Você está na página 1de 7

TIERRA MOJADA ¿TESTIMONIO HISTORICO O

CREACIÓN LITERARIA?
.

Tierra mojada fue la primera novela escrita por Manuel Zapata Olivella, salió a la luz para
la crítica nacional en 1948 con un prologo del maestro peruano –novelista- Ciro Alegría
quien presenta la novela plasmando la historia de andariego de su creador, las peripecias
por cada país desde que decide salir de la ciudad de Bogotá a caminar aparentemente sin
rumbo programado hasta llegar a las puertas de la residencia del novelista Latinoamericano
en la ciudad de New York con un manojo de hojas bajo el brazo; “quisiera conversar con
usted maestro…
Con mucho gusto. ¿Y por qué me dice maestro?
Porque yo escribo algo y ¿usted? Manuel Zapata Olivella extendió su blanca y espaciosa sonrisa
negra explicándome que era periodista y también había escrito una novela ” (Zapata. 1948. 7, 8);
el prestigioso intelectual Latinoamericano estableció una relación de amistad con el
andariego, reviso el manuscrito, recomendándole “el secreto esencial de la novela no está
en decir que ocurrió, si no como ocurrió. En vez de relatar llanamente un hecho, hay que
exponerlo, dramatizarlo como decimos en la jerga del oficio… En última instancia
aconsejé a Zapata que no publicara inmediatamente su novela” (Zapata. 1948. 10, 11);
Zapata volvió a revisar el manuscrito y sólo hasta su regreso a Colombia decide publicar la
novela, solicitándole el prologo a su amigo Ciro Alegría.

Sin lugar a dudas, Manuel zapata Olivella para crear la trama argumental en tierra mojada
estuvo allí, vivió entre estos pobladores y fue uno de ellos, lo demuestran las anteriores
referencias sobre Manuel Zapata Olivella, en su trasegar como médico rural, las
descripciones y compatibilidad de hechos y personajes, de igual modo fue fundamental las
vivencias de niñez y juventud del autor como bajo Sinuano.

El estar allí, poseer un diario de campo o cuaderno de notas que le permitiese registrar
como en un diario de juventud romántica y por último, dirigirse a un centro de producción
académica con el fin de revisar hasta la saciedad el acerbo teórico de mayor significado
entre la comunidad científica y construir un texto de exquisita métrica literaria, que agrade

1
a los miembros de la comunidad científica al cual pertenece. En estos términos decimos con
André Jolles "…donde el lenguaje toma parte en la creación de tal forma, donde interviene
disponiendo y transformando, donde nuevamente le da estructura " (Jolle. 1972. 5) es donde
podemos hablar de literatura. Por ello podemos caracterizar a TIERRA MOJADA como
una creación literaria, ya que el escritor hace uso de los códigos lingüísticos del lenguaje a
profundidad, como herramienta para captar los hechos sociales que se dispone a plasmar y
categorizar; en una perspectiva más conservadora, la novela se entiende en términos de "…
la narrativa ordenada y completa de sucesos humanos ficticios, pero verosímiles, dirigida a
deleitar por medio de la belleza…"; (Sainz. 1954. 914), en este contexto, la novela se
distingue de la historia, en que la historia cuenta hechos reales. Sin embargo, el mismo
Sainz en el texto antes citado da la razón a la tesis de la realidad o verosimilitud en cuanto a
que lo narrado en el texto novelesco se representa de alguna manera la visión del autor
convertido en ente totalizador y creador de escenas convincentes para el lector, lo anterior
es debido al suceso de confusión psicológica, ya que en este universo, no existe
completamente la objetivación, así como la completa subjetivación en el género novelesco,
pues la creación de un relato literario se convierte en una restitución e interpretación de la
realidad y de la cual es embarazoso identificar los linderos de lo real y lo ficcional. Pero
como se sentencio antes, Tierra Mojada es una obra literaria perteneciente al género de
realismo mágico y por tanto no deja de ser novela ficcional, aun con las denuncias de
explotación social que presenta. Por ello le atribuimos el carácter de novela en tanto
identificamos recursos narrativos propios de este género.

