Você está na página 1de 25

- Introducción:

A lo largo de este ensayo abordaremos las principales propiedades mecánicas de


los materiales; las cuales son las que
describen el comportamiento de un
material ante las fuerzas aplicadas sobre
él, por eso son especialmente importantes
al elegir el material del que debe estar
construido un determinado objeto. Los materiales tienen diferentes propiedades
mecánicas, las cuales están relacionadas con las fuerzas exteriores que se ejercen
sobre ellos.
Algunas de las propiedades mecánicas de los materiales son: Resistencia,
Elasticidad, Plasticidad, Dureza, Tenacidad, Fragilidad, Ductilidad,
Maleabilidad,Fatiga de los materiales, Maquinabilidad, Resiliencia.
Las propiedades mecánicas de los materiales nos permiten diferenciar un material
de otro ya sea por su composición, estructura o comportamiento ante algún efecto
físico o químico, estas propiedades son usadas en dichos materiales de acuerdo a
algunas necesidades creadas a medida que ha pasado la historia, dependiendo de
los gustos y propiamente de aquella necesidad donde se enfoca en el material para
que este solucione a cabalidad la exigencia creada.
Hay muchas Propiedades mecánicas de los materiales, y de algunas de ellas
hablaremos a continuación.

- Maleabilidad:
Cuando pensamos en utilizar un material pensamos en: dureza, fragilidad,
resistencia, impermeabilidad, elasticidad, conducción del calor, etc. O sea
pensamos si las propiedades del mismo soportan las solicitudes del trabajo al que
deberán ser aplicados.
La maleabilidad es una propiedad que similarmente como la ductilidad son
propiedades que presentan los cuerpos físicos. A diferencia de la ductilidad, la
maleabilidad se refiere a la formación de filamentos, la maleabilidad nos permite la
conformación de finas láminas que conservan su integridad ya que no se rompen y
no existe ningún método que permita cuantificar estas láminas.
Se describe como material maleable a todos los objetos que pueden modificarse su
forma de presentación sin que se rompan, es decir, son esos tipos de materiales
que pueden presentarse en láminas, ser hiperextenderse, sin que sufran un daño o
lesión en su estructura; en otras palabras, dichos materiales adquieren cualquier
forma y soportan dicha transición ya que no presentan daños notorios, algunos
metales que son clasificados como maleables son el estaño, cobre, aluminio y
muchos más, primeramente a estos materiales se mide su capacidad de ductilidad
(se ejerce presión para modificar su estructura), gracias a esto se observa su
maleabilidad.

Uno de los elementos maleables por excelencia es el oro, pudiendo llegar a láminas
de un espesor igual a los diez milésimos de milímetro. Otro material que se presenta
como altamente maleable es el aluminio y gracias a esto que se vio la
popularización de su uso en cocina como envoltorio de alimentos y en el empaque
industrial, así como en el forrado interno de preservación que poseen las cajas de
líquidos.
En muchos casos, la maleabilidad de una sustancia metálica aumenta con la
temperatura. Por eso es que los metales son trabajados más fácilmente cuando son
expuestos al calor.
NO SE CORROEN NI OXIDAN. Por otra parte, los metales maleables tienen otra
ventaja, que es que presentan una escasa reacción, entonces, son muy pocos
plausibles de ser afectados por cuestiones como la corrosión o el oxido.
Por ejemplo, los metales conocidos como metales maleables son aquellos que
justamente cumplen con esta propiedad que mencionamos, el estaño, el cobre, el
aluminio, entre otros, se caracterizan básicamente por su ductilidad, con esto
queremos referir que los mismos pueden ser doblados, cortados, ejerciendo una
fuerte presión de llegar a ser necesario y el material no se rompe, algo que por
supuesto no sucede con todos los materiales, entonces, esta cualidad es lo que
determina su maleabilidad o no.

- Resistencia
La resistencia se refiere a la propiedad que presentan los materiales para
soportar diversas fuerzas. También hace referencia a la oposición al cambio de
forma y a la separación, es decir, la destrucción por acción de fuerzas o de cargas.
Esta propiedad también es estudiada con una disciplina de la ingeniería mecánica,
la ingeniería estructural y la ingeniería industrial que estudia la mecánica de sólidos
deformables mediante modelos simplificados. En esta disciplina, se define a la
resistencia de un elemento como su capacidad para resistir esfuerzos y fuerzas
aplicadas sin romperse, adquirir deformaciones permanentes o deteriorarse de
algún modo.

Un modelo de resistencia de materiales establece una relación entre las fuerzas


aplicadas, también llamadas cargas o acciones, y los esfuerzos y desplazamientos
inducidos por ellas. Generalmente, las simplificaciones geométricas y las
restricciones impuestas sobre el modo de aplicación de las cargas hacen que el
campo de deformaciones y tensiones sean sencillos de calcular.

Para el diseño mecánico de elementos con geometrías complicadas la resistencia


de materiales suele ser abundante y es necesario usar técnicas basadas en la teoría
de la elasticidad o la mecánica de sólidos deformables más generales. Esos
problemas planteados en términos de tensiones y deformaciones pueden entonces
ser resueltos de forma muy aproximada con métodos numéricos como el análisis
por elementos finitos.

