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Luminotecnia general

1 Luz: magnitudes y leyes fundamentales

1.1 Naturaleza física de la luz

En la Antigüedad se creía que la luz era un fluido emitido por los ojos, el cual, como un
brazo inmaterial, “palpaba” el mundo exterior permitiendo así nuestro conocimiento de sus
formas y características.

Hoy en día sabemos que la luz es un fenómeno físico, una emisión de energía radiante
liberada por algunos cuerpos - el Sol, una llama, una bombilla, etc.- que al penetrar en el
ojo humano - directamente desde la fuente emisora, o reflejada por los objetos del mundo
exterior- genera un estímulo nervioso a partir del cual interiorizamos información del
mundo exterior.

La luz se desplaza por el espacio sin necesidad de un soporte material que la transmita. Su
velocidad en el vacío es de 300.000 Km. por segundo, un millón de veces superior a la
velocidad del sonido en el aire. Al no precisar un soporte material es capaz de atravesar el
vacío interestelar y llegar a nosotros desde el Sol - en un viaje de algo más de ocho minutos
de duración- o desde las estrellas- viajando algo más de cuatro años desde Alfa Centauro, o
miles de millones de años desde las lejanas nebulosas estelares -.

A través de la historia de la Física, dos teorías han intentado explicar la naturaleza de la


luz:

 Corpuscular (Isaac Newton) según la cual la luz estaría compuesta por partículas
de energía emitidas en forma rectilínea por la fuente de luz.
 Ondulatoria (Christian Huygens) que describe la luz como ondas, similares a las
del sonido o a las producidas por un objeto cayendo en la superficie de un líquido,
pero con una velocidad muy superior y con una composición inmaterial.

Actualmente, a partir de las formulaciones de la física cuántica, se considera que ambas


concepciones no son excluyentes, sino “complementarias”: la luz es radiación de energía
electromagnética constituida por la oscilación de partículas energéticas (fotones). La
radiación electromagnética adopta manifestaciones ondulatorias (reflexión, refracción...) y
también corpusculares (fotoquímica, fotoelectricidad...). Habitualmente, la Luminotecnia -
como se verá a lo largo de este Manual- hace uso de fenómenos de tipo ondulatorio, aún
cuando muchos de sus aspectos básicos - la medición por células fotoeléctricas, efecto
fotoquímico en la retina ...- corresponden a fenómenos de tipo corpuscular.
La figura 1.1 muestra el denominado espectro electromagnético que incluye los distintos
tipos de radiaciones que corresponden a la descripción efectuada, y que incluyen
fenómenos tales como las ondas de radio, microondas, rayos X, etc... que no corresponden
al concepto corriente de lo que denominamos luz.

Figura 1.1.Espectro electromagnético

En este punto es interesante señalar que el alcance de la palabra luz no coincide


exactamente entre el lenguaje de las ciencias físicas y el lenguaje corriente. En éste,
hacemos uso de una acepción claramente “antropocéntrica”: luz es la radiación
electromagnética capaz de estimular el ojo humano. En terminología física, la palabra
“luz” incluye otros tipos de radiaciones electromagnéticas, no visibles por el hombre, pero
de idéntica naturaleza.

Dentro del espectro electromagnético, lo que permite diferenciar los distintos tipos de
radiaciones es su longitud de onda (fig.1.2). Según cual sea ésta, los efectos y propiedades
de las ondas serán distintos:

Unidad Símbolo Equivalencias


Micra  1 = 10-6 m = 10 –3 mm
Nanómetro .nm 1nm = 10-9 m = 10 –6 mm
Ángstrom
1 = 10-10 m = 10 –7 mm
Figura 1.2

Estos efectos pueden ser la excitación de los electrones de una antena (radio), la
transmisión de calor (infrarrojo), el oscurecimiento de la piel (ultravioleta)... La retina del
ojo humano es excitada únicamente por las radiaciones electromagnéticas cuya longitud de
onda está comprendida entre 380 y 780 nanómetros aproximadamente. Esta zona del
espectro la física la reconoce por la designación más específica de luz visible o radiación
óptica. Puede ser también interesante señalar que los órganos de visión de muchos
animales son sensibles a radiaciones invisibles para el ser humano, lo cual remarca el
carácter antropocéntrico del concepto habitual sobre la luz.

La radiación electromagnética procedente del Sol y capaz de atravesar la atmósfera de la


Tierra, presenta longitudes de onda entre 300 y 2400 nanómetros aproximadamente, es
decir: la luz visible es acompañada por radiaciones infrarrojas que permiten mantener la
temperatura terrestre y por radiaciones ultravioletas necesarias para mantener muchos de
los procesos biológicos naturales. (Fig. 1.3)
Figura 1.3. Espectro de radiación solar

En capítulos posteriores (especialmente en VISIÓN E ILUMINACIÓN) se expondrá el


proceso mediante el cual, la energía de la radiación electromagnética llega a convertirse,
cuando su longitud de onda está comprendida dentro del espectro visible, en los estímulos
que permiten la visión.

Producción de la luz. Fuentes de luz

La energía adopta formas muy diversas: mecánica, térmica, eléctrica... y es capaz de


transformarse de unas a otras: en una estufa, por ejemplo, la energía eléctrica se transforma
en energía térmica.

Cuando en este proceso de transformación energética, la energía resultante es radiación


electromagnética con longitud de onda correspondiente al espectro de la luz visible,
hablamos entonces de producción de luz. Así ocurre, por ejemplo, en el Sol, donde la
energía generada por fusión nuclear es emitida al espacio como radiación electromagnética,
parte de la cual es luz visible.
Los elementos que generan esta transformación energética son conocidos como fuentes de
luz. Bajo nuestra perspectiva clasificamos las fuentes de luz en naturales y artificiales. El
Sol es la fuente de luz natural más importante para la Tierra, aunque también existan
algunas otras: las estrellas, las luciérnagas, la fosforescencia del mar...

Casi desde sus orígenes la humanidad ha utilizado procesos de transformación energética


que le permitían obtener luz artificial. El más utilizado ha sido la piroluminiscencia
transformando en luz el calor generado por combustión: antorcha, quinqué, vela...

En la actualidad las fuentes de producción de luz artificial se basan, en una proporción


dominante, en la transformación de energía eléctrica en energía lumínica, básicamente a
través de tres fenómenos:

 Incandescencia: Ya descrita, pero en la cual la combustión es substituida por la


incandescencia (alta temperatura de un filamento metálico en atmósfera inerte).

 Luminiscencia: Excitación de los electrones de un gas a un nivel superior de


energía (por cualquiera de los procedimientos que se describen en el capítulo de
FUENTES DE LUZ), los cuales recuperan su condición estable devolviendo la
energía sobrante en forma de radiación electromagnética.

 Fotoluminiscencia: transformación de radiación electromagnética de espectro


no visible - por ejemplo, ultravioleta - en luz visible.

Otros procesos menos utilizados son la “quimioluminiscencia”, basada en reacciones de


substancias químicas, la “radioluminiscencia”, generada por substancias radioactivas, la
inyectoluminiscencia (LED), etc...

En este aspecto, vivimos en un mundo de rápida transformación y resulta difícil vaticinar


cuáles pueden ser, en un futuro más o menos próximo, las formas de producción luz que el
conocimiento hará posible y que sean capaces de satisfacer la humana necesidad de luz.

1.2 Magnitudes fundamentales

Para valorar, medir, comparar, calcular... los efectos de la luz se utilizan diferentes
magnitudes, algunas de las cuales hacen referencia a la luz emitida por una fuente, y otras
relativas a la incidencia de esta luz sobre los objetos.

En este capítulo se describen únicamente las magnitudes básicas, apareciendo en capítulos


posteriores, en función de su tema, otras magnitudes aplicables.
1.2.1 Flujo luminoso

Es la cantidad de energía radiante que afecta a la sensibilidad del ojo humano emitida por
unidad de tiempo. Esta definición requiere tal vez una aclaración en cuanto a los términos
relativos a la sensibilidad del ojo humano.

Un emisor de radiación electromagnética emite un flujo energético que, como hemos


explicado: por ejemplo, al hablar de la radiación solar - puede incluir en su composición
diferentes longitudes de onda. El total de energía emitida por segundo, independientemente
del tipo de ondas de que se trate, puede medirse en vatios y expresará la potencia radiante
de dicho emisor.

Ahora bien, si lo que deseamos es conocer los efectos visibles que puede generar dicha
radiación, tendremos que afectar el flujo energético por la sensibilidad del ojo humano a las
distintas longitudes de onda que componen la emisión.

Flujo luminoso = Flujo energético  Sensibilidad del ojo humano

La sensibilidad del ojo humano a radiaciones electromagnéticas fuera del espectro visible
es nula y, dentro de él, adopta valores distintos para cada radiación monocromática, según
la curva de sensibilidad que se muestra en la figura 4, y que se expondrá con más detalle
en el Capítulo Visión e iluminación.

Figura 1.4. Curva de sensibilidad fotópica


Por tanto, el flujo energético, expresado en su capacidad de activar la visión humana, será:

siendo: (luz): flujo luminoso

(): flujo energético radiado en longitud de onda 

V(): sensibilidad espectral del ojo humano a dicha longitud de onda.

: longitud de onda de la radiación

La unidad de flujo lumínico es el lumen, el cual se define como 1/680 W emitidos en la


longitud de onda de 555nm, la cual corresponde a la máxima sensibilidad del ojo humano.

El flujo lumínico expresa la “potencia” de un determinado emisor. La energía lumínica


vendrá afectada por el tiempo, siendo su unidad el lumen hora.

La Tabla 1.1 presenta, como elemento de referencia, la potencia lumínica de algunas


fuentes de luz.

Tipo de lámpara Flujo luminoso (lm)


Efluvios 0,6
Vela de cera 10
Bicicleta 18
Incandescente Standard de 100 W 1.300
Fluorescente L 40 W/20 (Blanco frío) 2.800
Mercurio a alta presión HQL 400 W 24.000
Halogenuros metálicos HQI 400 W 38.000
Sodio a alta presión Na V-T 400 W 48.000
Sodio a baja presión Na 185 W 32.000
Magnesio AG 3B 450.000

Tabla 1.1

1.2.2 Intensidad lumínica


Indica el flujo emitido en una determinada dirección del espacio. Para determinarlo, es
preciso acudir al concepto de ángulo sólido, entendido como el ángulo estéreo que
corresponde a un cono cuyo eje es la dirección en que se considera la intensidad (ver fig
1.5)

Figura 1.5. Angulo sólido

La unidad de medida de un ángulo sólido es el estéreo radian que corresponde a un cono


cuyo casquete tenga un área igual al cuadrado del radio de la esfera. Dado que el área de la
esfera es , el ángulo sólido total en todas las direcciones del espacio, tiene un valor
de 4  estereorradianes.

En definitiva, para una determinada dirección del espacio, la intensidad lumínica será:

siendo I: intensidad

: flujo luminoso

: ángulo sólido
La unidad de intensidad lumínica, adoptada como unidad fundamental en el sistema
internacional, es la candela. Este nombre se deriva de la tradición histórica, ya que
inicialmente se definía en relación a la intensidad emitida por una “vela” de características
determinadas. La definición moderna corresponde a la intensidad emitida por 1/60 de
centímetro cuadrado del cuerpo negro a la temperatura de fusión del platino (ver fig. 1.6)

Figura 1.6.Construcción de un patrón de intensidad

Es muy frecuente presentar los valores de Intensidad, ya que corresponden a una magnitud
direccional, en forma geométrica. En la figura 1.7 puede verse la representación del sólido
fotométrico correspondiente a una lámpara incandescente.

Para dibujar el sólido fotométrico se traza en cada dirección del espacio un vector cuya
longitud es proporcional a la intensidad emitida. La superficie envolvente constituye dicho
sólido fotométrico; obsérvese, por ejemplo, que en la zona correspondiente al
portalámparas, ya que este obstruye la emisión de luz, los valores de intensidad son nulos.
El sólido fotométrico puede también representarse, de forma más simplificada, por su
intersección con un plano que contenga el eje de simetría de la fuente luminosa (v. Figura
1.8). La figura así representada recibe el nombre de curva de distribución de
intensidades. Si el sólido fotométrico no es una figura de revolución puede ser necesario
trazar más de dos curvas de distribución de intensidades, buscando aquellos planos de
intersección que contienen información más significativa.
Figura 1.7. Sólido fotométrico.

Figura 1.8. Curva de distribución Fotométrica


Figura 1.9. Luminaria y su curva de distribución
1.2.3 Iluminancia. Nivel de iluminación

Es la cantidad de flujo luminoso que recibe una superficie por unidad de área

Figura 1.10

siendo E: iluminancia [Deriva del nombre francés: “Eclairement”]

S: área de la superficie

: Flujo luminoso

La unidad de iluminancia es el lux, definido por una superficie de que recibe un flujo
luminoso de un lumen.
La iluminancia es habitualmente denominada nivel de iluminación o, sencillamente,
iluminación. Resulta una denominación conceptualmente más clara y que, por otra parte,
evita confusiones con la magnitud luminancia que se define en el siguiente apartado.

El concepto de nivel de iluminación, o iluminancia, es de amplio uso en Luminotecnia para


definir y calcular las condiciones lumínicas de una zona, lo que en lenguaje llano se llama:
“tener más o menos luz”. Sin embargo, como veremos más adelante, no es la iluminación,
sino la luminancia, la magnitud determinante del estímulo visual.

Situación Valor de la iluminancia


( lux )
Mediodía de verano al aire libre, con cielo despejado 100.000
Mediodía de verano al aire libre, con cielo cubierto 20.000
Puesto de trabajo bien iluminado en un recinto interior 1.000
Buen alumbrado público 20 a 40
Noche de luna llena 0,25
Noche de luna nueva (luz de las estrellas) 0,01

Tabla 1.2. Valores de iluminancia

1.2.4 Luminancia

Corresponde, en cuanto a magnitud física, a lo que se denomina, bajo el punto de vista de la


sensación, “brillo de una superficie”.

La luminancia indica la relación entre la intensidad luminosa que emite una superficie
“en una dirección determinada” y el área de la superficie vista por un observador situado
en la misma dirección.

Figura 1.11
En el párrafo anterior se ha remarcado la expresión en una dirección determinada, ya que
la luminancia, al igual que la intensidad, es una magnitud direccional.

Se llama luminancia directa a la producida por una fuente de luz, e indirecta o reflejada a
la que procede, por reflexión, de los cuerpos iluminados.

siendo L: luminancia

I: intensidad

S: área de la superficie

: ángulo entre la superficie y la dirección de observación

Su unidad es la candela por metro cuadrado (cd/m2), también llamada nit (nt), aunque
esta última denominación es de uso poco frecuente. Para fuentes con elevada luminancia es
corriente utilizar la unidad candela por centímetro cuadrado (cd/cm2), también llamada
stilb.

Como se verá con más detalle en el Capítulo relativo a visión, el ojo no recibe la luz
incidente sobre las superficies - que correspondería al concepto de iluminación-, sino las
que éstas emiten en su dirección, por lo que el estímulo visual estará determinado por la
luminancia.
Sol 150.000 Cd/cm2
Cielo despejado 0,3 a 0,5 Cd/cm2
Cielo cubierto 0,03 a 0,1 Cd/cm2
Luna 0,25 Cd/cm2
Llama de una vela de cera 0,7 Cd/cm2
Lámpara incandescente clara 100 a 200 Cd/cm2
Lámpara incandescente mate 5 a 50 Cd/cm2
Lámpara incandescente opal 1 a 5Cd/cm2
Lámpara fluorescente L40 W/20 0,75 Cd/cm2
Lámpara de mercurio de alta presión HQL 400 W 11 Cd/cm2
Lámpara de halogenuros metálicos HQI 400 W 78 Cd/cm2
Lámpara de sodio a alta presión Na V-T 400 W 500 Cd/cm2
Lámpara de sodio a baja presión Na V 180 W 10 Cd/cm2
Lámpara de xenón XBO 2500 W 72.000 Cd/cm2
Lámpara Vacublitz 50.000 Cd/cm2
Lámpara de efluvios (Glimm) 0,02 a 0,05 Cd/cm2
Papel blanco con iluminación de 1000 lux 250 Cd/cm2
Calzada de una calle bien iluminada 2 Cd/cm2

Tabla 1.3. Valores aproximados de luminancias.

La luminancia es, por lo tanto, la magnitud que nos indica si en una situación determinada
vemos más o menos luz. Lo que habitualmente llamamos brillo es, en realidad, la
apreciación subjetiva de la luminancia.
1.2.5 Contraste

Las diferencias de luminancia son las que nos permiten distinguir visualmente unos objetos
de otros.

Figura 1.12. Libro sobre una mesa blanca

Si Vd. puede leer las letras de este libro -ó distinguir los objetos de la figura 1.12- es porque
el factor de reflexión de la tinta que compone las letras es inferior al del papel que las
soporta; de esta forma, aunque el nivel de iluminación sobre la página -o sobre la mesa de
la figura- sea uniforme, las luminancias varían en uno u otro objeto y el ojo es capaz de
diferenciarlos. La expresión

donde luminancia del objeto

luminancia del fondo

Contraste
indica el contraste de un objeto respecto a su alrededor inmediato, es decir, el fondo sobre
el que destaca visualmente y es un factor de primera importancia en la visibilidad de los
objetos.

Magnitud Símbolo Unidad Definición de la unidad Relaciones


Flujo  Lumen (lm) Flujo emitido en un ángulo sólido
luminoso por una fuente con una intensidad
luminosa de una candela.
Cantidad de Q Lumen por Flujo luminoso emitido por unidad
luz segundo (lms) de tiempo.
Intensidad I Candela (cd) 1/60 de la intensidad luminosa por
luminosa cm2 del “cuerpo negro” a la
temperatura de fusión del platino
(2046 K)

Iluminancia E Lux (lx) Flujo luminoso de un lumen que


recibe una superficie de 1 m2
Luminancia L Candela por m2 Intensidad luminosa de una
(cd/m2) candela por unidad de superficie

Tabla 1.4. Resumen de las magnitudes

1.2.6 Distribución espectral

Otra característica física fundamental de la luz es la longitud de onda en que se transmite la


radiación. Normalmente, una emisión luminosa está compuesta por ondas de distintas
longitudes entre-mezcladas entre sí, como puede verse, por ejemplo en la figura 13 respecto
a la radiación solar.

La distribución espectral indica las diferentes longitudes de onda y sus proporciones


respectivas. En el espectro visual afecta principalmente a las cualidades cromáticas por lo
que será tratada con más detalle en el capítulo correspondiente a COLOR.
Figura 1.13. Diagrama espectral de una lámpara de vapor de sodio

1.3 Luz y materia

Cuando la luz incide sobre la materia puede ocurrir uno de los tres fenómenos siguientes:

 la luz se propaga a través de la materia: TRANSMISIÓN


 la luz es rechazada por la materia: REFLEXIÓN
 la luz se detiene en la materia: ABSORCIÓN

Figura 1.14
1.3.1 Reflexión

En los casos de superficies lisas (espejos, metales pulimentados.) el rayo de luz incidente es
direccionado de tal forma que el ángulo de incidencia y reflexión son iguales:

Figura 1.15

Hablamos entonces de reflexión especular, la imagen que forman los rayos de luz
incidentes se conserva (fig. 1.15 a)

En las superficies rugosas, observadas a nivel de microscopio, la reflexión se descompone


en direcciones distintas (fig. 1.15 b). Hablamos entonces de reflexión difusa: la luz es
reflejada pero desaparece la imagen.

1.3.2 Transmisión

La luz puede propagarse sin variar su dirección (fig 1.16 a) y hablamos entonces de
transparencia, que permite contemplar las imágenes a través de la materia, o bien, puede
descomponerse en diversas direcciones y hablamos entonces de cuerpos traslúcidos que
transmiten luz pero no las imágenes. (fig 1.16 b). En realidad, la luz en la transmisión
siempre varía de dirección ya que atraviesa cuerpos de densidad diferente. Sin embargo, si
las superficies de entrada y salida de la luz son paralelas, se produce un desplazamiento
pero no se altera la dirección lo cual permite la transmisión de imágenes.]
Figura 1.16

Figura 1.17

1.3.3 Absorción

La energía de la luz absorbida por la materia incrementa su nivel energético, lo cual puede
dar lugar a muy diversos fenómenos: activar reacciones químicas -como ocurre en la retina
humana o en las películas fotográficas -, producir energía eléctrica -células fotovoltaicas-,
elevar su temperatura, etc...

1.3.4 Fenómenos mixtos

En la realidad no existen espejos perfectos, ni transparencia total, ni cuerpos negros de


absorción total. En todos los casos, existe una proporción determinada de los tres
fenómenos (fig. 1.18) actuando conjuntamente. Cuando uno de ellos predomina claramente
hablamos de transmisión, reflexión o absorción.
Figura 1.18

La forma determinante del comportamiento de la luz incidente en un determinado material


depende de cual sea su longitud de onda: pueden ser absorbidas determinadas longitudes de
onda y transmitidas o reflejadas otras. Este fenómeno mixto es fundamental para
determinar el color de la materia (ver. Apartado COLOR)

1.3.5 Factores de reflexión, transmisión y absorción.

Por la ley de conservación de la energía podemos establecer la igualdad siguiente:

siendo Flujo luminoso incidente

Flujo luminoso reflejado


Flujo luminoso transmitido

Flujo luminoso absorbido


A partir de esta expresión pueden determinarse los siguientes factores:

 Factor de reflexión:

 Factor de transmisión:

 Factor de absorción:

En la tabla adjunta pueden verse valores típicos de estos factores para determinados
materiales iluminados por luz blanca.

Tabla 1.4. Factores de reflexión, transmisión y absorción de algunos materiales.


1.4 Leyes fundamentales

Las magnitudes lumínicas definidas anteriormente, se relacionan entre sí según las leyes
que se describen a continuación, a partir de las cuales se fundamentan las mediciones y
cálculos básicos en Luminotecnia.

1.4.1 Ley de la inversa del cuadrado de la distancia

Imaginemos una fuente de luz emitiendo un Flujo luminoso determinado en un ángulo


sólido que delimita una pirámide de base cuadrangular (Fig. 1.19)

Figura 1.19.

Según la definición de iluminancia:

y, dado que el flujo existente en el ángulo sólido es constante, para distintas superficies
situadas a distancias crecientes de la fuente de luz, se cumplirá:
y por tanto,

pero también se cumple, según el Teorema de Tales, que las áreas de las superficies
. se incrementan en función del cuadrado de su distancia a la fuente de luz.
(Fig.1.20)

Figura 1.20.

en definitiva:
La ley de la inversa del cuadrado de la distancia puede formularse en la siguiente forma:

Dada una fuente de luz, las iluminancias producidas en diferentes superficies situadas
perpendicularmente a la dirección de radiación, varían en forma inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia entre fuente de luz y superficie.

1.4.2 Ley del coseno

Volviendo al ejemplo del caso anterior, imaginemos ahora, que la superficie iluminada ,
no es perpendicular a la radiación, sino inclinada en un ángulo (Fig.1.21)

Figura 1.21

La iluminancia resultante será:

Para una superficie perpendicular a la dirección de radiación, sería


Por tanto:

pero dado que: resulta

Dada una fuente de luz, la iluminancia producida en una superficie inclinada un ángulo
respecto a la perpendicular a la dirección de radiación, varía proporcionalmente al coseno
de dicho ángulo.

1.4.3 Iluminancia de un punto

Un punto puede ser considerado como un elemento infinitesimal de una superficie, y lo


mismo puede decirse del ángulo del cuadrado sólido que contiene al flujo luminoso
incidente (Fig.1.22). Su iluminancia

Figura 1.22. Punto como elemento infinitesimal

será:
pero siendo:

Teniendo en cuenta las consideraciones descritas al establecer las Leyes anteriores

resulta en definitiva (Fig.1.23)

Figura 1.23. Iluminancia de un punto

si tenemos en cuenta que

también puede expresarse como:

formulación que habitualmente es más útil en los cálculos lumínicos, dado que la altura
suele ser un parámetro invariable para distintos puntos de cálculo.
1.4.4 Iluminancia en un plano determinado

Hasta el momento, en las consideraciones relativas a la iluminación, nos hemos referido


siempre a planos que podríamos denominar “horizontales”. Pero en muchos casos
prácticos, la luminotecnia debe afrontar el estudio sobre planos distintos:

 Nivel de iluminación en la fachada de un edificio


 Nivel de iluminación en una figura situada sobre un plano iluminado
 etc...

En realidad, la iluminancia es una magnitud vectorial que puede definirse como horizontal,
vertical, inclinada... en función de la perspectiva de observación, o, lo que es lo mismo, de
la inclinación del plano de estudio.

Siguiendo las leyes antes establecidas es fácil llegar a las siguientes formulaciones

Iluminación horizontal

Iluminación vertical

Iluminación normal
Figura 1.24

Las mismas formulaciones podrían establecerse mediante consideraciones trigonométricas


para un plano cualquiera que contuviese al punto p.

1.4.5 Ley de Lambert

La reflexión de tipo especular corresponde a materiales de superficie lisa en los cuales la


dirección de reflexión es igual para todos los rayos incidentes en el mismo ángulo. En las
superficies rugosas –aunque sea a escala microscópica- las direcciones de reflexión pueden
diferir, en función de la inclinación de la superficie reflectora (Fig. 1.25). Hablamos
entonces de reflexión difusa.

Figura 1.25. Superficie difusa


Una superficie “perfectamente difusora” dará lugar a una reflexión omnidireccional, cuya
curva característica adoptará la forma esférica cuya sección se muestra en la Fig. 1.26

Figura 1.26. Representación gráfica de la Ley de Lambert.

La intensidad en una dirección  será, por tanto:

I= Io . cos

Pero la superficie aparente del elemento reflector también se ve afectada por el ángulo de
observación:

S = So . cos

Y por lo tanto la luminancia:

Lo

Esta expresión resume la Ley de Lambert:

La luminancia de una superficie difusora perfecta es constante sea cual sea la


dirección de observación.

Puede demostrarse que, en estas condiciones:


Siendo: L : luminancia de la superficie

E: nivel de iluminación

p: factor de reflexión del material

Esta formula permite el cálculo sencillo de la luminancia en aquellos casos en que el


material reflectante puede ser considerado, con suficiente aproximación, perfectamente
difusor.

1.5 Color

El color es un atributo visual que denotamos en los objetos (una hoja “verde”, una flor
“roja”) o en las luces (un resplandor “blanco”, un foco “amarillo”...). En realidad, en ambos
casos estamos haciendo referencia a la luz que, directamente desde una fuente, o por
reflexión en un objeto, incide en nuestra retina.

Al definir el espectro electromagnético, hemos podido ver como las propiedades de la


radiación variaban en función de su longitud de onda.

Figura 1.27. Espectro electromagnético y luz visible

Si dentro de este espectro realizamos un “zoom” sobre la zona comprendida entre los 380 y
780 nanómetros –luz visible- podemos apreciar a su vez distintas subzonas que se definen,
precisamente, por la sensación visual de color que ocasionan en el ojo humano.
1.5.1 Curva de distribución espectral

Se ha mencionado anteriormente que muy a menudo la radiación electromagnética es


compuesta, es decir, integrada por emisiones en diferentes longitudes de onda (figura 1.27).

Dentro del rango de la luz visible, también se produce el mismo fenómeno. De hecho, es
sumamente infrecuente una radiación monocromática con un valor único de longitud de
onda.

Para el estudio del color resulta esencial conocer que la visión no es capaz de distinguir los
componentes espectrales de la luz: nuestra percepción visual compone sus efectos
generando una resultante única de color de la luz.[ El oído, por el contrario, es capaz de
distinguir dentro de un mensaje sonoro complejo (una orquesta, por ejemplo) sus distintos
componentes (los instrumentos).]

Obsérvese, por ejemplo, que en la figura 1.28 del espectro visible, no figura el color
blanco, a pesar de ser el color de la luz solar; ello es debido a que dicha radiación es
compuesta. Cuando la emisión en todas las longitudes de onda visibles es prácticamente
equivalente, la percepción visual corresponde al color blanco. Tal como descubrió Newton
(figura 1.28), utilizando prismas ópticos es posible descomponer luz blanca en sus colores
componentes, o combinar éstos en un segundo prisma para recuperar la mezcla inicial.

Figura 28. Descomposición y composición de la luz con prismas

Según afirma Deribere, el color no es propiamente un atributo del mundo físico, sino una
“sensación”. El mundo exterior, presenta al ojo humano una radiación compuesta por
distintas longitudes de onda y, a partir de ella, nuestro sistema visual compone la
experiencia de un color.
1.5.2 El color de los objetos

El comportamiento visual descrito en el apartado anterior nos permite explicar la


percepción del color de la luz cuando esta incide directamente en el ojo humano. En el caso
en que la luz, previamente a su incidencia en el ojo, encuentra en su camino un objeto, es
preciso tomar además en consideración los efectos de la relación entre luz y materia, tal
como han sido descritos en el anterior apartado.

Los tres posibles comportamientos de la luz ante la materia (reflexión, transmisión y


absorción) están condicionados por la longitud de onda de la radiación: un vidrio corriente
de ventana, por ejemplo, es transparente a la radiación visible e infrarroja, pero absorbe en
cambio la radiación ultravioleta (permite la entrada de la luz y el calor, pero no permite el
bronceado de la piel); una pared es opaca a la radiación visible, pero transparente a las
ondas de radio (podemos escuchar una emisora en una habitación cerrada), etc. ...

Este comportamiento selectivo de la materia frente a la longitud de onda de la radiación,


también se produce en relación con la luz visible: un objeto transmitirá determinadas
longitudes de onda, reflejara otras, y absorberá las restantes (ver figuras 1.29, 1.30)
Figura 1.29. Representación de la transmisión y reflexión en función del material con que
interactúa la luz
Este proceso selectivo determinara la composición espectral de la luz que llegara al ojo
humano, a partir de la cual atribuiremos un color determinado a dicho objeto. El color de
un objeto será, por lo tanto, la resultante de una interacción entre la composición espectral
de la luz y las propiedades de transmisión, absorción o reflexión propias del objeto.

1.5.3 Mezclas de color

Como se ha expuesto anteriormente, la visión humana no detecta los componentes de color


de una luz determinada, por el contrario, a partir de dichos componentes establece una
resultante única a partir de un proceso de mezcla de colores que puede adoptar dos
modalidades.

En el caso, por ejemplo, de iluminar una pantalla blanca -es decir: capaz de reflejar todos
los colores - mediante luces distintas, se produce un proceso de mezcla aditiva (ver figura
1.30). Si estos colores son, como en la figura, rojo, verde y violeta, se obtienen en la
pantalla unas zonas que conservan los colores originales, otras en que estos se mezclan dos
a dos - obteniendo amarillo, azul y púrpura - y ,finalmente, una zona central en la que la
mezcla de los tres colores compone el blanco resultante.