Por otra parte, ente los pobladores del corregimiento de Caño Grande en el municipio de
San Bernardo del Viento, consideran todo lo contrario a la opinión académica, al considerar
a la novela Tierra Mojada como documento histórico, pues para ellos, Zapata Olivella vivió
con ellos, recorrió cada sitio del poblado y los hechos que se narran se acoplan
perfectamente con las tradiciones o historias orales de la comunidad, en tanto recuerdos
selectivos de la memoria porque “Si la memoria humana es un registro selectivo, entonces los
recuerdos de esa memoria son aún más selectivos, lo que hace que la selección adquiera mayor
importancia” (Moss. 1997. 17), dichos recuerdos se relacionan directamente con la
caracterización o intensidad de los sucesos de colonización, establecimiento, creencias y

2
posterior desplazamiento de este grupo de agricultores, de esta manera el autor pasa a hacer
una herramienta de conservación escrita de un episodio heroico de la historia oral
vocalizante, haciendo parte del sistema probatorio, renovador y constitutivo de la identidad
grupal y sí se toma la concepción del autor en cuanto al papel que deben cumplir los
escritores en Latinoamérica en cuanto a develar las injusticias sociales de los mestizos, se
puede suponer que la estadía de Manuel Zapata Olivella entre los pobladores del delta
Sinuano y su posterior creación de la novela referida, su intensión era narrar lo más real
posible las vicisitudes de la población en su lucha por la dominación de un territorio
fundamentalmente hostil. Para ello, se vale de una estructura discursiva y de la autoridad
etnográfica. La estructura discursiva en Tierra Mojada, no muestra novedades estilísticos y
experimentación, más bien es de carácter tradicional, simple y directo, con innumerables
locuciones empleadas en la comunicación discursiva en el contexto popular de los bajo
Sinuanos y siguiendo a Foucault en lo atinente al orden discursivo, tenemos que, “ En una
sociedad como la nuestra son bien conocidos los procedimientos de exclusión. El más evidente, y el
más familiar también, es lo prohibido. Se sabe que no se tiene derecho a decirlo todo, que no se
puede hablar de todo en cualquier circunstancia, que cualquiera, en fin, no puede hablar de
cualquier cosa. Tabú del objeto, ritual de la circunstancia, derecho exclusivo o privilegiado del
sujeto que habla” (Foucault. 2002. 3), para nuestro caso, el discurso novelístico utilizado
por Zapata como medio de representar la realidad de los grupos humanos en el
Departamento de Córdoba, es una manera de poder nombrar libremente lo que no estaba
permitido decir con otros recursos escriturales o científicos, tanto más, si en la disputa por
la tierra en la zona deltica del río Sinú estaban involucrados representantes de la vida
político-económica de la región como los hermanos Martínez, los grandes propietario de
tierras como: el señor José Santos Cabrera, las curtiembres entre otras empresas
establecidas en la zona; así relata un informante, la problemática de la época
“Yo viví siete años hay en esa tierra; hay en los secos, cuando me vine para acá arriba fue que
me case. Esto aquí donde estamos era de los Martínez de Lorica de Diego Ignacio Martínez y de
Pedro clavel Martínez, ellos eran de Lorica pero Vivian acá en san Bernardo del viento y del otro
lado era de los cabreras así que de aquí para arriba era de los Martínez hasta el caño de Palermo,
lo que era de don Carlos avena. Esos tipos fueron los que se apropiaron de esta tierra como tenían
plata y los campesinos necesitaban entonces, ellos le daban para que los agricultores cosecharan
y con cada cosecha se iba endureciendo la tierra para echarle ganado, entonces se terminaban las

3
cosechas; le decían a los campesinos, deje esa tierra hay y siga adelante, así, los campesinos
iban componiendo las tierras, ellos adueñándose y si no aceptaban le daban palo o lo metían
preso.