Los requisitos para el diseño mecánico de elementos son: conocimiento de las


tensiones, para verificar si éstas sobrepasan los límites resistentes del material, y
conocimiento de los desplazamientos, para verificar si éstos sobrepasan los límites
de rigidez que garanticen la funcionalidad del elemento diseñado.

Por lo general, el cálculo de tensiones puede abordarse con toda generalidad desde
la teoría de la elasticidad, sin embargo cuando la geometría de los elementos es
suficientemente simple, las tensiones y desplazamientos pueden ser calculados de
manera mucho más simple mediante los métodos de la resistencia de materiales,
que directamente a partir del planteamiento general del problema elástico.

En las aplicaciones prácticas el análisis se vuelve más sencillo, se construye un


esquema ideal de cálculo formado por elementos unidimensionales o
bidimensionales, y se aplican fórmulas preestablecidas en base al tipo de
solicitación que presentan los elementos. Esas fórmulas preestablecidas que no
necesitan ser deducidas para cada caso, se basan en el esquema de cuatro puntos
anteriores. Más concretamente la resolución práctica de un problema de resistencia
de materiales sigue los siguientes pasos:

1. Cálculo de esfuerzos: Plantear las ecuaciones de equilibrio y ecuaciones


de compatibilidad que sean necesarias para encontrar los esfuerzos
internos en función de las fuerzas aplicadas.
2. Análisis resistente: Calcular las tensiones a partir de los esfuerzos
internos. La relación entre tensiones y deformaciones depende del tipo de
solicitación y de la hipótesis cinemática asociada.
3. Análisis de rigidez: Calcular los desplazamientos máximos a partir de las
fuerzas aplicadas o los esfuerzos internos. Para ello puede recurrirse
directamente a la forma de la hipótesis cinemática o bien a la ecuación de
la curva elástica, las fórmulas vectoriales de Navier-Bresse o los
teoremas de Castigliano.
Fragilidad
La fragilidad es la capacidad de ciertos materiales de fracturarse o romperse en
trozos más pequeños, sufriendo poca o nula deformación. Es lo contrario a la
tenacidad y es una propiedad de las sustancias cuya respuesta ante el esfuerzo o la
tensión conduzca a la aparición de grietas en su interior. Los materiales frágiles, así,
poseen poca o limitada elasticidad: son incapaces de recuperar su forma original
una vez sometidos a una fuerza que supere su resistencia. De manera semejante,
son poco dúctiles, es decir, carecen de la capacidad de deformarse de cara a un
esfuerzo sostenido en el tiempo. Sin embargo, no deben confundirse fragilidad y
dureza, ya que aluden a propiedades distintas: la dureza tiene que ver con la
resistencia de la superficie de un material a las deformaciones, mientras que la
fragilidad alude a su capacidad para fracturarse en partes pequeñas en lugar de
deformarse.
La falta de un punto de fluencia claramente definido, así como la ausencia de
cualquier rango plástico antes de fractura. Cualquier intento de doblar un palillo dará
como resultado su fractura. La madera es un material frágil.
Los materiales frágiles no exhiben un punto claro de fluencia, por lo que el limite
elástico tiene que definirse como la intersección de la curva esfuerzo-deformación,
con una línea convencional paralela a la curva elástica, y desplazada un pequeño
porcentaje, como por ejemplo 0.2%, a lo largo del eje de deformaciones. Algunos
materiales frágiles, como el hierro fundido, no tienen región elástica lineal y la línea
convencional se toma en dirección a la pendiente promedio de la región.
La ruptura no muestra ninguna evidencia de estricción y tiene los contornos
superficiales finos propios de una fractura frágil.
Un mismo metal puede ser dúctil o frágil, dependiendo de la forma en que se
manufactura, se trabaja o recibe tratamiento térmico. Aquellos metales forjados (es
decir trefilados. estirados o conformados de manera sólida hasta ciertas
dimensiones y formas estando calientes o fríos) suelen ser más dúctiles que los
metales colados vaciando el material fundido dentro de un molde o forma. Este
enunciado general tiene, sin embargo. muchas excepciones. El trabajo en frío del
metal tiende a reducir su ductilidad y a incrementar su fragilidad. El tratamiento
térmico (analizado más adelante) también tiene un marcado efecto sobre la
ductilidad en los aceros. Por lo tanto, es difícil generalizar respecto a la ductilidad o
la fragilidad relativa de diversos materiales. Un estudio cuidadoso de las
propiedades mecánicas del material dado será lo que de la historia completa.
Ejemplos de materiales frágiles.
Diamante. La sustancia más resistente conocida en el universo, el diamante, está
construida de átomos de carbono en una disposición tan estrecha que sus enlaces
