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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Económicas


Escuela de Estudios de Posgrado

HISTORIA DE LOS PAÍSES DEL MERCOSUR


TRABAJO 4
DOCENTE A CARGO: CARLOS G. A. BULCOURF

Características de las ciudades patricias y las


ciudades burguesas
Romero, J.L. Latinoamérica. Las ciudades y las ideas.

ALUMNO: NAHUEL ALVAREDO

POSGRADO: MAESTRÍA EN PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL


Las ciudades patricias

1. Introducción

Consolidadas las independencias en Latinoamérica, en las primeras décadas del


Siglo XIX, las ciudades criollas presentan profundos cambios en su fisonomía social,
con el desplazamiento de las burguesías criollas como “clase dirigente”, por una nueva
élite criolla, surgida de las nuevas nacionalidades y nuevos grupos de poder. A esta élite
es la que se le denomina el nuevo patriciado (denominado así por equipararlo con lo
sucedido en Roma donde los patricios, descendientes de las primeras familias que
habían fundado la ciudad junto a Rómulo, disfrutaban de numerosos privilegios: sólo
ellos podían formar parte del Senado, y sólo ellos podían desempeñar cargos públicos.
Los patricios en el Senado hacían las leyes, los patricios como cónsules las ejecutaban,
y patricios eran también los jueces que castigaban a los infractores de la ley.)

A este patriciado le correspondió la tarea de la dirección de los nuevos Estados.


Pero el surgimiento es esta sociedad criolla, junto con otros grupos sociales; que,
movidos por intereses inmediatos o particulares, provocaron amplias y acaloradas
discusiones que muchas veces terminaban en motines, movilizaciones y hasta batallas
callejeras.

A mediados del Siglo XIX, hubo un apaciguamiento de las tensiones, tras largos
enfrentamientos y conflictos. Y hacía 1880, cuyos patricios eran los hijos o nietos de los
fundadores de la nacionalidad, habiéndose logrado un arraigo económico y un deslinde
de sus intereses, se llega en muchas ocasiones a una actitud transaccional, obteniendo
un orden constitucional y de consenso.

Para la época llega a Latinoamérica, a través de los financistas (préstamos) y


comerciantes de productos terminados y materias primas, la presión económica surgida
desde la revolución Industrial en Inglaterra. Así también una presión militar y política
de las grandes potencias, que se creían con la autorización de conseguir los mercados
por la fuerza (por ejemplo, bloqueo de puertos o patrocinio de guerras).

Fue así como el campo cambia, pasando a grandes industrias como los ingenios
azucareros; llega el barco a vapor y los ferrocarriles. En las ciudades, llega el alumbrado
con gas y crece toda la actividad; crece el comercio y con él llegan los bancos
internacionales a impulsar la vida urbana. Los nuevos patriciados, imitando a los
europeos buscan adherirse al desarrollo de las grandes potencias industriales.

En Latinoamérica las ciudades eran lo más representativo, eran el centro de


protagonismo, sin embargo, el campo surgió y se generó el hogar más entrañable de la
sociedad criolla, en la cual no solo se aseguraba la riqueza de alimento. Se inició con
una ideología propia mística que contrariaba la ideología propia de la ciudad, en el cual
se contrastaba con las experiencias que la ciudad traía, sin embargo, al creer que el
criollismo era una ideología que se arraigaba a su experiencia y conocimiento práctico,
sin embargo, en su desconocer su humildad se acogió a nuevas economías del mercadeo
capitalino.

