la
a cabo dentro del mismo espacio: la casa de la abuela, un lugar que, sobra decir ya,
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ser el centro del universo, la casa “es también un símbolo femenino, con el sentido de
refugio, madre, protección o seno materno” (Chevallier, 1986: 258), esta casa además
está rodeada de una espesa vegetación que la contrapone a los espacios citadinos; la
edénica, rodeada de una naturaleza organizada y amable, las dos aguas refuerzan la
idea de cobijo, parece crecer de tierra fértil con dirección al cielo, un ciclo vital que se
hace más sólido por las enredaderas que crecen de piso a techo, la vida natural que
con dominio del verde, el blanco y una gama otoñal que llena
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complementa un ciclo vital, muerte-vida, otro de
historia.
maternidad como una situación prolongada de la vida, una situación que, según el
que influyan en el desarrollo social de la mujer y las formas en que cada una asume su
Se ha dicho por un lado, que el filme no aporta un punto de vista distinto, sino que más
conservadoras en el entorno mexicano, por otro lado se ha visto cómo es que se echa
mano de recursos visuales para crear una atmósfera determinada: la gama de color, la
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espacios de representación de
la acción ensanchan la
tiempo estrechan la idea del tono intimista; el espectador se adentra de apoco en ese
posiciona la mirada de la cámara que narra desde una focalización externa a las
particularidades del recato de esta familia, la mirada por la espalda de los personajes
nos sitúa como voyeristas incapaces de poner en tela de juicio lo que se ve, pero nos
insta a ser coparticipes de las emociones que provoca el entorno, así, ellas, las
muy similares, dentro de los mismos espacios y con las mismas posibilidades, la
diferencia es que el receptor no forma parte del núcleo familiar, es un invitado que
círculo de afectividad.
¿Quiénes son entonces quienes participan de ese círculo? Pues las mujeres que
integran el hogar: la abuela, la madre, la hija, pero también otro tercio de mujeres que
contribuyen a mantener el orden en el mismo centro del universo actancial, ellas son
una enfermera que vela la salud física de quien es el sostén de la casa, una ama de
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alimento al clan y la mujer que acompaña y complementa al único varón de la casa,
Estas tres mujeres son participantes indirectas del conflicto familiar y, al mismo tiempo,
conservadora, no se puede pensar que sea una casualidad que se llame María: mujer
viuda, madre de dos hijos, casada según la usanza tradicional con un hombre del que
sólo se tiene noticia por medio de la simbología de un objeto personal, un tren: viril y
en el espacio), está mujer tal y como la describe su hija “se vistió como monja, rígida
como militar, sin orgasmos, se casó con el hombre equivocado” pero obtuvo su
compensación de ser una madre abnegada que logró finalmente, y a causa de ello,
toma las riendas para convertirse en proveedora del hogar, lo que implica buscar quién
acompañe a su hija; que las abuelas se encarguen del cuidado de los nietos es un
fenómeno común desde los años 70 y 80, en que la mujer entró con ímpetu en el
mercado laboral, Julieta (María Rojo), es una cantante que no sucumbió a las
entredicho su decisión de dejar a su hija a cambio de ser proveedora tanto para la hija
como para la madre, hay una toma de responsabilidades que de común se le asignan
al rol masculino, romper el canon le implica sacrificar su propia relación con la hija
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quien la juzga severamente, la trama de la película, cabe señalar, no termina con la
muerte de la abuela sino con la reconciliación de estos personajes. Esta madre, por su
clase menos favorecida que lucha por mantener a su hija, esta mujer fue embaucada
por su pareja quien desde el momento en que conoce del embarazo corta los lazos
con su amante, muy apegada a lo que dicta la iglesia católica, su conflicto radica en
buscar el perdón y la redención. Es pues una madre abnegada que también logra
“abu”.
Una cuarta representación esta a cargo de Amanda (Isabela Camil), nuera de “abu”,
esposa de Pablo (Julio Bracho), una estadounidense que no logra colocarse del todo
en el entorno de la familia mexicana, una nota exótica que es aceptada por ser quien
mujer actual que atiende a las tendencias naturalistas surgidas en las últimas décadas
procede, sin embargo, es otra vez, la vuelta a la tradición, con un toque de elegancia,
está comprometida con su rol dentro del núcleo familiar, y dada su poca participación
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En último lugar están dos personajes singulares porque no son madres, Juanita
(Evangelina Martínez), una mujer madura quien, ya por su edad, ya por sus
dominio es la cocina: alimenta a la estirpe y de esta manera les da vida, y quien está
(en el canon religioso que permea toda el contexto de la historia), pese a no es madre,
por ejemplo que se pueda asegurar que la maternidad en el filme es condición del ser
Finalmente está Ema (Cassandra Ciangherotti), juez y parte, juez porque cuestiona a
femenina, que no busca los patrones costumbristas, vive separada del hogar materno,
película, Ema esta en la impaciente espera de su pareja, quién llega para tranquilizar
está embarazada parece confirmar que quien lleva la mayor relevancia en historia
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Ema es quien perpetúa la tradición, el eterno femenino, es quien prolonga el ciclo vital
para generar la empatía del público, bajo este esquema es lícito preguntarse a quién
va dirigida la película, aunque sea tema para otro proyecto, la hipótesis sobre los
contemporáneo.
Para confirmar aún más claramente la hipótesis de que esta película reproduce un
y última palabra- María, con dificultad emite su última palabra antes de morir para
Queda para otra ocasión el estudio de estas feminidades frente al fuerte contraste con
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participación femenina en toda la elaboración del filme, Catalina Aguilar es guionista y
directora, pero su equipo técnico se conforma también por otras profesionistas, por
cuidados y de los que más saltan a la luz; como aproximaciones correlativas podría
presentan las habitaciones de la casa, además del dormitorio principal que es el que
contiguas son también elementos con fuertes connotaciones que de alguna manera
más largo aliento, que por el momento quedan sólo como anotaciones al margen.
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Ficha técnica:
Año: 2014
Duración: 88 min.
País: México
Reparto:
Género: Drama
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Referencias:
Notas para un abordaje crítico. La aljaba, 10, 141-156. [En línea] <
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1669-
57042006000100009>.
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Palomar, C. (2005). Maternidad: historia y cultura. Revista de estudios de género. La
http://revistascientificas.udg.mx/index.php/LV/article/view/782/757>
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