son casi irrompibles. Sin embargo, el diamante puede romperse y entonces queda
en evidencia su enorme fragilidad, pues se quiebra en fragmentos más pequeños y
es imposible de deformar.
Vidrio. Uno de los ejemplos más constatables de fragilidad en la vida cotidiana,
basta con dejar caer un vaso de vidrio al suelo para evidenciar su fractura en
pedazos pequeños. Esta propiedad permite que, junto a su transparencia, se lo use
en contextos donde puede ser necesario romperlos en una emergencia, como los
cajetines de los extintores o los parabrisas de los autobuses.
Ladrillo. Uno de los elementos más empleados en la construcción es el ladrillo, una
pieza usualmente rectangular y hueca de arcilla cocida, cuya dureza y peso es
comparable a su fragilidad. Se trata de una versión muy cocida (350 °C) y muy
económica del adobe que usaban las culturas antiguas para elaborar sus viviendas.
Cerámica. Se llama cerámica al arte de elaborar objetos con loza, barro, arcilla u
otros materiales que una vez cocidos, adquieren dureza y fragilidad, y es posible
pintar y decorar. Ejemplos de ello son las vasijas ornamentales o funerarias de las
culturas antiguas, como la egipcia, o muchas figuras rituales esculpidas en este tipo
de material también.
Algunos polímeros. Específicamente el polimetilmetacrilato (PMMA), el poliestiremo
(PMS) y el poliácido láctico (PLA), entre otros, son sustancias orgánicas usualmente
derivadas del petróleo, construidas en forma de placas de acrílico. Suelen ser
resistentes y transparentes, pero frágiles.
La cáscara de los huevos. Todos hemos tenido la desastrosa experiencia de romper
un huevo sin querer, y sabemos que su cáscara es dura y firme pero sumamente
frágil, y que basta con un golpe para estriarla y agrietarla o volverla pedacitos. Estas
cáscaras están hechas de cristales de calcio y otros minerales enlazados por una
capa de proteínas.
Cristal. Los cristales son formas de presentación de la materia sólida, cuyas
moléculas se ordenan en base a un patrón específico no difuso y bien definido. Se
forman a partir de procesos metamórficos de los minerales, o de la solidificación de
gases (cristalización) o la evaporación de aguas con alto contenido salino. Los
cristales pueden ser más o menos resistentes, pero siempre frágiles y muy poco
elásticos.
Aceros de mucho carbono. El acero es producto de una aleación de hierro y
carbono, siendo este metal uno dúctil, resistente y tenaz, pero vulnerable a la
corrosión. Por eso se procede a alearlo con carbono y otros materiales para hacerlo
resistente al óxido y obtener acero; pero a cambio la presencia del carbono en
niveles elevados lo vuelve frágil, es decir, le reduce su ductilidad natural y lo torna
quebradizo.
Porcelana. La porcelana es un material blanco, compacto, impermeable, duro y
frágil que se emplea muy a menudo para elaborar vajillas, jarrones, lámparas y
objetos ornamentales, siendo más sofisticado que la loza u otras arcillas, aunque
igual de frágil. Se la elabora a partir de cuarzo y otros minerales molidos, caolín,
feldespato y se cuece todo al horno.
Tiza. La tiza o pastel es una arcilla blanca, frágil y polvorosa, elaborada en barritas
largas, clásico instrumento de enseñanza para escribir sobre una pizarra. También
se la emplea, pulverizada, en el limpiado de algunos metales.
Yeso seco. Este mineral incoloro de sulfato cálcico se emplea, con un añadido de
agua, para formar una masa plástica muy maleable e ideal para labores de
construcción o de modelado. Al perder el agua al ambiente, el yeso procede a
endurecerse y tornarse frágil, pues pierde toda su elasticidad.
Grafito. Otra de las presentaciones naturales del carbono, es este mineral
constituido por capas de grafeno superpuestas. Es de color negro, muy blando y
opaco, a la vez que frágil. De hecho, se emplea para las puntas de los lápices, que
a menudo suelen romperse en trozos más pequeños cuando aplicamos mucha
presión o dejamos caer mucho el lápiz al suelo.
Algunas maderas. Si bien las propiedades específicas de la madera varían según el
árbol de su proveniencia, algunas son más elásticas que otras y algunas mucho
más frágiles, fáciles de astillar como la madera balsa o las maderas en estado
avanzado de descomposición.
Bronces ricos en estaño. El bronce es resultado de la aleación entre cobre y estaño,
y es un material muy preciado por su ductilidad y maleabilidad, pero que al contar
con grandes cantidades de estaño en su constitución, pierde dicha propiedad y
deviene en un metal frágil, fácilmente astillable.
Metales alcalinos. Como el sodio (Na), calcio (Ca), magnesio (Mg) y otros, que en
su estado sólido se desecan tanto que obtienen una enorme dureza y también
mucha fragilidad.