2. La ciudad y el campo

La sociedad rural vio como un administrador a conseguir el mercadeo más aún


en las ciudades y no pretendía terminarlas y las ciudades se ruralizaron y adquirieron
poder, sin embargo, las ciudades después de la independencia, dejaron de ser el centro
de atracción en las decisiones económicas y políticas, tuvieron que generar nueva ideas
y métodos para las transacciones financieras que se pudieron lograr, las ciudades
avanzaron y las elites rurales se mantuvieron

Con el tiempo cambiaron la ciudades y también cambió el campo se aumentaron


los campesinos con recursos, las ciudades crecieron y se empezaron a ver los avances, a
los productos se les puso más cuidado en la parte de campo se realizaron cruces para
generar mejores razas, razas de producción, de igual manera ocurrió con la producción
de alimentos se iniciaron con el control plagas que en muchos casos ocasionan
pérdidas, por lo tanto hubo producciones grandes que se les mereció tener más atención
por su auge en la exportaciones, claro está teniendo como meta la calidad extra en los
productos, por ejemplo en Europa al ver la esterilidad que se había generado lo
opacaron economías latinoamericanas de productos como las lanas, el guano, el salitre
el café los cuales tuvieron mucho auge por las masivas solicitudes y necesidades
europeas claro esta representados en países como Perú, Chile, y Brasil.

Cabe aclarar que al ver el auge en estas economías los hacendados tuvieron que
cambiar la mentalidad con que venían les toco que visionar los mercados que tenían a su
alcance ejemplificaban con algunos que tenían poder tanto político como militar los
cuales tenían sus viviendas en la ciudad sin embargo su hogar natal era el campo
muchos se acogían a su humildad otros ostentaban lujos en sus viviendas para sus
comodidades, pero como iba en aumento en producción no hay que olvidar quienes
eran los que realizaban la labor esclavos con su familias que a son de látigo trabajan,
mestizos e indios sufrían las implacables castigos por la disciplinas.

No hay que olvidar que también hubo hacendados que de una u otra manera
admiraban a sus súbditos, así mismo se evidencia el trabajo, sin embargo en alguno
países la esclavitud se arraigó tanto que en muchos casos la infertilidad de las esclavas,
las muerte infantiles subieron los valores en el precio de los esclavos pero no hay que
ser conscientes que al abolir la esclavitud en los países la mano de obra cayó por lo
tanto los hacendados se tuvieron que reorganizar ahora tenían que contratar mano de
obra libre.

Como no todo tienen un fin con el paso de los años se generaron guerras en
donde mulatos indios y mestizos se unieron y afianzaron sus uniones haciéndolos más
fuertes creando una fuerza laboral plebe rural, los hacendados no se quedaron atrás y
generaron su propios ejércitos que en muchos casos los comandaban su peones tenían
por decir su propio ejército claro está sin tener disputas entre ellos mismos comparado
con el caso Colombiano se puede ver como en su época las autodefensas se crearon para
una protección de los lugartenientes sin embargo se salieron de su objetivo principal y
la plebe rural se fortaleció generando caos político ahora ya no eran esclavos sumisos se
generó una nueva raza de infames ladrones que se apoderaban de las riqueza y robaban
sin piedad en caminos como ladronzuelos hasta iniciaron a matar la vida ya no valía
nada, bandidos sin Dios ni ley, los países sin políticas claras frente a estos delitos
tuvieron que generar normas carentes de estricto cumplimiento un ladrón entraba
muchas veces a la cárcel y no se le condenaba.

La plebe rural buscaba a través del robo y el crimen sus propias riquezas más
asentado en países como México en los otros países latinoamericanos no se evidenció
tanto, sin embargo, hay que resaltar que el llamado bandolerismo que buscaba quitar
riquezas se fue con el tiempo creando las hoy llamada guerrillas.

Llegó la independencia en muchos países la comercialización abrió caminos a


los grandes comerciantes quienes centralizaban los productos y los empezaron a
comercializar, tanto los productos nacionales como los extranjeros en muchos casos los
altos costos se sumaban al transporté a los riesgos que tenían que correr para llegar a su
destino es decir el mundo industrial estaba en su auge se empezaron a generar grandes
capitales deseosas de surgir.