Figura 1.30. Mezcla aditiva de colores

Si por el contrario, partimos de un haz de luz blanca a la cual interceptamos mediante


filtros coloreados determinadas longitudes de onda, se obtiene entonces una mezcla
sustractiva. En el caso de la figura 1.31 los filtros utilizados son púrpura, amarillo y
azul, y puede observarse como se efectúa su composición dos a dos, y como en la zona
central, donde cada filtro resta componentes espectrales, se produce una componente total
en negro.
Figura 1.31. Mezcla substractiva

Desde el punto de vista físico, dichos fenómenos pueden apreciarse mas fácilmente
examinando en las curvas de distribución espectral de cada color básico, los efectos
causados por la composición respectiva (figura 1.32). Obsérvese que en la mezcla aditiva
los colores compuestos resultan más claros que los originales, mientas en la mezcla
sustractiva resultan más oscuros.

Figura 1.32. Mezcla aditiva y substrativa mediante diagramas electromagnéticos.


1.5.4 Reproducción cromática

De lo expuesto anteriormente de deduce que la sensación de color producida por un objeto


puede variar en función de la composición espectral de la luz que lo ilumina. No puede
hablarse por lo tanto de color de un objeto en forma absoluta, sino siempre en referencia a
un iluminante determinado.

Sin embargo, a nivel perceptual existe el concepto de color verdadero, el cual corresponde,
según nuestra experiencia ancestral, al obtenido mediante el iluminante luz natural. Un
ejemplo de comportamiento basado en la aceptación del concepto de color verdadero, es la
práctica habitual de examinar determinadas mercancías- generalmente textiles - a la luz del
exterior, pues se sabe que la luz artificial del establecimiento puede generar variaciones en
la apreciación de su color.

Se entiende por reproducción cromática de una fuente de luz la relación entre el aspecto
de color de los objetos iluminados por dicha fuente, y el que presentarían iluminados por
una luz de referencia. La fuente de luz de referencia es, lógicamente, la luz natural, para la
cual, dada su variabilidad intrínseca, se fijan unos condicionantes homologados
(Reconstituted Daylight).

La determinación de la reproducción cromática de una fuente de luz se realiza, según el


procedimiento establecido por la CIE, mediante la comparación de muestras de color
iluminadas por la luz de referencia o por la fuente que se analiza. En virtud del grado de
coincidencia entre ambas apreciaciones de color, se establece el índice de reproducción
cromática cuyos valores se sitúan entre 0 y 100, correspondiendo valores más altos del
índice a mayor calidad de reproducción cromática.

En el Capítulo correspondiente a FUENTES DE LUZ se examinará este importante


concepto en relación a los tipos de lámparas de uso más habitual.

1.5.5 Temperatura de color

Si calentamos un cuerpo hasta una temperatura en que, por el efecto de termorradiación,


emite radiación en el rango de la luz visible, podremos observar que dicha emisión
comienza por las longitudes de onda mas largas (hierro al rojo, por ejemplo), y que, a
medida que se incrementa la temperatura, van apareciendo en la emisión los colores de la
luz correspondientes a longitudes de onda mas cortas, hasta llegar, finalmente, a la emisión
de todo el espectro (hierro al blanco).

Ello indica que en las fuentes de luz térmicas la composición espectral esta relacionada con
la temperatura del cuerpo que la emite. Se define la temperatura de color de una fuente de
luz como la temperatura a la cual el cuerpo negro emitiría luz de composición espectral
similar; se expresa como temperatura absoluta, es decir en grados Kelvin. En algunas
fuentes de luz de descarga, cuya emisión, al ser discontinua, no puede coincidir con la
emisión en banda continua del cuerpo negro. En estos casos se habla de temperatura de
color correlacionada (o similar), aludiendo a aquella en que la emisión del cuerpo negro
es más parecida al color de la luz analizado.

A nivel subjetivo, existe también una correlación entre la temperatura de color y la


apariencia psicológica que el observador atribuye a la luz. Se habla de luz cálida cuando
en la composición espectral predominan las radiaciones de longitudes largas - zona del rojo
-, de luz fría cuando predominan las longitudes cortas - zona del azul - y de luz neutra
cuando los componentes están equilibrados. Obsérvese que la denominación psicológica es
inversa a la física: luces cálidas corresponden a bajas temperaturas de color, y luces frías a
temperaturas de color elevadas. Este tema se tratara de nuevo en los Capítulos
correspondientes a FUENTES DE LUZ y DISEÑO DE ILUMINACION.

1.5.6 Sistemas de especificación del color

La necesidad de poder clasificar, reproducir o especificar con exactitud un color


determinado - ya sea con fines científicos, técnicos, artísticos, comerciales...- ha conducido
a la elaboración de distintos sistemas que permiten denotar los distintos colores con sus
correspondientes atributos - o coordenadas -. Existen numerosos Sistemas, generalmente
diferenciados por sus aplicaciones más relevantes. Entre ellos los de mayor aplicación son
los siguientes:

1.5.6.1 Sistema Munsell

Especifica los colores a partir de tres atributos:

 TONO: utilizando cinco tonos principales (Rojo, Amarillo, Verde, Azul y


Púrpura ) y cinco tonos intermedios, mezcla de los anteriores.

 VALOR: representa la luminosidad o brillo del tono en una escala de 10


valores.

 CROMA: especificando la saturación o grado de mezcla con el blanco que


presenta dicho color,

Partiendo de estos atributos, los distintos colores pueden disponerse en un diagrama


(figura 1.33) o en un atlas de color que presenta en cada una de sus paginas muestras de
las variaciones en valor y croma respecto a un tono determinado.
Figura 1.33. Diagrama Munsell

1.5.6.2 Método RGB

Tales siglas corresponden a la traducción inglesa de los colores rojo (Red), verde (Green) y
azul (Blue). Dado que todos los colores pueden obtenerse a partir de una mezcla de estos
tres primarios - de hecho nuestra retina actúa también en esta forma, según se explica en el
Capitulo correspondiente a Visión -, cualquier color es representado por tres coordenadas
representativas de las proporciones de los colores básicos en la mezcla aditiva que origina
el color a especificar. Este Sistema es aplicado en la Televisión en color y en Informática.

1.5.6.3 Diagrama cromático CIE

Los colores se representan dentro de un diagrama aproximadamente triangular, cuyos


vértices representan las zonas verde, azul y roja (ver figura 1.34), situándose en áreas
intermedias los colores resultantes de la mezcla. Cualquier color puede se especificado
mediante las coordenadas x e y de los ejes principales del triángulo.

El color resultante de una mezcla aditiva, se sitúa siempre en este Diagrama sobre la recta
que une los puntos de color componentes. En el centro del Diagrama se encuentra la zona
del blanco, recorrida por una curva que reproduce las distintas temperaturas de color. El
borde exterior del diagrama corresponde a las radiaciones monocromáticas. Este sistema es
el mas aplicado en Luminotecnia.
Figura 1.34. Diagrama cromático CIE
2 Visión e iluminación

Cuando se produce “absorción “de la luz por la materia, (v. Cap. Luminotecnia Básica), en
muchas ocasiones la energía de la radiación lumínica activa la producción de reacciones
químicas (fotosíntesis de los vegetales, impresión de películas fotográficas...)

Este mismo fenómeno tiene lugar en el ojo humano: la luz incidente sobre la retina genera
unas reacciones químicas en sus pigmentos fotosensibles. Así, el interior del ojo humano
percibe una señal que le permite conocer el mundo exterior: se inicia el proceso de la
visión. En este fenómeno radica la singular importancia de la Luminotecnia, pues aunque
hoy en día la luz se utilice también con otros objetivos (activación del desarrollo vegetal,
visión artificial, etc...), el conseguir unas condiciones de visión humana adecuadas al
espacio que se habita y a las actividades que en él se desarrollan, sigue siendo la finalidad
básica de esta ciencia.

2.1 El ojo: sistema visual humano

A nivel esquemático podemos describir el ojo humano como una esfera dotada de un
orificio en su parte anterior [La fisiología real del ojo es, evidentemente, mucho más
compleja e interesante, pero no va a ser tratada en este manual por motivos de
simplicidad.]. Este orificio (pupila) permite la entrada de la luz en el globo ocular; la
pupila contiene una membrana transparente de espesor variable (cristalino), que adopta un
perfil similar al de una lente convergente y que tiene, como ésta, la propiedad de desviar los
rayos de luz en forma tal que reproducen en su parte posterior la imagen (invertida y
reducida) de los objetos situados ante ella. Si la selección natural no nos hubiese dotado
(como a otras especies) de globos oculares con pupila, hubiésemos permanecido aislados de
la luz; si no nos hubiese dotado, además, de cristalino hubiéramos podido percibir las
claridades, incluso los colores, pero no las formas de los objetos. Nuestra evolución habría
sido, sin duda, muy distinta.

Al incidir en la superficie interior del globo ocular (retina), la energía de la luz activa la
reacción química de los pigmentos fotosensibles que allí se alojan. Estos pigmentos son
básicamente de dos tipos:

 Bastones, de dimensiones relativamente grandes y muy sensibles a la luz.

 Conos, más reducidos y menos sensibles a la luz. Los conos presentan tres
variedades cuya sensibilidad en función de la longitud de onda de la luz ( y, por
tanto, su color) es distinta.

Las reacciones químicas generadas por la luz en la retina, van acompañadas por la emisión
de un impulso eléctrico que se transmite por el nervio óptico hasta la corteza visual del
cerebro. Se establece así el nexo entre el estímulo físico de la realidad exterior bañada por
la luz, y la percepción visual de esta realidad, en el mundo inferior del observador.
Todo este proceso está muy lejos de la simplicidad con que aquí ha sido descrito y existen
en él aún muchos aspectos que la ciencia actual desconoce. Dado el propósito de este
Manual, no avanzaremos más por este camino.

Con relación a la percepción visual expondremos únicamente que la información que


alcanza el córtex, cerebral no está compuesta por imágenes sino por códigos. La mente no
realiza, por lo tanto, un simple proceso estímulo - respuesta, sino que adopta una función
activa, componiendo la imagen a partir de los impulsos que recibe del nervio óptico,
estructurándolos a partir de su aprendizaje, experiencia, condicionantes culturales,
expectativas...

Figura 2.1. Partes ópticas del ojo humano en comparación con las de una cámara
fotográfica
Figura 2.2 Formación de la imagen en el cerebro

La clásica expresión: “el mundo es del color del cristal con que se mira”, conserva su
verdad, pero los “filtros” no se sitúan únicamente entre el mundo y el ojo: la mayor parte de
ellos están en nuestro interior.

2.2 Proceso visual

2.2.1 Localización de la imagen

El ser humano puede localizar las áreas del espacio que formarán la imagen visual mediante
movimientos que puedan implicar:

 A todo su cuerpo
 Giros e inclinaciones de la cabeza
 Desplazamientos verticales y horizontales del globo ocular

Una vez situada una determinada zona frente a la pupila, la luz que emite puede alcanzar la
retina y generar allí su imagen.
La localización de una imagen, no significa que el ojo permanezca inmóvil. Por el
contrario, en condiciones habituales, la pupila recorre constantemente la imagen en
pequeños e involuntarios saltos que reciben el nombre de movimientos sacádicos y cuya
frecuencia es del orden de cinco saltos por segundo.

2.2.2 Acomodación

Es la capacidad del ojo para obtener imágenes nítidas de objetos situados a diferentes
distancias. Este proceso de enfoque, que se realiza habitualmente de forma automática,
dado que la distancia entre la lente -cristalino- y el plano de proyección -retina- es
constante, debe realizarse variando la curvatura del cristalino mediante contracción o
distensión de los llamados músculos ciliares. Para la visión de los objetos lejanos dichos
músculos se contraen, disminuyendo así la curvatura; en el caso de objetos próximos, su
distensión permite aumentar la curvatura del cristalino, manteniendo así la imagen enfocada
sobre la retina.

2.2.3 Campo Visual

La posición de los globos oculares determina que la posible incidencia de la luz en la pupila
humana esté limitada por los arcos ciliares y pómulos, de tal forma que se origina un "cono
de visión" cuyas magnitudes angulares son, aproximadamente, de 180º en horizontal y 120º
en vertical [Otros animales, en los que la posición de los ojos es muy distinta -por ejemplo:
los ojos laterales de muchas aves-, presentarán un "campo visual" de diferente amplitud y
cobertura.].

Este cono de visión limita la imagen proyectada sobre la retina, pero, además, las distintas
zonas de sensibilidad que ésta presenta ocasionarán una respuesta diferente en cada caso.
Se pueden distinguir, en principio, cuatro zonas concéntricas de sensibilidad:

 La fóvea: comprende el campo central con una amplitud aproximada de 2º.


Correspondería, por ejemplo, a la visión de una palabra en un texto situado a la
distancia de lectura (40 cm).
 Tarea visual: con una amplitud del orden de 8 a 10º rodeando a la anterior.
Correspondería, en el caso citado, a la visión de la página de un libro.
 Entorno: con una amplitud de 18 a 22º, permite la visión completa de un objeto
situado aproximadamente a una distancia de 2,5 veces su dimensión (un cuadro de
1,5 metros a algo menos cuatro metros de distancia, por ejemplo).
 Periferia ocupa el resto del campo visual, no permitiendo apreciar el detalle en las
imágenes.
Dichas zonas de sensibilidad difieren en la concentración relativa de receptores tipo cono o
bastón. La fóvea contiene únicamente conos por lo que, dado el reducido tamaño de estos,
pueden apreciarse con precisión los detalles de la imagen, y, dada su sensibilidad selectiva
al color, permite distinguirlo claramente. Corresponde al centro de atención de la imagen.
De la fóvea a la periferia, la proporción relativa entre ambos receptores es variable. En la
zona de tarea visual pueden aún distinguirse con relativa precisión detalles y colores, pero
ya en el entorno, la disminución de receptores fotosensibles tipo como, determina un
aumento de la vaguedad de la imagen que finalmente, en la periferia, limita las reacciones
visuales a contrastes o brillos muy elevados, o a la percepción de movimientos, en una
función de vigilancia que, en caso de originar una señal de atención, genera un
desplazamiento ocular para poder centrar la imagen en una zona de la retina que permita su
reconocimiento.

La realización de una tarea visual, exige que su imagen se sitúe en la zona central del
campo, y si algún detalle exige un reconocimiento preciso, su imagen debe proyectarse
sobre la fóvea; este es el motivo, por ejemplo, de que los ojos resigan las líneas de escritura
reconociendo palabra por palabra. La zona exterior del campo, es conocida a menudo con la
denominación de fondo visual y su influencia atañe principalmente a fenómenos de
adaptación.

2.2.4 Agudeza visual


Es la capacidad del ojo de reconocer por separado con nitidez y precisión objetos muy
pequeños y próximos entre sí. Se define cuantitativamente por el menor ángulo bajo el cual
el ojo puede percibir separados dos objetos.

2.2.5 Adaptación

El ojo humano es capaz de funcionar adecuadamente en condiciones de iluminación muy


variables - Sol brillante, luz de la Luna...-. Sin embargo, el paso de unas a otras condiciones
de iluminación, precisa de un proceso de adaptación que implica la variación del diámetro
de la pupila y cambios de la sensibilidad fotoquímica de la retina. Un ejemplo de este
proceso puede apreciarse cuando ingresamos en un recinto obscuro - un cine, por ejemplo
-. En los primeros momentos no podemos percibir sin ayuda - la linterna del acomodador,
por ejemplo,- sus formas y los objetos que contiene. Pero al cabo de unos minutos, nuestra
visión se ha adaptado al nuevo nivel y es capaz de apreciar sus dimensiones, mobiliario,
personas que lo ocupan, etc. El proceso de -adaptación a la variación de las condiciones de
iluminación precisa un tiempo de adaptación (v. Figura 2.3) que varía en función de la
magnitud de la variación y que es más rápido en el proceso de adaptación oscuridad - luz
que a la inversa.
Figura 2.3. Tiempo de adaptación del ojo humano

2.2.6 Visión estereoscópica

La imagen visual del ser humano permite reconocer las distancias relativas entre los
distintos objetos y el observador, es decir: se trata de una imagen en tres dimensiones.

Sin embargo, la imagen en cada ojo, al formarse sobre la retina que, aunque abombada,
forma un plano, carece de profundidad. La visión binocular, determina que el ángulo
formado por los ejes de cada uno de los ojos, varíe con la distancia del objeto que se
contempla, siendo mayor cuanto más próximo se halla dicho objeto. Esta información es
procesada por el cerebro que, a partir de ella, conoce las distancias relativas y permite la
formación de una imagen estereoscópica y transmite la sensación de relieve.

Este procedimiento de paralaje constituye el mecanismo básico para conseguir la visión


estereoscópica, pero no es el único: la apreciación del tamaño de los objetos, su posición
relativa dentro del campo visual, el velo atmosférico sobre objetos lejanos... son todos ellos
procesos complementarios que ayudan a percibir las tres dimensiones del espacio.

2.2.7 Visión del color

La visión adecuada del color es un factor de primera importancia en el reconocimiento del


mundo exterior, y no sólo desde el punto de vista estético.

Piénsese, por ejemplo, en la necesidad de apreciación correcta del color para juzgar la
calidad de un alimento, reconocer un animal peligroso, o efectuar un examen médico.

Tal como se ha descrito al hablar de la retina, el reconocimiento del color descansa en los
conos que, al presentar variedades de sensibilidad distinta según la longitud de onda de la
luz, permiten codificar información relativa al color de la luz percibida. Dado que la
sensibilidad de los conos es relativamente débil, la percepción del color necesita niveles de
luminancia elevados: "de noche todos los gatos son pardos", es decir: los bajos niveles de
iluminación, al no ser suficientes para activar los conos, reducen su información a los
bastones por lo que el color de los objetos se traduce en matices de gris.

La sensibilidad del ojo humano a la luz, varía con el color de ésta. En la fig 2.4 puede
observarse la llamada curva de sensibilidad espectral que representa la respuesta del

Figura 2.4. Curva de sensibilidad espectral

ojo humano a radiaciones de diferente longitud de onda. Puede observarse que esta
respuesta es nula para radiaciones de longitudes de onda fuera del espectro de la luz visible,
y que, dentro de este, adopta una forma acampanada con su máximo correspondiente a la
radiación de 555 nanómetros (amarillo verdoso).

La distinción del color es posible porque, como se ha citado anteriormente, la respuesta


fotoquímica de los conos es selectiva respecto a la longitud de onda de la luz. Existen tres
variedades de conos, cuyas sensibilidades espectrales, representadas en la figura,
Figura 2.5. Sensibilidad el ojo humano a los diferentes “colores” (poner en colores)(*)

difieren, presentando sus máximos respectivos en las zonas correspondientes al rojo,


verde y azul. De esta forma, los estímulos correspondientes a una luz determinada son
acompañados por una información referente a sus colores componentes y, por un proceso
muy complejo, pero básicamente similar al descrito en las mezclas de colores (Capítulo:
luminotecnia básica), la percepción visual puede recomponer el color resultante.

2.3 Influencia de las condiciones lumínicas en la visión

Siendo la luz la energía que activa el proceso visual ["En la oscuridad, todos somos
ciegos": A. Tudurí], es lógico que las condiciones de iluminación sean determinantes de la
exactitud, facilidad y calidad del proceso visual. Se exponen a continuación los aspectos
más destacados de esta relación

2.3.1 Luminancia

Si recordamos lo expuesto en el capítulo sobre las magnitudes lumínicas fundamentales,


definíamos la iluminancia o iluminación a partir de la luz que incidía sobre un objeto y la
luminancia como la luz que éste emitía en dirección al observador. Es esta última luz la que
penetra en el ojo y permite que el objeto sea percibido; la luminancia será pues la
magnitud fundamental a considerar en los procesos visuales: un objeto poco iluminado
pero de elevada reflectancia, causará una impresión visual más intensa que un objeto más
iluminado pero de reflectancia escasa.
Si la luminancia de un objeto determinado es importante, más lo es la distribución global de
las distintas áreas y niveles de luminancia en el campo visual. El conjunto de la impresión
lumínica recibida, determinará el nivel de adaptación visual en función de la magnitud
promedio de sus luminancias zonales.

Dado un nivel de adaptación visual, los valores de luminancia perceptibles adquieren unos
límites superior e inferior. Las zonas de luminancia inferior al límite son percibidas como
oscuridad, y las superiores al límite más elevado como brillo deslumbrante; esto es lo que
ocurre, por ejemplo, con los faros de carretera de un vehículo que circula en dirección
contraria: durante la noche - nivel de adaptación bajo - producen un elevado
deslumbramiento que incapacita la visión, mientras que durante el día - nivel de adaptación
alto -, resultan ser luces soportables.

El cambio del nivel de adaptación visual no es instantáneo, el ojo necesita un período de


transición que le permita adecuarse a las nuevas condiciones. Si la transición se efectúa
lentamente ( por ejemplo: la variación de la luz solar a lo largo del día) el ojo se adapta sin
ninguna dificultad; si la transición es rápida, y se quieren conservar condiciones de visión
adecuadas, es preciso prever una zona intermedia de elevada iluminación ( linterna del
acomodador, alumbrado de refuerzo en la boca de un túnel de carretera...) que suavice los
cambios de luminancia.

Por último, la estructura general de la distribución de luminancias es importante en la


impresión general que produce la escena iluminada ( monótona, equilibrada, intensa) y da
lugar a una composición que influye en la atención y centro de interés visual de la imagen.

2.3.2 Contraste

Si la detección visual de un objeto depende de la luminancia, su distinción como una


entidad separada del resto, depende del contraste. En un dibujo separamos los objetos
mediante una línea que indica su "contorno", pero en la realidad el contorno no existe: lo
que vemos es que, en un determinado punto, el valor de la luminancia del objeto es
substituido por el valor de la luminancia del fondo.

Figura 2.6. Ejemplos de contrastes


Se define el contraste como la relación:

donde luminancia del objeto

luminancia del fondo

Contraste

y puede ser positivo ( objetos claros sobre fondo oscuro ) o negativo (objetos oscuros sobre
fondo claro ). Cuanto más elevado sea el contraste más fácil resultará distinguir
visualmente el objeto. En el caso de objetos coloreados, el contraste dependerá no sólo de
la magnitud de la luminancia, sino también de la diferencia de color del objeto y su fondo.

Se llama contraste umbral al mínimo que el ojo es capaz de percibir en unas condiciones
determinadas. Como su valor disminuye en función de la luminancia de adaptación, el
aumento de ésta puede permitir la distinción de objetos cuya luminancia difiere ligeramente
de su fondo.

2.3.3 Agudeza visual y velocidad de percepción

Se ha definido la agudeza visual en un apartado anterior. La velocidad de percepción


puede definirse como la inversa del intervalo de tiempo entre el instante en el que se
presenta un estímulo visual y el instante en que se percibe.

Ambos aspectos están relacionados con el nivel de luminancia. Ello indica la importancia
de disponer de iluminaciones adecuadas cuando la tarea visual precisa reconocer objetos de
reducidas dimensiones y/o cuando la velocidad de percepción debe ser elevada.

2.3.4 Reconocimiento del color

El color percibido es la resultante de la interacción entre las cualidades del objeto


iluminado y la composición espectral de la luz que lo ilumina. De ello se deriva la
influencia de una correcta iluminación para una apreciación adecuada de los colores.

Por demás, como ya se ha descrito anteriormente, al basarse el reconocimiento del color en


la actividad de los conos, si el nivel de luminancia es inferior al que éstos precisan para
reaccionar, la visión carecerá del atributo color. Esta condición se denomina visión
escotópica, mientras la correspondiente al funcionamiento pleno de los conos se denomina
visión fotópica. En el intervalo entre ambas - aproximadamente en niveles de adaptación

comprendidos entre 0,03 y3 - denominado visión mesópica la capacidad de


distinguir colores disminuye y es variable. La figura siguiente representa las curvas de
sensibilidad espectral correspondientes a distintas condiciones de visión.
Figura 2.7. Curva de sensibilidad espectral

2.3.5 Prescripciones de iluminación

En definitiva, hemos podido apreciar en este capítulo como la visión correcta de un


espacio y de los objetos que lo ocupan, depende de las características de la iluminación
que recibe.

Si además apreciamos que el proceso visual comporta un gasto energético por parte del
observador movimientos musculares, procesos químicos, nerviosos..., podremos deducir
que la actividad visual genera fatiga. Es importante, por lo tanto, que las condiciones de
iluminación no solo permitan una visión fácil que permitirá mantener las actividades sin
ocasionar un exceso de fatiga visual.

Todas estas consideraciones son las que fundamentan, en cada caso concreto, la definición
de unas prescripciones de iluminación adecuadas, tal como se describe en el Capítulo
dedicado al DISEÑO.
3 Sistemas de alumbrado

Llamamos así al conjunto de elementos que proporcionan energía luminosa en una


situación determinada.

El elemento esencial de un sistema de alumbrado es la fuente de luz que genera la energía


luminosa mediante la transformación de otro tipo de energía (térmica, química, eléctrica...).
La fuente de luz más importante para el hombre es el Sol, que le proporciona la proporción
predominante de la iluminación natural[Proporciones mucho más débiles provienen de
otras fuentes de luz natural: estrellas, fosforescencias...]. En este manual trataremos
únicamente de las fuentes de luz artificial, durante muchos siglos dependientes de la
combustión, y hoy en día casi exclusivamente de la energía eléctrica.

El segundo elemento en importancia es la llamada luminaria que transforma la distribución


espacial de luz generada por la fuente en la forma más adecuada a las necesidades de cada
caso.

Los restantes elementos de los sistemas de alumbrado no cumplen funciones luminosas sino
energéticas, mecánicas, térmicas, estéticas, etc. Pese a no ser elementos de iluminación
propiamente dichos, resultan imprescindibles para conseguir la funcionalidad del sistema e
influyen en gran medida en su calidad, economía y durabilidad. El luminotécnico debe
prestarles tanta atención como a las luminarias y fuentes de luz.

Figura 3.1. Sistema de iluminación formado por lámpara, equipo auxiliar y luminaria de
sobremesa.

3.1 Fuentes de luz

El alumbrado artificial actual utiliza, casi con exclusividad, lámparas eléctricas.

La transformación de energía eléctrica en luminosa de las lámparas comercializadas hoy en


día se basa en los fenómenos físicos de emisión térmica, luminiscencia y fotoluminiscencia
y se describe con más detalle al tratar de las diferentes tipologías. En fase de
experimentación o desarrollo inicial existen fuentes de luz basadas en otros fenómenos
físicos (inyectoluminiscencia, excitación de plasma...), pero por su escasa difusión no
serán tratadas en este manual.

Figura 3.2. Cuadro clasificación fuentes de luz naturales y eléctricas en emisión térmica,
luminiscente y fotolumisicente.

Al examinar las cualidades de una fuente de luz respecto a una aplicación determinada, las
principales características fundamentales a considerar son las siguientes:

3.1.1 Flujo

Es la potencia lumínica emitida por la lámpara; indica, por tanto, la cantidad de luz que
puede proporcionarnos por unidad de tiempo.

Cuando hablamos de potencia de una lámpara, nos referimos normalmente a la potencia


eléctrica (vatios) necesaria para alimentar su funcionamiento. En la documentación técnica
podemos encontrar esta magnitud relacionada con el flujo lumínico emitido que se expresa
en lúmenes
Figura 3.3. Balance energético de una lámpara fluorescente.

3.1.2 Eficacia

Es la relación entre el flujo emitido y la potencia eléctrica de una lámpara.

Indica la eficacia de una determinada tipología de lámparas; es muy similar para los
modelos de distinta potencia, aunque normalmente la eficacia crece ligeramente a
potencias altas. Es habitual tomar un valor único de eficacia para cada tipología,
despreciando las variaciones a distintas potencias.

En el concepto de eficacia de la lámpara, normalmente no se tiene en cuenta la energía


consumida por los equipos auxiliares. Ésta potencia, comúnmente denominada de pérdidas,
no debe despreciarse.
Figura 3.4. Gráfico comparativo de eficacias de distintos tipos de lámparas fluorescentes

Tablas ejemplo:

Referencia Potencia nominal de


Flujo total emitido Eficacia
comercial lámpara
OSRAM HQL50 50 W 1.800 lm 36 lm/W
OSRAM HQL80 80 W 3.800 lm 48 lm/W
OSRAM HQL125 125 W 6.300 lm 50 lm/W
OSRAM HQL250 250 W 13.000 lm 52 lm/W
OSRAM HQL400 400 W 22.000 lm 55 lm/W
OSRAM HQL700 700 W 38.500 lm 55 lm/W
OSRAM HQL1000 1000 W 58.000 lm 58 lm/W

Lámparas de vapor de mercurio a alta presión estándar. Comparativa de eficacia en función


de la potencia de la lámpara.
Potencia nominal Flujo total
Familia Modelo comercial Eficacia
de lámpara emitido
Incandescencia OSRAM
60 W 720 lm 12 lm/W
Estándar Standard
Incandescencia OSRAM
100 W 1.650 lm 17 lm/W
halógena 64690
Fluorescencia OSRAM 36W 2.850 lm 79 lm/W
tubular standard 26mm
Fluorescencia OSRAM
11W 600 lm 55 lm/W
compacta DULUX EL
Vapor de OSRAM
125 W 6.300 lm 50 lm/W
mercurio HQL Standard
OSRAM
Halogenuros
POWERSTAR 2.000 W 180.000 lm 90 lm /W
metálicos
HQI T 2000
OSRAM
Vapor de sodio
VIALOX NAV 250W 27.000 lm 108 lm/W
alta presión
Standard
Vapor de sodio OSRAM
91W 13.500 lm 148 lm/W
baja presión SOX

Comparativa de eficacias entre lámparas de distintas familias.

3.1.3 Vida

El concepto de vida de una lámpara resultaba muy sencillo cuando únicamente se utilizaban
lámparas de incandescencia cuyo funcionamiento cesa bruscamente. En cambio, en la gran
mayoría de lámparas utilizadas actualmente, la emisión de luz se va extinguiendo
paulatinamente a lo largo de su vida y resulta difícil señalar un instante concreto en el que
la lámpara deja de ser funcional [" La lámpara de incandescencia muere de infarto, las
lámparas de descarga, de arteriosclerosis" I. Munilla.].

En las figuras adjuntas podemos ver la expresión de estos fenómenos. La primera, curva de
depreciación, indica la evolución del flujo luminoso emitido a lo largo de la vida de la
lámpara, pudiendo apreciarse su progresiva disminución. En lámparas de descarga se
considera como flujo inicial el flujo emitido por la lámpara a las 100 horas de
funcionamiento.