Ductilidad
La palabra ductilidad significa ser dúctil, es decir, es una superficie que posee la
capacidad de modificar su estructura al ejercerle una fuerza potente sobre ella,
permitiendo así la formación de un ducto (agujero) o cambiar de forma sin
quebrantarse ni romperse, un ejemplo de estos materiales es el asfalto, objetos
metálicos, entre otros.
Los materiales dúctiles son aquellos capaces de deformarse plástica y
sosteniblemente, sin romperse o violentar su estructura, de cara a la acción
sostenida de una fuerza. De hecho, una característica de ellos es que a través de
una tensión longitudinal sostenida se obtienen fibras o hilos de menor tamaño pero
igual naturaleza.
Los materiales dúctiles son, precisamente, lo contrario a los materiales frágiles. Pero
tampoco deben confundirse con los materiales maleables. Esto no significa que los
materiales dúctiles no puedan romperse; de hecho, lo hacen, pero luego de haber
sufrido notorias deformaciones. Tampoco significa que los materiales dúctiles sean
blandos; la fuerza necesaria para su deformación es considerable, y ante fuerzas
débiles también lo será su cambio de forma, por lo general elástica y reversible.
La deformación de los materiales dúctiles, además, puede incrementarse en
presencia de calor, sin llegar a los márgenes del fundido, y es medida de manera
indirecta mediante la resiliencia, sobre todo en los metales. Estos últimos son los
materiales dúctiles más usuales, ya que sus átomos están configurados de modo tal
que pueden deslizarse unos sobre otros, permitiendo así la obtención de alambres e
hilos de diferentes grosores.
Los materiales dúctiles son valorados en la industria metalúrgica y de fabricación de
herramientas, ya que pueden adoptar formas específicas antes de romperse. No
obstante, la deformación insistente y reiterada conducirá a la fatiga del metal y a su
rotura, evidenciada además por el aumento de temperatura de la zona sobre la cual
incide la fuerza deformante.
Por el contrario a los elementos que carecen de ductilidad se les designa el
apelativo de frágiles, por ejemplo los materiales de vidrio, anime, cerámica, etc.; los
materiales dúctiles tienen un alto grado de resistencia ya que, sus átomos poseen la
capacidad de esparcimiento, es decir, se deslizan uno sobre los otros permitiendo la
deformación del material mas no la destrucción del mismo, a pesar de todo los
materiales con capacidad de ductilidad pueden quebrantarse para esto se necesita
una fuerza de alta potencia. Debido a su resistencia, estos materiales pueden
perdurar por mucho tiempo y son capaces de soportar mucho uso por parte de los
manipuladores del mismo. Una área en donde es utilizado ampliamente este término
es en la metalúrgica, estos permiten la clasificación de los metales midiendo su
ductilidad, los metales son sometidos a una fuerza de tracción por medio de una
maquina esta evaluación es descrita como “ensayo de tracción”, de acuerdo a esto,
los metales que hayan sufrido alguna modificación en su estructura antes de
romperse se les designa como dúctil, por el contrario los metales que se hayan roto
sin lograr ninguna modificación se les clasifica como frágiles. El proceso de
medición de ductilidad en un metal se logra bajo la aplicación de resiliencia, este es
un proceso externo que se realiza para lograr deformar una materia.
Ejemplos de materiales dúctiles.
El hierro. También llamado fierro y representado por el símbolo químico Fe, es el
cuarto elemento más abundante de la corteza terrestre, y el más abundante en
masa planetaria debido a que el núcleo del planeta se compone de hierro y níquel
en estado líquido, que al moverse generan un potente campo magnético. Es un
metal maleable, gris, de propiedades magnéticas y extrema dureza y densidad. Por
ende, en estado puro esto último le impide ser de utilidad, por lo que se procede a
alearlo con carbono para obtener la familia de los aceros, que de acuerdo a la
proporción de este elemento presente podrán ser más o menos dúctiles y más o
menos resistentes.

La madera. Se trata de un material orgánico medianamente dúctil, dependiendo de


su naturaleza y del porcentaje de humedad presente en ella, así como de la
ubicación de los nudos que contiene. Sin embargo, al ser fibrosa, puede abrirse con
facilidad ante fuerzas perpendiculares a su grano.

El acero. Se llama con este nombre a una mezcla de hierro y carbono (hasta un
2,14%) cuya arroja un material duro y relativamente dúctil, sobre todo combinado
con boro para formar alambres de dureza superficial y muy alta ductilidad, o en el
acero corrugado que se emplea en el sector construcción. Esto lo hace ideal para
resistir pesos sin fracturar el hormigón, sino permitiendo mínimas deformaciones de
acuerdo a la dimensión del peso.

El zinc. El zinc (Zn), elemento indispensable para la vida, en su estado puro goza de
alta ductilidad y maleabilidad, por lo que es posible enrollarlo en láminas, tensarlo y
deformarlo, pero la presencia de contaminantes mínimos de otros elementos es
suficiente para tornarlo quebradizo y frágil. Es indispensable en aleaciones como la
que produce el latón.

El plomo. Este elemento metálico de la tabla periódica, de símbolo Pb, no fue


reconocido en su momento como metálico debido a su enorme elasticidad
molecular. Se trata de un metal pesado, grisáceo, flexible y fácilmente fundible. Se
emplea hoy en día como cubierta de cables, ya que su ductilidad única lo hace
sumamente apropiado, al poder estirarse a la medida de las necesidades a cubrir.