Los bancos que en su momento se crearon tuvieron bancarrotas hasta que


financistas visionaron su negocio aprovisionando de recursos para iniciar sus
operaciones así mismo se iniciaron las grande fábricas muchas de estas fracasaron no
sólo por los productos que ofrecían algunas eran tan visionarias que no iniciaron con el
producto básico sino con productos muchos más finos por ejemplo si en los países se
utilizaban unas vasijas de barro los fabricantes ofrecían lujosas vajillas, esto generó
pérdidas y la diversificación de productos los cuales no llevaban a la línea debida , pero
aquí se generó una nueva clase la clase trabajadora que con su trabajo ayudó a generar
el auge industrial o revolución industrial.

Esto consigo mismo trajo pobreza ahora la mano de obra se centralizaba en las
grandes fábricas se especializaba dejado rezagado, las personas en algún momento se
conformaron entre sus pobrezas, muchos se conformaron con la mendicidad, por lo
tanto, se empezaron a vez las clases sociales las altas y las bajas.

La ruralidad llevada de la mano de quienes vieron el auge de las industrias quiso


visualizar sus arraigos, pero los hacendados no apoyaron mucho, puesto que estos
buscaron más la ciudad en donde sus dineros se veían más, las grandes masas ayudaban
a generar grandes riquezas y las clases se asentaban más a ser clase alta, medio y pobre
como hoy día la podemos ver en nuestro país.

3. Burguesías y patriciados

Pocas décadas después de la revolución, la clase dirigente había cambiado


sustancialmente, pues la aristocracia fue desplazada por una nueva generación, producto
de las revoluciones, por lo que en su mayoría eran militares y sus familias, pero también
varios burgueses y hacendados que se pasaron a la nueva élite. No obstante, la burguesía
siguió teniendo influencia desde los puestos que ocupaban, pues estaban en los
principales cargos administrativos y políticos, como en Colombia los casos de Vicente
Borrero, que dejó su tienda de telas para ser Ministro de Relaciones Exteriores (1830 -
1831), o el de Manuel Murillo Toro quien fuese Secretario de Hacienda de José Hilario
López (1849 - 1853), también estaban presentes en los comercios, los bancos, bufetes y
despachos. La fuerza que había perdido la clase burguesa, sólo pudo ser recuperada por
la incorporación de un nuevo grupo que entró en el escenario social en toda
Latinoamérica: los comerciantes extranjeros. Estos estaban representados
principalmente por ingleses en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Perú y México, pero
también hicieron presencia los franceses, alemanes, norteamericanos, italianos y
portugueses y controlaban generalmente los principales negocios y tiendas al por
menor. Junto a los comerciantes, también llegaron los que se aventuraron al negocio de
los ferrocarriles.

Este sector extranjero burgués generó una vinculación natural con la clase criolla
dirigente y junto a las renovadas clases burguesas, a quienes los criollos acudían en
busca de apoyo y consejo, conformaron el nuevo patriciado.

Pero también se integraron a través de los ricos banqueros y poderosos


comerciantes, quienes patrocinaron revoluciones tratando de imponer sus puntos de
vista hacia el poder, atrayendo incluso a ricos y hacendados con promesas de mando.
Hacendados, montoneros y bandidos confluyeron por décadas, conformando ejércitos
privados, pero que algunos segregados conformaron bandas para ejecutar operaciones
de pillaje.

Aunque algunos hacendados se quedaron al margen, otros participaron


activamente en los cambios sociales y políticos, encabezando generalmente los
movimientos regionales o federalistas, aunque algunos, una vez en el poder, se tornaran
centralistas.

Después de la Independencia, no era posible pensar en una política que no fuera


apoyada por la fuerza, muchos de los nuevos hacendados, se convirtieron precisamente
en ello por la política misma, apropiándose de las haciendas de los adversarios o
adquiriéndolas con las fortunas conseguidas en las campañas. Así mismo muchos
civiles transmutaron a militares, como Manuel Belgrano en Buenos Aires, que de
intelectual burgués se convierte en general de un ejército regular. Muchos jefes
montoneros (ejércitos irregulares) terminaron ocupando altas posiciones públicas.