Ignacio Cabrera fue senador y después lo postularon a la presidencia, fue casi presidente, era
negro pero inteligente, San Bernardino neto pero decía que nació y que en Santa Catalina, como
en esa época toda esta vaina era de Bolívar; Es que bolívar era muy grande salieron córdoba
sucre y por allá por el sur de bolívar creo que sacaron otro departamento, todavía por el mar creo
que llegan a isla fuerte y todavía me dice un señor que tiene una finca por allá y dice uff todavía
bolívar se mete más allá hasta arenal y eso es grande, el colinda con los limites de Antioquia ”
(informante. 2006-06). En la actualidad, los habitantes de del delta que habitaron en los
Secos, recuerdan selectivamente los sucesos de la lucha por la tierra con personas de poder
discursivo, si se quiere, de tipo racional y verdadero que les daba audición plena –
Propietarios-, ante las autoridades de la época, así, quienes representaban otras formas
discursivas eran objeto de exclusión político-social; pero como se presenta en los años
veinte en adelante, el país asiste al auge de las luchas populares de corte ideológico
izquierdista, las consignas como la tierra es para quien la trabaje, eran el pan de cada día,
entonces los grupos excluidos de los discursos de poder político hacían uso de su poder por
medio de la apropiación por vía de las invasiones comunitarias de propiedades privadas
pertenecientes a familias con tradición de nombrar políticamente y en el delta del río Sinú
no se escapaban a esta situación. Entonces para un investigador como Manuel Zapata
Olivella, deseoso de convertirse en la voz representativa de los grupos excluidos de la
costa Caribe Colombiana, en especial los mestizos; debía evadir a los discursos con poder
político y económico, para que su creación discursiva no corriera el riesgo de la negación o
exclusión; tomando la decisión de transformar los hechos reales y convertirlas en ficción.
Así, tierra mojada es una creación ficcional que representa la mirada intima del autor,
convirtiéndose en lo que M. Bajtín calificaba como el “yo social” (1995) en el procesos de
la producción textual, producto de la revelación de numerosos yoes individuales, para
nuestro caso, representados en la interacción con los habitantes de los extintos SECOS; y
es que “con las comunicaciones expandidas y las influencias interculturales, la gente
interpreta a los otros, y se interpreta a sí misma, en una pasmosa diversidad de idiomas:
una condición global de lo que Mijail Bajtín (1995) llamaba heteroglosia. Este mundo

4
ambiguo y multívoco hace que cada vez resulte más difícil concebir la diversidad humana
como algo inscrito en las culturas cerradas e independientes” (J. Clifford, 2001: 40); el
autor convertido en voz polifónicas, mediador narrativo de sus yo personal y los yoes
colectivos de los informantes. El resultado es un texto en el que se diluyen las dos
tensiones psíquicas entre los informantes y autor, dando paso a la nueva mirada
textualizada de la realidad social.

En cuanto a la autoridad etnográfica en Manuel Zapata y para efectos argumentativos


permítaseme citar parte de la nota presentación a Tierra Mojada reimpresa en el año 2000,
con el patrocinio de la empresa camaronera Agrosoledad.
“Un día, con fecha extraviada en los anaqueles de mis neuronas el doctor José Vicente Mogollón
Vélez me invitó para que lo acompañara a terrenos de la geografía del municipio de San Antero, el
Antero inicial escapado del recuerdo colectivo… cuando desembarque de la lancha que nos llevó a
esos predios me impactó lo reducida que estaba la ciénaga de soledad que había conocido en los
años 60s con su espejo de agua dulce…recordé el acontecimiento del año 1945, cuando las aguas
del río de los Zenues le fue infiel a su milenaria desembocadura de la bahía de Síspata y se
amancebó con su querida, la boca de tinajones. Desde esas calendas las aguas Sinuanas, que antes
inundaban –Los Secos- para permitir la siembra de arroz forastero y fertilizaban riveras y deltas,
hicieron mudanza e hizo e hizo presencia el ponto Caribe, que acabó la prosperidad reducida de
que tantas gentes disfrutaban desde la culminación de las epopeyas de los campesinos Sinuanos.
Cuando el doctor Mogollón y yo recorrimos el río Sinú, en el pasado de impetuosa corriente y
ahora la misma ya cansina, le prometí que le prestaría la novela Tierra Mojada, del médico
psiquiatra y antropólogo, brotado de la fertilidad del suelo Sinuano, Manuel Zapata Olivella para
que se ilustrara de las luchas que los campesinos de esos lares, ya algunos con posadas en predios
de la huesa, habían librado para rescatar pedazos de tierra que el limo del Sinú con generosidad
había, en años y años, abonado a su delta.