La curva de mortalidad (también llamada curva de supervivencia, con un ánimo más


positivo) indica el porcentaje de lámparas del total de un lote que van dejando de funcionar
a medida que transcurren sus horas de funcionamiento.
Figura 3.5.Curva de depreciación del flujo de una lámpara de vapor de mercurio a alta
presión.

Figura 3.6.

Lógicamente, se trata en ambos casos de datos estadísticos y referidos a condiciones


nominales de funcionamiento (tensión eléctrica, temperatura, períodos de encendido...). Las
condiciones reales de uso pueden afectar significativamente la depreciación y la mortalidad.

A partir de estos datos, se manejan dos conceptos:

1. Vida media. Indica el número de horas de funcionamiento a las cuales la mortalidad


de un lote representativo de fuentes de luz del mismo modelo y tipo alcanza el 50%
en condiciones estandarizadas.
2. Vida útil. Es la denominación simplificada y práctica de la vida económica.
Especifica el tiempo de funcionamiento en el cual el flujo luminoso de la instalación
(es decir, el producto del flujo luminoso relativo y las lámparas aún en
funcionamiento) ha descendido a un valor tal, para el que la fuente de luz no es
rentable aunque esté en condiciones de seguir funcionando: La depreciación del
flujo emitido y la frecuencia de mortalidad, conllevan una disminución de las
prestaciones lumínicas y un incremento de los costes de mantenimiento que
aconsejan su substitución.

Tabla ejemplo

Lámpara Vida media Vida útil orientativa


Incandescencia 1.000 horas 1.000 horas
Incandescencia halógena 2.000 horas 2.000 horas
Fluorescencia tubular* 10.000 horas 7.500 horas
Fluorescencia compacta* 8.000 horas 6.000 horas
Vapor de mercurio a alta
24.000 horas 16.000 horas
presión
Luz mezcla 6.000 horas 9.000 horas
Vapor de sodio a baja presión 22.000 horas 12.000 horas
Vapor de sodio a alta presión 20.000 horas 15.000 horas

Comparativa entre diversos tipos de lámparas


*
Con equipo de conexión convencional (ECC)

La vida media, referida a condiciones nominales de uso, es el dato habitualmente


suministrado por los fabricantes de lámparas, ya que es el único dato que pueden garantizar
con sus ensayos de laboratorio. Para conocer la vida útil es necesario conocer toda una
serie de datos que son propios de cada aplicación particular ( precios de la energía y la
mano de obra, procesos de mantenimiento, condiciones de funcionamiento...) y escapan al
control del fabricante de lámparas.

Aunque la vida media no se corresponderá con la vida útil, es un dato que puede facilitar su
estimación. En la descripción de las tipologías de lámparas eléctricas, se proporcionan
valores de la vida media en condiciones de laboratorio, y también se citan, únicamente con
carácter orientativo, las estimaciones de vida útil que suelen aplicarse en los usos más
habituales y condiciones medias normales.

3.1.4 Color
El color de la luz emitida por una lámpara puede expresarse en forma gráfica o mediante
datos e índices.

En forma gráfica, suelen presentarse diagramas - coloreados o no - en los cuales las


abscisas indican longitud de onda y las ordenadas la emisividad en cada en cada una de
ellas. Algunas lámparas (en general, las basadas en emisión térmica) presentan un espectro
continuo, es decir: emiten luz en todas las frecuencias del espectro visible; muchas otras,
presentan un espectro discontinuo ya que sólo emiten radiación en determinadas
frecuencias, lo cual no impide que, si están suficientemente equilibradas, la luz resultante
sea blanca.

Figura 3.7.Curva de la distribución espectral de la luz del día.

Figura 3.8.Curva de la distribución espectral de una lámpara de incandescencia.

Figura 3.9.Curva de la distribución espectral de una lámpara de vapor de mercurio a alta


presión.

Los datos o índices que habitualmente se indican para definir el color de la luz de una
fuente son:

1. Tono. Refiriéndose al color básico de la luz resultante: blanco, rojo, azul...


2. Reproducción cromática. Indicando la capacidad de la luz para reproducir con
fidelidad el color de los objetos.

La determinación de la reproducción de color, precisa dos convenciones:

 Establecer un iluminante de referencia, es decir, una luz cuya composición


espectral se considera " fiel " [Se ha establecido como iluminaste de referencia la
luz del Sol en determinadas coordenadas geográficas y condiciones climáticas.]

 Establecer un procedimiento de ensayo que permita comparar cuantitativamente la


reproducción de color entre el iluminante de referencia y la lámpara en estudio.[ Se
utilizan diversas muestras de distintos colores, iluminadas simultáneamente por una
"lámpara patrón" y por la lámpara en estudio. Se determina, por observación visual,
el porcentaje de muestras que presentan el mismo color bajo los dos iluminantes. ]

Se suele cuantificar mediante el Índice de reproducción cromática (Ra), valorado de 0 a


100 en orden de creciente caIidad de reproducción.

Se establece la siguiente clasificación de las lámparas según su reproducción cromática:

Clase Índice Ra Consideración

1A  90 Excelente
1B 8089 Muy buena

2A 7079 Buena
2B 6069 Aceptable

3 4059 Regular

4 2039 Insuficiente

--- <20 Nula

 Temperatura de color. Relaciona la luz emitida por la fuente con la emitida por un
"cuerpo negro" a la misma temperatura. Se expresa en grados Kelvin (K), es decir la
temperatura absoluta del cuerpo negro que emitiría una luz de la misma apariencia.
En realidad, la temperatura de color sólo tiene sentido en zonas de color cercanas al blanco,
e indica (ya que éste es un color compuesto) si las proporciones de rojo o de azul en la
mezcla son más o menos importantes.

La temperatura de color se relaciona con la "apariencia psicológica" ligada a la percepción


de la luz. Se clasifican en luces cálidas, intermedias, también llamadas neutras, o frías.

3.1.5 Control del haz

La lámpara desnuda emite luz en unas determinadas direcciones no siempre idóneas para
una aplicación concreta. Se deberá actuar entonces sobre la fotometría dada por la lámpara
desnuda mediante ciertos sistemas para controlar el haz (reflectores, difusores,
refractores...) y así obtener una distribución luminosa óptima.

Un buen control del haz significará que éste es de fácil modelado y de esta manera la
consecución de una curva de distribución polar ideal a partir de la distribución polar de la
lámpara desnuda no resultará complicada en exceso y se evitarán pérdidas lumínicas.

Si por el contrario el control del haz es malo, resultará de muy difícil modelado con lo que
la consecución de una determinada curva fotométrica podría resultar una tarea sumamente
dificultosa.

En condiciones normales el control será más eficaz cuanto más reducidas sean las
dimensiones del elemento emisor de luz.

El interés que tiene este aspecto de una fuente de luz es realmente importante en ciertas
aplicaciones (alumbrado vial, de grandes áreas...) pues de él dependerá el poder conseguir
iluminación allí donde realmente se necesite sin desperdiciar flujo luminoso dirigido en otra
dirección, pues esta pérdida de flujo se traduce directamente en pérdida de energía y
asimismo en contaminación lumínica del ambiente.

3.1.6 Condiciones de servicio

Se valoran los aspectos más destacados de las lámparas referentes a las condiciones de
funcionamiento:

1. . Equipo auxiliar. La mayoría de los tipos de lámparas existentes hoy en día, requieren
de aparatos auxiliares para su correcto funcionamiento. Al conjunto de todos ellos se les
denomina equipo auxiliar.

2. Tiempo de encendido. Es una característica que puede ser determinante en algunas


aplicaciones. Existen lámparas que encienden instantáneamente mientras que otras
requieren de algunos minutos para llegar al 100 % de su flujo nominal. En las lámparas
de descarga el tiempo de encendido puede venir determinado por el tipo de equipo
auxiliar utilizado

Figura 3.10.Curva de encendido de una lámpara de vapor de sodio a alta presión.

3. Tiempo de reencendido. Es el tiempo mínimo que necesita una lámpara para volver a
emitir luz en condiciones normales después de un apagado.

Posicionamiento. Define el margen de posición en la que la lámpara funciona


correctamente. Cuando no existe ninguna limitación se dice que el posicionamiento es libre
o universal, de lo contrario se proporciona el dato de la posición ideal más/menos una
desviación, habitualmente dada en grados.
Figura 11.Gráficos de especificación del posicionamiento.

3.1.7 Características eléctricas

Las características eléctricas más relevantes de una lámpara para el caso que nos ocupa son:

1. Potencia nominal. Es la potencia activa consumida por la lámpara (sin considerar el


consumo del equipo auxiliar).

2. Tensión de funcionamiento. Es el margen de tensión dentro del cuál puede funcionar


la lámpara.

3. Influencia en el flujo por variación de la tensión de red. Como varía el flujo emitido
frente a posibles desviaciones de la tensión de funcionamiento respecto de la tensión
nominal de la lámpara, es decir, la tensión para la cuál fue diseñada.

4. Influencia en la eficacia por la variación de la tensión de red. Variación de la


eficacia energética de la lámpara.

5. Influencia en la vida útil por variación de la tensión de red. El hecho de que una
lámpara no funcione a tensión nominal puede implicar un acortamiento de su vida útil;
éste puede ser considerable en algunos tipos de lámparas.

3.1.8 Tipologías

Dada su gran variedad, y la importancia e interés de su descripción se exponen aparte, en el


CAPÍTULO: FAMILIAS DE LÁMPARAS íntegramente dedicado al tema.
3.2 Equipos auxiliares

La lámpara de incandescencia, elemento inicial de las distintas familias de lámparas


eléctricas descritas en el Capítulo correspondiente, actúa bajo el punto de vista eléctrico
como una resistencia. Por este motivo, basta conectarlo a la red de alimentación para que su
funcionamiento sea posible y estable. Por el contrario, la gran mayoría de las familias de
fuentes de luz descritas no pueden funcionar con esta simplicidad: su simple conexión a la
red eléctrica, o no conseguiría iniciar su funcionamiento, o, en caso de hacerlo, generaría un
crecimiento continuo de la intensidad que conduciría rápidamente a su destrucción. En
otros casos - por ejemplo: algunos tipos de lámpara halógenas- la tensión eléctrica de
funcionamiento es distinta a la que normalmente suministra la red.

Para conseguir un funcionamiento seguro y estable, estos tipos de lámparas precisan


intercalar en el circuito eléctrico un aparellaje auxiliar cuyas características determinaran
en gran medida las prestaciones de servicio de la lámpara. Se trata, por lo tanto, de un
elemento “auxiliar” pero al mismo tiempo “esencial” para la calidad y economía en la
producción de luz.

3.2.1 Elementos componentes

Se describen a continuación los componentes de estos equipos auxiliares:

 Cebador: También llamado arrancador e ignitor. Su misión es generar un impulso


eléctrico de corta duración y de tensión superior a la de la red de alimentación, para
poder iniciar el funcionamiento de la lámpara. Los parámetros fundamentales son su
tensión de choque y la amplitud del impulso suministrado.
 Balasto : elemento estabilizador que limita el crecimiento de la intensidad de
corriente. Una tecnología muy utilizada para conseguir el efecto estabilizador es el
empleo de inductancias, basadas generalmente en bobinas arrolladas sobre núcleos
magnéticos; por este motivo es frecuente que el balasto sea denominado reactancia,
aunque, hablando en puridad, esta denominación sobre cubren una tecnología de
construcción determinada, y excluya otras tipologías, tales como los balastos
resistivos y los balastos electrónicos.

La lámpara eléctrica recibe su energía del balasto, por lo que las características de
tensión, frecuencia e intensidad que suministre este, determinaran el correcto
funcionamiento del conjunto.
También es preciso considerar que el balasto posee un consumo propio de energía
que se sumará al de la lámpara, el cual debe ser lo más reducido posible para
mantener la eficiencia energética del conjunto.

 Condensador : El funcionamiento del conjunto lámpara - balasto genera un


consumo de energía reactiva que produce un incremento de intensidad eléctrica y un
sobre costo del consumo. Para corregir este efecto, los equipos auxiliares suelen
incorporar un condensador que compensa el factor de potencia del conjunto.

El parámetro fundamental es la capacidad del condensador que debe ser adecuada,


pero evitar excesos que conducirían entonces a consumos capacitivos.

3.2.2 Tecnologías utilizadas

 Resistiva: Utiliza una resistencia como balasto. Resulta una tecnología de muy baja
eficiencia energética, por lo que su uso ha estado limitado a muy escasos tipos de
lámparas - luz mezcla, fluorescentes de corriente continua...- y puede considerarse
en la actualidad prácticamente en desuso.
 Inductiva: El balasto está constituido por bobinas arrolladas sobre núcleos de
plancha magnética. Ha sido la tecnología casi exclusiva utilizada en lámparas de
descarga, y continua siendo actualmente de amplia utilización, aunque exista en
muchos casos la tendencia a ser substituida por la tecnología electrónica.
 Electrónica: Un circuito electrónico realiza las funciones de balasto, de cebador, o
de ambos en conjunto. Por demás, en muchos casos eliminan la necesidad del
condensador.

Las ventajas de los equipos electrónicos respecto a disminución de pérdidas energéticas,


características de funcionamiento, posibilidades de regulación, etc., determinan una
creciente expansión de esta tecnología frente a la inductiva que, aunque actualmente este
limitada en tipos de lámparas y potencias, amplia constantemente su ámbito de aplicación.

El tema se trata con mayor detalle en el APÉNDICE: NUEVAS TENDENCIAS EN


LÁMPARAS Y EQUIPOS AUXILIARES.
3.2.3 Tipología de lámparas y equipos auxiliares

Figura 3.12

Figura 3.13

No todos los tipos de lámparas utilizan los mismos elementos o circuitos auxiliares. En las
figuras siguientes pueden verse algunos ejemplos específicos.
Figura 3.14

Figura 3.15
Figura 3.16

Por otra parte, aunque generalmente los mismos equipos auxiliares pueden funcionar
correctamente con lámparas de diferentes fabricantes, en algunos casos - por ejemplo:
lámparas de vapor de mercurio con halogenuros- pueden existir distintas tecnologías de
fabricación que exijan diferentes equipos auxiliares.

La compatibilidad lámpara - equipo auxiliar debe ser cuidadosamente estudiada en estos


casos.

3.2.4 Regulación de funcionamiento

Generalmente lámparas y equipos auxiliares funcionaran a un régimen nominal único, que


es precisamente aquel para el que ha sido desarrollada la fuente de luz. En algunos casos,
sin embargo, puede ser de interés poder variar el régimen de funcionamiento, ya sea por
motivos lumínicos - variación del nivel de iluminación, efectos especiales...- o por motivos
energéticos, ya que la reducción de nivel lumínico permite reducir el consumo de la
instalación. Esta regulación puede obtenerse a través de equipos auxiliares adecuados que
pueden ser de regulación bipotencia, por ejemplo adicionando una inductancia
suplementaria, o de regulación continua, variando por ejemplo la frecuencia suministrada,
mediante un circuito de balasto electrónico. Algunos ejemplos pueden también verse en el
APÉNDICE.

3.3 Luminarias

El flujo luminoso emitido por una fuente de luz, se distribuye en el espacio en direcciones e
intensidades que dependen de sus características constructivas.
Figura 3.17. Curvas fotométricas de lámpara incandescente y fluorescente

En las aplicaciones luminotécnicas esta distribución no resultará siempre adecuada: puede,


por ejemplo, emitir excesiva luz en zonas que no interesa iluminar o enviar intensidades
elevadas en direcciones que pueden originar deslumbramientos en el observador.

La luminaria es el elemento del sistema que adapta la distribución lumínica original de la


fuente de luz a las necesidades propias de la aplicación. La figura muestra un ejemplo a
partir de un elemento de amplio uso como es el “flexo” de un escritorio.

Figura 18.Esquema de un flexo

La función fundamental de la luminaria es de índole lumínica, pero, aparte de ello,


cumple otras funciones de índole distinta: eléctrica, mecánica, decorativa, etc.
3.3.1 Características fotométricasPara conseguir la distribución fotométrica
deseada pueden utilizarse distintas propiedades físicas de la luz:

 Reflexión, mediante espejos posteriores (reflectores) o anteriores (lamas)


 Refracción, variando la direccionalidad de la luz mediante cierres transparentes, de
estructura prismática.
 Absorción, mediante substancias traslúcidas, que atenúan y difunden la luz u
opacas que impiden su emisión en determinadas direcciones.

Figura 3.19
Las características de emisión lumínica se definen a partir de los siguientes conceptos:

Distribución fotométrica, indica la intensidad emitida en cada una de las direcciones del
espacio. Originalmente, la distribución fotométrica se indicaba mediante gráficos,
generalmente de tipo vectorial, en los cuales la longitud del vector indica la intensidad
emitida en esa dirección.

Figura 3.20. Distribución fotométrica de luminarias fluorescentes y un proyector

Actualmente es habitual indicarla mediante las llamadas matrices de intensidad, tablas en


las cuales la entrada se realiza a partir de coordenadas geométricas que indican en su
intersección la intensidad emitida en dicha dirección.
Figura 3.21. Matriz de intensidades de una lámpara

Las matrices de intensidad resultan la herramienta adecuada para el cálculo lumínico


mediante ordenador y ello justifica su amplia utilización. No obstante, la representación
gráfica facilita la visión intuitiva del tipo de distribución fotométrica de una luminaria por
lo que su uso en catálogos y documentación técnica continúa siendo muy frecuente.

Rendimiento. Los fenómenos de reflexión, refracción, etc., que tienen lugar en la


luminaria, implican pérdidas de flujo lumínico por lo que el flujo final emitido será inferior
al producido por la fuente de luz. Recibe el nombre de rendimiento de la luminaria la
relación entre ambos flujos.
El rendimiento considera únicamente las pérdidas debidas al funcionamiento de la
luminaria, sin tomar en consideración posibles pérdidas por envejecimiento, deterioro,
acción de agentes externos, etc.

Factor de utilización. Generalmente el flujo emitido por la luminaria incide sobre un área
superior al área de tarea que se desea iluminar.

Figura 3.22. Factor de utilización

Se llama factor de utilización a la relación:

Es el elemento esencial en el cálculo luminotécnico por el método del flujo. No depende


únicamente de la luminaria sino también de las condiciones geométricas de implantación, y,
en el caso de alumbrados interiores del coeficiente de reflexión de los cerramientos.

Factor de conservación. Toma en consideración las pérdidas en emisión de flujo a lo largo


del tiempo por depreciación, suciedad, envejecimiento, etc. El factor de conservación
considera en su conjunto las influencias de depreciación de la fuente de luz, contaminación
ambiental, periodicidad de mantenimiento, etc. pero las características de la luminaria son
un elemento esencial en su determinación.
Figura 3.23. Factor de conservación

3.3.2 Tipología de luminarias

La variedad de luminarias, debido tanto a la gran diversidad de aplicaciones como a su


amplia funcionalidad y criterios de diseño, es tan extensa que resulta extremadamente
difícil establecer una tipología sistemática de validez general.

Al objeto de presentar una visión amplia, sin ninguna pretensión de exhaustividad, puede
establecerse una tipología en función de las aplicaciones con una muestra de algunos
ejemplos representativos.

Campo Aplicación
Alumbrado interior  Industrial
 Oficinas
 Comercial
 Servicios

 Doméstica
Alumbrado exterior  Vial
 Ambiental

 Proyección
Figura 3.24. Ejemplo de alumbrado interior comercial.

Figura 3.25. Ejemplo de alumbrado interior de oficinas


Figura 3.26. Ejemplo de alumbrado exterior ambiental.

Figura 3.27. Ejemplo de alumbrado exterior de proyección

3.3.3 Clasificación fotométrica

Las características principales de la distribución lumínica permiten establecer una


clasificación de distintas luminarias en grupos cuyas propiedades fotométricas presentan
condiciones afines. La clasificación fotométrica varía según la tipología de las luminarias.
Los sistemas de clasificación más usuales, establecidos por la CIE, son los siguientes:
Luminarias para iluminación general de interiores

Clasificación de la CIE para las Luminarias para Iluminación General de Interiores

Clase de luminaria Distribución del flujo con respecto al plano horizontal


(%)
Por encima Por debajo
Directa 0-10 90-100

Semi-directa 10-40 60-90

General-Difusa 40-60 40-60

Semi-indirecta 60-90 10-40

Indirecta 90-100 0-10

Figura 3.28. Clasificación de luminarias según la radiación del flujo luminoso

Luminarias para alumbrado vial


Se define la clasificación en función de tres características básicas:

 Alcance: extensión de la distribución fotométrica en sentido


longitudinal de la vía.

 Apertura: extensión de la distribución fotométrica en sentido


transversal a la vía.

 Control: grado de limitación del deslumbramiento.

Figura 3.29. Apertura y alcance de una luminaria de Alumbrado Público

Sistema de Clasificación de la CIE de las Propiedades Fotométricas de las Luminarias


Alcance Apertura Control
Corta Ymax< 60º Estrecha y90 < 45 Limitado SLI< 2

Intermedio 60º< Ymax<70º Media 45º<y90<55º Moderado 2<SLI<4

Larga Ymax >70º Ancha y90 > 55º Estricto SLI>4

Proyectores

La clasificación se define en función de la apertura, es decir: el ángulo en que la Intensidad


luminosa alcanza un valor del 50% del valor máximo.

Figura 3.30. Apertura del haz en proyectores

Clasificación de la Apertura del Haz

Descripción Apertura del Haz (al 50% I Máx).


Haz estrecho >20º

Haz medio 20º a 40º

Haz ancho < 40º

3.4 Instalaciones

La implementación y funcionamiento de los sistemas de alumbrado requiere la existencia


de determinadas instalaciones- suministro de energía, maniobra, fijación mecánica...- que,
aunque no tengan carácter lumínico, son imprescindibles para conseguir los objetivos de
iluminación y garantizar su servicio adecuado. Por este motivo, a pesar de tratarse de un
tema ajeno a este Manual, no pueden obviarse algunas consideraciones generales sobre las
mismas.

3.4.1 Instalaciones eléctricas


Su objetivo es el suministro de energía necesario para la producción de luz. Pueden
distinguirse dos partes principales: la conexión a la red general de alimentación y las líneas
de distribución que conducen la electricidad hasta los distintos receptores de alumbrado.

La conexión a la red, usualmente denominada acometida, agrupa los siguientes


elementos:

 Dispositivos de conexión a red general

 Sistema de medición de consumo (contadores)

 Elementos de protección y seguridad (fusibles, interruptores diferenciales,


etc.)

Habitualmente la acometida incluye también los dispositivos de maniobra de la instalación


que, por su especial funcionalidad, se describen en un apartado independiente.

Las líneas de distribución están constituidas por conductores que transportan la energía
eléctrica hasta cada uno de los puntos de luz. En instalaciones sencillas y de pequeñas
dimensiones, una línea única conecta todas las lámparas, pero muy frecuentemente son
necesarias varias líneas de distribución que alimentan distintos sectores o tipos de
alumbrado.

3.4.2 Instalaciones mecánicas y constructivas

Necesarias para la fijación de las luminarias y otros elementos del sistema y para el paso de
los cables de las líneas de distribución eléctrica. Pueden incluir columnas de soporte en el
caso de alumbrados exteriores, sistemas de techos integrados en alumbrado de edificios,
canales prefabricados... y otra gran variedad de elementos.

3.4.3 Elementos de maniobra y control

Permiten la conexión y desconexión de la instalación en función de sus necesidades de uso.


La versión más sencilla es el interruptor de accionamiento manual, que puede ser único
para toda la instalación, o múltiple permitiendo entonces sectorizar el funcionamiento.

Principalmente por motivos de economía energética, existe una tendencia creciente al


empleo de dispositivos de maniobra y control más sofisticados que permiten adaptar los
ciclos de funcionamiento del alumbrado a las necesidades específicas de cada caso:
 Interruptores manuales: precisan la presencia de un operador en los
momentos de conexión y desconexión.

 Interruptores a distancia: mediante rayos infrarrojos, onda de radio o similar

 Interruptores de presencia: se activan automáticamente al detectar la


ocupación de la zona.

 Temporizadores: mantienen el servicio de la instalación durante un período de


tiempo determinado

 Reloj: transmite las órdenes de maniobra a horas predeterminadas; en algunos


casos los horarios pueden ser variables, por ejemplo según un ciclo astronómico,
los días de la semana etc.

 Programadores electrónicos: similares funcionalmente a los relojes

 Células fotoeléctricas: generan las ordenes de maniobra en función de la


luminosidad ambiental.

Los sistemas de gestión centralizada del alumbrado permiten avanzar un paso más este
proceso. Su utilización actual es muy reducida, principalmente por motivos económicos,
pero es previsible que en un futuro próximo, en versiones más o menos complejas, su
utilización sea cada vez más frecuente y amplia. Básicamente constan de los siguientes
elementos:
Figura 3.31. Esquema de gestión centralizada

 Detectores de necesidad de iluminación: constituidos por células


fotoeléctricas, detectores de presencia, programadas horarios, etc. La
información captada es transmitida a la:

 Unidad central de regulación: compuesta por un ordenador o autómata


programable en función de la complejidad del sistema. La Unidad Central
elabora esta información, en función de programas preestablecidos, y la traduce
en ordenes de maniobra y regulación.

 Accionadores y reguladores: las órdenes elaboradas por la unidad central son


transmitidas a la instalación, acompañadas por códigos de identificación que
señalan los elementos - cuadros, subcuadros o, incluso puntos de luz
individuales - que deben ser sus receptores.

 Registros de funcionamiento: El sistema puede también estar dotado de


sensores de funcionamiento - transformadores de intensidad, detectores de
tensión, etc. - que captan en un momento determinado su estado con el objeto
de:

 Garantizar la actuación de maniobra

 Detectar averías

 Registrar horarios y características de funcionamiento.

El sistema de Gestión Centralizada permite, por lo tanto, no solo adecuar las demandas y el
consumo, sino, además efectuar un registro y control que afecta tanto a la calidad de
actuación como a la gestión de la energía consumida.
4 Familias de lámparas

4.1 Introducción

Existen en la actualidad muy variados tipos de fuentes de luz alimentadas por energía
eléctrica cuya clasificación suele basarse en sus distintos principios de funcionamiento.
No puede decirse que ninguna de ellas sea mejor o peor que las restantes, sino que, debido
a las diferencias en prestación si condiciones de uso, varían en cada caso las aplicaciones
unas adecuadas cubriendo, entre todas ellas, un amplio abanico de usos y necesidades.

Este capítulo describe las tipologías de uso más extendido, dejando de lado las lámparas
destinadas a aplicaciones muy específicas. En el apéndice: NUEVAS TENDENCIAS EN
LÁMPARAS Y EQUIPOS AUXILIARES se describen las tipologías de reciente aparición
y se analizan las perspectivas de futuro desarrollo.

4.2 Lámparas de incandescencia

Lámparas de incandescencia.

Surgida al mercado en 1.879, ha representado una verdadera revolución en las formas de


vida humana. Su bajo coste de adquisición, su versatilidad y su simplicidad de uso,
determinan que aún en día siga siendo la lámpara más utilizada, principalmente en el
ámbito doméstico.

Patentada por Edison en 1.879, durante sus más de cien años de historia ha experimentado
diversas innovaciones hasta llegar a la lámpara de incandescencia actual con sus múltiples
versiones, extendida por todo el mundo y de uso generalizado, sobre todo en el ámbito
doméstico.

Funcionamiento y construcción

Su funcionamiento está basado en el fenómeno que se produce al llevar a la incandescencia


un filamento mediante el paso de una corriente eléctrica a través de él; el filamento
incandescente radia energía, parte de la cuál en forma de luz visible.
Elementos principales de una lámpara de incandescencia.

El filamento, que actualmente es de Wolframio o alguna aleación del mismo, se sitúa en el


interior de una ampolla de vidrio, donde en primer lugar se ha hecho el vacío y
posteriormente se ha llenado con un gas inerte para evitar la combustión del filamento.

El filamento constituye una resistencia eléctrica pura, así se puede obtener la potencia que
radiará la lámpara en función de la diferencia de potencial eléctrico a que estará sometido y
la propia resistencia del filamento:

Curva de distribución espectral de la lámpara de incandescencia.

La gama de potencias normalizadas de las lámparas de incadescencia se conserva desde el


año 1910 (W. D. Coolidge) en 25, 40, 60, 100 y 150 Vatios, aunque en la actualidad se han
añadido las potencias de 75, 200, 300, 500, 1.000 y 1.500 Vatios, según normativa CIE.

Tipologías

Como consecuencia de su extendido uso en campos muy diversos, se han desarrollado


numerosas variantes de la lámpara de incandescencia original, que teniendo en común los
mismos principios de funcionamiento, se han ido adaptando en cada caso a una aplicación
determinada.
Se puede establecer la siguiente clasificación de las lámparas de incandescencia en función
de su uso:

 Lámparas para alumbrado doméstico


 Lámparas para alumbrado decorativo
 Lámparas para vehículos
 Lámparas miniatura
 Lámparas para uso industrial
 Lámparas para alumbrado de grandes áreas
 Lámparas para aplicaciones especiales

Lámpara de incandescencia estándar.

Lámpara de incandescencia estándar con reflector incorporado.

Asimismo, es importante dividir la totalidad de las lámparas basadas en el principio de


incandescencia en dos grandes grupos de igual importancia: lámparas de incandescencia
estándar y lámparas de incandescencia halógenas. Dentro de las de incandescencia
estándar, otra subdivisión posible es diferenciar entre lámparas sin reflector incorporado o
con reflector incorporado.
Dada la importancia de las familias incandescentes halógenas, normalmente se tratan como
una familia independiente y se suele simplificar su acepción a simplemente Lámparas
Halógenas. Así, es conveniente su estudio por separado, realizado en el siguiente apartado;
en el presente, se estudian únicamente las lámparas de incandescencia estándar.

Características fundamentales

 Eficacia media

La eficacia de la lámpara incandescente de Edison era del orden de 2 lm/W (1.879). En la


actualidad, la eficacia energética de una lámpara incandescente se sitúa entre 6 y 22 lm/W).

 Vida media

La vida media de las lámparas de incandescencia estándar es del orden de 1.000


horas.

 Vida útil orientativa

Igual a la vida media.

 Color

 Tono Blanco cálido.

 Ra 100

 Temperatura de color

2.700K (pueden encontrarse tipos especiales en los que la temperatura de


color puede estar entre los 2.600K y los 3.400K).

