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Suelo: Terreno muy suelto, sin piedras y con buen drenaje para
que el agua no se encharque.
Preparación de semillas: Seleccione los tubérculos que estén
libres de bacterias y hongos. Parta los ñames en pedazos con el
machete o el cuchillo para tener las semillas. El pedazo de ñame
(semilla) debe tener 80 a 120 gramos (1/5 a 1/4 libra.) y la cáscara.
Póngale la ceniza y los productos químicos (insecticida y
funguicida) al corte de la semilla para que no se contamine con
plagas. Coloque las semillas donde hay a sombra y cubra las
semillas con cascarilla de arroz u hojarasca, etc., hasta que tengan
las yemas.
Siembra: debe hacerse a inicios de lluvia (abril y mayo). Siembre
las semillas a una distancia de 1.5 m. entre líneas y 1 m. entre
plantas. Se colocan palos para que se enreden los bejucos.
Abonamiento: se le coloca abono orgánico al momento de la
siembra o tan pronto nace la planta.
Plagas y enfermedades: la plaga más común es la hormiga y se
controla con la aplicación de preparado de ají picante y rotación de
cultivo. La enfermedad más común es la antracnosis se previene
usando semillas sanas y buena rotación de cultivo.
Cosecha: Se cosecha tan pronto las hojas y los bejucos se
sequen, se hace usando pala o palos de madera con mucho
cuidado al sacar los ñame. El ñame debe guardarse maduro, en
cajas de cartón bien limpias.