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JORGE GUILLÉN
Y
LA GENERACIÓN DEL 27
-2018-
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CONTEXTO HISTÓRICO – SIGLO XX
Podemos ejemplificar esta interrelación a través del Guernica de Picasso. Esta obra
alude al bombardeo del pueblo de Guernica en España ocurrido el 26 de abril de 1937,
durante la Guerra Civil Española, a petición del gobierno de la 2da República. Dicho
bombardeo fue llevado a cabo por los gobiernos fascistas y nazistas en apoyo al
General Franco.
En este cuadro percibimos cómo el arte se convierte en una herramienta política por
parte del gobierno de la 2da República para visualizar los estragos de las medidas
opositoras. El autor del cuadro, Picasso, es uno de los más grandes representantes de
las vanguardias europeas (más exactamente del cubismo) movimiento artístico
revolucionario, forjado en el periodo de crisis y guerras.
En el mundo las formas del pensamiento se irán modificando. Los avances técnicos
relacionados van a permitir vivenciar el arte de nuevas formas. Uno de los más
importantes fue el desarrollo y auge de los medios masivos de comunicación, como la
radio, el cine y la televisión, que democratizarán el arte, acompañan en las tareas del
hogar, permiten ser testigos de la guerra y lo que acontece en el mundo, y
experimentar la sensación de simultaneidad, entre otros.
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Por otro lado, non la muerte de Rubén Darío en 1916, y la publicación de Diario de un
poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez, comienzan a gestarse las
particularidades de este grupo. Se cierra la etapa del modernismo y se abre una poesía
depurada de artificios, de gran concentración expresiva.
GENERACIÓN DEL 27
Esta generación literaria está conformada por poetas españoles que, a pesar de sus
profundas diferencias respecto a sus obras, se encontraban agrupados por un
ambiente común y por inquietudes, aficiones y gustos estéticos semejantes. Es
importante destacar que se conformaban como un grupo, no así como una escuela,
movimiento o manifiesto. El nombre Generación del 27, alude al año de celebración del
tercer centenario de la muerte de Góngora, acontecimiento que contribuyó a la
cohesión de la generación.
“Éramos amigos y con una comunidad de afanes y gustos que me ha hecho conocer
por vía directa la unidad llamada Generación… allí cada uno tenía y tiene, su voz
personal, que se afirmaba en la afirmación de los maestros y de los contemporáneos”
Jorge Guillén
El factor más importante que unió a estos poetas fue la estrecha amistad, la también
llamada “Generación de la amistad”, formado por escritores de una edad aproximada,
no se llevaban más de quince años, siendo el mayor de ellos Pedro Salinas, y el más
joven Altoaguirre). Podemos resumir esta amistad en palabras de Dámaso Alonso: “Lo
más hermoso de aquel grupo generacional, lo verdaderamente unitivo (mucho más que
esa «pureza», casi sólo una bandera, un mero símbolo) fue la amistad, una amistad
amplia, humana, generosa, sin sombras y sin rencores”, pensemos en las en las cartas
que se enviaban estando en el exilio, lo que demuestra que ni siquiera la distancia
pudo desintegrar a la generación.
La universidad fue otro ambiente que compartieron, muchos de ellos poseían una
formación universitaria, y también desempeñaron puestos en ella. Sin embargo, todos
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poseían un gran conocimiento cultural, lo que influyó sumamente en sus obras y
objetivos artísticos.
Sintieron una estrecha conexión y admiración no solo por los escritores de las
generaciones anteriores, sino también por autores del pasado remoto español, a
quienes homenajeaban o reproducían. Esto podemos notarlo en el reconocimiento
hacia Góngora, que se relacionaba con la predilección de este grupo por la metáfora.
En este escritor admiran su carácter deshumanizado, la preeminencia de lo conceptual
por sobre lo emotivo y el estilo metafórico culto que marca sus obras.
Por otra parte, algunos rasgos estéticos comunes variarán de acuerdo al contexto
histórico que atraviesa España y el mundo, en general. El estilo y las temáticas
abordadas por el grupo irán cambiando.
Desarrollándose ampliamente las vanguardias en el resto del mundo, los poetas del 27
no fueron un aparte a este movimiento. En un primer momento, se desarrolla la poesía
pura, que se nutren, por una parte de la influencia de Juan Ramón Jiménez, pero
también del movimiento Vltra, que como mencionamos englobaba al creacionismo y al
ultraísmo. Estos movimientos coinciden en su aversión por las motivaciones personales
y sentimentales, los problemas humanos y el mundo circundante, y por las formas
trascendentes (moral, física y política). Es así que bajo esta influencia, buscan la
esencia de la poesía; eliminando los elementos que no son estrictamente poéticos
como lo narrativo, lo demasiado humano, el exceso retórico, lograban una depuración
de la poesía. Buscaban la precisión y exactitud léxica El poema se convertía en una
exactitud autónoma y autosuficiente.