 Control del haz

El emisor de luz en este tipo de fuente es el filamento; al ser las dimensiones de éste
reducidas resulta una fuente de luz con un fácil control del haz (esta consideración
únicamente es válida para las lámparas de ampolla transparente, para las lámparas
de ampolla difusora, el control del haz se complica en cierta medida, al comportarse
toda la superficie de ésta como emisor).
 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

No precisa de equipo auxiliar, por lo que debe destacarse su gran sencillez de


uso e instalación.

 Tiempo de encendido El encendido es inmediato.

 Tiempo de reencendido Inmediato.

 Posicionamiento No presenta ningún problema especial de


posición, temperatura, resistencia mecánica, etc.

Características eléctricas

Al tratarse la fuente de luz de una resistencia pura, las características eléctricas de la


lámpara de incandescencia se rigen bajo las leyes de Ohm y de Joule:

Influencia de la tensión de funcionamiento sobre el flujo, eficacia y duración en las


lámparas de incandescencia.
Variación

A lo largo de la vida de la lámpara, las partículas que se desprenden en el proceso de


incandescencia del emisor, se adhieren a la ampolla ennegreciendo sutilmente su superficie
interior.

Aplicaciones habituales:

De uso muy extendido en aplicaciones muy diversas: doméstica, comercial, vehículos,... En


las aplicaciones más profesionales tienden a ser sustituidas por otros tipos de lámparas que
presentan una mayor economía de servicio (duración, consumo,...).

Tabla de características lumínicas:

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas de


incandescencia:

Flujo Índice
Potencia luminoso de Tª de
Eficacia Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Color Utilización
horas cromática fundamentales

W lm lm/W Ra K
CLASSIC STANDARD Ampolla 15 90 6 100 Luz brillante Uso universal.
clara
25 220 9

40 430 11

60 730 12

75 960 13

100 1.380 14

150 2.220 15

200 3.150 16
15 90 6

25 220 9

40 430 11

Reduce el
Ampolla 60 730 12 deslumbramiento y
mate 100 atenúa la
interior 75 960 13 formación de
sombras

100 1.380 14

150 2.220 15

200 3.150 16
15 90 6

25 200 8
Ampolla
100
clara Bonita forma y
40 400 10
pequeño tamaño.
Iluminación
60 660 11 decorativa.
VELA Candelabros,
15 90 6 arañas de
cristal, etc.
Luz agradable y
Ampolla 25 200 8 cálida.
mate 100
interior 40 400 10

60 660 11
Bonita forma y
pequeño tamaño.
Iluminación
decorativa.
VELA Ampolla 25 200 8
100 Candelabros,
RIZADA clara 40 400 10
arañas de
cristal, etc.
Luz agradable y
cálida.

15 90 6

Ampolla
25 200 8 100
clara

40 400 10 Iluminación
Forma y
ADORNO decorativa
dimesiones
E14 tanto interior
reducidas.
15 90 6 como exterior.
Ampolla
mate 25 200 8 100
interior
40 400 10
15 90 6

Ampolla
25 200 8 100
clara
Iluminación
40 400 10 Forma y
ADORNO decorativa
CLASSIC dimesiones
E27 15 90 6 tanto interior
reducidas.
como exterior.
Ampolla
mate 25 200 8 100
interior
40 400 10
25 240 10
Gas de relleno
Krypton.
40 455 11
La capa de la
Iluminación
Con baño ampolla
FORMA ideal para
interior de 60 780 13 100 proporciona una
HONGO interiores
sílice luz blanca de
espaciosos.
manera
75 1.055 14
uniforme y no
deslumbra.
100 1.470 15
25 220 9
Iluminación
Con baño decorativa.
Especialmente
VELA interior de 40 240 11 100 Candelabros,
claras.

sílice arañas de
SUPERLUX cristal, etc.
60 720 12
KRYPTON 25 220 9
Iluminación
Con baño decorativa.
VELA Especialmente
interior de 40 240 11 100 Candelabros,
RIZADA claras.
sílice arañas de
cristal, etc.
60 720 12
25 220 9
Con baño
ADORNO Especialmente Iluminación
interior de 40 240 11 100
E14 claras. decorativa.
sílice
60 720 12
25 220 9
Con baño
ADORNO Especialmente Iluminación
interior de 40 240 11 100
E27 claras. decorativa.
sílice
60 720 12
BELLALUX T60 Blanca 40 410 10 100 Luz suave y Iluminación
SOFT confortable. decorativa.
60 720 12

75 920 12

100 1.300 13
Tonos
pastel :

590 10
rosa
Suaves tonos
670 11 pastel: resaltan
naranja los existentes en
60 100
el ambiente y
720 12 ayudan a
limón
decorar con luz.
660 11
turquesa

620 10
azul

25 210 8 Luz suave y


Blanca 100
40 420 11 confortable.

Tonos
pastel :
BELLALUX Iluminación
ADORNO 340 9
SOFT rosa decorativa.
Suaves tonos
400 10 pastel: resaltan los
naranja
40 100 existentes en el
420 11 ambiente y ayudan
limón a decorar con luz.

400 10
turquesa

380 10
azul

40 300 8

Blanca
60 600 10 100
G80

100 1.000 10

40 290 7

60 490 8
DECOR GRAN Blanca Luz suave sin Iluminación
100
GLOBE DIÁMETRO G95 deslumbramiento. decorativa.
100 890 9

150 1.800 12
40 290 7

60 490 8
Blanca
100
G120
100 890 9

150 1.800 12
Clara
40 290 7
con
cúpula 60 500 8 100
espejada Protegen mediante
100 1.000 10 su cúpula espejada
en plata de la luz directa y
Iluminación
STANDARD mejoran la
Clara decorativa.
dirección de la luz
40 290 7 emitida por la
con luminaria.
cúpula 60 500 8 100
espejada
100 1.000 10
DECOR en oro
SILVER/GOLD Clara

con
25 160 6
cúpula 100
40 320 8
espejada Protegen mediante
su cúpula espejada
ADORNO en plata de la luz directa y
Iluminación
CÚPULA mejoran la
Clara decorativa.
EN PICO dirección de la luz
emitida por la
con luminaria.
25 160 6
cúpula 100
40 280 7
espejada

en oro

Rojo 25

Amarillo 25 Diversos colores


Iluminación y
STANDARD 100 para diversas
decoración.
Verde 25 iluminaciones.

DECOR Azul 25
COLOR Rojo 25

Amarillo 25 Diversos colores


Iluminación y
ADORNO 100 para diversas
decoración.
Verde 25 iluminaciones.

Azul 25
SPECIAL PEBETERO Ampolla 15 110 7 100 Ideales para Muebles,
clara 25 190 8 espacios congeladores y
reducidos. frigoríficos.
Ampolla
15 110 7
mate 100
25 190 8
interior

PEBETERO Ampolla Ampolla azul Iluminación de


25 100
TV azul transparente. televisores.

Ampolla 15 90 6
100
clara 25 190 8
Amplio campo
de aplicación,
tanto en uso
doméstico
como en
industrial.
Ampolla Diversas
25 195 8
TUBULAR mate 100 longitudes entre
40 380 10
interior 73 y 115 mm.

Frigoríficos,
máquinas de
coser y otros
aparatos
24V domésticos.
Ampolla
15 150 10
clara 100
42V 130 9
24 y 42V
15

Resisten
Ampolla
HORNOS temperaturas de Iluminación de
mate 40 400 10 100
ADORNO ambiente de hornos.
interior
hasta 300ºC.

SPECIAL

HORNOS Ampolla
15 85 6 100
PEBETERO clara

LINESTRA Baño 35 270 8 100 Luz especialmente Iluminación de


interior de suave y sin espejos, en
sílice deslumbramiento. vestuarios y en
60 420 7
armarios de
pared.
120 840 7
Ampolla
200 2.000 10 100
clara
Especialmente
resistentes a golpes
y sacudidas
CENTRA
mediante la
sujeción reforzada
de la espiral.
Ampolla
mate 100 1.000 10 100
interior

Standard
25 185 7
Ampolla
mate
40 320 8 100
interior

60 505 8
Espiral
sencilla
Standard

Ampolla
mate
interior
100 1.380 14 Instalaciones
100
200 3.150 16 Responden a las mineras,
Espiral
doble exigencias descritas plantas de
en la norma DIN fabricación que
49810, para presentan
SÍMBOLO Dos instalación en peligro de
 fusibles luminarias explosión, y
Standard colgantes y de para las que se
mano; resistentes a rigen en las
atmósferas de grisú, normas VDE
Ampolla y a explosiones. 0165/0166 y
clara 0170/0171.
300 5.000 17 100
Espiral
sencilla

Dos
fusibles
Standard

Ampolla
clara 500 8.400 17 100

Espiral
sencilla

Gama Modelo Potencia Intensidad Apertura Índice Tª de Propiedades Utilización


nominal luminosa del haz de color fundamentales
reproducción
cromática
[W] [Cd] Ra

R39 30 180 40º 100

25 220
R50 30º 100
40 430

25 290

R63 40 540 30º 100

Escaparates,
60 960 vitrinas,
Luz tiendas, salas
SPOT 40 150 concentrada. de recepción;
también en
60 260 viviendas.
CONCENTRA R80 80º 100
75 345

100 500

40 240

R90 60 500 80º 100

100 900

75 1.000

R95 100 1.350 35º 100

150 2.250

Vidrio de
neodimio que
acetúa la
SPOT 60 240 Flores y
R80 80º 100 reproducción
NATURA 100 480 verdura.
cromática.
Revitaliza los
colores.
R50 40 --- 35º

Discotecas,
SPOT Lámparas bares,
R63 40 --- 35º
COLOR coloreadas. escaparates,
etc.

R80 60 --- 80º

60 3.400

CONCENTRA 38 80 5.400 12º 100 Intensiva

120 9.300

60 1.200

38
80 1.800 30º 100 Extensiva
FLOOD

120 3.100
SPOT Iluminación
PAR concentrada.

Colores rojo,
38
80 --- 30º amarillo,
COLOR
verde y azul.

300 40.000 9º/15º Intensiva

56 300 22.000 11º/25º 100 Media

300 9.000 16º/40º Extensiva

4.3 Lámparas de incandescencia halógena

Representan una mejora en la vida y eficacia de las lámparas incandescentes, aunque su


coste es mayor y su uso es más delicado. El reducido tamaño y la concentración del haz,
favorecen su adaptabilidad en el diseño y la decoración.
Las lámparas de incandescencia estándar tienen el inconveniente de que la evaporación del
wolframio del que está compuesto el filamento, se va depositando en el interior de la
ampolla de vidrio durante el proceso de incandescencia, motivo por el cuál ésta se
ennegrece disminuyendo así su flujo útil; a lo largo de su vida útil puede disminuir un 20%.
Al mismo tiempo, el filamento se va debilitando hasta que aproximadamente a las 1.000
horas de funcionamiento se produce la fusión de éste.

En 1.913, el físico Langmuir observó el fenómeno halógeno, un fenómeno que permitiría


prolongar la vida útil, aumentar la eficacia, reducir el tamaño y evitar el típico
ennegrecimiento de las lámparas de incandescencia estándar.

Funcionamiento

Al añadir un elemento halógeno en el seno de una lámpara de incandescencia, el wolframio


evaporado es captado por este elemento en una combinación química formando nuevas
moléculas de halogenuro de wolframio; debido a las corrientes de convección térmica estas
moléculas se acercan al filamento, se disocian volviendo a su estado anterior, así, se vuelve
a depositar wolframio sobre el filamento y el elemento halógeno vuelve a cumplir su
misión. El ciclo halógeno es pues un ciclo regenerativo.

Ciclo halógeno.

No obstante, el depósito de wolframio sobre el filamento es aleatorio con lo cual se va


deformando y finalmente se produce una fusión del mismo entre las 2.000 y 4.000 horas de
funcionamiento.

Construcción

Los gases halógenos son el flúor, el cloro, el bromo y el yodo del grupo VII del sistema
periódico. Se puede utilizar uno o varios elementos, resultando como óptima la
combinación de tres de ellos.

Para que las moléculas que contienen el wolframio se mantengan en estado gaseoso y
alejado de la ampolla se debe aumentar la temperatura de las paredes interiores de la misma
por encima de los 260ºC, manteniéndose normalmente sobre los 600ºC.
La definición de este parámetro lleva a concebir ampollas más pequeñas y de un material
resistente a altas temperaturas como el cuarzo.

Se ha de considerar que el trato del cuarzo es delicado en el sentido de que se debe evitar la
presencia de grasas sobre la ampolla, ya que de lo contrario las altas temperaturas que se
dan en ella originarían una desvitrificación del mismo. Así, se debe tener especial cuidado
de no tocar las lámparas directamente con los dedos, pues la grasa que contiene la piel
humana podría adherirse a la ampolla.

El uso de materiales para la conclusión de la lámpara halógena es discriminado respecto a


los materiales que puedan tener una afinidad química con los elementos halógenos (níquel,
molibdeno,...).

Tipologías

Existen cuatro grandes grupos y numerosas versiones formales en función de la tensión y el


uso a que son destinadas:

1. Para tensión nominal de red. En general de tipo tubular de doble conexión de


funcionamiento horizontal, aunque también existe un amplio número de
casquillo único, de ampolla simple o de doble envolvente. Se construyen en una
amplia gama de potencias (de 25 a 2.000 W) y se utilizan básicamente en
proyectores de exterior y alumbrado interior decorativo.

Lámpara halógena para tensión de red de doble casquillo.

Lámpara halógena para tensión de red de casquillo simple.


Recientemente ha aparecido la lámpara tubular de dos casquillos en versión IRC
para 250 y 400 W, que para similar flujo lumínico ahorra el 25% de energía. El
sistema IRC (infra-red-coating) está basado en un recubrimiento formal de la
ampolla, que refleja el calor al filamento, es decir, el calor se queda en la
lámpara. Esto significa que se menos energía exterior para llevar el filamento a
su temperatura de funcionamiento, consiguiendo el mencionado ahorro de
energía.

2. De baja tensión. Como se ha comentado, el tamaño físico de estas lámparas es


reducido, así, se han desarrollado una serie de ellas que aprovechan sus
reducidas dimensiones para concentrar el haz emitido. Ello implica una tensión
de trabajo pequeña (6, 12 ó 24 V) y un transformador adecuador a la tensión de
red. Es destacable una familia de este grupo:

Lámpara dicroica.

3. Reflector de luz fría. Se incorpora un reflector que trata de forma distinta las
radiaciones infrarrojas y las visibles de manera que se refleja la luz mientras que
el calor se transmite dando lugar a un haz de luz fría. También se suele
denominar a esta variante como lámparas de reflector dicroico.

Con la técnica antes citada y ampolla esférica, nace la dicroica IRC cerrada, con
extensibles mejoras en el espejo dicroico consiguiendo el mantenimiento de sus
parámetros en las 4.000 horas de vida. El ahorro de energía puede llegar hasta el
50% de una dicroica convencional cerrada.

4. De aplicaciones especiales. La familia más importante de este grupo son las


lámparas para vehículos. También se utilizan en bicicletas, linternas, minería,
medicina, señales de tráfico, aviación,...
5. Iluminación espectacular. Se utilizan lámparas de hasta 20 kW y 580.000 lm.
Una reproducción cromática total, el agradecido control del haz de luz y la
posibilidad de regulación de la intensidad luminosa mediante la regulación de la
tensión (Dimmers) las hacen especialmente indicadas.

Por otro lado, es posible que se disponga a las lámparas de un filtro de protección a las
radiaciones ultravioletas; en este caso, la ampolla es de un vidrio que se comporta como
filtro a las radiaciones UV, en especial las dañinas radiaciones UV-C y UV-B.

Características fundamentales

 Eficacia media

La eficacia de las lámparas halógenas está comprendida entre los 10 y los 29 lm/W.

 Vida media

La vida media de estas lámparas suele estar alrededor de 2.000 horas.

 Vida útil orientativa

Igual a la vida media.

  Color

Igual a la vida media.

 Tono: Blanco cálido.

 Ra: 100

 Temperatura de color: Alrededor de 3.000K.

 Vida útil orientativa

Igual a la vida media.


 Control del haz:

También como en las lámparas de incandescencia estándar, en las lámparas


halógenas el emisor es el filamento, además, al reducirse en éstas el tamaño del
bulbo, el control del haz es aún más eficaz.

Condiciones de servicio

 Equipo auxiliar

Las lámparas que funcionan a tensión de red no precisan de equipo auxiliar; las
lámparas que funcionan a una tensión inferior requieren un transformador.

 Tiempo de encendido

El encendido es inmediato.

 Tiempo de reencendido

Inmediato.

 Posicionamiento

Pueden utilizarse en cualquier posición, excepto las de dos casquillos desde 700
hasta 2.000 W.

Características eléctricas

 Variación: los gases halógenos evitan el ennegrecimiento de la ampolla pero no


impiden que el filamento se vaya deteriorando, ya que el retorno del wolframio
evaporado al filamento es aleatorio y la consecuente deformación progresiva
termina por destruir el filamento y dar fin a la vida de la lámpara.

 Aplicaciones habituales: sus aplicaciones más habituales se hayan dentro del


alumbrado de proyección y decorativo.

Tabla de características lumínicas

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas halógenas:


Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W lm lm/W Ra
HALOLUX
60 840 14

Ampolla
100 1.600 16 2.900K
clara

150 2.550 17 Alternativa la


lámpara de
BT
incandescencia
60 780 13 estándar.

Sílica 100 1.450 15 2.900K

150 2.100 14

60 820 14

75 1.100 15

Ampolla
100 1.500 15
clara
Adecuada para
150 2.500 17 luminarias
pequeñas.
250 4.200 17 Construcción
CERAM
60 780 13 compacta.

75 1.050 14 Iluminación
puntual.
Ampolla
mate 100 1.430 14
interior
150 2.400 16

250 4.000 16
CERAM Ampolla 25 250 10 Casquillo B15d. Funcionamiento
B15D clara abierto en
luminarias
40 490 12
colgantes.

60 820 14 Posible
adaptador con
pantalla y
75 1.100 15
casquillo E27.

100 1.500 15

150 2.500 17

250 4.200 17
40 460 12

60 780 13

Ampolla 75 1.050 14
mate
interior 100 1.430 14

150 2.400 16

250 4.000 16

25 250 10
Ampolla
tubular 40 490 12 2.800K
clara
60 820 14
Iluminación
T Casquillo E14
decorativa.

Ampolla
tubular 40 430 11
2.800K
mate 60 780 13
interior

Ampolla
hexágono- 40 490 12 Casquillo Iluminación
HC 2.800K
pirimidal 60 840 14 E14. decorativa.
clara

HALOLUX

Vela rizada Casquillo Iluminación


CF 40 490 12 2.800K
clara E14. decorativa.

Reflector Intensidad
Apertura
faceteado de luminosa
del haz
aluminio [cd]
Alternativa a las
Reflector
lámparas
16 ó aluminio
reflectoras
50 800 40º convencionales.
HALOPAR 3.000K
Reflector 50 750 40º Reflector
faceteado de
luz fría
luz fría
Reflector Intensidad
Apertura Alternativa a las
20 faceteado de luminosa
del haz lámparas
aluminio [cd]
ó Reflector
50 3000/1000 10º/30º aluminio reflectoras
3.000K
50 3200/1100 10º/30º Reflector convencionales
Reflector
luz fría
faceteado de
luz fría

Intensidad
Reflector Apertura
luminosa
faceteado de del haz
[cd]
aluminio
Reflector Alternativa a las
aluminio lámparas
30 ó
reflectoras
75 6900/2200 10º/30º convencionales
3.000K Reflector
Reflector 75 7500/2400 10º/30º
luz
faceteado de
luz fría
fría
60 840 14

100 1.650 17

150 2.600 17
Cualquier
posición
200 3.200 16 Se deben
instalar en
PARA 300 5.000 17 luminarias Iluminación
HALOLINE TENSIÓN cerradas interior y exterior
DE RED (según IEC con proyectores.
500 9.500 19 598, EN
750 16.500 22 60598).

1.000 22.000 22
Posición
horizontal
1.500 33.000 22

2.000 44.000 22
IRC

Capa 250 5.500 22


reflectora 400 9.500 24

de

infrarrojos
5 60 12
Posible
funcionamiento
Cielo
10 130 13 en luminarias
estrellado,
abiertas.
luminarias
20 320 16 empotradas en
muebles,
Ampolla luminarias de
STARLITE 35 600 17
clara escritorios,
Filamento axial.
candelabros y
50 930 19 otras
luminarias sin
cristal de
75 1.450 19
protección.
Funcionamiento a
12V.
90 1.800 20
10 130 13

20 320 16
Ampolla Posible
clara funcionamiento
35 600 17
en luminarias
abiertas.
50 930 19 Iluminación
STANDARD
10 120 12 decorativa.

Ampolla 20 300 15 Funcionamiento a


HALOSTAR
mate 12V.
interior 35 570 16

50 830 17
20 350 18

En lugares
50 850 17 donde se
Filamento axial.
UV-STOP 24V requiera alta
100 2.200 22 intensidad
luminosa.

150 3.200 21
Filamento axial.

5 60 12
Aptas para En lugares
soportar altas donde se
HORNOS 10 140 14 temperaturas de requiera alta
ambiente. intensidad
luminosa.
20 320 16

Funcionamiento a
12V.

Índice
Potencia Intensidad de
Gama Modelo nominal luminosa Apertura reproducción Tª de Propiedades
Utilización
del haz cromática color fundamentales

[W] [Cd] Ra
R. Aluminio,
20 4100 8º técnica de baja
resión
48
Reflector
20 3.000 8º
aluminio

20 7.700 8º

20 900 24º R. Aluminio,


70 técnica de baja
50 12.500 8º presión

50 2.600 24º
35 45.000 4º

35 9.000 8º
BAJO
VOLTAJE CON Para resaltar
HALOSPOT 35 2.500 24º R. Aluminio,
REFLECTOR objetos.
técnica de baja
DE ALUMINIO
presión.
50 50.000 4º

50 20.000 8º

50 3.500 24º
111
75 30.000 8º

75 5.300 24º

75 1.700 45º
Reflector
aluminio.
100 48.000 8º

100 8.500 24º

100 2.800 45º


DECOSTAR IRC 35 14.000 10º 3.000K Reflector de luz Iluminación
fría. de museos,
ferias y
35 4.400 24º
tiendas.

35 2.200 38º
Funcionamiento a
12V.
35 1.100 60º

50 16.000 10º

50 5.700 24º

50 2.850 38º

50 1.430 60º
20 5.000 10º

20 780 38º

20 350 60º

35 8.000 10º

35 3.100 24º

35 1.500 38º Reflector de luz


fría.
35 700 60º
Uso comercial
51
y profesional.
50 13.000 10º
Funcionamiento a
50 4.400 24º 12V
TITAN

50 2.200 38º

50 1.100 60º

65 15.000 10º

65 2.500 38º

65 1.300 60º
20 4.500 10º Reflector de luz
fría.
20 700 38º
Uso comercial
35
y profesional.
35 7.200 10º
Funcionamiento a
35 1.350 38º 12V
Reflector
recubierto de
20 700 38º
aluminio.
Uso comercial
ALU 51 35 1.100 38º
y profesional.

50 1.800 38º
Funcionamiento a
12V.

DECOSTAR STANDARD 51 20 3800/600 10º/38º Pueden funcionar Uso comercial


en luminarias y profesional.
abiertas.
35 6600/1100 10º/38º

50 9700/1800 10º/38º

Funcionamiento a
12V.
20 3400/550 10º/38º

51S 35 6000/1000 10º/38º

50 8800/1600 10º/38º

10º/38º

20 3500/550
35 10º/38º
35 6000/1000

10º/38º

10º/38º

20 3200/300
35S 10º/38º
35 5400/900

10º/38º

4.4 Lámparas fluorescentes tubulares

Lámparas fluorescentes.

Han representado la introducción a gran escala de las lámparas de descarga con su elevada
eficacia y larga vida. Por otra parte, sus cualidades de color y su luminancia relativamente
baja, la hacen idónea para su uso en interiores de altura reducida. Es la segunda lámpara
tras la de incandescencia (en número de unidades consumidas). Su uso doméstico es muy
reducido, pero en cambio muy amplio en oficinas, comercios, locales públicos, industrias,...
La evolución y mejora de sus características permiten augurar que su amplio uso se
mantenga en el futuro.

Este tipo de fuente de luz se desarrolló durante la década de los 30, aunque las primeras
experiencias con lámparas fluorescentes se remontan al siglo pasado. Este impulso dado a
la fluorescencia tubular a principios de siglo dio como fruto, en un corto plazo de años, una
extensa gama de modelos, de diferente potencia y tonalidad de color, que los llevó al éxito
inmediatamente.
La importancia de estas lámparas hace que aún hoy en día se siga investigando en nuevas
técnicas que optimicen al máximo su comportamiento lumínico - energético. En este
Capítulo del Manual se tratará únicamente los modelos y tipos de aplicación ya extendidos
y asentados, reservándose para el Capítulo Nuevas Tendencias., la descripción de las
tipologías de más reciente aparición en el mercado.

Funcionamiento

Su funcionamiento radica en los fenómenos de la descarga en gas y la fluorescencia.

En el interior de un tubo sellado por ambos extremos por electrodos, se introduce un gas
inerte y una pequeña cantidad de mercurio a baja presión, de manera que durante el
funcionamiento del tubo se alcance, a una temperatura de funcionamiento de 40ºC, una
presión de unos 0,8 Pa, para una temperatura ambiente de 25ºC. Esto es así, pues
generalmente en dadas condiciones la mayor parte de la radiación emitida se encuentra en
la región ultravioleta (el 96% en los 253,7 nm) y solo una pequeña parte se encuentra en la
zona de radiación visible (el resto, es decir el 4%).

Esquema básico del tubo fluorescente.

La voluntad de conseguir que el máximo de la radiación emitida en la descarga se encuentre


en una determinada longitud de onda en la región ultravioleta, no visible, es debida al
hecho que esta radiación se puede modular mediante una libre composición de polvos
fluorescentes que se adhieren a las paredes interior del tubo de descarga para conseguir
llevar esta radiación a la región visible y la longitud de onda deseada. Así pues, se pueden
conseguir emisiones de luz de diferente distribución espectral y, como se verá en el
apartado correspondiente, distintas cualidades de color.

Para conseguir el establecimiento del arco de descarga en el interior del tubo, los electrodos
situados en los extremos del tubo están constituidos por una pequeña resistencia y están
conectados a través de un elemento denominado cebador que no es sinó que un bimetal
alojado dentro de una cápsula rellenada con un gas inerte. Además se incorpora al circuito,
también en serie, una reactancia inductiva.
Esquema eléctrico con equipo de conexión convencional del tubo fluorescente.

El bimetal está cerrado en reposo; cuando se conecta el circuito a la red, se establece una
intensidad con retraso respecto de la tensión por tratarse de un circuito inductivo. Esta
intensidad que atraviesa los electrodos resistivos situados en los extremos del fluorescente
hace que se calienten y caldeen el interior del tubo, preparando la atmósfera para la
descarga. El bimetal se calienta al paso de la corriente y se deforma hasta interrumpir el
circuito, entonces al ir en retraso la corriente, ésta debería de producir un arco de ruptura
entre los dos terminales del bimetal, pero al estar estos en un ambiente inerte, no es posible
ionizarlo y así el arco se establece por el interior del tubo dando lugar a los habituales
destellos de arranque. Este proceso se repite hasta que el mercurio se vaporiza por completo
y se estabiliza la descarga en el interior del tubo, entonces la reactancia trabaja como
limitadora de la corriente.

Como es normal, al tratarse de un circuito inductivo, el factor de potencia es muy bajo y


por ello debe de ser mejorado mediante la incorporación de una capacitancia.

En la actualidad existen balastos electrónicos como equipo auxiliar. Estos balastos ofrecen
numerosas ventajas respecto de los convencionales. Son tratados en profundidad en el
Capítulo Sistemas de Alumbrado.

Construcción

El tubo fluorescente consta de los siguientes elementos constructivos:

1. Tubo de descarga. Es de vidrio tubular. Los diámetros más usuales 38, 26 y 16 mm, o
lo que es lo mismo T12, T8 y T5 (según EEUU expresando el diámetro en octavos de
pulgada) y las longitudes habitualmente están comprendidas entre 450 y 1.500 mm.

En la actualidad se ha desarrollado la lámpara T2 de 7 mm de diámetro, el menor hasta


el momento en fluorescencia, en las potencias de 6, 8, 11 y 13 W.

2. Polvos fluorescentes. Estos determinan las características de la luz emitida; fijan la


temperatura de color y la reproducción cromática, e influyen en la eficacia luminosa.
Son compuestos químicos purificados en alto grado que manifiestan fluorescencia y
activadores; estos últimos determinan las características espectrales de la lámpara.

3. Electrodos. Son filamentos de wolframio arrollados en espiral doble o triple y


revestidos con sustancias emisivas. El agotamiento de estas sustancias emisivas, que
suele ir acompañado de un ennegrecimiento de los extremos del tubo, determina el final
de la vida de la lámpara.

4. Gas de relleno. Consiste en una mezcla de gas noble y vapor de mercurio saturado. Por
otro lado, el mercurio se halla en el interior del tubo en su estado natural o, también,
en forma de vapor.

Tipologías

Dos son las principales características que diferencian la totalidad de los tubos
fluorescentes: por un lado su diámetro, por otro su tonalidad.

 Diámetro: Como ya se ha mencionado los diámetros más usuales en la actualidad


son 38, 26 y 16 mm. Siendo la tendencia a reducir los diámetros debido a las más
altas prestaciones que ofrecen menores diámetros.

 Tonalidad: Existen tres tonalidades básicas ofrecidas por las lámparas


fluorescentes que son: luz día, blanco y blanco cálido.

Estas dos características se combinan para ofrecer una amplia gama de modelos de
fluorescentes.

Algunos modelos ofrecen las versiones estándar y superiores; la segunda de ellas es más
eficiente y su reproducción cromática es también mayor.

Por último destacar una interpretación de los tubos fluorescentes en forma tubular circular o
en forma de U, no obstante habitualmente son tubulares rectilíneos.
Características fundamentales

 Eficacia media:

Es función de varios parámetros como pueden ser el tipo de lámpara o la


temperatura ambiente. Oscila entre los 40 y los 104 lm/W.

 Vida media:

El final de la vida de un tubo fluorescente lo marca la pérdida del poder emisivo de


los electrodos de tal manera que el arranque ya no es posible. Esto acostumbra a
suceder a las 10.000 horas de funcionamiento.

 Vida útil orientativa:

Estimada entre 5.000 y 7.500 horas con equipo convencional.