La época de las guerras civiles fue época de los militares políticos, pues los
coroneles podían hacer efectiva su autoridad arbitraria con el respaldo de su fuerza
militar. Y la clase dominante fue la de los coroneles y generales, quienes buscaron
apoyo en las clases populares y otros en las clases poderosas y extranjeros, pero todos
acudieron a la burguesía urbana para consolidar sus gobiernos y de esta mezcla surge el
nuevo patriciado que dominó la vida política durante medio siglo después de la
Independencia. El patriciado se fue consolidando gracias a la sucesión de las futuras
generaciones, con fortunas y poderes heredados, a las acciones en diferentes sectores de
la sociedad, a las alianzas matrimoniales y económicas, constituyendo un linaje que
prefijaba lugares a herederos y colaterales, idealizando sus orígenes y afirmando
arrogantemente su presunta excelencia. Se buscaba con ansias que de la familia saliera
un presidente o un arzobispo, pues esto aseguraba el respeto universal y los mejores
lugares al resto de la familia. De esta clase también salieron los principales
jurisconsultos que ocuparon los principales cargos judiciales, prepararon las
constituciones, leyes y códigos y quienes asesoraban a los gobiernos y gestores
extranjeros.

El Patriciado fue la espuma de la nueva sociedad, que brillaba en las ciudades


grandes y pequeñas.

4. La Lucha por las ideologías

Para manejar la Nueva sociedad se tenía que poner funcionamiento una política,
pero para el cambio era necesaria una realidad social inédita, para adecuar la política.
Así tomó importancia la imagen de la sociedad, por encima de las anécdotas de poder y
el desafío que debió afrontar el nuevo patrocinado latinoamericano. Tener una
interpretación de la sociedad fue más importante que tener una política. En muchas
mentes perduro con diversos matices entender la sociedad que había elaborado el
pensamiento de la ilustración y heredado luego el liberalismo. La sociedad era una suma
de individuos, racionales, libres e iguales que constituían un conjunto orgánico donde se
establecía la soberanía nacional, que era por eso una soberanía popular, fuente de todo
poder, los individuos tenían el deber de cumplir el sistema de normas establecidos. Pero
era rigurosas las obligaciones de los organismos especialmente los que tenían el poder,
con respecto a los individuos que lo formaban: el sistema de libertades individuales
debía ser celosamente resguardado, porque en esa interpretación de la sociedad lo más
importante era el individuo, y sus libertades no debían tener más límite que la de los
demás. Pero el problema que surgió de esa sociedad criolla era quiénes eran los
individuos, que formaban parte del organismo social. En la sociedad colonial nadie
abrigaba dudas, puesto que estaba legislado quienes no formaban parte; pero posterior a
la independencia se produjo una escisión entre la teoría y la práctica, donde primero
todos formaban parte de la sociedad como iguales, y según la segunda, seguían
integrándose solo algunos. Era evidentemente que el sistema de libertades y derechos
individuales no eran válidos, en el modo que solo que no eran acreedores de a las
libertades y derechos sino los poseedores, económicamente libres.

Pero la erupción social insinuó desde el siglo XVIII y culminó a desencadenarse,


a la independencia que planteó el problema, en otros términos. Gente que pertenecía a”
la otra sociedad” se atuvieron a la teoría igualitaria y reclamaron a su manera el puesto
que se les correspondía. Entonces quedó planteado un conflicto entre dos
interpretaciones de la sociedad, donde todo giraba alrededor de la palabra “pueblo” en la
soberanía popular ¿Pueblo era toda la sociedad o sólo una parte de ella?, Así otra vez la
interpretación iluminista y liberal de la sociedad quedó atrapada otra vez en la
contradicción. La respuesta de “la otra sociedad” fue que la sociedad se componía del
todo el pueblo y debía ser igualitaria. La sociedad comenzó a entenderse no como una
suma de individuos razonables y libres que constituían un conjunto orgánico fundado
con el pacto, sino por el conjunto misma, en el que los individuos se desvanecen ante la
significación del todo.

