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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
“LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
BARQUISIMETO ESTADO-LARA.
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS NATURALES

¿LA INVESTIGACIÓN COMO NUEVO PERFIL PROFESIONAL


DEL DOCENTE?

Participante: Justiniano Adan


Facilitadora: Profa. Naybys Anzola
Unidad Didáctica: Investigación I
Sección 1

Barquisimeto, Abril del 2019


¿La investigación como nuevo perfil profesional del docente?

La célebre frase de Rene Descarte “Pienso, luego existo” dan una pequeña
referencia de lo que el hombre siempre ha deseado. Ya que el hombre es un ser que está
en constante desarrollo, y por ello, siempre busca como mejorar sus condiciones de vida
tratando de alcanzar al máximo sus potencialidades en mira de un futuro propicio. Todo
ello nos trae a colación las siguientes preguntas: ¿Cómo lograr alcanzar esta
potencialidad?; y en el caso de la educación ¿Qué haríamos como docentes para
desarrollar competencias para enseñar y aprender ciencias? La respuesta a estas
interrogantes nos induce al camino de la investigación, pues si se desea lograr nuevos
adelantos, estos provienen de nuevos conocimientos y experiencias adquiridas bajo esa
premisa.

Al respecto, Salazar y Trejo (2004) afirman que: “la actividad de investigación


en el docente es el motor” cuyo movimiento propicia la adquisición de conocimientos y
metodologías adecuadas para el estudio y análisis de situaciones problemáticas
presentadas en el entorno social que sirven de insumo para la obtención de nuevos
conocimientos.

Considerando que los paradigmas son realizaciones científicamente


reconocidas que nos proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad
científica, sin embargo, excluyentes y que rechazan lo que no está dentro de su lógica,
pues existen limitaciones y que estas solo se admiten con claridad cuando el mismo
cambia, es decir, existe una revolución científica, porque más allá de la sustitución de
una teoría por otra, conlleva a una transformación en la manera como los científicos
venían percibiendo la realidad. (Kuhn (1983), es allí donde el hombre logra la obtención
del conocimiento a través de la ciencia.

El objetivo primordial de la ciencia es explicar los fenómenos naturales, esto es,


especificar cuáles variables está relacionada con otras, y de qué manera se relacionan,
capacitando así al investigador para predecir ciertas variables a partir de otras. Siendo la
finalidad de la ciencia la teorización de dichos fenómenos, porque esta se mide como un
conjunto de conceptos sistemáticamente relacionados y definidos, así como las
proposiciones que sirven para explicar y predecir ciertos criterios. Esto nos lleva a
confirmar que la educación es una ciencia, ya que es un conjunto de procedimientos y
medios técnico-operativos que orientan el proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

Años atrás era extremadamente difícil entrar a las universidades e institutos


pedagógicos, pues teníamos a la educación como meramente un “trabajo fácil y
estable”, un salvavidas, que nos permitiría alcanzar cierto status en la sociedad. Todos
buscábamos ese salvavidas y decíamos que pasábamos la avenida, si se nos hacía más
difícil el estudio en otras universidades (UNEXPO, UCLA, etc.). “Cualquiera puede dar
clases, si le iba mal en la carrera”. Todo esto nos lleva a reflexionar y preguntarnos
¿Qué características debe tener el docente de ciencias naturales?, ¿Cuál es su rol?, ¿Qué
cualidades debe tener? y ¿Cuál debe ser su perfil profesional?. La investigación es una
de las características esenciales, sino la más primordial, junto con la vocación, que
debemos tener como formadores y guías de los futuros profesionales de la Nación. En
nuestras manos tenemos el desarrollo y bienestar de esas futuras manos que tomaran el
mando y el control de la Venezuela del mañana. Lo que seamos nosotros hoy en el
ambiente educativo, ese ejemplo es lo que aprenderán y será nuestra juventud en el
mañana. Si nos convertimos en docentes tapa amarilla, conformista con lo que tenemos
a la mano, siendo meros repartidores de información y profesionales mediocres, simples
asalariados de la educación. ¿Qué nos deparara la Venezuela del mañana?

La Comisión de Educación de Renania, Westfalia del Norte de Alemania,


reunida en Berlín en 1995, en la Conferencia Futuro de la Educación. La educación del
futuro, llegaron a la conclusión de que entre los componentes del modelo profesional
docente durante su formación están, entre otros, las competencias didácticas en la
especialidad, metodológicas, dirección de grupos de aprendizaje, diagnostica y
metacognitiva y en todas ellas está implícita la capacidad investigadora del docente,
para desarrollar su percepción y desempeño en su quehacer epistemológico y
pedagógico.

Es por ello que considero que en lugar de implementar un nuevo perfil del
docente como investigador, si bien es cierto que no se encuentra explícitamente la
función como investigador, esta se encuentra presente y arraigada en su formación,
demos dar más sentido de pertenencia a su formación, pues como ente promotor y
generador de experiencias es necesario aportar de nuestro intelecto como docente y
crear nuevos saberes y conocimientos. .