El latón. Aleación de cobre (70%) y zinc (30%), caracterizada por su altísima


ductilidad que lo convierte en un material idóneo para la fabricación de envases y
recipientes, así como herramientas que no requieran de dureza extrema.
Combinado con estaño se hace resistente al óxido y el salitre, además de ser muy
maleable.

La plastilina. Extremadamente dúctil, esta sustancia plástica compuesta de calcio,


vaselina y compuestos alifáticos, fue inventada en 1880. Fabricada usualmente de
colores y asociada al mundo del aprendizaje infantil, se caracteriza por su capacidad
para ser deformada sin romperse, permitiendo su trabajo simple con las manos,
instrumentos o cualquier tipo de superficie.

El cobre. El cobre (Cu) es un metal de transición de color rojizo y brillante, que junto
al oro y la plata son los mejores conductores metálicos de la electricidad. Por ello es
el metal preferido a la hora de construir cables eléctricos y componentes tanto
eléctricos y electrónicos, ya que además es económico, maleable y dúctil.

El platino. Este metal de transición de color blanco grisáceo, pesado, maleable y


dúctil, es valorado en la joyería y los laboratorios, al ser resistente a la corrosión y
ser de naturaleza preciosa. También es frecuente encontrar platino (Pt) en aditivos
catalíticos para automóviles, contactos eléctricos y otro tipo de aplicaciones que
sacan provecho a su resistencia.

El aluminio. El aluminio (Al) es un elemento metálico no ferromagnético y el tercero


más común de la corteza terrestre. Es sumamente empleado en la industria de los
materiales, a pesar de que puede extraérsele como metal únicamente de la bauxita,
debido a sus propiedades como baja densidad, alta conducción de calor y
electricidad, alta resistencia a la corrosión, costo económico y maleabilidad. Por ello
ha sido el metal más empleado, junto con el acero, en el siglo XX. Si bien su
ductilidad natural no parece ser extrema, en aleaciones para fundición este carácter
se refuerza, así como su resistencia a la tensión y la corrosión, usualmente a través
de la incorporación de Silicio (5 al 12%) y de magnesio.

- Elasticidad
El término elasticidad designa la propiedad mecánica de ciertos materiales de sufrir
deformaciones reversibles cuando se encuentran sujetos a la acción de fuerzas
exteriores y de recuperar la forma original si estas fuerzas exteriores se eliminan.
La propiedad elástica de los materiales está relacionada, como se ha mencionado
anteriormente, con la capacidad de un sólido de sufrir transformaciones
termodinámicas reversibles e independencia de la velocidad de deformación.
En caso de que sobre un sólido deformable actúen fuerzas exteriores y éste se
deforme, se produce un trabajo de estas fuerzas que se almacena en el cuerpo en
forma de energía potencial elástica y por tanto se producirá un aumento de la
energía interna. El sólido se comportará elásticamente si este incremento de
energía puede realizarse de forma reversible, en este caso se dice que el sólido es
elástico.
En la rama de la ingeniería mecánica es frecuente plantear problemas elásticos para
decidir la adecuación de un diseño. En ciertas situaciones prácticas, no es necesario
resolver el problema elástico completo sino que basta con plantear un modelo
simplificado y aplicar los métodos de la resistencia de materiales para calcular
aproximadamente tensiones y desplazamientos.
Cuando en el diseño mecánico se involucra la geometría, la mayoría de las veces
suele ser compleja, la resistencia de materiales suele ser insuficiente y la resolución
exacta del problema elástico inabordable desde el punto de vista práctico. En esos
casos, lo más recomendable sería utilizar métodos numéricos para resolver el
problema elástico de manera aproximada.

- Fatiga de los materiales.


‘La fatiga es el proceso de cambio estructural permanente, progresivo y localizado
que ocurre en un material sujeto a tensiones y deformaciones VARIABLES en algún
punto o puntos y que produce grietas o la fractura completa tras un número
suficiente de fluctuaciones (ASTM)’. El 90% de las piezas que se rompen en servicio
fallan debido a este fenómeno. Aunque es un fenómeno que, sin definición formal,
era reconocido desde la antigüedad, este comportamiento no fue de interés real
hasta la Revolución Industrial, cuando, a mediados del siglo XIX comenzaron a
producir las fuerzas necesarias para provocar la rotura con cargas dinámicas son
muy inferiores a las necesarias en el caso estático; y a desarrollar métodos de
cálculo para el diseño de piezas confiables. Este no es el caso de materiales de
aparición reciente, para los que es necesaria la fabricación y el ensayo de
prototipos.
1. Denominado ciclo de carga repetida, los máximos y mínimos son asimétricos
con respecto al nivel cero de carga.
2. Aleatorio: el nivel de tensión puede variar al azar en amplitud y frecuencia.

En la siguiente grafica podemos observar un fallo debido a la variación cíclica de


tensiones.
Fallo debido a la variación cíclica de tensiones.