Algunos señores, con pretensiones de más tierras, y con mañas ayudadas por autoridades dolosas y
papel sellado, las habían pasado su propiedad. Le cumplí lo prometido, y con espacios de días me
llamó para decirme que esa novela la consideraba de espacial valía como obra literaria, como
documento social e histórico, y como texto revelador de episodios de un ayer injusto que no se
debía repetir” (Zapata. 2000. 4). Es evidente que él estuvo allí, realizo ejercicios de
observación participante y es este hecho llevar un diario de notas, además de las

5
interpretaciones sobre la vida cotidiana de los Sequeños en la novela Tierra Mojada,
narración es que son confirmadas por algunos informantes, es lo que, tomando como
referente a James Clifford, en un en sayo sobre “la autoridad etnográfica” 1, “Los modos de
autoridad que hemos revisado aquí –experiencial, interpretativo, dialógico y polifónico- están
disponibles para todos los escritores de textos etnográficos, occidentales y no occidentales.
Ninguno está obsoleto” (Clifford. 2001. 74), si se asume esta tesis como una verdad de
Perogrullo, entonces habría que identificarse con una de estas tradiciones etnográficas y
por consiguiente hablar desde el pulpito de su construcción histórica y metodológica, con la
anterior plataforma de ideas, es conveniente aseverar que al autor de la novela Tierra
Mojada, no le era del todo desconocida la tradición etnográfica Británica en cabeza de B.
Malinowski e incluso un poco más atrás James Frazer, célebre por su estudio sobre el
surgimiento de la magia. Ya que en el texto ficcional existen alusiones recurrentes a las
creencias mágicas entre los Sequeños, su filosofía eco-naturista y la creencia en el peso del
destino divino para cada persona. Por ello ratifico la hipótesis como verdadera en lo
atinente a que Zapata durante su estancia en el delta del río Sinú, fungió como un etnógrafo
tanto más si su interpretación textual al escribir las vivencias y prácticas empiromagícas de
una comunidad sin voz o mejor sin poder discursivo; pero, “lo que un etnógrafo debe hacer es
ir a los sitios, volver con información sobre la gente que vive allí, y poner dicha información a
disposición de la comunidad profesional de un modo práctico ” (Geertz. 1997. 11). Él fue al sitio
y regreso con información, pero en el instante de la escritura se le presentó el relato
ficcional como alternativa, tal vez porque vio en la literatura de ficción una poderosa
herramienta de difusión popular y sin que su humanidad corriese riesgo de ser lastimada.
En todo caso, la construcción textual no deja de ser un “Realismo Etnográfico” 2 pues en
Tierra Mojada, desde el titulo se están efectuando alusiones del escenario inspirador de la
trama, además de su intensión de abarcar la totalidad de la vida cotidiana de los personajes,
así las descripciones un tanto pesadas sobre los personajes y la intervención del autor
generalmente en tercera persona con el ánimo de aclarar o explicar lo narrado por los
personajes, se le presenta al lector como un control discursivo global en el que los

1
Léase a Clifford James. 2001. Dilemas de la cultura, Antropología, literatura y arte en la perspectiva
posmoderna. Editorial, Gedisa.
2
El concepto es empleado por George Marcus y Dick E Cushman. 2003. En, El surgirniento de la
antropología posmoderna, editada por Calos Reynoso. Editorial Gedisa.

6
personajes no pueden aparentemente escapar al direccionamiento creativo y calculador del
autor fungiendo como el gran arquitecto del universo ficcional.

Você também pode gostar