A cada interpretación de la sociedad le correspondía a cada interpretación de


cómo expresarse. Para la concepción liberal hablaba a través de cada uno de sus
miembros, por el otro lado la concepción romántica era todo lo contrario no contaba con
la opinión y la decisión de racional de cada uno de los integrantes del conjunto
inorgánico, sino por medio de los sentimientos. La interpretación liberal y la
interpretación romántica de la sociedad tenían a Latinoamérica, a pesar de ser
contradictorias, tenía algo que las vinculaba; Era como dos caras de una moneda,
acuñadas al calor del cambio, que las dos habían percibido y recibido. Pero no
desvaneció la antigua interpretación, anterior a ambas, que había servido como
conquista y sirvió de fundamento para la sociedad hidalga.

Fue así como tres ideologías se cruzaron, en la mentalidad del nuevo patriciado.
Fue en ciudades donde se libró las batallas de las ideologías, porque en ellas se integran
poco a poco grupos del poder, y en ellas se formaban los movimientos de opinión que
aceleraban o entorpecen los grupos de poder. La translación entre los grupos fue, tan
frecuente como la translación de las ideologías. Lentamente las ciudades fueron
absorbiendo el impacto de las irrupciones rurales, seduciendo a sus representantes, que
el ambiente, de la vieja tesis urbana del despotismo para la libertad, reverdeció
modernizada. No todos la aceptaron ciertamente algunos se refugiaron en el más atávico
conservadurismo. En cambio, los liberales la aceptaron habían buscado y obtenido
apoyo popular y se reconocieron como conservadores liberales.

Desatado el cambio se generó nuevas preguntas sobre la transformación y


estructuración socioeconómica del mundo colonial. Donde causaría una gran conmoción
en diferentes países latinoamericanos.

Fue entonces en los temas políticos donde más se manifestaban las luchas de las
ideologías, donde diferentes países latinoamericanos querían hacer Grandes unidades
Políticas como: bolívar La Gran Colombia, Morazán con la América central, y Santa
cruz con la Confederación Perú-boliviana, en la que estas fracasaron. Y donde nuevas
ideologías se originaron a los cambios de la sociedad y por ende nuevos conflictos.

5. Vista de la ciudad.

El autor nos muestra inicialmente como para los años 1850, los extranjeros que
visitaban Latinoamérica analizaban y juzgaban las ciudades de acuerdo a como se
mostraba su progreso o su estancamiento.

Para esta época en las ciudades Latinoamericanas se producían cambios


significativos en las sociedades, más sin embargo el aspecto físico se mantenía
predominando la arquitectura colonial y las sociedades urbanas eran Criollas;
funcionaban igual que las ciudades europeas.

Luego vinieron la independencia y las guerras civiles, convirtiéndose en causa


principal de interrupción de su desarrollo.

Posteriormente, con la nueva economía se fundan nuevas ciudades y algunas


aldeas se transforman en ciudades; entre esta Barranquilla, de la cual se decía que tenía
más extranjeros que toda la República.

Otras ciudades se convirtieron en protagonistas de la economía con el manejo


de las importaciones y las exportaciones y otras se beneficiaron del poder político; sin
embargo en muy pocas el desarrollo económico se tradujo en la transformación física de
las ciudades, en Barinas Venezuela por ejemplo, los saqueos y los incendio de la guerra
no le permitió levantarse y los ricos unos huyeron, otros murieron y los pocos que
regresaron quedaron en la indigencia; Barinas quedó despoblada y llegó la era de la
libertad y la igualdad, nadie se sometía a nadie; este proceso se repitió en muchas
ciudades, mientras que otras se mantuvieron igual y no tuvieron un desarrollo
significativo.

De igual forma la nueva economía también permite el progreso en algunas


ciudades, especialmente en aquellas capitales que al mismo tiempo eran puertos, como
Buenos Aires Montevideo o Rio de Janeiro, destacándose Valparaíso como la que más
creció, debido al descubrimiento de oro en California y Australia y a la exportación de
trigo.

