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1. Introducción
A mediados del Siglo XIX, hubo un apaciguamiento de las tensiones, tras largos
enfrentamientos y conflictos. Y hacía 1880, cuyos patricios eran los hijos o nietos de los
fundadores de la nacionalidad, habiéndose logrado un arraigo económico y un deslinde
de sus intereses, se llega en muchas ocasiones a una actitud transaccional, obteniendo
un orden constitucional y de consenso.
Fue así como el campo cambia, pasando a grandes industrias como los ingenios
azucareros; llega el barco a vapor y los ferrocarriles. En las ciudades, llega el alumbrado
con gas y crece toda la actividad; crece el comercio y con él llegan los bancos
internacionales a impulsar la vida urbana. Los nuevos patriciados, imitando a los
europeos buscan adherirse al desarrollo de las grandes potencias industriales.
2. La ciudad y el campo
Cabe aclarar que al ver el auge en estas economías los hacendados tuvieron que
cambiar la mentalidad con que venían les toco que visionar los mercados que tenían a su
alcance ejemplificaban con algunos que tenían poder tanto político como militar los
cuales tenían sus viviendas en la ciudad sin embargo su hogar natal era el campo
muchos se acogían a su humildad otros ostentaban lujos en sus viviendas para sus
comodidades, pero como iba en aumento en producción no hay que olvidar quienes
eran los que realizaban la labor esclavos con su familias que a son de látigo trabajan,
mestizos e indios sufrían las implacables castigos por la disciplinas.
No hay que olvidar que también hubo hacendados que de una u otra manera
admiraban a sus súbditos, así mismo se evidencia el trabajo, sin embargo en alguno
países la esclavitud se arraigó tanto que en muchos casos la infertilidad de las esclavas,
las muerte infantiles subieron los valores en el precio de los esclavos pero no hay que
ser conscientes que al abolir la esclavitud en los países la mano de obra cayó por lo
tanto los hacendados se tuvieron que reorganizar ahora tenían que contratar mano de
obra libre.
Como no todo tienen un fin con el paso de los años se generaron guerras en
donde mulatos indios y mestizos se unieron y afianzaron sus uniones haciéndolos más
fuertes creando una fuerza laboral plebe rural, los hacendados no se quedaron atrás y
generaron su propios ejércitos que en muchos casos los comandaban su peones tenían
por decir su propio ejército claro está sin tener disputas entre ellos mismos comparado
con el caso Colombiano se puede ver como en su época las autodefensas se crearon para
una protección de los lugartenientes sin embargo se salieron de su objetivo principal y
la plebe rural se fortaleció generando caos político ahora ya no eran esclavos sumisos se
generó una nueva raza de infames ladrones que se apoderaban de las riqueza y robaban
sin piedad en caminos como ladronzuelos hasta iniciaron a matar la vida ya no valía
nada, bandidos sin Dios ni ley, los países sin políticas claras frente a estos delitos
tuvieron que generar normas carentes de estricto cumplimiento un ladrón entraba
muchas veces a la cárcel y no se le condenaba.
La plebe rural buscaba a través del robo y el crimen sus propias riquezas más
asentado en países como México en los otros países latinoamericanos no se evidenció
tanto, sin embargo, hay que resaltar que el llamado bandolerismo que buscaba quitar
riquezas se fue con el tiempo creando las hoy llamada guerrillas.
Esto consigo mismo trajo pobreza ahora la mano de obra se centralizaba en las
grandes fábricas se especializaba dejado rezagado, las personas en algún momento se
conformaron entre sus pobrezas, muchos se conformaron con la mendicidad, por lo
tanto, se empezaron a vez las clases sociales las altas y las bajas.
3. Burguesías y patriciados
Este sector extranjero burgués generó una vinculación natural con la clase criolla
dirigente y junto a las renovadas clases burguesas, a quienes los criollos acudían en
busca de apoyo y consejo, conformaron el nuevo patriciado.