De igual manera el Proyecto Educativo Nacional (1999), mencionado por Galvis


F. (2009) considera prioritario aspectos relacionados con la formación del docente, con
el currículo, con la estructura conceptual de las instituciones y con la integración de los
saberes y disciplinas, todos ellos orientados a la formación de profesionales con
dominio teórico- práctico de su realidad laboral. Así mismo le confiere nuevos roles en
el ejercicio profesional al pasar la escuela a protagonizar la configuración de la nueva
sociedad en construcción dentro del concepto de escuela comunitaria. Definiéndose de
esta manera, el perfil basado en competencias.

En el foro “La investigación como nuevo perfil del docente”, las Dras. Giuliana
Farci y Mariángel Herrera tienen razón al recalcar las nuevas tendencias que han
surgido y al plantear los nuevos cambios exigentes en la sociedad, que nos han
obligado también a transformar nuestros currículos. Según Guerrero (1999) en
concordancia con Farci y Herrera, los diseños de investigación se elaboran en dos
enfoques fundamentales: Positivista o cualitativo y el Post positivista o cuantitativo.
Esto nos lleva a cambiar nuestra perspectiva en el quehacer docente, no ser meros
repartidos de información, sino ir adaptarnos a los nuevos tiempos. Pues la escuela es la
más arcaica, conservadora y anquilosada en el tiempo, institución que existe. Todos los
ámbitos en la vida del hombre han ido cambiando, la familia, la religión, y la política,
entre otros, de manera lenta, pero cambiando, sin embargo la educación sigue siendo la
misma en el tiempo; encajonada en viejos arquetipos infuncionales en nuestros tiempo
y más aún hoy por hoy, cuando el docente debe bajarse de su “pedestal omnipotente y
omnisciente” y hacerse coparticipe junto con los padres, directivos y comunicad con el
estudiante para así todos juntos lograr la transformación y cambiar los rumbos hacia
nuevos horizontes, dejemos lo que otros autores llamaron estructuralista radical,
funcionalista, humanista radical e interpretativo. Estos fueron necesarios en su época
antaña, hoy no lo son.

Por tanto, considero que la perspectiva investigadora del docente no es un nuevo


perfil que debe tomar los docentes, sino retomar su función como investigador y forjar
nuevos conocimiento. Es necesario desaprender cosas y aprender otras. Y aprender a
investigar en el campo de las ciencias fácticas implica atravesar una experiencia
personal y profesional compleja, dificultosa e inquietante y el uso de nuevas
aproximaciones metodológicas en ciencias refleja en gran medida el contexto de crisis
de los paradigmas dominantes, una crisis que ha llevado a la ciencias naturales y
sociales a oscilar entre el confort y la seguridad de la ciencia establecida y la necesidad
de dar paso a nuevas perspectivas que cuestionan, no solo procedimientos
metodológicos, sino incluso el papel de las ciencias sociales y naturales. Parto de la idea
de que la enseñanza es un sacerdocio, una vocación, donde la vida del maestro consiente
es un rosario de sacrificios, sobresaltos y sinsabores, pero que no importan si se viene
dispuesto a cumplir con el sagrado deber de combatir la ignorancia, porque “la
ignorancia es la madre de todos los vicios y en este caso es preferible ser huérfano”.
(Pizarro, s.f). Bien lo dijo nuestro Libertador: “Un pueblo sin estudio, es un
instrumento ciego de su propia destrucción”, vayamos a luchar por nuestro futuro, pero
sin olvidar el pasado. Recordando siempre que el maestro es un personaje importante y
que su misión no es solo enseñar, sino ahondar en la vida de sus alumnos, porque los
niños y jóvenes tienen dos fuentes de aprendizaje que son el hogar y la escuela. Si una
falta la otra no funciona. Siempre montamos excusas baratas a la hora de prepararnos.
Nos decían que “la enseñanza es el peor de los males” y que “las letras con sangre
entran”. Esto no puede seguir así, hay que hacer algo y ahorita vamos a empezar.
Ghandi decía: “se el cambio que quieres ver”. Reflexionemos entonces con estas
preguntas: ¿Quién soy yo para mis alumnos? Y ¿Quiénes son ellos para mí?
Recordando que la escuela la hacen los maestros y los alumnos, no las paredes.
REFERENCIAS

Galvis, R. (2009). Formación docente basada en competencias. (1era Edic).


Barquisimeto, Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico de Barquisimeto.

Guerrero, I. (Comp). (1999). Investigación cualitativa: Enfoques. (Trabajo no


publicado)- Barquisimeto, Venezuela: Universidad Centro Occidental Lisandro
Alvarado, Decanato de Medicina.

Kuhn, T. (1983). La estructura de las revoluciones científicas. (2da Edic. 5ta Reimp).
D.F, México: Fondo de Cultura Económica.

Pizarro, F. (Productor) y Delgado, M. (Director). (s.f). El profe [Película] [Actuación


de Mario Moreno, Cantinflas, en actuación estelar]. México: Posa Films
Internacional S.A/Columbia Picture

Salazar, Z. y Trejo, W. (Comps.)(2004). Investigación educativa. (Trabajo no


publicado). Barquisimeto, Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico Barquisimeto

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