Con la influencia extranjera, la estabilización de los procesos sociales y


políticos y el crecimiento de la riqueza, las ciudades latinoamericanas empezaron a
transformarse, imitando a la aristocracia europea, pero con formas de convivencia
netamente criollas; ya cuando las costumbres europeas se acentuaron definitivamente, el
patriciado cedió su lugar a una nueva generación, una nueva clase.

A partir de 1880 muchas ciudades latinoamericanas comenzaron a experimentar


nuevos cambios, esta vez no solo en su estructura social sino también en su fisonomía,
siendo en la formación de las elites burguesas, de su estructuración social en sus modos
de vida y de sus ambiciones, desde donde las ciudades reciben una influencia que las
caracteriza hoy en día.

6. Una convivencia acriollada

En las ciudades latinoamericanas se produjo un fenómeno el cual la vida


lentamente se acriollaba además del impacto mercantilista, el paso del tiempo,
influyeron para que los grupos rurales se incorporaran lentamente a la sociedad esto era
más notorio en las grandes ciudades que se empezaban a formar un ejemplo fue Buenos
Aires; de repente andábamos en una ciudad muy europeizada en la esquina siguiente
nos topábamos con el ejército que a diferencia del Europeo había negros y su vestimenta
en lo único que concordaba era en el pantalón desflecado en el extremo inferior así era
la Buenos Aires rosista en promedio de 120.000 habitantes donde la mitad eran
extranjeros de distintas naciones, esa era la media en la mayoría de las ciudades
latinoamericanas producto de la revolución; extraña muestra de tradiciones rurales y
anglo francesas, caso opuesto a las ciudades donde no llego la influencia anglo francesa
aún se conservaban tradiciones peninsulares, mientras para la clase alta era importante
mantener las tradiciones y costumbres criollas, en Bogotá se distinguía entre los de
ruana y los que utilizaban levita; la llegada de la moderna GAUTRAM en 1840 con su
llegada y el nuevo termino la MODA, las grandes familias ostentaban sus riquezas con
pretenciosas casas diseñadas por arquitectos franceses. Una cualidad innata descrita por
LUIS Benjamín Cisneros en su obra JULIA; como los extranjeros tienen prelaciones,
mientras que con los nuestros somos apáticos y desconfiados, sobre esta atmosfera fue
que las ciudades patricias se desarrollaron no solo sobre modos y objetos extranjeros si
no sobre una nueva manera de entender la vida,(fiestas teatro); una importante imitación
fue la forma de vida llena de lujos la cual no era netamente criolla si no europea que
vino tras el desarrollo industrial y las copias de las nuevas metrópolis y las burguesías
(LOS HIJOS DEL PLACER), los viejos que eran nuevos ricos, jóvenes elegantes eran
los que componían la nuevas sociedades; esa europeización que se coló en la clase
media triunfaría décadas más tarde.

El día de las independencias latinoamericanas eran las pocas ocasiones donde se


mezclaba las clases medias acomodadas y las clases altas con las clases populares estas
no habían olvidado sus tradiciones fiestas, coloridos, platos típicos artesanías dichos,
nada q ver con el vals la ópera, etc., las clases populares pasaron de miseria rural a la
miseria urbana mezclando tradiciones usos y costumbres, casos excepcionales fueron la
boca en Buenos Aires que mantuvo sus tradiciones por largo tiempo.

La policía se fue organizando poco a poco en las grandes ciudades donde el


crimen y la inseguridad eran grandes, la política aparecía mientras elegían a los
mandatarios, en aquella época se distinguieron dos clases de revoluciones aquellas que
fueron simples golpes militares y aquellos otros que realizaran la opinión popular. El
cordobés MOURE En 1851 – 1853 Bogotá fue testigo de una batalla campal entre
familias burguesas y artesanos organizados; el poder por siempre fue pragmático y poco
se apoyó en la teoría, tuvo fuerza con las armas más que en la fuerza que da el poder
mismo.

En muchas sociedades parecieron sabios, historiadores, poetas; instituciones


geográficas e históricas, periódicos.
Las ciudades burguesas

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