PROCESO DE FACTURA:
– Deformación plástica
– Nacimiento de la fisura (5-10% del tiempo total)
– Desarrollo de la fisura y expansión
– Fractura rápida
– Las fisuras crecen perpendicularmente a la tensión. Solamente crecen los más
agudos.

FRACTURA TÍPICA A FATIGA


– Comienza por la superficie.

– stracción fatiga< s tracción estático

• La rotura se produce en dos formas:


– Fatiga por ciclos cortos: La tensión máxima en cualquier ciclo es mayor a la
tensión de plastificación y menor a la resistencia a tracción estática y el número de
ciclos de carga es menor que 1000. – Fatiga por ciclos largos: la tensión máxima es
inferior a la tensión de plastificación. Se necesitan 105 - 106 ciclos de carga. Como
podemos observar en las gráficas siguientes donde se muestra límites de fatiga.
Gráfica amplitud de tensión y números de ciclos de carga.

Gráfica donde se muestra el límite de fatiga.


Definición en función de la resistencia límite.

FACTORES QUE AFECTAN LA FATIGA:


– Temperatura – Amplitud de tensiones – Período de los ciclos (Frecuencia) –
Efectos de superficie.

MEJORA LA RESISTENCIA A FATIGA:


– Mejora del diseño: Reducir los cambios de sección bruscos, redondear los
contornos – Mejora de los métodos de elaboración – Aumento de la resistencia a
tracción: mejor aleación – Endurecimiento superficial – Inducción de compresión en
la superficie.
CARACTERÍSTICAS DE UNA ROTURA POR FATIGA:
La rotura tiene su origen en pequeños defectos ó CONCENTRADORES de tensión.
Cada uno de los ciclos produce un avance del frente de grieta hasta que la sección
remanente NO ES CAPAZ DE SOPORTAR la carga estática. El inicio y la
propagación de la grieta dependen fuertemente de las características resistentes del
material, de su estructura cristalina y del tratamiento a que se somete en su proceso
de fabricación. El colapso por fatiga, en su inicio, es un fenómeno SUPERFICIAL y
su avance depende del nivel de tensión aplicado.

- Diagrama Esfuerzo - Tensión - Deformación

Los materiales se deforman a una carga externa en su totalidad. Se sabe


además que hasta cierta carga límite el sólido recobra sus dimensiones originales
cuando se le descarga. La recuperación de las dimensiones originales al eliminar la
carga es lo que caracteriza al comportamiento elástico. La carga límite por encima
de la cual ya no se comporta elásticamente es el límite elástico. Al sobrepasar el
límite elástico, el cuerpo sufre cierta deformación permanente al ser descargado, se
dice entonces que ha sufrido deformación plástica. El comportamiento general de
los materiales bajo carga se puede clasificar como dúctil o frágil según que el
material muestre o no capacidad para sufrir deformación plástica. Los materiales
dúctiles exhiben una curva Esfuerzo - Deformación que llega a su máximo en el
punto de resistencia a la tensión. En materiales más frágiles, la carga máxima o
resistencia a la tensión ocurre en el punto de falla. En materiales extremadamente
frágiles, como los cerámicos, el esfuerzo de fluencia, la resistencia a la tensión y el
esfuerzo de ruptura son iguales.
La deformación elástica obedece a la Ley de Hooke, en la deformación plástica,
esta deja de tener validez.

A escala atómica, la deformación elástica macroscópica se manifiesta como


pequeños cambios en el espaciado interatómico y los enlaces interatómicos son
estirados. Por consiguiente, la magnitud del módulo de elasticidad representa la
resistencia a la separación de los átomos contiguos, es decir, a las fuerzas de
enlace interatómicas.
Por otro lado, a escala atómica, la deformación plástica corresponde a la rotura de
los enlaces entre átomos vecinos más próximos y a la reformación de éstos con
nuevos vecinos, ya que un gran número de átomos o moléculas se mueven unos
con respecto a otros; al eliminar la tensión no vuelven a sus posiciones originales.

La curva usual Esfuerzo - Deformación (llamada también convencional, tecnológica,


de ingeniería o nominal), expresa tanto el esfuerzo como la deformación en términos
de las dimensiones originales de la probeta, un procedimiento muy útil cuando se
está interesado en determinar los datos de resistencia y ductilidad para propósito de
diseño en ingeniería.

La curva Esfuerzo real - Deformación real (denominada frecuentemente, curva de


fluencia, ya que proporciona el esfuerzo necesario para que el metal fluya
plásticamente hacia cualquier deformación dada), muestra realmente lo que sucede
en el material. Por ejemplo, en el caso de un material dúctil sometido a tensión este
se hace inestable y sufre estricción localizada durante la última fase del ensayo y la
carga requerida para la deformación disminuye debido a la disminución del área
transversal, además la tensión media basada en la sección inicial disminuye
también produciéndose como consecuencia un descenso de la curva Esfuerzo -
Deformación después del punto de carga máxima. Pero lo que sucede en realidad
es que el material continúa endureciéndose por deformación hasta producirse la
fractura, de modo que la tensión requerida debería aumentar para producir mayor
deformación. A este efecto se opone la disminución gradual del área de la sección
transversal de la probeta mientras se produce el alargamiento. La estricción
comienza al alcanzarse la carga máxima.
Diagrama esfuerzo-deformación obtenido a partir del ensayo normal a la tensión de
una manera dúctil. El punto P indica el límite de proporcionalidad; E, el límite
elástico Y, la resistencia de fluencia convencional determinada por corrimiento
paralelo según la deformación seleccionada OA; U; la resistencia última o máxima, y
F, el esfuerzo de fractura o ruptura.

