Você está na página 1de 9

LA FUNCIÓN DE RELACIÓN: LOS SENTIDOS

La función de relación es el conjunto de


procesos por los cuales nuestro organismo obtiene información de su
medio y toma las decisiones acertadas para responder al entorno. Es
decir, la función de relación vincula al ser vivo con el medio ambiente.
Gracias a esta función el ser humano se encuentra integrado en su
medio del que obtiene información a través de receptores. Los
receptores captan estímulos procedentes tanto del exterior del
organismo como del interior. Esas informaciones se analizan en el
sistema nervioso, que elabora las respuestas.

-LOS SENTIDOS
El hecho de formar parte de un ambiente que exige continuamente
reacciones para sobrevivir da preponderancia a la función de
los órganos sensoriales. Al mismo tiempo, el cuerpo humano
necesita recibir información del funcionamiento de los órganos internos
para propiciar el estado de equilibrio indispensable.
El organismo posee millones de órganos sensitivos. En ellos se
encuentran los receptores, que son las terminaciones de las dendritas
y neuronas sensitivas. Los receptores son muy diversos en forma,
tamaño y estructura. Los sentidos funcionan a partir de unidades que
comprenden un órgano receptor u órgano terminal periférico; la vía
sensitiva, que interpreta la sensación. Las sensaciones se perciben e
interpretan en el cerebro.
Los receptores pueden ser:
 Exteroreceptores:los ojos y los oídos. Reciben estímulos externos como
los cambios en el ambiente.
 Visceroreceptores o interoceptores: se localizan en el interior del
cuerpo y son estimulados por actividades que se realizan en las
vísceras.
 Propioreceptores: se ubican en músculos, tendones, articulaciones y
oído interno. Reciben estímulos procedentes de músculos y zonas
adyacentes, como articulaciones.
-El olfato
El sentido del olfato está ubicado en la parte interna de la nariz,
precisamente en la mucosa del epitelio olfatorio. Está formado por
células ciliadas ramificadas y conectadas a los receptores de las fibras
del primer par de nervios craneales (el olfatorio), que atraviesan el
hueso etmoides y penetran en el bulbo olfatorio, y de ahí se conectan
con la corteza cerebral.
Los receptores olfatorios son muy sensibles, por lo que son estimulados
por olores poco intensos. Las sustancias aromáticas desprenden
partículas por lo general en estado gaseoso, que son conducidas por el
aire. Al penetrar hasta la región del epitelio olfatorio, se disuelven y
actúan químicamente sobre las células olfatorias. Los estímulos son
conducidos al bulbo olfatorio y, por medio del primer par de nervios
craneales, al cerebro.
Para apreciar olores delicados se debe aspirar con fuerza por la nariz.
Si los estímulos son frecuentes e intensos, los receptores se fatigan
con facilidad. Las afecciones en la mucosa nasal, los inhalantes y los
olores muy intensos afectan el sentido del olfato.
Captamos estímulos producidos por la presencia de sustancias
químicas del aire o en los alimentos que entran en la boca.

-El gusto
Las cuatro sensaciones básicas o primarias son (estas sensaciones se
asocian y producen más sensaciones gustativas):
 Ácido.
 Dulce.
 Salado.
 Amargo.
El gusto reside en la lengua, ésta contiene botones gustativos, que son
los órganos sensoriales del gusto. En la superficie de la lengua hay
pequeñas proyecciones o papilas, que contienen yemas o botones de
tamaño microscópico y están abiertas a la superficie de la lengua por
medio de poros.