La época de las guerras civiles fue época de los militares políticos, pues los
coroneles podían hacer efectiva su autoridad arbitraria con el respaldo de su fuerza
militar. Y la clase dominante fue la de los coroneles y generales, quienes buscaron
apoyo en las clases populares y otros en las clases poderosas y extranjeros, pero todos
acudieron a la burguesía urbana para consolidar sus gobiernos y de esta mezcla surge el
nuevo patriciado que dominó la vida política durante medio siglo después de la
Independencia. El patriciado se fue consolidando gracias a la sucesión de las futuras
generaciones, con fortunas y poderes heredados, a las acciones en diferentes sectores de
la sociedad, a las alianzas matrimoniales y económicas, constituyendo un linaje que
prefijaba lugares a herederos y colaterales, idealizando sus orígenes y afirmando
arrogantemente su presunta excelencia. Se buscaba con ansias que de la familia saliera
un presidente o un arzobispo, pues esto aseguraba el respeto universal y los mejores
lugares al resto de la familia. De esta clase también salieron los principales
jurisconsultos que ocuparon los principales cargos judiciales, prepararon las
constituciones, leyes y códigos y quienes asesoraban a los gobiernos y gestores
extranjeros.
Para manejar la Nueva sociedad se tenía que poner funcionamiento una política,
pero para el cambio era necesaria una realidad social inédita, para adecuar la política.
Así tomó importancia la imagen de la sociedad, por encima de las anécdotas de poder y
el desafío que debió afrontar el nuevo patrocinado latinoamericano. Tener una
interpretación de la sociedad fue más importante que tener una política. En muchas
mentes perduro con diversos matices entender la sociedad que había elaborado el
pensamiento de la ilustración y heredado luego el liberalismo. La sociedad era una suma
de individuos, racionales, libres e iguales que constituían un conjunto orgánico donde se
establecía la soberanía nacional, que era por eso una soberanía popular, fuente de todo
poder, los individuos tenían el deber de cumplir el sistema de normas establecidos. Pero
era rigurosas las obligaciones de los organismos especialmente los que tenían el poder,
con respecto a los individuos que lo formaban: el sistema de libertades individuales
debía ser celosamente resguardado, porque en esa interpretación de la sociedad lo más
importante era el individuo, y sus libertades no debían tener más límite que la de los
demás. Pero el problema que surgió de esa sociedad criolla era quiénes eran los
individuos, que formaban parte del organismo social. En la sociedad colonial nadie
abrigaba dudas, puesto que estaba legislado quienes no formaban parte; pero posterior a
la independencia se produjo una escisión entre la teoría y la práctica, donde primero
todos formaban parte de la sociedad como iguales, y según la segunda, seguían
integrándose solo algunos. Era evidentemente que el sistema de libertades y derechos
individuales no eran válidos, en el modo que solo que no eran acreedores de a las
libertades y derechos sino los poseedores, económicamente libres.
Fue así como tres ideologías se cruzaron, en la mentalidad del nuevo patriciado.
Fue en ciudades donde se libró las batallas de las ideologías, porque en ellas se integran
poco a poco grupos del poder, y en ellas se formaban los movimientos de opinión que
aceleraban o entorpecen los grupos de poder. La translación entre los grupos fue, tan
frecuente como la translación de las ideologías. Lentamente las ciudades fueron
absorbiendo el impacto de las irrupciones rurales, seduciendo a sus representantes, que
el ambiente, de la vieja tesis urbana del despotismo para la libertad, reverdeció
modernizada. No todos la aceptaron ciertamente algunos se refugiaron en el más atávico
conservadurismo. En cambio, los liberales la aceptaron habían buscado y obtenido
apoyo popular y se reconocieron como conservadores liberales.
Fue entonces en los temas políticos donde más se manifestaban las luchas de las
ideologías, donde diferentes países latinoamericanos querían hacer Grandes unidades
Políticas como: bolívar La Gran Colombia, Morazán con la América central, y Santa
cruz con la Confederación Perú-boliviana, en la que estas fracasaron. Y donde nuevas
ideologías se originaron a los cambios de la sociedad y por ende nuevos conflictos.
5. Vista de la ciudad.
El autor nos muestra inicialmente como para los años 1850, los extranjeros que
visitaban Latinoamérica analizaban y juzgaban las ciudades de acuerdo a como se
mostraba su progreso o su estancamiento.