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En un segundo momento, el principal ismo con el que conectaron fue con el
surrealismo. En 1924 llega París Juan Larrea a España, y en el 25 lo hace José María
Hinojosa, quienes tendrán una gran importancia en la difusión del surrealismo en
España. Se reconocen en las obras españolas la mezcla del mundo consciente e
inconsciente, técnicas surrealistas por sobre todo en el lenguaje. Este ismo les permitía
la posibilidad de expresar libremente su rechazo a las normas morales caducas, y
sincerar sus problemas íntimos. Los poetas españoles que más se vinculan a esta
vanguardia son Alberti, Prados, Aleixandre, Cernuda y Lorca; sin embargo, otros
permanecieron indiferentes al surrealismo manteniendo la concepción inicial del mundo
de la generación del 27, como Salinas y Guillén.
Las tensiones y crisis de España y el posterior estallido de la Guerra Civil, producen una
nueva transformación en el grupo. Comienza un periodo de literatura de compromiso,
las obras de los poetas se cargan con los conflictos sociales y personales. La mayoría
de estos poetas se posicionan a favor de la República, lo que deviene en una
persecución que resulta en encarcelamientos, exilios y en muertes, como el asesinato
de Lorca. Estos acontecimientos oscurecen las producciones, la tragedia se convierte
en materia lírica. Concluyendo la Guerra, los poetas que se mantenían activos, vuelven
a España. Los últimos años de la Generación se resumen en las temáticas de la
muerte, la vejez, la soledad, el tiempo, y la nostalgia.
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JORGE GUILLÉN ÁLVAREZ
Sus padres fueron el mayor soporte e influencia para que Guillén pudiese introducirse
al mundo de las letras. En principio, su madre, ya una adelantada de su tiempo, lectora
ferviente de la literatura y conectada con el espíritu de la Institución Libre de
Enseñanza fue quien percibió primeramente que su hijo no estaba dotado para
acompañar a su marido en el mundo de los negocios y le obsequió un ejemplar del
Quijote de una edición modesta, en la cual su madre le señalaba que mirase desde el
amanecer los dibujos de Don Quijote y Sancho. Y por otro lado su padre, Don Julio
quien insistía en que su hijo lo acompañara en el negocio familiar pero se dio cuenta
que a la hora de atender el negocio su hijo tenía más dudas que certezas, decide dejar
de insistir y cuando Guillén en 1909, a los 16 años concluye sus estudios de bachiller,
su padre decide que amplíe sus estudios fuera de España: “Mi padre me respeto:
primero que hiciera una carrera que no tenía valor económico y segundo que fuese
poeta.”
Decide ser profesor universitario, su carácter reflexivo lo direcciona a ser un poeta que
mezcle intelecto y gracia. Desde 1909 hasta 1923 el emprende un camino de
descubrimiento del hecho vital y como poeta afirmativo. Se marcha a Suiza y esta
partida coincide con la convulsión política de la que era parte España por causa de la
guerra de Marruecos en el exterior y el estallido de la semana trágica en el interior.
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En 1911 regresa a España para continuar sus estudios universitarios en Madrid
concluyéndolos en Granada en 1913. Guillén forma parte de la primera Residencia de
Estudiantes, en donde conoce a los grandes exponentes del pensamiento como ser:
Ortega y Gasset, Unamuno, Machado, Juan Ramón Giménez etc. y ya la segunda
residencia conforma el conjunto con el resto de sus compañeros de generación.
El gran aliado de Guillén, su amigo, su hermano, fue Pedro Salinas a quien describe
como armónico, brillante, gran diplomático, gran poeta, dramaturgo y novelista. A él le
dedica la integridad de su obra poética.
Años más tarde, su familia sufre el acoso de la dictadura de Rivera, pero esto no lo
detiene y consigue su doctorado, y con su segundo hijo en 1928 se muda a Oxford en
donde consigue un lectorado luego de que su universidad fuera cerrada por decreto.
A principios del 38, decide autoexiliarse y marcharse a Paris, donde su estancia dura
poco y se muda nuevamente a Estados Unidos, para partir a la universidad, pero
finalmente regresa por recomendación de su gran amigo Pedro Salinas a la Wellesley
College, una universidad femenina del estado de Massachusetts, donde se jubila en
1957.
El poeta afirma que el exilio no fue un fenómeno radical porque en cualquier parte del
mundo se encontraba con lo esencial para él: el aire, la tierra el agua, la compañía
humana.
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Al año siguiente se instala en Málaga, su exilio había terminado al fin: “Lo mío no fue
exilio. Fue destierro. Esa es la palabra exacta. Fueron motivos estrictamente políticos.”
A los 91 años muere Jorge Guillén en su Málaga adoptiva.