El punto P recibe el nombre de límite de proporcionalidad (o límite elástico


proporcional). Éste es el punto en que la curva comienza primero a desviarse de
una línea recta.
El punto E se denomina límite de elasticidad (o límite elástico verdadero). No se
presentará ninguna deformación permanente en la probeta si la carga se suprime en
este punto.
Entre P y E el diagrama no tiene la forma de una recta perfecta aunque el material
sea elástico. Por lo tanto, la ley de Hooke, que expresa que el esfuerzo es
directamente proporcional a la deformación, se aplica sólo hasta el límite elástico de
proporcionalidad.
A partir de los valores que se obtienen en el gráfico fuerza-desplazamiento, se
puede obtener la curva esfuerzo-deformación:

La zona elástica es la parte donde al retirar la carga el material regresa a su forma y


tamaño inicial, en casi toda la zona se presenta una relación lineal entre la tensión y
la deformación y tiene aplicación la ley de Hooke.
La pendiente en este tramo es el módulo de Young del material.
El punto donde la relación entre s y S deja de ser lineal se llama límite proporcional.
El valor de la tensión en donde termina la zona elástica, se llama límite elástico.
La región en donde el material se comporta plásticamente; es decir, en la que
continúa deformándose bajo una tensión "constante" o, en la que fluctúa un poco
alrededor de un valor promedio llamado límite de cedencia o fluencia.
El endurecimiento por deformación es la zona en donde el material retoma tensión
para seguir deformándose; va hasta el punto de tensión máxima.
La zona de tensión post-máxima es el último tramo el material se va poniendo
menos tenso hasta el momento de la fractura.
La tensión de fractura es llamada también tensión última por ser la última tensión
que soportó el material.

Plasticidad.
La plasticidad es la propiedad mecánica que involucra una deformación permanente
e irreversible, esto sucede después de que se supera el límite de elasticidad de
material. Las teorías sobre plasticidad incorporan dos rasgos importantes, el primero
esta relacionado con la incorporación de un límite a la capacidad resistente del
material y el segundo con la irreversibilidad, sobre todo en los materiales dúctiles.
La importancia de la plasticidad recae que hace posible el proceso de fabricación
por conformado y a su vez permite valorar la seguridad de estructuras o vehículos
en situaciones extraordinarias como impacto, terremotos y más.

La teoría acerca de la plasticidad se origina en 1864 con los estudios de Tresca, en


los cuales describe que ciertos materiales fluyen cuando se someten a cargas
suficientemente altas y que la deformación que alcanzan permanece incluso cuando
las cargas se retiran. Después vinieron Saint-Venant con la primera teoría de lo que
se conoce como plasticidad rígida y aplicada a problemas planos; Levy aplicando la
misma teoría pero a problemas tridimensionales; en 1913 von Mises propone un
criterio de fluencia basado en consideraciones energéticas; aparecieron mas
descubrimientos hasta que en el año de 1950 Hill publica su libro de la teoría
matematica de la plasticidad con la cual culmina la teoría de la plasticidad.

Básicamente el fenómeno de plasticidad es el que se encuentra en los limites de


elasticidad y la resistencia máxima de la tensión. Si observamos la siguiente gráfica
se puede notar una sección donde hay plasticidad perfecta o fluencia, esto sucede
cuando la deformación crece con una tensión constante.

Recordemos que la resistencia máxima a la tensión es la tensión máxima alcanzada


en la curva de tensión-deformación. Es decir es el ultimo esfuerzo aplicado antes de
la fractura.
En el caso de la temperatura tiene un efecto importante en el comportamiento
plástico de los materiales, de tal forma que en el caso de los metales a temperaturas
bajas se comportan de manera frágil, mientras que lo hacen de manera dúctil a
temperaturas altas.

La ductilidad de los metales comunmente se expresa como porcentaje de


elongación, que en general nos habla de lo deformable de un metal. Y se calcula

% elogación=(Longitud final – longitud inicial) / (Longitud inicial) * 100%


%elogación=(𝛥L)/ L0 *100%

Dureza.
La dureza mide la resistencia que un material ofrece cuando se intenta ser
deformado plásticamente. Entre más duro es el material, más cuesta deformarlo
plásticamente. La dificultad para deformar plásticamente al material se mide en
función de la fuerza aplicada. Entre mayor tenga que ser la fuerza que se aplique
para lograr la deformación plástica, más duro es el material.