 Color:

 Tono y temperatura de color

La tonalidad de las lámparas fluorescentes es blanca y su temperatura de color


puede variar entre los 2.700K y los 6.500K. Para clasificar las diferentes
tonalidades de luz blanca se han establecido las siguientes divisiones:

Blanco cálido < 3.500K

Blanco 3.5005.000K

Luz día fría > 5.000K

Curva de distribución espectral de un tubo fluorescente blanco cálido.

Curva de distribución espectral de un tubo fluorescente luz día.

Curva de distribución espectral de un tubo fluorescente blanco.


 Ra En función del modelo, entre 50 y 98.

 Control del haz:

El control del haz emitido es una de sus secciones, la transversal, es muy bueno
gracias a su pequeña sección circular. Por el contrario el control de la luz emitida a
lo largo de su sección longitudinal es muy malo debido a la gran longitud de los
tubos.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

Reactancia inductiva, cebador y condensador compensador del factor de


potencia, o balasto electrónico.

 Tiempo de encendido

Para los tubos equipados con reactancias convencionales es de breves instantes,


tras unos parapadeos notables. Para los tubos equipados con balastos
electrónicos el encendido es inmediato y no se producen estos destellos.
También existen tubos de arranque rápido.

 Tiempo de reencendido Igual al tiempo de encendido.

 Posicionamiento Universal.

Se debe considerar que la temperatura del ambiente influye en gran medida en el


flujo emitido por la lámpara, siendo la temperatura idónea de 5 a 30ºC. También
la humedad puede influir de manera perjudicial de manera que una alta humedad
ocasiona un difícil encendido.
Variación del flujo emitido en función de la temperatura ambiente de un tubo
fluorescente.

 Características eléctricas:

Como en todas las lámparas de descarga, en el momento del encendido, se


origina un pico de corriente que debe ser tenido en cuenta en la elaboración
de proyectos. En el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) se
especifica cual debe ser el coeficiente a considerar en el cálculo. Con balasto
electrónico este coeficiente podría rebajarse hasta 1,2.

Una vez arrancada la lámpara, al estar conectada a una red de corriente


alterna de 50 Hz de frecuencia, la corriente cambia 100 veces de sentido y
pasa 100 veces por 0 en un segundo, es decir, la lámpara se apaga 100 veces
por segundo. Esta frecuencia es ligeramente apreciable por el ojo humano
con lo que se puede apreciar un leve parpadeo. Este efecto, que puede dar
lugar al llamado efecto estroboscópico, se reduce en gran medida en
instalaciones trifásicas realizando una alternancia de fases.

 Variación:

A lo largo de la vida de un tubo fluorescente, los extremos de éste se van


ennegreciendo a causa de la evaporización del material de los electrodos
emisores. Junto a este hecho se aprecia un deterioro de la calidad lumínica
del tubo concretada en una reducción del flujo emitido.

Curva de depreciación luminosa de un tubo fluorescente.


 Aplicaciones habituales:

Sus condiciones lumínicas – energéticas las hacen muy versátiles y


especialmente indicadas para alumbrado de oficinas, industrias, comercios y
dependencias públicas. Además, su aplicación en alumbrado público está en
un estado avanzado de evolución.

 Tabla de características lumínicas:

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas


fluorescentes tubulares:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W Lm lm/W Ra
PROGRAMA 2.700K
DE 26mm
18 1350 75 3.000K
Mínima
PLUS 36 3350 93 1B 4.000K depreciación del
flujo luminoso.
58 5.200 90 ó

6.000K
3.000K
18 1.000 56
4.000K
Luz de máxima
LUMILUX DE LUXE 36 2.350 65 1A
calidad.
ó
58 3.750 65
5.000K
15 650 43

18 1.100 61
Distribución
DE LUXE espectral similar
30 1.600 53 1A 6.500K
BIOLUX a la de la luz
solar
36 2.300 64

58 3.700 64
STANDARD 18 1.150 64 2A

36 2.850 79 2B

58 4.600 79 ó

3
3.000K

LUMILUX
38 3.000 79 1B ó
PLUS

4.000K
PARA
MÓDULOS
12 M

STANDARD 38 2.300 61 2A

2.700K

3.000K
10 650 65
4.000K
15 950 63
ó
LUMILUX
16 1.250 78 1B
PLUS
6.000K
30 2.350 78

36 3.000 83
FORMA LÁMPARAS
(en función
TUBULAR DE 26mm
de la
potencia)
3.000K

15 650 43 ó

16 850 53 5.000K
LUMILUX
1A
DE LUXE
30 1.600 53

36 2.100 58 (en función


de la
potencia)

FORMA LÁMPARAS DE standard 15 720 48 2A


TUBULAR 26mm
16 950 59

30 1.800 60

36 2.300 64
15 500 33

18 750 42
Iluminación de
carne,
NATURA DE
30 1.300 43 embutidos y
LUXE
otros alimentos
(DIN 10504)
36 1.800 50

58 2.850 49
15 400 27 Radiación
acentuada en la
zona azul y roja
18 550 31
del espectro que
favorecen los Iluminación de
FLUORA 30 1.000 33 procesos plantas y
fotobiológicos, acuarios.
especialmente el
36 1.400 39
crecimiento y
floración de
58 2.250 39 plantas.

18 1.300 72 Iluminación de
museos,
LUMILUX oficinas,
4.000K Protección
PLUS 36 3.150 88 1B exposiciones,
contra
ferias,
radiaciones UV.
instalaciones
58 5.050 87
deportivas,
industria
gráfica,
18 980 54
laboratorios,
Alta
LUMILUX 
galerías,
reproducción
DE LUXE 36 2.280 63 2A 4.000K estudios
cromática
fotográficos e
industria
58 3.580 62 alimenticia.
TONOS DE Fabricación de
LUZ microchips,
PROTECCIÓN UV
ESPECIALES donde no esté
Y CONTRA
ROTURAS permitida la luz
que contenga
radiación azul y
Protección ultravioleta.
contra
18 980 54
radiaciones UV.

Amarillo 36 2.300 64
Iluminación
decorativa.
58 3.700 64
No atrae
insectos.

Terrazas y
balcones.

18 900 50

FLUORESCENTES
Rojo 36 2.400 67
DE COLOR

58 3.800 66
18 1.800 100

Verde 36 4.700 131

58 7.300 126

18 400 22

30 600 20
Azul
36 1.000 28

58 1.600 28

FORMA LÁMPARAS 14 1.270 91 3.000K


TUBULAR DE 16mm
21 1.970 94 4.000K
FH
1B
16mm Alta eficacia.
28 2.720 97 ó
Salas de
35 3.430 98 6.000K conferencias
24 1.860 78 3.000K con equipos de
Máximo flujo presentación.
luminoso a los
39 3.250 83 4.000K 35ºC.
FQ
1B
16mm
54 4.650 86 ó

80 6.510 81 6.000K
Potencias y Iluminación
2.700K longitudes decorativa.
reducidas.
LUMILUX 8 450 56
1B ó
13 950 73

4.000k

3.000K

6 220 37

LUMILUX
DE LUXE 8 300 38 1A (Posible
5.000K
13 600 46 en 8W)

Standard 4 120 30 2A

6 240 40

8 330 41

13 700 54
6 3.000K

8 4.000K
LÁMPARAS LUMILUX Reducidas Iluminación
1B
DE 7mm dimensiones. decorativa.
11 ó

13 6.000K
2A
20 1.150 58
2B
EJECUCIÓN
40 2.800 70
S
ó Instalaciones
con luminarias
65 4.400 68
en las que por
3 su construcción
no se adaptan a
las lámparas de
26mm.
LÁMPARAS
DE 38mm EJECUCIÓN 40 2.800 70
2B
SA 65 4.400 68

20 1.000 50 Ambientes
húmedos,
Casquillos Fa6 instalaciones en
Alta seguridad 40 2.500 63 2B
de un pitón. las que se
necesite
65 4.800 74 seguridad.

FORMA
CIRCULAR 22 1.350 61
Y EN U
LUMILUX 32 2.050 64 1B
Distribución de
40 2.900 73 luz
especialmente
CIRCULAR
buena gracias a
22 1.000 45 2A su forma
circular.
Standard 32 2.000 63 ó

40 2.800 70 3

EN U LUMILUX 40 2.800 70 1B 4.000K Son tubos Luminarias


65 4.300 66 fluorescentes de cuadradas de
longitud iluminación
reducida. de interiores.

(Posible
3.000K
en 40W)
Standard 40 2.300 58
2A
570mm 65 3.400 52

20 950 48 2A

Standard 40 2.700 68 ó

65 4.500 69 3

4.5 Lámparas fluorescentes compactas

Nacidas con la clara intención de procurar a la lámpara incandescente una alternativa de


mayor eficacia y vida, su aceptación entre los usuarios está siguiendo un ritmo de rápido
crecimiento. Junto a esta orientación inicial, la lámpara fluorescente compacta está
descubriendo mercado propio, tanto en alumbrado interior como exterior, que determina
una constante evolución de los tipos y modelos disponibles.

Las lámparas fluorescentes compactas se comenzaron a gestar durante la década de los 70


como una alternativa clara a la clásica lámpara de incandescencia. El objetivo era lograr
una lámpara basada en los principios de la descarga en baja presión mediante mercurio y de
la fluorescencia, que resultase más eficiente y que sus características luminosas fuesen
adecuadas al uso para el que se destinarían. En realidad se trataba de compactar los ya
desarrollados fluorescentes lineales para, aprovechando sus cualidades energéticas, lograr
una lámpara más eficiente que compitiera con la lámpara de incandescencia en muchas de
sus aplicaciones habituales.

Así, en 1980 salió al mercado la primera lámpara fluorescente compacta. Desde entonces la
proliferación de este tipo de lámparas ha sido considerablemente rápida.

Funcionamiento y construcción

El principio de funcionamiento es el mismo que el de las lámparas fluorescentes lineales.

Tipologías

Básicamente, pueden considerarse dos tipologías principales:


Lámpara fluorescente compacta integrada.

1. Lámparas integradas. Forman un único conjunto compuesto por el tubo fluorescente


(compuesto de uno, dos o tres tubos doblados o unidos en su extremo), cebador y balasto.
El casquillo es rosca Edison (E-27). En un principio todo ello se alojaba en un cuerpo
traslúcido o grabado en la zona emisora de luz, actualmente el balasto puede ser de tipo
electrónico y los tubos a la vista.

Pueden substituir directamente a las lámparas incandescentes en su propio portalámparas.

Lámpara fluorescente compacta no integrada.

2. Lámparas no integradas. En esta tipología los tubos fluorescentes están dotados de


una base y un casquillo con pitones. Necesitan por lo tanto de un equipo auxiliar y un
portalámparas especial. Hoy en día existen lámparas de hasta cuatro tubos en la misma
base.

Características fundamentales

 Eficacia media:

Es algo inferior a la de los tubos fluorescentes pudiendo llegar a los 90 lm/W.

 Vida media:
Alrededor de 8.000 horas con equipo auxiliar convencional. Con equipo electrónico se
alcanzan las 15.000 horas.

 Vida útil orientativa:

Tasada en 6.000 horas con equipo auxiliar convencional. Con equipo electrónico 9.000
horas.

 Color:

Ver características de color de los tubos fluorescentes.

 Control del haz:

Sus dimensiones compactas hacen de su control del haz una tarea no excesivamente
complicada.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

Utilizan un balasto que puede estar integrado o no en la propia lámpara.

 Tiempo de encendido

No se producen destellos en el encendido, no obstante su flujo nominal no se


consigue de inmediato pese a que solo se requieren breves instantes.

 - Posicionamiento Universal.

 Aplicaciones habituales:

Alumbrado general del hogar, alumbrado decorativo, alumbrado puntual, alumbrado de


seguridad,... Sus aplicaciones están en franco desarrollo.

 Tabla de características lumínicas:


Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas
fluorescentes compactas:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W Lm Lm/W Ra
DULUX 3 100 33
Industria: bares,
EL
hoteles,
5 240 48 vestíbulos,
E14 1B 2.700K oficinas, pasillos,
etc. Allí en donde
7 400 57
se necesite
prolongar los
11 600 55 intervalos de
Balasto reposición.
electrónico
5 240 48 incorporado.

LONGLIFE
7 400 57
Hogar:
Luminarias
11 600 55 12 años de vida pequeñas
E27 1B 2.700K (3h/día). especialmente en
15 900 60 luminarias de
pared y techo
planas así como
20 1.200 60 en luminarias de
mesa y pie.
23 1.500 65

Balasto
electrónico
incorporado.
E14 8 400 50 1B 2.700K

Son las
ECONOMY 8 400 50 lámparas más Hogar.
económicas de
su familia
12 600 50
E27 1B 2.700K
16 900 56
6 años de vida
21 1.200 57 (3h/día).
CLASSIC E14 3 Dato no Dato no 1B 2.700K Balasto Hogar: en
disponible disponible electrónico habitaciones y
incorporado. especialmente en
luminarias
abiertas.
La ampolla de
forma opal
produce una luz
especialmente Industria: Bares,
7 350 50 suave. hoteles y
E27 1B 2.700K
11 500 45 aplicaciones
representativas.

12 años de vida
(3h/día).
Balasto
electrónico Hogar: Allí donde
incorporado. pueda variar el
nivel luminoso.

20 1.200 60
VARIO E27 1B 2.700K Mediante una
23 1.500 65
desconexión y Industriar:
conexión en un Hoteles,
intervalo de 3 s. restaurantes,
se reduce el escaleras con
flujo luminoso desconexión
en un 50% del automática.
valor nominal.
Balasto
electrónico
incorporado.

Vida media
Hogar: alumbrado
15.000 horas.
SENSOR E27 15 900 60 1B 2.700K de jardines y
seguridad.

Sensor de luz y
potenciómetro
regulador de la
sensibilidad
incorporados.

DULUX EL GLOBE E27 15 700 47 1B 2.700K Luz agradable sin Alumbrado


20 1.000 50 deslumbramiento. decorativo.

Balasto electrónico Adecuadas para


incorporado. aplicación exterior
con bajas
temperaturas.

12 años de vida
(3h/día).
Intesidad
luminosa
[cd]
12 años de vida Ideal para focos y
REFLECTOR E27 1B 2.700K
(3h/día). Downlights.
15 335
20 450

Luz dirigida sin


deslumbramiento. Alumbrado
decorativo.

11 430 39

Balasto electrónico
CONCENTRA E27 15 700 47 1B 2.700K Ideal para
incorporado.
luminarias
20 900 45 colgantes y
Downlights.

10 años de vida
(3h/día).
Balasto electrónico
incorporado.

Adecuada para
18 1.000 56 Buena distribución
CIRCOLUX E27 1B 2.700K luminarias
28 1.800 64 de la luz.
colgantes.

10 años de vida
(3h/día).
Balasto
convencional
incorporado.
9 400 44
Adecuada para
luminarias
13 600 46 cerradas con
COMPACTA PRISMATIC E27 1B 2.700K Ampolla exterior ventilación para
18 900 50 decorativa. aplicación exterior
en bajas
temperaturas.
25 1.200 48

10 años de vida
(3h/día).
Balasto
convencional
independiente.
Ideal para
2.700K luminarias de
pequeño tamaño,
13 900 69
luminarias no
3.000K Conexión a presión. convencionales,
DULUX T GX24d 18 1.200 67 1B Downlights con
ó poca profundidad
de empotramiento
26 1.800 69
y para sistemas
4.000K Casquillo especial nuevos de
con cebador iluminación.
incorporado y
condensador
antiparasitario.
2.700K
Desarrollada
3.000K Todas las ventajas especialmente
18 1.200 67 para el interior
T IN GX24d 1B de la OSRAM
26 1.800 69 donde haya una
ó DULUX T
alta temperatura
ambiente.
4.000K
13 900 69
2.700K Balasto electrónico Lámparas
independiente.
18 1.200 67 innovadoras,
3.000K regulables y
ahorradoras para
T/E GX24q 26 1.800 69 1B
utilizar con
ó energía solar,
Admiten regulación
32 2.400 75 batería, tensión de
luminosa con
4.000K red y baja tensión.
Dimmer.
42 3.200 76
18 1.200 67 2.700K
Desarrollada
26 1.800 69 3.000K Todas las ventajas especialmente
para el interior
T/E IN GX24q 1B de la OSRAM
 donde haya una
32 2.400 75 ó DULUX T/E.
alta temperatura
ambiente.
42 3.200 76 4.000K

DULUX Balasto
convencional
independiente.
Aplicación ideal
para luminarias
10 600 60 2.700K de pequeño
tamaño,
13 900 69 3.000K Dimensiones luminarias no
reducidas. convencionales y
D GX24d 1B
Downlights con
18 1.200 67 ó poca profundidad
de empotramiento
26 1.800 69 4.000K y para nuevos
Casquillo especial sistemas de
con cebador iluminación.
incorporado y
condensador
antiparasitario.
D/E G24q 10 600 60 1B 2.700K Balasto Utilización con
electrónico Dimmer e
independiente. iluminación de
13 900 69 3.000K
emergencia de
grandes
18 1.200 67 ó almacenes,
oficinas, etc. que
Admiten funcionan con
26 1.800 69 4.000K
regulación baterías.
luminosa con
Dimmer.
2.700K

Balasto
5 250 50 3.000K convencional
independiente. Ideal para diseñar
7 400 57 4.000K luminarias
creativas y para
S G23 1B
modernos
9 600 67 ó sistemas de
Compactas y iluminación.
11 900 82 6.000K extremadamente
planas.

5 250 50
2.700K El
7 400 57 Balasto funcionamiento
electrónico con Dimmer es
S/E 2G7 1B ó
independiente. una de sus
9 600 67 aplicaciones más
4.000K importantes.
11 900 82
Funcionamiento
2.700K con balasto
convencional y
18 1.200 67 cebador o bien
3.000K
balastos
electrónicos.
24 1.800 75 ó
Iluminación
L general de
2G11 36 2.900 81 1B 4.000K
LUMILUX interiores y
8.000 horas de exteriores.
40 3.500 88 vida media con
ECC.
55 4.800 87 (posible
6.000K en 10.000 horas de
36W) vida media con
ECE.
Color azul.

L DE Iluminación
2G11 24 550 23
COLORES decorativa.
Mismas
características L
LUMINLUX.
L 2G11 18 750 42 1A 3.000K Funcionamiento Su excelente
LUMILUX con balasto reproducción
DE LUXE convencional y cromática es
24 1.200 50 4.000K
cebador o bien adecuada para allí
balastos donde se necesite
36 1.900 53 ó electrónicos ésta, como p.ej.
(40 y 55W sólo estudios de
ECE). televisión.
40 2.200 55 6.000K

55 3.000 55

(sólo
6.000K en
40W; en
55W,
3.000K ó
6.000K)
18 600 33 Funcionamiento
con balasto
Creación de
L NATURA convencional y
2G11 24 950 40 ambientes
DE LUXE cebador o bien
acogedores.
balastos
36 1.500 42 electrónicos.

El redondeado del
extremo frío
consigue el
máximo flujo
luminoso a la
3.000K temperatura
exterior media de
5ºC.
18 1.200 67 Instalaciones
L SP 2G11 1B
24 1.800 75 exteriores.
(posible
6.000K en
24W) Funcionamiento
con balasto
convencional y
cebador o bien
balastos
electrónicos.
Funcionamiento
con balasto
convencional y
cebador o bien
balastos
2.700K
electrónicos. Luminarias 2M y
18 1.100 61
3M, para
3.000K luminarias de
DULUX F 2G10 24 1.700 71 1B superficie, de
ó pared y techo
8.000 horas de plnas, Downlights
36 2.800 78 vida media con y Uplights.
4.000K ECC.

10.000 horas de
vida media con
ECE.

4.6 Lámparas fluorescentes sin electrodos

La característica más destacada es su larga vida, del orden, por ejemplo de quince años en
alumbrado público. Ello permite pensar en nuevos conceptos de mantenimiento y diseño de
luminarias. Además de ello, ofrecen las mismas características de color que los
fluorescentes en un formato compacto y no lineal, lo que permite asegurar en el futuro (una
vez se hayan superado la dificultades de coste y limitaciones de potencia) una amplia
aplicación en alumbrado interior.
Lámparas fluorescentes sin electrodos.

La lámpara fluorescente sin electrodos (también llamada lámpara de inducción) es


presentada por primera vez en el año 1991.

La emisión de luz se consigue mediante la transmisión de energía en presencia de un campo


magnético, junto con una descarga en gas.

La principal característica de este sistema es su larga vida que únicamente viene limitada
por la vida de los componentes electrónicos y que se ha estimado en 60.000 horas (60 veces
más que la lámpara de incandescencia).

Los primeros modelos aparecidos, de ampolla esférica, se encuentran en potencias de 55 y


85 W. Posteriormente se ha desarrollado otro modelo, en forma de anillo tubular
rectangular, de 100 y 150 W de potencia.

La eficacia de estas lámparas es considerable, alcanzando los 80 lm/W en su última


versión.

Funcionamiento

El principio de funcionamiento de estas lámparas es la inducción electromagnética ejercida


por una bobina atravesada por una corriente alterna sobre una atmósfera de gas y metal
vaporizado. Éste al excitarse convierte la energía magnética recibida en radiación
ultravioleta. El revestimiento interior de la ampolla, a base de polvos fluorescentes, la
convierte en radiación visible.

El fenómeno de la inducción descrito por primera vez por Michael Faraday, por el cuál un
conductor sometido a una variación de inducción magnética experimenta una fuerza
electromotriz inducida en sus extremos y por lo tanto, si se trata de un circuito cerrado, se
establece una intensidad en el circuito secundario, se comporta de una manera más eficaz a
altas frecuencias.
En la lámpara fluorescente sin electrodos, el circuito inductor lo compone un generador de
alta frecuencia y una bobina con núcleo de gran permeabilidad magnética que puede estar
alojada o no en el interior de la ampolla, dado que el vidrio es permeable al flujo
magnético. El circuito inducido es un ambiente compuesto por gas inerte a baja presión y
una pequeña cantidad de vapor metálico que permite el establecimiento de una corriente
inducida.

La radiación emitida por esta descarga, a similitud de la descarga en fluorescentes, se


encuentra, casi en su totalidad en la zona de ultravioleta, por lo que se recubre la pared
interior de la ampolla con elementos fluorescentes. También del mismo modo que en los
tubos fluorescentes, la libre composición de polvo origina una gran versatilidad de
tonalidades.

Construcción

La lámpara consta pues de tres elementos claramente diferenciados:

1. Generador de alta frecuencia. Es un elemento considerado como parte de la lámpara.


Su misión es convertir la frecuencia de la red de 50 Hz a una frecuencia de 2,65 MHz
para la lámpara de ampolla esférica y 250 kHz para la de ampolla tubular. Para ello
consta de una serie de componentes electrónicos, que seran los que, por su deterioro en
el tiempo, determinen la vida del sistema.

2. Acoplador de potencia. Crea el campo magnético necesario para el funcionamiento.


Está compuesto por un núcleo de ferrita y un arrollado en forma de bobina. En el
modelo de lámpara esférica, aunque es exterior a la ampolla, va alojado en una cavidad
interior a la esfera; su conexión al generador de alta frecuencia se realiza mediante un
cable coaxial de 40 cm de longitud. En la versión rectangular tubular, se divide en dos
bobinas toroidales y exteriores al tubo situadas en los lados cortos.

3. Cámara de descarga. Consiste en una ampolla o tubo de vidrio rellenado de gas inerte
a baja presión y una pequeña cantidad de metal vaporizado.

Tipologías

Como se ha comentado, dos son las tipologías básicas de este tipo de lámparas:
 Ampolla esférica
 Ampolla tubular rectangular

Características fundamentales

 Eficacia:

Ampolla esférica 6470 lm/W.

Ampolla tubular rectangular 80 lm/W.

 Vida media:

Se estima en 60.000 horas.

 Vida útil orientativa:

Igual a la vida media.

 Color:

 Tono

La tonalidad es blanca pudiendo adoptar diversos matices en función de la


temperatura de color.

 Ra

80

 Temperatura de color

Opcional: 2.700K, 3.000K ó 4.000K

 Control del haz:

En la primera lámpara aparecida de ampolla ovoide, el control del haz tiene el


inconveniente de que las dimensiones de la ampolla, que funciona como emisor, son
considerables. El otro tipo de lámpara, tubular rectangular, posee una geometría de
abortamiento delicado.
 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar Generador a alta frecuencia.

 Tiempo de encendido Inmediato.

 Tiempo de reencendido Inmediato.

 Posicionamiento Cualquiera.

 Características eléctricas:

La luz emitida se mantiene inalterable a las fluctuaciones de la tensión de red.

 Variación:

La depreciación del flujo es escasa.

 Aplicaciones habituales:

Diversas son las aplicaciones que se le pueden dar a este tipo de fuente de luz. A destacar
iluminaciones donde el confort visual es vital, el mantenimiento es elevado, el acceso a las
luminarias complejo, la frecuencia del parpadeo pueda desmejorar la imagen, etc.

 Tabla de características lumínicas:

Se muestra a continuación el modelo comercial de OSRAM de la lámpara fluorescente sin


electrodos:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia
nominal a las 100 reproducción
Tª de Propiedades
Gama horas cromática Utilización
color fundamentales

W Lm lm/W Ra
60.000 horas de
vida.

En todos los
lugares donde hay
3.500K
complicaciones y
Posible
gran coste de
100 8.000 80 funcionamiento
ENDURA 1B ó reposición de
150 11.000 73 en c.c.
lámparas como p.
ej. exteriores,
4.000K
túneles o salas de
producción.
Baja temperatura
de encendido
hasta –25ºC.

4.7 Lámparas de vapor de mercurio a alta presión

Lámparas de vapor de mercurio a alta presión.

La iluminación de áreas relativamente extensas (calles, naves industriales,...) precisaba en


su día de una lámpara capaz de producir un elevado flujo luminoso, larga vida, elevada
eficacia y dimensiones más compactas que el fluorescente. La lámpara de vapor de
mercurio a alta presión a cumplido este papel durante muchos años y sigue haciéndolo hoy
en día, aunque ahora, en competencia con otros tipos de lámpara.

La descarga eléctrica a través de vapor de mercurio a alta presión fue descrita por primera
vez en 1906, por Küch i Retschinsky.

En la actualidad, las lámparas de vapor de mercurio tienen un papel muy importante en


alumbrado, en especial en alumbrado público e industrial.

Funcionamiento

Para explicar el principio de funcionamiento de la lámpara de vapor de mercurio es


interesante dividir en tres fases su encendido:
1. Ignición o cebado. El tubo de descarga de la lámpara contiene una pequeña cantidad de
mercurio y gas inerte.

En ambos extremos del tubo existen dos electrodos principales que seran los
encargados de mantener el arco de descarga una se haya cebado el encendido. Un tercer
electrodo conectado en serie con una resistencia de unos 25 k, se dispone a una
distancia mucho menor de uno de los electrodos principales, de manera que la tensión
de disrruptura del ambiente entre ellos es menor a la d.d.p. con lo cuál se establece un
arco entre ellos; la descarga se extiende por el tubo hacia el otro electrodo hasta que se
establece por completo entre los electrodos principales. En este momento el electrodo
auxiliar queda fuera de servicio.

2. Arranque. Al establecerse el arco se produce un aumento de temperatura en el interior


del tubo de descarga que vaporiza el mercurio y aumenta la presión hasta estabilizarse
entre los 2·105 y los 15·105 Pa.

El período de arranque se considera hasta que la lámpara alcanza el 80% del flujo
nominal y suele durar alrededor de 4 minutos.

La intensidad de arranque puede alcanzar valores del 150% del valor nominal.

3. Estabilización. Cuando el proceso de arranque ha llegado al punto de equilibrio


termodinámico, se dice que la lámpara se ha estabilizado.

Para limitar la corriente se hace uso de una impedancia conectada en serie con la
lámpara denominada balasto o reactancia.

Distribución espectral relativa de la descarga eléctrica en vapor de mercurio a alta presión.


4. Emisión. La descarga en vapor de mercurio emite radiación en la zona visible en
longitudes de onda correspondientes al azul, verde y amarillo. No obstante, también
radia una considerable energía en la zona ultravioleta. Para convertir esta radiación UV
en radiación visible, se recubren las ampollas de las lámparas con polvos fluorescentes;
de esta manera se logra aumentar la eficacia de la lámpara así como su reproducción
cromática.

Construcción

La lámpara de vapor de mercurio a alta presión se compone de los siguientes elementos:

1. Tubo de descarga. Fabricado en cuarzo, material de baja absorción de radiaciones


visibles y ultra violetas que soporta bien altas temperaturas que se pueden alcanzar
(alrededor de 750ºC).

Esquema constructivo de la lámpara de vapor de mercurio a alta presión.

2. Electrodos principales. Formados por pequeños devanados de filamento de wolframio


sobre unas barritas del mismo material. Entre las espiras se hayan las sustancias emisoras
(torio u óxidos de bario, calcio y estroncio, o bien óxidos de itrio).

3. Electrodo auxiliar. Suele ser un terminal de wolframio situado en las proximidades de


uno de los electrodos principales.
4. Resistencia de arranque. Resistencia de 25 k.

5. Ampolla exterior. El tubo de descarga es envuelto por un ambiente de gas inerte


contenido dentro de una ampolla de vidrio que a partir de potencias de 125 W suele ser
de vidrio borosilicatado.

6. Recubrimiento. La ampolla se recubre interiormente con polvos fluorescentes,


generalmente ortovanadato de itrio activado al europio, que mejoran la reproducción
cromática y la eficacia de la lámpara.

Tipologías

Básicamente existen tres modelos de lámpara de vapor de mercurio a alta presión: estándar,
de lujo y súper de lujo.

En las lámparas de vapor de mercurio de lujo el recubrimiento fluorescente interior de la


ampolla es una mezcla de itrio vanadato activado al europio y aluminadato de itrio activado
al cerio. Esta nueva composición proporciona a la lámpara una nueva temperatura de color
más confortable, una reproducción cromática mayor y una eficacia también mayor.

Curvas de distribución espectral de lámparas de vapor de mercurio a alta presión estándar


(arriba) y de lujo (abajo).

La forma habitual de lámpara es ovoide, no obstante también se pueden encontrar lámparas


en forma de hongo con reflector incorporado o en forma de globo.
Una variante de la lámparas de vapor de mercurio a alta presión son las lámparas de luz
mezcla donde la estabilización de la corriente se consigue a través de un filamento resistivo
alojado en el interior del bulbo, que además contribuye a la emisión de luz y color.

Características fundamentales

 Eficacia media:

50 lm/W. La eficacia de una lámpara de vapor de mercurio está situada entre los 32 y los 60
lm/W para lámparas estándar ovoides (50 y 1.000 W respectivamente), y entre los 40 y los
60 lm/W para lámparas de lujo y súper de lujo ovoides (50 y 400 W).