SU PRODUCCIÓN POÉTICA
Esta obra fue editada en cuatro ocasiones: 1928, 1936, 1945 y 1950. Como Guillen
concibió su obra como un todo orgánico, como un bloque que debía ser ampliado,
corregido a lo largo de 30 años fue editando el Cantico inicial, pensemos que para el
escritor pudo haber sido fácil publicar los tres últimos cánticos con otros tirulos y
lanzarlos por separado para ampliar su obra literaria pero él no lo quiso así porque su
obra es un todo que necesitaba ser al igual que un edificio construido con precisión y
esfuerzo.
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Homenaje, subtitulado Reunión de Vidas, publicada en 1967, es como su título lo indica
un homenaje autores pasados, contemporáneos, amigos, muertos y vivientes, de la
leyenda o de la realidad, páginas o personajes de Guillén que de una u otra forma han
dejado huella en su escritura. Los elogiados se identifican con nombres individuales
Estas tres obras integran la obra completa que se titula Aire Nuestro, publicada en
1968, a la que se agregaron luego: Guirnalda Civil, Y otros poemas y Final.
Cada obra, hablando de su estructura formal está concebida como un bloque coherente
y compacto, es la expresión del bloque temático del ser, eje alrededor del cual giran
otros temas.
SU ESTILO POETICO
Blecua nos dice que lo que singulariza al estilo de Jorge Guillén es el uso de los
sustantivos y como son colocados en la metáfora. Este recurso no es un fin en sí, su
función principal es la de alcanzar una exacta y justa expresividad de la intuición y de
servir como elemento estructurador del poema.
Recurre con frecuencia al “pero”, a la interrogación constante que permite que el lector
viva la emoción refrenada junto al yo poético.
LA POESIA PURA
“Poesía pura es todo lo que pertenece al poema después de haber eliminado todo lo
que no es poesía” declara Guillén.
Él se inclina por la poesía compleja, por el poema con poesía, y con otras cosas
humanas todo lo contrario a la poesía realista o con fines sentimentales, ideológicos o
morales.
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Análisis “Vida Urbana” de Jorge Guillén
Calles, un jardín,
Losa vertical,
La inmortalidad
Preserva su otoño
¿Y aquella aflicción?
De ningún adiós.
Hervor de ciudad
Se cierne difusa.
Juntos, a través
Ya de un solo olvido,
Quedan en tropel
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Cantico - Jorge Guillén
Por medio de dos campos semánticos que se relacionan con lo físico, concreto y
cotidiano, por un lado, y con reflexiones existenciales, por otro, se diluyen las
polaridades relacionadas a la perduración y a la muerte. Lo material, usualmente
correspondido con lo caduco, ahora adquiere el carácter de eternidad: ¡Qué urbano lo
eterno! Por otra parte, es de destacar cómo el cementerio urbano al que se hace
referencia, es descrito a través de una oscilación de elementos físicos reales, como las
tumbas, el césped, las calles que dan la imagen de espacio físico cotidiano, y a través
de elementos abstractos como la vida, la muerte, la paz, la eternidad. Es en este
escenario urbano donde la vida y la muerte, lo inmortal y lo efímero se encuentran.
Concentrándose este poema en unir elementos binarios opuestos, uno de los recursos
utilizados es el oxímoron. En la metáfora “La inmortalidad / Preserva su otoño”, estos
dos elementos antitéticos en relación al tiempo, se relacionan. El otoño, que representa
una estación temporal oclusiva, es decir que finaliza, se vincula a la eternidad, y es la
inmortalidad la que cambia el sentido de cierre de este, preservándolo. Por otro lado,
también el título se manifiesta como un oxímoron respecto al resto del poema. Vida
urbana se contrapone al sentido de muerte y naturaleza que se plantea a lo largo de la
obra.
Sin embargo, esta reflexión sobre la vida y la muerte no se plantea desde un sentido
melancólico o pesimista, sino más bien vitalista. La muerte no es una razón de
lamentación, sino que se la acepta como es. Vida y muerte se corresponden como un
ciclo natural. La naturaleza se reflejaría a través del césped, este tiene dos apariciones
importantes en el poema, primeramente, por medio de una personificación se le otorga
pertenencia, es el poseedor de los muertos. Y, en un segundo momento, personificado
nuevamente, se le da la capacidad de conocimiento. Es mediante estas dos menciones,
pero por sobre todo por el tercer párrafo, que se representa la naturaleza como
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indiferente a las preguntas existenciales que solo afectan al ser humano, tal como lo
dice esta voz poética: “Y aquella aflicción / Nada sabe el césped” / De ningún adiós.”
Es importante también resaltar que este, poema como tantos otros que componen
Cántico, responde a una estructura circular. La primera y última estrofa se relacionan
encuadrando la poesía completa, con los siguientes versos: “Morir, no, vivir” y “Los
muertos, los vivos”, en el tercer verso los infinitivos de muerte y vida están cargados
de una fuerte emoción pero que no se desborda y en el último verso, la muerte y la
vida se presentan como un todo contrario del que se forma parte.
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