Normalmente la dureza de un material se cuantifica por medio de una prueba de


indentación. Este método de determinación de la dureza es muy común en los
metales.

Básicamente es el siguiente procesos:

Si se tienen dos materiales a los que se les hace la indentación, y si la fuerza


aplicada en el indentador es la misma para ambos materiales, a mayor penetración
del indentador se tendrá una menor dureza del material.

Para medir la dureza, se puede variar tanto la geometría del indentador como la
fuerza aplicada sobre éste. Cada combinación de indentador y fuerza aplicada
genera una escala de dureza diferente. Existen equivalencias entre las distintas
escalas de dureza que se pueden definir.
La dureza es una propiedad comparativa. Esto significa que sirve únicamente para
comparar dos o más materiales entre sí. Si a manera de ejemplo se dice que el
metal A es más duro que el metal B, esto significaría lo siguiente:
● Si los metales A y B rozan entre sí, el metal A se desgasta menos por
fricción que el metal B.
● El metal A es más difícil de cortar que el metal B. El metal A se podría utilizar
para cortar al metal B.
● El metal A es más difícil de unir por medio de soldadura que el metal B.
● El metal A es más difícil de deformar plásticamente que el metal B.

Para poder medir la dureza se realiza con una maquina llamada durómetro o
máquina probadora de durezas universal, y se utilizan los siguientes metodos:

● Método Brinnel: para llevar a cabo este método se utiliza un aparato conocido
como penetrador que se encargará de imprimir una huella sobre el material
analizado para conocer con mayor certeza su grado de dureza. Una vez que
se aplicó presión sobre el material para imprimir la huella se mide el diámetro
de la impresión con un microscopio o un lector láser.

● Método Rockwell:En este método el penetrador es impulsado contra el


material con una fuerza previamente establecida. Una vez que el aparato
penetrado alcanza equilibrio y la fuerza inicial se ha alcanzado, se aplica una
fuerza mayor y se mide la diferencia de penetración entre la primera fuerza y
la segunda. El resultado de esa diferencia será el nivel de dureza del
material.

● Método Vickers: Este método es considerado como el método universal de


medición de dureza y se le considera como una versión mejorada del método
Brinnel. Para llevar a cabo esta prueba se necesita la preparación previa del
material a estudiar, se le aplica la presión para dejar la huella y una vez que
esta se forma es observada en un microscopio, se hace la medición de sus
diagonales y se obtiene un promedio que es el nivel de dureza.
Tenacidad.

Tenacidad es la energía mecánica, o sea, el impacto necesario para llevar un


material a su ruptura. Si un material es tenaz el puede sufrir un alto grado de
deformación sin romperse.

En otras palabras, tenacidad es una medida de cantidad de energía que un material


puede absorber antes de fracturarse.Los materiales cerámicos por ejemplo, tienen
una baja tenacidad.

Tal energía puede ser calculada a través del área de un gráfico de tensión-
deformación del material por tanto basta integrar la curva que define el material, del
origen hasta su ruptura.

Según su tenacidad un material puede ser:

Friable (frágil, quebradizo): Que puede ser roto o reducido a polvo con facilidad.
Maleable: Puede ser transformado fácilmente en láminas.
Sestil: Puede fácilmente ser cortado con navaja.
Dúctil: Puede ser transformado fácilmente en cables.
Flexible: Puede ser doblado pero no recupera su forma anterior.
Elástico: Puede ser doblado pero recupera su forma anterior.
Tenacidad puede ser también definida como la resistencia a la fractura. Un material
que presenta un bajo nivel de tenacidad es denotado como frágil y su fractura puede
ser inducida con la aplicación de un pequeño esfuerzo.

El esfuerzo destinado puede ser pensado en términos de tensión o energía


dándonos diferentes, pero igualmente válidas formas de encarar el problema de las
fracturas, como mostramos en la tabla a continuación.

En esta tabla podemos ver que la fractura puede ser categorizada en términos de la
velocidad en la cual ella se propaga.

Tensión= Fuerza entre Area inicial (T=F/A0)


Tension real= Fuerza entre Area Final. (Tr=F/A1)
Referencias:
1. https://cadcamcae.wordpress.com/2008/04/20/la-maleabilidad/.
2.https://portal.camins.upc.edu/materials_guia/250109/2011/Propiedades%20f%C3
%ADsicas%20y%20mec%C3%A1nicas%20de%20los%20materiales%20-
%20Parte%20II%20EC%202011-2012.pdf
3. https://www.definicionabc.com/general/maleabilidad.php
4.http://www.imac.unavarra.es/web_imac/pages/docencia/asignaturas/emyv/pdfdoc/elemaq/
em_transparencias_fatiga.pdf
5. William F. Smith. (1998). Fundamentos de la ciencia e ingeniería de materiales. España:
MCGRawHill.
6. Tenacidad de Monica González publicado el 2011 en https://fisica.laguia2000.com/
7. Dureza y Tenacidad a la fractura. por Universidad Centro Americana.

Você também pode gostar