 Vida media:

La vida media de las lámparas de vapor de mercurio es de más de 24.000 horas


aproximadamente.

 Vida útil orientativa:

La vida útil de las lámparas de vapor de mercurio es de 16.000 horas aproximadamente.

 Color:

 Tono

Tonalidad blanco (estándar) y blanco cálido (lujo y súper de lujo)

 Ra

Lámpara estándar ovoide 48

Lámpara de lujo ovoide 50

Lámpara hongo con reflector 48

 - Temperatura de color

Lámpara estándar 4.000K

Lámpara de lujo 3.000K

Lámpara súper de lujo 3.100K


Lámpara hongo con reflector 3.5000K

 Control del haz:

El control del haz en este tipo de lámparas no es demasiado bueno debido a que al estar
recubierta la ampolla de polvos fluorescentes, ésta se comporta en toda su superficie como
emisor de luz. La geometría ovoide de la ampolla junto con sus dimensiones relativamente
elevadas, hacen que el tratamiento de la luz emitida sea complicado, cosa que en ciertas
aplicaciones suele ir en detrimento del rendimiento energético y distribución lumínica de la
luminaria que habitualmente está restringida de tamaño.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar:

Balasto más condensador compensador del factor de potencia.

Esquema eléctrico de conexión convencional.

 Tiempo de encendido:

Según potencia entre cuatro y cinco minutos.


Potencia lámpara
50 80 125 250 400 700 1.000
[Vatios]
Tiempo de
encendido 5 3,5 3,5 4 4 4 4
[minutos]

Comparativa de tiempos de encendido para lámparas de vapor de mercurio estándar

Curva de comportamiento en el arranque.

 Reencendido:

La lámpara se enciende una vez apagada, después de aproximadamente siete


minutos de enfriamiento.

 Posicionamiento:

Universal.

 Variación:

El flujo luminoso emitido por la lámpara varía, reduciéndose de forma gradual a causa del
ennegrecimiento paulatino del tubo de descarga por el depósito de material que emiten los
electrodos y por la impurificación del gas. Esta depreciación del flujo luminoso es muy
mayor durante las primeras horas de funcionamiento, por lo que el dato del flujo nominal
de la lámpara dado por el fabricante suele corresponder al emitido a las 100 horas.
Curva de depreciación luminosa de una lámpara de vapor de mercurio a alta presión.

 Aplicaciones habituales:

Alumbrado público e industrial.

 Tabla de características lumínicas:

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas de vapor de


mercurio a alta presión:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W lm lm/W Ra
HQL SUPER DE Luz similar a la Interior:
LUXE 50 1.600 32 incandescente. luminarias de una
o varias lámparas,
p. ej. en
Elipsoidal 80 3.400 43 2B 3.100K
vestíbulos,
galerías con
125 5.700 46 La variante afluencia de
esférica apenas público, y otras
Esférica 50 1.600 32 2B 3.100K deslumbra. iluminaciones
80 3.000 38 decorativas con
funcionamiento
prolongado.

A prueba de
salpicaduras de
agua.
Exterior: zonas
peatonales,
paseos, jardines,
parques e
iluminación de
caminos así como
luces de
orientación.
50 2.000 40

80 4.000 50

Elipsoidal 125 6.500 52 3 3.000K

Tono de luz
250 14.000 56
cálido en Amplios campos
DE LUXE comparación de iluminación
400 24.000 60 con las lámparas interior y exterior.
standard.

Hongo con 80 3.000 38


3 3.000K
reflector 125 5.000 40

50 1.800 36

80 3.800 48

125 6.300 50 3550K

Elipsoidal 250 13.000 52 3 a

De aplicación
400 22.000 55 4200K Capa
universal para
fluorescente de
STANDARD alumbrado de
vanadato de
700 38.500 55 calles y naves
itrio.
industriales.
1.000 58.000 58

3550K

Hongo con 250 11.500 46


3 a
reflector 400 20.500 51

4200K

4.8 Lámparas de luz mezcla

Lámparas de luz mezcla.


A medio camino entre la incandescencia y el vapor de mercurio, la lámpara de luz mezcla
ha representado una solución para aquellos casos en que se deseaba evitar la instalación de
equipos auxiliares. Su uso (que nunca ha sido muy amplio) está actualmente en retroceso
ante la aparición de nuevas fuentes de luz.

Constituyen una variante y una combinación de las lámparas de vapor de mercurio a alta
presión y las lámparas de incandescencia.

Las lámparas de descarga necesitan de una impedancia conectada en serie con el tubo de
descarga para evitar que se produzca una sobreelevación de la intensidad dada la propiedad
de resistencia negativa de los tubos de descarga. Esta impedancia puede ser una reactancia
inductiva o bien una resistencia.

Así, las lámparas de vapor de mercurio convencionales disponen de una impedancia


básicamente inductiva (reactancia); Este método limita la intensidad a un valor dado
introduciendo solamente una pequeña cantidad de pérdidas de potencia activa por efecto
Joule (debido a la resistencia del conductor del devanado), pero por contrapartida se debe
de corregir el factor de potencia ya que al ser una impedancia inductiva, el valor del cos es
muy bajo.

Las lámparas de mezcla, se aprovechan de la propiedad de incandescencia del tungsteno o


wolframio, para conseguir una impedancia que además de limitar la intensidad emita luz.
En este caso la impedancia es resistiva y por lo tanto el factor de potencia elevado y no
necesitan equipo auxiliar.

Funcionamiento

El funcionamiento de la lámpara de luz mezcla está directamente relacionado con el


funcionamiento de la lámpara de incandescencia y la de vapor de mercurio, pues es una
combinación de ambas.

En esta lámpara, el proceso de ignición es el mismo que la de vapor de mercurio


convencional.

Durante el arranque, el filamento actúa de resistencia limitadora y dispone de


aproximadamente 190 V de d.d.p. con lo que emite más cantidad de luz que una vez la
lámpara se ha estabilizado (cuando la lámpara está estabilizada tiene una d.d.p. de 100 a
145 V). Este hecho motiva que las lámparas de luz mezcla proporcionen mayor iluminación
en el proceso de arranque.

A medida que se produce la estabilización, el filamento pierde emisión mientras que en el


tubo de descarga se incrementa hasta que alrededor de tres minutos más tarde, ya
conseguida ésta, la proporción es de dos a uno a favor del tubo de descarga.
Construcción

Esquema constructivo de la lámpara de luz mezcla.

En las lámparas de luz mezcla, el tubo de descarga, los electrodos principales y el


electrodo auxiliar, tienen las mismas características constructivas que las lámparas de
vapor de mercurio a alta presión.

El nuevo componente introducido es el filamento; actualmente es de wolframio o alguna


aleación de este. El filamento rodea al tubo de descarga con el objeto de “mezclar” ambos
tipos de iluminación, al mismo tiempo que ayuda al precalentamiento del tubo por lo que
agiliza su arranque. Debido a la sobretensión existente en el filamento en el momento del
encendido, suele construirse de forma más recia que un filamento de una lámpara de
incandescencia convencional.

Tipologías

Existen dos tipos básicos de lámparas de luz mezcla: de ampolla elipsoidal y de ampolla
en forma de hongo reflectora.

Características fundamentales

 Eficacia media:

La eficacia de estas lámparas está comprendida entre los 19 y los 28 lm/W para potencias
de 160 y 500 W respectivamente.
 Vida media:

Viene determinada por la vida media del filamento incandescente. Normalmente se sitúa
alrededor de las 9.000 horas.

 Vida útil orientativa:

6.000 horas.

 Color:

 - Tono Blanco.
 - Ra 68
 - Temperatura de color 3.600K4.100K

 Control del haz:

Se omite la explicación refiriéndola al control del haz de las lámparas de vapor de mercurio
a alta presión.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar No necesita

 Tiempo de encendido Inmediato.

 Tiempo de reencendido Entre 3 y 8 minutos.

 Posicionamiento

Pueden funcionar en cualquier posición. No obstante, se recomienda una desviación


máxima de 30º respecto la vertical para lámparas de 160 W y de 45º para 250 y 500 W.

 Características eléctricas:

Al estar conectados en serie el emisor incandescente y el tubo de descarga, se trata el


circuito de un divisor de tensión. Para fijar las tensiones de funcionamiento de cada
elemento, es preciso llegar a un compromiso, pues si bien una tensión de arco baja evitaría
que este llegase a descebarse ante posibles fluctuaciones de la tensión de red, ello
implicaría una eficacia de la lámpara menor, puesto que el tubo de descarga, más eficaz,
contribuiría en menor medida a la emisión de luz. El compromiso adoptado por los
fabricantes de lámparas fija una tensión del filamento algo superior a la del arco de
descarga, siendo la proporción aproximada de 60/40.

 Variación:

Existe una reducción del flujo emitido a lo largo de la vida de la lámpara determinado por
el deterioro de los dos emisores de luz, es decir, mientras el tubo de descarga se ennegrece,
la ampolla lo hace en mismo modo debido a la vaporización del filamento.

 Aplicaciones habituales:

Dada su condición de no necesitar equipo auxiliar, su reproducción cromática aceptable y


su eficacia sensiblemente superior a la de una lámpara de incandescencia, junto a sus
controladas dimensiones y casquillo de rosca convencional (E-27 o E-40), la hacen
especialmente indicadas para la sustitución inmediata de lámparas de incandescencia de
mediana potencia en uso industrial opúblico. Las lámparas en forma de hongo reflectoras se
suelen utilizar en irradiación de plantas. Pese a todo, las lámparas de luz mezcla tienen
tendencia a desaparecer.

4.9 Lámparas de halogenuros metálicos

Lámparas de halogenuros metálicos.

Mejoran la eficacia y el color de la luz de las lámparas de vapor de mercurio; al mismo


tiempo, el reducido tamaño del emisor de luz les otorga unas excelentes condiciones para la
proyección. Su uso es muy amplio, por ejemplo, en el alumbrado deportivo, comercial, de
fachadas y monumentos. La vida más corta y la dificultad de mantener sus características,
han frenado su aplicación en otras áreas. Sin embargo, su evolución hacia potencias más
reducidas y mayor estabilidad permiten asegurar su futura extensión en otros campos.

Como resultado de la investigación llevada a cabo para mejorar las prestaciones de


reproducción cromática y eficacia de las lámparas de vapor de mercurio a alta presión,
nacieron las lámparas de halogenuros metálicos.

Esta fuente de luz se desarrolló en la década de los 60 a partir de las observaciones


realizadas en lámparas de vapor de mercurio en las que se habían introducido en los tubos
de descarga partículas de algunos elementos metálicos. Éstas experimentaban una mejora
considerable del espectro luminoso proporcionado.

El inconveniente era que al vaporizarse estas partículas, el vapor atacaba las paredes
interiores del tubo de cuarzo. La solución fue introducir estos metales en forma de
halogenuros.

Los halógenos se comportan de una manera parecida a como lo hacen en las lámparas de
incandescencia halógenas, manteniendo alejados de la superficie del tubo los elementos
metálicos evitando entonces su degeneración.

Así, los ensayos posteriores con elementos metálicos y gases halógenos, como el flúor, el
cloro el bromo o el yodo, dieron como resultado la enunciada lámpara de halogenuros
metálicos, que como características principales respecto del vapor de mercurio a alta
presión tiene una mejor reproducción cromática, un mejor control de la luz emitida y una
eficacia más elevada, frente a una vida útil algo más corta.

Funcionamiento

La radiación emitida por el arco de descarga en un ambiente de vapor de mercurio, es el


principio de varios tipos de fuentes de luz, de entre ellas la más parecida en cuanto al
funcionamiento es la lámpara de vapor de mercurio a alta presión por tratarse la lámpara de
halogenuros metálicos, como se ha explicado, de una derivada de ésta.

No obstante el funcionamiento es algo más complejo pues para el cebado del arco de
descarga dentro del tubo se necesitan diferencias de potencial muy por encima de la tensión
de red. Esto es así debido a que no se pueden utilizar sustancias altamente emisoras.

En un cierto tipo de lámparas de halogenuros (lámparas de tres bandas), con reproducción


cromática de 60 a 69 y tono blanco neutral, la d.d.p. necesaria para la ignición del arco es
de 500 a 1.200 voltios. Las lámparas con espectro multibanda arrancan entre los 4.000 y
5.000 voltios, esta sobretensión no se consigue con las reactancias tradicionales y por ello
el uso de balastos adicionales o ignitores es indispensable en la mayoría de los casos.
Construcción

Siempre por el mismo motivo, al tratarse de una descendiente directa de las lámparas de
mercurio a alta presión, la construcción de ambas se parece en un alto grado.

La principal diferencia radica en el hecho de que la radiación emitida por las de


halogenuros metálicos se encuentra en su mayor parte en el ancho de banda visible por el
ojo humano, por lo que el recubrimiento de la ampolla desaparece en casi todos los
modelos. Es importante esta observación, sobre todo a nivel de diseño de luminarias pues la
fuente de luz se comporta de una manera más puntual desapareciendo la incomodidad que
comporta una gran superficie emisora como es el caso de las lámparas ovoides recubiertas
con elementos fluorescentes de vapor de mercurio.

La constante investigación ha desarrollado un nuevo quemador cerámico que permite


temperaturas mucho más altas que con la técnica del quemador de cuarzo. Por ello se puede
elevar el número de los iones metálicos los cuales producen una descarga de mayor
intensidad y un espectro de radiación más uniforme, resultando una eficacia luminosa
claramente más alta, temperatura de color más estable y reproducción cromática mejorada.

En principio se está utilizando en pequeñas potencias hasta 150 W.

Tipologías

Existen más de 50 tipos de metales que pueden utilizarse en las lámparas de halogenuros
metálicos; es obvio que las combinaciones posibles son muy diversas. Gracias a esto, se
han podido lograr lámparas con todo tipo de distribución espectral y eficacia. Una posible
clasificación es según su tonalidad y reproducción cromática:

Nivel de reproducción
Tonalidad Temperatura de color
cromática
Luz día 5.0006.100K 1A
Blanco neutral de lujo 4.200K
1B
Blanco cálido de lujo 3.000K
Blanco neutral 3.6004.700K 2B

Diagrama espectral de una lámpara de halogenuros metálicos tonalidad luz día.


Diagrama espectral de una lámpara de halogenuros metálicos tonalidad blanco neutral de
lujo.

Diagrama espectral de una lámpara de halogenuros metálicos tonalidad blanco neutral.

Hasta no hace mucho, sucedía que las proporciones en las composiciones de halogenuros,
así como la tensión de red o la temperatura ambiente, influían directamente en la tonalidad
de las lámparas y su poder de reproducción cromática, originando diferencias, en ocasiones
apreciables, en lámparas de igual fabricante y modelo. Hoy en día, la introducción de
equipos electrónicos y el avance tecnológico de este tipo de lámparas han reducido en gran
medida este inconveniente.

Características fundamentales

 Eficacia media:

Situada entre los 70 y los 120 lm/W, en función de la potencia y la composición de


halogenuros.

 Vida media:

La vida media de las lámparas de halogenuros metálicos está entre 2.000 y 15.000 horas,
como en el punto anterior en función de la potencia y la composición de halogenuros.

 Vida útil orientativa:

Se cifra entre 1.000 y 10.000 horas.


 Color:

 Tono, Ra y Temperatura de color

Luz día 90100 5.0006.100K

Blanco neutral de lujo 8089 4.200K

Blanco cálido de lujo 8089 3.000K

Blanco neutral 6069 3.6004.700K

 Control del haz:

Excelente.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

Equipo de conexión convencional (ECC): Balasto, ignitor y condensador de


compensación (algunos modelos no requieren ignitor). Para un encendido correcto y
seguro es necesario utilizar para cada tipo de lámpara el ignitor apropiado que
deberá instalarse cerca de la lámpara. La distancia del balasto es indiferente,
considerando las pérdidas de tensión permitidas.

 Equipo de conexión electrónico (ECE):

Sustituye al balasto, ignitor y condensador.

 Tiempo de encendido

El flujo luminoso total se alcanza aproximadamente 3 minutos después de conectar la


lámpara.

 Tiempo de reencendido

Generalmente entre 4 y 15 minutos. En las lámparas de dos casquillos se puede


conseguir el reencendido inmediato mediante impulsos de 25 a 60 kVp.
 Posicionamiento

La mayoría de los modelos no presentan problema alguno de posicionamiento, en


cambio hay otros cuya instalación está restringida a la posición horizontal o vertical con
un margen de desviación en función del modelo.

 Características eléctricas:

Pueden darse variaciones en el color de la luz de una lámpara a otra. Estas variaciones
pueden ser debidas a influencias externas como la tensión de red, los equipos de encendido
o al diseño de la luminaria.

 Aplicaciones habituales:

Están especialmente indicadas en aquellas aplicaciones donde se requiera una alta eficacia
unida a una alta reproducción cromática. Se utilizan en iluminación general, proyectores
para alumbrado vial e irradiación de plantas. Además, se adaptan perfectamente a las
exigencias espectaculares del cine y la televisión, tanto en interiores como en exteriores.

 Tabla de características lumínicas:

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas de


halogenuros metálicos:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W lm lm/W Ra
PÒWERSTAR HCI Quemador Exigentes
39 3.400 87 cerámico. presentaciones de
productos, así como
T para iluminación
72 660 92 1B
indirecta

147 14.000 95 Alto


rendimiento
TS 6300 88 1B luminoso y
13500 92 buena
reproducción
72

cromática.
147
HQI 75/NDL 5500 73 4.200K Larga duración, Salas
alto paquete de industriales,salas de
lúmenes y venta,escaparates,
75/WDL 5200 69 3.000K
T reducida vestíbulos,hoteles,
1B radiación de
UV-STOP
150/NDL 12500 83 4.200K calor.
ferias y exposiciones

150/WDL 12500 83 3.000K


oficinas,escuelas,
75/D 5000 67 5.600K

pabellones
73/NDL 5500 75 4.000K deportivos,

75/WDL 5000 67 3.000K crianza de


plantas,calles,
150/NDL 11000 73 4.300K
iluminación de
TS edificios y
150/WDL 11250 75 1B 3.000K
UV-STOP monumentos.
150/NDL 11000 73 4.300K

250/WDL 20000 80 3.000K

250/NDL 20000 80 4.300K

250/WDL 20000 80 3.000K

400/NDL 38000 95 4.300K


TS 1B
400/D 35000 88 5.600K

TS 1000/NDL 90000 90 1B 4.300K


DE
ARCO
1000/D 95000 95 5.600K
CORTO

1950/D 200000 103 5.600K


250/D 20000 80 1A 5.000K

420/D 32000 76 1A 5.000K

420/N 42000 100 2B 4.500K

T 360/BLUE - - - -

Forma 360/GREEN - - - -
tubular
clara. 1000/D 80000 80 1A 6.000K

con 2000/D 180000 90 1A 6.000K

ignitor 2000/N 240000 120 2B 4.500K

2000/N 240000 120 2B 4.500K

2000/N 210000 105 2B 4.500K

3500/D 320000 91 1A 6.000K


T

Forma
tubular
clara. 2000/D 180000 90 1A 6.000K
2000/N 200000 100 2B 4.500K

sin

ignitor

PÒWERSTAR HQI 73/NDL 5200 71 Proporcionan una luz Iluminación


cómoda para trabajar en general con
E
sin deslumbrar. Downlights en
73/WDL 5500 75
la industria,
clara,en oficinas y
forma 100/NDL 7800 78 1B salas de
compacta, ventas.
100/WDL 8500 85
con ignitor
150/NDL 11400 76
E 73/WDL 4900 67 1B

con tapa 73/NDL 4900 67


difusora
100/WDL 8000 80
compacta,
100/NDL 7300 73
con ignitor
150/WDL 12000 80

150/NDL 10500 70
E

clara, 420/N 45000 107 2B

sin ignitor

250/D 19000 76 1A
E

420/D 32000 76 1A
con capa
difusora
420/N 43000 102 2B

sin ignitor
1000/N 90000 90 2B

Sistemas ópticos
compactos,Enfoque Fuentes de luz
R 150/NDL 11000 73 1B óptimo,alta en sistemas de
duración,fácil fibras ópticas.
reposición.

4.10 Lámparas de vapor de sodio a baja presión

Lámparas de vapor de sodio a baja presión.

Es la lámpara de mayor eficacia existente en el momento, por lo que su uso resulta muy
recomendable para la reducción del consumo energético. No obstante, su color (amarillo
prácticamente monocromático) limita su aplicación a aquellos casos (autopistas, áreas
industriales, túneles,...) en que el color de la luz no sea relevante.

En estas lámparas la descarga se produce en metal de sodio vaporizado a baja presión.

Dos características definen a esta lámpara utilizada por primera vez en el año 1.932:
Emisión monocromática y muy alta eficacia.
Esto es así dado que la radiación emitida se sitúa, prácticamente en su totalidad, en dos
franjas muy cercanas dentro de la radiación visible (589 y 589,6 nm), proporcionando una
característica tonalidad amarilla. Por otro lado, el ojo humano tiene su mayor sensibilidad
visible para radiaciones de 555 nm de longitud de onda. Entonces, al estar la radiación
emitida por la lámpara de vapor de sodio a baja presión muy cercana a ésta, se convierte en
una lámpara de una eficacia muy elevada; hoy en día es la lámpara eléctrica más eficaz,
pudiendo llegar a alcanzar los 200 lm/W.

Sus características las hacen idóneas para cierto tipo de alumbrado donde la reproducción
cromática no sea el factor más importante y por el contrario se requiera de una gran
agudeza visual junto con una gran eficiencia energética.

Funcionamiento

El principio de funcionamiento de estas lámparas no es otro que el repetido principio de


descarga en metal vaporizado, en el que también están basadas las, ya explicadas, lámparas
de vapor de mercurio a alta o baja presión. La diferencia principal es el elemento utilizado
para la descarga que en este caso es un metal alcalinotérreo, es decir, y como su nombre
indica, sodio.

Curva de distribución espectral de una lámpara de vapor de sodio a baja presión.

Su funcionamiento es similar al de las lámparas de mercurio a baja presión pero, si


recordamos que en los tubos fluorescentes, la mayor radiación directa emitida por la
descarga era en forma ultravioleta y era el recubrimiento fluorescente el encargado de llevar
esa radiación emitida en la descarga a la zona visible, en las lámparas de sodio a baja
presión la radiación emitida en la descarga ya está dentro del ancho de banda visible.

En estado de reposo el sodio se encuentra solidificado. La imposibilidad de crear un gas de


relleno que contenga partículas de sodio y la voluntat de que la tensión de disruptura del
ambiente dentro del tubo de descarga no sea muy elevada, determinan una mezcla del gas
de relleno a base de neón (99%) y argón (1%), dando como resultado que la tensión de
arranque esté comprendida entre los 480 y los 1.500 V, según los tipos.

Al encender la lámpara el arco se establece a través de esta mezcla de gases desprendiendo


una tonalidad rojiza. El calor desprendido funde y vaporiza el sodio; se estabiliza el proceso
a una temperatura cercana a los 260ºC y a una presión de unos 0,7 Pa. Alcanzado el
equilibrio térmico, la radiación emitida se halla en los 589 y los 589,6 nm, produciendo la
tonalidad amarilla característica del sodio, desapareciendo la inicial tonalidad rojiza.
Construcción

El tubo de descarga se construye en forma de U alargada disponiendo una serie de


cavidades o puntos fríos para que el sodio solidificado se deposite en estado de reposo para
posteriormente facilitar el encendido. Existe una analogía entre las lámparas fluorescentes
compactas y las de sodio a baja presión en cuanto a su constitución en forma de U.

El material empleado en su construcción es vidrio de borato cálcico.

Los electrodos, de wolframio, están situados en los extremos de la U en forma de triple


espiral y recubiertos por una gran cantidad de sustancias emisoras a base de óxidos de
bario, estroncio y calcio. Las conexiones entre el casquillo y los electrodos se realizan en
aleación de cromo-hierro-níquel, dado que el cobre es atacado químicamente por el sodio
líquido.

Una ampolla tubular envuelve el tubo de descarga para aislarlo térmicamente y mantenerlo
a una temperatura de funcionamiento idónea, o sea, 260ºC. Habitualmente se construye en
vidrio y se hace el vacío en su interior. Por otra parte, la cara interior del vidrio se recubre
con una fina película de material reflectante (en la actualidad óxido de indio) a la radiación
infra-roja, con esto se consigue devolver la radiación al tubo de descarga ayudando al
mantenimiento de la temperatura en el mismo.

Otra característica constructiva es el casquillo de tipo balloneta, en detrimento del


tradicional casquillo rosca Edison.

Tipologías

Su uso limitado ha provocado que el desarrollo de tipologías de este tipo de lámparas no


haya sido muy generoso. En general solo se pueden encontrar dos tipos en función,
básicamente, del tipo de balasto empleado para su funcionamiento:

 Balasto convencional
 Balasto híbrido optimizado

En ambos modelos se pueden encontrar potencias comprendidas entre los 15 y los 185 W.
La gama de potencias dependerá del fabricante de la lámpara.

Características fundamentales

 Eficacia media:

En la primera tipología, las lámparas con balasto tradicional, se alcanzan los 173 lm/W.
En lámparas con balasto híbrido optimizado, la eficacia es algo mayor y se logran
alcanzar los 200 lm/W.
 Vida media:

22.000 horas.

 Vida útil orientativa:

12.000 horas.

 Color:

 Tono: Amarillo anaranjado

 Ra: 0

 Temperatura de color : No se aplica

 Control del haz:

La configuración del emisor en forma de U alargada, hace que el control de su


distribución luminosa sea algo delicada. Para solventar la problemática que daría el
posicionamiento aleatorio del emisor, al no tratarse de una lámpara de revolución, se
construyen con casquillo de bayoneta.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

Pueden funcionar con dos tipos de balasto: balasto convencional o balasto


híbrido optimizado.

 Tiempo de encendido

De 7 a 12 minutos

 Tiempo de reencendido

Inmediato para las de 18 W y las dotadas de equipo con ignitor. De 3 a 7


minutos el resto.
 Posicionamiento

Las lámparas de menor potencia pueden funcionar en posición vertical


(hacia abajo) con una desviació de 110º, mientras que las de mayor
potencia solo funcionan en posición horizontal 20º.

 Variación

La disminución del flujo emitido durante la vida de la lámpara es reducida.

 Aplicaciones habituales:

Alumbrado de autopistas, áreas industriales y túneles.

 Tabla de características lumínicas:

Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas de


vapor de sodio a baja presión:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W lm lm/W Ra
SOX SOX Tubular 18 1.800 100 --- 1.800K Luz Iluminación
SOX- clara monocromática económica de
E de color amarillo autovías,
37 4.600 124
(590 nm) que túneles,
permite la parkings,
56 8.100 145 visibilidad aún canales y
en condiciones esclusas.
de niebla.
91 13.500 148

135 22.500 167

185 32.000 173


27 3.500 130

35 5.750 164
Si se emplea con
balasto híbrido
SOX- Tubular
65 10.700 165 --- 1.800K optimizado
E clara
alcanzan más de
200 lm/W.
90 17.000 189

127 25.000 197

4.11 Lámparas de vapor de sodio a alta presión

Lámparas de vapor de sodio a alta presión.

Sustituye en muchas aplicaciones a la lámpara de vapor de mercurio, presentando, con


similar vida útil, una mayor eficacia y control del haz. Aunque sus características de color
sean inferiores, su espectro es lo suficientemente amplio para que resulte admisible en
muchas instalaciones, sobre todo de alumbrado exterior.

Las lámparas de vapor de sodio a alta presión se desarrollaron para dar respuesta a la luz
monocromática emitida por su hermana mayor, la lámpara de sodio a baja presión,
mejorando su reproducción cromática sin que ello repercutiese en una gran disminución de
la eficacia. En 1965 salió al mercado la primera de estas lámparas (más de treinta años
después de haberse realizado la primera instalación con lámparas de baja presión).

Curva de distribución espectral de la lámpara de vapor de sodio a alta presión estándar.


Las investigaciones realizadas detectaron que al aumentar la presión en el interior del tubo
de descarga, aparecían nuevas longitudes de onda dentro del espectro visible con lo que la
lámpara dejaba de ser monocromática. Aunque este aumento de calidad cromática se
combinaba con un descenso de la eficacia energética, éste no era muy acusado, con lo que
se profundizarían las investigaciones en este sentido.

La principal dificultad fue la determinación de un material idóneo para constituir el tubo de


descarga, puesto que debería soportar grandes inclemencias químicas y térmicas. Superada
esta traba, la evolución fue rápida y como resultado de ella, hoy día la lámpara de vapor de
sodio a alta presión se ha convertido en una de las principales fuentes de iluminación
estando su uso actualmente en alza, en perjuicio de la lámpara de vapor de mercurio, menos
eficaz.

Funcionamiento

Cuando la presión en el seno del tubo de descarga es de 0,7 Pa (sodio a baja presión) la
lámpara únicamente emite radiación visible para las longitudes de onda de 589 y 589,6 nm.
La eficacia puede llegar hasta los 200 lm/W.

Al aumentar la presión se obtienen otras longitudes de onda y el ensanchamiento de la


banda monocromática de la lámpara a baja presión. El efecto producido por este
ensanchamiento es un aumento de la reproducción cromática de la lámpara, en
contrapartida, al alejarse la radiación emitida de los 555 nm, que como ya se ha dicho es la
longitud de onda para la cuál el ojo humano es más sensible, el descenso de la eficacia es
irremediable.

Construcción

El tubo de descarga es un único tubo lineal de corta distancia construido a base de alumina
policristalina sinterizada. Este material sufre dilatación a las altas temperaturas a que es
sometido por lo que se debe prever un sistema de fijado que permita dicha dilatación.

Normalmente en el interior se encuentran sodio, mercurio y un gas noble, de los cuales el


sodio es el principal productor de luz. En la actualidad se tiende a eliminar el mercurio.

La ampolla exterior se puede rellenar con un gas noble o bien realizar el vacío.

Tipologías

Según el principio de funcionamiento, al aumentar paulatinamente la presión del tubo de


descarga, paulatinamente se aumenta la reproducción cromática y desciende la eficacia.
Correcto. Para generalizar, este aumento se acostumbra a realizar en tres niveles:
1. Vapor de sodio a alta presión estándar. La presión de trabajo de la lámpara se fija en
los 10 kPa. La reproducción cromática conseguida es de 23, mientras que la eficacia es
unos 120 lm/W.

2. Vapor de sodio a alta presión súper. Con mayor presión en el quemador y similar
reproducción cromática alcanza hasta los 150 lm/W.

