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Reseña: Enseñar a escribir y enseñar gramática, de Marta Marín

Marta Marin es una contemporánea profesora y licenciada en Letras por la Universidad de


Buenos Aires (UBA), especialista en Lingüística, análisis del discurso y didáctica de la
lengua enfocada en la lectura y la escritura. En esa misma casa de altos estudios se ha
desempeñado como profesora asociada e investigadora que diseñó y coordinó programas
de alfabetización académica. *1
Toda su experiencia en el área de la didáctica de la lengua le ha permitido, a lo largo de su
carrera, realizar investigaciones, dictar conferencias y seminarios además de publicar
numerosos manuales, libros y artículos dirigidos a estudiantes y docentes. Tal es así que
en diciembre de 2007 la revista uruguaya Quehacer educativo*2, iniciativa de profesionales
de la educación pública con fines democratizadores a principios de la década de los ´90, ha
publicado “Enseñar a escribir y enseñar gramática”.
En cinco subtítulos bien definidos, la didacta de la lengua deja en claro que la enseñanza
de la gramática de la oración en la escuela se ha vuelto necesaria, pero se cuestiona sobre
las formas adecuadas de hacerlo.
Para comenzar retoma un mapa conceptual en el que habla de la intervención del docente,
las actividades significativas, el uso mejorado del lenguaje, las convenciones discursivas y
ortográficas, las reflexiones metalingüísticas y los tipos gramaticales. Y también se hace
eco de uno de sus anteriores planteos sobre el uso del lenguaje, diciendo que tal acción
“implica hablar, escuchar, leer y escribir” y afirma que por eso es importante aprender
gramática textual y oracional.
Para ello propone posibles formas de su enseñanza, reemplazando la tradicional forma de
instrucción directa por una más inductiva en la que los alumnos puedan construir ellos
mismos los conocimientos hasta incorporarlos a sus esquemas mentales. Especifica que
mediante la teoría de la escritura como proceso cognitivo, la escritura y la revisión de
borradores se vuelven las prácticas lingüísticas más indicadas para alcanzar el objetivo.
Bajo el subtítulo “Proceso de escritura”, la especialista dice que no debe de tratarse de una
tarea impuesta, predeterminada y evaluada por los docentes sino la confección de diversos
borradores sucesivos, bajo ciertas pautas, que deben ser revisados y modificados hasta
alcanzar el texto deseado. Y en este punto explica que existen varios momentos en el
proceso cognitivo:

- Preparación y planificación de la escritura: etapa de recolección de material proveniente


de distintas fuentes, determinación del tipo de texto que se trabajará y de su estructura,
organización y posible distribución de su contenido.

- Puesta en texto o escritura: instancia en la que se pone por escrito o se convierte en


enunciados fluidos y bien articulados todo el material recolectado en la etapa anterior,
poniendo en juego ciertos conocimientos o nociones previas como tipologías textuales,
sintaxis, léxico, cohesión y coherencia, gramática, ortografía, puntuación, etc. En este
punto, Marin destaca que juegan un papel importante los sucesivos borradores, ya que en
cada uno de ellos se pueden ir definiendo los distintos aspectos resaltados; además de la
autocorrección, corrección mutua o co-corrección.
- Revisión y edición final: momento en el que se preparan los textos para que sean leídos
por terceros, motivo por el que la prolijidad y la legibilidad son muy importantes. En esta
instancia se ponen en juego el último ajuste cohesivo, la última revisión ortográfica, la
distribución del texto en la página, la claridad de la letra o el uso de recursos gráficos tales
como el subrayado, entre otros.

Otro punto interesante que toca Marin tiene que ver con la enseñanza de la sintaxis. En
este segundo subtítulo despeja la confusión entre sintaxis y análisis sintáctico. Sobre la
primera noción aclara que se trata del conjunto de normas que regulan la combinatoria de
palabras, mientras que la segunda simplemente consiste en la descripción de enunciados
ajenos, sin contribuir en nada a la construcción de enunciados propios por parte de un
escritor inexperto.

En este aspecto, la licenciada en Letras de la UBA continúa su artículo con dos nuevos
subtítulos en los que sugiere el trabajo vinculado a la redacción de sintagmas y a las
oraciones largas y “enredadas” como algunas de las estrategias para enseñar gramática.

Sobre la primera cuestión propone un trabajo de escritura y reescritura a partir de la


comprensión, la búsqueda de sentido y la autocorrección por parte del alumno mientras que
el docente lo va acompañando en ese proceso constructivo.

En cuanto a las oraciones largas y “enredadas” destaca la importancia del trabajo en el


pizarrón, en un ambiente áulico propicio, no competitivo, colaborativo entre los alumnos y
centrado en la modificación de la escritura y no en la corrección”. A esto le suma la
recomendación de trabajar con borradores o con textos o fragmentos escritos por el mismo
grupo u otro a fin de discernir ideas y reescribirlas tantas veces como sea necesario hasta
lograr un texto claro, legible y comprensible.

Finalmente y a modo de conclusión, Marta Marin cierra su artículo destacando que los
cambios en el modo de enseñar no responden a una mera innovación sino a una mejor
educación y un ejemplo de ello son las nuevas propuestas que van surgiendo para enseñar
gramática. Y con respecto a ello, Marin adhiere a la postura constructivista del
conocimiento, ligada al lenguaje y al quehacer cotidiano de los alumnos - a lo que denomina
escritura real- en contrapartida al “analfabeto funcional”, que solo se encarga de enseñar a
leer y escribir pero no lo aplica a los conocimientos de la vida cotidiana.

Por eso Marin insiste en que “mientras la escritura sea un acto mecánico, más motriz que
cognitivo, no va a ser incorporada como una actividad habitual de la vida”, volviéndose
insignificante, olvidadiza y perdida.

Si bien la teoría constructivista del conocimiento no es una idea originaria de Marin, su


aporte a la enseñanza de la gramática va en línea con los actuales planteos didácticos para
la enseñanza de la lengua. Su experiencia y su trayectoria profesional y académica la han
llevado a estudiar y concluir en la necesidad de que los chicos deben aprender a manejar
lo mejor posible la lengua para poder comunicarse eficazmente con otros, para poder
entender y comprender su realidad, su cotidianeidad.
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*1Marta Marin también se destaca por su trabajo como profesora de Didáctica de la Lengua en posgrados y
maestrías de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en sus sedes de Argentina y Brasil;
en la cátedra UNESCO (sede Córdoba, Argentina) y en institutos de formación docente. Entre sus libros se
cuentan: Texto y significación. Literatura hispanoamericana y argentina (1983); Cosmovisión y escritura.
Literatura española e hispanoamericana (1985); Conceptos claves. Gramática, lingüística, literatura (1992;
actualización completa 2009); Lingüística y enseñanza de la lengua (2004; actualización 2008) y Una gramática
para todos (2008; actualización 2011).
*2 Quehacer educativo, la revista de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria,
nace en 1990 como una construcción colectiva de los maestros uruguayos y profesionales de la Educación
Pública para democratizar el conocimiento de las corrientes didácticas y pedagógicas actuales a fin de contribuir
a mejorar Educación Pública.i

FUENTES:
*1 Artículopublicado sobre la vida de Marta, “Marin Fondo de Cultura Económica ha publicado Escribir textos
científicos y académicos (2015)”. http://www.fce.com.ar/ar/autores/autor_detalle.aspx?idAutor=3239
*2 ”Sobre la revista” en http://www.fumtep.edu.uy/quehacer-ed/sobre-la-revista

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