-El oído
Tiene una doble función:
 Responsable de la audición.
 Regula el sentido del equilibrio que depende del oído
Las células especializadas de la audición son los mecano-receptores
(sensibles a los cambios de presión), alojadas en el oído interno.
Responsables del oído y del sentido del equilibrio.
Se distinguen tres partes.
1. Oído externo:
1. Constituido por el pabellón auricular (oreja).
2. Contiene el conducto auditivo externo. Es un túnel recubierto de
glándulas sebáceas, secretoras de cerumen que protegen al tímpano.
3. El tímpano es una membrana translucida (color blanquecino) que vibra
con los sonidos. Está situado en el hueso temporal y es la frontera
entre el oído externo y el oído interno.
2. Oído medio: constituido por tres huesos pequeños: martillo, yunque y
estribo.
3. Oído interno: el estribo se comunica con el oído interno a través de un
orificio llamado ventana oval y a través de la ventana redonda. Consta
de las siguientes partes:
1. La cóclea. Tiene forma de caracol y es la responsable de la audición.
2. Los conductos semicirculares. Son los responsables del equilibrio.
3. El vestíbulo. Constituido por el sáculo y el utrículo.
El oído interno tiene una parte ósea que contiene un líquido llamado
peri linfa y una parte membranosa que contiene un líquido que se llama
endolinfa.
-La vista
Consiste en la habilidad de detectar la luz y de interpretarla. La visión
es propia de los animales teniendo éstos un sistema dedicado a ella
llamado sistema visual.
La primera parte del sistema visual se encarga de formar la imagen
óptica del estímulo visual en la retina. Esta es la función que cumplen
la córnea y el cristalino del ojo.
Las células de la retina forman el sistema sensorial del ojo. Las
primeras en intervenir son las fotos receptoras, los cuales capturan la
luz que incide sobre ellos. Sus dos tipos son los conos y los bastones.
Otras células de la retina se encargan de transformar dicha luz en
impulsos electroquímicos y en transportarlos hasta el nervio óptico.
En el cerebro comienza el proceso de reconstruir las distancias, colores,
movimientos y formas de los objetos que nos rodean.

-El tacto
El sentido del tacto o mecano recepción es aquel que permite a los
organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la
presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser
humano se considera uno de los cinco sentidos básicos.
El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que
se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se
encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior
en información susceptible de ser interpretada por el cerebro.
Sentido de la vista o de la visión

El ojo es el órgano de visión. El ojo tiene una estructura compleja que consiste de un
lente que enfoca la luz en la retina. La retina está cubierta por dos tipos de células
fotorreceptoras con formas de bastones y conos. Las células en forma de cono son
sensitivas al color de la luz y están situadas en la parte de la retina llamada la fóvea,
donde el lente enfoca la luz. Las células en forma de bastón no son sensitivas al color,
pero tienen elevada sensibilidad a la luz. Los bastones están situados alrededor de la
fóvea y son responsables por la visión periférica y la visión nocturna. El ojo está
conectado al cerebro a través del nervio óptico. El punto de esta conexión se llama
papila o "punto ciego" porque es insensible a la luz. Experimentos científicos han
demostrado que la parte posterior del cerebro corresponde con la percepción visual
en la retina.

El cerebro combina las dos imágenes percibidas por nuestros ojos en una sola imagen
tridimensional. Aunque la imagen en la retina esta invertida por la acción del lente,
el cerebro la rectifica y percibimos los objetos en su posición original. Algunos
experimentos con anteojos que invierten las imágenes por medio de prismas han
demostrado que los sujetos pasan por un período inicial de gran confusión, pero
eventualmente perciben las imágenes de forma correcta.

La sensibilidad del ojo humano es fenomenal. En la obscuridad, los bastones secretan