3. Vapor de sodio a alta presión confort. También llamadas de lujo. Se sigue


aumentando la presión hasta alcanzar los 40 kPa para conseguir una reproducción
cromática de 60 y una eficacia de 90 lm/W.

4. Sodio blanco. Un nuevo nivel de presión, sobre los 95 kPa, proporciona una
reproducción cromática de 80 y la eficacia desciende de nuevo hasta los 47 lm/W.

Por otro lado existen dos variantes a la lámpara de vapor de sodio a alta presión, a la que se
le ha eliminado el mercurio y añadido gas xenón por lo que se les denomina lámparas de
sodio—xenón y funcionan exclusivamente con equipo electrónico.

La primera para aplicación interior, especialmente para escaparates y salas de ventas, se


denomina COLORSTAR y gracias a su equipo electrónico puede proporcionar dos
temperaturas de color (2.700K ó 3.100K) con sólo direccionar un contacto. Su eficacia es
de 56 lm/W y su índice de reproducción cromática 80.

La segunda para instalación exterior se denomina CITYLIGHT y el equipo electrónico lo


que proporciona son dos niveles de iluminación, con el consiguiente ahorro de energía, con
sólo direccionar un contacto. A funcionamiento pleno tiene una temperatura de color de
2.800K, eficacia de 77 lm/W e índice de reproducción cromática 45.

En cuanto a la presentación formal, se pueden encontrar lámparas de tipo tubular u ovoide.


Las ampollas tubulares son siempre claras, mientras que, las ampollas ovoides pueden ser
claras o bien estar recubiertas por una fina capa de polvo blanco destinado a reducir el
brillo elevado del tubo de descarga, o a permitir el empleo en instalaciones diseñadas para
lámparas de vapor de mercurio a alta presión.

Características fundamentales

 Eficacia media:

Estándar De 70 a 130 lm/W

Súper De 80 a 150 lm/W


Confort De 80 a 97 lm/W

Sodio blanco De 60 a 75 lm/W

Sodio—xenón De 56 a 77 lm/W

 Vida media:

20.000 horas.

 Vida útil orientativa:

15.000 horas.

Excepto la COLORSTAR con 7.500 horas y la de sodio blanco con 5.000 horas.

Curva de depreciación del flujo luminoso.

 Color:

 Tono

Estándar Amarillo dorado

Súper Blanco - amarillo

Sodio blanco Blanco cálido

Sodio—xenón Blanco cálido


 Ra

Estándar 23

Súper 23

Confort 60

Sodio blanco 80

Sodio—xenón 4580

 Temperatura de color

Estándar 2.000K

Súper 2.000K

Confort 2.200K

Sodio blanco 2.500K

Sodio—xenón 2.700K3.100K

 Control del haz:

Bueno, debido a las reducidas dimensiones del emisor. En las lámparas de ampolla
ovoide el control del haz es similar al de las lámparas de vapor de mercurio.

 Condiciones de servicio:

 Equipo auxiliar

Balasto, ignitor y condensador compensador del factor de potencia. Para un


seguro y correcto funcionamiento, es necesario utilizar para cada tipo de
lámpara su ignitor apropiado.

Las de sodio xenón exclusivamente con equipo electrónico.


Esquema de conexión con equipo convencional.

Curvas de encendido.

 Tiempo de encendido

De 4 a 6 minutos. 2 minutos con equipo electrónico.

 Tiempo de reencendido

Las lámparas con ignitor separado o equipo electrónico reencienden en 1


minuto, mientras que las lámparas con ignitor incorporado pueden llegar a
necesitar entre 5 y 15 minutos. Es posible el reencendido inmediato de las
lámparas de dos casquillos si se utilizan ignitores especiales (tensión de
impulso necesario 25 kVp).

 Posicionamiento

Universal.

 Aplicaciones habituales:

El sodio estándar, súper y confort, se utilizan en instalaciones exteriores de tráfico e


industriales, instalaciones interiores industriales y comercio. El sodio blanco y
sodio-xenón en iluminaciones que requieran mayor índice de reproducción
cromática, como pueden ser escaparates de comercios, zonas y edificios pintorescos
de una ciudad, vías peatonales o de poco tránsito, paseos, jardines, etc.

 Tabla de características lumínicas:


Se resumen a continuación los modelos comerciales de OSRAM de lámparas de
vapor de sodio a alta presión:

Flujo Índice
Potencia luminoso de
Eficacia Tª de Propiedades
Gama Modelo nominal a las 100 reproducción Utilización
horas cromática color fundamentales

W Lm lm/W Ra
50 3.500 70

Elipsoidal, 70 5.600 80
capa
difusora.
150 14.000 93
4 2.000K
Funciona-
250 25.000 100

miento con
ignitor 400 47.000 118

1.000 128.000 128


50 3.500 70
Elipsoidal, Larga vida útil.
capa
70 5.600 80
difusora.

110 8.000 72 4 2.000K


Funciona-
Alta eficacia. Instalaciones
210 18.000 86 exteriores de
STANDARD miento sin tráfico e
ignitor industriales.
350 34.000 97
70 5.900 84

VIALOX Tubular
NAV clara. 150 14.500 97

Funciona- 250 27.000 108 4 2.000K

miento con 400 48.000 120


ignitor
1.000 130.000 130

Forma TS.
Se puede
Conexión
reencender la
bilateral. 250 25.500 102
4 2.000K lámpara mediante
Funciona- 400 48.000 120
un ignitor
miento con
especial.
ignitor

35 2.300 66
Elipsoidal,
capa
100 9.500 95
difusora. Instalaciones
Larga duración y exteriores, tráfico,
SUPER 150 15.500 103 4 2.000K flujo luminoso cultivo de plantas
Funciona-
constante. e interiores de la
industria pesada.
250 30.000 120
miento con
ignitor
410 54.000 132
50 4.000 80

70 6.500 93
Tubular
clara. 100 10.000 100

Funciona- 150 17.000 113 4 2.000K

miento con 250 33.000 132


ignitor
410 55.500 135

600 90.000 150

Forma TS.
Se puede
Conexión
reencender la
bilateral. 70 7.000 100
4 2.000K lámpara mediante
Funciona- 150 15.000 100
un ignitor
miento con
especial.
ignitor

Equipo de Iluminación de
conexión escaparates y
electrónico. salas de venta.

Posible
conmuta-
COLORSTAR Tubular
80 4.500 56 ción entre
DSX clara Temperatura de Aplicaciones
2.700K y
color y donde se exige un
3.100K
reproducción funcionamiento
cromática libre de ruidos o
constante a lo con un mínimo
largo de la vida ruido (hospitales,
de la lámpara. oficinas,...)

Ciudades
Luz agradable
Tubular 50/35 4500/2500 90/71 pintorescas, zonas
similar a la de la
clara 80/50 6100/3400 76/68 peatonales, en
bombilla de
carreteras con
incandescencia.
poco tráfico,
CYTYLIGHT paseos, jardines
DS públicos,
iluminación de
monumentos
Elipsoidal, Circuito de carga
50/35 4100/2200 82/63 históricos y
capa reducida
80/50 5500/3000 69/60 arquitectura
difusora integrada.
moderna.
5 Diseño del alumbrado

5.1 Bases

El diseño del alumbrado es el proceso que conduce a la definición del sistema de


alumbrado adecuado a una situación determinada.

La palabra adecuado tiene, en este caso, un significado amplio y complejo pues se refiere
tanto a aspectos lumínicos, como funcionales, técnicos, económicos, etc. Un buen sistema
de alumbrado exige un equilibrio entre todos ellos.

En este apartado intentaremos definir, aunque sea en forma esquemática, todos estos
aspectos implicados, y reservaremos para el siguiente la descripción del proceso de diseño,
desde el análisis del caso concreto en estudio hasta la definición del sistema de alumbrado a
utilizar.

Dado que la función primordial del alumbrado es crear las condiciones visuales necesarias
en cada caso, comenzaremos por el análisis de los aspectos de iluminación influyentes en
las mismas.

5.1.1 Requisitos lumínicos

Como se ha mencionado en el Capítulo VISIÓN E ILUMINACIÓN las condiciones de


iluminación influyen de manera decisiva en el proceso de visión. Por este motivo, si
deseamos que la tarea visual propia de una situación determinada pueda desarrollarse en
forma fiable, fácil y completa, debemos proporcionarle las características de iluminación
necesarias.

Las condiciones de iluminación no pueden definirse de una manera sencilla, pues el


proceso es la resultante de interacciones complejas. No basta con indicar, por ejemplo, un
nivel de iluminación medio, pues su distribución en el espacio - uniformidad - también es
una característica relevante, igual que pueden serlo los aspectos de color y otros.
Habitualmente se utilizan, por lo tanto, varios conceptos simultáneos - es decir: han de
cumplirse todos ellos conjuntamente - para definir las condiciones de iluminación
adecuadas en una situación determinada.

Los conceptos utilizados son numerosos y, además, variables según las aplicaciones
específicas. Haremos mención aquí únicamente de los más importantes y usuales.
Nivel medio de iluminación (Iluminancia)

Si recordamos la definición efectuada en el primer capítulo llamamos Nivel medio de


iluminación a la relación:

Indicamos así el flujo luminoso por unidad de área que incide en una determinada zona
( local, puesto de trabajo, etc.). Es una magnitud marcadamente cuantitativa y cuantificable
y responde al concepto de un estímulo visual " más o menos" intenso.

Luminancia

Aunque, tal como ya se expresó en el capítulo relativo a la VISIÓN, la intensidad del


estímulo visual no depende del nivel de iluminación sino del nivel de luminancia, en los
casos habituales el observador se enfrenta a materiales de características de reflexión dentro
de márgenes estables y más próximas a la reflexión difusa que a la especular. En estas
condiciones puede suponerse una proporcionalidad entre ambas magnitudes con suficiente
exactitud y evitar la complejidad que representaría el estudio, cálculo y medición de
luminancias.

Sin embargo, en algunos casos la existencia de condiciones visuales críticas (pantallas de


ordenados, iluminación de autopistas...), o la necesidad de reflejar el equilibrio de
sensaciones lumínicas (efectos de contraste, aspecto decorativo...) aconsejan estudiar los
niveles de luminancia y expresar así los requisitos lumínicos.
Campo de aplicación
Calzadas con
Clase de Todas las Todas las Todas las Calzadas sin o con
aceras no
aldo. calzadas calzadas calzadas pocas intersecciones
iluminadas
L(cd/m2).
TI %. Máximo
Minima Uo mínima Ui Mínima SR Mínimo
inicial (3/4)
mantenida
MI 2 0,4 10 0,7 0,5
M2 1,5 0,4 10 0,7 0,5
M3 1 0,4 10 0,7 0,5
M4 0,75 0,4 10 N.R. N.R.
M5 0,5 0,4 10 N.R. N.R.

Tabla 5.1. Recomendaciones para autopistas.

En estos casos, las superior complejidad de calculo y medición obliga a la utilización de


programas de calculo informático, o bien a acudir a simplificaciones tales como
considerar que las superficies en estudio son perfectamente difusoras y de factor de
reflexión conocido, calculando entonces su luminancia a partir de los valores de
iluminancia, de calculo más sencillo, mediante aplicación de la Ley de Lambert (Fig 5.1)

Figura 5.1. Ley de Lambert.


Uniformidad

Mientras el concepto de Nivel refleja la distribución media del flujo lumínico en la


totalidad de un área, la Uniformidad pretende expresar las diferencias locales en distintas
zonas del área iluminada.

Los conceptos más utilizados para determinar la uniformidad son:

La uniformidad media es el parámetro más utilizado en la definición de exigencias


lumínicas; podemos considerar que la Em define el estado de adaptación del ojo; al limitar
los valores de Emin pretendemos que en ninguna zona del área los estímulos visuales
queden fuera del margen de adaptación.

La uniformidad extrema es más utilizada en aquellos casos en que la tarea visual implica
recorrer con la mirada el área iluminada, ya que, en ese caso, la adaptación debe lograrse
entre los valores máximos y mínimos percibidos por el ojo en su recorrido.

Equilibrio

La uniformidad hace referencia a una superficie que es, habitualmente, el área de trabajo o
actividad.

Cuando hablamos de equilibrio, nos referimos ya aun ámbito espacial que puede incluir - y
normalmente incluye - planos de orientación distinta al área de trabajo.

Las prescripciones de equilibrio suelen establecer límites a dos relaciones

estímulo visual del área de actividad

estímulo visual en zonas circundantes ( campo visual )


estímulo visual del área de actividad

estímulo visual en cualquier zona del local

Por ejemplo

Figura 5.2. Estimulo visual en el área de trabajo

Hablamos en este caso de estímulo visual, y no de nivel de iluminación, pues


frecuentemente podemos encontrar - sobre todo en zonas alejadas del área de trabajo -
superficies de muy distinta reflectividad. En ese caso, el equilibrio deberá estudiarse entre
valores de luminancia.

Las descripciones de equilibrio pretenden evitar diferencias de estímulos zonales que, al


ser demasiado acusadas pueden ser distractivas o fatigantes. En este sentido, tan
inconveniente puede ser un estímulo alto, como un estímulo excesivamente bajo. Ello
ocurre frecuentemente, por ejemplo, con las ventanas: durante el día presentan una
luminancia mucho más elevada que el resto del local, y durante la noche mucho más baja;
ambas situaciones pueden ser inadecuadas.

En muchos casos conviene evitar una iluminación excesivamente equilibrada que puede
también dar lugar a fatiga y monotonía.
Deslumbramiento

El deslumbramiento es ocasionado por la presencia dentro del campo visual de


intensidades lumínicas muy superiores a la media. En el caso, por ejemplo, de un vehículo
que se aproxima hacia nosotros con las luces de carretera encendidas, nos sentiremos
deslumbrados si ello sucede durante la noche en que el campo visual general se compone
de valores bajos de luminancia; en cambio, durante el día, en que dichos valores son
elevados, apenas experimentaremos alguna molestia visual.

El deslumbramiento puede ser directo - presencia de fuentes de luz intensas en el capo


visual - o reflejado - incidencia de la luz en superficies de alta reflectancia o
especularidad.

Figura 5.3. Deslumbramiento directo y reflejado

La capacidad visual en situación de deslumbramiento se ve reducida por la acción conjunta


de varios fenómenos:

 Disminución del diámetro de la pupila.

 Reducción de la sensibilidad de la retina. Esta reducción puede llegar hasta la


"ceguera temporal" ( por ejemplo: persistencia de la imagen del Sol, o del filamento
de una bombilla, aún después de haber apartado los ojos de ellos).

 Difusión de la luz en los humores líquidos del interior del globo ocular.

 Incomodidad psicológica.
La pérdida de capacidad visual es obvia en los casos de deslumbramiento intenso. Con
valores más bajos, el observador puede ser inconsciente de ella, o acusarla sólo a la larga
bajo la forma de fatiga.

Color

Haciendo referencia a tres aspectos:

 Tono:

color básico de la luz ( blanco, azul, amarillo...)

 Reproducción del color.

Fidelidad en la reproducción del color natural de los objetos. Llamamos color


natural, al percibido bajo una luz solar de características medias. (ver apartado
COLOR)

 Temperatura de color.

Sensación psicológica de "calidez" o "frialdad" generada por la luz. (ver apartado


COLOR).

Todos estos aspectos están íntimamente ligados al tipo de fuente de luz que se utilice. En el
capítulo de Fuentes de luz, se describe más ampliamente.

Modelado

Capacidad de la luz para reproducir el volumen de los objetos.

La apreciación visual del volumen de los objetos está ligada a las sombras: una iluminación
frontal, que no produzca sombras, generará una imagen plana y sin relieve.

Un modelado equilibrado exigirá sombras de dimensiones medias, es decir, un ángulo de


incidencia de la luz entre 35 y 55 grados. La luz debe incidir "de arriba abajo", para evitar
una apariencia antinatural de las sombras.

Sombras excesivamente densas pueden causar un efecto dramático. Si se desea evitarlo,


conviene complementar la iluminación directa con iluminación difusa, o con otra fuente
de iluminación directa de menor intensidad y dirección complementaria.
5.1.2 Prescripciones de iluminación. Visibilidad

Diferentes situaciones presentan distintas exigencias en función del tipo de actividad,


objetos a manejar, distancias de visión, etc.

Las necesidades de iluminación en cada caso suelen expresarse mediante prescripciones en


que figuran:

 El tipo de zona o actividad


 El grado o intensidad de utilización
 Los parámetros de iluminación recomendados

Un ejemplo de estas prescripciones puede verse en el anexo a este capítulo.

Las características de iluminación suelen describirse mediante los conceptos expuestos en


el apartado anterior; algunos de ellos varían en cada tipo de zona y actividad, mientras otros
se establecen con carácter general para todo un conjunto de aplicaciones.

Es conveniente recordar que todos los parámetros están interrelacionados, por lo que es
necesario cumplir con todos ellos, y, si alguno se aparta de los valores recomendados,
puede ser conveniente alterar los otros: por ejemplo, una disminución de la limitación al
deslumbramiento, puede aconsejar un incremento del nivel de iluminación, y este, a su vez,
influir sobre la temperatura de color adecuada.

Se intenta en numerosas ocasiones, conseguir una formulación que integre todos los
parámetros y permita expresar en un único valor, visibilidad, la adecuación de las
condiciones de iluminación. Sin embargo, las posibles situaciones son tan variadas, y el
proceso visual es tan complejo, que ello sólo resulta posible en casos muy específicos ( por
ejemplo: lectura de documentos, visión de obstáculos en carretera, etc...).

5.1.3 Requisitos de ambiente

En el apartado anterior hemos examinado la iluminación en sus aspectos funcionales. Sin


en embargo, éstos no son los únicos a considerar.

La iluminación condiciona la imagen del espacio, tanto por sus características (nivel,
uniformidad, distribución, color...), como por la "presencia visual" de los elementos de
iluminación, que constituye - quiérase o no - una aportación a la decoración del espacio.

Dado el alcance de este Manual, éste no es un tema que vaya a ser tratado con mayor
amplitud. No obstante, no puede dejar de señalarse y de recalcar su importancia. El diseño
del alumbrado no puede limitarse a los aspectos funcionales y debe tomar en consideración:
 La estructura compositiva de la iluminación
 La incidencia del alumbrado en la estética y estilo del espacio
 El ambiente y carácter generados por la iluminación...

Todos estos aspectos inciden también sobre los factores funcionales (clima laboral, actitud
psicológica, atención, preferencia...) y en algunos casos pueden superarlos en importancia.

5.1.4 Aspectos tecnológicos y exigencias de servicio

Aunque el diseño del alumbrado tienda principalmente a objetivos lumínicos, no puede


olvidarse que para ello es necesario utilizar procedimientos y elementos técnicos. Las
deficiencias de éstos, repercuten, lógicamente, en la posibilidad real de alcanzar los
objetivos lumínicos previstos.

Además de utilizar componentes de calidad y durabilidad, el diseño debe plantearse:

1. La factibilidad de construir los elementos previstos

2. Las posibles dificultades o limitaciones de instalación del sistema

3. Los procesos de mantenimiento necesario para garantizar la continuidad de


prestaciones

4. La posible problemática de eliminación de residuos durante la vida de la instalación y


a su final

Por otra parte el diseño también debe prever los condicionantes de servicio de la
instalación:

 Maniobrabilidad (encendido, apagado, regulación...)

 Elasticidad de uso

 Seguridad intrínseca (eléctrica y mecánica)


5.1.5 Economía del alumbrado

Otra consideración inexcusable de diseño es la referente a los aspectos económicos.

Pero ello no debe confundirse con la reducción del coste de la instalación. El coste de un
alumbrado se compone de tres elementos:

1. Instalación (elementos y obras)

2. Mantenimiento (reparaciones, limpiezas, substituciones...)

3. Consumo (energía eléctrica necesaria para el funcionamiento)

Querer reducir el coste de uno de ellos puede repercutir en un incremento de los restantes,
que resulte, en definitiva, en un coste total superior.

Por otra parte, la economía no es únicamente reducción de costes, sino ante todo

optimización de la relación . No puede compararse los costes de dos


instalaciones con diferentes prestaciones, y deben rechazarse, en principio, aquellas
reducciones de coste que conduzcan a un nivel de servicio de la iluminación por debajo del
exigido.

5.1.6 Eficiencia energética

El consumo de energía afecta a los costes de explotación de un sistema de alumbrado, pero


además de ello incide en problemas medioambientales: recursos naturales, contaminación
atmosférica, etc.

La eficiencia energética, es decir la optimización de la relación:

servicio prestado por la iluminación / consumo de energía necesario

es un condicionante básico del diseño de iluminación.

Bajo el punto de vista del diseño, la eficiencia energética se deriva de dos condicionantes
principales

 Eficacia de las fuentes de luz

 Eficiencia del diseño lumínico


Pero no hay que olvidar que el consumo de energía se produce a lo largo del uso de la
instalación, por ello el diseño también debe tomar en consideración:

1. Minimizar las pérdidas por depreciación de las instalaciones (factor de mantenimiento)

2. Prever sistemas de maniobra que permitan adaptar los niveles y horarios de


funcionamiento a las necesidades reales de cada situación

3. Prever los medios de medición y control necesarios para conocer la evolución de los
consumos, sus desviaciones y facilitar la gestión de uso de las instalaciones.

5.2 Proceso

El Diseño del Alumbrado persigue la definición de las características básicas de la solución


a adoptar. Posteriormente, en la fase de Proyecto, se adaptarán estas características al caso
concreto, definiendo ya la situación de los distintos puntos de luz, el número total de
elementos de cada tipo, etc...con el grado de exactitud requerido.

Comprende las siguientes fases:

1. Determinación de las especificaciones lumínicas en función de las necesidades


visuales propias del caso en estudio

2. Selección del tipo de alumbrado a utilizar (fuentes de luz, luminarias, instalaciones...)

3. Predimensionado básico de la implantación (disposición, altura, interdistancia)

5.2.1 Especificaciones lumínicas

Como se ha expuesto en el Capítulo anterior, cada situación presenta unas exigencias


visuales propias, que determinarán las condiciones lumínicas necesarias para que la tarea
visual pueda ser desarrollada con:

 Fiabilidad, pudiendo apreciar visualmente todos los objetos necesarios

 Facilidad, sin que este proceso exija un esfuerzo excesivo que conduciría a situaciones
de inconfort y fatiga
 Significación, es decir, expresando a través de la imagen visual, los aspectos de
identidad ambiente, carácter, situación, etc., que puedan ser relevantes

Las condiciones lumínicas adecuadas serán distintas en función de las características


propias de cada caso. En determinadas tareas visuales, la apreciación de detalles de
pequeñas dimensiones, por ejemplo, puede ser fundamental; en otros casos, en cambio,
puede ser irrelevante y cobrar una importancia específica el reconocimiento de los colores.
Podrían darse mil ejemplos de estas variaciones de las exigencias visuales, por lo cual es
necesario iniciar el proceso de diseño del alumbrado por un análisis de las condiciones
específicas del caso en estudio.

Este análisis de exigencias visuales debe abarcar tres aspectos:

a) El observador implicado en la tarea.

Normalmente los usuarios del sistema de iluminación estarán, desde el punto de


vista de capacidad visual, dentro de lo que podría denominarse una "población
estadísticamente normal". En este caso, los valores de las ESPECIFICACIONES
LUMÍNICAS establecidos en la Reglamentación, Norma o Recomendaciones que
se apliquen resultarán válidos.

En otros casos, los observadores pueden presentar características visuales que se


apartan de los valores normales, y, por lo tanto, las ESPECIFICACIONES
LUMÍNICAS deberán ser corregidas, en más o en menos, respecto a las habituales.
Un ejemplo de relativa frecuencia, puede representarlo la iluminación de zonas
destinadas a su uso por personas de edad avanzada: los niveles de iluminación
adecuados son muy superiores a los normales, y también es recomendable extremar
las medidas de limitación del deslumbramiento.

Otros aspectos que no deben ser olvidados cuando se analizan los observadores, son
los posibles condicionantes de tipo cultural o sociólogico que pueden influir en sus
hábitos y preferencias respecto al alumbrado. Los niveles de iluminación y color
preferidos, la estética de los sistemas de alumbrado y la estructura de iluminación
adecuados, son, entre otros, factores que pueden estar influidos por el origen
geográfico, social, profesional, etc., de los observadores.

b) La zona de actividad, estudiando:

 Forma y dimensiones (principalmente, altura)

 Claridad, colores y texturas predominantes

 Centros de atención preferentes


El análisis de la zona debe comprender, a su vez, dos consideraciones básicas:

 Local: entendiendo por éste, el recinto general a iluminar. Frecuentemente,


aunque se trate de un espacio único, su superficie estará dividida en zonas de
usos distintos:

 Zonas de trabajo

 Zonas de almacenaje

 Zonas de circulación

Figura 5.4. Distribuciones zonales dentro de un mismo local.

En el análisis deben diferenciarse dichas zonas, ya que, como cada una de ellas presenta
exigencias visuales distintas, el tratamiento lumínico puede ser diferente.

 Puesto de trabajo

Zona concreta donde se desarrolla la tarea: mesa de oficina, máquina, banco de taller...
En el puesto de trabajo también deben considerarse, como mínimo, dos áreas
diferenciadas:

 Área de trabajo

Que comprende la zona concreta donde se realiza la tarea

 Entorno

Zona circundante al área de trabajo, que interviene esporádicamente en la tarea (recoger


herramientas, depositar piezas...) pero no requiere el esfuerzo visual propio de la tarea
concreta

Figura 5.5. Iluminación en el puesto de trabajo.

Hay que destacar que los niveles y condiciones de iluminación recomendados que se
señalan para las distintas tareas, hacen referencia concretamente al área de trabajo; en el
entorno son generalmente admisibles condiciones menos exigentes.

Existe una tendencia habitual a considerar que el área de trabajo es una superficie
horizontal, aunque muy a menudo la tarea se desarrolla sobre un plano vertical (p. ej.: el
lateral de una máquina, una pizarra...), o incluso, inclinados. En estos casos, las exigencias
lumínicas se han de referir precisamente a dichos planos, y en ellos se han de calcular y
controlar las condiciones de iluminación.
c) La tarea a realizar, considerando principalmente los siguientes aspectos:

 Tamaño de los objetos

 Contraste entre objetos y fondo

 Dificultad de la tarea:

1. Precisión

2. Complejidad

3. Velocidad

 Duración

Estos aspectos determinarán la necesidad de unas condiciones de iluminación más o menos


exigentes.

También existen en algunas tareas exigencias específicas, derivadas de su naturaleza:

 Relevancia del color, por ejemplo en estampado textil

 Importancia del modelado, en un puesto de trabajo de matricería, etc..

Del resultado de este análisis podemos deducir los valores y características de la


iluminación (nivel, uniformidad, color, etc...) que resultará adecuado adoptar en el caso
concreto. Esta decisión se facilita acudiendo a la consulta de Recomendaciones u otras
publicaciones que establecen, para diversos tipos de tareas y zonas las condiciones
aconsejables; como un ejemplo se adjuntan en el Anexo, las tablas correspondientes al
Proyecto de Norma Europea de Alumbrado de Puestos de Trabajo.

La existencia y consulta de dichas publicaciones no elimina la necesidad de efectuar el


análisis antes descrito, ya que a través de él podemos:

 Conocer con precisión el tipo de tarea que constituye nuestro problema.

 Saber si existen condiciones peculiares que aconsejen variar -a la alza o a la


baja- las prescripciones generales
 Determinar las zonas, planos y orientaciones concretas en las que se deben
conseguir las condiciones de iluminación indicadas.

5.2.2 Selección del tipo de alumbrado

En esta fase del proceso se define la tipología de los elementos de alumbrado (lámparas y
luminarias, principalmente) y la modalidad de implantación a adoptar.

Las fuentes de luz se seleccionan de acuerdo con los criterios descritos en el capítulo
correspondiente. Al objeto de poder cumplir las exigencias lumínicas del caso en estudio,
serán especialmente importantes las consideraciones relativas a:

 Características de color de la luz emitida


 Gama de potencias disponible
 Dimensiones del emisor de luz (cuando se precisen luces de acento o proyección).

Otros aspectos como la eficacia energética, vida útil, etc., pueden también ser importantes
bajo criterios de servicio o económicos.

La tipología de luminarias estará condicionada desde el punto de vista lumínico por su


distribución fotométrica. Los aspectos decorativos y de calidad constructiva, pueden
también tener un peso importante en la decisión.

La modalidad de implantación estará condicionada por la previa elección de fuentes de luz


y luminarias y por:

Los condicionantes dimensionales y constructivos (altura disponible, espacios, solidez de


fijación...)

 La estructura de iluminación deseada


 Los condicionantes de ocupación del espacio por personas, mobiliario, etc.: puntos
de vista, sombras, reflejos...

Muy a menudo al estudiar la implantación podrán descubrirse limitaciones que aconsejen


variar las anteriores decisiones sobre los elementos del sistema. En todo caso, siempre será
posible definir varias alternativas, reservando la decisión definitiva para una fase más
avanzada del proceso.
5.2.3 Predimensionado básico

Una vez seleccionado el tipo de alumbrado (elemento e implantación), el siguiente paso del
proceso es establecer las dimensiones básicas de la instalación, es decir:

Figura 6. Esquema básico de una zona vial.

h = altura implantación

a = separación en anchura entre luminarias

l = separación longitudinal entre luminarias

w = potencia de las lámparas a utilizar

En gran parte de los casos, se establecerá una distribución uniforme de la iluminación que
respetará las dimensiones mencionadas. Cuando ello no sea posible -por razones
constructivas o de diseño- tales dimensiones se tomarán en sentido orientativo,
aproximando a ellas lo más posible la implantación a realizar.

Todas las variables a dimensionar están relacionadas entre sí. El proceso de


predimensionado puede comenzar por cualquiera de ellas -la que esté limitada por razones
de proyecto- y avanzar luego hacia las demás, estableciendo un proceso de
retroalimentación que vaya corrigiendo las primeras dimensiones en función de la
adecuación de los resultados de las últimas.

Aunque no pueda afirmarse con carácter general, es habitual que en los diseños de exterior
la variable a (separación en anchura) esté limitada, mientras que en los diseños de interior
sea la altura h la que experimenta limitaciones constructivas. Tomaremos, a modo de
ejemplo, éste último caso:
 Altura h

Definida por características constructivas o decisiones de diseño. Influye en:

 a y l. La separación entre luminarias no puede superar, por razones de uniformidad,


unas determinadas relaciones a/h y l/h, en función de la distribución fotométrica de
la luminaria.
 W. La potencia de la lámpara, no debe superar, para evitar un excesivo
deslumbramiento, un valor que dependerá del tipo de lámpara y luminaria.

