El concepto surge de la naturaleza, donde todo se reutiliza y nada se desperdicia,
tradicionalmente el sector de producción y consumo funciona de manera lineal, es decir, los productos se diseñan para ser utilizados consumidos y desechados tras un ciclo de vida, para esto se ideo la economía circular un sistema donde predomina la reducción, reutilización y el reciclaje de los elementos, donde los residuos se convierten en recursos. El modelo lineal según la extracción de recursos, su tratamiento para convertirlos en materiales y su montaje para dar lugar a un producto o servicio que pronto se convertirá en un residuo, todas estas fases implican un enorme consumo energético y de recursos y la emisión de gases contaminantes, por el contrario la energía circular, busca el aprovechamiento de recursos en todas las fases del ciclo de vida del producto o servicio, evalúa el impacto ambiental desde el diseño, la adquisición de materias primas, la fabricación y transporte hasta, su consumo final, los recursos utilizados pueden ser reutilizados en sus diferentes etapas o bien para crear nuevos productos, siempre con la idea de aumentar la durabilidad de los productos. La economía circular no solo se limita únicamente a los vienes de consumo también está presente en otros tipos de productos como por ejemplo la tecnología que aprovecha los residuos de producción agrícola y forestal para generar energía sostenible, como por ejemplo las plantas de biomasa, que fusiona la energía circular con las energías renovables. El sector de la construcción es el mayor consumidor mundial de materias primas, su apetito para con ellas es enorme y representa el 25/40% de las emisiones globales de carbono. En cambio, se considera muy poco su reciclado o reutilización. La aplicación de este principio a la industria de la construcción podría traer beneficios muy rentables. El informe del Foro Económico Mundial señala que, mediante el aprovechamiento de la capacidad del sector de la construcción, muchos países podrían reducir las tasas de emisión de forma rentable y lograr un ahorro energético de más del 30%, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Algunos países se empiezan a mover con solvencia en esto de la economía circular, el objetivo fijado por industria de la construcción del Reino Unido para 2025 es una completa reducción del 50% del nivel actual de las emisiones de gases de efecto invernadero en el entorno de la construcción en general. La economía circular imita a la naturaleza donde nada se desperdicia, ayudando a reducir el consumo de recursos, aumentando la durabilidad de los servicios y productos y reducir la generación de residuos. Pequeños cambios en una vasta industria tienen un potencial extraordinario y muchos de estos cambios ya están al alcance. Todo lo que falta es la voluntad de llevar a cabo la transformación necesaria.