un fotopigmento llamado rodopsina que aumenta la fotorecepción y hace posible
detectar niveles muy bajos de luz. En luz intensa, el iris se contrae reduciendo el
tamaño de la abertura que admite luz al ojo y una sustancia obscura reduce la
exposición y protege a las células de la retina. El ojo tiene sensibilidad al espectro de
la luz desde el rojo hasta el violeta. Las frecuencias electromagnéticas más bajas en
el infrarrojo se detectan como calor, pero no se pueden ver. Frecuencias más altas
en el ultravioleta y más allá tampoco se pueden ver, pero se pueden detectar como
comezón en la piel o en los ojos dependiendo de la frecuencia. El ojo humano no es
sensible a la polarización de la luz, es decir, a la luz formada por fotones cuyos
vectores de campo eléctrico están alineados en la misma dirección. Mientras tanto,
las abejas son sensibles a la luz polarizada, y tienen una gama visual que se extiende
hasta la luz ultravioleta. Algunas clases de serpientes tienen sensores infrarrojos que
les permiten cazar en oscuridad absoluta usando solamente la radiación emitida por
el calor de sus presas. Los pájaros tienen una mayor densidad de células
fotoreceptoras que los seres humanos en sus retinas, y por eso poseen mejor
agudeza visual.
El daltonismo o discromatopsia es un defecto genético que hace imposible distinguir
los colores correctamente. Personas con ciertos tipos de daltonismo confundan el
verde y el rojo. Esto puede ser una desventaja para ciertos tipos de ocupaciones.
Para una persona daltónica, una persona con visión normal puede parecer tener
percepción extrasensorial, pero este término tiene que reservarse para habilidades
más allá de la gama normal.

Sentido del oído o de la audición

El oído es el órgano de la audición. La oreja forma el oído externo que sobresale de


la cabeza en forma de copa para dirigir los sonidos hacia la membrana timpánica.
Las vibraciones se transmiten al oído interno a través de varios huesos pequeños
situados en el oído medio llamados martillo, yunque y estribo. El oído interno, o
cóclea, es una cámara en forma de espiral cuyo interior esta cubierto por fibras que
reaccionan a las vibraciones y transmiten impulsos al cerebro vía el nervio auditivo.
El cerebro combina las señales de ambos oídos para determinar la dirección y la
distancia de los sonidos.

El oído interno tiene un sistema vestibular con tres conductos semicirculares que son
responsables de la sensación de equilibrio y la orientación espacial. El oído interno
tiene cavidades con un líquido viscoso (endolinfa) y pequeñas partículas (estatolitos)
que consisten principalmente de carbonato de calcio. El movimiento de estas
partículas sobre las células ciliadas del oído interno envía señales al cerebro que se
interpretan como movimiento y aceleración.

El oído humano puede percibir frecuencias a partir de 16 ciclos por segundo, que es
un sonido grave muy profundo, hasta 28,000 ciclos por segundo, que es una sonido
muy agudo. Además, el oído humano puede detectar cambios de tono tan pequeños
como 0.03 por ciento en ciertas gamas de frecuencia. Algunas personas poseen un
"oído absoluto", que es la habilidad de identificar exactamente cualquier nota en la
escala musical. Los murciélagos y los delfines pueden detectar frecuencias más altas
de 100,000 ciclos por segundo.
Sentido del gusto o de sabor

Los receptores para el gusto son las papilas gustativas que se encuentran
principalmente en la lengua, pero también están localizadas en el paladar y cerca de
la faringe. Las papilas gustativas pueden detectar cuatro gustos básicos: salado,
dulce, amargo, y agrio. La lengua también puede detectar un sabor llamado "umami"
por receptores sensibles a los aminoácidos. Generalmente, las papilas gustativas en
la punta de la lengua son sensibles a los gustos dulces, mientras que las papilas en
la parte posterior de la lengua son sensibles a los gustos amargos. Las papilas
gustativas en la parte superior y a los lados de la lengua son sensibles a los gustos
salados y ácidos. En la base de cada papila hay un nervio que envía las sensaciones
al cerebro. El sentido del gusto funciona en coordinación con el sentido del olfato. El
número de papilas varía de una persona a otra, pero mayores números de papilas
aumentan la sensibilidad a los sabores. Las mujeres, generalmente tienen un mayor
número de papilas gustativas que los hombres. Como en el caso de daltonismo,
algunas personas son insensibles a ciertos sabores.