 Predimensionado,

Que se basará en la aplicación de la fórmula básica.

Siendo:

E = el nivel de iluminación media deseado, que se ha establecido en la fase de "Requisitos


lumínicos"

n = el número de lámparas por luminaria

l = flujo de la lámpara (tipo y potencia seleccionados)

Fu = Factor de utilización

Fc = Factor de conservación

a y l = separación entre luminarias


La resolución de esta formula requiere el conocimiento de los factores de utilización y
conservación los cuales suelen determinarse, para los distintos tipos de luminaria, a través
de tablas o curvas que reflejan los valores de dichos factores según los condicionantes del
caso en estudio.

De esta forma puede determinarse:

 El nivel de iluminación resultante, en el caso de estar definida la instalación de


alumbrado,
 Los parámetros dimensionales necesarios para que una instalación pueda
proporcionar el nivel de iluminación deseado.

En la actualidad, los procesos de predimensionado y calculo de iluminación suelen


desarrollarse mediante programas informáticos de cálculo que permiten, mediante una
base de datos fotométricos incorporada y la introducción de los datos concretos de la
instalación, llegar a conocer las características detalladas de la iluminación resultante
6 Nuevas tendencias en el desarrollo de fuentes de luz y equipos
auxiliares

6.1 Nuevas tendencias en el desarrollo de fuentes de luz y


equipos auxiliares

En 1879, con la lámpara incandescente perfeccionada por Edison, se inicia la extensión del
Alumbrado Eléctrico en nuestra sociedad. Aquella inicial “bombilla” - que hoy en día
juzgaríamos débil e ineficaz - fue el primer paso de un proceso que puede contemplarse
bajo dos perspectivas: el desarrollo tecnológico y la transformación social. Ambos
aspectos no son independientes sino, por el contrario, facetas distintas de un mismo
fenómeno profundamente interrelacionadas. La transformación social acaecida en el siglo
XX ha tenido uno de sus apoyos fundamentales en el Alumbrado Eléctrico; sin él, las
formas de vida hoy habituales hubieran resultado imposibles. A su vez, el desarrollo
tecnológico experimentado por el sector hubiera sido insostenible de no haber dado
respuesta eficaz a las exigencias sociales.

No es tema de este Manual describir las transformaciones sociales asociadas a la expansión


del Alumbrado Artificial, antes que ello pretende centrarse en la evolución de los sistemas
que han hecho posible este proceso. Pero no puede dejar sin mención la amplitud de sus
aplicaciones ni el elevado grado de calidad conque hoy en día es capaz de satisfacer las
demandas de iluminación. Sirvan como “botón de muestra “ algunos ejemplos destacados :

Figura 6.1. Casón del buen retiro


Figura 6.2. Aeropuerto de Sevilla

Figura 6.3. Pabellón de Siemens


Figura 6.4. Pabellón de Murcia

Figura 6.5. Pabellón de Canadá


Figura 6.6. Pabellón de Santa Sede
Figura 6.7. Hotel Príncipe Asturias

Figura 6.8. Túnel de Vallvidrera


Figura 6.9. Palacio Montjuic

Figura 6.10. Puerto Olímpico

Ejemplos como los anteriores no habrían sido posibles con los medios disponibles en la
etapa primitiva del Alumbrado Eléctrico. La inicial lámpara de incandescencia ha derivado
hacia la amplia gama de Fuentes de Luz que hemos analizado en el Capítulo Familia de
Lámparas con su variedad de características, potencias, prestaciones... No quisiéramos
tampoco inducir con ello la idea de una “competición de calidad“ entre lámparas de
distintas familias o entre sistemas “modernos” y “antiguos”. Precisamente, en el campo del
alumbrado Eléctrico la aparición de nuevos sistemas no ha implicado la desaparición de
los anteriores: la lámpara de incandescencia no solo continua vigente sino que representa,
con mucha diferencia, el mayor porcentaje de las ventas mundiales del sector.

No puede decirse de un sistema de alumbrado que sea “el mejor”. Cada uno de ellos
posee características especificas que se convierten en “ventaja” o “inconveniente” en
función del caso concreto de aplicación. No es lo mismo iluminar una zona de trabajo que
un lugar de reposo, un área extensa o reducida, próxima o lejana, rica o pobre... Por este
motivo el desarrollo tecnológico del alumbrado no podía limitarse a objetivos cuantitativos
- más flujo, más eficacia, más potencia...- y debía centrarse preferentemente en aspectos
cualitativos - mejor color, estabilidad, posible regulación, simplicidad de uso...-.

La situación actual, la diversificación en la oferta de distintos tipos de lámparas y la gran


variedad de cualidades con las que éstas pueden responder a las más diversas exigencias, se
basa, más que en la continua aparición de nuevos tipos de fuentes de luz, en la
constante mejora de las existentes. Un repaso cronológico mostraría como el ritmo de
aparición de nuevas tipologías es lento, y en cambio, el proceso de desarrollo y mejora de
cada una de ellas es mantenido y constante.

Este proceso está lejos de detenerse. Quizás en una visión de futuro podríamos pensar que
el desarrollo científico y tecnológico puede aportarnos sistemas de alumbrado distintos a
los actuales. Pero mientras llegan estos nuevos sistemas - y, muy probablemente, aún
cuando hayan llegado - las fuentes de luz de hoy en día proseguirán su evolución,
marcada esencialmente por tres líneas directrices:

6.1.1 Eficiencia energética

Siendo el alumbrado uno de los más importantes consumidores de energía eléctrica, reducir
su consumo sin necesidad de reducir paralelamente sus prestaciones, es decir: incrementar
su eficiencia energética, se convierte en un factor esencial bajo el prisma económico y
también medioambiental.

La eficiencia energética depende de diversos factores, pero refiriéndonos a las fuentes de


luz, sin duda el más importante es la eficacia de la lámpara. Los aproximadamente 2
lúmenes/vatio de las iniciales lámparas de incandescencia, comparados con los 200
lúmenes/vatio de algunas lámparas de sodio baja presión, definen los extremos limite en
este aspecto.

Sin embargo, los incrementos de eficacia -a veces espectaculares- que puede representar la
aparición de un nuevo tipo de fuentes de luz no lo es todo ni es, quizás, lo más importante,
ya que, una vez establecida, la nueva lámpara se ve sometida a un proceso de
perfeccionamiento que en general implica sucesivos incrementos, discretos pero
acumulativos, de esta cualidad. Los tubos fluorescentes de las últimas generaciones - de
los cuales hablaremos un poco más adelante - duplican la eficacia de los iniciales; las
lámparas de inducción, cuya aparición en el mercado es aun reciente, han experimentado un
crecimiento del orden del 15% en su eficacia. Muy a menudo, el nuevo tipo de Fuente de
Luz no es más eficiente que otros ya existentes, pero puede preverse con razonable
seguridad que sus versiones futuras irán aportando eficacias mayores.

6.1.2 Reducción de riesgos ambientales

Otro factor de evolución importante, especialmente en estos últimos años, ha venido


motivado por la reducción de las repercusiones sobre el medio ambiente en otros aspectos,
además del energético, ya señalado. Pueden señalarse como aspectos más destacados la
reducción del contenido en mercurio - u otras substancias que puedan generar residuos
peligrosos - en la fabricación de lámparas, y la eliminación de la radiación ultravioleta en
aquellos casos en que pueda representar riesgos para la salud humana o deterioros en los
materiales expuestos a la iluminación.

6.1.3 Mejora de prestaciones

La gama inicial de un nuevo tipo de Fuente de Luz es generalmente limitada y suele


situarse en un margen relativamente estrecho. Por ejemplo, las primeras lámparas
halógenas sólo abarcaban las altas potencias, a partir de 500 vatios; la lámpara de sodio alta
presión surgió al mercado con la potencia de 400 vatios, seguida, poco tiempo después, por
la de 250 vatios... En su desarrollo posterior, se presentan diferentes tipos de cambios:

 Ampliación de la gama de potencias disponibles


 Incremento de prestaciones cuantitativas (eficacia, vida...)
 Variación de condicionantes cualitativos (temperatura de color, forma física,
reflector incorporado...)

Estos cambios resultan importantes como “mejoras”, pero sobre todo porque la
acumulación de estas variaciones puede conducir a la apertura de nuevos campos de
aplicación antes vedados a dicho tipo de Fuente de Luz. La reducción de las potencias
disponibles en las lámparas halógenas, por ejemplo, ha posibilitado su actual utilización en
el alumbrado comercial, lo mismo esta ocurriendo con la disponibilidad de otros tipos de
lámparas -halogenuros metálicos de potencias reducidas, sodio alta presión con cualidades
de color mejoradas- y , en el alumbrado doméstico, las nuevas formas y potencias de las
lámparas fluorescentes compactas conducen a unas transformaciones profundas que están
aun en sus inicios.

Se exponen a continuación algunos ejemplos destacados que describen las principales


tendencias en la evolución de las fuentes de luz actuales.
6.2 Lámparas fluorescentes en diámetro reducido

Ya desde sus inicios, el diseño de la lámpara fluorescente adoptaba dos conceptos


fundamentales:

 Pequeña potencia

 Dimensiones extensas

Estas dos características no respondían únicamente a factores constructivos, ya que,


además, resultaban básicas para la calidad de la iluminación en las condiciones de uso
previsibles.

En efecto, la amplia superficie de emisión de luz, junto con la discreta emisión de flujo
luminoso (correspondiente a la magnitud reducida de la potencia) determinaban en
conjunto una limitación de la luminancia aparente (brillo) de la fuente de luz. Esta
condición era fundamental para evitar que el deslumbramiento generado por la
instalación fuese demasiado elevado, ya que, por lo general, se preveía su uso muy
frecuente en locales interiores, con altura de techo limitada, y con tendencia, además, a la
adopción en el futuro de alturas cada vez más reducidas.

La baja luminancia - junto a las restantes condiciones de eficacia, vida y color - ha


permitido una utilización amplia en todo tipo de aplicaciones, diversidad de espacios,
rangos de nivel de iluminación..., pudiendo afirmarse que es hoy en día la fuente de luz
preponderante en el Alumbrado Interior. Considérese que, por ejemplo, la reducción de
diámetro de 38 a 26 milímetros, que se ha impuesto desde hace unos años junto con los
nuevos recubrimientos tipo trifósforo, fue acompañada de una reducción de las potencias
estándar - de 65 a 58 vatios, por ejemplo- que aminoraba el efecto sobre la luminancia de la
reducción del diámetro.

Sin embargo, estas condiciones no dejaban de representar una limitación en aquellos casos
en que la altura de implantación, la conveniencia de un control estricto del haz luminoso, u
otros aspectos de diseño, hiciesen aconsejable el empleo de fuentes de luz con
dimensiones reducidas del emisor, y con elevado flujo de emisión.

Los nuevos tipos de reciente desarrollo vienen a salvar esta limitación. Aunque siempre es
arriesgado intentar hacer profecías en un campo tan dinámico como el Alumbrado
Artificial, parece muy probable que estos desarrollos no se encaminen - al menos con
prioridad - a sustituir los modelos actuales, sino a ensanchar el abanico de aplicaciones de
la lámpara fluorescente.

Estas nuevas series - denominación OSRAM: FH Y FQ - se fabrican en un diámetro de 16


milímetros, y sus longitudes estándar son distintas a las actuales: 549, 849, 1149 y 1449
milímetros. En definitiva, su superficie aparente se ha reducido notablemente.
La serie denominada FH, adopta un valor de potencia eléctrica por unidad de longitud
ligeramente inferior al de las lámparas actuales. Sin embargo su eficacia es superior,
llegando en las aplicaciones más favorables a los 104 lúmenes/vatio . El efecto conjunto
de estas variaciones dimensionales y de emisión lumínica, determinan un incremento del
orden del 40% en la luminancia de la lámpara. En el caso de la serie denominada FQ, la
potencia eléctrica por unidad de longitud crece notablemente y, en consecuencia, la
luminancia de la lámpara crece a un valor que duplica prácticamente el de las lámparas de
mayor diámetro.

Estas nuevas lámparas implican la utilización de luminarias diseñadas específicamente.


Obliga a ello, por una parte, su variación de longitud, que no se adapta a las dimensiones
habituales, pero también, este incremento en la luminancia propia de la lámpara, que
aconseja introducir variaciones en el diseño de los sistemas ópticos para evitar el
incremento del deslumbramiento. En el desarrollo de dichas luminarias, pueden adoptarse
dos estrategias de diseño:

 Aprovechar los cambios dimensionales para reducir las dimensiones de la


luminaria, especialmente su anchura. Puede verse un ejemplo en la foto... del
vestíbulo de la Torre de Comunicaciones de Munich. (ECE SPOT 1-97)

Figura 6.11. Torre de comunicaciones de Munich

 Mejorar el rendimiento lumínico gracias al mejor control de la emisión y a la


disminución del flujo interferido por el propio cuerpo de la lámpara.
De esta forma se consigue, además del incremento derivado de la mayor eficacia de la
lámpara, un ahorro energético fruto de la mejora en el factor de utilización de la
instalación, como el que se ha buscado en las oficinas del edificio Maintower, donde se han
utilizado las lámparas de 16 milímetros en su versión circular.

Las características de estas lámparas no representan únicamente una mejora cuantitativa


respecto a las actuales, sino más bien apuntan a una ampliación en los campos de aplicación
favorecida por la mejora general de prestaciones y, especialmente, por el incremento en la
densidad de flujo luminoso emitido. La utilización de las lámparas de tipo FQ en la
iluminación de los logotipos de la empresa BOSCH (figura 13. ECE SPOT 1-99) podría ser
un buen ejemplo, al cual en el futuro irán añadiéndose, sin duda, muchos otros: locales de
techos elevados, exteriores, iluminación indirecta, etc.

Figura 6.13. Logotipos BOSCH

6.3 Lámparas de inducción. Fluorescentes sin electrodos

La aparición de la lámpara de inducción, con su nuevo principio de funcionamiento, ha


aportado como característica más relevante el incremento de la vida útil de la lámpara a
un notable valor de 60.000 horas, que correspondería, por ejemplo, a quince años de
servicio en Alumbrado Publico. No obstante, esta ventaja no es la única a considerar si
contemplamos este tipo de lámparas con perspectiva de futuro.

Los primeros modelos desarrollados correspondían a lámparas de potencia limitada. Su


funcionamiento lumínico es análogo al de la lámpara fluorescente: excitación de átomos de
mercurio con emisión de radiación ultravioleta, la cual es transformada al espectro visible
por recubrimientos fluorescentes. Las condiciones de eficacia, y, especialmente, la amplia
gama de posibilidades en cuanto a temperatura y reproducción de color pueden, por lo
tanto, considerarse potencialmente idénticas en ambos tipos de lámpara.
Sin embargo, la lámpara de inducción presenta una característica diferencial que puede
resultar ventajosa en muchas aplicaciones: su geometría resulta compacta en vez de
lineal. La linealidad del tubo fluorescente aunque, como esta ampliamente demostrado por
su uso, no representa un inconveniente en muchos casos, no deja de ser un factor que puede
condicionar ampliamente las posibilidades de ubicación y el diseño arquitectónico.

Los últimos desarrollos de esta lámpara - denominación OSRAM : ENDURA- adoptan


potencias más elevadas, 100 y 150 vatios, con flujo nominal de 8000 y 12000 lúmenes
respectivamente. Su eficacia energética es similar a la de la lámpara fluorescente, así como
su calidad de color, pero presentan en cambio un flujo luminoso total muy superior, con un
volumen de lámpara cuya dimensión máxima - 414 milímetros en la lámpara de 150 w - es
inferior a la longitud del tubo fluorescente de 18 vatios. Una aplicación de estas lámparas
puede apreciarse la figura 14, correspondiente a estaciones del METRO de Madrid

Figura 14. Estación de metro de Madrid

La duración de la vida útil es, sin duda, un factor ventajoso bajo el prisma de los costes de
mantenimiento, y esencial en casos específicos de instalaciones de difícil acceso o
similares, pero, aparte de ello, la lámpara de inducción representa una nueva posibilidad en
el diseño de iluminaciones que presenten exigencias de mayor flujo unitario , o limitaciones
de tipo formal a la longitud excesiva de las luminarias, sin tener que renunciar por ello a las
excelentes condiciones de color que proporcionan actualmente las lámparas fluorescentes.
6.4 Lámparas de halogenuros metálicos con quemador cerámico

La lámpara de vapor de mercurio con halogenuros metálicos presentan unas características


lumínicas que pueden ser consideradas, sin ninguna duda, excelentes:

 Elevado Índice de Reproducción de Color


 Reducidas dimensiones del emisor
 Amplia gama de potencias
 Eficacia muy elevada

Todas estas características han determinado que su utilización resulte indiscutible en


algunos tipos de aplicaciones, como pudiera ser, por ejemplo, el Alumbrado Deportivo
para retransmisión por Televisión en Color.

Otros tipos de aplicaciones se han visto más limitados por condiciones de tipo operativo
antes que lumínico. Por su tecnología constructiva, la vida útil de este tipo de lámparas
resulta más reducido que el de otras lámparas de descarga, lo cual encarece su uso en
instalaciones cuyo funcionamiento anual sea muy prolongado, y, por otra parte, en los
periodos ya avanzados de esta vida útil pueden presentarse problemas de estabilidad de
características que afectan de forma distinta a cada una de las lámparas individuales, con la
consiguiente repercusión sobre la calidad de servicio y la apariencia externa del conjunto de
la instalación.

Estas limitaciones han sido superadas actualmente mediante la substitución del cuarzo -
material tradicionalmente utilizado en la construcción del quemador - por cerámica que
admite un funcionamiento a temperaturas más elevadas y , en consecuencia, mayor
intensidad en la descarga eléctrica que genera la emisión de luz. Estas nuevas lámparas -
denominación OSRAM : POWERSTAR HCI - incrementan la eficacia energética
respecto a las convencionales , prolongan la vida útil, y mejoran las cualidades cromáticas,
muy especialmente en la estabilidad a lo largo del tiempo de la Temperatura de Color.

Actualmente se utilizan en potencias reducidas, siendo la máxima de 150 vatios con flujo
nominal de 14000 lúmenes. La aplicación más extensa corresponde al Alumbrado
Comercial, pero resultan apropiadas para todos los usos que requieran calidad cromática de
la luz y es previsible que los desarrollos futuros conduzcan a una utilización muy amplia en
otros tipos de Alumbrado, tanto en Interiores como en zonas del Exterior.
Figura 6.15. Ejemplos de aplicación de halogenuros metálicos.

6.5 Lámparas de sodio xenón

Las lámparas de Sodio Alta Presión han conquistado un merecido puesto de honor en los
Alumbrados Exteriores gracias a su eficacia muy elevada, a su prolongada vida útil y a la
estabilidad de su funcionamiento que las hace apropiadas aun en duras condiciones de
uso. Su aplicación en otros campos se ve limitada en función de las exigencias de color
pues la reproducción cromática de su luz es de calidad reducida. Por este motivo, existe ya
desde hace años la tendencia al desarrollo de nuevos modelos que mejoren las
características cromáticas, generalmente por el procedimiento de incrementar la presión de
los gases en el quemador de la lámpara, lo cual mejora la reproducción cromática, aunque
a costa de la eficacia. A este principio obedecen los tipos denominados CONFORT y
SODIO BLANCO, que alcanzan en este ultimo un Índice de Reproducción Cromática 80
paralelamente a una eficacia de 47 lúmenes /vatio.
Dentro de esta tendencia, se han desarrollado últimamente las lámparas de tipo SODIO
XENON, que adicionan este ultimo gas en el quemador. Esta lámpara -denominación
OSRAM : CITY LIGHT - apunta más, como su nombre indica, a aplicaciones de
Alumbrado Exterior: la eficacia es más elevada - 77 lúmenes/vatio - y el Índice de
Reproducción de Color 47, prácticamente igual al de las lámparas de vapor de mercurio,
pero una Temperatura de Color cálida de 2800 K. En este caso, su equipo auxiliar permite
el funcionamiento a “régimen reducido” con un ahorro energético del 38% en las horas en
que se aplique. Son lámparas muy apropiadas para la iluminación de zonas urbanas, como
puede apreciarse en las Figura 16.

Figura 6.16. CityLight

6.6 Paneles luminiscentes

Hasta el momento, en este capítulo se ha tratado de fuentes de luz destinadas a la


iluminación de espacios. Los paneles luminiscentes - denominación OSRAM : PLANON -
que se describen a continuación han sido concebidos con un objetivo distinto: su finalidad
principal es la de generar la luz necesaria para la correcta lectura de pantallas de
visualización de cristal liquido - LCD -.
Estos dispositivo, de aplicación creciente en televisión y ordenadores, substituyen las
anteriores pantallas iluminadas por tubos de rayos catódicos - CRT - consiguiendo una
superficie plana de la imagen y permitiendo la ejecución física de monitores y televisores
de profundidad reducida.

Mientras los tubos de rayos catódicos generaban la iluminación de la imagen por


fosforescencia de la propia pantalla, los dispositivos LCD filtran la luz procedente de una
fuente independiente. Precisan, por lo tanto, recibir una luz de intensidad elevada, uniforme
en toda el área de la pantalla, de calidad cromática que permita la adecuada reproducción de
los colores de la imagen y con una distribución que permita la visión desde ángulos
laterales.

El panel PLANON, concebido con esta finalidad, actúa mediante electrodos que excitan
las moléculas de gas xenón contenidas en una cámara de sección rectangular y de un
espesor de 10 milímetros. La radiación ultravioleta así generada, es transformada en
radiación visible por una capa de fósforo depositada en la superficie emisora. Se consigue
así una luminancia uniforme en toda el área cuyo valor se sitúa entre 300 y 400
candelas/metro cuadrado y con una distribución próxima a la de una superficie
lambertiana que permite amplios ángulos de visión de la pantalla. La eficacia del sistema
es del orden de 30 lúmenes/vatio, Temperatura de Color 6500 K, encendido inmediato,
posibilidad de regulación hasta un 50% del flujo máximo y muy prolongada vida útil.

Este es un nuevo ejemplo de la evolución de las fuentes de luz eléctrica en respuesta a


nuevas exigencias. No se trata en este caso, como ya hemos comentado, de la iluminación
de espacios, pero ¿puede asegurarse que no será así en el futuro? Frecuentemente
dispositivos concebidos con una función específica evolucionan hacia nuevas aplicaciones.
Alrededor de los años 50 se desarrollo una investigación intensa en búsqueda de paneles
luminosos que pudieran sustituir al alumbrado fluorescente; en aquel entonces no se
alcanzaron resultados aplicables ¿Podrán lograrse ahora a partir de estos nuevos
desarrollos? Es posible, aunque también hay que tomar en consideración la complejidad de
los factores en juego para evitar conclusiones precipitadas. Sin embargo, es importante
comprobar que la evolución de las fuentes de luz no se detiene y que el notable avance
conseguido en estos años esta aun lejos de su final.

6.7 Equipos auxiliares de tecnología electrónica

Tal como ya se ha mencionado en el Capitulo correspondiente, los Equipos Auxiliares de


Lámpara, aun sin ser un elemento propiamente lumínico, condicionan en una proporción
importante el funcionamiento y los resultados de la iluminación. Las lámparas que
precisan estos equipos para funcionar correctamente - hoy en día la mayor parte de los
tipos existentes - reciben la alimentación eléctrica no directamente de la red, sino de su
conexión a la salida del equipo; por ello, las características de tensión, intensidad,
frecuencia, etc., dependerán de la adecuación y calidad del equipo auxiliar, el cual resultará
directamente responsable del funcionamiento lumínico: flujo, eficacia, estabilidad...
Desde hace algunos años, una parte importante del desarrollo tecnológico en equipos
auxiliares se basa en la tecnología electrónica que paulatinamente va substituyendo a la
anterior tecnología inductiva en un número creciente de aplicaciones. Estos equipos suelen
incorporar en un único elemento las tres funciones clásicas: balasto, arrancador y
corrección del factor de potencia. Inicialmente se aplicaron casi con exclusividad, en
lámparas fluorescentes, (denominación OSRAM : QUICKTRONIC ) pero en la
actualidad se utilizan ya con otros tipos de Fuente de luz : halógenas (denominación
OSRAM : HALOTRONIC ), descarga de alta intensidad (denominación OSRAM :
POWERTRONIC ), etc., y amplían progresivamente los limites de la potencia que son
capaces de suministrar.

La aceptación de los balastos electrónicos se fundamenta en parte en las ventajas


funcionales que se explicarán más adelante, pero su trascendencia no se limita a ello. La
nueva tecnología no sólo permite mejorar las prestaciones: añade funciones y posibilidades
que la tecnología convencional no podía abarcar. Así pues, no sólo vemos reducirse
cuantitativamente las pérdidas eléctricas, sino además apreciamos mejoras en la eficacia,
estabilidad, vida útil..., de tal forma que en algunos tipos de Fuente de luz actuales es
difícil concebir la lámpara y su equipo como elementos independientes, resultando
necesario un concepto de conjunto híbrido que agrupa a ambos.

6.7.1 Características funcionales

Un primer aspecto a considerar en los balastos electrónicos es la reducción del consumo


propio de los equipos auxiliares. Como puede apreciarse en el figura 18, correspondiente,
como un ejemplo, a la lampara fluorescente de 58 vatios, las perdidas de energía se
reducen al 38% respecto a las de un balasto convencional. El significativo ahorro
energético que implica esta

Figura 6.18. Ahorro energético con balastos electrónicos.


característica bastaría para justificar su utilización, aun cuando no se diesen las ventajas
añadidas que se describen posteriormente. En la figura 19 puede apreciarse una relación de
grandes empresas que, preocupadas por la economía de explotación de sus instalaciones,
han emprendido una política intensa de substitución de sus equipos auxiliares de tecnología
convencional.

Figura 6.19. Resultados económicos

Directamente relacionada con esta reducción de perdidas eléctricas, disminuye el calor


disipado por las luminarias, lo cual permite diseños constructivos más compactos, mejores
posibilidades de ubicación y aminora las cargas térmicas de los equipos de climatización.

Otro capítulo importante en las características de estos equipos, hace referencia a mejoras
en las condiciones del suministro eléctrico a las lámparas. Estas mejoras pueden
resumirse en los aspectos siguientes:

 Tensión de alimentación: el voltaje suministrado a la lámpara es constante, frente a


las posibles fluctuaciones de la red. Permite también su aplicación en los casos de
suministro en corriente continua. (Denominación OSRAM : ACCUTRONIC ).
 Factor de potencia: Hacen innecesaria su corrección.
 Encendido inicial: Es instantáneo y suave, sin necesidad de utilización de
cebadores.
 Vibraciones: Se eliminan y con ellas los correspondientes riesgos de ruido e
interferencias sonoras.
 Desconexión automática: en caso de fallo de un elemento, se produce la
desconexión automática de la línea eléctrica, impidiendo daños secundarios a las
instalaciones y evitando riesgos de incendio.

Todo este conjunto de características repercute en la mejora de la estabilidad de


funcionamiento, prolongación de la vida útil de las lámparas, ampliación de las
posibilidades de aplicación etc.

Pero además, junto a todas estas mejoras funcionales, los balastos electrónicos presentan
también ciertas CARACTERISTICAS ESPECIFICAS que se traducen no tan solo en
ventajas sino en potencialidad de cambios substanciales en los usos y aplicaciones de las
instalaciones de alumbrado. Estas características especificas se derivan básicamente de :

 Operación a alta frecuencia: La frecuencia de 50 Hercios, habitual en las redes


eléctricas de alimentación, puede elevarse en estos Equipos Auxiliares a valores
situados entre los 25000 y 70000 Hercios.

 Circuitos de información: Los componentes electrónicos del balasto pueden unir


a su función como elementos de regulación del suministro eléctrico a las lamparas,
la función complementaria de generación y transmisión de señales. Con ello, el
punto de luz puede convertirse en un elemento básico del sistema de mando,
regulación y control de la instalación, permitiendo así unas amplias funcionalidad
de automatización, registro de datos, telegestión...

La operación a alta frecuencia presenta la ventaja básica de incrementar la eficacia


energética de las lamparas, tal como puede verse reflejado en el figura 21. Este aumento es
debido a la disminución en las perdidas en el
Figura 6.21. Eficiencia de los fluorescentes respecto su frecuencia

cátodo, y puede cifrarse en un porcentaje del 10%. Pero la economía energética no es la


única ventaja de esta operativa, ya que la alta frecuencia produce también la estabilización
del flujo lumínico emitido, eliminando así parpadeos y efecto estroboscópico. Esta
cualidad, aparte de evitar el riesgo de una apreciación errónea del movimiento propia del
efecto estroboscópico, deriva en un incremento de las condiciones de confort visual que,
como se ha demostrado en estudios que se reflejan en el figuras 22 y 23, conducen a su vez,
en determinado tipos de tareas, como pueden ser trabajos ante Pantallas de Visualización de
Datos, a mejoras en la productividad y calidad.

Figura 6.22. Estudios ergonómicos


Otro aspecto ventajoso de la operación a alta frecuencia radica en la posibilidad de
regulación del flujo luminoso emitido por la lámpara. Variando la frecuencia de
alimentación se consigue una variación continua del flujo y, paralelamente, del consumo
energético. Esta posibilidad es interesante no solo bajo consideraciones de posibles
economías energéticas, sino también por la elasticidad y riqueza que permite incorporar en
el diseño de la escena lumínica.

Por último, la combinación de estas características operativas de los balastos electrónicos


con su aptitud para funcionar como circuitos de información esta conduciendo al
desarrollo cada vez mas amplio de elementos y sistemas destinados al accionamiento,
regulación y control del funcionamiento de las instalaciones de alumbrado a partir de
programas predeterminados, ordenes a distancia, detección de presencia, influencia de la
luz natural, etc., que consiguen adaptar el uso de la iluminación a las necesidades reales de
cada momento y permiten controlar, a distancia o a posteriori, la idoneidad de su
funcionamiento.

Estos sistemas pueden consistir en simples dispositivos acoplables incluso a pequeñas


instalaciones y tales como:

 sensores de luz

 detectores de presencia

 mandos manuales a distancia

 reguladores de luz constante

 etc.

Dos aplicaciones de este tipo pueden apreciarse en los ejemplos siguientes:


Figura 6.23 Regulación de luz artificial con luz natural.

Figura 6.24. Esquema de ahorro energético

En otros casos, esta función se integra dentro de un mas amplio sistema de tipo domótico
que puede abarcar, generalmente mediante control informático, instalaciones de grandes
dimensiones, ligando entonces el funcionamiento del alumbrado a una serie compleja de
factores que pueden influenciarle: horarios, ocupación, luz natural, funciones de seguridad,
etc...
Figura 6.25 Torre Picaso

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