Sentido del olfato o del olor

La nariz es el órgano responsable por el sentido del olfato. La cavidad de la nariz esta
forrada por membranas mucosas que tienen receptores olfatorios conectados al
nervio olfativo. Los olores consisten de vapores de diversas sustancias. Los
receptores del olor reaccionan con las moléculas de estos vapores y transmiten las
sensaciones al cerebro. La nariz también aloja una estructura llamada el órgano
vomeronasal cuya función no se ha determinado, pero se sospecha que es sensible
a las feromonas que influencian el ciclo reproductivo. Los receptores del olor son
sensibles a siete tipos de olores primarios que se puedan caracterizar como alcanfor,
almizcle, flores, menta, éter, acre (avinagrado) y podrido. El sentido del olfato se
pierde a veces temporalmente cuando una persona esta resfriada y la membrana
mucosa se inflama. Los perros tienen un sentido de olfato que es muchas veces más
sensible que el del hombre.

Sentido del tacto

El sentido del tacto está distribuido por todo el cuerpo. Los nervios en la piel y otras
partes del cuerpo transmiten sensaciones al cerebro. Algunas partes del cuerpo
tienen un mayor número de receptores nerviosos y, por lo tanto, son más sensibles.
Se pueden identificar cuatro clases de sensaciones de tacto: frío, calor, contacto, y
dolor. Los pelos en la piel magnifican la sensibilidad y actúan como un sistema de
alerta rápida para el cuerpo. Las yemas de los dedos y los órganos sexuales tienen
la concentración más grande de receptores nerviosos. Los órganos sexuales tienen
"zonas erógenas" que al estimularse generan una serie de reacciones endocrinas y
mecánicas que resultan en un orgasmo.

Además de la vista, olfato, gusto, tacto, y audición, los seres humanos también tienen
un sentido de equilibrio, de la presión, de la temperatura, del dolor, y del movimiento
que hacen uso coordinado de múltiples órganos sensoriales. El sentido de equilibrio
se mantiene por una interacción compleja de la vista, de los sensores propioceptivos
(que son afectados por la gravedad y estiran los sensores en los músculos, la piel, y
las articulaciones), del sistema vestibular del oído interno, y del sistema nervioso
central. Cualquier trastorno en el sistema de equilibrio o de su integración con el
cerebro puede causar la sensación de vértigo o inestabilidad.

La cinestesia es la habilidad de sentir las posiciones y los movimientos de los


músculos y articulaciones de nuestro cuerpo. Esta habilidad nos permite coordinar
nuestros movimientos para caminar, hablar, y usar nuestras manos. El sentido de
cinestesia hace posible tocarse la punta de la nariz con los ojos cerrados o saber qué
parte del cuerpo debemos rascar cuando tenemos comezón.

Sinestesia.

Algunas personas sufren una condición llamada sinestesia que ocurre cuando el
estímulo de un sentido evoca la sensación de otro sentido. Por ejemplo, un sonido
puede resultar en la visualización de un color, o la percepción de un diseño se puede
detectar como un olor. La sinestesia es hereditaria y se estima que una persona por
millar tiene esta condición. Las formas más comunes de sinestesia asocian los
números o las letras con los colores.
Notas sobre la terminología.
El diccionario de la Real Academia Española reconoce la palabra cinestesia, pero no
los términos equivalentes quinestesia y kinestesia que también se encuentran
frecuentemente.

cinestesia (Del fr. cinesthésie, y este del gr. κίνησις, movimiento, y αἴσθησις,
sensación).
1. f. Psicol. Percepción del equilibrio y de la posición de las partes del cuerpo.

cenestesia (Del gr. κοινός, común, y αἴσθησις, sensación).


1. f. Psicol. Sensación general de la existencia y del estado del propio cuerpo,
independiente de los sentidos externos, y resultante de la síntesis de las sensaciones,
simultáneas y sin localizar, de los diferentes órganos y singularmente los
abdominales y torácicos.

sinestesia (De sin- y el gr. αἴσθησις, sensación).


1. f. Biol. Sensación secundaria o asociada que se produce en una parte del cuerpo
a consecuencia de un estímulo aplicado en otra parte de él.
2. f. Psicol. Imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por
otra sensación que afecta a un sentido diferente.

Você também pode gostar